Son una obligación bilateral, en la que una de las partes es la Administración Pública
con las prerrogativas inherentes a su condición jurídica, y la otra parte, en particular
o una entidad pública, destinada a realizar determinados fines, entre ellos; el
funcionamiento de los servicios públicos.
PERSPECTIVA JURÍDICA
Al estilo del Dr. Bacacorzo, podemos decir que el Estado es el mayor y más
importante cliente en cada país, por lo que la contratación administrativa ha crecido
sorprendentemente y cada dúa adquiere más bienes y extiende sus servicios para
satisfacer las necesidades de la población, que aumenta y aspira a un bienestar
acorde con la superación del ser humano.
d) La Teoría del Servicio Público: Sustentada por León Duguit, sostiene que lo
que importa es el fin y que, por consiguiente, si el contrato tiene como fin un servicio
público o contribuye a un servicio público, pues allí hay contratación administrativa
f) La Teoría de fin de utilidad pública: Coincide en algo con la teoría del servicio
público, pero la descarta. Por ejemplo, Carlos Ferrari, manifiesta que lo
determinante en un contrato administrativo es una prestación de utilidad pública, sin
perjuicio de otros elementos que lo integran, como la intervención de un sujeto de
derecho público y la posibilidad de que la administración pueda variar
unilateralmente el convenio.