MILAGROS ADMIRABLES
POR
ñ{onrs. DE fiucun
TOMO PR,IMERO
BA RCELONA
Lrnnnníe y T¡pocn¡nie Cetólrca, pino, b
1498
a ¡r¡trinrcr Íntltojo, Er¿ tiene lor títu,lo Las Ma-
lYI;:"#^:;,:,i:;;:i'i,íi,iÍ5::Tí:";;#:H';
tlc la Virlen. fnmaculad,a tí ta lnt"mi,lde Éernard,ita
ct¿ lB{iB. Contienc clfallo egtiscoltal que cua,tro o,ii,os
Es propi.edad,. despu,és, cn 4862, dí,rj el oenerable Motzs. Laurctr,ce,
t:ntonces obislo de Tarbcs, sobrc la autenticidad rJe
cste inconrytarable prorligio; u dcsptuis dc utr, rt͡tido
ltosqucjo dc la ,""irJa y d,icltosa tnu,crte de Ber,¡rar-
r/ita en la caso r¡lotrit dc las Ect'ntattas dc AIet:ers
c)¿ t878, o.fi.ece allector la natracicín de aqucllos
ittilagros dr: LourrJes qxt,( true parecieron tntís conm,o-
tedorcE y nr,ris aatdttticos, desíle los Ttrinciptíos de la
peregri,naci,rín hasta la ripoca tristementc crilcltre u¿
quo nu,estra pobre fr't"uttcia
"l'tti castigada ltot^ su
o¡tostasíct, ¡tolíti,ca y sor:inl, ?/ en qu,e Pí,o IX, cl
11t'cr,ttcle y santo Palta dr: lu fnmaculada Concep-
ctcítt, comenrri su atda tle gtrisionero ut, el To,ti,canr¡.
Destle entonces, Nt¿estra Eeñora ile Lourd,es ha
totttitnu,ailo obrando mílagros, rí por tnejor d,eci,q,
los ha nmltiplicaclo sin, tt'útnero, ud,m,iratr,do, no so-
/4,itente ti toda F.rattcíct, sino ctl ntuttd,o cntcro. Ade-
7
6
,?tds, mu,cllos p't'od¿g'ios que l(1' T/'it"gen' había obraclo me ti'trn trato'jo tle cttrn"¡tosi'cirÍn tlertmsiud'o sc"-ia, y
úntc.r,'ilo rtlenls ctd,m'irables qu'e los yu re;fcri'c1os, rtrt tto ¡turl,iendo iantg,oto resolaernt'e ti Tterntt'necer in-
lto,tt, sirlr, co¡tocidos ltasto mtis tcu'rlc, cuando ln eo' a,ct\'oa s'in hucet' ri las al,,tzas el bi'c'¡t ti q'ue la bon'tJatl
celcntc pttblicaciót't' tlo los Annales deLowdes, hizrt clc Nuestra 9eii,o'r sehabía d'ignad'o acostw'm'brarme,
coiitpi'enrlei' inris y ttttis ti los ;faaorecidos Nue's- lor h,e crcírlo g'tte el conitt'itto tlc las maraoíllas obratl'as
t rrt, gc ñ o ¡rt, lo c specic tlc oblig ación' quc les'irngtonía rt r.n Lorn'clis dcsdc liace aei'nta o''iios por la Mad're ilc
Dios lirtrtrti cttnsolar tí'¡ttuchos coz'ilr'o'Les '11 lln-ar
(r'
ta Jc y el agrorleciittiett'to rle Tiublicar allamcnte lct"s
ttr,iulrirlcs y lct,s glorias ile la frun'aailailo' Con'ccptítín' Dit¡s'tí 'ttt'as clc ttn esl'i'ritu rer:trt autttlue utcila'¡úc
No cs, pucs, tle c¿tt'ctiictt' se hallen cn csta 'nxt"er(L todaaí,tt' en cl utnltt'at d,e lo srtltrcn'atural'
coleccirjit tcl.utos qu,e sc ¡'ctn'ontolt (t' una ipoca' a*t- Los reí,atos q'uc tcngo la' d'k:Vut tle o;frecerte aqtr'í,
rni bttcn lcctor:, son ti utal Lntis hr:rmosos, mtis litt-
tt'rior d n'ri 'printercr' ;¡nt'blicaci'r1n'; algunos de ellos 'hc
d,osos y inas ad,rniT'ubles, y ytt tto
lcerlos
tto l¿u¡t strlct rccibidos y Ttnblícaclos Ttor los Annales -pod'i'do
lto,sttt tB72 y 1876, los cuales reJbrirent'os aqu[ y t'cteírlos s'in conmo'ocrnte hasta cl/onilo del r:o-
sítitplcntente poi' ordur, cronokÍgico con, el solo tlesco íar,r;n, y lt'c ytensailo t1't'tc ti t¡tt't¡s rti¡nloos s'ucederrL
dr: ou,¡tc¡'¿trrr cl anw y la tlcuociórt, ti ltr' Virgcn fn- l,o rni,smo gue tL'ni'
Las rl,cfosito) I)rlcs) co'ttr't tstras tatt'tas {:ot'Ú11ü's i\e
rtuculudo. Acoso estti rcseractdo ti, cstas pítgütas pe-
,rasas) ,'fi*prt j'rtsctts, siarn¡ti"e yter¡f'tr'madas, ti los
nctrtt¡'t:¡¿ ¡¡trtc/tos lttgctrcs clondc 'tlo son con'oc'iclos
tle Lourdes, y stt'sciten 'por kt '¡1i,:s d,,: ia'Sotitisi¡tt'cr, Yi'rgc'i't,. ¡ Digtt'cse .esta tlt'"k:e
trtdattu /os Annales 'iVerIT
'tiiisti¿o tLúeaos
'lectorcs
ú esta praciosa publícac'itín, e tl'e n¿i'sc'ricoriti,a y dc a'tnor, rí qtt"ictz toil"o' tni
crn¿solatttlo al ¡¡t/smo ic'irtpo a algm'os pobrcs en'-
t t:|da *rc he es;l'orr'tttlo etL {111r(tt' y cn haccr üilral',
lteiuiccir y /eiund.at' lcts scncíllas nul'¡'aciott'cs tle
/brrtt os te¡¿turlos de ultal int'ictt to.
