Imágenes: Andrey_Popov
El cheque empezó a utilizarse por primera vez en Inglaterra, a finales del siglo
XVIII aunque la generalización de su uso llegó con las instituciones bancarias, en
el siglo XIX.
La presentación a cobro de un cheque debe realizarse, para cheques emitidos o
pagaderos en España, en un plazo de 15 días desde su fecha de emisión. Para
los cheques emitidos en el resto de Europa el plazo es de 20 días y, para países
no europeos, el plazo es de 60 días, si se pagan en España.
Pasados dichos plazos, el cheque puede ser revocado, es decir, anulado por
parte del librador.
Partes de un cheque
Hay una serie de datos imprescindibles que deben formar parte del cheque
para que éste sea válido: