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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN- TACNA

Facultad de Educación, Comunicación y Humanidades

Escuela Profesional de Educación

INFLUENCIA DEL POSITIVISMO EN LOS INICIOS DE LA REPUBLICA

LATINOAMERICANA MEXICO, ARGENTINA Y PERÚ

EXÁMEN PROFESIONAL

Presentado por:

Bach. Alexander Chachaque Pacari

Para optar el título de:

Licenciado en Educación, Especialidad en Ciencias Sociales y Promoción Socio-Cultural

TACNA-PERÚ

2018
DEDICATORIA

Para realizar este trabajo he recurrido a muchas


personas que me han colaborado con tiempo,
ideas, sugerencias que al final se ven
plasmados en mi trabajo.

Se le da agradecimientos de este trabajo a los


miembros de mi familia que me han ayudado y
apoyado a realizar este tema así también al Dr.
Oscar Panty Neyra, quien supo guiarme en el
proceso de este trabajo monográfico.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ....................................................................................................... 5

CAPÍTULO I: ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO ............................................... 6

1.1 NOCIÓN DEL POSITIVISMO........................................................................ 6

1.2 CARACTERÍSTICAS DEL POSITIVISMO .................................................... 7

1.3 CONDICIONAMIENTOS HISTÓRICOS ........................................................ 7

1.4 MARCO CONCEPTUAL ............................................................................... 9

1.4.1 POSITIVISMO ........................................................................................ 9

1.4.2 ESTADO SOCIAL ................................................................................... 9

1.4.3 ORDEN Y PROGRESO.......................................................................... 9

1.4.4 EL ESTADO TEOLÓGICO ................................................................... 10

1.4.5 EL ESTADO METAFÍSICO ................................................................... 10

1.4.6 EL ESTADO POSITIVO........................................................................ 10

1.4.7 POSITIVISMO LÓGICO ....................................................................... 10

CAPÍTULO II: ETAPAS DEL POSITIVISMO Y TEMAS FUNDAMENTALES ........ 11

2.1.PRIMERA ETAPA (1826-1845) ...................................................................... 11

2.2.SEGUNDA ETAPA (1846-1857) ..................................................................... 12

2.3 TEMAS FUNDAMENTALES DEL POSITIVISMO ........................................... 13

2.3.1 ESTADO SOCIAL ................................................................................. 13

2.3.2 ORDEN Y PROGRESO........................................................................ 14

2.3.3 LEY DE LOS TRES ESTADOS ............................................................ 14


CAPITULO III: INFLUENCIA DEL POSITIVISMO EN AMERICA LATINA ............. 17

3.1 POSITIVISMO EN ARGENTINA ................................................................. 17

3.2 POSITIVISMO EN MEXICO ........................................................................ 21

3.3 POSITIVISMO EN EL PERÚ....................................................................... 25

CONCLUCIONES .................................................................................................... 33

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................... 34

ANEXO
INTRODUCCIÓN

Indudablemente el Positivismo aparece en un momento histórico (finales del Siglo XIX y

comienzos del XX), donde aparecen cambios tecnológicos como los acontecimientos por la

Revolución Industrial, coincidiendo a la vez, con el decaimiento del sentido metafísico y

religioso del conocimiento.

El hombre, al no obtener las respuestas esperadas en la religión, en su búsqueda y

peregrinaje permanente, por saber el porqué de las cosas, fija su atención en la ciencia, ya que

la misma le brinda seguridad, confianza y confort. Ya no es el hombre, a merced de la

naturaleza, más bien es un ser, que encuentra respuestas lógicas al estudiar en forma analítica,

los mecanismos de los objetos que se encuentran en su alrededor.

Y en este marco, con el principio antes mencionado, nace el Positivismo, doctrina que

Comte resume bien, a través de su Ley de los Tres Estadios, marcando así el comienzo de la

Historicidad del Conocimiento Humano.

Esta corriente filosófica también influenció en América Latina tanto en Argentina, México

y Perú.

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CAPÍTULO I

ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO

1.1 NOCIÓN DEL POSITIVISMO

El positivismo fue una corriente filosófica de los siglos XIX y XX que se orientó a

poner de relieve los hechos por sobre las ideas a destacar el rol de la ciencia

experimental en la explicación de la realidad. Para los positivistas lo único realmente

existente, por tanto, verdadero, es aquello que puede ser experimentado medido y

registrado por medio del método científico. Todo lo demás es iluso y falso. En

conciencia, las proposiciones de la metafísica no son verdaderas en modo alguno,

porque sus contenidos no provienen de la experiencia.

Augusto Comte, el fundador del positivismo, bajo ciertas influencias del kantismo y

del empirismo inglés, rechazo a la metafísica y con ello al idealismo hegeliano por

cuando pretendía explicar la realidad estrictamente a partir de la razón. Comte sostuvo

que la metafísica era un modo de conocer la realidad correspondiente a una época que

llegaba a su fin con el advenimiento del positivismo. En este sentido consideró con la

nueva época, época del “estado positivo” o del “estado industrial”, las ilusiones de la

razón serian desechadas definitivamente. (Panty Neyra, 2012, pág. 11)

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1.2 CARACTERÍSTICAS DEL POSITIVISMO

a) No existe otro conocimiento que el empírico, el que se funda en los hechos y formula

leyes de coexistencia y lección de fenómenos.

b) No conocemos los fenómenos si no las apariencias de las cosas.

c) Toda metafísica es un intento inútil y estéril. Es carente de sentido, la búsqueda de todo

lo que se llama “las causas son primeros o finales”.

d) El único método válido es el de las ciencias experimentales.

1.3 CONDICIONAMIENTOS HISTÓRICOS

El positivismo se generó y se desarrolló en el ámbito de una sociedad traumatizada

por los impactos de la revolución de la política francesa y la revolución industrial. La

revolución política comprendió un periodo de diez años (1789-1799), durante los cuales

la sociedad estamental, heredera del feudalismo, fue sustituida por la sociedad

capitalista, basada en una economía del mercado. La dirección burguesa triunfante,

radical en sus comienzos, desplazó del poder a la nobleza feudal y a la monarquía

absolutista; avanzó en el establecimiento de la ciudadanía y en el reconocimiento de un

margen de libertades y derechos sociales y económicos; pero debido a las fuertes

contradicciones internas ( fraccionamiento de la dirección burguesa en jacobinos

radicales y girondinos moderados que discrepa sobre el carácter de la revolución, la

subversión de los partidarios de la monarquía y de las amenazas externas ( las potencias

absolutistas se movilizan contra los revolucionarios franceses) la dirección burguesa no

pudo consolidar la república democrática; pronto los elementos conservadores de la

burguesía ganaron espacio, aniquilaron a los elementos progresistas y reorientaron el

7
poder con el establecimiento del Directorio en 1795. Así la revolución política se

frustró, Napoleón Bonaparte mediante un golpe de Estado estableció en el Consulado

en 1799; luego se proclamó emperador en 1804, pero en 1814 la Santa Alianza restauró

la monarquía borbónica, si bien posteriormente en 1830 y 1848 habrían de ocurrir otras

revoluciones liberales.

