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Constitucional a partir del auto de selección y reparto de expedientes de
tutela
Magistrado Ponente:
LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
AUTO
I. ANTECEDENTES
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étnica y cultural, a la igualdad y a la diversidad cultural, por los hechos y
razones que se exponen a continuación:
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6. El 1 de octubre de 2003, habiendo retornado Jaime Chiguasuque al
territorio de la comunidad indígena muisca de Bosa, el cabildo se reunió con
el fin de darle castigo al actor por los hechos por los cuales fue detenido en la
Fiscalía pues consideraron que de este modo contribuían a la recuperación de
sus propias costumbres4. En esta audiencia, luego de escuchar la versión del
actor en lo relativo al hurto del que fue acusado, los alguaciles le comunicaron
al comunero que se le impondría un castigo consistente en “10 años de
trabajo comunitario en la comunidad desarrollando actividades en la
agricultura tanto en el vivero como en la chagra y apoyando trabajos
comunitarios en huertas de otros comuneros si ellos lo necesitan y no podrá
salir del territorio tradicional, y si llegase a incumplir el castigo será
excluido del censo y no podrá gozar de ningún beneficio”5. Esta sanción
comenzó a ser ejecutada de inmediato.
9.1 Que el fuero especial indígena se activa únicamente cuando (i) confluyen
en la misma situación los elementos personal, objetivo y territorial definidos
por la Corte Constitucional para resolver conflictos entre la jurisdicción
indígena y la ordinaria; (ii) existe una autoridad indígena con capacidad de
4 Así lo refiere la comunidad en el Acta 76 del 1 de octubre de 2003. Folio 12 Cuaderno principal de la acción
de tutela
5 Ídem. Folio 13 Cuaderno 1.
6 Folio 3 Cuaderno 1.
7 Folio 58 Cuaderno 1.
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ejercer la jurisdicción de acuerdo con los usos y costumbres de la comunidad,
y (iii) esa autoridad manifiesta su decisión de asumir el conocimiento de los
hechos. De acuerdo con el juez, cuando no concurre alguno de los tres
elementos, debe resolverse la colisión de competencias a favor de la
jurisdicción penal ordinaria, pues es ella la encargada de administrar justicia
en el territorio nacional.
9.2 Que se presentó una omisión en el proceso por cuanto el defensor planteó
durante la etapa de investigación la existencia de “un fuero especial de
juzgamiento para el encartado que al interior del expediente carecía de
elementos de convicción que permitieran desvirtuarlos” 8 pero ni el fiscal ni el
juez estudiaron el asunto. No obstante, “con el fin de encontrarle alguna
solución al caso planteado” y evitar la anulación del mismo por el juez de
tutela o por el juez que dirime el conflicto de competencias, el despacho
concluyó que debía analizar, de fondo, si se configuraban los elementos
requeridos para que el caso fuera tramitado por la jurisdicción especial
indígena.
Así las cosas, el Juez de Ejecución de Penas concluyó que no había razones
suficientes para considerar que el caso debía ser tramitado por la jurisdicción
indígena. Por esto, negó la solicitud de traslado del condenado Jaime
Chiguasuque y su entrega a la comunidad para el cumplimiento de la pena.
Informó adicionalmente que contra esta decisión procedían los recursos de
reposición y apelación.
10. La decisión que negó el traslado del actor a su comunidad quedó en firme
el 21 de junio de 2011, comoquiera que el gobernador Henry Mauricio Neuta
interpuso extemporáneamente los recursos de reposición y apelación9.
8 Folio 65 Cuaderno 1.
9 Folios 103 y ss. Cuaderno 1.
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11. Finalmente, el 10 de agosto de 2011, el gobernador Henry Mauricio Neuta
radicó un escrito ante el Juzgado accionado, solicitando que se trasladara a
Chiguasuque Neuta de su lugar de reclusión al territorio de la comunidad.
Esto, según el gobernador: “para que cumpla bajo la vigilancia de nuestras
propias autoridades, el resto de su sanción, como oportunidad vital para
recuperar y reeducar a un miembro de nuestra comunidad Muisca, en aras de
salvaguardar nuestra permanencia cultural y pervivencia como pueblo”10.
