Su
1) La voluntad
realización del hecho, de modo que al definir al dolo como conocimiento y voluntad de
realización del tipo objetivo, distingue entre un elemento intelectual (el conocimiento) y
sistemática que cada uno de ellos otorgue a este elemento dentro de la estructura del
1 En este planteo seguimos a Magariños, Mario, El límite entre el dolo y la imprudencia, Ed. Ad Hoc,
Buenos Aires, 2010.
2 Righi, Esteban, Derecho Penal. Parte General, 1ra. ed., p. 208, Ed. Lexis Nexis, Buenos
Aires, 2007.
1
delito. De ese modo, es posible observarlo, entre otros, en autores como Mayer 3,
el dolo se integra con un elemento cognitivo y con otro de carácter volitivo. Así, para
4 “El dolo es la comisión del hecho con conocimiento y voluntad”, en Mezger, Edmund,
Derecho penal. Libro de estudio. Parte General, trad. de la 6ª ed. alemana de 1955 de
Conrado A. Finzi, p. 226, Ed. Bibliográfica Argentina, Buenos Aires, 1958.
5
“Dolo es el saber y querer la realización del tipo” en Welzel, Hans, Derecho penal
alemán, trad. de la 11va. ed. alemana de Juan Bustos Ramírez y Sergio Yánez Pérez, p. 95,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1976.
6 El dolo “es el querer dominado por el saber”, en Maurach, Reinhart, Derecho penal.
Parte General, 7ª ed. alemana, actualizada por Heinz Zipf, trad. de Jorge Bofill Genzch y
Enrique Aimone Gibson, p. 376, Ed. Astrea, Buenos Aires, 1994.
7 “Las tres clase de dolo se significan por poseer un momento intelectual y otro volitivo”,
en Jescheck, Hans Heinrich, y Weigend, Thomas, Tratado de derecho penal. Parte
General, trad. de la 5ª ed. alemana de Miguel Olmedo Cardenote, ps. 314/315, Ed.
Comares, Granada. 2002.
8 Para quien “la definición tradicional del dolo expresa algo concretamente correcto:
forma parte del él , además del conocimiento, de la posibilidad de realizar un tipo penal
por medio de la conducta , una determinada actividad interior, que pueda ser caracterizada,
….,con la fórmula tradicional que se mantiene hasta hoy como voluntad de realizar el
hecho”, en Stratenwerth, Günter, Derecho penal. Parte General I, El hecho punible, trad.
de la 4ª ed. alemana de Manuel Cancio Meliá y Marcelo A. Sancinetti, p. 173, Ed.
Hammurabi, Buenos Aires. 2005.
2
Soler10, las definiciones del dolo aceptadas "no responden más al pensamiento estricto
que la descripción de ese elemento debe ser "comprensiva de todas las posibilidades", y
cita como ejemplo la definición propuesta por Beling, por la cual, "Dolo es el vicio de la
conducta".
También Jiménez de Asúa11 afirmó que "tanto en la legislación penal española como
afectivo".
Asimismo, Núñez12 sostuvo que "si para constituir el dolo bastara sólo el aspecto
con toda injusticia en la inteligencia del individuo, a pesar de que no es ésta la facultad
retribución del acto inteligente el hombre, sino del acto voluntario, el cual supone
inteligencia.
3
Para Fontán Balestra13 "obra con dolo quien en el momento de la acción se
representa un resultado criminoso como cierto, probable o posible, que quiere o acepta,
con base en aquellos dos elementos, Zaffaroni 14, quien sostiene que "Dolo es la voluntad
realizadora del tipo, guiada por el conocimiento de los elementos del tipo objetivo
formas de dolo que se distinguen desde este concepto de ese elemento subjetivo;
diferencia entre las distintas clases de dolo, y también entre el dolo eventual y la culpa
función de la voluntad que se definirá si el autor obró en cada caso con dolo directo
13
Fontán Balestra, Carlos, Tratado de Derecho Penal. Parte General, t. II, 2da. ed., p. 266,
Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1990.
14
Zaffaroni, Eugenio R., Derecho Penal. Parte General, p. 495, segunda parte, capítulo XV,
Ed. Ediar, Buenos Aires, 2000.
15 Intención o propósito en Roxin, Claus, ob. cit. p. 417/23.
16
En nuestros días, cfr. Otto, Harro, Manual de Derecho Penal, 7ma. ed., p. 143, con cita de
Brammsen en la revista JZ 1989, p. 80, Ed. Atelier, Barcelona, 2017.
4
contar con el resultado, resignación, conformarse con, etcétera 17) o culpa consciente
etcétera18).
depende entonces de elementos anímicos o motivacionales, esto es, del modo en que el
su actuar. En otros términos, la menor o mayor gravedad delictiva, se vincula aquí con la
representación de la producción del resultado que, en todas las clases de dolo y también
Llevando estas ideas a nuestro caso nunca pero nunca Señor Juez obré con voluntad
o (intención) o con sospecha, asentimiento o aceptación del peligro (dolo eventual). Las
planteado.
clases de dolo y de la culpa consciente respecto del dolo eventual tomaron cuerpo entre
finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando las ideas sobre el dolo como intención
Alemania una fuerte discusión acerca de la idoneidad del elemento volitivo para operar
como límite entre el dolo y la imprudencia, a partir de la resolución, por parte del
Tribunal Supremo Federal (BGH) de ese país, del "Caso de la correa de cuero" 19. Debido a
5
llegó a considerar que la exigencia del elemento voluntario, además del cognitivo,
2) El conocimiento
volitivo
contenido, se encuentran dos de distinto orden y singular interés. Uno de ellos se vincula
virtud de exigencias impuestas a la definición del injusto desde alguno de los principios
Cada uno de esos argumentos ha sido formulado por dos autores que sostienen una
concepción subjetivista del ilícito; sin embargo los fundamentos por los cuales ellos
cuestionan una definición de dolo integrada con la voluntad, resultan plausibles aun
1) La primera de esas posturas fue expresada por Diethart Zielinski20, quien sostuvo
que el finalismo clásico no había sido del todo consecuente con la adopción de un
concepto de dolo avalorado, porque si bien con el traslado de ese elemento desde el
no forma parte del dolo, lo cierto según señala este autor, es que al conservar la voluntad
íntegramente...todos los vestigios del dolus malus", pese a que desde el momento en se
operó con la moderna teoría de la culpabilidad, "no puede tener para el dolo
6
(consecuentemente)...la menor significación, qué actitud tenga el autor frente a “la lesión
ilícito, entre el dolo eventual y la imprudencia consciente, de ese modo afirma: "La
ambas formas de ilícito, en el nivel del ilícito, es decir, sin el recurso a los elementos
motivacionales".
voluntad de la definición del dolo, fue afirmado en nuestro país por Marcelo Sancinet21,
seguidor de Zielinski, quien coloca en el centro de la discusión una cuestión vinculada con
uno de los más básicos principios garantizadores del derecho penal liberal. Este autor, al
formular una evaluación sobre las distintas teorías volitivas, expresa: "Las teorías de la
voluntad también han sido criticadas desde el punto de vista valorativo, o político
criminal porque ponen muy de relieve que la decisión acerca de si el autor obró con dolo,
o sin él, dependerá en el caso concreto de un juicio sobre la personalidad, sobre sus
Por esta razón, Sancinet afirma que si la pregunta acerca del dolo en
general, y del dolo eventual en particular, "no puede resolverse mediante la búsqueda de
rasgos de carácter, la personalidad o el ánimo del autor, se ubica la disputa entre las
teorías de la voluntad y las del conocimiento no sólo en relación con una cuestión de
política criminal, sino con el aspecto de orden normativo-constitucional que implica optar
por una determinada definición de ilícito y, más aún, de delito, coherente con las
21 Sancinetti, Marcelo A., Teoría del delito y disvalor de acción. Una investigación sobre
las consecuencias prácticas de un concepto personal de ilícito circunscripto al disvalor
de acción, p. 172, Ed. Hammurabi, Buenos Aires, 1991.
7
expresamente en el primer párrafo del art. 19 de la Constitución Nacional en tanto esta
culpabilidad).
un modelo penal del carácter o de la personalidad de autor y otro que lo identifique con
constituir la materia de una prohibición y sanción penal, parece configurar una razón
En este sentido sostiene Hruschka22, que "no es casual que una teoría sustantiva más
defina recurriendo sólo al elemento cognitivo" o como lo afirma el autor español Feijóo
Así Señor Juez, en mi caso se debe excluir el conocimiento que integra el dolo,
inclusive el eventual.
carácter del autor, pero es necesario todavía determinar si con ese alcance de lo subjetivo
22 Hruschka, Joachim, Sobre la difícil prueba del dolo en Imputación y derecho penal.
Estudios sobre la teoría de la imputación, trad. por Ramón Ragués i Vallès, ps. 147/148,
Ed. Aranzadi-Cátedra Garrigues, Universidad de Navarra, Navarra, 2005.
