Suele ser más complejo digitalizar un negocio existente que crear un nuevo negocio puramente
digital. Los procesos, los equipos, la oferta, la relación con los clientes, la dirección de la
empresa, debe replantearse de arriba abajo.
Aún así, hay mucha experiencia reciclable, mucho conocimiento acumulado con los años,
clientes existentes a los que poder preguntar por sus hábitos de compras electrónicas, en
muchos casos hay procesos logísticos creados y funcionando con éxito, proveedores con
líneas de crédito abiertas y relaciones de años con entidades bancarias que pueden ayudar a
acometer las inversiones necesarias para la puesta en funcionamiento del brazo digital.
Cambiar el paradigma hacia la digitalización significa poner en abierto algunos de los activos
que las empresas pueden considerar confidenciales y reservados.
Por ejemplo si eres una gestoría, puedes explicar la documentación necesaria (con ejemplos
de cada documento), a donde tienen que dirigirse los usuarios, tiempo medio de espera en
cada organismo oficial, las tasas que debe abonar y toda la información relacionada con la
gestión, para que al final sea el usuario el que decida si desea realizar la gestión el mismo o si
prefiere que la gestoría le envíe un mensajero a recoger los documentos para realizarle la
gestión.
Transparencia absoluta que propiciará la viralidad al resultar un sitio útil. Esto es comercio
electrónico para una gestoría existente.
Un aspecto a resaltar cuando se crea una extensión de una empresa existente para centrar su
actividad en el comercio electrónico es que debe desarrollarse una política de precios
completamente nueva y distinta de la política de precios de la versión clásica del negocio.
Referencias: