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CADMIO Y MERCURIO

El cadmio es un metal pesado, de color blanco azulado, el cual podemos encontrar en toda la corteza terrestre.
Su estado de oxidación más común es el +2. Puede presentar el estado de oxidación +1, pero es muy inestable.
No se encuentra en la naturaleza en estado puro, sino que por afinidad química está asociado con metales como
el zinc, el plomo y el cobre. Asociado a la contaminación ambiental e industrial, es uno de los mayores tóxicos, ya
que reúne las cuatro características básicas más peligrosas de un tóxico:

 Bioacumulación, Persistencia en el ambiente, Efectos desfavorables para el ser humano y el ambiente y Es


fácilmente transportable mediante los cursos de agua y el viento
Aplicaciones: Se emplea en acumuladores eléctricos de níquel-cadmio recargables, es componente de aleaciones
de bajo punto de fusión. Se emplea en aleaciones de cojinetes, con bajo coeficiente de fricción y gran resistencia
a la fatiga y Se utiliza mucho en electrodeposición: recubrimiento de rectificadores y acumuladores.
Las concentraciones de cadmio en los diferentes compartimentos de la naturaleza son las siguientes:
Agua: En ríos la concentración de cadmio disuelto es relativamente alta (10 -500 mg/l) encontrándose por lo
general unido a materia participada.
Aire: El transporte a los diferentes compartimentos ambientales se realiza a través del aire, donde tiene poca
persistencia (días o semanas). Las concentraciones en zonas rurales son de 0,1 mg. por m3 aumentando hasta
cinco veces en zonas urbanas e industriales.
Suelo: El suelo es el primero en ser objeto de inmisión del cadmio, por la caída de partículas difundidas en el aire
por actividades industriales, actividades antropogénicas o por su acumulación después de los incendios. En suelos
la concentración media de cadmio es de 0,06 a 0,5 mg. por kg. aumentando hasta cien veces en zonas
contaminadas.
Cadmio en el ambiente: Podemos hallar cadmio en la atmósfera, el agua y el suelo. De forma natural grandes
cantidades de cadmio son liberadas al ambiente, aproximadamente 25.000 toneladas al año, de las cuales gran
parte son vertidas a los ríos procedente de la descomposición de las rocas, mientras que una pequeña parte es
liberada a la atmósfera a través de los incendios forestales, actividad volcánica, quema de combustibles fósiles y
residuos urbanos e industriales.
En este apartado detallaremos como llega el cadmio a los diferentes ecosistemas:
Emisiones atmosféricas: La concentración de cadmio, procedente de las fuentes citadas previamente, es elevada
alrededor de las minas, zonas industriales y áreas urbanas, disminuyendo a medida que nos alejamos de estas
hacia las zonas rurales.
Contaminación del agua: El cadmio que llega al agua principalmente es de vertidos urbanos e industriales. Esta
contaminación depende de la cercanía de las zonas acuáticas a las zonas urbanas. Por otro lado, parte del cadmio
atmosférico es depositado en la superficie acuática y figura como el 23 % del cadmio contaminante, siendo la vía
principal de entrada en agua.
Contaminación del suelo: La mayor parte del cadmio vertido por el ser humano va a depositarse en el suelo. Al
igual que ocurre en el agua la vía principal de deposición es la vía atmosférica, seguida de los vertidos humanos y
el uso de fertilizantes.
Toxicocinética: El cadmio produce efectos tóxicos en los organismos vivos, aun en concentraciones muy pequeñas.
Es el conjunto de fenómenos que experimenta el cadmio desde su entrada en el organismo hasta su eliminación.
Consta de los siguientes procesos:
Absorción: El cadmio se puede absorber por tres vías diferentes; oral, respiratoria o dérmica. Sin embargo, la
exposición dérmica es relativamente insignificante, es la absorción tras la vía inhalatoria y oral las de mayor interés.
La alimentación es una de las fuentes importantes de entrada de cadmio en el organismo.
Distribución: Una vez es absorbido por los pulmones o por el tracto intestinal el cadmio es transportado por la
sangre a otras partes del cuerpo, concentrándose principalmente en el hígado y el riñón. La acumulación de Cd en
riñón e hígado depende de la intensidad, del tiempo de exposición y del estado óptimo de la función de excreción
renal. La metalotioneína (MT) es el medio de transporte del cadmio en el plasma sanguíneo. Estas Son un grupo
de proteínas que unen metales, ricas en residuos de cisteína, cuya síntesis ocurre principalmente en hígado y
riñón. El complejo Cadmio - metalotioneína se considera menos tóxico que el Cadmio sin enlazar, por tanto, esta
proteína tiene efecto detoxificante.
Metabolismo: Del metabolismo hay poco que decir ya que el cadmio no sufre ninguna conversión metabólica
directa tales como oxidación, reducción o alquilación. Metabólicamente es importante la unión del cadmio a la
metalotioneína ya que deja inerte su toxicidad.
Excreción: El cadmio se excreta de manera escasa y muy lenta, esto explica la larga vida biológica de este elemento.
Tras la absorción la principal vía de eliminación de cadmio es a través de la orina, por lo que se considera que el
cadmio urinario refleja la carga corporal de cadmio.
Toxicidad del cadmio en alimentos: El cadmio es uno de los metales tóxicos emitidos al medio ambiente que más
tiende a acumularse en los alimentos. La principal fuente de contaminación de cadmio en el ser humano es la
ingesta de vegetales contaminados con este metal (Norvell et al. 2000). Una característica considerable del cadmio
es su fácil traspaso del suelo a los vegetales, es uno de los metales que mejor se absorben por las plantas, siendo
mayormente cereales como el trigo, arroz y, en menor medida el maíz. La retención del cadmio en la superficie
vegetal depende de factores como: el tamaño de la partícula, factores climáticos, velocidad de deposición y
características de las hojas.
Efectos en la salud: En fumadores, se ha encontrado que la concentración de Cd en la sangre es de 1-4 µg/l, un
valor de cuatro a cinco a veces más alto que en los no fumadores, Diarreas, dolor de estómago y vómitos severos,
Debilitamiento óseo, Fallos en la reproducción y posibilidad incluso de infertilidad, Daño al sistema nervioso
central, Daño al sistema inmunológico, Desórdenes psicológicos y Carcinogénico.
Mercurio: Elemento químico, símbolo Hg, número atómico 80 y peso atómico 200.59. es un líquido blanco
plateado a temperatura ambiente (punto de fusión -38.4ºC o -37.46ºF); ebulle a 357ºC (675.05ºF) a presión
atmosférica. Es un metal noble, soluble únicamente en soluciones oxidantes. El mercurio sólido es tan suave como
el plomo. El metal y sus compuestos son muy tóxicos. El mercurio forma soluciones llamadas amalgamas con
algunos metales (por ejemplo, oro, plata, platino, uranio, cobre, plomo, sodio y potasio).