Etr r:stcr n¿oclesta coleccióit (lo declaro sin'T ocleos) sLtstitatcittalr:s J'a'uotes ! 7 tu"¡t'bíi'tt' '¡izc ct'tt'cut ti stt-
trct /tar.1 ,1tor decírlo ctsí, tt'tttlamío' h-o I¿c lrcclto rruis pl'icorlu qtte bcittligo tí totlos lcts ¡6cles qw:las lcan'
quc cscogcl'y reuni'r u'no serie dc relatos ya oca-
batlos, esr:ritos ó;frrntados etl srt, m(t!/or lartc par
lrts t¡¿ist¡tcts persollos t" y¡tt''ictrcs ltatt stlccdiilo las
¡ttr¿ rot:illr¿s rlua contiencrl '! qu,e sc e¡tc'ttcntran es-
'¡ta,rcitlas, pot' no dccir oloidados, cn lu colecciótt gtr
ct¡nsirle roble dc los Annales de Lourcles , en tlondc
lnltg poc(s l)ersones irían d' buscaúos.
I n p c L i rl o a tl e ii¿a s p or e ltil'c f'ilxc cl a cl 7i u r u i
r t: tl i ¿' nt -
ri
I
PFIÓITOGO
I
La primera de estas personas es ura humilde obrera
de Tarbes llamada Francisca Majesté. No tenemos cle
:u informe más testigo que ella misma. pero éste bas-
(l) Tomamos estos conmovedores relatos cle los Annales cle
Lr-¡urcles(Marzo de 1871), que se publican con la aprobación del
tJl¡ispo de Tarbcs.
10 Pnór,oco pnór,oc+o II
ta. Lleva impresa en su rosbro la selial'ié una alma ron á su oír10. Cuando se confirmaron, creyó con fe
inocente, recta, inteligente, modesta. Su palabra es sencilla y firme en la Provitlencia. uPara Dios nad.a
grave, y cittcnenta años de una lid¿ irreprochable y hay imrosible, decÍa, y El no permitirá que seamos
piadosa le tlan autoridad' así engañados.,
Cerca cle tres años antes de las Apat'iciones de Lour'- Oyó hablar de curaciones milagrosas, y una vaga
des, estuvo sujeta á suspensiotles monentáneas de la esperanza pasó por su corazón, pero sin inclinarla
vista. Ocurríale esto de repente, sin que n¿da hiciera toilavía á hacer el ensayo. Dijéronla varias veces:
presentir su aproximaciÓn; cle pronto una niebla es- .,X'rancisca, V. que es tan piatlosa, ¿no piensa ir á
pesa cubría sus ojos y los oscurecía rápidamente, y buscar su curación á la Gruta de Lourdes?'r J ¿11u
luego la luz desaparecía. l'rancisca, entonces srr- contestaba: *Todavía no siento la confianza necesaria;
rneigicla en una noche profuntla, se quetlaba eslupe- si Dios me la envía iré."
facta; frotábase los ojos y esperaba á que apareciese' " Hizo esfuerzos para merecerla, y Dios se la dió. IIn
de nuer.o la claridad, lo que suceclía poco después. En día se sintió muy inclinada ir ir á la Gruta; la es-
lo demás, no sentía ningún dolor ni alteracióti sensi- peranza llenaba su alma, y ella, comprendiendo que
ble en Ios ojos. esta inspiración venía de Dios, dispuso el viaje en los
Consultó con un métlico, quien después de varios primeros días de Mayo de 1858.
experimentos, como ella le instara para saber toda la Francisca no había visto Ia Gruta. Cuand.o divisó
verdad, la clijo ¡ ,,Debo declarároslo ; creo qne n0 pue- ia roca santificada por Ia presencia de Ia Virgen In-
do nada.-Pero ¿piensa Y. que me queclaré ciega?- maculada, su alma se conmovió profuntlamente. {,Tn
I{o sé., feryor muy sensible Ia inundó de gozo, y su oración
Estas respuestas eratl dolorosas, pero ella ias ha- era tan dulce que no podía apartarse de allí. Se l¿r'ó
bía solicitaclo porque prefería conocer la realidacl tle Ios ojos devotamente con el agua milagrosa y cotr una
su situación. Desde aquel día ia pobre mujer, asus- fe grande en su virtud sobreuabural, y mientras la
tada, temblaba tle miedo de peliler enteramente la bebía, su corazón decía: * ¡ Ouraré !...,'
vista. Desde este momento ni una sola vez, ni un solo se-
EIla estab¿ familiarizatla con eI dolor, porque su gundo se ha ocultado la Iuz á sus ojos. En ninguna
vida habia sido una caclena casi continu¿ tle enferme- ¡rarte, en doce años, le ha hecho pararse la suspensión,
dades; mas de todas las pruebas pasadas ninguna la tle Ia vista como en otro tiempo.