Simultáneamente y en relación con lo político y cultural, durante el siglo XIX la

ideología del liberalismo económico favoreció el progreso de la revolución industrial

con el surgimiento de grandes empresas monopólicas y con la expansión de los

mercados a nivel mundial. Se concedió gran importancia al crecimiento económico,

pero se desatendió a los problemas sociales generados por la intensificación de la

industrialización en la perspectiva de los detentadores del gran capital. Las condiciones

de vida deprimente de los integrantes del proletariado industrial fueron denunciadas por

los pensadores socialistas utópicos como Saint- Simón, Owen y Fourier.

Dentro de este contexto de anarquía, crisis y tentativas de reordenamiento entre

conservadores y liberales, reformistas y revolucionarios, realistas y utópicas, Comte, el

pensador alineado con los intereses de la burguesía que de revolucionaria devino en

conservadora, fue generado la concepción positivista con la pretensión, de restituir el

orden social, pero manteniéndose en el cauce de la tendencia del desarrollo económico

social capitalista de la época.

Agreguemos aquí los condicionamientos filosóficos del empirismo y el kantismo en

la generación del positivismo. El empirismo frente al racionalismo de abogaba por la

razón abstracta. El empirismo se proponía conocer la realidad natural y transformada

para beneficio del progreso y bienestar de la humanidad. Durante la época de Comte,

época de la revolución industrial, se confirmó el valor y utilidad de la metodología

empirista con la aplicación de los nuevos productos de la técnica y ciencia en desarrollo.

8
Por su parte el kantismo que distinguió el fenómeno (lo cognoscible directamente)

del noumeno (lo no cognoscible), estableció los límites de la experiencia dentro de los

cuales debía encuadrarse el conocimiento. Esta afirmación llevo al positivismo a

sostener que no hay más conocimiento que de los derechos observados. Lo demás es

pura ficción metafísica que debe desterrarse del pensamiento de la humanidad. (Panty

Neyra, 2012, pág. 12)

1.4 MARCO CONCEPTUAL

1.4.1 POSITIVISMO

Según Elssi Núñez Carpio: El positivismo es un sistema filosófico que admite solo

el método experimental, reduce la posibilidad del conocimiento positivo, a lo dado por

la experiencia influyó casi toda la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX.

1.4.2 ESTADO SOCIAL

Según Carlos Augusto Lozano Bedoya. El Estado social es una forma de

organización política que se caracteriza por la especial naturaleza de su misión:

asegurar el respeto, la garantía y la realización integral de los derechos humanos, los

cuales se convierten en el fundamento y la razón última de ser del Estado.

1.4.3 ORDEN Y PROGRESO

Según Comte: La interpretación dominante de los términos entendía el progreso

como crecimiento económico y modernización, y el orden como la fijación de las

condiciones de tranquilidad en las cuales debía encontrarse el pueblo para permitir la

proyección del progreso sin pausa.

9
1.4.4 EL ESTADO TEOLÓGICO

Según Comte: Predomina la fantasía. Los procesos naturales son: referidos a la

acción de seres místicos, inicio de todas las artes, comienzo de las técnicas domésticas,

formación de un clero y de un culto organizado, predominio de los sacerdotes y de los

guerreros.

1.4.5 EL ESTADO METAFÍSICO

Según Comte: Es la explicación del mundo por la referencia a principios abstractos,

construidos por el pensamiento lógico, se cree poder llegar a un conocimiento absoluto

de la íntima autenticidad de todos los seres.

1.4.6 EL ESTADO POSITIVO

Según Comte: Es la ciencia, que se propone solo aprender las relaciones constantes

entre los fenómenos de la ley científica que consiste en conocer la coexistencia de los

hechos y de su sucesión casual.

1.4.7 POSITIVISMO LÓGICO

Se denomina Positivismo Lógico a un conjunto de corrientes filosóficas, con ciertos

rasgos comunes, que utilizan el método inductivo, establecen como son las cosas no

como deberían ser, es decir, evita introducir juicios de valor, su objetivo es

la descripción de las prácticas contables.

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CAPÍTULO II

ETAPAS DEL POSITIVISMO Y TEMAS FUNDAMENTALES

2.1. PRIMERA ETAPA (1826-1845)

El pensamiento positivista radical está expuesto en dos obras fundamentales: Curso

de filosofía positiva (1830-1842) y Discurso sobre el espíritu positivo (1844). La

primera obra fue producto de un curso privado que empezó a dictarlo en 1826, el mismo

que conto con oyentes distinguidos como Humboldt, Fourier, Esquirol, y Blainville;

pero a la tercera clase magistral, Comte sufrió un desequilibrio mental que le duro años,

víctima de una depresión intento suicidarse arrojándose al rio Sena, de donde fue

rescatado. En 1828 se reanudó el curso publicándose el libro a partir del año 1830 en

sucesivas entregas hasta 1842. En este lapso fue encarcelado por negarse a servir en la

guardia nacional monárquica; además se divorció de Caroline Massin (1842) con quien

contrajo matrimonio muy jóven; Caroline lo cuidó durante su periodo de locura y

ejerció la prostitución para solventar los gastos familiares.

Comte fue designado Instructor de Análisis y Mecánica de la Escuela Politécnica

(1832); pero se le negó la cátedra de Geometría por sus ideas republicanas (1833).

También fue designado examinador para las pruebas de ingreso a la Escuela Politécnica

(1836), puesto que pierde en 1844. En los años siguientes Comte vivirá de la ayuda

generosa (el “libre subsidio positivista”) de sus amigos y algunos ricos británicos

(Stuart Mill), de sus numerosos discípulos franceses (Emilio Littré) y demás

admiradores. (Panty Neyra, 2012, pág. 14)

11
2.2. SEGUNDA ETAPA (1846-1857)

En 1845 Comte se enamora profundamente de Clotilde de Vaux, una jóven de 30

años separada de su esposo y que se encuentra enferma. Clotilde muere al año siguiente,

lo que afecta seriamente al pensamiento de Comte. Su positivismo adquiere un carácter

romántico, místico, conservador.

En 1848 funda la Sociedad Positivista. En 1851 pierde su cargo de instructor en la

Escuela Politécnica. Durante ese año pública el primer tomo de Sistema de política

positiva, luego otros tomos, hasta completar diez, en los años 1852, 1853 y 1854. En

diciembre de 1851, Littré y varios discípulos se retiran de la sociedad positivista en

rechazó a la aprobación de Comte al golpe de Estado de Luis Napoleón y por la

acentuación del conservadorismo y la religiosidad en su filosofía. Efectivamente,

Comte derivó su concepción positivista en un sistema religioso siguiendo en parte la

estructura de la iglesia católica con escrituras sagradas, templos, santos, y servicios,

pero con la diferencia que el Ser Supremo es la Humanidad y el Sumo Pontífice el

propio Comte, además que considera como personajes venerables, entiéndase santos, a

Newton, Galileo, Shakespeare, Dante y Clotilde de Vaux, entre otros. Para esta iglesia

elabora en 1852 su Catecismo positivista. Cuatro años más tarde alcanza a publicar su

primer tomo de Síntesis Subjetiva que reúne sus ideas políticas y sociales reorientadas.

Augusto Comte murió en Paris víctima del cáncer, el 5 de septiembre de 1857, en

las condiciones de pobreza que lo agobio toda su vida. (Panty Neyra, 2012, pág. 15)

12
2.3. TEMAS FUNDAMENTALES DEL POSITIVISMO

2.3.1 ESTADO SOCIAL

Es la situación en la que se halla el espíritu humano en una determinada época

histórica. El espíritu humano recorre, en orden progresivo, varios estados a lo largo de

la historia (estados teológico, metafísico, positivo) con el propósito de alcanzar el fin

superior propuesto por su naturaleza. Cada estado se caracteriza por una manera de

entender e interpretar la naturaleza y por una idea distinta de lo que es el saber. En el

estado teológico la naturaleza y sus manifestaciones fenoménicas son consideradas

como producto de la acción directa y continua de agentes sobrenaturales, son

remplazados por las abstracciones personalizadas, mientras que el saber fundado es la

imaginación fantasiosa que se va orientando al ejercicio de la razón. En el estado

positivo los saberes o conocimientos son reales y relativos, por tanto, perfectibles, y no

especulativos y absolutos como pretendía el espíritu teológico- metafísico. En este

sentido Comte afirma: “La ley general de movimiento fundamental de la Humanidad

consiste, a este respecto, en que nuestras teorías tienden cada vez más a representar

exactamente los objetos exteriores de nuestras constantes investigaciones, pero sin que

pueda, en ningún caso, ser plenamente apreciada la verdadera constitución de cada uno

de ellos, debiendo limitarse la perfección científica a aproximarse a este límite ideal

hasta donde lo exigen nuestras diversas necesidades reales.” (Panty Neyra, 2012, pág.

16)

13
2.3.2 ORDEN Y PROGRESO

Cada estado social está regido por las leyes del orden (estabilidad) y progreso

(variabilidad). La categoría orden significa estructuración sistemática y coherente entre

los componentes de la sociedad en una determinada época, lo que le da estabilidad y

firmeza. La categoría progreso significa el paso de una época orgánica a otra, vale decir

de un orden social a otro diferente. De acuerdo al pensamiento comtiano, en el estado

positivo la sociedad experimenta el progreso en un sentido cualitativamente superior en

tanto es el resultado de la aplicación del conocimiento científico. El orden constituye

siempre la condición fundamental del progreso; y, recíprocamente, el progreso se

convierte en el fin necesario del orden. El orden tiende a la conservación y

estabilización del Estado, por su parte el progreso tiende a la superación y

transformación constante de la historia dominada por el espíritu positivo,

evidentemente un progreso controlado que excluye todo cambio o revolución no

previsto y progreso, son “Las condiciones fundamentales de la civilización moderna”

(Panty Neyra, 2012, pág. 17)

2.3.3 LEY DE LOS TRES ESTADOS

Comte, formula la ley de los tres estados en su Curso de filosofía positiva, donde

afirma: “Creo haber descubierto una gran ley fundamental (…). Esta ley consiste en

que cada una de nuestras principales especulaciones, cada rama de nuestros

conocimientos, pasa sucesivamente por los tres estados teóricos diferentes: el estado

teológico ficticio, el estado metafísico o abstracto, científico positivo”. Comte estuvo

convencido que el desarrollo de la humanidad en todas sus actividades, desde las

materias y económicas hasta los intelectuales y espirituales, pasaba por los tres estados

de referencia. (Panty Neyra, 2012, pág. 17)

14
a) El estado teológico, durante el cual la humanidad recurre al mito y a la

creencia para la explicación de los diversos fenómenos. Por la ignorancia de

las leyes naturales que rigen el desarrollo de los fenómenos, el hombre

atribuye la causa a alguna fuerza sobrenatural, pasando por los tres

momentos: Fetichismo, politeísmo y monoteísmo.

Con el fetichismo se tiene una concepción animista de los cuerpos

exteriores, dándoles una vida análoga a la humana; la adoración de los astros

es su expresión más elevada. Con el politeísmo la vida se transporta de los

cuerpos y materiales a entes ficticios, invisibles, los cuales se constituyen

en fuente causal de todos los fenómenos naturales y humanos. Con el

monoteísmo solo lo reconoce una solo divinidad como fuente causal de los

fenómenos naturales y humanos. (Panty Neyra, 2012, pág. 18)

b) El estado metafísico, estado de tránsito de la infancia del espíritu (estado

teológico) a, su madurez (estado positivo). Lo sobre natural es sustituido por

entidades abstractas u ontológicas radicadas en los objetos exteriores

(esencia, fuerza inmanente de la naturaleza y distintas de los objetos

exteriores) que explican su por qué y establecen su naturaleza, estos entes

por ser producto de la imaginación humana, no se consta por la observación.

(Panty Neyra, 2012, pág. 18)

c) El estado positivo o real, el que supera a los dos anteriores, es identificado

como el estado definitivo en el cual impera la razón. La imaginación

desplegada en los anteriores estados, ahora es controlada por la razón que

describe y explica la realidad fenoménica a partir de las leyes es útil para

prever, controlar, dominar la naturaleza, conocimiento que se hace

extensivo para beneficio de la humanidad.

