Introducción ................
l. 1. Inuoduccién......... t5
1.2. Procesos perceptivos ............... 18
1.1. Introducción
«l¿ lectura es una forma de solucién de problemas, el lector tiene que resol-
ver el problema que continuamente encuentra con las palabras, frases y oraciones
presenrcs en el texto escrito-,
(Daneman, lgs7, p. 57)
r5
de significado que serán confirm4das o rechtzadas con posteriores análisis que denomic
semánticos, los cuales se llevan a cabo bajo el conrol de las relaciones significati- una estmcru?
vas establecidas (van Dijk y Kintsch, 1983).
- Prioridad por la bfuqueda dtl significado. El lector u oyente que se enfrenta
con la secuencia del lenguaje intenta interpretar cada palabra del texto tan
pronto como es reconocida, integrando la información reciente obtenida con la Di¡r
r
que ya dispone acerca del texto. F.m
- La importancia de la actuación de la memori¿ operaüua en la coordinación ü
de estos procesos. LJn aspecto importante en algo tarr cornplejo como la com-
prensión del lenguaje es cómo se produce la coordinación de estos procesos. Y,
aunque ya anteriormente hemos señalado que estos procesos funcionan lo sufi-
cientemente automatizados como para ser ejecutados en paralelo. Sin embargo, l- .*
I
como señalan Just y Carpenter (1987), es necesario explicar cómo son integrados
Ios resultados de los diferentes procesos; para ello proponen que todos los proce-
sos depositan sus resultados parciales y finales en un espacio común de trabajo I *iaír I
llamado memoria operativa, donde se posibilita que todos los procesos colaboren
en Ia extracción del significado. Por ejemplo, un proceso sintáctico puede colabo-
rar con un proceso semántico para determinar si una palabra ambigua se refiere a
un objeto o a una acción en un texto particular.
La complejidad de la comprensión lectora que acatamos de poner de mani- G¡¿¡r¡ii¡
fiesto y que más adelante analizaremos a través de los distintos procesos que
intervienen (ver fig. 1.1), es algo que queda resaltado por las tremendas dificulta-
des que tradicionalmente se les plantean a los niños en el aprenáiztje de la lec-
tura. Pues, la automatización de dichos procesos sólo en el momento en que los
procesos más superficiales (p. ej., reconocimiento de palabras) han sido automa- ¡ú- §ñá
cof,trir
tizados por la práctica, es posible retraer recursos cognitivos que puedan ser utili-
mr¡ndtI
zados en la construcción de representaciones semánticas precisas y detalladas.
Además, la automatización de los procesos es una condición necesaria para el
funcionamiento paralelo de los mismos, que como ya hemos indicado anterior-
mente, resulta imprescindible. La práctica lectora, por tanto, como fuente de la
automatización de estos procesos es decisiva para lograr una buena capacidad de Frpaai
e§$ffi
comprensión de textos.
En esta misma línea, Kintsch (1977a) argumenta que la comprensión de un
texto bien leído, bien escuchado, tiene lugar a través de la interacción de los pro-
cesos arriba-abajo (o uso de esquemas) y d. los procesos abajo-arriba (o uso de
indicadores del texto). De este modo, desde que las palabras son percibidas se
tratarl corno formas absúactas, más que como representaciones fonéticas o visua- Mms lG
les; posteriof,rllente, las palabras son organizadas en oraciones y frases en base a la
gamática psicoldgica para que, a través del análisis semántico, se extraiga el sig-
nificado de un texto; el cual es representado mediante una lista de proposiciones Fignt I I
16
que denominan microestructura. Estas proposiciones se orgfanizarán más tarde en
una estructura global denominada macroestructura (ver fig. 1 . 1 .).
iitt ttit
fm1@ YV
kxicón: MLP
Gramática: MLP
M. Semántica y
conocimiento del
mundo: MLP
Expectativas,
esquemas: MLP
Metas: MLP
17
Veamos ahora con más detalle cómo funcionan cada uno de estos procesos 1.2.1. &rrc¡
en la escucha y en la lectura.
r.2.1.1. Et rc
Exisre ¡¡r
1.2. Procesos perceptiYor , más compia;
mos el h¿lÉ
En el proceso de reconocimiento se pondrán en marcha estrategias para
distinta- F-., i
analizar el input de una unidad perceptiva y de un registro de información. La
¡ecuento ck ¡
forma de tener acceso a este registro particular tiene mucho que ver con las
ca¡nbios rie, r
estrategias utilizadas por el sujeto y con una manera de organizar la informa-
la lecn¡re rcra
ción.
A dir€rs=
Los órganos sensoriales en la comprensión lingüísrica suelen ser visuales y
auditivos (también podrían ser táctiles aunque esto se aleja de la finalidad de Por su rap¡?
tiempo. En e
nuestro trabajo). Qracias a ellos el lector decodifica los patrones figurales o sono-
palabras p'tx
ros que constituyen las letras e integra las sílabas en palabras, buscando su signifi-
comlenzo. is
cado én la memoria semántica. Para poder atribuir información a una serie de
nado de orú
señales visuales o auditivas se requiere una serie de procesos fundamentales,
acristico-forc
como sonl
antes de put
segmentación o capacidad para aislar unidades discretas del nflujor; para espe'¡re
-la
- categorización o comprensión de las señales a través de un proceso de abs- Para ror
tracción; pues, aunque un sonido se pronuncie o se oiga fonética-mente de distin- interacnix-c ¡
tas maneras, el sonido siempre puede interpretarse como la misma forma del en que roclar
sonido. Este principio implica psicológicamente que aquellos que aparezcan la influenc¡¡
serán siempre comparados con una forma de sonido nabstractar, pero ya cono- mina cuancb
cida, a lo que entonces sigue la decisión de si se trataba, por ejemplo, de una na, nativas.
o de una uor. Esta categorización no se limita a la comprensión de fonemas, sino
que tiene lugar eh otroi niveles: reconocemos aquellas upalabras, que ya conoce-
mos, es decir, a una deter'minada configuración de los sonidos le asignamos una 1.2.1.1. EEto
forma de palabra (morfema). A la vez, tiene lugar una primera categorizaciín
sintáctica: determinadas formas de palabras se asignan a determinadas categorías ;Cómc' s
sintácticas, como artículos o sustantivos. Así, puede demostrarse enseguida un tido, las d,=¡ ;
tercer principio: las unidades se «resumenr, se combinan con otras unidades y prensión cl.i I
esta combinación vuelve a considerarse como una unidad. En el nivel de com- intzranirs'{
prensión de la palabra y de la oración interviene simultáneamente el principio Por o$m
siguiente, la interpretación: a las formas de las palabras, partes'de oraciones u ora- del habia e*
ciones completas se les asigna un determinado significado convencionalmente señal h,aha*
establecido. tanto. Io ¡L r
miento il
=:
En cualquier caso, la audición y la lectura implican procesos específicos y Pronto coñE
diferenciados que parece conveniente desarrollar a continuación. el dempo- eu
18
1.2.1. Procesos ?erceptiaos implicados en la actiuidad de escucha
19
idenrilir
Lasegundapropiedadeslainteracciónqueestáíntimamenterelacionadacon w
po_sibles en que puede fluir la derse
la optimidad, y hr.. ,.f.rencia a las d-i.ecc'iones
Este supuesto se opone al de
información dentro del sistema de procesamiento. mantiene
(Forster, 1970)
autonomía o d. pro.á*i.nro s.ri"l o secuencial -que
abaio arriba 1l-t1
dirección' de
;;;;ilil""iá" iir*rr. por el sistema en una sola de los
a través
(nbottom-up»), es decir, que el procesamiento serial transcurre
acústico-fonéticos en adelante' Lo En
diversos niveles ¿. ,ndiri., desdá los análisis
esta idea de autonomía es que los €xrreÉf
que normalmenre ," lorrriá.r" que. quiere decir Esta üs
de procesamiento no pueden
análisis inrernos d. .;;;;i.r" á" lo, componenres dirS
resultar afectados porlrriár-r.ión derivadá
d. pro."tosiuperiores del sistema' Así de
cuan&'
porejemplo'Io,p.o..,osdereconocimientodepalabrasnopuedenverseafecta-
dos directam.rra. por-.i conrexro sintáctico
o ioi.rpretativo en el que.aparece la mediri¿
áe análisis sintáctico no pueden resular afecta- sin e*
palabra, al igual q,r.'to, ;;;;
semántica (Forster' 1970) ' cuancis
dos por consideracio;;; ri;.1"^ a la plausibidad rnmi¿
en tanto en cuanto conduce a
Se suele ,""fro, i, f ipátttit dt i" "'to'omía
en distintos niveles; y se rcchaza' inméti
este tipo d. o.d..r".iO., ,Érirt de los procesos del rna
como Porque es
;;;;d"e los datos experimentales demuestran 1o conúario,
si es que un sistema.de texto a
inconsistent..orr.t'iri;;ñ; ¿ optimidad. Claramente, .r
con respecro a [a información deza
orocesamiento h, dJ furrlio.r", d. for*, óptima
en cada momento, entonces no se puede mantener Prtrd(
ffiffiiln"r.'áirponible sobre la operación de las distintas formas de análisis'
El texto: i
esra concep.i¿r, ,".ú.rr.i"t
err. lrt,emisiones normaies tiene lugar
en un con- en doc
...oro.ir"i.nro de i* pJ"U.*
de constricciones sobre las sacádi
texto sintáctico e interactivo que lmPllca la existencia
;ffi; ;;. p".a." ffi;;;; .' i'"UrUf. que.aParezcan, en un
determinado
(Hol-Ir
Lc
20
identificación y análisis de la entrada sensorial cuyo resultado deberá correspon-
derse con una información que ya posee el sujeto.
2t
que desde muy antiguo los movimientos pupilares ha sido ampliamente estudia- :iÉ;r- -::1 ::
dos en Medicina y Fisiología como indicadores fiables de las funciones del ; * :..- ,i- i:* -.
S.N.C. (Adams y Victo¡ 1981; Beatry l9B2); recientemente, y en el campo de - :_t:,- lc5r1
tl
la Neuropsicología, el estudio de los movimientos pupilares ha sido usado como
un indicador del estado de activación del sistema reticular (Moruzzi,1972).Esto
ha derivado en múltiples estudios sobre el uso del pupilómetro como instru-
mento para el estudio de la activación cerebral y de la atención (Beatry 1982); lo
cual ha ido acompañado por la aparición de una serie de investigaciones sobre el
*-.l¿.t,l!rL
estudio de las relaciones entre el control del sistema pupilar y otras regiones cen- - - -
trales del cerebro (DeVito y Smith, 1964;Edwards y DeOlmos, L976; Graybiel,
1977).
Los argumentos que se han dado sobre el por qué los movimientos pupilares
pueden ser usados en el estudio de los procesos atencionales se han focalizado,
principalmente, en las estrechas relaciones existentes entre 1os núcleos reticulares
y los núcleos autonómicos que controlan los movimientos de la pupila.
Los estudios clásicos sobre el tema establecían que una activación cortical
provenía de un núcleo reticular; en este sentido, la dilatación pupilar era utili-
zada como un indicador fisiológico de una adecuada estimulación sobre el sis-
tema de activación reticular (Moruzzi, 1972). Zbrozvna (1963) estudió los efec-
tos de la estimulación reticular sobre los movimientos pupilares y encontró que
la estimulación reticular produce una desincronización electroencefalográfica,
una inhibición del uinput, parasimpático yJ consecuentemente, una facilitación
del uinput, simpático; todo ello da como resultado un cambio en el diámetro
pupilar (dilatación pupilar).
Así, se pudo constatar que los movimientos pupiiares eran posibles gracias a -: -
22
(«near reflex»). El nnear reflex» (o reflejo ante un objeto cercano) hace referencia
a la constricción pupilar producida por la percepción cercana de un objeto. por
último, hemos de señalar, sobre todo por la importancia que tienen en el rareas
de lectura, un cuarto tipo de reflejos denominados psicosensoriales. Estos reflejos
acompañan a tareas de procesamiento cognitivo y que, por tanto, se encuentran
asociados a una tarea que requiera una sobrecarga cognitiva.
I .2.2.2.Análisis visual
En principio cabe suponer que si las palabras están formadas por letras,
cuando queremos reconocer una palabra tendremos que identificar previamente
Ias letras que la componen. Sin embargo, muchos estudios en este vienen
"rp..to que
a poner en entredicho esta afirmación (Cuetos, 1990). Se ha encontrado
resulta más f,ícil encontrar o reconocer una letra cuando ésta forma parte de una
palabra que cuando aparece de forma aislada o en una serie aleatorii de letras, a
este fenómeno se le ha denominado nefecto palabrar. Como consecuencia se ha
Propuesto la hipótesis de que la forma global de la palabra es suficiente para su
identificación.
A pesar de ello otros autores siguen manteniendo que puesro que las palabras
están formadas por un pequeño conjunto de elementos visuales o grafemas, es
natural considerar que el reconocimiento de palabras está basado en lá identifica-
ción preliminar de las letras (Adams, 1979; Nlport,l979).
Dentro de esta última tendencia existen dos grupos de modelos:
- los que defienden la idea de que las letras son procesadas serialmenre, es
decir, de izquierda a derecha (Gough, 1972);
- los que afirman que el procesamiento se produce en paralelo, es decir todas
las letras de la palabra son procesadas simulráneamenre (Massaro, tg75). En esta
línea se encuentra el modelo PDP para el cual en la identificación de las palabras
intervienen tres niveles: nivel de rasgos, nivel de letras y nivel de palabras
(Mcclelland,l9B7); es decir, que cuando un estímulo llega al sisrema, sé activan
ciertos rasgos que a su vez envían la activación a todos los nodos letras que con-
tienen ese rasgo.
El procesamiento perceptivo lector tiene lugar dentro de un sistema en el
que hay varios niveles de procesamienro, cada uno de los cuales se encarga de
formar una representación del input en un nivel diferente de abstracción. Pára la
percepción visual de la palabra, suponemos que hay un nivel para los rasgos
visuales, otro para las letras y un tercero para las palabras, así como niveles suf,e-
riores de procesamiento que proporcionan información de uarriba-abajo, al nivel
de las palabras.
