Editorial
Revisión
Historia
Volumen 59 - Nº 1 54. Una revisión de la concepción psico-
Buenos Aires - Marzo 2013 patológica freudiana
ISSN: 0001 - 6896 ignacio Barreira
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Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2013; 59(1): 54-63
Historia
Una revisión de la concepción psicopatológica freudiana
ignaCio Barreira
mecanismo psicológico que permitía explicar medades mentales están por hipótesis, condicionadas
cómo operaba la defensa en la producción de por afecciones somáticas generales o cerebrales (…)
buen número de enfermedades mentales son sintomáti-
diferentes síntomas propios de diversos cua- cas de procesos orgánicos» [3:597].
dros psicopatológicos (histeria de defensa, 3 Cuando hablamos de concepciones materialistas o con-
neurosis obsesiva, fobias y fenómenos aluci- cepciones basadas en el sentido no queremos significar
natorios) [5:17-61]. Si bien resultaban diver- que haya exclusión entre ambas concepciones (es una o
sos en sus manifestaciones fenoménicas, la otra), sino que una concepción u otra es predominante
en el modo de comprender el fenómeno que se aborda.
obedecían a una lógica de funcionamiento Queda a consideración personal y profesional de cada
similar. De este modo, agrupó a las neurosis quién de qué manera se concibe el fenómeno en cuestión.
En esta primera época del psicoanálisis, la ciertos síntomas tratables por el psicoanálisis,
explicación del funcionamiento sintomático se pero el trabajo psicoanalítico realizado exclu-
basaba en una serie de concepciones psico- sivamente sobre la defensa no aportaba res-
lógicas, que Freud fue introduciendo en la puestas contundentes. Freud advirtió la pre-
medida que avanzaba tanto en su práctica sencia de cuestiones que estaban en juego
como en su teoría. En primer lugar intentó pero que no eran asidas por este modelo.
explicar que algunos síntomas neuróticos se Pensó entonces que, si la explicación de la
constituían de acuerdo a un mecanismo de producción de los síntomas neuróticos remitía
defensa psíquica de carácter inconsciente, al inconsciente como causante, entonces
aunque el planteo no se agotaba allí. Freud algo debía suceder durante la constitución del
intentó dar un paso más queriendo explicar psiquismo de las personas que facilitara la
los motivos por los que la represión advenía aparición a futuro de estas cuestiones (la bús-
en algunas personas produciendo síntomas queda por los factores predeterminantes de
neuróticos a diferencia de otras personas en las neurosis ocupó largamente a Freud). Aquí
las que esto no sucedía. La explicación a este entran en juego varios elementos que Freud
hecho implicaba una consideración más allá intentó articular en sus sucesivos escritos
de la producción del síntoma, siendo necesa- ―también en sus cartas―, hasta la publica-
rio el planteo de un contexto sobre el que el ción de La interpretación de los sueños [7]. En
síntoma advenía. Para Freud resultaba relati- principio debemos resaltar la importancia de
vamente clara la naturaleza psicológica de las fantasías, la sexualidad y el trauma.