había apesaclumbrado como ésta. ¡ Ciega 1... Antes X'rancisca tenía también largo tiempo había en una
quería morir. rle sus rodillas ul tumor como del tamaño de un hue-
Los rumores cle la Aparición tle }lassabieille llega- vo tle pato que n0 la molestaba porque de ordinario
12 PaóLoso pnór,oeo 13
no le clolía, y sólo le incomodal¡a algo para r¿zar? por- bilitarla como estaba, la pobre criatura no podia efec,
que entonces tenía la roclilla en el aire' Esta clificul- tivamente viajar. Pero X'rancisca insistió. * ¡Bah ! dijo
tad la hizo pensar en la Gruta, y se dijo á sí misma con dul¡e f¿miliaridad, hoy no es \'. el ama de su ca-
sin ningún sentimiento marcado : aPtteslo que me ha- sa; y0 me llevo á Ia niña, voy á hacerla curar. por la
llo aquí voy también á lavar el tumor. Ilecho esto Santísima \rirgen, y esta noche me dará \r. las gra-
"
fué á arlodillarse enteramente sin la menor molestia; cias cuando se la traiga." Cetlió la madre. ¡Y cuán
pero absorta por la alegría de su oraciÓn y por el pen- dichosa fué de confiarla á su piadosa amiga! Francis-
samiento de sus ojos, en su convicción curad'os para ca era la mensajera de la Santisima \¡irgen en este
momento.
siempre, no pensó ya en el tumor. Continuaba siem-
:La joven enferma se arrodilló tlelante de la Gruta
pre que rezaba haciéndolo hincada con ambas rodillas.
en eI suelo, y sólo al cabo de algunos días miré sutu- aI lado de su protectora Francisca, la cual, después
de lavarle los ojos, la IIamó.
mor. Este no existía ya. y n0 volvió á aparecer'
Jacquette L.,acuz,e tenía quince años, aunque por su
peqtteña estatura y su fisonomía mezquina á cualquie-
L4 p_Bór,oGo pnór,oco 15
dre había acudiilo á todas las mujeres del .barrio para ción semejante. Palpaba un milagro, era instrumento
procurarse bastantes trapos viejos. r1e la Virgen Par¿ hacerlo'
tr'rancisca clijo á la niira: sJ¿sq¡.¡¡e, he aquí el CuandJ rr,irO por írltima vez' las carnes se
habían
monerto en qne la Santísima \¡irgen va á cnrarte... jnntado; ya n0 existían llagas' Pttso tlo ob'stante una
lraz l¿ señal de Ia crtz J' reza." Después de un mo- cornplesa en varios dobleces y bien empapada en
agtlat
mentr-r : .,Jacquette, ¿tienes confianza?-Sí, respondió ,¡ue debía conser\¡ar la paciente hasta Tarbes' pues
1a niña.-Pues bien, déjame á mí hacer." Y la piado- que la hurneclad ocasionase nin-
-ia no había miedo de
sa mujer echó agua con una botella sobre las ¿sque- gi,n auno. Después tle haber arreglado el vestiilo de
ia niRa oró de nue\¡o. diÓ gracias á la Virgen de
rosas llagas, y el líquitlo frío corrió por. todo el hom- la
bro. ,, ¡ Oh !... me moja Y.. dijo Jacquette.-No temas, riluta, á la \rirgen tan bondadosa para su amiguita y
niira. no temas, que esta agua n0 te hará daño; ten ¡1ara ella misma, y emplendiÓ
la marcha'
en la
confianza. Jacquette, que Ia curación empieza ya, las Parecía que Jacqueite había nacido de nuevo
carnes se t¡an poniencloblancas... ', Blanqneabau, efec- riluta. ObrÓse una vercladera tran-qformación su en
tivamente, á los ojos de la mujer maravillada y con- ,rlganismo. El mal la había tenido raquítica, desme-
movida. y Francisca aplicó una compresa cle agua y ,trraaa y enclenque, y el vigor vino con el bienestar'
y
volvió á poner el vestido sobre los hombros de la niña, ,:on el vigor la alegría, puclo trabajar, ¡'fué clecientlo
rezaron ambas. y en seguida, al renovar la operación, ,le allí en adelante.