Efectos del Mercurio sobre la salud: El Mercurio metálico es usado en una variedad de productos de las casas,
como barómetros, termómetros, bombillas fluorescentes. El Mercurio en estos mecanismos está atrapado y
usualmente no causa ningún problema de salud. Esto puede causar efectos dañinos, como daño a los nervios, al
cerebro y riñones, irritación de los pulmones, irritación de los ojos, reacciones en la piel, vómitos y diarreas. El
Mercurio tiene un número de efectos sobre los humanos, que pueden ser todos simplificados en las siguientes
principalmente: Daño al sistema nervioso, daño a las funciones del cerebro, daño al ADN y cromosomas.
Reacciones alérgicas, irritación de la piel, cansancio, y dolor de cabeza. Efectos negativos en la reproducción, daño
en el esperma, defectos de nacimientos y abortos

Efectos ambientales del Mercurio: El Mercurio entra en el ambiente como resultado de la ruptura de minerales de
rocas y suelos a través de la exposición al viento y agua. La liberación de Mercurio desde fuentes naturales ha
permanecido en el mismo nivel a través de los años. Todavía las concentraciones de Mercurio en el
medioambiente están creciendo; esto es debido a la actividad humana. La mayoría del Mercurio liberado por las
actividades humanas es liberado al aire, a través de la quema de productos fósiles, minería, fundiciones y
combustión de resíduos sólidos.

