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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE ZOOTECNIA

ALUMNO(S): ● Rodríguez Gicaro, Carlos David


● Villacorta Agreda, Harold

CURSO: Agrotecnia

DOCENTE: Zavaleta Armas, Julio

TEMA: Proyecto final sobre producción de las especies forrajeras


Macroptilium Sp. y Stylosanthes para el consumo y alimentación en cuyes.

CICLO: V

Trujillo – Perú

2019
TARAPOTO- PERÚ
INTRODUCCIÓN:

El uso eficiente de la alfalfa debe basarse en el conocimiento de sus


procesos de crecimiento para permitir un manejo racional del cultivo.

De esta manera, su adaptabilidad a los distintos tipos de clima y suelo, su


capacidad para recuperar la fertilidad nitrogenada, sus niveles de
producción y la calidad del forraje son eficientemente aprovechados,
integrando al cultivo a los principales sistemas de producción agrícolo
ganaderos.

Una premisa básica debe ser considerada en el eficiente manejo de este


cultivo: la alfalfa es una de las pocas especies que tolera pastoreos intensos
pero poco frecuentes; en cambio, no tolera pastoreos frecuentes aunque
sean livianos .

Los conocimientos generados en los últimos años han permitido establecer


normas de utilización que, correctamente aplicadas, se traducen en una
mayor productividad del cultivo.

I. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICAS:

2.1 ALFALFA TROPICAL

 Según Silva (2014) menciona que su nombre científico S es tylosanthes


guianensis ,Aubl. Y su nombre común es Alfalfa brasilera, alfalfa
tropical, stylo y Pasto Pucallpa. Es originaria de Centro y Sudamérica ; es
perenne, erecta decumbente con abundantes ramas, con alturas de 0.60 a
1.80 metros. La raíz es pivotante y profunda. Las hojas son trifoliadas.
Las flores son pequeñas, amarillas o anaranjadas . las semillas se
encuentran en vainas, conteniendo una semilla, de color amarillo café.

Clima y suelo: se adapta a climas tropicales y subtropicales, desde el nivel


del mar hasta 1,200 msnm. Se adapta a una amplia gama de suelos
incluyendo los de baja fertilidad, tolerando las condiciones de alta acidez.
No tolera suelos anegados y mal drenados.

Establecimiento:se siembra con 2 a 4 Kgs/ de semilla, en hileras de 0.5m de


separación y a surco corrido. Asociadas con gramínea se
siembra en hileras de 0.5m de separación a surco corrido, intercalando las
hileras con la gramínea y la leguminosa. el control de la maleza, debe
hacerse en forma combinada utilizándose productos químicos y control
manual. La fertilización se realiza con la dosis de 50-30 de PK, en caso de
cultivo puro. El periodo de establecimiento es de 6 meses del primer año, es
recomendable cosechar la semilla producida y luego utilizarlo como un
potrero para pastoreo del ganado.

Utilización, Manejo y Productividad: stylo es una leguminosa que se utiliza


para pastoreo. Tiene una producción de forraje, entre 40 a 60 Tn/ha/Año de
forraje verde, con 6 partes por año.En cultivo puro asociado o como banco
de proteína. La calidad nutritiva del forraje de:
S. guianensis es la siguiente: 23% de proteína total, 31% de fibra cruda; 3.9
% de grasa,31% de Ca;0.8% de P; 59% de digestibilidad in vitro.

 Según Colpos.mx (colegio de post graduados en ciencias Agrícolas)


menciona que ALFALFA DEL TROPICO es una leguminosa forrajera
tropical perenne, cuya elevada calidad nutricional la hace comparable
con leguminosas de clima templado, como la alfalfa.

Constituye una excelente alternativa para la elaboración de heno de alta


calidad, o bien para suministro en verde como suplemento a vacas lecheras,
ganado de engorda o terneros en crecimiento, lo cual incrementa
considerablemente la producción sin necesidad de excesivos gastos en
alimentos concentrados.

Puede ser empleada para pastoreo en mezcla con gramíneas de porte bajo o
mediano, o bien sola pero bajo un excelente manejo con becerros en
crecimiento o vacas lecheras.

Esta leguminosa se adapta a zonas de riego y temporal libres de heladas,


con periodos de lluvias y secas bien definidos; no prospera en lugares muy
húmedos, es resistente a la sequía y al corte frecuente, lo cual se facilita por
su hábito de crecimiento arbustivo semi-erecto.
2.1.1 CRECIMIENTO VEGETATIVO

La parte aérea de la planta fotosintetiza los componentes necesarios para el


desarrollo radicular y vegetativo, constituyendo, al mismo tiempo, la parte
aprovechable de la misma. La eliminación de los tallos y hojas a través de
cortes o pastoreos en momentos inadecuados afecta no sólo la producción
sino también la persistencia de la alfalfa.

