Los métodos de alumbrado nos indican cómo se reparte la luz
en las zonas iluminadas. Según el grado de uniformidad deseado, distinguiremos tres casos: alumbrado general, alumbrado general localizado y alumbrado localizado.
El alumbrado general proporciona una iluminación uniforme
sobre toda el área iluminada. Es un método de iluminación muy extendido y se usa habitualmente en oficinas, centros de enseñanza, fábricas, comercios, etc. Se consigue distribuyendo las luminarias de forma regular por todo el techo del local
Ejemplos de distribución de luminarias en alumbrado general
Empleamos el alumbrado localizado cuando necesitamos una
iluminación suplementaria cerca de la tarea visual para realizar un trabajo concreto. El ejemplo típico serían las lámparas de escritorio. Recurriremos a este método siempre que el nivel de iluminación requerido sea superior a 1000 lux., haya obstáculos que tapen la luz proveniente del alumbrado general, cuando no sea necesaria permanentemente o para personas con problemas visuales. Un aspecto que hay que cuidar cuando se emplean este método es que la relación entre las luminancias de la tarea visual y el fondo no sea muy elevada pues en caso contrario se podría producir deslumbramiento molesto.
Relación entre el alumbrado general y el localizado
Niveles de Iluminación Recomendados
Los niveles de iluminación recomendados para un local
dependen de las actividades que se vayan a realizar en él. En general podemos distinguir entre tareas con requerimientos luminosos mínimos, normales o exigentes.
En el primer caso estarían las zonas de paso (pasillos,
vestíbulos, etc.) o los locales poco utilizados (almacenes, cuartos de maquinaria) con iluminancias entre 50 y 200 lx. En el segundo caso tenemos las zonas de trabajo y otros locales de uso frecuente con iluminancias entre 200 y 1000 lx. Por último están los lugares donde son necesarios niveles de iluminación muy elevados (más de 1000 lx) porque se realizan tareas visuales con un grado elevado de detalle que se puede conseguir con iluminación local. Iluminancia media en servicio Tareas y clases de local (lux)
Mínimo Recomendado Óptimo
Zonas generales de edificios
Zonas de circulación, pasillos 50 100 150 Escaleras, escaleras móviles, roperos, 100 150 200 lavabos, almacenes y archivos Centros Docentes Aulas, laboratorios 300 400 500 Bibliotecas, salas de estudio 300 500 750 Oficinas Oficinas normales, mecanografiado, salas de proceso de datos, 450 500 750 salas de conferencias Grandes oficinas, salas de 500 750 1000 delineación, CAD/CAM/CAE Comercios Comercio tradicional 300 500 750 Grandes superficies, supermercados, 500 750 1000 salones de muestras Industria (en general) Trabajos con requerimientos visuales 200 300 500 limitados Trabajos con requerimientos visuales 500 750 1000 normales Trabajos con requerimientos visuales 1000 1500 2000 especiales Viviendas Dormitorios 100 150 200 Cuartos de aseo 100 150 200 Cuartos de estar 200 300 500 Cocinas 100 150 200 Cuartos de trabajo o estudio 300 500 750 Iluminancias recomendadas según la actividad y el tipo de local En la tabla anterior tenemos un cuadro simplificado de los niveles de iluminancia en función del tipo de tareas a realizar en el local.
Depreciación de la Eficiencia Luminosa y Mantenimiento
El paso del tiempo provoca sobre las instalaciones de
alumbrado una disminución progresiva en los niveles de iluminancia. Las causas de este problema se manifiestan de dos maneras. Por un lado tenemos el ensuciamiento de lámparas, luminarias y superficies donde se va depositando el polvo. Y por otro tenemos la depreciación del flujo de las lámparas.
En el primer caso la solución pasa por una limpieza periódica
de lámparas y luminarias. Y en el segundo por establecer un programa de sustitución de las lámparas. Aunque a menudo se recurre a esperar a que fallen para cambiarlas, es recomendable hacer la sustitución por grupos o de toda la instalación a la vez según un programa de mantenimiento. De esta manera aseguraremos que los niveles de iluminancia real se mantengan dentro de los valores de diseño de la instalación.