Francisca lanzó un grito cle sorpresa. Las llagas es- Por espacio de once años Jacquette clisfrutÓ de una
de las
taban clesconocid.as; habían perilido su aspecto repug- salucl inalterable y puede decirse floreciente:
nante; las carnes habían tomaclo vida. Francisca las luentes de humores, ocho años abiertas, por las cua-
b¿ña de nuevo, pone la compresa, y cubriendo á la les se había deslizatlo su vida durante ellos, no
que-
niña la repite la palabra que hacía la maravilla; *¡C0n- ,laban más que grandes cicatrices' En 1869 uno tle
que
fianz¿l ¡confianza! ¡Oremos! yo te llevaré curada á tu l,rs agujeros se volvió á abrir. Fué éste un suceso
tlath'e." Y humedeció otra vez el hombro. El vestitlo ¡..larmó á Jacquette y su familitr' La
joven, toda apu-
pia-
estaba todo empapado y frí0, mas la infeliz Jacquette larla, fué á vér á Francisca. "Hiia mí¿, le dice la
se cuiclala poco tle esto. .1,r-ra mujer, me extraña esto. 'I'en cuidado' La Santa
Durante un nuevo bairo, l'rancisca, con voz tem- \-ilgen te It¿1, curarlo milagrosamente, y tlurante onee
blorosa, exclamó: c,¡Jacquette, los agujeros se cierran, :r.r=ros te ha conservaclo la salud. Jacquette, ¿estás
agra-
lo esto¡- viendo!!" Y yu.¿oderamente, nos ha asegu- ,lecida?-Bien sabe V. que toclos los años voy á Lour-
rado, ella vió estos aguieros abiertos reunirse en las ,ies á dar gracias á la \¡irgen.-Bsto no es sufi'ciente;
tres abertnras. En su vida había experimentarlo emo- t';i eres buena y no hay nada que reprocharte; pero
16 PRórroGo pnór,oco 17
¿estás tan agratlecida como debieras? ¿Estt contenta 1,,,visitaba casi todos los días, pero la hernia no potlía
la Santísima firgen cle tu piedad? ¡No seas ingrata! ser vencida, y ñlo con el aparato se sostenían los in-
j
H¿z remedios procula ser más piadosa.,, testinos y se facilitaban las funciones de la vida.
Lu lejigatorio cerró ott'a vez Ia llaga en algunos Pero era éste un medio trabajoso, pues se com-
días: hubo ttn auurento visible de fervor en la vida de prende qüe en las largas horas que Ia criatura debía
Jacquette, y tlesrle entonces siguiÓ muy bien y no Ie |asar en la cuna. el braguelo mcrjado tenía que en-
querlalot en eI ltombro más que las cicatrices perfec- mohecerse en seguida ¡' periler su elasticidad. Era
tamente cerrailas, que vienen á ser como testigos cle irreciso, pues. uno nuevo casi cad.¿ ocho ilías, y costa-
Ia obra de Nuestra Señora de Lourdes. lta cnatro francos, que había qne sacar del menguarlo
i.rresupuesto de esta familia tle obreros.
En el mes de }Iarzo de 1866 Pablo teníaya un añ0,
III ¡' carga se hacía pes:rda para los padres, quienes
Ia
sin embargo nada omitían para sah'ar á su enfermito.
Los vecinos, compadeciclos á la vez del niño y de los
Las gracias se atraen, y el reconocimiento al pli- patlres, habían dicho varias veces: *; I)ios tlebería lle-
mer favor nos hace dignos tle otros nuevos..Ademásr la varse á este pobre niiro !''
oraciótt, forbalecida con eI buen éxito de otra oración Hacía tiempo que M¿ría Mercére pensaba en la
anterior, toma una firmeza y plenitud de conflanza maravillosa curación tle su hermana Jacquette; p0c0
que Io obtiene todo, y por eso los milagros conocidos ii poco iba perdiendo la conflanza en los médicos y la
proclttcen nuevos milagros. También Dios tiene cier- ¡tonía en Nuestra Seirora cie Lourdes. LTna resolución,
tas preclilecciones, cuyas caüsas secretas no alcanza- vaga al principio. fué acentuánd.ose cada vez más en
nios las más de las veces. Hay familias favorecidas' su alma; y un día err qüe aI fin se clecidió, se veía pa-
La hermana de Jacquette, Ilaría Marcére, estaba tente que los hombres nacla pociían, )'que el niño esta-
casaila cort tln ebanista que vive en Tarbes, caile de ba condenad.o sin esperanza hurnana á una incurable
Carrnelilas. n.o 2. Su segundo hijo ,Pablo naciÓ con enfermeclad, ó lo que es más probable, á un¿ muerte
nna enfermeclatl que afligiÓ á sus padres' Eran dos poco lejana. Pues bien. la pobre madre fué ir intentar
ltc¡¡iicr.* eüormes, AIos quince días fué menester apli- el remedio supremo: el agua cle l¿r Gruta de Lourdes.
carle un venilaje, y desde entouces la pobre criatu- AIIí donde su hermana fué curacla, allí llevaría á su
rita no trtnclo estar un instante sin él; apenas se Io ttiñ0, y corientlo todrr riesgo lo bairaría en la piscina
quitaban. asomaban las lternias. milagrosa.