En alfalfas establecidas, el primer crecimiento de primavera se origina en las


yemas ubicadas en la corona. Estas se forman durante la temporada de
crecimiento anterior, alcanzando su máximo número hacia fines del otoño .
Los crecimientos posteriores se originan en yemas de corona, dando origen
a tallos de corona, y en las yemas axilares de los tallos remanentes, que dan
origen a tallos axilares.
2.1.2 ENERGÍA Y CRECIMIENTO
La energía necesaria para iniciar el crecimiento de la alfalfa después de la
defoliación y hasta que se genere una adecuada área foliar, proviene de los
carbohidratos de reserva o carbohidratos no estructurales (azúcares,
almidón y otros compuestos orgánicos), que son almacenados por la planta
en las raíces y, en menor proporción, en la corona.

Estos compuestos son redistribuidos cuando las condiciones de


crecimiento lo requieren. Conocer la función que ellos cumplen en los
procesos de crecimiento es fundamental para entender la respuesta de la
planta a las distintas prácticas de manejo.

2.1.3 VARIACIÓN ESTACIONAL DE LOS CARBOHIDRATOS EN EL ALFALFA


Estas reservas, esencialmente compuestas por almidón y azúcares, son
usadas por la planta para producir nuevos crecimientos vegetativos y
como fuente de energía para otros procesos fisiológicos. Los períodos de
almacenamiento y consumo de los carbohidratos son cíclicos y pueden
ser alterados por los distintos sistemas de uso del forraje.

Con la iniciación del crecimiento en la primavera o después de cada corte


o pastoreo, las reservas son utilizadas para producir un nuevo
crecimiento. Los contenidos de almidón y azúcares disminuyen hasta que
la planta alcanza una altura cercana a 20 cm, momento en que la cantidad
de carbohidratos fotosintetizados por las hojas alcanzan a satisfacer los
requerimientos del nuevo crecimiento. De allí en más, los excedentes son
traslocados hacia la raíz y corona para ser almacenados. Los máximos
contenidos se logran cuando la planta alcanza la plena floración. En ese
momento se observa una disminución de los carbohidratos debido a la
aparición de nuevos rebrotes .
Imagen: Evolución de la producción
de materia seca y de los
carbohidratos no estructurales en
coronas y raíces de alfalfa en
distintos estados de madurez

En los períodos en que los carbohidratos son utilizados por la planta, el


almidón es convertido en azúcares para alimentar los nuevos crecimientos,
mientras que los azúcares son condensados en almidón y almacenados cuando
la planta los produce en exceso. Durante el otoño, el porcentaje de azúcares
(sucrosa, principalmente) se incrementa marcadamente en relación con el
almidón, debido a que es la forma en que la planta lo utilizará en el invierno
y para iniciar el primer crecimiento en la primavera siguiente.

2.1.4 UTILIZACIÓN MEDIANTE CORTES O PASTOREOS


2.1.4.1Criterios para determinar el momento adecuado
El criterio apropiado para determinar el momento oportuno del uso es la
madurez fisiológica del alfalfar. Este estado se asocia a la aparición de
flores o rebrotes de corona. El pastoreo en fechas fijas, en cambio, es más fácil
de implementar, pero en la región pampeana es muy variable debido a la
irregularidad de las lluvias.

La floración tiene también sus limitaciones ya que sólo sirve como


indicador en determinadas épocas del año y se produce después de no menos
de 25 a 30 días de crecimiento activo. Altas temperaturas disminuyen el
número de días requeridos para alcanzar la floración por lo que durante la
estación de crecimiento los intervalos entre cortes resultan muy irregulares.

Los rebrotes de corona también han sido propuestos como indicadores de


madurez fisiológica. Sin embargo, Willard (106)
concluyó que varios factores pueden causar la aparición de rebrotes de
corona: ruptura de la dominancia apical, alto contenido de reservas en las
raíces, lluvia posterior a un prolongado período de sequía o cuando la corona
recibe una cantidad de luz adicional como consecuencia de un vuelco de la
parte aérea.

2.1.4.2 Utilización mediante el pastoreo

Una gran mayoría de las pasturas basadas en alfalfa se utilizan en pastoreo


directo. El sistema de pastoreo continuo ha sido casi totalmente descartado,
aumentando consecuentemente el uso del pastoreo rotativo. La mayor
cantidad de alambrados eléctricos o semipermanentes y la dedicación que
requiere este último sistema son factores que dificultan su adopción. La
importancia de proporcionar descansos a la alfalfa entre cortes ha sido
continuamente enfatizada (9,36,45,40,63) y en ese sentido el pastoreo
rotativo se adecua perfectamente al ciclo de la alfalfa.

La mayoría de los investigadores coinciden en que la alfalfa responde con


mayor producción y persistencia cuando es usada con un pastoreo rotativo
que respete sus ciclos de crecimiento; no obstante, la magnitud de la
respuesta productiva depende de factores como la carga animal, el cultivar
utilizado, la intensidad y frecuencia de defoliación, etc

2..1.4.3 Crecimiento de la alfalfa bajo pastoreo

La recuperación de la alfalfa después del pastoreo difiere de lo que ocurre


después del corte (29). La cosecha mecánica reduce el área foliar de manera
drástica e instantánea y esto solo sucede con un pastoreo rotativo muy
intenso. En un sistema racional de manejo, en el primer tercio del período de
pastoreo, los animales despuntan los tallos (1, 27), por lo que la defoliación
es gradual, Las hojas remanentes tienen una importancia fundamental en la
maduración de las yemas de la corona que darán origen al nuevo
crecimiento.

