CARDIOVASCULAR.
Dra. Araceli Chia Mena.
ICBP. Victoria de Girón. ISCM-H
La sangre circulante entra contacto con las células a través del líquido intersticial.
Considerando que el buen funcionamiento celular depende de que se mantenga
constante la composición del líquido intersticial, o medio interno, el aparato
cardiovascular aparece como partícipe de una función más general aún: mantener
constante dicha composición.
Para que la diálisis del líquido intersticial sea efectiva, es necesaria la renovación
continua de la sangre que está en contacto con la pared capilar y que la sangre mantenga
constante su propia composición, es decir, que reponga constantemente tanto las
sustancias cedidas al líquido intersticial, como las sustancias que penetraron en ella.
La reposición de oxígeno y la eliminación del bióxido de carbono se llevan a cabo a nivel
de los alvéolos pulmonares. La glucosa y otros nutrientes se reponen en el hígado y el
intestino delgado. El calor se elimina por la piel y los pulmones, en tanto que los
productos finales del catabolismo proteico y el ajuste fino de las concentraciones de los
diferentes iones se realizan en los riñones. Es decir, la diálisis permanente del líquido
intersticial requiere que la sangre circule continuamente no sólo por los lechos capilares
de los tejidos en general sino también por los pulmones, los riñones, el hígado, el tubo
digestivo y la piel. Es así como el aparato cardiovascular, al asegurar este flujo continuo,
cumple un papel central en el mantenimiento d la homeostasis.
Organización.
El corazón izquierdo es una bomba poderosa que impulsa la sangre hacia la circulación
general o circuito mayor, a una presión relativamente alta, lo cual es necesario para que la
sangre llegue a todos los tejidos del cuerpo y posteriormente alcance la aurícula derecha.
El corazón derecho es una bomba mucho menos potente que impulsa la sangre a través
de la circulación pulmonar, o circuito menor, hasta la aurícula izquierda. La diferente
potencia de ambos corazones está relacionada con las diferentes resistencias que le
ofrecen los circuitos abastecidos- resistencia periférica, la cual es más elevada en el
circuito mayor. Para asegurar un flujo unidireccional de sangre a través de todo el
circuito, existe un juego de válvulas a la salida de las cavidades cardiacas, aurículas,
ventrículos y venas.
Dado que en su conjunto el sistema vascular es un circuito cerrado y que las dos bombas
del sistema están conectadas en serie, el funcionamiento correcto del sistema requiere
que cada un de los ventrículos impulse el mismo volumen de sangre y que este fluya por
ambos circuitos.
Las paredes de las arterias proximales, con respecto al corazón, tienen gran cantidad de
tejido elástico que permite que estas se distiendan durante la sístole (contracción)
cardiaca, lo cual permite almacenar una parte de energía de la contracción. La energía
almacenada es liberada posteriormente a medida que las paredes se retraen durante la
diástole (relajación) cardiaca e impulsan la sangre que contienen. La retracción elástica
asegura que, a pesar de bombeo intermitente, el flujo hacia los tejidos sea continuo.
Figura 3. Estructura de las paredes de arteria, vena y capilar.
Las ramificaciones arteriales distales tienen en sus paredes una capa muy desarrollada
de fibras musculares lisas, por lo que se les denomina arterias musculares. El grado de
contracción de esta capa muscular circular determina el calibre de estas arterias y regula
el flujo a través de las mismas.
Los diversos órganos y tejidos tienen requerimientos muy diferentes según su grado de
actividad. La disposición en paralelos de los lechos vasculares, que irrigan los diferentes
órganos y tejidos, aunado a la existencia de mecanismos muy precisos de regulación,
permite que varíe, en forma independiente, el flujo sanguíneo de cada uno de los lechos
vasculares según sus requerimientos. En determinadas situaciones, puede aumentar el
flujo en ciertos territorios, a expensas de que se reduzcan en otras áreas, sin que cambie
la dinámica global del sistema.
El volumen de sangre que es expulsado por los ventrículos en cada sístole, es el volumen
sistólico y el que expulsa durante la diástole, volumen diastólico.
El Gasto cardiaco se define como el volumen de sangre (en litros) que expulsa el corazón
en un minuto y corresponde al producto del volumen sistólico por la frecuencia cardiaca.
1. Nodo sinoatrial (SA) o nodo sinusal, en el cual se origina el impulso rítmico normal
autoexcitatorio.
2. Vías internodales, que conducen el impulso del nodo SA al nodo AV.
3. Nodo atrio ventricular (AV), en el cual el impulso procedente de los atrios se
demora antes de pasar a los ventrículos.
4. Haz de His o atrioventricular, que conduce el impulso de los atrios a los ventrículos
5. Rama derecha e izquierda del haz de His y Fibras de Purkinje, que conducen el
impulso cardiaco a todas partes de los ventrículos.