13. La demanda de tutela fue admitida por la Sala Penal del Tribunal Superior
de Cundinamarca el 13 de septiembre de 2011.
14. El gobernador del cabildo indígena muisca de Bosa considera que las
decisiones adoptadas en el proceso penal adelantado contra el comunero
Jaime Chiguasuque Neuta desconocieron el debido proceso por dos razones:
14.1 En primer lugar, porque el indígena fue juzgado y condenado tanto por la
jurisdicción ordinaria como por la jurisdicción indígena, violando así el
principio de non bis in ídem. En efecto, al momento de instaurar la tutela, el
actor había cumplido 6 años de trabajo de los 10 impuestos por la comunidad,
y casi la mitad de la pena de prisión a la que fue condenado penalmente. A
juicio del gobernador, esta situación es responsabilidad de la justicia ordinaria,
toda vez que al momento en que se profirió la sentencia penal ya se había
adoptado la decisión sancionatoria por parte de la comunidad.
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Fusagasugá con sede en Soacha desconocen los derechos de la comunidad
indígena muisca de Bosa del siguiente modo:
12 Fl. 6 Cuaderno 1.
13 Folio 89 Cuaderno 1.
14 Folio 91 Cuaderno 1.
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18. En sentencia del 21 de septiembre de 2011, la Sala Penal del Tribunal
Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca negó por improcedente el
amparo, aduciendo que el accionante contaba con unos mecanismos de
defensa judicial que dejó de usar oportunamente, y con otros que aún pueden
promoverse. Así, le reprochó al actor que dejara de interponer en la
oportunidad y forma debidas los recursos de reposición y apelación que cabían
contra las decisiones adoptadas por el Juez de Ejecución de Penas y Medidas
de Seguridad el 31 de mayo y 17 de agosto respecto del actor. Además,
recordó que el gobernador podía dirigirse a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria
del Consejo Superior de la Judicatura para que resolviera su pretensión de que
se compulsaran copias para investigar y sancionar a los funcionarios judiciales
que negaron la resolución del presente caso mediante la jurisdicción especial
indígena15.
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contra el accionante, e información sobre si se encontraba cumpliendo la pena
privativa de la libertad. También ofició a la Dirección de Asuntos Indígenas,
Minorías y Rom del Ministerio del Interior para que informara si la
Comunidad Indígena Muisca de Bosa había sido reconocida y aparecía
registrada en esa dependencia; e instó al Instituto Distrital de Participación y
Acción Comunal – IDPAC para que informara si las autoridades tradicionales
del Cabildo Indígena Muisca de Bosa aparecían registradas en esa
dependencia.
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1. La integración del contradictorio posee gran importancia en el proceso de
tutela pues, tal como lo ha reiterado la Corte, aunque se rija por el principio
de informalidad, el trámite de esta acción no puede implicar el
desconocimiento del debido proceso a que tienen derecho las personas que
puedan verse afectadas con la decisión21. Por esto, es preciso que la parte
demandada esté conformadas en debida forma, lo que depende de que se
notifique la demanda a todos los que tienen interés legítimo en ella. Con el
acto procesal de conformación del litisconsorcio necesario se garantiza, de
una parte, la protección de los derechos de defensa y contradicción de la
persona o personas accionadas; y, de otra parte, que la providencia judicial
tiene mayores posibilidades materiales de superar efectivamente la superación
de la conducta u omisión generadora de la violación de los derechos
fundamentales22.
2. Para lograr ambos fines, la Corte ha hecho énfasis en que es deber de quien
instaura la tutela determinar con claridad la autoridad pública o el particular
que lesiona o pone en peligro los derechos que invoca. Pero cuando ello no
ocurre, en virtud del principio de oficiosidad, le corresponde al juez
constitucional integrar el contradictorio valiéndose de los elementos de juicio
que obren en la demanda de tutela23.
