CADUCIDAD:
El vocablo caducidad tiene su origen etimológico en las locuciones latinas caducus y
cadere, cuyas acepciones son, las de desaparecer, dejar de ser, la de terminar,
extinguirse, acabar la vida.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua le da, atendiendo a su origen
etimológico, el significado de perder su fuerza una ley, un testamento o un contrato, y
el de extinguirse un derecho, una facultad, una instancia o un recurso, entre otras. De
ahí, entonces, que llevado el vocablo a su significado jurídico sea el de un anuncio o
advertencia de una futura e inexorable extinción de los derechos que se da por el
transcurso del tiempo.
El código actual ha modificado dos aspectos en cuanto a este pazo en relación con el código
derogado. En primer lugar, lo ha deducido de dos a un año con lo cual estamos de acuerdo;
pues como lo hizo ver Lannata (p.190), el plazo anterior era demasiado extensa, permitiendo
que se obtuviera la declaración de herederos y la toma de posesión de estos de la gerencia, la
participación de esta, incluso la disposición de la misma a terceros. Pero en, segundo lugar, se
ha modificado el término del plazo, computándose, en el código de 1936, desde el día de la
muerte del causante hasta el día del fallecimiento del testador hasta el día en que quede
protocolizado el testamento. En este aspecto, era más justa la norma derogada, porque no
hacia depender de tercero el cumplimiento del plazo, como ahora.
También caducan totalmente los testamentos especiales. Así, el testamento militar caduca a
los tres meses desde que el testador deje de estar en campaña y llegue a un lugar del territorio
nacional donde sea posible otorgar testamento en las formas ordinarias ( artículo 715); y el
testamento marítimo que caduca a los tres meses de haber desembarcado definitivamente el
testador (artículo 720). (Ferrero A, 2016, p.560)
CADUCIDAD PARCIAL:
Además de la caducidad del heredero o del delegatario, que no afecta totalidad del
testamento, el código plantea dos casos de caducidad parcial, referidos a la preterición de los
herederos forzosos (Ferrero A, 2016, p.560)
Esta referida a la preterición de los herederos forzosos. Viene a ser la omisión por parte del
testador a un heredero forzoso de modo intencional o por ignorancia; configurándose de
manera absoluta o relativa.
PRETERICION
La preterición es la omisión que hace el testador de un heredero forzoso con lo cual lo excluye
tácitamente, tal como se ha analizado en el capítulo de legítima y porción de libre disposición.
En su tratado de derechos se sucesiones, LANATTA (p. 414) explica que “si por caducidad
entendemos la ineficacia del testamento o de algunas de sus disposiciones, por hechos
sobrevivientes a su otorgamiento, tal calificación no es aplicable a la preterición, porque el
testador incurre en ella al otorgar un testamento, solo a la muerte del testador”. Por ello,
concluye (p.414) opinando que, por tal motivo, la pretensión es causal de nulidad y no de
caducidad, fundamentando su posición en fuentes del derecho romano, del derecho español y
del derecho argentino
Preterición absoluta
El art. 806 prescribe que la preterición de uno o más herederos forzosos, invalida la institución
de herederos, en cuanto resulte afectada la legítima que corresponde a los preteridos. Luego
de haber sido pagado esta, la porción disponible, pertenece a quienes hubieran sido instituidos
indebidamente herederos, cuya condición legal es la de legatarios.
En este caso la acción judicial debe ser interpuesta por los herederos forzosos, con vocación
sucesoria.
La solución normativa del articulo 806 no tiene antecedente legislativo nacional, y en estricto
rigor cree que “si se quiso mantener vigente la voluntad de testador aun cuando dicha
voluntad adolezca de ilicitud, no se debió recurrir a la desnaturalización de las cosas y por
extensión incurrir en una contraditio in terminis, pues legado o legatario legal implica eso, un
verdadero contrasentido en los términos, tal y como si se pudieses hablar de una donación
legal y delos donatarios legales” (Olovarría J, 2012, p.262)
Preterición relativa
Referente a esta preterición, tenemos el art. 807 del código civil, que establece que las
disposiciones testamentarias que menoscaban la legítima de los herederos, se reducirán, a
petición de estos, en lo que fueren excesivos.
Luca de Tena (2002) menciona que “el artículo 807 se refiere a todas las disposiciones
testamentarias, mencionadas legalmente o no, cualquiera que fuera su naturaleza, y sin
otras excepciones que las categorizadas como de caducidad o de preterición”.
CADUCIDAD DEL LEGADO
“Reparase en que no se trata de la extinción de un derecho por el transcurso de un
determinado periodo de tiempo, sino de otros supuestos legales que tornan al legado en
inoperante” (Aguilar B, 2009, P.456)
“El código en su art. 772 señala que el derecho al legado se pierde si el legatario muere
antes que el testador, si el legatario se divorcia, o se separa judicialmente del testador
por su culpa, si el testador enajena el bien legado o este perece sin culpa del heredero;
casos que han sido tratados en la parte final del capítulo de los legados.” (Ferrero A,
2016, p.565)