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Novena a Santa Eduviges

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En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Plegaria introductoria:
Prepara nuestros corazones, Señor, para este rato de oración. Celebramos con gozo a
santa Eduvigis. Ella te amó y fue fiel al Evangelio. Vivió intensamente el seguimiento de
Jesús, y le dedicó toda su vida. Ella es modelo para todos los cristianos.

LECTURAS Y MEDITACIONES DIARIAS


Primer día

Eduvigis nació en Baviera hacia el año 1174. Hija del conde Bertoldo de Andechs. Fue tía
de otra gran santa, Isabel de Hungría. A los doce años de edad, contrajo matrimonio con
el duque Enrique de Silesia, quien sólo tenía dieciocho años. Tuvo siete hijos. Su esposo
heredó el ducado en 1202. Inmediatamente, a instancia de su esposa, fundó el gran
monasterio de religiosas cistercienses de Trebnitz, a cinco kilómetros de Breslau. Se
cuenta que todos los malhechores de Silesia fueron ordenados a trabajar en la
construcción del monasterio, que fue el primer convento de religiosas en Silesia. El duque
y su mujer propagaron en sus territorios no sólo la vida religiosa, sino también la cultura
germánica. Entre los monasterios fundados por los duques, los había de cistercienses, de
canónigos de San Agustín, de dominicos y de franciscanos. Enrique fundó el Hospital de la
Santa Cruz en Breslau, y Santa Eduvigis, un hospital para leprosas en Neumarkt donde
solía asistir personalmente a las enfermas.
Existe un cuento que explica que cuando Dios creó el mundo vio que todo era bueno.
Pero cuando disfrutaba contemplando su creación, vio que una criatura estaba triste y
silenciosa: era el cordero. El buen Dios le preguntó:"¿Que es lo que te hace falta?". "Soy
una criatura débil e indefensa -respondió el cordero-. ¿Por qué no me has dado armas
defensivas? Otros animales tienen cuernos, garras, colmillos, veneno, agilidad... y pueden
defenderse". El buen Dios se conmovió, y le propuso:"Escoge lo que quieras, garras,
veneno... para defenderte de tus enemigos". El cordero le contestó: "Yo soy pacifista,
Señor, y no quiero armas tan agresivas y peligrosas. Te pido armas para olvidar las
agresiones y soportar los sufrimientos". "Entonces -dijo Dios- te daré las tres armas más
poderosas de la esperanza: la no violencia, el amor y la paciencia".
Pidamos al Señor por intercesión de santa Eduvigis que nos haga partícipes de las armas
de la esperanza. Solamente por el camino de la no violencia y del amor, podremos creer
en el sueño de un mundo unido basado en la convivencia pacífica entre los pueblos y las
etnias diferentes.
FRASE PARA MEDITAR: "Piensa en lo que tienes y no en lo que te hace falta. De las cosas
que tienes escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado
si no las tuvieras (Marco Aurelio).
Segundo día

Después de tener el sexto hijo, Eduvigis supo convencer a su marido a que pasasen el
resto de su vida en perfecta pobreza; y los dos esposos hicieron secretamente este voto
en manos de su obispo. Desde aquel día los duques hicieron portentosos progresos en el
camino de la perfección. Casi todos los días, la santa acogía en su palacio a gran número
de pobres. Se cuenta que incluso, comían en el mismo comedor de los duques. Muchas
tardes, Eduvigis visitaba a los enfermos de los diferentes hospitales de la zona y les traía
comida, de entre ellos el que ella misma fundó, el hospital de leprosos de Neumarkt.
Gertrudis, hija de la santa, entro en el monasterio cisterciense de Trebnitz. En breve aquel
famoso monasterio fue escuela de perfección. Además, santa Eduvigis hizo que se
educaran en el muchas señoritas pobres y huérfanas.
Más de una vez, mucho más de las que quisiéramos, tenemos que ir a un centro
médico, a un ambulatorio, a un centro de consulta... Fíjate con las personas de la tercera
edad que están allí esperando. Recuerdo una vez, que un pobre anciano salió de la
consulta bastante apenado y con dolor. "¿Tiene alguien que le acompañe a su casa?" - le
preguntó la enfermera -. "No. Mis hijos no han podido venir" - respondió tristemente el
abuelo mientras le temblaban el par de recetas que le había indicado el doctor. Se marchó
lentamente hasta la puerta aguantándose con una mano en la pared y con la otra en el
bastón. Dedica ahora mismo a pensar en tus padres, en tus abuelos, ellos que te han dado
tanta sabiduría y cariño. ¿Les correspondes tal y como se merecen? Desgraciadamente,
algunos, para evitarse molestias, lo que hacen es aparcarlos en un hogar de ancianos
como si fueran coches de segunda mano, o lo más triste, ignorarlos. "Ama y sacarás
amor", decía Santa Teresa de Jesús. O también... tal y como decía un filósofo italiano:
"Compórtate con tus padres de la misma forma que tú desearías que se comportaran tus
hijos contigo". Pidamos hoy al Señor que, por intercesión de santa Eduvigis, nos ayude en
esta tarea de amor gratificante.
FRASE PARA MEDITAR: "La naturaleza nos ha concedido dos orejas y una sola boca para
enseñarnos que merece más la pena escuchar que hablar" (Zenón).

