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Carolina Barry

fUÉ.i7£"i ñuTüR'^' EVITA CAPITANA

EL PARTIDO PERONISTA FEMENINO, 1949-1955
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Marcelo Tealcli

hjnríer. Mttiiiielíi y Es/miislno

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íó-ua cainrana: el Partiilo Peronista l-émcninn, 1949-1955
-I" eil.- Caseros: Llniveisiilai.1 Nacional ticTres tie l'ébrern
20119. 5611 p.: 15.v25em.
ISllN 97S-9S7-1172-42-9
I. Mistiiiia Política Arj>entina. 1. Titulo
COO 902

Primera etlición abril de 21)09.

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personal, aunque en definitiva, ei contacto estrecho o contar con ia
confianza de ):. líderera una aspiración propia en sí misma.
En ei FPF no había tendencias, ni grupos ni sectores que se pro
piciaran siquiera como línea interna. Podían existir diferencias que se
generaban por una competencia de mayor acercamiento ala líder yde
obtener sus bendiciones, pero no sereflejaban en la organización. La
abierta contestación aunlíder carismático comporta laexcomunión del
oponente, como señala Panebianco.'"'' En caso de producirse fuentes
de conflicto o algún atisbo de crear una tendencia interna, eran rápi
damente aniquilados porlaUder fundadora como sucedió conalgunas
dirigentes deloscentros cívicos femeninos quequisieron mantener su
control una vez fundado el PPF. El caso más emblemático fue el de
Elisa Duarte de Arrieta, hermana de Eva.
Los lazos delealtad que unían alalíder con las delegadas ysubde
legadas produjeron una relación poh'tica derivada del "estado de gracia"
y formaba parte de la misión que la líder estaba llamada a cumplir,
según la opinión generalizada de sus seguidoras. Como parte del poder
carismatico v teniendo en cuenta las características que Max Weber le
atribuye alcarisma personal, esta organización estaba basada, en parte,
en vínculos personales. EUas también se veían compenetradas por el
espíritu y celo misionero. Se sentían parte más de una misión cuasi
religiosa que de un partido político, simación que era alimentada pol
la presidencia del PPF através del empleo de un vocabulario rayano al
religioso. Las delegadas eran "apóstoles de la doctrina peronLta" que
predicaban la "verdad peronista". Tampoco faltaban en esta misión los
trabajos caritativos, realizados desde las unidades básicas femeninas,
la adoración pública a los b'deres, y la conmemoración de "santos y
mártires" peronistas. Este celo misionero en el que se seiitían imbuidas
las censistas las llevaba a un fuerte desprendimiento personal que im
plicaba no reparar en horarios, llegando atener jornadas extenuantes
de trabajo. Además, eflas tomaban su misión como parte de la misión
salv-adora de la mujer yde los humildes a cjue estaba llamada Erúta.
M que el blanco partidario fueran exclusivamente ellas, pues amediados
Capítulo 5
Las mujeres peronistas
El Partido Peronista Femenino estaba destinado aintegrar en sus
filas, exclusivamente, alas mujeres como entidad propia. Eabe pre
guntarse si buscó incorporar mujeres de un determinadt; sector social
o mujeres trabajadoras quizás con algún tipo de formacii.)n sindical o
mujeres que hubiesen tenido algún tipo de experiencia poh'tica anterior,
por mínima que fuese. En definitiva, ¿mujeres de qué perfil buscó in
tegrar el peronismo en sus filas ysobre la base de qué valores clave las
convocó? ¿Qué valoración social y poh'tica tenía el peronismo sobre
las mujeres en general? Considerando que se trataba de un sector que
había estado excluido de la escena poh'tica, ¿existió un discurso yun
mensaje especial destinado hacia ellas, adiferencia de los hombres? ¿Los
postulados discursivos tuvieron correlación con las acciones poh'ticas
encaradas por el PPF?
Los pocos estudios reahzados hasta el momento señalan que el
PPFintentaba incorporar a mujeres pertenecientes a un determinado
sector social. En esta h'nea, las historiadoras Susana Bianchi yNorma
Sanchís consideran que tenía "como principal función conectarse y
organizar alas mujeres de base", pues "el blanco privilegiado de las ac
ciones partidarias eran las amas de casa, cuyo ámbito de acción hasta el
momento era lo hogareño, [y] que no habían accedido al espacio púbhco
a través de otras actividades".' Si bien es cierto-que numerosas amas
de casa pertenecieron a ese partido resultaría insuficiente considerar
de siglo todas las mujeres respondían de una u otra manera a esta ca-
tegorización. En un trabajo posterior, Bianchi señala que no se apelaba
atodas las mujeres sino sólo a"las mujeres peronistas definidas como
' Binnrhi .SíinrKíc 1QRÍÍ 7f>_7Q

la mujer auténüca que vive en el pueblo".' Por su parte, Julia Guivant
enfatiza que el PPF era el canal adecuado para que las mujeres obreras
ode los sectores subalternos pudieran entrar en el mundo público sin
perder su "esencia".'' En cambio, Marysa Navarro sostiene que Evita
legitimó el compromiso político para las mujeres aunque en parücular
las de clase obrera ylas de clase media.''
Las directivas partidarias no hacían referencia aqué sectores había
que censar oafiüar, simplemente hablaban de mujeres. En un primer
momento, lo que se buscó fue censar alas peronistas, "cuantas somos
ydónde estamos",^ para tener una idea de la cantidad de mujeres pe
ronistas existentes, pues no había datos que lo determinasen. Pero, a
medida que transcurrieron los meses, se inició una campaña proselitista
tendiente no sólo a saber cuántas peronistas había sino aafiliar ala
mayor cantidad de mujeres posible. Luego de la primera oleada masiva
de afiliaciones, asiete meses de cteado el PPF, se envió una directiva
atodas las subdelegadas alertándolas del decaimiento en la cantidad
de inscriptas yexhortándolas a"intensificar las tareas de afiliación de
manera que podamos contar con cifras más satisfactorias'A mediados
de 1951, una directiva de la Sede Central del Movimiento Peronista
Femenino de Santa Fe pedía que se aumentaran "aún más yen la medida
de los mayores esfuerzos... la afiliación, incorporando en las filas del
Partido anuevas simpatizantes". La meta era afiliar del 60 al 70% de
las empadronadas en cada sector.' De acuerdo con el censo de 1947,
podemos observar que el 60 o70 %de la población femenina abarcaba
aun más que alos sectores obreros osubalternos. Estamos hablando
de un total aproximado de dos millones novecientas mil mujeres. Si,
bien no contamos con datos precisos sobre el número de afiliadas que ,^
Uegó atener el PPF, aescasos dos años de su creación el 63% de las.
mujeres inscriptas en el padrón electoral votó por el peromsmo.® Si nos_
- Bianchi, 2000,771.
Guivant, 1985, 27.
Navarro, 2002, 353.
' PPF, Presidencia, Circular N° 2, noviembre de 1949, en Archivo NL.
PPF, Sede Central, Secretaría .¡unta Meuopoütana, Buenos Aires, 29 de mayo de
1950, enArchivo NL. oa j
•PPF, Sede Central Santa Fe, "Comunicado alas subdelegadas censistas ,28 de
junio de 1951, en Archivo AM.
«No existen datos concretos sobre la cantidad de afihadas que
éste no se expidió al respecto, salvo datos aislados de algunas unidades basicas
11421
ajustamos a lo que señalaba ladirectiva de Santa Fe, podemos inferir
í que se Uegó a cumpUr con la meta dispuesta, aunque es improbable
que sólo las afiUadas hayan votado porelperonismo.
Ahora bien, cabe preguntarse sisolo había que afiüar alas peronis
tas, a las mujeres de sectores obreros o a las amas de casa. Alparecer,
no indicaeso la directiva N° 4 del PPF santafecino al señalarque había
que "intensificar la afiüación de todas las mujeres, sea cual sea la activi
dad de trabajo a que estén dedicadas... Uevarlas ala compresión dela
hora augural del Peronismo, enque la mujer ha adquirido los derechos
y tiene los deberes cívicos a los que no es Ucito negarse a cumplir:
advertir a las mujeres que en nuestra causa hay siempre lugar para
una combatiente más y nos complacemos en contarlas entre nosotras
desde elmomento yenlas circunstancias enque quieran colaborar, sin
prevenciones de ninguna clase, pues, en la unión, en la soüdaridad yen
elamor de todas finca lafuerza que hará efectivas todas las conquistas
para nuestro porvenir, el porvenir de nuestros hogares yel porvenir de
las generaciones que tienen en la mujer su origen sagrado".' Es decir,
laconvocatoria estaba dirigida a todas las mujeres más aUá desituación
de clase y según deja entrever la directiva, no había un sector especial
hacia el cual dirigirse.
Las directivas emitidas cuando Evita era presidenta del partido
no hacían referencia al origen social de las mujeres a convocar. Sin
embargo, aleditarse enelaño 1955 el primer Reglamento General del
PartidoPeronistaFemenino, sibien existenvarios puntos de diferencias
conaqueUas primeras directivas, intentó de alguna manera nuclear las
emanadas en vida de Eva Perón. AlU se establecía que el PPF era "fiel
a la consigna de Eva Perón de que únicamente las mujeres serán la
salvación de lasmujeres, y exhortaa todaslasmujeres de la Patria, sin
distinciones de nacimiento, religión o bienes, a engrosar sus filas para
luchar por el afianzamiento de las conquistas del Peronismo y por la
í liberación integral de la mujer". Por lo cual, el PPF "abre sus puertas
a todas las mujeres del pueblo, y en especial a las humildes mujeres
que fueron olvidadas por los poetas, por lospolíticos... a aqueüas que
nunca fueron elogiadas.y a quienes EvaPerónrindió elmejor homenaje
femeninas. Las fichas de afiliación, según varios testimonios fueron colocadas en
•Ala'
1955 en el monumento a Eva Perón y luego dinamitadas. Entrevistas a Nélida de
Miguel yMaría Ortega deCarrasco.
||S '' PPF, Sede Central SantaFe,Circular N" 4,1951, en Archivo AM.
1I4SI
 1
EavV«/ capitana
de su corazón".'" Luego, en el artículo 3° vuelve sobreel perfil social
de la población del PPF y establece que él está constituido por "todas
las mujeres que sientan y piensen como peronistas y que se afilien o
adliieran a él"."Vale decir, todas las mujeres quesesintiesen peronistas
sin distinción de sectores sociales aunque con una especial atención
hacia los sectores más humildes.
En definitiva, las mujeres que se movilizaron respondían a las
mismas características sociales de sustentación política que tenía el
peronismo en general. Como Movimiento Nacional, el peronismo
contenía en sus filas a amplios sectores sociales que abarcaban princi-,
pálmente los sectores obreros y medios, pero también había núcleos
pertenecientes a sectores más acomodados. Un dato significativo, que
revelan distintas entrevistas, es que en las filas partidarias participaba
un número importante de maestras e incluso de directoras de escuela,
dando la pauta de la incorporación de sectores medios instruidos. "Las
maestras habían tomado toda la acción poh'tica" recordaba años más
tarde Delia Parodi.'- Así, por ejemplo, ladelegada deVilla Mercedes, era
la esposa de un médico, personajes por demás destacados en la sociedad
e inspiradores de mucha confianza. Judith Acuña era directora de una
escuela en Paso de los Libres. Dora Gaeta recuerda: "Tratábamos de
convencerlas a todas, pero las mujeres eran muy reacias".'^ Ana Ma-
cri dice que llamaban a todas las mujeres, porque "ella [Evita] nunca
ha hecho una distinción de clases"." Pero también, señala Mafalda
Piovano, "las mujeres humildes eran tan tímidas que no querían ir a
afiliarse y yo iba al monte y las afiliaba y después hacíamos un acto y
ellas desfilaban enpatas"."Las entrevistadas coinciden en quebuscaban
incorporar a mujeres de todos los sectores sociales, dando la pautade
que la convocatoria era amplia."