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conducta imputada, o no se vincula a la totalidad de los sujetos
procesales. Tal circunstancia se presenta, generalmente, porque
el particular no conoce, ni puede exigírsele conocer, la
complicada y variable estructura del Estado 24, ni de ciertas
organizaciones privadas encargadas de la prestación de un
servicio público. Pero el juez, que cuenta con la preparación y
las herramientas jurídicas para suplir tal deficiencia, está en la
obligación de conformar el legítimo contradictorio, no solo en
virtud del principio de informalidad, sino también, atendiendo
el principio de oficiosidad que orienta los procedimientos de
tutela.”
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acudiendo a dos fórmulas: i) declarar la nulidad de lo actuado desde el
momento en que se presentó la causal y ordenar la devolución del expediente
al despacho judicial de primera instancia para que subsanada la irregularidad,
se surtan de nuevo las actuaciones pertinentes, o ii) proceder en revisión a
integrar directamente el contradictorio con la parte o con el tercero que tenga
interés legítimo en el asunto.
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irregularidad no puede obstaculizar de forma definitiva que se finalice con una
decisión de fondo sobre el asunto puesto que, a diferencia de la regulación
civil, el aludido vicio puede sanearse, ya sea porque el juez de primera
instancia se vea obligado a reiniciar el trámite judicial o porque las fallas en la
conformación del contradictorio se resuelvan en sede de revisión.
7. De este modo, es posible concluir que las dos vías que hasta ahora ha
empleado esta Corte cuando está frente a un caso en el que no se ha integrado
el contradictorio en debida forma, constituyen una solución procedimental
que se caracteriza por (i) ajustarse a las particularidades de cada caso, pues
para tomar una u otra opción debe hacerse una consideración previa en torno
a las condiciones específicas de los accionantes; (ii) garantizar de forma
suficiente el debido proceso de la parte demandada, sin sacrificar el deber de
proteger de forma oportuna y efectiva los derechos fundamentales de la
persona que instaura la acción de tutela; y (iii) en todo caso, asegurar que la
solución adoptada no derive en un fallo que formal o materialmente se inhiba
de resolver los problemas jurídicos que plantea la acción de tutela.
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de fallo ya contiene un pronunciamiento sobre las “pretensiones de la
demanda”29, esto es, en el marco de la acción de tutela, un veredicto en
relación con la vulneración de los derechos fundamentales alegados.
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particularidades del caso; y, en todo caso, debe ser un mecanismo que asegure
que la Sala no tendrá que adoptar un fallo inhibitorio.
12. Una opción podría consistir en fallar, tal y como están conformadas las
partes en el proceso, los problemas jurídicos que los magistrados disidentes
consideran que encierra la tutela promovida por el actor. Esto es, la violación
del non bis in ídem y el cumplimiento de una sola pena. Pero ello significaría
desconocer frontalmente el derecho al debido proceso que tienen las personas
que deberían conformar la parte demandada. En este caso, despachos
judiciales como el del juez penal que condenó al accionante; su autonomía
para proferir sentencias, y el carácter excepcional de la acción de tutela contra
providencias judiciales que han hecho tránsito a cosa juzgada. Se generaría así
una violación flagrante de derechos fundamentales que en ningún caso puede
admitir la Corte, toda vez que su función es justamente velar por la
salvaguarda de esos derechos previstos en la Constitución. Por lo tanto, no
puede considerarse una elección válida.
31 Este tiempo se estima contabilizando el trámite de la tutela en primera instancia (10 días, según el art. 29
del Dec. 2591 de 1991), en segunda instancia (20 días luego de la recepción del expediente, según el art. 32
del Dec. 2591/91) y en revisión (3 meses, según el art. 33 del Dec. 2591/91), sin contar los tiempos de envío
de los expedientes.
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Segundo, se trata de una posición que deja de lado el hecho de que por lo
menos hasta el momento en que se radicó proyecto de fallo por parte del
magistrado sustanciador en sede de revisión, nadie propuso la nulidad del
proceso por dejarse de practicar en legal forma la notificación a determinadas
personas, a quienes debió llamarse en virtud de la figura del litisconsorcio
necesario. En este orden de ideas, los derechos de terceros que pretende
proteger la causal de nulidad no podrían aducirse como un impedimento para
que la misma corporación que incurrió en el error de no vincular a las
personas correspondientes, o que contribuyó con su omisión a perpetuar el
error iniciado por el juez de primera instancia, corrija la irregularidad
violatoria del debido proceso, si con ello habilita, simultáneamente, la
posibilidad de decidir sobre la garantía de los derechos fundamentales de
quien promovió la acción de tutela y cuyo caso fue seleccionado por la Corte
para revisión.
