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CIENTO CIIICUE}üTA

MILAGROS ADMIRABLES

DE Nunsrnl Sañ0ru DE Lounnns


c0r[ccr0t{a00$ snt;úr ios Docuil[llTo$ uis lurú¡¡rrcos

POR

ñ{onrs. DE fiucun

TOMO PR,IMERO

Tersitín espaiiola de la sognnda edioiliu fiancesa

Con licencia eclesiástica

BA RCELONA
Lrnnnníe y T¡pocn¡nie Cetólrca, pino, b
1498
a ¡r¡trinrcr Íntltojo, Er¿ tiene lor títu,lo Las Ma-
lYI;:"#^:;,:,i:;;:i'i,íi,iÍ5::Tí:";;#:H';
tlc la Virlen. fnmaculad,a tí ta lnt"mi,lde Éernard,ita
ct¿ lB{iB. Contienc clfallo egtiscoltal que cua,tro o,ii,os
Es propi.edad,. despu,és, cn 4862, dí,rj el oenerable Motzs. Laurctr,ce,
t:ntonces obislo de Tarbcs, sobrc la autenticidad rJe
cste inconrytarable prorligio; u dcsptuis dc utr, rt͡tido
ltosqucjo dc la ,""irJa y d,icltosa tnu,crte de Ber,¡rar-
r/ita en la caso r¡lotrit dc las Ect'ntattas dc AIet:ers
c)¿ t878, o.fi.ece allector la natracicín de aqucllos
ittilagros dr: LourrJes qxt,( true parecieron tntís conm,o-
tedorcE y nr,ris aatdttticos, desíle los Ttrinciptíos de la
peregri,naci,rín hasta la ripoca tristementc crilcltre u¿
quo nu,estra pobre fr't"uttcia
"l'tti castigada ltot^ su
o¡tostasíct, ¡tolíti,ca y sor:inl, ?/ en qu,e Pí,o IX, cl
11t'cr,ttcle y santo Palta dr: lu fnmaculada Concep-
ctcítt, comenrri su atda tle gtrisionero ut, el To,ti,canr¡.
Destle entonces, Nt¿estra Eeñora ile Lourd,es ha
totttitnu,ailo obrando mílagros, rí por tnejor d,eci,q,
los ha nmltiplicaclo sin, tt'útnero, ud,m,iratr,do, no so-
/4,itente ti toda F.rattcíct, sino ctl ntuttd,o cntcro. Ade-
7
6

,?tds, mu,cllos p't'od¿g'ios que l(1' T/'it"gen' había obraclo me ti'trn trato'jo tle cttrn"¡tosi'cirÍn tlertmsiud'o sc"-ia, y
úntc.r,'ilo rtlenls ctd,m'irables qu'e los yu re;fcri'c1os, rtrt tto ¡turl,iendo iantg,oto resolaernt'e ti Tterntt'necer in-
lto,tt, sirlr, co¡tocidos ltasto mtis tcu'rlc, cuando ln eo' a,ct\'oa s'in hucet' ri las al,,tzas el bi'c'¡t ti q'ue la bon'tJatl
celcntc pttblicaciót't' tlo los Annales deLowdes, hizrt clc Nuestra 9eii,o'r sehabía d'ignad'o acostw'm'brarme,

coiitpi'enrlei' inris y ttttis ti los ;faaorecidos Nue's- lor h,e crcírlo g'tte el conitt'itto tlc las maraoíllas obratl'as
t rrt, gc ñ o ¡rt, lo c specic tlc oblig ación' quc les'irngtonía rt r.n Lorn'clis dcsdc liace aei'nta o''iios por la Mad're ilc
Dios lirtrtrti cttnsolar tí'¡ttuchos coz'ilr'o'Les '11 lln-ar
(r'
ta Jc y el agrorleciittiett'to rle Tiublicar allamcnte lct"s
ttr,iulrirlcs y lct,s glorias ile la frun'aailailo' Con'ccptítín' Dit¡s'tí 'ttt'as clc ttn esl'i'ritu rer:trt autttlue utcila'¡úc
No cs, pucs, tle c¿tt'ctiictt' se hallen cn csta 'nxt"er(L todaaí,tt' en cl utnltt'at d,e lo srtltrcn'atural'
coleccirjit tcl.utos qu,e sc ¡'ctn'ontolt (t' una ipoca' a*t- Los reí,atos q'uc tcngo la' d'k:Vut tle o;frecerte aqtr'í,
rni bttcn lcctor:, son ti utal Lntis hr:rmosos, mtis litt-
tt'rior d n'ri 'printercr' ;¡nt'blicaci'r1n'; algunos de ellos 'hc
d,osos y inas ad,rniT'ubles, y ytt tto
lcerlos
tto l¿u¡t strlct rccibidos y Ttnblícaclos Ttor los Annales -pod'i'do
lto,sttt tB72 y 1876, los cuales reJbrirent'os aqu[ y t'cteírlos s'in conmo'ocrnte hasta cl/onilo del r:o-
sítitplcntente poi' ordur, cronokÍgico con, el solo tlesco íar,r;n, y lt'c ytensailo t1't'tc ti t¡tt't¡s rti¡nloos s'ucederrL
dr: ou,¡tc¡'¿trrr cl anw y la tlcuociórt, ti ltr' Virgcn fn- l,o rni,smo gue tL'ni'
Las rl,cfosito) I)rlcs) co'ttr't tstras tatt'tas {:ot'Ú11ü's i\e
rtuculudo. Acoso estti rcseractdo ti, cstas pítgütas pe-
,rasas) ,'fi*prt j'rtsctts, siarn¡ti"e yter¡f'tr'madas, ti los
nctrtt¡'t:¡¿ ¡¡trtc/tos lttgctrcs clondc 'tlo son con'oc'iclos
tle Lourdes, y stt'sciten 'por kt '¡1i,:s d,,: ia'Sotitisi¡tt'cr, Yi'rgc'i't,. ¡ Digtt'cse .esta tlt'"k:e
trtdattu /os Annales 'iVerIT
'tiiisti¿o tLúeaos
'lectorcs
ú esta praciosa publícac'itín, e tl'e n¿i'sc'ricoriti,a y dc a'tnor, rí qtt"ictz toil"o' tni
crn¿solatttlo al ¡¡t/smo ic'irtpo a algm'os pobrcs en'-
t t:|da *rc he es;l'orr'tttlo etL {111r(tt' y cn haccr üilral',
lteiuiccir y /eiund.at' lcts scncíllas nul'¡'aciott'cs tle
/brrtt os te¡¿turlos de ultal int'ictt to.
Etr r:stcr n¿oclesta coleccióit (lo declaro sin'T ocleos) sLtstitatcittalr:s J'a'uotes ! 7 tu"¡t'bíi'tt' '¡izc ct'tt'cut ti stt-
trct /tar.1 ,1tor decírlo ctsí, tt'tttlamío' h-o I¿c lrcclto rruis pl'icorlu qtte bcittligo tí totlos lcts ¡6cles qw:las lcan'
quc cscogcl'y reuni'r u'no serie dc relatos ya oca-
batlos, esr:ritos ó;frrntados etl srt, m(t!/or lartc par
lrts t¡¿ist¡tcts persollos t" y¡tt''ictrcs ltatt stlccdiilo las
¡ttr¿ rot:illr¿s rlua contiencrl '! qu,e sc e¡tc'ttcntran es-
'¡ta,rcitlas, pot' no dccir oloidados, cn lu colecciótt gtr
ct¡nsirle roble dc los Annales de Lourcles , en tlondc
lnltg poc(s l)ersones irían d' buscaúos.
I n p c L i rl o a tl e ii¿a s p or e ltil'c f'ilxc cl a cl 7i u r u i
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I

PFIÓITOGO

De cómo la fe sencilla y firme tle una pobre mujer


Querieudo someterme de corazÓn y de alma á
los ile Tarbes, obtuvo tlesrle el principio grantles fa-
decretos tlel Papa Urbano VIIf, tleclaro tlue no pido vores tle Nuestia Señora de Lourtlos.
siao una fe puramente humana á los heshos extraor-
dinarios leferidos en esta obra, y que si empleo la He aquí algunos sucesos que se remontan á los prin-
palabra milagro para calificar un hecho, es reservando cipios mismos de las maravillas cle la Gruta de Lour-
expresaillente todos los dereehos rle Ia lglesia. tles. Por mucho tiernpo han siclo ignorados clel públi-
c0, y acaso fner¿n relegados al olvitlo si la lectura de
los Annales no hubiera hecho comprender á las per-
-sonas curaalas el deber que tenían cle manifestarlos al
público (1).

I
La primera de estas personas es ura humilde obrera
de Tarbes llamada Francisca Majesté. No tenemos cle
:u informe más testigo que ella misma. pero éste bas-
(l) Tomamos estos conmovedores relatos cle los Annales cle
Lr-¡urcles(Marzo de 1871), que se publican con la aprobación del
tJl¡ispo de Tarbcs.
10 Pnór,oco pnór,oc+o II
ta. Lleva impresa en su rosbro la selial'ié una alma ron á su oír10. Cuando se confirmaron, creyó con fe
inocente, recta, inteligente, modesta. Su palabra es sencilla y firme en la Provitlencia. uPara Dios nad.a
grave, y cittcnenta años de una lid¿ irreprochable y hay imrosible, decÍa, y El no permitirá que seamos
piadosa le tlan autoridad' así engañados.,
Cerca cle tres años antes de las Apat'iciones de Lour'- Oyó hablar de curaciones milagrosas, y una vaga
des, estuvo sujeta á suspensiotles monentáneas de la esperanza pasó por su corazón, pero sin inclinarla
vista. Ocurríale esto de repente, sin que n¿da hiciera toilavía á hacer el ensayo. Dijéronla varias veces:
presentir su aproximaciÓn; cle pronto una niebla es- .,X'rancisca, V. que es tan piatlosa, ¿no piensa ir á
pesa cubría sus ojos y los oscurecía rápidamente, y buscar su curación á la Gruta de Lourdes?'r J ¿11u
luego la luz desaparecía. l'rancisca, entonces srr- contestaba: *Todavía no siento la confianza necesaria;
rneigicla en una noche profuntla, se quetlaba eslupe- si Dios me la envía iré."
facta; frotábase los ojos y esperaba á que apareciese' " Hizo esfuerzos para merecerla, y Dios se la dió. IIn
de nuer.o la claridad, lo que suceclía poco después. En día se sintió muy inclinada ir ir á la Gruta; la es-
lo demás, no sentía ningún dolor ni alteracióti sensi- peranza llenaba su alma, y ella, comprendiendo que
ble en Ios ojos. esta inspiración venía de Dios, dispuso el viaje en los
Consultó con un métlico, quien después de varios primeros días de Mayo de 1858.
experimentos, como ella le instara para saber toda la Francisca no había visto Ia Gruta. Cuand.o divisó
verdad, la clijo ¡ ,,Debo declarároslo ; creo qne n0 pue- ia roca santificada por Ia presencia de Ia Virgen In-
do nada.-Pero ¿piensa Y. que me queclaré ciega?- maculada, su alma se conmovió profuntlamente. {,Tn
I{o sé., feryor muy sensible Ia inundó de gozo, y su oración
Estas respuestas eratl dolorosas, pero ella ias ha- era tan dulce que no podía apartarse de allí. Se l¿r'ó
bía solicitaclo porque prefería conocer la realidacl tle Ios ojos devotamente con el agua milagrosa y cotr una
su situación. Desde aquel día ia pobre mujer, asus- fe grande en su virtud sobreuabural, y mientras la
tada, temblaba tle miedo de peliler enteramente la bebía, su corazón decía: * ¡ Ouraré !...,'
vista. Desde este momento ni una sola vez, ni un solo se-
EIla estab¿ familiarizatla con eI dolor, porque su gundo se ha ocultado la Iuz á sus ojos. En ninguna
vida habia sido una caclena casi continu¿ tle enferme- ¡rarte, en doce años, le ha hecho pararse la suspensión,
dades; mas de todas las pruebas pasadas ninguna la tle Ia vista como en otro tiempo.
había apesaclumbrado como ésta. ¡ Ciega 1... Antes X'rancisca tenía también largo tiempo había en una
quería morir. rle sus rodillas ul tumor como del tamaño de un hue-
Los rumores cle la Aparición tle }lassabieille llega- vo tle pato que n0 la molestaba porque de ordinario
12 PaóLoso pnór,oeo 13

no le clolía, y sólo le incomodal¡a algo para r¿zar? por- bilitarla como estaba, la pobre criatura no podia efec,
que entonces tenía la roclilla en el aire' Esta clificul- tivamente viajar. Pero X'rancisca insistió. * ¡Bah ! dijo
tad la hizo pensar en la Gruta, y se dijo á sí misma con dul¡e f¿miliaridad, hoy no es \'. el ama de su ca-
sin ningún sentimiento marcado : aPtteslo que me ha- sa; y0 me llevo á Ia niña, voy á hacerla curar. por la
llo aquí voy también á lavar el tumor. Ilecho esto Santísima \rirgen, y esta noche me dará \r. las gra-
"
fué á arlodillarse enteramente sin la menor molestia; cias cuando se la traiga." Cetlió la madre. ¡Y cuán
pero absorta por la alegría de su oraciÓn y por el pen- dichosa fué de confiarla á su piadosa amiga! Francis-
samiento de sus ojos, en su convicción curad'os para ca era la mensajera de la Santisima \¡irgen en este
momento.
siempre, no pensó ya en el tumor. Continuaba siem-
:La joven enferma se arrodilló tlelante de la Gruta
pre que rezaba haciéndolo hincada con ambas rodillas.
en eI suelo, y sólo al cabo de algunos días miré sutu- aI lado de su protectora Francisca, la cual, después
de lavarle los ojos, la IIamó.
mor. Este no existía ya. y n0 volvió á aparecer'
Jacquette L.,acuz,e tenía quince años, aunque por su
peqtteña estatura y su fisonomía mezquina á cualquie-

II la haría sospechar que n0 tenía más que diez ú once,


pues desde los siete años estaba consumida por hu-
mores fríos. Lahabían llevado á Baréges durante
Francisca no había sentido físicamente en Ia Gruta varias estaciones termales. siempre sin ningun re-
la curación que la mano de la \rirgen operó en su cuer- sultado.
po. No gustó en sí misma sino las suavitlacles de la Era incapaz d.el menor trabajo; una fiebre casi con-
olación y de la esperanza. tinua la consumía sordamente: lánguida y triste pa-
Al partir habíase llevado con ella á una pobre jo- saba los dias acostada en el suelo sobre un cojín. he-
ven tle la vecindad atacada de un mal casi sin espe- cha una pelota. Su suerte inspiraba compasióir á totla
ranza de remedio. Ya hemos dicho cuán grancle era la la vecinclad, y su muerte se creía no esbaba lejana.
confianza que Ie había sido inspirada' Tenía más de Al lacto de la fuente de la Gruta, Francisca quitó
la que peciía su propia curación, y quería clerramar el vestido que protegía los hombros de la niña, y des-
sobre otra la excedente. cubrió el sitio clel mal. Bntre eI cuello y la articul¿r-
Esta desgraciada niña Ia era querida por la índole ción del brazo había tres grandes agujeros de los que
de su enfermedad, así es que la mañana misma de la úanaba una, supuración continna y muy abundante,
peregrinación suplicó á su madre que la clejara ir con que pala inrpedil su extensiún estaba cubierta con
ella. L.,a ma,lre puso tliflcultades porque. doliente y de- var,ios trapos, uno sobre otro, tanto que la pobre ma-
r
r
I

L4 p_Bór,oGo pnór,oco 15

dre había acudiilo á todas las mujeres del .barrio para ción semejante. Palpaba un milagro, era instrumento
procurarse bastantes trapos viejos. r1e la Virgen Par¿ hacerlo'
tr'rancisca clijo á la niira: sJ¿sq¡.¡¡e, he aquí el CuandJ rr,irO por írltima vez' las carnes se
habían
monerto en qne la Santísima \¡irgen va á cnrarte... jnntado; ya n0 existían llagas' Pttso tlo ob'stante una
lraz l¿ señal de Ia crtz J' reza." Después de un mo- cornplesa en varios dobleces y bien empapada en
agtlat
mentr-r : .,Jacquette, ¿tienes confianza?-Sí, respondió ,¡ue debía conser\¡ar la paciente hasta Tarbes' pues
1a niña.-Pues bien, déjame á mí hacer." Y la piado- que la hurneclad ocasionase nin-
-ia no había miedo de
sa mujer echó agua con una botella sobre las ¿sque- gi,n auno. Después tle haber arreglado el vestiilo de
ia niRa oró de nue\¡o. diÓ gracias á la Virgen de
rosas llagas, y el líquitlo frío corrió por. todo el hom- la
bro. ,, ¡ Oh !... me moja Y.. dijo Jacquette.-No temas, riluta, á la \rirgen tan bondadosa para su amiguita y
niira. no temas, que esta agua n0 te hará daño; ten ¡1ara ella misma, y emplendiÓ
la marcha'
en la
confianza. Jacquette, que Ia curación empieza ya, las Parecía que Jacqueite había nacido de nuevo
carnes se t¡an poniencloblancas... ', Blanqneabau, efec- riluta. ObrÓse una vercladera tran-qformación su en
tivamente, á los ojos de la mujer maravillada y con- ,rlganismo. El mal la había tenido raquítica, desme-
movida. y Francisca aplicó una compresa cle agua y ,trraaa y enclenque, y el vigor vino con el bienestar'
y
volvió á poner el vestido sobre los hombros de la niña, ,:on el vigor la alegría, puclo trabajar, ¡'fué clecientlo
rezaron ambas. y en seguida, al renovar la operación, ,le allí en adelante.
Francisca lanzó un grito cle sorpresa. Las llagas es- Por espacio de once años Jacquette clisfrutÓ de una
de las
taban clesconocid.as; habían perilido su aspecto repug- salucl inalterable y puede decirse floreciente:
nante; las carnes habían tomaclo vida. Francisca las luentes de humores, ocho años abiertas, por las cua-
b¿ña de nuevo, pone la compresa, y cubriendo á la les se había deslizatlo su vida durante ellos, no
que-
niña la repite la palabra que hacía la maravilla; *¡C0n- ,laban más que grandes cicatrices' En 1869 uno tle
que
fianz¿l ¡confianza! ¡Oremos! yo te llevaré curada á tu l,rs agujeros se volvió á abrir. Fué éste un suceso
tlath'e." Y humedeció otra vez el hombro. El vestitlo ¡..larmó á Jacquette y su familitr' La
joven, toda apu-
pia-
estaba todo empapado y frí0, mas la infeliz Jacquette larla, fué á vér á Francisca. "Hiia mí¿, le dice la
se cuiclala poco tle esto. .1,r-ra mujer, me extraña esto. 'I'en cuidado' La Santa
Durante un nuevo bairo, l'rancisca, con voz tem- \-ilgen te It¿1, curarlo milagrosamente, y tlurante onee
blorosa, exclamó: c,¡Jacquette, los agujeros se cierran, :r.r=ros te ha conservaclo la salud. Jacquette, ¿estás
agra-
lo esto¡- viendo!!" Y yu.¿oderamente, nos ha asegu- ,lecida?-Bien sabe V. que toclos los años voy á Lour-
rado, ella vió estos aguieros abiertos reunirse en las ,ies á dar gracias á la \¡irgen.-Bsto no es sufi'ciente;
tres abertnras. En su vida había experimentarlo emo- t';i eres buena y no hay nada que reprocharte; pero
16 PRórroGo pnór,oco 17

¿estás tan agratlecida como debieras? ¿Estt contenta 1,,,visitaba casi todos los días, pero la hernia no potlía
la Santísima firgen cle tu piedad? ¡No seas ingrata! ser vencida, y ñlo con el aparato se sostenían los in-
j
H¿z remedios procula ser más piadosa.,, testinos y se facilitaban las funciones de la vida.
Lu lejigatorio cerró ott'a vez Ia llaga en algunos Pero era éste un medio trabajoso, pues se com-
días: hubo ttn auurento visible de fervor en la vida de prende qüe en las largas horas que Ia criatura debía
Jacquette, y tlesrle entonces siguiÓ muy bien y no Ie |asar en la cuna. el braguelo mcrjado tenía que en-
querlalot en eI ltombro más que las cicatrices perfec- mohecerse en seguida ¡' periler su elasticidad. Era
tamente cerrailas, que vienen á ser como testigos cle irreciso, pues. uno nuevo casi cad.¿ ocho ilías, y costa-
Ia obra de Nuestra Señora de Lourdes. lta cnatro francos, que había qne sacar del menguarlo
i.rresupuesto de esta familia tle obreros.
En el mes de }Iarzo de 1866 Pablo teníaya un añ0,
III ¡' carga se hacía pes:rda para los padres, quienes
Ia
sin embargo nada omitían para sah'ar á su enfermito.
Los vecinos, compadeciclos á la vez del niño y de los
Las gracias se atraen, y el reconocimiento al pli- patlres, habían dicho varias veces: *; I)ios tlebería lle-
mer favor nos hace dignos tle otros nuevos..Ademásr la varse á este pobre niiro !''
oraciótt, forbalecida con eI buen éxito de otra oración Hacía tiempo que M¿ría Mercére pensaba en la
anterior, toma una firmeza y plenitud de conflanza maravillosa curación tle su hermana Jacquette; p0c0
que Io obtiene todo, y por eso los milagros conocidos ii poco iba perdiendo la conflanza en los médicos y la
proclttcen nuevos milagros. También Dios tiene cier- ¡tonía en Nuestra Seirora cie Lourdes. LTna resolución,
tas preclilecciones, cuyas caüsas secretas no alcanza- vaga al principio. fué acentuánd.ose cada vez más en
nios las más de las veces. Hay familias favorecidas' su alma; y un día err qüe aI fin se clecidió, se veía pa-
La hermana de Jacquette, Ilaría Marcére, estaba tente que los hombres nacla pociían, )'que el niño esta-
casaila cort tln ebanista que vive en Tarbes, caile de ba condenad.o sin esperanza hurnana á una incurable
Carrnelilas. n.o 2. Su segundo hijo ,Pablo naciÓ con enfermeclad, ó lo que es más probable, á un¿ muerte
nna enfermeclatl que afligiÓ á sus padres' Eran dos poco lejana. Pues bien. la pobre madre fué ir intentar
ltc¡¡iicr.* eüormes, AIos quince días fué menester apli- el remedio supremo: el agua cle l¿r Gruta de Lourdes.
carle un venilaje, y desde entouces la pobre criatu- AIIí donde su hermana fué curacla, allí llevaría á su
rita no trtnclo estar un instante sin él; apenas se Io ttiñ0, y corientlo todrr riesgo lo bairaría en la piscina
quitaban. asomaban las lternias. milagrosa.
' Yarios ntétlicos fueroll consultados, y uno de ellos Su marido no tenía nás confianza que ella en la me-
i:
18 PRórroeo pnór,oeo 19

dicina, pero tampoco se ocupaba en buscar socorros Jamás ha vuelto á ser aplicado el vendaje en este
sobrenaturales. Con la energía de su determinaciÓn, pequeño cuerpo. Pablo, voluntarioso é irascible, ha
IIaría ]Iercére Ie impuso su voluntatl y casi su fe, y tenido después largas rabietas de lloros en la cuna y
partió. fuera de ella; ha crecido, gritado, saltado y se ha en-
Bl .+ ó á cle }Iarzo de 1866 llegaba á eso de medio tregado á toclos los pasatiempos de la infancia con la
día á la Gruta con su maclre, su suegra y su niño. La violencia de una naturaleza impetuosa, sin que nunca,
oración fué bastante larga, y con tanto fervor como jamás, se haya visto señal de sus dos hernias qu.e pa-
seguramente no la había hecho en su vitla esta joven recían incurables.
y piadosa madre. Lo hemos visto á los cuatro ailos. Estaba vigoroso
Desnuda á su pequeño Pablo y le quita el braguero, ¡- avispaclo.
apareciendo al instante las dos hernias. El niño su-
mergido en la piscina que llela el agua de la Gruta,
se resiste violentamente y grita. L,as clos abuelas
ayudan á }Iaría á contenerlo. La frialdad tle la fuente
pone amoratada la piel del niño y tiesos sus miem-
bros. y algunas mujeres que Io estab¿rn mirando acu-
san á la madre de impruclente por tener tanto tiempo
á la cliatura dentro del agua.
llaría no hace caso, mas ellas insisten dicientlo:
;,¡Qué coraz|n cle piedra tiene V'!, La tierna maclre,
devorada de ansiedad, se impacienta un momento y
exclama; n¿No es mi hijo después de todo? ¿Lo quie-
reu \¡ds. más que yo? ¿No ven Vcls. que eI niño está
perclitlo si Ia Virgen no lo curaaquí? ¡Déjenme Vds'!"
Se pone cle nuevo á orar interiormente. EI niño
permanecía inmÓvil, J' su pobre mad're estaba en una'
verdailera angustia; pero la confianza, una confianza
tlulce y profunda en Ia bondad de la Virgen, sostenía
su valor. Por fin, levanta el niño y Io pone sobre sus
rodillas para secarlo. La doble hernia había totalmen-
te desapareciclo.
nr

üIII{TO IIIICllIl'lTA lllILAIRO$ ADIIjIIRABTI$

TIT]MSTRA $MÑ(}RA I}E T,OUAI}MS

AÑo DE 1463
Edmundo RemY.- Máximo de Robineau

I
Guración súbita y meravillosa de una coiere tlecla-
ratla incurable. (Ettmunilo B,emy, ile Ploérmelt
iliócesis tle Vannes, el 28 tle Febrero ile 1868)'

Trátase aqui de un niito de tres años cuya ent-errnedad y cu-


r¿eión referia su abueia la Sra. Anger del modo siguiente:

De resultas de una caíala que tuvo mi nieto Edmun-


do Remy, de tres años tle etlatl, dando un paseo el 25
de Enero tle 1863, sufría horriblemente tle la pierna
izquiertla. Dos personas reputadas hábiles habían cui-
22 CIENTO CINC LT-T]NTA MILAGII,OS DE NUESTRA suÑon,t DD r¡ouRDES
dado rle él sin obtener ningírn resultado; por lo que fuí á ver á la lI.
l\Iaría Angel. I-.,a tlije que no ha-
sus padres. siguiendo el consejo que les clieron, lo liíamos hecho la noYena en unión de la Comunidatl,
conrlujeron á Rennes y lo presentaron al Dr. Aubrée, pero que habíamos aplicado el agua de Lourdes sobre
el cual leconoció una hinchazón tal en los cartílagos de la, pierna clel niño, cuyo estado empeoraba cada vez
la ¿rticulación tlel fémnr que la una liierna, alargán_ más. La anuncié también que debiendo venir á Ploér-
tlose ná,r clue la otra, amenazaba dislocarse completa_ rnel NIr. Pinaud, célebre médico de Rennes, IIr. Prin-
mente. Anunció que probablemente se fornaría un gué había prometitlo llevarlo p¿ra que viese á nuestro
absceso encima de Ia articulación, y pr,escribió cata_ enfermo. uMuy de veras celebro cuanbo me decís, me
plasmas. diciendo secretamente á la Sr¿. Chartón, ami- respondió ella con un acenbo de fe que nunca olvidaré;
ga de la familia y presente en la visita, que este niiro estoy segura que vuestro nieto curará' I',a Santa Vir-
estab¿ perdido J¡ que no había para él ningún remeclio. gen, á fin de mostr¿r mejor su poder, espera par¿
0uando el pequeño Eilmundo estuvo de regreso en obrar la curación, que eI niño haya sitlo desahuciado
Ploér'mel. me apresur.é á que viniera á verle el mérlico por los mejores médicos. Consolaos; id á la iglesia;
de la f¿milia, Mr. Pringué, á quien hicimos conocer haced un v0t0, prometed una Misa, un cirio ¡' una
l¿r consulta que tuvimos en Rennes. Al ver al niño ofrenda aI santuario de L,ourdes. \roy á daros otra bo-
tlesesperó también de su curación; y en este sentido tella de agua de la Gruta, de la que mezclaréis una
habló /r varias personas: especialniente á la Rda. Ma- gota en las cataplasmas qüe aplicaréis sobre eI sitio
dr'e llaría Angel, superiora de las Señor¿s llrsulinas tlel mal. Mis Religiosas y )-0 vanos á comenzar una
r1e Ploérmel, que inmediatamente nos envió un frasco segunda no\¡ena, y el sábado prÓximo, día consagra-
tie trgua de la fnente de Lour.cles, é hizo que sus Reli_ tlo á Nuestra Señora, recibiremos tod¿s la S¿nta Co-
g'iosas empezaran una noyena por la curación clel que_ rnunión por vuestt'o niñ0"'
ritlo enfermo. Todos los días aplicamos sobre la pier_ lio pueclo decir lo consolada que me quedé oyendo
n¿ tlel pobre niño algnnas gotas del agua milagrosa; hablar á esta buen¿ Religiosa con el acento de fe que
lero la Santísinia Yirgen, que sin dutla querÍa ¡rrobar le caracteriza. Inmerliatamente me dirigí á la iglesia
iruestla fe, no otorgó á nuestr,os ruegos eI favor que para hacer lo que ella me aconsejaba; y mientras es-
solicitábamos. taba arrodillada delante de la irnagen tte la Virgen,
'franscurrieron quince dÍas .y eI mal aumentaba rne pareció que esta buena Madre me aseguraba en el
sensibiemente. llegando á ser tan violento que el niño fondo del corazón que mi nieto iba á sanar. Sentíme
ruo ces¿ba ni de día ni cle noche de dar gritos tlesga_ entonces penetrada de tai confianza, que aunque in-
lr'¿dores que nos arrancaban lágrimas. tentalan totlos los méclicos clel mundo quebranlarla no
Ill urartes 24 cle lr-ehrero, necesitada cle consuelo, lo hubieran lograclo' AI volver á casa encontré á mi
24 crENTo CTNCUENTA rrrr,aGnos r,ouaDDS
DE NTTESTRA s¡ñon¿. DE 2lt
hija llorandu. La consolé palticipándole todo lo qrie -r.,r estado de sufrimiento hací¿ un cuarto de ltora
acabab¿r de pastrr, y en este momento hizo ella un voto ,r¿inrlo más.
á Nuestra Seilora cle Lourdes. lodos llorábamos de a,legría viendo á este niño lla-
El vielnes pol la tarde vino Nr. Pinautl con monsieur -¿r'uso de su pierna como si hunca hubiera tenido mal,
Pringué á r'isit¿r al pequeño Eclmundo. Prescribió que ]- que para convencern0s mejor de su completa ctlra-
se le aplicase dentro de ocho dias un vejigatorio, y ,:i,-,n se puso en pie sobre su almohada y pidió le de-
mientr'¿s tanto la continnación de las cataplasmas. i¿r'an andar. Su madre Ie hizo clar algunos pasos sos-
Recornencló vigilaran con ei mayor cuiclaclo que la pier'- rcniéndolo por: precaución, aunque no cojeaba absoluta-
na no cambiara de posición, pues el menor movimien- nente. Sin einbargo, creítnos deber impedirle que se
to era capaz tle tlescoyuntar enteramente la articula- ,e\'¿lntara hasta rlue eI Dr. Pringué hubiera compro-
ción. Después de irse el médico, hicimos lo que habíamos l,,¿do su completa curación.
hecho desde eI miércoles precedente para cumplir la Este tloctor, cortsicler¿nilo inritil toda visita, no ha-
segnnda novena; airaclimos á las cataplasmas uu¿ g0ta i'ía vuelto tlescle que estuvo con IIr. Pinaud. El mar-
rlel agua de Lourdes, é hicimos tambiéu beber al niñ,r :cs 3 cle Marzo fuí yo misma á buscarlo; y si consin-
otra gota lraciéntlole rezar con nosotros luna A,uc tVo,- :i,i en venir firé á fuerza tle mis instancias reiteradas,
¡'irt. La noche la pasó muy mal el pobrecibo, y no cesó i,ües no daba ningnn¿ fe á mis aserciones. Después de
de rlar gritos arrancados por la violencia tlel mal. nrr examen minucioso dijo aI niño: .,Niño mí0, estás
Al clía siguiente por la manana, 28 de }-ebrero, me r eldaderamente curado : no tienes necesiclad de veji-
fuí á llisa, recibí con las Reiigiosas Ilrsulinas la Santa Jatorio, no tenclrás absceso; es asunto concluído: ya
Comunión y volví á mi casa á eso de las ocho. El ni- :,r queala ninguna señal tlel mal.u
iio me o¡'ó ha,blar y me llamó en seguitla diciénclome: .,Verdaderamente, añaclió dirigiéntlose á nosotros,
..lIamá Anger (así es corno rre llama siempre), ven ::to €S extraordinario. \o puedo explicarme esta cn-
á verme; estoy curaclo.'r :'ación. No hubiera yo ctruerido ver este mal en un hijo
Fuí allá en seguida, y lo encontr'é abrazanclo la rodi- :riÍo por doscientos mil francos. El Dr. Pinaud me ha-
lla enf'erma con la mayor: facilidad. Su padre y su ma- i'l¿ba continuamente tle este pobre niño; lo desahu-
dre acndierot pronto y puclieron, como y0, convencer- :iaba como yo. y pensaba que Io menos que podría
se tle la curación milagrosa que acababa de obralse. sucederle era arrastrar la pierna durante toda su
Digo curación nilqi'r.ts.r, porque es imposible expli- vida; y ahora me cabe el gusto cle aseguraros que no
carla natur¿rhnente, pues fué tan pronta, que debió ser set'á cojo.,'
instantánea, polque su mailre, que había pasaclo á su Y, en efecto, toclos podemos ¿firmar que nuestro
laclo una noche irorrible, acababa de dejarle eir el mis- (.iuerido enferrno no ha senticlo ninguna consecttencia
26 crENTo oTNCUENTA lrrrraeRos DE NUESTRA snñon.q. DE rro[TRDES 27
del mal horlible que tan vivamente nos inquietó. Su
pierna está tan fir'ne y tan ágil como si nunca hubie-
r¿ sufi'ido. Pocos niños habrá de su edad ilotarlos de
tanta fuelza y flexibilidaü como é1. Algunos tlías des-
pués cle sn curación se dió unas caídas muy grandes II
que r]0 tut'ieron consecuencias desagradables.
Cuando hicimos anunciar al Dr. Aubrée este hecho
Curación sobrenatural ilel joven Máximo de
milagroso, contestó á la Sra. Chartón que ilo le daria
Robineau en 1863
fe sino después tle haber visto al niñ0. pues (no se
enran jamás enfermedades de esta l&turaleza.,
Yo soy de su opinión. Los médicos que han prodi- IIe aqui otro milagro de Nuestra Señor¿r de Lourdes que no
ha sido conocido hasta pasado algún tiempo. 'I'uvo lugar, como
gaclo sus cuidatlos á mi nieto han probado suficiente-
ei precedcnte, en 1863, y fué referido por la ntadre del joven que
mente la impotencia del arte médico para casos seme- obtuvo la curación á uno de los Prdres l\{isioneros de Lourdes
jantes; pero cuando Ia ciencia humana carece tle re- durante el invierno de 1869. <<Lo rerluctamos inmediatamente,
riice el Padre, bljo la impresión de la palabra conmovida de la
cursos, hay en el cielo un poder maravilloso para eI Sra. de Robincau, cu)'a \¡oz se turl¡aba frecuentemente por las
cual los milagros n0 solt más que un juego. Iágrimas.> Nada tan conmovedor como esta nanacirin dictada
En cuanto á nosoLros, que hemos sido testigos afor- por la fe y el agradecimiento maternal.
tunados de este poder misericordioso, no cesaremos
tle dar gracias á la Santísima \rirgen, quien al sanar El joven lláximo de Robineau había naciclo con un
á nttestro niño nos obliga con especial deber á darle temperamento excelente. Siendo pequeirito padeció una
el dulce nombre de Marlre (1). flebre tifoidea, sin que ninguno tle sus órganos se al-
ter¿ra. Fuerte, listo é impetnoso, d¿ba á sus padres
(t) \'tiase ei comprobante n.o L
toda suerbe ile gozo y de esperanzas, cuanalo de repen-
te, á los siete años, fué atacado de parálisis Ó perlesía.
I
Ya se había notaclo en él cierba debilidad tle la vis-
¡ ta; pero un día se apercibió su mad,re que sus ntien-
bros estaban embarazados, y poco después no Ie fué
posible and.ar solo sin caer. El m¿l hacía todos los días
ü visibles y espantosos progresos. La agiliclad y la fir-
meza disminuían en los brazos y piernas, y la lengua
se entorpecía. El germen de la enfermedacl estaba en
28 CIXNTO CINCUENTA MIIJAGN,OS DE NUESTRA snñon¡. DE r,ouRDES 29
el centro mismo cle la vitia, en el cerebro y en la nie- bii cuerpo del enf'ermo firé cubierto de vejigatorios y
dula espinal; toclos los nervios sufrían un invencible enérgicos excitantes de diferentes clases; sometiéronlo
reblandecimiento. ri fnmigaciones sofocantes, mas todo en vano.
La Sra. r1e Robineau ¿sistía co* indecibles angus- \riendo Ia Sra. cle Robineau que el procedimiento no
tias á la clescomposición progresiva tle su hijo tan ama- surtía ningun efecto, y que el rnédico antlaba á tientas,
ble ¡' tan quericlo. La voz se fué alter¿ndo poco á poco, le suplicó un tlía le dijera Ia verdad de Io que peilsa-
y el sonido argentino que salía cle la garganla ilel niño ba, ¡' si creía salvar á sLr hijo. ,,Señora, le contesbó eI
-se convirtió en ur gangueo clesagratlable, y con eI or- tloctor titubeando, el caso es ntr) extraordinario; ¿qué
ganismo anim¿l también Ia inteligencia se paralizabir le diré áY.?... Le prometo hacer cuanto puetlt..." La
lentamente. La desgraciada maclre hallaba cada dÍ¿r pobre maclre comprendió lo que estas palabras querían
menos lnz en el ojo ile }fáximo, menos sentido en sus, tlecir.
palabla-s, y en su entendimiento progresiv¿t torpeza. La parálisis eurpeolaba descle hacía seis meses ; en
Esto la tenía muy preocupacla, y de seguir aument¿nilo los írltimos quince días el organismo entero se hallaba
este entorpecimiento temía qte pasad.as algunas se- consumitlo. Para que el niño diera un paso? era preciso
n¿nas su hijo quetlaría reducitlo á la conclición cle un nover sns piernas una ilespués de otra; sus ojos ape-
icliota tullido ó de un cadáver. Cuanclo ella nos contab¿ n:rs rlistinguían los objetos grandes; el balbuceo era
estas penas clesde tanto tiempo desv¿neciclas, sn cora- más difícil; Ios deilos perdían su elasticiclatl.
zón palecía encontrarse aúrn bajo el peso cle ellas. L,a Sra. c1e Robineau abrigaba pocas esperanzas:
Sobre toclo, un¿ escena de aquel triste tiempo per- r.eía ya á su Máximo tulliclo é idiota, acaso muerto
tnaneció viva en su memoria: Máximo se había levan- derbro de algunos días. ¡Y los hombres nada podían
taclo y se arrastraba solo por el cuarto, y de repente hacer !
se cae de bruces, choca su cabez¿ en una cama J'se La
piaclosa madre. en tneclio de sus angustias, no
queda tendiclo, inmóvil en el suelo. La maclre d¿ un había cesado de orar. De repente (era un domingo) un
grito, se precipita, levanta esta cabeza que ella cree recnerdo. como un la¡o del cielo, ilumina su espíritu:
rota, y ya en sus brazos lanza el niño una carcajaclir
¡Nuestra Seilora de Lourcles!
imbécil é inextinguible, con lo cual quedó particlo el Hacía tiempo que había oído este nombre, pero su
corazón rie la pobre mujer como si hubiera oído el írl- historia sólo la sabía vagamente. Con totla la ener-
tirno snspiro cle su hijo. gía que causa una tribulacíón tan grantle conto la que
f,lamaron á médicos reputados, y sns cou_snltas fue- dejó en su corazón la última palabra de la ciencia hu-
ron coutradictorias; siguieron, sin embargo, las pres- rnana, que n0 podía prometer más que ofrecimientos
cripciones cle uno tie ellos muy experimentatlo. EI dé- tle afección. recurle. como á su única esperanza, á
30 crrNTo crNcuENTA MrrracRos DE NUESTB,a snñonl DE rrounDEs 31

Nuestra Señora de Lourtles. Piensa en ulla novena )r cen fortalecidos, y la consunción no progresaba. Conbi-
en el agua, y ésta es la medicación en que espera el nuó las prácticas de la novena con mayor confianza, y
restableciuriento tle su Máximo. al siguiente día encontró á su queritlo enfermo mucho
Pero quería conocer enteramente los motivos de su más fuerte. I)esde entonces el vigor ftré crecientlo de
esperanz¿, y ensayal' esla clevoción tod¿rvía oscrua uua manera visible, juntamente con ia satisfacciÓn tie
para ella. La prestan un libro sobre las Apariciones, la madre. No se había acabado la novena, y ya el pro-
lo lee y se enciencle stt cottfiauza. La ofrecen aclemás gleso cle la vida era tan rápido, y el restablecimiento
nna pequeña redoma. del agua milagrosa. tan següro, que la Sra. de Robineau no hizo más uso
Y dice al niiro enfermo: ,, Máximo, no quiero hacerte rlel agua tle l¿1, Gruta, continuaurlo sin embargo stts
más remedios: rogaremos á la Santísima \rirgen, y ,iraciones, ó nás bien, trocantlo sus sítplicas en accio-
Ella te ha de curar. ¡Reza, l{áximo, reza!...', trl ni- nes de gracias.
ño miró, se sonrió con stl sonrisa atontacla, y respondió Al noveno día, avivaclo }Iáxino en todo stt sér, an-
con una, articulación defectuosa. Pet'o ¿complendió? claba con la agilitlad cle otro tiempo, se servía de totlos

¿puclo orar? Su madre sí, oró.


sus miembros sin vacilación ni ilebilidad, el timbre
LIn sentimiento profnnilo, vivo, penetrante, llenÓ su r1e su voz había vuelto á la dulzura antigua; sus pa-

alma: ella creyó y sinbió clue sr"r niño se salvaría. Cttan- rhes veían en la sonrisa inteligente rlel hijo el clesper-
tlo l¿ duda enfriaba sü corazírn, un pensainiento venía tar tle su alma; en las palabras y en las caricias de
á fortificarla. r, ¡No, n0, se decíaá sÍ tnisma colt ener- lláximo comprenclieron que había vuelto á su ser cle
gía, la Santísima Virgen no pttede tlejar á mi Itijo iilio- antes.
ta; no me lo dejará morir. ¡Máximo sanará... sí, ¡oh Bste hecho pasó en 1863.
i\[aría! sanará!,, Máximo es un niño de bendiciót. La mano tle NLres-
Su alna lecibió la gracia de la confianza, prometió tr'¿ Señora Inmaculada sostiene su alma. Se ha mos-
llevar al niño ya curado á Lourdes y comenzó Lln¿ n0- trado siempre juicioso, dulce, piatloso: hizo Ia prirne-
vena. Despnés cle la primera oración hizo beber al niño ra Comunión con ull sentimiento profundo y vivo cie
agua cle la gruta, y le dió con ella fricciones en las la grncia que alcanzaba. Su madre estaba enajenada
pieruas y en la espina dorsal, que era la resitlencia de gozo viéndolo tan recogiclo y tan clichoso. La Virgen
principal de la enfermedad, y después acostó aI pobre bendita le ha dado la precios:r gracia tlel agradeci-
enfermo. miento, y éi la ama con todo su corazón.
La Sra. cle Robineau no aguardaba la cur¿rción hasta Las dificultades de una vida nómatla eu los enpleos
eI fin cle la novena, pero aI día siguiente levanta á su ile los ferrocarriles impidieron mucho tiempo á la Se-
niño y I'econoce que está ya mejor ; sus miembros pare- nora cle Robineau cumplir sr promesa de peregrina-
^til,

l:
DE NUESTRA snñon¡. un rrouRDns
32 crENTo crNcuENTA Mrrraenos 33
Cuando se trató cle los honorarios, los padres
ción; mas cuando pudo visitar Ia Gruta fue para Má- del
niño no podían creer lo que oyeron; tan modesta
xirno un tlía cle alegría y tle piedatl expansiva. ¡ fué
la petición clel doctor! Las visitas habían sido nume_
Su amabilitlad y su ternur¿ hacen la dicha de sus rosas, los cuidados asiduos; la estación donde
paclres. Tiene catorce años, )'n0 se ha visto el me- ellos
rivían disiaba de la población, y, no obstante, movido
nor síntona de reproducciÓn de su enfermeclatl; está rieltamente el clostor por un sentimiento de justicia,
siempre espavilado 5' r'igoroso. En cuanto á su in- no quiso cobrar nada.
teligencia, su madre creía decir bastante con anun-
ciarnos, no sin algírn orgullo, que su hijo Máxirno, que ltoy (1881) Nláximo de ltobineau es abogado y e,qiuclia para
estudiaba en el pequeño Seminario de Carcasona' era ¿l ¡otariado. <Sigue siendo excelente cri_"tiano, nos escribe un
¿clesiástico eminente, y gracias á la protección de
el tercero en Ia clase de griego entre treinta J nueYe Nuestra Se_
iora de Lourdes, sus buenos sentimiénios han prevalecido.
ó cualelta alumnos.
l-n hombre alejatlo de la Religión, hostil si se quie-
re á las prácticas católicas, había visto este niño en
sn angnstia y había particlpado más que ningún otro
tle las penas de la familia; fué testigo de Ia curación
inesperatla y maravillosa, mas ¡ay! no se ha conver-
ticlo á Dios, aunque da valerosamente testimonio de la
gracia de la Santísima \rirgen. En más tle una ocasión
se han mofado en presencia suya de la Religión. y se
ha callatlo, pero cuando han negado y ridiculizailo lo
que parece sobrenatural en Ia cura ilel joven Máximo,
entonces Ila dicho con un acento convencido )' que
imponía silencio: uPor lo clue toca á esto no hable-
mos. Lo he visto yo...u
El doctor cluedó muy sorprentlido clel restablecimien-
to maravilloso del enfermito. ,,Os seré franca, le dijo
la maclre; ya desesparatla, abaniloné todos los reme-
dios y rne dirigí á Nuestra Señora de l-.,ourtles; lavé
á mi niiro con un poco de agua tle la Gruta, y no obs-
tante totla su frialdacl. helo aquÍ curad,o.-¡Ah! tlijo
el médico con embarazo. esto debía sucetler &sí.,r
Año DE { a6e
La Srta. Leonia Chartron.-Juana peyres._Sor María
Regis

I
Marayillosa curacién ile la Srta. teonia Chartrón,
ile Lormes, iliócesis de Nevers, en l¡ourdes el pl
tle Julio ite 18G9.

La interesante relación que sigue no fué enviada á Lourdes


de dos años y medio después del suceso; y el redac_
l",.tl
tor cle :"*1
los Annales, sin dudá para tener tiempo de tomar á su.
gusto los informes necesarios, no la publicó hasta
pasados otros
seis meses, es decir, en Mayo de lg7i,. Como se veiá
luego, este
hermoso milagro de Nuestra Señora de Lourdes
es todo cuanto
hay de admirable, de auténtico y de perentorio; y,
como hace
observar el excelente médico que lo refrendu,
;u;lu <<desaffar
al doctor más instruido, de más valer y más 'experimentado.¡>
'
Lormes, lg de Noviembre de lg7l.

Mi reverendo paclre:
El Espíritu Santo nos dice que es honroso, dulce y
bueno manifestarlas obras de Dios. Los Annales le
Nuestra Señora de l_¡ourcles nos dan de ello pruebas
numerosas y muy interesantes
Yo también, que he sitlo objeio rle uno tle estos
se_
36 cInNTo CINCUENTA MrrracRos DE I{UESTRA snñon¡. DE r,ouRDES 87
iralados favoles tlel cielo, había resuelto desde ei prin- lry y Rouvier. los cuales estaban contestes en recono,
cipio pagal mi tleuda de reconocimiento enviando á V' cer la gravetlad de rni estatlo; y me prescribieron ile
la narración tle mi curación milagrosa. Varias caüsas nuevo. con el corsé de muletas, moxas, unciones yo-
me 1o han inipediclo ; pero al 1in aquí estoy, y puede V' tluradas, cauterios. Dnrante tres años largos sufrí es-
hacer c1e estas lineas el uso que quiera, que en cuan- tos tormentos; y al fin, mi pobre espaltla estaba tan
to ¿i ui grito tle amor y de gratitutl está lanzado, y quemada, qtre ya no podía sufrir estos tratamientos
¿rrlnque tardí0, espero subirá hasta eI trono de nues- tlemasiado enérgicos, á pesar de mi buena voluntad.
tra bueta }Iadre' Y sin embargo, la debilidacl ¡'flaqueza atmentaban;
Soy de naturaleza endeble, de complexiÓn tlelicada; eI apetito había totalmente d.esaparecido: me fué pre-
sin einbargo, á parte de algunos dolores en la espalda ciso guardar casi siempre la postura horizontal; todo
pasajeros, senticlos en cliferentes ocasiones, he llegado trabaio y ocupación me fué imposible; experimentaba
á los treinta años sin enfermedacl. En 1866, después en los brazos, dedos ¡ piernas, tan pronto punzadas
de varias semanas de un malestar clue no podía expli- agudás, tan pronto comezones fatigosas acompañadas
Íiarme, fuí atacacla de una fiebre lenta; mi respiración de frío : mi cabeza se puso pesatla y dolorida; mi me-
se hizo ciifícil; mis piernas no podían llevarme, ni moria me faltaba Ír veces; y luego me vinieron náu-
hacer ningírn movimiento sin dolores, y tuve necesi- seas. crisis nerviosas, lágrimas y gritos involunta-
dad de guard,ar cama. Hice llamar entonces al doctor rios, síncopes, etc. ¡Oh! me puse tan mala, que en
Edmi Gagniard, de Avaltón (tan buen cristiano como presencia de estos síntomas alarmantes mi pobre doc-
buen méilico, y á Ia vez excelente cirujano), quien pre- tor d.esesperó de salvarme.
vio un examen serio dijo era * una protuberancia en Yo misma veía bien que los remedios humanos eran
el extremo de los huesos de seis Ó siete vérlebras dor- impotentes. inútiles. No había sentido más que un pe-
sales;, ó en térrninos más claros, reconociít una afec- queño alivio durante este último año después d.e una
ción de Ia columna vertebral de las más gr¿Yes' qüe novena á Nuestra Señora de T¡ourdes, de donde de-
estos señores llaman enfermedad d'e Pat' duje que sólo por Ella podía ser curada; y.llena rle fe
lle ordenó un régimen severo y me prescribiÓ Ias en su poder y de confianza en su bondad, resolví ir
aguas tle Salies, á las cuales me dirigi poco tiempo á pedirle mi curación en el teatro mismo cle sus triun-
déspués, pero sin gran resultado' Volví allí, sin em- fantes misericortlias. clelante de la Gruta misteriosa
bargo, ¿os unos seguidos, y no atlelanté gran cosa' Fui de su aparición.
á rÁpirar el aire rlel mar que me habían aconsejado Era asunto ímprobo para mí. tr)ues no podía dar un
cono fortificante' Me dejé conrlucir á París, en dontle paso sino apoyada en el brazo tle una persona de
fuí r,isitada por los padres de la ciencia NelatÓn, Pio- un latlo. y tlel otro sobre un trastón; y se trataba de
CIENTO CINCUENTA MII,AGROS DE NUESTRA snñonL DE rrounDgs 39
un viaje de nás tle mil kilómetros, y tenía que andar lentido la incorlodidad que causa el frío glacial, que
ochenta en coche para clirigirme d,e Lormes á Nevers, r,-' puetle comprender bien sino el que la ha experi*
en donde debía tomar el f'errocarril... No importa; rnentado.
la mano boncladosa de María me atraía, y su dulce voz Sin embargo, al arrodillarme delante de la reja de
me llamaba, y me püse encamino ellunes 12 tle Julio l¿ Gruta para tlar gracias noté un cierto malestar en
tle 1869 acompañad.a de los buenos deseos de mis ve- Ios riñones. Eran las últimas despediilas de mi enfer-
cinos y amigos, que n0 pensaban volverme á ver viva. medad, que pronto desaparecieron ilejándome sin ten-
Verdacleramente fué dur¿ esta primera jornada... En l.,loresni debilidad, comiendo con apetito, andando li-
el camino tuve que permanecer tres horas tendicl¿ so- brelnente y con facilidad, aunque con algrna precau'
bre un lecho de posada, enervarla y jadeante... L,os rión. T os días siguientes oí la Misa en acción de gra-
otros fueron menos penosos, y bajamos en Toulouse á cias. y el lunes 26 emprendimos otra vez con alegría y
eso de las cinco cle la tarde del jueves siguienbe. reconocimiento el camino de Lormes, en dontle atlmi-
El viernes fuímos á encomendarnos á Santir Germ¿- ré á todos los que me veían andar tan fácilmente.
na, suplicándola intercediera por mí á Ia Santísima lli buen viejo doctor, llamado y recibido por mí en
Yirgen. Bl domingo volví¿mos á Pibrac para comul- rl nmbral ile la casa, no podía creer lo que sus ojos
gar en nna Misa que debía decirse por mi intención en veían; pero después de comprobar mi perfecta cura-
la capilla de la Santa, y ese fué para mí un tlía de cle- ,:iónr me dijo con torno firme y resuelto: uCuando una
licios¿s emociones. enfermedad tan peligrosa c0m0 la tle V., complicada
lIi esperanza se ¿umentó más, y aI día siguiente me con una complexión débil, ha resistido á los cuiilados
sentí mucho más fuerte para hacer eI trayecto tle Tou- nás asiduos y á los esfuerzos de los maestros de la
louse á Lourcles, á donde por fln llegamos el lunes 19 ciencia; cuando se va agravando caila vez más y cuan-
tle Julio por la noche. tlo la caquexia se manifiesta, y en un tlía, súbiba-
Al tlía siguiente rne dirigí en coche á la santa capi- mente, y por la simple inmersión durante un segttndr,r
lla. en donde oí la Misa, y de donde volví sin mucha en ¿gua fría desaparece enteramente, preciso es de-
fatiga. El rniércoles, después de la Santa Comunión, (-'ir con Ambrosio Paré: Dios la ha curatlo ; y yo debo
bajé con grandes precauciones ála piscina, testigo ya arjadir: es un nt'ilo,gro."
de tantos prodigios; y apenas había tocado el fontlo Dos años han transcurrido después de este bentlito
de ella cuando sola y con gran admiración de mi ex- día, sin sentir rastro ile mi antigua enfermetlatl: no soy
celente tía que no me aband,onaba, sin esfuerzos ni de complexión robusta, y mi naturalezaha continuatlo
conmociones, sin poder explicarme Io que pasó en mí, la misma; pero la gibosidad ha desaparecido con todo
me encontré fuera del agua. Estaba curada sin haber ni mal; puedo andar, subir y bajar escaleras, subir
40 crENTo crNcuENTA MrrraGnos DE NLTESTRA snñon¿ DE TJOuRDES 4l
al monte, sobre cuya cima está situada nuesbra iglesia, Lre uno pedirlos á cada momento. EI
¡fat or.tlu,ntas es
abajarme y levantarme sin sufrimiento, lo cual no he [,ara eI cristiano lo más perfecto.
pocliilo hacer durante los tres años clue esta terrible ,,tln milagro más ó menos, decía una buena vieja,
afección ha clurado. ro supone mucho, puesio que hay más de los necesarios
;Gloria, pues, á Nuestro Señor, siempre bueno y mi- ['ara tener la dicha tle creer en Dios.
sericordioso ! ¡Alabanzas á Santa Germana, que se ha ,,Pero volyamos á nuestro milagro. La señorita
rlignaclo interceiler por mí en favor de mi petición ! t,'hartrón perdió á sus padres y á otros parientes de la
Pero sobre totlo ¡gracias, bendición y amor á Nuestra tisis, ¡ yo la he asistido largo tiempo (cosa de cinco ó
Señora de Lourdes, que me ha curado ! Sus beneficios, -.eis años) con motivo de una afección grave de Ia co-
así como los de su Divino Hijo, son permanentes, y lumna vertebral, á consecuencia de la cual la parte
Ella se dignará continuar sosteniéndome en las penas saliente cle los huesos espinosos dorsales se le desvió
de cuerpoy tle alma que pueclen sobrevenirmer porque considerablemente por el reblandecimiento y flaqueza
quiero amarla y bendecirla hasta el fin. cle sr cuerpo, que le produjo además supuración pu-
rulenta. Todo lo cual fué reconocitlo por los doctores
I-./noNI¡. CnanrnóN.
\elatón, Piorry y Rouvier; á que se añatlía que el
apetito era nulo. la flaqueza completa, la fiebre conti-
IIsie milagro hizo naturalmente mucho ruído en todos los pai- nua, el insomnio constante y la muerte por tanto in-
ses circnnvecinos. Se escribió sobre el particular al Dr. Ga- minente.
'gniard, que había asistido á la enferma, y Ia Reoue de L'Ione
publicó en seguida la respuesta formal de este sabio Doctor, ,,I,,a señorita Chartrón hace el viaje sostenida, ó
llena rle reflexiones concienzudas y bien escritas. Bstas refle- mejor dicho, llevatla en peso por dos personas, acom-
riones son por desgracia de una aplicación muv freotlente en
I,añaila de un tí0. venerable sacerd.ote, que acaba cle
)os iicmpos que corren. Dicen asi:
norir en Lormes en olor de santiilad. La colocan como
[,udieron en un coche, y Inego en un vagón-cama tlel
.. Seirora:
r'errocarril. En L¡ourdes la llevan á la piscina; entra,
1r .,He tard.ado en contestar á V. porque un pollre 5 sale curada, antlando sin que nadie la sostenga, yen-
mérlico tan ocupado c0m0 y0 tiene pocos momentos ,lu )- \¡iniendo, ágil, alegre y feliz, alabanrlo á Dios,
l, tlisponibles. Es cierto que la señorita L. Chartrón ha ¡,or supuesto.
I,
I
siclo curada milagrosamente en Lourdes. ,,Su salud ha sido después excelente. Todavía ayer
I
..Si Y. me conociera, señorai sabría que no soy in- me estuve paseando con ella más de rnedia hora en su
clinaclo de ninguna manera á ver y buscar milagros ni i¿rclín con su hermano y su cuñada, ¡. yo estaba más
ír tentar á. Dios pidiénrloselos por todas partes. No tle- ,-¿.nsaalo que ella.
T
I
!
{

42 CIENTO CINCUENTA MILAGROS


.
DE NUESTRA snñona DE r,oun,DES 43

(Venga ¿hora un métlico instruítlo, cualquiera qüe Avallón, 15 de Diciembre de 1872.


sea, y explique una curación semejante. He tlesafiatlo
al efecto á muchos tle rnis colegasr de los cuales unos,
,, Señora:
coulo ^\mblosio Paré, creen que Dios sana, y como -La curación súbita, instantánea tle la señorita L.
Pascal, que es preciso tener poca razón para no saber r, nartrón en Lourd.es es ciertamente milagrosa y no
que hay una infinidatl de cosas que nuestra razón no aay nada mas auténtico.
alcanza, y éstos se someten. Los otros, atribuyéndose -Tengo además el honor de asegurar áY. que la
gran talento, hinclian el buche tle su vanidad delante :¿rta insertad.a en los periódicos con tal motivo es mia.
1

J
de los simples, y tratando á sus compañeros de imbé- El este momento comunico documentos curiosos sobre
I ciles: uEsas son imaginaciones,, ilicen, y clantlo me- r.te milagro á uno de mis colegas, que hablará de él en
i
tlía vuelta á lrr izquierda asunto concluícl0. un pequeño trabajo que eslá preparanrlo, y que Y.
i a¡Pobres hombres, incapaces tle llegar á los zan- l¿erá con gusto, porque el vertladero cristiano repasa
t
cos de los Récamier, Laénnec, Gruveiller, Dupuy- :¡n arclor las pruebas de su fe, que son títulos de su
f
¡ tren, y totla esa fuerte generación méilica de 1830, ¿r¿ntleza.
I tanto más religiosa cuanto más sabia ! -flientras tanto, puetle V. des¿fiar al médico más
I
uDispense, señora, la extensión de mi carta, que ::truiilo, más reputaclo y más experimentado á que
i biene por causa la indignación casi invencible contra *rplique la curación de la enfermedad de la señorita
I estos espíritus fuertes que' con su incapacidad y sus ,-"hartrón (enfermedarl que llegó al último períorlo de
i doctrinas, acabarán por trastornar á nuestra pobre ¡arálisis, de flebre y de marasmo, con supuración de
{
i X'rancia y hacerla desaparecer de entre las naciones. s'is vértebras) en algunos segundos con la medicación
{ uLa historia, créalo V., llamará á nuestro tiempo ;ne quiera, y que cite un solo ejemplo semejante saca-
il el de los necios. i'-, de la ciencia méilica.
ll

ii u Sírvase V. aceptar, etc. u Sírvase V. aceptar, etc.


Iu
uE. GlaNuno, patlre, * E. GleNr-q.nn, paclre,
<DoctoÍ méil'ico.¡> < Doctor méd.ico.¡,
It

Habiencl<¡ escrito otra señora á lvfr' Gagniard para saber si


esta carta era realmente suya, ha contestaclo:

I
T
f
!
:.
I

46 CIENTO CINCUENTA MII,AGR,OS DE NUEsrnA snñon¡. DE r,ouRDES 47

veniilo de antemano se encontraba ya en casa; y así


se apresuró á confesar' á la enferma y ilarle el Viático,
desde cuyo rnomento se observó alguna mejoría en ella,
y fué aumentando rápitlamente hasta encontrarse fue-
ra de peligro.
ilI
.,El Dr. Gabert, qüe se había ausentaclo ocho días,
Curación instantánea ile una Religiosa tísica en úl-
no pudo menos de sorprenderse cuanclo volvió y vió
que Juana estaba en vías cle curación. Declaró que
tino gratlo en el convento tl'Estaing, tliócesis ile
Botlez, en Octubre tle 1869.
tle cien casos semejantes ninguno se habría salvado, y
repetía á cada instante: u Hay gentes que tienen suer-
En el mes de Junio de 1872, cerca de tres años después del mi-
,,te; muchas personas darían su fortuna por la cura- l.rgro conmovedor que vamos á referir, el Rdo. P. Cipriano
,,ción de un mal análogo. " \farÍa, de los tsrailes Capuchinos, dirigia al Padre Superior de
,,En la Cuaresma de 1870 Juana hizo su peregrina- - ¡s N{isioneros de Lourdes ia carta siguiente conteniendo la rc-
Irción detallada de la curación súbita, inesperaday evidente-
ción de acción de gracias. La Yirgen quiso probar su :rente sobrenatural de una tisis pulmonar, absolutamente in-
confianza. A Ia vuelta de Lourtles sufría totlavía un curable, en una joven religiosa dc diecinueve años, Sor María
poco tle la rodilla, mas el agua de la Gruta hizo des- fiegis, de la Comunidad de San José, de Estaing:
aparecer eI dolor; y desde hace quince meses la cura-
Tolouse, 24 de Junio de 1872.
ción es perfecba. Cualquiera que viese hoy esta rodilla
no podría creer nunca lo que yo he visto y cuidarlo
Mi reverenrlo Patlre:
en compañía de las piadosas mujeres que velaban á la
enferma. No sé si se acordará \¡. d,e una conversación que
*Dirijo á V. estas Iíneas con eI fln de que entresa- i¡ace d.os años tuve con V. sobre una curación notabi-
que rle ellas lo que juzgue digno de ser publicaclo para lísima entre las curaciones extraordinarias debidas
gloria de Nuestra Señora de Lourdes. totlos los días á Ia poderosa bondad de Nuestra Señora
i1e Lourdes. Prometí á V. enviarle Ia relación de este
,rE. \-,rrr¡aris.x
hecho, que me parecÍa á propósito para edificar á los
iectores d,e los Annalcs , perc al hacerle esta promesa
había contado sin la rara modestia de la persona que
ira sido objeto de este insigne favor. Hacer pública
esta narración relatando las circunstancias que la han
acompañado, era llamar la atención y hacer pública

h,
t
DE NUEsTRA sEñoRA DE rrouRDES 4rr
+4 CIENTO CINCÜENTA MILAGBOS
ninguna operación sin gran peligro de Ia vida de esta
pobre mujer, pero que cuidándose potlría vivir algunos
años.

"El mai fué creciendo? y el tumor llegó á ser tan


IT grande c0m0 la cabeza de ttn hombre. EI Dr. Ga-
bert, que había reemplazado á Mr. Suyé, declaró que
Curación ile un tumor tle cuarenta años. (Juana si se abría Ia rodilla Ia enferma sucumbiría infalible-
Peyres, ile Peyrehoratle, tliócesis tle Aire, $ep' mente.
.,En el mes cle Septiembre de 1869, tomando Juana
tiembre ile 1869).
un baño de pies sintió horribles sufrimientos. La rodi-
EI 20 de Octubre de t87t Juana Peyres, humilde sirvienta de lla acababa de reventarse, saliendo de ella una ma¡e-
sesenta
"v
seis años, venia -"egunda vez á la Gruta en acción de ria asquerosa como hez de vino que no cesó cle correr
gracias del prodigio que obró en ella Nuestra Señora de Lour- hasta la mañana del clía siguiente, y el olor que des-
des. Su fe y su piedad etan de las más conmovedoras. He aquí
la inleresante historia de -qu curaoión, dirigida á los Padres Mi- pedía era tan infecto, que varias personas, durante
sioneros por su piadosa "v caritativa señora: ocho ó diez días, han estatlo sintiendo su repugnancia.
*Juana pensó había llegado su úItima hora, y el te-
<Pe-vrehorade, 23 de Agoslo de 1871. mor cle los juicíos de Dios vino á turbar su alma cris-
*Reyerenilo Padre Superior: tiana. Yo la tranquilicé lo mejor que pude, aconseján-
dola que pusiese su conf.anza en Nuestra Señora de
,,En la primera semana de Cuaresma tle 1870 Jua- Lourtles y que hiciera voto de peregrinaciÓn á la Gruta
na Peyres, de sesenta y seis años de eclad, fué á la si sanaba. Lo hizo así con todo corazónr y comettzamos
Gruta á dar gracias á Nuestra Señora de Lourdes por una novena á la intención de esta pobre mujer; y por
su curaciÓn milagrosa. todo medicamento echamos agua tle la Gruta en las
"Esta mujer, que desde hace muchos años está sir- llagas repugnantes que se habían formado sobre su
vienrlo en mi casa, tenía hacía nl(is dc cual'entü af[os rodilla, rociando t¿mbién con la misma agua las cata-
sobre la rodilla izquierda un tumor del tamaño de un plasmas de harina de linaza prescritas por eI métlicrl
huevo. Este tumor iba siempre creciendo en medio de para calmar la violencia del dolor.
los más crueles sufrimientos, tanto que desde hace uDurante la novena eI estado <le la enferma fué ca-
tliez airos la pobre Juana n0 podía volYer á su casa, y da vez más desesperado, y el doctor me dijo que si
lrasaba la noche en la mí4. deseaba mand.ar llamar al señor Cura era ya tiempo de
u}[andé llamar al Dr. Suyé, méclico ír la sazÓn hacerlo, lo cual n0 fué menester, porque estando pre-
en PeJrehorade, quien declarÓ que ilo se p0r1ía hacer
II
I
t
I
I
CIENTO CINCUENTA MIITAGROS
DD'NLrESTaa spñon¡ DE trrouRDES
una gracia que por modestia se quería tenei secreta;
este estatlo, mi primer pensamiento fué preguntar si
y n0 me fué posible por este motivo tan delicado ob- la habían administrado los últimos Sacramentos, á lo
tener los datos que me eran necesarios para la rela- rlue respondió negativamente la Superiora que me ha-
ción que deseaba mantlar á V.
bía acompañado, añadiendo que no creía el peligro tan
Pero la Santísima Virgen lo ha dispuesto de otro inminente; y así era, en efecto, pues la enfermeclatl
morlo, dando á Ia persona interesada uta prueba in-
er pocas horas había hecho grantles progresos. Se
equívoca cle que no Ie agrada el silencio guardado so-
llamó aI Cura de la parroquia, y mientras tanto me
bre esta curación, y que por el contrario quiere se vino la idea de hablar á la enferma sobre l{uestra Se-
haga pirblica. En consecuencia, la persona objeto cle ñora de Lourdes y de su poderosa intercesión para
tan señalados fhvores de la S¿lntísima Virgen, Ila ve- ,,,btener de Dios tod.a suerte de gracias hasta las más
nido personalmente á buscarme; y sin que yo le hi- extraordinarias. IIi palabra fué acogida con entusias-
ciera nueva indicación, me ha traído los datos con los no. Pusimos en eI cuello c1e Ia enferma una medalla
cuales yo no contaba. tle Nuestra Señora cle Lourtles, y acto seguirio se hizo
He aquí, mi reverendo Paclre, la relación exacta y promesa por voto á la Santísimtt Virgen de ir á visi-
concienzuda del suceso, que prueba utta vez más eI ¡¿r'la en su bendito santuario de Lourdes si se alcan-
poder y la bondad maternal de Nuestra Señora de zaba la curación. El mismo día, en el ejercicio tle la
Lourdes. noche, propuse á l¿s noventa y cinco Religiosas que
En el mes de Septiembre de 1869 fuí llamaclo á dar cstaban en ejercicios, que lticieran unanovena á Nues-
los trjercicios del retilo anual á las Religiosas de San rra Señora cle Lourdes par,a su joven Hermana ame-
José, de Estaing (Aveyrón),los cuales me iletuvieron razada de próxima muerte, cuya noyena comenzó in-
ocho días en el seno tle esta excelente Comuniclad. ilediatamente.
Habíamos llegado aI quinto ó sexto día tle los Ejerci- Desde este momento la enfermedad no hizo ya nin-
cios, cuando me previno la reverenda tr[adre Superio- rún progreso, y el mal quecló como conteniclo en su cur-
ra que una joven Religiosa estaba en la enfermería s,i; l0 que pude notar bien porque todavía permanecí
con un mal muy grave, y me invitó para que fuera á ires tlías en dicha santir casa, y cuand.o me fuí dejé á
verla. IIe apresuré á complacerla yendo en seguida aI ia enferma en el mismo esüatlo etr que Ia había encon-
laclo c1e la enferrna, Sor María Regis, de cliecinueve lrado la primera vez que la vi.
años rle edad. Apenas transcurrieron algunos días después de mi
; Cuál no fué mi sorpresa al encontrarla en peligro :egreso á Toulouse, recibí una carta de la Madre Su_
de nuerte próxima, ó por Io menos con todos los sin- periora de las Religios¿s de Estaing en que me hacía
tomas aterraclores que la caracterizan! Viéndola en :aber la digna }Iadre la courpleta curación tle Sor Ma_
CIENTO CINCUENTA IIIILAGR'OS DE NLrES'rEA snñor¡¡. DE rrouRDES 51
yez más al¿rrmante. hasta el punto de que cre-
ría Regis, aconbecida, rlecía, el úitimo día de Ia ü0\'e' '..1¡1¿
para ",'ir0r c0nveniente llamar á un segundo médico.
na. Alhismo tiempo me informaba su partida
..Este no se hizo ilusión soble mi estado. Como su
Lourcles en compañía de Ia Religiosa milagrosamente
curaila. á lin tle cumplil sin d'emot'¿ la
promesa hecha ' ,lega, reconoció tlesde el principio que mi enferme-
1ad era clel pecho: confil'mó el peligro inminente en
á la Santísima Virgen.
pasado después de mi ida á Estaing? y recurrió á los remetlios enérgi-
;ue J0 me hallaba,
¿Qué había ,r,rs que sólo se emplean eu
lrio .t precisamente lo que nos va á decir la misma el último extremo y cuan-
i,r totla esper¿nza est¿i casi per.dida. Estos remedios
püso en mis lr¿nos
Sor }Iari¿ Regis en un escrito qtle ,,ltraron al parecer cierta reacción en mi estado. y me
en forma d.e carta, y en el cual esta afortunada hija
pormenores nuy intere- ,lieron ur p0c0 de fuerza. Aprovechando esta circuns-
de llaría entra en algunos
y curaciirn' Dicha carta iencia se apresuraron á llamarme á la casa matriz
santes sobre su enfermedad
de Estaing, esperando que el aire natal pudiera serme
dice así:
lás saludable que el de Niza.
.,No fué así, probablemente porque Dios, en sus
' uMi reverentlo Padre I
.i,iorables decretos, habí¿ decidido sin tluda que todos
l.,s medios humanos fueran impotentes para devolver-
,,Después tle una estancia tle clos años en las mon-
ne la salud.
tañas tIé los Alpes, en dond'e mi salud estuvo seria-
.,Confiada á los cuitlados cle nna cle nuestras Her-
mente expuesta á causa rlel frío excesil'o que allí sufrí,
que tnve que s0p0r- uanas, qne quiso acompañarme en este triste viaje,
)'acaso también por las fatigas
tar, mis superiores comprendieron la necesidad de ¡,artí para Estaing. El cansancio del camino agravé
y fuí llamada á }iiza, -rri posición; mis piernas se hincharon de un modo ex-
hacerme cambiar de resitlencia.
Instituto' Todo se ;raordinario; y aumentando el mal cle tlía en día, me vi
en donde tiene una casa nuestro
puetle esperar, clecían, de la temperatura tle tlicha i'ronto reducida al estatlo en que v., reverendo pa_
,it'e, me encontr.ó cnando vino á darnos los Eier-
oio,lud, favorable de orclinario á it-rs que tienen mala
,: ieios.
salud.
,,Entonces fué cuanilo tuvo \i. la suma bondad,
.,Apenas ilegné á Niza caí gt'avemente enferma, y {e
hacerme conocer á Nuestra Señora de Lourtles, de
el médico de la Coinunidad. á quien llamaron en segui-
quien yo oía ha.blar por p¡imer¿,vez. De¡hasiado débil
tla, tieclaró que tenía eI pecho dañado, y me ordenó el
para tomar parte en la .novena que hizo V..empezar
régimen que se prescribe á los tísicos' Lo seguí du-
para mí el 25.$e Septiembre. no pude.hacer otra qosa
ranbe un rnes en continuas alternativas cle vida y de
muerte; mas lejos d'e mejorarse mi eslado, se hizo rlue unirme en espíritu y corazón á las. oracioles.de
52 crENTo cTNCUENTA Mrrracnos DE NUESTRA snñonl DE rrouRDES 58
nuestl'as llermanas; pero clestle este momento sentí ¡-i,la entera. ¡Dios quiera que n0 sea )'o infiei á esta
tracer etr mi alma una grande confi¿nza. Todos los ilías :racia !

durante l¿ novena me hicieron beber algunas gotas de .,Apenas había yo hecho la Santa Comunión y darlo
agua de la fuente milagrosa, y yo llevaba en el ctte- :racias, según mi flaqueza, en el fondo d.e mi corazón,
llo con grande clevoción la medalla qtle se sirvió V. ril Señor que acababa de darse á mí con tanta bonrlad
darme. rn este Sacramento llamado justamente Sacramento
naala intlicaba ¿itn el fin próxirno de
',Sin embargo, ,ie su amor, cuando en el mismo instante y súbita-
mi enfermedail. Durante los nueve días de la novena nente ya no sentí ningún dolor, ni siquiera ese pe-
ni estaclo fué e1 mismo, señalánclose el irltimo por un iueño malestar que es la consecuencia de alguna li-
acrecentamiento de debilidad y de dolores. L¿ noche zera indisposición; al contrario, sentí nacer en mí
tle este día inspiraba yo los más vivos temores á las una fuerza nueva. En seguicla pedí levantarme.
personas que me acompañaban2 ptles temían, según ,,La Hermana enfermera se sorprentlió de esta pro-
parece, qüe acaso sería la irllirna nocire de mis sufri- ¡,osición. Al principio no quiso consentir, y no cerlió
mientos y de mi vida. .ino en presencia rle mi decidida resolución, pensando
,,Si en este momento hubiesen rlicho á las Religio- 1ue ésta no tendría consecuencias )'que me faltarían
sas que estaban á mi cabecera plodigándone esos cui- rllerzas para ponerla en ejecución.
tlatlos (cuyo secreto sólo posee Ia c¿ridatl religiosa.), r¡Cuál no fué su adnliración cuando me vió vestir
que aI ilía siguiente estaría completamente curatla, sin su ayutla ! Todavía me parece verla abriendo cuan-
estoy segura de la respuesta que cada una de ellas no t,) Podía los ojos cuando yo salté cle la cama. Pero á
hubiera clejado de dar ¡ *Esto no podrá hacerse sin mi- l¿ admiración sucedió una vertlailera estupefacción
r,l¿g¡e, r habrían conlestaclo unánimemente. Pues bien, ,:uando esta buena Helman¿r rne vió abrir la puerta,
reverenrlo Padre, eI milagro se ha cumplido. trsta no- ¿travesar la teruaza, subir veinte graclas de una es-
che, que debía ser para mí la iritima, fué por el con- ,j¿lera muy rápida, y tlirigirme á totla prisa hacia el
trario muy tranquila; gusté por espacio de varias ho- ilposento de nuestra Marlre Superiora, que aquel día
ras las dulzuras de un sueño reparatlor de que no había :e hallaba indispuesta.
gozado hacía mucho tiempo. r¿Cómo describir ahora la escena que pasó cuando
uAl tlía siguiente aprovecharon est¿ calnta para nie presenté así inopinadamente delante c1e esta buena
traerme el Santo Viático. Bste fué el momento solem- llarlre? Esta no quería d¿r crédito á sus ojos. La sor-
ne que la Santa Virgen había escogido para hacer á presa n0 le permitía hablar, y sólo pudo recibirme en
su pobre sierva Ia más insigne de las gracias' una de stts brazos. Mientras ella me abrazaba. sentí que sus
,esas gracias que n0 se olvidan y que transforman una lágrimas humeclecían mi frente.
, l,''

64 ,crpNTo crNcuENra Mrrracnos DE NUESTRA ssÑona' DE rrouRDES 55

ul-,a notici¿ se extendió rápida como eI rayo por


tocla la Comunidad. Toilas las Hermanas se precipita-
Mi reverendo Patlre:
tou en pos de mí en el aposento de nuestra querida llncargado por Ia Hermana María Regis de trans-
Madre; y al verme, la nisma exclamación salió de nitir á V. la relación d.e su milagrosa curaciÓn, é ins-
todas Ias bocas: ¡llilagro ! ¡milagro ! truítlo del motivo secreto que á ello le obliga después
' ,ie un silencio tan largo, temería faltar á mi deber
' uSí, milagro, mi reverendo Padre, Nuestra Señora
tle Lourdes acababa de obrarlo en mi favor. Yo esta- tlemorando un solo dia la santa comisión que se me ha
ba curatla, curatla contra toila esperanza. (rinfiatlo.
uCon todo, en los tlías que siguieron á esta cura-
P. CrPm,lNo Manfu,
eión tan extraordinaria me enconlré un poco débil. (]uardidn d'el conxenta de Pailres Caltuckinos d'¿ Toulaus¿
Todavía me costaba alguna molestia entregarme al
trabajo, y comprentlí que la Madre tle Dios, antes de
eompletar su obra, querÍa el entero cumplimiento de
mi promesa. Partí para Lourdes el27 cle Octubre, y
una vez en la Gruta sentí romperse los itltimos lazos,
y cuando concluí mi oración me volví á levantar en-
teramente libre.
"De vuelta á Estaing, después de este viaje cuyo
lecuerdo no se borrará nunca tle mi memoria, me en-
tregué de nuevo á mis ocupaciones ordinarias, y gocé
posteriormente de una salud mucho mejor que la que
había tenido antes d.e mi enfermedacl.
,,'Ial es eI favor, reverendo Patlre, de que he sitlo
objeto á pesar de mi indignirlarl. \'I. sabe la razón re-
ligiosa por la cual rluería yo tenerlo en secreto; pero
la Santísima Virgen no lo ha querido, y V. conoce el
motivo potleroso que me obliga á publicallo hoy."
Aquí termina la carta de Sor }Iaría Regis.
aÑo DE a7o 4.

Filiberto Lombard.-Clemencia Mouche.-Josefina N.-


Viuda de Gauget.

I
Curacién instantáne¿ de ün Filiberto lrombaril,
aldalile ile Baigneur-les-Juifs, iliécesis ile Dijón,
el24 ile Mayo tle 1870.

La relación de este hermoso milagro está sacada de la Cáro-


nique Eetigíe¿se de la diócesis de Dijón (6 Diciembre de 1879).
Es debida á la pluma del señor Cura Arcipreste de la misma
parroquia. donde reside Mr, Lomtiard, y corroborada por las
más respetables firmas.

Hace dos días oí la conmovetlora narración tle un


hecho que prueba una vez más la poalerosa interce-
sión tle la Santísima Virgen.
I{oy, impresionarla todavía
mi alma, no puetlo re-
sistir al y deber de repetir esta relación que
rleseo
fué hecha en presencia de tres sacerdotes y rle un
magistrado, quienes confirman la vertlatl de mi na-
rración.
58 crENTo cTNCUENTA ]trJacnos uE NUESTBA SEñoRA DE r,ouRDES 59
Si, bien á pesar mí0, n0 puedo describir Ia ternura cuales la enfermedad lo condenó á no salir del cuarto
que á cada palabra se observaba en su semblante; si ¡' ordinariamente ni del lecho.
me es imposible hacer sentir la sirnpática influencia .,}Iis sufrirnientos más crueles fueron ocasionados
de las lágrimas que el reconocimiento hacía subir tle por cólicos hepáticos. Durante el acceso me revolcaba
su corazón á sus ojos, ni decir la dulzura de las que en la cama hacientlo contorsiones. Tenían que poner
se encubrían á nuestras miradas, estoy seguro á Io lln aro para retirar las mantas, cuyo peso no podía
menos de reproducir íntegramente, con la más minu- ¡'o soportar, y con frecuencia hasla después de un
ciosa y la más escrupulosa exactitud, todas las cir- largo suplicio iba ceciiendo la violencia tlel rnal, ¡' vol-
cunstancias y todos los detalles de la relación. EI ria i gozar de un poco de calma y tranquilidad.
afortunado á quien María ha favoreciclo es Mr. Fili- *Este, sin embargo, no era el mayor peligro. lli
berto Lombard, antigno oficial de ventas púrblicas en estómago iba debilitánilose de día en día; no podía
Dijón. soportar ningún alimento sólido, y durante cinco me-
Ifacía valios años que este señor había dejado su ses y0 no viví, por decirlo así, más que de caldo;
oflcio, y libre de cuidaclos y clel tráfago ile los nego- pero al cabo de este tiempo ya ni eso poilía pasar ni
cios, había yenido á buscar á Baigneux-les-Juifs, su cligerir. Entonces fué cuando mezcland.o mi mujer ca-
país natal, un p0c0 rle esa cahna, de ese reposo y dul- su¿lmente este caldo c0[ un poco de leche, observó en
ce clescanso merecidos por toda nna vid.a cle actividacl las evacuaciones que había expulsado eI caldo y con-
y de trabajo. servaclo la leche, cle rlonde dedujo que mi estómago
Pero otr'¿r cosa le esperaba. Después de una perm¿- se acomodaba nás á este alimento, y me sometió á
nencia bastante larga y pacífica que parbcía prome- este nuevo régimen. Algunos clías rlespués, este últi-
terle por largo tiempo el goce de sus legítimas espe- ruro alimento siguió el curso del primero, y me creí
ranzas, su constitución se clebilitó. Su salucl se vió perdído. IIi médico imaginó cortar l¿r, leche con l¿r mi-
gravemente comprometida: una afección muy dolorosa tad cle agua tle cal destilarla, y el ensayo c1ió bnen re-
se le decl¿ró en el hígado; algunos ¿ccirlentes se ma- sultado, pues pude soporlar de dos á siete cucharad.as
nifestaron en los pnlmones; la respiración fué siendo por clía de esta preparación.
corta y penosa; en el estómagn se presentaron graves ,,Este fué, por decirlo así, todo mi alimento durante
desórdenes, y las fnnciones digestivas se hacían coir lrts tles irltimos meses que preced.ieron á mi curación:
riificultad é imperfectamente. Ahora clejemos que él ;jirzguese á qué estado me hallaría yo reducido! \¡ien-
misno refiera los dolores atroces, los síntomas alar- do mi mnjer que mi cüerpo se debilitaba pensó en mi
mantes, los sucesos cloblemente interesantes y carac- alma. Se empeñó en que me confesara, y le contesté
terísticos rlue lienaron los ocho rneses, clurante los estas solas palabras: *\6 ¡ru liables de esas cos&s.:r
60 CIENTO CINCUENTA MIITAC}ROS
rroüRDES
DE NUESTTiA snñon¡ DE 61

(,Entre sus libros de piedad tenía ella una obra es- cho: :Vas á morir c0m0 un perro.', Hoy me explico
crita por }fr. Lasserre sobre Nuestra Señora de Lour- mejor esta clureza d.e corazón. En esta época, señores,

des. y los milagros obrados por intercesión de la San- yo no creÍa en el podel dado al sacerilote, y ne decía:
tísima Virgen. IIn día me lo presentó. Lo cogí ma- uConfesarse con el cura ó confesarse con el vecino, es
cluinalmente, leí algunas páginas y lo dejé rlicienilo: ula misma cosa; ¿para qué hacerlo g¡¡snss5!,: Esba
,,Esto me cansa.-Pero si te cansa conclusión me parecía autorizar mi clureza.
¿quieres que y0
,,lea? No tendrás más que escuchar.-Como quieras.,, *IIe hallaba en estas disposiciones rleespíritu cuando
Y ella leyó bastante tiempo. Al cabo cle una hora me recibí Ia visita de mi cura. Al verle exclamé dicienilo:
u Ya sé para que viene \r.; da V. ult paso i11i¡li|.;: Por
preguntíl si estaba cansado. ,,N0, continíra,rr ls ¿¡;..
,, Cuando cerró el libro yo me d.ecía interiormente: mas qre él ciijera que y0 interpretaba mal sus inten-
,,Mr. Lasserre es un hombre mucho más instruído que ciones, que había venido ¡rara hablalme de negocios y
(,y0, J ha escrito todo esto. cree en todo lo que ha traerme á firmar algunos documentos relativos á ia
J
*sg¿¡if 6. Esta lectura me impresionó profundamente, oficina tle beneficencia, yo no era cándido; y aI despe-
' dirse le tlije: r, Todavía no ; tal vez pronto.,r
me preocupaba á pesar mí0. y probablemente me ins-
piró. *Había llegado eI mes de lIayo, y yo me sentía m0-
,, Pocos días rlespués descubr'í por casualidacl un ro- vido interiormente á hacer la confesión. Y me decía:
salio en el cajón tl.e mi mesa d.e noche. Digo ltor ca- ,,Este es eI mes de María; no tiene que pasarse sin
sualitlctd,, aunque sé que en esas cosas no la hay, v rQue !o me haya confesado., Pero los días se sucedían
más cuando se tiene una mujer como Ia mía. Lo cogí, sin ningirn carnbio en mi espíritu ui en mi voluntad;
lo oculté debajo rle mi almohaclón, y todas las noches cuando una noche (el 22 cle Ma5.o tle 1870), como m0-
pasaba las cuentas en secreto pidiendo á la Santísima vitlo por una inspiración repentina, llamo á mi mujer.
Yirgen me ablandala y obtuviera Ia fe. Eran las nueve. .,Ye á buscar aI señor cura, quiero
rrfT¡¡ p6ss más tarcle, la misma casuu,lid,o,d hizo rconfesarme." ElIa ne objetó s0bre la hora, y lne su-
venir á mis manos un pequeño libro conteniendo las plicó agnardase al clía siguiente. Yo insistí, casi me
oraciones que se rezan ilurante Ia novena en honor de enfadé; y ternienclo la insconstancia tle mi voluntatl,
Nuestra Señora de Lourdes. Me aporleré cle él igual- exclamé: ¡Hoy no quieres tír; mañana quizás no querré
mente. y, siempre en secleNo, hice mi novena pidiendo ryo tampoco; no me confesaré, y tú serás la respon-
á la Santísima Virgen que me iluminara y me obtuviera sable., Y guardé silencio.
La volnntad de confesarme.
*El siguiente clía, apenas se había levantado, rei-
,, Nis oraciones palecían estériles; yo seguía siem- teré mis instancias, y ella renovó sus dificultades di-
pre el mismo; descontento de mí, me decía con despe-. ciendo : * fré á Misa, y euando se acabe traeré aI se-
62 CIENTO CINCUENTA MII]AGBOS DD NLTESTRA snñon¡. DE rroü-RDES
(.ñ0r cura.': Consentí en ello, y á la hora dicha estaba ., pues, me dije, es pt'eciso creer ó no
el ministro de Dios á mi cabecera. Le dirigí estas pa- -Yatnos,
:.creer;': y en seguicla me senté, vacié mi frasco en una
labras: c,fs[6 granti.es f¿vores á los P¿dres Domini- taza, tomé mi pañnelo, lo puse en cuatro dobleces, Io
ú(cos; les estoy muy agradecido; si no lo toma Y. á enpapé, lo ilené d.e agua, mq lo apliqué luego en el
cmal: deseo que vayan á bnscarme un confesor de entre costado, y en lugar de un clolor sentí un bienestar ex-
,,ellos.-¿Cuál?-Poco importir... Si \r. prefiere me tlaordinario...
"dirigiré á Y., pues estoy preparado.'; ,,lle acosté respilando profunda y fácilmente. \¡olví
,, Pronto nos pusimos de acuerdo. IIn mensajero par- á hacer lo mismo, y obtuve idéntico resultado. P¿sé
tió á la carrera para l-lavigny, y voh'ió muy pronto. así cerca de un cuarto tle hora haciendo largas y pro,
,,Al clía siguiente, 24 de Mayo, mi conciencia esta- fundas aspiraciones. Ni la menor molestia; el juego tle
l-ra lrurifieada. los pulmones se ejecutaba regularmente.
r,lIe trajeron la Santa Comunión. lle hallaba exte- En este momento estaba sólo; rne let'anté, me ves-
,,
ttuaclo, casi completanente aniquilado. Pude, sin em- tí, me puse de rodillas y di gracias á la Santísima Yir-
bargo, comulgar; pero asustado el señor cura de mi gen. Entró mi rnqjer.
palidez, apresuró la írltima ceremonia y se retiró en
- Qué irnprudencia
* ¡ !

seguida, para d.ar lugar á que mi mujer me asistiese ( curado.


como Io reclamaba ni estado. .,-Estoy
-Pero: antigo mio...
,, Cu¿ndo nle repuse un p0c0 cle esta fnerte sacndicla í-Esto)' curado, te digo; arrodíllate y da gracias
fÍsica y rnolal, tení¿ en mi aposento un frasco de agua r:collmigo.
':
de la fuente de Lourdes, y me vino la idea de ensayar ,,Después tle dar gracias sentí tlebilirlatl cle estÓ-
la virtutl del remedio. Para ser sincero, debo decir nago: tonít, hcnnbt'¿. Tomé una s0pa; comí un cuarto
que tuve muchos movimientos rle vacilación. Luchaba tle gallina fría, roí el hueso tie la pierna y los tendones
con mi ileseo y mi desconfianza, porque la experiencia con un apebito desconociclo descle mucho tiempo, reem-
me hacía temer mucho la sensación del frio. Tení¿ sobre ¡rlacé mi leche cortacla con una rnedia botella de vino
eI costad.o dos cauterios, y en cada curación Ia sola cuyo sabor había oh'idado, y comí un buen trozo dg
frialdad del trapo me hacía experimentar en el interior pan que n0 era, por tlecirlo así, sino un objeto de gula-
un sentimiento de rlolor como si me arranc¿sen las Después de este exceso no sentí ni Ia menor incomodi-
crrnes rlel pellejo. Por eso en el ensayo del agua que tlatl, mas sí el bienestar cle un hombre hambriento que
yo quería hacer yeía en perspectiva y c0m0 resultado ha satisfecho el apetito.
un dolor cierto ¡r nna experiencia tludosa. Sin embar- ,,Me levanté de la mesa y me fuí al jardín, me puse
go. me clecidí. á t'egar las flores y satlué seis ú ocho cubos de agua
64 crENTo crNcuENTA rrrrracnos DE NLTESTRA snñonl DE LouriDxs trb
que llevé y derramé sobre las plantas. IIe
sentía revi- ,l'igen cle graves inquietudes,
de cuiclaclos innume_
vir, y tenía una necesiilad increible de movimiento. ral-rles, de fatigas extraordin¿rias, de peligros
Entonces dije á mi mujer: efecti_
"trfis piernas quieren an- t'-)s: y sobre toclo ha sufrido el golpe
terrible tle per_
¡odar'. Están mejor inspiradas que nosotros y quieren
ier' á su qnerida compairera, a quien Dios
,,ir á la iglesia. Allí está nuestro lugar. Vamos á dar había esco-
:ido para prepar¿r la curación de sn alma y de
r(gracias á la Santísima \rirgen en su capilla., su
iuerpo, y la cual ha iclo á unirse á la Virgen
Santísi_
"Fuímos allá. Después de haber explayado nuestros :na á quien tanto amó y oró. Con este golpe
su cora_
corazones á los pies rle Aquella que me había vuelto ,l:]l:u hizo pedazos, pero su salntl no se resintió. El
la salud., nos dirigimos al presbiterio.-Nos recibió Ia -lfttlico Divino no hace nunca las cosas á metlias.
hermana del señor cura, y p¿rece que estoy viendo Los infrascritos Juan Reuillón, juez de paz
toclavía la sorpresa y el aturclimiento que mi presencia clel
;antón cle Baigneuxles-Juifs (Cóte_rl;Or);
la causó. Juan Bau_
:ista Lereuil, cura arcipreste de Baigneux; Didier.
,,El señor cura estaba en el jartlín, y fuí á encontrarle Dumontier, cnra cle Touillón; Georges Éouiloux,
cura,
allá. El se adelantó hacia mí, y yo veía á carla paso ie Jours, tleclaramos que la relacióu cle Mr,.
que se aumentaba la ailmiración de sus ojos y que pali- Lombanl
1ue se acaba de leer ha sido, segúrn promesa del autor,
decían las facciones de su rostro. Llegó á mí y me : eproclucicla por él con la más
minnciosa y escrupulo_
dijo: .¿r exactitucl.
,,-¡Cómo! ¿es \r. IIr. Lombard?
',-Sí, señor, el mismo ciertamente, y curado por l,' it, tit ct ¡ t, : B o un o ux, D u:uoNrrnn, Rnurr,r,óN.
,, airaclidura. ':
*Al día siguientehabía logativas. Desde la ma- Yo, Filiberto Lombartl, reconozco y declaro que
la
úana toda Ia población tle Baigneux miraba con sor- ¡'resente relación es en toilo conforrne á la verdad;
presa al moribundo de la víspera vuelto á Ia plenitud '1ue refiere fielmente las iileas qne he tenido, los sen_
de la salud, el cual andaba con paso alegre y ligero lirnientos que he experimentado, las palabras que
he
para incorporarse á la procesión y acercar.se aI estan- iicho y los hechos que han pasaclo en el curso de mi
darte de su Protectora. Desile entonces siempre me iiltima enfermeclacl. Afirmo además que dicha relación
he encontrado bien tle salutl.,, Éxpresa perfectamente el estado actual de mi
salud.
F it,nt qtlo : Lolrs,lnn.
La experiencia es completa. Después de su cura-
ción, Mr. Lombard ha tenitlo que atravesar días muy Iil Dr.. Brulald, que ira asistitlo á llr. Lombaril
malos. Alcalde rle Baigneux, Ia invasión fué para eI que
'; calificaba sn enf'errnedaii en estos términos:
66 crENTo cTN0IIENTA Mrr¡acBos DE NuEgrRA snñon¿. DE rrouBDES 67
,,Gastralgia con dispepsia ácitla,u me ha autorizado
á decir que no sin sorpresa ha visto la convalecencia
instantánea de Mr. Lombartl, bien que la enfermetlacl
haya potlido desaparecer por eI efecto de la emociÓn
ocasionada por la Confesión y ComuniÓn en semejahte II
circunstancia (síc)t! J. B. I-.,ereuil, arcipreste cle Bai-
gneux.-Extracto del registro parroquial. lilmirable curación ile Clemencia Mouche, ile Ter-
Baigneux-1es-Juifs, 21 ile Octubre de 1871' gaier, tliócesis ile Soissons, en Julio ile 1g?0
J. B. Lnnrurr,,
Curd, arcipreste ¡le Bo,igneún. Un sacerdote de la Misión, un hijo de San Vicente de páúl es
cl que envla á los Padres Misioneros de Lourdes los detalles de
éte gran milagro que él ha visto y comprobado con sus pro_
piosojosdurantelaMisiónquepredicabaenTergnier.