Otro indicador de los sectores que se buscaba convocar está
dado en el número y la ubicación territorial de las unidades básicas
Con.scjo Superior del Partido Peronista Femenino, Reglamento Gi iieral, Buenos
Aires, 1955, p. 5, en ArchivoAM.
" Ibid,, p. 7.
Entrevista a Delia Parodi, en CHO-ITDT.
" Entrevista a Dora Gaeta.
Entrevista a Ana Macri.
'' Entrevista a Mafalda Piovano.
Más sobre este punto en los capímlos 6 y 7.
Las muíercs peronistas
y de las actividades que aUí se llevaban a cabo, tendientes a captar
un gran número de adherentes. En todos los barrios, tanto humildes
como acomodados, de todas las ciudades, pueblos e incluso er. zonas
rurales delpaísse abrieron unidades básicas femeninas. En elaño 1951,
llegarona constituir más de 3.600 en todo el territorio nacional, así lo
demuestra el mapa de distribución. Las había en el caserío de Monte
Quemado en laselva chaqueña, enTartagal (Salta), Caleta Olivia (Santa
Cruz), Coronel Beliz (Río Negro), también existían en barrios muy
acomodados de la Capital Federal, como en Arenales 1666,Juncal1442,
Córdoba 1889,Rodríguez Peña 1784,Córdoba 543,Junín 1542,entre
otras. La población femenina empadronada en Capital Federal era de
869.333 mujeres que contaban con 145 unidades básicas femeninas,
no sólo en los barrios humildes o de sectores medios sino también en
barrios de sectores más acomodados. Delia Parodi fue la encardada de
una de las circunscripciones más difíciles de la Capital Federal, la 17",
quecorrespondía albarriode Belgrano querepresentaba "la aristocra
cia del Movimiento". Una zona de muchas residencias donde existía
cierta dificultad en convencera las mujeres de afiliarse y participar en
el peronismo." Pero lo que.importa de esta situaciónes que buscaban
también llegar a eUas. Otro ejemplo es Santa Fe, donde se abrieron
seiscientas unidades básicas para un total de 461.386 empadronadas
en total.
Ya sea en Monte Quemado o en el residencialBelgrano, la situa
ción era similar, a las mujeres les costaba, en general, acercarse a ese
mundo nuevo de la poh'tica. También, señala Beatriz Bruzzattori, ins
pectora de las unidades básicasde la CapitalFederal,que en los barrios
de sectoreseconómicamentemás ricosera más difícil encontrar mujc es
peronistas, pero que de cualquier manera las delegadas se acercaban
a las casas llevando la propuesta partidaria o implementando alguna
actividad que pudieraatraerlas."En laszon.is donde estaban radicadas
estas unidades básicas, compensaban el nirel de afiliaciones tomando
barrios hnderos más humildes y prochves al peronismo. Por ejemplo,
si les tocaba lo que actualmente es la zona residencial de Belgrano R,
las delegadas buscaban adeptas enlazona deChacarita, que a)aidaban
a nutrir los ficheros de afiliaciones. Estos datos dan la pauta de que
había unapoh'tica destinada a captar alasmujeres, independientemente
" Entrevi.sta a Delia Parodi, en CHO-ITDT.
Entrevista a Beatriz Bruzzattori.
del sector social del que proviniesen, aunque nosiempre respondieran
a la convocatoria.
Los discursos pronunciados tanto por Perón como por Eva no
danlapauta deque seestuviera apelando exclusivamente a las mujeres
de base o de sectores populares. Si bien Evita hacía habitualmente
referencia a las mujeres humildes, también insistía en que lo que había
que conseguir era unvoto más para Perón. En laAsamblea inaugural
delPPF, utilizó, indistintamente, los términos mujer argentina ymujer
peronista. Pero enun momento hizo referencia a que; "elmovimiento
femenino, si bien está dirigido hacia todas las mujeres, desde la más
humilde alamás encumbrada, tendrá mérito para mílamás humilde...
porque desde laSecretaría deTrabajo yPrevisión hepodido auscultar el
corazón delos humildes yheestado siempre allado delosnecesitados
de la patria"." Sin duda, había una intencionalidad de darle al PPF un
carácter netamente popular altiempo de exaltar eseatributo. En estos
discursos inaugurales, también hacía referencia a que el movimiento
femenino era un movimiento de renunciamiento, de gran disciplina y
dealcance culmral y educativo para "lamujer engeneral" pues todas
las mujeres de la patria debían ser misioneras de Perón.-"
No existía una clara demostración deque enlabúsqueda del perfil
social del PPFseestuviese apuntando conespecial interés a las mujeres
trabajadoras, como había sucedido enlosinicios delperonismo conlos
hombres integrantes del laborismo. A pocos meses de haberse creado
el partido, Eva Perón dirigió un discurso a la Comisión Auxiliar Feme
nina de la CGT, en el que enfatizabaque el movimiento femenino se
encontraba sostenido por las "manos honradas de millares y millares
de mujeres argentinas hechas al sacrificio del trabajo duro de todos
los días, en el hogar, en el campo o en la fábrica". También aclaraba
que el movimiento peronista femenino era un movimiento de mujeres
humildes "santificadas" por el sacrificio queimplica entregarse alhogar
y a la patria. Ellas eran, según Evita, "puras en sus intensiones, sanas y
generosas" por eso el peronismo femenino abríasus puertas "al amor,
a la generosidad y a las aspiraciones idealistas de todas las mujeres de
la Nación que trabajan y luchan en todos los rincones del país".-'
''' "Di.scurso pronunciado al término de la Primera Asamblea Nacional del Movi
miento Peronista Femenino, 29 de julio de 1949", en Eva Perón, 1999b, 103.
="Idem.
•' "Discurso pronunciado en elactoorganizado por la Comisión Auxiliar Femenina
|H6|
La referencia a las mujeres del hogar y a las madres, sin embargo,
da la pauta de que, cuando Evitahablaba de la mujer, no se refería a
cualquier mujer, y al realizar ciertas distinciones dentro del universo
femenino fue seleccionando los valores clave del PPF. Los líderes,
sean o no carismáticos, desarrollan un papel crucial durante la fase de
gestación de un partido, mientras la organización está todavía en pro
ceso de instimcionalización. Como señala Panebianco, ellos elaboran
las metas ideológicas del futuro partido, seleccionan la base social de
la organización (su "reserva de caza") y sobre esas metas y esta base
social plasman laorganización entrance deconstrucción. En esta fase,
el problema de los líderes se centra en elegir losvalores clave y crear
én consecuencia una estructura social quelos incorpore. Allí reside el
papel crucial que desempeña normalmente la ideología organizativa en
la plasmación del partido que seestá construyendo. Amedida que se va
logrando lainstitucionalización, laorganización incorpora los valores
yfines de los fundadores del partido." Sería conveniente precisar cuál
era la concepción yvaloración que tema elperonismo sobre la mujer
y cuál era su función dentro dela comunidad organizada.
La concepción deEvita y, porende del peronismo, sobre elrol de
lamujer quedó sistematizada enlatercera parte deLa ra^ón de mi vida,
al tiempo que detallaba las características de la base social del movi
miento femenino. Allí puntualizaba el papel, la función y el lugar que
la mujer debía ocupar. Aunque es posible, como señala Navarro que
las ideas de Evita sobre la mujer no hayan tenido la fuerza que tenían
sus convicciones sobre Perón o sobre la oligarquía.'' Evita la definía
desdelafunción biológica conlasasignaciones sociales y culturales que
trae aparejada, como también desde ellugar que ocupa enlafamilia, es
decirla mujer en tanto madre. "El problema de la mujeres siempreen
todas partes el hondo y fundamental problema del hogar. Es su gran
destino. Su irremediable destino".-'' A partir de esta impronta genera
todala concepción política de la mujer y destaca: "Cuando pensé en
mi partido no quise sacar a lamujer delo que es tan suyo". Desde su
punto devista, no secontradice cuando expresa que la mujer tiene que
de la Confederación General del Trabajo en el Teatro Colón. 16 de diciembre de
1949", en Eva Perón, 1999b, 185-186.
- Panebianco, 1990,115.
Navarro, 1994,228.
Eva Perón, 1953, 276.
[1471
 Ei'itú (ipUanií
tener unaparticipación política activa en laArgentina, pues seapresura
a describir al PPF como un gran hogar.
El hogar adquiere así unsignificado nuevo: pasó deserun ámbito
ignorado a uno revalorizado. Punto en el que entrana tallar los tonos
heréticos del discurso peronista en que se legitima lo que no lo esta
ba.-' Remontándose a sus propias experiencias de vida )'quizás a sus
recuerdos de infanciaa la imagen de sumadre, Evita señalaba que la
mujer que constituye elobjetivo desus afanes eslamujer auténtica que
vive en el pueblo, la "verdadera heroína que nadie conoce" que con
su trabajo cotidiano va "creando, todos los días, un poco de pueblo
[...] Yo sé que ella, solamente ella, tiene en sus manos elporvenir del
pueblo. No será tanto en las escuelas sino en los hogares donde se ha
de formar la nueva humanidad que quiere el jusdciahsmo de Perón".-'
Sinembargo, pertenecer alpueblo no dependía deunacondición social,
profesional o económica, pues pueblo es quien se siente pueblo. El
pueblo es asumido como un mito, más allá de una exacta definición
terminológica.-' En definitiva el pueblo no es una clase social, que
puede seruna circunstancia accidental, sino una pertenencia valoratíva
entre ser y no ser pueblo. Pueblo es sinónimo de descamisado o desca
misada. A estas mujeres las distingue de las aristocráticas o burguesas
que pertenecen a "otra raza de mujeres por su vida vacía, fácil y sin
objetivos, de las que no se puede decirque se parecen a los hombres
sin insultarlos". Por esa razón no tendrían cabida en el PPE
Evitaatribuía a lamujerunaserie devalores yvirmdes enfatízando
quelacondición de mujer-espr sa-madre, lejos de serun obstáculo para
laparticipación política, se transformabaen un aliciente y en un desafío.
La mujeractuaría en política en tanto mujer, es decir, no se vería limitada
por su condición natural, sino que por el contrario éstala potenciaría
en una fuerza social y política de /alor insuperable. De acuerdo con el
pensamiento subt'acente en de mi vida, los comportamientos
tradicionales según los cuales las mujeres deben ocuparse tid hogar
y los hombres de traer el sustento diario, no serían un impedimento
para lapolitización femenina, esta (ondición proyectada a laactividad
políticaprometía resultados auspiciosos.
