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Poder Judicial de la Nación

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Año del Bicentenario
Sala I -39.087- D., A. J.
Sobreseimiento
Interloc. Correcc. 1/51

///nos Aires, 14 de octubre de 2010.


Y VISTOS:
I- El día 12 de octubre de 2010 se celebró la audiencia oral y pública
prevista en el art. 454 del CPPN (ley 26.374) en razón de la concesión del recurso de
apelación interpuesto por el representante del Ministerio Público Fiscal a fs. 87/88,
contra la resolución de fs. 85/86, a través de la cual se declaró no punible a A. J. D.
en orden a los delitos de lesiones culposas y resistencia a la autoridad, y en
consecuencia se lo sobreseyó (arts. 34, inc. 1º del CP y 336, inc. 5º del CPPN).
USO OFICIAL

Al acto comparecieron el Dr. Damián Traverso por parte de la fiscalía


general ante esta alzada, y el Dr. Osvaldo José López abogado defensor del
nombrado D..
II- Así, debido a lo producido en esa audiencia, y a la necesidad de un
análisis más pormenorizado de las actas escritas obrantes en autos, se resolvió dictar
un intervalo a efectos de deliberar y resolver (fs. 96).
Cumplida la deliberación el tribunal se encuentra en condiciones
ingresar al análisis del asunto.
Y CONSIDERANDO:
a- Cuestión preliminar:
En primer término, entre sus manifestaciones, la defensa planteó la
nulidad en relación a que el personal del “Cuerpo de Agentes de Control del
Tránsito de la Ciudad de Buenos Aires” fue quien intervino en estas actuaciones y le
practicó el control de alcoholemia al imputado, cuando debió llevarlo a cabo el
médico legista. Esta circunstancia a su entender vició el procedimiento, con lo cual
tornaría invalido todo lo actuado en el legajo.
Con relación a ello, consideramos que debe rechazarse este planteo,
pues no se advierte ningún acto procesal inválido en torno a quién tuvo a cargo la
prueba de alcoholemia que se efectuó al imputado.
Adviértase, que el personal policial dejó constancia que el secretario
del juzgado interviniente fue anoticiado de la ausencia del médico legista que
pudiese revisar al imputado ante el estado que presentaba el 30/1/10, y la solicitud
de cooperación al “Cuerpo de Agentes de Control del Tránsito de la Ciudad de
Buenos Aires” –control de alcoholemia- para que se lleve a cabo tal examen en
presencia de dos testigos convocados al efecto (cfr. 22), lo que efectivamente
ocurrió ese día, a las 23:49 hs., tal como se mencionó en el acta de fs. 23.
Por ello, y como lo refutara el Ministerio Público Fiscal Dr. Traverso,
no se advierte vicio alguno que invalide lo actuado por la autoridad de control
mencionada, razón por la cual habrá de rechazarse el planteo de nulidad promovido
por el recurrente en la audiencia.
b- Sobre el fondo del asunto:
Oído en audiencia los agravios expuestos por el recurrente, refutados
por el defensor, y teniendo a la vista las actas escritas que conforman este sumario,
consideramos que asiste razón al acusador, motivo por el cual habremos de revocar
el auto recurrido.
Se le imputa a A. J. D. haber provocado lesiones a R. J. P., a
consecuencia de una violación al deber objetivo de cuidado en que habría incurrido
el imputado en la conducción de su vehículo Peugeot, modelo 405, dominio …., el
30/1/10, alrededor de las 19 hs., en las inmediaciones de la intersección de ……….
de esta ciudad. En esa oportunidad, el imputado circulaba con su rodado por la calle
interna del ……. en forma zigzagueante, imprudente y sin el cuidado y prevención
que requiere la conducción de todo automóvil y bajo los efectos del alcohol, cuando
en un momento golpeó los separadores instalados en dicha zona para separar el área
parquizada de la calle, suceso que fue advertido por el Agente B., quien avisó
inmediatamente al Suboficial P., el que se hallaba cumpliendo servicio de vigilancia
en el parque. Fue así, que el damnificado P. intentó detener la marcha del encausado
mediante señas, no obstante éste continuó con su recorrido y lo golpeó con el espejo
del auto en el brazo izquierdo, por lo que al caer P. giró y rompió el vidrio del lateral
izquierdo del vehículo con el otro brazo (derecho). Tras ello, el imputado habría
frenado el rodado, descendido y forcejeado con el Agente B. ante su inminente
detención, la que finalmente ocurrió (cfr. acta de indagatoria a fs. 66/67).
En este sentido, corresponde destacar que contamos con la declaración
de R. J. P., quien brindó un relato de los pormenores del hecho que lo damnificó (fs.
12 y fs. 52), el que se encuentra corroborado por los dichos de los preventores D. M.
L. y C. B., quienes señalaron que el imputado presentaba gran aliento etílico al
momento de su detención (fs. 6/7, y fs. 14, respectivamente), siendo de destacar lo
expresado por este último en cuanto a la manera imprudente en que se trasladaba el
imputado en su vehículo en la vía pública antes de embestir a su compañero P.,
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habiendo hecho caso omiso a las órdenes impartidas previamente por los dos, a
efectos de lograr que aquél detenga su auto.
A su vez, contamos como elemento de cargo en el legajo con la prueba
de alcoholemia del imputado, que fuera mencionada precedentemente, y que
estableció que éste poseía al momento de la colisión un porcentaje de 2,54 cm.
cúbicos de alcohol en sangre (ver fs. 23 y 25), siendo de destacar que el nivel de
alcohol permitido para los conductores es de 0,5 gramos por litro de sangre (ver
Capítulo 5.4.4 del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires).
Asimismo, se suma al plexo probatorio reunido en autos el informe
pericial efectuado sobre el vehículo Peugeot, modelo 405, dominio …., del
encausado que da cuenta los daños ocasionados en el mismo a raíz de haber
embestido a P. (fs. 44vta.), así como también la constancia médica legal suya que