15
Comte sostiene que solo el saber científico, saber positivo racional, nos pone

en contacto con las leyes que rigen la naturaleza y hasta nuestra propia

historia. (Panty Neyra, 2012, pág. 18)

16
CAPITULO III

INFLUENCIA DEL POSITIVISMO EN AMERICA LATINA

3.1 POSITIVISMO EN ARGENTINA

El positivismo también toma en la Argentina el carácter de un liberalismo avanzado

y socializante; tal es el positivismo de José Ingenieros y de Juan B. Justo, que en política

pertenecen al Partido Socialista Argentino. La segunda combina el evolucionismo de

Spencer con el marxismo, formando las bases teóricas del partido socialista citado, del

cual es también fundador. Otros positivistas, de formación comtiana, se orientarán hacia

los principios del mismo partido; entre estos se encuentra Américo Ghioldi. (Leopoldo,

1974, pág. 481)

En 1852, el argentino Juan Batista Alberdi, al evaluar y proponer un sistema

educativo para los latinoamericanos, expresaba, en nuestros planes de instrucción que

debemos huir de los sofistas, que hacen demogogos, y del anarquismo, que hacen

esclavos y caracteres disimulados. Que el clero se eduque a sí mismo, pero no se

encargue de formar a nuestros abogados y estadistas, a nuestros negociantes, marineros

y guerreros. (Alberdi, 1852:6). Se pregunta luego, ¿podrá dar el clero a nuestra juventud

los instintos mercantiles que deben distinguir al nombre de Sudamérica, sacara de sus

manos esa fiebre de actividad y de empresa que lo haga ser yankee hispanoamericano?

(Alberdi: 1852, 82,10) por supuesto nuestra América latina.

En este planteamiento, se evidencia la noción de progreso entendida como el ir hacia

delante, de manera evolutiva para alcanzar la cima de civilización, e ingresar de esta

17
forma para abandonar el barbarismo de su tiempo. Lo que no se observa por ningún

lado, es algún tipo de encrucijada por parte de los latinoamericanos, sería la de

parecernos a los americanos del norte, y continua Alberdi hacer de los

hispanoamericanos los yankees de sur (Alberdi: 1852,11) en este sentido renunciar a lo

que somos, nuestras raíces, nuestra cultura, para que afrontemos la futura dominación

con menos angustias y sobresalto. Existe un falso reconocimiento hacia los valores y

posibles potencialidades de los habitantes de América latina, se acentúa en el complejo

de inferioridad, somos inferiores afirma Alberdi, el centro del conocimiento que se

encuentra a partir de su desorbitado eurocentrismo, siempre es Europa la obrera de

nuestra civilización (Alberdi: 1852,14) y continua, es más los estados unidos son ya

civilización europea llevada a su máxima expresión en América latina.

Para el pensador mexicano María Luis Mora, América necesita de una emancipación

mental(mora:1.860,16) luego de lograr la emancipación de la colonia, como primer

paso, se requiere de un segundo elemento cual es la emancipación del espíritu. Amerita

desarrollar una revolución de las mentalidades para pasar del retroceso al progreso

(Mora, 1860,16), para de esta manera semejarse a sus vecinos (estados unidos).

Otro exponente del pensamiento argentino, Faustino Sarmiento habla de la

necesidad de incorporarse al progreso como agentes activos de la civilización. Ser como

la poderosa nación del Norte, (Sarmiento,1.864, 9) y por qué no llamarse también los

Estados Unidos de la América del Sur y ser como ellos (Sarmiento,1.864 10). Tanto

Alberdi, Sarmiento y José María Luis Mora, avalan la tesis de avanzar del retroceso al

progreso, de la barbarie a la civilización, en donde solo la oportunidad de salir de estos

estadios, será a partir de un cambio de mentalidad, pero sujeto al ejemplo tanto de

Europa Occidental como de los Estados Unidos de Norteamérica.

18
En este caso el posibilitaría para nuestra América el progreso, ya evidenciado con

hechos concretos, en los ya mencionados, a partir de sus revoluciones industriales que

la han convertido en grandes civilizaciones. El principal obstáculo para el progreso de

América, es el de mantener la herencia de la colonia española. ¿Cómo erradicar este

tipo de mentalidad, formada a partir de la esclavitud e introducir un nuevo tipo de

pensamiento más autónomo y acorde con la modernidad? José María Luis Mora, lo

llama revolución de las mentalidades, como la necesidad de una reforma gradual que

cobije a toda la sociedad e incida en la modificación del pensamiento de algunos en

particular y porque no de toda la masa como primer paso hacia la conquista del

progreso. Solo este gran paso, lo darán los hombres positivos, nuevo elemento que

introduce Mora en sus tesis, quienes son los llamados a impulsar las reformas que tienen

que ver con la educación colonial, esta falsea y destruye de raíz todas las convicciones

que constituyen a un hombre positivo.

Para ello quienes aborden el problema, al querer mantener el viejo orden de cosas,

serán los abanderados del retroceso, opuesto a los hombres positivos estos últimos

amigos del progreso. El retroceso se organizó bien pronto bajo el partido del orden y

entraron a componerlo como principales elementos los hombres del clero y de la milicia

que se llamaron a sí mismo gente decente y hombres de bien, y en contra posición

dieron el calificativo de anarquistas y canallas a los que no estaban dispuestos a caminar

con ellos. (Mora,1.860 17). En Alberdi en su conferencia, llamada idea para presidir a

la confección del curso de filosofía expresa una filosofía para la solución de los

problemas de la misma. En este sentido una filosofía de lo concreto, de los problemas

concretos de los hombres de esta América, como auténtica filosofía, la misma que se

viene haciendo en Europa y los Estados Unidos, filosofías prácticas, encaminadas todas

a resolver los problemas de sus pueblos y a transformar su realidad.

19
Lo anterior como llamado para ingresar a los nuevos escenarios que están por venir,

impulsar una filosofía del siglo que vivimos y sobre todo el continente que habitamos

(Alberdi,1852 17)., o como manifestara José Martí Ser hombres de nuestro tiempo.

(Marti,1.854, 14). Para algunos considerada como el punto de partida para el inicio de

una filosofía latinoamericana, al descartar la sumisión impuesta por el coloniaje.

Algunos de los pensadores llamados emancipadores o civilizadores, sin conocer el

positivismo, afirmaban que andaban con él o tras su huella, en especial con Spencer,

Cocote, que solo se dio a conocer por el año de 1868. Para luego presentarse el

positivismo a los latinoamericanos como tabla de salvación en la violenta tempestad

que siguiera al logro de la emancipación política alcanzada frente a la colonización

ibera. Lucha que, en la concepción positivista de la historia, se mostrará como pasos de

la humanidad que avanzan para luego rebasarlos y alcanzar el orden propio de esta

humanidad, el de la conciliación de los contrarios, el orden positivo (Zea,1.965 15).

Planteamiento que naturalmente invita a la no agresión pese a las diferencias en cuanto

a la concepción de la realidad. (Chamorro Hernández, s.f., págs. 7-8)

20
3.2 POSITIVISMO EN MÉXICO

El positivismo, desde luego, no influye con vigor semejante en todos los países

hispanoamericanos, aunque de hecho su influencia se haga notable en la totalidad de

ellos. Poderosa es su influencia en México, impregnando toda una época política y

culturalmente, la que lleva el nombre de porfirismo. En este país la figura que resalta

en primer lugar es Gabino Barreda, introductor del Positivismo y reformador de la

educación en México. En el campo político y en el campo educativo se destaca Justo

Sierra quien, al lado de un grupo de nuevos políticos formados en la Escuela positivista,

es algo así como el teórico político y educativo de la era porfirista. (Leopoldo, 1974,

pág. 480)

Como impacto en la educación el positivismo. Es un poder espiritual, un sistema

entero de ideas y costumbres, necesarios para preparar a los individuos al orden social

en que habrían de vivir y para adaptar en todo lo que sea posible a cada uno de ellos al

destino particular que deben llenar en él. La función de la educación es determinante

en las sociedades, el objetivo desde el positivismo es lograr que los individuos se

subordinen voluntariamente a los intereses del grupo, al interés común. El medio único

y fundamental que Gabino Barreda proponía para combatir la anarquía, obtener la paz

y crear un orden fecundo era la educación, es firme la idea de que la tarea esencial de

los mexicanos es combatir la ignorancia, para formar seres libres, emancipados

mentalmente, y para ello, no existe sino un camino, la educación y, más aun, la

educación primaria universal y, sobre todo, obligatoria.

El fruto de las labores realizados lo fue la ley de instrucción pública de 2 de

diciembre de 1867, que inspirada y ordenada de acuerdo con el espíritu del positivismo,

pretendió orientar y reglamentar la educación pública mexicana, desde la elemental

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primaria hasta la profesional, incluida la Preparatoria, que nacía como escuela

independiente, por primera vez la enseñanza elemental es obligatoria y gratuita.

El 18 de enero de 1868 se fundó la Escuela Nacional Preparatoria y el 1 de febrero

se inauguraron los cursos, Barreda fue nombrado el director general, con el lema,

“Amor, Orden y Progreso”, implementó el sistema positivista en su plan de estudios e

impartió la cátedra de Lógica. En la Escuela de Medicina dictaba la de Patología

General y continúo su participación activamente en la política mexicana. Justo Sierra

defendió también el objetivo básico del sistema de la Escuela Preparatoria: instituir una

educación. Adopta como suyo el lema positivista: “Saber para prever, prever para

obrar”, el cual se traduce en la idea de que “Todo cuanto existe debería explicarlo por

la ciencia.

Puede afirmarse que la educación mexicana se divide en dos grandes etapas antes y

después de barreda. Antes de las reformas educativas implicadas por Barreda, la

educación se movía en los marcos estrechos de los colegios religiosos. Tan atrasada era

la educación superior en el país, que los más radicales políticos, como Valentín Gómez

y José María Luis Mora, ante la posibilidad de mejorar la universidad, decidieron

cerrarla, los liberales habían emprendido una labor de carácter destructivo; la

universidad real y pontificia, al mismo tiempo, no estaba con la exigencia de la época

y, por el contrario, era uno de los reductos del pensamiento, para combatirla, es

necesario destruirla.

Inaugura la etapa constructiva de la educación. Lo hace con una serie de criterios

generales que conservan, hoy, plenamente, su vigencia. El Positivismo en México

representaba un avance fundamental. Barreda no fue imitador de las enseñanzas del

maestro Augusto Comte, sino un pedagogo que desarrollo y sistematizó todo un cuerpo

de teoría educativa, con aplicación directa y práctica en la enseñanza del país. Para

22
Barreda en primer término, la educación constituía un instrumento fundamental de

cohesión social. Gracias a ella vislumbraba la posibilidad de construir una organización

racional: la sociedad mexicana anularía sus contradicciones internas por éste medio.

Pero, en segundo término, era plenamente consciente de que la educación debería

apoyarse en métodos antes que en contenidos y que, por ello, debería desarrollar en el

educando sus capacidades creadoras. No ponía el acento, por lo mismo, en una

educación memorística, sino en los procesos lógicos que tendían a la construcción de

las estructuras cognoscitivas fundamentales.

Después de la muerte de Gabino Barreda surgió un movimiento de reivindicación,

por lo polémico que había sido su actuar, entre ellos miguel Schulz que afirmo que su

actividad como maestro, alcanzó niveles de excelencia, su estilo era moderado,

objetivo, escogía meticulosamente las palabras exactas, siempre se esforzó en

comprender los problemas en lugar de condenarlos, y trataba de explicarlos en lugar de

imponer soluciones. La educación propugnada por Barreda era tan sólida porque, pese

a todas sus posibles deficiencias, está, apoyada en un cuerpo orgánica de ideas. Las

generaciones egresadas de la Escuela Nacional Preparatoria, poseyeron una formación

que está muy por encima de la que han recibido las generaciones posteriores, antes y

después de la revolución. La educación ha de ser obra de filósofo, y ha sido esa una de

las pocas ocasiones, si no, acaso, la única, en que un filósofo tuvo en sus manos la

posibilidad de moldear, al través de la educación, el espíritu de un pueblo. Sus altos

resultados no desmerecieron de sus propósitos. (Nuñez Carpizo, 1990, págs. 374-384)

23
Justo sierra en su texto, evolución política, expone Spencer a partir de lo que él llama

la sociedad como un súper organismo sujeta a las leyes de la evolución; que estas en su

parte esencial consisten en un doble movimiento de integración y de diferenciación, en

una marcha de lo homogéneo, de lo incoherente a lo coherente, de lo indefinido a lo

definido. La realización de una libertad con orden y sigue Sierra. Una sociedad de

hombres libres y comprometidos con la libertad de los demás, y al estarlo asegurando

las posibilidades de la propia (Sierra, 1.890,17), y en el caso particular de los

mexicanos, colonización, brazos y capitales para explorar nuestra requisa, vías de

comunicación para hacerla circular pasar de lo militar a la era industrial, planteamiento

que coincide con los expresados por lo civilizadores primero de América, Augusto

Comte influencia con su pensamiento de manera importante en México, así se evidencia

en la oración cívica, texto de Gabino Barrida, al triunfar la tesis liberadoras, Barrida

que siguió un curso directamente con Comte en los años de 1849-1851, cambia el lema

de amor, orden y progreso, por libertad, orden y progreso.