Imagen: Evolución de la producción de materia seca, la digestibilidad del


forraje y el consumo animal de alfalfa en distintos estados de madurez
A pesar que el pastoreo es menos drástico que el corte en lo que a
defoliación se refiere, introduce, en cambio, otros factores que pueden
afectar el crecimiento de la alfalfa, como la compactación del suelo por el
pisoteo de los animales y la defoliación selectiva.

2.1.4.4 Pastoreo continuo vs.. pastoreo rotativo

Los efectos del sistema de pastoreo sobre la pastura pueden ser evaluados a
través de la cantidad de forraje producido, de la composición botánica de la
misma, de los cambios que se produzcan a través del tiempo en la
persistencia, y de la ganancia de peso de los animales.

El pastoreo continuo se puede definir como el sistema en el cual los


animales permanecen un largo período pastando en un mismo potrero. Las
experiencias llevadas a cabo tanto en el país como en el extranjero
demuestran que el pastoreo continuo aplicado sobre la alfalfa produce
pérdida de vigor, raleo prematuro de las plantas y, consecuentemente, menor
producción de forraje.
2.1.4.5 Intensidad del pastoreo rotativo

Las inversiones en aguadas, alambrados y mano de obra que requieren los


distintos sistemas de pastoreo aumentan a medida que se incrementa el
número de potreros. La información generada señala que el número de
potreros a utilizar, en buena medida, está determinado por los objetivos del
sistema de producción.

En un sistema de pastoreo rotativo cerrado, la persistencia de la alfalfa está


estrechamente relacionada no solo con el largo del período de recuperación
sino también con el de pastoreo. La combinación de ambos genera distinta
cantidad de potreros.

Imagen: ejemplo de pastoreo rotativo


2.1.4.6 La carga animal y la productividad de la alfalfa

El volumen, la calidad del forraje producido y la carga animal son los


factores más importantes que definen los niveles de producción de carne. El
uso de variedades mejoradas, la fertilización, el control de malezas e
insectos, el pastoreo rotativo, etc., son tecnologías que aumentan la
producción de forraje, que, para ser aprovechado eficientemente, requiere
una adecuada carga animal. Muchas investigaciones han demostrado que el
pastoreo rotativo produce más carne que el continuo solamente cuando se
hace una buena utilización del forraje, ya sea ajustando la carga animal a la
disponibilidad de forraje o la superficie a la cantidad de animales
disponibles con henificación del sobrante (11, 44,56). En Anguil, Romero
(85) no logró detectar diferencias en la producción de carne por hectárea
entre el pastoreo rotativo y el continuo en las dos primeras temporadas
debido al uso de una baja carga animal (1 U.G./ha) (Fig. 94). No obstante,
en otro ensayo, elevando la carga animal a 3 U.G./ha, logró importantes
diferencias productivas a favor del pastoreo rotativo al finalizar la primera
temporada.

2.1.4.7 Utilización durante el otoño

El otoño es un período crítico para la utilización de la alfalfa. El uso en esta


época del año ha sido asociado con pérdidas de plantas y de producción
(83, 86, 93, 95). La planta necesita de un crecimiento vigoroso durante esta
época del año para recuperar el nivel de reservas en raíces y coronas, las
que serán utilizadas para desarrollar resistencia al frío y así sobrevivir el
invierno e iniciar un nuevo crecimiento en la primavera. Es imprescindible
que la planta llegue al invierno con un alto nivel de reservas.
Las recomendaciones tendientes a disminuir los efectos negativos del uso
en esta época del año están influidos por el largo del otoño y el grado de
dormancia de las variedades. Investigaciones realizadas en el norte de los
EE.UU., con períodos de crecimiento de otoño muy cortos (45 días) y
cultivares de alfalfa con dormancia, concluyeron que el manejo
recomendado es la no utilización de la alfalfa desde los primeros días de
septiembre hasta mediados de octubre, fecha en que se producen las
primeras heladas (1, 96). En Alberta, Canadá, el período crítico incluye
agosto y los primeros días de septiembre (72). En la medida en que el otoño
es más largo y los inviernos menos fríos, como en Alabama, Oklahoma y el
oeste de Virginia, el uso de la alfalfa en el otoño no siempre resulta
detrimental (59, 76, 92)

2.1.4.8 Producción y utilización de alfalfa asociada con gramíneas perennes

En asociaciones de alfalfa con gramíneas perennes, como festuca, pasto


ovillo, falaris, etc., el manejo del
pastoreo debe contemplar el logro de una alta producción y calidad del
forraje, además del mantenimiento del equilibrio de la mezcla a través de
los años.
Las formas de crecer y los requerimientos fisiológicos de las especies que
componen una mezcla suelen ser muy distintos. En festuca, pasto ovillo y
otras gramíneas, el crecimiento está asociado a las reservas almacenadas
en las raíces, rizomas y base de los macollos y al área foliar remanente.
Un crecimiento vigoroso se produce con altos niveles de reservas y altos
remanentes.

