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CASO “CASTILLO DE ARENA”

Gustavo Gorriti

Publicado el 19 de junio 2015.

Camargo y Correa: Su fundador, Sebastião Camargo, inició su vida laboral en


1926 acarreando arena para la construcción en carretas tiradas por mulas.
Cuando murió, en 1994, su viuda, Dirce Navarro de Camargo, heredó una fortuna
que Forbes estimó en 11.500 millones de dólares. En 2014 el conglomerado tuvo
un ingreso neto de alrededor de 9.656 millones de dólares, con operaciones en
22 países.

El camino que empezó con las carretas, la arena y las mulas y llevó a un imperio
empresarial fue, sin duda, épico. Su historia oficial es un relato de trabajo
disciplinado, decisiones lúcidas, acciones audaces en Brasil y el extranjero. Pero
ahora hay una narrativa diferente.

Empezó a contarse en 2014, con el inicio de la más importante investigación


contra la corrupción en América Latina: el caso Lava Jato, sobre los
multimillonarios robos y sobornos en Petrobras y las grandes empresas
constructoras de Brasil.

Las investigaciones de fiscales y policías federales llevaron al arresto de


ejecutivos principales de esas empresas. Entre ellos el presidente y un
vicepresidente de Camargo Corrêa, que pronto llegaron a acuerdos de delación
premiada (que beneficia a los involucrados en actos ilícitos con rebajas de las
penas a cambio de información verdadera que permita conocer más sobre una
investigación.

El vicepresidente, Eduardo Hermelino Leite, confesó haber efectuado sobornos


millonarios a funcionarios de Petrobras. El presidente, Dalton Avancini, detalló
varias coimas, por decenas de millones de dólares, para asegurar contratos.
Ambos describieron el funcionamiento de un cartel integrado con las otras
principales empresas constructoras para repartir obras, sobornos y costos
inflados. Varias de las otras compañías, lideradas por Odebrecht, han negado
todo, pese a la evidencia en contrario.

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¿Por qué confesaron los ejecutivos de Camargo Corrêa mientras los del frente
liderado por Odebrecht insisten en negar a ultranza? La respuesta puede estar
en una investigación previa, Castillo de Arena, hecha por la Policía Federal
brasileña desde fines de 2008, con un solo objetivo: Camargo Corrêa.

Luego de escuchas telefónicas y de requisar una importante evidencia


documentaria en los domicilios de ejecutivos investigados, la PF pudo describir
pormenorizadamente un sistema de sobornos, en Brasil y el extranjero,
manejado a través de una contabilidad y administración paralelas.

Las 283 páginas del informe de la Policía Federal revelan, con seudónimos más
o menos transparentes, a varios de los sobornados de Brasil, Angola, Venezuela,
Argentina, Bolivia y, por cierto, el Perú, mi país.

Esta precuela a la investigación de Lava Jato es la que ha tenido hasta ahora


más resonancia en Perú. Sucede que el informe de la PF fue publicado completo
en internet, con anotaciones precisas sobre los políticos presuntamente
sobornados en el país durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García.
Los nombres de ambos expresidentes figuran en las reseñas de la
administración paralela, aunque las cantidades específicas de dinero aparecen
asignadas a exministros y otros altos ejecutivos de ambos regímenes.

Los aludidos han negado haber sido comprados o alquilados. Camargo Corrêa
ha negado también los sobornos. Se basa en su victoria judicial en el caso,
cuando un tribunal superior brasileño desestimó la investigación policial por
haberse iniciado con un testimonio anónimo. La fiscalía apeló, pero en febrero
de 2015 el ministro del Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso, rechazó
la apelación.

El diario de Curwen

17 enero del 2017

Esto sucede antes de Lavajato , en el año 2009 la policía federal de São


Paulo sospechaba que algunas enormes constructoras brasileras participaban
en cutras,estafas y coimas, en un operativo los policías entraron a la casa de

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uno de los directivos que tenían en la mira: “Camargo y Correa” , revisaron las
computadoras donde se vieron correos los cuales mostraron pagos de coimas a
políticos y funcionarios de distintos países , también revisaron USB donde
encontraron listas de pagos relacionados a la interoceánica sur entre los años
2005 y 2008 en un archivo que se llamaba “Prediccion Capilés del tramo IV de
la Interoceánica; donde aparecen 2 apellidos Toledo y García.

Esta operación Castillo de Arena nos cuenta todos los extraños movimientos
relacionados a varias empresas brasileras en la construcción de la carretera
interoceánica sur del peru, pero se enfoca en Camargo y Correa.

La carretera interoceánica sur fue un megaproyecto de 2400 km construido para


unir el océano pacifico con el atlántico y generar mayor intercambio entre Perú y
Brasil. Esta obra es sospechosa por varios motivos, para empezar en el 2005 se
dijo que la carretera costaría 800 millones de dólares, pero para el año 2008 el
presupuesto subió a 1303 millones de dólares y en el 2015 llego a costar 2 mil
millones de dólares. Esta obra se hizo sin estudios de impacto ambiental y sin
pasar por el SNIP, un requisito necesario para demostrar que la obra es rentable
tanto social como económicamente. Empresas como la peruana Graña y
Montera y las brasileras Norbeto Odebretch, Queiroz Galvao y Camargo y Correa
son algunas de las que participaron en la construcción de la carretera.

