CONSTITUYENTES, CONSTITUCIONES Y ECONOMÍA

Cecilia Cevallos Maldonado

Las constituciones expedidas en el Ecuador, comienzan en 1812, teniendo como

antecedente el proceso de independencia iniciado en agosto de1809. La primera
asamblea estuvo conformada por diputados reunidos bajo el nombre de Congreso
el 15 de febrero de 1812. Un segundo proceso inicia en 1820 donde se dicta otra
constitución provisional debido a la Revolución de Guayaquil; después se dicta otra
en el mismo año debido a la Revolución de Cuenca.

En estos tres casos ninguna de las constituciones adquirió un carácter nacional. En

1830 por primera vez se convoca a una asamblea constituyente en Riobamba
donde se nombra presidente del nuevo Estado del Ecuador a Juan José Flores.

A lo largo del tiempo, desde 1830 Ecuador ha tenido 20 constituciones, lo que

demuestra que el pluriconstitucionalismo es un fenómeno que se da en todos los
países latinoamericanos.

Durante el primer siglo republicano, las constituciones ecuatorianas reflejaron y al

mismo tiempo garantizaron una república oligárquico-terrateniente. Bajo tales
condiciones, las clases en el poder edificaron una república sin ciudadanos. En
efecto, con la Constitución de 1830 el primer Congreso constituyente del Ecuador
excluyó de la ciudadanía al 90% de la población nacional.

Con la Revolución Juliana de 1925, se inició una larga fase de modernización del
Ecuador, en la que progresivamente fue superado el régimen anterior. Los
gobiernos julianos inauguraron el intervencionismo económico del Estado y la
institucionalización de la cuestión social, esto es, la preocupación gubernamental
por mejorar las condiciones de vida y trabajo de las clases trabajadoras del país.

Después de los gobiernos julianos sobrevino en el Ecuador una etapa de profunda

crisis económica y total desajuste de la institucionalidad gubernamental y política.
El país no se recuperó del derrumbe del cacao hasta la década de los 50, cuando
las exportaciones de banano incluso lograron sobrepasar los niveles del antiguo
esplendor cacaotero.

En plena “década del desarrollo”, como fue bautizada la de los años sesenta, e
influida por ese espíritu reformista y al propio tiempo “desarrollista”, una nueva
asamblea dictó la Constitución de 1967. Esta se mantuvo en la órbita de los
derechos de segunda generación y, por tanto, reprodujo las principales garantías
y derechos para los trabajadores, agregando la especial preocupación que
merecía la educación indígena y la protección económica de la familia.

se reunió una nueva asamblea constituyente que dictó la Constitución de 1998.

Esta es la primera en desarrollar los derechos de tercera generación, esto es los
colectivos y ambientales, así como en avanzar en una serie de nuevos principios en
su parte dogmática o filosófica.