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1"SANCHEZ, JORGE OMAR·C/MACENA DORA S.

Y OTROS/COBRO SUMARIO DE
DINERO" 2004
¿Es justa la sentencia apelada?
EL JUEZ POSCA, dijo:
Primera Instancia: hacer lugar a la demanda planteada por Jorge Omar Sánchez,
condenando a Dora Susana Macena a abonar la suma de $2.400, en concepto de
comisión, lo que representa el 3% del monto de la operación; estableciendo intereses
para el caso de incumplimiento, momento en el que el demandado incurriría en mora.
La demandada apela la sentencia recurrida, recurso éste que es concedido.
Se agravia de la falta de fundamentación del fallo recurrido, de la violación al principio
de congruencia del C.P.C.C. y la errónea aplicación de la ley según las cuales debe
resolverse el tema. Con relación a la violación al principio de congruencia, manifiesta
que al reducir al 3% la comisión, el Juzgador se aparta de lo convenido por las partes.
Finaliza agraviándose en cuanto a que los intereses solamente correrán en caso de
incumplimiento del decisorio, la norma contenida en el art. 509 del Código Civil
determina que la mora se produce en forma automática.
La ley declara: "El corredor tiene derecho a cobrar remuneración por negocios en los
que intervenga, conforme a los aranceles aplicables en la jurisdicción; a falta de ellos,
de acuerdo de partes o de uso, se le determinará judicialmente; salvo pacto contrario,
desde que las partes concluyan el negocio”, por lo que la ley vigente amplió el
concepto de la comisión del corredor y da lugar a la aplicación de las leyes de cada
provincia y a exigirla judicialmente cuando así corresponda. El corredor tiene derecho
a su comisión tan pronto se celebra el contrato con su mediación, cualquiera sea el
resultado posterior del negocio y salvo convención en contrario. Es decir que el derecho
subsiste, aunque las partes, no cumplan o dejen sin efecto lo pactado. Con la
autorización de venta, la carta documento a través de la cual se intima al demandado
a concurrir a la escribanía a firmar el respectivo boleto de compra venta, el recibo de
devolución de seña y el pedido de estados de deudas, queda probado que la actora
ha desarrollado una actividad útil en su carácter de corredor profesional.
El corredor encontró un interesado para la realización del negocio propuesto por la
accionada y ésta, debidamente citada para la firma del boleto, no concurrió y en
consecuencia apareció como responsable de la falta de concreción del negocio
siendo responsable del pago de la comisión que le corresponde al intermediario.
En caso de venta de inmuebles (supuesto de autos), el arancel al que deben ajustarse
los corredores queda establecido en un porcentaje "el 1,5% al 3% a cargo de cada
parte". Con la pretensión traída, el actor estaría excediendo todas esas normas
imperativas, y en especial aquella relativa al máximo de porcentaje legal de comisión
que puede cobrar a cada parte. Es evidente que los mencionados preceptos de la ley
10.973 se encuentran fundados en el orden público y la invalidez de los convenios
que los desconocen -de causa ilícita por objeto prohibido - configuran actos nulos.
Sentado el límite máximo de comisión que puede cobrar el martillero a las partes, siendo
este del 3%, se impone tratar si este monto es a solidario entre las partes.
Los honorarios adeudados al corredor por cada una de las partes no lo son en forma
solidaria toda vez que no se dan la totalidad de los extremos legales dispuestos por el
Código Civil, no ha sido expresamente establecido por voluntad de las partes ni tampoco
por la ley que una sola parte se haga cargo de los mismos, en consecuencia el derecho
de los intermediarios se circunscribe al reclamo que puede realizarse a cada uno de los
contrayentes y por el porcentaje máximo autorizado.
Teniendo en cuenta la labor desarrollada por el profesional interviniente, no se puede
condenar a la demandada al pago de ambas comisiones, siendo, además, superior al
3%, como si la labor se hubiera desarrollado en plenitud, habiéndose efectuado la
operación.
La Juez de Grado no ha violado el principio de congruencia, en el caso que nos ocupa,
la comisión a cobrar a cada una de las partes no puede superar el 3%, no siendo la
misma solidaria con la correspondiente a la otra parte.
En cuanto a lo planteado respecto a que los intereses correrían en caso de
incumplimiento del decisorio de autos, considero que le asiste razón al recurrente toda
vez que la mora se produjo al quedar notificado de la presente demanda.