Sobre el tono herético de los discurso.s peronistas con relación a la convoi. toria
de la clase obrera debe destacarse el trabajo deJames, 1988.
Ibid., 308.
Incisa, 1983,1280.
Lnsmujeres peroiiistns
i
'••ti
De esta manera, a través del discurso, se buscaba diferenciar el
trabajo del hombre y de la mujer, como también la actitud política de
ambos. En estalínea señalaba que mientras el hombre podíavivir ex
clusivamente parasímismo, la mujer no,pueslafelicidad de una mujer-
no essu felicidad sinolade los otros. "Yohe querido que, en elpartido
femenino, las mujeres no se buscasen a sí mismas [como lo hacen los
hombres] sino que allí mismo sirviesen a los demás en alguna forma
fraternal y generosa." Si una "mujer vive para sí misma, yo creo que
no es mujer o no puede decirse que viva [...] Por eso le tengo miedo
•i:í
a la 'masculinización' de las rnujeres", producto del trabajo fuera del
hogaryaseaen una fábrica o en una oficina que laslleva a vivir como
un hombre, convencidas de queelpeor negocio paraellas es formar un
hogar. "Y, sin embargo,para eso nacimos", dice Evita. Muchas veces,
señala, la mujer sale a trabajar porque quiere independizarse o porque
elmatrimonio se convierte demasiado a menudo en una carga pesada.
"Aún si nos elige un hombre bueno [...] nuestro hogar no siempre será
lo que hemos soñado cuando solteras. En la puerta del hogartermina
la nación entera y comienzan otras leyes y otros derechos [...] la ley y
el derecho del hombre... que muchas veces sólo es un amo y a veces
también [...] un dictador"."
Por esa razón, siguiendo el hilo planteado por Evita, a menudo
las mujeres buscan salir de sus casas porque su trabajo en el hogar se
torna demasiado pesado. Porque las madres son "el único trabajador
del mundo que no conoce salario, ni garantía de respeto, ni hmite de
jornadas, ni domingos, ni vacaciones, ni descanso alguno" y, como ha
sido transmitido desde generaciones, todo ese trabajo se hace por amor
"y lo malo es que el amor muchas veces desaparecepronto en el hogar
[...] y entonces todo pasa a ser 'trabajo forzado' [...] ¡obligaciones sin
ningún derecho! ¡Servicio gratuito a cambio de dolor y sacrificios!".-'
Evitase adelanta a aclarar que,aun cuandono siempre es así, a menudo
se encuentra con mujeres que viven sin ningún horizonte, sin ningún
derecho, sinninguna esperanza. Mientras elmundonecesita máshogares
unidos y felices, cadadía hay menos mujeres para formar hogares.
Evita ligaba la concepción que tenía de la mujer con el lugar y
misión del PPF, que era justamente "redimir a lamujer". Sin embargo,
el discurso se tornaba un tanto contradictorio, pues si su objetivo era
F.v 1Perón, 1953, 2-'5.
Idem.
 rescatar o sacar a la mujer de ese lugar de sometimiento, la manera era
manteniendo y perpetuando su rol tradicional, aunque con una signi
ficación poh'tica determinada. El primer objetivo de un movimiento
femenino que luchase a favor de las mujeres, decía, no debía aspirar a
"cambiarlas en hombres" sino ayudarlas con el hogar dándoles cierta
independenciaeconómica,por pequeña que fuese. Sugería que lasmu
jeres recibiesen un sueldo por todo ese cúmulo de tareas monótonas
e invisibles que realizan todos los días t n sus hogares como limpiar,
planchar, criara los hijos, etc.^" De esta manera, la mujer sería lo que
debe ser: "reina y señorade una familia, digna, librede toda necesidad
económica apremiante". Pero insinuaba que era sólo una idea que
apuntaba a que la mujer que estaba en el hogar no se sintiera menos
que la mujer que ganaba su vida en una fábrica o en una oficina. Si
guiendo el argumento de Evita, mientras se analizaba el proyecto del
sueldo para las amas de casa, la solución era elevar la cultura general
de la mujerpara que laemplease y aplicase en el trabajohogareño, "sin
que pierda de vista su maravillosa condición de mujer; lo único que
no puede y que no debe perder jamás si no quiere perderlo todo".''
Como veremos más adelante, muchas de estas tareas de capacitación
se reahzaron en las unidades básicas femeninas.
Fraternales, generosas,abnegadasy sacrificadas eran las cualidades
de lasmujeres retratadas por Eva Perón en sus discursos, virtudescom
partidas con la figura de la mujer-madre propia del tango de aquellos
w
lí
años. La"vieja" eralaúnica mujer digna deilimitado respecto. Los pro
tagonistas del tango resaltaban suabnegación, suvirtud ysucapacidad
de perdón. Ella estápresente en toda horay a todaedad, sinreclamar
nada porsuamor, su generosidad ysabiduría incomparables. ¿Quién,
sino la madre de familia, se preguntaba Evita, podía ser la portadora
de tamaño atributo, como la actitud de renuncia a sus intereses en be
neficio de lafamilia, con una disposición al altruismo, benevolencia y
resignación, muchas veces ligadas con ciertas connotaciones religiosas
y misericordiosas?
Sin embargo, la mujer necesitaba conciliar su deseo de ser esposa
y madre, con el de ejercer sus derechos, que "como persona humana
digna lleva también, en lo más íntimo de su corazón"." La mujer es-
Ibíd., 279.
" Ibíd., 281.
Ibíd., 278.
1150]
taba ausente y habíaque permitirle que su vocación de servicio fiiera
fructífera para la humanidad y lo sería si estaba en los lugares donde
se quería crear la felicidad del hombre.
Nosotras estamos ausentes en los gobiernos.
Estamos ausentes en los Parlamentos.
En las orgaiúzaciones internacionales.
No estamos ni en el Vaticano ni en el Kiremlin.
Ni en los Estados mayores de los Imperialismos.
Ni en las "comisiones de energía atómica".
Ni en los grandes consorcios.
Ni en la masonería, ni en las sociedades secretas.
No estamosen ninguno de los grandes centros que
constituyen un poder en el mundo.
Y sin embargo estuvimos siempre en la hora de la
agoníay en todas las horas amargas de la humarúdad.
Parece como si nuestra vocación no fuese sustan-
cialmente la de crear sino la del sacrificio."
Si bien la mujer tem'a junto al hombre un destino común y entre
ambos debían lograr la felicidad de la familia, sus actimdes poh'ticas eran
consideradas diferentes. "Un hombre de acción es el que triunfa sobre
los demás. Una mujer de acción es la que triunfa para los demás"."
El contrataste se daba en la actimd poh'tica de ambos, la ambición
masculina contra la solidaridad y espíritu de servicio de las mujeres.
Desde el discurso se indicaba que, si bien al partido de las mujeres y
al de -los hombres los um'a el Líder, el primero era independiente del
segundo para que las mujeres nose masculinizaran ensuafán pohtico.
Aunque también pesaba el hecho deque los hombres al poseer mayor
experiencia y el conocimiento propio de las artimañas poh'ticas, no
dominasen a las mujeres y así al PPE Y quizás, también, para evitar
que las mujeres entraran en las luchas internas fratricidas de que era
objeto elpartido delos hombres.
La mujer no estaba Uamada a la participación desde lo que tradi-
cionalmente se conocía como accionar pohtico, sino que por el con
trario trazaría un puente entre el hogar y el partido cjue le permitiría
asumir la actitud de madre nutricia de la actividad poh'tica. Dentro de
•" Ibíd., 284.
•»Ibíd., 300.
ILSl)
 Evita capitauu
la concepción doctrinaria peronista se establecía que la mujer estaba
culturaimente más preparada que el hombre para resolver problemas
cotídianos.Si una mujer está capacitadapara solucionar las dificultades
del presupuesto familiar, la provisión de la familia, la educación de los
hijos y el abrigo, era de esperarque el mismopragmatismo lo aplicase
en la política. Así lo señaló Evita en el discurso inaugural del PPF en
julio de 1949; "mientras elhombre se entregafebrilmente a la iaúsqueda
de solución para problemas abstractos, sin contenido práctico muchas
veces, las madres se aplican abnegadamente a resolver hora tras hora
los problemas que crean el presupuesto familiar, la alimentación, la
educación y el abrigo de los hijos".-'-''
Esta actimd se reflejaría en su accionar poh'tico durante el primer
peronismo. Quizás para amortiguar la "caída" en el mundo político,
a través del discurso se señalaba que no se intentaba sacar a la mujer
del ambiente considerado como propio. Por eso, su labor netamente
política quedaría aparentemente circunscriptaa la tarea social. En un
primer momento, la política femenina aparecía como despojada de
contenidos estrictamente poh'ticos, de acuerdo con los que hasta ese
momento se entendía como tales. En su autobiografía. Evita decía;
"Más que una acción política, el movimiento femenino tiene que des
envolver una acciónsocial. ¡Precisamente porquela acciónsocial es algo
quelas mujeres llevamos en lasangre!"."' Laacción poh'tica-social en el
PPF.seríacomo una continuidad de la tarea realizada en el hogar. Para
estas"olvidadasheroínas del hogar humilde",como las llamaba Evita,
la función social que como mujeres tenían asignadas actuaría como el
punto de apoyo de la identidad que las proyectaríapolíticamente.Delia
Parodi señala que ellas buscaban incorporar a las mujeres diciéndoles
queda misión que tenían era organizar la asistencia social a través de
un partido poh'tico y que no pretendían que fueran activistas porque el
objetivo partidario era cumphr con elprograma social deEva Perón a
través de una acción pohtica. "Esa fue nuestra primera incursión, no
sé sise puede decir que era plenamente pohtica"
Si las mujeres se ocupaban de las cosas que hacen al hogar so
pretexto de estar haciendo pohtica, era tranquilizador para todos.
"Di.sciifso pronunciado en el acto inaugural del PPF, 26 de julio de 1949 , en Eva
Perón, 1999b, 86.
Eva Perón, 1953,301.
Entrevista a Delia Parodi, en CHO-ITDT.
l^s mujetes peronistas
en un momento en que el hecho de que la mujer sahera de casa y se
inmiscuyera enestos asuntos no estaba bien visto. De alguna manera.
Evita a5'udaba y legitimaba con sus acciones la actuación pohtica de
las mujeres. Pues siella saha todas las mañanas del Palacio Unzué para
ocuparse de temas que estaban vinculados con la pohtica, cosa muy
poco habitual para la época, las mujeres comunes estaban también
habihtadas para hacerlo.
Lasmujeres actuarían segúnlaideade que habíacontinuidad)'no
rupturaentreelmundocotidiano ylaacción pohtica. Laacción pohtica
no significaba cambiar sino, al contrario, reafirmar las actitudes, senti
mientos yvalores considerados propiosde lasmujeres. Lo quesícambió
es el papelasignado a eUa en el nuevo perfil de sociedad quepretendía
crearel peronismo. La mayoría de los autores coincide en que los va
lores clave que tenía el peronismo sobreelrol femenino respondían a
una imagen conservadora y tradicional, y que perpetuaban a la mujer
en la función "natural" que ha ocupado en la sociedad. Sin embargo,
cuandoEvita las llamaba a desempeñar una participación activa fuera
de sus hogares, aunquesindescuidar sus deberes femeninos, de alguna
manera rompía con ese rol tradicional. El discurso peronista marcaba
claros tonos heréticos, de la forma en que los define Bourdieu,-'® pues
tendió a legitimar una forma de incorporar a las mujeres en el ámbito
poh'tico que hasta ese momento se encontraba deslegitimado o invisi-
bihzado. Si bien la etiqueta colocaba a la mujer en el rol asistencial o
social, aunque en reahdadera pohtico,el mismo hecho de incorporarla
como factor indispensable e insustituible, articulaba su ftinción con
un nuevo significado. En efecto, legitimabay redefim'a su identidad en
tanto mujer-madre.