' Yarios ntétlicos fueroll consultados, y uno de ellos Su marido no tenía nás confianza que ella en la me-
i:
18 PRórroeo pnór,oeo 19
dicina, pero tampoco se ocupaba en buscar socorros Jamás ha vuelto á ser aplicado el vendaje en este
sobrenaturales. Con la energía de su determinaciÓn, pequeño cuerpo. Pablo, voluntarioso é irascible, ha
IIaría ]Iercére Ie impuso su voluntatl y casi su fe, y tenido después largas rabietas de lloros en la cuna y
partió. fuera de ella; ha crecido, gritado, saltado y se ha en-
Bl .+ ó á cle }Iarzo de 1866 llegaba á eso de medio tregado á toclos los pasatiempos de la infancia con la
día á la Gruta con su maclre, su suegra y su niño. La violencia de una naturaleza impetuosa, sin que nunca,
oración fué bastante larga, y con tanto fervor como jamás, se haya visto señal de sus dos hernias qu.e pa-
seguramente no la había hecho en su vitla esta joven recían incurables.
y piadosa madre. Lo hemos visto á los cuatro ailos. Estaba vigoroso
Desnuda á su pequeño Pablo y le quita el braguero, ¡- avispaclo.
apareciendo al instante las dos hernias. El niño su-
mergido en la piscina que llela el agua de la Gruta,
se resiste violentamente y grita. L,as clos abuelas
ayudan á }Iaría á contenerlo. La frialdad tle la fuente
pone amoratada la piel del niño y tiesos sus miem-
bros. y algunas mujeres que Io estab¿rn mirando acu-
san á la madre de impruclente por tener tanto tiempo
á la cliatura dentro del agua.
llaría no hace caso, mas ellas insisten dicientlo:
;,¡Qué coraz|n cle piedra tiene V'!, La tierna maclre,
devorada de ansiedad, se impacienta un momento y
exclama; n¿No es mi hijo después de todo? ¿Lo quie-
reu \¡ds. más que yo? ¿No ven Vcls. que eI niño está
perclitlo si Ia Virgen no lo curaaquí? ¡Déjenme Vds'!"
Se pone cle nuevo á orar interiormente. EI niño
permanecía inmÓvil, J' su pobre mad're estaba en una'
verdailera angustia; pero la confianza, una confianza
tlulce y profunda en Ia bondad de la Virgen, sostenía
su valor. Por fin, levanta el niño y Io pone sobre sus
rodillas para secarlo. La doble hernia había totalmen-
te desapareciclo.
nr
AÑo DE 1463
Edmundo RemY.- Máximo de Robineau
I
Guración súbita y meravillosa de una coiere tlecla-
ratla incurable. (Ettmunilo B,emy, ile Ploérmelt
iliócesis tle Vannes, el 28 tle Febrero ile 1868)'
Nuestra Señora de Lourtles. Piensa en ulla novena )r cen fortalecidos, y la consunción no progresaba. Conbi-
en el agua, y ésta es la medicación en que espera el nuó las prácticas de la novena con mayor confianza, y
restableciuriento tle su Máximo. al siguiente día encontró á su queritlo enfermo mucho
Pero quería conocer enteramente los motivos de su más fuerte. I)esde entonces el vigor ftré crecientlo de
esperanz¿, y ensayal' esla clevoción tod¿rvía oscrua uua manera visible, juntamente con ia satisfacciÓn tie
para ella. La prestan un libro sobre las Apariciones, la madre. No se había acabado la novena, y ya el pro-
lo lee y se enciencle stt cottfiauza. La ofrecen aclemás gleso cle la vida era tan rápido, y el restablecimiento
nna pequeña redoma. del agua milagrosa. tan següro, que la Sra. de Robineau no hizo más uso
Y dice al niiro enfermo: ,, Máximo, no quiero hacerte rlel agua tle l¿1, Gruta, continuaurlo sin embargo stts
más remedios: rogaremos á la Santísima \rirgen, y ,iraciones, ó nás bien, trocantlo sus sítplicas en accio-
Ella te ha de curar. ¡Reza, l{áximo, reza!...', trl ni- nes de gracias.
ño miró, se sonrió con stl sonrisa atontacla, y respondió Al noveno día, avivaclo }Iáxino en todo stt sér, an-
con una, articulación defectuosa. Pet'o ¿complendió? claba con la agilitlad cle otro tiempo, se servía de totlos
alma: ella creyó y sinbió clue sr"r niño se salvaría. Cttan- rhes veían en la sonrisa inteligente rlel hijo el clesper-
tlo l¿ duda enfriaba sü corazírn, un pensainiento venía tar tle su alma; en las palabras y en las caricias de
á fortificarla. r, ¡No, n0, se decíaá sÍ tnisma colt ener- lláximo comprenclieron que había vuelto á su ser cle
gía, la Santísima Virgen no pttede tlejar á mi Itijo iilio- antes.
ta; no me lo dejará morir. ¡Máximo sanará... sí, ¡oh Bste hecho pasó en 1863.
i\[aría! sanará!,, Máximo es un niño de bendiciót. La mano tle NLres-
Su alna lecibió la gracia de la confianza, prometió tr'¿ Señora Inmaculada sostiene su alma. Se ha mos-
llevar al niño ya curado á Lourdes y comenzó Lln¿ n0- trado siempre juicioso, dulce, piatloso: hizo Ia prirne-
vena. Despnés cle la primera oración hizo beber al niño ra Comunión con ull sentimiento profundo y vivo cie
agua cle la gruta, y le dió con ella fricciones en las la grncia que alcanzaba. Su madre estaba enajenada
pieruas y en la espina dorsal, que era la resitlencia de gozo viéndolo tan recogiclo y tan clichoso. La Virgen
principal de la enfermedad, y después acostó aI pobre bendita le ha dado la precios:r gracia tlel agradeci-
enfermo. miento, y éi la ama con todo su corazón.