Gran Seminario de Angulema, 25 de Enero de lg7l.

IIi reverentlo Paclre:


No habienrlo regresado á Angulema hasta el sábatlo
pasaalo, me ha siilo clificil enviar á
V. antes la rela_ción
que se sirvió pedirme el 18 rlel corriente.
He aquí el hecho en cuestión:
Clemencia Mouche, tle veinticuatro años, de la pa_
noquia de Tergnier (rtiócesis cle Soissons), en tlontle
yo daba una Misión el 12 de Julio rle 1820, estaba
atacatla de una enfermedad inexplicable á eonsecuencia
de un gran susto. Aclelgazaba visiblemente, y los po_
cos aür.nentos ó líquidos que tomaba la excitaban
er¡_
seguida al vómito, Hacía cerca de tres.trr€ses: que
se
hallaba en este triste estado, cuanclo en la prim,era
quincena de Junio se vió obligarla á guarrlar
cama cons-
tantenrente, y desde entonces con.solo
iragar algunas
DE NUESTRA SEÑoBA DE I]0IIRDES 69
68 crENTo crNcupNra Mrr,acn,os
tielon había venitlo la crisis. Yo creÍ que se iba á mo-
gotas de líquiclo experimentaba sofocaciones extraor-
dinarias que la hacían d'ar horrorosos gritos en medio
rir; Ie di de nuevo la absolución, y me retiré hasta
las cinco.
tleconvulsiones terribles. Estas crisis eran seguidas'
de una trrostración completa que la privaba del conoci- ¡Cuál no fué mi sor'presa ¡r mi alegria cuanilo la vi
miento, del oído y tle la vista, y la tlaban el aspecto
á esta hora de pie y andantlo con facilirlad ! u Estoy cu-
raila, ne dljo, y completamente curatla. Mañana haré
d,e una persona que está en agonía. Dos médicos, á
la Comunión para dar gracias á Dios y á Nuestra Se-
quienes sucesivamente se consultó, habían cleclarado
ñora de Lourdes, á quien clebo la gracia de mi cura-
tlespués de frecuentes visitas que n0 curaría cle esta
ción. Una voz interior me decía que á las cinco de Ia
enfermedad.
tarde serͿ curada."
Dnrante la llisión, ciespués de haberla confesaclo y
Durante el resto de la Misión la vi asistir á la San-
administrado los últimos Sacramentos (pues yo no Ie
ta Misa; y cuando la volví á ver en el mes de Septiem-
daba ttn día tle vida), la propuse, así como á su mari-
bre último, estaba radiante de salutl y de alegría, ex-
do y á las personas de la vecinilad, que hiciesen una
{ presando su agradecimiento y llena tle una confianza
noounu de oraciones en honor rle Nuestra Señora tle Í
inquebrantable en la eficacia de la invocación de la
Louldes, asegurándole qüe una fe grande le obtenclría
Yirgen Inmaculada tle Lourdes.
de aqueila Señora, que había obrado tantas curaciones
Con esta ocasión varias personas alejadas de los Sa-
en los lugares cle su aparición y en otras partes, un
cramentos volvieron á Ia práctica dé la Religión.
auxilio especial, y la curaciÓn si le convenía, según
EI señor Cura de Tergnier y todas las personas de
los designios de la Divina Providencia'
Ia vecindad, mar¿villadas de una curación tan pronta
Aceptó de muy buen glado mi proposición, porque'
y tan inesperacla, no vacilaron en tlecir que era mila-
era persona de f'e y confianza sin límites en María'
grosa, y ofrecían sus acciones de gracias á Nuestra
Aun no estaba concluída la novena, cuando me hizo
Señora de Lourdes.
llamar para anunciarme con tono de certiclumbre que
He aquí, reverendo Padre, la relación del hecho.
sería enteranente culada á las cinco de la tartle del
Puetle \¡., si lo juzga conveniente para erlifrcación tle
viernes siguiente, ltacia el fin <le Ia novena' y que su
curación sería precedid¿ de una crisis aún más ten'i-
las almas y la gloria de María, insertarlo en sus lz-
nales.
ble que las otras, á las dos de la misma tarde' Al prin-
cipio creí en una divagación ile espíritu' Euc. RonrNnr,
Procurador Gran SeÍL¿nario.
A Ias dos me dirigí á Ia casa de la enferma para ase-
d,el

gurarme del valor de la predicción; y en efecto, los


gritos lamentables rlue se oían descle lejos me advir-
l"
70 orENTo crNcrrENTA Mrr,acBos DE.NUESTRA snñona DE IJ0UEDES 71

lesta, que parecía iba ahogarse... Ya el estertor de l¿r


muerte se oía en su pecho, y todas las personas que
I
i me rotleaban creían que mi niña iba á dar eI último
snspiro. Llorosa, loca, me viene l¿r inspiración de pe-
III ,lir un milagro, cosa que n0 me habí¿ atrevido á soli-
,ritar en mi vida.
Pocos días lracía que había leído los ,1tt'tt,ol,es cls
üna pequeña niña tle seis mesos curatla súbitamen-
-\-otrc Dctn¿e cle Lourdcs. Los rasgos conmoved,ores
te tle viruela, en la tliócesis tle Digne, en Sep- ,le la bondad de llaría excitaron mi alma á la con-
tiembre ile 1870. fianza, y en esta penosa lucha de mi corazóu me dirigí
á la Consoladora de los afligidos, y exclamé con an-
La rnism¿r maclre de la niila da cuenta del milagro obrado gustia¡ *¡Oh Maria!Yos c¡ue fuisteis también Matlre,
ante-qus ojos, al Padre Superior de Lourdes.
compadeceos de mi dolor y curad á rni hija!,
Después de esta corta y ardiente oración, abro un
Señor SuPerior: precioso fr¿sco conteniendo agua de Nuestra Señora
Perniita Y. á I¿ más dichosa cle las matlres que ven- Lle Lourdes, y doy una pequeña cucharada á mi queri-

ga á rlarle palte del insigne favor que ha recibido por t1a Josefina. ¡ Oh virtud admirable del agua milagrosa !

intercesión tle Nu'estra Señora de l-.,ourdes, lo cual ser- llientras que la neltor closis de otra agua habría bas-
virá para proclamar áLa vez el poder de María y alen- tado para ahogar á mi niira, algunos momentos des-
tar la devoción á su ConcepciÓn Inmaculacla. pués de haber bebiclo abre los ojos, respira fácilmente
En Septiembre ítltimo mi pequeña Josefina, que ape- -r' traga sin dificultacl: ¡mi
hija estaba sah'ada !
nas conlaba seis meses de edad, fué atacada de repen- La mejoría hizo rápidos progresos; desde el siguien-
te de viruela, enfermerlatl que hacía grandes estragos te día, con grande gozo mí0, mi niña Joseflna estaba
en el país. IIi lernura maternal se alarmÓ vivamente. en plena convalecencia, y al c¿rbo de algunos días pude
En vane prodigué los cuidados más asiclttos á mi ange- conducirla á la procesión que hicieron para pedir que
lito; en vano emplearon los más hábiles métlicos todos cesase la epidemia.
Ios recursos de su arte para curar á mi niña; nada pu- ¡ Puede \r. considerar, mi reverendo Padre, cuál se-
clo detener los progresos del mal, y al cabo de algunos rá mi feliciclad, y cuáI será también mi reconocimiento
días mi pobre niña estaba en el último extremo. Los hacia María, hacia Nuestra Señora de Lourdes !...
mttchos gr¿lnos que tenía en la garganta le impedían Por confesión misma cle los médicos, esta curación
tragar eI menor líquido, y la respiraciÓn era tan mo- es mirada c0m0 un milaglo; por lo cual mi marido y
72 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NUESTRA SENOR,A DE IJOURDES ¡D

y0 henos creíalo un deber nuestro participar á Y. este


hecho tan consolador para los corazones cristianos.
¡Oh ! ¡cuántas acciones cle gracias debo tlar á la Rei-
na de los cielos ! Ayúdeme Y. á benrlecirla, á darle
gracias, y que todos los fieles siervos cle Nuestra Se- TV
itora de Lourdes sientan redoblar su ilevoción y su
¿mor por esta tierna Madre. Curación súbita de la viutla Gauget, paralítica ha-
cía treinta y un años. (Lyón, ttía tle l¿ Nativitlart
UNr Hr,re nn ManÍl.,
hab¿to,nte en los Bajoa Alpeo' tlel Señor ile 1870).

En el mes de F'ebrero de f871, en el momento en que termina-


ira Ia guerra horrible que castigó terriblemente los pecados de
nuestra pobre Francia, eI Eclto de l¡ouroiéres recibia y pubti-
raba la siguiente carta:

<Lyón, 2 de Febrero de 1871.

,, Señor Retlactor :

uEn un momento en que todos los corazones se ele-


v¿n á los pies rle la Madre de Dios para pedirle la sal-
lación tle la patria, creo cumplir un cleber haciendo co-
nocer á Y. un suceso capaz de alentar la pietlad de los
fleles hacia la Protectora de nuestra ciudacl.
,,La Sr¿. Saint-Didier, viuda de Gauget, después
cle haberse caíclo de una escalera el27 de Diciembre
t1e 1831)r quedó paralítica á consecuencia de una vio-
lenta conmoción de la merlula espinal.
,, Descle esba época y durante treinta y un años sin

interrupción, la Sra. ile Gauget recibió sucesivamen-


te pero sin fruto la asistencia asidua é inteligente tle
los Dres. Ratter, Candy, Yiricel, Devay, Rousset y
l-' r
T
I
.i

i
74 crENTo crNcuENTA MrrJacnos DE NUDSTRA s¡Ñonl DE rJounDEs 75
Berne. En Ia imposibilidacl absoluta de hacer el me- quienes aI verla aparecer daban griios de sorpresa y
nor esfuerzo ascensional, obliga<la á cambiar de habi- casi de espanto.
tación en 1841, 1855 y 1864, sintió al ser trasladada ,,tr'inalmente, tlesde hace más de un mes esta se-
sobre una cama portátil intolerables rlolores que pu- riola, á quien todos cuantos conocen consitleran como
sieron su vida en peligro. No esperando ningún alivio agraciada de una curación milagrosa, continúa reco-
en su estado, la pobre enferma se limitaba á desli- lriendo con verdadero embelesamiento las calles de
zarse sobre el entarimado, irnico movimiento que Ie fu6 nuestra ciudad, que le ofrecen un espectáculo comple-
posible. El menor choque ó movimieuto brusco que se tamente nuevo, y sólo el rigor de la estación le ha
hacía sentir en torno suyo Ie er¿ absolutamente inso- inpedido hasta este día ceder á su deseo de llevar ¿i
portable. \uestra Señora de X'ourviéres la expresión de su vivo
,, Un amigo de la mencionada señora .le habló del li- reconocimiento.
b1o publicarlo por llr. Lasserre sobre la historia mi- *'Iengo verdadera satisfacción en poder galanlizar
lagrosa de Nuestra Señora de Lourtlos, y con este con mi frrma Ia vertlad exacta de todos estos hechos,
motivo su f'e se excitó vivamente en vista de las cu- que conozco personalmente.
raciones refericlas en é1, y resolvió reiterar de una
maner'¿ especial las artiientes sírplicas que descle ha- ,,Aric. BoNJouR. r:

cía treinta años no cesaba de dirigir á Di9s.


,,El 24 cle Diciembre r1e 1870, después de una fer-
viente oración, bebió algunas gotas rlel agua d.e Lour-
des, y aI tlía siguiente, fiesta de Ia Natividad del Se-
ñor, á seguida de haber renovad.o este acto de fe y
be'bido de nuevo de la misma agua, exclamó: ¡Estoy
curada!rr y ller'ó á su hija á la meseta de la escalera
para subir á un piso que sus pies no habían hollado
n'unca. Subió y bajó doce escalones con tal rapidez,
que su hija, espantada con semejante prodigio, n0 p0-
rlía seguirla en sus niovimientos iurprovisatlos. *

.,Al día siguiente, la Sra. Gauset fué á oir Misa á


la iglesia tle la Caridatl, bajando y subiendo sin ayu-
I
da de su hija las setenta y clos gradas de su escalera; ¡

y luego se clirigió á visitar á algunos amigos suyos,


Año nn 4.a7 |
Sor Rogaciana.-María Fanget.-Sor P.-La S¡ta. María
Skrzynska.- León Collongues.- Mauricia Lagorsse.- La
Sra. .Gousse.- La Srta, Blyckaerts.- Dos jóvenes de los
Estados Unidos de América.- La Srta. Muller.-Una se-
ñora portuguesa, en el Brasil.

I
Una Beligiose en el artículo ile la muerte curail&
súbitamente en Chatellux, iliéoesis tle Sens, el 11
ile üarzo ile 1871.

Yvry, 28 de SePtiembre de {871.

uMi reverentlo Patlre:


u¡Benrlita sea para siempre la Santísima Virgen
Inmaculada cle Lourtles !
uAl empezar la guerra con Prusia estaba yo encar-
gada en Ivry-sur-Seine tlel cuitlatlo de las niñas tle
esta ciutlarl. Cuanclo se anunció el sitio de París la
señora Contlesa tle Chastellux ofreció á mis huérfanas
un asilo en su qninta rle Chastellux, diócesis tle Sens.
uAceptada su oferta caritativa, fuí enviacla en unión
tle otra cle mis lfermanas con objeto tle ocuparnos tle
T

78 CIENTO CINcUENTA MIIJAGROS DE NUESTRA snñon.l DE LouRDEs 79

nuestras niñas. Hacía poco tienpo que había yo ido á


mi nuevo puesto, cuando fuí atacarla r1e una fluxión al
pecho. En pocos días la enf'ermedad hizo rápidos ¡rro-
gresos, y el 9 de l\farzo declaró el médico que y0 es- II
taba perdida y qne no viviría veinticuatro horas.
Quiso, sin embargo, ensayal la aplicación de vejiga- Curación tle un tumor canceroso, el25 tte Abril
torios, los cuales agravaron mi situación. Hallábame tle 18?1
tan mal al día siguiente, que ne administraron los úl-
timos Sacramentos, yla Hermana que me había acom- :,¡Gloria á llaría Inmaculada!
pañado me dijo entonces que pronto dejaría esta triste ,,Hace sobre clieciocho meses que nuestra Her-
vicla. Al oir esto me sentí conmovid.a (aunque hacía mana P,.., Religiosa convers¿' recibió en el seno iz-
dos días estaba ofreciendo á Dios el sacrificio tle mi rluierdo un golpe que le causó un vivo dolor; no se
existencia), y volviéndome hacia una imagen de Nues- preocupó de ello en lo sucesivo, por más que á me-
tra Señora de Lourtles colocada cerca tle mi cama: nudo sintiela en este sitio algunas pequeñas pulza-
,,Mi buena l{ailre, le dije con una confianza sin lími- das. Al cabo de clos meses se formó allí un tumor d'o-
tes, todos dicen que voy á morir;pero Yos sois más ioroso, la enferma se aplicÓ algunos ungüentos muy
poderosa que todos los hombres juntos. Si Vos que- sencillos que parece calmaron el mal, y se persuadiÓ
réis, curaré; si no quer'éis. hago cle muy buena gana de que el tumor había desaparecido, por Io cual no
eI sacriflcio de mi vicla." volvió á ocuparse más de é1. Sin embargo, de cuando
*En seguida pedí agua de la fuente milagrosa, que en cuando sentía dolor en el seno, pero pensaba que
felizmente teníamos en casa. Bebí algLrnas gotas, y en este sufrimiento tení¿ algo c1e reurnático.
el misno instante me sentí cornpletamente cambiada. ,,Antes cle Naviclacl el dolor tomÓ nucho incre-
Se obró una mejoría extraorclinaria, y aI tlía siguiente mento, y nuestra Herm¿ua P. puclo observar por eI
me hallaba curad.a del todo. exanen que hizo que n0 solamente existía aírn el
¿,Al encontrarme el médico en este inesperatlo es- tumor, sino que habí¿ tonado enormes proporciones.
tado, proclamó que yo no podÍa haber curado sino por Entonces fué cuantlo la enferma lo puso en conoci-
milagro. miento de nuestra Superiora, que la mantlÓ hacer cier-
c¡Gloria, pues, amol y reconocimiento á Nuestra tos remedios con los cuales no obtuvo ningún resul-
Señora Tnmaculaila de Lourdes! Torla mi vida se em- tado. El tumor aumentaba catla día y los dolores eran
pleará en su servicio. t¿mbién más fuertes, por lo que fué necesario consul-
*Son RoercrrNt , dc los f{iiu,s tle kt Crua." t¿r al méclico.
lnr

CIENTO CINCUENTA MII,AGR,OS DE NUESTRA snñon.l DE rrouRDES 81


ullste manifesió en següida que el tumor era tle la .iruiente, en que lo declaró á nuestra buena Supe-
peor especie, puesto que l0 calificó d,e carrccroso; lirtr¿, 1u cual como conservara un poco de la preciosa
prescribió algunos remeclios, tanto internos como ex_ ¿gua d.e Lourdes, dió en seguitla á beber á la enferma,
ternos, sin esperar mucho de ellos. Ill temperamento _r (luiso que se lavara con ella el seno tlurante nueve
de la enferma no le permitió soportar los primeros, y ')ías, cesonilo totlo retncd,ío.
en cuanto á los segundos parecía que no hacían sino .,La Comunidad, ó más bien toda rni pequeña Con_
agravar el mal. El tnmor se había dividirlo en dos es- sregación, comeuzó una noyena; era eI 12 de Abril
pecies tle pezones que estaban rojos, inflamados y du_ ultimo. Este día, antes de acostarse, sor p... renovó
ros c0)u0 un guijarro. l{uestro métlico nlr. *x*, en su al pie de su cama las oraciones de la novena que ya
segundo examen pensó que la operación serí¿ conve_ había rezado con nosotros, hizo sobre la parte enfer-
niente. pero temía que la enferma, á causa de su de- na l¿ señal rle la cruz, aplicó en ella una c,omplesa
biliilad, no la soportaría. ':on el agua milagrosa, y en el mismo instante sintió
uEsta, sin embargo, no se pr.eocupaba de nad¿ de ¿n el seno c0m0 un estremecimiento extraordinario;
eso; se Ie fignraba siempr.e que había tle sanar. Dn_ -.e durmió casi en seguida, durando su sueño hasta me-
rante tres días petlía constantemente á Dios que la ,lia noche.
inspirase el remedio de semejante enfermedad. ,,Entonces se despertó con dolores atroces; le pa-
,,Una noche se acostó con eI pensamiento tle que la recía que estaba sufriendo la operación; el dolor se
Santísima Virgen la curaría si ella se lo pedía; le hacía sentir en todo el brazo izquierdo y hasta la
aplicaron sobre el tumor como todas las noches una punta de los declos. Este dolor tan vivo d.uró sobre
cataplasma cle harina ile linaza. Algunos minutos iles- un cuarto de hora: sor P..., persuadida de que tocaba
pttés se quecló dormirla. En su sueño le pareció oir al último momento de sn vida, quería llamar á al-
una voz que la decía: uHija mía, uo son los médicos guien; pero se contentó con recnrrir á la Santísima
,,los que han de curarte; es preciso que te laves nue- Yirgen diciéndola por tres veces: r,¡Nuestra Señora
(ve veces con el agua de Louriles, y la Santísima Vir'- .'de Lourdes, curaclme!', Pronto cesó totlo sufrimien-
((geu te sanará.r; Se despertó y miró en torno suyo, to, y la enferma durmió hasta las cuatro d.e la ma-
sospechando que estas palabras habían poditlo serle ñana.
tlichas por alguna rle nuestras Hermanas, pero éstas uAl despertar, eI brazo izquierdo, que desde ha-
estaban todas acostadas. Eran las once entonces; el cía mucho tiempo apenas podía mover, lo encontró
resto de la noche nnestra Hermana P. no hizo más luera de Ia cama pasando por debajo de su cabeza; lo
qtte amoclorrarse, y en su modorra creía oir siempre que le extrañó mucho, y su sorpresa no fué menos
las mismas palabras; esto duró hasfrr la, tarde del 11ía grandeucuando tratando de vestirse, de arreglar la
82 CIENTO CINCUENTA MILAGBOS DE NIIESTRA SEÑOR,A DE IJOU-RDES
83
cama. etc., pudo hacer toúo esto con la misma facili-
tlarl que en otro tiempo. El tumor le pareció habia
rlisminuído cuand'o menos la mibad' En los cuatro
pri-
tle
meros días de la novena, tlulante el santo sacrificio
la Misa, ¡r sobre toclo inmeiliatamente después, la en- III
ferma sufi'ia enormemente; le parecía que rompían los
nervios de su seno, que se lo arrancaban' El
quinto Curación instantánea de un horrible
cáncer, el B0
rlía, que era un domingo (16 de Abril), los rlolores se ile Abril tle t8?l
que ella se-
*e,loUjaton clurante la Santa Misa, en Ia
toda instancia su curación' Ese mis- Se lec en los Annales cle Lourtles de Agosto de lg72:
guía pidiendo con
iro día, al examinar el sitio del mal, sÓIo encontró <El principal testigo de los hechos que
van ír seguir es un
y
una pequeña dureza que después se ha tlisipatlo
eclesiástico de alta inteligencia u g"nnd" pi.a"a,
que ha pa_
sado la vida liaciendo bien en alr,órsas
fun"ione. eminentes, v
t¿m¡i¿f ta hinchazón. Totlo sufrimiento ha desapare-
ho;i cura de una parroquiu consirieralrle, es á ie.icado
centro de una de nuestras primeras ciudacles en el
cido igualmente. ú regenerar una
,,Hóy eo de Abril. nuestro méüico l[r"
¡:*i< ha ates- población obrera que desde hace mucho ticmpo
estana ale;aaa
de Dios.
tiguadó, después de un serio examen y con
grantle
<Por razones personale,s dignas cle todo respeto, al
mal' Entonces autorizar-
sorplesa suya' que no exisbía ningún nos á publicar esta relación no-q ha pedido
que callemos su
nombre r'la ciudad donde la curación ha
fué cuando le confiamos el secreto de nuestra
novena tenido iugar. liefiere
gustoso á cuantos r,an á él lo que vamos
ri decir, y no,qotros lo
y las olaciones reiteratlas tle la enferma' uHermana'
*tU" de su propia boca despué-s de haberlo oído ya
1.,T:: á la
,,4¡o a ésta, felicito á \:. por su confianza; verdade- mrsma persona favorecida. La autenticiclad
de todos los deta_
,,ramente vo no hubiera podido hacer á \r' una opera-
lles tiene en su testimonio, aunque aquÍ quede
anónimo,la más
segurrr cle lus goruntÍas. Iln lo ,lernás,
¡"n"rno, permi.o para
,,ción tan perfecta como esa'r hacer conocer de vir.a voz ó quicn los
¡ri.lir io..-noi,rr.u. q"a no
,,¡Amor y reconocimiento á la Yirgeu Inmaculada' debemos imprimir.
para
que acaba de mostrarse tan buena, tan tierna
con nosotros ! Jamás se borrará de nuestra memoria Ilaría Fanget estaba de sirviente con el abate *x*,
ni de nuesbro corazÓn el recuerdo cle este beneficio' q,ue vivía en compañía de su anciana madre enferma.
,,Pons (Chareníe Infei'id¿r), convento de {Irsulinas djul llevantlo con precipitación un trapo caliente,
-Un
tlel Sagraclo CorazÓn, 3lr de Abril de 1871' la criada chocó atolondrad.amelrte con
el maclero de
,,Son Slx J¡'vrun. ,\t'Perioru geircrtl (I)'" una cama y l.ecibió un fuerte golpe en pleno
seno tle_
lecho, y el ilolor fué momentáneamente
nú- tan terrible,
11) \-éase en lo-c comprobantc-s el certificado del médico' que la pobre joven perdió el conocimiento.
mero 1 bis. Consiguió,

L.
DE NUESTRA snñon¡, DE rJotrBDES 85
84 crENTo crNcuENTA MrrraGR,os

no obstante, clominarse lo necesario para continuar"


rila era sagraila. Snfria constantemente; su seno se
había puesto negro; tumores considerables se habían
prestando sus socorros á Ia enferma. La preocupaciÓn
t',rrmado sobre los costados, hacia los riñones; sn
que tlaba ei estailo cle la señora anciana impidiÓ pen-
tirazo tlerecho, c0m0 paralizado, no potlía casi servir;
sar en el acciclente ocurrid.o á la sirviente, la cual se
pero lista y hábil tanto como enérgican hacía con la
abstuvo de decir natla, pensando que no tendría malas
mano izquierda torlos los oficios de mujer tle gobierno,
consecuencias. Pero el dolor persistió y tomó un ca-
sin que jamás faltara á ninguno tle sus ileberes.
rácter alarmante. El pecho se había hinchado y eI cos-
La tristeza la devoraba; adivinaba la gravedad de
taclo derecho también.
su estado, y p0c0 clespués del accidente se había fijado
Penoso era á llaría Fanget hacer el servicio labo-
en su espíritu una convicción cada día más segura de
rioso de la casa, y tenel que cuitlar aI mismo tiempo y
que su mal era natla menos que un cáncer, un cáncer
á cada instante á Ia pobre paciente en su última en-
que Ia conducía á una pronta y horrorosa muerbe.
fernedad. Pero abanclonarla en este rnomento hubiera
Con todo, y por más de un añ0, llevó sola su ten'i-
sido apresurar su muerté; y lfarÍa, á fuerza ile abne-
ble secreto. Lo que le daba este valor era un senti-
gación y de vigor', logró hacer hasta el írltimo suspiro
niento excesivo de pudor. La idea de descubrir ante
de su ama toclo cuanto requería una sibuaciÓr seme-
un médico su pecho enfermo para hacer apreciar los
jante, y no dejÓ llunca sospechar su propio estado'
estragos de é1, la causaba un horror insoportable;
Mas sentía que stl mal empeoraba, que se extendía
habl¿r cle ellos á su amo era para su conciencia una
lent¿mente pol toclo el costado clerecho, y que sus
irreverencia casi sacrílega hacia el sacerdocio.
continuos trabajos no daban tregua al dolor'
l{o comía apenas; su languidez crecia; pero la fuer-
Su deseo era entrar en el hospítal después de la
za de fe y de su carácter Io tlominaba todo. Sin em-
muerte de su ama; pero p0c0s días antes de espirar,
bargo, no siempre la fué posible disimular entera-
la digna seirora, que apreciaba altamente la piedatl
nente sus tlolores. Había palidecido. y su alegría ha-
firme y recta, la abnegaciÓn, eI carácter de su criada,
bitual le f¿ltaba algunas veces; sn amo la decía que
la suplicó estuviera siempre aI servicio de su hijo y
tlebía estar enferma, )'Ia reñía por no ser sincera y
que la reemplazara á su latlo. La bnena María no
por no cuidarse. Contestaba con unas palabras evasi-
tuvo corazón para rehusar este supremo consuelo á la
vas, y se escapaba pala ir á llorar en secreto. Cien
moribunda, y se dijo: uPereceré pronto en la deman-
veces quiso irse al hospital á fln de evitarse el colmo
da;,, y Ia prometió que no le dejaría.
de sufrimientos que le ocasionaba la actividarl de su
Después de la muerte cle la madre, Ilaría siguiÓ al
trabajo, pero la promesa solernne hecha á la cabecera
selvicio del venerable sacertlote, esclaYa y víctima rle la cama de su ilifnnt& ama la retenía siempre. No
verdaderamente heroica de una obligación que para
E
P

86 crENTo crNcuENTA Mrr,acnos DE NUESTT.a sEÑoRA DE rrouRDES 87


pensaba más que en su próxima muerte, y se prepara-
hiso manifiesta, eI doctor la dijo un día: uNo queda más
ba á ella en silencio. (lue un medio: Ia operación. Y debo advertir á V. que
I\[¿ría vivía muy retiratla. En la gran ciuilarl donde I el resultado no es seguro. Pero haré entrar á \r. en el
residía no tenía más que una amiga. Un día, acosada hospital y ensayaremos.
tle su idea fija, la hizo revelación de su enfermedad y ,,-¡Jamás! ¡jamás ! dijo }Iaría;V. no ne responde
de sus presentintientos, para que esta su amiga la cle curarme, V. no lo esper¿. Y aun cuantlo así fuese,
ayudara con la oración á acabar santamente. La pri- pecho para que
¿cree V. que y0 quiero entregarles mi
mera vez que esta mujer encontró al abate *'¡x, le dió ustedes Io hagan alli tajrulas? ¡Nuncal... Por lo de-
cuenta ile lo que pasaba. Alarmado el sacerdote se más, yo estoy dispuesta á morir...,'
apresuró á ir á su casa, riñó severamente á la pobre Instada por sü amo, la desgraciada joven fué toda-
Mar'ía por su silencio y su loca imprudencia, y le orde- vÍa algunas veces á casa del doctor. Cuando Ia veía
níl fuer¿ inmediatamente á consultar á un médico. Ma- yg¡iv; ,r¡Ah! es Y., pobre joven, le tlecía; me da pena
ría tlijo que hacía tiempo había tomailo el partido de tle ver á V...; yo bien quisiera curarla, pero ya sabe
morir anles que someterse á una inspección que Ie era usted, no hay más que un medio'.. Fuera de esto,
más repugnante que la muerte. El sacerdote entonces, más quisiera yo que no volviera y... ¿Qué he de ha-
usand.o de tocla su autoridad, le itabló sevelamente, cer yo? V. quiere morir... pues bieu'.."
asegur'ánclola que el médico á quien la mandaba era Toda ilusión era imposible. Auténticamente conde-
íntimo amigo suyo, buen cristiano, hombre de tocla rada, y segura por otra parte de su suerte por Ia des-
confianza, y que poclía confiar en él como en su propia composición dolorosa rle sus carnes, María enclerez¿-
mad,re. AI fin l¿ virtnosa joven se resignó á obedecer. ba cada l'ez más toclos los esfuerzos de su alma hacia
El doctor no puclo obtener que ella le enseñara su la preparación para la muerte.
pecho. Ilientras que él palpaba esta aglomeración cle Desde la inf¿ncia habí¿ amado tiernamente á la San-
glántlulas extremadamenle abultatlas y envejecidas, tísima \rirgen con una devociÓn más parbicttlar á Ia In-
un grito inyoluntario se le escapó: *¡Desgraciada! maculada Concepción, y en su juventud le debiÓ un¿l
¿qué ha hecho Y.? ¡Es rlemasiado tarde!" Acababa protección especial cuyo lec0n0cimiento perntatrecía
de observar la existencia de un cáncer de la peor es- siempre vivo en su corazón. trfuchas veces iba á visi-
pecie. tar un santuario de María muy venerado en esle país,
María no se conmovió. Totlo lo sabía ya, y había sobre una tle las alturas de la ciutlail. Le habían ha-
aceptado la muerte que se le anunciab¿. blatlo de Nuestra Señola de Lourdes y de los mila-
Siguió varias semanas un régimen enérgico muy gros que allí se obraban. Algunas veces pidió autori-
doloroso, y cuantlo la inubilidacl de los remedios se zación á su confesor para hacer una noYena á Nuestra
88 crENTo crNcuENTA Mrr/acnos rrouRDES
DE NUESTRA snñon¡. DE 89
Señora de I-,ourdes, pero él nunca la alentaba á efec- ie Lourdes á cacla instante con el ard.or que, ator-
tuarla. D¿ntándola vivamente, le daban las mordeduras tlel
Los dolores iban siendo intolerables, especialmente ,-áncer. Todo fué en yano.
en el costado y en los riñones. Un día vino su amiga A la una de la noche, agobiada de fatiga, Maríafué
á verla, le trae agua de la Gruta, la insta á que haga ¡i echarse en su cama sin esperar el sueño y temiendo
una novena de oraciones con aplicación tle esm agua .iue los dolores se le aumentasen, pero irresistible-
milagrosa sobre el seno enfermo. Acepta, y estantlo nente acosatla por la necesidad de descansar para p0-
ausente su amo para un largo viaje, le escribe á fin ler subir á eso de las cuatro de la mañana al santua-
de que se una á la novena. rio de la Virgen. ¡Cosa rara y hecho único en más cle
Comienzan las oraciones, )'l apenas pensaba María un año ! se durmió casi en seguirla, dulce y profunda-
en solicitar una curación que se había acostumbrad.o mente.
á mirar cono imposible. Lo que sí pedía á Nuestra Al dar las cuatro se despertó, pero un despertar
Señora de Lourdes era sobre totlo una buena muerte. :ranquilo, dulce, sin dolor... Se encontró acostailaso-
Sin embargo, dos veces al día extend,ía sobre su se- i're el lado derecho. y se asustó al pensar el sufrimien-
ilo una compresa fría de agua de la Gruta. Expresar i,r terrible que esta posición le iba á ocasionar, pero
lo que sufría entonces d.urante los diez primeros mi- rada de dolor. La admiración de esto la causó una va-
nutos, la es imposible. Ella nos asegüraba queunhie- sa esperanza. Se incorpora, y nada de dolor tampoco
rro candente no la habría atormentado con más cruel- tn este movimiento tan penoso por las mañanas. Lle-
dad. Con todo, perseverÓ sin que se hiciera sentir nin- sa la mano á su pecho, palpa su estado. busca los tu-
gún alivio. :rol'es que tres horas antes la roían y conducían á la
La novena rlebía concluirse el 1." de }Iayo' El 29 unerte. Su mano no los encuentra; eI seno derecho,
tle Abril por la noche aplicó María el trapo empapado :,rdo el pecho ha vuelto á tomar su forma normal.
en agua de la Gruta, y esta vez le pareció que eI tlo- .'Qué es esto?... ¿qué es esto?... Su inteligencia está
lor iba á volverla loca. Ofreció su angustia á su muy .:,,'mo aturilida, no se atreve á creer lo que ve, lo que
amada Madre y conservó valientemente Ia compresa. siente, lo que es. En fin, se d.a cuenta, y totla su al-
Sn tlebilidad era grande. pero n0 podía estar ni acos- :l¿ se le escapa en un pensamiento, en una alegrÍa
tada ni sentada. Toda la noche la pasó en subir y ba- =nbriagadora. u¡Oh Nuestra Señora de Lourrles! ¡oh
jar la escalera, en correr al aire fresco tlel jardín, en lfaría Inmaculada, Vos me habéis curaclo!... ¡Oh Ma-
entrar en casa para buscar un alivio que n0 encontra- ire mía! ¡Oh Madre míal!!"
ba fuera, en volver á salir... La tortura era intolera- Con esta especie cle vértigo cle felicidarl, María se
ble. La desgraciada joven invocaba á Nuestra Señora ¡'recipita de su cama. coge con sus manos una pe-

b.
90 CIENTO CINCIIENTA UIIJAGROS DE NUESTRA SENoRA DE rrouBDns 9l
queña estatua Ce la Virgen, l¿ cubre de besos y de l', hacemos nada. Siempre tengo que decir á V. la
lágrimas, y le habla á gritos toda transportada de r"rsrna cosa. Es inútil que venga V., y puede retirar-
alegría. Repuesta un poco de su agradecimiento y de - . rri seguida.- Con todo, señor doctor, no quisiera
su emoción, se viste á la carrera y sube la colina li "r irrne así, y le ruego se sirva examinarme est¿ vez.
geramente, sin apercibirse apenas de la rapidez de la qué? demasiado sé lo que lleva V. en su pe-
-,.Para
subicla. ¡Quién dirá los sentimientos que la llenaron ::.. Es inútil.-Señor tloctor, hágame V. el favor por
durante la Santa trIisa, en la Comunión y á los pies de ::i3 Y€2... Se lO rü€go.:r
esta rlulce Maclre, delante tle la cual había llor¿tlo -\ccedió al fin por complacerla, y puso manos á la
tanto su alma sencilla, pura, que se encontraba bajo :ra. Pero sus dedos no encontraban los tumores. Ex-
la primera impresión de la operación misteriosa que -inó muy vivamente¡ ,r¿I\Iar,ía, ¿qué es esto? ¿ qué
había obrado en ella Ia Yirgen lfaría!... r hecho V.? ¿Ha ido V. á ver otros médicos? ¡IIa-
Hasta Ia mañana de que hablamos, la bajaila de la :-t \'.!-¡Oh! no, señor tloctor, tlijo tranquilamente
colina era para ella un largo suplicio; cacla paso ma- - ,:r'iadÍ[r á natlie más que V.-Pero esto no se expli-
gullaba su pecho conmoviéndolo, y se veía obligada, r¡... \'. está curada, amiga mía, absolutamente cu-
para rlisminuir la intensidail del dolor, á apretarse con ::,1a. Dígame lo que ha pasado.- Vamos, señor doc-
sus rlos manos eI seno y eI costado. Descendió serena :"1'. ¿me asegura \¡. que yo estoy curacla, y confiesa
y gozosa en su alma, sana y ligera de cuerpo2 libre en ..'le ilo lo tlebo á sus remedios?- Sí, ciertamente.-
sus nrovinrientos, sin el menor Iatido penoso en supe- -'les bien, voy á decir á V. mi médico y mi remedio.
cho, y satisfecha cle esta nueva prueba de stt comple- -..'n Nuestra Señora de l-.,ourdes y el agua de Ia Gru-
ta curación. ;. Y he sanaclo durante un sueño de tres horas.-
Algunos días después, cuando había gozado bastan- 'th ){uestra Señora de Lourdes! dijo con un acento
te d,e su milagroso bienestar, cuando se acostumbró := fe y ile profhntlo amor el doctor enternecido. I[¿-
un poco á las delicias de su vida nueva, y después de :ia. lo que V. me dice no me espanta. Yo mismo he
pasar así varios días, se vió segura de qre su dicha no ::bido mucho en mi últina enfermedad á esta agua
era un largo sueñ0, escribió á su buen amo, quien no -ilagrosa. Es V. rlichosa, hija mía; está V. comple-
putlienclo creer en la curación, se figuró no haber com- :.1mente curada.-¡Y quería V. hacerme tajadas ! aña-
prendido la carta y pidió con urgencia explicaciones. :¿ rientlo María; la Santísima Virgen no lo ha permi-
La afortunada sirvienta fué luego á ver al doctor. :l'lo.
',
'r¿Otr¿ vez, María? dijo con bondatl al verla; ¿vie- El excelente doctor
se hizo contar los pormenores
ne V. cono siempre á importunarme? \r. no quiere It la novena.
hacer lo que es preciso; pues bien, sin la operación El accidente que ocasionó el cáncer tuvo lugar á
92 CIENTO CINCUENTA MIITAGBOS DE NUEST.RA SENOBA DE I,OIIBDES 93
principios ile 1870. La curación se obró el 30 de -a los hechos referidos como tedtigo ile ellos, y cree
Abril de 1871. tn el milagro como en la evidencia. El doctor ha dado
I{emos visto á María Fanget un año tlespués del :u testimonio, reservailo, pero significativo. Los he-
suceso. Estaba vigorosa y lista, y ella sola bastaba :hos son ciertos, nosotros lo sabemos; nosotros Io
para el gobierno muy laborioso de la casa. Ningún ¿irmamos altamente y con totla seguritlad; toca al
síntoma d.e su horroroso mal había reaparecitlo, y ja- i.uen sentido y á la buena fe sacar las consecuencias
¡nás había vuelto á sentir dolor. ,jue se deducen tle ellos en la esfera de liberiad que
La narración tle esta humikle hija tlel pueblo, he- r,,'s deja la fglesia.
cha con una perfecta frescura de memoria, nos dejó
una profunrla y dulce impresión de respeto y tle reli-
gión. La verdad brillaba en el acento, en todas sus
sílabas. Sus ojos se humedecían. Se veía obligada á
detenerse. *¡Oh ! tlecía. sólo el pensar en lo que me
ha pasado, me penetra... me obliga á llorar... ¡Dios
mío! cuando yo me digo: ¡Es á mí á quien la Virgen
ha mirado, á mí que n0 soy nada! ¡Oh María!!"
Por último añadió: ,,Algunos momentos no puedo
creerlo, y estoy bajo esta impresión destle los prime-
ros días: me parece un sueño." Yolvitlándosedenues-
tra presencia exclamó: u¡Oh Ia Inmaculatla Concep-'
ción... esta Inmaculada Concepción!! clecía, fljos los
ojos en el cielo. ¡Oh qué buena es la Virgen María!
¿Cómo no quieren creer en Ella? ¡ Dichosa Gruta, á
tlonde voy con el pensamiento muchas veces y á clon'
de quisiera ir con mucho gusto para tlat' gracias á la
Santísima \¡irgen ! Se lo he prometitlo; soy pobre;
Lourdes está muy lejos, pero iré si no es enteramen-
te imposible. ',
abate ***, hombte grave y acostumbratlo á las
EI
grandes responsabilidades, de espíritu muy cultivatlo,
con la fecunda y brillante mad.urez de su talento, afir-
'!
1
I
_q

I
l.ü,
94 CIENTO CINCLTENTA MII/AGBOS DN NUESTBA SENORA DE I]OURDES 95
uLa vísper¿ de Pentecostés empezamos una novena
uniénalonos á la llisa que se rlecía con esta intención
todos los días delante tle una imagen de la Virgen mi-
lagrosa. Ese dí¿ la enferma, sostenida por dos per-
IV
sonas, no p0día mantenerse un segund0 s0bre sus
Curación milagrosa de una joven polaca ol p8 tle piernas y mucho menos dar un paso. El primer tlía tle
Mayo tle l8?1, en Ia ffesta tle Pentecostés la novena por la noche nuestra hija tomó el agua de
Lourtles. Al clía siguiente trató de levantarse, pero
Nucstr¿r Señora de Lourdes es conocida ¡. amada en polonia. sintienclo rna grande debilidari en los riñones. se vol-
'Con bastante frecuencia piden agua de la Gruta para este lejano
vió á acostar; y después de decir las oraciones de la
é infortunado país; y ri pc-sar de todo-s los obstáculos, los pere-
grinos v enfermo,q polacos vienen al venerado Santuario de la novena nos pidiÓ el frasquito del agua milagrosa, be-
Virgen Inmaculada. lln 1871 tos diarios de Galitzia publicaron bió algunas gotas, humedeció con ella sus dedos, y ha-
la curación de una joven que todo-s, incluso los médicos, han cienclo l¿ señal de la cruz sobre la espina tlorsal con
con-"iderado como milagrosa. Una ReligiosLr dominicu, que co-
noce particularmente á la f¿milia, nos dice que la joven polaca, una fe y confianza que sólo Dios puede clar, se levan-
de unos diecisiete año-q, entre otros male_q quc teni& estabil tó enseguirla y atravesó totla la habitación sin ayuda
atacada de epilep,.ia; que sus padres habían hecho venir de Ro- tle nadie.
r¡a á un célebre ntédico, ¡'que todos los remedios no bacian
¡¡ils que uumcnl¡r el m¡rl. ,,La curación er& evialente, nadie pudo negarlo; los
He aquÍ la caria que la noble.r. ¡riadosa nradre de Ia joven médicos, tanto alópatas c0m0 homeópatas, que habían
curada escribió entonces al párroco de Lourdes: €stado asistiendo durante tantos meses á nuestra hiia'
están conformes en decir que esta curación de ningún
úrSeñor Cura:
m0al0 puede atribuírse á sus remedios, que nada ha-
,, P0r una casualidad provitlencial oímos hablar cían, sino ciertamenbe á una gracia espeoial de Dios.
hace meses de la célebre Gruta cle Lourdes y rle los ,,El mismo tlía de esta brillante manifestación del
estupendos milagros que allí se habían obraclo por in- poder de la Santísima Yirgen, nuestra hija se pasea-
tercesión de la Madre de Dios. Un sacerclote, víctima ba con n0s0tr0s por eI jardín. siendo así que la víspera
de la opresión rusa y desterrado á Siberia. nos reco- era conilucitl¿ en ün cochecito, no sentacla sino acos-
mendó con instancia que recurriésemos al agua mila- tada como en la cama y sobre almohadas.
grosa para nuestra hija María, enferma desde hace ,,Al principio de la lto\'ena habíamos prometido que
dieciocho meses de un sufi.imiento ner.vioso, compli- si la Madre de Dios nos obtenía la curación cle la en-
cad.o con una enfermedad de riñones que le había com- ferma, haríamos insertar en los Annctlr:s de Lotudes
pletamente quitado el uso de las piernas. esta gracia tan peclida; ¡. á fin de cumplir con este tle-
96 crENTo crNcuENTA urrJaenos NE NUESTRA SEÑORA DE I,OU.RDNS 97
ber tan dulce y consolador para nosotros, comunica- i,:np€r antes de nucho tiempo el hilo de esta frágil
mos á V. la noticia de la gracia que hemos obtenido
':xistencia.
por la protección de la Santísima Virgen. Los médicos ernplearon todos sus l.enedios para
,,,..Dígnese aceptar, señor Cnra, etc. ,:onbatir el mal; las ventosas y la electricidail,
todos
1,,,s medios suministr.atlos por Ia
,,Eulr,rA Srnzyx'sx.a., condeso ile,Ictbton homeopatía y la alo_
otus/¿a" patía fueron impotentes. L-n médico homeópata,
mon_
<Kros'cienko (Gali'.zia austriaca), l8 de Julio de 187t.> sieur Held, yenido de Roma á Cr.acovia, iogró
clespués
r,lr un largo tratalniento calm¿rlos paro,risiros uer.vio-
,ios, pero la meclula espinal no se curó.
Seis años de,ep¡d.-., en el mes tle Abril de 1877, la Srla. IIaria
I)os sacer.dotes polil.cos, uno d.e ellos confesor.
de la
Skrzyn'ska ha venido á Lourdes con su piaclosa maclre y la se- Ie, el c¿rónigo Ignacio Domegalski, desterrado
du_
ñorita Lucía trlicroszorvslia, una rle sus amigas, para dar gra- iante cinco años en Siberia, pr.r_rpusieron que se
cias á la Santísima Virgen Inmaculacla, clejando en el Santnario ¿cu_
,liera á la intercesión ile l{uestr.a Señora
ttn e&:oalo en acción de gracias, Debemos ú los pormenores áe Lourcles,
más circunstanciaclos que estas señoras dieron entonces á los rmpleanclo el agua de l¿ Grut¿. Se buscó clicha
aguá
Padres Nfisioneros, la relación siguieute cluc -ce publicó en los cn Cracovi¿ sin poderla encontrar, hasta que
Annales del mes de Junio cle e-cte mismo arlo de 1877: al fin
una Religiosa dominic¿ pudo facilitar un peqneño
fras_
co diciendo:
La Srt¿. flaría Skrzyniska, joven polaca cle die- "He aqní el agua preciosa; que sirva para
gloria de i{uestra Serjora de Lourdes y que
hagan
cisiete airos, t'ivía en l{ros'cienko, cerca cle Krosso, ulla ltovella e[ su ltonor.,,
en Ia Galitzia austriaca. El 14 tle Noviembre de 1869 Era el 27 de }Iayo de 1871. Este mismo dí¿ á
las
fué atacada de una enfermedad grave de la medula ,1oce, los pailres de ]Iaría
habían eusayad.o inútilmell_
espinal. Después de seis semanas de sufrimientos que- :c por seis veces hacerla estar en pie, y el mismo
es_
iló irnposibilitatla de analar, y pasó más ile un año sin :¿clo de la enferma se comprobó á las
nireve de la no_
poder estar en pie. Tomábanla en su lecho c0m0 á un :he. Es de aclvertir que destle h¿rcía seis
semanas n0
niñ0, y la llevaban en los brazos para colocarla en una .e aplicaba ningirn remeclio.
silla tle manos ó en un sillón de ruedas. Durante año En este momento comenzó la novena. Siete pttter
y medio no ha vivido más que de frutas y de algunas 1; "l'oc se I'ezaron en familia. Mientras que la madre
legumbres, n0 pudiendo comer carne ni ningírn otro ,ie llaría continnaba arroclill¿da
suplicanclo á la Vir_
alimento substancial; y sn cuerpo, reducido en poco :en Inmaculacia que cllrar¿ á su hija, uu¿ tle sus
tiempo á la piel y á los huesos, sólo era un esqueleto. rrlrigas, la Srta. Lucía Mieroszowska, iomó
el agua
Algunos paroxismos neryioso-c amenazabalr acabar de :rilagrosa, clió de beber algunas gotas á la
enfernñ y
98 crENTo crNcuENTA Mrrracnos D¡ NUDSTR,A snñonrr DE r,ouRDES gg
echó una poquita sobre la espina dorsal. fln instante
después, María se dormía tranquilamente sin desper-
t¿rr hasta el día siguiente por Ia mañana, que era clía
tle Pentecostés. María entonces hubiera deseado viva-
nielite levantarse, y quiso hacer un ensayo' pero las \¡
fuerzas Ie f¿rltaron. Piclió c1e nuevo ei agua de Nues-
tra Señola de Lourcles, hizo la señal tle la cruz, bebió üal de ojos curatlo repentinamente. (León Col-
y la apticó también á sus liitones'.. De repente se le- longues, tle la tliócesis de Tarbes, p tle Julio
vanta, echa á andar y llena de alegría da gracias á la de r8?l).
Virgen Inmaculada. Acudieron los padres, y locos de
g0zo n0 hicieron más que t-ezaÍ ! Ilorar. Después sir- Perdido en el fondo de montañas salvajes. el pinto-
vieron el almuerzo, y llaría se puso en la mesa con resco valle de tr'erriéres, en la diócesis cle Tarbes,
su famili¿ comiendo de totlo con buen apetito. está habitado pol familias de carboneros. En lg70 eI
La noticia de este prodigio se extendió en Craco- tiía del Cotyus, uno de estos pobres obr,eros, apelliila-
via, y contribuyó á establecer Ia devociÓn ¿i Nuestra tlo Collongues, excelente sujeto 5. buen cristiano, ha_
Señor¿r de Lourd.es en est¿r ciudad y en todo el país. bía sido curado repentinamente en la Gruta de Lour_
Descle este momento se han contatlo en toda Polonia des de una larga ¡. cruel enfermedad de estómago, y
ulr grarl número de curaciones consideratlas como mi- había conservado, así como su familia. nna confianza
lagrosas. grande en Nuestra Señora de Lourdes.
En el mes de Junio de 1871 su hijo León, bueno
-v
jovial niño rle once años, fué atacado de una infla-
mación grave á los ojos que hizo rápidos progresos,
hasta que á los quince días tle sufrimientos perdió en-
teramente l¿ vista. Sus afligidos padres, al tiempo de
levantar la venda que le cubría los ojos, abriénclole
los párpados no veí¿n más que sangre. El pobre niño,
cruelmente atormentado por el dolor, y habiendo pa-
.ratlo d.os noches sin sueñ0, repetía llorando: ,J¿ no
teré más. "
El 2 de Julio, flesta de la \¡isitación rle Nuestra
Señora, á eso de las tres de la tarile. León decía á su
100 crENTo crNCUENra r[rLAGBos DE NUESTRA spñon¿. DE rrouRDES 101
madre: ulladrer ¿es de noche?-r\0, hijo mí0, des- Después de la olación María fué á dar parte al se-
cansa.-¡Ah! si me llevase V. á Nuestra Señora de ñor Cura, el cual se apresuró á venir.
Lourdes yo curaría.-Te llevaremos allá; tranquilí- dias, señor Cura, estoy curado.
'¿ale.t, -Buenos
bien, hijo mí0. Es menester dar gracias á
Se abrió la puerta; la Srta. lfarÍa Suzac y la her- la -Está
\¡irgen. Tú la amarás mucho ¿no es verdad?
mana tlel señor Cura entr¿ban en la pobre choza. El
niño no cesaba de repetir: *Si yo estuviera en Lour- -SÍ, señor Cura, quiero amarla mucho: Ella
ha curado; ya no sufro, y veo.
me

des sería curaclo.,' Toda inflamación había desaparecido súbitamente


*¿Tienes mucha eonflanza en Nuestra Señora de del ojo derecho, y la poca que quetlaba en el izquier-
Lourdes? le clijo trIaría.-¡Oh! sí, tengo mucha con- tlo no existía tres días después, ó sea el miércoles.
fianza en Nttestra Señora de Lourdes.-Hace un año Desde el martes León se paseaba en el valle, y el jue-
que lengo una botella de agua de ia Gruta: veremos ves estaba encima de un cerezo.
si queda alguna,,, dijo }Iaría, y salió. La Virgen Tnmaculada ama á los pobres y á los
Et niño se rtruetló aguardando con impaciencia, has- niños.
ta que la hermana tlel señor Cura volviÓ y dijo: "To-
ma, hijo nrí0, esto es lo que me resta de agua de Ia
Gruta, un medio vasito., Y Io puso en la mano clel
niñ0, clue lo cogió con avidez.
León bebió algunas gotas tIeI agua tan deseada;
luego tomó su pañuelo, lo empapÓ en eI vaso y Io lle-
vó á sus ojos: *¡Estoy curado! excl¿mÓ con transpor-
te; estoy curailo, veo. ¡Oh! yo veo...-¿Que ves tir?
dijo su madre fuera de 5i...,r Y el niñ0, abriendo ex-
traordinariamente ios ojos y enseñando con el tledo
los objetos, exclamó¡ uAquí está el pan... aquí eI
libro...,'
La matlre se echó á llorar, y Ia Srta. Ilaría llo-
raba también. *Vamos, dijo ésta, hay que dar gracias
á la Santísima Virgen; recemos el Rosario.'r Y las
d,os mujet'es se pusieron de rodillas y lo empezaron á
rezar. León, arrodillado en stt camar contestaba.
| ,,¡" ''
I

102 CIENTO CINCUENTA MILAGR,OS DE NU]TSTR,A S.IÑOR,A DE ITOURDES 1()3

capilla subterránea y de haber recibido la Sant¿ Co-


munión, me clirigí á Ia Gruta con Mauricio par¿ rezar
el Santo Rosario. Acabada nuestra or'ación, pedí per-
miso para entrar en la piscina á fin de bañar libre-
VI mente la cabeza de mi querido niño, y allí le hice co-
piosas ynumerosas inmersiones, á las cuales se prestó
Mauricio Lagorsse, tle nueve años, recobra súbita- r:on la mejor yoluntad.
mente en la Gruta el oíilo pertlitlo hacía tlos años ., Inmediatamente después n0s aliriginl0s al conven-

y metlio, el 28 tle Julio ile 1871. to para tomar la colación que V. nos ofreció bondado-
samente. Apenas había empezado eI niño á comer, lne
Nluuricio Lagorsse, de Tourtoirac, cliócesis de Périgueux, tlijo con viyeza: uPapá, oigo... papá, oigo.-Bien
tuvo ¿i la edad cle siete riios en la oreja izquierda un absceso
sé que oyes, quericlo hijo, le contesté; pero es del
(especie cle tumor) que le plivó enteramente tlel oido de este Ia-
do, para cuya curación fué conducido en 1870 á las aguas de oíclo bueno.-Papá, le tligo á Y. que oigo rlel oído en-
llarége-s. Uno de los médicos clel lugar, el Dr. Vergez, después fermo; y por l0 demás siento un hormigueo extraordi-
de haber examinado atent¿tmente el conclucto auditivo, cre-vó nario en est¿ oreja desde ctrue salimos tle la piscina."
que la membrana ciel timpano habia sido rota por el mal'
En el mes de Julio cle 1871, la evacuación purulenta y la sor-
,,Vivamente conmovido me levanto entonces, me
dera completa persistían airn, y -se resolvió que el joven X{auri- acerco á Mauricio, tapo herméticamente la oreja bue-
cio hiciera una nue\ia temporada de agutr-c termales. Al pasar na, y le dirijo en voz baja varias preguntas. IIe res-
por Lourclc-. el niño fué curado I'epentinamente en la Gruta.
He aqui la interesante relación que t'l padre del niño dirigia
pondió con perfecta facilid.ad y sir la menor dificul-
al Superior rle Ios lnisioneros. t¿tl. Yo estaba maravill¿do. Debo decir á V., mi re-
verendo Padre, que desde hace dos años y medio este
'I'ourloirac, por Excicleuil (Dordogne),20 Enero de 1872" niño no había oído un sonido por esta oreja que los
nédicos no me daban ninguna esperanza rle la cura-
,,lli reverentlo Padre :
tión de este 0íd0, y que al dirigirme á Baréges yo
,,En Julio tle 1871 había yo pal'tido para Baréges tampoco la tenía de que recobrase el uso de é1, sino
á procurar la salud tle mi hijo }fauricio, ctlando al pa- ,.irnplemente de la curación del absceso. 'Ienía, pues,
s¿r por Lourdes tttve el pensamiento de ir á la Gruta mil buenas razones para estar maravillado.
para recomentlar á la Rienaventurada Virgen }faría .,En este momento fué cuantlo hice llamar á V. á
la estación de aguas que íbamos á hacer, y pedirle le tin de participarle mi alegría y mi feliciilacl.
fuera verdacleramente saludable. .,El mismo día fuí á Baréges. IIi primera visita fué
uEra el 28 de Julio: después de oir ia lllisa en la al f)r. Vergez, que había asistido al niño el eñ0 pa-
. /¿'

104 crENTo crNcuENTA MrrraeBos DE NUESTRA snñon¿. DE r,ouRDES 105


sailo, quien después de examinar cuicladosamente la
oreja me rlijo: u¡Qué diferencia rle ahora al año pasa-
do! está mucho mejor.-Doctor, le rlije, examine V.
si encuentra la membrana del tímpano.,
,,Después rle haber mirado bien con sa speculurn YII
me tlijo: uAhí está...
"
,,Mauricio oye siempre muy bien. Yerdad es que el Curación instantánea tle una úlcera cancorosa, en
absceso y la evacuación duran todavía, pero esto no Blois, el 12 ile Octubre tle lg?l
le impide hacer con éxito sus estudios en el pequeño
Seminario tle Versalles, y tendrá pronto la dicha de Un piadoso seminarista de la diócesis de Blois escribÍa al
Su-
ser admitirlo, á pesar de su tierna etlad, á la primera perior de los misioneros de Lourdes Ia siguiente relación:
Comunión.
,,Damos gracias á la Santísima Yirgen por haber <tslois, 2l de Noviembre de 1871.
abierto el alma d.e nuestro pobre niño á las santas
inspiraciones cle la gracia, después de haber sanatlo ,,Mi reverendo padre:
la membrana del tímpano que estaba tan destruída, y sPermítame V. le pida una página tle los Anna,les
creaclo, por decirlo así, de nueyo el órgano del oído, tl,e Nr¡tre Dame de Lour¿les para publicar un hecho
humanamente perrlido para siempre. prodigioso de la misericorrlia de la Santísima Virgen
*Esta es: reverendo Padre, la exacta y sencilla sobre una pobre mujer de esta ciudad rle Blois. puedo
verclad. Puede V. hacer de este escrito el uso que asegurar á V. su autenticidad, pues fuí uno de los
guste. testigos oculares. ¿No sería ingratitud hacia una Ma-
r,Tf . LaeoR,ssn. 'r dre tan buena dejar ile publicar las gracias que en su
bondad derrama sobre la tierra, especialmente en un
siglcr en que se rechaza con desprecio todo lo que ile
cerca ó de lejos tiene relación con lo sobrenatural?
He aquí el hecho.
,,Una pobre mujer llamada Gousse estaba atacada
de una úlcera cancerosa en eI estómago desde el 12
rle Julio rle 1870. Había ido tiranrlo, completamente
€xtenuada, hasta el 15 de Agosto rle 1g7l; mas con_
sumirla por tan terrible mal, se vió obligarla á guar_
.'¿'

106 CIENTO CINCUENTA I{II,AGROS DE NUESTRA suño¡.l DE rrouRDES 107


clar cama para n0 dejarla más. Las palabras de la en- r,itlillas la mayor parte tlel tiempo, y después tle este
ferma expresan mucho mejor de Io que yo pudiera ha- tributo de reconocimiento á Ia Virgen sube de nuevo
cerlo el estado en que se encontraba. á su casa y se ocupa en sus habituales quehaceres.
ul,os sufrimientos qüe y0 patlecía, dice, no son ..Este es el hecho, mi reverendo Padre, contado,
.¡comparables con ningírn sufrimiento tle acá bajo; yo niuy sucintamente. Desde entonces he visto tres ve-
r,no podía ilarles nombre; me figuraba tener un reptil ,:es á esta protegida ele Nuestr¿ Señora de Lourdes:
(que me devoraba poco á poco. Los accesos de ilolor rlabaja, está alegre, y el día de Todos los S¿ntos se
a€ran müy largos; duraban á veces todo el día, y ill€rcó á la Santa llesa clando gracias á Jlarítr por su
uctranilo cesaban yo no me atrevía á respirar, por te- I'rotección especial.
rmor' de despertar el monstruo adormeciclo.u ..Suplico á V., pues, mi reyerendo Padre, haga co-
.,Ni métlicos ri rnedicamentos proclucían eI menor l-rc¿tr €n la iglesia de Nuestra Señora de Lourcles, en
alivio á sus crueles dolores, cuando el 10 de Octubre acción tle gracias por este prodigio, una pequeña placa
último me vino al pensaniento hablarle de Nuestra de mármol con esta inscripción: *Rss6¡o.1*iento á
Señora de Lourdes: y0 acababa cle recibir diez bote- -)[aría; Blois, 12 de Octubre rle 1871.,,
Ilas de agua de la Gruta, y le ofrecí una tle ellas, que ,,Sea Dios alabado, y demos gracias á l{uestr¿ Se-
aceptó con pronbitutl. n(lra de lrourtles.
.,Al dia siguiente hizo uso clel agua á eso de las
i,Er, ¡.n¡.:rn Joncn SoNNnr,
cinco cle la mañana; y ¡0h naravillos¿ bondaü de la <(l ran Seminario dc BIois.>
Virgen Inmaculada ! en yez de los crueles sufrimien-
tos de costunbre se duerme cou un sueño dulce y li-
gero; y ¡cuál no es su sorpresa cuando al tlespertar,
á cosa de las siete, en lugar de sufrir los terribles
tormentos de costumbre, se sintió fuerte y vigorosa
como anbes de su enfermedad ! ¡ en seguida se de-
claró curada, y para dar una prueba evidente tle su
curación fué á l{isa á dar gracias á la Santísim¿
Yirgen !
"Parte, y esta mujer á quien yo veía la víspera su-
frientlo horriblemente, baja con paso vivo y alegre
una de las pendientes rápidas qüe se encuentran á
cada paso en Blois, Ilega á la iglesia, oye la lfisa de
\'"
DE NUESTX,A SEÑOna DE rrounDEs 109
108 crnNro crNCUENra Mrr,Acn,os a
:npez6 espontáneamente, sin golpe ni caída, y ¿l ter-
-.r di¿ la articulación estaba hinchada, colorada, dolo-
:,,s¿. y vino la fiebre con pérrlida del apetito. EI doc-
:,-'r Emilio Collarcl, de Lieja, hizo aplicar sanguijuelas

\¡ttrT : iuego un ungiiento y cataplasmas. Bajo la influencia


l: este tr¿tamiento y después de quince días de un
Curación instantánea rle una artritis aguda (1) :¿p0so absoluto, tuvo Ia enferma una mejoría cOnsi-
el 25 tle 0ctubre tle 1871 ltrable, pero la hinchazón no había desaparecido ente-
:¿mente; los dolores eran siempre vivos, los movimien-
:,-,s imposibles, y hubo que recurt.ir á una porción de
Este hermoso miiagro tuvo lugar en Tirlemont, diócesis de
* I-ieja, en l}élgica. Desde hace muchos años, y e,s¡recialmente rejigatorios, algunos d.e ellos salpicados de morfina, y
;!
desde la maravillosa curación de Pedro Hanquet, maestro alba-
il ñii en Lieja (que hemos referido en otra parte), la fe \,iva y ge-
i,,rr'fin se ¿plicó un vendaje almidonado.
t!, ..Llegó el 16 de Agosto, época de las vacaciones, y
r nerosa de Bélgica no ha cesado de atraer sobre los belgas ben-
i, diciones especiales de la Inmaculada Concepción. :ni hija no estaba crlraala, pero iba mej0r. Yo deseaba
t:
tl Por todas partes se han erigido y erigen aún estatuas de la rivamente que volviera á mi casa, y los doctores Stroo-
t.
t' Virgen de Lourdes, y en r.arios sitios copias de la Gruta mila-
grosa que recuerclan á la piedad de los fieles tan conmovedores :'ands, tle Tirlemont, y Emilio Collard, de Lieja, que
i1
6j
t milagros. En Oostacker principalmente, cerca de Gante, se ve !e ha6ían reunido v¿rias veces en consulta, no se opu-
¡ desde 1875 un Santuario que se ha hecho ¡'a tan célebre, que ia sieron al viaje. La traslación fué sumamente penosa, á
I
piedad popular lo ha bautizado con el nombre de <<Lourdes.>
ii
t- No debe extrañarse, por tanto, que la SantÍsima \rirgen se [,esar de todas ]as precauciones que habíam0s tomado,
*, complazca en multiplicar su,e prodigios en ese país, tan bueno .r al día siguienbe de nuestro arribo la rodilla estaba
t: todavia. El año de l87l nos ofrece varios que brillan entre otros
Í rás encarnatla, más hinchada y rlolorosa, de suerte
¡ muchos por su resplandor y autenticidad. Sólo uno referiremos
I que ha sido obrado en una joven educanda del Sagrado Corazórr lue fuer'on neces¿rias sanguijuelas, cataplasmas y
J de Bois l'Evéque. La misma madre de la niña afortunada hizo '-'tlos vejigatorios. A los quince días el mal había vuel-
la narración que copiamos aqui: i,-' al mismo punto que el rlía de la particla de Bois-
l'IJvéque, salvo qne los dolores eran lnás vivos, y aun-
Tirlemont (tsélgica), Diciembre dc l87l ,{tie se ensayaron varios remedios tanto externos como
,,Mi hija Elena, etlucanda del Sagrado Corazón de internos, n0 se pudo calmar el sufrimiento.
Bois-i'Evéque (Lieja) fué atacarla á fines rlel mes tle .,EI Dr. llichaux, de Lovain¿, vino á consultar
Junio último de una inflamación de la rotlilla. El mal iorl los 0tr0s clos médicos. Convinieron en qtre se si-
cuiera el mismo régimen, es decir, dosis considerables
(l) Se llama así una inflamación de las arterias, enfermedad de morfina que se introclucían bajo la piel, ¡r que des-
rnuy peligrosa.

¡
.\, ¡)..\

"r'
110 ., crENTo cTNCUENTA MrrrAGRos DE NLTESTR,a srñonr DE r,ounDrs 111
pués de algunos clías se enplease el cloroformo para .. no había podido soportar el vendaje almiilonado clel
aplicar un venclaje almidonado ó en¡'ss¿¿. que reem- .. rnaltes, empezó á mejorar; yo tenía nucha esperan_
plazaría á Ia almohadilla que sostenía la pierna. Pero .. za y mucha conflanza. Haci¿ medio día puse nna nue_
nos opusimos al empleo del cloroformo, y pasó todo .. ya conpresa sin aclvertir cambio en el volumen cle la
el mes de Septiernbre sin que se pudiera aplicar el ..rodilla; ¡' toda la tarile, lejos tle estar mejor, sufría
.. nás. En fin, á las cuatro y á las nneve
venilaje ¡' sin que la enferma putliese soportar el más de la no-
pequeño movimiento. Durante este mes de Septiembre .. che tomé cle nue\ro el agua milagrosa.
IIi médico,
los médicos recurrieron aI hierro cantlente para ca[- ..llr. Stroobands, estaba presente. Yiendo que los dolo-
terizar la rodilla en unos cuantos puntos aislados, ..res aumentaban, me pidió dejara aplicar una compre-
.. sión calmante. Lo rehusé, y solamente quise que
cuya oper¿ción se repitió varias veces. Jrero ¡ay! sin exa-
.. minara mi pierna. trl observó la hinchazón, y que con
resultaclo. y el dolol no clisninnyó. Por fin, el 10 de
.; motiyo de la postura liabía una contracción cle un d.e-
Octubre se decidió poner, costare lo que costare, el
.. do á lo menos. Sin dejarme desanimar traté de dor-
vendaje almidonado. Se aplicó: pero los sufrimientos
eran tan vi\'os, que tuvieron que quitarlo. ..rnir, y lo conseguí perfectamente, pues no me des-
u Mi hrja, que toilo lo había soportatlo con valor, .. perté hasta el clía siguiente, lo que no rne sucede ja-
cornenzaba, no sin razón, á desesperar, ¡'tomó la reso- ..rnás. La primera cosa que hice fué mi novena. lIi
.. rodilla se hallaba en el mismo estado de Ia noche an-
lución de hacer una novena á Nuestra Señorrr tle Lour-
.. terior, pero mi confianza se había aumentado. Traté
rles. Aquí clejaré que hable e)la misma, transcribiendo
la carta que dirigió á una de sus amigas al día siguien- .,de levantal'me. mas el dolor era tal que me caí sobre
te de su curación: ,. el sillón colocad.o al pie de mi cama, y como putle
,, Había yo escrito á Bois-l'Evéque para pedir agua .,procüré volverme otra vez á ella. Tomé de nuevo el
,, de Nuestra Señora rle Lourdes, pero no tuve valor ..agr¿ de Lourdes, y fi.oté mi rodilla durante meilia
( pa,r& agü&rdar la que me había sido prometitla, ,.hora poco más ó menos. l{e I'olví ár levantar. y
¡tan ¡olr
cpersnad.ida estaba de que iba á obtener mi curación! ..tticha!!l estaba curada. Di inmedi¿rtamente varias
,, Habiendo sabido que una señorita de Tirlemont tenía :; vueltas por mi cuarto sin sentir clolor ni tilantez:

,, de tlicha agua milagrosa, me apresuré á pedirle; y el .. toilo había desaparecido. lle puse de rodillas
sin l¿
¿, 14 tle Octubre, á eso de las nueve de la mañana, apli- ..menor dificultad. Estaba curacla, y bien curacla, por
r qtté la primera compresa rezando la pequeña oración .. Nuestra Seirora de Lourdes. La emoción que
experi-
¡; que decíamos en Bois I'Evéque en el mes de }fayo: .. menté en aquel momento no la olviilaré nunca;
toda-
-. vía estoy desconcertada.
' en seguida bebí algnnas gotas, diciendo an Ilemot'are ,, Dentro pocos tlías parto para Lourtles.
¿.
)' tres Aue lfaríss. Una hora clespués mi rotlilla, que
I12 crENTo 0TNCII¡NTA lrtrJacnos DE NüEs.rRA sEñoRA DE rrouBDES 113
r,¡Cuánta verdaal es que la Virgen no hace nada á
nmedias! mi mamá, á quien una impresión fuerte pone
smal&r no ha sentido absolutamente nada, y por cierto
{(que la emoción de ayer fué bastante grande.,
,,Cuando vinieron á decirme que mi hija estaba cu-
IX
rad.a, no quise creerlo, y era sin embargo una realidad.
N0 trataré de tlescribir la sorpresa, el estupor cle
toda la familia: todos se preguntaban si era aquello un
Dos curaciones milagrosas en los Estatlos Unitlos
sueño. A estos sentimientos sucedieron la alegría y la ile América, en Octubre de lg?l
feliciclad, pues Ia curación era bien conrpleta y n0 p0-
tlí¿ dudarse; mi hija andab¿ exactamente como si nun- El24 d,e Octubre de l8Tl la H. Alovsia, Religiosa de Nuestra
ca hubiera tenido nacla, y ese mismo día Ia vicron los -Señora en Namur (Bélgica), escribía á los padres misioneros
.ie Lourdes pidiéndoles agua de la Gruta.
médicos y atestiguaron el hecho, no sin grande admi-
ración.
<<La curación se mantiene perfectamente, y hoy la ,,Potlrá V. comprender cuán deseada será esta agua
rodilla ha vuelto á su estado normal. salutlable en los Estatlos Unidos, cuando sepa las cu_
raciones que obra.
J. Blvcr¡.nnts." ,, El sábado pasado recibimos clos cartas,
cada una
de las cuales nos traía la noticia de un prodigio: los
El de Octubrc de 187i, añaden los Annales cle Lot¿rdes
17
transcribo para qüe beniliga \.. á la Santísima yirgen
la Srta. I3.lyckaerts venia á cumplir en la Gruta su peregrina-
ción de acción de gracias. Nada dejaba sospechar en su marcha nuestra Madre fnmaculacla.
la cruel enfermedad que ha sufrido; pero su agradecimienio y ,,En Cincinnati (Estarlos tfnitlos), en la Comuniclarl
su alegria publicaban muy alto el favor quc recibiir de la Virgen
tle Señoras del Buen Pastor, un¿ de las Magclalenas
Inmncul¡da.
sufría hacía tiempo cle úlceras en la pierna. Tenía dos;
tuna encima de la rodilla y otra tlebajo. Estas llagas
eran tan grandes, que el asiento rle un vaso podía en_
trar en ellas, y la infección que esparcían era tal, que
nadie podía estar cerca de la enferma más de dos ó
tres minutos.
u Habiendo oírlo hablar esta persona
rle los milagros
obratlos por Nuestra Señora de l_.¡ourdes, tuvo con_
nt
.y

114 CIENTO CINCUENTA MII.,AGROS DE NUESTRA snñon¡. DE rrouRDEs 115


fianza ile que el agua de la Gruta la curaría; pitlió al- bÍa comulgado la misma mañana de este dichoso
tlía,
guna cantidatl de ella, y toda la Comunitlad empezó y ahora va á la iglesia y visita á sus amigas.
una novena. Toclos los días la Hermana que cuidaba ¡, Esto nos ha sido
escrito por una de nuestras Her-
á la pobre enferma echaba algunas gotas tle esta agua manas de la casa en donde ha estado rle pensionista.
Ir{o
sobre sus horribles llagas, y al cabo de la novena es- citamos el nonlbre de la población por la naturaleza
taba perfectamerte curada. de esta enfermedad.,
,, Esta curación ha sitlo referiila á nuestras Herma-
nas por Mons. Purcell, arzobispo de Cincinnati.
,, La enferma había entrado como llagclalena por

humiklad.
u En otra ciudad ile -{rnérica, una persor}a joven grá-

vemente enferma hacía diez años, devorada de escró-


fulas en el costado y en la esptrlcla, tenienclo un brazo
de un grueso enorme, no podía ponet'el pie en tierra
y andaba muy tlificilmenbe con muletas. Este año el
mal empeoró, y según opinión rle los médicos n0 po-
día vivir ya mucho tiempo. La pobre enfertna, estaba
-persuadida de que si pudiera tener agua tle la Gruta
de Nuestra Señora de Lourdes san¿ría.
,,Habiendo logrado procurarse algunas gotas, se
sintió mucho mejor, y aseguró que si tuviera más para
darse fricciones en la espalda creía que Nuestra Se-
ñora se dignaría curarla enberamente.
" Hizo nuevas tliligencias,
y logró obtener tle obra
ciudad una poquita de ilicha agua milagros¿. Su madre
humedeció con ella las llagas principales, y rnedia
hora después la enferma conoció que podía levantarse.
Hizo el ensayo, se levantír, anduvo por el cuarto sin
mulebas, ybajó la escalera para ir en busca de su ma-
dre, que no podía dal crétlito á sus ojos;los tumores
habí¿rn desaparecido: estaba enteramente curada. Ha-

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116 crENTo crNcuENTA Mrr,aGgos


DE NUESTRA sEñoRA DD rrouRDns 717
,, Bl octavo día la niña estaba gravísima, habiéntlose
ileclarado además una parálisis de la espalda que hizo
decir al métlico: u Acabo de perder una enfermita cu-
X ..yo estado n0 me inquietaba; sobrevino la misma pa-
urálisis, y murió sírbitamente asfixiada.
uEn la noche clel octavo al noveno día, sola allado
IIna niña ile nueve años curada ropentinameute tle
de esta niña que pocos días antes me amaba tan tier-
fiebre tifoiilea en Estrasburgo el 12 de Noviem-
namente y que ahora no me reconocía, me esforzaba
bre ele 1871.
en hacerle tragar un p0c0 de agua azucarada; pero to-
Et Rdo. P. Char¡', de la Compañía de Jesús, ha transmitido á dos mis esfuerzos fneron vanos, pues n0 podía tragar
los Iradres misionéros d¿ Lourdes la carta siguiente de IVIr' I'l' natla. En lo. mas fuerte tle mi abatimiento me resigne
l\{üller. E,.t¡r relación es elgrito de uua madre llena de reÚono- repentínamente; elevé mi alma hacia Aquel que me
cimiento haci¿r la Virp¡en Inmaculada'
ha probado ya tan severamente, y le ilije: uDios mí0,
Bstrasburgo,3 de Diciembre de 1871' (esta desgracia sería superior á mis fuerzas; sin em-
ubargor que se haga vuestra santa voluntacl.,,
., (-1onindecible satisf¿cciÓn vengo á comunicar á V' *Bn el mismo instante, y corriendo sin saber lo que
el inurenso favor que he obtenitlo pol' intercesión tle iba á hacer, saqué ile un arnario el frasco ile agua de
Nuestr¿ Señora de Lourdes. Nuestra Señora de Lourdes que tuvo V. la bondail tle
.,El 3 de Noviemble mi hija segunda' de nueve años, mandarme cuando la larga y tlolorosa enfermedad de
fué atacada de una flebre intensa )'de dolores violen- mi marido (t); y al contrario rle lo que sucerlió en
tos de cabeza. Creí al principio que no era más que un aquella ocasión, en la cual, si bien oré é hice uso del
enfrí¿miento sitl consecuencias; pero el mal empeorÓ' agna fué sin fe, se lo confieso á V., porque no creía yo
)- cuando tlos días después hice llamar
al doctor', de-
clue pudiese curar; mientras que ahora sin temer nn
ciaró que Ia niña estaba ¿tacada de fiebre tifoitlea' Mi
instante las crtnsecuencias funestas de un enfriamien-
¿batimienbo fué extremado, porque esta terrible enfer- to, clesnudé enteramente á mi niñ¿ y la lavé ile pies á
rnetlad ha hecho grantles estragos en rni familia' cabeza. Su piel estaba tan sumamente caliente, que
.,La niña no era ya dueira de su cabeza; el tlelirio salía ile ella un vapor espeso. Le lavé espeeialnente la
no la dejaba sino por instantes' ¡Ah! ¡qué noches tan espakla, las orejas, los ojos y la boca; ¡tal era el temor
terr.ibles he pasado aI lado tle este lecho cle dolor y que yo tenía á i¿ enfermedad! Tambien ensayé á darle
sufriuriento !1... l{adie más que una madre potlría com- á beber un p0c0 de ella, y ¡cnál no fué mi admiración
prenderlo.
(1) llurió hace un año.
118 CIENTO CINCUENTA MILAGR,OS DE NUESTRA snñonl DE rrouRDES 119
aI verla tragar sin dificultail esta agua, siendo así que
un instante antes rechazaba eI agua azucarada! ¡ Oh!
entonces caí de rodillas y levanté mis manos supli-
cantes hacia el cielo. Aseguro á V., reverendo Padre,
que nunca, nunca jamás ha tlirigido mi corazón tan fer- XI
vientes oraciones á la Marlre de los afligidos.
,,Durante est¿ noche de angustia hice varias veces Curación súbita de un moribunilo en el Brasil, en
la nisma operación sobre mi niña, y por la mañana la Noviembre rle 1871
pobre me estrechaba enbre sus bracitos )' me leco-
nocía... La devoción ¿i Nue-*tr¿r Señora de Lourdes ha hecho en cl
uCuando el médico la vió
se maravillír del carnbio tsrasil rápidos progresos, r. alli también la \¡irgen Inmaculada
se ha dignado recompensar la fe de los fieles con peciosos fa-
obrado desde la víspera, lo atribuyó á una poción que
y vores. como lo testifica la relación siguiente:
había prescrito, pero que y0 no le había dado, pues
en honor tle la verdad tlebo confesar, ahora que está <<Rio Janeiro (Brasil), 23 de Noviembre de 1871.
mi nirla en plena convalecencia, que no le he ilado nin-
guna de las medicinas prescritas por el méilico, antes c,L'na seirora portuguesa amiga mía cayó peligrosa-
al contrario, hasta hacía lo que él prohibía. lnente enferma en mi casa á consecuencia de una in-
,, Tod¿s las personas que habían observad.o á la ni- mensa pena ocasionacla por haber perdido á su hija
ira enferma no podian creer lo que veían, pues estaba única, joven tle veinticinco años. L,lamé á los pri-
fuera de toilo peligro y la parálisis había desapareciclo nieros métlicos de la capital. quienes declararon una
completamente. afección mot'tal de la medula espinal, y no encontra-
r,Aunque el corazón de una madre encierra tesoros ron ni siquiera un alivio á los atroces clolores rle mi
de agratlecimiento, me siento sin embargo demasiado ltobre amiga, cuyos gritos incesantes y espasmos
débil, demasiado inrligna para limitar á mi sola la ac- horrorosos nos bení¿n continuamente en la más cruel
ción de gracias á esta amadísima Madre que me obtu- emoción, pues sabíamos que los socorros de la medici-
ii

r.
vo tan inmenso favor. lIe atrevo, por tanto, á supli- na eran vanos, y esperábamos ver espirar á la enferma
i
I car á V., mi reverendo Padre, que una sus oraciones tle un momento á otro. Recibió la Extremaunción con
á mis débiles acentos, y empeñe á otras almas carita- fe y resignación. Tantos sufrimientos corporales uni-
tivas á que unan asimismo sus acciones tle gracias á dos á los más amargos pesares le hacían la vida into-
mi profunda gratibud por la protección milagrosa que lerable; no temía la muerte.
me ha conservaclo á mi hija. &
utln digno misionero lazarista acababa tle rezar por
uE. l\[ur,r,nn.,
120 CIENTO CINCUANTA MIIJAGROS DE Nu¡lsrna s-ENoRA DE LoüRDEs 121
la segunrla yez al pie del lecho l¿rs oraciones de los I,r'us oyend0 hablal tle un milagro obrado por la Santí-
agonizantes, cuanilo volviéndose haeia mí me pregun- .ina Virgen. Hubo sin embargo algunos médicos que
tó en voz baja si había yo perseverado en darle eI :n su admiración decían formalmente: rr Es ¡n tnilu-
agua de Lourdes con las oracioues de costumbre. Le -gr0.,r Debo manifestar que no daban á estas palabras
confesé que no habiendo obtenido la novena Ia gracia cl mismo sentido que yo, pues se guardaban de atri-
pedida, lo había dejaclo todo para entregarme á la buir al agua de la Gruta esta curación qne ilesconcer-
sanla voluntail de l)ios. .,Señora, me tlijo, es preciso taba su ciencia.
rperseverar; comience v. otra vez y no se desanime." .,Pero ¿qué importa? Esüas palabras en sü boca
¿no
*Obedecí, y sin tartlanza hice beber á la enferma :r.rr por lo menos un testimonio precioso?
en la poción calmante que le dí algunas gotas de agua ,,Mi amiga ertaba irrevocablemente des¿huciada;,
de la Gruta, y como se quejara frecuenlemenle de Ia su'muerte era cosa de instanües, casi del momento.
cabeza, le mojé Ia fi'enbe cou el agua milagrosa, em- Le doy agua de la Gruta, y dos días después vuelve á
papé en ella mi rnano, y así mojaila la pasé por la es- la vicla. ¿Hay en esta dicha inesperatla una causa que,
pina dorsal. la explique?
',La persona que me ayudaba á cnidar á la enfer- ,,Sí, sí. El agua clara... y la bontladosa y poderosa
m¿ no podía menos en sn incredulidad de sonreir, sin Yirgen Inmaculada. Bsta es mi dulce persuasión.
comprencler rtad¿ de mi ardor en administrar ragü& '¡¿Le
parece á V. cligno de ser relatatlo este hecho
*sl¿¡¿,;: cOmO ella CleCí¿. entre l¿rs marirvillas rle ia Gruta? X,o celebraría.
,,Esta sonrisa debí¿ trocarse en ¿turdimiento.
.,AI día siguiente la enferma rlió de repente un gran r, /. ,t. .gr.r
grito, y cay(r en un sopor tan profundo que la creímos
muerta. Al cabo de una hor¿ abrió los ojos, y sin mo-
verse nos dijo que se encontraba bien. Durante todo
'el
día permaneció en la más completa inmovilidad, y
no pudimos obtenel de ella más que estas palabras:
uMe siento bien."
.,Xfas al día siguiente estaba completamente fuera
tle peligro. La convalecencia fué rápiila.
',Nirguno cie los nédicos qniso creer la noticia, y
vinieron todos para convencerse de la curación.
,,En la Facultad cle lledicira se encogieron tle hom-
At{o DE I a72
La Srta. María.Joly,-tr4aría. Dupuy.- René Becquet.-Rai-
-Marra
mundo Caral.-La Srta. Juana Arson.--Sor María
Casimir.-Sor Teresa José.-La Srta. María Luísa Deloón.
Srta. Mercedes Torres.-Margarita Bobe.-Una'Re-
-La
ligiosa atacada de lepra,-La Srta. María.Tisseau.-Mar-
garita Gehier. Druón.-Filomena Patyn.-Josefina
Renaux.-La -Sofía
Srta. Clara Chauvin.-La Srá. Constancia
Leger.-Filomena Simonnneau. - La Baronesa de Lam-
berterie.-Viuda de Ancelín.-La Srta. Aurelia Bruneau.-
Sor María de la Anunciación.-Sor San Martín,

I
Curación súbita y railical de un rebl¿nilecimiento
de l¿ metlula espinal, en Tours, el I ile Enero
ile 1872.
Nuesl,ro primer milagro del aiio de 1872 ha sido obrado en un
monasterio deTours en favor de una buenayhumildejoven
que hizo voto, si Nuestra Señora de Lourdes se dignaba mirar-
la con misericordia, de entrar en la admirable Congregación de
las Magdalenas.
He aquí la carta que dirigió dos meses después de su cura-
ción al redactor de los Annales.