El triunfo de los liberales es presentado como un peldaño de la situación histórica

mexicana para llegar al estadio llamado positivo. Las ideas liberales, propinan en el

caso mexicano una importante derrota al conservadurismo, expresión a lo que llama

Barreda emancipación mental y continua la ciencia, progresando y creciendo como un

débil niño, debía primero ensayar y crecentar sus fuerzas hasta que poco a poco, a

medida que ellas iban aumentando, fuese sucesivamente entrando en combate con la

preocupación (barrida,1.851,19) elemento tomado por la concepción liberal, para

aproximarse de nuevo a la historia, en sus inicios partido demasiado débil, pero que

pese a las dificultades encarno al Comte llamado el espíritu metafísico. (Nuñez Carpizo,

1990, págs. 385-387)

24
3.3 POSITIVISMO EN EL PERÚ

En el Perú, la filosofía positiva influirá fuertemente, alentando reformas educativas

y administrativas. Aquí se destacan el sociólogo y parlamentario Mariano Cornejo,

Javier Prado y el educador Manuel Vicente Villarán. En el Perú, el positivismo empieza

a tener influencia después de la derrota que sufre en la guerra con Chile en 1880. Esta

guerra le cuesta la única salida al mar, de la derrota culparán a su propia educación, a

su formación mental, que consideran idealista. (Leopoldo, 1974, pág. 481)

El desenvolvimiento de la filosofía positivista en el Perú cubre un largo ciclo de

pensamiento comprendido entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del

XX. El positivismo de Comte, primero del que ya se tenía noticia anteriormente por las

publicaciones de José Joaquín de Mora, y luego el de Spencer, se difunden grandemente

después de 1870. En 1871, Juan Federico Elmore, al inaugurar los cursos de la

Universidad de San Marcos subrayaba la importancia de la ley de la evolución, “Que

la filosofía moderna ha descubierto, y que, siendo la base de un nuevo sistema

filosófico, está llamado a hacer una revolución en el pensamiento, a cambiar nuestra

teoría general de las cosas y a dar un nuevo impulso a todas las ciencias y al

desenvolvimiento de la humanidad”. Citaba los Firts Principles of a New System of

Philosophy de Spencer gracias a quien decía el principio de la evolución, que han

aplicado otros filósofos modernos, entre los que recuerda a Krause y Ahrens, ha logrado

una extensión universal. Pocos años después, en 1874, el Decano de la Facultad de

Jurisprudencia de San Marcos, el renombrado liberal José Antonio Barnechea, en la

memoria anual leída ante el claustro universitario, al tratar de las relaciones entre el

derecho natural y el positivo, hacía explícita referencia a Spencer, a quien consideraba,

25
junto con Bain, heredero del legado filosófico de Stuart Mill y jefe de la escuela inglesa

de filosofía. (Zalazar Bondy, 1890, pág. 74)

Como los profesores citados, otros de las facultades de derecho y ciencia sociales

son influidos por las doctrinas positivistas, las que se hacen sentir también en el campo

de las ciencias naturales. Las teorías transformistas y el experimentalismo de Claude

Bernard se difundieron mucho, los que no desconocieron tampoco las ideas de Comte.

Daniel A. Carrión, estudiante de medicina que se sacrificó por lograr el adelanto de la

investigación de la verruga, estuvo influido por las ideas positivistas, lo que revela el

grado de penetración de éstas en el ambiente, médico. Se comprende que la enseñanza

de la filosofía también terminará por ceder al impulso de las nuevas ideas, cambio de

dirección este que estuvo precedido y facilitado por el interés creciente que hacia a fines

del siglo XIX y comienzo del siglo XX despertaron los estudios Kantinianos. También

fuera de la universidad encontró acogida el positivismo a medida que declinaba el

ochocientos. Se creó finalmente una atmósfera espiritual que cubría la enseñanza, el

parlamento, el foro y los círculos políticos e intelectuales.

La época era propicia a este cambio y a la consolidación de una nueva fe había que

reconstruir el país después de la guerra del pacífico (1879-1881) y había que justificar

al gobierno de los grupos burgueses que por entonces comenzaban a recibir el influjo

de la expansión del capitalismo financiero. Sin embargo, la contingencia de la lucha

política y la falta de una sólida organización partidaria y carlista impidieron que en el

Perú el positivismo se convertiría en una doctrina oficial y determinará toda la política

del estado, como ocurrió en Brasil y México. Los positivistas peruanos se mostraron

superficiales en muchos puntos importantes y se dieron casi siempre a la presión de las

fuerzas más tradicionales y conservadoras. No es raro encontrar en boca de ellos una

requisitoria en pro de la armonía, posible y fecunda, entre la ideología positivista y las

26
creencias religiosas. Por otro lado, se les puede objetar el que, lejos de promover el

conocimiento científico en gran escala y la aplicación de la moderna tecnología a la

explotación de las riquezas naturales del país, lejos de llevar a la práctica las

declaraciones sobre la necesidad y el provecho de la educación técnica y de mostrar

como el mejor aprovechamiento de los recursos del país puede mejorar decisivamente

el estatuto humano de los pobladores, se limitaron a definir abstractamente la

problemática y a predecir una evolución social favorable que correspondía a otros

patrones históricos- sociales. (Zalazar Bondy, 1890, pág. 86)

Dentro del grupo positivista el famoso poeta y ensayista Manuel Gonzales Prada

(1848-1918) ocupa un lugar especial, no solo por su militancia social y política sino,

por su condición ajeno a la universidad. Crítico implacable de los vicios políticos y del

país de la ineptitud de sus contemporáneos para llevar la aplicación de la ciencia hasta

sus últimas consecuencias en la conducción de la sociedad humana, Gonzales Prada

veía en el saber positivismo el instrumento que habría de regenerar el carcomido

organismo republicano sacada a la luz por la derrota de la guerra con chile.

En Gonzales Prada son claras las huellas del pensamiento positivo, en su más amplia

gama, que cubre el naturalismo, el materialismo, el evolucionismo y otras filosofías

típicas del siglo XIX. Sus condiciones más firmes se orientan, en la filosofía, en la

dirección de un monismo causa lista. Para él, el hombre constituye excepción en este

punto, pues siguiendo la concatenación de causas y efectos.

Sin embargo, reconoce la influencia de la voluntad como factor determinante de los

sucesos humanos, aunque siempre del cuadro general de la legalidad natural.

La irreligión de Gonzales Prada, en la que no se excluye los matices y las variantes

de tono y de un énfasis, debe verse en gran parte en el contexto de esta actitud pesimista

y una sensibilidad moral aguda, que se aplica no solo al hombre sino al conjunto de lo

27
creado en la salida del pesimismo es la protesta, la lucha por la vida contra los dioses y

su obra, para imponer el reino del hombre, que es el reino de la justicia y la libertad.

Gonzales Prada es un rebelde metafísico. Y en él la rebeldía metafísica alimenta y

exige la protesta social. De allí su evolución ideológica. Que no lo llevó al socialismo

marxista sino a la fila del anarquismo, en cuyo credo libertario una garantía contra la

organización de cualquier poder opresor. Es preciso emancipar al hombre de toda

tiranía, de toda tutela y constricción, y esto vale tanto para el yugo del rey o el dictador,

cuando para el de los parlamentos, las multitudes y la clase obrera o cualquier otra clase

que pretenda gobernar. Por eso Gonzales Prada, a quien se debe uno de los primeros

enfoques del problema indígena peruano como problema socioeconómico, cree que, a

la postre, solo el indio puede dar solución a su problema y esa solución es la rebelión.

En la universidad y sobre todo en la de San Marcos, el positivismo contó con

numerosos representantes que pertenecen principalmente al campo de ciencia sociales.

Entre ellos deben ser mencionados, en especial, Mariano H. Cornejo (1866-1942),

sociólogo bastante conocido en Europa y América por su bien documentada Sociología

(2 vol. 1908-1910). Cornejo fue influido por Spencer, aunque también se perciben en

su obra las huellas de Comte y tarde, así como de Wundt, Levy-Bruhl, Frazer, Fovillée

y Simmel y otros autores no propiamente positivos.

Joaquín Capelo (1852-1958), ingeniero dedicado a la ciencia, es otra figura

importante en la sociología positivista por su sociología de Lima (4 vol., 1895-1902).

Doctrinariamente es, como Cornejo, un evolucionista convencido, que sigue los pasos

a Spencer en su intento de formular una ley general explicativa de toda suerte de

fenómenos.

28
Con el cual el positivismo resulta sorprendentemente armonizado con los postulados

de una metafísica e exclusive de una ética religiosa cuyos postulados, en la

interpretación de capelo, pueden ser evolutivamente fundados.

El historiador Carlos Wiesse (1859-1945) debe ser también mencionado dentro del

movimiento positivista en sociología. Fue asimismo profesor de historia de la filosofía

y estética en San Marcos su opúsculo sobre los sistemas filosóficos que lo sitúa

netamente en la línea del pensar positivo pues asigna a la filosofía la tarea de ordenar

los conocimientos empíricos, formular una síntesis final de las ciencias e indagar sobre

lo incognoscible en la medida en que esta toca a la cognoscible. De otro lado, su

programa estético (1885) a lo mostraba influido a la orientación analítica y

experimental que difundió en España de Revilla.

En el campo de derecho es muy importante la figura de Manuel Vicente Villarán

(1873-1958), ya mencionado a propósito de la educación. A él se debe la reforma de la

enseñanza del derecho gracias a la cual desde 1896, las doctrinas positivistas

desplazaron al idealismo de cepa krausista que dominaba aún en San Marcos y en otras

Universidades peruanas. Los nombres de los tratadistas ingleses y franceses como J.

Stuart Mill, Villey, Letourneau, Durkheim y Fouillé reemplazaron a las autoridades de

iusnaturalismo germano y acercaron el estudio de las ciencias jurídicas al terreno de la

investigación positiva.

Dos otras figuras del movimiento positivista deben ser mencionados aparte pues

representan los puntos más avanzados del pensamiento filosófico peruano de esta

dirección ellos son Javier Prado Ugarteche y Jorge Polar. Prado (1871-1921)

desempeño también un importante papel en la introducción del positivismo en derecho,

a cuya rama penal dedico su tesis de 1890, el método positivo en derecho penal. Fue

profesor de historia de la filosofía en San Marcos y desde su cátedra, quizá más que a

29
través de su obra escrita ejerció poderosa influencia en el desarrollo de los estudios

filosóficos.

Criticó convencido de la metafísica como saber riguroso, Prado se inclina por

concepto de verdad basado en la coincidencia entre el encadenamiento de los

pensamientos y el movimiento de los fenómenos. Defiende el principio de la relatividad

del conocimiento que limita a lo dado el campo de ejercicio de nuestra facultad

cognoscitiva.

Prado, sin embargo, no se mantuvo fiel al credo positivista. En 1907 piensa que la

hora de Spencer ha pasado y que un idealismo espontáneo y renovar, representado en

su forma más vigorosa y sugestiva en la novísima concepción de Bergson, satisface

más las exigencias del pensar filosófico. No ha dejado, por cierto, de considerar

indispensable el recurso a la experiencia, pero en un sentido más amplio y fecundo, el

que han introducido los pensadores del positivismo, como Fouillé, Wundt, Guyau,

Hoffding, o los maestros del nuevo vitalismo como Nietzsche, James, Eucken,

Boutroux, además de Bergson. Adoptando un enfoque historicista al estilo de Dilthey

se propone esclarecer el problema del contenido y función de la filosofía mediante la

consideración del desarrollo histórico de esta como experiencia del pensamiento.

Arriba así a una interesante clasificación de los sistemas coordinada con una visión

diacrónica de la filosofía. Según ella cabe distinguir tres períodos fundamentales de la

reflexión, cada uno de los cuales presenta tres momentos como uno de organización y

sistematización otros de desenvolvimiento y otro de culminación. Estos tres periodos

son el sustancialitas, respectivamente, el valor de ser, de la conciencia y el acto.

30
La amplitud del nuevo concepto de experiencia que presidio su pensamiento en su

segunda etapa que permitió a Prado entender la filosofía como un saber capaz de

trascender los límites de la circunscrita observación perceptiva o de la prueba científica,

un saber integrador de los contenidos objetivos y subjetivos, externos e internos de la

conciencia. No negó por eso la existencia de un horizonte más amplio de problemas

que, si bien rebasan los medios cognoscitivos de la ciencia, no por eso dejan de interesar

al filósofo en cuanto ser racional y conciencia concreta. Este es el caso de las cuestiones

que han constituido los temas tradicionales de la metafísica y la teología y que

comprometen a la fe religiosa. La única respuesta a tales problemas que Prado podían

reconocer como válida en la posición en que se encontraban se aproximaba a ese

pensamiento de transición que fue la metafísica inmanente de Fouillée o la proclama

idealista de Guyau. No pudo así librarse de un cierto dejo de pesimismo, nacido de la

conciencia de los límites del saber, que el mismo había señalado como característico

del pensamiento de su época.