acredita las lesiones que padeció (fs. 33/33vta.), en principio consideramos que son
de carácter leve, sin perjuicio de recabarse el informe de su asistencia médica en el
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…..
Sin perjuicio, corresponde que los facultativos del Cuerpo Médico
Forense se expidan sobre la naturaleza y el carácter de las lesiones sufridas por P..
Por estas razones, consideramos que, se encuentra acreditado, con el
grado de probabilidad exigido por el art. 306, CPPN la mecanica del suceso y la
violación del deber objetivo de cuidado por parte de D., pues pese a los antecedentes
de afección de alcohol que padecía (cfr. constancias médicas aportadas a fs. 75), y
que fueron mencionados por la defensa en el marco de la audiencia -quien destacó
que su cliente tenía una “enfermedad permanente”-, bebió sabiendo que utilizaría su
rodado para desplazarse.
La violación al deber objetivo de cuidado estuvo dado por conducir D.
en estado de ebriedad (art. 111 del Código Contravencional de la Ciudad de Bs.
As.), lo que aumentó el riesgo permitido en la circulación vehicular, tornándolo
jurídicamente relevante, y determinó la producción del resultado lesivo prevenido en
estas actuaciones. Por su parte, ello es compatible con lo establecido en los artículos
39, inc. “b” y 48, inc. a) de la Ley Nacional de Tránsito (24.449), y en el Capítulo
5.2.1, 5.4.1 y 5.4.4 del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad Autónoma de
Bs. As., siendo esta normativa parte integrante de la primera (art. 2 del código
citado), más allá de la interpretación que pretendió darle el Dr. López en la
audiencia a este punto.
Sentado lo expuesto, corresponde decretar auto de procesamiento de
A. J. D. –art. 306, CPPN-, en orden al delito de lesiones culposas leves previsto por
el artículo 94, párrafo primero del CP en perjuicio de R. J. P.. Y en cuanto al delito
de resistencia a la autoridad, si bien fue mencionado por el acusador en la audiencia
a la hora de calificar el asunto en análisis, no emitió argumento alguno que
sustentara dicha figura, la cual a nuestro juicio no se configura ante la ausencia del
aspecto subjetivo del tipo penal en cuestión.
En cuanto a las medidas cautelares, no dándose en el caso ninguno de
los supuestos previstos por el art. 312, CPPN, corresponde mantener la actual
libertad que viene gozando el nombrado en autos.
En torno al monto del embargo, corresponde señalar que el artículo
518, CPPN dispone que, al dictarse auto de procesamiento, el juez debe ordenar el
embargo de bienes del imputado, en cantidad suficiente para garantizar la pena
pecuniaria, la indemnización civil y las costas. A su vez, las costas comprenden 1°)
el pago de la tasa de justicia; 2°) los honorarios devengados por los abogados,
procuradores y peritos; y 3°) los demás gastos que se hubieran originado por la
tramitación de la causa (art. 533, CPPN).
Ahora bien, el delito en cuestión prevé la pena de multa, cuyo mínimo
es de mil pesos ($ 1.000) y asciende a la suma de quince mil pesos ($ 15.000), por lo
que estimamos la suma de mil pesos, como probable por tratarse de una pena
alternativa. En lo que respecta al eventual reclamo que por indemnización civil
puedan requerir el damnificado, es posible estimar provisoriamente el daño sufrido
en la suma de $ 2.500 ($ 2.500); ello teniendo en cuenta el tipo de lesiones que
padeció (ver fs. 33/33vta.).
En cuanto a las costas del proceso (art. 533, CPPN), habrá de fijarse la
suma de pesos sesenta y nueve con sesenta y siete ($ 69,67) de tasa de justicia, (art.
6 de la ley 23.898 y Resolución n° 498/91 de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación) y estimar la suma de pesos mil ($ 1.000), a efectos de cubrir los posibles
honorarios del letrado interviniente, por lo que habrá de fijarse el embargo en la
suma total de cuatro mil quinientos sesenta y nueve, con sesenta y siete pesos ($
4.569,67).
c- Por otra parte, el planteo de la defensa de que sea la justicia
contravencional de esta ciudad la que deba intervenir en estas actuaciones, dado que
a su juicio conducir un vehículo en estado de ebriedad constituiría una
contravención y no un delito de acuerdo a las leyes 451 –Régimen de Faltas de la
Ciudad de Bs. As.- y 1217, no habrá de tener favorable acogida, pues tal como se
mencionó en párrafos precedentes la normativa de la ciudad en materia de tránsito
integra la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial, toda vez que el artículo 2 de la
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ley 2148 señala que: “La Ciudad Autónoma de Buenos Aires declara su plena
integración y participación en el Sistema Nacional de Seguridad Vial (…)” (sic).
Lo expuesto, por otra parte, no impide que el hecho prevenido sea
alcanzado simultáneamente por una sanción penal y otra de índole administrativo.
De allí que, atento al temperamento adoptado precedentemente, corresponde remitir
testimonios de las presentes actuaciones a la justicia contravencional del ejido
capitalino a los efectos que se estime corresponder.
d- A su vez, en atención a la patología que presentaría D., conforme a
lo que surge de estas actuaciones y lo que fuera ratificado por la defensa del
imputado en la audiencia, deberán extraerse testimonios de la causa y remitirlos al
sector de tránsito de la Municipalidad de Avellaneda, pcia, de Bs. As., último
organismo que expidiera su licencia de conducir al tiempo de la comisión del hecho
que se le imputa (ver copia de fs. 38/38vta.), como así también al Gobierno de esta
ciudad, a los efectos que se estime corresponder.
En virtud de lo expuesto, el Tribunal RESUELVE:
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I- RECHAZAR el planteo de nulidad intentado por la defensa de A. J.


