Las comunidades urbanas en la medida que constituían centros independientes de comercio

representaban cuerpos extraños cuyo crecimiento ayudaba a la desintegración del orden feudal
sería un error considerarlos como si fueran en esta etapa, microcosmos de capitalismo.

En sus primeras etapas la mayoría de las ciudades estuvieron subordinadas a la autoridad feudal.
Al menos en su primer estadio, estas comunidades urbanas estaban mitad al servicio de la
economía feudal, mitad Vivian de ella como parásitos.

El modo de producción que conservaron en los oficios artesanales urbanos, represento una forma
d producción simple de mercancías de tipo campesino donde los instrumentos empleados eran
propiedad de los artesanos.

Eran necesarios ciertos importantes desarrollos históricos ricos para que se pasara de esta
artesanía libre y d pequeña escala a un modo de producción específicamente capitalista.

El origen d estas comunidades urbanas está lejos de ser claro y ha sido tema de controversias. Los
testimonios son escasos y las condiciones varían grandemente de ciudad en ciudad y de un país a
otro.

En la mayoría de los casos nos encontramos nuevos agrupamientos de la población y nuevos tipos
de asociación que surgen después del siglo IX; otros por su parte sostuvieron que las ciudades de
este periodo tuvieron un origen puramente rural desarrollándose a partir de un aumento en la
densidad de la población; existió continuidad entre comunidad aldeana y comunidad urbana.

La posibilidad de que ciertas ciudades surgieran a causa de la iniciativa de las propias instituciones
feudales, antes que como grupo de mercaderes que constituyeran una comunidad
semindependiente apunta a una distinción que puede resultar importante.

A la verdad el grado en que establecimientos feudales en especial la iglesia se interesaron por el

comercio y organizaron oficios a una escala considerable y debe evitarse el error de concebir la
época feudal como si el comercio hubiera desaparecido por entero y desconociera totalmente el
uso del dinero. Fue natural entonces que el control de ciudades y su fundación se consideran
como una valiosa fuente de renta feudal adicional.

Todavía en el siglo XVIII, Manchester estaba obligado a emplear el molino y el horno de pan de su
señor, pero parece probable que la iniciativa en la lucha por la independencia urbana recayó en
aquellos elementos que estaban menos sujetos a dominación feudal inicialmente ya por que
fueran comerciantes atraídos al lugar desde afuera, ya porque desde el comienzo poseyeran una
condición privilegiada por concesión o cartas especiales.

Esta lucha de las ciudades por su autonomía que abarco los siglos XII y XIV en Inglaterra, en
muchos casos fue violenta y en ciertas ciudades del continente como en Italia cobro la forma de
una prolongada guerra civil. Pero aun en Inglaterra la lucha democrática estuvo lejos de ser
totalmente pacífica.

El hecho de que los propios establecimientos feudales se dedicaran al comercio y a menudo

mantuvieran un mercado local a fin de tener en él una fuente de provisiones baratas constituyo
como es evidente una de las principales razones de que las exigencias de autonomía de los
burgueses fueran resistidas tan fieramente.