23
Feijóo Sánchez, Bernardo, El dolo eventual, p. 26, Ed. Universidad Externado de
Colombia, Bogotá, 2002.
8
producción del resultado, esto es, como representación de la posibilidad o de la
exteriorización.
jurídico".
se presenta una representación del peligro cuya medida y cualidad fundamenta el dolo.
Se ofrecen así diversos criterios de orden normativo-objetivo que buscan definir cuándo
imprudente.
hechos o riesgos prohibidos no son en sí idóneos para dar lugar a una atribución dolosa.
24 Puppe, Ingeborg, Der Vortsellungsinhalt des dolus eventuales, ZStW, 103, p. 14, 1991.
9
Revelar este aspecto resulta dirimente para resolver con justicia mi caso porque si
seguimos estas ideas, se concluye en que no obré con dolo. Pero sigamos.
En nuestro país, ha sido Sancinet quien hace ya tiempo afirmó que la cuestión del
límite entre el dolo y la imprudencia debe resolverse, en primer lugar, en el nivel del tipo
objetivo, para lo cual propone un criterio consistente en verificar si el riesgo que el autor
dolosa, que sólo en caso de error quedará excluida. Al contrario, en la hipótesis en la cual
el autor cree un riesgo no permitido, pero de carácter abstracto o remoto para la lesión
del bien, entonces su comportamiento resultará abarcado únicamente por la norma del
delito imprudente, aun cuando el autor desee la producción del resultado lesivo.
Esto debe ser examinado por V.S. en mi caso porque en síntesis, la cuestión del límite
tipo objetivo.
En palabras de Sancinet: "allí donde uno identifique un peligro concreto a partir del
cual la acción esté prohibida, habrá dolo ya por el solo hecho de la representación y a la
inversa, si el riesgo está por debajo de eso, no habrá dolo aunque el autor desee
realmente que se produzca el resultado. Por ello, la única causa real de exclusión del dolo
es el error". De este modo la solución consiste en restringir al dolo, no por la vía del
descarte de ciertas representaciones, sino por la imputación objetiva; lo cual supone que
"La norma del delito imprudente, por lo mismo que alcanza también a la peligrosidad
remota, no se refiere exactamente a la misma acción que aquella en la que hubiera una
imprudente, como tales, son distintas y están prohibidas por normas diferentes, que
podría ser suficientemente inadecuado socialmente respecto el tipo culposo, sin llegar a
serlo también respecto del tipo doloso. La tarea le queda deparada entonces a la
objetiva' la que nos debe decir si eso está alcanzado por la norma.
10
En sentido similar, en punto a diferenciar el actuar doloso frente al
individual, que de modo indistinto se limita sólo a lo cognitivo, se sostiene que "el dolo
reconocido un peligro a tomar en serio". Así, para ciertos autores como Herzberg25, en el
acción será imprudente, o si, por el contrario, se trata un riesgo no remoto y "no cubierto
“El conocimiento por parte del sujeto de un peligro cubierto fundamental da lugar a
peligro descubierto, se está ante un caso de dolo. Sin embargo, los peligros descubiertos
cuándo la dolosa, porque debe ser “el derecho y no el autor el competente para decidir
sobre la relevancia jurídica del peligro de realización del tipo de que es consciente dicho
autor”. Por tal razón, esta autora diferencia entre peligros “propios del dolo” y peligros
“propios de la imprudencia”, y señala la vez que “el autor debe conocer tantos factores
como sean necesarios para calificar un peligro propio del dolo, pero no hace falta que
25 Herzberg, Rolf, Die Abrengung von Vorsatz und bewuBter Fahrlässigkeit –ein Problem
des objektiven Tatbestandes, Jus, p. 262, 1986; del mismo autor, Das Wollen beim
Vorsatzdelikt und dessen Unterscheidung vom bewubt Fahrläsigen Verhalten, p. 639,Teil,
JZ, 1988.
26 Ragués I. Vallès, Ramón, El dolo y su prueba en el proceso penal, ps. 143/144, Ed.
Bosch, Barcelona, 1999.