Tercer día

En 1238, murió el esposo de Santa Eduvigis y fue sucedido por su hijo Enrique, apodado
"El Bueno". La santa entró definitivamente en el monasterio de Trebnitz y decidió dedicar
el resto de su vida a los más pobres. Muchas personas iban al monasterio para escuchar
sus consejos, se habla incluso de la fama milagrosa de la santa. Vestía de la forma más
humilde posible para seguir la regla cisterciense. La oración, la humildad, pobreza y amor
a los pobres marcaron sus últimos años.
¿Te has parado a pensar que pasaría hoy si después de cenar no encendieras el
televisor? ¿Cuánto tiempo dedicas a escuchar a tus hijos, a tu mujer o marido, a tus
padres, a tu familia...? Muchos de los problemas familiares existen por no dedicar unos
minutos a escuchar las inquietudes de los que tienes más cerca. Hoy, y en presencia de
santa Eduvigis a tu lado, te propongo que leas esta historia, que aunque es un cuento,
bien podría trasladarse a la realidad actual:
Se explica que una vez, un niño recibió a su padre a la entrada de su casa justo cuando
éste volvía del trabajo: "Papá... ¿cuánto ganas en una hora?". Su padre le contestó con un
gesto severo:"Mira hijo, este tipo de informaciones ni tu madre las conoce; no me
molestes, que estoy cansado". El pequeño insistió: "Pero papá, dime por favor cuánto
ganas en una hora?". El padre, aunque sólo fuera para sacárselo de encima, le respondió:
"30 euros". El niño siguió preguntando: "Papá, me podrías prestar 15 euros?". El padre se
enfadó y bruscamente le recriminó: "Así que esta era la razón de saber lo que gano, eh?
Venga, vete a dormir y no me molestes más, aprovechado!". Al cabo de unas horas,
entrada ya la noche, el padre meditó lo que había pasado y se sintió mal. A lo mejor su
hijo quería comprar alguna cosa... Queriendo descargar su conciencia dolida, se fue a la
habitación de su hijo y, abriendo suavemente la puerta le preguntó: "¿Duermes, hijo?".
"No, papá", le respondió él con un suave bostezo. "Aquí tienes el dinero que me has
pedido", le dijo el padre. "Gracias papá", contestó el pequeño; y poniendo la mano bajo el
cojín, sacó unas monedas. "Ahora ya lo he reunido todo, papá. Tengo 30 euros. ¿Me
podrías vender una hora de tu tiempo?".

FRASE PARA MEDITAR: Se explica que un día el filósofo Sócrates entró en una tienda de
comestibles muy grande por primera vez. Al cabo de pocos instantes, exclamó: "¡Cuántas
cosas hay que no necesito!".

Cuarto día

Santa Eduvigis murió en octubre de 1243 y fue sepultada en Trebnitz. Su fama de


santidad provocó que fuera canonizada al cabo de 24 años, en 1267. Su fiesta se celebra el
16 de octubre."Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los
cielos" (Mt 5,3) Las bienaventuranzas son las directrices que Jesucristo nos ha trazado
para que, viviendo como él aquí en la tierra, consigamos ser plenamente hijos de Dios.
Prometen la bienaventuranza o felicidad plena por caminos opuestos a los que traza el
mundo cuando éste anuncia felicidad. El mundo dice "felices los ricos, felices los que
ponen su esperanza en las riquezas". Jesús dice "felices los pobres de espíritu". Felices los
que sea por privación real de bienes de la tierra, sea por purificación interior de sus
deseos, no ponen su corazón ni su esperanza en las riquezas. Eduvigis aprendió de
Jesucristo a ser "pobre de espíritu" en contacto con los más pobres y necesitados. Amar a
un pobre era amar a Jesucristo.
Oración "Déjame tus favores":
Oh Dios, permíteme formar parte de aquellos a los que mostraste el camino verdadero,
y sálvame de las desgracias de este mundo y del próximo, y ámame como a quienes
consideras tus amigos. Multiplica sobre mí tus favores y presérvame del mal. Te lo pido
por intercesión de santa Eduvigis, por Cristo, nuestro Señor, Amén.