Luego de 1905, el pensamiento freudiano 251-7]. Esta teorización tuvo impacto directo
continuó evolucionando a la luz de estos dos en la nueva nosografía psicopatológica que
términos, cuestión que implicó la modifica- Freud venía considerando: aquellos pacien-
ción de los mismos.4 Los cambios se susten- tes que presentaban narcisismo, no podían
taban tanto en los debates teóricos como en ser analizados ya que, al estar su libido vol-
materiales clínicos5; en la medida en que tra- cada hacia el propio yo, eran incapaces de
taba con pacientes y discutía con colegas, desarrollar neurosis de transferencia [10:80-
testeaba conceptos teóricos, técnicos y psi- 4]. De esta manera, Freud discriminó las neu-
copatológicos. rosis de transferencia de las neurosis narci-
sistas de acuerdo a una apreciación teórico-
El movimiento producido desde 1905 y la clínica: el primer grupo se caracterizaba por
evolución del pensamiento freudiano desem- tratar de pacientes analizables, el segundo
bocó en una nueva reconsideración de sus no. Es en este sentido que se realiza la dis-
fundamentos teóricos: la metapsicología criminación nosográfica dentro de las neuro-
(1914-1915). Allí Freud reconsideró cuestio- sis: las neurosis de transferencia (más ade-
nes conceptuales sobre términos que habían lante, neurosis a secas), son las que eviden-
sido planteados y definidos pero que se com- ciamos en los sujetos que tienen la capaci-
plejizaron en sus aspectos teóricos: el yo en dad de transferir la libido de un objeto a otro
Introducción al narcisismo [10] y Duelo y (la libido objetal puede circular de un objeto a
melancolía [11]; el concepto de represión en otro), y por ende, al analista. En cambio, las
La represión donde se postuló a este meca- neurosis narcisistas (más adelante, psicosis
nismo no solo como defensa sino también a secas), serán terreno estéril para el psicoa-
como estructurador del aparato psíquico nálisis ya que no se puede trabajar en la
[12:141-52]); el concepto de pulsión en transferencia con ellas (la libido toma como
Introducción al narcisismo [10] y en objeto al yo y no circula, queda estancada
Pulsiones y destinos de pulsión donde com- produciendo un estado narcisista) [1:252-3].
plejiza y define con mayor precisión el con- Lo interesante de esta nosografía resultó en
cepto de pulsión introducido diez años antes lo atinente al modo en que se alejaban de la
[14:113-9], y el concepto de inconsciente en consideración médica debido a que se funda-
Lo inconsciente donde define con precisión mentaban en términos psicoanalíticos: las
dicho término [13:183-6]. neurosis y las psicosis no eran definidas
desde la semiología psiquiátrica, sino desde
Al margen del papel protagónico de la suite la dinámica psíquica de las pulsiones y, con-
metapsicológica como producción teórica secuentemente, desde la capacidad o inca-
fundamental de este período, nótese que los pacidad de cambio que el sujeto presentaba.
desarrollos conceptuales eran acompañados La indicación o contraindicación del trata-
por cambios en la concepción psicopatológi- miento psicoanalítico derivaba de un diag-
ca de Freud. En Introducción al narcisismo nóstico en el que se encontraban implicados
propuso la segunda teoría pulsional: las pul- los elementos mencionados: inconsciente,
siones sexuales se dividieron en pulsiones pulsión, yo, defensa, narcisismo y transferen-
de objeto y narcisistas [10:71-8; 1:197-203 y cia. Sólo después de la articulación de estos
términos es que podía arribarse a un diag-
4 El concepto de transferencia no fue modificado en esen-
nóstico diferencial: neurosis de transferencia
cia (por tratarse de un concepto teórico pero también téc-
(que significaba analizabilidad), o neurosis
nico), pero la evolución y aparición de otros conceptos
metapsicológicos fue imprimiéndole un valor teórico rela- narcisista (que indicaba inanalizabilidad).
tivo acorde a las modificaciones que se iban dando en la
obra freudiana. En el caso del concepto de pulsión, este En este segundo período freudiano, la psico-
término sufrió dos modificaciones desde su definición en patología psicoanalítica comenzó a ganar
1905 hasta la última teoría pulsional en 1920.