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13. Descartados los anteriores arreglos procesales, la Sala considera que lo
más adecuado es declarar únicamente la nulidad de la actuación surtida ante la
Corte Constitucional, de modo que se vuelva a contar el término que tiene la
corporación para decidir el caso en sede de revisión, previa vinculación de
todas las personas involucradas en la posible vulneración o amenaza de los
derechos invocados por el accionante. Esto, debido a la situación excepcional
en la que (i) se derrotó el proyecto de fallo presentado en el caso bajo examen
porque dejó de notificar de la demanda de tutela a las personas involucradas
en la posible vulneración de los derechos fundamentales; (ii) la demanda de
tutela fue promovida por un sujeto de especial protección constitucional, y de
todos modos (iii) quienes dejaron de hacerse parte en el trámite de tutela no
alegaron oportunamente la nulidad del proceso.
Este procedimiento no presenta los inconvenientes que tienen las otras dos
alternativas estudiadas (ver supra 12). Reconoce además que aunque la
presentación de la ponencia cierra la etapa probatoria y de contradicción
contemplada para el trámite de revisión, en estricto sentido, su derrota implica
que no se ha adoptado aún la decisión definitiva sobre el caso puesto bajo
examen de la Corte, de modo que no se ha configurado aún un
pronunciamiento inmodificable en tanto que ha hecho tránsito a cosa juzgada
constitucional32. Si esto es así, excepcionalmente debido a las condiciones
previstas en el párrafo anterior, es posible adoptar medidas que permitan
resolver las posibles violaciones al debido proceso antes de que se adopte un
fallo definitivo e intangible.
32 En la sentencia SU-1219 de 2001 se definió así la cosa juzgada constitucional: “(…) la decisión de la
Corte Constitucional consistente en no seleccionar para revisión una sentencia de tutela tiene como efecto
principal la ejecutoria formal y material de esta sentencia, con lo que opera el fenómeno de la cosa juzgada
constitucional. Salvo la eventualidad de la anulación de dicha sentencia por parte de la misma Corte
Constitucional de conformidad con la ley, la decisión de excluir la sentencia de tutela de la revisión se
traduce en el establecimiento de una cosa juzgada inmutable y definitiva. De esta forma se resguarda el
principio de la seguridad jurídica y se manifiesta el carácter de la Corte Constitucional como órgano de
cierre del sistema jurídico.”
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En esta dirección, la nulidad parcial del trámite de tutela asegura que, ya que
la Corte ha seleccionado el caso para su revisión, ésta pueda pronunciarse
válidamente de fondo sobre el asunto, sin que la ausencia de litisconscorcio
necesario conlleve a la adopción de un fallo inhibitorio. O, incluso, a una
providencia que si bien se pronuncia formalmente sobre los hechos sometidos
a su examen, materialmente se convierte en una providencia inhibitoria, al
menos de forma parcial, pues la ausencia de vinculación de autoridades en la
parte pasiva de la acción le impide pronunciarse sobre determinados puntos
de derecho ineludibles a la hora de salvaguardar y determinar el alcance de las
garantías previstas en la Constitución.
IV. DECISIÓN
RESUELVE:
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Primero.- Declarar la nulidad de todas las actuaciones surtidas en el presente
proceso de tutela a partir del auto de selección y reparto de los expedientes de
tutela cuyos fallos pasan a revisión de la Corte Constitucional, proferido por la
Sala de Selección Número Doce de la Corte Constitucional, el 14 de
diciembre de 2011.
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SecretariaSALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
ALEXEI JULIO ESTRADA
AL AUTO 017A/13
Magistrado Ponente:
LUIS ERNESTO VARGAS SILVA
Fecha ut supra.
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