En alfalfa, como se apuntara anteriormente, son más importantes las


reservas en raíz y corona que los remanentes. Pastoreos intensivos en las
gramíneas mencionadas producen rebrotes lentos, debilitamiento y
pérdida de plantas (10).
Un manejo inadecuado puede hacer desaparecer alguna de las especies
componentes de la mezcla.
Una asociación de alfalfa y festuca alta, sometida a pastoreo continuo,
podría terminar en una pastura de festuca pura.
A la inversa, un pastoreo rotativo intensivo, con una alta intensidad de
defoliación, en un corto tiempo, se transformará en un alfalfar puro. Las
condiciones ambientales pueden hacer que el manejo óptimo de la mezcla
sea distinto para cada estación de crecimiento (107).
Leach y Ratcliff (70), detectaron una alta competitividad de las gramíneas
sobre la alfalfa en un clima subtropical.
UTILIZACIÓN DE LA ALFALFA POR VACAS LECHERAS EN PASTOREO
DIRECTO

La respuesta productiva de una vaca lechera en condiciones de pastoreo es


modulada por factores que actúan sobre el consumo. Dentro de esos
factores deben mencionarse a aquellos asociados a: 1) las características de
los animales (peso vivo, nivel de producción de leche, número y estado de la
lactancia), 2) las características nutritivas del alimento, 3) la estructura de la
cubierta vegetal (densidad, altura), 4) el modo de conducción del pastoreo
(sistema de utilización, nivel de asignación de pastura) y 5) el ambiente. Los
dos primeros factores son comunes tanto en condiciones de estabulación
como en pastoreo. Pero en ésta última situación el animal debe cosechar él
mismo el forraje, provocando en consecuencia cambios en su
comportamiento, incrementándose las necesidades de mantenimiento e
incorporándose los otros factores en la determinación del consumo. En
efecto, la cosecha de pasto se efectuará de manera más o menos dificultosa
según la cantidad de alimento puesto a disposición de los animales y la
distribución espacial de la pastura. Estos factores a su vez se encuentran
muy relacionados entre sí por lo que se puede considerar que no existe una
verdadera causa-efecto.

Se analizarán a continuación los efectos relacionados al factor "modo de


conducción del pastoreo desde el

punto de vista de su influencia sobre el animal, sin hacer consideraciones


sobre las consecuencias posteriores en la producción y persistencia de la
alfalfa.

El primer factor que se analizará es el nivel de "asignación de pastura" (AP),


debiendo ser en la práctica el concepto a manejar para predecir la respuesta
en producción individual y productividad. Para los sistemas netamente
pastoriles el nivel de AP tendrá un efecto directo en la respuesta animal,
mientras que en sistemas con dietas más complejas, el mismo tendrá además
incidencia en los efectos de adición o sustitución de los alimentos
involucrados en la dieta (forrajes conservados fundamentalmente).
Para una biomasa dada, toda variación de la superficie ofrecida al animal
va a traducirse en una variación de la cantidad de pasto ofrecido.

Esta AP se la puede expresar como:

♦ porcentaje del peso vivo.

♦ gramos de materia seca (MS) por kg de peso vivo (PV) o,

♦ kg de MS por vaca (más recomendable para vacas lecheras).

Selección del terreno

La alfalfa es una especie forrajera que se adapta a una gran variedad de


suelos; sin embargo, prefiere los de textura media, profundos y con buen
drenaje. Cuando el suelo no tiene estas características la planta no puede
expresar todo su potencial de rendimiento.

En terrenos muy pesados o arcillosos, siempre existe el peligro de perder el


cultivo durante la etapa de establecimiento, debido a la formación de
costras sólidas que retienen la emergencia de las plántulas. Además, el suelo
compactado bajo condiciones de extremada sequía, dificulta la respiración de
las raíces y pone en riesgo la vida de la planta.

Cuando existen encharcamientos por períodos prolongados, las raíces


mueren lentamente por asfixia, lo cual puede evitarse con un buen trazo de
riego que permita una distribución uniforme del agua en el terreno.
Paralelamente los excesos de humedad traen consigo la acumulación de
sales en los horizontes superiores del suelo.

La alfalfa es medianamente tolerante a la salinidad del suelo, sin embargo,


en la etapa de nacencia presenta menos tolerancia a ella. La persistencia de
sales y encharcamientos limitan el desarrollo de la planta y provocan la
muerte gradual de la misma.

La alfalfa prefiere los suelos profundos, donde encuentra espacios


suficientes para extender y desarrollar sus abundantes raíces.
Se ha determinado que la profundidad del suelo tiene un efecto directo sobre
el rendimiento de esta especie forrajera. En el Cuadro 1 se observa que en los
suelos más profundos la alfalfa expresa mayor potencial de producción. De
esta forma, para lograr buenas producciones, se deben seleccionar suelos de
profundidad igual o superior a 40 centímetros.

Preparación del terreno

La preparación adecuada del terreno es determinante para lograr altos


rendimientos del cultivo durante varios años. En esta labor se debe
considerar:

 La profundidad de rompimiento del suelo, de manera que se


favorezca el desarrollo normal de las raíces.
 La destrucción de la maleza para evitar su competencia con la alfalfa
por espacio, luz, humedad y elementos nutritivos.
 La formación de una capa de suelo bien mullida en donde la semilla
emerja libremente para obtener un alfalfar excelente.

A continuación se describen las labores que requiere el terreno para la


siembra de alfalfa.

Subsoleo. Esta labor consiste en romper las capas más profundas del suelo,
con el objetivo de mejorar las condiciones de drenaje y aumentar la
capacidad de almacenamiento del agua.

Barbecho. Sirve para romper y aflojar el suelo, enterrar residuos de la


cosecha anterior y eliminar parcialmente las plagas del suelo. Se sugiere
hacer esta labor a una profundidad entre los 30 a 35 centímetros.

Rastreo. Después del barbecho, es necesario dar uno o dos pasos de rastra
para romper los terrones y mullir el suelo; con esto, se puede obtener una
cama que facilite la nacencia de la planta.

Nivelación. Cuando el terreno destinado a la siembra de alfalfa no sea plano,


es conveniente realizar la nivelación para distribuir mejor el agua de riego y
la de lluvia. La nivelación evita encharcamientos que provocan la asfixia de
las raíces y la incidencia de enfermedades.

Surcado de presiembra.Cuando se dispone del método de riego conocido


como "agua rodada" es necesario surcar el terreno para
aplicar el riego de presiembra. En caso de utilizar sistemas presurizados de
riego se omite este surcado.

Se advierte que si se siembra y después se surca, es probable que, por


endurecimiento del suelo, se pierda hasta el 90 por ciento de la semilla

Variedades

Las variedades de alfalfa recomendadas para la región templada y


semiárida de México fueron seleccionadas por su alto rendimiento,
longevidad y calidad de forraje; además, éstas tienen un nivel de dormancia
entre 8 y 9*; o sea, son capaces de producir en el invierno y, por ello, hacen
más redituable el suministro del agua de riego.

Se sugiere sembrar las variedades Cuf 101, El Camino, SW-14, Excelente,


NK 819, Mesa Sirsa, Suprema, Cóndor, Atoyac, San Miguelito y Moapa 69,
las cuales con el paquete tecnológico que se describe en esta publicación,
tienen un potencial de producción entre 100 a 110 toneladas de forraje
verde por hectárea al año, que equivalen aproximadamente a 22 toneladas
por hectárea de forraje seco de buena calidad, con un promedio de 10 cortes
por año.

Siembra

Fecha de siembra. La alfalfa puede ser sembrada en cualquier época del año,
pero es recomendable establecerla en el otoño e invierno, es decir, del 15 de
octubre al 15 de febrero. En este período los problemas por maleza se
reducen, debido a la presencia de temperaturas bajas.

En la etapa de emergencia, la alfalfa es muy tolerante a las bajas


temperaturas, siempre y cuando exista suficiente humedad en el suelo.

Método de siembra. Si se dispone de riego rodado y el cultivo será


utilizado para corte, se recomienda realizar la siembra con sembradora de
granos pequeños "Brillon" bajo el siguiente procedimiento:

Surcar. Esta acción es con el fin de hacer una distribución uniforme del agua
de riego y facilitar la cosecha.

Sembrar. Con la utilización de este tipo de sembradora la distribución de la


semilla y su profundidad es uniforme, lo cual favorece la emergencia de la
planta.
Pisonear surcos. Inmediatamente después de sembrar o simultáneamente
con la siembra se recomienda pisonear los caños de los surcos con un paso
del rodado del tractor, con la finalidad de "marcar" bien los surcos y evitar
problemas en la conducción del agua de riego.

Si la alfalfa va ser utilizada para pastoreo directo, o bien, para corte manual
con guadaña, se recomienda que se establezca en melgas, sembrada al voleo
o con sembradora de granos pequeños. Cabe señalar que la construcción de
las melgas se debe realizar antes de la siembra.

El método de siembra en melgas ayuda a economizar agua en el riego; sin


embargo, los bordos de la melga dificultan la cosecha mecánica.

Cuando se dispone de un sistema de riego por aspersión, se recomienda


sembrar al voleo o con sembradora de granos pequeños, como la del tipo
"Brillon", sin importar el uso del alfalfar, ya sea para corte o pastoreo
directo.

Densidad de siembra

En un cultivo de alfalfa, el costo de la semilla equivale al 50 por ciento del


costo total de establecimiento, por lo que es importante seleccionar la
variedad y usar la cantidad de semilla adecuadas.

Cuando el terreno está bien preparado, se requieren de 30 a 35 kilogramos


de semilla por hectárea. La densidad inicial de plantas de alfalfa depende de
la proporción de semilla viable y tiene efecto a largo plazo sobre la vida
productiva del cultivo. Cabe señalar que si se usa una cantidad de semilla
mayor a la recomendada no se aumentan los rendimientos por hectárea,
pero si se elevan los costos de establecimiento del cultivo.

Fertilización

El hecho de que la planta de alfalfa fije nitrógeno en el suelo, en ocasiones


es un proceso mal interpretado y es común que se piense que si la alfalfa
aumenta los elementos nutritivos del suelo, no precisa de ninguno de ellos,
por lo que algunos productores no fertilizan o fertilizan escasamente.
Se sugiere que al momento de la siembra se utilicen 40 kilogramos de
nitrógeno y 90 de fósforo por hectárea. En la etapa de producción, es
conveniente fertilizar cada seis meses con 90 kilogramos de fósforo por
hectárea.

En este cultivo no es recomendable la aplicación de nitrógeno en la etapa


de producción, debido a que la semilla inoculada con bacterias del género
Rhizobium forman nodulaciones, por medio de las cuales, la planta se
podrá autoabastecer de nitrógeno. Por el contrario, las aplicaciones
nitrogenadas, sólo favorecen el crecimiento de maleza y de pastos invasores
del cultivo, lo cual se traduce en una competencia de plantas indeseables
provocada por este manejo del cultivo.

Con una dosis 90 – 120 – 80 aplique en el campo en 2 partes a la siembra y al aporte


N P K
S 45 120 80
N P K
A 45 0 0 FOSFATO DE AMONIO (FDA) 18 46 60
SUPER TRIPLE ( ST ) 0 46 0

FDA

100 Kg N 46% Kg P2O5


X 120 Kg P2O5

X = 261 Kg FDA

100 Kg FDA 90% U


261 Kg FDA X
X = 235Kg N 235Kg N – 45 KgN = 190 Kg N

100 Kg U 46% N
X 190 Kg N

X = 143 Kg U
MEZCLA

190 KG FDA
100 Kg CLK 30 Kg P2O5
X 80 Kg P2O5 413 KG U

X=133 Kg CLK 250 KG CLK

853
Riegos

Para lograr mayor eficiencia en el uso del agua, se sugiere aplicar los
riegos de acuerdo al siguiente calendario:

El riego de germinación debe ser ligero y aplicarse lentamente para evitar


el arrastre de la semilla; diez días después, se debe aplicar un riego ligero
para lograr la germinación uniforme.

En los riegos posteriores, se pueden manejar volúmenes más grandes de


agua; sin embargo, siempre deben evitarse encharcamientos prolongados.

En general, después de los riegos de germinación y nacencia, se aplican


otros tres riegos en períodos de 15 a 20 días, antes del primer corte.
Posteriormente, se aplican dos riegos entre cortes; el primero
inmediatamente después del corte y el segundo, 15 días después.

Cuando las temperaturas son elevadas, las láminas de riego deben ser bajas
con aplicaciones frecuentes para evitar la aparición de enfermedades de la
raíz.

Plagas

En el cultivo de alfalfa destinada a la producción de forraje, las plagas más


comunes que afectan a la planta son los áfidos (pulgón verde y pulgón
manchado) y el gusano soldado; sin embargo, su control químico no es
recomendable, ya que al suministrar forraje con insecticidas se corre el
riesgo de intoxicación del ganado.
Una medida práctica para el control de las plagas mencionadas consiste en
realizar cortes prematuros, debido a que así se reduce su proliferación.

Control de maleza

La presencia de maleza dentro de un cultivo de alfalfa es un factor


determinante en la obtención de rendimientos bajos y forraje de mala
calidad, por lo que se sugiere controlar la maleza inclusive desde el
momento del establecimiento del alfalfar y mantener vigoroso el cultivo
durante su etapa productiva.

Existen varios métodos para reducir la incidencia de la maleza en el terreno


y, para lograrlo, pueden conjugarse las siguientes prácticas: preparación
adecuada del terreno, uso eficiente del agua de riego, realizar la cosecha en
la etapa de madurez y altura de corte adecuadas, usar herbicidas en
presiembra y en el cultivo ya establecido.

Dentro de las condiciones que favorecen la presencia de maleza se


encuentran:

a) Cuando un alfalfar está en plena producción y no se fertiliza y riega


adecuadamente.

b) Cuando los cortes son muy irregulares en la etapa de madurez.

c) Cuando la altura de corte es muy irregular, el cultivo se expone a una fuerte


invasión de maleza perenne. En ese momento es necesario realizar el
control químico.

Para el control efectivo de la maleza de la alfalfa, se pueden emplear los


herbicidas: Pivot, Poast Plus, Goal, Eptam (EPTC), Balam, Buctril y
Butyrac. Para su aplicación se recomienda seguir las recomendaciones
marcadas en las etiquetas de cada producto.

Enfermedades

Las enfermedades de la alfalfa causan deterioro y muerte de las plantas y


generan pérdidas económicas; sin embargo, su ocurrencia y severidad
depende principalmente de las condiciones ambientales, del tipo de suelo y
del manejo que se de al cultivo.
Desde el punto de vista económico existen pocas opciones para el control
de enfermedades, por lo tanto, es recomendable seleccionar variedades
resistentes a los patógenos.

Enfermedades foliares

Entre las principales enfermedades foliares que ocasionan pérdidas en el


rendimiento de forraje están la peca de la alfalfa y mildiu velloso, las cuales
se describen a continuación:

Peca de la alfalfa. Se presenta en la mayoría de las regiones alfalferas de


México, especialmente durante la época de lluvias y cuando prevalecen
períodos húmedos frescos. Sus síntomas se observan en las hojas de los dos
primeros tercios de la planta, donde aparecen pequeñas manchas circulares
de color castaño, las cuales pueden provocar la caída de las hojas cuando su
ataque es muy intenso.

