Según Bayebach (2012) la tarea como terapeutas es poder brindar ayuda a los
consultantes, es decir el rol que cumple el terapeuta es poder hacer que los pacientes por
si mismos decidan cuando tienen un problema y a su vez son ellos los que deciden
cuando dejan de tenerlo; nuestra función como terapeutas es ayudarles en lo que nos
solicite, así mismo alcancen lo que ellos se establezcan para la terapia, como reducir el
sufrimiento que les ocasiona de lo que ellos perciben como problema; de esta forma se
rescata la forma en que ellos hacen las cosas, y no conformarles a que deban cumplir
específicamente los parámetros previos que marca una teoría psicológica. Dicho en
otras palabras se debe evitar arreglar lo que no está roto.
Explorar el mundo del cliente hace referencia a que el terapeuta desista de seguir los
modelos terapéuticos, por el contrario el terapeuta debe centrarse en prestar atención al
cliente, en poder llevar a cabo una conversación en la cual el terapeuta debe conseguir
información que nutra al tratamiento, por lo cual debe conseguir la participación del
cliente, para lo cual se debe establecer una adecuada relación terapeuta-paciente,
además el terapeuta debe asegurarse de que el cliente tenga una experiencia positiva de
la relación y de la misma terapia, y aprender la teoría del cambio del cliente, es decir
buscar las excepciones, las mejorías que el paciente ha conseguido y poder reforzar
dichas excepciones. (Duncan, Hubble y Miller, 1967)
Descubrir posibilidades
Este proceso de validar al cliente permite que este experimente positivamente la terapia,
además ayuda a desarrollar una alianza fuerte, es decir fortalece el vínculo terapéutico y
mantiene la terapia en relación con la teoría del cambio del consultante. (Duncan,
Hubble y Miller, 1967)
Referencias Bibliográficas