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TITULO : POR QUE ENSEÑAR Y APRENDER

GEOGRAFIA?
AUTOR : CARLOS REYNOSO ARELLANO

RESUMEN

La Geografía ha acompañado al hombre toda su existencia, y dada su


naturaleza espacio-temporal, la enseñanza y el aprendizaje de esta disciplina
científica, han contribuido para que conozca y entienda su medio. En el
presente artículo se cuestiona el nivel de la cultura espacial o territorial del
hombre moderno y las expectativas en educación geográfica; además, se
justifica la enseñanza geográfica como un recurso para reforzar el sentimiento
de seguridad de los individuos en el desenvolvimiento en el espacio (espacio
geográfico) y dados los problemas de naturaleza territorial del presente, se
siguiere una revisión de lo que se ha hecho y de lo que se hará en el futuro en
materia de formación espacial del hombre.

Puede afirmarse que la Geografía ha acompañado al hombre durante


toda su existencia, desde nuestro origen como especie, en la más remota
antigüedad, fue esencial e indispensable para nuestros antepasados conocer y
entender su entorno para lograr salir triunfante en su lucha por la sobrevivencia
y perpetuación de la especie; fue vital encontrar un lugar que los protegiera de
las amenazas de los depredadores además de los riesgos que representaban
los fenómenos naturales, y que les brindara alimentos, vestido, armas, etc.
La comprensión y el conocimiento de los territorios fueron indispensables
para su ocupación, y marcaba la diferencia entre vivir y morir.

Después de haber vivido una gran “explosión tecnológica”, que proyectó


al hombre de un buen número de herramientas para la exploración y
conquista de la tierra, aumentó así su poder para enfrentarse a la naturaleza,
y le resultó más fácil adecuar el medio a sus necesidades; para el hombre
moderno ya no es tan determinante como para sus ancestros, la relación
hombre-medio cambio sustancialmente colocándolo como el ser vivo que
mayor influencia ejerce sobre su entorno y el que tiene la mayor capacidad de
transformarlo.

Toda persona debe estar consciente que el ser humano existe en una
realidad representada por “lugares” (su trabajo, la colonia donde vive, el país
en que nació, la montaña donde acampará, etc.), y no puede ser concebida si
no se engloba en un espacio determinado y en cierto momento dado. Desde
el primer momento de su vida hasta su muerte ocupa y percibe su espacio
(espacio geográfico); sus emociones, instintos, pensamientos, sentimientos,
funciones, acciones, actividades, etc. los basa en una dinámica corporal
fundada en movimientos relacionados con un territorio dado.

El hombre es pues, de una naturaleza espacio-temporal, de ahí la


importancia que tiene la enseñanza y aprendizaje de la Geografía y la Historia
como las ciencias que tiene como objetivos hacer concientes a los
ciudadanos de esa naturaleza, (aclarando que no es la intención restarle
importancia a las demás disciplinas científicas en el proceso de formación del
individuo). Remitiéndonos a la cita anterior de Nicolás Ortega observamos
que hace énfasis en que la Geografía “debe ser como lo ha sido siempre” en
manos de sus mayores artífices, un modo de “dialogar” con el mundo;
comparto su opinión sobre el hecho de que ha sido y es una manera de
dialogar con el mundo, pero agregaría que también lo será en el futuro, además
debe de ser un modo de dialogar con el mundo, pero no sólo en manos de sus
mayores artífices, sino en manos de cada uno de los hombres que habitan la
Tierra, pues todos viven una realidad en la que tienen vivencias espaciales
o territoriales; o ¿en realidad creemos que este tipo de diálogo está reservado
exclusivamente para científicos y académicos?.

El aprendizaje territorial es necesario para que una persona reconozca y


comprenda que interactúa con una gran cantidad de hechos y fenómenos de
naturaleza espacial, recorre distancias, visita otros países, delimita territorios,
percibe el clima, etc. La Geografía nace a partir de que el hombre sintió la
inquietud de conocer, comparar y contrastar los acontecimientos que ocurren
en su medio, en otras palabras, necesitó comprender “las diferencias entre los
lugares de su mundo” (“su” bosque, “su” ciudad, “su” río, “su” montaña, “su”
país, “su” planeta, etc.). Comenzó a explorar, recopilar y analizar la
información espacial para “diferenciar unidades territoriales” a
diferentes escalas
(local, regional, nacional y global) apareciendo así la “cultura geográfica” que
le permite ser más asertivo en el momento de tomar decisiones para resolver
problemas especiales de su vida cotidiana y profesional, por ejemplo: Para
hacer la elección entre un bosque o un desierto; o entre un estado u otro como
el lugar más adecuado para establecer su residencia, escoger el lugar más
idóneo para vacacionar, seleccionar la mejor ruta para ir a su trabajo, el tipo de
diseño de su casa. Un economista debe decidir de dónde será más
conveniente importar las materias primas, en qué región establecerá un
negocio que demande lo que produce una empresa; un político requerirá
conocer el territorio que está gobernando, etc.

