UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE TLAXCALA

Facultad de Trabajo Social Sociología y Psicología

Diplomado en Psicoterapia – Modulo de Tanatología
Diego Amador Mora Rivera

TANATOLOGÍA

El ser humano, al igual que otras especies; se caracteriza por ser un ente
social, es decir tiene la habilidad de poder interactuar con su medio y quienes lo
rodean, además de ser una necesidad pues esto mismo le brinda herramientas para
un mejor desarrollo. El hombre al interactuar con sus semejantes, crea constructos
e ideales que participan en sus creencias y hábitos, al mismo tiempo que genera
lazos afectivos, todo esto influye en la percepción de la muerte.

Si bien, desde tiempos remotos la muerte y la vida ha sido tema de estudio

de diversos enfoques como la medicina, la filosofía, la psicología, etc. No se ha
tenido un concepto que permita entender por completo lo que es. Es de esta manera
que nace la Tanatología, por si misma se podría decir que es el estudio de los
procesos relacionados con las reacciones ante la muerte, tanto del que está
muriendo, como de los que lo acompañan y asisten el proceso.

La Tanatología tiene como bases la medicina, enfermería, asistencia social,

creencias, tradiciones, ética, religiones, etc. Pues de esta manera está concebido
al hombre, es visto de manera holista, es decir como parte de un todo que lo
conforma y tiene necesidades específicas.

Un punto importante es el momento de acción de la tanatología, puesto que

es de gran vitalidad una certera intervención, de esta manera se garantiza y brinda
mejor calidad de apoyo, esto gira alrededor del enfermo terminal, y se guiara en
base a observaciones y descripciones del mismo. De esta misma forma el
profesional de la tanatología podrá determinar a la familia y quien le rodea al
enfermo.

El concepto y percepción de muerte repercuten de manera directa en el

proceso tanatológico, como mencionaba con anterioridad, las creencias y rituales
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determinan lo que continuara. Los tipos de muerte juegan un papel importante, pues
si es de manera esperada simboliza un esquema completamente distinto, desde el
tiempo, el tipo de proceso, etc. Sin embargo, si la muerte se presenta de manera
inesperada conlleva un proceso diferente.

La muerte inesperada implica que ésta se produce de un modo prematuro o

inesperado, y los que presentan el duelo sufren un gran shock. Este tipo de muerte
suele referirse a: la muerte de una persona joven, la muerte repentina, o la muerte
catastrófica, relacionada con la violencia o los accidentes, y situaciones
incomprensibles.

Dentro de las reacciones ante la muerte o duelo, suele ser un proceso largo
y doloroso para los familiares y acompañantes de la persona fallecida, esta se
caracteriza por una serie de pasos que la Doctora Elisabeth Kübler-Ross describe,
sin embargo no es necesario que se presenten en un orden específico:

En primera instancia se presenta la etapa de negación, esta consiste en el

rechazo consciente o inconsciente de la idea de perdida ante la situación, el fin es
amortiguar el impacto de la realidad. Es una fase temporal que paraliza las
respuestas ante lo sucedido.

La segunda etapa es la ira, es importante resaltar que esto no significa que

dicha sensación permanezca en un solo instante y no se presente más adelante,
sino que se resalta por una intensidad significativa y es dirigida a la persona
fallecida, familia, amigos, a nuestra misma persona e incluso a personas extrañas.
Se mantiene un resentimiento de enojo a la quien fallece, tomando esto como un
abandono. Es necesaria esta etapa, así como la expresión de las sensaciones que
se presentan.

La tercera etapa es la negociación, pues como el nombre lo menciona, en

dicha etapa se busca negociar el dolor de la perdida por algo significativo, como un
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mejor estilo de vida, un acto de caridad, etc. Esta etapa puede presentarse antes
de la perdida, como con un paciente en etapa terminal. Es un deseo intenso de
evitar el fallecimiento, se pasa parte del tiempo en ideas de retrasar el tiempo, es
un vistazo hacia atrás en forma de preguntas, como el ¿Qué hubiera pasado si…?

La cuarta etapa es la depresión, en esta etapa el doliente comienza a

comprender con más certeza la ausencia y pérdida; se caracteriza por tristeza,
miedo e incertidumbre ante un futuro. Durante esta fase es notable una sensación
de vacío y dolor profundo, es visible una impaciencia ante el sufrimiento, así como
agotamiento físico y mental. El aislamiento es común, al evitar algún contacto con
familiares o amigos. Es importante resaltar que no se trata de un trastorno, sino
como respuesta ante una situación significativa y traumante.

La quinta etapa es la aceptación, el doliente llega a un acuerdo ante la

pérdida, no como algo benéfico sino como una respuesta natural de la vida, es
común que en esta fase se realice una reflexión sobre el propio sentido de vida. Es
estar consciente de la ausencia física de la persona fallecida y como se vivirá la vida
a partir de eso. Las interacciones sociales comienzan a notarse exponencialmente,
ayudando refuerzos emocionales.

Es importante reconocer que la tanatología no se limita al manejo de la

perdida con los familiares y allegados, sino que brinda atención a los pacientes con
procesos degenerativos o terminales en base a la perdida de la salud, manejo del
color y cuidados paliativos. Un aspecto más que podría resaltar es que existen más
tipos de perdidas, tales como materiales, de la salud, de ideales y derechos
(libertad, paz, amor…) etc.

El enfoque que se maneja tiende a ser humanista, es decir siempre con un

trato de respeto a los pacientes, pues es fundamentado por pioneras de la
tanatología, como la Dra. Elisabeth Kübler-Ross y la Dra. Cicely Saunders, quienes
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establecen principios donde la persona que va a morir puede y deber ser asistida
para aliviar los síntomas y dolores tanto físicos como psíquicos.

Algo que tomar en cuenta dentro de la labor del tanatólogo es que el paciente
tiene derecho a saber su estado y proceso de la enfermedad, los cuidados paliativos
y el objetivo del tratamiento. El apoyo a la familia es fundamental durante las fases
y evolución del tratamiento. La tanatología si bien es un aspecto relevante en las
diversas etapas, es enfático resaltar el apoyo y trabajo multidisciplinario, pues es
necesario para una mejor evolución.

Algunas de las áreas que son importantes en la intervención tanatológica son

el área médica, pues esta brinda los cuidados principales de salud y los
tratamientos paliativos al paciente para poder permitirle vivir con el mínimo dolor
posible; el área psicología, puesto que como se hace mención anteriormente, las
situaciones emocionales se expresan de manera clara, y no solo con el paciente si
no los que conviven a su alrededor, el trabajo tanatológico no termina con la muerte
de alguien, sino que continúa hasta que el familiar concluye su trabajo de duelo y
llega a la verdadera aceptación de la muerte de su ser querido. Un área legal pude
brindar cierta paz o tranquilidad al paciente al poder realizar sus procesos legales
con antelación.

El trabajo de la psicoterapia en el tema tanatológico es bastante extenso, sin

embargo es necesario tener mucha preparación y dedicación. El campo de acción
es amplio puesto que constantemente se viven situaciones que requieren la
intervención de la tanatología. Dicho tema no solo se limita a lo ya mencionado en
estos textos sino que con ellos sales extensas pautas a discusión como la donación
de órganos, la eutanasia, suicidio, etc.
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Bibliografía
Aries, P. (2011). El hombre ante la muerte. Paris: Taurus.

Elisabeth Kübler-Ross, D. K. (2006). Sobre el duelo y el dolor. Barcelona: Luciérnaga.

Mariño, M. B. (10 de Agosto de 2006). ¿Qué es la tanatología? México , Estado de México, México.

Patricia Beatriz Denis Rodríguez, J. S. (2009). Tanatología: el proceso de morir. La ciencia y el

hombre, 2.