23
, La percepción visual implica procesamienro en paralelo. Hay dos senddos Enel Lb
diferentes en los que consideramos que la percepciór se da en prid.lo. por una produce en h r
parte, la percepción visual es paralela en sentido espacial; esto ei, la información teres), y $E p
que ocupa una región del espacio al menos 1o suficientemente grande como para icono como n
contener una palabra de 4 letras, se procesa de forma simultánea. Por otra párt., aquí, ias lerrr
eI procesamiento visual ocurre en varios niveles al mismo dempo. Así, el rnod.lo del estímulo ü
de percepción de palabras es paralelo espacialmente (es decir,-ctpaz de procesar queda y rerrE
varias letras de una palabra al mismo tiempo) e incluye procesos que operan ria Operatire (
simultáneamente en varios niveles diferentes. Por ejemplo, ei procesamiento en el k Po¡'t',
nivel de la letra ocurre probablemente de forma simukánea al procesamienro en específico qrx
el nivel de la palabra y al procesamienro en el nivel de los rasgos. ción determir
Memoria Sed
Este mo*
1.2.2.3. Modelos teóricos explicatiüos del fenérneno perceptivo lector: modelos movimienrr r
24
En el Modelo de Gough (1972) se indica que con la primera fijación ocular se
produce en la retina una representación directa llamada icono (de 15 a 20 carac-
teres), y que permanece (10 a 20 msgs por letra) hasta que se forma el siguiente
icono como resultado de una segunda fijación (250 msgs más tarde). A partir de
aquí, las letras se asocian a los fonemas produciendo la representación fonética
del estímulo visual que es transferida a la Memoria Léxica, encargada de la bús-
queda y reconocimiento de las palabras, almacenando su resultado en Ia Memo-
ria Operativa (M.O.).
Las palabras almacenadas en M.O. se procesan a través de un mecanismo no
específico que contiene el conocimiento sintáctico y el semántico, y cuya aplica-
ción determina la estructura profunda del estímulo visual que se almacena en la
Memoria Semántica.
Este modelo no es avalado por los resultados de las investigaciones sobre
movimientos oculares que demuestra que las fijaciones varían, fundamental-
mente, según la longitud de las palabras y el contexto en el que estén (una pala-
bra en un contexto se reconoce antes que aislada).
Por su parte el Modelo de Automaticidad de Laberge y Samuels (1971) se cen-
tra en el estudio de la atención y de Ia automaticidad. Para ellos el proceso de lec-
tura tiene lugar a través de dos subprocesos: decodificación y comprensión.
Según este modelo los componentes que se retroalimentan son: la Memoria
Visual (detección de letras -> patrones gráficos -> palabras); la Memoria Fonoló-
gica (representaciones acústicas que permiten la asociación grafema-fonema); la
Memoria Semántica (encargada de la comprensión, organiza palabras en oracio-
nes y extrae su significado); la Memoria Episódica (experiencias personales en
contextos dados permiten su asociación con componentes de la memoria visual,
fonológica y semántica; actüa como contexto y retroalimenta a las anteriores faci-
Iitando el reconocimiento y la comprensión).
b) Modelos descendentes
25
de las palabras; ¡ a nivel de conocimiento del lector, el idioma del lector y las procedenc d
experiencias previas. temporal dch
De esta forma, para Goodman (1967), el sujeto intenta minimizar el En ¿e6rn
esfuerzo obteniendo el máximo significado a ffavés de cinco procesos: reconoci- en paraldo de
miento de que el material es escrito, predicción del significado de la información no es serial, h
sensorial, confirmación de la producción con la información sensorial y, correc-
ción a través de la cual el lector vuelve atrás cuando encuentra contradicciones.
El Mod¿lo de postulados de srnith mandene q,e, en primer lugar, el lector 1.2.2.4. t¿ tur
tiene acceso al significado sin pasar por el lenguaje oral (coincide con Good- de pd
man); para a continuación, distinguir la información visual de la no visual
(basándose en su conocimiento previo). A partir de aquí, el lenguaje es cenrral en El recou
la lectura, la redundancia en todos los niveles del lenguaje permite seleccionar la en la corn¡rrerr
información visual (contexto), al tiempo que se reduce la incertidumbre. la codificacirín
Mu,-heq i¡
texto, tznto ¡.