D..
II- REVOCAR la resolución obrante a fs. 85/86, en cuanto ha sido
materia de recurso (arts. 455, contrario sensu del CPPN).
III- DECRETAR el procesamiento, sin prisión preventiva, de A. J.
D., de nacionalidad argentino, nacido el ….., en esta ciudad, de estado civil …….,
de ocupación ………, DNI ……… y domicilio constituido en la calle …………..
de esta ciudad, por considerarlo, prima facie, autor penalmente responsable del
delito de lesiones culposas leves (arts. 45, 94, párrafo primero del CP y 306, 312
contrario sensu del CPPN), mandando a trabar embargo sobre sus bienes o dinero
hasta cubrir la suma de cuatro mil quinientos sesenta y nueve, con sesenta y siete
pesos ($ 4.569,67) (art. 518, CPPN).
IV- El juez de grado deberá dar cumplimiento con lo mencionado en
los puntos “c” y “d”.
Se deja constancia que el juez Jorge Luis Rimondi no suscribe la
presente por no haber intervenido en la audiencia practicada a fs. 96.
Notifíquese, devuélvase, tómese razón, practíquense las
comunicaciones correspondientes en la instancia de origen y cúmplase con la
remisión ordenada.
Sirva lo proveído de atenta nota.

ALFREDO BARBAROSCH GUSTAVO A. BRUZZONE


Ante mí:
Silvia Alejandra Biuso
Secretaria de Cámara

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