FRASE PARA MEDITAR: "Antes de empezar a criticar los defectos ajenos, enumera por lo
menos diez de los tuyos" (Abraham Lincoln)
Quinto día

Muchas veces rezamos a los santos, de carretilla; sin pensar realmente qué decimos.
¿Te has parado a meditar lo que dices en el Padrenuestro? ¿Has intentado hablar con Dios
a través de tus propias palabras? Un conocido teólogo escribió que "Los santos, muchas
veces, al rezar tartamudeaban. Este tartamudeo es más agradable a Dios que las frases
retóricas, por más bellas y brillantes que puedan ser".
A menudo nos cuesta pedir disculpas a nuestros amigos, compañeros... por un mal acto
que hemos cometido. Pedir perdón por una mala acción es la forma más poderosa de
demostrar nuestra humildad y honestidad. Sería interesante que hoy recordaras a
aquellas personas con las cuales mantienes una enemistad por culpa tuya. Reconcíliate
con ellos con palabras fáciles y honestas y si hace falta ¡tartamudea! Santa Eduvigis está
contigo, no temas. Hay una frase increíble que te ayudará a pensar: "El perdón de las
flores es tan bonito que llegan incluso a perfumar a aquél que las aplasta con la
mano"(Anónimo).
UNA FÁBULA PARA PENSAR: Dice una fábula persa que un día, un caminante halló un
trozo de barro tan aromático, que su perfume llenaba toda la casa.
-¿Qué eres tu? - le preguntó el caminante-. ¿Eres alguna gema de Samarcanda, o algún
nardo disfrazado o alguna mercancía preciosa?
-No. No soy más que un trozo de barro.
-Entonces, ¿cómo tienes este aroma tan maravilloso?
-Amigo, te voy a revelar un secreto: He estado viviendo junto a una rosa.

Sexto día

Santa Eduvigis falleció 17 años después que lo hiciera San Francisco de Asís. Hoy te
invitamos a meditar esta bella oración de este gran santo:
Oh Señor, conviérteme en instrumento de tu paz.
Que lleve el amor allí donde hay odio.
Que lleve el perdón allí donde hay ofensa.
Que lleve la unión allí donde hay discordia.
Que lleve la fe allí donde hay duda.
Que lleve la verdad allí donde hay error.
Que lleve la esperanza allí donde hay desesperación.
Que lleve la alegría allí donde hay tristeza.
Que lleve la luz allí donde hay tiniebla.
Permite que no busque ser consolado, sino consolar; no ser comprendido, sino
comprender; no ser amado, sino amar.
Porque sólo al dar se recibe, y al perdonar se es perdonado, y al morir se accede a la vida
eterna.
Por intercesión de santa Eduvigis, ruega a Dios intentar llevar a cabo estos bellos deseos
del santo italiano. Te será difícil, como a todos, por eso somos humanos y no máquinas,
pero tenemos una gran suerte; tenemos a Eduvigis, nuestra fiel amiga y compañera de
nuestra vida diaria. Ella nos dará fuerza.
FRASE PARA MEDITAR: "La cortesía es como el aire de los neumáticos, no cuesta nada y
hace más confortable el viaje" (Cruzalta).
Séptimo día