Muchas fibras cardiacas tienen la capacidad de auto excitación, proceso que puede
causar una descarga y contracción rítmica automática, esto es especialmente cierto en el
caso de las fibras del sistema especializado de conducción del corazón, la porción de
este sistema que muestra mayor capacidad de autoexcitación es la formada por las fibras
del nodo sinoatrial.
La terminación de las fibras del nodo SA se fusiona con las fibras del músculo auricular
de alrededor, y el impulso que se origina en el nodo SA sale hacia esas fibras, de forma
que el impulso se disemina por toda la masa muscular auricular y finalmente por el nodo
AV.
El sistema de conducción está organizado de tal forma que el estímulo cardíaco no pase
de los atrios a los ventrículos con demasiada rapidez, este retraso deja tiempo para que
los atrios vacíen su contenido a los ventrículos antes de que comience la contracción
ventricular. Es en el nodo AV donde se retrasa esta propagación del impulso de los atrios
a los ventrículos.
A través del haz atrioventricular o de His, el impulso pasa a los ventrículos, luego a las
ramas del haz y posteriormente es conducido a gran velocidad por las fibras de Purkinje
causando la despolarización de los ventrículos y posteriormente su contracción (sístole).
Es importante conocer y recordar el trayecto del estímulo cardiaco por el corazón y los
momentos de su aparición en cada parte del mismo, debido que es esencial para
comprender el electrocardiograma.
En lo tratado hasta aquí sobre la génesis y propagación del impulso cardiaco por el
corazón, se ha señalado que el impulso nace en condiciones normales en el nodo SA.
Las fibras del nodo AV cuando no son estimuladas desde el exterior descargan con una
frecuencia rítmica intrínseca entre 40 a 60 latidos por minuto, mientras que las fibras de
Purkinje lo hacen con una frecuencia entre 15 y 40 latidos por minuto. Esto contrasta con
la frecuencia normal del nodo SA de 70 a 80 veces por minuto.
Cabría preguntar, ¿por qué el nodo SA controla la frecuencia cardiaca en vez del nodo
AV? La respuesta a esto está en el hecho de que de que la frecuencia de descarga del
nodo SA es considerablemente superior que la del nodo AV o de las fibras de Purkinje.
Cada vez que el nodo SA descarga, su estímulo es conducido al resto de las estructuras
descargando sus membranas excitables. Después estos tejidos al igual que el nodo SA
se recuperan del potencial de acción y se hiperpolarizan casi al mismo tiempo, pero el
nodo SA se vuelve a descargar con mayor rapidez que las otras dos estructuras, por
tanto emite un nuevo estímulo antes de que las otras estructuras se hayan recuperado. El
nuevo impulso del nodo SA vuelve a descargar al nodo AV y a las fibras de Purkinje. Este
proceso se repite de modo que el nodo SA siempre excita a los otros tejidos
potencialmente autoexcitable antes de que la auto excitación se produzca.
Por tanto el nodo SA controla el latido cardiaco debido a que su tasa de descarga rítmica
es más rápida que la de cualquier otra parte del corazón. Luego el nodo SA es el
marcapaso normal del corazón. Cuando se produce fallo del nodo SA, el marcapaso se
desplaza al nodo AV o las fibras de Purkinje o cualquier otra estructura. Un marcapaso en
un lugar diferente del nodo SA se denomina marcapaso ectópico.
La frecuencia cardiaca está determinada por una combinación de: la frecuencia intrínseca
de descarda del nodo SA, el tono vagal que tiende a disminuir la frecuencia y el tono
simpático que tiende a aumentarla. En reposo, el efecto vagal es predominante como lo
demuestra la ligera bradicardia que se observa cuando se bloquea el simpático,
comparado con el aumento acentuado de la frecuencia con bloqueo del vago.
EL Electrocardiograma (ECG).
Segmentos.
Los segmentos PQ o PR y ST representan normalmente líneas isoeléctricas, lo que
indica que en ese momento no hay potencial, o que este es muy pequeño para
registrarse desde la superficie corporal. Existen dos segmentos en el ECG:
Segmento PQ. Desde el final de la onda P hasta el inicio del complejo QRS.
Representa el retardo del impulso en el nodo AV.
Segmento ST. Desde el final del complejo QRS, hasta el inicio de la onda T.
Representa que los ventrículos están totalmente despolarizados.
Intervalos.
El intervalo está formado por la combinación de segmento y ondas. Hay dos intervalos
en el ECG:
Intervalo PR Está formado por la onda P y el segmento ST. Es el tiempo de
conducción aurícula ventricular, medido desde el comienzo de la onda P al
comienzo del complejo QRS.
Intervalo QT. Formado por el complejo QRS, el segmento ST y la onda T.
Representa la actividad eléctrica total de los ventrículos.
BIBLIOGRAFIA.
1. GUYTON- hall: Tratado de Fisiología Médica Tomo I. Novena edición (traducido de la
novena edición en Ingles). La Habana. Edición revolucionaria, 1999.
2. TRESGUERRES, J.A.F: Fisiología Humana, primera Edición McGRAW- Hill-
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