<<Tours, l\{onasterio de Notre-Dame-de-Char.ité, 3 de Marzo


de 1872.
uMi reverentlo P¿dre:
¡,Para mayor gloria rle Nuestro Señor y honor de
su Santísima Matlre, vengo humilclemente á poner en
124 crENTo cTNCUENTA Mrrracnos
.uE NU-ESTBA snñona, DE rrou.RDns l2it
le esta ciudad, que ejerce su profesión en el estable-
conocimiento de V. una gracia preciosa rlue me ha sitlo ,:imiento donde me encuentro, ha hecho cuanto le ha
conceclida hace dos meses durante nna novena que
sido posilOle para aliviarme, lo que consiguió muchas
hice á Nuestra Señora de Lourdes.
reces; pero era par¿ p0c0 tiempo, y mis sufrimientos
uSí, soy feliz en proclamarlo; María, la Virgen In-
lecobraban pronto su intensidad.
maculada, es quien me ha curado, y para manifestarle
,,Mi espalda estaba inclinada como un arco, desile
mi profunda gratitud quiero referir mi curación como ¡'
el mes de l{oviembre los cr.ueles dolores que experi-
una flor humilde puesta al pie del altar en donde esta
nentaba me hacían insoportable á mi misrna y á los
Madre de misericordia, tan justamente llamada el re-
demás. Sentía en mi alma una granile tristeza, vientlo
fugio y la curación de los enfermos, gnsta hacer bri-
,jue todos los remetlios eran inútiles.
llar su poder. ,,Confieso que hasta entonces, creyentlo que Ia en-
"lIi enfermedad, á la que daban el nombre de re- tirmedad me el'¿ más útil que la salud, no me atrevía
blantlecimiento en la medula espinal, data decinco años;
ii peclir mi curación. Pero eI20 de Diciembre, habien-
pero hasta Febrero de 1871, siendo de edad de vein-
,Li venido á visitar la enfermería nuestra Madre Supe-
titrés años, no tuve necesidatl de guardar entera-
riora. me preguntó, así como á tlos compañeras mías
mente cama. l{o puiliendo sostenerme sobre la es-
grar.enente enfermas también, si teníamos confianza
palda, sentía un hervidero en la espina dorsal que me
en Nuestra Señora de Lourdes. Su car,idad nos obligó
tl¿ba rlolor en el colazón y me impeclía tomar ali-
.i hacer una novena con esta intención, prometiendo
mento. Unos dolores de entrañas me causab¿n ad.e-
cnviarnos los Annales y el agua rnilagrosa de la Gru-
más un temblor nervioso tal que no podía resistir sus
ta, como lo hizo en efecto.
sacudidas, y me parecía que todos mis miembros se
,,Comenzamos la novena el 31 cle Diciembre. y
tlislocab¿n.
desde este momento hasta el B de Enero. mis sufri-
*Hl 27 de llarzo, á las diez d.e la noche, tuve vómi-
uientos aumentaron de tal manera. que me puse inca-
tos durante tres horas, que me debilitaron de modo
que fné necesario qne me ad.ministrasen la Extrena- i,az pal'a todo, y algLrnas veces me sentía fría é in-
:ensible. Pero animada de una confianza grande, me
unción. No morí, sin embargo, con gran sentimiento
rncomendaba á la Santísima \rirgen .on to,lo mi al-
mío, pues me sentía bien dispuesta; y el temor que
;ria, sintiéndonte inclinada á repetir incesantemente:
tengo siempre tle no poder salvarme me ha hecho ge-
..Nuestra Seirora de Lourdes, Virgen de la Gr.uta,
mir muehas veces después de no haber merecido que
-curadme: os prometo hacerme llagclalena (es tlecir,
Nuestro Señor me concediera entonces la gracia de
$ -.consagrarme á la penitencia el resto de mi vida) si
morir en su amor'.
.. rs tlignáis sanarme.'r
,,Descle este momento el Dr. E.... célebre médico
126 crEliro crNcuENTA MrrracRos DE NUESTRA SENoRA DE rrouRDEs IZT
*El 3 de Enero, después de haber recitado rlurante tía yo una verdaclera dicha en mostrar á las que me
el día las oraciones de la novena, clespués cle haber reían su poderosa bondad.
bebido algunas gotas del agua milagrosa, fui sob.reco- ,,En efecto, desde aquel feiiz instante no he sentido
gida de dolores extremadamente vivos, y sintigndorne uada de mi cruel enfermeiiacl; y hoy veugo, mi reve-
incapaz tle tomar el más mínimo reposo, me puse á l'tndo Padre, á rogar á V. se sirvil ayuclarme á satis-
orar á las diez. y media de la noche. t¿cer mi deuda de gratitud hacia Nuestra Señora de
uDe repente sentí que un sudor abundante inunda- Lourdes, ofreciendo por ,mí el santo sacrificio en su
ba todo mi cuerpo; rnis dolores cesaron enteramente, altar y haciendo colocar una pequeña placa tle már-
y levantándome en seguida sin trabajo alguno, pude, rnol en er-,ooto.
no solamente estar en pie, sino andar fácilmente y ,,Siento no poder hacer más; pero tengo conflanza
cerciorarme con esto de que estaba curada; y fuera ,.1e que la Santísima Virgen no clejará tod¿vía de con-
de,mí en tan dichosos momentos, me levantaba, ancla- ceclerme Ia gracia que solicito con todo mi corazón d.e
ba, me acostaba otra vez y volvía á levantarme, no su misericordiosa bonclad, la de hacerme llagdalena,
pucliendo creer en mi propia dicha. perseverar en esta vocación, y morir en ella como hu-
ul\{ucho me costó contener mi alegría; mas por con- ruriltle penitente.
sitleración á nuestra buena lladre enfermera qüe es- ,,Ruego á V. rle conceda untr pequeña parbe en las
taba siempre endeble, y por otras quince enfermas rrraciones que hace en ia Santa Gruta, y reciba la se-
que me rodeaban, tnve que contentalme con pasar guriclatl dei plofirndo respeto con el que soy de V. R.
así el resto de la noche, mirando con amor la estatua humilde é indigna servitlora,
de la Santísina Virgen colocacla sobre un altar cerca ulllní.,!. Joly.,'
de mi cama, y repitienrlo con un sentimiento profuntlo
tle gratitud¡ r¡Estoy curatla! llaclre mía, ¡cuántas
gracias os doy!,r
.,Mi curación era efectivameirte perfecta. Al día si-
guiente, cuando nnestra Mailre Santa 8... y mis com-
pañeras me vieron ir y venir, subir y bajar las esca-
leras como si nunca hubiera sufriclo, nre milaban con
atlmiración, no putliendo creer á sus ojos, é impidién-
clome aún hacer todo lo que yo hubiera querido; ¡tanto
tenlían que y0 fuera imprudente ! Pero mi confianz¿
en lni celestial ]lienhechora era tau grande, que sen-
rl 28 C T.ENTC CTNCUENTA ]\[IIJAGIiOS
DE NüESTEa s¡ñon¡, DE rrouRDES 12g
senanas que n0 tomaba alimento.
Si de vez en cuando
ensayaba tragar un p0c0 de caldo,
experimentaba
r'ómitos úr horribles convulsiones.
f.,os reme¿ios inrli_
cados por los médicos le repugnaban
It 11,€ s€ veía obrigada á
Ae ial manera,
abandonarlos.
luluJ rat'o, y sus agotaclas fuerzas
El sueño era
Maravillosa curacién de l¿ Srt¿. María Ilupuy, ile no le permitían si_
,luiera levantarse algunos
Mussiilán (tliócesis tle Perigueux), el15 tle Enero instantes para'pode, u.re_
Elar su lecho de dolor. Una fiebre freiuená
tte 18?2. lu ,luuo.n_
l,a.l'inalmente, su estado había
llegao, ;;;; ia"rr;;_
,luietante, que la ciencia había
lrn cl nrc¡ cie \{¡rrzc, rlc est.e tni-.mo at'io rle 1872, lc:-" Annales
perAito toáa esperanru
¡le arrebatarla á la muerte.
tla Lot¿rcl.es rcferian l¡ sig¡uiente conmovedora narración:
,, No^ esperando ya
encontrar en la tierr¿ alivio á
sus sLrfrimientos, la enferma dirigió
u El abate de Vassal, cut'a arcipreste de Mussitlán, sus miradas al
cielo. Desde entonces, dejando .nti"ur.otu
dirige r¿la Semainc Rcligíctr',sr dc Perigu,eu,¿ la rela- los reme-
,lios de I¿ ciencia humana,
ciíru tletallada de una curación extraoi'dinaria obrada manifestó el deseo de hacer
una novena á Nuestra Señora tle
en su p¿rroquia por la virtud tlel agua de L,ourdes' Lourdes. Escribieron
¿i tliferentes Comunidades
Este venerable eclesiástico ha unido á su trabai0 el y personas de pledad para
reclamar el concurso de sus oraciones;
certificado t1e los niérlicos. Publicamos sin demora es- se impuso la
lecitación d.el lfentorar"¿, y comenzó
tos dos rlocumentos importantes y tan llenos de interés. l¿ novena.
,,El primer día la Srta. Dupuy
',tln acontecimiento maravilloso ha benido lugar en tas del agua miragrosa, que re hizo
tomó algunas go_
Mussidán el I5 tle l{nero últinro. La Srt¿. María Du- sentir dolores es-
pantosos en todos sus miembros;
puy, rle veintidírs rrños, hija tle Mr. Dupuy, capitán y los días siguientes
:us sufrimientos fueron_miis agudos
retirado, ha sido curada de tma manera sobrenatural. que nunca, y el
iueño ilesapareció cornpletamente.
Estaba esta joven atacada hacía cinco meses tle une La víspera de ter_
mi,nal la novena no pudo moyerse,
enfermedatl mu¡r gsmtl¡catla: una extincién de voz y ." ;;; era rlébil
,:d1!u, tanto que habiéndome ttama¿o pu*
apenas le permitía hacerse oir tle las personas que se
li obligado á acercar mi oÍdo poru ,..águ. sos u.rlu, ,.
encontraban á su lado: dolorosas palpitaciones de co- pala_
hras. La última noche fué horrorosa.
r'azón oprimían vivamente su pecho y hacían dificil su !I Éio .*trurgo,
estas pruebas crueles, lejos de
lespiracién; sus pielnas estaban hinchatlas; su apeti- ilesalentarla, aumenta_
lran su fe y confortaban
to había. desaparecido insensiblemente, y hacía varias sus esperanzas; ella sabía que
lir via ordinaria de la provitlencia
.nu"áo qui.;.-r;?r,
r
130 crENTo OTNCUENTA lrrrracnos
Dlr \UEST-RA snñonlt DD LouRDES l3l
para dar
nna enfermedad es dejarla qüe se desarrolle
más brillo á la acción divina'
El último clía Ie llevé I¿r Santa Comunión á las
ocho
,,

cle la mañana. I-,a recepción de la Divin¿


Bncaristía
Desde
III
apaciguO su agitaciónJ' calmó sus sufrimientos'
qou *"ufi de Ia casa, la enferma, no pudiendo
apenas Atlmirable curación tlel niño Bené Becquet, que se
para qüe se le diera una
articular palabra' hizo seira moría tle una angina lardácea, en el colegio ile
que sin sentir nada'
go* A* aguo ae l-lourdes, tomÓ los Padres Jesuítas do Namur, el 26 tle Febrero
tle esta agua
Éidio otro u., ,1o. Ie diesen un poco más tle 1872.
lo
saludable, y asi qtte Ia tragó exclamÓ: "'Tlablo"'
cual tlijo con tln tono cle voz elevado )' natural'
I-''os [,'n Padre del Colegio, testigo ocular, dirigió al Superior
. nrisioneros tle
asistentes, aturdidos y rnaravillaclost cayeron de lo- los cle Lounles h _qjguiente rel¿ición algunos
dias
después del suceso.
dillas para dar gracias aI Señor'
*La Srta. IIáría Dupuy pidió sns vestitlos' se vis- Nanrnr, domingo tlo p¿rscua rle
tió sola, salió de stt cuarto, tomÓ ¿limento ¡' tt U'-
1g72.

donde Jüivío á \r. la relacióu, sirnple como lo


rigió inmediatamente á la capilla del hospicio' de lo que ha stcedido al niño René Becquet.
es la verilad,
.i1rr.r.n.io t1e las Religiosas entonó y cantÓ el IIog- El 26 de tr'ebrero cle 1972 el citaclo niñ0, naünral
,r;¡irtt testimonio de gratitutl á su poclerosa Bien- tle Sedán, estucliante del cuarto año de latín en el
hechora.
""
colegio rle Nuestra Señora delapaz, cle l{aurur, es_
. ,,Tnútil es tlecir que descle este momento la
fiebre
.üe
' taba á punto cle espirar á consecuencia de una angina
la hinclrazórr las piernas, las palpitaciones irregrr_
de voz' la lardácea y tle la g¿lngrera que se le liabí¿ decl¿r.arlo
ior** ¿.la regiÓn del corazón, la extinción en la garganta y nariz. A las nueve de la mañana r.e-
todo había des-
inup.t.n.i", eI estado de tlebilidad,
cibió el Santo Viático; á metlio rlía la Extlem¿rnnción
como nunca des-
ffi.rido; y su salutl tan floreciente y la absolución general con la indulgencia t1e la bue_
de haee un mes? se'conserva 1-rerfectamete'
na nuerte. Dos hábiles médicos que lo asistí¿rn con
(Jcle' ou \-'rsslr'-MoxTYIDLt una abnegtr,ción sin igual, declararon que no esperaban
(1)'
,'Can. hott' U Arc¿preste d'¿ lIuss¿dú'¿
conserv¿r al niño bastante tiempo para que su padre,
<\{ussidán (l)orclogne), l7 tle liebrero de [S72
ir rlue n0 ciebía llegar hasta las ocho de la noche, pudie-
la verlo todavía vivo.
' cl
r.l \'/r Vers,t ctl lt's Ill niiro sufría mucho, y al mal se le atacaba con
cos, Il
I32 CIENTO CINCUENTA }TIIIAGROS DE NUEsrl,a snñon¡. DE r,ouRDEs 133
Por fin, el domingo siguiente los quinientos alumnos
e[ergí4... Los ren€dios más enérgicos clados en fuer-
pa- tlel colegio de l{uestra Señora de la Paz, reunidos en
tes dosis tto tenían 5 a acción; el estómago estaba
torno de la Santa }Iesa á invitación del Padre Rector
r¿rlizado. ..
que les había dirigido la vísper¿ una calurosa alocu-
En este nomento unc.¡ cle nuestros Padres tuvo la
ción para animarlos á tributar su agradecimiento á la
inspilación de recurrir al agua de Nuestra Señora de
Santísima Virgen, r'ecibían cle manos de sri digno Su-
Lourtles. I-Tn buen nírmero de Padres hizo voto de tie-
perior la Santa Comunión que fué clacla al mismo tiem-
cir nueve l'lisas en honor d.e María Inmaculada apa-
po á aquel cuya curación nilagrosa era objeto de esta
recicla en Lourdes si Dios \'oh'ía á los remedios
su
prometió además fiesta de familia.
eficacia. El reverendo Padre Rector
Desde entonces René Becquet, perfectamente cura-
proclamar altanente que la curación se debería á
tlo ilespués d.e algunos días de convalecencia, ha vuel-
inestra Señora tle Lourdes' si á consecuencia del uso
to á emplender el métocio de vicla cornírn del colegio,
del agua milagrosa René trlotlía digerir las
pociones
tlejaba sin participando de los trabajos escolares ¡'tle las l:eclea-
mediJinates que Ia par'álisis del estómago
efecrto hasta entonces: asimismo se ltizo
la promesa ciones de ,qus condiscípnlos.

t1e que si eI patlre tlel niño lo consentía' el protegido (ior,nNv.rux, S. J.


gracias á su
r1e il¿rría iría en eI culso del año á dar:
Santtt¿rrio de Lourdes'
A eso de las tres se le atlministró el agua de la
['rut¿r de Lourdes. LTn flÚo de humores corrompidos
le salió pol las narices, ) poco después los remetlios
que se le A cosa
aplicaban empez¿rron á hacer efecto'
de las cinco una mejoría evidente hizo concebir al-
gunas esperanzasT y cuando llegó eI padre encontrír
í su hijo én un estatlo menos peligroso de 1o que la
carta áeI Padre Rector, escrita la víspera, y el te-
legrama expedido en la mañana le hacían suponer'
tairto que le costó trabajo creer que su hijo hubiese
estaclo tan mal como le decian'
Al día siguiente, después cle una noche buena y
tlescansada, el niito moribundo cle la víspera
estaba
fuera de peligro y tomó aliment'o'
,i

DE NTIESTBA SEÑORA DE LOLTIiDES 13,6


131 CIENTO CINCTTENTA IIIÍ,AGROS
r-ecuerdo. Pero elmal aumentaba siempre; el gra[o
se había converticlo en utra llaga ancha y profundar
sanguinolenta y asqluerosa. ..Es un sarpullido cance-
¡;roso Que c0rroe las carnes,'' me dijo uno de ellOs.
,,Mi familia )- mis amigos se alalmaron, y y0 tam-
[\I
bién esbaba muy inquieto. Por fin, el Dr. Delortl
me declarír que era preciso rectlrrir á medios más
Rainunilo Caral, tle Castillón (Aridge). Curación enérgicos, f Que er¿ necesaria una operaciÓn quirúr-
radical de uu tumor canceroso que tlataba do gica. Me tlió la siguiente carta p¿ra el Dr. Res-
iliecisiete años, ol 22 tle Marzo tle 18?2. segnet, cirujano en jefe tlel Hospital de Lagrave, en
Tolosa:
lllSr'. ll¡rinrlrncl,:, Calal, cscribc utir'¡ dc los Padres tnisiotl"-
iL las mil
,,Recomienilo á los cuidatios ¡- á la habilidatl tle mi
ros de Lourdes, es un hombre alto 1- fuerte que lleva
rnaravillas su-q seterlta l cu¡tlo años. I-¿r intcligencia r'la recti- ¡:sabio colega al portador de la presente. Hace tlieei-
tud, Ia lirmeza ¡' la dulzura se cli)rujan eu 'qu li-qonomía seria, grano canceroso en la frente. Dos
franr:a v al¡ierta. I)cspués dc haber hecho or:ho campañls como ',séis airos tiene un
;,colegas han ensayado en Yano los poh'os de llottsse-
militar, entró ett Aclttanas lleganclo á tcniente . En su pechir
i,rilla lu cruz de lsalrcl lI. ,,loN y la pasta de Canquoin; yo mismo he recurrido
Dl li de Junio tle 1872, en que lino ri l¿L (ilula en ¡rcción de ,,al cáustico sulfo-carbónico de Ricorrl sin ningún re-
gracius, no.¡ conto su cttración coL tlnu setlcillez qtte agrtrtlatú
,'strltaclo: en presencia tle este stctttr, quo he aconseja-
á nuestros lectores. edificándolos.
,,ilo á Mr. Caral, ex-teniente de Aduanas. que vaya á
¿.consultar aI Dr. Ressegnet. cirujano en ¡'efe del
,,Hace diecisiete airos. tlijo. en I8ó5, lombrado
,,Hospital tle Lagrave.
oficial de aaluanas, vivía en Audenge' en la Gironda'
tin día tuve la dicha de comer con S. Hma. el car- ,,H. Dnr,onn. D. M.D
denal I)onnet. arzobispo de Burcleos. ,,¿Qué tiene \i. <[2 de ]'larzo de 1872.::

¿,ell Ia frente?" me dij0 el Prelado.-IIn grano.- Es


.,El pensaniento cle uua operación quirúrgica n0
"preciso cnidarlo.r: Lo enseñé al Dr, Séméac,
que 10
rne hacía gracia. Mi mujer, buena cristiana, me de-
cauterizó varias \¡eces cotl la pasta Rousselot' Pero el
cí¿: ¿,En vez de ir á que te nlartiricen en Toulouse,
grano volvía siempre y crecí¿r.
,,deberías ir á Nuestra Señora de Lourtles." n'lste dic-
'.Tomé mi retiro en 1864, ) Yire á establecet'me en
tamen me agradó, porque y0 tenía fe. y, gracias á Dios,
C¿stillón (Ariége). Ul Dr. Estrenic. cle CastillÓn, el
la he practicado siempre. Dos tlías tlespués, el 14 de
Dr. Delord, de Saint-Girons, )- otros l'arios me asis-
Marzo, vine á Lourtles.
tieron con sumo interés. tle lo que consei'vo grato
_-€.
ó

136 CIENTO CINCUENTA MIIJAGNOS DE NUESTRA snñon¡ DE rrouRDns t3Z


sMe confesé, comulgué y bajé á la Gruta. Después
{e haber orado me acerqué á la fuente, y habienilo
quitado los paños que cubrían mi horrible llaga, co-
mencé á lavarla con una esponja, y me pareció que Y
este agua salud¿ble la puriflcaba, Io que me inspiró
confianza. Me llevé seis litros de agua, y vuelto á mi La Srta. Juana María Arsón, euraila repentinamente
casa hice todos los días nuevas lociones. La llaga dis- tle una torrible neurosis el B tle Mayo de lg?2
minuía de día en día, y al octavo no quedaba mas que
la ligera cicatriz que puede \r. observar ahora mirán- El señor Cura de Nuestra Señora de los Campos, cn paris,
iirigia en \,lay. de 1872 ¿i los padres mision..o, á" I_ourcles l¡r
dola de cerca. .:guiente conmoveclora relación :
*En Castillón toclos se han quedaclo admirados. Los
médicos en general confiesan con dificuliad los mil¿- )Ie lo suplicait, y uo puedo reirusar de certificar.ul]
gros; pero yo que lo creo y lo siento, he rez¿d.o rlesde juceso que ha pasaclo, por. decirlo así, ante mis
ojos,
entonces diariamente el Rosario eu ¿cción d.e gracias, .\-cuya n¿rrración me parece propia para reanimar en
y declaro y firmo aquí, para gloria de l{uestra Señora las almas el sentimiento de la fe y la conflanza filial
de Lourtles, que trlla es quien me ha curado. rn Ia protección poclerosa cle la augnsta lladre de
Dios.
u O¡r,,r.r,.
Entiéndase que r0 tengo la pretensión ri el dere-
Lourdes, 15 de Junio de 1872.>
;ho tle califlcar la naturaleza ile este hecho, y que ne
:iño al simple papel de historiador.
Trátase tle una curación verdaderamente extr¿or_
,linaria, ya sea que se consitlere la naturaleza del mal
,:ontra el cual se han agotado en vano todos los esfuer_
zos de l¿ ciencia, ya que se examinen las circunstan_
:ias en las cuales este mal tenaz ha sido vencido re-
pentinamente.
He aquí tlesde luego la naturaleza de la enfermedacl
tal como la encuentro descrita por uno de los méclicos
de lajoven enferma. Transcribo á continuación pala_
bra por palabra la nota tlel doctor:
.,La Srta. Juana }Iaría Arsón, que reside con su
,i

138 CIENTO CINCUflNTA T{II,AG,8,OS DE NUESTR,A SEÑOBA Dl] IIO TR,DES 139
padre en la rttc Matt'bcuge , n.o 61, en París, fué ata- "Desde aquel rnomento me sentí llena c1e una grande
cacla durante tliez meses de una neurosis general que ,nfianza, asegurando á todos que )o me verí¿ Iibre
se m¿nifestó primeramente por alteraciones en las :: nis horlorosas crisis á lo mÍls tardar dentro de
funciones del movimiento, ngitación y connociones tlías; pel'o yo pensaba sufrir todavía rnucho,
'reve
desord.enatlas; luego por vivos dolores en el epigastrio la curación no la esperaba hasta el írltirno día.
i,ues
y en el corazbn, opresión, y destle el principio por Digo esto para demostrar que la irnaginación no ha
aversión á la comida. La menor alirnentación provo- ,ttervenido para nada en ban feliz acontecimiento.
caba las crisis, las cuales se complicaron coll exalta- .,El viernes 3 de lfayo, rlespués del almuerzo, caí
ci(¡n de I¿s facultatles intelectuales, proflrientlo durante :n eI letargo que precedía siempre á las crisis, pero
horas enteras cantos y gritos. Después tul'o accesos ,1ue este clía fué nucho urás fuerte que cle ordinario,
con afonía, opresión y movimientos desordenados de lues mis manos estaban envaradas y encrespadas
la cabeza, tlel cuelio, etc. hasta el punto de hacer sufi'ir á los que me rodeaban.
Los accesos, que se sttcedían v¿rias veces al día,
,, ,,Ordinariamente y aunque no podía hablal oía lo
eran siempre acompañaclos de enfriamiento, y luego ,lue se decía en rlerredor rní0. y rnoví¿ l¿r c¿rbeza á fin
de sed y tle transpilaciórl, principalmente en las ma- ,le clar á entender que r0 er¿ )ro del toclo extraña á lo
n0s. ,lue se hablaba clelante de mí; pero esta vez ni siquie-
,, Esta enfermed,ad ha resistido á todo medicatleltto. ' r¿.r" pude dar señales exteliores de conocimiento, por lo

Pero esta enfermedad, rlue durante d"iez meses /¿r¿ rirerte de la contracción; también pensé con terror en
rcsistido ú toda cspecie de 'mcilicitt'u, desapareció re- la violencia de la crisis que iba á seguir.
pentinamente de una m¿nera tan inesperaila como ,, Habiendo dicho entonces mis padres que iban á

extraordinaria. I'ezar uua decena de Rosario, me uní á ellos mental-


Aquí también dejo la palabra á la joven enfet'ma, y rnente; pero al llegar al Gloria Patrí me fué imposi-
me limito á transcribir l¿ histori¿r que ella me ha lte- ble acabarlo. tr,n este momento me vino el pensamienbo
cho por escrito de su curaciÓn: ,le que habrí¿ menester de un libro de Misa azul para
uEn mi crisis del juet'es por ia uoclte (2 de l{ayo cumplir mi voto cu¿ndo fuer¿ curad.a, de lo cua,l esta-
de 1872), que frté muy violenta, ttlve eI pensaniento ba más segura que nunca. Al misrno tiempo tre pare-
tle prometer á Nuestra Seirora de Lourd'es. si me cu- cia vel este libro, pero pronto se clesvaneció, y al ins-
raba durante la noven¿r que pensaba empezar al día tante se me trpareció la Santísima \¡irgen vestida de
siguiente, qne vestiría de blanco y azul por seis meses' azul y rodeada de Angelitos vestidos t¿tmbién de
no llevando ninguna alhaja tlurante este tiempo. ¡- que azul y de blanco, cuya visión me causó un efecto de
iria en peleglinttción á LottrC.es. tel'ror )' admiración al mismo tiernpo. La mirada tle
140 CIENTO CINCUENTA IttIITAGn OS DE NUESTBA SEÑoRA DE IT0URDES t+l
la Virgen se fijó en mí con una bondad inefable, y pa-
recía tlecirme: ¡,Estás curaala."
' u En aqüel momento todos mis nervios se suaviza-
ron sírbitamente, y enderezántlome en mi cama abrí
los ojos exclamand.o: ,,Estoy crlrAda.r' VT
* Todo esto n0 tluró más que un relámpago; pero el
milagro era muy real , pues me Ievanté en seguida, y Curaoión instantánea tle sor María Casimir en la
después de haber abrazado á todos los que me rodea- Gruta de I¡ouriles el 8 tle Julio tle 1872
ban me puse de rodillas. Entonces se rezó el Magni-
L,os Annales de Lourcles referían en Diciembre de 1874 la si-
/ícat, al cual añadí yo el Llcvllt"are. Hn seguida rne :'.¡it-.nle connlc¡vedora relación, que no necesita comentarios.
vestí y me dirigí hacia Nues[ra Señora de las Victo-
rias, á fin de dar gracias á la Santísima Yirgen y <Estaing,26 de Abril de 1874.
oomenzar mi nol'en¿.,t
, Este suceso tenía lugar el ii de llayo; hoy estamos ,,Reverendísimo Padre
á 30 ilel mismo, y la curación persevera. La señorit¿r ,, Había formado en un principio el proyecto de te-

Juana llaría Arsón no ha senticlo clesJrués de este ner secreta la curación milagrosa de que he sitlo obje-
tiempo ni una sol¿ crisis nerviosa, y está hoy bastan- trr, pero Ia obediencia me obliga hoy á vencer toda la
te fnerbe para hacer á Nuestra Señora de Lourtles la repugnancia que siento en publicarla. Para gloria ile
peregrinación que le ha ofrecido. ni querida Bienhechora me resigno; n0 quisiera ser
' J. C., Ctn'a dc Nuest' a Seiiorrt, r[,c los Ccunytos. ingrata.
Yo, sor Marí¿ Casimir, religiosa hace nueve anos
Paris,30 de Mayo de 1872.
en la Congregación de San José, de Estaing (Avey-
' EI 3 ,1" Junio del niismo año, después de ptrsar veintiuna rón), fuí enviada á Niza (Alpes Marítirnos) y pasé cin-
horas en f'enocarril,la Srta. JuanLi NIaría Arsón vino á la Gruta co años en este clima favorable á mi temperamento
acompañada de su padre Mr. Arsón, ingeniero,jefe del servicio ,lelicado.
de las fábricas de la Compañia parisiense del alumbrado, quien
,,Al acabarse el invierno tle 1872, en los primeros
tiene la dicha de añadir su grave testimonio al del señor Cura
de Nuestra Scñora de los Campos. Además la Srta. Arsón tes- t1ías rle Maruo fuí atacada de una tos seca y tenaz
tiffca suficientemente su completa curación por su presencia y ilue el médico calificó de bronquitis: pero eI 4 rle Junio
consuelo en el Santuario de Nuestra Señora de Lourde-o.
se obró un cambio tan súbrlito en mi estado, que eI mé.
tlico se asustó, concibiendo temores bien fundados de
runa afección de la medula espinal. Desrle este momento

!t
,]

t42 CIENTO CINCUENTA }IIITAGBOS DE NUESTRA SNÑON¡, DE IJOUR,DES 143


tuve frecuentes espasmos, que se prolongaban hasta ansias, y las crisis desnparecieron para siempre!..
cinco horas, sin qne yo tuviera el menor conocimiento Después de mi acción de gracias, que f'ué tranquila,
de lo que decía ni de los tliferentes remeclios que se ne apresuré á hacer notar á mi Superiora el cambio
me aplicaban durante estas crisis horrorosas, pues me thvorable de mi estado, y la confianza qre yo tenía de
han asegurado que cuatro Hermanas de las mirs fuer.- poder ir pronto á dar gracias á nti amada Bienhechora
tes no podían tenenne sobre la cama en donde me agi- de Lourdes. EI doctor, que se habín, sorprendido con
taba, gritando con más fuerza, que putiiera hacer.lo en satisf¿cción tle esta mejorrl sensible, se alarmó tres
sana salud. riías más tarcle eI ver el frío glacial y el c0l0r' de cera
"Eu finr después cle habel bregatlo tle este motlo que observí.r en mis piernas h¿rsta la rnitacl del ctterpo,
entre los brazos rle mis Hermanas alarmadas, y mtry en clonde se había declarado uua parálisis completa al
á menudo en presencia clel doctor y clel capellán de la mismo tiempo que un temblor en las manos.
casa, entré en clelirio tlurante horas prolongadas; pri- ,,Luego tttvo lugar unacottsulta de varios métlicos,
vada del uso tle mis sentidos, r.ezaba segírn me han que rne tleclararon afecbada para eI resto de mis días;
dicho, cantaba é invocaba sobt'e todo calurosamenbe me punz¿l'on y pellizcaron fnertemente, sin obtener le
el socorro tle Ia Bienaventrirada \rirgen ilaría de lnenor' sensibilidarl. La tristeza cle mi Superiora ha-
Lonrcles, en quien yo tenía una confianz¿r ilinitada. Lin bría llegado al colmo si una confianz¿ filial no la hu-
día vi á lti Supeliora lloranclo qne me sostenía en sils bier¿r sosteniilo, llevautlo su corazón y su espíritu hacia
brazos. lle acolsejó que hiciera voto tle nna peregri- llaría nues[r¿r tienta lladre. En efecto, anirüada de
nación á Nuestr¿r Señora de Lourdes, lo cual efectué rn pensamiento de esperauza que vino en socorro suyo,
en el mismo inst¿rnte con mucho gusto. Desrie enton- dijo al cloctor que me iba á sacar de la cama y llevirr-
ces comencé una novena con este objeto, y las Religio- me con la ayu.da cle utra Hermana b¿rstante fuerte á l¿1,
sas de cada una de las clases la hicieron seguir á sus santa piscina de Lourcles, lo clue ftré califlcado tle lo-
alumnas, terminándola eI 2 de Julio, tlíir feliz y dese¿i- crlra por el mismo rnédico.
do en que tuve la clicha de recibir la Santa Comuniiul ,, Con el beneplácito tle nuestro respetable capellán
á las cinco tle ia mañana. La víspera y la mairan¿r rle ¿banclonamos á Niza el ,'¡ de Julio, tto obstante que
l¿r fiesta de la Visitación tuve un tiernpo de crisis rnas rnis piernas inerles y encogidas eran impotellles á
fuertes que de costumbre, tanto que hubo necesidad todo movimiento. Cuando llegamos á 'l'oulouse el 7 por
d.e h¿rcer aguardar en la capilla aI c:lpellán.que h¿r,bír,¿ la noche, caí en los brazos de uno de mis hermanos,
comprenrliclo la irnposibilidad c1e qne eomulgase enton- misionero en el Aveyrón, tlue se encontraba allí cou
ces. lJu fin, el Señor en su bondad me envió un mo- nno cle sus atnigos, el Rdo. P. Carles, también rnisio-
mento de trtrnquiliilacl, recibí al objeto de todas mis nero en \.abres (Aveyrón). UI I de Julio, á la una de
14-1 CIENTO CINCUENTA }IIIJAGROS Dn NU_ESTRA snñon¡, DE r,oLrRDES 141
la tarile, llegábamos cinco personas delante cle la Gru- ella tleslizaba en la mano tlel buen padre una peque_
ta de Lourcles, en donde me senté sobre nn banco á ña ofrenda para el Santuario. recomeudándome
lsus
los pies de mi Matlre del cielo, á quien estuve rezand.o santas or¿ciones. y entonces, viendo fácil el acceso d.e
tres horas en Ia misma actitucl con nuestros dos misio- la piscina. me lleyaron y sumergieron en el agua,
en
neros postrados en el snelo detrás tle mí: mi Superio- donde fuí instantaneamente curada. no obstante
que
ra arrodillad¿¡ á mi clerecha, y la Hermana conversa los baños fríos que me obligaron á tomar varias
veces
á mi izquiercla, ne hacían una muralla con sus cuer'- en l{iza me hicieron tanto mal. que los médicos
tuvie_
pos, pues ese dí¿l habí¿r una mnltitucl compacta que no ron que suspenderlos.
nos permitió l¿r entrada en la piscina milagrosa sino ,,Sintiendo que la ftterza había vuelto
á mis pobres
mientlas las \'ísperas. á doncle se dirigió la mayor piernas. transportada de gozo exclamé: c
¡ Estoy cura_
parte de los peregrinos. \-arias veces )' en cantidatl *ila!': Mi Snperiora me invitó á hacer la prueba
ante
bebimos los cinco el agna regentrdora. y por intervalos el- publico, dirigiéndome sin ningún upoyo
á los pies de
mi Superiora tuvo la idea de hacerme lociones en las mi quelida Bienhechora, en donde caí ie rodillas en_
piernas, aguard.anclo á que pucliésemos entrar en la pis- ton¿rndo el.lfagnfficnl, seguirlo del Atte, n,a¡is gtella,
cina; y en med.io de fuertes fricciones y punzadas re- .y de las Letanías de María, que un centenar rle espec_
petidas. sentí en el pie derecho un hormigueo que ilre tadores que había quedado allí cantaba también
con
alegrír mucho. así como á los que me asistían; alenta- alegría atlmirable. acompañándome á la Cripta por
la
tltrs por este primer beneficio, fuímos invitatlas por esplanada, que pude subir sin ayuda sin fatiga para
¡,
nuestra Superiora á decir las \'ísperas de Reglamento, ir á recibir la bendición del Santísimo Sacramento, Io
y clurante las Letanías cle nuestro buen Padre San Jo- que puso el colmo á la dicha de que estaba inundada
sé. con que termina este ejercicio. el temblor de las mi alma.
manos cesó repentinamente en el momento en qne un
,,Después tle haber dormido tranquilamente
toda la
calamble bastante fuerte me hizo lanzar un clébil que- noche oí rle rodillas una Misa de acción de gracias,
en
jido. la que tuve la dicha de recibir la Santa Comuniírn. y
,, Mi Hermano el P. Souques notír con satisfacción me qgetlé oyendo otras muchas sin haberme
desayu_
este primer favor, y partió con su amigo para asistir nado y sin sentir fatiga. Desde entonces mi
salud es
á las \:ís¡reras á instancias de un reverendo Patlre clel excelente.
, ¡Mil y mil acciones de gracias
lugar. que se ocupaba en bendecir los objetos qre se le sean por siempre
presentaban, Mi Superiora, aunque deseosa de obecle- datlas á la bonrlatl tlel Señor y de su Santa
ltadre I
cer igualmente. se excusó de no poder seguir á los fie-
u Son IIea͡. Cllsnrrn.,,
les á la Cripta. puesto que y0 no estaba curada. \'i que
746 CIENTO CINCUENTA MILAGR,OS lln NUESTRAsnñonl Da rJoul,DES l+7
le procuraban ningún alivio: los médicos eran de pare_
cel'que la enfermedad había llegaclo á su irltimo período
v que n0 había nada que esperar de los socorros hu_
man0s.
vII ., Entonces la enferma ¿cudió
á i\uestra Señora de
Lourdes; hizo una novena, y todos los días tomó agua
tle la Grut¿ milagrosa, pero sin obterrer me;ora en su
Curación súbita y ratlical de una asma crónica ile
estado.
dieciséis años, en Brujas, el 16 tte Julio tle 18?2
,,Sin embargo, llena cle confianza en la bondad
de la
El Director de} convento inglés de Brujas ha recogido por si
\:irgen Inmaculatla, toda Ia Comunidacl reunicla hizo
mismo los detulles auténticos cle e-"te hermoso milagro, y envió una segunda novena para obtener la cur¿ción de la
á Lourdes ln siguiente relación con el más explíciio certificado pobre enferma, quien prometió hacer la peregrinación
riel cloctor de la Comunidad.
á Lourdes. Dnrante l¿ novena el mal no hizo sino
<Rrujas, 29 de Julio de 1873. agravarse; creJ,eron que la muerte estaba cercatta, y
la enferma recibió la llxtremannción, no permitiénclole
, Mi reverentlo Padre: su estad.o recibir eI S¿nto viático.
.,Demasiatlo tiempo he tardado en llenar Ia prome- ,, El rlomingo 14 de Julio, Írltimo
día tie la noveua,
sa que hice á \r. de clarle iletalles sobre Ia curación no había mejora sensible, y la buena Hermana, per_
extraord.inaria de una Religiosa del convent'o inglés, Iectamente resignada á la voluntad de Dios, no espe_
ile Brujas, obtenida por intercesión tle Nuestra Señora laba más que norir. Esto uo obstante, como el nlar_
de Lourd.es eI 16 de Julio de 1872. He querido clejar tes siguiente era el día aniversario de la irltima Apari_
pasar toilo un año para confirm¿r con esta nueva prue- ción tle la Santísirla Yirgen á Bernardita, continuó
ba que la curación es muy verdatlera, y n0 efecto tle orando corr conflanza, esperando que acaso ese clía la
una sobreexcitación nervios¿ y momentánea' Yirgen llaría oirÍa sus oraciones.
utle aquí, pues, los hechos: Hace nás de quince ., Ella pedía su curación,
no tanto por sí misma,
años qne la H. Teresa José sufría violentos accesos cnanto para la mayor gloria de Dios y de la Santísima
c1e asma. En estos írlLimos aitos las crisis eran cada Yirgen, y también á fin cle que obteniclo este favor pol
vez más frecuentes Y acomp¿r,ñadas de eépasmos y de la invocación de María, putliera hacer una impresión
fnertes palpitaciones úe cot'azÓn. Destle l¿r fiesta tle saludable en su f¿milia, que era todavía protestanbe.
P¿scna la enferma no habí¿r porlido dejar el lecho, .,En efector el 16 tle Julio, rnientras se celebraba
y los rliferentes remetlios que Ie fueron prescritos tlo la ]Iisa de Comunidad, la enferma se sintió de repen_
Í

l
DE NUESTBA spñonl DE rroüRDES 14S
t4s CIENTO CINCUENTA MIhAGBOS

te mejor, y llena de conflanza se levantó sin aYutla


de
de natlie, se Puso sus vestidos Y bajó aI encuentro
sus Helmanas, cuya sorpresa y gozo ¡ quién Podrá
apleciar !... VIII
*Hacía diez días que n0 había podido soportar Ia
menor alimentaciÓn, y he aquí que ahora toma el cles- Ailmirable curación ile la Srta. María tuísa Delpon,
ayuno con las demás, y más tarde la comida sin sen- referirla por su méilico
tir el más leve inconveniente' A Ia hora del Oflcio va
al coro y lo canta sin dificultail, lo cual ni aun en voz Clermont-l'Hérault, 24 de Julio de 1872.
baja Ie úabía sido posible hacer por muchos años' Des-
He aqui la relación llena de vida y de I'e que publicaba en el
de aquet día su enfermedad desapareciÓ completamen- r,tes de Agosto de {872 Mr. Chrestien, el sabio doctor de }a Fa-
te. sin haber tenitlo la menor crisis' cullad ele Montpeller:
c.¡I{0n0r y reconocimiento á la Virgen Inmaculada'
I'{uesbra Señora de l-,ourdes ! u¿'PuecleDios derogar las leyes que tiene estable-
uSírvase V. acePtar, etc.
"cidas y hacer milagros?', Esta pregunta, planteada
aEr, ¡n¡'tn A. YzlcQ, por Rousseau en su carta III, escrita, desde la ltron-
¡jirector d,el conaento ingtés, ile Brui as ( Bélgica ) (r)' taña, sería impía, dice, si no fuera absurda, y sería
hacer demasiado honor al que Ia resolviera negativa-
({) Véüse el informe del médico en los comprobantes' n'o
3' mente castigánrlole con el encierro. Pero también,
añade, ¿qué hombre ha nega,do nunca que Dios pneda
hacer milagros?
,,Sin otro preámbulo yoy, pues, á narrar el hecho
siguiente:
,,Llamatlo á Clermont-I'Hérault en los plimeros
días tlel pasado Abril para asistir á una señorita de
catorce á quince años, que atacada al principio de
una simple fiebre catarral se complicó pronto toman-
do forma periórlica que exigía la administración rlel
sulfato de quinina por diferentes vías, noté, lo mismo
que el Dr. Revel, métlico ordinario de la enferma,
150 CIENTO CINCUEIÍTA MIITAGROS DE NÜESTBA SENORA DE IIOUADES 151

varios síntomas que hacían temer congestiones san- *Más tartle los derlos se contrajeron en la palma
guíneas, ya en el coraz()L, ya en el cerebro. Se con- ,le las manos, y reconocimos que la ceguera era tlebi-
juraron estas diferentes tempestailes con aplicaciones ila á contracción de los músculos del globo tlel ojo, que
de sanguijuelas y de ungüento napolitano en grandes no estando en el centro de la órbita no recibía los ra-
tlosis, sin hablar de varios vejigatorios en distintas -vos luminosos.
regiones y hasta sobre la piel de la cabeza; pero el ,,Sobrevino, en fin, la parálisis tle las extremidades
estado general tle la enferma continuó dándonos vi- inferiores, y los dias cle la enferma se veían cada vez
vas inquietucles. Sn alimeutaciÓn era' etr efecto, muy más comprometidos.
tlifícil, y las rarezas de carácter inquietantes, porque ,,Pidió ir á Nuestra Señora de Lourdes. En vano le
después de querer estar primero en el convento en objetamos las dificultades del viaje; y el 4 de Julio
donde había caíclo enferma. exigió Iuego imperiosa- tuí llamado para hacérselas compreniler, tenienclo la
mente que la transportaran á casa tle sus patlres, lo dicha de que consintiera en dejarse llevar á la capilla
cual no pudo efectuarse sino cor ay¡¡[l¿ de un sillón cle Nuestra Señora del Peyrou, á dos kilómetros de
provisto de cortinas y llevatlo en brazos por cuatro Clermont, haciéndole presente que la Santísima \¡ir-
hombres. gen la oiría allí tan bien como en Lourtles.
c,Bl 19 de }Iayo me telegrafiaron que fuese en segui- ,,lln efecto, el mismo día por la noche la madre de
da á Clelmont con un segundo consultor. IIe acom- la enferma me escribió que llegada á Nuestra Señora
pairó el Dr. Yaille, y al reconocer la gravedatl tlel tle Peyrou, su hija había suplicado que le mojaran los
caso lo atribuyó en gran parte á la amenorrea rtrue ojos con agua de Lourdes ile que iban provistas, y
hahía sobrevenido. rlue al punto había recobrado la vista. Introducitla en
,,Convinimos, por consiguiente, los tres en que se la capilla. la enferma se hizo locionar las piernas con
aplicaran vejigatorios en los muslos, y que se pro- la misma agua, y repentinamente las piernas pudie-
c[rara mantener las fuerzas de la enferma con cal- ron moverse. Oyó la Misa que dijo por ella un sacer-
clos, gelatinas y otros medios nutritivos ya puestos dote venirlo expresamente de Clermont, ¡ con gran
en uso. sorpresa suya la vió venir á la Santa Mesa para reci-
*Pero el cerebro se agravó más y más. aunque la bir la Sagrada Comunión.
inteligencia se mantení¿ sana: la cabeza, en efecto, ,,Inútil será decir que en vez de volver'á Clermont
no podía levantarse sin ayuda tle otra persona; Ios tendida sobre los cogines del ómnibus en que había ve-
párpados, siempre caíilos, no bastaban para que la niilo, pudo sentarse en ellos como l&s riemás personas
luz no le incomodase, y la enferma se hizo poner una que la habían acornpañado.
ventla tle lienzo fino sobre los ojos. ,,Llegada que hubo á su casa fué al encuentro cle
r52 CIENTO CINCUENTA MILAGBOS DE NUESTBA SENORA;DE I,OURDES 153

su padre, ei que habiéndome contlucido al ferrocarril ragón de segunda clase, para probar que tlo tenía ne-
por la mañana no había potlitlo ser testigo de la pere- cesidatl de que la gobernaran; llegó el 25 en el tren
grinación á Nuestra Señola de Peyrou. ile las cuatro de la tarde, siendo objeto de la atLnira-
á parte de haber recobratlo iión de totlos los que la habían visto partir tan tlolien-
"Desgraciailamente,
tlefinitivamente la vista, las otras mejorías no fueron te y tan enferma.
más que provisionales. Agregóse á esto un nuevo *¿Por qué no he de atestiguar yo esta curación mi-
síntoma de afección cerebral, pues la boca se le tor- Iagrosa, ilespreciando las bufonadas de ciertos espíri-
ció tle una manera progresiva y notable, las iileas se tus fuertes ó débiles?
le debilitaron cada vez más, y fueron reemplazadas por
uHaz lo que debes,
una idea fija formulad¿ ¿si; íQuiero ir á l',,ourtles''
,,Venga lo que viniere.
*Apesar de toclas las dificultades que presentaba
este viaje para una joven de catorce á quince años *Cunnsrrnx
que era preciso llevar en brazos, se emprendil el 23 <Profesor agregud,o Aélo ?dculta¿I d,e m¿il,icina

de Julio.
aApenas liegó la enferma á Lourdes quiso ser lle- <lVIont,peller, 3 cle Agosto de [872.>

vacl¿i, á la Gruta; y alií, en presencia de sesenta ó se-


tenta personas que se lamentaban de su estado, se
hizo locionar las manos' que se volvieron á abrir al
inslante. Semejantes lociones hicieron cesar inmedia*
tamente la contorsiÓn de la boca; y su inmersión en
la piscina ciiír tal flexibilid¿cl á sus extremidatles infe-
riores, que tlespnés de una corta oraciÓn pudo subir
las veintidós gradas que conducen á Ia capilla, en
donde oyó la Santa Misa. En seguida almorzÓ como si
su estómago hubiera funcionado siernpre bien, y por
la noche se dió otro baño general en la piscina y su-
bió de nuevo Ias veintidós gradas. Al día siguiente,
después de una buena noche, pudo ir á la iglesia á
recibir la Comunión, y se sumergiÓ tercera vez en la
piscina por puro agratlecimiento.
uDichosa y contenta, quiso volver á Clermont en un
!64 CIENTO CINCUENTA MILAGR,OS DE NUESTBA snñone DE rrouRDES 1i15

hasta que su piatlosa madre oyó hablar de los innu-


merables rnilagros obrados en Lourcles por interce-
-rión de la Santísina Virgen.
,,Esto fué en los primeros días tle Julio de 1872. y
IX entonces resolvió dirigirse á esta potlerosa Consola-
dora de los afligidos. El 17 tle dicho mes comenzó
Curación súbita y completa tle una joven eu Santa
una n0vena, á l¿r cual se asociaron todos los miembros
Fe ile Bogotá (América tlel Sur), el 26 tle Julio tle la familia, y Mercedes oraba especialmente con esa
tle 18?2. fe que obtiene milagros: el 20 y 21 bebió un poco de
agua de la Gruta de Lourdes; pero los dÍas siguientes
La Superiora general de las I{ermanas de l¿r Presentación en-
vió á fines de 1873 ¿1 lo-q misioneros de Lourdes la siguiente car- la fué imposible continuar tomántlola. á causa d.e una
ta, certificando un hermoso milagro que la \¡irgen Inmaculada inflamación violenba que le sobrevino en la garganta.
había obrado en la América del Sur'. Por'fin, el 26 tle Julio, írltimo día tle la novena, co-
mulgó á las siete de la mañana, y sintió violentos
,,Mi reverentlo Padre:
dolores en la pierna; pitlió el agua milagrosa que
,,Nuestras Hermanas establecidas en Santa Fe tle quedaba, y la bebió con confianza. ¡Oh sorpresa! ¡oh
Bogotá acaban tle comunicarme la relación cle una dicha! ¡en el mismo momento }lelcedes sintió que
curación milagrosa obrada en dicha ciudad por inter- estaba curada!...
cesión de Nuestra Señora de Lourdes. Dirijo á Y, este
"El sacerdote acababa de dejarla; se había quedado
tlocumento pala que si lo juzga oportuno lo publique sola con su sobrina de tt'ece años, y ¡cuál no fué la
á gloria de María Inmaculada. ¿dmiración de esta niña yiendo que la enferma dejaba
,,Merceiles'Iorres nació en 1847, y tuvo una sa- su cama con prontitutl y se ponía de roclillas pala dar
lud delicada hasta la edad de veinticuatro airos, época gracias á l{uestra Señora de Lourdes !
en la cual la obligaron á guardar constantemente ,,La maclre estaba en una pieza contigua; acude al
cama los dolores violentos y casi generales que sufrÍa. instante, y juntando sus acciones de gracias con las
Afligida stt madre, se clirigió á varios mérlicos, que de su hija, en el fervor de su reconocimiento con-
declararon á Nercedes atacada cle cuatro tumores; sagra á Mercedes á la Reina del cielo, juzgando im-
tres en la pierna y uno en el corazón. Totlos los re- posible que la que acababa tle obtener nn thvor tan
med.ios fneron ineficaces; y la joven, que cada vez grancle perteneciese más al mund.o.
sufría más, esperaba bacia aeintisiis nteses una cura- ,,I-.,a piadosa jóven, muy feliz en ratiflcar el voto
ción que nadie de los suyos se atrevía á esperar, tle su madre, recibió el 29 de Septiembre de manos
156 CIÉNTO CINCI]ENTA MIITAGR,OS D-E Nrr-ESTna snñon¡. DE r¡ouRDES 1,57
del ilustrÍsimo señor Arzobispo de Bogotá las blaneas
libreas ile Nuestra Señora tle Lourdes, con permiso
de llevarlas siempre que asistiera al Santo Sacrificio.
Al mismo tiempo Mercedes cambiaba su nombre por el
de sorlliguel Arcángel, en honor de la fiesta tlel tlía, X
.,Después ha solicitado yobtenido el permiso de
entrar en calitlacl tle seguntla rnaestra del taller tle Curación súbita ile una anemia crónica tleclaratla
nuesira casa de huérfanos, tleseando pasar el resto de incurable, en L,ouriles, el 6 tle Agosto tle l8?2
sus días en la práctica de las buenas obras. Su sobri-
nita Luisa Samudio, bestigo del milagro y huérfantr El milagro conmor,edor que referimos aquí se obró en la pis-
cina de Lourdes, y 1o refirió en Los Annales el venerable Cura
de padre y madre, abrazb el mismo Instituto que su tía.
.ie Gueyrac (diócesis de tsurdeos), que habia sido testigo de los
"He escrito las líneas que precetlen dictaclas por largos dolores de la pobre incurable.
Micaela, que no puede oir hablar del favor que }Iaría
Ie ha conceditlo sin derramar lágrimas de ternura. Es Margarita Bobe, cuya salutl ha sitlo siempre tlébil,
una joven sencilla y modesta; se edifica uno de verla fué ¿tacarla hace seis años de una crisis violenta, du-
¿rlodillada piadosamente en la capilla; stts largos ves rante la cual experimentó sofocaciones muy dolorosas
tidos blancos y su cinturón azul recuerdan la mila* y parálisis de una parte del cuerpo: yo la administré
grosa aparición, y una tlulce emoción se apodera clel losúltimos Sacramentos, y guardó cama por muchas se-
que cortempla est¿ alma privilegiatla de la Reina de manas. Estas crisis le volvieron periódicamente, en el
las vírgenes. . espacio de cerca cuatro años, cada dos ó tres meses,
"A la vez que hago votos porque Nuestra Señora de produciendo los mismos resultados. Hacía dos años
Lourtles sea gloriflcada con este tesbimonio de reco- que aI parecer eran menos violentas; pelo la enferma,
nocimiento, ruego á V., reverendo Padre, acepte la siempre muy débil, no podía salir de su habitación ni
seguridad de los sentimientos respetuosos con que soy entregarse á ningún trabajo, á pesar de que su m0-
su humildísima servidora. rlesta pero sólirla piedad le ilaba cielta enelgía de
uSon C¡.r,v¡nro, voluntatl.
tSuperiora general d,e las Eermanas d¿ la A estos sufrimientos físicos venían á juntarse gran-
(Pr*entac¿ón de la Santísimo Yirgen.,
tles penas morales, )' c0m0 n0 era huérfana, la pobre
Margarita Bobe veía carla día su piedad filial sujeta
á tluras pruebas. En fin, vienrlo que se le prohibían
hasta los consuelos religiosos, rogó á su métlico el doc-
158 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NrrEsrRA ssñonA. DE rrorr,RDEs 159
tor Piffón que viniera á buscarla en su coche y la lle- á todos que su curación era tan completa como fué
v¿se al hospicio de Lesparre, donde tampoco experi instantánea.
mentó mejoría sensible durante tres meses; antes al Desde hace dos meses se entrega á sus ocupaciones
contrario, hacía ocho días que se senlía peor que cle habibuales, sin haber experimentado nunca eI menor
cosbumbre, cuando oyó hablar rle la peregrinación que ¿t¿que del mal que durante seis años había paralizado
se organizaba en IIedoc á Nuestra Señora de Lourdes. todas sus fuerzas.
Al punto concibió el deseo ile tomal parte' en ella, - En presencia de estos hechos, que declaro exactos
sin que nada pudiera hacérselo aba,nclonar. Conducida ,lelante rle Dios y tle los hombres, conocientlo la pie-
á la Gruta de Lourdes, después de un viaje de dieci- ,lad tranquila y sólida de l{argarita Bobe, no pnedo
séis horas y una noche d,e insomnio y de sufrimientos, nenos de proclamar la poderosa bontlail de Dios y de
se surnergió en la piscina ayudada de la Superiora del su Mad,re Santísima, revelar sus obras coino lo mantla
hospicio de Lesparre, tlue se había empeñaclo en acom- ia Santa Escritura, y adherirme, en fin, de todo cora-
pañarla. Y estnvo en p0c0 que una crisis horrorosa la zón al relato tan crisliano y tan bien motivatlo tlel
ahogara, sin hacerla perder por esto su conflanza en Dr. Piffón, con el cual tengo eI gusto de concluir
María. estas pocas líneas (1). El Dr. Piffón ha tenitlo el
Esta confianza no fué d.efraudada, pues Margarita, lalor de decir la verdad, á ejemplo tle los doctores
que entró en la piscina casi agotada por eI sufrimien- Dozous, de Lourd.es; ^{.madou, tie Pontacg; Poueymi-
to y la ilebilidad, salió rle allí bien pronto llen¿ rle ro, de Mirepoix; FilholyRoques, de Toulouse;Vergés
fuerza y t1e salurl; y sin tomarse el tiempo necesarin ¡- Chrestien, de Montpellier; Bermont, de Burdeos,
para acabar d.e arreglar su tocado, salió descalza á y otros más cuya fe viva y valor igualan á la ciencia.
llevar su muleta á la Gruta, y volvió á calzarse cerca ¡Quiera Dios que este ejemplo encuentre in:itadores
del Gave, á dontle la siguieron muchos peregrinos en el cuerpo médico, y haga también que esta simple
haciéndole preguntas. Contestó á todos, y siguió en relación. que deposito á los pies de María Inmaculada
el resto del día, sin ningún apoyo ni la menor fatiga, en su bendito Santuario de Lourdes, ilumine y mueva,
los ejercicios de la peregrinaciírn ; fué muchas veces á los que lo lean !
de la Gruta á la iglesia y de la iglesia á la Gruta; y
Lourdes, T de Octubre de 1872.
al volver' á Burtleos pasó otra noche sin dormir; an-
tluvo, clespnés de llegar, inás cle un kilómetro á pie Gurl,r,ann,
por el empedrailo ile la ciudad; regresó á Lesparre, ' Cztra d,e Queyrac (Gironila).

vino al día signiente á visitarme, subió con paso ligero


(l) Véanse los comprobantes,.n." 4.'
Ias escaleras del presbiterio, y mostró de esta manera
160 CIENTO CINCUENTA IIIJAGROS DE NUESTRA snñon¡ DE TJoURDES 161
,,Pero alteradas sensiblemente
sus facciones, pronto
hicieron traición á su heroico secreto, y
todo su cuer_
po apareció entonces cubierto cle
horrorosas llaguitas
abiertas, cuya podre calaba todos sus
vesticlos.
xt _."La digna Superiora hizo llamar en seguitla al mé_
dico, quien decl¿ró que la enfermedad
íra ,á, la yez
Curación repentina de una Religiosa tle Auch, ata- contagiosa y de las más rebeldes á todos
los esfuerzos
catla tle una lepra incurable, el 18 rle Agosto tle la ciencia. prescribió,.sin embargo,
un régimen,
tle L8?2. pero tan conyencido de la ineficacia
del remedio, que
la Superiora no se engañó, antes vió claramente que
Los Anr¿ales d.e Lourde¡ refdrían en el me-q de Septiembre se necesitaba nada menos que un milagro
para que la
de 1872 la siguiente maravillosa relación: enferma recobrara la salutl, y pru..ruri"a
á su queriila
y ferviente Comunidacl cle un contagio de
los más fu_
aMi reverendo Padre: nestos. ¡Era la lepra !
uEn nombre del agradecimiento que debemos á "Esto no obstante, para no tener nada que reprochar_
nuestr¿r Madre fnmaculad.a, y para mayor gloria de se y rparano tentar á Dios,, como ella decÍa, quiso
Dios, vengo á suplicar á V. se sirva publicar en el ejecutar rigurosamente las prescripciones
del médico,
próximo número cle sus Anctles el señalatlo favor que uniendo á los remedios ordenaclos el empleo
del aguá
acabamris de recibir. de la Gruta de Lourdes, y al mismo tiernpo
se comen-
,,En la ciudad de Auch (Gers) una tle nuestras Reli- zó una novena por toda la Comunidad en
favor de la
giosas fué atacada en toclo su ctrerpo de una enferme- pobre paciente. Las fricciones no hicieron
más que
datl cutánea, que la hacia sufrir horriblemente. Al añadir nuevos sufrimientos á los anteriores, ya
dema_
principio pensó serían solamente algunas erupciones siado crueles, y sin embargo se continuaron
durante
pasajeras, y jrzg6 inútil hablar de ellas. La pobre todo el tiempo marcado por el médico; pero jamás
se
Hermana se había engañado de metlio á medio, pues produjo el más ligero alivio en el estatlo -cle
la enf,erma.
lejos de disminuir. su mal iba en aumento, y los sufri- *Los medios humanos eran, pues, ineficaces,
y la
mientos fueron creciendo en las mismas proporciones conciencia de la Superiora estaba á salvo por
este
que la enfermedatl ; la paciente guartlaba siempre si- lado; así es que en lo sucesivo sólo se pensó
en los
lencio, dichosa de sufrir á ejemplo de Jesirs, su Es- metlios sobrenaturales.
poso celestial, que no abrió nunca la boca ni aun en ,,Se empezl :una segunda novena, y
. las friceiones se
lo más fuerte d.e sus crnelísimos clolores. hicieron cor agua cle la Grnta solamente. AI fin tle la
162 CIENTO OINCUEN1TA MILAGROS DE NIIDSTBA SEÑOR,A DE ITOÜRDES 163
novena, el 15 de Agosto, día tle la Asunción, la pobre .,Continuaron las fricciones con el agua de la
Gru_
inflcionada suplicÓ la permitieran ir á la Santa Misa; ra. y las mismas que estaban presentes veían d.esapa_
mas n0 creyeron conveniente acceder á su deseo
por recer las manchas hasta quedar dos días después sólo
ser su estado absolutamente el mismo. irlguna que otra esparcida aquí y allá; y desde enton_
,,Empezóse otra novena, continuantlo siempre las rtes nuestra feliz resucitada volvió á tomarsnoficio,
y
fricciones con el agua pura de la Gruta, y al tercer sigue torlos los ejercicios de la Comunitiad sin sentir
día de esta última novena, Ó sea el domingo 18
rle la más mÍnima molestia.
Agosto, nuestra querida leprosa reiteró su peticiÓn é ,,Gracias, pues, sean datlas, reverendo padre.
á
insistió tanto, que ya no fué posible negárselo' Se le- nuestr¿ Madre fnmaculada, y ¡ojalá que este senalado
vantó, pues, y con la ayuda cle dos compañeras se di- thvor la haga exaltar, bendecir y amar más !
.,Ruego á V. aeepte, ete.
rigió aI coro.
,,Después de la Santa Misa. que oyó entera y de
uson J. M¿.nÍ¿. nnr, S¡,NrÍsruo S¿.cn¿.mnNro.,,
rodillas. la tomaron para llevarla á la enfermería; y
en el trayecto la enferma quiso volver tle nuevo al
y.odo en efecto sola,, y á dontle Ilegó y suplicó
"oro.
á la Superiora que tuviera la bonrlatl de salir' porque
tenía que hablarle.
*La Superiora, totla alarmada, se levantó y siguiÓ
á la enferma. Esta, después de dar algunos pasos fue-
ra tlel c0r0, se volvió y dijo á Ia Superiora con un aire
transportatlo cle gozo: 'Maclre, estoy curada'" Lq
Superiora temió una exaltaciÓn ocasionatl'a por eI su=
frimiento, y recomendÓ á ta Religiosa que se tranqui-
lizara. ,,Madre, estoy curada,r replicó la enferma con
vivacirlad.
,rEntraron en una pequeña habitación inmediata,
donde Ia querid.a enferma descubriÓ sus miemtrros
ante los ojos maravillados de la Superiora, que viÓ no
existía ya ni poilre, ni pústulas, ni llagas, sino sola-
rnenbe pequeñas manchas rojas que probaban acababa
de desaparecer eI mai.
tr64 CIENTO CINCUENTA MII,AGR,OS DE NUESTNA SEÑOX,A DE I,OUN,DES t6,5
nanifestase favorable á nosotros en l¿ persona de Ma-
ría Tisseau, de veinticuatro ¿ños tle edad. Estajoven,
la mayor de diez hermanos, pertenece á una familia
cristiana que hace generosamente á Dios eI sacri-
XII ficio de sus lrijos, cinco de los cuales están ya qon-
sagrados á Nuestro Señor, pues han abrazado la vitla
Curacién instantánea tle una gastralgia incurable religiosa ó aspiran á ella estudianclo en los Semi-
que duraba hacía tres años, en L'ourdes, el 27 de n¿rios.
Agosto tle 1872. La nayor habría r.enunciado también al mundo si
ia enfermedad no la retuviera forzosamente en la casa
ElseirorCuladelichaubrogues,tleladiócesisdePoit'iers"
personalmente á los Padres misioneros de Lourdes la ¡iaterna. A ejemplo rlel hermano pequeño de San Ber.
"nt""s¿ rcla':iirn de un milirgro tlel que había sido te-qtigc
rig"iJ^," nardo, ella veía partir sucesivamente á un hermano y
oe ular : ti una hernlana, y viend.o que las suertes no eran igua-
Ies contentábase con suspirar, pero sin murmrlrat".
Reverendísimo Padre: Decía: uQue se haga la voluntacl rle Dios ¡ no la mía;u
á María
¡Gloria á Dios y reconocimien¡o ¡- esperaba siempre contr¿ torlas las apariencias hu-
!

de Bressuit'e
-A.p.no, fué anunciada la peregrinación lnanas.
y Niort (diócesis cle Poitiers), en la religiosa comarca Atacada de una enfermedad de estómago hacía tres
conocida'bajo eI nombre de \rendée militar, cuando años, no podía retener ningún alimento ni siquiera
un ímpetu irresistibte se apotleró de nuestras
piatlo- las bebidas más ligeras. Totlo cuanto tomaba lo devol-
sas poblaciones y las contlujo ¿l santuario veneraclo vía al instante; así es que á pesar ile los cuiilados
de la Virgen Inmaculacla, Nuestra Señora de Lourdes' más asiduos d.e sus padres y de los médicos. á seme-
La parroquia de San Peclro de los Echaubrognes janza cle una tierna planta atacada por un gusano en
reavivó su antigua fe, y comisionÓ á más de veinte su raí2, se la veía languidecer ¡, bajar insensiblemen-
hijos suyos para ir en sn nombre y en el de la parro- te á la tumba. En tal estado, ponía su confianza en
,toiu .niuru á tributar sus homenajes á la Reina del Dios sin omitir ninguna de sus prácticas religiosas. y
cielo, y á rogal por ellos, sus familias, por Francia y la Santa Eucaristía era la única cosa que potlía con-
por la lglesia. Los I'otos tle t0d0s nos acompañaban, seryar en el estómago.
y potlía esperarse que si no el'an totalmente escu- La semana que precedió á nuestra particla estaba
chados, por lo menos lo serían bastantemente para en la cama moribuncla. )' ensa)'aron apartarla tle su
que la benevolencia de nuestra lladre Santísim¿ se piadoso designio cliciéndole que ciertamente rnor,irí¿
DE NUESTn.A ssñon.l Dn rJounDlls 167
166 CIENTO CINOUANTA MILAEROE

en el camino. r,¿Qué me imporla, contestaba, morir nuestra Matlre por la salud que de su bontlad había
aquÍ ó en ei vagón? He prometitlo ir á Lourtles, é iré recibitlo. ¡Gloria á Dios y agraclecimiento á María!
yiva ó muerta; pero tengo confianza que María fnma- Tengo el honor de ser de V., reverendísimo Patlre,
culada me curará y que volveré con salud.,r Ante se- af'ectísimo y humiltle servidor,
mejante voluntatl, era preciso detenerse y resignarse; S. Rrvmnn,
el cura no podía dejar tle tomar en cuenta las preo- Cura d,e Los nchcLubrog'n6
.(-t).
cupaciones de un viaje fatigoso de cerca de cuatro-
cientas leguas entre ida y vuelta, y de prevenirse (1) Véanse lo-s comprobantrg-s, n.o 5.

contra todas las eventualidades.


La víspera de la partitla tuvo un poco de alivio, y
su madre la condujo á la estación ile Chátillon-sur-
Sévre, á doncle pasamos á recogerla. Hasta l-.,ourdes
su estado fué poco más Ó menos eI mismo, sin que su
estómago pudiera resistir ningún alimento: en cuanto
llegó quiso recibir la Santa Comunión, á pesar de las
fatigas del viaje y de lo avanzado de la hora. La San-
tísima Virgen debió recibir con agrado una voluntatl
lan firme, y el Señor escuchaba sus oraciones. Ha-
biendo tomado un p0c0 de alimento después tle haber
recibido á su Dios, tuvo los mismos accidentes de los
dias anteriores. Tenía un afán grande tle ir á la Gruta
y saciarse en la fuente milagrosa, y ¡oh prodigio! be-
bió grantles tragos de esla agua milagrosa, la retuvo y
fué á tomar otro poco de alimento ; ¡estaba curada !'. .
ElIa,Ia moribunda de los tlías anteriores, pudo dirigirse
á la Gruta á pie varias veces al día, y desile el mismo
instante siguió á sus compañeras por todas partes á
tlonde iban, y entró en su casa aI parecer menos can-
sada que ios que con buena salurl la habían acompa-
ñado. Curada el27 de'Agosto de 1872, voivió á Lour-
tles eI 27 de Xlayo de 1873 á dar gracias á María
168 CIENTO CINCÜENTA MfIJAGBOS DE NUESTR,A SEÑORA DE I]OTIR,DES 169
rle constitución linfática. ó mejor rlicho escrofulosa,
t'ué atacatla en su juventutl de varias afecciones escro-
fulosas á consecuencia de su mal temperamento.
En 1846, estand.o sirviendo en Rochefort en casa
XIII de mi hermana, soltera y sola, dió una caítla que la
protlujo agrdos dolores en la región de Ia cadera dere-
Curación súbita de una pobre criatla enferma hacía cha, obligándola águardar un reposo completo d.urante
veintisiete años, en L,ourtles, el 2? tle Agosto catorce meses.
de 18?2. Totlos los signos tle mal de cadera del lado derecho
¿parecieron entonces, )¡ existieron durante largo tiem-
La relación de este prodigio se debe al Dr. Galissón, que pol po d.olores agudos en la región fémuro-tibial, síntoma
muchos años fuó el amo ¡.el módico de la pobre enferma. trratológico tle dicha enferrnedad. Un reposo prolonga-
tlo y aplicaciones rle numerosos y dilatados cauterios
Rochefort-sur-Loire (Maine-et-Loire), 4 de Febrero de 1873. con la pasta de \¡iena sobre eI mienbro enfermo pro-
I\,Ii reverendo Padre:
tlujeron, juntamente con un régirnen interno apropia-
'I'engo el honor de acompairar h \¡, el relato de una enferme- tlo á la enfermedad J'al temperamento de la persona,
dad cróoica asistida por mí durante veintisiete airo-., y sobre su tuna mejoría que la permitió hacer penos¿mente clu-
ouración instantánea en la Gruta de Lourdes, Ilamada de la lante quince años el servicio tle criada en mi casa,
Aparición, el 27 de Agosto de 1872. ejerciendo yo la metlicina en Rochefort-sur-Loire.
Yatias veces Ia dichosa mujer, que ha sabido apreciar los
efectos de la in[ervención sob¡enatural en su far.or, me ha supli- Durante estos quince años, aunque la enferma es-
cado, movida de gratitud, que envie á \'. Ia historia de sus lar- taba libre de los trabajos penosos cle la casa por tener
gos sufrimientos y de su curación tan maravillosamente súbita; yo un criado á mi servicio. los dolores aparecieron de
mas yo he querido esperar hasta hoy para aseguro.rme de los
rcsultados de este hecho verdaderamente milagroso. ilttevo frecuentemente en el miembro inferior derecho,
Ruego á V., mi reverendo Padre, me acuse recil¡o de mi rela- la enfermo hacía mucho tiempo.
to y acepte la expresión de los sentimientos respetuo-cos con
rlue tengo el honor de ser dc V. humildisimo -sen'idor,
En el mes de Noviembre de 1868 el mal tomó una
intensidacl más grand,e: hinchazón considerable en la
P. GeussóN. palte superior y externa del muslo derecho, un poco
tle prolongación de este miembro inferior, dolores más
Ifargariba Gehier, tle cincuenta y nueve años de vivos que nünca en la rodilla, hitlartrosis bastante
edad, natural y residenbe en Rochefort-sur-Loire, consialerable, reposo absoluto en la cama durante ocho
dishrito de Angers, tlepartamento rle Maine-et-I-,oire, ó nuet'e meses. régimen por segund.a vez ile revulsi-
170 CIENTO OINCUENTA UIIJAGBOS DE NUESTEA snñone DE:rrouRDES 'l7L
t
vos activos, .y empleo tle preparaciones yoduradas aI * tóda su confianza, se decidió á hacer tan iárga pere-
interior y exbelior. r grinación.
¿

A los cuatro años de alternativas á mejor y á peor I Luego que llegó á la Gruta llamada de la Aparicién
salió de mi casa y fué á la tle su hermana, donde tles- el 27 de Agosto, se puso en seguitla en oración y per-
pués cle permanecer en cama largo tiempo, quedó im- maneci(r durante tliez minutos hincada tle rodillas sin
posiblitada de andar si no era con muletas, y aun asÍ la menor dificultad, sin la menor molestia; se levan-
lo hacía con trabajo y muy despacio. tó, y sentía que podía anilar apoyándose en sus dos
A consecuencia tle tumores en la rodilla, acompaña- piernas sin el auxilio cle las muletas. Ilacía tres años
dos frecuentemente de atroces tlolores, le sobrevino llevaba una rodillera tle goma para comprimir la ar-
una anquilosis casi completa de la articulaciÓn, con ticulación crónicamente afectada, y en el trayecto de
imposibliclad para arrodillarse desde hacía cuatro la capilla á la población de Lourdes dicha rorlillera
años. llenía continuos dolores en la regiíln iliaca de- se Ie aflojó y cayó á la garganta del pie, y no sién-
recha, que le proclucían un insomnio casi absoluto dtt- dole ya necesaria la dejó en Lourdes.
rante lapsos de tiempo más ó menos largos, y eI sueño El 29 de Agosto partió de Lourdes con sus compa-
regularmente muY Penoso. ñeros de viaje. Llegó á Pau, y como el tren se cletu-
En Abril de 1872 resultáronle de nuevo muy fuer- viera en la estación dos horas y media, á pesar de la
tes dolores en la cadera, y ün hidartrosis más acen- prohibición de sus parientes, sintiendo que podía antlar
tuado que nunca se manifestÓ con sufrimientos intole- fácilmente, lo hizo en compañía d.e los suyos sin apoyo
rables. Algunos vejigatorios y unturas de yoduro de y sin socorro tle nadie, subiendo al castilio de Enri-
potasa y cie opio calmaron los d.olores y disminuyeron que I\r; y para regresar á su casa, después de ba-
la hinchazón. Pero la rodilla estaba mucho más voitt- jarse en la estación tle la Poissonniére, anduvo tres
minosa; la anquilosis era más completa' kilómetros á pie sin cansarse.
Continuando en este mismo estado, el 25 de Agosto Destle su vuelta á Rochefort, que tuvo lugar el 30
de 1872 partió la enferma para Lourdes en compañía tle Agosto, no siente, según dice, ningún clolor en l¿
tle algunos parientes y amigos. trIuchas personas le cadera, ni en la roclilla, ni en la regióniliaca derecha,
aconsejaban que n0 emprentliera un viaje tan penoso' la cual destle mucho tiempo ofrecía al examen un¿ di*
que podía ser fatal y agravar su triste situaciíin- latación considerable y hacía temer la palpitación, in-
Aunque ya había hecho esta pobre mujer varias fhrtos y tumores tle mala naturaleza.
noyenas en Rochefr.rrt para obtener su curación, Ó por La parte inferior tlerecha del abdomen ha vuelto de
lcr menos un alivio á su mal por la inbervención de repente á su estaclo normal. La flexibilidad y la agi-
Nuestra Seilora cle Lourdes, en quien había trluesto litlad tle la articulación fémuro-tibial derecha son igua-
L72 CIDNTO CINCUENTA MITJAGEOS DE NUESTBA spñon¡, DE rrorrRDES 173
les á las ile la izquiercla I y el 30 ile Agosto el estatlo
general de Margarita á su llegada cle Lourtles era lo
que es hoy.
Para mí esta mujer, á quien he seguitlo como mé-
dico descle hace cuarenta y tres años, era incurable XIV
con el auxilio tle los metlios naturales durante el resto
de su días. Curación instantánea ile un raquitismo incurable
Puetlo, pues, afi"rmar con conocimiento de causa ¡¡ ile quince eños, en Lila, el 8 tle Septiembre
en Ia sincerirlarl de mi conciencia, que la instantanei- ile 18?2.
ilad de la completa mejoría del rnal crónico y conipli-
cailo descrito anteriormente me pone en la obligación La cliócesi-q de Cambrai brilla enile todas por el esplendor de
viva y- de su ardiente devoción hacia Nuestra Señora de
-.u fe
d,e creer en una intcrt¡encion sobrenaturrtl. Lourdes. Como verdadera Madre y Reina de misericordia, la
Después de aguard.ar cinco meses para ver tsi los Santisima Virgen ha querido recompensar con varios milagros
felices resultados de este hecho maravilloso se mante- estupendos la piedad de estas poblaciones. Sólo en el me-s de
Septiembre de este mismo año se dignó obrar cinco curaciones
nían, me he decitlido á hacer esta narraciÓn que se me asombrosas. La primera data de la ffesta de su bendita Nativi-
ha pedido y reclaman mi fe plenamente ilustrada y el dad, y su narración la tomamos de la Semaine relí.gieuse de
interés de la verdad. Cambrai y de los Annala-".

Rochefort-sur-Loire (Maine-et-Loire), 30 de Enero tle 1871¡'


Una curación en la
que t0d0s los espíritus serios
P. Ger,rssoN i ven la intervención sobrenatural, acaba cle producir-
ejercienilo la med'icina 43 años ¿n tlidto (tistrito. se en la casa tle las Hijas de la Caridacl conocitla ba-
jo el nombre d,e Casa de huirfanos de sor Softa,
situada en Lila, en la calle de la Barre. Hemos reco-
gido sobre ella los siguientes detalles, cuya rigulosa
exactitud garantizamos.
Una huérfana llamada Sofia Druón, de Lila, de
veintiséis años de edad, recibida en dicha casa hará
pronto veinte, había sido atacada á los once años
ile una paráIisis que la privó del uso de sus miembros.
Erale absolutamente imposible analar, estar tle pie,
ponerse de,rodillas ni moverse cuando estaba sentaala
174 J:CIENTO ]CINCUENTA MIÜAGR,OS DE NUESTRA s¡ñon¿ DE r,ouBDES 175

ó acostacla; los brazos 5 las piernas, sin fuerza y sin andaL, á Io menos con muletas, y evitar asíá sus com-
calor. se habían torcido en forma de arco; la pierna I)añeras la molestia que les ocasionaba, lo que serviría
derecha la tenía entrelazada alredeclor de la izquier- también para aumentar su d.evoción. Muchas tle las
tla; las rodillas tenían enormes tumores: cuando una Hijas rle la Caridad de la casa J unas cuarenta huér-
de sus compañeras la llevaba se veían balancearse fanas hijas de llaría, se asociaron á su piadoso pen-
estos miembros muertos como débil v¿ra de que se rsamiento; y á fin de juntar la penitencia á la oración,
,-qirve el labrador para batir el grano. La pierna de- Sofia Druón ayunó durante los nueve días sin que lo
recha estaba más corta que la otra unos diez centíme- .:upieran sus naestras, que no se lo habrían permiti-
tros. Hace sobre quince años. cuando esta parálisis do por el estado delicado de su salucl.
que atacó la metlula de los huesos se proilujo. la Su- La novena debía concluirse el domingo 8 de Sep.
periora de la Casa de huérfanos consultó al Dr. Pa- tiembre, fiesta de la l{atividarl tle la S¿ntísima Vir"
rise. el cual contesüó que no había remedio posible y gen, á las tres de la tartle; y en la mañana de este
que esta joven estaría enfelma totla su vida. ilía Solia Druón fué llevada á la capilla, en rlonile co-
Desde entonces, en efecto, ninguna nrejoría se ha- mulgó, al refectorio, á, la sala de estutlios, y última-
bía obrado en el estado cle Sofia Druón. Un gran mente á la sala de recreo.
número de personas la, han visto acompañanrlo á l¿s A eso de las nueve se encontraba en esta sala con
huérfanas eü strs salitlas sobre un cochecito propor- unas veinte huérfanas, cuanclo, confiantlo siempre en
cionado por varias personas caritativas en Julio el potler de Aquella cuya intervención imploraba, pi-
de 1868; la conocían bajo el nombre dela rtt,fern,i,tn. rlió un poco tle agua de l¿ fuente de Louriles. La be-
Sus compañelas la llevaban de sala en sala. J" nos= bió. y suplicó á una tle sus compañeras que rezara con
otros l¿ hemos visto llevar muchas veces á la capilla ella el Auc nfa¡'ía. Apenas había acabado esta ora-
en brazos de otra huérfana. ción. sintió un fuerte estremecimiento en todos sus
La confianza en Dios y la esperanza de su curación miembros; sus piernas se enclerezaron, se levantó y
no la habían abandonarlo nunca. Había hecho ya diez .se dejó caer. Mas agarrándola por Ia mano su compa-
novenas para obtener la gracia tle andar, pero todas ñera, se levantó de nuevo y echó á andar. Luego se
-sin éxito, y sin embargo no desconfiaba. Como iba cre- oyó resonar en totla la sala, y pronto en torla Ia casa,
ciendo en edad, se iba haciendo más pesada y más este grito de atlmiración y de alegría. ,,¡Sofía anda!
dificil para sus compañeras la carga de transportarla ¡Sofía ancla!"
de una sala á otra; por lo que resolvió á fines de Agos- Andaba, en efecto, por la primeta yez después tle
to irltimo hacer una novena en honor de Nuestra quince años. Sus piernas, que en un instante se pu"
Señora rle Lourdes para otrtener el favor de poder sieron rectas, rígidas y fnertes, podíanmoverse y lle-
I" 76 CIENTO CINCUENTA MIIJAGR,OS DE NUESTRA SENORA DE rrounnEs l7l
varla. Atravesó el patio, subió sin dificultatt la esca- agua de la fuente de Lourdes y de rezar tn Auc lfa_
lera y luego la que conduce á la capilla, á fin de dar clyo hecho tuvo por testigos á unas veinte huér-
"i4,
l'anas que se encontraban en la sala donde se realizó,
gracias á la Virgen que le había obtenitlo un favor tan
grantle del Todopoderoso. 1l'oclas sus maestras y com- y á todas las huérfanas y sus maestras que acudieron
pañeras la habían seguitlo; y transportadas de recono- al grito de: ,,¡Sofía anda! ¡Sofía ancla!,, Tiene por
cimiento y cle tlicha entonaron el nfognificaf, danclo testigos á un número consiilerable de personas de la
gracias á Aquel que había mirado la humildarl de sn parroquia de Santa Catalina, que vinieron á verla ttn-
sierva y hecho en ella grandes cosas. dar, á ver entr¿r y salir de la llisa parroquial á la
Cuando una hora después se dirigió Sofia Druón á que hacía quince años oÍan llamar la ut,fe rm,ito,; tíe_
la iglesia de Santa Catalina, para asistir á IaMisa pa- ne por testigos á una porción de eclesiásiicos y de
rroquial, totlos se sorprendieron aI verla andar: á la personas de toda conclición, que hace ocho días han irlo
salida de la iglesia una muchetlumbre compacta se á visitar á la huérfana y oírla contar las circunstan-
colosó á su tr)aso para contemplar á la que acababa cias que han concurrido en su curación; tiene por tes-
de ser objeto de lo que no vacilaban en llamar un mi- rigo aI médico de la casa, que después de haber visto é
lagro. interrogado á Sofí¿i Druón ha declaraclo que el dedo
Descle entonces hemos visto valias ver:es á Sofia cie Dios estaba allí. Todos clicen que ha habido mila-
Druón, que anda fácilmente y sin esfuerzos: los hue- gro; nosotros lo decimos también, añatliendo sin em-
sos de las piernas han recobrado el calot', la fuerza y bargo que sólo á la Iglesia pertenece fallar con auto-
la forma recta r¡ue habían perdido. La pierna derecha ritiad de cosa juzgatla en una cuestión de esta natu-
se ha alargatlo unos ocho centímetros; las rodillas raleza.
tienen eI grueso natural. Una mejoría notable ha ex_ Al terminar quisiéramos hacer notar lo que hay de
pelimentado en el brazo derecho; y, lo que antes Ie providencial en el hecho que acabamos de refelir. Los
era imposible, ahora puede hacer fácilmente la señal periódicos irreligiosos y los incrédulos se tomaron la
tle la cruz. tarea hacía algunas semanas tle atacar de un mod.o es-
He aquí la relación exactísima tlel hecho que acaba pecial las peregrinaciones'á Nuestra Señora de la Sa-
ile pasar en Lila. L¿ huérfana que ha sitlo objeto de leta y á Nuestra Señora de Lourd'es: una hoja de Lila
esta curación no podía anclar ni moverse hacía quince tuvo la desfachatez de riclicLrlizar los milagros, inter-
años; los médicos la habían reputado pol incurable; pretando eu sentido irrisorio la devoción á Nnestra Se-
ha sido curada instantáneamente el últirno día de una ñora de Louriles; y he aquí que á pocos pasos de la ofi-
novena que hacía en honor de l{uestra Señora de Lour- cina de esta hoja se efectuó un hecho prodigioso por
cles, en el momento que acababa de beber un poco r1e intercesión de la Santa Virgen, invocacla bajo la advo-
178 CIENTO CINCUE¡íTA MILAC}iiOS
DE NrrnsrR,a snñon¿. DE LortRDEs I79
cación de lluestra Señora de Lourdes; y este hecho es
tan evidente que eI tal periótlico no se ha atrevido toila-
yía á at¿carlo. La parroquia de Santa Catalina, cerca
de la cual está situatla la Casa tle huérfanos, setlispone
á rlevolver pronto laestatua venerada de l{uestra Seño- XY
ra de la Treille á la iglesia que se construyó bajo esta
advocación; y de aquí que digan muchas personas de Cura súbita de un tumor en la rorlilla, en Tour-
esta parroquia que la Santísima Virgen ha indicado con coing, el l? tle Septiembre de Ig?P
un protligio bajo qué advocación quiere ser invocada en
el altar que dejará vacío la estatua de l{uestra Seño- Este segundo milaero rglerido por la Superiora
tiel Hospicio gcneru l"de Tourcoing,
l::_^h^-q_=1d."
re.rigo ocuiur:
ra de Ia Treille.
En medio de las tristez¿s que nos afligen, es conso-
oing' 28 rle octubre de {872'
Iador ver cómo se manifiesta el poder de Dios por su-
cesos brillantes que reducen á la impiedad aI silencio, ,,señor orr.arL
fuerzan á la intliferencia á la admir¿ción, excitan la ,,'Iengo el honor de transmitir á y. la
tlevoción de los fieles y dan á todos los que sufren la relación de
un hecho, por lo menos extraordinario, que ha
€Sps¡¿nru cle la curación y de la salvación (1)' tenido
lugar en el Hospicio rle Tourcoing (Xorte¡ el 17
de
Septiembre último. En este momento en que Nuestra
(1) Véanse los comyrrobantes, n.u 6.
Señora cle Lourdes se complace en clerramar en el
mundo y particularmente sobre tr'rancia los tesoros
inefables ile sus gracias y de sus bendiciones,
es qui_
zás más oportuno que nunca recoger hasta las rniga-
jas rle su maternal liberalidad. Con este
objeto roga_
mos á V. reserye un rinconcito de sus Annales
ála
narr¿ción siguiente, que será una modesta flor añadi_
da..al enorme ¡' magnífico ramillete de milagros que
brilla en este momento en manos de Nuestra Señora
de Lourdes.
..Filomena Patyn es una huérfana de dieciocho
años, que entró en el Hospicio algunos meses
antes
de su primera Comunión. y se hizo notar allí
siempre
180 crENTo crNcuENTA MTLAGRoS DE NUEsraa'srñon¡. DE r,ouRDES 181

por la tlulzura de su carácter y eI candor de su pie- dirla con tantas instancias y oraciones no venía, y ya
clad. Aunque de complexión bastante delicarla exterior- la pobre joven, como ella misma escribía, c¿no sabía á
mente, había gozado siempre tle buena salud. ..qué Santo clamar.'.
*Pero á fines de Xlayo de este año comenzó á sen- uMas sucedió que en los primeros días de Septiem-
tir en la rodilla derecha un fuerte dolor sin saber de bre oyó de boca de nuestros capellanes que acababan
qué procedía. Durante largo tiempo sufrió en siielcio de hacer la peregrinación de Lourd.es, la lelación de
el mal agurlo que la atormentaba. "No me atrevía á las mar¿villas que Nuestra Señora obraba allí. Bastó
r,hablar tle é1, nos dijo rnás tarde, por temor de tener esto para re¿nimar su confianza y
su esperanza.
rque dejar los talleres é ir'á la enfermería." Vencida Resolvió. pues, llamar nuevamente á la puerta del
al fin por eI dolor y ciescubierta por la dificultad que Uorazón de la Santísima \¡irgen haciéndola una cualta
tenía aI anclar, conf'esíl su mal. El médico tlel est¿- lov€na¡ Nos manifestó su piadoso proyecto, y todas
blecimiento visitó á la imprudente joven y la prescri- nuestras Hermanas y un gran número de sus com-
bió el descanso más completo con los remedios de cos- pañeras prometielon unirse á ella. Filomena estaba
tumbre. En efecto, el accidente de que sufría Filome- llena de gozo: todavía me parece verla recibiendo de
ua poclía ser grave' tanto más cuanto que larodillase rlis manos cou el mayol' respeto el librito de las
hinchaba por intervalos' y se cubría cle manchas amo- letanías de Nuestra Señora de Lourcles y una botella
ratadas; io que nos causaba alguna inquietnd sobre el tle agna milagrosa.
d.esenlace del mal, y lo mismo al médico que' ¿unqüe ,,La noyena debí¿ comenzal el 16 de Septiembre. Co-
muy reservado por temperamento, participaba algo' m0 preparación, obtuvo áfa.erza de instancias permi-
de nuestros tristes presentimientos. s0 par¿ asistir á Ia Santa Misa el dorningo lb, desile la
uA principios ile Agosto el dolor fué en aumento;la parte alta de la tribuna. \rolvió á la enfermería muy
hinchazón tie la roclilla se acentuó más. La pobre jo- fatigada y doliente. ¡ ie ordenaron estuviera en la
ven, que hasta entonces había poclido estar sobre un cama el resto del día. Al siguiente, primero ile sn no-
sillón con la roclilla puesta encima de una silla, se viÓ vena, tuvo necesiclacl para ir á la tribLrna contigua ti la
en necesitlad de guarilar casi siempre Ia cama'
la enfermería d.e apoyarse en el brazo de un¿r huérf¿na
Resignóse á ello sin quejarse, soportando con una que la sostenía en su marcha. Cuando acabó de rezar
paciencia admirable las molestias tle la más completa (Dios sabe con cuánto fervor) las or¿ciones que Ie ha-
inmovilidacl. Hizo varias novetlas á la Santísima Vir- bían señalado para la novena, se püso á beber con
gen, Madre de Ios eufermos y de los huérfanos; inte- pierlail sencilla algunas gotas del frasquito que llevaba
resó asimismo en su curación la protección de San consigo, humedeciendo también con la misma agua
José y iie Santa l'ilomena; pero ¡ay ! la curaciÓn pe- milagrosa el trapo de la rodilla.
182 CIENTO CINCUENTA MIIJAGBOS DE NUESTRA ssñon.a DE rrounDns 183
"Después de media hora, la huérfan¿ encargada de ,, dor, pero el corazón palpitando cle esperanza. En fin,
conducirla fué á buscarla, y Filomena volvió con su .. después tle nuevos esfuerzos llego cerca del cor ;
ayucla á la enf'elmería más extenuatla que la víspera. la balaustracla, no pensando en manera
- entreabro
,,Riñéronla por su persistencia tle querer hacer la .. alguna que la entrada del santuario me estuviera
novena en la capilla, y abrumaila de dolor tuvo toda prohibida, y heme aquí tle rodillas, sin saberlo á los
"
la tarde fija la miraila en una imagen de tr[aría que se .pies de la Virgen. Empiezo de nuevo mis oraciones;
halla en l¿ sala de l¿s enfermas, exhalando su cora- .. tligo con toclo mi eorazbn tres veces : Dios tc saloc,
zón una oración silenciosa, pero ardiente y resignatla ..)laria, aspiranilo algunas gotas de mi botellita y
á la vez. r. echanclo, no obstante el respeto por el lugar sagra-
uEl martes 17 cedieron de nuevo á sus lágrimas y
"clo, un poco cle agua sobre el trapo de mi rodilla.
á los deseos tle su pietlad. Sostenida de un laclo con * Entonces me vino la itlea de mirar por última vez á
la muleta de obr¿ enferma, y clel otro con el brazo ca- ,.la Virgen, diciéndole sencillamente: ¡Oh Maria,
ritativo de su conpañera, puilo dirigirse otra vez á la ,tencrl pi,eclacl rlc una lobre nina huirfana! Derc-
tribuna. ¿Qué pasó entonces ? Sólo Dios y la Santísi- ,,pente el trapo que cubría mi rodilla se cae al suelo;
ma Virgen lo saben, pues la capilla estaba desierta, y ,, hago un movimiento para recogerlo y colocarlo otra
la huérf¿na tlue la acompañaba había vuelto á su tra- ,¡ vez sobre la herida. Entonces siento en mí una espe-
bajo. Pero he aquÍ en toda su simplicirlad la relación .. cie de estremecimiento y como una certidumbre de
que Filomena nos hizo más tarde: .¡ que estaba curada. Y en efecto, mis ojos bañailos tle

"Cuando me vi sola en presencia de Dios y de XIa- ..Iágrimas no veían en mi rodilla ninguna señal tlel
,, ría recé mis or¿ciones acostumbradas y me parecía .. mal que me hacía sufrir hacía cuatro meses. Me le-
( que mis sufrimientos disminuían á medida que pasa- ;, vanté en seguicla sin dolor y sin molestia, y dejando
,, b¿ Ias cuentas del ros¿rio. Movid¿ entonces por una ., á los pies de María mi pequeña cadena cle plata y la
u inspiración repentina, resolví bajar al coro de Ia
.,muletita en testimonio de agradecimiento, echo á
¿, capilla; pero
¿cómo bajar, en el estado en que me ha- ,. correr por toda la casa para anunciar á las Herma-
u llaba, la rápida y peligrosa escalera que á eIIa con-
.. nas y á mis compañeras que la Virgen me había cu-
r duce? ¿Cómo hacerlo para atravesar la capilla en totla ,. raclo. ,
',su Iongitud? No irnporta; me levanto, y agalrándo- ,,He aquír señor Director, la relación, un poco lar-
,r me á la barandilla con una mano y apoyada en ni ga quizás, de Ia protección de l{uestra Señora de
l mul€t&, me aventuro en Ia escalera; y en medio tie Louriles para con nuestra huerfanita. En los detalles
(.penas sin cuento y paradas frecuentes, me encuen-
que contiene, y cuya autenticitlad garantizo, hay por
a tro en la capilla con eI cuerpo toilo empapatlo en su-
lo menos una coincidencia notable que le da el valor
184 CIENTO CINCUONTA MI'IJAGR,OS DE NTTESTRA snñon¿. Dn rrouRDES 185
de un hecho extr¿orrlinario. uHija mía, dice el doctor
u llamatlo á certificar la inexplicable curación de Fi-

¿, lomenar es preciso dar gracias á la Santísima Vir-

(( gen. r:

,,Esto es lo que hacemos desde eníonces totlos los XVI


días lo menos mal que podemos, porque estamos Ínti-
mamente persuadidas que Nuestra Señora de Lourdes Curación instantáuea de una parálisis incurable de
ha extendido sobre una de nuestras niñas su mater- seis años, en Roubaix , el 29 tle Septiembre
nal protección; y cada vez que desde entonces vemos ile l8?2.
correr delante de nosobros á Filomena, más lista y ac-
tiva que todas sus compañeras, nos es imposible dejar He aqui el tercero de estos favores verdaderamente admira-
de creer en su complel¿ é inst¿ntánea curación por irles de Nuestra Señora de Lourdes. El Journal de Roubain es
la intercesión milagr:osa de Ia Santísinia Virgen. quien nos du de él los ¡reciosos detalles que siguen ;

uSoa SlNr¡. MlnÍ1, Desde principios de la semana pasada se h¿bla mu-


<<Superdora rlel Ilospicio General ett TouT'co¿ng (Notte).>
cho en la ciudad de una curación que ha tenido lugar
sútbitamente el domingo 29 de Septiembr.e, en el Hos-
picio. en circunstancias mu)' notables. Si no hemos he-
cho mención de ella más pronto ha sido por motivos
de prndencia que todo el muntlo comprenderá. Pero
creeríamos faltar á lo que debemos á nnestros lecto-
res, si pasáramos en silencio un hecho que ha sid.o cer-
tificaclo por centenares de testigos, y cuya autenticidad
puede ser comprobaba por todos.
Hacía cosa de seis años que una joven huérfana lla-
mada ,Iosefina Renaux, de diecinueve años y tres
meses de etlatl, estaba atacad.a de una parálisis total
de la pierna izquierila, parálisis determinada, según
el Dr. Bayart, actual médico clel Hospicio, por una
contracción muscular. La pierna, que se habÍa rtobla-
do, estaba completamente inerta é insensible; la san-