Seguiremos hoy nuestro camino de oración y vida con santa Eduvigis a través de otra
bella plegaria de san Francisco de Asís. Una plegaria ecológica, de amor a la naturaleza, a
los seres vivos… Meditemos con ella; es el Cántico de las Criaturas:
Altísimo, todopoderoso, buen Señor, Tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y todas
las bendiciones. A ti solo, Altísimo, se dirigen: ningún hombre es digno de mencionarte.
Alabado seas, mi Señor, y todas tus criaturas, especialmente nuestro hermano Sol, astro
del día que todo lo ilumina: es hermoso, y brilla con gran esplendor, pues de ti, Altísimo,
toma sus rayos.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana Luna y las estrellas que en el cielo pusiste, claras,
preciosas y bellas. Alabado seas, mi Señor, por el hermano Viento que por el aire y las
nubes vaga en todo tiempo por el cual a tus criaturas procuras alimento.
Alabado seas, mi Señor, por la hermana Agua, que tan útil nos resulta, tan humilde y tan
casta.
Alabado seas, mi Señor, por el hermano Fuego, con el que iluminas la noche, alegre,
hermoso e intenso.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra madre Tierra, que nos sustenta y nos gobierna, y
produce frutos, flores y hierba.
Alabado seas, mi Señor, por quienes por tu amor perdonan y soportan la ansiedad y la
confusión. Felices aquellos que viven en paz,
pues por ti serán coronados, oh Altísimo.
Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana, la Muerte corporal, de la que nadie escapa:
desgraciados quienes mueren en pecado mortal, y felices quienes cumplen tu santa
voluntad, pues a estos la muerte no les hará mal. Alabad y bendecid al Señor, dadle
gracias y servidle con una humildad completa.
FRASE PARA MEDITAR. Pensemos hoy unos instantes en nuestra madre a partir de esta
cita: "Jamás encontraréis ternura mejor, más profunda, más desinteresada ni verdadera
que la de vuestra madre" (Balzac).

Octavo día

Santa Eduvigis era una fiel seguidora del Evangelio. Jesús fue su maestro, el Evangelio el
camino que le guiaba en su vida. Hoy leeremos un texto del Evangelio de Jesús. Del libro
de Lucas (15,11-32) Es un relato conocido, el del "Hijo pródigo". Léetelo con calma:
Un hombre tenía dos hijos. Y el menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la
herencia que me corresponde. Y el padre les repartió la herencia. A los pocos días el hijo
menor reunió todo lo suyo, se fue a un país lejano y allí gastó toda su fortuna llevando una
mala Vida.
Cuando se lo había gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella comarca y
comenzó a padecer necesidad. Se fue a servir a casa de un hombre del país; que le mandó
a sus tierras a guardar cerdos. Tenía ganas de llenar su estómago con las algarrobas que
comían los cerdos, y nadie se las daba. Entonces, reflexionando, dijo: ¡Cuántos jornaleros
de mí padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Volveré a mi padre y le
diré: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo:
tenme como a uno de tus jornaleros".
Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y,
conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. El hijo
comenzó a decir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme
hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: Sacad inmediatamente el traje mejor y
ponédselo; poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. Traed el ternero cebado,
matadlo y celebremos un banquete, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la
vida, se había perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron todos a festejarlo.
El hijo mayor estaba en el campo y, al volver y acercarse a la casa, oyó la música y los
bailes. Llamó a uno de los criados y le preguntó qué significaba aquello. Y éste le contestó:
Que ha vuelto tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado porque lo ha
recobrado sano. Él se enfadó y no quiso entrar. Su padre salió y se puso a convencerlo. Él
le contestó: hace ya tantos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes y nunca
me has dado ni un cabrito para celebrar una fiesta con mis amigos. Ahora llega ese hijo
tuyo, que se ha gastado toda su fortuna con malas mujeres, y tú le matas el ternero
cebado! El padre le respondió: ¡Hijo mío, tú estás siempre m conmigo, y todo lo mío es
tuyo! En cambio, tu hermano, que estaba muerto ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo
hemos encontrado.
FRASE PARA MEDITAR: "Compórtate con tus padres de la misma forma que tú desearías
que se comportaran tus hijos contigo" (Giacomo Leopardi)
Noveno día
Hoy, en este último día de oración junto a santa Eduvigis, vamos a recordar que ella, se
encontró con el mensaje de Jesús, y creyó en él, y le amó, y le dedicó la vida entera. ¿Qué
puede ser más fuerte que el amor de Dios? ¿Qué puede ser más fuerte que encontrarse
con Jesús? ¿Qué puede ser más valioso que seguir la Buena Noticia del Evangelio?
Contemplar a tantos hombres y mujeres que han vivido con toda la intensidad el camino
de Dios, nos cautiva y nos sirve de ejemplo. En todos los tiempos, en todos los lugares, ha
habido hombres y mujeres como éstos. Es el caso de Eduvigis. Nosotros la recordamos de
una manera especial y queremos que su recuerdo sea una llamada muy fuerte y muy viva
para cada uno de nosotros y para nuestra comunidad de cristianos.
En este último día de la Novena, es bueno recordar que los santos y santas no son
magos, ni gurús, ni hechiceros, ni brujos. Son ejemplos de vida. Ante nuestras
tribulaciones, adversidades… vamos a implorar que santa Eduvigis esté a nuestro lado,
que comparta nuestras penas y por qué no, nuestras alegrías. No acudamos a Eduvigis
sólo para pedir; démosle también las gracias por nuestros buenos momentos. Eduvigis
siempre la tendremos a nuestro lado para que interceda ante Dios. Ahora bien, es Dios
quien sabe lo que más merecemos. No seas de aquellos que piden a un santo aprobar un
examen sin antes haber estudiado. De ser así, reprobarás con toda seguridad. Convierte a
Eduvigis como mejor compañera de tu vida, y acude a esta novena siempre que tú
quieras, aunque en el fondo te parezca que no la necesitas. Ella siempre estará contigo.
Oración. Salmo 22:
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce
hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu
cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la
casa del Señor por años sin término.
FRASE PARA MEDITAR: "Un vaso medio vacío de vino es también un vaso medio lleno,
pero una mentira a medias de ningún modo es una media verdad" (Jean Cocteau).