Si la peca reduce considerablemente el número de hojas, el rendimiento y la


calidad de forraje disminuyen, debido a que las hojas de las alfalfa
constituyen la parte más nutritiva de la planta.

Una práctica recomendable para el control de la peca, es cortar la alfalfa


prematuramente durante la época de lluvias, con el fin de conservar las
hojas y el valor nutricional del forraje.

Mildiu velloso. Este hongo se presenta durante la época de lluvias,


principalmente en los terrenos donde la planta permanece húmeda por mucho
tiempo. En las hojas infestadas por esta enfermedad se observan manchas
de color gris claro sobre los tejidos, los cuales se tornan de un color rojizo
cuando el ataque es muy fuerte. Las hojas llegan a presentar clorosis, se
arrugan y en ocasiones mueren y finalmente se desprenden de la planta.

Al igual que para la peca, no existen medidas preventivas eficaces para el


control del mildiu, por lo que el corte prematuro de la alfalfa, es la práctica
más común para conservar las hojas.

Enfermedades de la raíz

Pudrición de la raíz. Es una enfermedad causada por un hongo que invade


los tejidos de la raíz y el tallo. Con su ataque provoca problemas de absorción
y transporte de agua y nutrimientos.
Las plantas infectadas reducen su desarrollo, su follaje toma una coloración
verde amarillenta, las hojas se marchitan y finalmente la planta muere.

Para prevenir y controlar al hongo se recomienda nivelar el terreno antes de


sembrar con el objetivo de evitar en lo posible el exceso de humedad
cuando se aplica el riego.

Marchitez. La marchitez ocurre por lo general en terrenos cuyo drenaje es


deficiente o donde existen encharcamientos. Con su ataque el follaje
adquiere una tonalidad amarillenta, formándose en algunas partes una
coloración rojiza. A consecuencia del daño, la planta tiene un desarrollo
raquítico y llega a morir.

En las raíces se observan lesiones hundidas de tamaño variable, al principio


de color amarillo y posteriormente se tornan de color café obscuro con los
márgenes amarillentos. Estas lesiones se pueden localizar en cualquier
parte de la raíz.

El hongo de esta enfermedad permanece en el suelo dentro de las raíces


infectadas y, cuando se presentan condiciones favorables para su desarrollo
(exceso de agua en el suelo), produce esporangios o estructuras fructíferas,
de las cuales salen las esporas que se desplazan a través del agua e infectan a
otras plantas.

La transmisión de la enfermedad puede ocurrir principalmente por el


acarreo del hongo a través del agua de riego, herramientas y maquinaria de
labranza.

Para controlar la marchitez se deben evitar los excesos de agua en el suelo,


para lo cual se recomienda nivelar perfectamente el terreno antes de
establecer el alfalfar, o bien, seleccionar variedades resistentes a la
marchitez. Así mismo, la rotación de cultivos de gramíneas, como maíz,
avena, sorgo y trigo puede reducir la incidencia de esta enfermedad.

Enfermedades de la corona

Marchitez bacteriana o "escoba de bruja". Esta bacteria penetra en las raíces


de la alfalfa por heridas y lesiones naturales de los tejidos de la corona.

Los síntomas característicos aparecen casi siempre al segundo año de


establecido el alfalfar. Inicialmente se observa una reducción en el
vigor de las plantas, las hojas se tornan amarillas, se blanquean y mueren a
fines del verano. En las plantas afectadas, las hojas son más pequeñas y se
engrosan antes de perder su coloración natural, los tallos son más pequeños
y numerosos y presentan una apariencia de escoba.

Al analizar la raíz principal de una planta enferma, muestra una coloración


castaño pálida en el tejido leñoso y, si se corta en secciones transversales, se
observarán unos anillos café-amarillentos, precisamente bajo los tejidos de
la base de la corona de la planta.

El control de la enfermedad se logra mediante el manejo adecuado del


cultivo durante la cosecha, evitando al máximo el pisoteo excesivo, ya que
éste ocasiona lesiones en los tejidos de la base de la corona, dando margen a
que aparezca la enfermedad. Además deben evitarse los riegos muy
pesados.

El control químico de la enfermedad puede efectuarse con la aplicación de


terramicina agrícola y fertilizante foliar que estimule el desarrollo uniforme
de los rebrotes afectados por la enfermedad.

Pudrición de la base. Se presenta en aquellos alfalfares cuyo drenaje es


deficiente. En estos sitios se puede observar la pudrición de la base de los
tallos que trae como consecuencia el secamiento y la muerte de todo el
follaje.

Los daños más fuertes se registran durante el período de lluvias, cuando


hay exceso de humedad en la base de los tallos y la temperatura es de 23 a
26 grados centígrados durante el día.

Como medida preventiva para esta enfermedad se sugiere nivelar


perfectamente el terreno para evitar encharcamientos excesos de humedad.
Igual que para la marchitez bacteriana, el control químico de esta enfermedad
se realiza con terramicina agrícola y fertilizante foliar.

Pudrición texana. Esta enfermedad es frecuente en suelos alcalinos y


arenosos, característicos de la región Norte Centro de México. Los
síntomas se observan como un amarillamiento de las puntas de los tallos de
los rebrotes y el secamiento posterior de la planta. La raíz presenta una
pudrición negra con filamentos blanquecinos sobre su corteza al nivel del
suelo; además, cerca de las plantas muertas aparecen masas de esporas del
hongo.
Para su control se sugiere hacer rotación de cultivos de gramíneas al
menos por tres años. Además es recomendable reducir el pH de los suelos
por medio de la aplicación de ácidos húmicos, aplicar terramicina agrícola
y fertilizante foliar que estimule los rebrotes de las plantas afectadas por la
enfermedad.

Cosecha

Las actividades fundamentales de la cosecha del forraje de


alfalfa que requieren especial cuidado son corte, juntado
(alomillado o achorizado) y empacado.

Corte. Se recomienda cortar la alfalfa cuando tenga entre un 5 a


10 por ciento de floración o cuando los rebrotes nuevos tengan
un tamaño entre los 5 a 7 centímetros.

En el Cuadro 2, se menciona el efecto que se produce en el


cultivo de la alfalfa, de acuerdo con el estado de madurez que
presenten las plantas.

II. RESULTADOS:

Especie: Stylosanthes

Área a sembrar: 1 ha
Distancia de siembra entre surcos: 0.60 m
Número de plantas/metro: 8 plantas

Primero se calcula el número de surcos que tiene 1 hectárea

100 m (ancho de la ha) / 0.6 m (distancia entre surcos) = 166.6 surcos/ha

Si en 1 m se tiene 12 plantas en 100 m (largo del surco) cuantas plantas se


tienen?

12x 100 = 1200 plantas

Entonces, un surco de 100 m lineales tiene 1200 plantas, por lo tanto, 166
surcos tendrán 199200 plantas.
Es decir, que en 1 ha se tiene 199 200 plantas.

Peso promedio de Stylosanthes Sp. en kilogramos por Ha.


220g x 199 200/Ha = 43 824 Kg
Precio/Ha de Stylosanthes Sp.
Precio estimado(kg): S/. 0.50
Entonces: 43824 Kg/Ha x 0.50 = S/. 21912

Incluye: Gastos + Ganancias, es decir el costo total de producción de


microptilium Sp. por Hectarea.

Consumo de cuyes de acuerdo a la producción de forraje de Stylosanthes


sp. :

El consumo de forraje (Stylosanthes sp.) que necesitara si se sabe que :


Las madres (cuyes) consumen al día un aproximado de 200gr.
Los machos (cuyes) consumen 230gr al día.
Las crías (cuyes) consumen aproximadamente 150gr.

Entonces en total de forraje a base de Stylosanthes sp. que requerira será


580gr al dia.

 200gr x 1000 madres ( cuyes ) = 200kg/día


 230gr x 100 machos ( cuyes) = 23kg/día
 150gr x 400 recrías ( cuyes ) = 60 kg/día

283kg /día

 Entonces se requerirá de 283kg al dia de forraje ( Paspalum sp. ) para


las 1000 madres ( cuyes ) , 100 machos ( cuyes ) , y 400 recrías( cuyes)

Si:
43 824 kg 10000 m²
283kg X m²
X = 64.5 m²

 Se concluye que 1000 madre cuyes y 400 crías consumirán 64.5 m² de


Stylosanthes sp.
Gasto total en la Produccion de Stylosanthes sp. en una hectárea.
Actividad Cantidad Unidad Precio Unit. Precio
Total
I. Mano de Obra
a).Preparación del terreno
Limpieza de canales, 2 jornal 30 60
parcelas y acequias.
Arado y labranza 3 Jornal 30 90
Riego machaco 2 Jornal 30 60
cercado 1 Jornal 30 30
b).Siembra
Siembra botánica 3 Jornal 40 120
c). Labores Culturales
Aporque 2 Jornal 20 40
Aplicación de herbicidas 2 Jornal 20 40
Cambio o arreglo de surco 3 Jornal 20 60
d). control de malezas
Deshierbo 6 Jornal 20 120
C). Riego
Riego por gravedad 19 Jornal 20 380
d). cosecha
Corte de cultivo 4 Jornal 30 120

II. Insumos
a).Fertilizantes
Urea 413 kilos 1.80 743.4
FDA 261 Kilos 2.30 600.3
CLK 133 Kilos 1.60 212.8
TOTAL 2675

 Sabemos que la producción total de Stylosanthes sp. S./ 21912 Y


el gasto total es S/. 2675 entonces tendremos una ganancia de
S/.19237
III. CONCLUISONES:

La siembra de leguminosas es muy importante en un pastizal o potrero ya que


brindará nitrógeno al suelo y cuando esté en follaje brindará a ganado
muchas proteínas.

IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

Silva G.(2014). Descripcion de especies forrajeras gramíneas y leguminosas


.Pastos y forrajes.Universidad Nacional de San Martín- Tarapoto.Perú

http://www.colpos.mx/download/semillas/95.htm

http://produccion_y_manejo_pasturas/ _cultivadas_alfalfa

http://www.aguascalientes.gob.mx/codagea/produce/fp22.html
ALFALFA TROPICAL PARCELA DE ALFALFA
TROPICAL

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