'p-
186 crENTo crNcuENTA lrrrJaGRos DE NUESTRA snñona DE r,ounDES l8z
gre n0 circulaba Jror ella; parecía en cierto modo corno tica bebió un p0c0 d.e agua, y (copiamos aquí su pro_
i pia relación) movida por una secreta inspiración, qui_
desecaila, y rehusaba todo servicio. I
Durante los dos primeros años la joven había teni- + so levantarse, pero volvió á caer en el sillón; estuvo

do que guardar cama, y después tenían que llevarla rezando algunos momentos más, y bebió otra vez agua
tle la cama enun sillóu, en eI que pasaba todo el día. rle la Gruta. ,,Yo sentíar ha dicho rlespués, que iba á
Tres médicos, Carette, i\lartín y Bayart, la asistie- ¿ndar.,' Sintió entonces una fuerte sacudida seguida
ron sucesivamente; pero desde hace dos años este úl- tle un dolor violento en todo el rniembro enfer"mo, se
timo parecía clesesperar de la curación, y ya no orde- levantó sin diflcultad, y por la primera vez en seis
naba remedios ni medicamentos. años fué á arrodillarse cerca del banco de la Comu_
Josefina Renaux quiso obiener de Dios Io que ios nión.
hombres no poclían darle, y comenzó por Pentecos- Vitamente impresionada, la enfermera se apresuró
tés una serie de novenas que prosiguió sin interru¡r- á comunicarlo á la Superiora, la cual vino al instante
ción. seguida cle las Religiosas, de las huérfanas y de las
Hace algírn tiempo leyó la lelación de la Srta. So- otras pensionistas del Hospicio; y delante ile totlas
fía l)ruón, de Lila, y resolvió hacer nna novena á estas personas, que la habían conocido paralÍtica por
Nuestra Señora tle Lourdes. Comunicó sn pensamien- espacio de seis airos, Joseflna Renaux and.uyo y atra-
to á la Superiora, quien prometió se asociaría, así co- vesó la capilla en toda su extensión. Estaba cnracla,
rno todas Ias huérfanas tle Ia Casa, á esbe piadoso ac- completamen te curad.a.
to. Procurálonse agua de Lourdes, yempezó la noven¿ La emoción era general. Se entoní¡ el fuoonificut,
ei 28 rle Septiembre. Josefina comulgó ese día y el rlue acabó en medio de lágrimas y sollozos.
siguiente; que er¿ un domingo, y, c0m0 siempre, fuó Dieron parte del suceso á la hermana y al cuñado
necesario llevarla en sillón á Ia Santa Mesa. rle Josefina Renaux, quienes habiéndola visto el do-
A instancias suyas fué llevatla á la ulta de la tarde rningo por la mañana eu el estado erl que la conocían
del domingo á la capilla, cerc¿ del alt¿r de la Santí- tlesde tanto tiem¡lo, no podían creer lo que sus ojos.
sima Virgen; hizo esperar un instante á sus compañe- r-eí¿n.
ras, encargándoles rezaran por ella, y cuando lasjóve- Desde entonces la joven continúa andando su pier-
;
nes se hubieron retirado rogó á la enfermera que se ra se ha enderezado, sus carnes se han puesto sólidas
había quedado que fuera á buscar la botella tle agua
y llenas de vida, la sangre cir.cula con abundancia.
ile Lourdes, iliciéndola que creía estaba á punto tlo Una cojera imperceptible es lo único que le queda de
ser curada. Cuanclo la enfermera volvió, Josefina y ¡u enfermedad.
ella rezaron una tlecena del Rosario; luego la paralí- (Extracto del Jounml rle Roubai,a).
188 CIENTO CINCUENTA I{II¡AGEOS DE NUESTI,a sEñoRA DE r,ounDES 189
EI 6 de Ocbubre, reverendo Padre, día de las gran-
ies manifestaciones ile la Francia católica en Lourdes,
plngo á la fnmaculada Concepción favorecer á mi pa-
XVII :r'lquia y á mi rninisterio con la gracia más insigne
por la curación sirbita, instantánea, de la señorita
Curación maravillosa é instantánea ile una joven r'lar¿ Chauvin, de veintitrés años y medio de ed¿d.
incurable, en Chenac (ttiócesis tle la Bochela), De temperamento excepcionalmente linfático, esta
el 6 ile 0ctubre tle 1872. j,rven ha sido toda su vitla víctima cle manifestaciones
¿scrofulosas, principalmente de infartos glandulares
El señor Cura de Chenao escribiú ¡'enrió ó los Paclres l\'lisio- tn diferentes partes del cuerpo. La forma clel mal er¿
neros de Lourdes la relación de esta ¿rdmirable curación'
á la vez exterior é interior, pues el peritóneo era el
Cheuac (Char,:nta Inferior). 10 cie Diciembre de 1872'
sitio de depósitos tuberculosos, y el tuvo digestivo es-
t¿ba atacado cle ulceraciones. La enferma devolvía
IIuy reverendo Padre: materias purulentas d,e un olor fétirlo, que el mérlico
Tengo la osadía cle esperar que entre tantos ecle- había declarado no poder detener con ningúu medica-
lnento. Las evacuaciones que se producían hasta cua-
siásticos como Y. h¿ visto de dos meses á esta tr)arte'
¡r'o ó cinco veces al día, la caus¿ban vivos dolores.
no habrá oh'idaclo á un sacertlote tie la diócesis tle la
Bajo la acción tle crisis atroces, se habían obraclo en
Rochela que ftté nn clía á conferenciar con V' tocante
sutemperamento desórdenes clel carácter más grave é
á un plano cle capilla depositado por él en la Gruta' 5'
que la Santísima Virgen, decía é1. le h¿bí¿ roltrtdo, íntimo á la vez.
quien no ha olviclacio la respuesta de Y': "Consolaos, Todos estos tlesórdenes orgánicos reunidos ponían
tendréis vuestr'¿ capilla' y hasta una iglesi¿ si es á Clara en la c¿si imposibiiidad rle andar. Desde varios

preciso. '' años no lo hacía sino á costa d.e grandes molestias,


Ciertamente creí en la palabra c1e \:', pero esbaba yo sufriendo mucho y muy encorvada. l{o creo exagerar
bien lejos de prever de qué naner¿ serÍa oído y t1ué
afirmantlo que en el espacio de estos siete últimos años,
meclios pondría eu juego la Inmactla3a ConcepciÓn cuatlo de ellos ha tenido que estar sin salir de su cuar-
para dar á V. la raz6n y tener su santuano' to, y tres sin levantarse ile la cama. Lo cierto es, re-
Y sin embargo, se ha realizado la cosa. verendo Padre, que recientemente se han pasado tre-
l

Este acontecimiento se remonta ya á cinco semanas' ce meses en estas condiciones sin que, á excepción cle
pero n0 he querido precipibar nad,a, sino esperar á que una ó dos vecesT haya podiclo salir para venir hasta la
el milagro fnera tan indiscntible c0m0 era asombroso. iglesia, y eso sosteniéndola su madre (es una tía á
190 crENTo crNcuENTA Mrr,aenos DD NUaSTRA snñon¡. DE rrouBDES 191

quien llama así porque la ha erlucado) bajo nn brazo, ¡,resencia tle la enfermedarl que tiene la sobrina de
y apoyand.o ella el otro con un bastón. \-. no hay más que ct"utarse dc brazos; no hay nada
Aun antes de esta época, cuanilo podía salir y antlar ilue hacer, absolutamente nndct. Yo no vengo sino
un p0c0, le era imposible arroilillarse, tanto que yo la ¡,or complacer á la señora hermana de V. ; pero cuan-
confesaba en la sacristía, sentaila sobre una silla baja. ilo me llaman sé antes de salir de mi casa que no
-{ mi vnelta tle Lourdes eneontré á la pobre joven en tenrlré mas que crrnünue rhe brazos,
uua de sns crisis. No trataré cle describir á V. el ho- *-dY si se la conilujera á los Pirineos?-Sí, ahí
rror de ella, como tampoco Ios gritos que el mal le están los Pirineos, á los que se podrÍa recurrir como
irltimo expediente; algunas veces he pensado en ello,
arrancaba ; sería impotente para hacerlo; pero en
aquellos momentos record¿ba lo que en algnna parte l,ero ante las dificultades del viaje no me he deci-
dice el P. tr'aber: que hay glitos de horror indecibles tlido. Además, ilevándolavarios años á las aguas, ¿se
qüe n0 se oyen sino en cieltos casos de apoplejía ful- curaría? No quisiera prometerlo. En fin, puede mo-
minante, y sobre Ios carnpos de batalla por ciertas rir en una crisis, puede vivir algunos años en este tris-
heritlas. te estado, pero c0m0 curación no hay nacla que ha-
EI Dr. Mauny, cle Montagne-sur-Gironde, que la cer; sería mcncstct uu, utilagro, pero no estanros ya
ha asistido siempre, había declarado varias veces su rrt tir:ntlto dc milagros." Y al retirarse el doctor,
incapacidail aún para aliviarla. l{o se debe, sin em- manifestó el deseo de que no lo volvieran á llamar.
bargo. culpar ni á la ciencia en sí misma, ni á la rlel Efectivamente, no vino más.
Dr. Maun¡-, que es muy apreciada en nuestra Sain- Pues bien, reverendo Patlre, fué en este estado cuan-
tonge, sino á Ia constitución tle Ia enferma. Era, si tlo el 6 de Octubre, á consecuencia de una novena á
puedo enplear este lenguaje, un sujeto ittntcdit:ablc. \uestra Señor¿ de Louriles, en eI momento preciso
No había que hablar rle arlministrarle ningún medica- en que se organizaba la gran procesión en la plaza de
mento interno, pues str estómago no podía recibir ni Lourcles para dirigirse á Ia Gruta, nuestra enferma
letener nada, ni siquiera la más ligera infusión. Por tuvo la feliz tentación de creerse curada. Yo había
otro lad.o, Ia susceptibilidad de los tejidos era tan enviad.o para que nos representara en Lourdes á la
grande,que la aplicación de los remedios externos era presiclenta tle nuestro 0atecismo de Perseverancia con
igualmente ttificil. l¿ bandera cle la Congregación, pero ignorábamos aquí
He aquí Ia declaración que el Doctor llamarlo cle las horas y los momentos de la ceremonia, y más aun
nnevo hizo al tío cle la enferma doce días antes de su las horas y los momentos del pod.er misericordioso de,
curación: la fnmaculatla Concepción.
,.Señor, doloroso es tener que confesarlo, pero en Después de haber vacilarlo media hora en levan-
DE NLTESTBA SENoRA DE rrotrRDES l9B
t92 CIENTO CINCUENTA MIITAGR,OS
tlos más arriba igualmente. Trabaja desde la mañana
tarse, Clara se aprovechó de la ausencia de su madre
hasta Ia noche. y se ocupa ett cosas que no había he-
para ensayar sus fuelzas. se dejÓ tleslizar de sLr ,:ho desile hace tliez años, como por ejemplo, su cana,
lecho al suelo, y sintió que sus pies Ia sostenían'..
J- en una de estas semanas hizo un día hasta tres para
¡Esbaba curada! ¡curacla sin esfuerzos, sin sacudidas! eusayar sus fnerzas. En fin. Padre. sLr salud es per-
En seguida se arrod.illa, r'eza en acción de gracias las f'ecta; come con apetito insaciable toda clase de ali-
Letanías de Nuestra Seitora, se levanta y sube á una
rnentos sin que se altele su digestión. J- hay noches
silla para alcanzar sus vestidos que estaban en el en'que d.uermelhasta diez hor.as. ái'irla tle leparal el
estante superior cle ttn armario, se viste, y cuando
tiempo perdido.
entró su madre se paseaba por el cuarto. Serí¿ la una
He escrito á Mons. tle La Rochelle avisándole que
de la tarde. Algunos instantes después, es tlecir, en
tlirigía esta relación á los -{ lntltle.i dr Arofuc-Do.ntc
el momento en que justamente entraba la procesiÓtr rlrt l6¡¡ ¡'¡¡rr.
en esa Basílica, nuestra afortunacla joven se dirigía á
Estu, cttrac'i,cítt, ctu¡a ,¿¡erd,ad, se testificu, I'eDer;cn'
la iglesia aclamacla por las personas que etrconlraba
rlo Pod,rc, 0s ,Ltno dc las ntris 7rodígiosus que lta
en el camino. qbrado la Ttotlcro.sa intercesiótt d.e Nuestra 9c,ioru,.
Oigo estas aclamaciones; acudo ; ¡ era Clara !'. '
Y ahora comprenderá Y. que la ftmaculada Con-
*¡Esto| curacla, seriol Cttra, estoy curadalrr me dijo-
cepción quiere absolutamente su capilla. El agraileci-
La conduje á la iglesia. IJn joven eclesiástico del miento lo exige. y yo debo eternizar este beneficio.
Seminario de Buriieos que estaba en mi casa corrió al
;

¡ Oh! ¡qué hermosa manera de restituír eI bien ro:


campanario á tocar á vuelo. Se llenó la iglesia. Ento- /,¡nclo!... Sólo la Madre cle Dios tiene tales secretos y
namos eI Magnij'cat, que Clara cantó con voz sonora,
tan atlmirables recursos.
rnuchas veces acompañacla cle nosotros. Se on'orlillct,
Heme aquí, puesr en campaña; soy demantlante
se levanta, vuelve á" anoclillatt'se) y con todos los
t1e la fnmaculatla Concepción. No le pido una cr iglssi¿ ' i'
demás se queda'á,rezar los quincemisterios delRosa-
per0eSprecisoqueEllapaguesu¿lcapilla.l:
rio, asiste á las Vísperas y á la bencliciÓn rlel Santísi-
Suplico á V. encarecidamente se sirva hacer c¿ntar
mo Sacramento, y todo esto sin sufrimiento ni fatiga-
¿i nuestra intención rn lfagni.ficot en la Gruta, y
En resumen, mi reYerendo Padre, la curaciÓn fué
¿l.cepte la expresión respetuosa t1e los sentimientos
ratlical. l{o solamente atlda la tlichosa joven, sino que
con que tengo el honor de ser tle V. humildísimo y
corre y se agita cott una facilidatl y ligereza de movi-
obetliente servid.or.
nientos verdacleramente extraordinarios, sin haber
vuelto á sufrir dolor ninguno. Las secreciones y tlia- .fosÉ Rnueuo,
Cut'a d,e Chetnc, T ot' Coxes.(Charenta Infer¿or),
rreas desaparecieroll, y los graves accitlentes relata-
194 CIENTO CINCUENTA MIIJAGN,OS DE NUESTRA SEÑOR,A DE I,OURDES 195
tregua de algunas seman¿s, y en seguida la volvían
rle nuevo los vómitos.
.,IIace más tle seis años que reside en Besanzón
llevando una vida tranquila y retirada, pero visitada
XWII cada día por su desapiadada enfermedad. El médico
r¡ue la asistía en estos últimos tiempos, cuand.o fué
Curación súbita tle una gastralgia incurable ile curaala, declaró, así como los que le habí¿n preceili_
I
treinta años, en Besanzón, el 6 Octubre ile 18?2 tlo, que la, en,/brnoedatl era incut,u,ble.
"No teniendo, pues, natla que esperar de la ciencia
El mismo Padre Gu¿rrdián de los Capuchinos tle Lle-qanzón
:
: humana, la pobre enferma se volvió hacia el poder
ha querido relatar por si mismo los detalles de esta curaeión
divino por intercesión de Nuestra Señora de Louriles.
milagrosa, absolutamente inexplicable bajo el punlo de vista cle
la cióncia. El t t de Junio cle 1873 escribia al Superior tle los rni- uHizo un¿ novena que concluyó el 6 de Octubre
sioneros de Lourde'": Lle 1872, el mismo día en que el cura de Maur, pueblo
vecino de Besanzón, hacía en el Santuario cle Lourdes
uSeñor Superior: una sírplica en la cual pedía su curación al ruismo
.,Entre las innumerables gracias debiclas á la inter- tiempo que otras gracias para tliferentes personas.
cesión ile Nuestra Señora de Lourtles, puede inscri- El 5 de Octubre tuvo torlavía un vómito, y el 6 se
birse también la siguiente curación, cuya publicación encontró curada.
animará á varias personas afligirias y glorificará el uPosteriormente ha sentido dos ó tres veces un li_
'nombre de María. gero malestar, pero sin vómitos, y habiendo suplicatlo
Leger, residente en Besan-
ul',,a Sra. Constantina á la Santísima Virgen que disipara este malestar, sn
zón, barrio de Chaprais, calle de la Cazotte, sufría r)ración fué escuchada, y al pr.esente, desde hace
seis
hacía treinta años una enfelmetlad que los médicos ri ocho meses, goza de una saluil perfecta, cuya dul_
habían tleclarado incurable. Esta enfermeilad se ma- zura es bien notable después de treinta años de crue_
nifestaba cada día, y algunos días varias veces, por les sufrimientos.
Yómitos, principalmente p'or la tnañana, en ayunas' "La mujer de la hemorragia cle que habla el Eval_
Atacatla de este mal en 1843' á la edad de veinti- gelio había aruastrad.o su enfermedad durante doce
dós años, esta señora viviÓ sucesivamente en Suíza, aíos; habí(L enr,pleado todct, su
¡l.ortuna en ,¡tagur d
Borgoña, Panamá y California, y su mal no Ia aban- los nr,cdicos, y ninguno rle ellos ltubía poct,irto it ror.
donó en ningún país ni se interrumpiÓ nunca' LTnir:a- 1a; antes al contrario, ilespués d,ehaccita su¡ft"ir m,u,_
mente despttés de eiertos viajes por mar tenía una cZo la pnsieron en un esíod.o peor qrLe nnlas. Habienrlo
196 CIENI'O CI}f OLTNNTA }III,AGIiOS

su conflaüza en el socorro de los hom- DE NUESTR,-& $EÑORA DE I,QÜN,}ES \97


-bres. toila
perdido
esta pobre trujer tuvo fe en el porler de Jesu-
cristo. ¡' súbitaiitcttlc.futi cut'aílo. trI Espíritu Santo
trizo escribir este milagro por tres Evangelistas' para
tlansmitir el recuerdo de éI á toclos los hombres'
,,Nuestta Seirora de Lourdes ha obrado tlna' cura- XIX
ción semejante. y la persona que ha recibicio este be-
neficilr desea que se haga conocer á totlos la caridail Curación rarlical tle una joven campesina, tle llagas
tle su augusta Bienhechora' escrofulosas y anquilosis,incurables, el 7 tle 0c-
lj tubre tte 18?2.
cFn. I-lurs ANrourot
.grtnr"didn d,e los Cafntchin'os d,c B¿san!ótt'>
i Filomen¿ Simonneau, joven buena y piadosa, liijrr,
de una f¿milia tle labraclores vencleanos, vive en
L'lhambreteau, uno cle los pueblos de Bocage, tierra
elásica del heroísmo cristiano. Tiene veinte años, y
éste es el quinto en qtle snfre ttna enfermed¿rd es-
crofulosa que atacó su pierna derecha, la inflamó ho-
lriblemente, y poco á poco la fué doblantlo en forma
tle arco. 'Ires llagas de la peor especie se Ie abrieron
por encima del tobillo ; Ios huesos se tlescubrierott, la
caries se apoderó de qllos y se desprentlieron algunas
esquirlas. La inflamación era horrorosa, y si las llagas
se cerraban por algnnos d.ias, un tlolor intolerable in-
vadía los miembros, y la enferma no tenía alivio sino.
cuando l¿s carnes se ¿rbrían de nuqvo para dejar paso
á las materias purulentas y astillas de hueso.
Las articulaciones del empeine y de la rotlilla se le
pusieron pronto infJexibles, y un poco más tarde la
articulación superior se encontró también sip juego.
Daba entonces compasión ver á esta desgraciada joven
violentamente encorvatlir,, pues no se podía sentar
sino con grande diflcultad, ¡' sin muletas no podÍa
198 OIDNTO CINCUENTA MILAGBOS Dx tiunsrnA snñon,t Dn r¡OLTRDES 199

sostenerse sobre la pierna válicla ni tlar un paso. Hoy ,.lel Oeste. El


señor cura había peditlo un asiento entre
la familia y los vecinos se ríen recordantlo sus tenta- los nanteses. l'ilomena tlebía formar parte tlel santo
tivas para pasar el umbral de la casa que apenas tie- viaje, y se preparaba á él con una novena. No se.pu-
rle uros cuantos centímetros de altura, y las caídas ,lieron obtener billetes. El clía en que se anunció esta
que allí ha dado. ¡Ay! antes no reían así, y su madre tlesagradable noticia, hi joven terminaba la novena,
ha derramado inilud¿blemente más de una lágrima al hecha con gran esfuerzo de fe y de valor.
presenciar este espectáculo. Nueve días se había arrastrado dolorosamente á los
En sus mejores ilías lograba á costa de grandes ¡,ies de una estatua de Nuestra Señora de Lourtles
esfuerzos llegar hasta la iglesia, cuya satisfacciÓn le t¡ue ha estado en la Gt'uta y ha sitlo tocada á la roca
costaba mucho, pues en Ios cincuenta metros que tenía santa, y que destin¿ln á una pequeira capilla. Mojaba
que recorrer se veía obligatla á d.escansar varias veces. con agua milagrosa sus desesperantes llagas. Tanta
La compasión se apoderaba tle cuanto s veían pasar á fe y una confi.anza tan enérgica debían ser recompen-
esta joven tan bien nacitla, inutilizada en la flor tle su .i¿rclas.

edad, oprimida Jror una eufermedad incur¿ble. Era un viernes. Sentada en ttn rincón tle la chime-
Filomena no ignoraba Io que se decía en secreto de ruea, Filomena tuvo de repente Ia idea de levantarse
su estado cuando Ia encontraban. IIIás de ttna vez ¡- de echar á andar. Se levanta y antla. La inflamación
contestó á los que procuraban alentarla: ,,¡Oh! bien v tres gruesos tumores se habían extinguido, el enor-
sé yo que no puetlo curar: ¡los rnédicos no tienen para lure volumen de Ios tejidos había ligeramente clisminui
mí ninguna esperanza!u tlo, algnnas esquirlas que comenzaban á aparecer no
A los veinte años no es fácil que uno se resigne á se vieron más. Pero la marcha era penosa y peligrosa,
pasar toda la vida estropeado y enfermo. La buena ir-un a)'udaila de un bastÓn. Con no poco trabajo andaba
X'ilomena esperaba tle Dios lo que los hombres no po- sin las dos muletas, temiéndose á cacla instante ttna
dían prometerle. Oraba tlurante el día y oraba duran- caída. Las articulaciones continuaban inflexibles.
te sus largas noches tle tormento. Con frecuencia, La población estaba conmovida. Las personas que
cuando su madre se levantaba aI despuntar eI día, ya trataban á Ia joven se maravillaban y proclamaban el
habí¿ ella rezatlo el Rosario. milagro. Pero eI milagro clefinitivo era preciso irlo á
Desde que conoció á Nuestra Señora de Lourdes no buscar á otra parte.
dejó cle invocalla constanlemente en sus oraciones. El señor cur¿ se había arreglado felizmente con Ia
Bn la parroquia de Chambreteau habí¿ un deseo irre- parroquia de Niort para la peregrinación nacional.
sistible de tomar parte en las peregrinaciones qtle una Partieron quince personas cle Chambreteau, llevando,
tras otra llevaban á los Pirineos, á todas las regiones Í¿ Filomena. En el pueblo se or¿rba por ellos, y ellos;
200 crENTo crNcuENTA urr,acRos DE NU-osrBA s¡;ñona DE, rrounDns 2(11

el sábarlo 5 de Octubre teníán la clicha de orar por ,:irculó mucho tiempo, y decía: uNo estoy fatigpda;
sus f¿milias delante la (iruta, en tlonde tantas lágrimas la pierna que estaba enferma se eucrentta más fuerte
se han derramatlo. ,,Los tres rlías que estuvo en r¡ue la ott'a."
Lourd'es Ia peregrinación, escribe el abate Bottcher, Volvimos en seguida con nuestros perqgrinos á
pasaron como una hora, una hora tlel cielo.u Chambreteau. Los esperaban á la entrada del baruio,.
El domingo había tenido Filomena una recruclescen- cerca cle una gruta dedicada al Angel de la Guarda.
cia en sus dolores, y el lunes á medio clía ningún cam- Por las portezuelas esparcelt la buena ntteva. Los pa-
bio se había obratlo totlavía en eI estado de la pobre ñuelos se agitan, y se oye resonar este grito: ,, ¡Filo-
enferma. Pero el momento esiaba cercano. mena está curada! ¡Irilomena es.tá curada!'r :

Cuando fueron cerca de Ias tres, ayudada l-ilomena Había un pequeño grupo en el Iugar tlonde ellos
por Juana Tremblet, bañaba otra vez su pierna enfer- debían bajar. Apenas se detuvo el coche, oyéronse
ma en el agua milagrosa, y ensayaba el juego de este gritos y sollozos cle alegría... l'ilomena acababa de,
rniembro,.. salt¿r á tierra con ligereza, Estaba de pie, cercada y
Instantáneamenle las tres articulaciones se ellcon- oprimida de gente. Las nujeres juntaban las manos
traron flexibles; el empeine, la rodiila, la parte supe- rliciendo: * ¡Qué milagro ! ¡ qué dicliosa es ! ¡Oh cuánto
r,iol d.el muslo, todo andaba bien...; la pierna torcitla debe amar á la Santísirna \rirgen !.. ., Se vieron rostros
y encogida se había enderezado y extendido... Filo- de hombres bañados de lágrirnas, y alguttos otros que
mena se precipitó h¿cia la Gruta. Los primeros pasos palidecían; tenian el terror cie las g¡andes emociones.
rápidos fueron dolorosos, pero dejó su bastÓn y no leligiosas.
sintió más dolores... ¡Por primera vezl ilespués de El señor cula propuso que se entlase en la iglesia.
cinco años, se arrotlilló!! ,A la iglesia, á la iglesia,,r gritan todos; y mientras
Dos médicos estaban allí. Ignoramos sus nombres, que los peregrinos se ot'denaban, alguien clijo: ,,¿Y
pero una multitucl de testigos los han visto y oído- las campanas?..., Las campanas fueron echatlas á
Examina,ron la pierna poco antes tan estropeada. vuelo. Le pidieron que habiase de la peregrinaciórl,
Enconbraron las cicatrices cenadas y todo en su lugal', que reflriera la milagrosa curación, mas él quiso elto-
y dijeron conmovidos ¡ ;r ¡ES un milagro ! , nar primero el lfagni'frc¿1. Su voz se ahogó entre sus
La joven estaba curada. Sí, bien curada, lo cual se lágrimas. Se continuó el cántico de acción tle gracias,
vió perfectamente en la noche. El señor cura había pero algunos, como el señor crlra,, n0 podían cantal'.
reunido á totlos sus feligreses, y multiplicó sus órde- .,Al oírlo, escribía éste, pensaba y0 en el canto su-
nes á tr'ilomena sin piedatl ni temor. X-ué, vino, subió, blime del domingo por la noche al rededor de la Gruta,
hajó, y aunque llovía nadie pensaba en ello. Filomena canto del cielo sobre la tierra.
202 crENTo crNcuENTA Mtrracnos DE NUESTRA snñon¡. DE rrouBDxs 203
Filonena entró en su casa en medio de dos hileras ¡Ah! es que en su país ellos aman á la Bienaventu_
de gente, seguida de todos los que, habiénclola visto, rada Virgen MarÍa. Es cosa digna de ver por las no_
querian seguirla viendo todavía., ches reunidas las familias rezando el Rosario.
El domingo inmediato la dichosa joven fué recibida Al entrar en la casa de estos campesinos, casi to-
entre las Hdjas d,e Lfaria. lmagine V. con qué satis- rlos nietos de héroes, se ve con frecuencia suspendido
facción le harían cortejo sus compañer¿s. EI pueblo en la chimenea el rosario del labrador en el lugar
no había sitlo prevenitlo, pero lo adivinó, y la muche- clonde en otro tiempo -qe yeían enganchadas las armas
tlumbre se precipitó en seguimiento suyo. Las lágri- rlespués del combate.
mas con'ían como á la llegatla. El abate Boucher nos escribe: r, Iremos destle nues_
Las muletas de Filomena están en Chambleteau, tr¿ parroquia á r'er cle nuevo á Nuestra Señora de
cerca de l¿ estatua de Nueslra Señora de Lourd.es, Lourdes.
rotleatlas tle flores. Su bastón se quetló en la Gruta ,,He leíilo mi carta delante de mis feligreses en la
de Lourdes. Filomena va, viene, trabaja intrépida- plática clel domingo; les he rogado que me clirijan sus
mente como si no hubiera. estado nunca enferma. Ni obselvaciones. He esperado. Ninguna reclamación me
ttn dolor, ni un malestar. ni sentimiento alguno de fa- ha sitlo hecha. Repito á V. que todos están convenci-
tiga la hacen pensar en su pierna. Ha corrido y la han tlos del milagro."
rnandado hacer encargos á dist¿ncias de valios kiló- fln día nos sentamos en el hogar tle la familia Si-
metros, con el objeto de probar su curación. La pierna, luronneau. El candor virginal del rostro de Filomena,
resiste á totlo. el reflejo de piedad que rlaba á su fisonomía algo rle
Ninguna experiencia queda por hacer. angelical, lo que la madre nos clecía rle la paciencia y
La opinión de la parroquia es unánime. lio ha¡r n¿- rlulzura tle esta joven. nos explicaban fácilmente ia
die que no crea en el milagro, y algunos han tlado el predilección de la Yirgen atrayendo á Bernarilita con
mejor testimonio de su convicción. A los ejercicios sus sonrisas. Filomena siente la gracia que ha reci-
espirituales de hombres que han tenido lugar en San bido, y será tligna de ella.
Lorenzo, cerca cle la tumba del venerable Luís de ¡Qué acento de fe en la palabra de la matlre ! ¡Con
Montfort, han asisticio personajes que no los ltabrían qué expresión nos refería los más pequeños detalles
seguido sin la conrnoción recibida trror esta curación. rle esta clulce historia ! Sentíamos no poder escribir
La familia Simonneau no es l¿ única cle Chanbre- ¿i merlida que las pronunciaba las palabras de su len-
teau que tiene que bendecir á Nuestra Señora de gua pintoresca. El padre y los dos hermanos cle Filo-
Lourdes. Otras varias personas refieren favores peI'- mena afirmaban rigurosamente y con reconocirniento
sonales. el milagro de Nuestr¿ Señora ile Lourdes.
DE NUtsBT.RA SNÑON¡. DE IIOURDES
204 CIENTO CINCUENTA MIIJAGR,OS

En este hogar, deiante de tales testigos y en frente


de Filomena, que andaba derecha y clespejada, no se
podía menos de creer y benrlecir.
Hemos oíilo decir aI Dr. Moreau, hombre modesto, XX
pero convencido y enérgico, que espelaba con gonfianza
eualquiera contradisción de los hombres tlel arte (1). Curación do la baronesa tle Lamberterie, en Brives
(Corréze), el 7 tle 0ctubre tle 1872
(1) Véanse los comprobantes, n.o 7.
A consecuencia de un vuelco,de coche muy grave,
la b¿ronesa de Lamberlerie (Ana Teresa Adelina tle
Roislinard) estuvo ilieciocho ntcses .s'in poder andar;
sentía rlolores en el costado ilerecho, y el hígado sobre
totlo le causaba frecuentes crisis de vómitos acom-
pañados de terribles jaquecas. Las aguas de Baréges,
las del llIonte de Oro y más tarile las rle Yichy segui-
d.as durante siete años, contuvieron un p0c0 la enfer,-
metlarl tlel hígado y le permitieron antlar.
Pero en el mes de Agosto de 1868 una nuevay vio-
lenta caíila del coche agravó su estado hasta el punto
de no permitirle más que un poco de ejercicio á pie 6
en coche, seguido siempre de vómitos y largos sufri-
mientos. El costado ilerecho se puso entonces muy
abultado y los riirones muy rlébiles. Al ca,bo dc tt"cs
tri¿os y modío dt rr:clusírjn cosi ctl¡sohtla, que sólo
permitía á la enferm¿r, ir á la iglesia en un¿ carretilla
é en silla de manos, el mal empeoró de tal suerte, que
Ias repetidas y violentas crisis la obligaron á quedár-
se en tr¿r cama ó en su sillón; de motlo que se vió
privada, de ir á buscar á su parrortruia, á pesar de es-
tar riiuy cerca,, los consuelos y fuerzas qne dan los
206 crENTo crNcuENTA Mrrracnos DE NUESTRA snñonl DE rrou¡,Dns Z0T
Sacramentos. Ya en X'ebrero d,e 1872 se encontraba ordenados por méclicos ilustrados, instruídos y afec-
tan enferma, que juzgaron la podían dar la Comunión tuosos no podían aliviarla, y ella no pedía más que
en la cama, lo cual provocaba á veces accitlentes pe- oraciones para obtener valor y fuerza á fln de sopor-
n0sos. tar con paciencia sus últimas pruebas.
tr{uchas novenas se habían hecho por la familia, por Bntonces fué cuando su hija maclame de Bosredón
las amigas, por establecimientos religiosos y especial- manifestó el deseo de fonnar parte de la peregrina-
mente en el Carmelo de Tulle, donde la baronesa te- ción del Périgorcl á Lounles para obtener l¿ curación
nía la dicha de tener una hija, sor }Iaría Teresa de tle su pobre madre. Esta empleó tod¿ su influencia
la fnmacul¿cla Concepción. En l[ayo rle 1870 hicie- para impedir el viaie, y que no se alejase un¿ mailre
ron otra novena á Nuestra Señora de Lourtles, que de sus niños pequeños, cle su familia y de ella misma,
había producido alguna mejorÍa, aunque de pocas ho- en aquellos momentos en que podía verse en la nece-
ras solamente. Las otras novenas á Nuestra Señora sitlatl de reclamar las últimas pruebas rle su ternura
tle los Angeles y á San José fueron seguidas siempl'e filial. Pero Dios lo quer'ía, y todo se arregló para que
cle sufrimientos tan atroces, que se llegó á pensar pon- una novena ya empezada pudiera terminarse en el
tlrían fin á este largo martirio, el cual, por Io demás, santuario de la Virgen Inmaculada el Z de Octubre,
parecía tocar á su término, pues la enferm¿ ya n0 ,s0 en Lourdes, en donde se habían juntado tres de los
'poilío rnctcei'; el volumen del vientre era cnrtrnrc;Las hijos de la enferma, madame de Bosredón, l\{r. Adhé-
digestiones se hacían con dificultad; una tintpanitis marcl tle Lamberterie y su señora.
se había, a'ictrlido h,acía siete ¡¡tcses tL estos accklcn- La baronesa de Lamberterie no quiso dejar de aso-
tes y ti ottns oa¡'ios ,interio¡,es y cateriore.g, t"econo- ciarse á estas feryientes olaciones, dirigidas ¿l fln cle
cid.os muchas üeces por tres i¡titlicos luibilcs, y de- alcanzar su curación por una familia entera y tantas
clarados ,incurables. Totlos estos accidentes apenas almas sanlas. Convencida de que Nuestra Señora de
permitían á la enferma abandonar su lecho enbre las Lourdes porlía curarla, se limitó, al beber el agua de
reiteradas crisis que en él la retenian, para ser colo- la tlruta y hacer la novena, á pedir su resignación á
cada en un sillón de ruedas en la que quedaba conde- la voluntatl de Dios, no atreviéndose ír, implorar la
nada á la inacción, por haber sido tleclaraclos peligro' prolongación de una vida que le era tan tr,iste y tan
sos todos los movimientos y hasta la más mínima sa- penosa años hacía.
cudida. Al tercer ciía de la novena notó en su estado una
Desde Septiembre de 1872 la enferma no tuvo tre- ligera mejoría que pasó en silencio. Luego disnrinuyó
gua en sus crueles sufrimientos, las noches y los días el volumen enorme del vientre, tanto que al séptimo
eran cacla vez más dolorosos, y todos los remeilios día tenía cle menos dieciocho centímetros: el uso del
208 CIENTO CIñCUENIA MILAGROS I

DE NIIFSTNA SSNORA PE I,OURDES 209


brazo derecho lo habí¿ recobrado en pal'te, Y'ttna
mejoría general Ia hizo comprender que Nuestra Se- ¡Oh! esta palabra no es suficiente para dar á entender
la gratitud de que estaba animada, y sólo Dios podÍa
ñora de tourdes había vuelto hacia ella su mirada
conocer el deseo que tenía tle acompañarla con obras.
misericordiosa, oyentlo los votos y oraciones dirigidas
Contaba para esto con la asistencia maternal de Nues-
en su favor. Toclo peligro rJe nruerte había clcsopa-
tra Señora de Lourcles, y'esperaba se dignaría acep-
l'ecido, como lo atestiguaron sucesivamente los tres
tar sus buenas intenciones, ayuclándola á ponerlas en
nédicos, y la,convalecencia permitió en seguida á la
práctica por las súplicas que se le habían dirigido á
.baronesa ir á comulgar á str parroquia el día tle To-
fin de obtener su curación, y las que se le tlirigen
tlos los Santos.
actualmente para darle gracias y beirrlecirla todos los
Una curación tan inesperacla, tan milagrosa, tles-
tlías.
pertó ei la agraciacla cle ll¿ría un deseo irresistible
Desde su'vueltar de Lourtles continúa andando per-
tle ir á dar gracias á su Bienliechora. Partió en efecto
fectamente,, y su curación se hp afipmaclo cada vez
'con su hija, quien cle antemano había prometido á
más, á juzgar por los rliferentes liajes que ha hecho
la Yirgen Inmaculada llevar á su madre cnrada á la p&ra ver á sus hijos. Su marido fué á Lourrles en el
Grnta eleLourcles. lll 6 de Diciembie de 1872 la se-
mes de Abril con la pereg¡inacióqde la Corréze, feliz
ñora baronesa de Lambet'terie. madame de Bosredón
de poder,orar y tlar graciap á la Virgen Inmaculacla
y Mr. Alberic tle Lamberterie, su hijo más joven, lle-
en su Gruta bendita. ,
gaban á este país privilegiado; el largo trayecto ,tle
T,os tres médicos eminentes de la barongsa han te-
Brive á Lourd.es se hizo sin fatiga, siendo así que
nido el valor cristiano, desgraciadamente muy raro
tlesde hacía cuatro años y medio no había potlido dar
hoy, rle certificar elcarácter sobrenatural de esta cüra-
un,pasQo ni en coche ni á pie.
ción tan inesperada (1).
El 7 tuvo eI consuelo de ir á orar en las iglesias y
en la Gruta para tlar gracias á su poclerosa Bienhe- (l) Véanse en los comproban(es, n.o 7, bis, las declaraciones
chora. El 8, día tle la Inmaculada Concepción, asistió de los tres módicos.
.¿i los Oflcios, recibió Ia Comunión de manos del señor

Obispo de Tarbes, y luego su bendiciÓn especial,


acompañatla de su hija. La víspera había estatlo en la
piscina á buscar nuevas fuerzas y nueva vida en esta
agua que la babía curado á ciento cincuenta leguas
de rlistaneia, y antes de su partida se bañÓ otras tlos
yeces en,la misma piscina con fe y reconocimiento:
2r0 CIENTO CINOUENTA MIITAGROS DE NU.OSTRA SEÑORA DD I,OURDES 211
pesÍa existÍa siempre c0n todos sus sufrimient0s,
¿nunciando un desenlance fatal.
La paciente no hallaba consuelo más que en sus
sentimientos r.eligiosos. EI maravilloso movimiento de
XXI las peregrinaciones había conmovido ír la ciuclad de
Nantes. Monseñor Fournier condujo á Lourdes, el
Curación ratlical tle una hialropesía crónica, compli- de Septiembre de 1g22, una de estas grandes yglorio.
24
catla con otras enfermetlatles tleclaratlas incura- sas peregrinaeiones clue formarán época en la historia
bles, el 10 tle Octubre tle 18?2' de la patria y cle la Iglesia.
La pobre hidrópica había deseatlo ardientemente
lladame Ancelín, de l\IorilliÓn, de cincuenta y nue- ser admitida en el número de los peregrinos, y no
años tle edad, que vive en Nantes, en Ia calle San pudo consolarse hasta que supo la formación de una
Clemente, número 83, perdió á su narido 'hace siete *segund¿r peregrinación para el g de Octubre. Se apre_
años. Su saiud, ya rnuy alteratla desde hace algunos suró á pedir su inscripción en ella. Torlos la censura_
años con varias penas y sufi'imientos, se agravó con ron J se opusieron, y en particular su mérlico y str
lluevas enfermedades. A los dolores de un antiguo confesor, diciendo qre se verían obligados á dejarla
reumatisno se juntaron palpitaciones, sofocaciones, en el camino, que moriría en el viaje, y que era por
sudores abundantísimos y frebres, de tal srterte
que
tanto una temeridad y locura... ,,p0c0 me importa,
quedó enteramente extenuada' decía ella, morir aquí ó en otra parte: si yo no fnera
En el mes d,e Abril tle 1869 Ia hinchazÓn tle ios á Nuestra Señora de Lourdes no me consolaríajamás.,
pies y de las piernas, ile las manos y de todo eI cuer- Su resolución era invencible. pero
¿tlónde hallar
po, acompairada de los obros síntomas, produjo una una compañera, indispensable en su estado, una per_
lridropesía d.e ias más graves, viénclose obligada á sona caritativa que tuviera el valor de encargarse
gour,lu, cana durante cinco meses ; y después, cuando de esta enferma? Sor Marta.la Hermanita de los po_
podíaya levautarse, andaba penosamente' en su cuarlo bres que Ia cuidab¿ desde mucho tiempo atrás, no
con muletas. retroceclió ante esta obra cle misericordia; y á pesar
Pudieron, sin embargo, transportarla en coohe á de todo cuanto pudieron decirla para apartarla de
Santa Ana d' Auray cüya piatlosa peregrinaciÓn, semejante iilea, se encargó de acompañar á madame
'
aunque tlisminuyó sus sufrimientos, dejó entera la -\ncelÍn á Lourdes.
graledacl del mal. Desde enlonces podía andar con el Llega por fin el 8 de Octubre: un coche viene á
doLrle apoyo tle un brazo y tle un bastón, pero la hidro- buscar á la paciente á su tlomicilio, y la transporta
á
DE NUESTEA sEñoRA DE rJounDns 2L3
2t2 CIXNTO CINCÜENTA MII'AGROS
después de or¿r cle nueyo, llena de confianza se deci-
la estación de Nantes. La ayutlaron á subir con mucho
dió á subir sola á ld capilla por el sendero que allá
trabajo al vagÓn número 8 de tercera clase' Como la concluce, al Occidente clel Santuario. Llegada á la igle-
hidrópica tenía los pies hinchatlos' no le cabían en su sia asistió á una grande y bella ceremonia que tluró
enorme calzado, y fué preciso presciudir de élrlurante
cerca de dos horas.
todo el viaje' I-.,as fatigas y los dolores fueron grandes'
de Sor Mdrta volvió á reunirse á ella. La lluvia había
Cuando llegaban á las estaciones, las compañeras
no pudo hacerlo ni una' venido también á torrentes. empapando las hermosas
viaje bajaban? pero la enferma y gloriosas banderas de Nantes, y mojando igualmente
o., *iqoi.to hasta Lourdes' Todos sentían por ella los pies, los vestidos y el cuerpo de la pobre hidró-
una profuntla comPasión pica. Pero una fuerza interior la sostenía, y quiso
fi Rn llegan á Ia tierra prqmetida' "¡Louriles!
alegres peregrinos, bajan-
volver á"pie á la población. Sor Marta, aturd.icla, la
¡Lourdes!,, éxclamaban los exhortaba á la confianza.
tlo rápidamente de sus vagones' Ayudaron á la hidró-
y á subir en un coche que
La buena Hermana instaló á su enferma en la casa
pica á descender clel suyo,
de Juan Sajous, calle de Ia Gruta, y se volvió al San-
ia condujo á ia Basílica. Extenuacla de fatiga, se sentó tuario para asistir á la procesión que se hace con ve*
á la entrada en el primer banco, á la izquierda,
oyÓ
las encentlirlas; y luego, debenida por la lluvia y por
la Misa, y luego bajÓ penosamente hasta la puerta de
eI fervor cle su pietlad, pasó la noche en la iglesia con
Ia capilla de la Cri¡rta.
numeros0s trleregrinos.
*Sor Marta, dijo, vamos á la Gruta'-Es imposiblet
fnquieta por su enferma, volvió al amanecer á bus-
señora, estando V. tan fatigada.'r Y la buena l{erma-
.la carla, y aunque eran las cinco la encontró levantarla
nu *. áirig. á Lourdes á buscar un albergue para
hacía tiempo, y ansios¿r de ir á la iglesia. Fueron,
noche.
se tlecía la po- en efecto, en un coche, oyeron la Santa Misa, comul-
¡La Gruta!.. ¿CÓmo ir á la Gruta? garron, y á pe-sar de torrentes de lluvia bajaron á la
bré enferma' Una buena señora Ie ofreció el apoyo tle
Gruta.
su brazo, y bajÓ á la Gruta con grandísimo trabajo' '
La pobre hidrópica, fuera de la reja, en frente de la
Estaba pretlicando un Carmelita, y la enferma oyó'
pequeños serán imagen de María, se puso á orar con toda la efusión
de sus labios estas palabras: "Los de su alma. u Allí, dice ella, me sentí curada ; la hin-
oídos., Una confianza sin lírnites se apoderÓ entonces
c\az6n no existía, aunque y0 no sep¿ cómo desapa-
ile sn corazón afligido. Dieron la bendición con el reció el agua de la hidropesía; no sentí más dolor, y
Santísimo Sacramento, y experimenbÓ la enferma un
anclaba con tanta faciliclad como si nunca hubiera su-
bienestar gener,al que Ia ilgnó de alegría' Pero temien-
frido. "
tlo una ilusión nci comunicó á nadie su dicha; mas
2t4 CIENTO CINCUENTA MIÍJAGR,OS DE NUESTRA s¡ñon,q, DE.r,ou'RDES 2r5
Esta vez no quiso ocultar el don de Dios. Obtuvo En Nantes, madame Ancelín fué á su domicilio á
permiso de entrar en la Gruta, y alli de roilillas estuvo pie y sin ningún apoyo, y desde este día da grancles
besando la roca con una emosión que se manifestÓ en paseos como si no hubiera estado enferma. La hidro-
todo su ser, sientlo grande también la de los especta- pesía, enteramente curacla, no ha dejatlo señales, ylos
tlores. Cuando salió cle la Gruta vióse rotleatla por la rigores del invierno último no han alterado su saluil
muchetlumbre, y acosatla de feiicitaciones y de pregun- rejuvenecida.
tas; Ias señoras Ie besaron las manos y la abrazaron Con interés será leírlo el discreto y concienzudo in-
llorando. forme clel Dr. Eugenio Thibaut. El señor Obispo de
Pero la hora anunciada para la particla no sufría Nantes, después de haber interrogado á ma{lame An-
dilación: y la afortunada señora, escurriéndose, tles- celín, ordenó una información minuciosa tle la que
apareció de enlre la multibud y se puso en marcha, esta narración es un resumen. Todos los cl"istianos de
yendo sin ningún apoyo hasta el puente tlel Gave. Nantes d.an gracias á Nuestra Señora de Lourdes por
P¿só uu coche y lo aprovechó para ganar tiempo, de- haber recompensado con este milagro su tierno amor
teniéndose un instante en la casa tlel posatlero de la hacia su benrlito Santuario de la Gruta (f).
noche, Juan Sajous. Este, por cuya menle habían atra-
vesado la víspera sospechas involuntarias p0c0 carita- (t) Véanse Ios cornprobantes, n.o 8.
tivas, se alegró mucho de tan maravillosa curaciÓn, y
se nostró generoso con esta señoras, no queriendo re-
cibir el precio cle la hospitalirlad que les había datlo.
EI coche llevó á los peregrinos á las inmediaciones
ile la estación, ocupada ya por las muchetlumbres.
Maclame Ancelín bajó gozosa, y tomÓ sus maletas y un
jano de lata con seis litros de'agua tle la Gruta' y
andando con tauta ligereza como cualquiera otro atra-
vesó los patios de l¿ estación en busc¿ de su vagÓn,
número 8, al cual subió sin ayuda de nadie.
Bran las once y aun no habían almorzado' I)el
canastillo de sor tr{arta se sacaron provisiones, á las
cuales hicieron honor con buen apetito' EI regreso
fué una fiesta; se rezÓ y se cantÓ durante horas
enteras, que parecían cortas.
'2t6 CIENTO. OINCUENTA MILAGBjOS DE NUESTBA snñon¡" DE rrouBDns 217
que iba también á Lourrles en peregrinación para
obtener su curación.
Constancia fué curada en la Gruta, pero Aurelia
volvió con sn enfermedacl, y bien afligida por cierto.
XXII Esta pobre niña, piatlosa é inteligente, escribía al
señor cura ile Montbazón: c,Mi amiga dichosa, ella
Una sorilo-muila tle nacimiento curaila repentina- curada, ella oir... Yo no, yo tlesgraciatla, yo n0 oir,
' nentój en Montbazón (diócesis tle Tours)r el 11 yo no bastante Piadosa..."
'ile Octubre tle l8?2. La Superiora de las Hermanas de Montbazón le dijo
que n0 perdiera la confianza, que orara, y que María
-\urelia Bruneau, oi'iunda de Chabris (Intlre), sor- la curaría en esta parroquia que le estaba consagratla
do-mud¿ tle nacimiento, como Io afirman sus paclres de un modo especial. La promete hacer una novena á
y las personas nobables de la localidad y Io atesti$ua esta intención á Nuestra Señora tle Lourtles. Madame
el Dr. de la Mardelle, fué colocada en una institución Bruneau rogó á la Superiora que tomase á su sobrina
tle sordo-mudas de Orleans, cuyas Religiosas declaran como pensionista tlurante la novena, á fin de que estu-
que jamás putlo percibir ningún sonitlo. viese más recogida. L,a novena se empezó el miércoles
Condtcicla á París á la edad tle cuatro años por su tío en la capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Encima
IIr. Bruneau. hoy notario en Montbazón (Indre-et- del altar y tlelante tle la imagen tlel Sagratlo Corazón
Loire), el Dr. Delot, que vive en Ia calle de Sévres, se colocó una pequeña estatua de la Inmaculada Con-
núrmero 2. la asistió, y declaró que la niña estaba ata- cepción, y se invocó á María bajo el glorioso título
cada de sord.o-mudez tle nacimiento, y clue nunca oiría. d,e htma,cttloda, Cont:trytción, Beina del Corazrin de
Esta joven venía todos los años á pasar uno Ó dos Jesti.s.
meses á casa tle su bío en MontbazÓn, Y á principios Nueve velas ardían en el altar, se rezaban las Let¿-
rie Octubre últino vino aI tiempo de la apertura tle nías de Nuestra Señora de Lourcles, se ponía agua tle
Ias clases acompañando á stt ltermana, que estaba de la Gruba en los oídos de la joven, bebió un poco tle
lrensionista en las Religiosas de San Martín. Destle ella, y se rezaba también el Rosario. El tercer día de
flontbazón fué contlucitla á Lourdes por madame Bru- la novena, en la recreación de la tarcle, mientras en-
lleau, slr tía, y por madame Champión, de Chabris;la tonaban un cántico á María Inmaculada, una pensio-
matlre cle Aurelia, por estar enferma, no porlía acom- nista, Alicia Bruneau, plima cle Aurelia, golpeó inatl'
parlarla. Se encontraron en el viaje con un& joven lla- vertidamente sobre nna mesa, y al instante Ia sortlo-
natla Constancia, de Blois, sorclo-muila como ella, muda se sobresalta y muestra por signos que oye. I-,o
?18 CIENTO CINCUANTA MII,.{GROs DE NuEsrRA snñon¡, DE rrounDEs 219
advirtieron á la Superiora, quien la hizo venir ceroe recita tle memoria eL Pater y el Aae María en fran-
del armonium y le tocó el cántico. Aurelia. se quedó cés de una manera que se comprend.e.
€omo arrebatada. Distinguía el canto y el sonitlo del En 1.o de Enero fué conducida á Chabris, tlonde to-
instrumento. La sometieron á otras pruebas: suenan, dos los que la han visto y oír1o se han maravillado: el
golpean, y todo lo oye. Conmovidas y enternecidas por Dr. de la Mardelle, médico de su familia, la ha some-
el prodigio, las Hermanas y las pensionistas cayeron tido á muchas pruebas, la ha examinatlo y
nos escri-
de rodillas cantando varias veces: Regina, sine laba be: uf¿ Srta. Aurelia Bruneau ha recobrado cl oídoy
concelttct. Luego subieron á la capilla, rezaron otra lo' palabra, y creo que la curación es cierta, porque

vez I¿s Letanías, sometieron á la joven á nuevas prue- t e0 que la sorclo-muda oye y habla, y porqxtle oge , tr)oi,
bas, y siempre oía. Al día siguiente por la mañana eso habla., Concluye iliciendo: uEsta curación, obte-
oyó la campana que tocan para despertar, distinguió nida fuera cle los procedimientos ordinarios de la
el soniclo de un reloj, y hacía ensayos para pronunciar naturaleza, y sin el concurso de l¿ ciencia médica, quí-
ó articular algunas sílabas en relación con lo que oía. mica ó quirúrgica, aparece revestida tle carácter so-
Después Ie enseñaron á hablar como á una niña, pues brenatural. "
no habienclo oírlo nunca, tenía el doble trabajo de dis- La piedad cle la joven ya en aumento. Se ve cuánto
tinguir la diferencia rle los sonidos y comprender su goza, y cuán feliz es de oir y rle hablar.
signiflcación. Dios Nuestro Señor podía hacer un se- ¡Gloria á la Virgen Inmaculada! (1).
gundo milagro dándole la ciencia infusa del lenguaje;
pero si lo hubiera hecho, los amigos de hacer objecio- (l) Véanse en los comprobantes, n.n 9, los testimonios de kis
personas notables y clel médico.
nes clirían acaso que n0 era sord.o-muda, puesto que
sabía hablar. ¿En qué lengua debiera Dios haberla
hecho hablar?
Muchas personas han venitlo á verla, Ia han some-
tido á pruebas ilif'erentes, y han reconocido, que oye
perfectamente. Atlvertidos sus padres, llegaron de
Chabris con eI alma conmovida y el corazón lleno de
alegría, y quedaron admirados de ver que su hija que-
ritla, que jamás había oído, oía ahora perfectamente
bien cualquier sonido. Hoy se consideran dichosos al
ver que hace progresos en el lenguaje, pues en efecto
pronuncia con perfección cierto número de palabras, y
22A CIENTO CINCLTENTA MILAGR,OS DE NUESTRA srñonl DD r,ouRDDS 221
0omunidacl. A veces exper,imentaba tlolores tan agu-
ilos, que me hacían tlar gritos; continuamente sufría
mncho; vomitaba inmetliatamente el alimento que to,-
maba, y con frecuencia arrojaba materia mezclada con,
XXIIl sftngle. l

En Agosto de 1872 me vi obligada á romar dos mu-


Curación súbita tle una fístula incurable, en Blois, letas: ya no potlía, no diré andar. pero ni aull al.ras-
el 18 tle Octubre tle 18?2 trarme si no era con mucho trabajo, costántlome cada
paso crueles dolores. Al fln tuve que quedarme entera-
Sor l{arÍa de lu Anunciación, Religiosa de la.Tercera Orden mente en la cama, y seguí de mal en peor hasb¿ eI
de San Francisco, agrnciada con este milagro, envió al Padre
Superior de i,ourdes Ia srguiente relación escrita de su mano: martes 15 de Octubre. En la tarde de ese dia tuve,
una crisis violentÍsima que n0 duró menos de cinco ho-
lllois, Octubre O" r8tt. ras, y cuando pasó me quetlé extenuacla, sin fuerza,
. ,,
alguna. Así pasé torlo el día rlel miércoles. El jueves
Mi reverendo Padre: por la nañana tuve otracrisis terrible, y aunque tluró
Cumpliendo Io que prometíá V. el 7 de Sepbiernbre meqos tiempo que la primera, quedé tan tlébil que
último, le remito los detalles rle mi curación debida á tenía que hacer grandes esfuerzos para deoir una sola
Nuestra Señor¿ de Lourdes. palabra, y aun así no me entendían. Durante rlos días
' Mi enfermedacl era una fístul¿ interna y externa, cu- no pude tomar nlás qne utla cucharaila de agua,á la.
yos primeros síntomas sentí pór Septiembre tle 1870. vez, y esto con mucho trabajo. El viernes por la tarde
Era, en primer lugar, un tumor, al que después se era un soplo de viclalo que me queclaba; creyeron,ha-
fueron añatlienrlo otros. Sufri la primera operación bía llegado el fin de mis sufrimientos, y á mí misqra.
el 27 de Abril de 1871, J'rlos meses más tarüe otra, me parecía que iba á morir. Hice el sacrificio de mi
y á pesar tle los cuidados más especiales y asiduos tlel vitla, ó mejor dicho, lo renové, creo que con bastan-
médico, estas operaciones no tlieron otro resultatlo te r,esignación. En lo demás, y0 no quería otra cosa
que causarme tlolores atroces y dejarme llagas muy que el cumplimiento de la santa voluntad de Dios.
tlolorosas. Nuestra Comunidad acababa de hacer el retiro
En el mes de Agosto tuve que resignarme á tomar mensual. EI buen Padre Capuchino que la había pre.
un¿ muleta á fin de poder andar un p0c0, lo cual lo- dicado estaba tod¿vía allí, y viendo el triste estailo
graba con grand.es diflcultades; estaba casi siempre en que me hallaba, tlijo á nuestra buena y reverenda
€n ltt cama, y no podía segnil' ningún ejercicio de la Madre que hiciera una novena á Nuestra Señora de
222 CI.DNTO CINCUENTA MII]AGROS DE NLI-ESTRA spñon¡. DE rrouBDES

Louriles. y le pidiera solamente eI entero cumpli- estaban enteramente cerradas y cicatrizadas; la carne
miento en mí de los designios de Dios. El buen Pa- Irabía vuelto á tomar su tinte rosado err \ez del mora-
dre se unió á las oraciones de la Comunitlarl para la do que tenía antes, y dos días después había reco-
noyena. que comenzaron el mismo día 18 de Octubre brado totalmente las fuerzas. Continuamos, sin em-
pot'la noche, haciéndome tomar una cucharadita rte bargo, la novena: toclos los días tomaba una cuchara-
agua de Louriles. Como meclia hora después sentí un dita de agua de Nuestra Señora de Lourdes, y mojaba
trastorno extraño en todo mi cuerpo y un poeo de con ell¿ los riñones y los lugares donde había estado
mejoría, la cual desapareció pronto para clejar paso la fístula. Luego que ya tuve fuerzas me entregué á
franco á dolores cruelísimos, especialmente en el co- trabajos tle horticultura muy penosos, sin que por esto
taz6n. Yo me temía una nuev¿ crisis; mas á Ia horaú tle sintiera incomodada. He ayunado toda la Cuares-
hora y media, después de tomar eI agua milagrosa, m¿ del Adviento, que nosotros empezamos en nuestra
los clolores cesaron repentinamente y experimenté un santa Orden el 12 de Noviembre, según lo ordenan
bienestar general muy grande; me sentí curada y nuestras santas Reglas.
como si naciera en aquel instante. Me volvía en mi Desde entonces (hace un año que estoy curada)
cam¿ á mi voluntad, mientras que una hora ¿ntes no gozo de snlud perfecta que no se ha desmentido un
podían moverme, y tenía nna hambre yoraz pero n0 solo instante; los trabajos más grandes no me m0-
dije nada, pues quería guardar la alegría de la sor- le.stan.
presa de mi curación para nuestra buena I'reverentla En reconocimiento de esta curación maravillosa y
Matlre. como cnuoto" nuestra Superiora ha hecho ejecutar en
EI sábatlo por la mañana me encontró ésta clel todo el santuario de nuestra capilla pintulas mnrales que
sana, pero muy clébil y como molitla, no obstante ha- representan la última aparición de Nuestra Señora á
ber dormido toda la noche. Le pedí de comer. y me dió Bernardita. Hace pocos meses qne se acabó este tra-
en segnida. con lo cual los accidentes dichos desapare- bajo, ¡' )¡a contamos varios f¿\'ores y gracias señala-
cieron. A medio día comí carne con excelente apetito, das que la \:irgen ha concedido ár la confiacla oración
¡' trabajé con la aguja una parte de la tarde; pero por de r'¿rrias pelsonas. \rerdader¿mente, mi reverendo
prutlencia no rne permitieron bajar á la capilla. Paclre, la Santísima \¡irgen quiere ser inr.ocada con el
-\l dia siguiente, con gran sorpresa de la Comuni- hermoso título de Tnmaculada Concepción con que se
tlad 1' de las personas que desde hacía tlos años me reveló en Lourtles.
reían tan mala y enferma. bajé sola, sin apoyo nin-
guno. \' seguí sin fatiga torlo el día los Oficios del do- Son M¡.nÍ¡. DE rra Axuxcracróx,
Reli.giosa franciscana, Síerua ile María,
mingo ¡' los ejercicios de la Comunitlarl. l{is llagas
224 CIENTo CINCUENTA MILAGROS DErñUESTRA snñon¡, Dn rrouBDES 225
p. 8. En eI mes ile Agosto de 1871 abantloné en
absoluto todos los remedios, y tlestle entonces hasta
mi curación no volví á tomar ninguno. En la rnisma
época rlejó tarlbién rle asistirme el métlico.
XXIV
v.o B.o
Curacién repentina de uüá R,eligiosa que se noría
Son MenÍl nr Jnsús,
Sup eri o r a G eneraI d'e la s R eli g i o sas Ír dn cí scd n d s. tle una flebre tifrriilea, en Tolón, et Z0 tle Octubre
. Siertas de Múría. rle 1872.

Como capellán de l¿s Religiosas de la Tercera Orden La relación tle este rnilagro se tjebe ú un pirdre marista que
de San Francisco cle Asís, puerlo certificar con satis- vivia en el colegio donde tuvo lugar la curación. He aqui cómr
la referia el Centinelle clu, Mtcli:
facción que el hecho tle la curación súbita y los clemás
iletalles tle la relación qüe precede son expresiÓn de
El más santo y el más grato tle los tlebereg es el
la más exact¿ verdacl. clel agradecimiento, y y0 vengo á cumplirlo hoy clan-
S. A. TounNnslc, do gloria á Dios y nuestras acciones de gracias á Ma_
Canónigo titlúor ¿le la Cateilral ile Btois g capclld* ría fnmaculada, invocada con tanto éxito por Ia cura-
ile lo Tercero Orden (l\,
ción de sor San Martín, Religiosa de San Francisco
de Asís, que ha sitlo enviada á nuestro colegio para
(tj' Veasc en Ios comprobantes, n.u 10, la certificación de]
médico. consagrarse á nuestros niños más jóvenes.
Al escribir estas líneas obedezco ánuest¡o Superior,
que se cree obligatlo á este acto público cle nuestro
reconocimiento, y al mismo tiempo lleno ios deseos de
totlos los Patlres que habitan en nuestro estableci-
miento. Lo hago particularmente en nombre tle la hu-
mikle f¿milia cle San,X'rtncisco, la cu¿l s€ üng €nt€:
ramente á la H, San MartÍn para dar gracias á Ia
Santísima Virgen por el favor insigne que acaba de
concetlerle.
Dejo desde luego la pluma al médico de la casa, el
Dr. Gueit, mérlico principal que fué de la marina,
15
226 crENTo 0TNCUENTA Mrrracnos DE ¡IUESTna SENoRA DE rrouRDEs 227
del
ofrcial de ia LegiÓn ile Honor, quien, á instancias 20 en mi visiba de las ocho de la mañana; y cuand.o
la
reverendo Padre Superior, se ha servido exponer volví por la tarde á las cinco no me sorprentlió que el
de Octu-
enfermed.ad y sus diversas fases desde el 15 Padre Ecónomo me recibiera en la puerta de la casa
l¡re hast¿ el domingo 20. y me dijera: ul,a Hermana ha pasado un día malo;
,,la encontrará V. peor. Pero ¡cuál no fué mi sorpresa
'r
uMi reverendo Padre: cuando al llegar á la celda de la enferma la encontré
medio sentada en la carna, con el rostro tranquilo,
ulle ha significado V' lo convenienbe que sería le sereno é inleligente ! El pulso había recobrado su
diera algunos tletalles sobre la enfermedad y curación estado normal, y un suave suclor había reemplazad.o el
tle l¿ I{. San Martín. de Ia Orden de San Francisco calor ardiente tle la piel. Aquello era, iba á decir
&c-
de Asis, á quien he asistido en esa Casa-colegio' Y maravilloso, pero la palabra milagrosa conviene más.
ced.o con gusto á sus tleseos' *Para mí Ia H. San Martín estaba ya fuera de
,,El 15 cle Octubre fuí llarnado par¿r \¡er á esta Her- peligro. Sin embargo. la fiebre reapareció al día si-
mana, quien me dijo que hacía dos días estab¿
en guiente, y Ia difteritis no tartló en presentarse, como
p*ro que sufría tlesde algúntiempo, expedmen- para rlecirnos que si no hubiéramos creíclo en la gra-
"u*u, viotenios males de cabeza, privada de apetito
tun¿o vedad de la fiebre tifoidea. ella estaba allí para pro-
¡'durmientlo muy poco; y sin gran trabajo d'iagnos- barnos que había sido grave ymuygrave. Esta nuev¿
iiqué eI principiri de una fiebre tifoidea'
-*nesAe complicación n0 puso. sin embargo, trabas á la mar-
este dia hasta el domingo 20, el mal fué cha de ia convalecencia, y \r. sabe que nnestra en-
tal
constantemente en aumento, habiendo adquirido ferma pudo asistir á Misa el dÍa de Todos los Santos.
gravedatl, que aconsejé le dieran inmetliat¿mente los ,,TaI eS, reverendo Padre, la relación exacta de la
io.orro* tiela ReligiÓn, diciendo á un Patlre (que creo enfermeclatl. Yo he comprobado el hecho material: á Y.
es el reverendo Padre Ecónomo y estaba á su
lado) que toca saber y decir si para explicar una curación se-
á excep-
me temía no durara hasta la noche ' Dn efecto, mejante es preciso hacer intervenir lo que n0 es del
y la que n0 habían apa-
ción tle las pintas de sud"amina dorninio de la medicina.
recido, todos los otros síntomas más graves rle Ia flebre ,,Toclo suyo de carazln,
tífoidea estaban reuniclos: inflamación del vientre;ne-
grura de los dientes, cle las encías y rle la lengua; c,,f. Gunrr.
itlolrnecimiento profundo de Ia fi.sonomía, y en fin, <<4 de Novier¡bre de 1872,>
tensión y sobresalto de los tendones'
uTalera el estado de la H. SanMartín el ilomingo
228 CIENTO CINCUENTA MII'AGN,OS DE NUESTEA SEÑOBA DE I]OUBDES 225

Siguiendo el consejo del Doctor, eI reverentlo Padre Itacer: ,,Nuestra Señora de Lourdes, que tlijisbeis á
Direitor dió el Santo Viático á la enferma á eso tle las Bernartlita: Belte, u ltioate cn esr, fi,r,cnte; curadme
once de la mañana del domingo 20 de Octubre' El Su- por Ia virturl de esta agua mar¿villosa, si es la volun-
perior de los Pailres del Espíritu Santo que había tad de Dios, para que yo pueda continuar trabajando
asisticlo á sor Rosalía, muerta el 7 de Septiembre
en con mis Hermanas en gloriflcaros y honraros sobre la
la ciuclarl, hizo notal en presencia del Fad're Director tielra.u Sor San Martín contestó penosamente, pero
que sor San l\{artín, atacada tlelamisma enfermedad, bastante alto para ser oícla: ,,Amén." Entonces la
tenía los mismos síutomas que sor Rosalía en sus írl- ofrecí algunas golas, tLe agua milagrosa. que tragó con
timos momentos. bastante dificultad; pero la alegría de su alma se ma-
A la salitla cle Vísperas, el revelendo Padre Supe- nifestó con una inefable sonrisa que fué notarla por sus
rior encomendÓ á nuestras alumnas que hiciesen ora- Hermanas y por mí. Al verla no pude menos de decir
ción por la Hermana gravemente enferma' Yo me di- en alta voz que el consuelo que manifestaba era ya
rigí Á verla á eso de Ias tres y media; me pareciÓ muy una grande gracia que debía mirarse c()mo una re-
g*o., y Ie dije delante de la lladre Superiora: ul{er- compensa de su fe. Salí entonces y no volvíhastades-
mana, puesto que no tenemos espelailza en los hom- pués de la visita del médico, y por invitación suya,
bres, vamos á dirigirnos á Nuestra Señora de Lour- pues me dijo: uYaya Y. á verla; está en plena conva-
dgs., La manifesté entonces los motivos que podíau lecencia; habla sin tlificultad., En aquel momento las
moverla á unirse á nuestras intenciones y á las de sus Hermanas me mandaron llamar, y me dirigí á verla
Hermanas para pedir á Dios su cur¿ción' con el corazón conmovid.o por esta doble invitación, y
Añadí : ul,as Religiosas sus Hermanas llegarán supe de boca tle la misma enferma y de las Hermanas
pronto, y encentlerenos una vela, símbolo de nuestra lo que había pasado.
fe; pondré sobre su cama un rosario bendito por el Después de nuestra oración, la Hermana Superiora
Santo Padre, mojailo en agua rle Lourdes y tocado en se había retirado á Ia ropería, píeza vecina del dor-
la roca de la Gruta de Ia aparición; rezaremos tle ro- mitorio donde estaba la enferma, dejando abierta la
dillas una decena del Rosario, y tlarán á V' un poco de puerta rle comunicación de las dos habitaciones, X 0s-
agua milagrosa.,, tando allí oyó que la enferma la llamaba en álta é in-
me contestÓ con mucho trabajo: pronto teligible voz diciéndola: ,,Ilermana." Espantada y sin
Ella "Lo más
posible.,, No esperaba pasar el día. Algunos minutos poderse explicar este grito dado por una persona que
después. en unión tle las tres Religiosas tle la casa un momento antes apenas se hacía comprend.er, fué
que estaban con ella, rezamoslas oracionesindicadas, allá corriendo, y la enferma la dijo en el mismo tono:
y la presenté el agua, dictándole la petición que debía ul-.¡os dolores de iabeza se yan. puetlo hablar., TJna
230 CIENTO CINCUENTA MTI'AGBOS DE NUESTRA SDNORA ])E ],OUR,DES 231

cesación tan repentina del mal en menos de un cuarto Martín, patrón de la enferma, esta buena Religiosa
de hora tlespués de haber orado y bebido el agua de ha recobr4ilo sus fuerzas, asiste á todos los ejercicios
Lourdes, no podía dejar ninguna duda en el espíritu religiosos que se hacen en la capilla, y celebra en unión
de las Religiosas, que pasaron de la tristeza y de las ile sus Hermanas el ilía de su santo PatrÓn con ora-
lágrimas á la más viva alegría' Cuando vino el Doctor ción, alegría y agradecimiento.
-su
á visita, las hallÓ en esta primera expansiÓn de Por lo que á mí toca, testigo afortunado tle las ma-
felicidatl, y después de liaber examinado ála enferma, ravillas y milagros obrados en los días, para siempre
en un lenguaje lleno de nobleza y de fe confirmó
á la" memorables, 5, 6, 7 y 8 tle Octubre, en que hemos
pequeña Comunidad en su confranza y en su fe'
uCese- visto á la Francia de }Iaría tle rotlillas, representada
no puetlen por cien rnil de sus hijos, acepto esta gracia preciosa,
ro* to. remeclios, dijo; cuando los hombres
nada, la Santísima Virgen lo puetle todo'' cuya califrcación sólo pertenece á los Superiores ecle-
Después d,e recoger estos tletalles nos pusimos do siásticos, como ün signo de salvación, como una prue-
roclillas para empezar cle nuevo la oración que había- ba más de que María oye las oraciones de sus hijos y
mos hecho una hora antes' á fin de rlar gracias á María las despacha favorablemente'
y suplicarla que acabase su obra, y esta vez la enfer- ¡ Gloria á Dios ! ¡Gracias
sean dadas á tr{aría Inma-
ma respondió con una voz más fuerte que todas sus culatla, á Nuestra Señora de Lourdes!
Hermanas. Las Religiosas de los talleres llamatlos de
Montety llegaron un poco después para ver á su en- C. V. M¡ncnlr,ÍN, B. 71.
ferma, y cuáodo supieron la maravillosa curación se
apresuraron á ir al ejercicio de las cinco, que tiene
lugar todos los domingos en la capilla de la adoraciÓn
del Santísimo Sacramento, para dar alli gracias á Dios
y á nuestra buena Madre.
A mi vez fií á dar parte de la fausta nüeva al reve-
rendo P. Isartel, nuestro Superior, y á todos los Pa-
tlres de Iá casa, y á las seis y metlia nos rettníamos en
nuestra capilla para rezar el Rosario en acción tlo
gracias.
No añadiré nada á los detalles datlos por el Doctor
sobre la convalecencia, que nos reveló, como él mismo
dice, toda la gravedad del mal' Hoy, fiesta tle San
AÑo DE 4.a78

H. Bretó¡'r.-La Srta. Rosina Ollivier.-La Srta. V. W., de


Courtrai.- La Srta, Maria Victorina Acquier.-La señorita
Clemencia Gautier,- Carolina Esserteau.- María Juan,-
Lucía Fraiture.- El abate de Musy.- El abate Guilmin.
O'Moore.- Sor Dorotea.- La Srta. Bárbara Ca-
-Juana
nelet.- lrma Dubois.-Julia Jadot.-La Srta. de Tinseau,
La Srta. María Poirier.- Sor Sofía.- Rosalia Rabot.
-
I
Curación súbita de una neurosis rle alieciocho aüos
tleclaratla incurable, en Perís, el 23 de Enero
ile 1873.

uMi reverentlo Padre:


asegún el deseo de \-. le dirijo la relación exacta
de mi curación.
uA la edad de quince años, el 6 rle Agosbo de 1854
perdí á mi patlre, y el pesar de estq muerte casi re-
pentina me causó una enfermedacl de nervios que me
ha clurado hasta el 23 de Enero cle este añ0.
ul,,a neurosis que yo tenía se hacía sentir alternati-
vamente eq todas las partes de mi cuerpo, y me oca-
sionaba crisis de corvulsiones á veces parciales y más
234 CIENTO CINCUENTA MIIJAGBOS DE NUESTBA snñon¡..D8 rrouRDDS 23ú
á menutlo generales; mis brazos y mis piernas se tor- sufrienrlo durante veintidós días los dolores más
cían en todo sentido; la boca la tenía tleformada; Ias atroces: una fuerte flebre se apoderó de mí, y á excep-
crisis cluraban algunas horas y muchas veces hasta ción de mis manos, todas las partes ile mi cuerpo eran
dos días, y se renovaban á intervalos más ó menos. presa de sufrimientos tan violentos qre no podía tlejar
aproximados. En eI estómago Ia neurosis se había de gritar á pesar de que hacía dieciocho años que es-
hecho crónica y hacía la alimentaciÓn muy tlolorosa ; taba yo bien acostumbrada á sufrir. En veinte días.
las digestiones elan muy trabajosas, y por mnchos sóIo tres veces hicieron mi cama, pues no pudiendo
años padecí á causa de la irritación del sistema ner- moyerme sola, eran menester dos personas para cam-
vioso de una tos tenaz y de palpitaciones tan violentas, biarme ile cama, y esta dolorosa operación me arran-
que me quitaban por momentos la respiración. caba gritos y lágrimas.
uMi médico me recetÓ sucesivamente Ia valeriana uEmpecé á creerme perdida para toda la vitla,
y la digital con bromuro de potasio; y luego, viendo cuando mi buena maclre, cuya fe es admirable, tuvo
que estos remedios no solamente n0 me curaban, sino' Ia inspiración de hacerme beber agua ile Lourdes,
que apenas me calmaban, y esto momentáneamenter prometiendo hacer la peregrinación crlrase ó no cula-
había acabado por ensayar el opio, con eI fin, me tlecía,. se. sSi mi hija es curacla, clecía, iré á tlar gracias á
de ab¿tirme á pesar mío durmiendo los dolores. Nuestra Señora tle Lourdes; en caso contrario, iré á
uEn el mes de Enero tle 1871 los males de c¿beza petlirle su curación."
fueron intolerables; el méclico clijo entonces que yo "El miércoles 22 de Enero, á las nueve de la noche"
tenía una neurosis llevada aI extremo. A todos cstos fué cuando mi am¿da madre recibió del cielo esta ins-
sufrimientos se añadieron en }layo tle 1871 reumatis- piración, y mi hermano, cristiano sólidamente em-
mos cn las piernas, que combatió ei médico con varias papado en la fe y en la caridad, le dió esta agua que
cosas, pero todas sin resultatlo; las piernas se hincha- ella tleseaba y que él nte guardaba para un caso ex-
lon, y poco á poco me fué más ttifícil andar. Así fuí tremo. ,

tirando hasta eI mes de Septiembre último, que me u Tomé algunas cucharadas por la noche, á las nue-

atacó una ciático agutla que me tuvo en cama todo eI ve, con promesa tle darme friegas en el cuerpo aI día
mes de Octubre. Destle Todos los Santos hasta l{avi- siguiente por la mañana y de no usar tlurante nueve
dad, pude con la ayutla de un bastÓn Ó de un brazo días ningún medicamento, dejantlo á un lado el opio
amigo, y á veces los dos, salir un poco y dar algunos y el éter. Dormí b¿stante bien la noche tlel 22 al 23,
pequeños paseos. á pesar de que el insomnio era mi ordinaria compañia.
de Diciembre todo movimiento me fué ,, EI 23 de Enero á las siete de Ia mañana sentí
',Destle el 29
y
imposible, me tendieron en la cama, en clonde estuve que mis piernas se movían en Ia cama; me hallaba
236 clENTo crNcuENTA Mrr/Aenos DE NUESTRA SDÑoR,A DE I,OUBDES 237

sola en aquel momento; quise ensayar mis fuerza$,


pues n0 podía creer todavía i que . estuviese curada;
salí sola d.e mi cama, f ü0 puse á andar sin ningún
ap0)'o. II
,,A[do,'' exclamé. Y mi bueua madre acutlió metlio
horrorizatla, y yo le salí al encuentro. trtración súbita tle una eufermetlail crónica rtel hí-
ulrluestra Señora de Lourdes rne había curatlo, y he
' gatlo. (Ira Srta. Bosina Ollivier, tlel Puy, en
pasado de la enfermedatl á la salud sin convalecencia. Lourdes, el 24 tle Enero de 1873).
u El sueñ0, el apetito y la buena salud me volvie=
ron el mismo día, y tlesde entonces ningnna recaíd.a ha
' ¡Gloria y amor á Nuesbra Señora tle Lourdes !
veniilo á destruil la obra de la Santísima Virgen. Mi
' Tuve la desgracia cle perder á mi madre el 16 de
,salud. es siempre muy buena, y tlesile hace tres mgses Diciembre de 1863: el gran sentimiento que esta cles-
no he experimentaclo ninguno de Ios terribles ¿ccitlen- gracia me ocasionó quebrantó'mi salud, sin que,ilieran
tes que tanto me han hecho sufrir. Yesultaclo los medios que empleé para restablecerla.
u Acabo de tener la dicha de hacer con mi madre y
La muerte de mi padre, acaecida cuatro años más tar-
mi hermano nuestra peregrinación de acción de gracias tle, en 1867, puso el colmo á mi dolor. Se me declaró
á Nuestra Señora de Lourdes, depositantlo á la vez á" una enfermedatl en el hígatlo, tle cu5'¿s consecüencias
Ios pies de María Inmaculatla el testimonio de mi vivo lle sufrido cruelmente durante cinco años. Cólicos he-
páticos, cólicos nefréticos, mal de piedra con dolores
reconocimiento, siendo á la fe de rni madre, que es
también l{ija tle María, á la que debo mi curaciÓn. horribles, gota en los pies y en las rodillas; tal es Ia
uIIe aquí, con sencillísima vertlail, la relaciÓn abre- nomenclatura de los males que sufrÍa.
Hace tres años se me subió la gota al corazón, y fué
viada tle los largos sufrimientos que plugo á Dios en-
necesario emplear un procedimiento de los más enér-
viarme durante tlieciocho años; pueile V. hacer de ella
gicos para salvarme la virla. Asistida por médicos
eI uso que le plazca, que y0 solo un pensamiento ten-
go: glorificar á Dios por mi fnmaculad,a Matlre. hábiles que n0 me habían rlisimulado la gravedatl de
Reciba V., reverendo Padre, la seguritlatl del pro- mi mal, seguí minuciosamente sus prescripciones. Iba
fundo respeto con el que tengo el honor d.e ser de \r. tlos veces al año á Vichy, y las dos me sujeiaba al
humildísima servidora. régimen de curación, lo que n0 me impedía sufrir y
éstar mala en la cama una gran parbe del añ0. Mi es-
,,H. Bnpró¡t,
< 1i0, Boxtlet)úr de lfagente'>
tatlo empeoraba; tenía la tez amarilla, la región del
hígado dura y abriltada, y el riñón rlerecho hinchado.
CIENTO CINCUENTA MILAGROS Dn NUESTEA spñona DE Lo{rRDEs 239
En esta penosa situación, bajo la influencia de una dirigiera durante un pequeño retiro. '.Hrja mía, me
crisis hepática y empezando á sentir la gota en el es- lespond.ió, Io har'é con mucho gusto; y si la Santísima
tómago. extenuada de sufrimientos y sin obtener nin- \rirgen no quiere curarla le servirá de preparación
gún alivio con los remedios humanos, me sentía ani- para la muerte., Le dije además: ,,Padre, quisiera me-
quilada, cuando la Providencia me envió la visita tlel terne en la piscina, pero el métlico me lo ha prohibiclo;
buen Dr. Arnaud, visita de amigo, á quien expliqué cuantlo mas, me dijo al tiempo de partir, moje Y. allí
mis sufrimientos y los medios empleados inirtilmente Ios pies para sabisfacer su devoción.-Pues bien, repu-
para aliviarnos. so el Patlre misionero, haga\r. lo que le han ordenado,
El Doctor me dijo: uNada tengo que añadir á lo que aunque puedo asegurarla que estoy aquí desde hace
han ordenado á \r' ¿Porrpré no había V tle dirigirse á nucho tiempo, y jamás he visto que se haya encontra-
Dios por intercesión de algirn Santo? En Lonrtles se tlo mal ninguno de los que se han netido en la piscina.
obran cosas maravillosas; vaya \¡. allá y encontrará Pida V. luz á la \rirgen Inmaculada, y haga lo que EIla
quizás su curación. De todos moclos. si soporta Y' la le inspire.,
fatiga que es consiguiente. el viaje no puede dejar de Toclos los días iba yo á reza,^ ya á la Gruta, ya á la
hacerla bien." Cripta. Por fin, el jueves me sentí fuertemente incli-
En seguitla me ocupé en este viaje aconsejado por nada á bañarme en la piscina. Lo dije á la Superiora
el Doctor. Reanimantlo en mi corazón mi confiatrza en tlel convento, l¿ cual no me disuadió de esta idea. El
la Santísirna \rirgen, parti el 17 de Enero tle 1873 sin vielnes por la maitana, después de llaber hecho Ia san-
ser acompañada de nadie, no queriendo yo otra protec- ta Comunión en la capilla del convento, me decidí ir
ción que la cle llnestra Señora, á quien deeía: "Virgen á la Gruta. Ese día sufrí más que de orclinario; había
Santísima, si queréis ctlrarme no tengo necesitlatl de pasado una noche mala, y creí no lel'antarme más, pero
nailie.,, Había cesatlo de hacer remedios. El viaje tlurÓ la Santísima Virgen quería que yo fuera á la piscina.
tres días, durante los cuales -qufrí mttcho. Llegada á Ayudada de dos buenas Hermanas me dirigí á las
Lourdes rne hice conclucir al convento de la Inmacula- rueve de la mañana á la Gruta, me pnse de hinojos á
da Concepción. I-.,a Hermana portera se quedÓ tan ad- los pies de la imagen ile María, recé una tlecena clel
miratla de mi aspecto de sufrimiento. que fné á anun- Rosario, y fuí á prepararme para meterme en el agua
ciar á la Superiora .r una señora mu)' enferma''r milagrosa. El tiempo estaba húmedo, y las buenas
Llegué el tlomingo á las siete de la noche' El lunes Hermanas se celtificaron de que había fuego en eI do-
por la mañana me apresuré á ir á Ia Gruta" en ilonde micilio del portero para calentarme á mi salida del
supliqué á la Virgen qüe me curala. Volví allí por la agua en caso necesario. Me quité, pero para no vol-
tarcle. hablé al P. Duboc. misionero, y le rogué me r'érmelo á poner más, el algodón que desde hacía al-
1240 crENTo clNcuENTA Mrrracrios nE NUESTR,a snñon¡" DE rrouRDES 2lI
gún tiempo me envolvía eI estÓmago y toda Ia regiÓn no sin sentimiento ; allí dejaba mi voluntad y mi cola-
rlel hígado. z6n, y me iba con la idea de volver. Mi regreso fué
' Cuando puse las piernas en eI agua sentí tan agu- feliz. En los hoteles que me habían recibiclo al pasar
dos dolores, que dí gritos sin poder contenermei Creo para T,ourdes no querían creer fuera yo la misma per-
que n0 es posible sufrir más. Las Hermanas que me sona: ¡tan buena salud se dibujaba eu mi semblante!
sostenían veían cambiar mi fisonomía á cada instante; Al regreso á mi país, la misma sorpresa y las mismas
mi esbado las asustaba, y oraban pot'mi curación' Cua- exclamaciones.
tro minutos, que me parecieron un siglo, estuve en Fué el 24 de Enero de 1878 cua,nclo rne bañé en la
esta situaciÓn, y luego los dolores desaparecieron sír- benéfica y milagrosa piscina, y desrle este momento
bitamente, y eI agua que antes me parecía helada no tan dichoso para mí rluedé curada, sin haber vuelto á
fué tlespués nás tlne un baño tibio. tener ningítn ataque de mi antigua enf'ermedad, y todo
Viendo mis piernas curatlas, quise sunergirme del mi organismo ha recobrado el estado normal tle la
totlo, pero la respiración me faltaba cuando tr¿taba de salud.
hacerlo. Me volví entonces hacia la imagen de María En el mes de Abril del mismo año quise hacer cer-
diciendo: uVos habéis cnlad,o mis piernas, acabad tificar mi curación por un doctor que me había visto
vuestra obra; bien veis que estas buenas Hermanas enferma, pues hasta entonces me había content¿do
no pueden sostenerme tanto tiempo'' con gozar de la dicha tle mi curación. El Dr. R...
Después de esta oraciÓn me senté el la piscina sin examinó cuidadosamente el siüio de las enfermeclades
ningún trabajo, y me hallaba tan bien allí, tlue no hubie- que y0 lialiía tenidor y m0 aseguró que n0 quetiaba de
ra rtruerido salir. IIe puse de rodillas en ia piscina, y ellas ningún indicio. Me dijo: uPuecle V. rlar gracias
recé el Mernorare. SaIí sin experimentar la mas ligera á la Santísima Virgen.,, Y un día que me hallaba en
fatiga. IIe sentía cambiada enteramente; me palecía su casa dijo á su esposa y á otra señora: uEsta seño-
que salía de otro mundo' Las buenas Hermanas que- lita es verdaderamente una enferma curada milagro-
rían ayudarme á vestir, pero las dispensé d'e este tra- samente en Loulrles.,r Y toclas las personas que me
bajo porque yo estaba más fuerte que ellas' Me puse han visto enferma y me ven ahora se ven obligadas á
tte rodittas delante de la Santísima Virgen para darla decir lo mismo.
gracias con efusión por su socol'ro tan evidente' y me Escribo á V. esta relación para manifestar mi agr,a-
rlirigí al convento. decimiento á la Santísima Virgen, rogando á V. ten-
En el mismo día hice un paseo muy largo y sin fa- ga la bondacl de insertarla en los At¿nolas de l{uestra
tiga, á pesar de una lluvia torrencial' Señora de lrourcles. Deseo con este testimonio dar
Dos días despnés abandonaba la Gruta de Lourdes gracias á la augusta Reina Inmaculacla, á la virgen
2+2 CIENTO CINCUANTA MÍLAGBOS DE N{'ESTBA SDÑOR,A DE IJOUADES 243

potlerosísima' que protege á los que recurren á Ella


en sus necesidades.
Me prosterno á los pies tle Nuestra Señora de
Lourd,es, y reconozco con toda la efusiÓn de mi
alma
que á Ella sola debo mi curaciÓn'
III
Le Puv,24 d.e Enero de 1874, dia aniversario de mi curación'

RosrN¿' Or,r,rvrnn (1).


Curación milagrosa é instantánea de la Srta. V. W.,
ile Courtrai (BéIgica), en Enero ile l87B

(1) Véase en los comprobantcs, n'o ll, el certiffcado del mé-


dico v el testimonio del señor Cura' En uno de los prímeros números de Febrero del Bíet¿ publi,t:,
de Gante (Bélgica), se leía;
Todo el barrio de Ia calle de Courtrai se ha conmovido por
un s¿ce.so entractrdinarr,o (reservando el fallo á la Autoridad
eclesiástica), ó sea por una curación ntilagrosa é in-stantanea
debida á la intervención de Nuestra Señora de Lourdes.
He aquí los hechos tal como los hemos oido referir por testi-
gos oculares y dignos de fe:

Srta. V. lV..., joven de veintirlós años, huérfa-


I-¡a
na, vive en la calle cle Courtrai en casa cle su tío el
señor R..., comerciante.
Hacía dos años estaba atacad.a de una grave enfer-
medaal, y después (le rlieciséis meses paralítica, vién-
dose además desde entonces privada, tlel uso cle la
vista y muchas yeces tle la palabra. Todos los días,
por decirlo así, estaba sujeto,á espantosos ataques
nerviosos que la medicina era impotente para ,conju-
rar. Estos hechos son ile notoriedarl pública en la ca,-
Ile de Courtrai.
Hace nueve días que la señorita \r. W... comenzó
con su familia y sus amigas una noyena á l.[uesüra
DE NUESTR,a snñon.t DE rrou.BDps 245
244 cIsNTo crNcüENTA Mrrracnos
Este hecho (inútil es decirlo) ha prorlucirlo en toda
Señora de l-.,,ourdes, llena de confianza, ¿unque duran-
la parroquia de San Peclro, clonde es muy conocitla la
te eI curso de ella su estado pareciÓ agravarse más'
Srta. V. W... y su familia, una profuntla impresión.
Ayer mañana, postratla y paralizaila en su cama, re-
El carácter protligioso de la curación es innegable.
ci-¡iO ta Sagrada Comunión como Viático' El sacerdote
Hoy torla la ciurlarl habla de ella, y los católicos glo-
que le traía eI Santísimo Sacramento no le diÓ mas
rifican á Nuestra Señora de Lourdes.
qo. onu pequeña particula cle la Santa Hostia, por Ia
diflcultad de tragar que tenía.
De repente, ayer después de medio día, Ia enferma
se precipitó de su lecho y se puso de rodillas gritan-
do: usantísima Virgen, Vos me habéis oído,r y rezÓ
en alta voz el Xtagn'i.fr,cat.
Estaba completamente curada, y manifestaba su
alegría con lágrimas y sonrisas, abrazando á su tí0,
¿ si tia y a sus amigas que acudieron al rumor del
prodigio.
-
Se vistiO ella sola y se fué en seguida á postrar á
la
capilla de Nuestra Señora de Schreyboom, delante del
altar tle la Santísima Virgen.
La muchedumbre que habia acuditlo no podía creer
lo que veían sus ojos, y se aglomerÓ en la capilla' Des-
-Srta. tle tres
pués cuartos de hora de ferviente oración, la
V. W... se levantÓ y se volviÓ á su casa seguida
por un torrente de pueblo que tlaba gozosas aclam¿-
ciones y bendecía á la l\{atlre de Dios'
Por ia tarde recibiÓ Ia visita del señor Cura de San
Pedro y cle otros varios eclesiásticos que habían veni-
do á verla poco antes en su lecho de tlolor' Se hallab¿
perfectamente repuesta y ágil, y recibió también un
gran nirmero de personas que venían á felicitarla, y
éUa misna les sirviÓ la copa tle vino que bebían en
familia ¡- entre amigos por su feliz restablecimiento'
246 CIENTO CINCUENTA MILAGROS DE NUEsrB,a snÑon,l DE rrounDEs 247

cÍan: uNuestra Señora de Lourdes no puede menos de


oírla.,
El mal empeoraba, sin embargo, y eI médico declaró
que era preciso viaticarla cuanto antes. Recibió los
Santos Sacramentos á eso de las siete de la noche,
IV pero antes de recibir el Santo Viático renovó en alta
voz su voto á l{uestra Señora tle Lourdes, y ¡ oh pro-
cligio ! apenas hospedó en su pecho la Santa Eucaris-
Curación instantánea ile una fluxión tle pecho com' tía, la fiebre desapareció cle una \ez; el pulso descen-
plicaila con fiebre tifoiilea y perniciosa, en B0' ttió de 180 pulsaciones por minuto á 70, pulso ordina-
tlez, el l0 ile Marzo ile 1873. rio ile una persona sana. La joven enferma declarÓ
que se sentía curaila, y quiso levantarse y comer, á lo
que no creyeron prutlente acceder por entonces.
La Srta. If¿ría Victorina Actluier, de veinticuatro
años de edad, alumna en el convento de Nuestra El día siguiente por la mañana llegaron los médi-
oos para tener una consulta, y ¡cuál no fué stl sorpre-
Señora de Rodez, estaba atacada hacía algunos días
tle una fluxión rle pecho de las más graves' complicacla sa no encontrando en l¿r enferma ninguno de los sín-
con fiebre tifóidea. tomas de la víspera! l{o podían comprender ün cam-
El mal había llegado á su úItimo periotlo; los acce- bio tan súbito hasta que una Religiosa les refirió cómo
sos perniciosos se habí¿n ya manifestado, y los mé-
la Santísima Virgen había venido en su ayurla.
dicos preveían un triste pero casi inevitable desen- Estos señores, generalmente poco crédulos en lo que
lace. toca á lo sobrenatural, no pudieron menos tle recono-
La enferma, que con frecuencia había oído hablar cer en una curación tan instantánea algo de extraor-
cle los prodigios de curaciÓn de Nuestra Señora de
clinario, fuera de las leyes tle la naturaleza.
Lourdes, suplicó á las buenas Religiosas, que la cui- Debo añadir que destle este momento la curación
dab¿n con tanta abnegaciÓn, la pt'ocuraran un poco fué completa. El mismo clía se levantó la enferma, co-
tle agua milagrosa. mió y no volvió á sentir ningún clolor. Algunos días
La bebió con confianza muchas veces, y prometió ilespués regresaba al seno de su familia, tloncle disfruta
al mismo tiempo á la Santísima Virgen ir á visitarla hoy de mejor slllutl que nunca.
á su santuario veneratlo cuando hubiera recobrado la Los hechos que acabo cle referir han pasado en Ro-
salud. Lo hizo con una fe tan viva, que los asisten- clez, en el convento de Nuestra Señora, eI 10 de l\farzo
tes estaban edificados, enternecidos, y todos se de- de 1873. He sido testigo ocular de ellos, )'I tengo gus-
248 CIENTO CINCUENTA MIITAGEOS DE NUESTBA SENOBA DE LOUR,DES 249
to en declararlo, deseando puetlan servir para aumen-
tar la gloria de l\faría y reanimar la piedad y Ia con-
fianza de sus lrijos.
En fe rle Io cual doy el presente testimonio'
V
Rodez,27 de Ma¡,o de 1873.
P. Bnruon, Curación instantánea tle la Srta. Clemoncia Gau-
Vicúrio d'e lú gatedrdl' (Rod'ez)-
tier, ile Gassin (tliécesis de Frejus), el 14 tle Ma-
yo tle 18?3.
Certifico que la relación que antecetle es conforme á
la verrlad. En la diócesis de Frejus llamó vivamente la atención en Maydr
Son SlN Do$rrpo, último la curación maravillosa de la Srta. Clemencia Gautier,
que en un instante pasó de un estado de enfermedad desespera-
Superiora.
do á una salud completa. El canónigo Bremond, arcipreste de
San Tropez, delegado por el señor Obispo de Frejus y Tolón,
hizo sobre esta curación una información certificada por nu-
merosos testigos, por el alcalde de Gassin, ¡, en fin, por la Au-
toridad diocesana.
El citado señor Obispo ha mandado al de Tarbes dicha infor-
mación, y el relato detallado de la enfermedad v de la curación
escrito por la Superiora del Hospicio de San Ttopez, que re-
producimos.