Al final Camargo y Correa logro que las evidencias se declaren ilegales y el caso
fuera archivado, pero ahí no termina todo; resulta que la fiscalía ya confirmo que
una empresa de Josef Maiman un buen amigo de Alejandro Toledo recibió 91
mil dólares de Camargo y Correa, ese dinero formaría parte de una coima más
grande de 6 millones de dólares. Ahora el mismo Toledo dijo que sus
propiedades en el caso ecoteva fueron comprados con el dinero de Maiman.

Además de tener un amplio abanico de clientes la mayor parte de gobiernos,


Camargo y Correa ha enfrentado acusaciones sobre un modus operandi nada
licito para mantenerse en lo alto del sector de la construcción.

Karem Barboza Quiroz – El Comercio

19.09.2017 / 12:10 pm

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La constructora brasileña Camargo Correa inició desde hace un año un camino
silencioso para obstruir la investigación que la fiscalía peruana le sigue por los
presuntos sobornos que habría pagado a ex funcionarios de los gobiernos de
Alejandro Toledo y Alan García por las obras del tramo IV de la carretera
Interoceánica y la planta de tratamiento de Huachipa.

Por medio de una serie de recursos de tutela de derecho, la firma brasileña ha


solicitado acceder a la pesquisa del Ministerio Público y excluir la información
que fue remitida desde Brasil sobre la operación Castillo de Arena, que se
ejecutó en contra Pietro Giavina-Bianchi, ex directivo de la constructora.

El Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria, meses atrás, rechazó


preliminarmente [sin analizar el fondo del asunto] dos pedidos de tutela que
realizó el presidente de Camargo Correa, Marco de Moura Wanderley, a través
de su defensa legal.

Sin embargo, una Sala Superior resolvió que el juzgado tenía que evaluar y
volver a pronunciarse sobre el pedido.

El recurso fue planteado por ambos en contra la carpetas 06-2015 (Caso Madre),
la carpeta fiscal 07-2016 (Caso Planta de Huachipa) y la carpeta fiscal 14-2016
(Caso del Tramo IV de la Carretera Interoceánica).

El fiscal Javier López Romaní se opuso al pedido argumentando que una tutela
de derecho no podía ser presentada por una persona o personas jurídicas que
no estaban siendo investigadas.

Explicó que Camargo Correa y De Moura Wanderley no están incluidos en las


pesquisas de las carpetas 6 y 7. Precisó que solamente son investigados por la
obra del tramo IV de la carretera Interoceánica (carpeta 14).

Los abogados Jorge Paredes y Fernando Silva, que representan a la


constructora y su dueño, presentaron el oficio N°3190-2019, fechado el 19 de
marzo del 2017 y que fue enviado por el juez brasileño Diego Páez Moreira, en

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el que requiere a la fiscalía peruana devolver las pruebas que fueron remitidas
desde Sao Paulo.

Esta información fue remitida por la fiscal brasileña Karen Jeanette Kahn, quien
tiene a su cargo la investigación de la operación Castillo de Arena.

En Brasil, Camargo Correa interpuso una queja por la transferencia de


información y el juez Páez Moreira le dio la razón y le exigió al Perú devolver el
material que la fiscal Kahn le remitió, vía cooperación internacional, aduciendo
que las pruebas son ilegales y no pueden ser usadas por nadie.

“Se le requiere que devuelva esas pruebas mal compartimentadas, porque han
sido declaradas nulas e ilícitas, porque se ha ordenado su destrucción”, sostuvo
Paredes en audiencia.

La constructora brasileña, además, cuestionó la anotación de la cuenta de la


empresa Trailbridge Ltd. del City Bank London a nombre a Josef Maiman, a la
que se transfirió US$91 mil y por la cual se inició pesquisa por el tramo IV de la
carretera Interoceánica (carpeta 14-2016).

No se debe permitir impunidad


La respuesta del fiscal Javier López Romaní, fue enfática y tajante: “En ningún
momento Brasil ha remitido pruebas”. Por el contrario, aclaró que la investigación
en el Perú nació a principio del 2015 por información pública que fue difundida
por medios de comunicación nacional e internacional.

Además, sostuvo que la fiscal Karen Jeanette Kahn aclaró a las autoridades de
Brasil que ella no remitió ninguna prueba al Perú, pues lo que hizo fue remitir
cuatro discos con información de fuente abierta y certificar que ello corresponde
al caso y que era de dominio público.

“Por tanto, la autoridad extranjera, en este caso la peruana, nosotros; no


podemos devolver algo que no se nos ha remitido”, aseveró.

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En todo caso, acotó, vía cooperación internacional se ha enviado a Brasil un
documento de asistencia judicial para que se reformule la consulta y se precise
si se puede o no usar el material enviado por Brasil sobre Castillo Arena y si es
cierto que se ha dispuesto su destrucción.

López exhortó al juez para que rechace el pedido de Camargo Correa y De


Moura Wanderley, pues si resuelve excluir la documentación o darle valor de
prueba prohibida, “estaríamos generando un ámbito de impunidad grosero
porque se estaría impidiendo que el Ministerio Público no pueda investigar”.

Conclusiones

Caso antiético: El vicepresidente, Eduardo Hermelino Leite, confesó haber


efectuado sobornos millonarios a funcionarios de Petrobras. El presidente,
Dalton Avancini, detalló varias coimas, por decenas de millones de dólares, para
asegurar contratos. Ambos describieron el funcionamiento de un cartel integrado
con las otras principales empresas constructoras para repartir obras, sobornos y
costos inflados.

Solución: Las investigaciones de fiscales y policías federales llevaron al arresto


de ejecutivos principales de esas empresas. Entre ellos el presidente y un
vicepresidente de Camargo Corrêa, que pronto llegaron a acuerdos de delación
premiada.

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