Aguas superficiales ácidas pueden contener significantes cantidades de Mercurio. Cuando los valores de pH están
entre cinco y siete, las concentraciones de Mercurio en el agua se incrementarán debido a la movilización del
Mercurio en el suelo. El Mercurio que ha alcanzado las aguas superficiales o suelos los microorganismos pueden
convertirlo en metil mercurio, una substancia que puede ser absorbida rápidamente por la mayoría de los
organismos y es conocido que daña al sistema nervioso. Los peces son organismos que absorben gran cantidad de
metil mercurio de agua surficial cada día. Como consecuencia, el metil mercurio puede acumularse en peces y en
las cadenas alimenticias de las que forman parte. Los efectos del Mercurio en los animales son daño en los riñones,
transtornos en el estómago, daño en los intestinos, fallos en la reproducción y alteración del ADN.

Aplicaciones:

Medicina: El mercurio y sus compuestos se han utilizado en medicina, aunque son mucho menos comunes en la
actualidad de lo que lo eran antes, debido a que los efectos tóxicos del mercurio y de sus compuestos son mejor
conocidos. La primera edición del Manual de Merck en 1899 incluía muchos compuestos de mercurio48 como
medicamentos, tales como: Mercuro-cloruro de amonio, producción de cloro y sosa cáustica, iluminación y
electrónica, tipos variados de lámparas fluorescentes, cosméticos, armas de fuego

Otras aplicaciones hacen uso de las propiedades químicas del mercurio:

La batería de mercurio es un tipo de acumulador eléctrico no recargable, una celda primaria muy común a
mediados del siglo XX. Se utilizaba en una amplia variedad de aplicaciones y estaba disponible en varios tamaños,
en particular para las pequeñas pilas botón.

Uso medicinal histórico: El cloruro de mercurio (I) (también conocido como calomel o cloruro de mercurio) se ha
utilizado en la medicina tradicional como diurético, desinfectante tópico, y laxante. El cloruro de mercurio
(II) (también conocido como cloruro de mercurio o sublimado corrosivo) en tiempos se utilizó para tratar
la sífilis (junto con otros compuestos de mercurio), aunque es tan tóxico que a veces los síntomas de su toxicidad
se confunden con los de la sífilis que se creía tratar.

Toxicidad y seguridad: El mercurio y la mayoría de sus compuestos son extremadamente tóxicos y deben ser
manejados con cuidado; en los casos de derrames relacionados con el mercurio (por ejemplo, en el caso de rotura
de termómetros o de tubos fluorescentes que contengan el metal o sus vapores), existen procedimientos de
limpieza específicos para evitar la exposición y evitar su dispersión.

Exposición laboral: Debido a los efectos sobre la salud de la exposición al mercurio, sus usos industriales y
comerciales son regulados en muchos países. La Organización Mundial de la Salud, la OSHA, y la NIOSH tratan al
mercurio como un riesgo laboral, y se han establecido límites de exposición laboral específicos. Las emisiones y la
eliminación del mercurio ambiental están regulados en los EE. UU. principalmente por la Agencia de Protección
Ambiental.

Daños fetales: Los efectos nocivos del mercurio pueden ser transmitidos de la madre al feto, e incluyen daño
cerebral, retraso mental, falta de coordinación, ceguera, convulsiones e incapacidad para hablar. Los niños
con envenenamiento por mercurio pueden desarrollar problemas en sus sistemas nervioso y digestivo y daños
renales.122

Tratamiento: La investigación sobre el tratamiento de la intoxicación y el envenenamiento por mercurio es


limitada. En la actualidad los fármacos disponibles para tratar la intoxicación mercurial aguda incluyen quelantes
de N-acetil-D, L-penicilamina (PAN), Dimercaprol, ácido 2,3-dimercapto-1-propanosulfónico (DMPS), y ácido
dimercaptosuccínico (DMSA).

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