5 Téngase en cuenta que los grandes historiales clínicos peso específico debido al crecimiento de sus
trabajados por Freud coincidieron en fecha y tienen términos teórico-clínicos. El postulado de nue-
directa relación con la evolución de estos conceptos. vas categorías nosográficas derivadas de tér-
para considerar los conflictos en términos de instancias yo, ello, super yo y realidad. Esta
contenido. Esta diferenciación se basa en que concepción psicopatológica se encuentra en
la segunda tópica es un postulado netamente continuidad con la diferenciación entre neu-
metapsicológico (funcionamiento del aparato rosis de transferencia y neurosis narcisistas,
psíquico de acuerdo a las instancias), mien- con la diferencia de que los elementos de la
tras que el complejo de Edipo, al margen de segunda tópica le permitieron a Freud expli-
sus implicancias teóricas y metapsicológicas, car de manera estructural estas categorías
presenta una doble función: 1. Se utiliza para psicopatológicas.9 La presentación de viñetas
comprender y explicar las vicisitudes del des- clínicas que hablaban de representaciones,
arrollo psicosexual normal y/o patológico de afectos, libido y catexias fueron sustituidas
las personas. 2. Se utiliza de manera operati- por discusiones sobre conflictivas edípicas
va para pensar los problemas clínicos de los en donde los protagonistas pasaron a ser el
pacientes. La segunda tópica concibe al apar- padre, la madre y el niño. Los cuadros psico-
to psíquico en términos de estructura psíqui- patológicos dejaron de discutirse en términos
ca, el complejo de Edipo permite articular de histeria, neurosis obsesiva o paranoia alu-
dicha estructura con la dinámica de la vida cinatoria para dejar paso a la neurosis. Las
psíquica concreta, permitiendo entender, diferencias específicas entre los cuadros
explicar e intervenir sobre las posibilidades y neuróticos pasaron a ser analizados de
limitaciones que la clínica ofrece.8 acuerdo a las variaciones de la conflictiva
edípica aglutinadas en la categoría neurosis.
Planteo de una psicopatología estructural
En este período del pensamiento freudiano lo Conclusiones de la evolución de las teorí-
sintomático pasó a un segundo plano, jerar- as freudianas
quizándose la importancia del funcionamien- En su construcción y evolución de las teorías
to del aparato psíquico como estructura. No psicoanalíticas, Freud partió de una concep-
se trata de que lo sintomático se hubiera ción médico-biologicista para, paulatinamente,
vuelto menos importante para Freud, sino ir proponiendo conceptos metapsicológicos
que la manera de concebir los problemas clí- más explicativos que descripivos. En este sen-
nicos y el modo de considerar cómo inducir a tido, sus planteos psicopatológicos no fueron
cambios duraderos en un tratamiento psicoa- ajenos a esa metamorfosis: partió de una con-
nalítico se volvió más relevante de acuerdo a cepción sintomática descriptiva que fue deri-
la comprensión de las variaciones del funcio- vando hacia otra concepción más explicativa,
namiento estructural del aparato psíquico. que contemplaba los fenómenos psicopatoló-
gicos dentro de un funcionamiento más abar-
Esta concepción se patentizó en las definicio- cativo. Desde el inicio de su pensamiento,
nes de neurosis y psicosis posteriores a la Freud consideró que el funcionamiento del
publicación de El yo y el ello [19, 21]. En esos aparato psíquico era importante para dar cuen-
escritos, el foco de consideración psicopato- ta de los síntomas neuróticos, pero no contaba
lógico dejó de recaer sobre los mecanismos con los elementos teóricos adecuados para
histéricos, obsesivos o fóbicos (concepción salirse de la concepción sintomática. Fueron el
sintomática), y avanzó en la definición de crecimiento y la profundización de las teorías
estructuras psicopatológicas que pueden ser psicoanalíticas las que le permitieron elaborar
explicadas de acuerdo a la dinámica de las un modelo explicativo acorde a esta inquietud,
8 Lagache realiza una diferenciación en la concepción de al trabajo clínico con el material, la perspectiva personoló-
estructura en psicoanálisis definiendo dicho término de gica se refiere a la teoría del aparato psíquico. En este
acuerdo a dos concepciones diferentes: «En el empleo del sentido no se excluyen, sino que apuntan a dominios dife-
término y del concepto de estructura en psicoanálisis rentes dentro de un mismo campo.
caben distinguir dos perspectivas, una no consagrada por 9 «La neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo
el uso aunque implícita y esencial, la otra consagrada por y su ello, en tanto que la psicosis es el desenlace análo-
el uso, a saber: la perspectiva semántica y la perspectiva go de una similar perturbación en los vínculos entre el yo
personológica»[2:69]. La perspectiva semántica se refiere y el mundo exterior» [20:155].