Comuuidad de Santo Tomás de Villanueva.

Ilustrísimo y reyerentlísimo Padre:


Permita V. I. á una pobre hija suya que le comu-
nique las dulces inpresiones que sintió cor motivo del
protligio obrado en favor ile la Srta. Clemencia Gau-
tier, clel que ha sido, por decirlo así, primero y feliz
testigo.
Estaba atacatla esta joyen hacía muchos años de una
enfermedad graye, dolorosa, y sobre toclo humillanüe
para una alma cándirta. I-.¡a fiebre tifoidea, de que fué
2rr0 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS rE NUESTB,a snñonl DE r,ouRDES 2ól
acometida hará unos cuatro meses, desarrolló en ella rleseacla. También se hacía uso par¿ la joven enferma
la enfermedad en toilo su vigor, y de ahí le vino una del agua milagrosa, empleándola en compresas y dán-
inflamación tle entrañas tal, que la vitla ile la joven es- ,losela á beber. La visité el primero, segunclo y quin-
tuvo en peligro. Los sufrimientos eran tan vivos, que to tlía de la novena; los sufrimientos eran siempre tan
con dificultad se porlían resistir los gritos que ilaba intensos, pero la joven estaba convencida de que
noche y día. Se hicieron varias novenas á su inten- cttraría, pues, tlebo decirlo, me ha confesad,o que en eI
ción, pero sin resultailo; la hora de la gracia no había instante mismo en que hizo el voto sintió una impre-
sonado todavía, como ella decÍa. sión incomprensible que le daba la seguridad rle su
. Un mes y medio autes tlel milagro vinieron á supli- curación; así es que los dolores no debilitaron un ins-
carme que fuera á verla; rendime al deseo de la en- tanbe su confianza.
f'erma, á quien encontré en una extrema tlebilidacl. No La visité eI octavo día, y la encontré peor;'su debi-
podía soportar ningÍtn alimento, no se movía sino con lidatl era tal, rlue no podía soportar el menor ruído, ni
la ayuda de cuatro ó cinco personas, y las funciones aun la más leve luz del día. Habiénrlola visitado el
ord.inarias no se hacían sino con el auxilio tle instru- mérlico á las seis de ia tarde, no respondió más que
mentos. Tantos sufrimientos no podían menos de mo- por estas tres palabras á las pregnntas que se le hi-
ver á compasión: la exhorté mucho ála confianza, in- cieron: ullal, mal, muy mal.,'
clucíéndola á que hiciese una novena y orara ó piiliese La misma tarde á las ocho tuvo una crisis tan fuer-
su curación á la Santísima Virgen Inmaculada. te, que totlos los ¿sistentes abandonaron la habitación
La joven me hizo en esta época confidencias que no rluedándose sola con su hermana, á quien dijo con voz
puedo publicar por temor ile herir la motlestia tle esta casi apagada: .,¡Cuánto trabajo te doy, hermana
querida joven; pero comprendí que Dios Nuesbro Se- mía... la Santísima Virgen me curará!, Pidió un r0-
ñor tenía sobre ell¿ rlesignios de misericortlia y de sario, y manifestó deseos de que su hermana conti-
amor. nuara sola á su lado. Bran las once.
Mas tarde la comuniqué una inspiración repentina ¿Qué pasaba entonces en eI corazón de estajoven?
diciénrlole que debía hacer voto á la Santísima Virgen Só1o Dios lo sabe: la potlerosa Virgen }Iaría iba á
de llevar sus libreas durante un año, y que cuando ob- cumplir su obra. A las dos de la mañana del 14 tle
tuviese su curación iría á darle gracias á su Santuario Mayo de 1873 el milagro se había obrarlo.
tle Lourdes. Nuestra querida enferma se levantó sola; su her-
El rnismo tlía empezó una novena en diferentes Co- mana espantada quiso llamar á l¿s tres enfermeras
municlad.es, y todos los parientes ¡t amigos unían su que estaban en Ia habitación vecina, pero Clemencia
intención para obtener la gracia tan ardientementq se opuso á ello dicieni[e¡ ,rNo tengo nada, estoy cura-
2ú2 CIINTO CINCUENTA MILAGB,OS DE NUESTRA sEñoRA DE r,oux,DES 253
,da; no tengo necesitlatl de nadie; mira cómo estoJ¡ de tlarme gusto, pero apenas habíamos dado algunos
pie, no siento ningún dolor, la Santísima \rirgen me pasos se separó y siguió sola delante.
ha curailo; tráeme una lámpara, y si quieres le dare- Llegada á la capilla se prosternó ante la imagen de
rnos gracias juntas. No digas nada á nadie; tal vez IIarí¿ en oración ferviente. Torlos los que la veían
ofenderíamos á Dios alegrándonos demasiatlo., experimentaban el mismo sentimiento de respeto y de
Fueron, sin embargo, ábuscar á su patlre, quiente- admiración.
mió una ntleva desgracia; pero apenas entró en el Se mantlaron propios á los tres lugares vecinos, y
cuarto de su hija, cuando ésta la abraz1 tliciéndole: mientras la campana tle la capilla llamaba á los fieles,
uQuerido papá, estoy curada; es un milagro de la San- toda la vecindad acudió, y media hora después sesen-
tísima Virgen... ahora cumplirá \-. su proül€so.,r ta personas estaban piailosamente arrodilladas al re-
Quisieron prevenir á la vecindad del favor recibi- tledor de la hija rlel milagro. Empezó Ia Santa Misa y
do, pero ella se opuso de nuevo diciendo: uId á buscar entonamos un cántico de acción de gracias á la Madre
á mi querida amiga, mi seguntla maclre, y haré Io que de Dios, en el cual la voz de Clemencia era más fuer-
ella me diga." Tres horas después estábamos en los te que la nuestra, pues apenas podíamos contener la
brazos la una de la otra. Apenas llegué al umbral de emoción que llenaba nuestros corazones. En cuanto á
la puerta, cuando ella se sentó en su cama y me repi- ella, siempre rle rodillas, con sü mirada fija en el altar
tió Ias mismas palabras que había tiicho á su patlre. y dulce sonrisa en los labios, parecía insensible á todo
Por una inspiración súbita le dije: ,,Si estás curacla, lo que la rodeaba. Recibió la Sagrada Comunión. Des-
levántate y ven á dar gracias á l¿ \:irgen, á fin de pués del S¿nto Saclificio, el señor Cura de Ramatuelle,
que vean los incrédulos lo que puede la olaciÓn cuan- que lo había celebraclo, entonb el Xlagni,f,cat. La
do se hace con amor y confianza., Obedeció y se vis- joven se levantó y cantó hasta el fin, y se volvió á
tió sola eon gran sorpresa de las personas de la casa: poner de rodillas sin fatiga á pesar de que estaba en
sóIo ella estaba tranquila, y se leía en su semblante la ayunas. En seguitla, estando todo en el más profundo
gracia extraordinaria que trabajaba en el fondo de su silencio, se levantó cle nuevo, y volviéndose á los asis-
corazón. tentes tlijo con voz fuerte y bien acentuada: cEstoy
Luego que se vistió nos pusimos en marcha hacia euracla, y la Santísima Virgen es quien me ha cura-
la capilla del castillo }Iinuty, que está retirado tlel tlo., IJn movimiento espontáneo cle sollozos se escapó
campo rle siete á ocho minutos. Le ofrecí el brazo de todos los pechos en aquel momento, y dando gra-
diciéndola que yo quería tener el honor de presen- cias á Nuestro Señor y á su Santísima Madre pro-
tarla á Jesús y á MarÍa, ya que el Señor no se había metían convertirse. Y en efecto, este mismo día se
dignatio escogerme para instrnmento suyo. Aceptó por confesaron treinta y cinco personas, entre ellas varias
254 CIENTO CINCUENTA MITJAGROS DE NUESTBA srñon¡ DE rrou-RDps 25r¿

que n0 habían cumplido con el precepto pascual hacía mente postrarla ante Y. I. imploro una bendición pa-
rnás de cuarenta años. ternal, y en los sentimientos de mi profunila miseria
Ela llegada la hora de retirarse tle aquel s¿nto lu- ¡ne atrevo á llamarme humilcle hija de María.
gar. Nuestrajoven amiga había estado hora y cuarto Y tle Y. I. respetuosa serviilora.
tle rodillas. Al salir de la capilla tomó una taza de
caldo, y formando una especie de procesiónnos dirigi- X'irmarlo: Mrnít, J. G.
mos al castillo haciendo resonar los aires con el canto
d.el Ma,gni"ficat. L'uego que llegó al castillo tomó una
Por copia conforme con la información:
traza d,e café con leche sin sentir la menor fatiga, y
JosÉ ENnrqun,
por último, á las doce se puso á la mesa en compañía Obispo d,e lrejws y de Tolón.
de veintitrés personas I almorzó muy bien. Temíase
que tuviera alguna indigestión en vista de que no to- ltl24 de Junio úl[inro la Srta. Ciemencia (iautier, que goza de
maba nada desde hacía tres meses, pero sucedió lo una salud perfecta, cumplía su voto viniendo á Nuestra Seíiora
de Lourdes con la peregrinaoión de Tolón y Fre,ius.
contrario; á las tres tlijo que tenía hambre, y me-
rendó.
Posteriormente el apetito se ha mantenido. Se
acuesta á las diez y se levanta á las seis, y en lo de-
más sigue perfectamente.
AI día siguiente tuvo lugar la }Iisa rle acción de
gracias. Cuarenta y dos pelsonas acompañaban á la
joven á la Santa Mesa; Ias familias tlesunidas se re-
conciliaban; Ios pecadores enilurecidos prometían con-
vertirse.
Como recuerdo de este dichoso día se distribuyeron
medallas de Nuestra Seirora de Lourdes. Sobre dos-
cientas personas, hombres, mujeres, ancianos, niños,
todos querÍan tener un recuerclo de este memora-
l¡le día.
La familia se dispone actualmente á cumplir la pe-
regrinación á liuestra Señora de Lourdes.
Aquí me iletengo. ilustrísirno señor, y hLrmilde-
256 CIENTO CINCUENTA MIIJAGIiOS DE NUESTNA SENORA DE IJOURDES 2i7
niorteses en Lourtles que tuve el honor y la dicha de
presidir.
*La curación que hemos obtenitlo se ha obr¿do con
tales circunstancias, que nos recüerda los hechos evan-
VI gélicos.
ul{uestro Señor dijo al ciego de nacimiento: ¡¡Anda
Curación ailmirable é instantánea rle Carolina Es- r,y lávate en l¿ piscina cle Siloé., EI ciego obecleció y
serteau, tle lYiort, en lrouriles, el 2 Julio ile 18?3 pndo rlecir en seguiila: ,,Fní, me lavé y veo.,,
*De igual mod.o Nuesbro Señor ha dicho á nuestra en-
Entre todos lo-q demás recomendamos á la má-" seria atención
ferma hablando á su coraz6r.; uEazLe lleyar á la piscina
del lector el gran milagro cuya relación damos aqui. El que
tenga la desgracia de no poseer todavia lo que es menester para uile Lourd.es., La enferma obedeció y pudo decir en se-
hacer un acto d¿ fe lal como Dios lo pide, encontrará en éI una guida: uMe han llevado, me ha tocado el agua y &nclo.,:
luz brillante y hará un acto de adoración pidiendo perdón á uCarolina Essertean, de cerca treinta años de eclad
Nuestro Señor Jesucristo de no haberse postrado antes á sus
pies. Si tiene la dicha de ser ya católico, católico fiel y práctico (nació el 24 de Octubre de 1841), hacía once años que
como es preciso serlo, bendecirá c¡¡n nosotros á la lvladre de tenía una mielitis crónica que h¿bía producido en su
Dios que concede á sus hijos fieles el consuelo de tan viva luz
cuelpo los más terribles efect0s.
como coronación y dilatación de la fe.
Este gran milagro tuvo lugar en el mismo Lourdes, en la san- (La c,olumna vertebral estaba del totlo desviada; la
ta piscina, en presencia de una muchedumbre inmensa com- enferma no podía estar sentada; la inflamación de la
pue-sta de las peregrinaciones de Niort, de Amien-q, de Aix, de
metlul¿ espinal había tlebilitado tanto su vista, que no
Narbona, de Carcasona, cle Brionde y de Nlontaubán, y fué ob-
jeto de una inft-¡rmación severa que confirmó la autoridad epis- podía sorportar la luz tlel día, y más que todo había
copal del venerable y docto obi-<po de Poitiers, l{ons. Pie, ele- atasado sus piernas, cuya substancia nerviosa había
vado después á la púrpura cardenalicia.
alteraclo por consiguiente las venas y los muslos, re-
He aqui ahora ia carta que luego que sucedió el milagro es-
cribió al director de la Semaine liturg ique de Poitíers el Arci- iluciéndolos á una debilidad tal y á tan excesiva de-
preste de Niort, que habia organizado y dirigidido la peregrina- macración, que allí no quedaba más que una piel lí-
ción, y que habÍa sido testigo ocular de la curación de su feli-
gresa Carolina Esserteau,
viila y en cierto moalo colgante sobre huesos clescar-
nados. En lo demás, las piernas estaban inertes hasta
el punto de que cuando llevaban á la enferma se m0-
'Señor Director: vÍan en todos sentidos si otra persona n0 las sostenía.
-Ha¡' grantle impaciencia por tener, y yo la tengo La insensibilidad de ellas era tan completa, queno re-
tle ofi'ecer, una relación autorizada del grande favor cibía ninguna sensación ni tle la electricitlad ni de la
que se dignó Dios conceder á la peregrinación ile los hidroüerapia empleada en, su mayor potencia.
258 CIENTO CINCUENTA MIITAGEOS DE NUESTRA srñon¡, DE r,ouEDES 259
las aguas de Baréges y üe Niort,
crl-,.os médicos de pronto en transportes cle alegría. Se cantó el nlattirt-
á donde la llevaron en 1871 y d.os veces en 1872, ha- cat cor un entusiasmo indecible. Carolina, toda absor-
bían dictaminado de consuro que Ia pobre enferma no ta en su ernoción, tenía necesitlad de ser protegida
.contra las oficiosidades de la multitutl, cuyas filas
tenía que persar más en volver á Baréges. Estaba tle-
clarada enteramente incurable. se abrieron al fin, gracias á la energía cle dos intrépi-
uVinor sí, á Lourdes, á través tle grandes tlificulta- dos oflciales cristianos fervorosos cle la peregrinación
des, á costa de grandes esfuerzos. de Amiens, y todos la vieron andar fácilmente.
uluego que llegamos en este venturoso día 2 de ,,La acompañaron á empujones hasta la casa de los
Julio, fiesta de la YisitaciÓn de Ia Santísima Virgen, reverendos Padres Misioneros.
se hizo llevar en coche hasta la cripta y en brazos por *He aquí el hecho en su exacta realidad.
tres personas hasba ei altar más cercano, con ansia ,,Se realizó, como se ha visto, á la primera hora cle
de oir la ltisa y cotlulgar, por'que se sentía desfalle- nuestra llegada, por permisión divina, á fin de que la
cer. En seguida las misnas tres personas la llevaron á prodigiosa curación fuese comprobada por más número
la piscina por eI camino nás corto, y Ia clesnudaron de testigos rlur¿nte dos clías consecuti.yos. Y ¿cómo
por estar ella incapaz de a¡'n¿¿tr. en nada; la acer- no considerarlo así puesto que en esta hora se habían
calon aI agua y la fueron descendienclo con precau- reunitlo á nuestra peregrinación las de Amiens, Aix,
ción. llas apenas le llegÓ el agua á las rodillas' cuan- l{arbona, Carcasona y de Brioncle, y al día siguiente
do experimenlÓ una sensación tal que no hay palabras la de Montauban?
par¿ expresarla. Sus piernas se pusieron llenas, fuer- c,T¿mbién quiso Dios se hallase allí un médico para
tes y sólidas, consolirlata suttt ba,scs eiu's; Ia piel, atestiguar la curación.
sonrosada; Ios pies, derechos y regulares; el talle, na- uPor la tartle llevé á Carolina á Lourdes en coche
tural. con el fin cle sustraerla á los testimonios de simpatía
c,Eslaba culada completamente, y para esto ha bas- que incesantemente se renovaban, con riesgo de opri-
tado un segundo. mirla. y á los cuales ella se prestaba, hacía más de
uEn aquel instante, apartando á las tres personas cinco horas, ,,haciénd.olo. me tlijo, cotr mucho gusto
que querían sostenerla todavía, exclamó: r¡Dejatlme, pol amor á la Santísima Virgen."
;¡estoy curada! Llevatl mis aparatos 5 1¿ 6¡¡f'¿' r: Estos ,,Al clía siguiente vino á pie de Lourdes á la Gruta,
l:
aparatos eran unas botinas bordadas de hierro, que y á eso rle las rliez volvimos á Lourcles también á pie
I
I
sostenían sus piernas tle la rodilla al tobillo. á pesar tlel gran calor. Sabida es la rlistancia que hay
1. ..Se vistió sola y salió de la piscinal corl grilll s0r- que recOrrer.
presa tle los numerosos peregrinos. que prorrumpieron ulXste díar como el precetl.ente, fué asediada de vi
CIENTO CINCUENTA MILAGROS
DE NUEsTBA snñon¡, DE r,ouRDES 261
260
c,Contlújela en seguiila y también en procesión al
sitas que se renovaban á cada instante. Querían saber
Hospicio, en donrle fué recibirla con lágrimas de ale-
su nombre y tener algunas palabras escritas de su
gría por tantos testigos y compañeras de su antigua
mano, y le daban algunos recuerclos, sientlo de admi-
miseria.
rar qne haya poilido soportar la fatiga de estas piado-
uPosteriormente la he visto todos los días, y otros
sas importunitlades.
muchos la visitan continuamente, notando que sü cu-
,,AI empezal sólo quise, señor Director, referir á V"
ración es tan permanente como fué instantánea.
el hecho de la curación en pocas palabras, y por tanto
,,Envió á V., señor Director, estos detalles escritos
me detengo, pucliendo decir por otra parte que no he
á vuelapluma, y la relación de que me creo deutlor á
hecho más que desflorar lo que clará justamente mate-
los peregrinos presentes en Lourtles el 2 y 3 de Julio
ria á una relación comPleta'
(y me atrevo á ilecir á todos los cristianos), no se re-
rDiré, sin embargo, una palabra de nuestra llegada
tardará mucho, así Io espero.
á Niort. A pesar tle Ia hora intempestiva (entrábamos
*Pero siempre ¡gloria á Dios! ¡Viva Mar'ía Inma-
en la estación á las tres y quince minutos), hubo bas-
culacla
tante gente para formar una procesión compuesta de
I

*Acepte V., señor Director, eI testimonio de mis


muchas hileras que cantabatt el l[ag"tílícat.
mejores sentimientos en Jesús y María Inmaculatla.
* Imposible es decir la emociÓn general á la vista
tle la joven á quien muchos habían conocido en su en- "El arcilu'cste rJe Niort, cura de Ntra. 8ro.,
fermetlad, y que estaba allí andando con paso seguro *AeusrÍ¡r Gur,lnr,
entre el capellán tlel Hospicio y y0' n0 teniendo nece- < Director d,e lú p¿rellrinúción niortesú.
sidad de nad,ie, como lo tlemostró cuando habiéndosele <<Lourdes, 2 de Julio de {873.¡r
caido al suelo el rosario, se abajó y lo cogió ella misma'
ul-,a marcha de la procesiÓn fué susirendida un mo-
He aquí ahora el resumen de la información anunciada arriba
mento por Ia llegada de las llermanas del Hospicio, por el arcipreste de Niort. La tomamo-q de los Annales de Lour-
que venían precetlidas de la cruz aI encuentro de su des (Febrero de 1879).

amatla Carolina. Renuncio á tlescribir el efecto de


La señorita Carolina Esserteau, ile Niort, enferma
esta escena en todos los asistentes' Mi mano tiembla
hacía cliez años ile una mielitis crónica declarada in-
al trazar estas líneas, y mis ojos se llenan cle lágrimas'
,,Llegamos por fin á la iglesia de Nuestra Señora,
curable por varios d.octores, fué insbantánea y comple-
tamente curad.a tomando un baño en la piscina el 2
en donde después,le una plática que brotaba de un
de Julio de 1873. Las grandes peregrinaciones d.e
corazón conmovido dije la Santa Misa, en Ia que comul-
Amiens. Aix, Brionde, Crlrca,rona y Narbona, que se
gó la joven.
262 clnNro crNcuENTA Mrr,Aen,os DE NUasrRA snÑon,t DE r,ounDES 263

encontraron este día en Ia Gruta con Ia ile Niort, fue- Ilna metlicación de cuarenta y cuatro días en el esta-
ron testigos del prodigio, que confirmaron al mismo blecimiento hiclroterápico de Longchamps' en Burdeos,
tiempo varios médicos. Esta curación hizo gran ruírlo, no dió ningún resultado. Los baños de ArcachÓn pare-
como lo indicamos rápidamente, pero merece más tle- cía que habían mejorado un poco el estado de la en-
talles. ferma, pero pronto se corriÓ la enfermedad al cuello
C¿rolina Esserteau nació en Niort, en la parroquia y brazos, y Ia par'álisis se hizo general. Las articula-
tle San Andrés, el 24 de Octubre rle 1841. Sus patlres, ciones parecían de tal manera descoyuntadas, y los
que eran muy pobres, la enviaron destle temprano de muslos estaban tan atrofiados' que el cuerpo no potlía
externa á Ia escuel¿ del convento del Sagrado Cora- sostenerse. La cabeza se le caía íl un laclo y á otro;
zón. A los nueve años y medio tuvo Ia dicha tle hacer los puños y los pies podían girar en to{los sentidos, y
la primera Comunión. Carolina era viva de carácter, las piernas se bamboleaban como si no tuvieran con-
pero piadosa y buena. Puesta luego en el aprendizaje sistencia. Los cuiclados que le prodigaron las Herma-
para la costura, encontró clurante varios años en su nas de Nuestra Señora de la Caritlad, de Cholet, y
segund.a maestra un modelo de virtud de que se apro- sus tíos de Niort fueron inútiles' Se vieron obligados
vechó; así es que cuando pertlió á su padre tle una á solicitar su ailmisión en eI Hospicio cle esta ciudad,
parálisis del cerebro y se vió doloros¿mente separada en el que fué recibida Carolina el 23 tle Diciembre
de su madre, su carácter, moderación y piedad la pro- tle 1869. El médico ilel T{ospicio escribió en el regis-
curaron prolectores afectuosos. trot ltmasió¡t, dc lct, en]brntcclatl: seis aíios.*Diag-
Hasta Ia edad de veintidós años la joven costurera ttostico: nt'iel'itis. Y después de haber protligado en
había gozaclo de buena salud y nunca le faltó trabajo; vano sus remedios, escribía el 11 de Febrero tle 1870:
pero en Abril de 1864, con motivo cle resfriados mal Pctsctda d lus ittcttt'ablcs.
cuidarlos sintió violentos tlolores en la espalcla. El Sin embargo, Carolina, que n0 pertlía la esperanza
centro de la columna vertebral se le puso tan sensible, cle cnrar, piclió y obtuvo el favor de una tanda termal
que la menor presión le causaba sufrimientos intolera- en las aguas de Baréges para la estación de Septiem-
bles. Las piernas también se Ie pusieron atlormecidas bre de 1871. Itléntico favor se le concedió el año
y dolorosas, y sentía en ellas hormigueos. Luego ya no rle 1872. EI Dr. Grimaucl, inspector del estableci-
pudo estar tle pie, costándole trabajo andar con mule- miento termal, que le prodigÓ en el Hospicio de Santa
tas; y así, reducirla á la mayor extremidatl, habiendo Eugenia un cuiclado casi paternal, tlespués cle haber
experimentad.o una aparente mejoría quiso levantarse, agotado todos los recursos de la ciencia y de las aguas'
pelo uo sintió sus piernas, porque la parálisis era com- se vió obligado á hacer al fin de la temporada la si-
pleta. guiente rleclaración:
26+ crENTo crNcuENTA Mrrracnos rrouRDES
DE NUESTBA snñonr DE 265
,,El tratamiento de Baréges ha sid.o seguido con ilarne; no me abanclonará.' *¡Si yo pudiera ir á
prutlencia y gratlualmente durante seis semanas, sin I-/ourd.es!" repetía sin cesar'.
obtener resultado. Desesperado del ningírn éxito de Pronto se le presentó una ocasión favorable con m0-
estas agnas, tan eflcaces en un gran número tle casos tivo de una peregrinación que se organizaba en Niort.
semejantes, empleé Ia máquina de inducción de Gaiffe, .,Cuanto más sufro, escribía, más siento el deseo tle
sin que la contracción muscnlar se pueda vencer. Para hacer la peregrinación. Todos los médicos me han
mí es evidente que Ia mielitis no cerlerá á los remedios abandonatlo, y no obstante mi confianza es cada vez
terapénticos más apropiados á su estado; ¡. convenci- uás grantle. ¡Oh! ¡cuánto agradecería á \r. me facili
do de que la enfermedad es incurable, doy á Carolina, tara los medios para ir á Louriles!u
Ilien á pesar mí0, el consejo cle no voh'er más á Ba- Una amiga se ofreció á pagarle eI viaje; otra amiga
réges. n piadosa del obrador de Tarbes, Paulina Mercier, le
En la primavera de 1873, no obstante lo que el prometía hacer en l,,ourdes cuanto pudiera en su ser-
mal había progresarlo, acabanilo de paralizar los bra- vicio. La esperanza y la paz hacían ya latir el corazón
zos, la enferma insistía con eI Dr. Fontant, nédico de la pobre incurable, cuando una nueva prueba vino
ilel Hospicio de Niort, para t'olver á Baregés. c,¿Qué sobre ella casi en la víspera de la partida. IIna pleu-
quiere Y., pobre niña, respondió el Doctor. quiere V. resía la puso en el más triste estado, y la tlejó en tal
que se gaste htri,tihnente en V. eI dinero que potlrá debilidad, que sus compañeras del Hospicio se asus-
servir para aliviar á otros enfermos ? IIás Ie valtlría taban de ir con ella, y el capellan se negaba á dar de
á V. ir á Lourdes. pues sólo por milagro potlrá V. una manera positiva el nombre de Carolina Esserteau
CUfaI. T? para la peregrinación. Pero ella hizo tan apremiantes
Estas palabras del Doctor eran eI certificado oficial instancias y estaba aninada de una confianza tan viva,
de la impotencia humana y del porler misericordioso que al fin la dejaron intentar el largo y penoso viaje.
de Aquella á quien los cristianos llaman Salud de los ,,Yo ya no puedo más, d.ecÍa la víspera tle la parti-
enfermos. r, ¡Ir á Lourdes ! dijo Carolina estremecitla, da; no sé si resistiré hasta el fln." Pero Ia confianza
pues si yo he pretenditlo ir á Baréges es precisa- no por esto Ia abandonaba.
mente para ir á Lourd.es, que ya no tengo confianza Al tlía siguiente, martes 1.o de Julio, instalaban
en las aguas de Baréges, siuo sólo en la Santísima penosamente á la enferma casi moribunda, ó más bien
Yirgen que me curará." ya cadtíocr, como decían, en un compartimiento inme-
Y desde entonces Lourdes fué el objeto de sus espe- diato en que iban sus compañeras del Hospicio que le
laDzas y tle sus deseos. ,,N0, escribía á su tío de Poi- prodigaban sus cuitlados. El viaje fué en extremo pe-
tiers. \uestra Señora tle Lourdes no puede abantlo- noso. I-.,0s dolores de riñones eran excesivosr la debi-
T
Ztlt) CIENTO CINCUENTA IIIITAGR,OS DE NUESTRA snñon¡ TJoURDES 26T
DE

lidad horrorosa. Carolina sufrió muchos ilesmayos, y llevarla fuera de la capilla á fin tle conducirla á la
en Burdeos inspiró grandes temores. Bn el cambio de d
piscina para bañarla. Pero ¡ qué grantles fueron las
tren para la línea del l\tediodía la trasladaron dos hom- dificultades y los sufrimientos, á través de las muche-
bres al nuevo compartimiento sin sentido y casi sin dumbres por senderos estrechos y obstruítlos!
vicla, y si volvió un p0c0 en sí fué para sufrir toda La pobre enferma, abrumada de dolores atroces,
un¿ noche de penas y fatigas. La esperanza sola sos- surlaba á chorros, y sintiénilose tlesf¿llecer suplicó á
tenía su alma y parecía conservarle un soplo de vida. su amiga que la llevasen pronto al baño sin detenelse
Carolina suavizaba su martirio con fervientes aspira- delante de la Gnita. *Rogaremos á la Santísima Vir-
ciones. En fin, el 2 cle Julio por la mañana el tren gen en la piscina,', dijo, y se contentó con dirigir de
entraba en la estación de Lourcles. La piadosa amiga paso á la imagen tle lllaría una mirada suplicante y
del obrador cle Tarbes, Paulina l{ercier, estaba allí. una aspiración de tierna confianza.
A petición suya dos empleados bajaron con precaución La piscina se encontró pronto libre. Paulina y sus
á la enferma casi moribuncla, y la instalaron en lln ilos ayudantas pasaron lo indecible para preparar á la
coche en el cual su amiga tomó asiento aI latlo cle ella. enferma á fin de bajarla al b¿ño. Al quitar los apara-
Paulina, dolorosamente afectada de tanta debilidatl y tos que sostenÍan las piernas y los riñones temblaban
de un estaclo tan triste, no cesó dulante eI trayecto del temor de verla expirar en sus brazos. Dejemos á
de animar'á Carolina, implorando á la Santísima Vir- Carolina que ref.era lo que le pasó en esüe momento:
gen con frecuentes aspiraciones. ,,Apenas tocaron mis piernas el agua sentí que me
Llegaron al fin y llevaron á Carolina á la Cripta en volvía la vida y animaba todos mis miembros. Los rlo-
metlio de la compasión de todos los que la veían, y su Iores cesaron en los riñones, pecho y cabeza. En se-
amiga, siempre á su lado, la sostenía las piernas iner- guicla dije: ullaclre mía, siento mis piernas; estoy
tes. El Dr. Peyrusse, métlico de i{arbona, no purlo rcurada; yo n0 merecía esta gracia.,' IIe puse de ro-
menos de ilecir ante este espectácttlo: *He aquí una dillas en Ia piscina para dar gracias á mi Bienhechor¿.
pobre moribuncla. Si la Santísima Virgen no la cura lIi amiga quiso sostenerme. r No me toques, la dije,
llevarán un cadáver." (fá v€S que estoy curada.,' Salí del agua, y conbinué
La colocaron lo mejor posible sobre dos sillas no, rezanclo. P¿ulina y las dos mujeres se quedaron esbu-
lejos tlel altar de Nuestra Señora, y de esta manera pefactas, y yo besé los muros, el suelo y el agua tle
oyó la trIisa y recibió la Santa Comunión. Carolina se la piscina, en la que ne zambullí segunda y tercera
sentía tan sumamente debilitada, que creyó no podría \ez er acción de gracias... Estoy segura y conven-
resistir hasta el fin cle la Nlisa; de suerte que Pau- cida de que durante y después tle mi culación he sen-
lina ¡- dos personas que la ayudaron se apresuraron á tido á la Virgen, he sentido su presencia. IIe parecía
268 crEr[To CTNCITENTA ]rrrraeRos
T DE NUESTRA snñon¡. DE rrouRDES 269
que la piscina estaba toda llena d.e su plesencia, y clue Este día y el siguiente los peregrinos de las nume-
Ella me cubría y me esforzaba." t'osas peregrinaciones vieron en la Basílica, en la ciu-
Carolina salió sola del bañ0. *Yo la veía en pie, datl, en la Gruta y en la Cripta á la que poco antes
escribe Paulina en su relación, y r0 podía creer á mis ü era llevada moribunila, y ahora con paso firme y sa-
ojos., La dichosa proiegitla de María salió, y Pauli- lutl milagrosa tomaba parte en los ejercicios de la
na cargó con los aparatos, que para nada Ie servirán en piedad general.
aclelante. Carolina Esserteau soportó sin molestia las fatigas
Al ver esto estalló el entusiasmo de la multitud, y del regreso. Los habitantes de Niort que acudieron á
el Jllagni,fical se escapó de todos los pechos, preci- la estación para asegurarse del nr,i,lo,gro anunciado
pitántlose todos al rededor de la piscina á fin tle ver' por telegrama, la siguieron ad.mirados y con lágrimtl,s
mejor á la agraciada, que estaba absorta pol la emo- hasta la iglesia y el Hospicio, en donde entraba nue-
ción, representanrlo en su semblante renovad.o una vamente á pie, fnerte y rejuvenecitla.
juventud tle veinte años no obstante que tenía treinta El médico del Hospicio, luego que vió sana á su
y rlos. inc¡trable, Ia dijo: ulfi querida niña, habéis tenido
Era tanto el afan tle la muchedumbre por verla, qtte una fe granile, y por ella habéis sido recompensacla.,
no la dejaban pasar. Para sustraerla al gentío que la Dicho médico pudo atestiguar después la perseveran-
acosaba y oplimía por tod.as partes, lograron después cia de la curación completa y radical, que se conserva
de muchas dificultatles hacerla entrar en la casa de destle hace más de cinco airos.
los Misioneros, que la multitud hubiera querido inva- Esta curación maravillosa fué fecunda en frutos de
dir; pero no se admite aI interrogatorio más que á los salvación. Carolina tuvo la dicha de ver la vuelta á
principales testigos, y ent're ellos estuvo el Dr. Ca- Dios de sus parientes, en cuyo f¿vor había piadosamen-
rayé, de Sigean. EI examen fué minucioso. te invocaclo el auxilio tle Nuestra Señora de Lourdes"
Las piernas, poco antes d.isecadas, estaban robus- Varias veces ha renovado su peregrinación de ac-
tas y fuertes c0m0 las de una persona que goza de ción de gracias, y continúa bendiciendo con una vida
salud. La paralítica, vuelta á la esbeltez, marcha con piadosa y sencilla á la Virgen fnmaculatla, á quien
pie firme. uEs una curación extrametlical." dijo aI tanto rlebe (1).
fin eI Doctor convencirlo.
Carolina Esserteau se exhibió á la muchetlumbre .(l) Véanse en los justiffcantes, n.o I2, los certilicaclos cle los
iuipaciente, y en pocas palabras refirió su larga é in- médico-q y el testimonio de N{on-.. Pie, obispo de Poitie¡s.
curable enfermedad y Ia curación repentina qne ob-
tuvo en la piscina,.
270 CIENTO CINCUENTA MILAGTiOS DE NUESTRA SDNORA DE IJOURDES 271
prodigados, y
todos declararon que tenía necesidad
de un desc¿nso absoluto y del aire natal.
A mediados de Junio tle 1873, llaría y una cle sus
amigas, enferma como ella, fueron á consultar á uno
de los médicos más reputados de Marsella, en 00m-
vII. pañía de la Srta. Celestina Margaillán. quien ref.ere
como sigue eI resultado tle la consulta:
Curación súbita ile una joven sirvienta enferma del ,,El médico se quedó admirado de su estado de fla-
pecho, en lrourtles, el 22 tle Julio ile 18?3 queza y debilicLacl. Después de auscultarlas con el ma-
yor cuitlado, me dijo en particular que las dos estaban
María Juana, natural de Saint-\¡incent-des-Noyers perdidas; que la mayor se encontraba muy mala y no
(Alpes llarítimos), tiene veintinueve años. Su tem- tardaría en morir, y que la otra la seguiría de cerca.
peramento fué siempre débil ¡ enfermizo. Habiendcr La primera murió efectivamente pasadas algunas se-
perdido á sus patlres, vióse en la necesidad tle co- manas; la segunda volvió algunas veces al gabinete
locarse como sirvienta. Hacía cinco años estaba al del mismo Doctor, el cual no modificó sus tristes pre-
servicio de matlame Bouvald. tle Marsella, rtte 9ai,nt- dicciones (l)."
Sipulcre, n.o 37. Sintiencio la pobre María su posición, dejó á su se-
La salucl tle la pobre criatla fué debilitántlose catla ñora, se retiró á casa de una de sus tías de Marsella,
día. X'elizmente había encontrado en mad¿me Bou- y se preparó á volver al iraís natal.
vard. más bien una madre que una ama. Cada añ0, du- La víspera de su partirla para los Alpes oyó decir
rante uno ó varios meses, la buena señora enviaba á que en Marsella se organizaba rna peregrinación para
María á Saint-Yincent-des-Noyers para descansar y Nuestra Señora tle L,ourdes. Esto hizo renacer la es-
fortiflcarse con eI aire vivificante de las montañas. peranza en el corazón de la pobre enferma. ¡ Nuestra
A pesar de estos cuidados, lfaría languidecía visi- Señora de Lourdes ! Hace tiempo que ella la conoce y
blemente; estaba flaca y pálida, y tenia eI pecho ator- l¿ ama. ¡Cuántas novenas ha hecho en su honor! To-
mentatlo por una tos seca y tenaz. En 1872 su carita- dos los días bebía agua ile la Gruta. uSi voy á Lour-
tiva señora tomó una mujer de gobierno para ayutlar des, decía, seré curada.,' Y no piensa más en los Alpes,
á su criatla, y cuando ya n0 pudo trabajar la tuvo ni en su pueblo; es en Lourdes clonde ella debe curar.
consigo tratándola como hija, hasta el punto de ha- Habla de su proyecto á su confesor el abate Fran-
cerse su criada y enfermera. (1) Certificación de la Srta. Celestina Margaillán, de Marse-
Los cuidados de los médicos la fueron igualmente llu. cl C dc Nlarzu rle 1374.
T
c)7 I
DE NUESTRA SEÑOBA DN I]OUN,DNS 273
CIENTO CINCUENTA MILAGROS
Al día siguiente la cu,racidtt cra colnl)llla, y Ma-
cisco Guignón, vicario de la Catetlral San Martín, de
ría, gozosa y fuerte. siguió los ejercicios y las proce-
Marsella. Este buen sacerclote es gl'an devoto tle
siones que hacían sin descanso los piadosos peregri-
Nuestra Señora de Lourdes, á quien tlebe la curación
nos reunidos de París y rle Marsella. Todo eI mundo
t1e un cloloroso reumatismo. Mas en cuanto á la
pobre
interrogaba y felicitaba á la afortunarla sirvienta. Un
María, ¿cómo ha de ir á Lourdes? Es imposible que
telegrama anunció en Marsella su maravillosa cura-
soportelas fatigas de un viaje tan largo' ProcurÓ, ción.
pues, quitarle esta idea, y pronto se consid'erará feliz
Al regreso, lfaría encantaba á sus companeros de
ile no haberlo conseguiclo, pues será testigo tle su vagón con sus alegres cánticos. \¡olvió á sus trabajos
curación en la Gruta'
jo- en casa de madame Bouvard, y desde entonces hasta
Empeora eI mal; todos tratan de contener á la
hoy, goza de la mejor salutl.
n.n, .ulifl.ándola de imprutlente y de loca; mas elia Algunas semanas después le dijeron convendrí¿ sa-
partió con los peregrinos en 21 de Julio'
ber la opinión tlel médico que la había desahuciatlo, y
Las personas que se hallaban en el misino vagÓtt, fué á verlo con la misma compañera. la Srta. Celes-
testigos tle sus sufrimientos, se compadecían de ella'
tina Margaillan.
El vapor la había llevado á Lourcles, y ia confianza la El médico l¿ examinó con cuidado, manifestó su
arrastró á la Gruta con fatiga y trabajo infinitos' grantle sorpresa, y declaró qne estaba curacla. IIarÍa
AI fin, la tísica, pálida y desfigurada, se hallaba en le suplicó lo declarara por escrito. Contestó (que n0
frente de la Gruta tan tleseada. IJn sacerilote, movido daba esta clase de cer,tificados. llevatlos y traídos en
á compasióu, le hizo ¿brir las puertas de ella' Entró,
seguida en los periódicos; pero que debía contentarse
se puso de rodillas, y orÓ con un fervor cuyo secreto
con dar gracias á la Virgen en su corazón por el farror
conoce Dios. Se acercó luego á la roca santa, y mojó
recibido.,-
su pañuelo en las gotas de agua que brotan de la mis-
La piadosa criada no falta á la recomentlación del
ma roc&, y pasÓ su pañuelo humedecido por su rostro
Doctor; pero al dar gracias en su corazón á la \¡irgen
tlemacrado y por las innumerables y gruesas glándu-
fnmaculada, se considera feliz de proclamar muy alto
las que cubrían su garganta y la hacían sufrir mucho'
'in'stan'te, y las maravillas de su poder y cle su bondad.
¡Oh dulce alegría! todo dolor cesÓ al
al salir de la Gruta dijo al sacerilote que le había fa-
eilitado Ia entrada: ,,Estoy casi curacla'' tr'ué en se-
guirla ír beber en abundancia á la fuente milagrosa,
con lo cual aumentó su bienestar, le vinieron las ftter-
zas y sin trabajo regresó al pueblo.
T DE NUESTRA SNÑORA DE I¡OURDES 276
274 CIENTO CINCUENTA MILAGX'OS
I)octor, declaró el mal incurable, y abandonó á la en-
ferma.
Tenía Lucía treinta y tres años; había creciilo en
la escuela fecunda cle la cruz. Inteligente y recta,
VTtI. buen¿ y cariñosa, era amada de todos los del Hospicio
del Príncipe. En 1878 organizábase una peregrina-
Gruta de ción en París á Nuestra Seirora de Lourdes. Dejemos
Lucía Fraiture, curada súbitamento en la'
una úlcera, tuberculosa, el 23 tle Julio tte 1873 hablar á Lucía abreviando su relación:
"De ningirn moclo pensaba yo ir á Lourdes; n0 te-
perdió nía medios para ello. Ilna contramaestre de la casa
L,a Srta. Lucía Fraibure, cle origen belga,
A la edad de ocho años vino á vernle, y me dijo: *¿Quieres venir á Lourdes
clesde temprano á sus paih'es' (conmigo?-No me faltan deseos, sino dinero.-En
de París' De
fué recogiáa en el Hospicio del Príncipe ((cuanfo á esto, me contestó, yo me encargo; corre tle
enfer-
temperainento iinfático, generalmente e-staba
ami cuenta.,r Por delicadeza rehusé, y mi amiga se fué
mizi, sufriendo con frecuencia de erisipelas-ytumores
qo. i.*o*traban el mal estado de su salud' A los
triste.
gravedad' De- uPronto volvió y me dijo: *Es preciso que vengas;
veinte años el mal apareciÓ en toda su ula Santísima Virgen lo quiere; la Herrnana Superiora
inlla-
bajo del sobaco izquierdo se le desarrollaron
,,lo permite, y nada te queda que decir., En efecto, yo
que cubrieron
maciones y formaron luego apostemas
de Lucía no tenía nada que decir á esta amiga generosa, sino
una parte del pecho. Desde entonces la vida
darle las gracias del fondo clel corazón. Era el 19 de
fué un continuo sufrimiento'
Julio, y debiendo salir el 21, hicimos nuestros prepa-
A los veinticinco años, la llaga que cubría eI
pecho
cancerosa' cuya rativos para la peregrinación.
tomó los caracteres de una úlcera *Nueslro objebo era representar á la Casa cerca d.e
(superficie blanquecina se cubrió de granos carnosos
muy juntos la Santísima Virgen, y pedir por el Santo Padre y por
Oe on rosa pálido, extensos, aplanados,
con- l-rancia. -r\uestras Hermanas y los niños nos daban
los unos cle los otros, y echando sangre al menor
numerosos encargos. Hast¿ entonces no pensaba yo
tacto. (Informe tlel médico)'" Al mismo tiempo
exis-
bajo el sobaco y al rede- en la posibiliclatt de mi curación; pgro suando abracé
tían una porciÓn de tumores
á la Hermana Superiora, me vino la idea de decirle:
tlor del cuello. El médico combatiÓ este mal terrible
re- * ¡ Si quisiera curarme la Santísima Virgen !....,
dnrante más de cinco años, empleando todos los
ayuda- uPor fin partimos, y ¿cómo olvidar este piadoso via-
medios que puede ilar la ciencia más ilustrada
AI fln, vencido el je? Después de una pararla en San llartín rle Tours,
r1a de una abnegaciÓn infatigable'
T
,27t) CIDNTO CINCUENTA XIILAGIIOS DE NUESTRA SEÑORA DE I]OUR,DES 277

llegamos al día siguiente nartes, á


las siete' á Puy' .,de la fuente; y0 voy á introducirme por ilelante
Padre San Vioente de
ooE"¿i."tt es la ctina tle nuestro ry le tlaré 8gü8.¡ La cosa se hizo como ella lo había
Paúl. dispuesto.
ml cura-
, .,Ya le había yo hecho una novenahepala
pensado algu-
*Había allí un capuchino que bebió sucesivamente
ciOn, pero sin resultaclo; mas luego cuatro vasos de agna haciendo otras tantas seilales tle
por
ras veces que acaso era él quien había interceclido cruz. A ejemplo suyo bebí yo tarnbién tres vasos en
rní con la Virgen. nombre de la Santísirna Trinidad, Padre, Hijo y Es-
pues
*En PuI 1e pedí con instancia qne nle aliviara' píritu Santo, haciendo la seiral de la cruz, y aharlí el
y hacía dos
sufrí¿ mucho. nt me había cans¿It10' cuarto vaso como el capuchino.
"iu¡. que regularmente
áiu. qo. n0 podía curar mi llaga, 1o *En este momento un clulce movimiento de con-
solía hacer tres veces al día' El mal olor
no sólo me fianza, al que no pude resistir, me imprilsó á pedir ni
incomodab¿ á mí, sino también á otros,
según me Io curaci(rn. Algunos instantes antes me hubiera pareci-
confesado clespués mis compañelas de viaje' do esto presuntuoso, atendida la gravedacl de mi en-
han
impa-
,,A las seis de Ia tarde partimos para Lourd'es' fermedatl. Estaba pensando lo que podría hacer para
preciso sacri-
cientes de vel Ia Gruta béndita ; llras fué lavarme, pues ignoraba que hubiese allí una piscina.
por ser las once
ficar nuestro deseo por aquella noche tlna idea me ocurriír: .,Ocírltame un poco,, clije á mi
y rnedia cuanclo llegamos, y entonces clré mi llaga' amiga. Y en seguida clesabroché algunos corchetes
:"o¡'u *ul olor ha,bía, aumentado con Ia fatiga y ei calor' cle mi vestiilo; y tomtrntlo el quinto vaso de agua Io
,,AI ,líu siguiente, tempratto, despttés tle haber
cu-
eché sobre uri pecho, dicienclo: ;rlfi buena llatlre, .si
la Basílica' Comui-
,r¿tdo otra vez mi llaga, ne dirigí á ,,Yos queréis podéis curarme.;7
por Fran-
gamos allí y oramos con fervor por el Papa' ,,Lo qtte en mí pasó entonces me es imposible refe-
Desearía
Ziu y po, ioclos Ios que habíamos dejado' rirlo... Sólo putle decir á, mis compañeras: r¡Oh! ¡ro-
rezar á" menudo corno entonces' gtrcl por mí!', Tod.¡rvía no podía decir: .,Estoy cura-
*Acabada Ia Misa, bajamos á Ia Gruta' En rni vida r¿da.'r N0 rne ¿rtrer,í á creerlo. llientras que mis com-
de mí
olvidaré el sobrecogimiento que se apoderÓ pañeras oraban, hice como Santo Tomás, quise cer-
\rirgen' La
cuando vi la bella estatua de Ia S¿nbísima ciorarme. Toqué mi pecho, primero snavemente con
milagrosa'
niuititud invadía Ias aveniüas de Ia fuente la punta del declo,.y luego más firerte, golpeé des-
ella, temerosa d'e
) J'0 n0 me atrevía á acercalme á Tlmpecé á entris-
prés... ¡ el dolor había clesapareciclo!...
q* ot* hicieran,mal ernpujándome' ,,Entonces ya no pude más; toda conmovitla, te-
conocida rnía que había
tecelnie. cuantlo una señorita miendo aun eugañarme, dije á mis compañeras qne
veniilo eu la peregrinación, ne tliio: oPase \r' detrás
vinieran conmigo lejos de la muchedumbre. Cuanclo
T
278 CIENTO CINCUENTA MIIJAGBOS DE NUESTRA snñonl DE rrouRDES 279

llegué á un sendero ilesielto, y resguardada por mis veces la intltosibilidud absolutct, de su curación, te-
compañeras, abrí rni vestido ¡. quité los trapos que nía la desgracia de ser incrédulo, y t'ué derribado por
cubrían la llaga; y ¡0h milagro ! la llaga había des- eI proiligio. Ha tenido la lealtad de ltacer una rela-
apareciilo: n0 quetlaba más que una hermosa cicatriz ción detallada, razonacla y concienzuda sobre la en-
blanca. *¡Estoy curada! ¡estoy curatla!" l{os preci- fermedad y la curación de Lucía X'raiture. Pubiicamos
pitamos todas de rodillas allí nismo para dar gracias este estutiio notable omitiendo solatnente. pala evitar
á la Santísima Yirgen. Todas llorábamos. escrúpulos de delicacleza que se nos han tnanifestado,
,,Un sacerclote acertó á pasar enbonces: c;¿Por qué algunas líneas innesarias á la esencia del suceso.
r,lloráis?" nos dijo. Le referimos el milagro. Me pre-
guntó si la llaga no est¿ba acompañada de tumores nrocn¿¡i¿. l.lror,óerc.q. v cunlcróN ln r,ucí.t
en el cuello y debajo del sobaco. Le responili afirma- FR,AITURE.
tivamente, 5. llevando la mano á esos dos sitios en-
contré que existían toclaví¿. ,,Aún no está \r. comple-. El hecho siguiente, realizado en parte á visba mía,
atamente crlrada, rne rlijo el sacerdole, y hará \r. bien ne ha parecido tan extraordinario en su termina-
,s¡ |¿y¿¡ss otra vez con el agua de la Gruta.'' ción, que he creído de mi deber escribir las obser-
,,Seguí stt consejo; volví por la noche á la Gruta y vaciones que me ha sugerido. No omitiré, en cuanto
tomé un frasco de agua, con el cual empapé un tr¿- me sea posible, ninguna de las circunstancias en pro
pito que puse al acostarme sobre el pecho. Al día ó en contla del snceso que tros ocupa, á fin de preve-
siguiente por Ia mairala las gldudu,los tto c,ristiun, nir las observ¿ciones que putlieran presentarse, y á
y no han vuelto á aparecer: nte ltallaba conTtlcta- este efecto entraré en minuciosos detalles, haciendo
ntcntc curad(t,.,, remontar la historia de nuestra enferma á su primera
C¿da año vuelve I-.,ucía á Lourdes en acción de infancia.
gracias ; goza cle una salutl perfecta. Nos ha parecido La parte tle esta historia de que no he sido testigo,
también que su alma crece cada día en piedad sincera pero cuya descripción me lta hecho la misma enferma
y profunda. La crtz quitada al cuerpo recae á menutlo bajo su entera responsabilidad, se encuentra en esta
sobre el alma para madurarla en la fuerza y la cari- relación indicada entre comillas.
datl. Lucía es un apóstol para los niños del llospicio, I-.,ucía Fraiture es de origen belga, tiene treinta y
en clontle está de segunda maestra. tres años, de temperamento linfático, habitualmente
El médico que dnrante tantos años la había cui- enfermiza, de una inteligencia más que regular, está
tlado con una abnegación admirable, y que no la había ocupada como segunda maestra en la Comunidatl de
abandonaclo hasta que se convenció y declaró varias Hermanas de la Caridaü de Gros-Caillou' en cuya
280 crENTo crNcuENTA Mrrraenos DE NUESTRA snñon¡. DE rrounDns 281

casa entró á la eilatl de ocho años, sin haber salido de tirantez en la región epigástrica, de opresiones, de
nunca. inapetencia, de náuseas, de vómitos, algunas veces
No puede dar ningún dato sobre la saluil de sus continuos clurante varios dias, tle fatiga y debilidail
padres, á quienes perdió pronto, ni sobre su propia general, y en fin, ile una porción tle síntomas que
saluil durante su primera infancia... acompañan generalmente á la gastlalgia. Siete ú ocho
En el ¡rerÍodo de los pocos años que siguieron á su veces en el espacio de los diez primeros años fué pre-
form¿ción, su salud general se conservó bastante sa, sin causa conocida, de expectoraciones, ó mejor de
buena, aunque sufrientlo de una leucorrea casi conti- vórnitos tle sangre, que duraban por lo menos una se-
nua, y atacada de vez en cuando de erisipela en tlife- mana.
rentes partes del cuerpo y de frecuentes abscesos tle- Las dos úrltimas de clichas hemorragias, que tuvie-
bajo de los sobacos. ron lugar enSeptiembre de 1871 y en Octubre de
Hacia los veinte años se le desarrolló un rosario 1872, se prolongaron más ile un mes á pesar de todos
de ganglios encima y debajo de la clavícula izquierdt-r,. los neclicamentos puestos en juego, y redujeron á la
Estos ganglios formaron utt tutnor, y la supuraciÓu, enferma á uu estado de extrema ilebilicl¿cl. Ningirn
después de haber durado mucho biempo, es decir, cer- alimento, ni aun siquiera gotas tle agua, podía tomar
ca de un añ0, disminuyó poco á poco y acabó por su- sin que las arrojase inmecliatamente.
primirse enteramente, tlejando en su lugar cicatrices Hace ocho años le sobrevino una erisipela en el lnus-
deformes. lo izquierilo, debajo de la caclera, que degeneró en una
Descle entoltces Lucía ha es¡atlo sufriendo casi llaga superficial del tamairo de una moneda tle cinco
siempre. francos, que supuraba como un vejigatorio durante
Por esta época fué cuanilo yo empecé á asistir á la innchos meses y que curít siir dejar señales.
Comunidacl cle Hermanas de la Caridad del Gros- Poco tiempo después LucÍa fué atacada de un¿ nne-
Caillou. va erisipela, que se extendía de la cabeza á los dos bra-
Lucía, á quien he visto desde hace cloce años casi zos y aI pecho, y qite, como la precedente, se convir.-
constantemente enferma ó enfermiz¿, no ha padecido tió en una llaga del ta,nairo tle la pahna ile una mano
nunca tle reumas ni de tos; Ios exámenes esteoscópi- pequeña sobre la región external y sobre la parte in-
cos á que la sometí con frecuencia no me hicieron terna cle la región de la tetilla derecha.
tlescubrir jamás la tnenor afección cle los bronquios, La larga persistencia de esta llaga y su modo de
de los pulmones ó tlel corazón. extinguirse forman Ia parte curios¿ de este relato.
La nayor parte de sus sufrimientos los atribuía Esta llaga tomó rápidamente los caracteres de una
ella ¿l estórnago, quejándose á menudo cle dolores y írlcera tnbercnlosa; su srperficie blancuzca se cubrió
CIENTO CINCUENTA MIIAGROS DE NUESTRA snñon¡. DE rrouaDns 283

Tuve, sin embargo. ocasión de visitarla durante el ri


de granos carnosos de un rosa pálido, anchos, apla-
nados. muy juntos y echantlo sangre aI menor con- mes de }Iayo úItimo para conbatir una hemorragia
tacto. que se había declaraclo espontáneamente en la su-
Después le sobrevino en las regiones cle encima y perficie de su llaga, y que se detuvo con la aplicación
debajo de las clavículas y clel sobaco derecho una tu- del percloruro de hierro.
mefacción consiilerable del tejido celular subcutáneo' El Doctor refiere que Lucía estuvo sorda durante
en el cual la palpación hacía percibir una cantidad de cinco meses en el primer sitio de París, tle manera
ganglios obstruídos. qne no oía ni un solo cañon¡rzo.
Durante más de cinco aitos he estaclo curando in- No había yo vuelto á ver á Lucía desde el mes de
fructuosamente esta llaga. que todavía existía hace Mayo último, cuand.o el26 de Julio me fué presentada
algunos meses. Al interior'. el aceite de hígatlo tle ba- por la Hermana Superiora tle la Comunidad. Al verla
calao. los antiescorbítticos. el hierro, la quina, los me ilamó I¿ atención su aire radioso y su buen sem-
amargos, Ios leconstitttyetttes de toclo género' Ias blante, y Ie pregunté por su llaga. ,,Está curaila, me
preparaciones yotladas, etc., etc.. fueron sucesivas Ó drjo, y ahor'¿r me encuentro perfectamente bien."
simultáneanente puestas en uso. Al exterior. los me- Hice me Ia enseñara, y observé tlelante del pecho,
dicamentos no fueron mel]os variados: lociones y fu- en el sitio ocuparlo en otro tiempo por la llaga, una
migaciones saturnaclas, clorurailas, fenicadas, vino' hermosa cicatriz cle un blanco anacaraclo, ile forma
sas. alcohólicas; cauteriz¿ciones con nitrato de pla- oblonga y de una extensión de once centímetros de
ta; pomadas tle almidÓn, de bismuto, de saturno, de largo por seis de ancho. La tumefacción de encima y
alumbre, de alcanfor, de opio, de belladona; ungüento ilebajo de las clavículas producida por Ia tumefacción
estoraque; polvos tÓnicos y astringentes; cataplasmas del tejido celular subcutáneo no existía ya, y al tocar
de diferentes clases, etc', etc., todo, en una palabra, no encontré ningírn galglio obstruído debajo del soba-
se estrelló ante la persistencia tle esta llaga, que con- co ni aI rededor de la clavícula.
servó, sin embargo, su aspecto fungoso )' sus tlimen- La joven Lucía est¿ba, en efeclo, completamente
siones. curada. ,,¿Qué ha hecho V. desile que n0 la he vis-
tr'inalmente, d.esesperado de no poder curar esta to, le pregunté, para obtener un resultado tan bueno?
enfermed,ad, había casi dejatlo de verla hacía casi un es una historia, me contestó ella; voy á con-
-Esto
tarla á \r."
añ0. y ella se contentaba con aplicar sobre su llaga
tan pl'onto cerato con opio, tan pronto cataplasmas EI Doctor pone aquí en su informe un compendio de
de ltat'ina cle linaz¿. que según decía eIIa le probaban la historia de la cur¿ción que hemos dado más arriba,
mejor para calmar sus dolores. y luego añatle:
DE NITESTBA snñon¿, DE r,ouRDEs 286
284 CIENTO CINCUENTA MIIJAGNOS
pesar de sa poca craencict, at materia dc núlagros,
No puedo terminar esta larga y curiosa observaciÓn
viene á hacer patente uno de los prodigios más mara-
sin añadir que, á pesar de toda la confianza que ten-
villosos. EI Doctor, no putlienclo sin duda mantenerse
go en la sinceritlatl de Lucía, mi poea creencia en
en su incred.ulidad, J con una rectitucl loable, envía á
materia cle milagros me hace deplorar no haber com-
Lucía á los que n0 creen. Su sinceridatl, su abnega-
probarlo cuand,o partió para Louriles el estado de
ción ¡' su caridad por las almas y por los cuerpos ten-
esta enferma á la cual no había yo visto hacía tlos
tlrán su completa recompensa. Nuestra Señora de
meses y medio; y para clejar el campo libre á todas
lourdes, por sus numerosos milagrosos,, hará volver
las interpretaciones, creo deber abstenerme de todo
la ciencia á Dios.
comentario.
I{oy 29 de Octubre he vuelto á ver á esta joven:
su completa curación no se ha desmentido; sn salud-
es excelente.
Slnnnt,
u'*";#l:'::y,':,i,:::'"'";,xi,";r,111".*'"

Paris, 29 r'le Octubre de 1873.

El buen Doctor parece huír ile la tleducción; y sin


embargo, su informe la saca rigurosa.
IJna illcera y glándulas que resisten á todos los re-
medios clurante más de cinco años, declaradas al fin
incurables; comprobaclas dos meses y medio antes de
la curación; es decir, en Mayo de 1873, por el mismo
Doctor; reconocidas en la mairana del 23 de Julio si-
guiente por la misma Lucía, en quien el médico tiene
ciertamente tanta confianza como en sus propios ojos;
esta llaga cicatrizatla súbitamente el mismo día 23 ile
Julio por la loción de un simple vaso tle agua de la
Gruta; estas glándulas que desaparecen la noche si-
guiente bajo nn trapo embebido con la misma agua;
totlo est,¡. el buen Doctor, con su excelente informe á
286 CIENTO CINCUENTA MII]AGNOS DE NUESTR,A SEÑOBA DE I,OUR,DES 287
primero por los hombres, fué tlespués probada por
una larga enfermedad. Los obstáculos vienen á ser
medios en las m¿nos de Dios.
La enfermedad del abate de }Iusy fué caracterizada
en uua carta que el 24 de Septiembre de 1878 le es-
TX. cribía el Dr. Pablo Vitlart, de Divonne, carta
que
compendiamos aquí:
,,Es Y. de una constitución eminentemente reumá-
Maravillosa curación tlel abate ile Musy, en la
tica... Tiene Y. un temperamento linfático... El reu-
Gruta tle L,ourtles, el tlía tle la Asunción tle 18?3
matismo, una, vez que ha entrado en la economía, se
de la
fija durante cierto tiempo sobre cualquier lugar que
Entre los innumerablc-q procligios que brotan con el agua elige... Durante largos años esta afección ha invadido
Lourdes' he aqui uno cuJa au-
fuente milagrosa de la Gruta de
Lo
tenticidacl e---. espléncli¡la )' el c¿rrhcler sobrenatural evidenle toda la región correspondiente de la metlula espinal...
que tiene de particular es que la Santisima Virgcn lo ha obraclo
V. tenía una parálisis enteramente incompleta, pero
los
cn un sacordote, cosa n¡turaln-rente b¿rstanle rara' siendo de naturaleza nerviosa y reumática, Io cual explica su
,qacerclotes en general poco propensos á pctlir
grar:ias de esta
que sufrir tenacidatl, puesto que nünca se cura radicalmente una
naturaleza, porqu", mús que los simples fieles, -'aben
cs mejor que sanar, y qo. bu.¡u el punto de vista r-le la santifica- iliátesis reumática, y tarde ó temprano aparece de
gra-
ciún, que todo Io tlornina, las enf'ermedadescorporales -qon nuevo bajo otra folma y sobre otro punto de la eco-
cias clá elección más ¡reciosas mil veces que la mejor salud'
Fué en el die cle -'u glorio-sa '\sunción cuanclo la Santisimri nomí4.,t
Virgen quiso cttrar al Rdo. ,i. N'lrisy, mientras e-qtaba o¡'endo El mal empezó en 18á1 por una extinción de voz.
la Santa NIisa en el Santuario c1c Lourdes'
la Dos años más tarde se rleclararon los primeros sínto-
Fle aqui Ia relación de esta nemorable curación, tal como
refieren los ,'ln¿c¿l¿s tlc Lc¡urcl-es del mes de \llarzo de t874' mas cle una grande clebilidad en las rodillas. Bn lfayo
de 1855 el Sr. rle llusy curó instantáneamente del
mal rle garganta y de Ia rlebiliclad de las rodillas ha-
Víctor l\Iaría de lfusy iiaciÓ ei 9 de Febrero de
ciendo oración delante de la imagen de la Santa Faz,
1828, tle una noble y leligiosa familia t1e Borgoña'
en el oratorio tlel santo lIr. Dupont, de Tours.
Uno tle sus antepasados, mártil de Ia fe, fué tluemado
por los protestantes en l\Iacón' Este primer f¿vor le pennitió entrar al año siguien-
Desde temprana etlad el joven Víctor n:laría miró
te en el Seminario rle San Sulpicio de parís. pero la
prueba no tardó en volver. La rlebilirlad de las pier-
cou tlesprecio las vanidades del muntlo' y volvió toda
nas se hizo sentir cle nuevo, y tlurante dieciocho años
su anbición hacia la cligniclacl ignorada y el sacrificio
oscnt'o tlel sacerclote catÓlico. Stt vocaciÓnr combatida
fué siempre en aumento. Los ojos fueron igualmente
288 crENTo oTNoITENTA MtrraeBos DE NUESTIa snñonl DE rrounDns 289
atacados, y el seminarista se vió obligarlo á suspender á los riñones á interyalos, pero con frecuencia,
du-
sus cursos y regresar al seno rle su f¿milia. rante uno ó dos meses seguidos por espacio de
cinco
La vocación eclesiástica, lejos de debilitarse, era años; el paciente se prestaba á todo, sostenido
espe_
cada vez más fuerte, y el abate cle l\fusy fué ortlenado cialmente por el deseo de ejercer el ministerio
su..r_
subdiácono con dispensa tle rezar el Oflcio Divino. tlotal.
Por fin, en 1859 sns piatlosos cleseos se colmaron, or- Los médicos más reputados lo asistieron ó dieron
rlenánclose de sacerclote. Recibió al mismo tiempo la sus dictámenes, y entre otros los Dres. Lubanski,
autorización de decir todos los días una Misa apren- Darakle, Andral, Massé, Oliff, Rerole cle Bourbon_
rlirla con anticipación de memoria, Ia lfisa de l¿ San- Lancy, Iluller de Hombourg, Blanc de Dijon, Tes_
tísima Yirgen. sier, Viclard, Birlaut, etc... Todo fué inútil,
La dicha de ofrecer el Santo Sacrificio duró tlos Con un celo más grande tod.avía, el sacerdote re_
aitos. En 1861 no le fué ya posible permanecer tle pie currió á los remedios espirituales, á la oración y á
el tiempo necesario para decir la Misa. En 1867, ali- las peregrinaciones. Durante todo el mes de Junio
viado con ciertas rnedicinas de efecto pasajero, sólo de 1873, los peregrinos cte X.rancia y del mundo lo
pudo celebrarla dos veces. vieron todos los tlías en la iglesia de paray_le_Monial
Paciente y resignado el buen sacerclote" se vió en clavatlo en su silla, aguartlanilo resignatlo que Jesús
lo sucesivo encadenado al mal clue lo paralizaba. Ya se dignara echar sobre él una mirad.a de su compasivo
no podía andar ni estar de pie; clavaclo en su asiento, Corazón.
rodábanlo en la casa ó ller'ábanlo en brazos. Su voz Cierto día, una de sus primas vino á verlo y le tlijo:
estaba casi extinguida, de tal suerte, que no podía *¿Qué hacéis aquí? la virgen os aguarda
en Lourdes.,
leer ni escribir sin experimentar en la cabeza contrac- En la noche del 6 de Agosto eI abate de Musy
ciones clolorosas de los nervios. partió para Lourd.es acompañado de un joven sacer_
Durante estos largos años de enfermetlad, la cien- ilote, el abate Antonio, á quien había a¡:udado eu su
cia humana clesplegó todos sus recursos para comba- vocacién eclesiástica, y que le amaba como un hijo á
tirla; se emplearon toilos los remedios: hidroterapia su padre.
en Saint-Genis-Laval; baños de aire comprimirlo ; El viaje D0 era fácil á este hombre alto, pesarlo y
Aguas Buenas; baños de mar; aguas de Aix, de Ne- paralítico. En las estaciones tenían que llevar.lo
en
ris. de Bourbon Lancy, tle Hamburgo, de la Banche; brazos al vagón los empleatlos. por fin, llegar.on á
hidloterapia en Divonne durante nueve meses; apli- Lourdes el viernes g de Agosto, por la noche.
cación de botones de fuego á los dos laclos cle la co- Desde el día siguiente en adelante, un coche lo
lumna vertebral; aplicación de linimiento vejigatorio transportaba á la capilla rle Ia Cripta, y en seguida á
¡9
CIENTO CINCIIENTA MILAGBOS
T DE NUESTBA snñon¡. DE rrouRDDS 29L
su compañero tle viaje. Los numerosos peregrinos ce-
puede verse
Ia Gruta. Una silla de ruedas, que todavía lebraban en la iglesia tle arriba la gloriosa Asunción l;
uoiu Ctotu, Io lievaba bien al altar para recibir eI rle la Marlre de Dios. El abate Antonio dijo la Santa
Pan de los fuertes, bien al inberior de Ia Gruta en Misa en la Cripta, casi vacía, en el mismo altar de la ill
piscina en donde
donde rezabahoras enteras, bien á la Santísima \rirgen, en tlontle cornulgó el abate de
iil
rliariamente se bañaba. Musy.
pues Ia affuen-
Oía la Misa'en el altar de San Pedro, Otras dos Misas se suceclieron en el mismo altar, y
cia d,e pelegrinos le impedía acercarse al altar de la
procedente
el sacerdote enfermo se nnió á ellas con tod.a su alma. :ii
Virgen. naiia allí un hombre del pueblo
La tercera Misa fué celebrada por el abate Sire, del
desde eI
del"Bearn, que cada rlía llevaba en hombros Seminario de San Sulpicio de París, que ha consagra-
pneblo á su hijo enfermo' y Io dejaba encima de
un
do su vida á la gloria d.e la Inmaculada Concepción por
cotchón, Ó en la Cripta' ó en la Gruta' El pobre iii
la trarlucción en todas las lenguas de la Bula In'qf-
joven tenía en Ia pierna una llaga por Ia cual se escu-
y fabilis. Acababa de pedir á la \¡irgen sin mancilla
rría su vida con su sangre' EI sacerdote paralítico
ill
uno
le inspirase lo que podría hacer aún por su gloria. y
eljoven enfermo se alegraban de estar colocados
,il
ponía á la disposición clel berreplácito de Ia Divina
guardaba el sitio
:""t. ¿ otro; eI que llegaba primero
uno por eI otro' Parecía
Madre la intención de Ia trfisa que celebraba en este
d. .o compañero, oraban
y el
momento en su altar.
que ia Yirgen no los oía; pasaron seis días sin ningún
IJn poco antes de la elevación en esta tercera Misa,
alivio. el sacerd.ote paralizado se sintió fuertemente impul-
EI 13 de Agosto I\[r. Peyramale, cur& de I'''ourdes' sado á levantarse )' ponerse de rotlillas. Se resistió
visitó al a¡ate ae Musy, y le comunicó su enérgica un instante temiendo una ilusiÓn y también eI mal
confi.anza enla Yirgen Inmaculacla' efecto de una tentativa inúlil delante tle los pocos
trl 14 la baronesa de la Rüe, nujer del Subpre- testigos que hatría allí. Cede. sin embargo, álatoz
en Ia
fecto de Saint-Malo, fué repentinamente curada interior que lo instaba, y cayó de rotlillas. IJna viva
que
Gruta de una parálisis y de crueles sufrimientos enoción se apoderó de éI, pero sin estrépito ni sufri-
uAho-
padecía hacía doce años' I-los asistentes decían: miento; sintiír que la Virgen lo había curado.
ra es eI turno del señor cura'" IJn cuarüo de hora tlespués se levantaba y salía á
El l{ermano guardián de la Gruta Ie tlijo que tenía pie de la capilla con su compañero enajenaclo. El co-
preparado pa.u .t día siguiente un cirio en acciÓn tle
chero, que lo esperaba en la puerta, lo mirÓ estnpe-
grircias por su curación. El sacerdote esperaba tam- facto y se retiró con su coche, el cual era )'a inútil.
biru. Después de abrazarse los dos sacerdotes, bajaron á
EI día siguiente temprano estaba en Ia Gruta con
T
292 crENTo CTNCUENTA ltrr,acnos
DE NUESTRA snñon¡, DE r,ouRDES 293
pie á Ia Gruta por el camino más largo, dicienclo el
Aue Mat'itt. taba su curación, y su relato me ha convencido; me
El Hermano, llorand.o de gozo, vino á su encuen- he confesado. y pido á V. el favor de que me dé la
tro llevando el cirio tle acción de gracias prometido Comunión en su Misa.'
la víspera. El padre clel joven enfermo del Bearn Al rlía siguiente el abate de Musy, asistiilo clel se-
acudió en seguida, manifestando una alegría tan viva ñor Cur¿r de Louriles. celebró la Santa Misa en el
como si su hijo hubier¿ sanado. Este hombre de fe de- altar donde h¿bía sido curado. l{umerosos fleles qui-
cía: ,,Si ira cle ser algún día un hombre malo, mejoi sieron recibir d.e su mano la Santa Eucaristía. Las
d.os primeras personas á quienes dió la Comunión fue-
es que no cüre.,
ron la baronesa de Rüe, que curó eI día 14, y el con-
La muchedumbre había reconocido al sacerdote pa-
ralizado de la víspera, y fité meuestel Ia reja de Ia vertido del 15.
Gruta para presel'varlo cle los testimonios de simpáti-
El sacerdote. enteramente curado, volvió con su
familia á Couches-les-llines. en la diócesis de Autírn.
ca admiración cle los peregrinos. Por todas partes se
proclamó el milagro ; eI Jlrtgtt'i/icat fué cantad'o con Su madre, una cristiana á la antigua, de la noble fa-
milia de Costa de Beauregard, cle Saboya, al saber la
entusiasno; se rezó ei Rosario y se oró por los peca-
curación de su hijo siniió tal sacudida. que se le re-
dores. El sacerdote refiere con voz fuerte su curación
sintió el caraz|n.. ¿se habría ofrecido por víctima?...
á la multitncl que lloraba. Puso su firma al pie de in-
finidad de imágenes sin sentir Ia menor fatiga en los
El mundo no podrá salvarse si no es por la abnega-
ción y el sacrificio. ¡Bienaventurados los que com-
ojos ni en la cabeza. Su palabra y su sola vista fueron
prenclen el misterio del sufrimiento
una predicación viva qne removió el fontlo tle los cora- !

zones, y cuyos efectos se vieron pronto'


El abate de Musy subiÓ á pie á la casa de los mi- A esta primera relación no vacilamos añadir otra un poco
mírs detallada del abate Antonio, compañero tlel pobre enferr,ro
sioneros y luego á la iglesia, y al dia siguiente, sába-
y testigo ocular del milagro. En semejante materia quién podrá
do, después tle haber repasado las oraciones y las rú- que.iarse de algunas repeticiones?
¿

bricas la Santa Misa, que hacía mucho tiempo no


cle
celebraba, vió entrar en su casa á un señor tlescono-
,,Salimos tle Couches-les-llines, dice el abate An-
ciclo que le clijo: uVengo á dar á V. las gracias: su
tonio, en la noche ilel 6 de Agosto, y era tal entonces
milagro me ha convertid,o. Hace cuarenta años que
la debilidad del abate cle Musy, que n0 podízr dar un
llo frecuentaba los Sacramentos' Al venir á Lourdes
paso, siend.o preciso en las estaciones que dos emplea-
he prometido á mi hermana convertirme si veía un
dos lo transportaran en brazos desrle la s¿la de des-
milagrcr. Estaba yo tlelante tle la reja cuanclo \¡. con-
canso al vagón.
T

DE NITESTRA snÑonl DE rrouBDns 295


294 ctENTo crNcuENTA MrrraeR'os
Ella!,, De nuevo prometió sus oraciones, y nos clejó
Llegamos á Lourdes el viernes 8 de Agosto pol la llenos cle esperanza'
noche; nos habí¿n reservatlo una habitación en el ., El juevés 14, la balonesa cle la Rüe, mujer del
primer piso, y tuve que valerme del cochero para subpreiecto de Saint-Malo, que hacía cloce años tenía
llevar allí á nuestro enfermo. una parálisis y crueles sufrimientos, fué repentinamen-
.,Desde eI día siguiente comenzamos á ir á Ia Crip-
te curada al tocar por vez primera el suelo cle la Gru-
ta; en una silla de rued,as se conducí¿ al Sr' de llusy ta. Illaría no le iliÓ tiernpo ni para sumergirse en la
á la Santa llesa: esta dicha la tuvo allí todos los días, piscina. La multitud tlecía: "Ahora le toca al seiror
pues cuanclo la afluencia era clemasiado grande, eI sa- ,,abate., Tal erala esperanza de todos. que el Herma-
certlote le llevaba Ia ComuniÓn á donde éI se encon- no guardián reservaba un cirio con esta intención
para
traba. A la saliila cle l¿ Misa bajaba en coche á l¿ el día siguiente. La baronesa oraba por el enfermo' El
Gruta, tlist¿nte cosa tle un kilómetro, y allí, colocado mismo me decía por la noche: "Creo que Yoy á curaL' ''
tle nuevo en sn silla t1e ruedas, podía llegarse á I¿ ,,Ya se comprenclerá que la noche clel 14 al 15 la
piscina. Por espacio de seis clías se sumergió del todo pasó en el insomnio.
en eI agua cle milagros, y en este,tiempo numerosos * El día bendito ile la Asunción llegamos muy tem-
peregrinos Io vieron á la misma irora rezar tlelante prano á la Cripta, en rlontle sólo los enfermos pueclen oir
,le la Grut,¡ y consolar á sus contpañeros de sufri- la Santa trIisa los rlías de fresta' El abate de llusy su-
miento. ]Ias c1e uno lloraba viéndolo tan joven y tan plicó con instancia que se me permitiese celebrar I¿ Mi-
ent'elmo, y toilos se unielon á él por: la simpatía como sa en el altar cle Ia Satltísim¿r Virgen. No confiáb¿mos
lo estaban y¿] Por Ia oraciÓn. obtener este favor, y sin embargo nos fué concecliclo"
* Dos tlías tlespués de nuestra llegatla el abate Pey- ,,¡\l v6lvs¡ á Ia sacrisbía encontré al atrate Sire, al
ramale, eI reneraclo cut'a cle Lourdes, vino á visitar amante servidol de llaría fnmacttlatla, y me ofrecí
á nuestro rluerido enfermtl: sus palabras, que respira- para ayuclarle la }Iisa' ¡Particulariclad clemasiado
ban una fe ardiente, fueron para nosotros como el conmovedora para tlue y0 no la haga conocer! Su il-
preludio tle pt'írxima curación. " Si la Santísima Vir- tención, al ofrecer el Santo Sacrificio de la lIisa aquel
gen, tlecía, t¡uiere ayuclarnos un poquito, pronto es- día, era la de poner el mérito de ella á tlisposiciÓn ile
iar'á V. sano.': Descie entonces el Sr. tle llusy habÍa la Santisima Virgen para que Ella Io aplicara segfin
hallatlo un amigo y un abogado poderoso cerca de su corazón y para mayor gloria suya'
lIar'ía. ,,Esta fué la seguncla ilisa que oyó el abate de
" 13 de Agosto nos visitó seguntla vez
El miércoles llusy tlespués de la otra en la cual había comulgado-
eI seuor Qn¡¿. .,¿No ha curado á V. todavía ia Santí- Yo estaba turbado. Al alzar la Hostia atlvertí con
sima \:irgetr? exclantÓ al entrar: ¡Yoy á taiir
con
T
296 crENTo crNcuENTA MrrJacnos DE NT'ESTN,A SEÑORA DE IJOTIRDES 297
grande admiración que el enfermo estaba de lorlillas: ¡,Se entonó el Magnfficat. La afluencia era enorme
instintivamente saqué el reloj ; me palecía que el mi- ¡'aumentaba por instantes. Después de las diez lo¿
lagro comenzaba: eran las ocho. Pasó un cuarto de lIa,t'ías rezadas por la conversión de los pecad.ores,
hora, ¡' el abate continuaba de rodillas. De cuando en presentaron muchas imágenes al abate de Musy, quien
cttando me volvía temiendo que se desmayase de fati- las firmó sin ninguna molestia, no obstante que hacía
ga. Después de la }fisa me aproximé á él sin poder Iargos años no se servía d.e sus ojos. Quisieron verlo
tlar crédito á mis ojos, y las pocas personas presentes anrlar, y ancluvo. viéndolo totlos, gracias á su elevaila
participaban de mi emoción. A las nueve Ie acerqué estatura. Bendice á la muchednmbre. y preguntándole
con algún recelo la silla de rnedas. EI abate de Musy quién era contó su curación en pocas palabras: ., So)',
se levantó entonces con facilidad, se arrod,illó y se ,,clljo, un sacerdote cle la diócesis de Autún. Hacía
volvió á levantar para ir á decir á una señora paralí- rveinte años que estaba enfermo, once que no había
tica: ,,Señora. la Santísína Virgen acaba de otor- c podido celebrar la Santa Misa y algunos meses que
r,rg&rilre un gran favor: me ha cnrado. Tenga \'. con- (me era imposible andar... He venirlo á Louldes á
yo pediré por \-. " c, pedir mi curación; la Santísima
Virgen me la ha con-
"franza;
,,Luego se fué, y le seguí. Ileyaudo la silla. acedido: ayudaclme á clarle gracias."
,,Apenas hubo salitlo de la Cripia le pregunté si es- uLuego se puso á firmar las imágenes y los libros
taba curaclo: me abrazó llorand.o v me dijo: ,,Asi lo que afluían cle todas partes. A las once y media los pa-
6.creo." Sólo estas palabras se cruzaron. Y ¿quién pu- dres Misioneros hicieron abrir. la verja, y la gente se
cliera clesmibir el sentimiento con el cual fueron dichas precipitó, queriendo toclos acercarse á aquel que había
y oídas? El cochero, cuyos servicios en adelante nos sido objeto cle una gracia tan maravillosa. Querían
eran inútiles, se alejó lleno de admiración. tocar sus vestidos y besar sus manos. poniéndose de
uBajamos á pie á la fuente milagrosa por el camino rodillas para obtener su bendición y sus oraciones;
más largo. Al principio nos era imposible clecir natla...; todos lloraban.
tlespnés, hasta llegar á la Gruta, rezábamos algunas ,,Después atlavesó con gran clificuitad por entre es-
Auc Marías. El I{ermano, deshecho en lágrimas, nos ta multiturl conmovida. Le siguieron hasta la casa tle
trajo el cirio clue su presentimiento nos guardaba; los Patlres. Quieren verlo andar nuevamente.
abrió la reja y Ia volvió á cerrar dejándonos dentro. ,,Pasailos algunos minutos de descanso subió á la
Esta protección no fué inútil, puesto clue la muchedum- capilla, ascendientlo con facilidad la rápida escalera
bre. reconocientlo luego al sacerdote á quien hacía seis de madera que ír ella conduce. A eso delas clos volvió
días veía incapaz tle dar un solo paso, c0menz6 á gri- á su casa.
t¿lr': .. ;lliiagro ! ¡ milagro !" ',
Por la tartle el Sr. cura Peyramale refería á sus
T
CIENTO CINCUNNTA }IIIJAGBOS DE NUESTRA spñon¡, DE r,ounDES

feligreses en las Vísperas esta curación, y la procla- nes, el abate de Musy volvió al seno rle su familia.
maba como uno de los milagros más grandes y más Todas las mañanas dice la Misa, ¿nda sin fatiga y
probados que se han visbo en Lourtles' puede escribir ó leer largas horas' Su curación es
u Acabadas las Vísperas el abate de Musy hizo su eompleta.
primera visita, yendo á dar las gracias al señor Cura' ,,Er, aB¡.tp ANroNro,
Yo quisiera poder expresal la alegría y los transpor- " Sacerd,ote d,elú d,i.óces* d¿ Autún.>

tes tle este santo sacerdote viendo á su queritlo enfer-


mo tan bien curatlo. EI 7 de Diciembre del mismo año el abate de llusy
uAI día siguiente, sábaclo, en medio y á pesar de volvió á Lourdes á dar gracias á la Virgen Inmacu-
incesantes visitas, tuvimos que repasar las ceremonias lada por su curación, y á pedirle la cle su matlre.
de la Misa, un poco olvidadas después de once años de En las primeras Vísperas cle la Inmaculada Con-
interrupción. Por la tarcle un descotlocido se hizo anun- cepción quiso tlirigir la palabra á los sacerdotes y fieles
ciar. Entró y se dirigiÓ al abate de Musy diciénclole: reunirlos en la grantle iglesia clel Santuario. Refirió lo
*Vengo á dar á V. las gracias' Su milagro me ha con- que la Virgen había hecho en é1, con tan noble sim-
r,verbido. Hace cuarenta años qtle n0 frecuentaba los plicitlad y tanta unción, tlue hizo llorar á todos los
,,sacramentos. Al venir á Lourtles lte prometiclo á mi asistentes.
*liermana convertirme si veía un milagro. tr[e encontra- Desde entonces el abate de llusy goza de perfecta
uba delante tle la verja cuand,o \r. refería el suyo' Esta salucl, que no se ha alterado un instanle. Sus veinte
*narLaciór me ha convertido, me he confesado y pido años c1e enfermedad, de resignaciÓn y de oraciones no
,,á V. por favor que me clé la ComuniÓn en su llisa'" han sitlo perdiclos para su alma ni tampoco para las
,,El abate de }Iusy por tocla contestaciÓn lo abrazó, que tlesea salvar; ellos prepalaron al santo sacertlote
iliciéndole que este rnilagro Ie causaba tanta alegría á hacer bien la obra de Dios.
como el suyo. Dos años clespués, el clía de la Asunción ile 187ó,
., En la mañana del día siguiente, eI Sr. cura Pey- el abate de llusy estaba de nuevo en Lourdes atraído
ramale vino en busca clel abate ile Musy, ét" cuya prí- por el amor y agratlecimiento á su celestial Bienhe-
/,¿r,y¿ ]Iisa quería asistir. La clijo en el altar clel mi- chora. El la primera l\Iisa de la mañana reflriÓ destle
lagro, rebosando la Cripta de fieles que querían co- el púlpito cómo, gracias al plodigio cumplido en su
mulgal d.e manos del sacertlote curado. La primera' persona dos años antes, clía por día, se enconlraba allí
tr,rts,,nR rltte btt\'o esta dicha fué eI convertitlo
del día el que había estado enfermo durante veinte aitos, once
15. ¡ lrr.eguntla l¿ baronesa de la Riie, que curÓ ei 14' de ellos sin movimiento, casi sin vista y sin voz; y
..f,.sl,itÉs rle estos t1ías cle incomparables emocio- cómo al presente basta é1, con ur solo coadjutor' para
30t) CIENTO CINCUENTA IIIIAGB,OS
I
I DE NLTESTRA snñon¡, DE r,cuRDES 301

el desempeiro del ministerio en el seno de una parro-


r¡uia de su país que cuenta cuatro mil alrnas. *Su alta
estatura. dicen los Annales d,e Lourdes, la sonoridatl
atlmirable cle su voz, la frescura de su tez. Ia sencillez X
casi fría con que refería el suceso, todo fortiflcaba la
convicción de los oyentes, persuatlidos del milagro.,r Curación tle una caries tle los huesos declaraila in-
El abate rle Musy recomendó á la pública oración curable, que tlataba ile treinta años, en Ducey
doce enfermos que habían venido con é1. El valeroso (Coutances), el 22 tle Agosto tle lg?8.
Cura se había encargailo t1e traer aquí todo un cor-
tejo de desgraciados para que la Virgen los curase. He aqui también un hombre, un sacerdot,e, curado milagro_
samente por la inlerce_sión de Nuestra Señora de LourdeÁ. El
Esta era su acción de gracias visible. misnro es quien remitc l¿r relación de ella al reverendo padre
Superior de los Misioneros cle Lourdes.
i

..Iti revel,endo Padre :


.t
i
I

r ¡Gloria á Dios Todopoderoso ! ¡ Gloria á la Virgen i

Inmaculada, á Nuestra Señor¿ de Lourdes! i

uElla me ha sanado milagrosamente de una enfer_


medad incurable que me consumía desde hace más de
treinta años, y que despnés de haberme conducido va-
rias veces al borde de la tumba, me había aI fin reclu-
cido á un estado de abatimiento que más bien se pa_
recía á la muerte que á la vida.
uHe aquí los hechos:
uDesde el año de 1840, siendo vicario ile Saint-Mar-
tin-de-Laudelles, me acometió una enferntedad que si
bien poco molesta aI principio, no tardó sin embargo
en hacer muy perosa mi existencia. Esta enfermed¿d
n0 era otra cosa que ardientes abscesos (como los lla_
maba el médico) que se formaban sobre el costado iz_
quierclo, se sucedían frecuentemente y parecían adhe_
302 OIENTO CINCUENTA MII]AGNOS
?
DE NUESTRA SEÑORA DE I]OIIEDES 3(}3

rentes á las costillas' En pocos años mi costaclo se vió


I

aOada manaña bebía en ayunas un vasito tie agua


Ileno tle cicatrices á golpes de lanceta. Mis abscesos ri milagrosa; oraba con el mayor fervor posible y petlía
eran algunas veces tan enormesr que ponían rni vida I á Dios, por intercesión de la Santísima Yirgen, la
en peligro y me impedían durante meses enteros lle- t gracia de poder continuar en mi retiro rezand.o el
nar las funciones del santo ministerio. Desde el prin-
&
Breviario )¡ celebranilo la Santa llisa á pesar d.e mis
cipio fneron seguidos d,e una supuración larga y puru- graves enfermedades.
Ienta; pero aI cabo de cuatro Ó cinco años esta supu- ,,Toclavía no se había acabatlo Ia novena cuantlo
ración era contintta y tan abundante, que me retlujo sentí un alivio extraordinario en mi costado enfermo y
pronto á un estado de d-ebilidad y de sufrimienlo tan en todo el cuerpo; y el noveno día estaba enteramente
grandes que por tres t'eces me vi obligailo á retirar- curado, es decir, que n0 me quedaba ningírn dolor ni
me del santo ministerio, no pudiendo cumplir coll sus sufrimiento en mi costatlo, enfermo hacía más de trein-
obligaciones (t). Los dos úlbimos años que pasé en ta ailos. Ese día fuí en coche á hacer una peregrina-
la Comunidad de Dncev no podía apenas hacer nada, ció á veinte kilómetros de Ducey. á la iglesia de lfon-
siendo los sacerdoles de Ia parroquia los clue desem- tanel, derlicada á Ia Inmaculada Concepción tle la
peñaron gran parte mi trabajo con una benevolencia Yirgen María. Allí celebré la Santa Misa con tanta
que jamás olvidaré.
- facilidad c0m0 en los ilías de mi mejor salud; y por la
*É0, fin, en el mes de Julio de 1873 el seitor Obispo noche volvi á mi casa sin ninguna molestia.
de Coutances, compadecido de mi triste estado' Ine per- ,,Desde aquel día 22 de Julio de 1873 la enferne-
mitíó retirarme, y nombrÓ otro sacerdote en mi lugat" dad, cuya cnración pedía yo á Nuestra Señora de
c,Entonces fué cuand'o me vino Ia idea de encomen- Lourdes, ha tlesaparecido por completo; de manera
darme á Nuestra Señora de Lourdes, viéndome en que posteriormente no he sentitlo nlrnca en mi costaclo
vísperas de quedar como clavado en el lecho y privado izquiertlo ningún clolor, ni grancle ni pequeño; está
en edelante de la dicha de celebrar la Santa Misa' perfectamente curado.
Hice venir agua cle Ia Gruta milagrosa, y el 14 de c,En cuanto á la supnlacióu, no ha cesado súbita-
Agosto de 1873 empecé una novena en honor de Nues- mente como los dolores; pero á partir de Ia novena de
tra Señora de l-.,ourdes. que acabo de hablar, ha ido disminuyendo gratlual-
tuente hasta su entera desaparición en eI espacio de
r.1) A principios tle N{arzo de 1855 me vi obligado á dar mi siete á ocho meses. Hoy, y desrle hace mucho tiempo,
'.ii:ri¡irin-del curato de r\fontanel. En Febrero de {860 tuve que todo ha curad,o perfectamente; mi costado izquiertlo
hace¡ lo mismo en Dragey. Y en Julio de 1873 idéntica cosa en
l¡ Comunidad de Ducey. La causa de estas dimisiones fué la está tan sano como el d.erecho, que nunca lo he teni-
enierrrel¡d de mi costado izquierdo. do enfermo. Debo á la verdad y al reconocimiento á
304 CINNTO CINCUENTA MII]AGR,OS DE.NUESTRA snñon¡, DE r/ouRDES 3(ló
Nuestra Señora de Lourdes proclamar estos hechos. Lourdes, y para proclamar altamenle el potler y la
Finalmente el 24 de Agosto de 1874, un año después misericordia tle Aquella que se ha dignado concederme
de mi curación, me junté con los peregrinos de Iadió- ntr favor preferible á todos los bienes de la tierra.
cesis de Laval para ir á Lonrdes con ellos. Fuí allí uDígnese aceptar, etc.
con el objeto de dar gracias á Ia Virgen Inmaculada, uF. Gr-rr,uír¡,
que me habÍa curado miiagrosamente, sin ningún re- <saceftlot¿, atttiguo cura de Montane,l.
medio humano. Hacíir algunos años que los había aban- <<l)ucey, I de -\Iarzo de 1876:>
donado todos.
,,Realicé este largo viaje pasantlo dos noches en el
EI infrascrito, Arcipreste rle Ducey, tiespués de
ferrocarril sin sentir ningírn dolor, sin más trabajo que
haber leído la relación que antecede del abate Guil-
Ia fatiga que sienten ias personas robustas.
mín, á quien conoce y visita hace más tle cincuenta
uEsta suración. reverendo Padre, es c,iertamente
años, declara y certifrca que todo lo que contiene es
milagrosa. Mi anciana sirvienta, que desde hace trein-
vertlad. En fe de lo cual firma.
ta y dos años curaba nii costailo enfermo, cree 1o mis-
m0 qre yo, y también mis Religiosas y todas las per- Ducey, 25 tle Marzo cle 1876.
sonas, sacerclotes y seglares, que me conocen desde J. B. Gor-nNnr,r
mucho tiempo. Los mismos médicos, el Dr. Cochet, cunónigo honorario, cura de D?.ceg.

d'Avranches, y eI Dr. Fleury, de Ducey, que me


Las llrmas que precetlen de los señores sircerclotes Guilmjn v
han prodigado durante más cle veinte años los más Gournel son auténticas
exquisitos cuidados, eI plimero por espacio de ocho ó
nueve años, y eI segundo por lo menos once, con eI fin L)ur:ey, 28 <le Nlarzo cle 1876. .

de obtener la curación tan deseada de mi costado, pero


Por cl ulcaltlc: cl lc,tirnlr,,
sin éxito, habiendo examinad.o después de la curación
Cruurrórv (l).
varias veces y muy atentamente este mismo costado,
han reconocido que aquélla era perfecta, declarando á
(l) Véanse en los comprobantes, n.o 13, los ceriilicaclos
la '¡ez que está enteramente fuela de los recursos de los médicos-
cle

la medicina y de la naturaleza, y que por consiguiente


es milagrosa.
..He aquí, reverend.o Paclre, los detalles que he
creído de mi deber tlirigirle relativos á mi curación.
..Lo hago por agradecimiento á Nuestra Señora de
306 CIENTO CINCUENTA MIIJAGBOS DD NUESiTNA SNÑON¡, DE I]OIIEDES 307
dacl, y el 8 de Enero vi obligada á guardar cama.
me
\¡iendo los médicos la ineficacia de sus remetlios, me
aconsejaron el régimen hidroterápico en una casa es_
pecial, cuyo régimen lejos de hacerme bien agravó la
XI enfermedacl.
, uNo trayendo las duchas ninguna reaccién, suce_
Curación tle una joven tle quince añosr en lrourtles, diéronse varias bronquitis; y el 6 rle nIayo. ilespués
el 24 tle Agosto tle 1873 tle nna crisis nerviosa, tu\¡e una asfixia que puso mi
vida en peligro, tanto que el médico rlel estableci_
Es el tercer gran milagro que la Virgen Inmaculada de Lour- miento dijo al criado: crl{¿ s*¡*¿0 en poco el que me
des ha obrado en menos de quince días para gloria de su Nom- .,llamasen demasiado tarde.,,
bre, exaltación del reino de su H.ijo y de su Dios, y para consuelo
de sus verdaderos hijos. Se trata de una piadosa joven de origen
,,4 consecuencia. de este accidente, la respiración
irlandé-., objeto de las misericordias dc la [4adre de Dios. Vivia -se hizo penosaf y adenás desde el lb de Febrero n0
en París. y de ParÍs es de donde su buena madre,la Sra: O'Moo- podía estar en pie con notivo (rlecía el médico) rle
re, envió á los Misioneros de Lourdes, el 2 de Diciembre de {874,
Ia relación auténtica del milagro rad¿rctada de propia müno por' una congestión del tegumento de la medula espinal.
s,r ufortun¡da hij¡. Los dolores eran tan vivos. que ni tle día ni ile noche
tenía un instante cle reposo. l{o podía retener ningún
uDesde el año de 1871 estaba yo sufriendo siem- alimento, y los síncopes fueron cada vez más fre_
pre; colltinu0s dOl0res de cabeza, acompañados fre- cuentes. Me llevaban acostada en brazos como á un
cuentemente tle vómitos, me dejaban en un esbado de niño, -y la tlebilidait era tan grande qne al menor
languidez, sin que por esto me obligasen á interrum- cambio de posición me encontraba mal.
pir nis estudios. A fines de 1872 una persona me ,,La büena asistencia no me faltó; hubo varias con-
trajo agua milagrosa, y después de haber tomado aI- sultas. y l¿s prescripciones fueron seguitlas rigulosa_
gunas gotas de ella me vino Ia idea, que no me ab¿l,n- mente por mi.buena maalre, pero sin que ntrda me
tlonó más, de que n0 sería curada definitivamente sino aliviara. Parecía ser yoluntad. tle Dios que mi cura_
en Lourdes. ción fuese obra de María.
..Comuniqué esta itlea á mi madre, que la rechazó ,,Rogaba yo siempre que me llevasen á Lourdes,
['i,r'rlue n0 me consideraba enferma de cuidado. Esbtt- pero n0 se me conceclía porque mi madre, en vista de
TÉ [r,,rte ttrás Ó menos en el mismo estado hasta el mes mi estado rle debilidad y sobre todo ante las palafuras
de Diciembre; en cuya época, rehusanilo el eslómago de los médicos, no podía consentir en semejante viaje.
totla es[,ecie de alimento, caí en una extrema debili- ' *Se hicieron varias noyenas á Nuestra Señora cle
T

308: crENTo cTNCLTENTA Mrr'AGR'os DE NUESTRA snñona DE r/oullDEs 309

Lourtles, y cada vez se manifestaba una nreioría real?' 'cual no había yo experimentado hací¿t mucho tiempo.
pero de corta duración. I-.,as fuerzas me volvieron poco á poco, y después de
*Por' fin, la víspera de la Asunción, habiéndose re- la llisa pude atravesar la iglesia siu ayud.a de nadie.
sÍelto instantáneamente una crisis de las mtis violen- Dirigíme á la Gruta para buscar alií el fin de mi cu-
tas por medio tle una ligera fricción hecha con
agua ración, que me parecía comenzad¿. No entré en la pis-
milagrosa, mi madre tomó Ia resoluciÓn irrevocable cina (hago est¿ observación ¡rara los médicos); mi
de pártir; y á pesar tle las instancias reit'eradas ile' rnaclre se contentó con empapar la punta tle un peina-
la
lgs médicos, que no ocult¿ron eI peligro del viaje' clor, ¡ me frotó ligerarnente sobre la medula espinal,
partida .. n;O para el viernes 22 de Agosto' EI médi' sitio de mi mal. Inmedi¿tamente sentí un vivo dolor,
y couro si alguna cosa volviera á su lugar, y desde este
co de uno de nuestros amigos tluiso acompañarnos'
habiendo llegaclo el día esperarlo con tanta impacien- nomento anclo sin experimental el menor sufrimiento.
cia, nos pusimos en tnarcha' Pero ¡qué viaje!"'
,,Al regresar al hotel. mi madre se admiró cle ver
-ltendida en cupé-cama hice el trayecto con mucho el apetito con que nre puse á almorzar. y su admira-
y erall ción fué ¿rírn más grande cuando me vió beber rino,
trabajo. lle encontré mal unas dieciséis veces,
tan vivos los clolores que á no sel por la certez¿ d'e que hacía dos aitos no podía soportar. Por la larde
que sería curada en Lourdes, hubiera creírio que este tlimos en carruaje un paseo cle tres horas; y al día
viaje me conducía al sePulcro' siguiente, sin ninguna fatiga ¡ sin ningún accidente,
-lt Aiu siguiente, sábatlo, á las cuatro de la tar- hice doce horas de ferrocarril. y rlos tlías tlespués seis
en horas en un mal calrnaje.
de, oí pronunciar este nombre bendito' Xlstábamos
Lourdes... Me transportaron sin conocimiento al ho- ,,Desde aquel día no he vuelto ii sentir nada de lo
tel. \ruelta en mí bebí un poco de agua milagrosa, 5' que tanto me había hecho sufrir, y mi salud se ha ido
pronto se obró en mi estado un cambio notable y sor- fortiflcando caila vez más. Yarios médicos, que he
prendenie. tenido ocasión de \.er, han declarado que ni siquiera
uPor la primera vez después de ocho meses pase lne encuenbran el aspecto delicado de las jóvenes pa-
buena no.h.. Al siguiente día me llevaron á la
igle- risienses.
,qia; mienlras me confesaba en la sacristía, el sacerdote *De vuelta á París, mis anigas se nnielou á rní con
hubiera querido decirme que yo iba á ser curacla, pero gusto para tlar glacias ír llaría.
prefirió excitarme á la fe sin comunicarme entonces íJ1r¡¡¿ (l'IIoonP.,
.,, 1,.nsa*iento. Oí la llisa con mucha dificultad, y
poc,t ,1espué'q cle la ComuniÓn sentí extenderse en todo
ini ,uerpl Lrtt ialol stlave que me produjo un bienes|ar
310 CIENTO CINCUENTA MILAGROS il DE NUESTIIa snñon.s, DE r/ouRDEs 311"

dujo una ligera ampolla, y Ios otros dos ni señal cleja-


ron. A pesar de mi repugnancia tuve que hacer uso
de un¿ muleta para andar por la casa; pero la usaba
con tanta torpeza, que mis buenas compañeras, á pe-
XTI sar de su compasiva simpatía, no podían menos de
reírse viéndome andar.
Sor Dorotea, R eligiosa tle San José, repentinamente
"IIe deciclí á ir á consultar al Dr. Rufino, de lli-
curatla de una parálisis que no tenía remeilio, en lláu, médico que goza cle nna grande reputación. Este
Lourtles, el 6 tle Septiembre tle 18?3. Doctor me dió punzaclas en la pierna introtluciendo en
ella profundamente un alfiler, y nada sentí, polque la
la inisma Soi' Dorotea, en Mostue- vid¿ había abanilonado totalmente el miembro. Pen-
"Esbanclo, dice
jouis, cantón de Peyreleau (Aveyrón) en calidad de sando el métlico encontrarla en la caclera, en donde
maesbra del pueblo, fuí repentinamente atacada á fines sentí¿ yo un fuerte dolor, me aplicó allí un vejigatorio
de l{ayo último, durante la noche, de una debilidad y y me hizo otras varias prescripciones, asegurántlome
adormecimiento tales en la pierna derecha, que me fué que siempre que mi mal no se fljara en la metlula es-
imposible bajar cle mi cana cuando sonó la hola cle pinal seria curad.a en ocho rlías.
levantarse. A esta enfermedad. no había prececlido ni uA pesar de mi escrupulosa exactitud en ejecutar
fatiga ni dolor ninguno. l'roté fuertetnente mi pierna las prescripciones f¿cultativas, no encontré alivio nin-
y ie apliqué mostaza en bastante cantidad, sin expe- guno. Al contrario, mi debilidad iba en aumento, mi
rimentar más sensación que si hubiera operado en un pierna estaba fría como el mármol; y esta frialdad se
miembro extrañ0. EI Dr. Bonneviale, domiciliado en propilgaba por todo mi cnerpo, envaraba todos mis
Paillas, qtte se hallaba aquel tlia en llostuejonls, fué miembros y me obligaba, aun en metlio rle los más
llamado en seguitla; y ilespués de examinar detenida- fuertes calores, á acercarme á nn gran fLtego para ca-
meute mi pierna confesó que nullca había visto seme- lentarlos.
janle enfermedad, y se contentó con aconsejarme fric- uEn semejante estado decidí hacerme transportar
ciones de aguardiente alcanforado. de nuevo á Milláu. El Dr. Rufino se quedó aclmira-
..L)c:ho clías más tarde me viír otra vez el mismo mé- do de la poca eficacia cle sus remedios, y cleclaró que
,ii,:,-,: nie tlijo que el mal, lejos de haber disminuído, mi mal tenía sn asiento en la medula espinal como lo
Lai,,i¿ hecho rápiclos progresos. ile ordenó tres veji- había creído. Jnzgb que los remedios empleados ante-
gai,:.ii, ¡. rlu€ apliqué inmetliatamente á la pierna mala riormente no eran bastante enérgicos para vencer la
á tir,1e ]i,,utl la sallgre en circulaciÓn. SÓlo uno pro- grande inflamación que y0 tenía en la parte de donde
3L2 CIINTO CINCUENTA MII,AGR,OS t DE NUESTB,a snñona DE rrounDEs 313
provenÍa mi mal, ¡' ortlenó se me aplicaran seis caute- cauterios, y rne ortlenó baños calientes sulfurosos. Los
rios á lo largo de la columna vertebral. Senbía ya en tomé con las mayores precauciones, pues eI menor aire
este sitio tan fuertes d.olores, que le supliqué se con- al salir de los baños agravaría mi nal. Los cauterios
tentara con clos, pues no me sentía con ftrerzas para supuraron durante mucho tiempo, sin que pinguna
resistir un tormento semejante. El Doctor lindióse al mejora se obrase en mi alarmante estatlo.
fln á mis cleseos, y reemplazó los otros cuatlo caute- ,,X'inalmente, n0 esperando mi curación de Ios hom-
rios por emplastos de cantáridas. que me recomendó bres, me ejercitaba en la sttmisión á la voluntad. de
reüovara cada ocho días. Dios, y le ofrecía lo mejor que podía toda la pena que
.La esperanz¿ que yo había concebiclo al principio me causaba la perspectiva de vivir enferma en la flor
de estar pronto si no curada por lo menos aliviada. no tle mi edad. Mi buena Superiora general, que partici-
tardó en desvanecerse. Había pasado un mes después lraba vivamente de mis recelos, nte escribió pr0p0-
de este irltimo regimen, y ne encontraba siempre en niéndome un viaje á Lourdes; y aunque me sentía con
el mismo estado. Mi pierna, caila vez más tlelgada, pocas fuerzas, acogí con gusto su proposición, y el 3
me inspiraba bastante cuidad.o, )' los dolores cle l¿ es- cle Septiembre me puse en camino. aunque los médicos
pina clorsal tenían Ia misma intensidatl. abrigaran sus temores por el cansancio que el viaje
,,Ife dirigí á un tercer médico, á llr. Lubac, d.octor me acarrearía. Además, hacía algunos clías que me
mu¡. distinguido de Milláu, quien después de haber' hallaba peor. sin tener casi ningún apetito. Esto no
examinad.o cuicladosamente mi estado se informó de obstante, partí con la esperanza tle que mi curación,
las prescripciones de los dos médicos que me habían como la de t¿ntos otros, estaba reservatla á la buena
asistido antes, y declaró que lo que yo tenía era una y poderosa \¡irgen de Lourdes, I Que se obrarÍa en
paráIisis no muy complicada todar'ía, pero con toilas aquel lugar rionde desde hace algunos años Ella se
las apariencias de exbenderse en poco tiempo sobre complace en desplegar -qu caridad maternal. Esta es-
todo mi cuerpo. Halló que mi pierna enferma había ya, pelanza me ayudaba á sostenet' sin quejarme los vai-
clisminuído considerablemente, y en \¡ano buscó, in- venes del carruaje, que me incomoclaban mucho, por
tlotlttciendo varias veces un alfiler, sitios sensibles, las numerosas llagas que tenía en mi pobre cuerpo.
sin encontrarlos desde la rotlilla hasta el pie. ,,Habienilo llegado á }Iilláu eI g de Septiembre por'
',Yiendo que era inútil operar sobre un miembro la mañana, partí de nuevo á las tres de la tarcle en la
Illuert(-r. oltlenÓme u¡a aplicaciÓn cle quince sanguijue- diligencia cle Saint-Affrique, que debía corducirme á
l¿s en la columna vertebral, cuyo efecto no fué otro AIbi. ¡Qué largo ne pareció este trayecto! Sentía un
t¡uÉ rl ,le aumentar mi rlebiliclad. Diez días tlespués el malestar granrle, pero pensaba en Lourdes, y supli-
misni,-, J),rrt.)r' juzgó conveniente rne aplicaran cuatro caba á la Yirgen que aliviara los padecimientos que
314 .' crENTo crNcupNTA.lrrrracRos DE NUEsTRA snÑon¡. DE r,orI.BDES 31ó
i
me afligían para clirigirme á su Santuario de predi- de Lourrles. lJios me había sostenido hasta allí, y rni
lección. conflanza se retloblaba. Olvidando las fatigas é inco-
,,A mi llegaila á Albi el 5 rle Septiembre, á las seis moditlades del camino, no pensaba ya más que en la
de la mpñana, me hicieron llevar á I¿ estación: allí gracia que iba á solicitar. La hora de descanso que
aguardé la salida del tren que debía conducirme á me dieron en la estación me pareció bien larga' Por
Tonlouse. Apenas subí al vagón, mis dolores fueron fin me colocaron en un ómnibus que me conclujo diree-
más vivos, mi estómago no pudo retener ningírn ali- tamente á la Gruta. Allí mi buena Sttperiora me ayu-
mento; me parecía que las pocas fherzas que atln me dó á ir á la piscina y bajar á ella. Cnanclo toqué el
quectraban clesaparecÍan, y mi abatimiento era extre- agua milagrosa sentí un escalofi'ío general en todo mi
mado. X{i buena Superiora y varias c1e mis compañe- cuerpo, cuya sensación no cluró mucho tiempo: tres
ras que me seguían en esta piadosa peregrinación, me minutos después el agua había perdido su primera"
prodigaban sus cuidados y se mostraban muy solícitas frialdail, la sertía templarla y agradable, y pude en
conmigo; y temientlo yo que n0 me dejaran continuar seguida mover mi pielna y agitarla en lotlos sentitlos.
mi viaje, disimulaba lo mejor que podía Ios males que Poco después sentía circulal en eI miembro enfermo
experimentaba. una cosa que me hacía bien; me parecía que mis ve-
,,Nos fué preciso pasar la noche en Toulouse, donde nas se abrían y que el agua entraba en ellas. Sentía
me encontré más impotente que ttunca par¿ moverme. perfectamente que me volvía la vida. Quería apoyar
Tuve los mayores trabajos paratrasladarme del vagón mi pie, pero expet'imett¿ba toclavía un dolor violento
á la sala de espera, ayudada de mi muleta y del brazo en el talón. AI cabo de un cuarto de hora escaso, todos
de una tle mis caritativas compañeras. Después de un rnis sufrimientos habían tlesaparecido; y sintiéndome
momento de reposo, me transportó un ómnibus al ho- ágil y sana como en obro tiempo, anuncié á mi Supe-
tel, ilonde se renovaron mis torturas, pues n0 que- riora que me sentía con fuerz¿s para andar. IIe instÓ
riendo permitir á mis compañeras que me llevaran en á ¡rermanecer aún clentro d.el agua, pero la asegttré
brazos á la cama que se me destinaba, me fatigué que era inútil, porque me enconbraba radicalmente cu-
tanto subiendo la escalera, que al llegar á mi cuarto ratla. En efeclo, me lancé fuer¿ del agua y ne vestí
estuve á punto de sofocarme; y llegué á creer un ins- aprisa para ir á la Gruta á manifestar mi agradeci-
tante que iba á morir sin haber saludado l¿ Gruta miento á la Santísima Virgen. Con mi precipitación
benclita, en cuyas aguas iba yo á buscar mi curación. olvidé calzarme. lln sacerdote tomó mi muleta y la
'.-\l rlía siguiente pude, sin embargo, ponerme en fué á ofrecer á Nuestra Señora cle Lourdes.
cat¡iu,,,. deseando con impaciencia ver llegar el ins- ,,Un instante después subí á la cripta, en donde los
tante Éli ,1ue pucliéramos saiudar la pequeña población peregrinos que me acompañaban cantaroll tn lfagni-
I
I

316 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NUESTRA spñon¡. IrE r,ouRDES 317


t

ficat para ayutlarme á expresar á la Virgen Inmacu- ' Escrito en la Besse el 22 rle Septiembre tle 1873,
Iada mi gratitud y mi amor. De allí fuí á casa de los en virtud de santa obediencia.
Padres Misioneros, que deseaban oír la relación del Por copia conforme:
beneficio que la Santísima Yirgen acababa d.e con- Cosrns, curt t]e lo Bcssr'.
cetlerme.
uPor Ia tarde bajé otra vez á la Gruta pala orar.
El Vieario general que -cubscribe (hoy obispo de Mencle), cer-
separándome de allí con verdadera pena, por la clicha tifica la exactitud de los hechos contenitlo-s en la relación que
que sentía, para ir á tomar un p0c0 de reposo que mi precede.

Superiora juzgó serme necesario. \¡olví á pie á Lour- tioclez, it de Octubre cte 1873.
cles sin experimentar la menor fatiga; cené con buen Cosres. l. ü. (l;.
apetito, y el alimento que tomé no me ocasionó el más
ligero malestar. Dormí dur¿rnte la noche con un sueño Juzgando conveniente pedir algunas explicaciones dr la Supe-
riora general, recibi de ella el 29 de Enero último los -"iguientes
muy tranquilo, y al día siguiente temprano volví á datos, que interesarán indudablemente l¡ nuestros buenos lec-
pie al Santuario, en rlonde había dejado la víspera mi tores :

enfermedad y mi muleta.
,,Aquel día, y hasta mi partida de Lourcles, que tu- uDios se ha llevado á la buen¿ Sor Dorotea. Su-
vo Iugar el 9 de Septiembre por Ia mairana, putle se- cumbió á una enfermedad de pecho el 1.o cle Enero
guir totlos los ejercicios que se hicieron eI domingo y de 1880.
el lunes en la Gruta, en la iglesia, en Ia Cripta y en ul,a parálisis de su pierna no volvió más á manifes-
la montaña. tarse; pero en 1878, en el mes de Julio, fué atacada
uHe regresado con buena salud á mi Comunidad de súbitamente ile una parálisis de las mandíbulas, qtte
la Besse, soportanrlo las fatigas de la vuelta como lo la tuvo varios meses sin poder h¿blar. Los cuidaitos
hubier¿ podido hacer la persona más robusta. Me han inteligentes y asiduos de cuatro médicos, á quienes
permitido seguir torlos los ejercicios del retiro general consultó sucesivamenle, y cuyas prescripciones eiecutó
y conformarme en todo á los ust-rs de la casa. con toda punbualidatl, no pudieron mejorar su estatlo.
r,
¡Gloria á María ! ¡reconocimiento sin límites á mi Al contrario, áfierua de ensayos la retlujeron á no
augusta y pgderosa Bienhechora! ¡que Ia salud que poder alimentarse más que con algunas gotas de li-
Ella me ha devuelto con tanta generositlad la emplee quidos, que introtlucía en su boea por Ios pequeños
¡'o únicamente en su servicio y en el de su Divino huecos que habia entre los clientes á los iados de sus
Hijo I

uSon Donorn¿.., (l) Véanse al lln, n.o 14, varios comprobantes.


318 cloNTo OTNOTIENTA Mrrracr¡os DE NTTESTII,A SENOEA DD I,OI]RDES 319
manrlíbulas, pues los dientes clelanteros estaban ente-
ramente cruzados, sin que se pudieran abrir con nin-
I
gún instrumento ni procedimiento.
,'Y en Lourdes, á donde yo misma la llevé, recobró
la palabra y la masticación bañántlose en ia piscina XIII
milagrosa, pudientlo hacer en seguida una comida
abundante sin que su estómago se fatigara en lo más Curación súbita y completa tle una incurable tlel
mínimo. Habló sin molestia, y hasta su nuerte gozó Hospioio de Cambray, en Lourtles, el 1.o tle Oc-
del uso perfecto de la pálabra, asistiendo á la clase tubre ile 18?3.
tlurante seis meses.
,,No hemos publicado esta nueva curación. Dígnese Bárbara Canelet nació en Cambray el 2 de Di-
V. E. ayudarnos á d.ar por ella ias gracias á la \rir- ciembre tle 1838, y á la edad de catorce años firé ata-
gen Inmaculada de Lonrcles, y á obtener de trlla que e¿cla de una enfermeclad en la rodilla que n0 se consi-
nuestra Cornunidad se nuestre siempre cligna de los deró de importancia al principio, pero que después de
beneficios de nuestra augusta Madre, que se ha ser- ntuchas alternativas de mejoría y agravación acabó
vido tan misericordiosamente arloptarnos por hijas por d.eclararse cuatro años clespués de verdatlera gra-
su)'as.', yedacl. Entonces Bárbara fué sometiila durante un
año á medicamentos enérgicos, que no tiieron ningún
resultado; la rodilla continuó hinchada y amoraiada,
y la pierna se encogió; produciéndole esto una cojera
completa hasta la edad de veintidós años, que abu-
rritla ya d.e no poder dar un paso sin ap0y0, se resignó
definitivamente á hacer uso de dos muletas, de las
euales hasta entonces no había querido servirse, á lo
menos continuamente.
Dos años transcurrieron de esta nanera, sin que
ninguna de las personas que la rodeaban vislunbrara
en el estado de la pobre enferma ninguna probabilidad
de alivio. Así era Ia verdad, humanamente hablando;
pero Bárbara esperaba contra toda esperanza, y era
en MarÍa en quien ella confiaba.
320 crDNTo CTNCUENTA t\rrrJaenos DD :NtrxsrnA snNona DE 'r,ouBDES 821

Hacía un año que el deseo ardiente de una pere- mos esperar de la Virgel; á vosotras, que os gloriáis
grinación aI Santuario privilegiatlo de llaría, á Ia de llevar sus libreas, Ella no puetle tlejar de seros fa-
Gruta de Lourdes, se había fijado en su mente ó más vorable.,, La misma tarde llegaron á Lourdes; pero
bien en su corazón. Este deseo parecía imposible de Bárbara, extenuada de fatiga, no pudo clirigirse á la
realizarse para la pobre huérfana; así es que no ha- Gruta con los demás peregrinos.
blaba tle é1, limibándose á oral con más felvor y apli- El miércoles por la mañana fué con su compañera á
cándose á reform¿rr en si misma cuanlo pndiela des- recibir la Santa Comunión en la iglesia rle la Apari-
agradar á la mirada tan pura de la Reina de las vír- ción, y oró con fervor; pero el momento de la gracia
genes. En eI mes de Septiembre último oyó hablar n0 era aírn llegatlo. Por la tarde, á las tres y media,
tle una peregrinación cle las diócesis de Cambray y de fué introducida en la Gruta con otras enfermas, en
Arras que se organizaba para Lourcles. Descle enton- donile oró con fervor. Hstaba allí hacía un cuarto de
ces la realización de su deseo parecía posible, y se hi- hora, cuando un sacerclote, después de haber hecho
cieron las diligencias necesarias para que pudierafor- algunas recomendaciones, anunció que se iba á cerral
,la Gruta, pero que antes iba á rezar tres Aoe Ilorías
mar parte de esta peregrinación ú0n una de sus com'
pañeras; y habiendo sido autorizado su viaje por los por los enfermos que estaban en ella, á quienes acaso
administratlores del Hospital, eI 29 de Septiembre de faltab¿ la fe suficiente para obtener milagros.
1,873 partió Bárbala pat'a Lourtles. Estaban delante rie la Gruta cuatro peregrinacio-
Cuán doloroso y aflictivo fué para la pobre enferma nes reunidas (sobre cinco mil personas). Bárbara sin-
este largo viaje, puede suponerse fácilmenbe, puesto tió acrecentarse su fe ante el pensamiento de tantas
que no podíir montar en coche sin la ayuda de dos oraciones dirigiclas por ella. *¡Oh Madre mía! decía,
personas. Pero la esperanza y la fe cltte la coniiucíail, es imposible que permanezcáis sorda á tantas súpli-
le dieron fuerza y valor. I{icieron alto en Nuestra cas; Vos sabéis que soy vuestra; Vos me curaréis, así
Señora de Buglose, s¿rntuario doblemente querido á l0 espero, no quiero salir de aquí con mis muletas.'r
nuesbras niñas por el culto de su Inmaculada }Iadre En el mismo momento su compañera la vió paliclecer;
y pol el recuerilo vivo de San \iicente cle PaúI, á grandes gotas cle sudor cayeron de su rostro; sintió
rlnien llaman justamente su Paclre. Allí nuestras dos un tlolor violento en la pierna izquierda, que se alar-
Hijas de llaría tomaron su cinta y su medalla para gaba y se elevaba sobre sus muletas, las cuales caye-
hacer'la Santa Comunión, ((con el fin, decían sencilla- ron junto á ella, y una fuerza irresistible lit puso tle
nente. tle que Ia Sanlísima Virgen pudiera reconocer- rodillas. Su compañera comprendió que estaba curada
Ia.. " Ln eclesiástico que formaba parte de la peregri- y gritó: r,¡Milagro! ¡milagro!,r La hicieron levantar-
na:i,,ri. lts riijo al verlas: *flij¿s mías, toclo lo pode- se, crrlzaron las dos muletas sobre sus brazos, hicie-
322 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS * DE NITESTRA SENoRA DE rroItRDES 323

ron formar en flla á los peregrinos, y subió sola y sin <<Lourde-., 1.o Octubr,e 1873, ¿i ias ocho ¡.media de la noche.
apoyo al canto tlel fuagtt'í¡fr'cat,la tlistancia escarpada
qo. ..p*tu la Gruta tle la habitaciÓn de los Padres tle r,; Milagro ! milagro ! la S¿ntísima Virger ha hecho
¡
la Inmaculaüa Concepción. Estaba radicalmente cu- brillar su poder; Nuestro Señor ha mostrado la fnerza
rada. de su brazo.
L¿ virtud poderosatie la Santísima \¡irgen habí¿ ,,Esta mañana lla sido curada milagrosarnente una
venido en su socorro, haciendo en un instante lo que persona paralítica, ;'á la uua de la tarcie he oíilo ha-
Ios esfuerzos impotentes de Ia ciencia humana no ha- trlar á una muda de Nantes que n0 había cticho una pa-
bían poclirlo lograr en diecisiete años' labra hacía dos años.
En cuanclo á las muletas, los Padres de Lourtles *Pero todo esto n0 es nada eIr compalación del mi-
han querido guardarlas como testimonio, y están col- lagro palpable, evidente, incontestable, que ha tenido
gatlas en ia Grut¿ atatlas con una ¿ncha cinta azul' lugar á dos ntelros de mí: un¿ persolla de Cambray
que había venido con n0s0tr0s, con qnien IIr. X'x*r. ve-
La peregrinación de Cambray y de Arras, de Ia que formó nía hablando en el ferr,ocarril clesde Douai hasta Lour-
parte Bári.rara Canelet' tuvo tal resonancia con motivo de su cles, con ia cual hemos comido en Buglose, que hacía
especial
inaravillosa curación, que se publicó de ella una acta más rle cli,et o,t¿as no poclía andar sin d,os nr,uletus, y
que no se
nruy extensa, la cual contiene detalles ¡'documentos
e,rcuentron en la relaoión que antecede y que hemos
extraído á quien hemos procurado alojainiento en frente del
Hay en el conjunto de estos hechos
de los An¡.ales cle Lourcles' nuestro: esta persona, que llegó con n0s0tr0s á l¿
con que con\¡encer á los más incrédulos y desafiar á los más Grut¿ aqueila tarde á las tres ¡' meclia, se colocó en
obstinados contradi ctores,
He aquí lo que dice el autor r.lel act'a, testigo ocular: el interior de ella para orar con efusión á la Santísi-
ma Virgen en el momento en que un sacerdote, ocu-
Elisa Bárbara Canelet, que naciÓ eI2 de Diciembre pado de las recomendaciones, hablaba de la fe nece-
de 1838 y ha estado coja desde los tliecisiete años' ha saria para que esta Seirora obre milagros, y ella se
""ido
súbita y rad'icalnlcntc ¡ttada en la Gruta de rlijo: ,,Sí, es preciso qüe y0tenga confianza,lavirgen
frourdes el miércoles 1." de Octubre, á las tres y me- rme curará;n }¡ üna fuerza irresistible la puso de rodi-
tlia rle la tartle. llas, arrojó sus nuletas y arrodillada exclamó: ,, ¡llila-
Damos aquí el extracto de una c¿rta escrita sobre ,,gro! ¡nilagro! ¡estoy curada !" Iln seguida l¿r gente se
este pirrticular por uno de nuestros conciudadanos agrupó cla.manrlo y lloranclo, y Mr. l.***, qne estaba
t:itiso del suceso, cuya carla se ha dignado comuni- conmigo apo¡'ado enlareja, me gritó: ,,Es la unestra,
r'1i'DoS stl fanilia. ((es la nuestra," Ella era, en efecto,
coiitltletarnento
cura,da. Es una persona como de treinta y cinco años,
324 CIENTO CII{CU]]N'IA MILAGR,OS DE NITESTRA snñon¡ DE rrouriDnb 325

llamacla Bárbara Canelet, que vive en Cambray en el El milagro tuvo lugar en la misna Gruta, sin que
Hospicio general á uausa tle su enfertnedacl, l¿ cual la enferma se lavase con el agua de la fuenbe.
prede resumirse así: una pierna mucho más corta que llo pudiendo arrodillarse, estaba de pie apoyada
otra. y una roclilla toda hinchada. Bn un instante, en en sus muletas orantlo con fervor, cuantlo repentina-
un rnomento de sufrimiento y de i'evoluciÓn intleci- mente pasó en ella cierta cosa inconprensible: sin-
bles, su pierna se alargó y su rodilla se puso en el es- tiendo que su pierna se alargaba, ó: irnpelida como p0r
tado nabur¿l: Dios había oblado. nna fuerza invisible, se prso de lodillas.
.,¡Gloría á Dios por'Ilar'íai'.. ;Yiva Nuestla Seño- Nuestra Señora de Lourcles h¿bía hecho ell un se-
ra de Lourdes ! gundr-r lo que en más cle diez a[ros no habían podido
,,Dinjo á V. estas breves palabras, escritas á la ca- hacer las medicinas.
rrera, en eI cuarto tle l¿ ¿rfr-rrtunada Bárbara, qüe se En cuanto á las muletas. los Paclres de Lourdes
encuentra rnuy bien y con quien collversa l{¡. p*'r"i' quisieron conservarlas como testimonio, yBárbaralas
actualmente.,' ofreció en er-aoto á la Santisima Virgen, que acababa
Bárbara Canelet ha vuello ¡'a ti Cambray. ¿le honrarla con tan insigne favor'.

Hemos ido inmediatamente ai Hospicio. La Supe- Esta mujer, que no podía dar un solo paso sin apo-
riora ha tenido la bondad de comunicarnos totlos los yo, que tenían que levantarla en eI aire para subirla
datos sobre eI estado tle la enferma ctntes del milagro; á los ómnibus ó al tren, ha vuelto d.e Lourdes sin nin-
y en cuanto á éste, la misma Bárbara nos ha referitlo guna a¡'uda.
todos los detalles. A frn de informalnos toclo lo posible, hemos supli-
La curación es tontplctcu ha siclo 'insta+t'tcítt'ea. cado á la Superiola rlel Hospicio que nos comunicase
Bárbara tenía la pierna izquierda más corta que Ia las listas qtte hacen tle cuauclo en cuanclo los tnétlicos,
derecha, y la rodilla hinchada ilesmesuradamente, con relativas al estado tle ios incurables.
el color amoratado de los miernbros enfermos. Cuando Nos fueron presentadas cuatro de ellas con las si-
se apoyaba el dedo en ella, quetlaba una marca por guientes fechas: la primera. clel 19 de [Iayo de 1859;
mncho tiempo visible. Los tlolores eran con frecuen- la segunda, del 5 de Abril ile 1866; latercera, del 28
cia muy vivos. de Abril de 1868; la cuarta, del 19 de Agosto tie 1871.
Hoy las dos pierna,s están absoltttamente iguales; Las tres primeras son copias hechas sobre los ori-
l¿ lrinchazón cle la roclilla ha desaparecido completa- ginales. La letla de una de ellas es de }ft'. \\'ibberb;
t):,'itt(. y no hay traza alguna de enferned.atl. Hemos las otras rlos han siclo flrmadas por llr. Lanorisse.
hech,,, anilar á Bárbara, y anda como cualquiera per- En Ia de 1859 se clice de Bárbar¿ Llaneiet: Mal cn
¡1,¡¿ 11üp nuilca ha esta4o lisiada. l(,s rodillo.s.' en la tle 1866: -[':tdt¿ t'o¡t :¡t.ttleto,s: enla
.t

3:26 crENTo crNcrrENTA Mrrracnos DE NUESTRA sEÑoRA DE rJoüx,DEs 327


I
I
de 1868: -4nr1u,ilosis de la roilill¿. Mas la lista for- I{abríamos podiho citar otros documentos, pero nos I
I
mada después de la visita del 19 de Agosto rle 1821, falta tiempo yespacio para redactar una memoria ti

tiene una importancia especial, porque en esta época completa, que habría excedido los límites de una sim-
la Atlministración de los Ilospicios, deseando hacer ple relación.
economías, ordenó que totlas las personas que no fue- Atlemás, ¿qué necesidatl tenemos de documentos y
ran tleclararlas completamente inválitlas ftreran despe- de pruebas justiflcativas? ¿l{o tenemos Er,inicntas
didas. Los l)rs. Delbarre (padre é hijo) hicieron la vi- personas de esta vasta diócesis de Arras, t¡c/t'ocictt'tus
sita: el hijo examinaba el eslado tle ios enfermos y eI tle la vecina cliócesis cle Cambray y ocllo ntil pere-
padre escribía, y precisarnente esba misma lista es Ia
'
grinos ó habitantes de Lourdes que han oisto y olclo
que hemos tenirlo presente, y que contiene en cuanto lo que dejamos escrito ?
á Bárbara Canelet esta indicación escrita con mucha Aquellos que se obsbinan en negar la evidencia y
claridad: Artritís crrjtticn rle la rodilla. Y Bárbala, n0 creer en los milagros, que se tomen eI trtrbajo de
declarada incurable, pelmaneció en el Hospicio. interrogar á estos ocho mil testigos (bastarían cin-
Cacla cual juzgue ahora y reflexione. Por lo que á cuenta), y que nos digan su opiniÓn fundada y sobre
nosotros toca, no potlemos mellos de tlar gracias á totlo sincera: esperamos tranquilos el resultado cle
Dios, que se complace en clerr¿mar por María los más ella.
señalatlos favores sobre los humildes y los peqnerros.
¡Yiva Nuestra Señora de Lourdes!

B. lB lVfunce.

Bárbara Canelet está en Cambrav, en doncle toilos


la han querido ver sucesivamente. No le ha quedado
de stt antigua enfermedatl otro vestigio que una ligera
inclinación de la espina tlorsal, resultatlo del uso pro-
longado de las muletas. lo cual es un testimonio más
c1e la realitlad de su estado ontes de la curación rni-
lagrosa.
..T,-'cla la ciudad cle Cambray es actualmente tcsti,grt
i.rre,:usable del plodigio I'ealizado en la Gruta cle
L,'ut ,.1r..
328 CIENTO CINCUDNTA MIIJAGROS DE NUESTBA SENOBA DE I]OÜRD.OS 329

vió!... Yió que la hija ile su amigo, clespués rle bañar-


se en la piscina, entró en la Gruta, y dejando caer
sus muletas, gritó : ¡ Estoy curadü!
uSe encontraba tan perfecta como súbitamente cu-
XIY ratla de su enfermedatl incurable. Y el abogad.o, más
impresionado aün que los demás, fué á referir el su-
peso á monseñor el Obispo de Mende. ¡Quiera Dios
Curacién mar¿villosa ile la joven frma Dubois,
que éI mismo con su conversión (tal vez ya cumplida)
tle la tliócesis ile Mentle, mutla y paralítica ha-
cía ilos años y meilio. (Lourtles, 1." tle Octubre dé gloria á Dios y á la Virgen Inmacularla !
uEste milagro, pues ile tal debe calific¿rse seme-
ile 1873).
jante curación, se realizó eI mismo día á cosa cle las
diez tle la mairana. u
El mismo día en que la Santísima Virgen curaba tan miseri-
cordiosamente á Bárbara Canelet de su larga é incurable en-
fermedad, acababa de.conceder un favor análogo,y no nrenos Sobre dicho milagro, el diario L'Unioers, en su número del 20
admirable á una joven de veintitrés ¿rños llamada Irma Dubois, de Octubre de 1873, refería los interesantes detalles que siguen:
de la diócesis de Mende, á quien la misma fe y la misma espe-
ranza habían traído al Santuario de la Inmaculada Concepción.
Esta pobre joi'en, enferma y muda hacía treinta meses, había Un telegrama, clice, nos ha comunicado la cura-
venido á Lourdes con la peregrinación de la Lozére que mon- cién de una joven que formaba parte de la peregrina-
señor Saivet, de piadosa memoria, condujo personalmente á la
Gruta milagrosa. Su curación tuvo lugar la misma mañana á
ción de la diócesis ile Menrle á Nuestra Señora rle
eso de las diez. He aqui cómo lo compendiaba en algunas líneas Lourtles. i\[r. Dubois-Guchan, antiguo consejero del
el autor del informe que acabamos de citar más arriba. Supremo Tribunal de Lyon, tío tle l¿ joven, nos tliri-
ge sobre rlicha curación la carta siguiente:
r,L¡a Srta. frma Dubois, tle veintitrés años de edad,
hija del juez rle paz d,e Grandrieu, fué atacada hace Paris, 10 de Octubre.
dos años de una parálisis que n0 Ie permitía analar, ó
más bien arrastrarse sin ayutla de una muleta ó de un Señor reclactor:
l¡razo extrañ0. A fuerza de mucho trabajo y sostenida A consecuencia de un rápido tlesarrollo complicado
pol' su fe pudo llegar á Lourdes acompañatla de un de fiebre tifoidea, mi joven sobrina Irma Dubois fué
irmigo t1.e su padre, abogado de Mende, antiguo dipu- atacada de una parálisis general que se extenilía has-
¡¿r-lr,r. r¡nc se ofreció aI padre para conducirla, porque ta el órgano de la voz. Hace pocos días tomó parte en
-,luerÍa. dijo, ver el resultado tle ese viaje." ¡Y Io la peregrinación de la Lozére á l{uestra Señora tle
330 crENTo crNcuENTA MrrracRos
I DE NUESTRA snñon¡. DE rrouRDES 331
Lourdes, y uno de mis hermanos que la acompañó me I al señor Obispo tle Mende. Antes cle su partida había
escribe lo siguiente: dado conmigo un paseo á pie de seis kilómetros.
i
j ul,a reacción milagrosa tle que te hablo, repito que
<Bagnéres (Áltos Pirineos), 4 de Octubre. ha sido inmerliata. El prorligio ha sido de los más her-
m0s0s; y por increíble que puecla parecerte, afirmado
',Mi querido hermano: por mí y cumplido en mi presencia, no te clejará nin-
"El 1.o tlel mes actual ha sido hermoso día para los guna duila y te colmará de alegría. He lelegrafiado la
padres de nuestra sobrina frma. Ya sabes que estaba noticia á sus padres. Todo un mundo ha sido testigo
paralítica y mucla hacía treint¿t meses; pues bien, eI rlel suceso;cad¿r cual queríaver á la santay tocarla.,
citatlo día, después de la Comunión, la transportaron TaI es, señor redactor, la carta que me escribe mi
á la Gruta, donde en el momento en que bajó á la pis- hermano, y doy mi consentimiento para que si V. lo
cina fué curada radicahnente, casi en un segundo. Gri- tiene á bien le dé publicidarl en su periódico.
tó: u¡Estoy curada!,, se levantó, se vistió sola y se Ruego á V. acepte, etc.
dirigió al pie rle la estatua de la Virgen para darle
gracias ; y allí tlejó sus muletas, en presencia de un E. P. Dueors GucHAN,
antiguo consejero enlo corte de apclación d,e Lgon,
concurso inmenso compuesto de peregrinos de la Lo-
zére, d.e Nantes, de Lila )' tie Rélgica:
uTotlos querían verla, tle suerte que tuve que es-
P. S. Al cerrar esta carta, recibo, señor retlactor,
perar algunas horas antes de poder traerla al hotel. las dos siguientes que confirman la primera: una de
ellas es de mi sobrina lfalacrid¿ X'ontana, y la otra
Durante el trayecto (tres kilómetros) la escoltaron los
del padre tle Irma, mi hermano.
peregrinos cantando el ?edrlum, el Magnificat y va-
rios cánticos.
,Estando ya en nuestra habitación, ni aun allí nos CAX,TA DE IJA SR,A. MAITACF,IDA FONTANA.

tlejaron en paz, haciéndose preciso dejar abiertas las


<<Mende, 6 de Octubre.
puertas para que entrase el público y ciertas personas
t1e distinción que querían las unas abrazarla, las otras u á Dios y á Nuestra Señora de Lourdes I
¡Gloria
su fir'lra en estampas, libros ile pietlad y breviarios; u¿Es V. creyente, quericlo tío? ¿Es V. escéptico?
t'tras se ponían de rodillas solicitando sus oraciones. Me inclino á esta irltima suposición porque iray des-
Esta especie cle delirio ha clurado dos días, y yo temía graciadamente muchos así. Pues bien, si es V. escép-
qtre nuestra pobre frma no pudiera resistirlo. Por fin, tico, preciso es que crea.
al pi,nerse en malcha la peregrilación la encomendé uUsted no ha visto á nuestra qrericla frma, pero sÍ
332 CIENTO CINCUENTA MILAGBOS DE !{.uEsrBA snñonl Db r,ouRDEs 333
ha oído hablar bastante de su triste estado tle salutl.
Esto no obstante, animada de su fe, quiso ir Lourtles, CABTA DE MI EERM-ANO.
á pesar tle sus padres, tle los métlicos y cle todo el
I
<Grandieu (Loz<)re), 7 de Octubre.
mundo. ¡Fué casi moribuntla; en brazos la llevaron al
vagón, y se la vé volver sana y buena, anclantlo como uMi rluericlo amigo:
todas las jóvenes tle su edad!... ¿No es esto mila-
groso ? "Me apresuro á participarte que nuestra queritla
uMi tío Luís, según me han dicho los peregrinos tle
enferma frma quiso ir en peregrinación á Lourdes
para implorar la protección tle la Santísima Virgen
Mende, se encontraba en Lourdes; ha sido testigo de
para con Dios todopoderoso.
esta curación instantánea y milagrosa, y se ha que-
' 'nEncontrábase muy débil y tan enferma que me ha
datlo atónito. H¿n hecho á Irma una magnífica ova-
costatlo mucho consentir en su viaje; pero su fe era
ción: se rlisputaban por estar junto á ella ; la besaban
tan viva, tenía tal presentimiento secreto de su cura-
las manos y hasta las extremitlatles de su vestido.
ción, que creía tle mi deber acceder á sus deseos.
,,En Yillefort, de donde había salido moribunda,
uNos ha vuelto completamente curatla, después de
habienrlo sabido por un telegrama el milagro de la cu-
haber estado uh minuto en la piscina.
ración, toda la ciuilail se removió para verla, )' n0 se
aEstos hechos hablan elocuentemente. ¿Podremos
retiró hast¿ que obtuvo la promesa tle que llevaría la
negarlos? Bien sé que hay incrédnlos y gentes de mala
bandera á"la cabeza de Ia procesión, donile la verían.
fe; ¡que Dios los perdone !
,,Pero quizás tentlrá V. ya todos estos permenores.
uNuestro hermano Luís, que á petición mía fué á
La peregrinación de Lyon se encontró en Lourdes con
esperar á Irma y á su hermana en Lourdes, ha debido
la de Menile, y una señora de l-.,yon quiso conocer á
escribirte y referirte lo que él ha visto con sus pro-
Irma, y Mr. Mercier, juez de insbrucción en lt[ende,
pios ojos; él no creía mucho en los milagros, pero se
se encargó de presentarla á mi prima.
ha rendido á la verdarl.
uHe aquí á esta pobre familia, tan desgraciada el
u'Iu hermano y amigo
año pasado, bien remunerada de ttldo cuanto ha su-
frido. ,'Aeurlns Dunors (1)."
*Espero que Irma vendrá á vernos á Mentle, ó más
bien á hacerse ver, Io que yo deseo en extremo' De (1) Antiguo jefe de batallón, condecorado con la Legión de
buena gana habría yo ido, pero entonces sería la úni- Honor, actualnente juez de paz en Grandrien.
ca que la vería, y toda mi familia quiere verla tam-
hién... -
334 CIDNTO CINCUENTA }IIIJAGR,OS DE NUESTRA SEN0BA DE I¡OUEDES 33;
vó de día en día, y se manifestaron los síntomas nás
alarmantes. Poco después ya no pude levantarme;
mis síncopes frecuentes duraban algunas veces un
cuarto de hora.
XV A los cuidarlos asiduos de mis padres y de la rnedi-
eina unimos la oración. Hicimos ilovena sobre novena,
Curación instantánea tle una joven tísica moribun- invocando á María bajo sus más gratas advocaciones;
tla, en Eauteville (Artlennes), el 4 tle 0ctirbre orábamos á San José; hicimos varios v0t0s, y mi es-
tle 18?3. tado empeoraba siempre; María parecía sorda á nues-
tlas súplicas.
La Srta. Julia Jadot, d'Hauteville, que á la edad de dieciocho Bn vez de des¿nimarnos, redoblamos nuestras ora-
aÍios se estaba muriendo de tisis pulmonar, fué repentinamente
curada por Nuestra Señora de Lourdes. I-Ie aquí cómo refrere ciones en la última quincena de Septiembre. pero el
ella misma en los Annales rLe Lourdes su milagrosa curación, viernes 27 me encontré tan mal que fué preciso ad-
atestiguada además por el hábil mádico que la había asistido.
ministrarme los últimos Sacramentos, y el domingo
siguiente vino el señor Cura á recitarme las oraciones
Hauteville (Ardenncs),5 cle NIarzo d.e 1874.
de los agonizantes, y desde entonces mi viila fué una
¡Gloria á María Inmaculada, á quien vengo por continua agonía hasta el sábado 4 tle Octubre.
mediación de V. R. á pagar mi tributo de agradeci- Eran las dos y rnedia de la tarde; había empezado
miento y de amor! Este deber es riguroso para mí, la fiesta de l{uestra Señola del Rosario, y me estaban
pues en el m0mento en que tcdos creían que iba yo á viendo morir.
morir prometí á Nuestra Señora c1e Lourdes, si oía Mi madre me dijo: ,,Hrja mía, vengo á darte agua
nri oración, publical en los A,tutr.tles su poaler y mi de Nuestra Señora de Lourtles en el jarabe.,r
gratitud. Espero que mi relación seryirá para acre- Un monento después peclí que me la dierar pura;
centar la confianza de los lectores en la augusba Ma- mi madre contestó que n0 había ya casi nacla ; mas ) 0,
dre de Dios. con el presentimiento tle que iba á ser curaala, insistí
-\ fines de 1873 fuí atacada de sarampión, la erup- en bebella. Recé el nfentoro,rc, diciendo interior-
ción siguió su curso natural, pero Ia tos persistió con memente á la Yirgen M¿ría: ,,Sí, Maclre mía, creo
fiebre. expectoración, dolor eu el costailo izquierdo y que voy á ser cur¿da bebientlo cle vuestra agua. pero,
principalmente debajo de la clavícula y del seno, et- Dios mí0. que se haga r.nestra volunt¿rd v no la inía.
cétera. etc. Que yo muer¿ ó viva, sea todo par.a gloria yuestr&,,,
-\ ¡.resal de una rnedicación enérgica, el mal se agra-
y relretí el lLIetttot.at"c.
336 CIENTO CINCIIENTA MILAGR,OS DE NUESTRA snñon¡, DE rrou¡,DES ')ó I

Mi madre se habia alejatlo un poco.. La llamé en


voz alia, yo que hacía cuatro meses no podía hablar
sino muy quedo. Le dije: ,,PÓngase V. cle rodillas ¡r
dé gracias á la Santísima Virgen que acaba de curar-
me, Estoy curada. Haga V. llamar al señor Cura XVI
para que sea testigo de mi tlicha.,
El mismo día comí tres veces sopa y dormí totla la Curación maravillosa tle la $rta. rle Tinseau, en
noche, y desde entonces no he vuelto á tener más en- Lourilesn el 8 rle Octubre de l8?3
fermedail ni dolor: gozo tle unasalutlperfecta, que no
se ha desmentitlo en cinco meses. He aqui un favor admirable concedido por la Reina de las
Debo proclamar que la Virgen S¿ntísima es quien Virgenes á una piadosa joven, la Srta. N{aría de Tinseau, cle la
diócesis de Saint-Claude. Referiremos primeramente una carta
me ha curatlo, y la ntisma convicción tienen cuantas escrita pocos dias después de su curación por una de sus pa-
personas han seguitlo mi enfermedatl, así como tam- rientes más cercanas é íntima amiga suya. Hallamos esta carta
bién el médico cuyo certific.r. -:::r:J;:r, en la Semaine Liturgique cle Poi,tiers, det 26 de Octubre de 1873.

<Dóle, 17 de Octubre de 1873.


Hiia Prioilegiadct tle Maria (l):
* lIi querida Luisa:
(1) Véase en los comprobantes, n.o 15, el certificado clel mé-
tlico y el testimonio tlel sei¡or Cura.
u Si uo te he acusado recibo de la relación qüe has
tenitlo la amabilitlad de mandarme, ha sido porqne que-
ría hablarte de una peregrinación á Lourdes empren-
diila por varias amigas mías. Dicha peregrinación,
querida prima, ha teniclo lugar, y fué coronatla con
una admirable curación que voy á referirte, porque
sientlo pariente nuestra y amiga mía la feliz agraciacla,
estoy íntimamente unida á este suceso que tiene en
conmoción á nuestro Franco-Condatlo.
uBien conocido es en el Sagrado Corazón de Poitiers
eI nombre de Tinseau. La tía ile la enferma fué allí
Superiora, y su prima hermana se educó en é1. La
misma María (este es el nombre cle mi amiga) pasé
338 crEliro crlícuENTA Mrr,AGRos DE NUESTa,A SEI{oRA DE I¡OLTR,DES :]39
allí algunas tentporaclas. Hacía siete años que es[a po- cieron, y la víspera cle su partida, ller'ánrlole Ia Cro-
bre niña se hall¿ba atacada de una horrorosa enferme- munión á su cama dljo á su confescrr, quien me Io ha
dail interior complicada con otra de la medula espinal. repetido: r p¿d¡., esta es la írltima vez que com¡lgo
Par¿ no hablar más que de ésta (que era la menos gra- uen mi cama. Cuando yo vuelva me dirá \r. una Misa ile
ve, y de lir, cual puedo darte nás pormenores), te diré ¿racción de gracia,s en la capilla.,' ELa necesaria esa fe
t¡ue habían martirizado de tal modo á Ia po)rre paciente qae transytorta los tttontoi.as para empl.ender el via-
con ventosas, que su espalda n0 ella mas que una lla- je en su estado. l[iprimila lIaría y sns dos her.nran¿s
ga. Desde hace d.os aitos no abandonaba ya Ia cama; lormaban también par.te cle la peregr.inaci(rn. \I¿rí¿r,
sus miembros inferiores estaban como paralizados; se me escribía en el vagón el boletín de nuestra pobre
la consideraba. en fin, como incurable. Todos estos amiga: sus tormentos fueron horribles, y por clos veces
padecimientos los sobrellevaba con la paciencia y re- se creyó que sucumbiría. Pero ella no exhalaba una
signación d.e una santa. El airo pasado, á cosba de te- queja, y repetía siempre : u Estoy segtra c1e que todo
ribles dolores, que colnovieron á totlos los asisten- "
irá bien allá. '. Por fln, el martes 7 ile Octubre por la
tes, trasladaron á la enfertna al monte Roland, pero tarde llegaban á Lourdes. trl clia siguiente, antes tl.e
sin fruto, polque no había llegado todavía el momenbc las siete, ya llaría estaba rogand.o que la llevaran á
tie la recompensa. la Gruta. Sus padres y el cura de la parroquia esta-
,,A principios de este mes se organizÓ uua peregri- ban con ella. Con rnil dificultades llegaron á la Gruta,
nación clel Fanco-Condado á Lourdes, la que anuncia- encontrando la verja cerracla. J' como la hora de regla-
ron á M¿lría, quien rechazó la idea tle formar parte tle mento no había sonacto, el gutrrdián no quiso abrirla, y
ella porque no se encontraba con fuerzas snficientes, ¿demás la piscina estaba ocupada. Irlntonces Mr. Tin-
y atlenás su devoción la llevaba más bien hacia Nues- sean se procuró una silla baja sobre la cual sentó á su
tra Señora de las Ermitas. l{aturalmente no se insis- hija, descansando sus pies encima de lzr, gracla de la
tió, pero algunos días después repenbinamente le vino Gruta. Nota bien este detalle. que viene á dar un¿r irn-
e[ deseo de partir para Lourdes. Sus padres le hicie- portancin muy grande al hecho, pues en una posición
ron todas las objecciones posibles sobre su estatlo, c0m0 esa es materialmente imposible á la ¡rersona más
Io largo del viaje, y el inconveniente que había para lista levantarse sin tornar con sus nanos un punto cle
,1ue lo hiciera con los peregrinos, que n0 debían dete- apoyo sólitlo. Puedes hacer la prueba cono vo l¿r he,
ruelse clurante el trayecto, y que teniendo que salir el hecllo.
ltrr! f0r la mañana debían estar de vuelta el sábailo. ,,Entre tanto estaba lloviendo á toi.r,elte: sobre la
J :st,., se trgregaba la dificultad tle obtener ya billetes pobre enferma, y mientras que su padle insistía para
1,,-,1 :tr t¿rr,le. Nada la detuvo; los obstáculos se ven: que la entraran dentlo, ella hacía esta oración qtte en-,
340 CIENTO CINCUENTA }TIIJAGROS DE NUESTRA snñon.s, DE rrouRDES l]+l
ctrentro sublime: ;,Vos sabéis, trladre mía, Io que he todos y besando los rosarios que le presentaban: y
(( sufriilo
tr)ala llegar; Vos sabéis que no piclo mi cura- luego que Ia hicieron salir fué como llevada en triunfo
u ciirn sino por el bien que tle ella puede resultar; aho-
á la iglesia. L,a pobre joven ai pasar, griló á María:
(¡r¿I) hacerl lo que queráis.,' En fln, á fuerza de súplicas uEstoy curadla, pero me ahogan,' En fin, abreviaré...
lft'. Tinseau obtuvo que le abriesen la Gruta' fntne- I,a vuelta fué una verdadera ot'ación, y el sábado
diatanente extendió lfaría los brazos danclo ttn gran pasatlo Ia recibimos á la llegacla del tren. I a helnos
snspiro, como quien sale de una pesatlilla; y luegot visto, tocad.0, J' y0 la he abrazado cien veces... EIla
con la sencillez encantador¿l qne es tlllo de los rasgos crme clecía: ,,Golpeacl, golpeatl sobre mi espalda.y ve-
más interesantes de su carácter, se tlijo á sí misma: *réis que no queda ningun mal.'r [¡,'s¡ estuvo en una
u'Iengo que hacer un aclo cle fe; voy á ponerme cle reunión ell casa de unos amigos nuestros que tuvielon
* roclillasr }Iadle tnía; si caigo cle cabez¿lr o¿tcstro ho- la bondad tle ponerme á su lado, )' con su alegría de
C\iitLroiitctt:,'ti." f)tt este m0mento Mr' Tiu-
r,tLC)t S(t otro tiempo me obligaba á comer tanto como ella,
sear el sacerdote que estaba al lado cle ella quieren
y con el fin, clecía, de impedirme que la estuviese niran-
Ievantar su silla para entrarla en la Grnta; pero ella do. Sn curación es completa, y está comprobada iror
los rechazó vivamenie. *Es iniitil, tlijo, iré sola.'r Y su médico; nada sufre, y anda bien lista. Por la gloria
entonces, sin cambiar de posiciÓu, apoyantlo apenas de la Santisima \rirgen soporta tales fatigas. que pon-
un detlo sobre el brazo del señor cula, se vió corno /¿- rlrí¿n enfermos á los más lobustos. Para citarte un so-
oantr¿rlu, r:tr t:l o,ít'c y arrojado, en la Gruta. La vie- lo detalle. ella misma me tlijo avel que calculaba haber
Lon nn instante de rodillas y luego repentinamente de firmado ciiez mil estampas. En fin, es el milagro más
pie dando un grancle grito: ,, ¡ Bstoy curada !... ' completo que puede irnaginarse. Te rnego, prima mía,
,,Felizmente acababan ile cerrar ile nuevo la verja, prop¿gnes estr relación, que es el deseo cle mi arniga,
pues el ímpelu de la gente fué tal que la habrían aho- quien no ha pedido su curación sino para bien rle las
gado. La gente gritaba: uHaceos ver, subid sobre un¿ almas. Debo rlecirte también que todos los polnieno-
..silla." Y esta pobre enferma, que un instante antes xes que prececlen me han sido dados ya por \Iaría. ya
tenía el cuerpo encorvado por el sufrimiento, se lanzÓ por sus padres, ya por otros testigos oculares que Dle
sobre una silla y se enderezó con toila su grande talla los h¿rn contado cien veces. J -que y0 repito con escru-
rlicienrlo: *Aquí estoy., Luego entonÓ el llagn'i'fí- pulosa exactitrrd.
,r:t. y entre cada verso gritab¿; ,,¡Viva María! ¡Viva ,,Y ahora, arliós. lni querida Luísa. Ar¡ní termino,
..Pí,, I\,1., . Los que vieron esta escen¿ clicen que ela un poco cansacla. pero contenta tle h¿berte escrito
'r
rul rtr(ladero delirio el de los circunstantes. Una hora este prodigio. que n0 nle canso c1e lefelir... Mil cari-
entrra 1r¿sr'r ¿Si, detrás tle la verja, clando I¿ mano á iros, etc.
,, If¿.nclnrr,t nn l¡. P,u
342 CIDNTO CINCUENTA MILAGROS DE NIIESTEA SENOR,A DE I]OURDES 343
Es preciso tlecir que su alma no se había abatido.
La relación oficial de este hermoso milagro, tal como vamos á
reproducirlo aquí según lo:: Annalcs de Lourdes (Julio de 1874)" La inteligencia continuaba clara y pronta, el carácter
completa con preciosos detalles la carta que acabamos de citar. conservaba su energía nativa, y el corazón amaba á
Dios con indomable resignación y con una ternura en-
La Srta. María de Tinseau nació en Saint-Ylie, en telamente victoriosa rle los tlecaimientos del cuerpo.
las cercanías cle DOIe, en 1845. Descendiente de una La pobre enferm¿ encontraba su fuerza en la Comu-
familia profundamente religiosa y muy estimada en el nión frecuente. Durante tres años la estuvieron lle-
país por sus virtudes tradicionales y servicios públi- vantlo á menudo á la iglesia, pero destle principios
cos, heredó de ella una inteligencia penetrante, un& tle 1872 recibía la Santa Eucaristía en su cama.
activitlad viva y flexibie, un carácter leal y franco, Abandonaila enteramente á la voluntad de Dios,
una voluntad lesuelLa, Su organismo era cual corres- esperaba curar contra toda esperanza.An pensamien-
pondía á una alma semej¿nte, sano, flexible y vigoroso' to animaba toda su vicla: soñaba con el Carmelo ; y
El porvenir anunciado por tan brillante adolescen- por más que siendo hija írnica y enferma sin esperan-
cia vino á perderse con motivo cle una fiebte tifoidea' za la vocación religiosa le era doblemente imposible,
En 1866 comenzó á sufrir de dolores de riñones, y quería sanar para ser carmelita, sin que por eso, y á
apenas poclía andal penosamente. La meclula espinal pesar del ruído que hacían los milagros tle Nuestra
estaba evidentemente dañada por el tifus, y eI reblan' Señora de Lourcles, Ie viniese la idea de peclir uno en
decimiento iba crecientlo. su favor.
María de Tinseau es bija única. Sus patlres la pro- La peregrinación del Franco-Condatlo para Lour-
tligaron los mayores cuidaclos con delicado cariño- des se organizaba entonces. Su excelente padre se la
Tod.o cuanto la medicina supo aconsejar se ensayÓ su- propuso. AI principio no quiso accecler, pero luego,
cesivamente: aguas minerales, hidroterapia y todo lo inquieta por su negativa, quiso partir'. Espantado en-
demás que pedía su estado. tonces Mr. de Tinseau clel proyecto que había conce-
EI mal, sin embargo, iba en aumento' y tlesde antes bitlo, la hizo ver, para que desistiera, los peligros cle
rie 1870 ya no quedaba cie la inteligente joven de die- un viaje tan largo y penoso en medio de tanta aglo-
cisiebe años más qüe una ruína sin esperanza' un meración de gente. Consultado eI médico, declaró que
busto encorvailo, un estómago é intestinos casi sin era la írltima de las impruclencias, y que la enferma
funcionar, unos brazos casi inmóviles, piernas muer- moriría irremisiblemente antes cle llegar á Lourdes.
t¿s. insensibles aún á las picaduras. Lln médico amigo La resolución de }laría, sin embargo, era irrevocable,
rle la fanilia procuraba evitarse la tristeza de visi- y su confianza entera y comunicativa, de tal suerte
tarl¿. diciendo: .,Nada queda por hacer." que á todos rinrlió á su determinación, y anunció á
344 crENTo OTNCUENTA Mrrraenos DE NUESTTia s¡ñon¡. DE rrouRDES 345

su director y al cura de la triarroquia que eI domingo delanbe de la verja. IJna persona conocida suya tenía
próximo comulgaría en la iglesiar )' Que el cura porlría ,un paraguas encima de su cabeza. La Srta. de Tin-
predicar eI milagro tle su curación. seau quería bañarse en la piscina, pero ésta se en-
Sus padres, un cura amigo de la familia y un sir- contraba ocupada. La verja estaba cerrad.a totlavía.
viente cle confianza Ia acompañaron. Sus dolores fue- Buscaron al guardián para que la abriese. y así poner
lon continuos; no lo ocultaba y decía: ,,Sufro horri- á la enferma en lugar abrigado bajo la roca. Llegó y
blemente, pero en L,ourdes seré curada." Su estatlo abrió...
inspiraba compasión á todos los peregrinos cada vez En este momettto dos pensamientos cotrtrat'ios como
que tenía que cambiar de vagón. Los empleados de un flujo y reflujo violento llevaron en sentido opuesto
Ias estaciones la prestaban su ayuda, pues ella toclo el alma de la piadosa joven. Quería levantarse y an-
lo que podía era dejarse llevar. Esta angustia tluró dar en segnida, pero n0 se atrevía á hacer la prueba;
todo el viaje, por espacio de dos días y una noche. nna confianza inmensa Ia empujaba, un temor inven-
Mas ¡ay ! la llegada á Lourdes iba á prolongarla. cible la encadenaba.
Eran las diez ile la noche. Numerosos peregrinos cle Abierta la puerta ile la verja. los padres se agacha-
Rennes y de l{imes habían ocuparlo todos los depar- r0rr para coger la silla y let'autarla con Ia enferma;
tamentos cómoclos, ¡'fueron menester dos horas para pero ésta, en cuya alma acababa tle cesar la lucha
hallar nn granero, dontle Ia instalaron con bastante predominanclo la fe, exclamó: r;Dsj¿¿, dejad, que yo
trabajo. entraré sóla.'r Y se levantó, entró, siguió andand.o con
Había pasado el tiernpo de esta lalga espera en el firmeza y se postró mirando hacia el nicho de Ia ima-
interior tle un coche. La esperanza de su curación la gen tle l\Iaría.
sostenía. Tendida por fin en su canlaT aplicó sobre sus Sus padres se aceleraron y postralon igualmente,
niembros unos lienzos empapados en agua de la Gru- y después de un instante ¡'puesta en pie, Ia enferma
ta. l{o viniéndole el sueiro, las horas tle aquella noche exclamó ¡ a ¡Estoj curada ! nfagni/ícat !,,
fueron d.olorosas para st alma. Tuvo que sostener una Sus pailres Ia ¿rbrazaron, Iloraron y la estrecltaron
especie de agonía de tlesconflanza y cle dnda, pero su entre sus brazos.
es¡is¡¿¡2o se afirmó cle nuevo por la mañana cuantlo Los peregrinos que estaban fuera d.e la velja. aper-
[,i1rtió en coche á la Gruta, en unión de las personas cibiénclose de lo que pasaba, se agitaban ¡' r'ebullían
,1ue la acompañaban. para ver Io que acontecía en eI interior. De todos la-
Ela el 8 cle Octubre cle 1873. La lluvia caía en dos llamaban á la ¿fortunacla joven, queriendo contem-
i'.1 '.ru 1,,.n,-.t,.. ¡- el suelo de la Gruta estaba lleno de lo- plarla de cel'ca, ) le clabau la inano. ¡'le hacían tocar
,.1 r, S¡1i¡1¡,-'¡ ¡í. Ia eufertn¿r, y la colocaron en una silla ros¿rios. T,a noticia había llegado hasta la iglesia, y
346 crENTo CTNCUENTA lrrrracnos DE NUESTRA SI]NORA DE ITOUR,DES ,):t I

los peregrinos se amotinaban delante de la Gruta da sintió en seguida que sus miembros recobraban uu
para ver á la Srta. de Tinseau, pero n0 lo lograban poco de vida; al terminar el dÍa estaba curada también.
toclos, y gritaban que se mostrara. Sube al fin sobre La Srta. de Tinseau quiso por úliimo subir á la ca-
una silla. Aquí y allá se oye entonar el nlagnifr,cat; pilla para ir á comulgar, y se fué sin zapatos, porque
pero la emoción, demasiado viva y desordenada, no al salir de su casa no habí¿ pensaclo en tomarlos, pues-
permitía cantar de consuno á los circunstantes. Se to que hacía mucho tiempo le eran inútiles. La mu-
gritaba u¡Viva }faría!,' y la Srta. de Tinseau, que chedumbre le hizo un nolesto cortejo. Se precipitaban
tenía grande yeneración al Papa y había orado ince- para acercalse á ella, tomarle las manos, abrazarla,
santemente por é1, exclamó¡ ,,¡Viva Pío IXlr cuy&s tocarla á lo menos, verla de cerca. Su sombrero se
aclamaciones se repetían y cruzaban. perdió en este barullo, y sus cabellos tlesgreñaclos le
al señor Obispo tle Saint-
Comunicaron la noticia caíart sobre la cara; hasta que al fin se estableció una
Dié (1) que presiclía la peregrinación, rliciéndole: doble hilera para que putliese entrar en la iglesia.
,,Acaba de ser curacla una persoira en la Clruta.-¿Es Comulgó y la entraron en la sacristía, y ocultándola
acaso la Srt¿. de Tinseau?" exclamó conmoviclo, y fué á los extremos ternibles de la multitud, por la Clipta
allá en seguidtr. Bajo la lluvia y atr¿yesanclo eon se clirigió á la casa de los Misioneros, descansanclo
gran clificultad la, mucheitumbre confusa y alborotada allí algunas horas de estas inauclitas emociones.
en la exa,ltaciór en que la había puesto la ¡rresencia Se ciurmiír, y al despertar', Ios recuerclos de Ia ma-
cle lo sobrenatural, fué á reconocer á la Srta. tle Tin- ñana le parecían un sueñ01 pelo y¿ tranquila y serena,
seau, se enterneció, feliciló á sus patlres; y no pu- se dió cuenta de tor1o, obserr'ó sus miembros uno á uno,
dientlo contener la efusión de sn alma, se dirigió á la é ltizo ensayos de ia nuev¿'r virla que se le había tlado,
mulliturl é hizo crecel la emoción pitliendo amor eter- sin encontrar tlolor ningnno en su cuerpo, y sí un bien-
no á l¿ Santísima Yirgen. estar completo. Palpó el lugar de su habitual sufri-
IJna joven proceclente cle la diócesis rle Coutances mieuto, la espina doi'sal, y lo encontró en perfecto es-
acababa de bañarse en la piscina. Hacía siete años tatlo. Al bajar tle l¿1, cain¿ se puso á anclar, subió so-
que 1]o anclaba. La llevaron á lir Grula, y su padre dijc bre las sillas, y segura al fln de una curación cornple-
ii Ia joven t1e Tinsea"u: uSeñorila, tome \'. á mi hija; ta, recouociéndose apenas á sí niism¿r , ententecirla y
al,:áucenos Y. su curación., l¿ Srta. tle Tinseau la dichosa cogió su los¿rrio y dió gracias á la Yirgeu In-
t,,rrii,eu sus brazos,0r¿11'0n juntas, yla joven norrnan- maculad,a.
Apenas salió, Ias felicitaciones la persiguieron de
, I \f r.: rlt,.erot. que después {ue arzobispo de Lyon y car-
nuevo, besaban sus m¿nos, le hacíau firnar estampas,
,i:-i r,. su marcha era un triunfo.
348 crENTo cINCUENTA trrrraGn,os DE NUESTRA spñon¡. IE r,ouRDES 319
Al día siguiente la Srba. cle Tinseau, fuerbe y alegre, Virgen Inmaculacla, alegría de su alma , y á la rez
eniprenclió su viaje de vuelta con los peregrinos tlel médico y segunda }fadre de su cuerpo. Llevaba los
Franco-Condado. En la estación de Cette, Ios emplea- colores de llaría, y bajo estos colores que lo referían
tlos que h¿r,bían ayuclado á cambiarla de vagón se pre- tod.o, una excelente salud y un perfecto bienestar. Lo
que ha pasado en su alma en estrr seguntla peregrina-
sentar'on de nuevo para hacer eI mismo servicio. De-
lante de ellos saltó á tierra con admiracion de los mis- ción sólo lo saben la Virgen María y ella; lo que nos-
m0s.
otros sabemos es qre su dicha fué grantle.
La peregrinación se detuvo en Lyon para visitar á Esta será la última que gozar'á en la santa Gruta.
Nttestra Señor¿ de Fourviéres, y al tiempo tle partir Ya dijimos que sólo deseaba su curación para hacerse
un gentío inmenso había invadido la estación para c0- carmelita. La Virgen le ha daclo Ia salud en Lourrles,
nocerla, felicitarla 1' pedirle sus oraciones. y ella va á d¿rr su virla á la Yirgen en el Carmelo.
En todas partes fué mostraudo el milagro de su cu- Su Írltima visita antes cle clejar el munilo, quiso la
ración, y en particular en la iglesia rlel pueblo el do- Srta. de 'finseau hacerl¿ á Nuestra Señora ile Lour-
des, desde cnya Gr.uta, sin volver á pasar por la casa
mingo siguiente á su vuelta. como lo había anunciailo
de campo de sus paclres, debería dirigirse aI moltas-
á su párroco . La Eentuinr: religiattse dc
^9aint-Claude terio del Monte Carmelo tle Lons-le-Saulnier, con áni-
ha referido su peregrinación de acción de gracias á
mo de no salir jamás de é1.
Nuestra Señora de Mont-Rollancl, á donde sus anti-
guas amigas habían ido á esperarla. Su mailre la acompañaba y hablaba con gozo de la
Todo eI X'ranco-Condatlo ha sabido la maravillosa vocación de su hija y tle su próxima separación, para
Ia cual se mostraba con valor. pensantlo en el terrible
curación. La f¿milia de Tinseau goza allí de una re-
putación muy clistinguida; Itr. de Tinseau había sido día de esta separación que se ib¿-¡ acercando, lloraba
como madre y sonreía como cristiana en presencia ile
en otro tiempo consejero general de su departamento.
su noble hija, que la Virgen le había devuelto un ins-
EI efecto fué inmenso en los ánimos. Los periódicos
tante para volvérsela á tomar para siempre. Compren-
sisternáticamente hostiles no quisieron dat' crédito;
pero la curación repentina y persistente era un suceso día la felicidad de su hija y la gloria que ella como
matlre telrÍa.
l,alpable, y su explicación por motivos natur¿les era
,rontlal'ia á la razón. Los pueblos han creído eI mila- Transcribimos á continuación lo que la Srta. de
Tinseau escribía á Lourcles en el mes de Julio: .,EI
sr','. ,lel cual resultó mayor respeto á las cosas santas
r r'.'.urÉnto cle confi.anza en la San|ísima Yirgen. 25 ilel corriente debo recibir el santo hábito. Solicito
l-l 12 ,le lla¡-o últirno Ia Srta. de Tinseau vino nue- humiklemente con este motivo oraciones á Nuestra
1'-1:..:::: ti L,rurdes á clar gracias á su Bienhechora la Señora de Lourdes que se rlignó el B cle Octubre últi-
350 CIENTO CINCIIENTA MII]AGROS DE NUESTBA srñon¡, DE r,ouRDES 351
m0 darme las gracias fisicas, y eI24 cle Mayo las gra-
cias espirituales de que tenía yo necesitlad para se-
guir mi santa vocación.
,,Deseo igualmente que mi entrada en el Carmelo
sea referida en los Annales,.no por mí, que debo y XVII.
quiero ser olvidada y tlesconocitla, sino para que se
sepa bien que l.{uestro Señor no hace cosas tan gran- Curación súbita rle una joven enferma, referiila por
des por un interés temporal, sino para gloria suya y su métlico. (Lourtles, S tle 0ctubre de lgZB)
bien rle las almas.,,
El mismo dia 8 de Octubre de i873, la Santisima Virgen hacia
brillar en la piscina de Lourdes su poder y misericordia sobre
otra joven llamada María poirier, de Sant_Aubin de.ferregate,
en la diócesis de Coutances. Ei Dr. Cochet, médico de la men_
cionada María, es quien contestando á la súplica de las Autori_
dades eclesiásticas ha hecho, previa_s las más serias investiga_
ciones, la relación del suceso. He aqui como se expresa:

Señor Cura;
Me hace \¡. el honor de pedir en nombre rlel ilus-
trísimo señor Obispo mi opinión bajo el punto de vista
medical y científico acerca de la curación extr¿ordi-
naria acontecida en la persona de María poirier el g
de este mes. Con el objeto rle motivar bien esta apre-
ciación, se hace necesario que y0 entre en algunas ef.
plicaciones sobre las circunstancias que han precetlido
y acompañado este acontecimiento.
En Abril de 1866 María Poirier, que á la sazón con-
taba quince años, de temperamento linfático y cous-
titución muy rlelicada, fué atacada de una angina ton-
silaria seguida de una fiebre tifoidea. En el transcurso
ile la larga duración cle ésta, la enferma tomó la cos-
tumbre de encorvarse, enroscándose sobre sí misrna,
352 CIINTO CINCUENTA MILAGROS DE NUESTna snñonl DE LoURDES 359
de rnanera, que cuanilo después de muchas semanas formadas se había hecho imposible, y no pudiendo no-
vino la convalecencia, reconocieron que los miembros verse la enferma debía ser transportada por otra per-
inferiores estaban fuertemente encorvaclos, las pier'- sona todas las veces que le era necesario cambiar
nas sobre los muslos y éstos sobre Ia parte superior de lugar y aun deposición. La s¿lucl general habÍasu-
del tronco. Tal es ei origen de la enfermedad que sufrido mucho con semejante estado. Incesantes y agu-
acaba de sel curada ile una manel'a sorprend,ente. dos dolores del esternón fatigaban día y noche á la
tina medicación apropiada establecí entonces para enferma, y los vómitos frecnentes comprometíau gr¿t
remediar semejante estado tle cosas. Como no existía venente la nutrición. Así, la clebilidad y la flaqneza
anquilosis, sino simplemente una retracciÓn de los eran extremas, y Ia voz estaba casi apagaila.
tenilones flexores, me limité á aconsejar á la familia En este estado de salud emprendió el 5 de Octubre
eI empleo de algunos medios sencillos, que aplicados' su viaje á Lonrcles, á tlonde llegó el Z ; y la nairana
ilefectuosamente no dieron resultaclo alguno, y el mal siguiente la, enferma fué conducida á la piscina, en
hizo tales progresos, qne ett 1867 no era posible com- la que sufrió tres inmersiones rápitlas y consecutivas,
batirlo eficazmente, á no ser con los medios oltopédi- sumergiénclola en el agua ha,sta el cuello en cacla una
cos inaplicables en el campo, ó mediante operaciones ile ellas, y sin que sintiese, colno ella decía, ninguna
quirÍrrgicas que no fneron aceptarlas. ili cambio de re- sensación de frí0, sino mu¡' al contrario, cierto bien*
sidencia, que tuvo lugat' en 1868, me hizo pertler de estar no acostnrnbrado, que atribuye á la desapa-
vista á la enferma, ile quien ya no había oído h¿blar rición sÍrbita cle sus dolores cle pecho. Llevada á l¿r,
sino hasta estos días. Gruta, estaba allí sentarl¿r hacía cinco ó c'liez minutos
Según el deseo de V., el20 de este mes fttí á ver sobre un asiento, cuyo travesaño anterior sostenía sus
á la joven Poirier, á fln de juzgar por mí mismo su talones, cuanrlo ¿rdvittieron que éstos dejaban su apo-
estado actual y tomar de ella y de su familia todos y0, que bajaban hacia el snelo, y qüe en las pier-
los datos que me son necesarios para funtlar mi opi- nas y muslos se obraba un movimiento cle extensióu.
nión. La joven, que afirma no tener conciencia de lo que
De las declaraciones que se me han proporcionado, pasaba en ella en este nomento, declara, sin embar-
result¿ que después de la asistencia que yo le tli en go, iraber sentido repentinanente un vivo dolor en las
1867, su situación fué cada vez más deplorable. Los dos rodillas, sobre las cnales un movimiento instintir-o
miembros inferiores se hallaban tan encorvados, qtte le hizo llev¿rl las rnanos, c0ln0para ayuilar ¿1 Ia exten-
ias rodillas las tenía sobre el pecho, y los talones en sión que se protlucítr. Cayó de rodillas, y rlespués de
ciert,r nodo inmovilizados sobre las caileras. La sepa- haber queilaclo algnuos instautes en est¿r postura, se
r¿,:ii,u ,ie lo-s ángnlos articulares en las regiones de- levantó tle nuevo y clió sola clos ó tres pasos, hasta el
354 CIEIiTO CINCUENTA MII¡AGR'OS DE NUESTIia snñon¡" DE rrouRDES .ln¡)
m0mentO en que su madre se presentó para sostener- darme cuenta exacta ;r rigurosa del estado de los írr-
la. Totlo esto fué cuestión cle algunos minutos sola- ganos en aquel momento. pero la objeción pierde todo
mente. su valor si se recuerda que desde 1g6Z había yo en_
tina erosión superficial se había producialo en la piel contrado á la enferma ett un estado muy comprome_
de los jarretes en eI momento etr que éstos se entlere- tido, y que, según los informes emanados de ella mis_
zab¿n. Tal es la relaciÓn que me ha sido hecha tle las ma y de los que la rodean, su enfermeclad no había
circunstancias qtre concurlieron en el momento de cesado de agravarse hasta el momento de la curación.
la cur¿ción. Por otra parte, los hechos d.e este género no care_
Para completar esta nalraciÓn airadiré que eI Iu- cen de ejemplo en la ciencia. y puede uno afirmar sin
nes 20 de Octubre, doce días después de los sucesos temeridad, iliscurriendo por analogía, que al cabo de
expuestos más arriba, encontré á Ia joven Poirier en siete años las modificaciones que siguen se habían
el siguiente estado de salud: producido necesariamente en el estatlo anatómico de
Su fisonomía, salvo un p0c0 de palidez, respira sa- los órganos lesionados: retracción y rigidez extrema
lud y apenas acusa algunas señales de sus sufrimien- tle los tendones, de las aponeurosis y otros tejidos
tos pasados; los vómitos han cesado; el apetito es fibrosos; adherencias íntimas de los tenclones con sus
excelente, y las fuerzas rellacen. En los miembros fundas y rle éstas con los tejidos limítrofes; endure_
inferiores se comprueba la curación cornpleta ile las cimiento y retracción del tejido celular y rle la piel;
erosiones de los jarretes, la integridad de los tentlo- atrofla de los múscrlos, sequedad ¡. rigidez de las su_
nes en su conbinuidail, un cierto gracto tle rigitlez en perficies articulares. etc., etc.
los que limitan de catla lado los huecos de las corvas' Y daclos estos antecedentes, ¿es posible explicar por
Los músculos de Ias piernas y de los muslos han su- Ios cálculos ordinarios de la ciencia, la curación de
frido un cierto grado de atrofia; los movimientos ile una enfermedad semejante y de tales lesiones, cuando
extensión y de flexión han recobrad'o tocla su libertatl; esta curación ha sobrevenido instantáneamente y sin
la marcha no es dolorosa' pero sí un poco vacilante é el empleo de ninguna prescripción medical?
incierta. En resumen, esta joven me pal'ece casi com- Es incontestable que semejante estado podía curar_
pletamente curad.a de su larga y dolorosa enfermedad. se, pero á condición de que se hubieran puesto en uso
Antes cle llegar al objeto especi¿l de esta observa- los medios medicamentales usatlos en par.ecido caso.
e ión. debo confesar que existe ttn d,csiclcratunt' impot' Pero aquí no ha habido medicación, pues tal nombre
t¿1Dte en la historia de la observaciÓn medical que no puede darse á la inmersión en la piscina. para ser
preúede. )' es que no habientlo visto yo á la joven en- efi.caz.la hidroterapia exige otras aplicaciones yotras
¡'erma antes cle su partida para Loulrles, no he potlitlo lentiturles. ¿Podría argüírse de no sé qué sobreexci_
356 CiENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NUESTBA spñon¿, DE rrouRDES 3-DT
tación moral? Esto no sería propio, pues por enérgica
que sea la voluntad no podría clevolver en unos cuan-
tos minutos su rectitutl á miembros contraídos tlurante
siete años. De todo lo cual ded.uzco, salva mi incapa-
citlati, que la curación tle María Poirier está comple- XVIII
tamente fuera ilel alcance y tle las reglas de la ciencia,
y que es preciso buscar Ia explicaciún de este hecho Ailmirable curación tle sor Sofía, tle Nimes. (L,our-
extraordinario fuera cle las Ieyes de Ia rnedicina. iles, 12 tle Octubre ile 18?3)
, Ruego á V. acepte, señor cura, la respetuosa se-
guridad de los distinguidos sentimientos con que ten- A principios de 1874 la reverenda Madre Superiora general
go el honor tle ser su afectísim" n"-:::;.r']tu"' de las Religiosas de la Caridad de Besangon, escribió á su Con-
gregación la siguiente circular:

uMis muy queridas Hermanas:


. Avranches,2T de Octubre de {873.
,,Al empezar esbe año vengo á participaros el favor
Los A nnales tLc LourcLes, rlue insertaron esta relación tan sen- insigne con que se ha dignado honrar Nuestra Señora
cilla como concluyente en Noviembre de 1876, es decir, más de de Lourtles á nuestra Comunidad en la persona de
tres años después de la milagrosa curación, añaden:
nuestra querida sor Sofía.
uPrescindo rlescribiros todos los sufrimientos por
El señor Cura de Saint-Aubín nos escribe el 12 tle
los que ha pasado nuestra muy amad.a Hermana en el
Noviembre que la Srta. l\Iaría Poirier goza de per-
espacio de tres meses; aquellas de entre vosotras que
fecta salud. Desde su curación, la estatua de Nues-
pudieran ignorarlos toclavía, podrán informarse por la
tra Señora de Lourtles ocupa un lugar en todas las
narración que va á seguir. Sin embargo, queridas Hi-
iglesias de la comarca.
jas, permiticlme os haga observar una cosa que me
parece providencial, y es muy propia para excitar
nuestro agradecimiento á María. Ya sabéis que des-
pués de la segunda novena hecha á Nuestra Señora
de Lourdes por la intención de nuestra querida en-
ferma las crisis habían cesaclo, X Que: gracias á este
primer favor, pudimos pasar sin ninguna zozobra los
ocho tlías de ejercicios; pero ninguna de vosotras ha
t
I
t
358 crENTo crNCuENra Mrr,aen,os DE NUESTRA snÑon¡. DE r,ouRDES :Já!l

poclido olvicl¿r la triste tarde del 22 d,e Septiembre, nada; y hoy que no cabe ya duüa alguna sobre la per-
en lrr que después tle la instrucción que rlebía poner fecta curación cle nuestra muy amad.a Hermana, tengo
fin á nuestros piadosos ejercicios, sor Sofia fué aco- el gusto tle clue participéis de la satisfacción que yo
metida de aullídos y convulsiones tan horribles, que siento, y deciros que en memoria de una gracia tan
varias Hermanas, con tan fuertes sensaciones, caye- grande hemos agregado al nombre de nuestra queritla
ron enfermas. ¿;No es }Iaría quien quiso fuerais testi- Hermana el cle su Bienhechor¿; y así en aclelante bajo
gos de lo que tenía de aflictivo tan triste enfermedad, el nombre de llaría Sofía desiglaremos á la que ha siclo
á fin tle que nuestro unánime agradecirniento pudiera objeto de los favores clel cielo.
igualar la grandeza clel beneficio que hemos recibitlo ? ,, Ojalá, queridas Hermanas, este ejemplo tle la pro-
¡
No olviclemos tampoco, quericlas Hermanas, que bajo tección de Marí¿ sea para vuestros corazones un p0-
el tíiulo de fnmaculacla Cloncepción es como se invoca deroso estímulo, y aumente de un modo especial vues-
á Nuestra Señora deLourcles, privilegio con que siem- tra conf.anz¿ en esta tierna l{adre ! Y como el agra-
pre ha siclo honrada entre nosotros, puesto que aun decimiento atrae nuevos beneflcios, hagamos subir
antes de la proclamación del tlogma cle Ia Inmaculatla hacia el trono cle nfaría el himno del nnestro, que será
Concepción, nuestra Comuniclacl estaba obligada por para nosotros la prencla tle uueYos favores.
voto á honrar á esba buena M¿rdre bajo este título" *Recibid, queriilas Hertlanas, ia seguridad de mi
Por esto, pues, cleseo que cacla airo, clurante Ia octava afectuosa atlhesión en Nuestro Seiror.
de la Inm¿rcularla Concepción, añadáis á las intencio- ,,YLlestta ¿-Lfectuosa \Iarlre,
nes generales enunciadas en el voto, la de dar gracias
.,Son N¡ncrorrrNn. t1
á MarÍa por el insigne favor que se ha dignatlo otor-
garn0s.
,,Nuestro deseo es ver colrservaclas estas líneas en Sor Sofia, irovicia de las Religiosas de la Caridatl
cada establecimiento, como memorial que repila en lo de Besanqon, establecidas en Nimes' fué atacacla eI
futuro los ecos ile nuestra viva grabitud hacia Aquella 25 de Julio en Ia casa de Rochefort, en donde tenía
que Mons. Cart, nuestro amad.o fuuclador en Nimes, el cargo de seguncla maestra, de una temible enfer'-
nos dió por Maclre y por Patrona. medacl Il¿macla por ltr meclicina dt:lttio da lo.t lrti-¡'tt-
,,TaI vez hallaréis, queridas Hermanas, un poco da'rcs (I').
tartlíos los acentos de nuestro coraz'otl por haberos ya
infblmarlo la voz pírblica lo que yo 0s anuncio; pero en (1) Si se consicleran solamcnte los -qíntomas e\leriores, el de-
lirio los l¿rclradores es unii especie de rabia nerviosa que ha-
cle
un hecho cle esta naturaleza y según la opinión cle los ce dar aulliclos serne.ianie-c á los liri.lridos del perro, cu-vas con-
méi]ic,,,s. heuros creído deber esperar y n0 precipital vul-"iones se palecen ii la: de ulr il.iceso de luror''
360 crnNro crNcunNra rrrr,acnos DE NUESTRA s¡Nona DE rroul,Drs 361
Tres médicos experimentatlos, llamad.os sucesiva- Entre tanto la pobre enferma pedía á grandes gri-
mente para asistir á la enferma, vieron infructuosos tos Ia llevar¿n á Lourdes. Por fin, ante sus reitera-
los esfuerzos del arte: pociones calmantes, remedios das instancias, á pesar de las clificultacles previstas en
enérgicos, fuertes emociones, ruídos súbitos, sangui- el curso del viaje, se accedió á sus deseos, y el 11 de
juelas, baños de agua fría, tluchas, etc., totlo se em- Octubre sor Sofía, acompañada de su antigua Supe-
ltleó y todo fué inútil. El mal, err yez de disminuir, se riora, parbía en eI tren cle las once lrara el Santuario
agravaba diariamente. venerado.
l{os¿biendo Ia Super:iora qué hacer, llevó á Ia no- El viaje firé de lo más penoso; las crisis. casi conti-
vicia á Nirnes el 13 de Agosto. El estado de la enfer- nuas. En Cette se deluvieron para descansar en casa
ma era entonces tau deplorable. que hacía llorar á tle un primo de la enferma, eI Dr. Dumas, quien ha-
cuantos la veían; las crisis eran tan violentas, que va- biéndola reconocido obserr'ó fenómenos de la última
rias veces se creyó iba á expirar. gravetlatl, ¡. declaró que si su pariente sobrevir'ía á
El médico rle Ia Comunidad Mr. Puech, uno de los sus ataques queclaría paralítica.
tloctores más reputados de l¿r ciudad. desplegó en esta Cuando llegaron delan[e tle Ia Gruta cle la Aparición,
circunstancia torlos los recursos cle su habiliclad y de los accesos habían tomado proporciones tan ¿larman-
su abnegación. I)os veces, en el espacio de un mes, tes, que la pobre Hermana parecía tocar á su fin. AI
cesaron las crisis, sin que por esto clesapareciera el verla, un grito cle conpasión se escapó de la boca cle
principio del mal, sienclo cosa digna de notarse que toclos los peregrinos. Cuanrlo se dirigieron hacia Ia
acoutecía esto en el momento en que las Herm¿nas co- piscina, el P¿dre Director no pudo menos de decir,
rnenzaban por la enferma una novena á l{uestra Se- 1r pe-rar de su confl¿nzir en }larí¿. que la enferma eslaba
itora de Lourcles. Esta coincidencia, que se repitió dos demasiado mal para ser bañada en agua fría. ,,1¿ hs
yeces, hacía presumir la intervención divina; sin em- conclucido aquí, contestó la Superiola en un írnpetu
bargo, como se empleaban al mismo tiempo reinedios de fe, par:a que la Santísima \rirgen la cure, ¡' si no
enérgicos, la curación podía ser atribuída á su efi- es esa su voluntad, que se la ller.e. u Pero lf¿irí¿ no
c¿rcia. quería llevilrsela, antes quería con un nuevo prodigio
Repitiéronse tercera vez los accesos, pero en esta utostrar su porler ¡. su l-,ondad; quería curarl¿. Pero
{,casióu cot} un nuevo grado ile intensidad ¡'cle violen- callémoncs ¡. rlejeinos hatrlar á la misna Su¡rer.iora,
r:ia: r- á pesar tle los esfuerzos del doctor, el maltornó testigo tle este milagro. -\1 ¡.[ía siguiente esclibía á la
trl ar'áctet' d.e encarnizamiento caprichoso que fué Superiora Gener¡.l cl-e su Cornuuirl¿tl :