11
valore dicho peligro como un método apropiado para la realización del tipo, pues ésta es
dolo o imprudencia según la clase, calidad, cantidad o medida del peligro no permitido,
más allá de los matices que pueda presentar cada una de las distintas propuestas y de la
crítica que individualmente se les ha dirigido debe tomar como base una determinada
justa y coherente para la utilización de tales criterios de distinción normativos entre dolo
cometido de la imputación del tipo objetivo es indicar las circunstancias que hacen de
una causación una acción típica, y de ese modo, un resultado causado por el agente sólo
se puede imputar al tipo objetivos si la conducta del autor ha creado un peligro para el
bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y ese peligro también se ha realizado en
entre dolo e imprudencia, con una teoría de imputación objetiva y concebida a partir de
la función de tutela de vigencia de las normas y del principio de standard, pues conforme
caracteriza por la producción causal de una lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos
12
sino por el significado de la conducta, por la determinación de su anormalidad social
(posición de Jakobs).
En otros términos, dado que también conductas socialmente adecuadas, esto es,
causalmente la lesión o puesta en peligro de bienes (así como pueden ocasionarlas las
las personas “es un mundo de titulares de derechos, que de modo recíproco tienen el
deber de respetar los derechos de otro, y en el ámbito de los delitos contra las personas
es esta relación jurídica la que vulnera el autor. La destrucción del cuerpos o cosas sólo es
idea de que todo “el sistema de la teoría del delito debe tomar como punto de referencia
13
perturbador”30 y es necesario fijar de manera objetiva qué significa un comportamiento,
que quien cumple con el estándar no puede ser sometido a responsabilidad… Ahora bien,
el recurso a estándares pone de relieve que, de este modo, se abandona el mundo físico
surge el significado que ha de tener un determinado comportamiento” 31. Por esa razón,
Jakobs explica que “las garantías normativas establecidas por el derecho no tienen el
contenido de que todos intenten evitar todos los daños posibles…, sino que adscriben a
que deben ser cumplidos, y de este modo hacen posible una orientación con base en
patrones generales”.
de una sociedad, lo hacen desempeñando roles más o menos perfilados, ellos deben ser
su posición de garante.
30
Jakobs, Günther, La imputación objetiva especialmente en el ámbito de las instituciones
jurídico-penales del riesgo permitido, la prohibición de regreso y el principio de
confianza, Trad. Enrique Peñaranda Ramos , en Estudios de Derecho Penal, p. 209, Ed.
UAM-Cvitas, Madrid, 1997.
31
Jakobs, Günther, en AA.VV., Sobre el estado de la teoría del delito. Seminario en la
Universidad Pompeu Fabra, trad. por Jesús María Silva Sánchez y otros, p. 183, Ed.
Civitas, Madrid, 2000.
14
La teoría de la imputación objetiva permite entonces la “constatación de
quién es garante de qué. No todo atañe a todos, pero al garante atañe lo que resulte de
la quiebra de su garantía; y esto rige tanto para la comisión como para la omisión”, es
que, así como en la vida cotidiana es “habitual que una expectativa pueda ser defraudada
por acción u omisión y que, sin una expectativa normativa, hacer y omitir resulten
normativa de comportamiento, esto es, del quiebre del rol por parte de la persona
cumplimiento.
del comportamiento, existe un conjunto de instituciones normativas, que sólo serán aquí
mencionada porque las veremos luego, como ser: el riesgo permitido, el principio
15
Por consiguiente, a partir de este concepto de la teoría de la imputación objetiva,
desde esta perspectiva “para la interpretación del injusto penal no se está a la valoración
de sucesos del mundo exterior, sino al significado de estos para la vigencia de la norma.
bienes jurídicos, sino en el de los daños a la vigencia de la norma, esto es, en un plano
entender que no pueden encontrarse diferencias entre dolo e imprudencia en ese estrato
del principio fundamental del hecho, cabe entender a la pregunta por el conocimiento
16
del autor sólo dirigida a determinar la vinculación entre él y una exteriorización
Por tal razón consideramos que la imprudencia es uno de los casos en que
sentido de buscar lo ilícito también "detrás de la piel del autor", y es comprendida como
porque "la pena es una medida de tanta importancia que sólo se justifica si el autor ha
tenido alguna participación personal en el hecho punible" 32, resultará sencillo entonces
apreciar que el único límite entre el dolo y la imprudencia lo configura el error, sin que
sea necesario trazar esa diferencia a partir de aspectos propios del fuero interno, no
sistema penal en el cual el comportamiento prohibido sea definido como tal sólo en
advertir, de modo evitable, la realización del tipo que ha de tener lugar. Ahora bien, así
imprudencia también se trata de una disposición del autor como forma de evitabilidad y,
en consecuencia, una acción imprudente constituye injusto porque una realización del
tipo cognoscible es evitable. Esto significa pues, que tanto el dolo como la imprudencia
32 Bacigalupo, Enrique, Hacia el nuevo derecho penal, cap. III, ps. 309/310, Ed.
Hammurabi, Buenos Aires, 2006.