RESUELVE: REVOCAR PARCIALMENTE el decisorio apelado, en cuanto a la fecha
de la mora, CONFIRMANDOSE todo en cuanto demás decide.
2 “FEDERACION PATRONAL SEGUROS S.A C/ CENCOSUD S.A”
(Se falla a favor de Cencosud)
HECHOS: Federación Patronal interpone demanda a Cencosud en base al siniestro que
se había producido en su playa de estacionamiento (robo de un vehículo asegurado –
que ya había sido abonado por la aseguradora al asegurado)
1° instancia: hacen lugar a la demanda y condenan a Cencosud a pagar el monto de la
condena con intereses y costas. “La magistrada tuvo por acreditado el vinculo
contractual entre la aseguradora y el asegurado y sostuvo que la gratuidad del servicio
no puede invocarse como argumento para afirmar la inexistencia de la on de la ddda de
custodiar el vehículo”. Ambas apelan, pero Federación se retracta. Cencosud se
agravia de que se tuviera por acreditada la producción del siniestro en su playa de
estacionamiento únicamente por la pba testimonial.
2° instancia: revocan la sentencia apelada.
¿Cómo falló la Cámara?
Los camaristas no comparten la decisión de primera instancia, por cuanto no ha sido
fundada razonablemente la concurrencia del asegurado (Porcel, dueño del vehículo) a
la playa de estacionamiento. Establecen que la declaración policial que realizó es
suficiente para que la aseguradora lo indemnizara por el siniestro, pero no lo es para
comprobar la responsabilidad patrimonial de la empresa, porque no aparece
corroborada por ningún elemento idóneo que se haya incorporado a la causa.
Federación Patronal debió haber presentado otros medios de prueba.
3 “Siderfer srl c/ Villalba Gilda Ester y otros s/ cobro sumario de pesos”
FALLO DE POSCA 2006
HECHOS: En este caso, se produjo una cesión de derechos entre VILLALBA Y SU
CONYUGE (CEDENTE) y SIDERFER (CESIONARIO), el DEUDOR CEDIDO ERA
TELECENTRO S.A. Se produjo la notificación fehacientemente al deudor cedido, por lo
que Siderfer reclama el cobro de la suma de dinero adeudada, es decir, interpone
demanda tanto a Villalba como a Telecentro. Telecentro alega haber pagado dicha suma
a Villalba, y desconoce totalmente ese contrato que se había celebrado entre el cedente
y el cesionario.
1era INSTANCIA: Rechaza la demanda respecto de los codemandados Villalba e Ipar
y admite la demanda interpuesta por Siderfer contra Telecentro, condenándola a pagar
la suma de dinero adeudada. PORQUE ENTENDIO QUE EL DEUDOR CEDIDO
ESTABA FEHACIENTEMENTE NOTIFICADO DE LA CESION. Desestimó, por su
parte, la excepción de falta de legitimación activa opuesta por Telecentro S.A. (hacia
Siderfer, porque no lo reconocía como nuevo titular del crédito. Las partes apelan.
Telecentro afirma que hubo un error material en la denuncia de su domicilio y que por
ende, nunca había sido notificado de la cesion de derechos.
2da INSTANCIA: Confirman la sentencia anterior
¿Cómo resolvió la Cámara? Teniendo en cuenta que por más que se haya incurrido
en un error material respecto al domicilio del deudor cedido, en verdad se pudo
comprobar que la carta documento que comunica la cesión fue entregada a “Barrios”,
un empleado de seguridad de la empresa demandada. Si bien ha negado su recepción,
por oficios al Correo se pudo comprobar que dicha carta fue recibida y firmada por dicho
personal, y que también ese día había recibido otras cartas documento. Dice el Dr.
Posca que la notificación al deudor cedido no requiere de ninguna formalidad, porque
la ley no establece ninguna prescripción respecto de las solemnidades que debe tener
dicha notificación. Entonces, se llega a la conclusión de que la notificación ha cumplido
su objeto al asegurar la debida publicidad respecto del deudor cedido y los terceros. La
escritura que se adjuntó al expte tiene plena eficacia por ende no puede desconocerse
dicha cesión como pretendía la demandada. Por estos argumentos en torno a la
notificación, se confirma la sentencia anterior.