gen del sesgo que cada seguidor de Freud le La formación de profesionales expertos en el
ha dado a su obra (posición esquizoparanoide manejo de pacientes resulta esencial para
y depresiva, teoría de las relaciones objetales, una asistencia adecuada a la población. No
envidia y reparación en Melanie Klein; especi- obstante, la existencia de profesionales tan
ficación de funciones yoicas en la Ego psy- especializados que manejen únicamente dos
chology y postulación del self en la Self psy- diagnósticos puede servir para el trabajo in
chology; planteo de los registros de lo real, lo situ pero no para la organización de los ser-
simbólico y lo imaginario en relación a las vicios de salud mental. Es útil para el caso
estructuras clínicas en Lacan), todos acuer- concreto pero no facilita especificaciones
dan en que los fenómenos psicopatológicos observables o datos objetivos que puedan
deben ser remitidos más allá del síntoma ser apreciados de manera accesible para ter-
(conflictivas en el complejo de Edipo temprano ceros, como podría ser un miembro de un
en Melanie Klein; la segunda tópica freudiana equipo de salud mental con una formación
en la Ego psychology; las estructuras clínicas que no sea afín al psicoanálisis (psiquiatras,
sobre la base del complejo de Edipo en trabajadores sociales, enfermeros, incluso
Lacan). psicólogos con una formación básica en psi-
coanálisis). En este sentido, la psiquiatría
Críticas al modelo psicopatológico freu- ofrece sistemas de clasificación tendientes a
diano contemplar las diferencias específicas dentro
Dentro de las críticas a esta concepción, de las categorías genéricas, intentando bus-
cabe realizar una serie de consideraciones car soluciones específicas para cada cuadro
de la mayor importancia. En primer lugar, el en cuestión. En psicoanálisis, las clasificacio-
diagnóstico de la segunda tópica freudiana nes tienden homogeneizar cuadros que a la
de neurosis y psicosis resulta útil a fines de la vista son muy diferentes (por ejemplo, la
realización de un diagnóstico diferencial psi- esquizofrenia y la psicosis maníaco-depresi-
coanalítico (en caso de neurosis se indica va son dos especies dentro del género psico-
psicoanálisis, en caso de psicosis se con- sis). Sin embargo, el abordaje de un equipo
traindica), pero resulta pobre más allá de los interdisciplinario en este tipo de cuadros
intereses del psicoanálisis. Este hecho ha implica modalidades completamente diferen-
sido advertido por los propios psicoanalistas, tes. En este sentido, la concepción estructu-
quienes no se preocupan demasiado por la ral permite tener una visión de fondo del
simplicidad de la categorización ya que le paciente pero no necesariamente ayuda en
prestan más atención al trabajo que pueda lo operativo; la visión de fondo es necesaria
ser realizado con el paciente. para el trabajo con el paciente pero no es
suficiente para el trabajo dentro de un marco
En segundo lugar, el diagnóstico psicoanalíti- institucional. Es por eso que el psicoanálisis
co no busca clasificar las enfermedades funciona muy bien en el contexto de los con-
mentales, sino que busca establecer si debe sultorios particulares y con pacientes con
indicarse tratamiento psicoanalítico o no. patologías leves, las neurosis; por contrapar-
Esta es una diferencia clave del psicoanálisis tida, las psicosis son excluidas de la indica-
con la psiquiatría y con las necesidades sani- ción del psicoanálisis tradicional.
tarias del estado.
En cuarto lugar, el diagnóstico psicoanalítico
En tercer lugar, la concepción psicopatológi- implica el manejo de elementos clínicos que
ca freudiana implica el manejo de una forma- se alejan de los observables más propios de
ción muy específica en psicoanálisis que pro- las clasificaciones psiquiátricas. En este sen-
mueve la especialización profesional pero tido, manuales psicodinámicos como el OPD
que se aleja de la estandarización necesaria europeo y el PDM americano son intentos
para el diseño de políticas en salud mental. por avanzar sobre esta última cuestión.
Referencias
Bibliografίa de consulta