) Modehs interactiuos enfatizando d
miento de hú
Los modelos interactivos enfocan el fenórneno de percepción de las letras mentalmenrc |
impresas, de igual modo que hemos visro en el lenguaje hablado, desde varios los de prooeset
supuestos básicos: Kintsch (l9SS
El procesamiento perceptivo tiene lugar denmo de un sistema en el que hay en la fase ink
varios niveles de procesamiento, cada uno de los curles se encarga de Tormar mente abaj*a
una rePresentacién del input en un nivel diferente de abstracción. Para la per- mer mofrrento
cepción visual de la palabra suponemos que hay un nivel para los rasgos visua- vante Para ru
les, otro para las letras y un tercero para las palabras, asl corno niveles iuperiores procesamientc
de procesamiento que proporcionan información de oarriba-abajoo al nivel de miento activar
las palabras. significado par
La percepción visual imilica procesamienro en paralelo. Hay dos senridos El context
diferentes en los que se considera que la percepcién se da en paralelo. Por una específicos qur
pate, la percepción visual es paralela en sentido espacial, es decir, la información extracción del
que ocupa una región del espacio al menos lo suficientemente grande como para güedades semi
contener una palabra de 4 letras se procesa de forma simuldnea. Por otra parte, el
procesamiento ocurre en varios niveles al mismo tiempo. Así, por ejemplo, el pro-
cesamiento en el nivel de la letra ocurre probablemente de forma simultánea al L.3. La Memo
procesamiento a nivel de la palabra y al procesamiento en el nivel de los rasgos.
La percepción es fundamentalmente un proceso interactivo. Esro es, el pro- La mayor
cesamiento de narriba-abajo», o nconducido conceptualmente», opera simultáne- concedido un
amente y de forma conjunta con el procesamiento de uabajo-arribau, o ndirigido atribuyéndole
por oüos datosr, para suministrar las múltiples restricciones que conjunramenre capacidad de r
determinan lo que percibimos. fuí, por ejemplo, pensamos que el conocimiento Kieras, 1981;
aceÍca de las palabras de la lengua interactúa con la información de los rasgos 1986). En los r
26
I
procedentes del estímulo para entre ambos determinar la naturaleza y el curso
temporal de la percepción de las letras de la palabra.
En definitiva, lo que estos modelos mantienen es una actuación simultánea o
en paralelo de distintas fuentes en la obtención de significado. El procesamiento
no és serial, los niveles superiores e inferiores se activan simultáneamente'
27
propias de la memoria a corto plazo, como se desprende de los trabajos sobre miqrrror c¡ ci
aprendizaje de listas que caracterizan a la M.C.P. como un almacén de capacidad comprmll
limitada y acceso rápido, pero añadiendo al papel de almacén el de procesa- rnácropfot'ü
miento que se considera compite en recursos con el primero (Daneman y Car- subgiguic-
penter, 1980). operacitr &
De cualquier modo, si bien es mayoritaria la adopción de un componente de mene d4E
Memoria Operativa en los modelos, estos difieren en gran medida en los usos y en el líraiav
contenidos que consideran propios de esta memoria. ésfe mrrrr c
Para la discusión de tales diferencias haremos un breve resumen de uno de de laorb
los modelos de más influencia en la actualidad (el de van Dijk y Kinstch) para Es en hr
comparailo a continuación con algunas propuestas alternativas en lo que se algunas dc h
refiere a la memoria operativa.
1.3.2" I-a n
1 .3. 1. La Memoria Operatiua en e I modelo de Kinstch y Van Dijb
Fisher r (
En el modelo clásico de Kinstch y van Dijk de 1978 se postulaba que en Ia nido imporu
memoria operativa se mantendrlan un número variable de proposiciones perte- de las rildrt
necientes al último ciclo de procesamienro y un retén de proposiciones perrene- IrlOfiIefit0 ff r
cientes a ciclos anteriores seleccionados según la estrategia uleading-edge, (una ción que esao
estrategia que mantendrla las proposiciones en memoria operativa según el una tarea dis¡
número de ciclos en que hubiesen tomado parre y su recencia) En el mfu
Desde este modelo, reformulado en 1983, se considera que en Memoria modelo de Br
Operativa se encuentra en cada momento el uchunk, que está siendo procesado nan de Bano
junto con alguna información del ochunk, previo, que se wilizaúa para estable- (equivalente:
cer la coherencia. El nchunk, actual consistiría en una proposición cómpleja que dad de Proc
contiene un número de proposiciones simples. Por tanto, 1o que se encuentra en comúnmenm
M.O. durante la comprensión es la representación superficial de las frases o sen- una sola oper
tencias simples más recientes y de las proposiciones simples derivadas de ellas, las sólo puede q
cuales se unen sobre la base de algún esquema de conocimienro para formar una Cognitivo.
unidad proposicional. Además el retén de M.o. conriene alguna información Estos aur
residual de la proposición previa del texto en formato reducido y no lingüístico y, necesaria la p
se admite la posibilidad de que exista un control esratégico del contenido del tivo: 1) los &
retén. cutar sobre lr
Ahora bien, los textos no se procesan simplemenre en el conrexro de alguna vacla al princ
representación esquemática de la senrencia o frase previa, ya que habría otros almacenar los
muchos factores que afectarían actiyamente el procesamiento. Desde su punto de los datos.