CEDENTE: Villalba y cónyuge CESIONARIO: SIDERFER
DEUDOR CEDIDO Telecentro
4 “FRAGUAS FERRIOL, MARTIN JULIAN Y OTROS C/ RODAL GONZALEZ,
CARMEN S/ CONSIGNACION MUEBLES Y LLAVES” (2006)
HECHOS: Los actores inician trámite judicial de consignación de llaves, con la finalidad
de rescindir el contrato de locación que había suscripto con la demandada, por el estado
en que se hallaba el inmueble.
1ERA INSTANCIA: Hace lugar a la demanda y declaró valida la consignación de llaves y
la sentencia tiene fuerza extintiva al restituir el bien locado. La demandada apela la
sentencia alegando que hay una aplicación improcedente del art. 8vo de la ley de
locaciones urbanas y que a su entender no está cumplido el plazo previsto para
consignar las llaves del inmueble; y que éste articulo deroga el art 1611 del C. Civil, que
dispone la consignación judicial y la cesación de responsabilidad del locatario por el bien,
cuando esto ocurra.
2DA INSTANCIA: Confirma la sentencia anterior.
¿Cómo resolvió la Cámara?
En cuanto a la negativa del locador en recibir la cosa, entendió que la voluntad de
rescindir el contrato por parte de los actores es a partir del “31/1”, fecha en la que ya se
cumplen los seis meses que estipula el texto legal y que también se ajusta a la obligación
de informar con 60 días de anticipación dicha extinción del contrato. La demandada fue
renuente en cuanto a la devolución del bien locado, se negó, a partir de aquí los actores
están legitimados para iniciar por vía judicial un trámite de consignación, por el cual las
llaves quedan a disposición del juzgado.
En cuanto a la resolución anticipada, teniendo en cuenta el art 8 de la ley 23091, decimos
que están legitimados para rescindir el contrato a los seis meses de haberlo celebrado y
que la liberación de las ones del locatario (derivadas de la consignación de las llaves) se
produce al tomar conocimiento el locador de ese depósito, o sea, al notificarse de la
demanda. También el Dr. Posca entiende que la demandada tuvo su dcho de impugnar
el depósito al contestar demanda, pero su silencio otorgó el consentimiento de dicha
consignación, o sea que el art 1611 es de amplia aplicación al caso en concreto.

5 “RIVERA DE VIGNATI, MARIA F.M, SUC” FALLO PLENARIO CABA.


HECHOS: En el presente fallo se trata de analizar si la escritura pública es la única
forma idónea con que se cuenta para instrumentar una cesión de derechos hereditarios,
o basta con un escrito presentado en el tramite sucesorio.
CRITERIO DE MAYORIA:
Si, La escritura pública es la única forma idónea para instrumentar la cesión de derechos
hereditarios. Los camaristas se basaron en el art 1454 del C. Civil, aclarando que, si
bien la cesión de derechos puede hacerse por instrumento público o privado, en verdad,
la cesión de derechos hereditarios solamente puede hacerse bajo instrumento público.
Según hemos visto, Borda considera este requisito formal como “ad probationem” y no
“ad solemnitatem” la mayoría de la Cámara piensa que este tipo de derechos son
considerados dentro de la forma, como ad solemnitatem relativos, por el art 1185, es
decir que solo vale para las partes dicho instrumento privado, pero si quieren hacer valer
los efectos frente a terceros, deben instrumentarlo frente a un oficial público. La mayoría
entiende que, si bien ciertos derechos pueden ser instrumentados presentando un
escrito en el trámite judicial, no es el caso de la cesión de derechos hereditarios.
CRITERIO DE LA MINORÍA:
Entienden que la escritura puede ser sustituida por un acta judicial, labrada en el
expediente o por un escrito presentado en autos y reconocido personalmente por el
firmante o declarado autentico por el juez. Esta manera de proceder responde a la
notoria necesidad de asegurar la fluidez del tráfico en la circulación de bienes. La
disidencia entiende que la escritura pública es parte de un trámite burocrático, sin
beneficio para ninguna de las personas que intervienen, ya que al incluirlo en el
expediente sucesorio también torna cosa juzgada y de notoria publicidad. Además,
entienden que la eliminación de la leyenda “bajo pena de nulidad” del articulo 1184 por
la ley 17711, cabe preguntarse si subiste una nulidad implícita a pesar de la supresión
de esa frase. Por todo esto, entienden que la fluidez del tráfico impone otra solución a
la hora de ceder derechos sucesorios y es la de adjuntarlo al expediente sucesorio.