De lo anterior surgen algunos cuestionamientos, ¿Somos una sociedad


con una cultura espacial excepcional?, ¿La Humanidad en general cuenta con
los estándares de educación geográfica suficientes para enfrentar el mundo
de hoy?, Solo basta echarle un vistazo a un periódico, una revista o ver un
noticiario televisivo para darnos cuenta de los múltiples problemas locales,
nacionales e internacionales de naturaleza espacial o territorial en los que
estamos inmersos: Como el conflicto bélico originado por la diversidad étnica y
cultural de la Ex Yugoslavia, y otros que pueden surgir en el futuro por los
desacuerdos de demarcación de fronteras como en la región de Cachemira, en
donde la India y Pakistán podrían protagonizar una guerra en la que podrían
utilizar armas nucleares; otro ejemplo con los complejos problemas generados
por el movimiento migratorio en los que están involucrados Estados Unidos y
México; de no menor importancia la amplia gama de dificultades que se viven
en las principales ciudades del mundo como inseguridad, mala planeación
urbana, tenencia de la tierra, altos índices de contaminación ambiental.
Carencia de vivienda, y muy en particular en los países subdesarrollados; de
otra naturaleza pero de gran relevancia observamos también las fuertes
presiones que hemos ejercido sobre la naturaleza con la sobreexplotación de
recursos y contaminación ambiental que ha propiciado la extinción de un
número considerable de especies tanto de animales como vegetales y han
puesto en riesgo otras tantas que aumentarían esta lista, y aunque muy
discutible, pero se habla de que entre ellas ya se encuentra el hombre.

II.- La Geografía en el futuro

La Geografía es una ciencia que siempre ha estado presente en la


educación de la sociedad de casi todas las épocas y civilizaciones, hoy en día
sería muy difícil encontrar algún país que en sus escuelas no se enseñe la
Geografía, y es un hecho que las autoridades educativas la consideran como
una ciencia con un alto valor formativo ya que afirma en la persona actitudes,
habilidades, capacidades y virtudes que forjan la cultura territorial y despierta
un cariño muy especial por “su tierra”; por lo que, podemos inferir que estará
presente en el futuro, según lo anterior.

¿Podrá contribuir la enseñanza de la Geografía en la formación de


individuos que enfrentarán un futuro fuertemente marcado por la globalización,
en donde las distancias se acortan, la tecnología invade todos los territorios y
aparece en todos los aspectos de su vida, en donde la cultura se homogeniza,
la dependencia internacional e interregional es cada vez mayor, y con la
agudización de problemas sociales, políticos, económicos y ambientales que
ésta traerá como consecuencia?

La enseñanza geográfica no es la panacea para la solución de los


problemas del hoy y del mañana, pero considero que sus principios de
localización, extensión, descripción, causalidad y temporalidad o
evolución acompañados de la cartografía, le brindan herramientas al individuo
para comprender la distribución de los hechos y fenómenos sobre la superficie
terrestre y le permiten conocer su localización y extensión; además de
descripciones que le sirven para analizar y explicar la evolución de los distintos
paisajes o las diferencias territoriales del mundo y sus habitantes.

Por eso es importante detenerse y hacer una reflexión muy seria de lo


que se ha hecho, qué se está haciendo y qué se hará en materia de educación
geográfica. El futuro ofrecerá, tal parece, grandes avances tecnológicos en
materia de obtención, manejo y difusión de información especial que deberán
aprovechar para fortalecer la cultura territorial, además, la diversidad y eficacia
de los medios de transportación harán “un mundo cada vez más pequeño” que
harán que el turismo sea una de las actividades económicas con mayor
crecimiento, será el mundo del “turista”, un mundo en el que el ciudadano
viajara mucho (virtual o físicamente) en el que la habilidad en desplazamientos
territoriales tendrá gran plusvalía. Mucho se ha escrito
recientemente sobre la
importancia que tendrá del aprendizaje de la computación y del ingles en el
mundo de los “mercados globales”, se dice que el analfabeta no será aquel que
no sepa leer y escribir, sino aquel que no sea bilingüe y no sea hábil en el
manejo de la informática, pero ¿podríamos hablar de que actualmente existe
un gran analfabetismo geográfico?, ¿No será analfabeta también el que no sea
hábil en el desenvolvimiento territorial?, dados los graves problemas
territoriales del presente surgen otras interrogantes; por ejemplo ¿Existen los
profesionales y los estudios científicos en materia territorial suficientes para las
necesidades presentes y futuras?, ¿El hombre será a mediano y largo plazo
un individuo que y tenga un gran sentimiento de seguridad (“sentido
geográfico”) al desenvolverse en los territorios que habita (municipios,
departamentos, países, etc.).

El futuro exigirá reforzar en todos los niveles la educación que dote a los
individuos de una sólida cultura territorial, que le permita lograr su realización
personal basada en la comunión de sus intereses individuales (Böheme), con
los intereses colectivos (Röhrs), para el establecimiento de una relación
armónica con su medio basada en una mejor organización y planificación
espacial; en otras palabras, que forme ciudadanos hábiles en el manejo de
su medio, que influyan en su entorno de manera racional e inteligente.

Bibliografía:

 Camarena, Teresa: El niño y la conquista de su espacio; Educar Nº 5,


Secretaría de Educación del Estado de Jalisco, México; 1994.
 Cabrales, Luis Felipe: El retorno de la cultura geográfica; Educar Nº 5,
Secretaría de Educación del Estado de Jalisco, México 1994.
 Echeverría, L. Martín: Geografía Humana; Editorial Esfinge, México,
1987
 Durán, J. Manuel; González, Carlos; Moreira, Héctor y Molina, Alfredo:
Jalisco 2000; Centro de Estudios Estratégicos del ITESM, campus
Guadalajara, México; 1994.
 Serie Sextante, Geografía, segundo ciclo, tercer curso, esoandalucia, Mc
Graw Hill, España. 1999.
 Sampieri, Lucio y Ruíz, Angela: Geografía, Compañía Editorial Nueva
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