I'rr:i:,i:usIenLler los remedios practicados hasta este


dirl ,:,,u r.l-^irn éxito.
362 CIENTO CINCUENTA MII]AGROS DE ÑUESTRA SENOBA DE IJOURDES 363
Curada el 12 de Octubre, hacia las seis de Ia tartle,
(
¡Viva Illaría Inmaculada !
sor SofÍa ha continuado bien; desempeña una clase en
lubre cle
uno de nuestros establecimientos: nada existe que
<De la Sunta Gruta, l3 de Oe 1873.
puetla recorilar la terrible enfermedad cuyos terri-
uMi muy digna Madre: bles dolores ha soportado esta buena Hermana du-
uMi mano tiembla, mi corazón late con violencia y rante tres meses.
mis ojos se llenan de dulces lágrimas. ¡Que Dios sea' ¡Gloria, pues,á llaría, que n0 cesa tle hacer brillar
sobre la tierra su. poder y su amor ! (1).
bendito, y María proclamada una vez más Ia Consola-
ilora de los afligidos!... Sor SofÍa ha tenido fuertes
(l) \reanse en lo,c comprobantes, n,u 16, los certificado-q de los
crisis en el camino. Cuando llegó á la Gruta arrancÓ m ódi cos.
lágrimas de los ojos á los numerosos peregrinos que
altí había. Todos se pttsieron en oración suplicando á
María la mirase con ojos de misericordia, haciendo en
su favor una gracia insigne. La bañé en la piscina sa-
iudable, y llarÍa hizo eI milagro. Apenas había estado
unos minutos en el agua, cuando Ia enfelma empez\ ér
gritar en un éxtasis de felicidad: ,,¡Estoy curada!':
uDe vtrelta á Ia Gruta, rezó en voz alt¿ el lTcmo-
rore, y la multitud, enajenada de entusiasmo, entonÓ
el Magni.j,cat.
uA las siete tomó un buen potaje en la cas¿r de los
Padres, y á las ocho cenó. H¿cía mucho tiempo tlue
la enferma no tomaba ningirn alimento.
,,Yolvemos de Ia capilla, en donde nuestra amada
Hermana ha recibido Ia Santa Comunión y oítlo dos
IIisas. Ila almorzado con buen apetito.
',Los demás pormenores los sabrá bien pronto.
"Sn respet*osa hija,
uson H...

c;\ira llaría! Aquí está el cielo. ¡Oh, qué dichal"


36+ CIENTO CINCUENTA ITIIJAGR,OS
DE NUxsrRA spñonl DE r,ouRDES 3ri5
ya V. á Lourdes; todos los demás remedios son im-
potentes: n0 será \r. curada sino por un milagro.',
Rosalía recurrió á Nuestra Señora ile Lourdes. Du-
rante cerca de dos años lavóse el brazo con agua de
XIX la Gruta, y apelas acababa ulla novetta cuanilo em-
pezaba otra, sin obtener el milagro.
Oonmovedora curación tle una sirvienta bretona, en Entre tanto la Sra. Pastluier ib¿ de mal en peor.
R,ennes, el 8 ile Diciembre tle 1873 La gangrena se había cleclarado; el fin se le acelcaba.
EI 6 de Diciembre de 1873, las dos cristianas ha-
blaban del cielo: .,IIi pobre Rosalía, yo pediré á Dios
Rosalía Rabot. de PleLrrqui (Ille-et-Vilaine), entrÓ
que te lleve ¿llá conmigo.-IIi buena señora, mi lu-
á servir en 1841, á la edad. de quince años, en casa
de la Sra. Pasquier, calle de París, n.o 2I, en Ren-
gar no sería como el de V.; mi purgatorio no lo he
pasatlo afin.-¡Ah! \i. gana el cielo asistiéndome.--
nes. La dueira v la criada. mtty cristianas ambas, se
ligaron con la amistad cristiana que une las clases sin
Con todo eso, y0 no podría estar cerca de Y., por-
que V. sufre mucho más qne yo.-¡Ah, Rosalía, po-
confundirlas.
En 1850 la Sra. Pasquier, ya de edatl aYanzacla, bre hija mía, cuánlos servicios me prestaV.!...,' Yla
buena señora se puso á llorar.
fué atacada de gota, viénrlose en la necesidad de guar-
sPeror señora, replicó la fiel criada, yo no hago
dar consbantemente la cama ír eI sofá por estar inca-
pacitada para andar. Rosalía se consagró con cariño más que mi cleber... Si Dios llama á V. para sí, pí-
dale la curación c1e mi nano por Nuestra Señola de
al servicio cle su ana, 1' en esta ocupación empezÓ á
sufrir de anquilosis en un dedo de la mano derecha, Lourdes.-Sí, Rosalía, tenga \r. coufianza: esté se-
que luego se extendió á Ia mano y á los tiemás detlos,
gura qüe la Santísinia Virgen Ia cnrará.
"
excepto el pulgar, y en fin todo eI brazo perdiÓ el mo-
Al día siguiente, domingo 7, al ir Rosalía á Misa
abrazl á su buena ama, y á su regreso de la iglesia la
vimiento hasta eI hombro. La pobre joven sufría cruel-
encontró agonizand.o: asistióla c0m0 un sacerclote. co-
mente, sintiendo un fuego interior en la medula del
mo una Hermana de la Oaridacl.
brazo paralizado.
El priner rnédico del hospital' que se interesaba Muerta sn ama, y clespués de tributar al cuerpo los
nucho por ella, la prodigó todos sus cnidados y con- últimos clebeles cle la pierlacl filial, Rosalía sintió nn
sLrlti, á r.arios cle sus colegas. Se empleó la morfina,
peclueño movimiento en la falanje del cleclo rlel cora-
lir rir:r-:tricicltrrl y los sedales en el brazo; todo fué zón, pero su pena le impidió fijar en él la atención.
inútil. L-n,-r tle estos mérlicos la di.lo en 1851: ,,\¡a- La fiel sirvienta acompañó ¿i sn señora al cemente-
366 CIENTO CINCUENTA IIIITAGIiOS

rio, v al eltrar de nuevo en la habitación yacÍa se


echó con rlolor penetrante sobre el sofá en que había
cuidado á su ana durante doce años. Ahora, hela ahí
sola en este mnndo.
Maquinalmente se quitó Rosalía el guante de su
niano enferma, ¡' sin apercibirse de ello Ia cerró des-
pués cle haberla tenido anquilosada hacía tres atlos y AÑo DE 187 .t
medio. Los dedos. la rnano" eI brazo, totlo lo ntovía
sin trabajo, todo sufrimiento irabía desaparecitlo; I' la Un niño de Madagascar.-Sor María Catalina,-José Schmidt.
Seydel.- La Srta. de Margerie,- La señora
piailosa joven al apercibirse cle esto se puso de rodi- -Paulina
Mallet de Arnal.- Sor María Bernard rna. - La señorrta
llas exclamantlo: ,,¡Oh María. servidme de Matlre !" de Fontenay.- La Srta. María Labonne.- La señorita
Al día siguiente Rosalía fué á r.er ¿l métlico que le Lesbroussard.- Teresina Boudín.- Sor [\4aría Gabriel.-
La Sra, Filipo van Oost.-La Srta. Celestirra Bon.-Juana
había aconsejarlo fuese á Lourcles. El Dr. Baudouin Holagray.- La Srta. Octavia Fabry.- La Srta. de Rothia-
cogió la mano. la examinó con ctticlaclo y exclamír: ,,Ira cob.- Teresa Verstracte.
Santísina Virgen ha tenido pietlacl d,e \i. "
Otro rnédico que también la había asistitlo ¡"la ha- I
bía cleclarado incurable. preguntó al visitar á un en-
fermo: ,,¿Es cierto que ha curaclo Rosalía?-Sí.- Curación instantánea tle un niño que se moría, en
Pues no he sido yo ni la,l'ur:ulto.d n¡lrlit'a los que Mailagascar. (Enero de l8?4)
hemos hecho eso..."
El 11 de Diciembre, este mismo Doctor viendo ír, El 3 rle Diciembre de 187iJel I'ido. P. Lanzilli, de Ia t)ompañÍa
Rosalía le tomíi la mano, y haciéndolamovet en toclos de Jesús, enviaba desde Yals al Su¡rerior de los Nlisioneros de
sentidos, decía: *Cómo hasido ello no lo sé; lo que sé lourdes el ext¡acto de la carta siguiente que acababa de recibir
de la Misión de \4adagascar.
es que Dios es quien ha curado esta mano.''
El 8 de Septiembre de 1875 la piadosa sirvienta <Tananarive.5 de Febrero de ,l874.
vino á Ia Gmta con la peregrinación de Rennes á tlar
gracias á Dios y á la Virgen Inmacularla. Conmovía ,,H¿ce algunos días que sor Atanasia, Religiosa de
,.rír de su boca la relación sencilla de su enfermeclad ;. San José de Cluny. que tiene en nuestra Misión una
,le su curación perfecta y constante; y uno se decía reputación glaude por su habilidad y su abnegación
,'c,n emocií¡n: ¡Bienaventurada, la sierva del Señor, que en el cuidado t1e los enfermos, fué llaniada por una
ha,:reí,1r,'. esperado y amatlo! numerosa familia protestante para cuidar de un niño
I
368 crENTo cTNCUENTA t\[rrJacnos { DT NUESTR,A SENoRA DE I,oURDES 369
de algnnos meses. Oomo la enfermeilatl inspirase se- circunstantes; y á los lloros suceclió una hilaridacl ge-
rios temores, la Hermana le confirió desde Iuego el neral. r,Ha sido un milagro, exclamó la tlermana, y
Baubismo y le puso el nombre d,e Juan Rautista. rr€s un milagro de l{uestra Señora de Lourdes,,, y c0n-
uCnatro días después, el estado del niño fué deses- vidó á la familia reconocitla á que fuese al día siguien-
perado. La familia se traslatló á una casa cercana á l¿ te á saber lo que era eI agua de Lourdes.
cle las Religiosas, y Sor Atanasia fué llamatla á totia ..Al día siguiente, en efecto, esta uumerosa familia
prisa. vino á oír la explicación prometicla. Y ese mismo día
,,La buena Hermana llegó á la carrera y encontlÓ la madre del niño Juan Bautista, hasta entonces pro-
á su niño Juan B¿utista en la agonía; la familia no testante, envió á la escuela de las l{ernanas á sus d.os
cesaba de llorar. Todo remedio era inÍrtil; el niño es- hijas y ocho esclavas jóvenes, asegurando respecto de
taba perilido. Pero pensando que tal vez con una fuer- .Inan Bautista que su edricación correría á cargo rle
te fricción le vendría, á lo menos por un poco de tiem- Ios Padres.
po, el calor y la vicla que se iban, sor At¿nasia corrió
á buscar una pomada para fricciones, y al volver en-
contró á su superiora la Madre Gonzaga, ír quien re-
firió en ilos palabras el estado del niño' "Pnes bien,
r,dijo la Superiora, hágale V. beber un poco de agta
r,de Lourdes.,t
,,Acudió sor Atanasia por eI frasco de dicha agua' y
con él al latlo rlel enfermo, á quien echó en la boca
algunas gotas. Apenas las tragó cuanclo sus ojitos se
abrieron; se le dió segLrntla dosis, y los ojos recobra-
ron la vida ; eI niño agitaba las manecitas' Iln grito
de ailmiración se escapó entonces de toclas las bocas-
Cubrieron de besos aI tlueriilo infante lesucitado, sin
atreverse no obstante á dar á su ánimo una completa
expansión tle alegría.
,,Después de un cuarto de hora mandó sor Atana-
sia que entr¿se la nodriza, y apenas tomó ésta al niño
en su seno y le aplicó eI pecho, cuanclo agarrándolo
el niño con grancle apetito alejó todo temor de los
370 CIÍNTO CINCUENTA MIITAGIiO S DE NUESTRA snñon¿. DD rrouRDES 371
plicará hasba su último suspiro al Divino Pastor que
derrame sobre \¡uestra Grandeza abundantes bendi-
ciones.
*Dos métiicos f¿mosos y acreditados en l¿ ciudad,
iI los Sres. Gros, padre é hijo, fueron llamatlos paraasis-
tirme, y todos sus esfuerzos fueron ineficaces para
Curacién de sor María Catalina, que estaba enfer- curarme. Pociones calmántes7 remetlios enérgicos, san-
ma hacía treinta y tres meses, en Boulogne'sur- guijuelas, etc., etc.z todo se empleó y todo fué inútil.
Mer, el 16 ile Febrero tle 18?4. El mal persistía, las crisis violentas se renovaban á
menuilo, y una opresión penosa y espasmos dolorosos
La relación de este gran milagro fué rernitida directamente al hacían creer muchas veces que iba yo á dar el últirlo
ilustrisimo señor Obispo de Arras, que se dignó refrendarla y
suspiro.
enviarla áLos Annales de Lourde¡.
uDespués de haber hecho una porción de novenas
y recibido los últimos Sacramentos, había acabado por
uA, monseñor eI Obispo de Arras.
no pedir á Dios más que paciencia y resignación. Sin
Boulogne, 19 de Marzo de 1874. embargo, la lectura de un milagro obrad.o por la San-
tÍsima Virgen me volvió á dar esperarna; y animada
*\:uestLa Granrleza. con su bondad paternal , se de una grande confianza empecé, en compañía de mis
tlignará permitir á l¿r última de sus hijas que Yenga á queridas Hermanas, una noyena á Nuestra Señora de
participarle el favor insigne que se dignó concetlerle Lourdes; y eI último día de ella quise terminarla á
Nuestra Señora de Lourdes el 16 de Febrero. los pies de ,Iesucristo con riesgo de espirar en la ca-
,,Hubiera yo querido, monseñor, escribirle en el pilla. que fué donde María quiso mostrarse una vez
mismo momento, pero mis superiores me aconsejaron más la ,,Salud de los enfermos."
que aguardase. Mas ho¡'que ya no puetle caber duda ul-,a Misa iba adelante y y0 me encontraba muy mal;
sobre mi perfecta curación, tengo necesidatl y me es pero aI Bo.itctut sentí un bienestar inexplicable y co-
grato proclamar la gracia de X[aría fnmaculada. mo una mano invisible que me quitaba todos mis do-
.\:uestra Grand.eza record.ará sin duda haber visi- lores. De rnis ojos brotaron abunilantes lágrimas, y
tado. aninaclo y consolarlo por tres veces á una Reli- caí de rodillas, lo que no había podido hacer desde
giosa del Retiro cristiano de Boulogne que hace tlos que enfermé, que hacía treinta y tres meses. per-
,i tres ¿rrios yacía en el lecho del tlolor. Para agratle- manecí no obstante de rotlillas y sin molestia hasta el
cÉrr]: \'ü€Stlas caritativas y preciosas visilas, ella su- fin del Santo Sacrifleio, durante media hora de acción
372 crnNro crNcuENTA Mrr,acx,os
DE NUESTRA SNÑONI. DE I]OURDES 373
de gracias y clurante los ejercicios que han tenido lu-
gar en toclo el curso del tlía.
,,Monseñorr desde aquel día feliz continúo muy bien;
sigo las Reglas de la Comunirlad y asisto á Ia clase.
r,¡Gloria, amor y reconocimiento á María Inmacu-
ilI
lacla !

,,Son ll.q.ni¡. C¡.r¡.lrNa F,tvnp.,


Ouración instantáne¿ tle José Schmidt, novicio tle
Por copia conforme, la Compañía tle Jesús, en Holantla, el 16 de Fe-
t J. R. J., oltí,spo rle Arras (l). brero ile 1874.

(t) Véase en los comprobantes, n.o 1?, el certificaclo de los En ei indicado dia, laVirgen I¡rmaculada de Lourdes se diguó
médicos. devoh'er milagrosamente la salud á un joven novicio de la tlonl-
pañia de Jesús en el Limburgo holandés, -v el Superior de la casa
quiso por si mismo dirigir la siguiente relaci(rn al Padre Direc-
tor de los Annales de Lourdes:

Wynandsrade, cerca de Heerien (Limburgo holan-


dés), 5 de Agosto de 1874.

Mi reverendo Patlre:
Para cumplir con el deber de agradecimiento á que
€stamos obligados con nuestra Madre Inmacttlatla,
J para mayor gloria de Dios, vengo á suplicar á Y.
se tligne publicar en sus Annales la siguiente rela-
ción del señalado f¿vor con que hemos sido favore-
,cidos:
A mediados de Diciembre rlel año pasatlo José
Schmidt, novicio rle la Compañía cle Jesús, fué aco-
metiilo, á consecuencia de una violenla inflamación
en la garganta, de una especie de parálisis que afec-
taba principalmente las piernas, la cabeza y los órga-
nos de la yotz. Le era ya imposible dar un solo paso
374 crENTo crNcurNTA Mrrracnos DE NUESTRA snñonl llE rrounDns 37í'
sin el auxilio cle un brazo fuerte para sostener casí satlos unos pocos días no tenía algún alivio. El cloctor
todo el peso tle su cuerpo; ¡ tan débiles é incapaces de Capellmann le prometía ttna curación completa, perrl
lleyarlo estaban sus pies ! Hasta cuando quería sen- le declaraba al mismo tiempo que ella exigiría dos me-
tarse necesitab¿ auxilio extraño para n0 caer de gol- ses y quizás más; y también le rlaba la seguridad de
pe sobre la silla. Tenía aclemás tan rlebilitarla la ca- que en la primavera haría tlesaparecer, con ayuda tle
beza, que no obstante de estar acostumbrado á una las aguas de Aix-la-Chapelle, los irltimos restos cle
vicla estudiosa no podía sopoltar la menor aplicación su debilidad muscular ó parálisis si para entonces por
de espíritu. Si entraban á verlo muchas personas jun- la electricirlad no se había obtenic'lo todavía un pleno
tas, aunque fuera por pocos instantes, ó si hablaban éxii o.
un p0c0 alto al rederlor suyo, perdía en seguida el Xll viernes 13 tle Febrero el Dr. Oidtmann volviÓ á
conocimiento y caía como tlesmayado encima de su ver al enfermo, y no habiendo notado eI más ligero
sillón. En cuanto á la par'álisis de la laringe, el 15 de cambio en sentido favorable, prescribió el empleo del
Enero se obseryó alguna mejoría, asi es clue ese mis- aparato eléctrico; y se estaban haciendo diligenciao
mo día por la noche y por la vez primera desde trein- para procurarse dicho aparato, cuantlo el 16 de Fe-
ta días, el enfermo pudo prorunciar una paiabra con brero un suceso tan inesperado como feliz hizo inutil
voz ronca, pero inteligible. Sin embargo, el 15 de Fe- su uso.
brero, es decir, la víspera de su curación, su voz ca- El mismo día tle la visita tlel Doctor, nuestro en-
recía completamente de tono y flexibilidad. fermo había recibido agua de Ia fuente milagrosa de
El estado de nuestro enfermo era en lo tlemás cons- Lourdes, y desile el mismo momento se sintiÓ a,nimado
tantemente el mismo. Cada día se Ie veía, sostenido de una gran confianza en el s0c0rr0 de la Santísima
por uno ó dos compañeros, recorrer lentamente los co- Virgen. Al día siguiente, que era sábado, bebió al-
rreilores, ó si eI tiempo era bueno las avenidas del gunas gotas de dicha agua y se lavó con ella los miem-
jardín, con ei semblante abatido, los ojos cerratlos, la bros enfermos, lo cual continuó hacienclo los días su-
aabeza sobre eI pecho y arrastranilo literalmente ios. cesivos, al mismo tiempo que, de actterdo con sus colt-
pies. novicios, solicitaba asiduamente el socorro de la Virgen
Convencitlos del carácter tenaz rle Ia enfermedacl, poderosa. La continuación de estos sttcesos la t,rma-
el 8 fueren ll¿mados en consulta dos mé-
cle ,Febrero mos de la relación que él mismo escribió algunas ho-
tlicos: el Dr. Capellmann, cle Aix-la-Chapelle, y el ras después cle su maravillosa curación.
Dr'. t)ic'ltmann, de l{eersen. Después de un largo y ,,Ayer 15 de Febrero, reflere, á eso de las cinco de
esclupulosa examen, clecidieron estos señores someter la tartle, estando seutado como cle costumbre en mi
al enlérnt,., á uua ltteflicación por la electricirlad si pa- sillón, se apoderó de mí repentinamente un vivo cleseo
376 CIENTO CINCUENTA }IIIIAGBOS DD NUESTF,a SnñoBA DE r,ouRDES 37 t-

de mi curación, acompañado tle una firmÍsima con- mi culación. Entre otras oraciones dije eL Mcrnot'art:,
fianza de obtenerla por intercesión de Ia Yirgen l\ta- tlel ctal hice después una especie de paráfrasis tal
ría. Esta conflanza era tan grantle, que yo tenÍa c¿si como el colazón me la dictaba, y añatlí para concluir
la plena seguridad de que al día siguiente María me ula Aoc lllaría. Habiendo acabailo así cle vestirme,
devolvería la salutl por completo. Así es que cuanrlo traté penosamente de abajarme hasta eI suelo. ¡ Cuál
el Hermano enfermero vino á las siete de la noche no fué mi sorpresa cuan{o sin apoyarme me vi tlere-
á friccionarme las piernas con alcohol, según lo orde- cho sobre mis pies, firme como un roble ! trIe puse en
nado por los médicos, le dije: uHoy, querido Her- novimiento, ¡ aniluve con tanta facilidarl c0m0 antes
a[r&Ir0r le ruego n0 me frote con alcohol, sino con t1e mi enfermedad. tr)mpecé á hablar, y mi voz estaba
¿¿agua c1e Lourdes.u El buen Hermano se sometió sin más fl.exible y más sonora que nunca. Toda rlebilidart
dificultail á mi deseo. Por fin llegó la rnañana rle tan tle Ia cabeza había desaparecido. Con los ojos llenos
desearlo día. l{ingún cambio había habido en mi esta- de iágrimas y conmovido de agratlecimiento y de ale-
clo. Mi confianza, sin embargo, Iejos de disminuir, se gría, me puse de rodillas para dar gracias á María con
aumentó. A cosa ile las siete supliqué al Hermano que un errérgico Magnfficat."
me lavara üna vez más con el agua de Lourdes; lo L,a curación, cuyo relato se acaba de leer, er,a tan
que hizo con mucho gustor mientras que )'0 me enco- completa como había sido instantánea. El mismo á
menclaba con una conf.anza inquebrantable á la divi- quien habíamos visto la víspera reclucido á hacerse
na }Iadre. En este estado se retiró el Hermano; y arlastrar con tanto trabajo, se tlirigía en este momen-
cuando me yí solo, el deseo por una parte y Ia con- to á grandes p¿sos, s0l0 y sin apoyo, hacia la capilla
franza por otra no me tlejaron ya reposo. Tomé otra trrrrra clar aIIí gracias á la Señora que acababa de ha-
yez el frasco de agua milagrosa, que se encontraba cerle un favor tan estupendo. A medio día toda la Co-
cerca de mi cama, y me puse á Iav¿r ampliamente las niunidatl se reunió para cantar solemnemente el Mag-
partes doloridas. uBuena DIadre, d.ecía yo, aquí es nif,cat delante del Santísino Sacramento expuesto (1),
"ilonrle tengo mal, y aquí, y aquí... Yos lo sabéis, yo y durante esta ceremonia eI afortunado novicio serví¿
É{n0 os he invocado jamás en vano. Vos me escucha- tle monaguillo y se unía al canto con totla la fuerza de
,,réis esta vez también, tengo la íntima confianza.' su vOz.
,,Después de estas palabras y otras semejantes que Por la tarile dió conmigo un paseo bastante largo
rute sugería un vivo sentimiento ile confianz¿, me le- sin experimentar ninguna fatiga. En una palabra, José
vanté tle mi cama, y apoyado en la pared empecé con
tratiaj,,r á vestirme, invocando sin ilescanso y cad,avez (t) Se celebraLa en{,onces en nue-stra capilla la devoción
de las Cualenta llora-c cn expiacirln de las loculas del Car-
c0r más insistencia á Aquella rle quien yo esperaba ¡r av al.
378 CIENTO CINCUENTA MUJAG:ROS DE NUESTRA snñon¡. DE IoTTRDES 379
Schmidt está hoy tan bien como acaso no lo haya es-
tatlo jamás en su virla.
Gracias sean tladas á nuestra }fadre fnmaculada, y
¡quiera Dios que este inmenso favor otorgailo á nues-
tra Comuniclarl por su tr{aclre Santísima la haga exal- [\,
tar, bentlecir y amar más y más !
Dígnese acepüar, reverenc.lo Patlre, la expresión de Curación instautánea tle una gastralgia crónica in-
mi profundo respeto. curable. (Paulina Seytlel, tle Belfort. Lourtles,
22 d,e M.amo de 1874).
Gurr,r,nnlro Egnnscr¡swnrr,En,. r5'. ./.
Relfbrt, 29 cle Abril de 1874.

tr{i reverendo Padre:


Para gloria de la Virgen Inmaculada tle Lourdes
voy á transmitir á V. algunos cletalles tle mi enfer-
medad y tle la milagrosa curación qne Ia Santísima
Virgen acaba de obrar en favor de su indigna sierva.
Hacía diez años que sufría yo de una enfermedad
de estómago que ya se había hecho crónica; sufría de
vómitos, y mi estómago rechazaba toda especie tle ali-
mento sin que ninguno Ie conviniese, prles cuanto más
ligero era el alimento que tomaba, menos lo conser-
vaba. Los médicos más céIebres habían ensaytr,clo to-
dos sus recursos para cür¿rrne, y me abanilonaron sin
haber conseguitlo más que aumentar mi mal.
Entregada á mí misma, desesperaba de curarme
nunca, y liasia había hecho el sacrificio completo de
mi viila, á no ser, decía yo algunas veces, que el buen
Dios me ayurle y haga un milagro. Esta era mi única
esperanza, pero me encontraba indigna de tal favor;
mas la bondad misericoldiosa de llaría fnmaculatla
380 crENTo crNcuENTA MrrracBos DE NUESTRA SENoRA Dn LoUB,DES :l8l
ha tenido piedarl de mí y se ha inclinado hacia mi po- la voluntad de mi hermauo, que lo creía una impruden-
breza, y mi vida será clemasiado corta para bendecir- cia. En cualquiera otra circunstancia lo habría sido,
Ia y darla dignamente las gracias. pero la Santísima Virgen estaba allí; Ella es más fuer-
Siempre he creído que l{uestra Señora de Lourdes te que todo. Apelas entré en la piscina, se produjo
potlía curarrne, mas cuando me h¿blaban de Ella yo una revoluciírn interior en mi cuerpo; lo que yo sentía
respondía: ¿,La Santísirna Virgen, si quiere, me cura- no era ordinario. Al volver á donde estaba mi her-
rá aquí tan bien c0m0 en Lourcles.', P¿ra reanimarmi mano n0 pude menos ile decirle: r ¡ llstoy curacla !,, Pa-
fe me encomendaba al Sagrado Oorazón, prometién- ra é1, como prueba evidente y palpable del milagro,
dole fidelidad toda mi vida si se rlignaba oírme. ¡El era preciso que yo tomase alimento.
Sagrado Corazón no niega nada ! Casi repentina- Al volyer al hotel recé algunas oraciones en acción
rnente me vino el deseo de ir á Lourdes, dond.e encon- tle gracias... Hice la primera comida y no la devoh'í,
traría mi curación. Cacl¿ día se aumentaba mi con- antes la digerí bien, lo que no me había sucedid,o /¿tt-
fianza en María fnmaculada; pensaba en trlla sin cesar; cía dia: a'iio.s; y desde este día,22 de Marzo de 1874,
por la noche me desperlaba este pensamiento y me no he experimentatlo el rnás ligero malestar de estó-
llenaba de satisfacción, porque tenía la convicción de mago ni la menor recaída; en una palabra, la Santísi-
rrra Virgen tr{aría Inmaculada me curó stibita y raili-
tlue iba á curar. Yo quería ir á Lourdes sin tardanza;
rne sentía c0m0 apremiarla á partir. X'ijé el día de la ca,lmente.
Anunciación para mi visita á María fnmaculada. Mi Amor, fidelidad y r,econocimiento; he acluí tres pa-
familia me dejaba en libertacl; mi hermano me itconr- Iabras preciosas que n0 se borrarán nunca de mi co-
pañaba; yo iba con gusto, pues entreveía el término razón con la gracia de Dios.
tle nis males; estaba radiosa de confianza. No sé, reverenilo Padre, si Ie he dicho suficiente-
Llegamos á Lourcles eI domingo 22 cle Marzo á las mente todo lo que conviene que \r. sepa. podría aña-
siete de la noche, J' á pesar rle mi debilidacl y de las rlir todavía qne estaba sufriendo desde Ia edad de cloce
fatigas del viaje quise ir en seguida á la GrLrta. X[e años (hoy tengo veintiocho), y descle hace diez mi
parecía entonces que el milagro existía ya; ¡ tan ex- mal se había aumentado y se habí¿ hecho crónico como
traordinaria era la confi.anza que experimentaba en- tlije al principio.
touces! Yo misma n0 me reconocía, ¡' decía: ,,Est¿r Con mi carta acompaño el certificailo tle un exce-
confianza es una gracia: la naturaleza no puetle pro- lente médico que me asistió concienzuilamente. El
tlucir cosa semejante." Cuando llegué delante de Ia primer médico que me visitó tlurante t'los años fué
\-irgen nc, pud.e rezar; estaba enajenatla y no hacía llr.Peiit-Jean, ile Belfort; después fué llr. Coze,
ll.r¿is ,lue mirarla: quise meterme en la piscina contra cuyo certiflcado es arijunto. También me asistió por
382 crENTo cTNCUENTA Mrrracnos DE NUESTTia snñonl DE TJouRDES 883
espacio de un año sin ningún resultado Mr'. Spindles,
de Bonchamp. Mr.. Yautherui, de Belfort, rne visitó
alguna que otra vez en los últimos años, y me aban-
donó. EI últino fué IIr. Prery, de Belfort, que ha-
biéndome visto en los últirnos momentos, se ha ailmi- V
raclo de este brillante milagro.
Creo, reverenrlo Pad.re, que estos datos serán sufi- Curación súbita tle la Srta. ile Margerie, en Sceaux,
cientes, mas si no lo fueran sírvase avisármelo. ¡Ha- corca tle París, el22 de Junio ile 1874
gamos todo lo posible para gloria de María Inmacu-
latla ! Mr. Eugenio de N4argerie, padre de la joven, para gloria dc
Nuestra Señora de Lourdes ha escrito de su mano con amable
Sírvase aceptar. reverendo Padre. los respetos de talento la interesante relación que reproduoimos aquí, dirigicla
la hurnikle sierva cie llaría. al Padre Director delos Annales de Loutdes.

Parrr,rxe Srrnrr, (1). Guethary, cerca de Biarritz, 22 de Julio de I874.

(1) Véanse en los cornprobantes, n.n 18, el cerlificado del Mi reverendo Padre:
médico.
Hoy hace un mes que nuestra hija fué curaila sú-
tita y completamente por Nuestra Señora de Lourdes.
Si yo hubiera seguido eI impulso de mi corazón ha-
Lrría escrito á V. el mismo día para dar gracias á Dios
y á su Santísima Matlre, pero he pensado que sería
mejor' esperar con eI fin cle que fuera á todos evidente
que la curación ltersiste.
I{uestra hija Carnila tiene tlieciséis años y medio.
El 22 de Junio hacía ocho meses que estaba grave-
mente enferma. Los médicos denominaban la enfer-
merlad reblattd,ecinú,cnto de la tnucosa, del estdrnago.
Esta enfermedad se nanifestaba:
1.o Por ana reltulsirin ai,olettta ltara lodtt, cspecie
tl,c alintento, y particularmente para los que le hnbie-
ran sido más provechosos, c0m0 carne, caldo, jalea de
I

384 crENTo orNCüENTA Mrr,acn,os i DE NUESTEA SENoRA DE LoUBDES 3gir


carle, huevos y lacticinios. So]amente tomaba, y esto de casa aseguraba que no había ningún órgano esen_
hacienilo un grancle esfuerzo de virtucl, un poco de cial comprometido en nuestra niña, que él la curaría,
chocolate 6 café, algunas legumbres, pan mojado en que se trataba sólo cle hacer que la yolviera el apetito,
salsa, frutas ó confituras, todo ello en proporciones y que cuando comiera estaría salvad.a, etc.
inflnitesimales. Durante dos meses (Febrero y l{arzo) Pero, por una parte, nada cle cu¿nto se había inten_
se estuvo alimentando con albondiguillas de carne tailo había sido bastante á volverle el apetito: comía,
machacada que tragaba sin masticar, mas al cabo de al contrario, como he dicho, cada vez nenos. y por
este tiempo una repugnancia invencible la obligó á re- otra parte, no potlíamos disimularnos que seguía el ca_
nunciar á ellas. mino ile su hermana Angela. muerta en 1g69, á la
2.o Por dolo.t'es 'ittcesontes ycrur:les en cl estri- misma edail de dieciséis años y cle la misma enfer_
'tlt0tgo. Como parecía que estos dolores se redoblaran medad.
inmetliatamente después de las comiilas, esto er¿ mo- Hacía varios meses que Camila bebía casi todos los
tivo cle temerlas ó de tomar los alimentos en la menor días agua de Lourdes. No dudaba d.e la onut,i,potcntía
posible cantidad. su,ppleu tle Ia Yirgen Inmaculad.a, aunque n0 se ser_
Bien sabe V. cuánta influencia tienen las enferme- tía impulsada á invocarla por sí misma.
rlades cle estómago sobre Ia parte moral. Camila esta- A mediados de Junio mi hija ma),or, rnadaule yer_
ba por lo general triste y taciturna. El menor ruítlo la nay. enferma también ) mu)' afligida de no tener hi_
fatigaba, aun el de Ia conversación. I-.,as más de l¿s jos, se disponía á partir con su marido desde Cháteau-
veces comía ella sola, y salvas dos ó tres excepciones roux, donde vive, para Salies-de-Béarn, cuyas aguas
huía la socieclad de las personas que más amaba. le habían aconsejado.
Cuando vinimos á nuestr¿ pequeña casa de campo Los esposos \¡ernay resolvieron pasal, por Lourdes
de Sceaux, cerca de París, á mediados de }fayo, creí- para orar allí por el buen éxito de su esiación en Sa_
mos un momento que estaba mejor, á lo menos moral- lies y por la curación rle Camila.
mente; pero n0 tardamos en reconocer qtte sü estado, Ellos sabían por nuestras cartas cuán poco tran_
por éI contrario, se agravaba. Cada vez comía rnenos; quilizador era su estado.
iba enflaquecie4ilo, y sus fuerzas disminuían tle día en El donringo 14 de Junio. ¿umentándose nuestras
tlía. Con gran pena, apoyada en mi brazo, daba el inquietutles. dispusimos que nuestro hijo mayor, Car_
paseíto prescrito para después de la tlucha hidroterá- los, fuera á unirse con su hermano y hermana, y nos
1rica. Pasaba gran parte del día acostada en sn cama representara en Lourdes, á fin cle alcanzar de la San_
í, tentlicla en el sofá, tísima \¡irgen esta curación que. hnmanamente ha_
\uestl'a inquietucl crecía, á pesar tle que eI médico blando. nos parecía c¿il¡r vez men0s verosírnil.
Zlt

I
386 , 'crENTo clNcuENTA Mrr,acl,os ¿ DE NUESTRA snñon¡. DE rrounDns 3g7
La semana que siguiii desde el lunes 15 aI lunes 22 presente, contestó la maclre, que hriy
-¿Tienes
fué una de las más miserables que hemos pasatlo. FÍ- ternina la novena de Misas que se ha dicho en Lour_
sica y moralmente, jamás había estado la enferma tan des por ti?
grave. madre.
-Sí,
Entre tanto, á petición del Sr. Vernay, paclre tle Volvielon á subir al coche, y como no se venden
nuestro yer'ro, el domingo 14 se dió principio en comestibles en el bosque de Verriéres, y nada llevaban
Lourdes á una novena de }Iisas por la curación de en el eoche, porque Camila no tomab¿ nunca uacla eu_
su entenatla, nttestra hija nayor, y d,e nuestra hija tre una y otra de sus pobres comidas, se dirigieron
Camila. hacia la casa de Sceaux.
El lunes 22 de Junio, por la primera vez después La alegría y Ia vida habían vuelto á aparecer, y Ia
de quince días, y cetlierldo á la insistencia de su m¿- joven resucitada decía á su primo el abate cle la per_,
dre, Camila fué á dar un paseo en coche en eI bosque che: "Siento un gran vacÍo en el estómago, y de bue_
de Yerriéres. Era un ejelcicio muy recomendado por na gana lo llenaría con cualquier cosa. No comprendo
el Doctor, pero al cual no se prestaba' c0m0 tampoco la repugnancia que antes tenía á los alimentos.,,
á ninguna especie de movimiento, sino con stlma La madre y la hija habían tenido el mismo pensa_
repugnancia. Bstaba acompañada de su madre, de niento de ir primero á la iglesia á dar gracias á Dios;
su herrnano más joven y de nuestro sobrino el abate pero la necesidacl de alimento era tan violenta, que al
llanuel de la Perche, vicario en S¿n Francisco de Sa- pasar tlelante cie la casa tuvieron que detenerse para
les, de París. comel un bizcocllo.
Camila estaba más triste, más melancÓlica y más Hora y media después, al volver de parís, ne con-
silencios¿ que nunca. taron lo sucedido sentados á la mesa; y yo veía con
A cosa de las cuatro y ntedia bajaron del coche pala grande sorpresa á mi hija comiéndose un plato cle so_
seutarse á la sombra. Camila se había quetlado en el pa, c¿rne v postres.
coche, pero luego bajó también; y extenuada de fati- ¡ Estaba curatla !...
ga se tendió á lo largo debajo de un arbol, á cierta Hace un mes de esto. La inüegritlad de la curación
distancia de los acompañantes' no se ha desmentid.o ul solo clía, un solo momento.
De repente se levantó y se fué hacia su nadre' En lugal cle sentir aversión por la comida, tiene un
-llatlre, creo que tengo hambre, le
dijo. apetito colistante y normal.
Puecle V. pensar cuánto se emocionaría el corazÓn No le quecla la menor fuaza d.e los dolor.es tle estó-
matental ¿l oir estas palabras que hacía cerca cle un mago que antes n0 la dejaban un nomento. y este
¿fl,-, 1ir-r h¿trían oído. estómago, en otlo tiernpo inerte, funciona ahora no
388 CIXNTO CINCUANTA MILAGBOS DE NUESTRA snñona DE rro[JRDES 389

solamente sin causar dolor. pero ni aun la menor mo- que sea el porvenir que Dios nos reserva á unos y á
lesti¿ ó eI menor embarazo. otros, píclale que encuentre siempre en nosotros y et
I-.,0 demás del tttodus riucncli ha cambiado aI misno todas partes fieles y ardientes servidores suyos.
tiempo.
A la mañana del día siguiente recorría tocla la pe- llue. nn M.lnennrr.
queña población de Sceaux para llevar Ia buena nue\¡a
Destle entonces, la salucl de la Srta. cle l{argerie no no ae;oao
rle su curación á éste y aqué1. Iba á ver los niños del de ser excelente, tan excelente que le ha permiticlo realizar un
Patronato de las Hermanas; )' la que tan montaraz se pensamiento santo que el agradecimiento habÍa hecho nacer
mostraba Ia víspera, bajaba á la sala para recibir á en su corazón: ha entraclo en el NIona-qterio de la Visitación de
ParayJe-tr'Ionial, donde gusta, á la luz tlulce y ardiente del Sa-
cuantos la venían á felicitar. Acostarse durante el día grado Corazón de Jesús, las grancles bendiciones prometidas en
ó tenclerse en eI sofá no lo hacía ni una sola vez; y á los irltimos años tlel ,"iglo XVII por Nuestro Ser-ior ii l¿L Btlrta
Ias personas á quienes antes no potlía sufrir en con- Margarita I{aría.
versación, Ias invitaba á courer los días siguientes,
pasanclo con ellas tardes enteras sin fatiga, cuantlo
¿ntes media hora de conversaciÓn la rnolestaba.
En resumen, reverenalo Patlre, sin querer absolu-
tamente clar aI suceso el carácter de tnilagro, cuantlo
consiileramos la instantaneidatl . Ia conpleta curaciÓn
y la coincictencia con la peregrinación á L.,ourtles' so-
bre todo con Ia terminación d,e Ia novena de Misas, es
imposible dejar tle ver ahí la mano de Dios y la mi-
sericordiosa intervención de María Inmaculatla, y no
podemos menos de experimentar por tan gran favor
un reconocimiento sin límites.
Toclos hemos venido en peregrinación tle acciÓn tle
gracias á la Gruta milaglosa. dond.e nuestra alma se
h¡r inundarlo tle la atmósfera piailosa y casi celestial
r1uÉ S€ respira en la Cripta y en Ia Basílica.
Pelo esto no basta. Ayúdenos Y.. revereudo Patlre,
ir¡'u,lt \-. á esta niña que tan señalado favor ha reci-
lri,1,',. v ti,,, Ia olvide nunca en su,s oraciones, Cualquiera
390 crENTo 0TNCUENTA MrrracRos DE NUEST.R,A SNÑON¡, DE ITOUS,DES 391
participó sus temores en Mayo último, y cuando vino
á verme hacia el 20 cle Junio claba á su hija por per-
dida, porque el médico le había dicho que estaba cierto
de la existencia de tubérculos en el pulmón.
VI .El 26 del mismo mes su mujer vino á mí llorando
suplicándome le indicara un remedio para salvar á su
Curación súbita de una tisis tuberculosa llegatla al hija que se moría. El dolor de esta madre me partía
tercer gratlo. (París, 1." tle Julio de 18?4) el corazón, y me recordaba la Cananea clel Evangelio.
Yo no tenía ningún remedio humano que ofrecerle.
La curación de la Sra. Arn¡.rI. como lo hacen lotar los Anr¿a- Pensando más en el alma de l¿ enferma que en su cu-
les de Lourdes. es una de las má-q admirables por su importan- ración, acudí al remed.io que tiene siempre los mejores
cia, instantaneidad -v efectos nlarar.illosos de gracia producidos
resultados, remedio que los enfermos cristianos acep-
en lasalmas. Ha sido referida por una señorita de ParÍs, cu-va
relación conmovedora encantará v edificará al lector. tan con confianza; éste era una noyen¿ de oraciones
acompañacla de Ia Santa Comunión. yo quería comen-
<París, 20 de Ago-sto de 1874. zarla al día siguiente sábado, y no me explicaba por
qué preflrió lo madre aplazarla pala el lunes siguien-
,,Señor Superior: te 29 de Junio. Ahora creo que esta clemora la inspiró
uConsidero c0m0 un deber enviar á Y. la narración Dios para manifestar mejor su pocler cuando el mal
de una curación instantánea que reune todos los ca- hubiera llegado á su último tér'mino.
racteres de prodigiosa. ,,Manrlé á la contrist¿da nadre un poco de agua cle
,,La Sra. Mallet de Arnal, cle veintisiete años de la Gruta, que me habían traído cle Lourcles tlos pobres
edad, vivía en París cor sus padres? su marialo, su alsacianas, una de ellas ciega. ¡' ambas de salud muy
hija de cuatro años y otra niña que criaba con sumo quebrantada. Habían obtenido la peregrinación gra-
trabajo. al cual se añadió una enfermeilad de pecho tuíta á Nuestra Señora de Lourcles; y á pesar de sus
que le sobrevino. La criatura fué tlestetada J. murió deseos; sus oraciones y confianza no habían siclo cura-
algírn tiempo rlespués, y la enfermedad de la madre das, porque Dios deja muchas veces á los suyos el te-
hizo los rnás rápitlos progresos. Desde el mes de Ene- soro de la cruz que los santifica, y sus milagros tienen
r'ú irltino arrojaba sangre. tln rnédico le dijo qüe n0 siempre por fin último la salvación de la.s ¿lmas y su
estal-)¿ tísica, pero que Io estaría después, y la lleva- mayor gloria.
r'r'll al carnpo. ,,En la familia tle la Sra. At'nal habí¿r varias perso-
..Su pa'il'e. ti tluien c0n0zc0 tlescle su juventutl, me nas que vivían alejadas t1e los Sacr'¿mentos. Se mancló
I
I
i

392 crENTo ctNcuDNTA Mrrrac¡os DE NUESTBA snñon¡. DE r,ouRDES 393


rlecir una lfistr por la intención tle la enferma el 2 de restablecidas. Luego se levantó, se fué al jartlín y se
Julio, ¡' el 7 del mismo concluía la novena en la Co- puso á limpiar l¿s ¿venidas. rpero este novimiento
municlatl en que vivo. ,,de los brazos, le clije, es el máspenoso que podía
V.
,,Al día siguiente, 8, vi entrar eu mi cuarto á una hacer. ll¿s como estoy curacla,. . . ;r rssps¡1riió ella
niña de cuatro años y clespués á una mujer joven...
" -
con la misma tranquilidad.
¡ Era la enferma ! Yo exclamé : r¿Sois vos, hija mía?... *Para venir á verme el g de Julio había tenido que
¿Vos?... ¡Qué impruclencia!..., Ella me contestó sin andar á pie un largo trayecto, había esperado tres
ninguna exaltación, con üna calma y sencillez encan- cuartos de hora en la estación y viajado en ferrocarril
tadoras: ,,Sepa V. que estoy curada y no sufro ya..." y en ómnibus. Había subido mi escalera como los de_
Su madre, Ia madre desconsolada doce tlías antes, Ia más; andaba como si nnnca hubiese estado enferma;
seguía ahora enajenada, delirante de alegría y de feli- sll voz, su color, sus ojos, todo era excelente. Ocho días
cidatl. antes sentía un frío glacial, teniendo los pies sobre un
,,I\Ie contaron que desrle hacía mucho tiempo la ¿alentador: ahora llevaba un vestido propio de la es_
enferma tenía una fiebre cada vez más intensa ; tación.
los pómulos rle las mejillas rojos ; los ojos irritados; ,,Ife prometieron hacer en acción de gracias una
los golpes de tos incesante amenazaban la vitla de la novena qne terminarí¿r, con la Comunión. Durante est¿
pobre enferma; los pulmones eran arrojados por la iroveua una circunstancia tocanbe á la saluil se produ_
expectolación I insomnio completo; repulsión de toilo jo en la Sra. Arnal sin ninguna crisis. Su padre vino á
alimento; ningrna posición encontraba bnena en la verme el 4 de Agosto muy conmovido, derramando
cama, ni en el sillón, haciénclose llevar tle la una al lágrimas de reconocirniento. Toila la familia había
otro; la cabeza la inclinaba sobre el pecho, y la res- cumplido su promesa;toclos habían comulgado, y esta_
piración era sofocante. Su ¡radre tenía accesos de des- ban resneltos á continuar practicando sus deberes de
esperación ; su marido no se atrevía á mirarla. cristianos.
,, El lunes 29 de Junio comenzar'on la novena, tlan- ., E. Sneoun. ,t
do á Ia enferma agua tie la Gruta, y al día siguiente
ya rnanifestó deseos de comer. I-.,e presentaron un El 6 de Enero de 1875, añaden los Annales, la Srta. Segontl
bcr'l'tcttck, en la persuasión de que, c0m0 de costum- nos co¡rllrmrLba con Lrna seguncla carta la excelent,e saluci de la
Sra. Arnal, corroborada, asi como el relato de su curaeirin, por
ble. no lo tomaría. Lo comió, y se durmió á l¿s nueve sus pa(lres v el marido de la fhvorecicla de tr4aria.
de l¿ uoche.
..-\1 ,'líir siguieute, 1.o cle Julio, se despertó á las nue-
ve L1e Ia nranana. sin tos, sin clolores y con las fuerzas
J
394 crENTo cTNCUENTA MrrJacnos DE NTTES'IRA SEÑORA DN ITOURDES 395
hablar así, pues desde la inauguración cle las pere_
qrinaciones de Lourdes este estableciniento,
bajo la
dirección de Mr. Cotillón, su piadoso capellán, no ha
cesado de dirigir haci¿ la Gruta fervientes y nunlero-
\TIT sas caravanas de Hijas de María.
,,El Rrlo. P. Briant, celoso organizador y putiiéra_
Sor María Bernartlina, R,eligiosa tle la Sapientia, mos decir apóstol de las peregrinaciones niortesas, n0s
curatla tle una glántlula cancerosa. (L,ourtles, 3 lia edtrito la carta que va á leerse á propósito del su-
tle Julio ile 18?4). ceso de que se trata:

Sor L{aria llernardina estaba en el Hospicio de Niort, -v for- Niort, 7 de Julio de 1874.
maba parte de la peregrinacil-rn que se organizó en esta ciud¿rd
¿i fines de Junio dc 1[J74 en reconocimiento de la maravillosa ,, IIi muy querido Patlre:
curación de Carolina Dsserteau, que había tenido lugar en
f,ourdes el 3 de Julio del año anterior. [,o que hubo de parti- uLa H. Ilaría Bernardina, religiosa de la gagnen_
cular en esta curación tan evidentemente milagrosa fué que la tia, agregad.a al Hospicio de l{iort, sufría cruelmente
agraciada con el milagro no se apercibió de ello hasta su vuelta
<1e Lourdes, oomo se va á r.er. Bn efecto, leemos en los Anno.les
hacía cuatro aitos de una inflamación cancerosa en el
<lel n¡es de Febrero de 1877: seno izquiertlo. La obetliencia sola había podido triln-
far ile las repugnancias de Ia paciente en sufrir la vi_
Niort, 14 de Novientbre de 1876. sita sucesiva de cuatro méilicos clel establecimiento con
varios meses de interv¿lo.
Mi reverendo Pad.re: ¿, Totlos habían rleclarado que
era imposible la ope_
Habiendo\¡. manifestado últimamente á dos de nues- raciíin, porque la enferma era demasiado débil y por_
tras Religiosas que han estado de paso en Lourtles el que había adherencia. La inflamación, del tamaño de
tleseo de tener algunos pormenores sobre la curaciÓn un huevo, estaba en efecto ligada á otra rle menor vo_
cle la H. María Bernardina, cle nuestra Comunidad, lumen que apareció bajo el sobaco por un cordón ex_
para mayor gloria de María Inmaculada me apresüro cesivamente sensible del grosor de la mitad del tiedo;
á satisfacer sus d.eseos clirigiéndole una copia de l¿ así es que no qnedaba á la paciente más tecurso que
relación consignada en nuestra Sentana Littirgi'ca, ofrecer sus sufrimientos á Dios. El médico había he_
tleI 1!r cle Julio de 1874. cho uso de todos los disolventes posibles, cuando hacia
..EI Hospicio de Niort ha vuelto á obtener este añ0 fines tlel mes de I'ta5 o la Hermana resoh,ió no rlirigir_
tuu scnillarlrr favor. favor bien mereciclo si es permitido se ya más que á ltr Santísim¿r \¡irgen para que la li_
396 crENTo crNcuENT,t MrrracR,os J DE iiunsrri.\ snñon¿, DE rrouRDDS 397
brara, no de sus sufrimientos, que aceptaba gene- dula ni del cordón! Sienclo de notar que en el momento
rosamente, sino del mal que le había obligado ya y de la úItima lociírn del viernes por la mañana la en_
podía ponerla todavía en la penosa obligación de re- ferma había sufriclo más que nunca.
currir á los médicos. En semejante disposición se h¿- uHe aquí Lrs hechos tales como nos los ha. referido
llab¿ la enferma cuando la lladre Superiora le anunció ella misma en presencia rie la Madre Superiora y de
que se le permiliría ir á Lourdes, cuya noticia le pa- la Hermana sol.p...
r, Gloria á Maria lnmaculatla
reció providencial, y partió con elltera confianza. ¡ !

uLo que sufrió clurante eI trayecto de Niort áilour-


tles sólo Dios lo sabe. Después de Ia Santa llisa, que aBnllNrr !). ,ilt,.n

se dijo á la llegada de la peregrinación, fortificada la


enferma con l¿ Santa Comunión, r¡ue acababa de re- ,,Es cle notar. revelendo patlre, que esta súbita y
cibir, se dirigió á Ia piscina para lavar su inflamación. completa curación se efectuó en la peregrinación nior_
Se retiró Ilena tle conf.anza;pero este díayelsiguien- tesa de los días I,2 J,3 de Julio de 1824, un añojus_
te su estado fué el mismo; mas el viernes por la ma- tamente después de la maravillosa curación de Caro_
ñana, tlía señalarlo para la vuelta de la peregrinación, lina Esserteau, que tuvo lugar et día de la visitación
volvió á la piscina. uBuena l{adre, tlijo at tiempo de de 1873, J que en acción de gracias por esta cur¿ción
ulavarse, 0s ruego me quitéis este mal que me expo- tan notable y por los demás favores que Niort ha ob_
,,ne á visitas tan humillantes; clejadme con eI ilolor, tenido en la Gruta de Massabieille, se hacía la citada
(que acepto, pero libradme de esta inflamación., de Julio de 1874 de que hablamos.
,,Acabada su oración se puso una complesa y partió, uPosteriormente á esta época, es decir. tlespués de
No volvió á sentir ningítn dolor, y en la noche tlurmió dos años y medio, la H. María Bernardina no lia vuel_
tranquilamente en eI vagón, sienclo así rlue hasta en- to á sentir el más mínimo dolor en el costado izquier_
tonces no había podido cerrar el ojo. do. ni siquiera se ha vuelto á notar Ia menor señal de
,,Sintiendo necesidad de dormir la noche que Ilegó su antigua enfermeclad. y no solamente Ia Madre Su_
áNiort, pidió á su Superiora permiso para retirarse. periora y la Hermana de la farmacia, sino también las
La Hermana enfermera estaba en el dormitorio en el otras cuarenta Hermanas y muchas personas que ha_
momento en que entró, y le preguntó cómo se encon- bían observado su estado de tortura v de sufrimiento
tlaba. ul{o sé, le contestó;venga V. á ver.,'Quitaron tle otro tiernpo pueden afirmar que la curación de sor
la compresa pLresta en Lourdes, y ¡cuál no fué l¿ ad- Illaría Belnarclina es conpleta y permanente.
miración rle las tlos Hermanas cuanclo vieron que eI ,,1{o cesarernos de clar gracias á lluestra
Señora ile
nral halría rlesaparecido sin dejar señal ni de la glán- Lourdes por los clos f¿r.ores extraordinarios que se ha
398 crENTo crNCrIENra Mrr,acR,os D¡ NUESTRA snñon¡. rlE r,ounDES Bgf)
tlígnado otorgar á nuestra casa. Por la curación tle
Carolina Esserteau y la de sor lfaría Bernardina nos
complaceremos en repetir muchas veces:
'(¡H0n0r y gloria á la Virgen fnmaculatla!
,,¡Reconocimiento y amor á Nuestra Señora de VIII
Lourtles !

,,Ruego á V., reverendo Padre, nos ayutle á pagar Arlmirable curación de la Srta. de Fontenay. (Lour-
á la Santa Madre de Dios nuestro justo tributo de re- des, lb ilo Agosto de lg?4)
éonocimiento, y acepte... etc.
Los archivos de la peregrinación de Lourcles guar<Ian
precro_
,,J. Corrr,r,óN, samente la relación de la curación cle la
Srta. d'e F.ontenay es_
<p,r im er c ap ell drt d'el Ho spit al,>> crita por.ella_ misma, y que por -qer demasiado extensa
no pode-
ntos publicarla textualmente; asi es que el
extracto que ponemos
¡i continuación no es más que un conrpendio
muyieduciclo en
sus dos primeras partes. Este milagro
es una ,le las manifesta_
brillantes y más conmJvecloras del poder .i.".i.or-
:ion"._*Jr-.
diosode Nuestra Señora cle Lourcle_", y como ,ui
ur"i,O un entu-
siasmo universal como se va á ver.

La Srta. Juana IIar'í¿ de Fontenay nació el 13 de


Agosto de 1847 en Baccarat (Lorena), en donde
su
padre tlirigió durante treinta ¿itos la'famosa
fábrica
de cristales. A consecuencia ile una caída ile coche y
de otra de c¿ballo pasó el invierno cle 1g66
en un es_
tado- de malestar y languiilez habitual. Una mejoría
notablela permitió hacer un viaje á Roma en 1867;
pero al regreso se reprodujeron los síntomas y
se
agravaron súbitamente hasta llegar: al vahido j, casi
al desmayo. La homeopatÍa la procuró algún ali_
vio; un procedimiento hiclroterápi.o no dió resultado
alguno; y la joven, siempre anémica, fué en 1869 y 70
¿i tomarlas agnas de Aix-les_Rains.
Después de la guerrtr, su farnilia fné á fijarse
en Au_
400 crENTo cTNCUENTI r[rrJacnos ¿ Dn NUESTRA spñon¿. DE rrouRDES -ltr1
tun, patria de Mr. de FontenaJ', J' por consejo clel Ia rreyeron curada porque andaba, pero por
la noche
Dr. Manguin la énferma voh'ió á pasar otros ilos volvió á estar lo mismo.
meses en Aix-les-Bains. Los doctores Lagoutte y Al volver con su madre á Aix-les.Bains se cletuvie-
Bouchacourt aconsejaron que pasase en Cannas el r'n en Montpeller, y habiendo consultado con el señor
invierno; mas la dulzura de este clima no impidió que Courty, declaró que la ¿fección era más grave
de
eI mal empeorase. Obligaban á la pobre lánguitla á lo que había dicho el especialista inglés, y
después de
que hiciera ejercicio, y cacla día estaba más incapaz una temporada rle baños en Aix, rle pasar:
algún tiem_
de hacerlo. Le costaba mucho trabajo estar en pie; po en los Alpes, y una segunda estación
terrnal en la
toilo movimiento le era doloroso, J' con frecnencia im- Bourboule, la Srta. de Fontena¡, volvió
á Autun más
posible; la sobrevinieron frecuentes síncopes, ¡' en las enferma que nunca.
entrañas se le d.eclararon crueles sufrimientos. Ya no podía soportar otra posición qne la
horizon_
La joven enferma no había dicho aún toda la ver- tal, y Ia ma)'or parte de los movinientos le ocasiona_
dad, pero al fln le faltó el valor y manifestó explícita- ban agudos dolores; la conversación l¿ fatigaba
horri_
mente al Dr. Buttura, de Oannas. todo lo que debía blemente; el menor ruído le producía sobresaltosy
saber. Este médico la dirigió á un especialista inglés mociones penosísimasl apenas era posible
¡iasear á la
muy estimado, Mr. Bennet. quien la leconoció y ob- joven enferma tendida en un coche-y
al paso. Su nta-
servó que las dos caídas habían hecho grandes estra- dre la hallaba por la noche llorando de tlolor,
tan
gos err las vísceras. La afección se había hecho crÓni pronto helada. tan pronto bañada de
suclor, y algunas
ca, y después cle haber causado la ruína de todo el veces en un aniquilarniento casi cornpleto
y de larga
organismo continuaba manteniéndolo en un desorden duración.
general. Comenzaron las operaciones quirúrgicas, las Los métlicos insistían en que era indispensable
la re_
cuales eran rln suplicio para el cuerpo, ¡ causaban ta- novación de las operaciones quir,úrgicas, dicienrlo
que
les angustias en el alma de la desgraciadajoven. rtrue sin este meclio no había ningunu .rp.ronra;
mas su
sólo pensar en esta tortura moral se estremecía. adopción era para el alma vir.ginal de la
enf.erma tan
La Srta. de Fontenay había leÍrlo en Lorena el libro insoportable martirio, que la, ieaccióuLo'at
annlaría
de D. Enrique Lasserre. Disgustada hasta el horror tle el_efecto de la operacián; así.. qou-on-rédico,
que
las medicaciones de la ciencia, y esperando más bien había comprendiclo bien su delicada natulaleza,
se
en la Santísima \rirgen, se puso á hacer novenas á pronunció enérgicamente contra
toda operación.
liuestra Señora de la Gruta. Su madre, vencitla por En este estado fué como terrninó el aito
de lgZB:
reiteraii¿s instancias, Ia condujo á Lourdes en Mayo En Febrero de lg74 nuevas crisis complicaron
Ia si_
cle 1S73. P¿só allí cerca de tlos semanas y un tlía casi tuación; y en Abril el mal lrabía progresado
todavía
402 crENTo CINCUENTA lrrrJacnos ¿ DE NUESTna snñon¡ Dn r,ounDES .113
más, y era tal la debilidatl, que la madre de la en- El 14 de Mayo, y hallánclose muy abatida,
tuvo nna
ferma se vió obligada á dar cle comer á su hija como á gran pena porque el sacertlote no quiso
confesarla, y
un niño.IJn día la enferma, creyend.o queiba á morir, deseaba comulgar al día siguiente.
é iurpedida para hablar, hizo llantar á su Director, y He aquí lo que ella escribió
se confesó por señas.
-llena- de tristeza, y
sobre esto: *Me tlormí
soñando coritunicaba mis penas á la
La Srta. de Fontenay había resuelto en su corazón Santísima virgen. 8115, al despertar, estaba
alegrey
una seguncla peregrinación á Lotrdes' y sus patlres llena de esperanza. Había visto en sneños
¿i Bernar_
consintieron con la condiciÓn de que pusiese su alma dita pLrestatiel¿nte tle mí abriéndome los brazos, abra_
en tales tlisposiciones que si la Virgen Santísima no zándome fuertemente y diciéndome: (
l{¿da temas,
respondía á su esperanza obrauilo una curación mila- serás curacla en Lourdes, pero ruega con
confianza
grosa, no por esto ltabía de desanimarse ni dejarse á la Yirgen.,, y yo la había abraÁdo con efusión,
caer en un d,esaliento cuyas consecueucias serían fu- aunque con algÍrn reparo por su toca de
Religiosa,
nestas, y que además, no volviendo curada, al regreso pues asi estaba vestida. Este dulce
sueño me llamó la
habÍa de entregarse, sin nueva resistencia, en lranos atención, y el nismo día lo referÍ á
mi confesor.y á
de los cirujanos. Mr. rle }Iusy.,
Las clisis nerviosas iban sientlo más violentas y Desde este momento creyó habí¿ sido
oíil¿. Ante_
frecuentes, la postraciÓn se agravaba también, el sem- riormente la duda la habÍa atormentado, y
había lle_
blante, hasta entonces natural, se alberaba r'ápida- gado algunas veces á temer ra gracia
que deseaba tan
mente. Nadie se atrevía á preguntar al padre por el ardientemente, ante la idea ,leireconocimiento
y gra_
estado de su hija; ¡tal era el abatimiento que mostraba! titud.á que la obligarÍa para c.n Dios trurante
su vida
La peregrinación quetló fijada por la enferma para un milagro hecho en sn f¿vor.
el 15 de Agosto. Escribió á diferentes partes pidiendo oraciones.
El
El abate de Musy que vivía en Autírn, y cuya cu- Santo
_Parlre,
cuya bendición había solicitado, respon_
ración en Lourcles eI 15 de Agosto fué tan conocitla, dió: .,Pido á la S¿ntísima Virgen que te bendiga
y te
visitó varias veces á la enferma alentándola podero- cure.') La H. llaría Bernarda, desde
el convetto de
samente, y otras almas caritativas la sostenían asi- Nevers, ofreció unirse á toclas'estas peticiones.
mismo eI] su esperanza' La irltima novena comenzó el Z de Agosto y
tlebía
Otro apoyo rnejor tenía la piadosa joven en el santo concluírse en Lourdes el 15, día de
la isunción. La
sacrificio ile la Misa, el cual, por uri favor señalado Srüa. de Fontenay había escogido
esta fiesta para pedir
del Santo Padre, se celebraba en el cuarto vecino aI su curación, pol'que había teuido desde
la infhncia una
su-r-o iles,-le el mes de tr'ebrero de L874. especial devoción á este misterio rlel
triunfo de María.
I
I
i

404 crENTo crNcunNra Mr¡,aGEos ¿


rrouRDES l\i
DE NUESTRA snñon¡. DE
. Su confianza era más bien una completa seguridatl, No queremos quitar una palabra de la histolia cle
de que se gloriaba en toda ocasiÓn' c'lriradme bien, una hora referid¿ por la misma Srta. de Fontenay.
d.ecía á cierta persona que la visitaba con frecuencia, Dice así:
es la últirna vez que me veréis en mi cama' u Hizo uA la elevación, no putle menos de clecir á la San-
preparar un vestido blanco para ponérselo inmediata- tÍsim¿ Virgen: *Ssg11u Madre, es preciso que rne cu-:
mente después de su curación. rrréis en seguida; si queréis, hacedlo hoy en la JIisa.,r
Partió en cupé-cama con su madre y su hernnanito' Cuando llegó el momento de dar la Comunión, y al se-
El abate de Musy tomó asiento en el mismo tren' pararse eI abate de Musy del altar para traérmela,
El viaje fué penoso: cerca de Agen le sobrevino una estaba yo orando. Algunos minutos después, al aca-
violenta crisis nerviosa, costando gran trabajo calmar- barse la l\{isa, me sentí conmovida y en cierto modo
la. La plimet'a visita á la Gruba tuvo lugar el 12 de bajo la mir¿rla tlirecta rle la Santísima Virgen. Dos
Agosto. y los dos días siguientes la enferma oyÓ la veces quise dutlar cle esto, y dos veces me pasó lo mis-
llisa en la Cripta y se bañÓ en la piscina. mo. Temía la gracia que aguard.aba después de tanto
Citemos aquí unas palablas suyas humildes y edifi- tiempo, en el momento mismo en que me era concedi-
cantes: ,,Las ilos horas tle la tartle del 14 de Agosto da. Yo que un instante antes me consid.eraba feliz de
que pasé en la Gruta, fueron horas de combate' La estar acompañatla, hubiera querido entonces estar so-
Santísima firgen rne pedía un úItimo sacrificio y una la, enteramente sol¿. Temía conniover sin razón á los
última promesa, )' como yo vacilase cobardemente, to- piadosos peregrinos y tur.bar su recogimiento. Tuve
dar'í¿ me obligó á que los hiciera. Bntonces me pare- un segundo de ansiedad y de lucha, á que siguió una
ció que mi buena Madre estaba ya contenta, llenantlo clicha indecible;.lloraba dulcemente sin poderme con-
mi alma tle una alegría particular con la esperanza del tener; ntnlc(L había yo llorado as,í. Llena de emoción
día siguiente. '' y sintiéndome demasiado débil para obrar sin consejo,
Desde eutolces tuvo una certeza sin vacilación po- hice decir por medio cle mi madre al abate de Musy:
sible, de que curaría aI rlía siguiente' ¡,No sé lo que tengo, perono pueclo contenerme;
¿qué
El 15, un p0c0 antes de las ocho, la Srta. de Fon- r¡se debe hacer?', Apenas había dicho estas palabras,
tenay se dirigía en coche á la tsasílica, y en eI camino cuando me pareció que la Santísima virgen me re-
la emoción y las lágrimas Ie hacían interrumpir el Ro- prochaba vivanente tlue acudiera al consejo humano,
sario que iba rezando. Penetró en la Cripta llevada en teniendo el snyo que me d.ecía claramente: ;rf¡ss, h¿7
Ia calletilla que Ia baronesa de la Rüe dejÓ el año an- ú(un acto de fe ciega y seráscurada." Ya n0 pude re-
teii(,r' Ér Ia Gruta. y el abate de Musy celebrÓ eI San- sistir más, y levantánciome resueltamente de la carre-
t,r Saerifi':i,.'. tilla, firí á arrodillar.me á la mesa rle la Comunión. Ce-
4fJ6 crENTo oTNCUENTA MrrraeR,os DE NUESTRA s¡ñon¡. DE rrorrRDES 107

Iebr¿ba entonces Misa el abate Sire, sacerclote rle San veía ni oía nada, y no pensaba más que en llevar rni
Sulpicio, que ha consagrad.o su vitla á Ia glorificación carretilla sola y cou resolución.
de la Santísima Yirgen en su Tnmaculada Concep- uUna vez encerradlos en la santa Grnta, un sacer'-
ción. v estaba en el Credo. Acabada la Misa conti- dote de Autún que se encontraba allí por casualicl¡tl,
nuaba yo de roclillas, tranquila y sin llorar desde el entonó el llfagnificu,t. \o estaba de rodillas, bien de
momento en que había obedecido á la \rirgen; pero rodillas, sin fatiga ninguna y tlispuesta á correr rle
para no conmover á Ia concurrencia, que lloraba y nueY0.
hablaba, y0 me pregunté, sin darme cuenta, si sería ,,4 las diez volvíamos á Lourcles. Yo quería hacer-
prudente subir de nuevo á mi carretilla; pero mirando rne bendecir por monseñor Peyramale, ponerne rnis
á la \rirgen Santísima excl¿mé: ¿,Madre mía, \ios me botinas, porque á cada instante perdía las zapatillas,
hecho abandonarla, no permitáis vuelva á su- y cambiar mis medias de lana por otras de algorlón,
"habéis
ubir á ella; " y atravesé corriendo la Cripta para decir pues n0 sentía frío; rnientras que mis buenas caseras,
á Mr. de Musy: ,,Creo qtte estoy curaila, no quiero acostumbradas á verme tiritar, se apresuraban á pre-
ududar." lf él me contestó: ,,Haga \¡. lo que l¿ San- par¿lrme un calentaclor. A las once l'oh'í á oír otra
utísima \rirgen le inspire." Misa en la Basílica, cu¡as escaleras subía sin trabajo.
Después fuí á clar gracias al abate Sire por los ,ttr:-
¿,I¡os circunstantes decían á media Yoz:
"La carre-
atilla. la carretilla." l\[i madre me tlijo: ,,Si estás cu- nzet¿tos que tuvo la bondacl de hacer por mí. Yo le h¿r,-
..racla, arrástrala tú." Corrí á tomarla, y pitliendo por bía peclido me aplicase la Misa, pero los sábaclos, y
far-or que nadie me ayurlara ni empujara, Ia bajé por el 15 de Agosto sobre toclo, no la dice sino por l¿s in-'
la carretera á la santa Gruta. tenciones de la \rirgen. Después tle haberme dado su
,,IIr. tle Musy, que iba delante, abrió las cade- bendiciótt, dijo: ,,Al (on,fiteor de la Misa sentí una
nas que impiden el paso, y yo pasé al galope como un *conm0ción extraordinaria, y sin saber lo qué pasaba
caballito escapado, pues me sentí llena de salurl y tle acomprendí que Ia Santísima \rirgen acababa de con-
vicla, como que iba á la Gruta, que con ansia deseaba r,ceiler una gracia muy particular."
\¡er. para tlar gracias á la Virgen Santísima' Mi her- r,Por la tarde I'olví á la santa Gruta (con mi vesti-
mauo por su parte corría en busca del gran cirio que tlo blanco) antlanclo, colrienclo, poniéndome de rodi-
habíatnos comprado la antevíspera para el día de mi llas, firmando rle pie libros é imágenes. Y por lir noche
curitciót) ; ¡' mi madre, que descle hacía mucho tiem- tení¿ la clicha de saber la conversión d.e un pecador
l,,r rle servía ile apoyo, quería todavía apartar los que, tocado por la gracia á l¿ vista del milagro, había
¡'I,'stáL'itl(rs é impetlir que me oprimiesen. Durante este pedido un saceldote, y tres días después se acercaba
tieiti¡,,-' sr I't'.tlúo tllt gran movimiento, alnque y0 n0 á l¿ Santa ]Iesa.
Ii
¡

408 CIENTO CINCUENTA MII,AGBOS J


DE NUESTRA s¡ñona DE rrolrfi,Dns 409
hoy llena de salud, tle fuerza y de vida quisiera con_
(Nueve clías pasé en Lourdes en acción de gracias, tlucir á todos los que sufren á los pies de María, que
durante los cuales fuí bien feliz. Mons. Langenieux, con tanta bondad me curó á mí (1).
á quien vi v¿rias veces, se mostró bondacloso y afec-
tuoso conmigo, y me d!jo: uYa que escribió V. aI San- (1) Véanse en ios comprobantes, n.n 1g, los certificados de
¡,to Padre para suplicarle bendijera nuestro viaje, es- dos médicos.
scríbale para anunciarle su curación; yo pondré una
snota á su carta y Ia enviaré.,
Mons. Peyramale me impuso por un año el hábito
cle la Virgen. lfi hermano mayor vino á buscarnos, y
en Paray-le-Ilonial encontré á mi padre al pie tlel
altar del Sagrado Coraz6n, dontle eI año anterior había
venido varias veces á pedir al Corazón de Jesús que
me curara.
uPronto se cumplirán seis meses de mi curación
milagrosa, y no solamente no he vuelto á caer enfer-
ma, sino que mi salud general se fortifrca totlos los
días. En cuanto á mi enfermedad interior, la Santísi-
ma Virgen la curó instantáneamente; y desde el 15 de
Agosto estoy de pie horas enteras, ando y me ocupo
como todo el mund.o.
*Además, hace tres meses que estoy cuiilando á mi
madre enferma y dirijo la casa, y mi buena salutl es
la admiración rle toda la familia, de los extraños y de
Ios médicos, que nunca hubieran creído podría yo re-
sistir á estas fatigas.
* ¡ Cuánto desearía yo que estos pormenores conso-
lalan un poco á los pobres enfermos y les dieran en-
tela cor)fianza en la bondad de la Virgen de Lourdes!
Tanto y por tan largo tiempo he sufrirlo; he tenido
tantas miserias físicas y morales, que sintiéntlome
410 iCIENTO CINCUENTA MILAGR0S DE NUESTR,A SEÑOR,A DE I]OU.RDES 4II
rnente la salud en la Gruta de Lourcles el martes 1g
de Agosto. l{ació el 19 de }Iarzo ale 185ei, y perte_
nece á una familia cristiana. Sn padre, gendarme
(guar_
dia civil) en Monpazier durante muchás años, es tipo
de bondad y de lealtad, por lo cual le llaman ¿.el buen
IX padle Labonne.rr Bs¡s pund0n0r0s0 militar se queiló
viudo desde muyjoven, y se consagró enteramente á
sus d.eberes profesionales y á la educación de
Ouración ratlical é instantánea ale une terrible en- sus hijos.
J,a may0r cle las hijas fué una segunda madre
fermetlatl tle la meilula espinal. (L,ourtles, 18 tle de sus
hermanos y sobre todo de l\{aría, qo, u.u la
Agosto de 1874). rnás joven.
Esta tenía un carácter vi.r,o ardiente. pero estaba
)-
dotada de excelente coraz6n,5- fué de parte ae
su her_
El 19 de Noviembre de 1874 recibia el Superior de los Nfisio- man¿ mayor'objeto de una solicitud maternal.
neros de Lourdes de una persona bien informada de Monpazier, A Ia edad de dieciséis airos entró como pensionista
diócesis de Perigueux, la siguiente declaración:
<Tengo ei gusto de ccrlificar á V. que la curación de la seño-
en la Comunidacl de las Hernanas de Santa Marta,
rita Labonne ha sido intantánea, radical y persistente. E'qtajo- tle nuestra ciudad, y estaba allí hacía cerca de dos
len ha gozado rle-"pués constantemente de nna salud maravi- años cuando el 19 cle Marzo último, dÍa
llosa... La rclación puirlicada ¡tor La Setnaine t'elí'¡ieuse de en que cum_
plía die.ciocho años, se sintió fatigada. Se
.Périg ueuo es completamente exact¿t.>> atribu¡,ó al
Reproducimos con satisfaccióu, añacle cl Padrc Superior', esta principio esta indisposición á on ér.uso rle
trabajo, y
inleresantísin'ra relación con la-q correcciones liEJeta-s hecha-q por se creyó que bastaría eI descanso pala curarla.
nuestro excelente ¿6¡¡s..ponsal. Entre
tanto la debilidad iba en aumento. la
J. enfel.ma
tuvo que dejar el colegio el Domingo de Ramos. z9
de
La pequeña ciudad de Monpazier está desde hace Marzo, para letirarse á casa tle su hermana. Algunos
algunos días bajo la impresión de una alegría bien días después una familia tle Monpazier. muJ
adicta á
grand,e y legítima: elia es testigo de uno d.e esos suce- Mr. Labonne y á sus hijos, presentO ¿ itaria al cloctor
sos extraord.inarios que la ciencia no pueile explicar, Ma5'rac, médico de \¡illereal, quien declaró qne
Ia en_
que la Autoridad eclesiástica se abstiene de calificar, fernedatl era grave ¡r que tenía su asiento en
l¿ me_
I)el'O rlue todo fiel piatloso pr0clama en su alma un ver-
tlula espinal. Segírn las órdenes del rnéilico. la fueron
tl¿rclero nilagro. aplicadas sanguijnelas fricciones con hálsamo
¡. Oppo_
La jr,,¡g¡1 llaría Labonne, de la Congregación cle deldoch. EI Doctor la visitó segunda vez, prescribió
¡.
Hija: tle ll¿r'í¿ de }lonpazier, ha recobrado súbita- Itleva medicación, sin que la enferma tu.r,iese alivio-
I
i

4r2 CIENTO CINCUENTA MILAGROS


j DE NUESTRA spñonl DE rrouRDES 418

Abril partió para Fumel, en donde rlebía importa, puesto que voy á ser curad.¿.,, pasó tres días
HL 27 de
pasar algrros días al lado de su padre. Llamaron aI en Lourdes, y cuando llegó la hora de partir lloró mu_
cho vientlo frustradas sus esperanzas. Volvió á Mon_
Dr. Briangon, el cual aprobó la medicaciÓn prescrita
pazier más enferma y completamente desalentada.
por su colega, y ordenó friccionar á la enferma todas
las noches con tintura de yotlo, y que por la mañana
EI Dr. Meyrac la vió al día siguiente de su vuelta,
que fué el viernes 17 de Julio. La encontró mucho
la envolvieran en un paño embebitlo en agua fría. Este
peor, y le anunció que era preciso recnrrir á una ope_
régimen era violento; destle el segundo tlía la piel es-
ración dolorosa, pero que algunas veces había dado
taba ennegrecida y quematla en toda la extensión de
felices resultaclos; se tratabade quemar las carnesen
las fricciones, y no pudiendo soportar más este re-
toda la columna vertebral. La enferma se 0pus0 á esto.
medio, hubo que suspenclerlo.
No fué posible triunfar de sus repugnancias sino im-
El médico hizo aplicar un vejigatorio en toda la poniéntlole c0mo un deber de conciencia que se some_
longitutl de la columna vertebral, y luego ordenó ba-
tiera á las prescripciones del médico. Se sometió, en
ños sulfurosos y duchas, pero nada aliviaba á nuestra
efecto. con ediflcante resignación, y la operación tuvo
pobre enferma, que andaba con mucho trabajo, siendo
preciso casi llevarla en peso.
lugar el 22 tle Julio. Se enceudió un brasero y en él
.se enrojeció el instrumento de la operación. La enfer_
En los primeros días de Junio volvió á lfonpazier'
ma tuvo valor para presenciar todos estos preparati_
Hicieron por ella una novena á Nuestra Señora de
vos. Le quemaron las carnes á lo largo de la columna
I-.,ourdes, á la cual se asoció cle eorazón, bebiendo
verteblal. y le aplicaron cuatro botones de fuego en
además agua de la Gruta, con Ia que también se fric-
las extremidades, cuya última operación fné t¿n tlolo_
cionaba. La novena no clió ningún resultado sensible"
rosa que arrancaba á la paciente rugidos dolorosos.
Las piernas las tenía cacla vez más envaradas, los
Cuanclo se acabó la operación, el Doctor conmovido le
brazos comenzaban á perder sus fuerzas; todo trabajo
dijo que parecía un San Lorenzo. c,¡Oh, no, respon_
Ie era imposible. Esta situación ¿larmaba á la joven,
dió ella sonriendo. yo no tengo la virtuil de San Lo_
y la convenció de que la meciicina era impotente para
renzo; no pediré que me vuelvan del otro lado!,,
cur¿rla.
Mr. l\Ieyrac hizo otra visita el 29 de Julio; el mal
El 13 tle Julio hizo Ia peregrinación de Lourdes en
no había sido contenido pol la operación tlel fuego; la
compairía de una persona de su intimidad. Estaba con-
enfelma sufría por el contrario mucho más; ya n0 p0_
vencicla de clue la S¿nbísima Virgen la curaría. l{o po-
día salir ni aún con auxilio de un brazo extraño;
rlían separarla de la capilla y sobre todo de la Gruta,
sus piernas estaban hinchadas ¡' sin ningunafu,erza.
en dontle olaba con un fervor angelical. Cuando le de-
El Doctor hizo entonces una aplicación áe ventosas.
cían rlrie uo se fatigara tanto, respond.ía: r,Poco me
t
j
i

414 crENTo crNcuENTA MrrJacnos DE NUESTRA snñonr DE r,ou-RDES 4I5


Volvió el 6 de Agosto; encontró á la enferma más fa- Libos, en donde debía organizarse la piatlosa caraya_
tigada, y rnandó se le aplicasen seis cantáridas en eX na. llás de dos horas permanecimos en la escación de
sitio del mal. Manifestó algírn cuidatlo, y al partir re- est¿ localiclad. La Srta. Labonne encontró allí á su
comencló con instaneia Ie advirtieran si llegaba á pro- padre y á la seguncla d.e sus hermanas, que habían
ve_
ducirse alguna modificación alarmante en el estado de nido de X'umel para abrazarla. La despedida fué con_
la enferma. movedora. I{ubo necesidad de llevar en brazos á la
Durante esle tiempo el Cur¿ de Libos organizaba pobre enferma al compartimento que Ie estaba rlesti_
una peregrinación á l{uestra Señora de Lourcles, cuya nado, donile se encontró con algunas cle sus compaire_
noticia fué anunciacla en Monpazier desde el púlpito. ras, sll hermana, algunas señoras, el administrador
La enf'erma r¡niso inscribirse en el nírmero de los pe- de Correos y el Cura de Monpazier. Se cantaron con
regrinos. AI principio creyeron que n0 hablaba for- devoción algunos cánticos á }Iaría, que parece fueron
malmente, pero pronto se convencieron de lo contra- bien recibirlos porque los peregrinos de los comparti_
i'io. Su familia y todas las personas que se interesa- mentos inmetliatos varias veces nos felicitaron. La
ban por ella trataron de hacelle abanclonar semejante Srta. Labonne, aunque suf'ría mucho, cantaba sin en_
proyecto. El Doctor había manifestado que si empren- bargo con un artlor admirable. Junbas rezamos el Ro_
día eI viaje no volvería á visitarla, pues tenía sus te- sario y otras oraciones) como queteníamos tantas gra_
mores de que moriría en el camino. Al fin, cecliendo á cias que pedir.
las instaucias del señor Cura cle lfonpazier, que n0 A eso cle las once de la noche llegamos á Agen, ha_
había omitido nada para hacerle comprender los incon- ciendo el trasbordo del tren de Orleans al clel l[e_
venientes y liesgos del viaje, desistió de é1. Después tliotlía sin obstáculo alguno, gracias á la inteligente
de haber tomailo esta decisión, ó más bien de habér- disposición de los coches. tr'ué preciso, no obstante,
sela dejado imponer, lloró mucho; y luego, obrándose llevar en brazos á la joven ellferma r'1. un vagón á
en su voluntad un cambio blusco, hizo saber al señor otro.
Cura que su resolución era irrevoc¿ble, que queria ir Al salir de Agen hicimos la oración d.e la noche, y
á Lourd.es, que si el nédico la rehusaba sus visitas se cada cual procuró rlescansar un poco. La Srta. La_
pasaría'sin ellas. ,,Ailemás, añatlió, seré curatla y no bonue no pudo dormir; hacía seis meses qne no había
tendré más necesidatl de pl.,; En vista de esto fué conocido el sueñ0, y entonces se sentía más fatigatla.
preciso resignarse á dejarla partir para Lourdes, y se Los que no dormían la oían dar. quejidos producidos
decidió que la acompañara su hertnana mayor. por el sufrimiento, y que hacía esfuerzos por. ahogar
Ltr partiila tuvo lugar eI lunes 17 de Agosto por la para n0 molestar á sus vecinos. Sn ancha llaga estaba
noche. L,-,s peregrinos de lfonpazier se dirigieron á en supuracióu y la hacÍa sufrir eruelmente. Llega_
416 CIENTO CINCUENTA MIITAGROS DE NUESTRA snñon¡, DE r,ounDES llT
mos á la estación de Lourtles á cosa tle las seis menos ñera que le f'riccionara las espaldas con el agua mila_
cuarbo de la mañana. grosa. Hizolo así empapando en ella su pañuelo y
fro_
Nuestra joven enferma estaba tan fatigatla' que no tándole en toda la región afectaria. Al mismo tiempo
pudienclo ponerse el sombrero acutlió al favor de otra la enferma se lavaba las piernas con bastante trabajo,
pers0na, 'y jnntas rezaban las
letott,ins de la Santísina virgen
I-la instalamos en tln coche que la condujo á la igle- y el lfunrtrare. Eran las cinco y cuarto.
sia, oyó la Santa Misa á las siete, y comulgó. En se- Ayrdaron á vestir á la enferma, y al salir cle la
guida la bajaron á la Gruta. Este tlía había en l-.¡our- piscina encontró en la puerta á su hermana. que
le
des varias peregrinaciones importantes, entre otras las preguntó con ansiedad: *¿Cómo estás?,,
-{ lo que
de Nimes y de Agen, calculándose en cerca de seis respondió: ¡,No sufro nada.', Se sentía curacla, pero
mil el nírmero de peregrinos. no se atrevía áaflrmarlo. Salió aconpañada de su her_
EI día fué pródigo en molestias y dolores para nues- mana y de su compairera, dirigiéndose á Ia r.otonda
tra joven enferma. No putlo acercarse á la piscina ni destinada á servir de abrigo á los peregrinos, y anda_
á la Gruta, porque eI gentío lo ocupaba todo' Ella sin ba sin esfuerzo, apoyándose apenas en el brazo de sLr
embargo estaba bien convencitla de que sanaría si po- amiga. Iba rezando el Rosario.
clía bañarse en la piscina ir orar en la Gruta; mas á Luego que llegó á la rotonrla cleclaró pirblicamente
eso de las cuatro la vimos completamente desanima- que estaba curaba, y corrió á echarse en los brazos
da, lloraba mucho y su hermana tambiénlloraba. Con- de otra de sus compañeras, diciéndole: (¡Estoy cura_
tristábanse tle pensar que tendrían que volverse sin da !r; N6¡¡i6 tarlbién á donde estaba el Cura de IIon*
haber obtenido lo que ambas deseaban tan ardiente- pazier, repitiendo siempre: *¡Estoy curadaI
¡estoy
mente y esperaban con tanta confianza. {Jna de las curada!,' El señor Cura la reprenclió bondadosamentl
compañeras de lfaría se instaló en la puerta tle Ia pis- diciéndola: *Tenga V. cuidaclo, hija riiía; no cantemos
cina por espacio de cerca tle una hora, aguardantlo el tan pronto victoria, pues eso podría acaruearnos algún
rnomento de porler introducir á ,su joven amiga. Du- disgnsto.,' IIas ella no pudiendo contener su g0z0 re_
r¿nte este tiempo, no pudiendo la pobre enferma sos- petía:
"¡Estoy curada ! ¡ estoy curacla !,,
tenerse en pie, pitlió un asiento que le fué proporcio- El gentío la había rodeado ya. Todos querían verla
nado por el Hermano encargaclo tlel orden alrederlor y darle mnestras de simpatía, hasta que con gran tra-
tle Ia piscina. bajo pudo el señor Cura arrancarla de allí par.a con_
^\ las cinco la piscina quedó libre, pero había que ducirla á la Casa de los padres de la Inmaculada Con_
l'enoyar eI agua, y nuestra enfermano tuvo ni lafuer- cepción, en donde se encontraba el señor Obispo de
za ni la paciencia de aguartlar. Suplicó á su compa- Agen. Su llma. se clignó recibirla; la hizo referir el
418 CIENTO CINCLTENTA MIITAGROS DE NUESTRA snñon,t Dn LOuRDES +19
t
maravilioso suceso que acababa de tener lugar, y le La gente, deseosa de ver á nuestra enferma y de
rlió su bendición. El P. Senpé, superior cle los Misio- oir hablar de su enfermedad y de su curación, anlaba
ner'os, diír permiso al señor Cura de Monpazier para siempre en busca de ella.
que hiciera entrar en la Gruta á la que tan manifles- Hay delante de la Gruta" al lado de la roca clontle se
tamente se había visto favorecida tle la protección de apareció la Santísima \rirgen, un púlpito desde el cual
la Santísima Yirgen, y á toilas las jÓvenes que la ha- se acostumbra dar la desperlida á los peregrinos.
bían acompañado. Acorrlaron hacer subir á" él á la joven protegida rle
Grande fué la dificultad para llegar de la Casa de María con el abate Rey, cura de Monpazier, y otro
los Padres á la Gruta, pues se había propalado ya el sacerdote. El abate Rey refirió la enfermedad de la
rumor de la curación, ¡- casi todos los peregrinos se Srta. Labonne y el strceso de srl curación, y cuanrlo
hallaban reunidos en las inmediaciones' Llegatlos á Ia dijo que se llamaba lfnrín Labon+te, uno de los asis_
Gruta, nttestras Hijas tle María cantaron con totlo su tentes exclamó: * ¡Y es la buena MarÍa quien la ha
corazln el cántico de acción de gracias. La multitud curatlo!r: l¿r aclamaciones continuaron. Lia señorita
pedía á grandes gritos que se mostrase la joven del Labonne bajó del púlpito. Las genres se precipifibban
milagro. Había allí un sillón, y la hicimos subir en é1, á su alrecledor, la abrazaban, la hacían firmar estam_
pero los que estaban retirados á la orilla del Gave no pas y tocar rosarios. Jamás se ha visto una manifes_
podían verla y reclamaban este f¿vor. Durante este tación más conmovedora. El p. Rey se vió obligado á
tiempo la puerta de la reja que cierra la Gruta se decir varias veces á la multitud, cada vez más com_
abrió, y apareció un hombre llev¿ndo en sus brazos á pacta y apiñada: r.¡N0 vayan Vds. á matarnos á esta
una niña de iliez años, cuyas piernas acababan de ser querida joven, ahora que la Santísima Virgen nos la
bañaclas en la piscina, y en el momento en que ia bajÓ ha curado!,
en la Gruta, la niña, paralítica destle hacía cuatro Conilujeron á María á la rotoncla, haciéndola se_
años, se puso á andar. Ignoramos la naturaleza del guir el send.ero que serpentea la montaña: allí en su
mal que privaba á esta niña del uso de sus piernas; compañía cenamos, y la que pol la mañana no podía
sabemos que ela inglesa y que había venido con su servirse á sí misma nos sirvió por la noche sin nin_
paclre y sus hermanos del interior del Canatlá. Habla- guna fatiga. Luego fué al pueblo con el señor Cura
ba inglés, y en derredor nuestro narlie comprendía su de Monpazier y con una de sus compañeras á com_
irlioma. El padre, que no podía hacerse entender, pre- prar objetos de piedatl, y nosotros la encontr¿mos si_
sentaba á la muchedumbre las muletas de su hija. El guiendo en medio de los peregrinos de ilIonpazier la
en¡usi¿rsmo llegó entonces á su colmo. Por todas par- procesión con hachas encenrlidas. La despedida á la
tes se acl¿maba á Nuestra Seirora de Lourdes. Gruta y las exclamaciones en honor de }far.ía nos ha_

¡
420 crENTo crNcuENTA Mrr,aenos
:

i
DE NUESTBA sEñoRA DE rrouRDES 42I
bían conmovido profuntlamente, y todos cantábamos Las Hijas de María fueron á buscar á su dichosa
con entusiasmo. Nuestra dicha era inmensa, y la emo- compañera y le hicieron una escolta tle honor; to-
ción sobrenatural de nuestras almas imposible de des- das las miradas se volvieron hacia ella cuando a,tra-
cribir'. No suspendíamos nuestros cantos sino para vesó el umbral de la iglesia vestida con las castas li-
clerlaniar lágrirnas de alegría. tr a procesiÓn se hizo breas de la Virgen. Su blanco vestido, su banda tie
desde la Gruta hasta la estación, y la Srta. Labonne color de cielo, su largo velo con pliegues flotantes, su
la siguió sin experimentar la menor latiga, recibiendo corona virginal, eran como un reflejo tle la alegría y
en eI trayecto los testimonios más vivos de simpa- del cantlor de su alma. Comenzó la l\{isa, ¡' los cantos
tía. Partimos de Lourdes á las nueYe y media, y lle- piadosos no cesaron de resonar todo el tiempo que
gamos á Libos el miércoles por la mañana á eso tle duró eI Santo Sacrificio. ¡Cuán conmovidos estábamos
las cinco. Allí todos itruerían oír contar el suceso de la todos ! ¡Y cuánto más lo estuvimos después cuando el
víspera, y nos era precist.r repetir todos sus detalles. señor Cura, cuya dicha no tenía límites, nos dirigió
La emoción se apotleró de todos los corazones cnando estas palabras: uC0mprendo vuestra solicitud y \¡ües-
vieron precipitarse á nuestra jovett en los brazos de tra emoción, que son muy legítimas. Habéis querido
su padre y de su hermana. En verdad, todos llorába- uniros á nosotros para dar gracias al Señor, de quien
mos, pero nttestras lágrinras eran muy dulces. viene todo dón, v á su Santísima Madre. Ya habíamos
La Srta. Labonne pasó el miércoles con su parlre dado las gracias al Señor Jesírs y á la Sanlísima Yir-
en Fumel, y llegó á l\Ionpazier el jueves á cosa de las gen en aquella misteriosa Gruta de Lo[rtles, pero
tliez. Toda la población estaba en pie para ver andar esto no basta; es preciso que todos juntos repitamos:
y,correr á la que Ia antevíspera no podía dar uu paso" Gracias ti, n[aría, tí ttttcstrrt bu,a,no, lfadra, que se
Se dirigió á la iglesia, y el señol Cura la recibiÓ y ha dignado volver sus ojos hacia una cle nuestras hi-
llevó al altar tle la Santísima Yirgen, eu clontle se jas; sin duda que nuestro agraclecimiento es pobre
cantó el lfagni[ícat. porque nosotros sornos pobres: pero haremos lo que
A las siete de la mañana siguiente tuvo lugar la podamos cantando con todo nnestro corazón, con toila
trIisa de acciótr cle gracias. ¡Qué encantailora y qué nuestra alma. con todas nuestras fuerzas el cántico de
ileliciosa fiesta! nada fhltaba en ella: afluencia de acción de glacias."
gente, cantos piadosos, comtniones numerosas, toclo La ceremonia terminé con la bendición del Santísi-
había. El altar de la Santisima Virgen estaba magní- mu Sacramento y con el canto d,el n:lagni/iu.tt. La jo-
ficamente adornado; un sillón y un reclinatorio con ven protegida de }faría fué cle nuevo conilucida en
flrrl'es blancas habían sido preparados para nuestra triunfo pol sus compaheras y por la rnultitucl.
I-.,a cnración ha siclo instantánea v radical, ¡' cr-rnbi-
;oveil alirlturtatia,
422 MIITAGROS DE N. S. DE ITOUX,DES

núa sin ninguna alteración. Esperamos que Dios aca-


bará su obra, y que esta gracia de la Reina del cielo
reclundará en beneficio de las almas.
Ruego á V. acepte, etc.