No era habitual a mediados del siglo XX que una mujer hablara
de pohtica,de la manera en que Evita las incitabaa hacerlo cuando les
pedía que defendiesen la doctrina peronista y que diesen a conocerla
"verdad de Perón" en sus casas, en la caUe, en las reuniones famiha-
res, en la tienda, en el mercado, en su empleo en la oficinao fábrica.-''-'
Ahora bien, señala Navarro, cuando les exigía que obedecieran cie
gamente a Perón, en definitiva lo que pretendía era que no pensaran
por sí mismas y que en lugarde obedeceral padre o al marido, ahora
respondieran a una figura mascuhna todavía más poderosa. Con sus
Bourdieu, 1985, 76.
''' "Diez consignas para lamujer peronista", Miiiiito Pcroi/is/íi, 1° deagosto de 1951.
i!
palabras pero sobre todo con sus actos, Evita legitimó el compromiso
político para las mujeres.'"' En definitiva, les pedía que hicieran lo que
ella misma hacía.
La mujer, indicaba la lej' 14.184 sobre el Segundo Plan Quinque
nal, era "el agente creador fundamental de la familia yde la conciencia
individual de los ciudadanos". Y, como señala Guivant, ser buenas
madres era ser buenas peronistas, ysu "misión sagrada" pasaba a ser
la difusión de la doctrina peronista.-" Las madres serían también las
adoctrinadoras por excelencia, pues ellas son las primeras formadoras
de la conciencia de sus hijos. Ellas serían las que instruirían, inculcarían
yenseñarían asus hijos ladoctrina peronista. Si las mujeres-madres eran
las creadoras de conciencia, era posible que Perón buscara penetrar más
profundamente en la sociedad ymás alargo plazo, en lugar de lograr
una simple adhesión polftica.
Si bien la convocatoria desde el PPF era abierta, no todas las mujeres
se sintieron llamadas aformar parte del peronismo. Las primeras exclui
das eran, obviamente, las que no simpatizaban o estaban directamente
en contra del peronismo. Por otra parte, las que tenían una preparación
universitaria yun trabajo acorde consusestudios no hallaban cabida en
el PPF, salvo los casos particulares mencionados. "Las profesionales no
se acercaban... no era 'bian' ser peronista".'*^ Las mujeres que desarro
llaban una actividad laboral extradoméstica y teman cierto crecimiento
en elárea sindical, no seajustaban altipo de militancia barrial encarado
desde las unidades básicas. Encuanto alas pocas que poseían experien
cia política previa (ajustada alas formas tradicionales de militancia) aun
dentro de las filas del peronismo yque habían alcanzado una posición
IIH medianamente relevante antes de la creación del PPF, eran susceptibles
de cuestionar el papel y posición política otorgada a las mujeres. Por
último, hubo mujeres que, siendo peronistas, madres, amas de casa y
afiliadas, no pudieron traspasar elespacio doméstico.
Conclusión
Las características de los partidos de integración social parecen
útiles y aplicables al Partido Peronista Femenino para definir a quié-
Navarro. 2002,353.
W •" Guivant, 1985, 33.
Entrevista a Ana Macri.
Í[^ (154)
|i-
fe-
nes buscó movilizar el peronismo. Un partido de integración social es
aquel que busca incluir a ungrupo social específico y además es una
respuesta poh'tico-organizativa al desarrollo de las políticas de masas.
Este tipo de partido busca organizar y movilizar a nuevos sectores
antes excluidos de la competencia poh'tica, tarea que los partidos
tradicionales de representación individual no pueden llevar a cabo. El
partido de integración social pretende movilizar eincorporar ala vida
poh'tica agrupos sociales específicos, como por ejemplo, las mujeres."'
ElPPF intentó incluir alas mujeres en tanto mujeres en suestructura
organizativa, más aUá de sus condiciones de clase.
Hemos analizado los valores clave necesarios durante el proceso de
formación de un partido poHtico, donde entraron atallar la concepción
yvaloración que teru'a el peronismo sobre lamujer ycuál era su función
dentro delacomunidad organizada. Si bien seintentó movilizar a"todas
las mujeres" yel PPF estaba desarrollado de tal manera que las mujeres
de todos los sectores pudieran tener cabida, la valoración de la mujer-
madre ymujer del hogar daba la pauta de hacia quiénes estaba dirigido.
En efecto. Evita defim'a a la mujer desde la función biológica con las
asignaciones sociales yculturales que trae aparejadas. Es decif,'la mujer
en tanto madre más que en tanto mujer. Én su condición biológica y
cultural más que en su condición de ciudadana. Hay que considerar
que bajo el paraguas "mujer-madre" se encuentra todo el universo
femenino yde todas las clases sociales. Sin embargo. Evita excluye de
la categoría "mujer" a las aristócratas y burguesas por su vida "vacía,
fácil y sinobjetivos", las que aun siendo madres no tenían cabida en el
PPF. Por eso, en una suerte de audacia discursiva, plantea que la con
dición natural de "madre" no limitaría ala mujer en la acción poh'tica
sino que, por el contrario, la potenciaría. La valoración de la mujer y
su_identificación con el ámbito doméstico junto a la exaltación de las
cualidades de abnegación ysacrificio fueron funcionales a un partido
carismático, pues contribuyó a lograr una docihdad llamativa yayudó
a evitar el conflicto. Si bien esta imagen de lamujer resulta tradicional
yconservadora, ajustada ala función "natural" que ocupa en la socie
dad, cuando Evita las llamó aparticipar activamente fuera del hogar,
sin descuidar sus deberes femeninos, rompió con ese rol tradicional y
resignificó su papel dentro del mismo, en que tallan los tonos heréticos
del discurso peronista en que se legitima lo que no lo estaba.
•" Neumann, 1965, 609.
|1:.51
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í ísí •
Y3
 fivilti capiltuhi
El discurso oficial manifestaba que las mujeres no hacían po
lítica sino acción social, porque es lo que las mujeres "llevamos en
la sangre". Ellas no estarían en el PPF por ambiciones personales
sino para cumplir con un cometido social, propio de las mujeres. Se
podría decir- que nuevamente entró a tallar lo que daremos en llamar
un discurso ardficioso, elaborado con arte y habilidad, que a través
de la sutiliza genera cautela. Pese al tinte aparentemente negativo que
sugiere el término artificioso, su cometido no necesariamente tiene
un fin malintencionado. Enefecto, eldiscurso artificioso se construyó
intentando suavizar elimpacto que provocaría enlas mujeres y quizás
en los hombres también, su ingreso en la vida poh'tica. El discurso
artificioso sugirió que las mujeres noestaban enunpartido sino enun
movimiento; noselas afiliaba sino que selas censaba; yque no hacían
política sino acción social. También se apücó enque la principal fun
ción de las mujeres era ocuparse del hogar, sin embargo, las funciones
partidarias ypoh'ticas muchas veces prevalecieron sobre las hogareñas.
Lo cierto es que las mujeres estaban convocadas aafiliarse aunpartido
político justamente para hacer poh'tica en una organización celular del
PPF, llamada unidadbásica femenina, definida, artificiosamente, como
una prolongación del hogar.
Capítulo 6
Las unidades básicas femeninas
La estrategia poh'tica depenetración territorial imphcó la apertura
de locales partidarios, unidades básicas femeninas, en todas las ciuda
des, pueblos, barrios ycaseríos del país. Funcionaron como canales de
incorporación, de sociahzación ycongregación de mujeres jaeronistas.
Ahora bien, ¿cómo era ycómo fiincionaba esta estructura poh'tica, es
decir, el andamiaje partidario centrado yorganizado en unidades básicas
femeninas? ¿Cuáles eran las características generales como los requisitos
paralaapertura, laubicación, laestructura edihcia, elfuncionamiento?
Considerando que se trataba de nucleamientos de mujeres, cabría pre
guntarse si debían mantener una estética determinada. ¿Cómo era la
organización interna yapartir de qué mecanismos se dispom'a? ¿Cuáles
fueron las estrategias concretas de convocatoria amujeres? ¿Se podrían
establecerdiferencias con las unidades básicas mascuhnaso tenían un
mismo tipo defuncionamiento? Y ensudefecto, ¿existió un estilo de
práctica poh'tica diferenciada para hombres y mujeres? Considerando
que elPPFera autónomo del PP, ¿se estableció algún tipo derelación
entre los integrantes delas unidades básicas femeninas y mascuhnas?
ElPPF se caracterizó por ser un partido carismático cuya orga
nización interna se desa)"rolló a partir de una táctica de penetración
territorial. Señala Panebianco que cuando existe un desarrollo de este
tipo tiende a producirse una institucionahzación fuerte, junto a la
existencia de una éhte cohesionada, capaz, en cuanto tal, de imprimir
un potente desarrollo ala naciente organización.' La táctica de pene
tración territorial del PPF se implementó con el nombramiento de
delegadas y subdelegadas en todo elpaís y la instalación de unidades
básicas femeninas, logrando una fuerte presencia einstitucionahzación
' Panebianco, 1990, 256.
 fcV//<r cap'üana
las ramas masculinas y femeninas eran los mismos de acuerdo con
la actuación llevada acabo en dichas estructuras, existió una política
claramente diferenciada para hombres ypara mujeres. En la práctica,
las unidades básicas mascuhnas se manejaron con un estilo semejante
al de las organizaciones partidarias previas al peronismo, en tanto las
unidades básicas gremiales, dadas las características propias de su con
formación (sus afiliados tenían que tener la misma profesión, oficio o
actividad de trabajo) tuvieron una actuación más específica en el ámbito
sindical yorientada hacia lacapacitación laboral.
Los requisitos para abrir una unidad básica eran, de acuerdo
con el Manual delperonista, tener un local apropiado y contar con un
mínimo de cincuenta afiliados domicihados en la misma jurisdicción,
según el padrón electoral nacional.' Ningún afiliado podía estar ins-
dos unidades básicas al mismo tiempo. La unidad básica se
abriría luego de una reunión entre sus miembros constitutivos yeso
quedaría registrado en un acta de fundación. En el acta debían figurar
el nombre yapellido, matricula, clase, domicilio yfirma de cada uno de
los asambleístas, quienes elevarían la sohcitud de reconocimiento a la
autoridad que, de acuerdo con su ubicación, les correspondiere.'" Una
vez obtenido el reconocimiento, laautoridad correspondiente enviaría
el hbio de registro, fichas ydemás elementos indispensables para la
afiliación. Las autoridades de cada unidad básica estaban compuestas
por. un secretario general, un prosecretario, un tesorero, un protesorero
y cinco vocales. Se elegirían por elvoto de los afiliados de esa unidad
básica, con elsistema de lista completa yvoto secreto ante fiscales de
cada lista presentada. Las autoridades durarían un año y podrían ser
reelectas; acta tipo marcaba los pasos a seguir para la apertura de la
unidad básica.
Las unidades básicas femeninas, según elreglamento general del
PPF, constituían el organismo primario permanente, la célula base,
el centro elemental de organización, adoctrinaiuiento, difusión y su
peración del Peronismo encargado de afiliar, adherir y capacitar a la
mujer peronista. Eran las organizaciones barriales del partido del cual
dependían orgánica y jerárquicamente. A través de ellas, instaladas en
Cnii.sejo Superior Ejecutivo del Partido Peronista, Manual delperonista, Buenos Ai
res. 1948.
Al Consejo de Circunscripción delaCapital Federal, al Consejo del Partido enla
provincia de Buenos Aires, al Consejo Departamental en las demás provindas y
territorios.
Las unidades básicas femeninas
todos los barrios, se dio la vía de acceso de las mujeres peronistas ala
actividad partidaria. Se podían acercar de manera espontánea oluego
de ser visitadas en sus casas por la subdelegada censista. Las activida
des desplegadas estaban dirigidas tanto alas mujeres como asus liijos
menores einchrectamente ala famüia en su conjunto. El accionar en
la unidad básica femenina era activo, ágü, directo ypráctico, ytambién
era un espacio de socialización para ellas.
Tanto las unidades básicas femeninas como las mascuhnas y
gremiales tenían el firme propósito de contrastar con la desvalori
zada imagen del comité partidario, intentando asumir una identidad
propia, apartir de una nueva propuesta yde un trabajo diferenciado.
Una pubhcación del Consejo Superior decía: "No queremos comités,
porque huelen todavía a empanadas ya tabas. Lo que fue antro de
wcio queremos convertirlo en escuela de virtudes. Por eso hablamos
de centros culturales peronistas donde se eduque al ciudadano, se le
inculquen virtudes, se le enseñen cosas útiles yno donde se le inchne al
vicio ."En la organización de las unidades básicas femeninas, señalaba
Evita, había intentado imitar la organización de los hombres, aunque
las del Partido Peronista Femenino eran más cercanas al tipo de orga
nización que Perón buscó llevar acabo, donde se pudieran desarrollar
"acciones útiles".'- Según el relato de Eloísa Chico, "los hombres no
actuaban como nosotras, en los hombres todo era cliismería [sic], era
rutinario, trabajaban mucho, hacían unidades básicas pero eran como
las de los partidos poh'ticos de siempre, no tenían lo nuestro... no se
preocupaban de remedios El tema de "preocuparse de los reme
dios" da la pauta de toda una síntesis de la acción poh'tica desplegada
por las mujeres adiferencia de lo que hacían los hombres. Vale decir,
eUas se ocupaban, como en sus casas, de dar soluciones útiles a temas
bien precisos yno vagos. Este tema-encontrará más ampho desarrollo
en el próximo capítulo.
En cuanto a la cantidad que llegó a existir, los datos son varia
bles. Según Evita, a principios de 1951 había 3.600 unidades básicas
en todo el país, aunque nada dijo de cómo componía esa cifra. Según
los registros de Santa Fe, uno de los más fidedignos, había entre 600 y
650 en toda la provincia. En San Luis se registraron un total de 350 y
Partido Peronista, Directivas complementarias del Consejo Superior, 1952.
Eva Perón, 1953,293.
Entrevista aEloísa Chico de Arce, secretai-ia del PPF de Corrientes.
enSan Juan un número aproximado a 150. En San Juan, Evita pidió a
la delegada que tuviera inauguradas 125 unidades para elprimer año.
Mientras que, en Capital Federal, hacia fines de 1951, había un total
de 145, de las que constan las direcciones exactas. Ladelegada deSal
ta, según ella misma, Uegó a inaugurar unas mil unidades básicas. Es
probable que el númeroindicado por Evitahaya sido correcto. En la
edición deMundo Peronista de marzo de 1952, porsuparte, Raúl Mendé
afirmaba había diez mil unidades básicas, pero tampoco aclaraba cómo
llegaba a esa cifra.
El antecedente más próximo del funcionamiento, rol y activi
dades que se desempeñaban en las unidades básicas femeninas lo
encontramos enlos llamados centros cívicos femeninos que surgieron
simultáneamente con los centros cívicos masculinos pertenecientes al
Partido Peronista. Los centros cívicos femeninos finalizaron su actua
ción cuando se los unificó e incorporó al PPF, en julio de 1949. No
todas las presidentas e integrantes de centros cívicos acogieron esta
directiva y muchas quedaron afuera del partido, generando una serie
de inconvenientes en los primeros pasos de la organización. Como
ejemplo, sirve lo sucedido con Elisa Duarte de Arriera, hermana de
Evita." En cambio, las que aceptaron la unificación, se incorporaron
al PPF y continuaron su labor.
Laramamasculina abría unidades básicas querespondían a algún
dirigente en particular." Las funciones de las autoridades de la unidad
básica eran: afiliar a lospartidarios; elevar las fichas a laautoridad supe
rior;elevar lasiniciativas de losafiliados; procurarelperfeccionamiento
de los afiliados y adherentes, dando cumplimiento a los programas
oficiales, inculcar a los afiliados yadherentes los principios yprogramas
del PPF, enalteciendo la moral y la lealtad, velando por la disciplina
partidaria;procurar la conciliación en los conflictos entre los afiliados;
realizar actividades de proselitismo realizando reuniones culturales;
realizar reuniones bimestrales de afiliados, etc. Las unidades básicas
debían permanecer abiertas por lo menos tres horas diarias.
•S.
SobrelaAsamblea del PPF, véase Capítulo 3, Sección 1.
De esta manera, por ejemplo en la ciudad de La Platase inauguró una unidad bá
sica en la calle 4 N° 845 y señalaba El Dio: "se inauguró una nueva unidad básica
enk sección 1". Lainiciatíva estaba tomada porungrupo deafiliados que respon
dían a A. Granillo Fernández; secretario general. Dardo Gayoso, prosecretario,
José Rozzi; tesorero, JuanDolgopol; protesorero, Patricio Petraglia; vocales; José
Bastarrechea, Angel Piccinini, Francisco Landó, Miguel Panizzo y Pedro Alem".
Cf. E/Dia (La Plata),8 de noviembre de 1949.
[162]
Todas las unidades básicas femeninas de cada provincia, territorio
o Capital Federal dependían de la delegada censista. Y todas ellas, de
la presidenta del PPF, Eva Perón. A su vez, cada unidad básica estaba
presidida porlasubdelegada censista, dequien dependían una secreta
ria, una prosecretaria, una colaboradora rentadayuna colaboradora ad
honorem. Todas debían ser autorizadas por la sede central del PPF, no
teman duración demandato prefijado y eran, evenmaknente, removidas
porsupresidenta." Como elPPFno dependía jerárquicamente del PP,
toda la inforfnación (tanto de cómputos de inscriptas como de ternas
de fúmras subdelegadas, direccionesde unidades básicas, declaraciones
efectuadas a la prensapor las delegadas, etc.) debía ser enviada direc
tamente a la presidencia delpartido." Las unidades básicas femeninas
pertenecíanexclusivamente a la estructuradelPPF, no eran extensiones
de la Fundación Eva Perón y no intercambiaban indistintamente el
personal, aunque Plotkin afirma quesísucedía." Las unidades básicas
femeninas eran centros de acciónpolíticay no sólo,como señaladicho
autor, de actividad socialdonde las mujeres podían asistir.
Las delegadas censistas debían ajustarse a estas funciones de
acuerdo con el Reglamento, pero el camino adoptado por el PPF, en
los hechos, fue el inverso. La táctica política de penetración territorial,
adoptada por la presidencia del PPF, condujo a una forma de organi
zación diferente. En primer lugar, las unidades básicas femeninas no
contaban con el número mínimo requerido de cincuenta afiliadas, ni
sus autoridades eran elegidas entre ellas. La autoridad de cada unidad
básica era la subdelegada censista, cuyafunción inicial era justamente
abrir una unidad básica para comenzar con la tarea del censo-afilia-
^n. La delegada censista acudía a una determinada ciudad o pueblo.
Una vez instaladaen la plaza principal con un escritorio, comenzaba a
censar. Entre las mujeres queacudían, ibapreguntando quiénes podían
ser futuras subdelegadas y hacerse cargo de una unidad básica. Luego
" En este sentido señala una circulai de Capital Federal: "De ningún modo y bajo
ningún concepto, pueden actuar colaboradoras para quienes la superioridad no
haya dado su autorización [...] a quienes no se haya extendido el nombramiento
que expresamente las habilita paradesempeñarse". Cf.Circular del 24 de noviem
bre de 1950,PPF CapitalFederal, en Archivo NL.
" "La correspondencia deberá ser dirigida únicamente anombre de laSra. Eva Perón
yal domicilio de la Sede del Movimiento Peronista Femenino en la Capital Federal,
Calle Corrientes 938", Movimiento Peronista Femenino, Presidencia, Circular N°
2 Dirigida a las censistas, Buenos Aires, noviembre de 1949, enArchivo NL.
'»Plotkin, 1993, 268.
[163
 H/'/Vrf fiipilmii
se conformaban las ternas que eran enviadas a Eva Perón, quien las
elegía. No existía, por tanto, ningún tipo de elección directa por parte
de las afiliadas. Una vez elegida, la subdelegada debía buscar un local
para abrir la unidad básica femenina.
La penetración en el territorio fue paulatina yordenada. En un
primer momento, se debían buscar locales adecuados para la instala
ción de las unidades en las ciudades capitales donde se encontrase la
bede Central de provincia ogobernación. Luego, amedida que fueron
avanzando en las ciudades cabeceras de departamento y. pueblos del
interior, las mismas subdelegadas, ajmdadas por la delegada ylas au
toridades locales, en caso de que fuesen peronistas, buscaban locales
aptos para la instalación de las unidades básicas. El plan de apertura
de unidades básicas femeninas seimplementó intensamente entodo el
país desde enero de1950 hasta unos pocos días antes delas elecciones
denoviembre de 1951. En enero de 1950, se exhortaba a las censistas
aque "con toda urgencia se aboquen ala búsqueda de locales para las
subdelegaciones, enviando de inmediato todos los datos necesarios para
la redacción de los contratos [de alquiler] correspondientes"." Demo
cracia amaneció con grandes titulares anunciando la intensa campaña
encaminada ala inauguración de unidades básicas femeninas, "especie
de centros de parroquia llamada acumplir un importante papel en el
futuro delPPF, según enunciaba.-"
El 27 de enero de 1950 se inauguraron las dos primeras sedes
parüdarias, una en Capital Federal j' la otra en la provincia de Bue
nos Aires.-' La primera fue abierta en el barrio de viviendas obreras
Presidente Perón, casa 110, en la intersección de Aispurúa yRepubli-
quetas. Eiacto de inauguración fue un acto típicamente peronista. La
subdelegada censista era Rosa Calviño de Gómez, quien fue puesta en
funciones por la delegada de la Capital Federal, Teresa Flora. Frente a
la casa se levantó un gran estrado, ante la concurrencia de numeroso
público, especialmente femenino, que portaba carteles y estandartes
con las figuras de Perón y Evita. Flora se enfervorizaba diciendo:
Con inequívoca firmeza, elPartidoPeronista Femeni
no crece y multiplicasus raíces en la conciencia femenina
''' PPF, Presidencia, enero de 1950, en Ar'chivo NL.