Parte final de la Novena


(Para realizar cada día después de la lectura y meditación diaria)

Oremos unidos con santa Eduvigis, a Jesús, nuestro Señor.


1. Para que aprendamos a sembrar a nuestro alrededor amor, esperanza, generosidad y
espíritu de servicio. Tener más estima de nuestros abuelos, nuestros padres y hermanos.
Señor, ten piedad.
2. Para que los pobres, los enfermos, los que se encuentran solos, los que han perdido la
esperanza, se sientan confortados por la fuerza de Dios y por nuestra ayuda. Señor, ten
piedad.
3. Para que en el mundo crezca la paz y la justicia, y se acaben las opresiones, las
desigualdades, las guerras, el hambre. Señor, ten piedad.
4. Para que el ejemplo de Eduvigis sirva a muchos conocer el gran mensaje de Jesucristo y
sigan su gran mensaje que da vida y esperanza a la humanidad.
5. (Petición libre) (Aqui haces la petición que quieres)
A continuación se reza el Padrenuestro.
(Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu
reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada
día; perdona nuestras ofensas; como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén)
Acabemos nuestro encuentro de oración invocando juntos a santa Eduvigis para que vele
por nosotros e interceda ante Dios para (decir la necesidad personal) y nos ayude también
a ser más cristianos.
Santa Eduvigis, fiel amiga y seguidora de Jesucristo, trabajadora de la viña del Evangelio.
Hoy te invocamos con toda confianza, porque eres compañera nuestra en el camino de la
fe. Tú que vives ya por siempre en el gozo del Reino de Dios, vela por nosotros,
protégenos, danos generosidad y coraje, ayúdanos a ser cada día más cristianos. Santa
Eduvigis, ruega por nosotros. Amén.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.

Fin de la novena
Esta oración es una novena, lo que significa que está pensada para ser recitada cada día durante nueve
días, como un niño optimista que repite incansablemente su deseo a su padre hasta que por fin se lo
concede.

San José, siempre entregado a su Santa Familia, puede terminar consintiendo si cada día esta oración
va acompañada de un Padrenuestro, de un Ave María y de un Gloria al Padre.

Así, además de ayuda, se sorprenderán descubriendo una amistad más profunda con san José y una
mayor confianza en la Providencia.

La oración a San José


Glorioso y buen san José, tú que has conocido todo tipo de tribulaciones para encontrar alojamiento
para María y Jesús.

Recuerda tu preocupación hacia ellos, tus diligencias y las puertas cerradas que encontraste mientras
acompañabas al Niño Jesús camino del censo luego al exilio y, por fin, de vuelta al país.

En la precariedad, siempre te encargaste de las condiciones materiales, expresando así tu amor y


preocupación, tu presencia fiel y protección hacia María y Jesús.

Vela por mis diligencias para encontrar alojamiento, que la búsqueda sea fácil y clara; cuida en especial
por mi relación con los propietarios y las condiciones de arrendamiento.

Que esta nueva vivienda sea un entorno acogedor, tranquilo, con buenos vecinos y buenas relaciones
entre todos.
Que todos los que vengan a mi casa (nuestra casa),sean recibidos por tu presencia.
Introduce en este lugar el amor de Jesús y de María.
Amén

Concluimos la oración con un Padrenuestro, un Ave María y de un Gloria al Padre.

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