17
la imprudencia no. Por esta razón, los hechos imprudentes afectan menos la validez de la
norma que los dolosos, dado que la imprudencia pone de manifiesto la incompetencia
del autor para el manejo de sus propios asuntos, en tanto se nutre de una falta de
Es indiscutible que toda condena por delito doloso exige acreditar que el acusado ha
cabeza del autor o, como puntualiza Schewe, se basa en 'vivencias subjetivas del autor en
el momento del hecho’ unos fenómenos a los que puede y debe accederse en el
Queda claro entonces, que el dolo no puede presumirse sino más bien debe
causa de sus propias falencias investigativas y probatorias presume el dolo alli donde no
puede probarlo.
Continuar con estas prácticas importa alterar seriamente la garantía del principio de
inocencia y su derivado respecto del onus probandi; pues no se advierte una prueba
1) En la jurisprudencia
18
El Juez Gustavo Hornos sostiene33:
“El dolo, en tanto elemento integrante de la figura típica, debe ser fehacientemente
conocimiento y la voluntad de llevar a cabo los elementos objetivos de la figura que, dada
su propia naturaleza, se encuentran dentro de la mente del sujeto activo, deben ser
“En tal sentido, el dolo no se presume, sino que en la formación del concepto
delictivo entran dos conceptos de igual importancia: el objetivo, constituido por el acto
que realizó el agente o por la omisión en la que incurrió; y el subjetivo, que refleja el
estado de la voluntad del presunto infractor, debiéndose, para la justa apreciación de los
hechos que se estimaron punibles, pesar y evaluar ambos factores, estableciendo entre
responsabilidad criminal”35.
“La prueba del dolo en cuanto exigencia finalista, no puede sino extraerse de las
37 Juez Juan Carlos Gemignani, ver Sala IV causa nro. 16.740 “Aldana Estrada, Eduardo
y Velasco, Judith s/ recurso de casación” rta. 21/10/2013 y causa nro. 15.384 “Amarales,
José Antonio; Terán, Jonathan Ezequiel; Pérez García, Brian Gabriel s/recurso de
19
Así no resulta pertinente deducir el dolo solamente del resultado de la acción y debe
2) En la doctrina
Zaffaroni es terminante: “el dolo nunca puede presumirse, pues solo su presencia
dos condiciones irrenunciables: en primer lugar, debe contarse con una regla de
los hechos previamente probados que, a modo de premisa menor, se vinculen a dicha
número de supuestos”.
dolo” no parecen inquietarse demasiado por las enormes sombras que conclusiones
como las anteriores proyectan sobre la aplicabilidad de un concepto de dolo que deba
cumplir con los estrictos requisitos de legitimidad en que se basa tal concepción. Puede
20
este ámbito, esto es, puede afirmarse que mediante la prueba de indicios es posible
matizando un poco más, en qué número de casos puede garantizarse una averiguación
Malatesta, denunciando que la afirmación de certeza allí donde sólo existe probabilidad
-y, por tanto, un margen de error- sirve de "cómodo sillón a la pereza, que incita a
convicción judicial, permite hacer aplicable el concepto de dolo, pero lo hace a costa de
momento que, sin duda, es puramente interpretativo: dentro del alcance semántico de las
palabras legales puede haber un sentido más amplio para la criminalización o uno más
limitado o restrictivo. Las dudas interpretativas de esta naturaleza deben ser resueltas en
las formas más limitativas de la criminalización. Se trata de la misma razón que da origen
más adecuada y acepta la doctrina penal moderna porque nos permite, por un lado,
mantener una relación más estricta con la función del derecho penal, orientada a
21
inmiscuir al derecho penal con ámbitos reservados por el orden jurídico fundamental a la
sólo permita arribar a esa única conclusión y no a otras o expresado de otro modo, que
pruebas que excluyan que las cosas hayan podido ser de otra manera, que es lo que en
5. Y entonces, llevando todas estas ideas a mi caso, queda en claro que no obré con
SERÁ JUSTICIA
39 C.F.C.P. Sala II, causa 3716, “Iglesias, A.E. Y Manzotti, P.S., rec. Cas.
22