Democracia, 28 de enero de 1950.
•' Plotkin, .sin embargo, señala que laprimera unidad básica se inauguró en 1951 en
el barrio Presidente Perón. Cf. Plotkin, 1993, 268.
Lis unidades básicas femeninas
nacional y abre con su actívidad perspectivas grandiosas
al perfeccionamiento de nuestra democracia social [...]
Sólo haciendo prevalecer las virtudes de la presidenta
del movimiento, seremos dignas de Evita y del pueblo."
A1 día siguiente se inauguró, también en Capital Federal, una
unidad básica en el barrio Los Perales, cuya subdelegada era Celia
Semeria. Al otro día, una nueva en la calle Almirante Brown 1201 y
su subdelegada era Leonor Adrados, una asistente social que se había
desempeñado hasta ese momento como directora del Hogar deTrán
sito N° 1. En dos años, el número de unidades básicas de la Capital
Federal ascendió a 145 según revela una circular enviada porlaentonces
delegada censista Delia Parodi."
Eldía 27 deenero también seinauguró laprimera unidad básica de
laprovincia de Buenos Aires en Ensenada, en lacalle Merced n°333, a
cargo delasubdelegada Maria Yolanda Ugalde.-'' Enesa opormnidad la
puso enfunciones Elena Caporale deMercante ynoladelegada Catalina
Alien. A los pocos días y con un importante acto se inauguró en Mar
del Plata otra sede parddaria, cuya subdelegada era Dora Schenoni.
AsistieronMercante, su esposa y la delegada Alien. En el acto, Elena
Caporale señaló qué "incompleta hubiera sido la obra del peronismo
si a laliberación económica del país, a la justicia de su legislación social
y a la magna lucha recuperadora de la soberanía de la patria no se hu
biera agregado la tan ansiada igualdad política de la mujer"."'' Mientras
tanto, en la provincia de Misiones, al inaugurarse una unidad básica
femenina, se entonó por primera vez la marcha partidaria "Evita ca
pitana".-'^ Los métodos empleados para la inauguración dependían de
las caracterísdcas personales de cada subdelegada: por ejemplo, la de
Goya, María Teresa Rollón de Perrota, para invitar a la inauguración
" Democracia, 28 de octubre de 1949.
-' PPF, SedeCentral, Capital Federal, 12de noviembre de 1952, en Archivo NL.
Bianchi y Sanchás señalan que la primera unidad básica se inauguró en La Plata
en noviembre de 1949. Sin embargo, esa fecha corresponde a lainauguración de
lasede central partidaria provincial. Cf. Bianchi y Sanchís, 1988, 79. Porsu parte.
Navarro dice que la primera unidad básica femenina en la provincia de Buenos
Aries se inauguró el 6 de noviembre de 1949. Cf. Navarro, 1994, 220. Según la
documentación consultada en esa fecha se inauguró la primera sedecentral pro
vincial. Sobresedescentrales véase el capitulo 4.
Democracia, 28 de enero de 1950.
Ibíd., 25 de febrero de 1950.
de la suya, fue descalza a tirar bombas de estruendo en el medio de la
plazade la ciudad, ante el estupor de quienes la oían.
Cada capitalprovincialasí como la Capital Federalcontaban con
una sede central partidaria, que había sido inaugurada entre fines de
ocmbre y principios de noviembre de 1949mientras que las unidades
básicas femeninas se comenzarona inaugurar a partir de enero de 1950.
Sellegaban aabrir veinte o cincuenta porvez, conlaconsecuente puesta
en funciones de ladelegada. Por ejemplo, en laprovincia de Córdoba,
y en el término de una semana, se inauguraron 49.^' Ana Macri señala
que en SantaFe llegó ainaugurar cuarenta unidades básicas juntas en
un solo acto mientras poma en funciones a la subdelegada.-® Gracias
al enorme esfuerzo y el trabajo frenético de las delegadas censistas
se logró inaugurar en tan poco tiempo un número tan importante de
unidades básicas femeninas.
Lainfraestructura dependía dellugar donde estuviesen ubicadas.
Tantoen la Capital Federal como en lascapitales provinciales y princi
pales ciudades delinteriordelpaís, lasunidades básicas funcionaban en
casas bonitas o locales alquilados.-' Las más espectaculares, sibieneran
muypocas,funcionaban en petit hotelesde dos o tres pisos, contaban
con biblioteca, gimnasio, consultorios médicos y hasta sala de teatro
y cine. Este tipo de unidades básicas femeninas se encontraba en las
ciudadesmás importantes del paísy en mayornúmero en la Ciudadde
Buenos Aires. Por ejemplo, la de avenida Rivadavia 5161, que poseía
un importante edificioubicado en medio de un gran jardín.Tem'a una
cancha de básquetbol, un amplio gimnasio,una biblioteca,un salón de
danzas,ademásde numerosas aulas, donde seimpartían diversos cursos.
Contaba con un consultorio médico, con servicio de pedicura donde
atendían dos enfermeras de la Fundación Eva Perón. Otro ejemplo es
el de la sección 6", ubicada en la calle Concepción Arenal y Guzmán,
que poseía un gran patio convertido en campo de deportes y juegos
Simbólicamente se inauguraron veinteunidadesbásicas. El acto tuvo lugarfrentea
la sedecentral. Cf.Córdoba (Córdoba), 12de agostode 1951. Veinütrés unidades se
inauguraron en el departamento de Marcos Juárez, dando lectura la delegada a la
ubicación de las mismas y los nombresde las subdelegadas. Otras cincounidades
básicas se inauguraron en Córdoba, y otraen laciudad capital en unacasilla prefa
bricada ubicada en un terreno de General Pazy Colón. Cf. ibíd., 2 de sepdembre
de 1951.
Entrevista a Ana Macri.
En los periódicos yrevistas delaépoca sepuede apreciar las fotos conelestilo de
casas que se alquilaban parael funcionamiento de unidades básicas.
[166]
infantiles, con una cancha de básquet donde se practicaban deportes
y toda clase de ejercicios guiados por varias profesoras; tem'a también
una enfermeríaque poseíamoderno material quirúrgico, y contaba con
un salón de cine con capacidad para doscientas personas.^"
Las seguían en infraestructura casas o locales de una, dos o tres
habitaciones con comodidades suficientes para desempeñar las tareas
partidarias. En las provincias más ricas, comoSanta Fe, Córdoba, Bue
nos Aires, este tipo eran la mayoría y se situaban en todas las ciudades
y pueblos del país. Y, por último, un tercer tipo, muy extendidas en
número, eran las que funcionaban en una habitación, generalmente el
living, el garaje o en un pequeño corredor y a veces, en la casaentera,
cuando se trataba de pequeños ranchos que eran cedidos por la sub
delegada censista para lastareas partidarias. Este tipo de unidadbásica
abundaba y era habitual en las zonas rurales. Según Urbelina Tejada,
si la dueña de casa cumplía con los requisitos para ser subdelegada,
quedaba designada. Era una especie de gineceo moderno, como el
lugar de la casa que los antiguos griegos destinaban a las mujeres. La
condición era que los maridos o hijos varones no ingresaran mientras
duraban las tareas partidarias. También existíanlas llamadas urúdades
básicas femeninas de campaña que rotaban de manera sistemática
entre pequeñas poblaciones rurales o caseríos alejados de los centros
urbanos.
Algunas instituciones particulares y estatales cedieron parte de
su predio para instalar una unidad básica femenina. Por ejemplo, el
Club El Rosedal, de Belgrano, en Chenaut 1940, destinó la parte del
frente; las unidades básicas de la cañe Arcos y Teodoro García estaban
instaladas en elRegistro Gvil de lassecciones 16° y 17°. El ministro de
Salud, CarrlUo, accedióal pedido de Ana de Franco, subdelegada cen
sista de Puerto Eva Perón (Misiones), para instalar una unidad básica
en el hospital local y le cedió el "ángulo noroeste del terreno".^' La
Municipalidad de Buenos Aires entregó casas prefabricadas y locales
para abrir nuevas unidades.'-
En generaly dependiendo de lapoblacióndellugar, en un períme
tro no mayora lasveinte cuadras existíauna unidad básicafemenina, lo
" Mundo Peronisia, marzo de 1951.
" Ministerio de Salud, Boletín delDía,22 de mayo de 1951, N° 334.
Declaración de Delia Parodi, Expediente sobre información general, 1956, en
Argentína, Comisión Nacional de Investigaciones, 1958.
[167]
 E/vVrf ciipilomx
que le permitía ala mujer no alejarse de su barrio para participar en las
tareas políticas. Todas debían tener en el frente, el mismo tipo de cartel
luminoso para que fuesen fácilmente identificables. El cartel era gran
de, color blanco y tenía lainscripción "Partido Peronista Femenino".
Debajo yocupando lamisma línea estaba elretrato de Perón del lado
izquierdo, el de Evita en el derecho yen el centro el escudo peronista
yaambos lados decía: Unidad Básica Femenina". Elcartel debía estar
bien iluminado ylimpio, yostentar, si era posible, las fotografías del
Líder yde la Conductora del movimiento.^'' Varias circulares partidarias
se ocupaban de mencionar laimportancia deestos carteles:
El cartel que anuncia, hasta en las más apartadas y
humildes poblaciones delaprovincia, laubicación deuna
unidad básica femenina, es como el cristal por el que la
mujer del pueblo, la mujer trabajadora y sufriente, cual
quiera sea su tarea, se asoma a contemplar el panorama
que el peronismo extiende a su vista y por el que ha de
hallar elcamino de su dignificación.^''
Los car-teles debían permanecer iluminados hasta altas horas de
lanoche pues "las luces encendidas ennuestras unidades básicas serán
como una voz gritando en el silencio. Serán una alerta que dirá al que
pasa que las mujeres peronistas sabemos estar al pie de nuestro puesto de
lucha, sin cansancio ysin desmayo".^' El equipamiento estaba acargo de
las delegadas ysubdelegadas a través de donaciones ypréstamos de las
afiliadas yvecinas del lugar, aunque también recibían ayudas de diferentes
reparticiones estatales. Los distintos ministerios yoficinas públicas del
Estado, tanto nacionales como provinciales, facilitaban al PPF diversos
inmuebles y muebles para laactividad partidaria loque marca un nuevo
signo de indiferenciación entre el Estado y el partido. Los "préstamos"
iban desde autos, bibliotecas, escritorios, máquinas de escribir, sillas,
consultorios, material quirúrgico, proyectores depelículas, pianos, vajillas,
hasta casas prefabricadas, casas ylocales para sus sedes.-'"
•" PPF, Sede Central Corrientes, acta N° 3, 26 de febrero de 1952, en Archivo EC.
^ PPF, Sede Central Santa Fe, Circular N°4, 1950, enArclih o /VM.
PPF, Sede Cenu-al Capital Federal, Circular s/n, 31 deagosto de1950, enArchivo NL.