vista estos factores se encontrarían en el límite del nprocesador central, y la Según esr
M.L.P. Para estos elementos activos utilizan el término usistema de controlr, es trabajo comp
decir, en cualquier momento hay varias estructuras de conocimiento activas en la como los pro
comprensión que no son parte de la M.O., pero que influyen sobre ella. Lo se ocuparán t
28
I
mismo es cierto para las metas e intereses que controlan el episodio total de la
comprensión y también, y más importante t pzra la misma base del texto. La
-".ioptoposición más reciente influye, en todo momento, en el procesamiento
subsiguiente de forma directa y sin necesidad de ser llevada a M.O. por alguna
op.r"iió.r de recuperación. Como estructLlra de conocimiento activa está directa-
mente disponible para el proceso. Los autores representan este sistema de control
en el límite y no propiamente en el uprocesador central, porque tratan de definir
éste tanto con algunas propiedades de la M.O., como con algunas propiedades
de la conciencia.
Es en la consideración de cuáles son los contenidos de la M.O. donde se dan
algunas de las diferencias más importantes entre los distintos modelos.
Fisher y Glanzer en su trabajo de 1986 afirman que hay tres tiPos de conte-
nido imporranres en Memoria Operativa: la información y la forma superficial
de las últimas sentencias; la información temática general y lo que en ese
momento se está leyendo. Estos autores aportan como evidencia para tal afirma-
ción que esros son los contenidos que se pierden cuando se intercala en la lectura
una tarea distractora.
En el mismo aspecto difiere también con el modelo de van Dijk y Kinstch el
modelo de Britton, Glynn y Smith (1985). Este modelo que los autores denomi-
nan de Banco de Tiabajo Cognitivo diferencia un componente con tal nombre
(equivalente al concepto de M.O.) de un componente que ellos denominan Uni-
daá de Procesamiento Cenrral que conservaría las propiedades atribuidas
comúnmente a la conciencia: La limitación de la capacidad a Ia realización de
una sola operación cognitiva en cada momento y la limitación consistente en qtle
sólo puedé operar sobre elementos que están presentes en el Banco de tabajo
Cognitivo.
Estos autores consideran que para cualquier Proceso cognitivo simple es
necesaria la presencia de tres tipos de elementos en el Banco de Tiabajo Cogni-
tivo: 1) los datos a procesar; 2) un programa de operaciones cognitivas para eje-
cutar sobre los datos; 3) un espacio de traba.io, es decir, una región de memoria
vacia al principio de la tarea que puede usarse conforme actúa el programa Para
almacenár los áistintos resultados intermedios de las operaciones cognitivas sobre
los datos.
Según esta concepción de la M.O. en el espacio de memoria del banco de
trabajo compiten por los recursos tanto los procesos componentes de la lectura
como los procesos de manejo de memoria. Los procesos de mane.io de memoria
se ocuparán de traer y sacar con rapidez de la M.O. todos los Programas cogni-
29
tivos y el conocimiento previo del lector. En esta aproximación se supone que la C.omo q
M.O. tendría ca;pacidad para contener, en la segunda lectura de un texto, un papel de la \l
esquema de su estructura, la identificación del contenido relevante para el texto las irnpormrc
pero que este no contiene ¡ lo que se ha entendido de él; todo ello junto con En eme r
algunos productos innecesarios derivados de la primera lectura, como serían los y Carpenrcr
productos intermedios de los procesos de bajo nivel, las concepciones incorrec- desde el punr
tas de la estructura del texto y conocimientos previos que accedieron a la producciones
memoria operativa en la primera lectura pero que en realidad resultan irrelevan- sobre variab&
tes. que pueden ,
Lo que nos interesa destacar aqul es el contraste de este modelo con respecto semántico.
a los anteriormente expuestos en lo que se refiere a los contenidos y capacidad de La M.O.
la Memoria Operativa. En efecto hay una gran diferencia entre proponer un activados que
retén M.O. limitado a tres proposiciones simples (un número razonable alaluz bolos pueder
de algunas estimaciones obtenidas en trabajos que usaban el modelo de Kintsch (cuando una i
30
Como rremos, no es tan solo en la capacidad y las funciones atribuidas al
M.O. en lo que difieren los modelos de comprensión lectora, sino en
papel de la
las importantes diferencias en cuanto a Ia narquitectura» de esta memoria.
En este sentido, un modelo que consideramos de especial interés es el de Just
y Carpenter (1980) en el que se interpreta la arquitectura de procesamienro
desde el punto de vista de los sistemas de producción. Se consideran dos tipos de
producciones, las seriales (lentas ya que operan tanto sobre constantes como
sobre variables) y las automáticas (rápidas ya que sólo operan sobre constantes)
que pueden operar en paralelo activando conocimiento relevante episódico y
semántico.
