El ex presidente de Asturias opina que “los sindicatos y el PSOE han tenido momentos de mayor tensión que el actual”
Antonio Trevín es el único dirigente socialista que ha perdido unas elecciones
autonómicas en Asturias. El ex presidente del Principado ejerció su cargo de 1993 a 1995, año en el que el Partido Popular encaró su primera y única legislatura a los mandos del gobierno de la región. Tras su derrota en uno de los hasta entonces inexpugnables feudos socialistas, Trevín se ha mantenido dentro de la política activa, desempañando desde 2004 el papel de delegado del Gobierno de España en Asturias. Este avilesino acudió al encuentro organizado por la Casa de Asturias en Alcalá, donde opinó sobre sindicatos, huelga general y lo que él denomina como “un follón” para los populares asturianos.
El 29 de septiembre se celebrará la huelga general convocada por las
agrupaciones sindicales más importantes de España. La determinación de los sindicalistas choca frontalmente con los deseos del ejecutivo nacional, del que Antonio Trevín forma parte. “Las agrupaciones sindicales tienen su autonomía, y nos guste o no, hay que respetar sus decisiones” declara Trevín, que añade que “el Partido Socialista es contrario a la huelga, pero la acepta”. “De cualquier forma, los sindicatos y los partidos de izquierdas deben encontrar fuentes de diálogo, que son lo normal pese a las discrepancias puntuales de esta ocasión” comenta el ex presidente de Asturias, que recuerda “situaciones de mayor tensión que la actual” entre sindicatos y PSOE “en treinta años de democracia”. “La discrepancia respetuosa en este sentido nos hace aprender, y agrupaciones que luchamos por los derechos de los trabajadores como los partidos progresistas y los sindicatos volveremos a entendernos” concluye el delegado del Gobierno de España en Asturias.
Antonio Trevín se ha curtido en todos los estamentos políticos, desde el papel de
concejal y alcalde en Llanes al de máximo mandatario del Principado. Dicha experiencia le convierte en un férreo defensor de la idea de que “un político debe pasar por todos los estamentos de los poderes públicos, empezando por la base”. “En España no están predeterminados los niveles para una formación de la clase política, pero existe una fuerte exigencia para los poderes públicos pese a la falta de ese mecanismo” opina Trevín, que considera que “los ayuntamientos son la mejor escuela, que además representan el ámbito más duro y con el que más se aprende, ya que sientes con más cercanía que a ningún otro nivel los proyectos y los problemas de la ciudadanía”.
Trevín ha sentido en sus carnes dicha experiencia, al igual que el secretario
general del PSM y candidato a encabezar al partido en las elecciones autonómicas de 2011, Tomás Gómez, que tras su paso como concejal y alcalde de Parla ha seguido el camino político ideal que dibuja el asturiano. No es el caso de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que no ha llegado a desempeñar cargos municipales, y que se encuentra en plena cruzada por convertirse en la rival de Esperanza Aguirre en los comicios regionales madrileños del año que viene. “No me gustaría que un socialista madrileño opinase sobre un proceso de primarias en Asturias, y aunque lo haría con buena voluntad, carecería de la información necesaria” contesta Trevín al ser preguntado por el proceso de primarias del PSM, que sigue “con atención”.
El delegado del Gobierno de España en Asturias conoce minuciosamente los
entresijos de la política asturiana, tras más de treinta años alineado en las filas del PSOE. Uno de los escándalos más recordados de la política de la región, el del petromocho, le aupó tras la dimisión de Rodríguez-Vigil para encabezar a los socialistas asturianos durante seis años, dos como presidente de Asturias y los otros cuatro en la oposición. Dicho papel lo asume actualmente la agrupación popular asturiana, sobre la que han corrido ríos de tinta por el hipotético retorno de Francisco Álvarez Cascos a la política regional, posibilidad que recientemente desechó el partido, pero que no ha pasado inadvertida. “Nadie sabe como va a concluir el ‘follón’ interno del PP asturiano” declara el ex presidente del Principado, que reclama a los populares que “no repitan viejos esquemas”. “La ruptura que sufrió el único gobierno conservador en Asturias fue increíble, y Álvarez Cascos fue uno de los protagonistas de todo aquello. Por los asturianos, espero que no se repita un espectáculo como aquel” concluye Antonio Trevín, que opina que “la excelente gestión del actual gobierno progresista asturiano” servirá para revalidar la victoria socialista en las elecciones regionales de 2011.