Requisitos para una Buena Iluminación
Una buena iluminación es aquella que proporciona los niveles
de luz adecuados a la actividad que se realiza, controla los deslumbramientos y las posibles sombras, uniformiza la iluminación equilibrando las luminancias en el campo visual e integra el máximo posible la luz natural.
La distribución y características de las luminarias que se
deben tener presentes para conseguir una buena iluminación son las siguientes:
Uniformidad de la iluminación: Se recomienda que la relación
entre los valores mínimos y máximo de los niveles de iluminación existentes en el área de trabajo no sea inferior a 0,8.
En áreas adyacentes, aunque tengan necesidades de iluminación
distintas, no deben existir grandes diferencias, recomendándose que los niveles no difieran en un factor mayor de 5. Además se deberán limpiar las luminarias periódicamente para lograr los valores nominales.
Equilibrio de luminancias: Las relaciones de luminancias a
considerar son las siguientes:
Entre la tarea y su entorno inmediato. Se recomienda que
la luminancia del entorno inmediato sea menor que la de la tarea pero no inferior a 1/3. Entre la tarea y el entorno alejado. Se recomienda que la relación de luminancias no sea superior a 10 ni inferior a 1/10.
El equilibrio de luminancias se puede lograr controlando los
niveles de iluminación y la reflectancia de las superficies a través de la utilización de colores más o menos claros.
Control del deslumbramiento: Para reducir el deslumbramiento
los puestos de trabajo se deben diseñar de manera que no existan fuentes luminosas o ventanas situadas frente a los ojos del trabajador, orientando adecuadamente los puestos, utilizando persianas o cortinas en las ventanas o apantallando las fuentes de luz con difusores o pantallas que impidan la visión directa del cuerpo brillante.
Control de reflejos: Es recomendable emplear acabados mate en
las superficies de trabajo. Para evitar sombras es aconsejable situar las luminarias de manera que la luz llegue al trabajador lateralmente y por ambos lados.
Direccionalidad de la luz: Es importante que exista un
equilibrio de luz difusa y direccional. Una iluminación demasiado difusa empeora la percepción de los objetos en tres dimensiones, mientras que la iluminación excesivamente direccional produce sombras duras que dificultan la percepción.
Parpadeos: El flujo de luz de las lámparas alimentadas con
corriente alterna presenta una fluctuación periódica demasiado rápida para ser detectada por el ojo pero en el caso de lámparas deterioradas sí puede generar parpadeos molestos. (Esto, si se produce, afecta a las lámparas de descarga, ya que las incandescentes presentan continuidad de flujo por incandescencia del filamento). Efectos estroboscópicos: En máquinas giratorias, si la velocidad de giro se sincroniza con la frecuencia de fluctuación del flujo luminoso puede dar lugar a la impresión de que las partes rotativas de una máquina giran a poca velocidad o están paradas, con el correspondiente peligro que conlleva esta situación.
Se puede eliminar este efecto con un sistema de iluminación
auxiliar incandescente de las partes giratorias y también evitando y atenuando las posibles fluctuaciones de la tensión de red.
La distribución de luz puede ser:
1. Iluminación directa. La luz incide directamente sobre la
superficie iluminada. Es la más económica y la más utilizada para grandes espacios.
2. Iluminación indirecta. La luz incide sobre la superficie
que va a ser iluminada mediante la reflexión en paredes y techos. Es la más costosa. La luz queda oculta a la vista por algunos dispositivos con pantallas opacas.
Accidentes de Iluminación
Los accidentes por iluminación suceden debidos principalmente
a dos errores básicos:
1. Dirigidos los rayos luminosos hacia el observador, en vez
de dirigirlos hacia el objeto
2. Concebir el sistema general de iluminación para interior
sin considerar los arreglos posteriores: todo el cuerpo, como las personas, absorben rayos luminosos.