Finalmente, se entendió de manera plenaria que la escritura pública es la única forma
idónea para instrumentar la cesión de derechos hereditarios.
6 “NOBOA GERARDO c/ BUS BAILABLE – BOISSY SRL Y OTROS” (2009)
se falla a favor del actor
HECHOS: el actor demanda por daños que le habrían sido causados al ser herido con
un arma blanca cuando se encontraba dentro del local “Bus Bailable” de propiedad de
la sociedad demandada.
1ERA INSTANCIA: hacen lugar a la demanda, condenando a la demandada y a la citada
en garantía, porque entendió que pesa para el dueño del local una on de garantía
para todos los que concurren al mismo y que por las agresiones de cualquier que
perciban sus clientes deben extenderse su responsabilidad objetiva y responder
por las mismas.
2DA INSTANCIA: modifican parcialmente desestimando el rubro “daño estético” por
considerarlo que se encuentra incluido en el rubro “daño moral”
¿Cómo resolvió la Cámara?
Se entendió que el actor pudo probar que las lesiones fueron provocadas por un tercero
dentro del local bailable de propiedad de la demandada, por lo que corresponde a ésta
responder por ellas, en el marco de la responsabilidad contractual que incumbe al
organizador del espectáculo público o de esparcimiento. En todo contrato de este tipo
se considera implícita una cláusula de incolumidad a favor del espectador. El empresario
debe velar por esta on de seguridad, es una on de resultado razón por la cual a la víctima
le basta probar el daño sufrido y la relación de causalidad, pero no necesita acreditar la
culpa del organizador porque ésta se presume. Se encuadró la relación en una
responsabilidad contractual, la discoteca presta sus “servicios” y toma de los clientes
una ganancia. Estos están en constante relación con un peligro inminente porque la
misma actividad comercial lo genera. Frente a esta responsabilidad objetiva, la
agresión por parte de un tercero no puede ser alegada como eximente de
responsabilidad, pues para que produjera tal efecto debería reunir los requisitos
del caso fortuito: imprevisibilidad, inevitabilidad y extraneidad, los que, no concurren
porque es previsible que en las discotecas se susciten estas disputas entre los mismos
espectadores. Por esto, la Cámara confirma en este aspecto la sentencia anterior, y en
cuanto al daño estético, lo incluyen dentro del daño moral.
7 “BURGOS INES NELLY C/ BARRESSI, SARA S/ REVOCACION DE DONACION”
Se falla a favor de Burgos
HECHOS: La Sra. Burgos dona un inmueble ubicado en Villa Gessell a la Sra. Barressi,
pero luego de varios tratos indebidos para contra la primera, ésta interpone demanda
por revocación de donación, porque se había impedido a la primera el uso y el goce el
inmueble al permitir el ingreso de terceros al mismo. La actora entiende que hubo un
atentado contra sus bienes y una injuria en los términos del art 1858.2 del Cgo Civil.
1ERA INSTANCIA: Rechazan la demanda de revocación pero hace lugar parcialmente
a la indemnización por ds y ps. Ambas partes apelan.
2DA INSTANCIA: Se revoca el fallo anterior, se hace lugar parcialmente a la demanda
de revocación de la donación más el reclamo indemnizatorio, por considerar que la
demandada actuó con injurias graves para con la donante, con un proceder mendaz,
malicioso y de permanente ataque a los bienes de la suscripta. Por otra parte, hacen
lugar a la demanda por la violación a los deberes de mandataria.
¿Cómo resolvió la Cámara?
El Dr. Posca hace un análisis previo del Usufructo y establece que al ser “un dcho real,
temporario y gozar como el mismo propietario, de una cosa cuya propiedad pertenece
a otro, con tal que no se altere su sustancia…” El usufructo no puede ser dividido al
constituirse el dcho exclusivamente en beneficio de la donante, porque, al donar el
inmueble no se suscribieron a ningún cargo ni ningún otro tipo de cláusulas, pero si se
reservaron al dcho de usufructo que recae en beneficio de la donante y el usufructuario
es poseedor legítimo. En la donación con reserva de usufructo, no se transmite el
dominio pleno de la cosa donada sino “la nuda propiedad”. El Dr. entiende que no
podemos hablar de una limitación del usufructo porque el inmueble no es pasible de ser
dividido, y tampoco fue lo estipulado en la escritura pública donde consta dicha
donación. Por otra parte, no hay acuerdo escrito sobre la utilización del departamento,
por ende, se debe estar a la naturaleza del usufructo. Analiza la edad de la demandante
y los tratos injuriosos, como prohibirle el acceso durante el mes de febrero, cambiar las
cerraduras del inmueble, etc., y concluye en que rechazar la revocación implicaría la
continuación de los tratos injuriosos y por su corta expectativa de vida, le traería un
perjuicio más que un beneficio) La ley sanciona a los donatarios que no cumplen con el
deber moral de reconocimiento por el beneficio recibido; máxime cuando la
usufructuaria, como tal, afrontó durante todos estos años los impuestos, tasas y
contribuciones de dicho inmueble. La revocación de donación tiene por finalidad
aniquilar retroactivamente la donación, da lugar a una resolución, debiendo el
donatario restituir el objeto donado. La demandada deberá restituir el 50%
indiviso del inmueble. El Dr. Posca también hace lugar al daño moral por haber
acreditado que la demandada actuó con temeridad y malicia cuando era la apoderada
de Burgos. Ella le había extendido ese mandato para que pueda realizar por su cuenta
y a nombre de la misma, trámites ante la Anses y diferentes entidades bancarias. El
magistrado entendió que al no rendir cuentas de las transacciones y trámites que
realizaba, no actuó con la responsabilidad de un buen mandatario.
Por las razones expuestas, revocan el fallo anterior y hacen lugar a la revocación de la
donación por causa de ingratitud, entendiéndose por ésta a los tratos injuriosos,
maliciosos y especulativos de la demandada para con la donante.

8 “TIEBOUT, JUAN CARLOS C/ JIVCOVIC GABRIEL Y OTRO” PLENARIO CABA


HECHOS: “en un contrato de garaje, el garajista-depositario que ha recibido en custodia
un automotor ignorando que era ajeno al usuario-depositante ¿tiene acción por el
depósito contra el propietario no contratante?
¿Cómo se resolvió?
Primero se trató de dilucidar si el contrato de garaje tiene naturaleza de locación de
cosas, de servicios o depósito, porque al no encontrarse tipificado, resulta necesario
establecer qué tipo de contrato es para analizar esta contienda en particular.
La Cámara en pleno, entendió que “sobre la base de considerar que le deber esencial
que asume el garajista es asegurar la custodia o guarda del vehículo durante el tiempo
que éste permanece en el garaje, su conservación y restitución en el estado en que fue
entregado, un prestigioso sector de la doctrina afirmó que el contrato de garaje es una
especie de contrato de depósito” La guarda, la custodia y la intención de las partes de
suscribir el contrato admiten considerar al mismo como un contrato de depósito y
hablamos de uno comercial, por la onerosidad, profesionalidad, habitualidad en la
prestación del servicio por parte del garajista. Se regirá entonces, por las reglas del C.
de Comercio. Se entiende por el art 2197 del C. Civil, que “el depósito no puede ser
hecho sino por el propietario de la cosa, o por otro con su consentimiento expreso
o tácito” por ende, si no hay consentimiento, el contrato es nulo y el dueño no
está obligado por un depósito efectuado sin su consentimiento expreso o tácito.
Para que el propietario quede obligado como depositante, tendría que haber mediado
un mandato.
Sin embargo, la Cámara piensa que las consecuencias del depósito de la cosa ajena
respecto del propietario que no prestó el consentimiento, no es la nulidad sino la
inoponibilidad del contrato.
De lo que se trata es de no ligar al propietario al resultado de un contrato, no
celebrado por él y que no debe impedirle recobrar su cosa. La relación de
depósito se da sólo con el depositante y no puede, como se dijo supra, oponerse
a terceros. Por último, la Cámara entendió que, al tratarse de una responsabilidad
contractual, el dueño del rodado no tiene injerencia en la misma, porque el contrato
quedó suscripto entre el depositante y el depositario, quedando él ajeno a dicha relación.
No ocurriría lo mismo si estamos frente a una responsabilidad extracontractual, que sí
deberá responder por los daños que dicho dependiente ocasione (art 1113 C. Civil)
Finalmente, se llega a la conclusión de que el garajista-depositario no podrá interponer
ninguna acción contra el verdadero titular del rodado, que no contrató con él.

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