La M.O. según este modelo contendría una serie de símbolos (conceptos
activados que constituyen las entradas y salidas de las producciones). Estos sím-
bolos pueden proceder de la codificación a partir del texto o de la M.L.P.
(cuando una producción activa un concepto).
El aumento de conocimiento en la M.L.P. se considera como la creación de
una nueva producción que ocurre cuando una estructura de conocimiento deter-
minada participa en varios episodios de procesamiento.
El modelo toma en cuenra los límites de capacidad de la M.O. y los explica
como una pérdida de información que puede deberse tanto a la falta de activa-
ción de un item por no ser utilizado durante un tiempo (con lo cual pasaría a ser
no consciente) como a su desplazamiento cuando una tarea requiere gran canti-
dad de recursos de procesamiento (caso en que disminuiría la cantidad de infor-
mación que es posible mantener).
Otro aspecto de interés en cuanto al funcionamienro de la M.O. es la
explicación que se da a la ejecución de procesos de la lecrura en orden no
canónico sin la necesidad de postular un programa de control superordenado.
En la M.O., al mismo tiempo que un item pone en marcha una producción
dada, se insertan nuevos items que a su vez posibilitan nuevas producciones;
los resultados intermedios de los procesos de comprensión, Iocalizados en la
memoria activa, pueden influir en un procesamiento posterior al cumplir
determinadas condiciones de producción, de modo que no sea necesario, por
tanto, que se cumpla todo el procesamiento de niveles umás baios, de la
secuencia.
Estas tareas y funciones decisivas que cumple la memoria operativa en la
comprensión lectora, han sido nuevamenre resaltadas por Just y Carpenter
(1992) en un trabajo reciente. IJna vez más destacan el carácter paralelo e inte-
ractivo del procesamiento del lenguaje, aportando datos e hipótesis que arrojan
nueya luz sobre este importante asunto. En este sentido señalan que la interac-
ción entre los procesos implicados en la comprensión demanda recursos cogniti-
yos, que en el caso de los sujetos con menor capacidad o eficiencia, no están dis-
ponibles, por lo que estos sujetos se verían obligados a un procesamiento más
31
modular que los sujetos con mayor capacidad o eficiencia en la memoria opera-
tiva. La .á-prob"éión experim"tttd á" esta argumentación permite resaltar el
carácter dinámico del sisiema humano de procesamiento de la información'
insistiendo en una perspectiva centrada en los procesos y no en las estructuras,
ni en las restriccionis aiquitectónicas del sistema humano de procesamiento de
la información. Para estÁ aurores las limitaciones encontradas en algunos estu-
dios en la interacción entre los procesos sintácticos y semánticos podrían ser
debidas a que nal igual que cualquiet otro asPecto del procesamiento cognitivo,
la interaccün etigJ recursos y, en ausencia di los mismos, la interacción puede
no ocurrir, ,,r.rq,.r. esré arquitecrónicamente permitida, (Just y carpenter,
1992, p. t43).
pai.ce, por ranto, que la Memoria Operativa es algo.más que un simple
almacén dorrd. se reciclan contenidos de memoria, de ahí que se tiendan a
emplear procedimientos de npriming, como medio para obtener información
,odr. jrrdo d. activación d. lor .órr..p,ot en memoria oPerativa. Dentro de
"l
este tipo de procedimientos es cada vez más usado el denominado
ureconoci-
*i..,tá de items, (McKoon y Ratcliff, I9B4). En é1, la presentación de una pala-
bra de prueba, inmediatamente después de .na porción de. texto' se utiliza para
medir ál .f..,o de la comprensiór sobre el estado de activación del concepto
expresado por la palabra de prueba.
A nivel léxico el lector u oyente decodifica los patrones figurales, constituye UnaS COñL - -
las letras, integra las sílabas en palabras y busca su significado en Ia memoria la ruta 1ér::.
semántica. ietras en s- -
Estas operaciones están dirigidas tanto por los datos del texto como por los sucede en . l
factores .*ti"text.rales que pueden llevar al lector u oyente a anticiPar correcta o siste en: ic.
incorrecramente la pdrLr" t palabras que deben ir a continuación. Una vez iden- visual, a . -
tificadas las letras qr. .o-pánen la p"l^br, (o los contornos_ gráficos si se .reco- mediante ;
.ro.i.r.r, globalmente), el siguie.rt" p6o es el de recuperar el significado. de esa f6¡grn¿»; r'. --
,ro, alta habría que recuperar también su ,léxico auü:.
palabra. S] ,. trrtrr. de una-lectur,
pronunciación.
", sucede en i :.