Declaración de Delia Parodi a la Comisión Nacional de Investigaciones, en Ar
gentina, Comisión Nacional de Investigaciones, 1958; declaración deJosé Justo
Marrón, tesorero del PPF, que ratifica lo mencionado, idern. Las entrevistadas co
inciden con esta información.
I-as unidades básicas femeninas
Todas las unidades básicas debían estar en perfectas condiciones
y prolijamente arregladas, "destacando la femineidad y delicadeza de
sus autoras, pues así lo pide la Sra. Eva Perón".-" Todos los trentes
debían estar pintados de blanco al igual que elinterior. La decoración
dependía de la ubicación, de la ajmda que recibiera la delegada de las
autoridades locales y porúltimo del gusto y predisposición de la cen
sista. Las naás importantes eninfraestructura estaban cuidadosamente
adornadas, contaban con buenos muebles, tanto escritorios como
bibliotecas ysillas. También teman retratos de Perón yEva Perón de
buena calidad, con marcos de madera tallada. Algunas tenían hogar a
leña y cortinados haciendo juego con el mobiliario. Esto se daba, en
general, en las sedes centrales yalgunas de la Ciudad de Buenos Aires,
La Plata, Córdoba, Santa Fe.
Las unidades básicas intermedias estaban equipadas con un escri
torio, sillas, alguna lámpara, pizarrón, ficheros y afiches conlos rostros
delos líderes, o inscripciones que decían "Voto Femenino", "Apóyelos",
"Movimiento Peromsta Femenino". Todas teman pegadas ensus paredes
frases dePerón yEvita yuna especie deabanico armado conlas caras de
ambos.'^ Todas teníanun ramo de flores frescas que daban una muestra
defemineidad, tal como les pedía Evita. Con elfin deinaugurarlas rápi
damente, cuenta Néüda deMiguel que enLaRioja "n-úentras recorríamos
la provincia, había zonas que en el úmco lugar que podíamos abrir una
unidad básica era enranciaos deadobe, poreso llevábamos unbarril decal
enelauto ylos pintábamos conunsoplete... recortábamos ypegábamos
caritas de Perón y Evita, en una lata pom'amos florcitas silvestres y a las
doshoras estábamos inaugurando launidad básica".-" Mafalda Piovano
recuerda quealquiló un rancho alquelepusoladrillos yllenó las paredes
de afiches de PerónyEvita, sibienelmar-ido quería alquilarle unaoficina
para que estuviera más cómoda.'"' Las inauguraciones adquirieron un
frenesí que llevó a cubrir elpaís entero de locales partidarios.
" PPF, Sede Central Corrientes, acta N° 3,26de febrero de 1952, en Archivo EC.
Para tener unaidea delequipamiento mínimo de unidad básica, sirve como ejem
plo la de la calle Chenaut 1940. Al recibirla en marzo de 1952, la subdelegada
censista realizó elsiguiente inventario: 6sillas de madera, 3 cuadros de Eva Perón,
2 cuadros de Perón, 1 escudo peronista, 1 escritorio de majlera de 7 cajones, 1
artefacto de luz fluorescente, dos tubos, 1 portasecante, 1almohadilla pai-a sellos,
4 sellos degoma, 1 regla de madera, enArchivo NL.
•'' Entrevista a Nélida de Miguel.
Enttevista a Mafalda Piovano.
 Si bien desde el discurso peronista las mujeres como madres
debían ocuparse del hogar yde sus hijos, las cuestiones partidarias, y
por ende poh'ticas, pesaban ymucho. De alguna manera, las integrantes
descuidaban sus funciones naturales en pos de las partidarias, aten
diendo hasta altas horas de la noche. Pero, para justificar la situación,
Evita les recordaba que la unidad básica era una extensión del hogar y
el PPF una gran familia "con sus pequeñas desavenencias yalegrías",
en definitiva, seguían ocupándose de una familia. En un principio,
funcionaban de día, a diferencia de las masculinas que lo hacían por
la noche. Lasuitidades básicas femertinas no eran oficinas admiitistra-
tivas, por lo que no se podía limitar el horario de atención.'" Abrían
de lunes a sábado de 8 a 20 horas, aunque durante 1951 también lo
hacían los domingos y cerca de las elecciones hasta las 24horas todos
los días."*-
E1 acelerado y exitoso crecimiento del PPF en torno de la es
tructura de las unidades básicas femeninas provocó que pronto se
convirtiesen enelmodelo aseguir porlas otras ramas del movimiento
perortista. Al año de haberse inaugurado. Perón elogiosamente destacó
que como hombre se sentía orgulloso alver que las mujeres estaban
superando a sus pares masculinos en la organización de los centros
poh'ticos que hadan las veces de "refugio para aquel que necesita un
consejo o precisa una ayuda", donde podían reunirse para conversar
sobre temas interesantes, acoser amáquina, oenseñar ahacer algo. En
definitiva ese era el tipo de organización política adecuado ycontrario
al "vidoso comité".''^ Meses después amplió sus elogios didendo que
la base de la doctrina peronista, que es la base de la moral peronista, la
veía en sus formas más puras en la organización femenina", que debía
ser elmodelode organización de lasunidades básicas masculinas. "Ese
mérito lo tendrán siempre las mujeres".'*''
Uno de los rasgos distintivos más importantes, ysobre el que se
insistía sistemáticamente desde la presidencia del PPF, era la tajante
prohibición del ingreso de hombres en las unidades básicas femeni-
PPF, Sede Centtal Capital Federal, 7 deseptiembre de1950, enArchivo NL
*- PPF, Secretaría Junta Metropolitana, Capital Federal, 29 de mayo de 1950 en Ar
chivo NL.
•" Democracia, 24 de febrero de 1951.
•" "Discurso dado a las subdelegadas censistas del PPF el 4 de iulio de 1951" en
Perón, 1951.
[170]
ñas "El movimiento es de mujeres exclusivamente. Por consiguiente,
la intervención de los hombres debe descartarse; úmcamente debe
aceptárseles como compañeros de un mismo ided para la '^olj^boia-
ción desinteresada en la sola Unea de Perón yEva Perón como hderes
únicos"."' Su ingreso estaba prohibido aunque mas no fuera una rusi a
ocasional. Ni maridos ni novios, ni amigos ni médicos, ni pohcias^Las
afiliadas debían ser atendidas sólo por personal femenmo de la Fun
dación Eva Perón."' Lo mismo regía para la policía. En una circular
enviada el 29 de mayo de 1951,Teresa Flora alertaba sobre la presencia
del poUcía de la esquina, al que se ha visto en "amable tertuha con as
integrantes de la unidad básica", aclarando que quedaba teimnante-
mente prohibida la presencia de cualquier hombre en el local, incluso
un policía, aunque fuera para "charlar ytomar mate con las afiliadas
esto es muy mal visto por la gente del barrio ybaja la reputación las
integrantes de la unidad"."^ Las peronistas tampoco podían asistir alo
actos preparados por "nuestros compañeros del sector mascuhno. De
mismo modo, tampoco se invitarán hombres sirnpaüzantes
movimiento alas reuniones que se reahcen en las umdades bastea
que hayan sido programadas por el partido fememno Las umc
LepcLnes eran los actos efectuados por la CGT, para los cuales la
presidencia del PPF autorizaba la asistenaa de las mujeres.^
Esta drástica medida se tomó con una doble mtencion. Por un
lado resguardar la buena reputación de las mujeres que comenzaban
atrabajar en política. Era inconveniente que se las viera en reuniones
con hombres dentro de un local partidario, según se señalaba desde
la presidencia del PPF. De alguna manera Evita sabia, ypadecía en
carne propia, que el hecho de que una mujer partiapase en política no
estaba del todo bien visto. La política era para los hombres yuna mujer
que transgrediera esta situación podía ser acusada de acütudes non
sanctas". Tomando las palabras de la delegada Pauno; ' se nos decía
que éramos putas porque hacíamos política"."' Del misnao modo, el
hecho de que convivieran ytrabajasen bajo un mismo techo hombres
ymujeres facilitaría argumentos en contra de la incipiente politizaaon
Capital Federal. juUo de 1950, en Archivo NL.
«Ibid., 18 de ¡uho de 1950, en ArcWvo NL.
Ibid., 29 de mayo de 1951, en Arcliivo NL.
Ibid., 6de marzo de 1951, en Archivo NL
•'' Gurdulich, 1996.
11711
 E/'/Ví/ capilam
femenina. Además, es probable que aEvita la impulsaran ciertas acd-
tudes moralistas que intentaban aplacar, de alguna manera, las críticas
delas que ella misma era objeto.
Por otra parte, tampoco puedo dejar de sugerir que había un
celo justificado en que los hombres, más expertos ymás duchos en
las cuestiones políticas, pudieran influir la conducta de las mujeres,
aún vírgenes en estas lides. De acuerdo con directivas partidarias y
con relatos de distintas protagonistas de la época, Eva Perón alertaba
periódicamente alas censistas acerca de que no se dejaran influir y
ni siquieia aconsejar por los hombres del PP puesto que corrían el
riesgo de adquirir los vicios que ellos tenían en poh'tica yde facilitar
la intención de querer manejarlas, dada su mayor experiencia. Atal
punto llegó esta directiva, que Evita prohibió alas delegadas censistas
nombrar como subdelegadas alas esposas de funcionarios para que
sus maridos no las influyesen a ellas eindirectamente al PPE^" Si bien
algunas mujeres eran fieras ' yno iban apermitir que los hombres se
metieran, como recuerda Dora Gaeta,"*' Ana Macri señala que en una
oportunidad cuando entraron ala unidad básica: ¿"Quién estaba en la
puerta?, el marido de una chica ala que yo había hecho subdelegada,
y que era diputado nacional. Entonces lo enfrenté y le dije: ¿Usted
que hace acá? 'No, yo soy...' ¡Nada que ver, usted! Ysegún dicen yo lo
zamarreé de la solapay lo eché"."
El incumpliiniento de esta directiva podía provocar hasta la in
tervención del distrito. Un caso paradigmático fue lo sucedido en la
localidad de Benito Juárez, en la provincia de Buenos Aires. No hay
datos exactos acerca de los hechos que desencadenaron el conflicto. Las
resoluciones del Consejo Superior Peronista alertaban sobre injerencias
por parte de caudillos en la unidad básica femenina de esa localidad.
Debido a "interferencias registradas en laorganización del PPF dela
localidad de Juárez" porparte de Eduardo Carvajal, uncaudillo local,
senador provincial peronista yasu vez miembro del Consejo Superior-
Peronista de la provincia de Buenos Aires, se produjo el conflicto."
Luego de varias reuniones mantenidas porlas autoridades partidarias
nacionales y provinciales, de las que participaba Evita, se intervino
Entrevista a Ana Macri, Hílela Castañeira )• Esther Fatlul.
Entrevi.sta a Dora Gaeta de Iturbe.
Entrevista a Ana Macri.
•" Dc/mwda, 13 de marzo de 1951.