Jorge Polar (1856-1932) es una figura muy distinguida de la universidad de

Arequipa, de la cual llegó a ser Rector, para luego desempeñar altas funciones de

gobierno, como el Ministerio de Instrucción. En filosofía tiene particular importancia

su contribución a la estética, atravez de sus lecciones universitarias y de su libro

Lecciones de estética que dieron un impulso decisivo al cultivo de estos estudios en el

Perú. Polar sufrió el influjo de taine, Guyau y Spencer en cambio no parece haber

estudiado a Comte. La filosofía kantiana es otra de sus coordinadas intelectuales, como

ocurre con buena parte de nuestros positivistas.

Lo que existía del otro lado de la conciencia, pertenece al dominio del misterio, de

lo incognoscible para usar la terminología Spenceriana. La influencia de Spencer no se

tradujo, sin embargo, en un especial resaltó de las tesis evolucionistas como lo hay en

31
otros positivistas. De la noción de incognoscible, en cambio, se aprovechó para

justificar una prolongación metafísica de la estética positivas y armonizar las

conclusiones de la ciencia con las creencias de la religión. En las páginas finales de las

Nociones de estética, en que habían fundado fisiológica y psicológicamente el carácter

fenoménico de lo bello, Polar acepta, en efecto, la posibilidad de una belleza no relativa,

independiente del hombre, la belleza propia de lo divino, que está, sin embargo, fuera

de nuestro alcance. Por otra parte, en la doctrina del conocimiento no descartó la

viabilidad de un idealismo religioso, fundado en la dualidad de la experiencia y la razón.

Polar tampoco permaneció en las filas de positivismo en los años terminales de su

vida derivo hacia el espiritualismo que en Francia defendían Boutroux y Bergson, con

ellos. Polar sigue a james y a Croce, dentro de una orientación del pensamiento

filosófico marcadamente anti positivista, que va ser la dominante en la segunda y

tercera década del siglo XX. (Zalazar Bondy, 1890, págs. 74-86)

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CONCLUCIONES

PRIMERO

SEGUNDO

TERCERO

La influencia del positivismo fue un acontecimiento en Europa con el Máximo representante

Augusto Comte y también se dio en Latinoamérica en Argentina, México y Perú. Tanto en

México y Argentina se dio las idas del positivismo. En Perú según el autor Alberto medinas el

positivismo en el Perú no fue una ciencia, sino una idea, un sueño, una promesa jamás

cumplida.

CUARTO

Los máximos representantes del positivismo son. Augusto Comte el iniciador el máximo
exponente del positivismo, Gabino Barreda fue un médico, filósofo y político mexicano, José
María Luis Mora representante mexicano. Juan Batista Alberdi fue filósofo y político
argentino. Domingo Faustino Sarmiento argentino. El principal exponente peruano fue Manuel
Gózales Prada, Jorge Polar Javier Prado Ugarteche.

33
BIBLIOGRAFIA

Leopoldo, Zea (1974). El Positivismo En Mexico: Impacto En La Educacion. Mexico .

Panty Neyra,Oscar (2012 ). Corrientes filosóficas contemporáneas. Tacna-Perú

Nuñez Carpizo, E. (1990). El Positivismo en México: Impacto en la educación. México

Panty Neyra, Oscar (2012). Corrientes filosóficas contemporáneas. Tacna .

Panty Neyra, Oscar (2012). Introducción a la filosofía y epistemología . Tacna.

Panty Neyra, Oscar(2010). Introducción a la Filosofía y epistemología de la historia.Tacna-

Perú

Zalazar Bondy, A. (1890). La filosofía en el Perú, Panorana Historica, Lima.

Chamorro Hernández, G. (s.f.). Obtenido de http://www.unicausa.edu.co/porik_an

Marías Julián (1980). Historia de la filosofía, Madrid, España

34
ANEXO
ANEXOS N° 01

PLAN DE CLASE

1. DATOS INFORMATIVOS

1.1. ESCUELA PROFESIONAL: EDUCACIÓN

1.2. TEMA: INFLUENCIA DEL POSITIVISMO EN LOS INICIOS DE LA

REPÚBLICA LATINOAMERICANA MÉXICO, ARGENTINA Y PERÚ

1.3. DURACIÓN: 45 MINUTOS

1.4. BACHILLER: ALEXANDER CHACHAQUE PACARI

2. OBJETIVOS

2.1. OBJETIVO GENERAL

Conocer y Analizar las influencias del positivismo.

2.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

a) Identificar cuáles son las influencias del positivismo.

b) Reconocer la importancia que tiene la influencia del positivismo.

c) Conocer los máximos representantes del positivismo.


3. ESTRUCTURA METODOLÓGICA

3.1. METÓDOS: Analítico – Sintético

3.2. TÉCNICAS: Expositiva

4. MATERIAL DIDÁCTICO

4.1. Cañón Multimedia

4.2. Laptop

5. RESUMEN TEMÁTICO

I. CAPÍTULO I: ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO

1.1 NOCIÓN Y CARACTERÍSTICAS DEL POSITIVISMO


1.2 CONDICIONAMIENTOS HISTÓRICOS

II. MARCO CONCEPTUAL

2.1 POSITIVISMO
2.2 ESTADO SOCIAL
2.3 ORDEN Y PROGRESO
2.4 EL ESTADO TEOLÓGICO
2.5 EL ESTADO METAFÍSICO
2.6 EL ESTADO POSITIVO
2.7 POSITIVISMO LÓGICO
III. CAPÍTULO II: ETAPAS DEL POSITIVISMO Y TEMAS

FUNDAMENTALES

3.1 PRIMERA ETAPA


3.2 SEGUNDA ETAPA
3.3 ESTADO SOCIAL
3.4 ORDEN Y PROGRESO
3.5 LEY DE LOS TRES ESTADOS
3.5.1 EL ESTADO TEOLÓGICO
3.5.2 EL ESTADO METAFÍSICO
3.5.3 EL ESTADO POSITIVO
3.6 EL POSITIVISMO LÓGICO

IV. CAPÍTULO III: EL POSITIVISMO EN AMÉRICA LATINA


4.1 POSITIVISMO EN ARGENTINA
4.2 POSITIVISMO EN MÉXICO
4.3 POSITIVISMO EN PERÚ

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