' Prr" llegar al significado a partir de las palabras^escritas u oídas existen dos ¡ifi6¿ds qc,: :,
vías diferenár. Urrr-d. ellas coniist. ., .o-p"rar la forma ortográfica de la pala- se la denon:.-.
bra, o el sonido, con una serie de representaciones almacenadas en la memoria que exista ;: =
p"r, .o-probar con cuál de ellas encája. Este proceso de identificación es similar a las que cc, .
1)
al que utilizamos para identificar cualquier otro estímulo visual o auditivo. Lo
único que hace falta es la existencia de un almacén de palabras o léxico mental
(más concretamente léxico visual y léxico auditivo, para diferenciarlo de los otros
léxicos mentales: léxico fonológico y léxico ortográfico) en el que se encuenrren
representadas todas las palabras que conoce el lector. Como se supone (por los
datos experimentales) que en el léxico mental sólo se encuentran las representa-
ciones de las palabras pero no su significado, una yez que se ha identificado la
palabra es necesario acudir a otro componente, denominado sistema semántico,
para averiguar a que concepto representa. En definitiva, la lectura por esra rura
supone varias operaciones:
))
1.5. Procesamiento sintáctico
mlsmo : l
es un proceso autónomo o módulo, como han defendido algunos autores, o tal
IepreseL --_
como esrábamos defendiendo está influenciado por consideraciones semánticas y
a los m:.,-
pragmáticas (Mitchell, 1982). En cuanto a la función rcalizada por el analizador
cohesir-o, -
sintáctico, éste ha de establecer la estructura sintáctica de los textos, algo que
puede ser realizado de diferentes formas. En primer lugar, un analizador literal
rio, el u-.c :
puede comenzar su tarea en un punto cualquiera de la oración, Pero si queremos Kinr:-
simular la actuación humana con textos en español o en inglés, deberá comenzar listado de :
al principio de la oración, de izquierda a derecha. En segundo lugar, la estructura tura para ;
sintáctica puede ser construida de arriba-abajo, desde el nodo superior de la tipo de op.
estructura de la oración, o de abajo-arriba, partiendo de las palabras. En tercer mación re;
lugar es necesario decidir cómo enfrentarse a la ambigüedad local que muestran Exisre:
muchas oraciones. En ta1 caso podemos utilizar una estrategia en paralelo que ción del te:
abarque varios senderos, o una estrategia que nos permita profundiza en uno de
ellos.
-refir:,
Yas en una
34
Para realizar el análisis sintáctico de las oraciones de un texto deberíamos, pro-
bablemente, elegir un analizador no determinista que divida el proceso total en dos
estadios, primero el sistema propone una hipótesis posible y después esta opción es
evaluada y eventualmente abandonada. Cómo y en qué medida la información
léxica y los factores pragmáticos y semánticos influyen en el proceso es un asunto
polémico, aunque la mayor parte de los autores reconocen que la evidencia existente
obliga a mantenet al menos, la hipótesis de una uinteracción débil, (Norris, 1986).
El análisis semántico es crucial para que tenga lugar la comprensión del len-
guaje, a través de él se establecen las relaciones de significado de la oración. El
resultado del análisis es una proposición que, en un modelo cognitivo de la
representación del lenguaje, es la representación conceptual de una frase.
Mientras que las operaciones realizadas a nivel de palabras y a nivel sintác-
tico, suelen recibir el nombre de microprocesos o procesos de bajo nivel, al refe-
rirnos al nivel semántico hablamos de macroprocesos. Para comprender un texto,
el lector no sólo tiene que comprender, analizar y reconocer sus relaciones sino
también acceder a organizar el conocimiento y los conceptos que el texto comu-
nica. Esto depende en gran medida de procesos y conocimientos semánticos.
Este procesamiento, a su vez, va a depender de dos factores:
- refinamiento del modelo, proceso por el cual el lector integra frases sucesi-
vas en una representación cadavez más desarrollada en términos del tema;
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- activación de conocimiento o acceso y recuperación de los datos relevantes
para el contenido del texto;
- integración interfase por vínculos causales, objetivos, planes, temas, etc.
La posición serial, la familiaridad y la narratividad son factores que están o pue-
den estar afectando a dichos procesos: la posición serial es más significativa en las
Lo* p:
palabras del final de frase y en palabras conüol; ¡ la familiaridad y la narrativi-
dad determinan la integración del texto, expresando esta última el grado en que
[* oq
dicho texto está orientado a una meta o conectado causalmente. ffiIm.;]
Hasta ahora hemos analizado una serie de procesos que nos llevan al análisis
de la comprensión del discurso en general y, a la comprensión de los textos en
particular. En los dos próximos capltulos prestaremos atención a los niveles y
procesos de construcción del significado, analizando, por una parte, cómo
influye el texto y su estructura y los conocimientos del sujeto, por otra, en la
comprensión.
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