Las unidades básicas femeninas
"inmediatar-nente el distrito deJuárez" y se "solicita, obtieney acepta
sobre tablas larenuncia del senador provincial", quien fue expulsado
por inconducta partidaria. La intervención al distrito de Juárez estuvo
a cargo de Emma Nicolini, quien fue sucedida por Dora Gaeta de
Iturbe, bajo los fundamentos de la siguiente resolución:
Hacer propicia en esta oportunidad la medida ejem-
plarizadora tomada para reafirmar el concepto de que es
negación de peronismo ymenguar esfuerzo ala Revolu
ción para servir intereses de círculo o de hombres, por
cuanto el movimiento justicialista no admite ni adrnitirá
más que a un líder, su inspirador y realizador el general
Perón y de la señora presidenta del PPF, Eva Perón,
cuya guía deben seguir confiada y fielmente los afiliados
de ambos sexos porque en ella va involucrado el firme
propósito de un pueblo que quiere seguir siendo justo,
libre y soberano.-" r
Esta medida no dejaba lugar a dudas. Clarín señalaba que lo
sucedido en Juárez resultaba aleccionador, pues "alü donde tienda
a entronizarse una política de círculo o de tipo caudillista aparecerá
una punta de lanza femenina. Apartir de ahora, muchos aspirantes a
caudillos quedarán potificados"." Aunque no es casualidad que esto
sucediera con un dirigente del riñón del mercantismo.
Elmanejo de la información de las unidades básicas estaba con
trolado. Se prohibió estrictamente aportar datos a cualquier persona
que deseara obtenerlos yen su defecto las subdelegadas debían solicitar
ajaida policial, de ser necesario. La información debía ser preserva
da desde el nombre del personal que aUí trabajaba, la forma en que
cumplían el trabajo, los horarios yla cantidad de afiliaciones logradas.
La presidencia del PPF solicitó que todos los libros, fichas ycarnés
se guardaran diariamente bajo llave ylas puertas de la unidad básica
quedaran "herméticamente cerradas".-"
Las unidades básicas femeninas eran supervisadas por un com
petente cuerpo de inspectoras. En el mes de junio de 1951, Eva Perón
nombró dos otres inspectoras por cada provincia ypor Capital Federal
Idem.
Clarín, 6 de marzo de 1951.
.» ppjj Sede Central Capital Federal, 12 de junio de 1951, en Archivo NL.
 para que examinaran la actividad en las unidades básicas de todo el país.
Ellas controlaban el funcionamiento integral no sólo de las unidades
básicas sino también de las sedes centrales, asegurándose que se cum
pliesen los objetivos yplanes impartidos desde la presidencia del PPE"
Haydée Ferrara, inspectora en la provincia de Buenos Aires, recuerda
que ellas debían inspeccionar si el local estaba separado de la familia,
enelcaso de que launidad básica funcionara enuna casa, corroborar
la prescindencia de los hombres" en la sede, controlar el trabajo, la
conducta y el proceder" de las subdelegadas, los horarios, analizar
los registros de capacitación y asistencia que se brindaba, constatar
la realización de exposiciones de trabajos manuales, etcétera.^® Luego
elevaban un informe ala presidencia del PPF para su posterior eva
luación ydejaban una copia en la unidad básica.^' Beatriz Bruzzatori,
inspectora en Capital Federal, señala que ellas también, aconsejaban
yguiaban a las subdelegadas, y que buscaban en conjunto delinear
estrategias para implementar los cursos de capacitación, de acuerdo
con el barrio ylas necesidades de la gente del lugar.'" Las inspectoras
también actuaban como consejeras.
Algunas de ellas participaron activamente de la campaña electo
ral. Por ejemplo, en Jujuy, la inspectora Amparo Pérez concurría alos
actos y giras que realizaba el gobernador Iturbe." También hablaban
en los actos de inauguración de unidades básicas. Las inspectoras no
sólo inspeccionaban los locales sino que también se ocuparon de dar
personalmente las insttucciones para la movilización partidaria, ins
peccionaban el censo y la propaganda. Recorrían las provincias para
encontrarse con las subdelegadas e interiorizarse de las necesidades y
problemas que pudieran tener. Ellas mismas estaban autorizadas para
tomar, en primera instancia, las medidas que consideraran más opor-
mnas para eldesenvolvimiento delas tareas partidarias.'-
•" Comunicado alas subdelegadas censistas, PPF, Sede Central Santa Fe, 28 de ¡unió
de 1951, en Arclilvo AM.
Entrevista a Haydée Ferrara de Pardo, inspectora de unidades básicas femeninas.
" Por ejemplo, en la provincia de Santa Fe fueron nombradas tres inspectoras: Elena
Di Girolamo, con asiento en Santa Fe yRosario, María Luisa Trotta yCelia Dora
Semería con asiento en Rosario. En Jujuy estaba Amparo Pérez.
Entrevista a Beatriz Bruzzatori.
" Cmiicci de laTarde (Jujuy), 26 de julio de 1951.
Por ejemplo, en la provincia de Córdoba, las inspectoras Emma Nicolini yÁgue
da G. de Barro presenciaron un acto ydieron un discurso junto con la delegada
[1741
De más está decir que las delgadas censistas se sintieron vigiladas
ysorprendidas por el envío de las inspectoras yno las recibían con
gusto. Recuerda Urbelinda Tejada que Evita les había enviado una
inspectora a San Juan:
Yo me acuerdo que estábamos acá enlaSecretaría,
yhabían venido otras delegadas; yuna me invitó atomar
un cafecito, yme dice: 'Tejada, avos te parece que Evita
nos tiene que mandar una inspectora, ¡no nos tiene con
fianza!'. Le digo, '¡Mirá, por mí puede mandar veinte!'
Pero ella hizo así, mandó inspectoras... Y la inspectora
se quedó maravillada, porque yo le decía al chofer, en el
campo, que vaya por acá, doble por allá... para que vea
cómo conocía la zona."
Unavezinstaladas lasunidades básicas, había quereclutar o atraer
mujeres. El problema que se planteaba no era sencillo, pues no era
habimal que una mujer dejara su hogar para realizar tareas políticas. Se
buscó lamanera deatraerlas a launidad básica "sinsacarlas delo que
es tan suyo: el hogar", como decía Evita. Por eso Evita equiparaba al
PPF con un gran hogar: "Yo he querido que mi partido sea un hogar
[.,.] que cada unidad básica sea algo así como una famiha [...] con sus
grandes amores y sus pequeñas desavenencias, con su fecundidad
excelsa y su laboriosidad interminable"." Desde la presidencia del
PPF no se quería "atemorizar" a la mujer yposiblemente al hombre
tampoco. En este sentido es muy importante una reflexión de Delia
Parodi, quien señala que sabían que a"la mujer no se la podía ir direc
tamente yarrancarla de su hogar"." Era el primer paso que se daba y
no podía de ninguna manera ser improvisado ni descuidado, sino que
debía continuar respondiendo a los cánones culturales que indicaban
que la mujer debía ocuparse de lo privado, de la vida doméstica, aun
fuera de su casa y "haciendo política".
censista Calviñü. La inspectora Nicolini les dijo alas mujeres que se organizaran y
lucharan unidas "para mantener el digno lugar que gracias aEva Perón han con
quistado". Cf. Córdoba (Córdoba), 5de agosto de 1951.
" Entrevista a Urbelina Tejada.
^ Eva Perón, 1953,301.
" Entrevista a Delia Parodi, en CHO-ITDT.
1175{
 Biv/a aipitíWü
Conclusión
El PPF logró una Rierte presencia en todo el país a través de la
instalación de las unidades básicas femeninas. Las unidades básicas
femeninas fueron el ámbito de socialización ycongregación de mu
jeres peronistas que formaban parte, además, de la táctica política de
penetración territorial del PPE Contaba con sus propias estructuras
celulares, las unidades básicas femeninas, que tenían una forma de
composición, jerarquía interna, estructuras edUicias, estilos de captación
de prosélitos diferentes de las masculinas. En efecto, hubo pautas dife
renciadas en cuanto ala manera yrequisitos de apertura de las unidades
básicas masculinas yfemeninas ytambién en la estructura jerárquica.
Por otra parte, la forma de Incorporación de militantes fue disünta. El
Pr masculino se ajustaba alas formas tradicionales de hacer política,
como por ejemplo la afiliación, las charlas, los asados, vino, juego, etc.
Mientras las mujeres, apartir del tipo de distribución geográfica de las
unidades básicas, tenían unmétodo que consistía enrecorrer todas las
casas del barrio, tocar timbre, "censar-afiliar" alas mujeres peronistas
einvitarlas ala unidad básica a participar de alguna de las múltiples
actividades que allíse realizaban.
Vale decir, hubo una política diferenciada para hombres ymujeres
ysus formas de actrtación en las unidades básicas fue muy íferente.
Además en estos gineceos modernos estaba prohibido el ingreso de los
hombres del PP dando cuenta de un celo muy marcado en no permitir
su injerencia en el PPE Esta prohibición se vio claramente desde un
inicio, por ejemplo, con las indicaciones dadas a las censistas de que
los hombres no podían ingresar en las unidades básicas femeninas ni
aun en lasque funcionaban en sus propiascasas cuandose desarrollaba
la actividad parüdaria. Dentro de este tipo de medidas, también por
orden de Evita, las delegadas tenían prohibido nombrar a las esposas
de tuncionarios como subdelegadas censistas pues, a través de ellas,
sus maridos querrían manejar al parüdo femenino. Pero también, se
buscaba resguardar labuena reputación delas mujeres que comenzaban
a trabajar en polídca.
Por otra parte, elPPF, en tanto partido carismático, no presentó
rasgos burocráticos que implicaran reglas claras de trabajo pues estas
podían ser modificadas o alteradas de acuerdo a la voluntad de la k'der.
En ese partido la incertidumbre sobre las perspectivas de carrera era
notable, pues, si bien había cierta previsibilidad para las relaciones
internas, esta podía ser alterada por voluntad de Evita. Así sucedió.
Las unidades básicas femeninas
por ejemplo, con el nombramiento de las inspectoras de las unidades
básicas que en algún punto superpusieron su actividad con la de las
delegadas, creando un clima de suspicacias mutuas.
El objetivo primordial, sobre el cual giró toda la actividad en
esos primeros años del PPF, era afiliar-censar y procurar la obten
ción de las libretas cívicas para que las mujeres pudiesen votar en las
elecciones de 1951 además de captar militantes y votantes antes de
que llegaran las elecciones. Estos dos puntos eran los más recalcados
desde la presidencia del PPF. Se encaró una tarea netamente política,
por más que se la intentara teñir de otros aditamentos yque la misma
Evita, probablemente sabiendo las resistencias que provocaba, buscara
disimularlas llamándolas sólo "acción social". Sin embargo, quizás en
busca deatraer alas mujeres o enelintento dedar unsentido diferente
a la milltancia, se procuró implementar una serie de tareas afines alas
mujeres a partir de diferentes propuestas "hay que elegir el mejor ca
mino para convencer a cada mujer, unas se convencen de una manera
y otras de otra"."'
Por esa razón se pusieron en práctica distintas actividades que
pudieran interesarles y resultarles convocantes. Ahora bien, ¿cuáles
fueron las políticas de inclusión de mujeres, esdecir, qué tipo de acti
vidades, como parte del proselitismo, se desarrollaron en las unidades
básicas femeninas para incorporarlas al PPF en esta primera experiencia
política? ¿Existieron prácticas netamente políticas ose circunscribieron
sólo a tareas sociales?
Eva Perón, "Carta a la mujer pcroni.sta", Mundo Peroiiis/n, 1° de septiembre de
1951.