EL CEREBRO
HISTORIA
Los primeros fósiles de un animal con cerebro son de hace unos 500 millones de
años. Son de un pez sin mandíbulas (los primeros vertebrados) con un patrón en
su construcción que va a seguir como modelo a lo largo de toda la evolución,
desde los vertebrados inferiores (peces, anfibios, y reptiles), siguiendo por los
vertebrados superiores (aves y mamíferos), hasta llegar al hombre. Este modelo
está constituido por la medula espinal seguida del tronco del encéfalo, di encéfalo
y eventualmente la corteza cerebral.
EVOLUCIÓN
Desde que se reunieron los primeros datos acerca de los grandes primates
hominoideos y fueron catalogados como una única familia bajo el nombre de
Australopitecos, el puente entre el hombre y los animales se estableció de una
forma definitiva. El estudio de los restos fósiles nos permiten hoy comprobar que
desde los antecesores del hombre, los Autralopitecinos (Afarensis, volumen
cerebral medio 400 cc; y Africanus 460 cc), el cerebro aumentó unos 250-350 cc
en el Homo Habilis (700-750 cc de volumen cerebral medio). En el Homo Erectus,
el volumen cerebral alcanzó los 900 cc, y de ahí su progresión con el Homo
Sapiens hasta llegar a los 1.400 cc”
Estaría mal creer que la evolución del cerebro puede atribuirse a un solo
factor tal como la adquisición de la bipedestación, la utilización y construcción de
herramientas, adquisición del lenguaje o nuevos modos de vida social, como la
agricultura y la ganadería. Y aun más importante, debió de haber factores “clave”
responsables de disparar inicialmente esa acelerada carrera por la adquisición de
un cerebro grande.
En los homínidos se considera que el comienzo del crecimiento del cerebro
comenzó hace unos cinco o seis millones de años en el contexto específico de un
determinado medio ambiente. Este nicho ecológico fue el encuentro o límite entre
la selva húmeda, y La sabana árida
y seca. En este medio ambiente
cambiante sobrevinieron los primeros
cambios adaptativos del cerebro en
los antepasados del hombre. De ser
ello así, pudo ser la temperatura
ambiental en esta sabana, junto con
métodos de caza primitivos, uno de
esos factores “clave”, sin olvidar la
suma importancia que se le tiene que
dar al dedo pulgar de las manos que
es oponible a todos los demás
dedos, desarrollando así la
creatividad del hombre y dando como resultado la creatividad del hombre.
CEREBRO TRIUNO
El Dr. Roger Sperry descubrió y demostró a partir del año 1952, que el cerebro
humano no es uno sino que son dos. A partir de entonces se supo que teníamos
dos cerebros: El hemisferio cerebral izquierdo y el hemisferio cerebral derecho.
Sperry, premio Nobel 1981, encontró que cada cerebro representa dos diferentes
reinos de conciencia, sensaciones, percepciones, pensamientos y recuerdos.
La evolución de las especies, Paul Mclean observa que tal como un árbol
con el tiempo añade capa sobre capa de corteza, el cerebro ha ido añadiendo
capas a lo largo de la evolución que va (generalizando) desde los reptiles hasta el
ser humano.
Ubica además físicamente las áreas del cerebro típicas de un reptil dentro de la
zona más baja del cerebro humano, contando esta con zonas de desarrollo
características de un reptil. Luego ubica la de los mamíferos y al final la de los
seres humanos.
Paul McLean, creador del modelo del cerebro triuno, descubre tres estructuras o
sistemas cerebrales: reptil o básico, límbico y neocortex; cada uno es distinto en
su estructura física y química, procesan la información que reciben según su
propia modalidad.
Los órganos de los sentidos son la vía de entrada de toda la información que
proviene del exterior y que le permite al cerebro desarrollar su inteligencia, sus
emociones y sus sentimientos.
Todos los sentidos: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto, son igualmente
importantes, pero por sus funciones especiales, unos son más necesarios que
otros.
Sin el sentido del tacto una persona no podría sobrevivir, al evitar que la piel
mande al cerebro noticias sobre temperaturas, formas y consistencias de objetos,
piquetes y mordidas de animales y otras sensaciones importantes, el cerebro no
podría mandar instrucciones para que se activen las defensas y se reparen los
tejidos dañados.
El oído . Los sonidos llegan al cerebro después de viajar por el oído y llegar al
nervio auditivo y bulbo raquídeo en donde pasan por estaciones repetidoras que
transmiten los sonidos a la corteza auditiva que registra los impulsos sonoros de
ambos oídos.
Todas las ondas sonoras llegan a la corteza auditiva, los ruidos, o sea los sonidos
desordenados, son interpretados en el área del cerebro llamada Wernicke. Los
sonidos son la base de nuestro lenguaje, las palabras son formadas en el área de
Broca que se localiza debajo del lóbulo frontal.
El gusto. Funciona cuando algún alimento u objeto activa las papilas gustativas
que están conectadas a numerosos nervios que llevan la señal hasta el cerebro. Si
lo que probamos no nos gusta o está echado a perder, el cerebro reacciona y
manda instrucciones para protegernos, una de ellas es la náusea o el vómito.
El tacto. El sentido del tacto, manda primero sus sensaciones hacia la médula
espinal, si ella puede arreglar el problema lo hace y si no, transfiere la orden al
cerebro para que éste a su vez, mande la instrucción adecuada para que la piel se
repare o el dolor se calme.