Ulr pnnnenrxo.

DOCUMENTOS COMPROBANTE$

N.'1
Este milagro fué referirio por los Anttales cle Lou¡'des en e\
mes de Diciembre cle 1876, es decir, más cle trece años después
de sucedido. La relación de Ia Sra. Anger está fechada en Lava-
can el 10 cle Septiembre tle 1876, yfirmada:<Por copia confbr-
me, H, Emanuel.>> NIas como Lavacan está situaclo cerca de
Agch, en el clepartamento de Gers, al otro extremo de Francia'
no'pucliendo e-rplicarme esta firma y estas fechas en aparien-
cia contratlictorias, he escrito á Ploérmel, y he aqui las expli-
caciones que se ha servido manclarme eL venerado Hermano
Ilmanuel, que habia copiado la relación:

<Monseñor:
<... 'I'engo verdadero gusto ell pocler clar ¡i \¡uestra Grandeza
las explicacioncs que desea.
<rl-aielaeión que \¡uestra Grancleza ha ieido en lo-q A¿nr¿les
tle Notre Dctnte cle Lou'rtLe-" tocantc al milagro obrado en favor
del joven Etlme Remy, tle Plo0rmel, fué redactacla por el abate
FIilúon, entonces profesor en el colegio cle San Estanislao, cle
Ploérmel, hoy obis¡ro cle Cabo Haitiano, teniendo ¿i la vista la
narración que le hizo la Sra. ;\nger, abuela clel jolen'
<I-os clignos y virtuo-"os padres del joven tlel milagro no se
dieron prisa ir ¡rublicar cste l¡cneficio. Se contentaron por el
momento con clar grtrcias /t Dios ¡'ir su lnnlaculacla \{aclre en
424 DOCU}IENTOS COMPR,OBANTES DOCU]\IENTOS COMPROBANTES
t 425
unión de las piadosas Religiosas Ursulinas que contribuyeron I <<Hace algunos dÍas, quince poco más ó menos, me anunció la
tan poderosamente á obtenerles un favor tan precioso. Hermana P... que estaba curada, que no sufría rva I, que el tu-
<En Septiembre de 1876, habiendo tenido la dicha cle acom_ ,mor habie desaprrrecido. IVIe certifiqué en efecto de Ia rerdacl
pañar á nuestro reverendo Hermano Superior general que ibair tle es[a aserción, -v no hallé traza alguna del tumor.
presidir los ejercicios espirituales que hacen todos los años <<La Hermana me refirió entonces que habia sido curada con
nue-stros Hermanos del Mediodia en nuestr¿l casa pror.incial cle el agua de Lourdes, casi instantaneamente. después de dos ó
Lavacan, cerca de Auch, los piatlosos padres del joven Edme
¡
I
tres aplicaciones de dicha agua¡'durante el curso de una novena.
Remy me entregaron la relación del milagro, fielmente conser_
vada en los papeles de familia, rogándome que la hiciera in-ser- .Pons, ? Ilayo de 18?9.
tar en los Annales cle Notre Dctme rle Lourdes. Durante mi <<DR. Anlou¡¡1.,>
permanencia en nuestra Comunidad de Lat¿rcan fué cuando
transcribÍ dicha relación, -v algunos días después al pasar por
Lourdes entregué una copia de ella á uno de los padres guar- N.o 2
dianes del vcnerado Santuario,I esta <<copia conforme,> firmada
por mí, no fué publicada hasta el me_q cle Diciembre siguiente.
<<Los que suscriben, doctores en medicina de la Facultad de
<He aquí, monseñor, la explicación de la-q fecha.e contenidas
Farís, médicos del hospital de Nlussidirn (Dordoña). certifican
en la relación que habéis leído ¡. l¿r r¿rzón de hallarse mi nom-
haber sid,r llamados en Septiembre último para asistir á la,.e-
bre al final de esta conmovedora narración. .ñorita I\Iaría Dupu--v, de Nlussidán, atacada de una fiebre ner-
<Añadiré, monscñor, que para responcler al deseo de los es-
viosa complicada de turbaciones funcionales grar.es,v variadas
posos liemy, modelos acabaclos de paclre-. cristianos, hice colo-
manifest¿indose: del lado de la laringe, por una extinción de voz;
caren la mi-.ma época en la Ba-"ilic¿r de X4arÍa Inmaculatla un
del lado clel corazón, ¡;or palpitaciones más ó menos frecuentes,
elD-ooto de m¿irmol blanco en memoria perpeluü de la fecha dei
seguidas algunas veces de opresión; del lado del estómago, por
ireneficio y de -eu profunda gratitucl haci¿r la N{adre cle Dios la
-v una inapetcncia casi absoluta y vómitos frecuentemente repeti-
Protectora dc su hijo.>
d6-s, sobre todo después de la ingestión cle la menor cantidad de
<Dígnese aceptar, monseñor, ctc.>
alimento, cualquiera que fuera su caliclad. Que los diferentes
t¡edicamentos que los que subscriben han juzgado mejoresy han
.ensayado para combatir este estado ntórltido, lian sido casi
N." 1 Dis
sierrpre mal soportados, J' por consiguiente mal seguidos y sin
ninguna eficacia; v que después de hacer uso del agua deNues-
<Invitado por la Superiora de la Congregación cle señoras Ur- tra Señora de Lourdes.1'á la conclusión de una novena hecha
iulinasdePons¿i decir lo quc sabe sobre laenfermcdad ycura-
¡ror su intcnción,la Srta. Dupul.recobró el i5 cle Enero último
ción de la Sra. D., Justina, en Religión sor p..., el que subscribe la salud de una ma¡rera repentina y completa.
hace la si¡Juiente declaración, limitántlose Ír enunciar 1os hechos
<En fe de lo cual 1os que subscriben extienden el presente cer-
cu,va interpretación no ie corresponde. ,t,ificado.
<<Hace dos ó tres me-qes la Hermana p... me enseñó un tumor
:ituado en el costado izquierdo. Este tumor tenía el volumen de <<G. Ilosv¡s1,, n¿rici,it:o.-8. I),r¡ronrsn. ¿/. ¡r¿
¡ln huevo de paloma, e,qtaba duro, sin adherencia la ocasioner-
¡; .rllussid¿in, 5 Cle Febrero de 18?z
l,r' r'ivos dolores. La enferma atribuia su origen dr un golpe que
Li;,la recibido. Dicho tumor me pareció de naturaleza cirrosa.
r' ¿r'.i i¿é irara curarlo 1os medios ordinarios. que no dieron re-
s'rltado i:lgrtno.
426 DOCUMENTOS COMPR,OBANTES DOCUMENTOS COMPBOBANTES 427
<,.Efectivamente, con la curación cle sus males le volvieron tlc
rcpente todas sus fuetzas; v la que unos momentos antes no po-
N.o 3
dia moverse en su lecho cle dolor sin transiciones violentas, en-
contró repentinamente las fuerzas necesarias para levantarse,
CERTI}'ICADO DEI, MÉDICO vestirse y bajarlas escaleras, No es esto todo; con gran sorpre-
sa de sus compañeras fué con ellas á participar de su almuerzo
y comió con el mejor apetito; y en seguida, desde el mismo dia,
)Brujas, 29 de Julio d€ 18?J.
siguió los diferentes eiercicios de la Comunidad, y por último,
(El que subscribe, doctor en medicina, declara haber visto pro- llegada la noche, fué á ocupar de nuevo su celda, que había de'
ducirse el l6 de Juliode {872 un¿r curación completct é ínstctntci' jado hacía dieci-qéis años.
/¿ed en una Religiosa del convento inglés de Brujas, llamadaen <<Con posterioridad á esta época, es decir, pasado más de un
Ileligión sor Teresa José. año, su curación no se ha desmentido; y el convento, en vez de
<<Bsta señora, que tiene actualmente cincuenta y cuatro años, una Hermana enferma y sufriendo, posee actualmente en la
hacia dieciséis que estaba enferma. $u afecc.ión, bastante com- persona de Teresa José una excelente enfermera.
pleja, consist,ia especialmente en accesos de asma complicados <<Tal es, con algunos detalles, el hecho extraordinario de que
de bronquitis crónica con tumefacción pulmonar é hipertroffa he sido testigo, y no vacilo en declarar que una curación seme-
del corazón. jante en las condiciones y c.ircunstancias que acabo de exponer,
<El estado de la enferma presentaba todos los inviernos una ó no puede obtenerse con los socorros clel arte medical ni con los
varias agravaciones ó crisis acompañadas de fiebres y de sudo- recursos de la naturaleza, y que debe atribuirse á la interven-
res abundantes, obligándota á guardar cama; y á consecuencia dión de una causa ó de un poder sobrenaútrlol, únicos capaces
de estas crisis tuvo una gran pérdida de fuerzas, convalecencias de restaurar innteclialanenle las fuerzas corporales en un ot-
largas y penosas, complicadas muchas veces con recaídas, y ja- ganisnro tan consumÍdo.
más seguidas de vuelta completa á la salud de modo que le per- <<E. V¡N-Dnolt*rr., rn, cl. P.>>
mitieran dedicarse de nuevo á sus ocupaciones y volver á su
celda.
<<Pero de todas estüs recrudescencias, la que tuvo lugar á N.o 4
principios de 1872 fué incontestablemente la más violenta; las
tres últimas semanas que precedieron á su repentina curación
la enferma no podía soportar el menor alimento ni podia levan- TNFORTTE DE MB. PTFFON, DOCTOR EN MEDTCTNa
tarse de la cama; los accesos de opresión eran tan fuertes que
no podÍa articular una sóla palabra sin peligro de sofocaci<in;. El que subscribe, cloctor en medicina cle la Facultacl de Paris,
-cus angustias y las palpitaciones habian llegado /r su más alto residente en Lespane, certifica que son exactos y me son cono-
grado; en una palabra, el conjunto de los sintomas era tan cidos los siguientes sucesos.
alarmante, y ta} el agotamiento de fuerzas, que yo esperuba cle Margarita l3obe, de cuarenta años, domiliciada en (.Jue-vrac
dia en dia un clesenlace fatal. (Gironde), ha sido asistida por mi desde hace más de veinte ar-ros
<rEntre tanto, el {6 de Julio de 1872, durante una novena que con motivo de una ancmia acompañada de accidentes mul'gra-
se hacÍa en honor de Nuestra Señora de Lourdes, á eso de l¿Ls ves. FIacia seis años que no abandonaba la cama ó el cuarto, y
oe ho v media cle la mañana, después de una noche y una ma- estaba complet&mente privada dei uso de sus mrembros infe-
ial.iL.L¿ las más agitadas, la enferma sintió que se obraba en riores. Su debilidad era tan grande, que Li principios de este
ejli-r ur. rr¡n cambio, y se encontró -"ubitamente Iibre cle todos airo y por consejo nlio fué transportada al Hospicio de Lespa-
sus r]rle. r'ruracla por completo. rre, sin que su e-etado meiorase. -{pesar tle su ardiente piedad,
428 DOCUMENTOS COMP.ROBANTES DOCUMENTOS COMPB,OBAITNS 429
no podia ni aun ir al oratorio del establecimiento, contiguo á }a
sala donde había estado recogida.
El 4 de Agosto Margarita Bobé me manifestó que tenía inten- N." 6
ción de ir á Lourdes á pedir á Dios su curación, que la ciencia
no podia darle¡ añadiendo que -si no la conseguía se considera- Declaracitjn del Dr. \'f asurei, médico de la casa de Huérihnos,
ría dichosa en morir ¡, ser entenada aI pie de la Gruta. que certifica la naturaleza extraordinaria de la curación.
Hice todos los esfuerzos para disuadirla de este pro.vecto, <El infrascriplo, doctor módico, certifica que .la Srta. Sofia
convencido como estaba de que su estado no le permitiría em- Druon, cle veintiséis años, pens.ionista en la \{isericordia de
prender este viaje, que debia durar dos noches,v un dia. Lila, estaba atacaba de un raquitismo muy pronunciaclo, cu¡'o
Bl 8 de Agosto, con gran sorpresa mia, la vi entrar en mi ga- ef'ecto principal era hacer dificiles y mu,v lirnitados los mor''i-
binete andando y gozando al parecer de la, mejor salud, y me mientos cle los nriembros superiores, .r' dejar completamente
dijo: inertes los mienlLlos inferiores.
<<Dios me ha escuchado... Ando... Fuí á Lourdes, y en cuanto <<Este estado de enfermedad, considerado como incurable, lo
me bañé en las aguas de la fuente milagrosa empecé á andar y conocia yo hace cioce ó trece años; mas el 8 cleSeptienlbre últi'
me sentí revivir.>> mo, á las nueve cle la mañana, esaminando á la citada señorita
Debo añadir que después ha dado largos paseo-*, se ha entre- reconoci: l.o que el enderezamiento v el movimento de los
gado á los trabajos interiores del Hospicio ds le.ep¿rre y goza miembros inl'eriores eran bastante acentuados para permitir
de salud. una marcha iácil; 2." que los miembros superiores habían ail-
De todos estos hechos no puedo menos de deducir que ld cu' cluirido en la e.rtensión de sus movimientos una mejoría notable.
tación de Margaríta. Bobé tiene uft cataqter sobrenatural r1ue <<Este resultado es tanto má-q extraordinar.io, cuant,o que se ha
cíencia no j usti'fican ni ecplicatt, U que
los p r í.ncípíos rl.c L,z ct producido instantáne¿rmente y sin ninguna transiciól) que per-
nti ntodo cle cer, /n17 que afuibuí,r a r:au,sas st¡brel¿urnartcts.
' mita atribuírlo á la .influenr:ia de la medic.ina.
Lesparre" 3 (te Octub¡e ale 18?2. NLc.suqnr,.
.Lila, 12 SeDtiembre de 1872.
Pr¡roN, rh-¡ctot' ntétlico.

N.u 7
l{.o 5
El que subscribe, doctor en medicina cle la Facultad de Paris,
residente en Herbiers (Vendee), certifica lo siguiente:
El que subscribe, doclor médico en Maulevrier, certifica ser
<La joven Filomena Simonneau, de veinte años de edacl, que
en un todo conforme -y verdadera la relación del señor Cura de
vive con sus padres en Chambreteau, cuntón de Mortagne-sur-
los Echaubrognes referente á N4aria Tisseau.
Sbvrc (Vendee), de temperamento escrofuloso, que no es irnico
Drsonltna.ux, doctor médíco, P. en su f'amilia, fué atacada hace más de cinco años c'le una ¡1e-
cro-<is de los hue-sos de la pierna derecha. Yo asi-"tí á e-.1¿¡ eni'er-
Irf¡ulevrier, 24. Mayo de 1873.
ma desde el principio de la afección, en cuya época no oli'ecia
otros caracteres que los de una o.slelfes, cuya naturaleza no tar-
dé en reconocer. Jamás tuve duda en mi diagnó,ctico, el cualha
sido'comprobaclo por otros colegas mios. La marcha y los fenó-
menos ulteriores cle l¿r lesión no cle.jaban tampoco Ia menor duda
sobrc lo-q realidad de la necrosi-. e-"crolulosa.
430 DOCUMENTOS COItrPROBANTES DOCU}TENTOS COMPBOBANTES 431
<Al hacer misprimeras visitas á la joven Simonneau hace más rni encuentro con aire alegre y esbelto, contrarto á Ia diittesjs
de cinco años, había anunciado que la enferma no tenía proba- escrofulo-qa que padecia v á la anquilosis del pie. He ex¡rlorado
biliclades de curación sino después de largos sufrimientos .v de la art,iculación, enferma en otro tiempo, v ias llagas antigua-s
accidente-* gravisimos, y tal vez É. costa de una enfermedad per- que -yo había reconocido, y he podido con\.encerme que uo
manente, 1a anquilo-sis de la articulación peróneo-tibio-tarsiana. existe ninguna traza de anquilosis de la articulación peróneo-
Efectivamente, la joven Simonneau ha estado constantemente tibio-tarsiana. Las llagas que se habian producido en diferentes
c.lavada en -qu lecho desde esta época' Ha tenido abscesos nu- épocas encima del maléolo cxterno, están entera ¡'reciente-
merosos ¡r -<ucesivos, -v fístulas en dif'erentes partes: secuestros mente cicatrizadas: el color ro-qa 1' la apariencia de la super-
múltiples .v voluminosos han acabado por salir peno-camente' ficie del tejido cicatricial dan prueba de ello, como las cicatri-
Los dos huesos de la pierna derecha han estado enfermos en su ces son y serán siemprc testigos indelebles .v característicos
mitad inferior, pero principalmente el peróneo, cu¡'as deformi- de la lesión diatésic¿¡ que he reconocido. No ha,v dolor alguno
dacles .qe pueden apreciar todavía fácilmcnte. Este hueso, que en á la presión ni en el movi¡¡iento. La piel está adheridn al pe-
lo normal e-q reclo -v liso, e-"tá desigual, grtleso ]' tortuoso en su róneo, -v se -qiguen todos los contorno-s rugo-qos de e-cte hueso,
dirección desde su mitad hasta el tobillo. cuya-s desigualdades consiguientes á Ia eliminación de los se-
<<Recuerclo que cuando yo a-sistía ir la enferma, todo el miem- cuestros y al trabajo de reparación -ce aprecian perfectamente.
bro eslaba incapaz de movimiento voluntario ó comunicado;1o <<Existe un volumen considerable en ei cuello del pie ¡' en la
que se explica muy bien por Ia enorme hinchazón que existía, mitacl inferior de la pierna, debido á las concreciones huesosas
por ei dolor, por la tensión y el cambio delosmúsculos -vdesus que han reem¡il¡2¿d6 al hueso normal, y á la elevación consi-
tendones, ¡'por el estado inflamatorio de todos los tejidos' Du- guiente de los tendones v membranas, pero sin hinchazón ede-
rante larios años la joven Simonneau no ha podido hacer el rnatosa ni inflamatoria. En fin, me es.imposible negar que la
menor uso de su pierna derecha; -v recuerdo también perfecta- pierna de la joven Simonneau está curada, y curada más com-
mente que el 11 de Marzo de 1872, habiendo sidollamado á asis- pletamente de lo que podía esperarse después de una enferme-
tirla para una afección aguda de otro género, no pude hacerla dad tan terrible.
sentar sobre el sillón para auscultarla, por estar envarado -v do- <<Al mismo tiempo, el estado general es'muy bueno. Tanto la
loroso el miembro inferior derecho hasta el punto de no pres- enferma como sus padres me han asegurado que las supura-
tarse á ninguna flexión. lin aquel entonces no di importancia ciones habían cesado hacia unas tres semanas, lo cual con-
actual á una enfermedad antigua v crónica cu-vo procedimiento cuerda con eI aspecto de las cicatrices, -v que desde entonces la
racional se había hecho y se hacía siempre regularmente, ¡ cu- libertad del miembro -qe había manifestado. Según me han di-
yo resultado previ-.to é inevitable, según mi opinión, era Ia an- cho, la época de esta curación tuvo 1u¡Jur cn un viaje que la
quilosis -.i las supuraciones llegaban á extinguir-se ¡'' los huesos enferma hizo ti l-ourde-q.
gangrenados á purgarse. <<La cicatrización muv rápida y definiiiva de los tejidos blan-
<<Después de esta época no voli'i á r'er ii la enferma, que con- cios 1' huesosos es va un resultado que me parece admirable y
fieso no podía ffjar especialmeñte mi atención, dado que la que la ciencia r:rplicaríu dificilnlente. Pero la anquilosis verda-
ciencia no tiene armas para combatir estas graves lesiones des- dera ó falsa, completa ó incomplcta, que se cure tan fácil r tan
graciadamente demasiado frecuentes, ni era posible preverun& ptoniamente me parece inexplicable, r' vo afirmo que la anqui-
curación que parecería sorprendente. losis verdadela es absolutamente incurable por los recursos de
<Habiendo tenido ho,v oca-"ión de ver á mi antigua enferma, la naturaleza -v del arte. ¿Ha cxistido esta anquilosis en el caso
que me dijeron se había curado, he examinado con toda la aten- presente? )-o no puedo certiñcarlo, no habiendo tenido ocasión
,rión posible su estado. A primera vista me sorprendió su apa- de comprobarla antes cle la reciente curación. pero estoy mo-
rie¡r¡itr de -.alud, conlrastando singularmente con la fisonomía ralmente convcncido que la irnquilosis debía existir, oerclaclera
líns,,ri,lo que ¡'o 1e había conocido. Me sorprendió r'erla venir á "lalsa. En efecto. si sc admite rluc la anquilo -cis cet'clarJera no
ó
432 DOCI'MENTO S COItrPROBANTES DOCUMENTOS COIIPROBANTES 433
ha sido producida por la larga enfermedad y por la prilación
absoluta cle todo movimiento de la articulación durante más de
N." 7 h,s
cinco airos, y que sólo se trata de una anquilosis/aZ.c¿¿r que €s
m¿is ó menos curable, dejo entonces á ¡lraesttos más hábiles el
cuidado de explicar por los cálculos cle la ciencia cómo una ar- I
ticulación tanto tiempo conclenada á Ia inmor.il.idad, sin haber t
Señora lJaronesa:
-qufr.iclo la anquilosis vercladera, ha podido tan rápida -r' comple-
tamente volver á su juego sin conservar ningún embarazo en su <Acabo de leer con el más vivo interés la memoria que ha
te_
agilidad, ni la menor claudicación en la marcha tle una perso- nido V. la bondacl de enviarme, la cual contiene con una exac_
na que durante cinco ¡ilos no ha porliclo hacer uso de su pierna titud perfecta todos los padecimientos que ha sufrido V. y todas
derecha. las fases de Ia larga y dolorosa enfermeclad quc ha soportado
<rSi mi buena fe puede encontrar escópticos, si nti aiirmación con tanta paciencia como valor.
puede suscilar contradictores, los .invito á todos á exunrinar por <He lenido el honor de ter á V. con frecuencia en su lecho
de
si mismos los hecho-" que he rcfericlo (¡' esto en interés c1e la dolor, y su noble resignación á la voluntad de Dios me ha im_
verdacl que creo servir), y -"i mis a-.erciones y obsert aciones -.e presionado siempre, con tanta más razón cuanto que V. estab¿r
prueban falsas ó erróneas, yo mi,.mo las condenaré. convencida como yo hacía mucho tiempo de la impoiencia de
<rFln re-qumen, mi opinión es que la joven Simonneau, á con- la medicina.
secuencia cle una afección escrofulosa rnuy grave de la pierna <¿Por qué no habia de decirlo el médico cle buena fe? Sí, es
tlerecha que debía provocar una anquilo-sis verdadera ó falsa" verdad: V. tenía una de e_.as enfermedades graves que terminan
aun admitiendo una curación n¿rturai, está en este momento casi siempre de una manera lastimosa; era V. presa de sufri_
perf'ectamente curada, sin ninguna otra señai permanente que mientos atroces; habia V. l.legado á esa edacl tle ia vida en que
las cicatrices huesosas.v cutáneas, v por consiguiente sin a¿- las enfermedades toman un grado más de graveclad; los rerie_
quílosís ni clat¿dicc¿círj¿. Ilsta curación sorprendente, que .vo dios más diversos que había aconsejado la experiencia de tres
certiffco, se ha obrado además con una rapidez que nada tiene médicos afectos á su persona y amigos de su famitia fueron re_
que ver con la lentitud ordinaria cle las curaciones en el género conocidos impotentes; hacia muchos meses que nos vimos re_
que nos ocupa. I)ebo, pues, declarar con toda sinceridad en nli ducidos áno dar á V. más que consuelosy testimonios de sim_
álma y en mi conciencla, que la ciencia meclical no puede dar- patia, cuando me hizo V. saber que su señora hija habia particlo
nos la erplicación absoluta de todos los f'enómenos de esta cu- para Lourdes con intención de pedir á la Saniisima Virgen
la
ración, que es auténtica v cle que yo no he vi-sto jamá-" ejemplo curac.ión que la medicina no podia procurarle. Si no recuerdo
semejante. mal me habló V. de oraciones que se hacian al mismo tiempo,
según su intención, en Brive, Tulle, Lourdes y otros puntos;
"En los Herbiers, 20 de Octubre de 18?2. me alegraba de esta última esperanza que que.lubu "yo
á la tantilia
de V., pero no me atrevia á participar áe s,,i confianza.
*H. trlons,rr','1oclo¡'.
_<Ochodias después 14r. de Lamberterie me escribia: ,Venga
<V. á felicitarnos:.la señora se ha curaclo: clemos por
ello grá_
<<ciasá Nue-qtra Señora de Lourdes.>>
<Luego que llegó la carta partí, y tuve el gu-cto de reconocer
que la timpanitis habia desapareciúo, que e'i volumen
enorme
del higado no eristia, c¡ue los órganos abclominales, tan
-ceria_
mente comprometido-q algunos clia_q antes, habian recobrado
su
estaclo normal.
434 JDOCUMENTOS COMPN,OBANTES DOCU}IENTOS COMPROBANTNS +35
(Sin embargo, nada de extraordinario se había producido, y I necesitan mi testimonio, ![ue para nada les sirve, consiciero
más
Iu , uraeión hubo de verificarse sin nrisis. \
senc-illo, recordando y consultando mi-q notas, redactar
un pe_
<¿Qué pensar de esta curación tan súbdita, realizada en cir- queño resumen que dirijo á V. con mi certificación
I firmaia.
cunstancias tan excepcionales y extraordinarias? I f{abiendo sido obserr.ados estos hechos que recuerdo por
<No titubeo en decirio: la medicina no debe reivindicar el ho-
{ mis
colegas lo mismo que por rrí, podrían someterse tambión
á su
nor de ella. Con mis felicitaciones muy sinceras -r'el deseo de J apreciación; .v me -cería mu-v grato quc mis honorables colegas
v¿r'durar largo tiempo esta curación, rcciba V., señora Baro- se sirr.ieran modificar ó corregir mis observitciones como les
ne:a, ler nuer,a seguridad de mis respetuosos homenajes. pareciera, pues de antemano me _qometo ri su juício
-v á las mo_
<<Ar,Écnn, d. m' P. dificaciones que crean conveniente hacer.
.Allassa,c,21 de Julio ile 18?3.' <<Reciba V., señora Baronesa, nuevamente mis felicitaciones
por los fitvores que se ha dignado concederle la Reina de Lorir_
des; confio que su poderosa Auxiliaclora, cuva intervención me
1I hago un honor y un deber en reconocer, se servirii completar
su obra y darle duració.n; ésta será una recompensa merecida
<<Señola: por su fe bien probada, sus oraciones v las apremiantes instan_
<<No me ¿6¡¡s-sp6nde relatar las diversas fases de la larga y cias de esos ángeles de la familia de V. que han sabido ahrir
grave enfermedad que ha tenido Y., por no haber seguido su las manos de la divina Madre de nuestro Salva.lor.
curso completo v no haber sido llamado al honor de asistir áV. <<Ruego r:r V. acepte, señora llaronesa, el homenaje respetuo-qo
sino en los últimos tiempos de ,.u enfermedad, es decir, hacia de su humildc y afectísimo servidor,
fines de Julio c{e 1872. Pero lo que yo puedo decir es que enton- <<Dn. Ilnux.
ces el estado de V. me pareció de los más gra\¡es, de los más .,Saint-Ceré, 5 de Julio ale 18?9.,
peligrosos, de los que no dejan la menor esperanza de curación.
Este era el lenguaje que -yo usaba con los miembros de su fa-
milia que me preguntaban acerca de su situación, y debo re- <El Dr. Ilrun que subscribe no puede reconocerse ningún ti_
conocer que su restablecimiento ha sido para mÍ de los más tulo á la calificación lison,jera que la señora Baronesa de Lanr_
inespcrados, y para el cual se puede invoc¿rr una iniervención berterie d¿r á Ios médicos quc han tenido el honor de asistirla,
-sobrenatural. pero puede certificar:
<Al dirigir á V., señora, este resumen cle mi apreciación por <Que desde el mes de N{arzo de 186g la señora Baronesa pre_
haber sido felizmente curada, formo los'r'otos más sinceros por sentaba en su salud una grave alteración. En los me_ces de Abril
su duración, y ruego á V. acepte el homenaje de mi profundo -,v
Mayo -"iguientes, independientemente de los desórdenes fun_
respeto y afecto. cionales serios observados en el aparato de las vías digestivas,
<<Polt.tRnl. el infrascripto reconoció'con entera certitucl por la palpación y
,,Brive,12 de Julio ds 18f3., la percusión un aumento con-"iclerable del voiumen aef nigaao,
cuyo órgiino traspasaba por -su borcle inferior tre-q dedos á.las
III costillas falsas, y el límite superior estaba también un poco
elevado.
<<El e,stado de la señora Baronesa sufría alteraciones
<Señora Baronesa: de mejo_
ría ó gravedad; pero la lesión material ,lel hígado persisiía
He leido con mucho cuidado é interés la relación que ha siempre.
qutr: i,, \'. someter ir mi juício, No puedo menos de aprobarla <<Desde Marzo ii Octubre de 1872, una timpanitis desarrollada
t:, i i:,: -us t',¡rtes; m&s como en él se exponen hechos que no en el extremo v que resistía á toctos lo: medicamentos, vino á
436 DOCU]itrENTO S COMPNOBANTES DOCIITIENTOS COMPROBANTES at¡ I

poner á la Ilaronesa en el estado mús lastimoso, inspirando ú y debilitantes á la vez; estaba sujeta á las ffebres terciuua¡: su
los médicos serios temores. constitución se había gastado enteramente. Vivía penosamente,
<Asi las cosas, perdida la e-qperanza en lo humano, la señoro con tanta más razón cuanto que su estado de fortuna no le per-
Baronesa ernpezó á beber á fines de Septiembre el agua de mitia satisfacer á las varias exigencias de su enfermedad.
Lourdes. Desde e.l 7 de Octubre el Doctor que subscribe veía A fuerza de penosas emociones que trabajaban sobre una
con sorptesa y complacencia que los síntomas más graves me- 'constitución nerviosa -ya muy quebrantada, habia llegado al
punto de que la menor impresión la ponÍa enferma la hacía
.ioraban, que el vientre perdÍa progresiva y rápidamente el vo- .r*
lumen que tenia, que las funciones digestivas se restablecian de guardar cama durante semanas y meses.
un modo admirable, miru,m in mocl,u,m. Desde entonces la con- En Abril de 1869 su hermano el Dr. Morillón, médico de pont-
valecencia ha seguido regularmente. Poco tiempo después la Saint-Maxence (Oise), le mandó un medicamento mu) enérgico
señora Baronesa podía emprencler viajes bastante .largos. El que consistia principalmente en purgantes repetidos, nitro
1,di-
Doctor que subscribe no ha tenido ocasión de poder examinar. gital. Pero el mal estaba muy arraigado, ]' ya en Abrii de lB70
con cuidado á su intere-sante enferma hasta el 18 de Octubre; la enferma se apercibía de la hinchazón de las piernas, signo
pero ese día observó el notable alivio que había experimentado, habitual de una lesión orgánica del corazón, hipertrofia del co-
y después la ha vuelto á ver y examinar el 17 de Junio de 1873, razón con insuficiencia de las válvulas. Desde esta época la in-
encontrándola en un estado muy satisfactorio en todos concep- filtración subcutánea no desapareció mdrs, siendo especial-
tos. Al través de las paredes abdominales ya de.einflamadas ha mente muy fuerte durante los grandes calores del verano ¡.en
reconocido y comprobado que el hígado ha vuelto á sus pro- los frios húmedos de la mala estación. La infiltración fué poco
porciones normales. Este órgano no traspasa, por su borde an- á poco siendo general (anasarca). Había cierta cantidad de ce-
tero-inferior, el borde de las costillas falsas; y su limite supe- rosidad en el peritóneo, y la parte alta del vientre estaba muy
rior, apreciado por la percusión, parece normal. €stirada y timpanizada. Los miembros inferiores ..e pusieron
muy dolorosos: la rodilja derecha sobre todo fué por mucho
.Saint-Ceré, ? de Agosto de 18?3. tiempo el lugar de violentos dolores reumáticos con derrame
<Dn. Rnur.>> ceroso en la articulación. La tcndencia á la formación de la ce-
rosidad patológica en toda la economía se mant,enia siempre.
Paso en silencio los diferentes síntomas de esta grave enferme-
Iü.o I dad, tales como la dificultad y escasez de la orina, la pereza
invencible de los intestinos ó las diarreas debilitantes, las he-
INFORME DEIJ MÉDICO morragias de narices y una atonÍa completa. Durante e-.te
tiempo cada seis meses tenÍa yo que darle un certificado de-
"v
Desde el año de 1859 he estedo asistiendo ri la señora Ance- clarando que la enferma se veía en la imposibilidad de presen-
lin, y las principales obsen'aciones qúe conservo tomadas de tarse en persona á la TesorerÍa general para cobrar -qus pobres
las nota,q escritas por mí en cada una de las visitas que la hice, rentas; mi último certiffcado está fechado el 2 de Julio de 1872.
son las siguientes: Desde Enero de 1871 hasta su viaje á Lourdes, su vida ha sido
Siempre la he visto sufrir. Yo no la conocia antes de haber un suplicio: las sofocaciones, las bronquitis catarrales, las he-
empezado á visitarla. Grandes contratiempos habian alterado morragias, los sudores excesivos, Ia fiebre, la timpanitis, la
su salud; casi siempre estaba enfermiza; una pericarditis sin- anas&rca, todo concurría á la vez á sus sufrimientos.
tomirtica de un antiguo reumatismo le causaba frecuentes pal- Et l0 de Abril de 1872, una lechera de San José (carretera de
pitaciones, sofocaciones inquietantes, una ortópnea intensa; el Carquefou), Ia condujo á su casa en su camo; este cambio de
co¡azón luncionando mal; el aparato respiratorio eslaba altc- aire le sentó bien -v le quitci un poco la opresión, pero el ntal
ratio. .\dentris, los -cudores menopúuticos eron muy abundantes volvió alguno-q días después. Dió cinco ó sei-q paseos de este
438 DOCUMENTOS COMPR,OBANTNS COMPROBANTES
DOCUMENTOS 439
género que le procuraron siempre algún alivio. A fines de Junio
Cuandó enfermos como ia Sra. Ancelin curan, lo cual es raro,
de 1872 condujéronla á Santa Ana tle Auray. Este viaje lo hizo la curación se hace lentamente y es siempre precaria; las re-
igualniente bien, tan bien rlue dejó alii su"s muletas;
¡iero la caidas, las reinciclencias son casi siempre ciertas, sobre todo
anasiarca persistió con -cus demás miseria-q. cuando llega la n'rala estación. En el ca-qo presente no ha habido
Por fin, cuando la primera peregrinación cle Nantes á Lour_ esto. Hace ca-qi seis semanos clue est& cur¿rción se ha obrado, y
des fué re-.uelta, se apoderó cle ella un ardiente deseo de tomar la afortunacla peregrina continúa gozando de la salucl miis per-
parte en ella con firme propósito de efectuarl¿r. Todos aquellos t'ecta.
á quienes comunicó su proyecto, entre quienes me contaba yo'
lo calil'ica¡on cle insensato, temerario é irrealizable. Ella, sin Nautes, 18 ale Noviembre de 1872,
embargo, persistió en su resolución, v contra su voluntad no
pudo formar parte del primcr tren; sintiólo mucho, y no tuvo
Firmaclo: Eur;Erto TtIre.rlt-r, 11. riz.

consuelo sino cuando supo que se verilicari¿r otra peregrinación


el 8 de Octubre. Llegó e-<te dia tan cleseaclo, y las dificultades co- P. S. Iloy 30 de Noviembre visito de nuevo á la Sra. --\¡rcelÍn
menzaron. Costó ba-qt,ante trabajo bajarla de -qu habitación, no y encuentro ex¿rctamenle en el estado descrito anteriormen-
J.a
obstante estar en el primer piso, y colocarla en un coche y des- 1e, gozando del bienestar más completo cle-"pués cle un¡L enfer-
pués en el vagón. meclatl tan larga y ilolorosa.
L.r vi á su regre-<o: estctbrt tt,an;¡forntcLcla; inundacla de ale-
Cerliffcado conforme: J. Bonnr, \ti(:. rtt:tL.
gria. Sólo un sentimiento la animaba, el del más vivo reconoci-
miento ¿i Dio,. y á la gloriosa Inmaculacla Concepción.
La anasarca y la timpanitis, la tirantez tlolorosa cle las rodi-
llas, las sofocaciones, la fiebre, totlo habia cle-.aparecido. y hay l{.o 9
que notar que este viaje se efectuó en condiciones deplorables:
la Sra. Ancelin estüba en un vagón cle tercera clase; la estación
era tan mala que, según refieren los peregrinos que la acompa- TESTIMONIOS DE I,OS NOTABITDS DE CIIABRIS, Y DE IJOS
ñaron y lu misma enf'erma, los chubasco-q habían sido ian PADR,ES DE IJA SRTA. AUREIJIA BR,UNEAU
abundanles y multi¡rlicaclos que -cus ve,ctidos estuvieron con,c_
tantemente mojados, teniendo necesidad de conservarlos así
Chabri8, lii de Octubre de 1872.
hasta su vuelta por falta de otros para cambjarlo-c.
Todo concuria, pues, h aumentar su enfermedad más bien Los infrascriptos, alcalcle y habitant'es de Chabris, certifir:¡n
que á curarla. que la Srta. Aurelia Bruneau, que nació en Chabris el 24 de
Ho-v, l8 cle Noviembre, su curación radical se mantiene; la ,,\bril de 1853, nació sorclo-ritucLa, constándoles que e-eta jovetr,
Sra. AncelÍn ha recobrado su energía, su actividad y su buena educada en las escuelas de sorclo-mudos cle Déols y de Orlealis,
salud de otro tiempo. Desde su llegada ¿i la estación de Nantes, no ha oiclo.jamtis nir.rgrin -qoniclo h¿rsta el ll de Octubre corriente.
desde la cual se clirigiit ri -su casa ri pie, hasta este dia, no ha ce-
-qado de dar grandes paseos por la ciuclad, rlevolviendo visitas III ctl¡:ctlde de (.)l¿cLltt is,
h sus conocidos, que habia tenido que interrumpir hacia dos F¡U'r'tnU¡C.
arios, lodo esto sin apoyo de ninguna clase. La in{iltración no
ha vuelto á aparecer. 'l'iene el juego libre de los tendoncs de la Han lirmaclo: Patrigeón, propietario.-Chantpiun, teniente
espalda, de las manos y de los pies; los párpa<los y el rostro no alcalcle.- Darnault.-Gabriel Patrigeón.-Bri sser¡orc t.-Charr-
estú n utle mu I izados. r,in.- Ricos-"et.- Ledonx.- lf arseille.- \Iarnotte.-Toupet, te-
Ha habido aqnÍ un fenómeno eci.<Lententente e:ntraortlinarío. s,)rero, elc.
4+0 Doc{IMENTos coMpEoBANTES DOCUMENTOS CODTPEOBANTES ++I
Los que subscribimos, padres de Aurelia Bruneau, driclara- nos presentó enteramente confirmados por la edad todos los
mos que nuestra hija, sordo-muda de nacimiento, ove perfecta_ caracteres de la sordo-mudez, v ningún medicamento ni opera-
mente y hace progresos en su lenguaje desde el ü de Octubre ción han -qido intentados en estos últimos tiempos para modi-
último, por lo cual damos gracias á Dits. ficar esta enfermedad nativa. Por lo tanto, si la joi'en Aurelia
Chabris,24 ale Noviembre ha recobrado el oído v la palabra no ha sido seguramente por
ale t8?9.
Ia intervención de la ciencia ni de l¿r naturaleza, sino el resul-
Bnurqo¡.u.-Nf . ¡e Bnuns¡.u. t,ado de un hecho sobrenatural.
Ds Ll Nf lnonr,rE. cl . tn..
El que subscribe, notario de I\{ontbazón, declara para rendir.
tributo á Ia verdad que su sobrina Aurelia Bruneau, que ahora
Visto para l.r legalización de la ffrma quc antecede de Mr. de
o!/e bíen y habla, ha estado completamente sordo-muda desde
la Mardelle, doctor médico de Chabrjs.
que nació hasta el 11 de Octubre, y que hasta esta fecha no
percibió jamás ningún sonido. Oasa Oonsistorial rle Chabris, 16 de Octubre de 18?¿.

Iuonl,bazóD,30 de Noviembre de 18?9. M.rRxollo, tettíet¿te ak-:al.tl e,

IlRuxoau, t¿otarío. (Aquí ltag un sello de Ia Alcalclía).

TOS CER,TIFICADOS DEII DR. DE IJA }IARDEITITE. Mí]DIC0 Chabris-sur-Chcr, 6 de Enero de 18?3.

DE CI{ABRIS En un hecho de observación claramente establecido que ia


sordo-mudez al)soluta, congenial, tiene ¡ror consecuencia nece-
chabris, l5 ale octubre de 18?¿. süria un nttttísnto conzpleto.
La ausencia de Ia audición arrastra la privación de la palabra,
EI infrascripto, doctor en medicina, residente en Chal¡ris, aun cuando el examen más atento no hace descubrir en la or-
cantón de San Cristóbal, distrito de lssoudún (Indre), certifica ganización de la oreja ninguna alteracíón apreciable.
conocer perfectamente desde su nacimiento á la Srta. Aurelia La observación tan interesante de Aurelia Ilruneau, antes de
llruneau, que nació aqui el año dc 1853. ser un prodigio, es una nueva confirmación de estos principios,
Sometida desde -qu infancia á mis cuidados, reconoci en ella que encuentran incesantemente su demostración en las salas de
los siniomas de sordo-mudez de nacimiento, de modo que Ia ob- clinica cle la institución Súa¡'d.
servación más sostenida v minuciosa a¡'udada de la atención Después del ensa.vo irrfructuoso de los procedimientos usados
rnás racional no hizo sino confirmar á la firmilia en la certeza 't:n semejantes circunstancias, y perdida toda esperanza, Aure-
de una enfermedad superior á todos los recursos del arte. lia l3runeau fué colocada cn una casa especial de sordo-mudos;
Et Dr. Delot, de Paris, á quien llevaron la niña, afirmó por su al.lí creció, se desarrolló, se instruyó, se hizo mujer, volvió al
parte que la enfermedad era incurable. seno de su familia, --v sig,uió con la misma sordo-mudez durante
La niña fué confiada entonces á las Hermanas de Deols, de más de veinte años.
Chateauroux, encargadas de la instrucción de los sordo-mudos EI 1l de Octubre último, en la cas¿t de las Helmanas de San
del departamento, y después fué enviada á Orieans á una es- Mart,ín de Montbazón, en dondevive, de vuelta de una peregri-
cuela de la misma especie. nación ír Lourdes, Aurelia Bruneau percibió de repente, clara-
Yuelta otra vez al seno de su familia, la joven Aurelia llru- rnente v por la primera vez el choque de lo-< cuerpos, la voz ha-
neau. cu\'¡t fisonomía expresiva revela una rica inteligencia, hladir, los sonidos del armonium. el ruido de los movimientos
It
I
i
442 DocuMENTos coMpR,oBANTES ¡ DOCT'IMENTOS COMPROBANTES 1+3
de un reloj y los acentos de lavoz en la capilladonde rezancon
ella.
Instaniáneamente recobró el oido... por tocla meclicación la l{." 10
sordo-muda introducia l¿acía tres tl.ías en el conducto auditivo
algunas gotas de agua cle Lourdes traída por ella. Yo, Alejandro Francisco Aubry, cloctor en medicina, certifico;
Mas esta agua, por su naturaleza, está privada absolutamente,. que he asistido á una Religiosa franciscana, conocida en su
segítn Filhol, de toda propieclacl curativa.
Comunidad de Blois con el nombre de sor llaria de la Anun-
Las multiplicadas experiencias á que someten á Aurelia, tales
ciación; que las medicinas administradas por mi desde Abril
de 1871 á ¡\gosto siguiente á fin de obtener las supuraciones su-
como la caida de unf moneda, los golpes clados cletrás de un¿r
cesivas de una fistula, no pudieron conseguir lu ouración de
puerta, el juego de campanas clel reloj cle la parroquia, los
ella, la cual me pareció entonces era impedida por el tempera-
acordes del piano en una habitación inmediaia, etc., etc.,
mento edematoso de la enferma.
conlirman en presencicr, nt¿estra la curación permanente de la
joven. Desde la época en que dejé de visitarla (Agosto de l87l) y en
diferentes veces que he estado en la Comunidad para otros per-
Y no solamente Aurelia o)e, ,cino que pronuncia palabras,
sonas, tuve ocasión de ver á la H. Anunciación andando en el
habla: <Buenos dÍas, caballero; buenos dias, señora...
está V.?... Este album es mío, etc., etc.>
¿Cómo patio de la casa con mucha dificultad y dolores grandes; y
supe después, ha cosa de un año poco más ó menos, que esta
Tales son las condiciones de examen en que ella se presentó
Rel.igiosa habia curado, es decir, que la llaga fistulosa perianal
ci nosotros en Chabrís el 2 de Enero de 1g73.
estaba cicatrizada, y que habia recobrado con la libertad per'-
Su salud es perfecta, su fisonomia se ha modificaclo felizmen_
fecta de sus mtrvimientos la desaparición cle sus dolores.
te, Ios órganos de la audición no ofrecen ningún cambio, y no
existe señul ni puede comprobarse que baya-sufrido ninguna Blois, 99 Octubre de t8?8.
operación; nada, absolutamente nada apreciable existe si no es Dn. Aunnv.
kr conquista clel oicto g cle la palabra.
nuestra opinión, 'la cr¿racíón contin{ta cterta, itznega-
. -Según
bl,e,. La sorclo-rnuda o¡¡e, habla, y habla porque oge.
N." 11
De todos estos hechos me veo forzaclo Á aeáucir"quc (e,qta cu_
ración, obtenida fuera de los procedimientos ordinarios de la CER,TI¡ICADO DEI] MÉDICO.
naturaleza y sin el concurso de la ciencia niédica, quimica ri
quirúrgica,> &parece revestida del carcicter sobre natu.rcLl, El que subscribe, médico de los hospitale-q de la ciudad cle
Puy y de la empresa de caminos cle hierro en el centro del dis-
D¡; ¡-.1 \I¡n¡sLrn, d. rt. trit,o de Puy, cerlifica constarle que la Srta. Rosina Ollivier es-
taba atacada de una enfermedad de higado que había sido cont-
Visto para la legalización tle la firma clel Dr. de la \tarclelle- batida durante diez años con las aguas de Vichy y de Vals.
Y como esta enfermedad per-sistía siempre, á pesar de todos
E I alcald.e, Cu,rupró¡. los remedios empleados, en una visita cle atención que le hice
en los primeros clias de Enero de 1873, le aconsejé que fuera á
(Lugctr del sello tte Ia Alcaldío, ). Lourdes; y á su regreso la he visto de nuevo, y me he cerciora-
clo de su curación, que no se ha desmentido después.
En fe de lo cual doy el presente certificaclo.
En el Puy, Bl ale Enero de 18?1.
G. An¡c¡uo.
444 DocuMENTos coMpR,oBANTES
DOCUMENTOS COMP.ROBANTES 44Ú
El Cura de San Lorenzo, en el puy, certifica para lo que pue_
da convenir que ha visto muchas veces á la Srta.blivier rable, quiso ir á verla á Niort después de su curaciún. y cn unc
g.un_ relación largamente motivada no vacila en proclamar el ¡¡tiltt-
des zufrimientos, y que despuós dc la peregrinación que "bnha he_
cho á Nuestra Señora de Lourdes se hi curado completamente. ¡1 ro, com¡:laciéndose en publicarlo.
Además escribió de Baréges el 17 de Jul.io de 1873 la siguiente
carta que publicaba la Semaine lítttr¡lique de Poitiers (21 cle
Septiembre de 1873):
N." 12
'. Seirorita :
CEETIFICADO DE IJOS MÉDICOS <Si soy uno de los riltimos en felicitar r'r V. por -cu milagrosa
curación, no tengo necesidad de decirle que he -.ic1o uno de lcs
1." fil Dr. Peyrusse, de Narbona, cifado en esta relación primeros afortunados en saberla.
escribe: <La trrste situación en que dejé á V. el año pasaclo y que no
<He_ visto en la Cripta á Carolina Esserteau, paralizada de los podia mejorarse por los medios puramente humanos, me yeníír
miembros, siendo en cierto modo un cadár,er úevado en brazos muchas veces á la memoria; asi es qne mi alegrÍa ha sido
sobre un sillón. Al saber su curación súbita, instantánea, quise grande cuando el telegrama cle V. me dió la grande noticia de
ver mi cadáver de la Cripta: Io vi, y no era é1. Carolina andal¡a su resurrección, pues V. es verdaderamente una resucitada y
delante de mÍ con paso firme y seguro. La fuerza muscular, además una elegida, porque Dios no hace -qemeiantes milagros
la sensibilidad de sus miembros habÍan vuelto. Era un milagro.> para los corazones indiferentes.
2.o Bl Dr. Vizerie, prote-.túnte, cirujano mayor del 10.o rle <Ruego á V:, pues, no olvide en sus oraciones al que ha he-
coraceros de guarnición en Niort, que había visitado en el Hos, cho esfuerzos afectuosos aunque ineficaces para arrancar ii \':
picio á Carolina Esserteau, ia vió de nuevo después de su cura_ de ia marcha invasora de -qu enfcrmedad. Mi mujer é hija, con-
ción, -v escribió á la Superiora del Hospital io iiguiente: tentas como todos los que han conocido ir V. aquí, me encar-
gan presente a \'. sus recuerdos.
.Saint_Maixent, 2z de Septiembre de 18?j. <<Crea \'., -qeñorita, en mis sentirnientos afectuosos.

<<Tengo el honor de mandar á V. el testimonio prometido al <rFirmado: Dn. A. GÁr¡r.rr,l.>>


hacer el ex&men de su antigua enferma. No veo ninguna difi_
cultad en esto, por parecerme esta curación insigne un efecto de 'Ierminaremos diciendo con el ilustre obispo de Poitiers,
esa fe que transporta las montañas. Declaro haber visitado en Mons. Pie, que interrogó á Caroiina, diocesana suya, escribió
Abril de 1871 á la Srta. Esserteau, que me fué presentada como al señor Arcipreste de Niort:
"v
atacada de una afección crónica de la medul¿r espinal. Esta <El carácter sobrenat,ural de esta curación súbita v per.si-.ten-
enferma, entonces incurable, otacada de aquinesia manifiesta te se revcl¿r con tal evidencia, quc no puede menos de verse
de los miembros inferiores, que se sostenia apenas apoyada claramenie en ella la mano poderosa cle Dios. Este pr.odigio es
en sus muletas, la he encontrado completament" uo_ uno de los más admirables obrados por 1a glae ia ,lilina en eI
dando y corriendo, habiendo recobrado sus miembros "u"aáu,
su vo_ Santuario cle Nueslra Señora cle Lourtlcs..
lumen normal como si no hubiera estado nunca enferma.
<Vtzenro, tl. ar.>

3." Et Dr. Grimaud, que había asistido á Carolina durante


do,. e:t¡ciones tcrmaies en Beróges, v la
hal¡ia cleclararlo incu_
446 DOCUMENTOS COMPNOBANTES ]]OCUMENTOS COXIPR,OBANTES
117
la -qupuración disminu¡-ir progresivamente
¡, acabó por secarse
li." del todo al cabo de ocho mescs, desde
13 ;p;;; ta salud del
"ry; '
abate Guilmin no ht dejado de ser excelent".
De-<pué-< de haber oido de la misma
boca del abate Guilmin
CER,TIFICADO el relato de su curación, de haberme pu"at".a"
"v p", la lectura
cle la_narración escrita que tengo ¿i la vista
de todas las cir_
Dur¿rnte un perÍodo de ocho afios, desde principios de tg52 cun-qtancias que la rodearon, cleclctro ctltctntente,
r:on tocla la
hasta fines de 1859, he estado asistiendo at abÁte Guilmin, cura sincet idad clc n1.i cot1..:ielr(:tct, que ?sta t:rtt,ación
acaecitla en
de N{ontanel y después de Dragey, por una caries de las últimas sern_ejayttes t:ondicíones, no tteñe e.r¡Llícaciórt
en los princípíos
costillas esternales que padecía hace algunos años. Dos de es_ cl,e. la cíencict, g que en nacla
csta cónfo,,tne ,,o,,.io, reglct-s or,_
tos huesos estaban grave v profundament,e interesados en su tlinarias cle la patología.
longitud y en su diámetro, lo que observé repetidas veces intro_
duciendo el instrumento explorador. Avranches,6 de Marzo ale l8?6.
Muchas aberturas fistulosa-c claban salida á una abundante Firmado: p. CocHe.r, ¿/. n¡
supuración que agotaba las fuerzas del enfermo,
En la época en que á consecuencia de su alejamiento dejé de
ver á Mr. Guilmín, su estado se agrar,ó de tal manera, que no CEN,TIFICADO
-"olamente no conservaba vo ninguna esperanza de curáción,
sino que lo consider¿ba destinado á una muerte cierla en un \'o, Emilio Fleury, doctor en medicina de la Facuiiad
porvenir más ó menos cercano. . de pa_
rís, certifico: Que durante once años (de 1862 á {873),
Desde 1860 lo había yo perdido completamente de vista. he estado
asistiendo al abate Guilmín por múitiples abscesos
Hoy 6 de Nf arzo de 1876 se ha presentado en mi casa v me h¿r situados
sobre la costilla izquierda del pecho.
anunciado que estaba radicalmente curado. Bn efecto, el exa-
En Julio de t872 el abate Guilmin, consumido
men del sitio de su antigua lesión me ha hecho ver perfecta- por una supu-
ración abundante ¡'continua, se vió reducido á una
mente cicatrizadas las llagas ffstulosas que marcaban la región debilidad
€xtrema que me hizo perder. totla esperanza de
enferma, y sólo se encuentra ,.obre los hue-.os que estuvieron curación, por
lo que le di un certificado de incurabitidad.
afectados una tumefacción sin carácter mórbido. La le,qión local
Este estado de abatimiento y de marasmo
está, pues, perflctamente curada, y N{r. GuilmÍn goza de la persistió hasta el
mes de Agosto de 1873, de tal suerte qu" nu.ráo
más floreciente salud. eof"rmo pare_
cía condenado á una muerte próxima. Entonces
Vivamente interesado en t&n cxtraordinaria curación, quise fué cuando él
decidió hacer una novena ¡i Nuestra Señora de
saber su hi-*toria, y el abate Guilmín me refirió que después de Lourdes,.v en_
seguida observamos un alivio sen_qible .n ,u
treinta airos de padecimien¡6,s, ¡. cle haber renunciado desde general: la
supur¿ción disminuy'ó ¡.rrogresivirms¡tc, ".tuát
1.nu turcló en cesar por
hace mucho tiempo á los socorros inirtiles de la meclicina, de- completo.
biliiado por una abundante supuración, falto de fuerzas y en- Hace dos años que las llagas sc h&n cicatrizado,
trado ya en la vejez (tenía sesenta y sieie años), le vino la ins- que la cu_
ración se mantiene, y que cl abate GuilmÍn
piración de hacer una novena á Nuestra Señora de Lourde-q, y goza de excelente
salud.
al concluírla el 22 de Ago-sto de 1873, se sintió repentinamente En Ie de lo cuol tloy el certificado, que deciaro ser
alil'iado de sus largos v dolorosos sufrimienlos, de tal manera contorme ii la verdud.
¡rresente
que el mismo dia pudo hacer un viaje de cuarenta kilómetros.
Este alivio tan repentino no fué acompañaclo cle la salida cle Ducey, 6 de }larzo de 18?{j.
ningún frngrrento ó astilla dc hueso cariado; ). desde entonces
Fr,runy. d. nz.
_
t

448 DocuMENTos cortrpnoBANTES DO CLTfIE\TO S CO]IPROB.-r]iTE S +4t)


Visto para legalización de la firma del Dr. FIeury que antecede. <<Heasislido ri sor Dorotea, superiora (lel (ton\
tue.iouls, confieso que todos mis
f nt., rlt \l -_
--
Ducey, 28 de luarzo de t8?6.
.y cuidadolh"l'.,,i"
,",,,,,l.,.
<Esta Flermana tenÍa una_ anfarra¿o,1
1,,u"-*a"ra, una hc::.i_
p¡ra
t,l.j]:., : emptcar ¡,aJabras qu" .ornf..,rio
Por el ,\lcalde dimisionario, el teniente pará.lisis rlel muslo y tle Ia " \.. ,.j.,". ,,,.
l,ierna ,lcr""l,n.'
<<Después de un detenido e_xamen
Clre¡rpró¡,¡. l¡abí¿t lo observado que lrr
locomo_ción era diricir y qu.e r. sensibiriciacr'
guida. Los nervios scn,sitir.o-s y 1n,
..ll¡o
-rr]l',o..s ."un_
nu"uio. "o.iestaban
r\.o 14 igualmente tlañarlos. Aclemás, f n t".p..uiu"o
fermo se haltaba rnás baja que Ia clel;r;;;;..]nn. n,¡.ab.o .n_
,t."1

racirjn ¡o acusaba ningún principio ¿e r_o ,.,.,.-.u_


De vuelta á su monasterio, la Nlaclre Superiora escribió á los atroliir,¡u._.cularl única-
tres médicos que habian sucesivamente visitado y asistido á ia menle los músculos del rriembro inferior
llojos quc Ios del micml,ro izquier,lo.
,t.r."t o ;;;;;;, ;;;;
pobre enferma, á fin de tener por escrito -cu opinión sobre la
naturaleza de la enf'ermedad que Nuestra Seilora de Lourdes <Una vez reconocidos todos los síntomas,
dad á una le-.ión tle la medula espinal,
atribuí la enlernte_
acababa de curar de una manera tan completa y repentina. He ,;;';,,;'i; r¡isnra srri,s_
aqui la carta que les dirigió cl l1 de Septiernbrc, cinco rlior- tancia de la medula esiuvie¡a alteratla,
."" q'"", fr"¡i..; ;,,, r;;r;
después ile la curaci<in: compre,sión ocasionad¡r sobre esta substancia
mórbida. fo,.,,nu ..,,,,_r.
<<No me era pos.ible disimular
<<Sei]or Doctor: ra gravetracl tre ra enfernrcrla,l.
v participé mis lemores á otra llerirano ¿.i
' <<Permitame \¡. solicite de su bondad una cxposición concien- I-a ültima vez que vi ¿i sor Dorotea, el l2
*i.i,o convento.
zuda y exacta de la naturaleza y de la gravedad de ja enferme- cte.r;;,cl último, la
enfermedad habia hecho muy rúpitlos
dad de nuestra quericla hermana Dorotea, superiora local tlel lrogresos y la panilisis
era completa. C&recia clo. movinriLnto y'del.en."ibiiiclad,
convento de \,lo-ctuejouls, á la cual asistió V. con tanta inteli- una debilidacl grande en tocla la economÍa. y tenia
gencia. los dnchas y los bafios de Ralaruc por ser
<<Al mismo tiempo ruego á V., señor Doctor, me diga si cree ,^ l1:"1.:ié
racron oatnearra miis complcta. pe nsaba
ésta la t_r-
que un viaje bastante largo y un baño de agua natural y fria de vo quó an e-.te estaJrle-
cimiento se poclria añaclir_á la hidroterapi"
un cuarto de hora han podido ba-.tar para curar espontánea y trignina, etc., eic. La H. l)orotearnu
l..f ."t"i"i¿"rl,la e.__
radicalmenie su enfermedad. ¿i"i.n¿o que rne
dabalas gracias por el interé_q quo yo "*t..ij
tn.obu-p"".ff o, -vquc re_
<<N'Iucho agratleceró á V. se sirva honrarme con una contesta- gu.iria mis consejos. pero en¡.ez de
cjón inmediata, que le ruego me diri.ja h la lJe-s-*e. dirigirse á nuiuru" le pare_
ció me,jor tomar el camino de Lour<tei
puesto que el rcsurtado cle su via.ie
,; i";;; hizo bien,
Son AnrrreuóN, ha siáo tan ,lichoso. Si rear_
,,Superiora general mente esta buena Hermana ha sido espontánea
de las ]{ermanas de San José,> y raclicaintente
curacla, preciso es confcsar que ra saniisima
virgen es nrá,. ha-
bil que ios médicos. Las lesiánes de que ire ¡"¡1"?"
r:otitnst'rclóx pun otó í á \.. no harr
ns't',1 c¡n'r-,r Er, pRlMEno Dri Esros rtrrts sido destruidas por ningún proceclintiento
DOCTORES. tr{II. BONNF]VIAI,lI que si hcn desaparecitloporcl efecto
,.,ii""f, y afirmo
cre un bafio..r. ,,n..uorto
'lCnOfü ptle(ttt.t(iutI €s tttiletJ¡,O3,¡.
<Señorr Superiora:
<.\cabo dc recibir la carta de V., v confor¡rándome con <[.-irmaclo : BoNxnr.¡_rl_r_1.;, r/. li.
-qlrs
tleseos nte apresuro ii conte,qtarle. .trIillau, r2 de Septiembre de 18zg )
450 DocuMENTos corrPBotsaNTES
DOCU.ÜIENTOS COMPEOBANTES
miciliada en Mostue.jouls. Nfe
+5 I
(IONTtrSTÁCIóN D8L SEGUNbO If í;I)tCO. EL L'R. I,UBAC pregunta V. ai mismo rienrpo
creo que un viaje bastante la-rgó .r
un baño de agua natut.a.t f.irn cuart;;; hora pasado err
''Señora Sul'eriura: 1..¿":n^ro.rui-;;,; para curar e;_
pont¡i¡s¡ .r'radiealmente .u enfer_n¿"i- ii^",
(l'Jrr lrluí los ciatos que ¡ridc V. tocante ú la enfernledad de c o p i a r te i t u a
sor Dorote¿r. Los primeros síntom¿rs sc manifestaron hace cosa
r
'".
n t. o
r
", n; ;; ;.' ;:X:', l"j;
tle tres tneses. AI principio r:on-qistían en una debilidad del
¿ ":;::t i:," i,lT
La enrermeclaa a' ..i''no'otea li1:
i ;^,T,tr::.i"""l::tTi": e-" un¡.
mienll¡ro inferior derecho con di-*minución de Ia sensibilidad
cutánea. lloy la parálisis es cornpleta. La catlsa del ural no está l¡11;; "ü:i,",',i:;"n: :,::;;ff;,f :"""H:i;:tf ::: j: il
en cl miembro, sino qu" se encuentr& más arriba ¡' en un órga- ;:;'"1T5:';ilij?-n" aqui,ro que p;;;;;;;;r. ¿i v: er 'redio
no indispensalrle á las funciones de la vida, enltt n'tedula espí- ;:T;,i:$1!í::;^"';X:;J,iXffi Í#Tlif
¿al. Este cs el que está enfelmo asÍ como sus enl'olturas, y es :T;ü";e*.'ff
bién se obtienen á r.eces ,".;i;"J".r"il;""r"ip""""0"",es.
lo que se llami r¿l¿Zlli.s' La mielitis no comptonrete la vida obras que rraran de ra uo"oterapi" Dn las
en general, sobre todo cuando, como en nuestro caso, el sitit.r
;;;;;J;;an curaciones
realmente bien extrao¡dj"u.io.'fo.'-..1i"",""rr"r"s.
del"mat está aI nivel de los hombros, pero las funciones del clientela ordinaria se ¿rbstiene En l¡
miembro atacado se hallan mu-v comprometidas; algunasveces "".'¡"¡Tir"i."nr"
que.pueden,rur r..ultaJo, o" tor_los
j"."*;;;,n,... es_
se suele curar, pero son rar&s á pesar de los mejores
procedi- :::'".di":.
drco prudente deja por lo..regular j l" l"l.T"i".',;;;J,l:i,,;;
rJn rnó_
mientos. A-.í es de temer quc sor Dorotea viva paralizada' En elección de semeianres meclio_"]pero,
cuanto al viaje -v al baño de que \¡. me habla, -r'a adivino de que tenidas por tales üü;;;' "r.aciones o¡_
se trata á pesar'tll su sileucio. Los con-"idero como absoluta- creers". '
¡ronedimienros .; rtrus
- --*,."'-r¡!v- ¡urr ;;í.';r;:,
numerosas de lo gue
¡rurliera
mente malos. En Io dernás, no es la primeraYez que prohiboes-
¿<Firmado: Rui.iN,
tos viaies á sor Dorotea. En cuanto á los baño-",.va los había d, li..r:
yo prescrito, pero eran baños calientes -Y -qulfurosos' Casi todas
ias mielitis sobre.'jenen <lespués de un enfriamento' Un baño 'Ie¡minarenlos estas importantes
frio podria duplicat el mal. En mi concepto esta sería la irltima ciaI que clirigía at \.jcariá gc.nerat.relac.iones con la carta ofi_
.;;;;.";;,,j;;l;t:i;
* ,
rie las im¡rudencias. crrra de l¡ Be_se. l"und¿dor ¿e la comuni¿;;_'
<Firmado: Lu¡,r.c' d. ¡n.
""u Besse' 18 tle septiembre
12 de Septiembre de 18?3'' de !B?3'
"Mitlau,
<<Señor Su'erio",
La tesptte-ql,a del terccro e¡tú Jiljcultosu. St vc en ella el res- landa general de e,iercicios,
<<La
lu ¡,artida de las Hernranas
Y una auscnci¿ forzada
peto humano, el miedo de la Facultad ¡'e'te medio racionalismo de lr Su.,n;^.^ ;'
1an frecuentc en nuestros díus en los hornbres que quisieran
de la demora en escribir "^-*,1
\.. H'.' ,;t;r 'j.i;
.

plescindir tle lo sobrenatural, daudo ex¡:licaciones naturales la milagrosa curación de


,1
;X, ij.r;::lñlT:
rnás ó nlenos imposibles que chocan al buen sentido ¡'al verda-
usa r e i 0 ¿" s.pir _ i
r

ble para lu Comunidurt


"
;'
* ;:::::. ::,.1J: i"J r:: .. J,, ,ln :: j:
,iero saber. I:le aquí estü tercera re'cpuesta: dc ta lr"sse. i,;.g;;jT ,:s .omera
to
Señoru SuPcriorc: frñ: :::J':",t";:'ilJl .aprobación d"'M;";;;;,,
pues nos
Prelado ¡i fin de r'enerabte é ilustre
<IIe hac¿ \'. el houor de cscr.ibilme parü que lc diga mi opi- ,o"rt;'lit: t
.1^t,,11:tt:".
¿ re s' ; s io n el ;; "n",u"
:ü' ;; o:'. : ffi ";'','.".[ ; :T
nión soLre l¡. naturalezo de la enfermedad de sor l)orotea, do- rlue quisiér¡mor r.,mitirlps "; cin t0rd¡nzü. - ' .T " il l,ln
', ;. :i.
152 NOCUMENTOS COMPBOBANTES
(Sor Dorot,ea por obealiencia ha escrito de su mano todo lo
t DC)CTIMENTOS COMPEOBANTES
te seguido. ve.iigarorios
relativo á su curación. Los tre-< médicos consultados han res- aceite de hígado de bacalo, l^"lllj.. corridos
por todó ei ¡..i, .
pondido, y sólo \lr. Rufin no ha querido dar explicaciones so- ipeca, vino au quinu, alquitrl::.
do itttt'u.. pt e.rtro. iaralre ds l¡¡¡._ro.rri,] r:_
irr.notu.uj". á la curación; pero al pasar sor Dorotea por VIil- Ju enlernru .u ugrurú ¿. 'v'ru I u 1,.""",.,,
uu
"rl. pst¡,r . :=
lau para ilirigirse á su puesto de Mostuejouls 1o visitó, y vién- ¿ia o,,Ji..
¿ ,::^:l","pas primirivos vinieron á junrarse
clolii andar cán tanta facilidad con".fesó el milagro; mas instado *1
m irs gra\.es. opresión, oúros sínto¡lu¡
para cleclararlo por escrito contestó que no podíct hacerlo por- {
h e moprisis, f""";;;;;;
tos ¡.abundantes, sudores noctur¡os, ;";;ro. pu"ur"n_
)1u, no lo perriitía la Facultctcl tle meclicina' <¡Quién sabe' bros. afonÍa, pérdida con,plcrü
dolores tlos hom_
oai¡o, .i clentro de veinte años el arte medical habr¿i encontrado ,J.t ;l;;;;;, "nti"*io.
general ran pronunciaa" q". "Ju,l'r,.,,n.o,nn;,,
<el"sácreto de tales curaciones l>> He aqui los frutos del l'ibrepen- 1:!lt]O"U
vantarse, r. síncopes lrecu r"-"ir.;;" podía le_
samiento, de hor¡- _ entes que duraban á veces
ull cuarto
<<Sor Dorotea, que está siempre bien, ha impresionado á las
\{illau; y nos han escrito que su presencia en Mos-
gentes tle
iuejouls causa a,lmiración y sorpresa en todos; las gentes han
u"nido un ma-qa á verla, y durante quince dias apenas ha tenido
i::i:11;"r:::::.:lT-ilas cres
i:l:; :."i::"
Lourdes,
tro meses,
l:
:""-1"
ra enferma. oue
,_-
lt¡_.i ¡
mescq llamó á ^._
":' 1; ; b' ;;
uE Ki
o

una extinción
l"nru
;;
de ra ranre, poco de-spués
:: il'..;f
r\ticsLra ;::
¡enora
de
::
de
ue
de voz naclA
hacía cua-
cua*
su ia, Ulu
un momento libre. Yo la había dado mis consejos á fin de
que alta é inteligible voz, diciendo:
(No lenso mol
<<No fenr¡n mal, est61-"rr;;;.;
^-r^.. ^.__ "o
conservara sentimientos de humildacl al contact'o de una ova-
ción tan extraordinaria' Debo declr que e'qte milagro ha hecho 3::,t::l:,.$11,"1a1ot. rra¡ía recobrado súbiramenre la sa_
un bien inmenso en las almas, Y que no contribuirá poco á lle- iTjlill,i. ;:til,j: g" ".t. di" I";;;;;i:;;,l:";l,X:::::i: ;::
var ntlmero'qos peregr.inos al Santuario de Lourdes' il:l,,::'lJ
mente. La ::,**:':,i:^ry::l
enferma pudo r -hi;;;;
;;;;,,'#':
al mi-qmo urq'
día,
;::l
_-__-rqruuruu
Jt[:
uu0rplera_
clormir,
Lru'rlrrl levantar-
<Firmado: Cosrns, cura de Ia Be'"se, se,rl
se al dia siguiente é! ir sol¡
,-:li, ¡;^.,:^._.- ,lomer levantar_
á.r_lar gracias á' Dios por
r d'e I a C o munid'a d'. uj.l: i o rr,.1:lu^lqh.tr
su inesperart¡ c,rr¡ni..,-
t".;"";;;.,;
. fund'ü¿lo
;: il;;ri:t:
ra Srra."
Juria rador I
es d e e n-r o n c e,

;" ;;;;;;; ffi 'l;'.i;":.-;;T.::;


J"
.La Besse, 12 de Octubre de 18?3.
-qal ::r,
:;, u d. in J:
<Por coPia conforme: Certificado por mÍ. el miciir:o
¡isi-stente, méclico del ho_spital
<<Cosrns, ctt'ra cle la Besse'>> civil
de cháteau-Porcien'
r)lr'rcR, ¡,rar.tr¡t..

N." 15 Uno mi testimonio ulrlnl ir,,¡o. nrJJi,.o


curación de la enfermeclnrl ,le j¡ I,r¡r;, ,,,,rtifioür,lur, la
bita v permanente.
srt., juri,, .ioAri. ¡o .i¿o r,l_
CERTIIIICADO DEI, MÉDICO
Hauteville,
La Srta. Julia Jaclot, nacicla y domiciliada en Hauteville (Ar- Marzo de
5 de 18?{.

dennes), es de una constitución delicada y se resfrÍa por la me- \-rtLl.-r¡- r- t t.t.t.t1.


nor causa.
A ffnes cle F-ebrero de 1873 tuvo el scrrampión ; la erupción si-
E I alca ld e : D¡x,r.ó-.¡.
guió su curso normal, pero la tos persistió con fiebre, esputos
irp..rno.or, dolor en todo el tado izquierdo del pecho, princi-
palmente debajo de la clavicula y del seno.
Apesar de un procedimiento medical enérgico y puntualmen-
464 DOCUMENTOS COMPR,OBANTES DOCUMENTOS COMPBOBANTES
1 455'

l{." 16 I N." 1g

Desde su vuelta de Lourtles sor Sofia no ha tenido


accesos'
CERTIFICADO DEI¡ MÉDICO
más' Su -'alud se
v todo hace esperar que no los volverá á tener
ira fortalecido, et apeiito ie ha vuelto, y la
flaqueza se ha cam- El infrascripto, decano honorario de la antigua Facultacl de
biado en robuslez relativa' medicina de Strasburgo, certifica haber asistido durante el ve_
rano de {864, por espacio de sei.c semanas, á la Srta. paulina
Nimes, 17 de Diciembre de l8?3' !
Enriqueta Seydel, de Belfort, que habia venido para cambiar de
,\. PUECH. 1

aires á establecerse telnporalmente á Serven, pueblo rlel valle


tle Masseveaux (Alto Rhin), á tres kilómetros del de Oberbruck,
(lette cuando iba
Certifico que ai pasar sor Nlaria Sofia por en donde tenÍtt yo entonces mi clomicilio.
de Lourcles, he tenido ocasión de reconocer La Srta. Seydel, que en esta época tendria sobre tliecjocho
á Nues[ra Señora
alto
qo" .rtunu atacada del delirio de los Iadradores en su más años, ofrecía los caracteres de una clispepsia anormal. Cual_
ha sido'
g.uao, y que á su vuelta esiaba completamente curada; quiera alimento que tomara la proclucia vómitos que le hacian
pues, con verdadera sorpresa que há visto el entero restableci- arrojar todo cuanto habia comido. Este mal, que padecia clesde
miento de las funciones normales de su estómogo' hacía seis años sin interrupción, no era acompañado tle dolo_
res, pero habia proclucido una extenuación grande y una fia_
Cette, 29 ale Diciembre de 1873.
queza notable.
Dn. Círs¡n Duu¡s' Inútilmente ensayé durante la permanencia de la Srta. Sev_
_
del en Serven cliferentes meclicamentos. A falta de peplina, la
enferma se sometió al uso de un alcoholato de hiel de becerro.
N." 17 Los eméticos no clieron resultaclo a)guno, ni tampoco las pre-
paracio nes de morfi na. .\pl rcáro nsele tambi én r.arios e nt
¡,laitos
sobre el epigastrio, pero fueron tan ineficaces L.onlo Ias caute_
CERTIFICADO DE I,OS MÉDICOS rizaciones del tr¿r -"c Lreli o.
En suma, la Srta. Sevdel volvió ¿i su casa pO,,'ú nlaS u r/1€nOS
arriba
Los infrascriptos declaran la exactitud de los hechos cn el mismo eslarlo en r¡rre r ino.
que
nrencionados, t entre otros ]a impotencia de los.remedios' fales son los hechos r¡ue tleclaro j.n toJa ¡rn,ler;,lail.
una atenuación de sintomas ó un alivio mo*
sólo han producido Vauxbuin, cerca rle Soi6sons,
mentáneo.
1? de ^{bril de t8;j

Marzo de 18?¿' I:i. tlozc.


Boulogue,20 ale

Gnos, d. nr. P',


médico del hosPital. .\." 1g

J. Gnos. d. n'1. P. CER,TIFICADO DEII DR. ]IANGÍN


El infrascripto, f)octor en meclicina, rlo¡¡iciliaclo en Bacca_
rat, certifica haber asistitlo durarrte varios años á Ia Srta. Ju¿¡na
Maria de F-ontenay mienf ras vivía aqui (hov resitle en Aulún),
4ú6 DocuMENTos ooMPRoBANT,ES DOCLTMENTOS COMPR,OBANTES 7ó7
con ruotilo de frecuent,es pen'rlidades que tenía en épocas fijas, años las co¡rsultas -v cuidados de los Dres. Courty, de Iúontp:l_
las cuales acabaron, después de varios años de sufrimiento-s ler; Bennet, de Cannes, v lJouchacourt, de Lt,on, todos los cu¿r_
b¿rstante vivos, por causar una alteración grave é inquietanle les han reconocido en ella una afección ulerina que produjo un
en la salud de la enferm¡r. estado nervioso oaracterizado por una grande debitidad j.su_
Flntonces fué á consultar á r'arias celebridades medicales de frimientos agudos todas las veces que trataba dc liacer uÁo de
Ias Facultades de medicina de Strasburgo ¡' Paris, -v ffnalmente sus rniembros exiendidos, de modo que la era casi imposible
al Dr. Courty, de Nlontpeller. Este último, previo un ririnucioso andar; y que después de una percgrinación á Lourr:le-q, Ago._
examen, reconoció una lesión orgánica de las r,isceras interio- "n
to último, Ia Srta. de Fontenav recohró su salud completa é
res, que hizo necesaria una medicación dolorosa -v varias operu- instantáneamente, v todos sus movimicntos se ejecutan lil¡r,e-
ciones. Dsta afección debe considcrarse evidentemente como mente -v sin dolor.
punto de partida de todos los fenómeno-s ner[iosos experimen-
Aul-rin.3t Encru de 187.,
tados por In eoferma, comprendiendo en ellos Ia debilidad de
los miembros inferiores, que la tenía desde hace mucho tiempo Lrcou lrl
en la imposibilidad de andar, v la forzaba á estar en su cuarto
tendida sobre un sillón ó en su c&ma.
Después de haber seguido sin alivio aperente diferentes pro-
eedimientos medicales _v quirúrgicos, desesperando de obLener
su curacjón por medios humanos, ¡' anirnada de una fe viva y de
una confianza grande en el auxilio de Dios, emprcndió Ia pere-
grinación á Lourde,q, en donde en presencia de un gran número
de testigos fué curada milagrosamente el {5 de Agosto del aíio
de gracia de {87{,.
Esta curación tan súbita, tan inesperada, tan fuera del orden
Datural es para mí un irecho positivamente marar,illoso y cx-
traordinario. Ha-v en éI un quid clicittunt, una inten'ención so-
brenatural, r'isible, incontestable, ante la cual tiene que cedel
la obstinación de la incredulidad, pues la naturaleza no procede
generalmente asÍ, ¡'cuando obra lo hace siempre con pausada
lcnlitud.
En Lourdes, v contra toda prer.isió1, hase realizado en utt
instante lo que los médicos no podian hacer después de tilntos
años.
Baccarat, 16 ale Diciembre de 18?{,
A. M¡.¡ciN.

CDIiTII'ICADO DEh DB. ITAGOUTTE

Dl infrascripto, doctor en medicina, residente en Aulún (Sair-


ne-et -Loire), ceriifica que Ia Srta. de Fontena-v (Juana Maria),
enferm¡t de.rde hace mucho tiempo, ha recibido en estos últimos
fuprcD
+-éoc-
PÁcs,
----\ _
Pnnr,q.cro.
,p
Pnór,oco. 9

Año de ta63
Ealmundo Remy.-Máximo tle Robl¡eau

I.-Curación súbitay maravillosa de una cojera declarada


incurable. (Edmundo Remy, de Ploérmel, diócesis de
Vannes, el 28 de Febrero de 1863). ; . 2l
Il.-Curación sobrenatural del joven Máximo de Robi-
neau en l¡863. qn

Año de 1869
La Srta. Leonia OhartróD.-Jua¡a Peyres.-Sor Maria Regis

I.-Maravillosa curación de la Srta. Leonia Chartrón, de


Lormes, diócesis de Nevers, en Lourdes, el 21 de Julio
de {869. 35
Il.-Curación de un tumor de cuarenta años. (Juana Pey-
res, de Peyrehorade, diócesis de Aire. Septiembre de t869. 44
Ill.-Curación instantánea de una Religiosa tísica én úl-
timo grado, en el convento d'Estaing, diócesis de Ro-
dez, en Octubre de 1869. n
Año de 18?O
X'iliberto Lombaral.-Clemeneia Mouche.-Josefna N.-Viuda de
Gauget

I.-Curación instantánea de Mr. F.iliberto Lombgrd, al-


calde de BaigneuxJes-Juifs, di'ócesis de Dijón, el 24 de
Mayo de 1870. 5t
460 iNnrcp 1 rNDrcE 4¡j I
Il.-Admirable curacióu de Clemencia ilf ouchc. de 'l'er-
gnier, diócesis de Soissons, en Julio de {870. . 67 Año de 78?2
III.-una pequeña niñ¿r de seis meses curada súbitamente La srta. Maria Joly.-Maria Dupuy._René
Becquet._Raimundo ce-
de viruela, en la diócesis de Digne, en septiembre de 1870' 70 ral.- La srta, Jrana uurio a"ror,- sor Maria
c¿simir._ sor Teresa
IV.-Curación súbita de la Vda. Gauget, paralítica hacía José.-La Erta. Ifaría Luísa Delpón.-La srta. M;;;;;., Torres._
treinta .v un años. (L¡'on, dÍa cle la Naiiviclad del Se- a Margarita B";".-;;";;igiosa atacarta de lepra.-La
Tisseau.-Margarita Gehier.-sofia Druón.-x'ito^-enu Eria. ilIa¡ja
ñor, 1870). ?3 eutyn.-.rose-
fina R€naux.-La Srta. Clara Chauvin._La
Sru, Coori*r.¡u Leger._
¡'ilomena Simonneau.-La Baronesa ¿e
t am¡erter¡e._Vio¿u
au ¡o-
Año de 18?1 celin'-Lasrta.au¡elia Bruneau.-sorMarÍa detaAsunción.-sor
San Ma¡tÍn.

8or Rógaeiana,-María I'anget.-Sor P.-La Srta. Maria Skrzynsha.-


León Collongues.-Iuauricia Lagolsse.-La Sra. Gousse.-La señorita l.-Curacirln súbita y radicai c¡e un reblandecitniento dc
Blyckaerts.-Dosióvenes de los Estados Unidos de América.-La 'Iours, el 3 de Enero de 1g72.
_la -medula espinal, en 123
srta.Muller.-unaseiroraportuguesaenelBrasil. Il-Maravillosa cu¡:ación de la Srta. lfo"io nuplv, ¿*
Nf u,q-qidán, perigueur,.l ls ¿" nn."o'ii"iszz.
cliócesis de
i:E
I.-Una Religiosa en el articulo de la muerte curada sú- Ill'-.\dmirable curación rlel niiio nenaeecquet, qu" r"
bitamente cn Chastellux, diócesis tle Sens, el ll de l\lar' moria de una angina.lartlácea, en el colegio
¿" jo,, po-
zo de 1871. 7i rlres Jesuitas de Namur, el 26 de lrebrero
. . j" fgz2. .t:r,l
Il.-Curación de un tumor c&nceroso, el 25 Abril de {871. i9 lV'-Raimundo Caral,de Castillón (Ariege). Cu"o.i¿n
Ill.-Curación instantánea de un horrible cáncer, cl 30 de dical cle un tumor canceroso que rlattrba "o-
de clieci-qietc
AbriIde1871.33'años,el22detr,larzor:lci872.''
lV.-Curación milagrosa cle una joven poiaca, el 28 de \"-I-a Srta Juana Nlaria Arsón, curada repentjnamente
Mayo de 1871, en la flesta de Pentecostés. 9!, de u_na terrible neurosis, el 3 de
\Iayo A" fSZá.-.--."
Vl'-Curación instantanea de sor trf aria Curl-¡",' .
j3Z
\¡.-Mal de ojos curado repentinamente. (León Collongues, tn
deladic,,,cesisdeTarbes,2deJuliode187t)..99GrutadeLourcles,e]BcleJulioc1e1S72.. "n
\¡L--\{auricio Lagor-"se, de nueve años, recobra súbit¿r- Vll'-Curacjon súbita y radical de una asma crónica
de
mente en la Gruta el oído perclido hací¿r dos años -v me- _._1t-t"'t:¡: arlos. en Bru,ias, el 16 de Julio de 1872. 146
dio, el 28 de Julio de 1871. : 102 VIII
pón, --A'dmirable "u"o.ión rle la Srta. If aria Luisa llel-
Vll.-Curación instantánea de una irlcera cancel'osa, en referida por su mótlico, en Clermont L'Herault.
'. -.'.'-""'
tslois, el 12 <le Octubre de 187.1. tlll el 24 de Julio de 1872. . . . . l'í9
Vlll.-Curación instantánea'de rtna artritis aguda, el 2ir IX.-Curación-sírbita y uno'.¡ou.n, en Santa
de octubre de 1871. . 108 Fe de Bogotá (-\mErica "ornpt.tn'a.
del Sur), el 26 cle ¡ut¡á ae tgzz.. lbtt
lX.-Dos curaciones milagrosas en los Estados Uniilos de X'-Curación sirbita de una anemia crónica ¿eclarada
América, en Octubre de 1871. 113 a incurable, en Lourcles, el 6 cle Agosto r.le 1g72.
. . 157
X.-Una niña de nueve años curad¿r repentinamente de Xl'-Curación repentina de unaRéligiosa de
Auch, ataca
fiebretifoidea,en Slrasburgo,cl12deNoviembredels7l. 116 da de una lepra incurable, el 18 cle Agosto
.
Xll.-Curación instantdnea .le uno gu-""t"aigi" lg7á-
de i60
Xl-Curación súbita rle un moribunrlo, en el Brasil, en il;rr"lrf"
Noviembre de 1871. ltg que d_uraba hacia tres arios, en Lou-rdes, .i2Z
au ,tgo.;o
de 1872,
'súbita 164
XtIf .-C-uracijn ,f uno pol-,rn .ri"¿" ."f.rrn" n"_
"
462 INDICE
ÍxorcP
cía veintisiete años, cu Lourdes, e} 27 de Agosto de 1872. 168 cro. L.r srtu. Ilosin {at3
a Ollivier, del puy,
XiV.-Curación instantánea de un raquiNismo incurable de Enero dc lg'3.
-
err Lourdes, ., a'
de quince años, en Lila, el 8 de Septiembre de 1872. .
XV.-Curación súbita de un tumor en la rodilla, en 1-our-
173
":'-"1"?::1?ü'J"l;:::'^: i"siant¡nea ¿'r's''u' r:' *' : :
coing, el 17 de Septiembre de 1872. 179
";,;:i;*;;$fi rfi:TJ""T: i:ÍlJi," p."r,. ..,,,- r;j
XVI.-Curación inst¿rntánea de una parltiisrs incurable de ,,r,,0.o ).pelnr.ries¡,
seis años, en Roubaix, el 29 dc Septiembre de {872. 185 ;" M;;;;.;;;;: en itodez, cl 10
XVII.-Curación maravillo-ca é instantánea de una joven 2í6
''.;?::H'¿;::"1?j:".";"i: ;lto cr"n'. ti"",
incurlble, en Chenlc, diócesis de la Rochela, el 6 dc
Octubrc de {872. 188
.'' : n
"iu
cuu
2 4s
XVIII.-Curación -"úbita de una gastralgia incurable de L;:*¡.ffi f :;:lt#,iül,lÍ",;.T:l;,,X:';ii".:
el 3 de Julio <le 1873'
treinta años, en Besanqon, el 6 de Octubre de 1872. 194 vit'-cu;o;i;;'J';';"""'L:s' de^unil 2i0
IlX.-Curación radical de uner joven cantpesina de llagas l,ee¡o, en l;r,,,j :" ioren .irvienta enferma .lel
escrofulosas y anquiiosis incurables, el 7 de Octubre de 270
1872. tg7 "ll,-,1:.xThili:*:ii,jlii,1,li"','i;" ,u r;ru a, dc
XX.-Curación de la baronesa de f,amberterie, en lJrive lx--v",oujri"." dc rulio de 1873' 27i
(Correze), el 7 de Octubre de 1872. 20ir de Lorrr,.Jp" "llllli:"I23
al¡utc
.,,^ ^,-t1on.oeJ
de Mur¡', err lu crutr

XXl.-Curación radical de una hidropesía crónica cont- \.-cr.;;l;n'r;^, il,"; ra ASunejún dc 1873.
., r,r u, q u. i ul o,;j
plicada con otras enfermedades declaradas incural¡les, ;;" il::"t, :; jJ "::.;;:ll.il:,
, ;1il _
el 10 de Octubre de 1872. 210 .l 2J de Agost o dc 1873.
. . ,

XXII.-Una sordo-muda de nacimient,o curada repenti-


,. ,""=1,
-rt.-Curaciún . .":"..r'
tlc unü ¡" quince
ior.en de -
^,,,^^^'utlos' c¡r Lourcles,
301
namente, en I\lontbaz¡in, diócesis de 'four-", el 1t de Oc- et 24 derg".i.;;;*';;"^
tubre de {872. 216 -\ji._sor
te curada
D;;;i;'d;i" d.: san Josó' repenrinantcn- 306
XXIII.-Curación súbita cle una fistula incurable, en
'l'';;'J:;?i::a
, ,::"'1:,: "lá ;;:.';[ffi;.1i",r]i .'"1"i '':'":o:"' ''l
IJlois, el 18 de Octubre de 1872.. 220
X\lV.-Curaciúrr repenlinr dc unu ll.eligiosa que be ¡)ruri¿l ;ir0
de un fieb¡e tifóidea, en l'olón, cl 20 de Octubre de 1872. 225
;*i'li-*ffi,i+,1:'i;#fl,#$ptft ;, ;
Año d.e 1a?3 n,:9io,
cn Lourde", cl 1." de
; t r..:
'tr_;t.v'-Curociún instanrdnp" ¡^ ,,1^'I-1."
"r;;;;"1#
u_:

;Xi$iiüqiii,üil[1;:
loi
: :i:d
II. Bretón.-La Srta. Rosina Oliivier.-La Srta. V. T\r., de Courtrai.-
La Srta. Maria Victorina Acquier.-La Srta. Clemencia Gautier.-
{
. tr$,,-"lg ffi;ij: "
;:
Carolina Esserteau.-Maria Juan.-Lucía ¡'r¿riture.-El abate d.e Mu-
sy.-El abate Guilmin.-Juana O' Iuoore.-Sor Dorotea.-La señorita
Bárbara Canelet.-Irma Dubois.-.Iulin Jaalot.-La Srta. de Tinseau.
-La Srta. l\faría Poirier.-Sor Sofia.-Rosalía Rabot.
t
J
¡
.¡paiillr:;i#l*i:,H,: :,:
-ff;:fi*i::;ü.llJjl":,:rs.1eocrubrc'l.
;;;;o;:l';;:.';ril. soria, de N im
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rs,s
cs. c,,
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rrr
I -,!:,'1u.. "i
/\rA.-t-onnrorcdor0
crtr¡cióu-a" uno^'a;rri"nt, 3;7
I.-Ouración súbita de una neurosis de diciocho airos, de- plr Rcnnes, g i,rufor,,,
clarada incurable, en París, el 23 de Enero de 1873. . nl tlc Djcioml¡re
233
¡ de 1g73.
IL-Curación súbita de una cnf€rmedad crónica del híga- I 3(.L

¿
46+ ínnrcn

Ano de t8?4
Un niño de tr{aalagascar.-Sor Maria Catalina.-José Schmitt.-Pauiina
1 FE DE ERRATAS EN EL TOtvlO PRIlvlERO
Seydel.-La Srta. de Margerie.-La Sra. IlIallet de ArtrbI.-Sor Mari&
Bernardina.-La Srta. de X'ontenay.-La Srta. María Labonne.-L*
Srta. Lesbroussartt.- Teresina Boutlin.-Sor Maria Galriel.-La se-
ñora tr'Iipo van Oosi.-La Sr¡a. Celestina Bon.-Juana Holagray.-T,a Dlcfl LDASE
eÁ g_¡-y_r 1inn,1
Srta. Octavia ¡'abry.-La Srta. de Rothiacob.-Teresa verst¡acte.
366 á mi grito ¿i mi el grito
39 17 torno tono
I.-Curación instanthnea de un niño que se moria, en \'Ia- 45 15 hau estado eirrtiendo estuvieron sintier¡dr,
dagascar, en Enero de 187/r. . 367 7+ 28 Gauset Gauget
85 2r la fuerza de fe la frrerza de su f'e
II.-Curación de sor r\Iaria Catalina, que estaba enlerma 89 19 estado costado
hacia treinta y tres meses, en tsoulogne-sur-\ter, eI 16
141 2t sÍrbalito súbito
164 4 Eeheubro€iues Echaul,rognes
de Febrero de 1874. .
III.-Curación instani¿inea de José Schmilt, novicio cle la
370
! 179
243
257
1
18
20
Cura
sujeto
gorportar
Curación
sujeta
so p ortar
Compañia deJesús, en Flolanda, el 16 tle Febrero de lit74. 373 303 12 pereg rin a ció p eregrina ción
lV.-Curación instantánea dc una gastralgia crónica in- 326 15 cómo lo eómo la
330 19 Tedéum Te Deutru
curable, Paulina Seydel, rie Belfort, cn Lourcles, el 22 ir Lourdes ir á Lourdeg
de Marzo cle 1g74.. 379 391 16 lo madre la madre
134 3 súbdlta súbita
V.-Curacitin súbita de la Srta. de Margerie, en Sceaux, 44t 15 En un hecho Es un hecho
cerca de Paris, el 22 de Junio de 1874 383 453 20 al mismo tlía el mismo di¿
VI.-Curación sirbita cle una ti-qis [uberculosa llegada al
tercer grado, en Paris, el l.u de Julio de 1874.
VII.-Sor Maria Bernardina, Religiosa de la Stlpientia,
390
r
curada de una glándula cancerosa, en Lourrles, cl 3 cle
Julio de 1874. 394
Vlll.-Admirable curación de la Srta. rle Fontenay, en
Lourdes, el 15 de Agosto de 1874. . 399
IX. -Curación radical é instantánea de una terrible ent'er-
medad de la medula espinal, en Lourdes, e] 18 de Agosto
ile 1824. 410
Doculrnxros colrpRoBANl¡s. 423

FIN DEI] ÍT{OTCN DEIr PR,IMER TOMO.

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