La Sra. cle Robineau no aguardaba la cur¿rción hasta Las dificultades de una vida nómatla eu los enpleos
eI fin cle la novena, pero aI día siguiente levanta á su ile los ferrocarriles impidieron mucho tiempo á la Se-
niño y I'econoce que está ya mejor ; sus miembros pare- nora cle Robineau cumplir sr promesa de peregrina-
^til,
l:
DE NUESTRA snñon¡. un rrouRDns
32 crENTo crNcuENTA Mrrraenos 33
Cuando se trató cle los honorarios, los padres
ción; mas cuando pudo visitar Ia Gruta fue para Má- del
niño no podían creer lo que oyeron; tan modesta
xirno un tlía cle alegría y tle piedatl expansiva. ¡ fué
la petición clel doctor! Las visitas habían sido nume_
Su amabilitlad y su ternur¿ hacen la dicha de sus rosas, los cuidados asiduos; la estación donde
paclres. Tiene catorce años, )'n0 se ha visto el me- ellos
rivían disiaba de la población, y, no obstante, movido
nor síntona de reproducciÓn de su enfermeclatl; está rieltamente el clostor por un sentimiento de justicia,
siempre espavilado 5' r'igoroso. En cuanto á su in- no quiso cobrar nada.
teligencia, su madre creía decir bastante con anun-
ciarnos, no sin algírn orgullo, que su hijo Máxirno, que ltoy (1881) Nláximo de ltobineau es abogado y e,qiuclia para
estudiaba en el pequeño Seminario de Carcasona' era ¿l ¡otariado. <Sigue siendo excelente cri_"tiano, nos escribe un
¿clesiástico eminente, y gracias á la protección de
el tercero en Ia clase de griego entre treinta J nueYe Nuestra Se_
iora de Lourdes, sus buenos sentimiénios han prevalecido.
ó cualelta alumnos.
l-n hombre alejatlo de la Religión, hostil si se quie-
re á las prácticas católicas, había visto este niño en
sn angnstia y había particlpado más que ningún otro
tle las penas de la familia; fué testigo de Ia curación
inesperatla y maravillosa, mas ¡ay! no se ha conver-
ticlo á Dios, aunque da valerosamente testimonio de la
gracia de la Santísima \rirgen. En más tle una ocasión
se han mofado en presencia suya de la Religión. y se
ha callatlo, pero cuando han negado y ridiculizailo lo
que parece sobrenatural en Ia cura ilel joven Máximo,
entonces Ila dicho con un acento convencido )' que
imponía silencio: uPor lo clue toca á esto no hable-
mos. Lo he visto yo...u
El doctor cluedó muy sorprentlido clel restablecimien-
to maravilloso del enfermito. ,,Os seré franca, le dijo
la maclre; ya desesparatla, abaniloné todos los reme-
dios y rne dirigí á Nuestra Señora de l-.,ourtles; lavé
á mi niiro con un poco de agua tle la Gruta, y no obs-
tante totla su frialdacl. helo aquÍ curad,o.-¡Ah! tlijo
el médico con embarazo. esto debía sucetler &sí.,r
Año DE { a6e
La Srta. Leonia Chartron.-Juana peyres._Sor María
Regis
I
Marayillosa curacién ile la Srta. teonia Chartrón,
ile Lormes, iliócesis de Nevers, en l¡ourdes el pl
tle Julio ite 18G9.
Mi reverendo paclre:
El Espíritu Santo nos dice que es honroso, dulce y
bueno manifestarlas obras de Dios. Los Annales le
Nuestra Señora de l_¡ourcles nos dan de ello pruebas
numerosas y muy interesantes
Yo también, que he sitlo objeio rle uno tle estos
se_
36 cInNTo CINCUENTA MrrracRos DE I{UESTRA snñon¡. DE r,ouRDES 87
iralados favoles tlel cielo, había resuelto desde ei prin- lry y Rouvier. los cuales estaban contestes en recono,
cipio pagal mi tleuda de reconocimiento enviando á V' cer la gravetlad de rni estatlo; y me prescribieron ile
la narración tle mi curación milagrosa. Varias caüsas nuevo. con el corsé de muletas, moxas, unciones yo-
me 1o han inipediclo ; pero al 1in aquí estoy, y puede V' tluradas, cauterios. Dnrante tres años largos sufrí es-
hacer c1e estas lineas el uso que quiera, que en cuan- tos tormentos; y al fin, mi pobre espaltla estaba tan
to ¿i ui grito tle amor y de gratitutl está lanzado, y quemada, qtre ya no podía sufrir estos tratamientos
¿rrlnque tardí0, espero subirá hasta eI trono de nues- tlemasiado enérgicos, á pesar de mi buena voluntad.
tra bueta }Iadre' Y sin embargo, la debilidacl ¡'flaqueza atmentaban;
Soy de naturaleza endeble, de complexiÓn tlelicada; eI apetito había totalmente d.esaparecido: me fué pre-
sin einbargo, á parte de algunos dolores en la espalda ciso guardar casi siempre la postura horizontal; todo
pasajeros, senticlos en cliferentes ocasiones, he llegado trabaio y ocupación me fué imposible; experimentaba
á los treinta años sin enfermedacl. En 1866, después en los brazos, dedos ¡ piernas, tan pronto punzadas
de varias semanas de un malestar clue no podía expli- agudás, tan pronto comezones fatigosas acompañadas
Íiarme, fuí atacacla de una fiebre lenta; mi respiración de frío : mi cabeza se puso pesatla y dolorida; mi me-
se hizo ciifícil; mis piernas no podían llevarme, ni moria me faltaba Ír veces; y luego me vinieron náu-
hacer ningírn movimiento sin dolores, y tuve necesi- seas. crisis nerviosas, lágrimas y gritos involunta-
dad de guard,ar cama. Hice llamar entonces al doctor rios, síncopes, etc. ¡Oh! me puse tan mala, que en
Edmi Gagniard, de Avaltón (tan buen cristiano como presencia de estos síntomas alarmantes mi pobre doc-
buen méilico, y á Ia vez excelente cirujano), quien pre- tor d.esesperó de salvarme.
vio un examen serio dijo era * una protuberancia en Yo misma veía bien que los remedios humanos eran
el extremo de los huesos de seis Ó siete vérlebras dor- impotentes. inútiles. No había sentido más que un pe-
sales;, ó en térrninos más claros, reconociít una afec- queño alivio durante este último año después d.e una
ción de Ia columna vertebral de las más gr¿Yes' qüe novena á Nuestra Señora de T¡ourdes, de donde de-
estos señores llaman enfermedad d'e Pat' duje que sólo por Ella podía ser curada; y.llena rle fe
lle ordenó un régimen severo y me prescribiÓ Ias en su poder y de confianza en su bondad, resolví ir
aguas tle Salies, á las cuales me dirigi poco tiempo á pedirle mi curación en el teatro mismo cle sus triun-
déspués, pero sin gran resultado' Volví allí, sin em- fantes misericortlias. clelante de la Gruta misteriosa
bargo, ¿os unos seguidos, y no atlelanté gran cosa' Fui de su aparición.
á rÁpirar el aire rlel mar que me habían aconsejado Era asunto ímprobo para mí. tr)ues no podía dar un
cono fortificante' Me dejé conrlucir á París, en dontle paso sino apoyada en el brazo tle una persona de
fuí r,isitada por los padres de la ciencia NelatÓn, Pio- un latlo. y tlel otro sobre un trastón; y se trataba de
CIENTO CINCUENTA MII,AGROS DE NUESTRA snñonL DE rrounDgs 39
un viaje de nás tle mil kilómetros, y tenía que andar lentido la incorlodidad que causa el frío glacial, que
ochenta en coche para clirigirme d,e Lormes á Nevers, r,-' puetle comprender bien sino el que la ha experi*
en donde debía tomar el f'errocarril... No importa; rnentado.
la mano boncladosa de María me atraía, y su dulce voz Sin embargo, al arrodillarme delante de la reja de
me llamaba, y me püse encamino ellunes 12 tle Julio l¿ Gruta para tlar gracias noté un cierto malestar en
tle 1869 acompañad.a de los buenos deseos de mis ve- Ios riñones. Eran las últimas despediilas de mi enfer-
cinos y amigos, que n0 pensaban volverme á ver viva. medad, que pronto desaparecieron ilejándome sin ten-
Verdacleramente fué dur¿ esta primera jornada... En l.,loresni debilidad, comiendo con apetito, andando li-
el camino tuve que permanecer tres horas tendicl¿ so- brelnente y con facilidad, aunque con algrna precau'
bre un lecho de posada, enervarla y jadeante... L,os rión. T os días siguientes oí la Misa en acción de gra-
otros fueron menos penosos, y bajamos en Toulouse á cias. y el lunes 26 emprendimos otra vez con alegría y
eso de las cinco cle la tarde del jueves siguienbe. reconocimiento el camino de Lormes, en dontle atlmi-
El viernes fuímos á encomendarnos á Santir Germ¿- ré á todos los que me veían andar tan fácilmente.
na, suplicándola intercediera por mí á Ia Santísima lli buen viejo doctor, llamado y recibido por mí en
Yirgen. Bl domingo volví¿mos á Pibrac para comul- rl nmbral ile la casa, no podía creer lo que sus ojos
gar en nna Misa que debía decirse por mi intención en veían; pero después de comprobar mi perfecta cura-
la capilla de la Santa, y ese fué para mí un tlía de cle- ,:iónr me dijo con torno firme y resuelto: uCuando una
licios¿s emociones. enfermedad tan peligrosa c0m0 la tle V., complicada
lIi esperanza se ¿umentó más, y aI día siguiente me con una complexión débil, ha resistido á los cuiilados
sentí mucho más fuerte para hacer eI trayecto tle Tou- nás asiduos y á los esfuerzos de los maestros de la
louse á Lourcles, á donde por fln llegamos el lunes 19 ciencia; cuando se va agravando caila vez más y cuan-
tle Julio por la noche. tlo la caquexia se manifiesta, y en un tlía, súbiba-
Al tlía siguiente rne dirigí en coche á la santa capi- mente, y por la simple inmersión durante un segttndr,r
lla. en donde oí la Misa, y de donde volví sin mucha en ¿gua fría desaparece enteramente, preciso es de-
fatiga. El rniércoles, después de la Santa Comunión, (-'ir con Ambrosio Paré: Dios la ha curatlo ; y yo debo
bajé con grandes precauciones ála piscina, testigo ya arjadir: es un nt'ilo,gro."
de tantos prodigios; y apenas había tocado el fontlo Dos años han transcurrido después de este bentlito
de ella cuando sola y con gran admiración de mi ex- día, sin sentir rastro ile mi antigua enfermetlatl: no soy
celente tía que no me aband,onaba, sin esfuerzos ni de complexión robusta, y mi naturalezaha continuatlo
conmociones, sin poder explicarme Io que pasó en mí, la misma; pero la gibosidad ha desaparecido con todo
me encontré fuera del agua. Estaba curada sin haber ni mal; puedo andar, subir y bajar escaleras, subir
40 crENTo crNcuENTA MrrraGnos DE NLTESTRA snñon¿ DE TJOuRDES 4l
al monte, sobre cuya cima está situada nuesbra iglesia, Lre uno pedirlos á cada momento. EI
¡fat or.tlu,ntas es
abajarme y levantarme sin sufrimiento, lo cual no he [,ara eI cristiano lo más perfecto.
pocliilo hacer durante los tres años clue esta terrible ,,tln milagro más ó menos, decía una buena vieja,
afección ha clurado. ro supone mucho, puesio que hay más de los necesarios
;Gloria, pues, á Nuestro Señor, siempre bueno y mi- ['ara tener la dicha tle creer en Dios.
sericordioso ! ¡Alabanzas á Santa Germana, que se ha ,,Pero volyamos á nuestro milagro. La señorita
rlignaclo interceiler por mí en favor de mi petición ! t,'hartrón perdió á sus padres y á otros parientes de la
Pero sobre totlo ¡gracias, bendición y amor á Nuestra tisis, ¡ yo la he asistido largo tiempo (cosa de cinco ó
Señora de Lourdes, que me ha curado ! Sus beneficios, -.eis años) con motivo de una afección grave de Ia co-
así como los de su Divino Hijo, son permanentes, y lumna vertebral, á consecuencia de la cual la parte
Ella se dignará continuar sosteniéndome en las penas saliente cle los huesos espinosos dorsales se le desvió
de cuerpoy tle alma que pueclen sobrevenirmer porque considerablemente por el reblandecimiento y flaqueza
quiero amarla y bendecirla hasta el fin. cle sr cuerpo, que le produjo además supuración pu-
rulenta. Todo lo cual fué reconocitlo por los doctores
I-./noNI¡. CnanrnóN.
\elatón, Piorry y Rouvier; á que se añatlía que el
apetito era nulo. la flaqueza completa, la fiebre conti-
IIsie milagro hizo naturalmente mucho ruído en todos los pai- nua, el insomnio constante y la muerte por tanto in-
ses circnnvecinos. Se escribió sobre el particular al Dr. Ga- minente.
'gniard, que había asistido á la enferma, y Ia Reoue de L'Ione
publicó en seguida la respuesta formal de este sabio Doctor, ,,I,,a señorita Chartrón hace el viaje sostenida, ó
llena rle reflexiones concienzudas y bien escritas. Bstas refle- mejor dicho, llevatla en peso por dos personas, acom-
riones son por desgracia de una aplicación muv freotlente en
I,añaila de un tí0. venerable sacerd.ote, que acaba cle
)os iicmpos que corren. Dicen asi:
norir en Lormes en olor de santiilad. La colocan como
[,udieron en un coche, y Inego en un vagón-cama tlel
.. Seirora:
r'errocarril. En L¡ourdes la llevan á la piscina; entra,
1r .,He tard.ado en contestar á V. porque un pollre 5 sale curada, antlando sin que nadie la sostenga, yen-
mérlico tan ocupado c0m0 y0 tiene pocos momentos ,lu )- \¡iniendo, ágil, alegre y feliz, alabanrlo á Dios,
l, tlisponibles. Es cierto que la señorita L. Chartrón ha ¡,or supuesto.
I,
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siclo curada milagrosamente en Lourdes. ,,Su salud ha sido después excelente. Todavía ayer
I
..Si Y. me conociera, señorai sabría que no soy in- me estuve paseando con ella más de rnedia hora en su
clinaclo de ninguna manera á ver y buscar milagros ni i¿rclín con su hermano y su cuñada, ¡. yo estaba más
ír tentar á. Dios pidiénrloselos por todas partes. No tle- ,-¿.nsaalo que ella.
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I
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de los simples, y tratando á sus compañeros de imbé- El este momento comunico documentos curiosos sobre
I ciles: uEsas son imaginaciones,, ilicen, y clantlo me- r.te milagro á uno de mis colegas, que hablará de él en
i
tlía vuelta á lrr izquierda asunto concluícl0. un pequeño trabajo que eslá preparanrlo, y que Y.
i a¡Pobres hombres, incapaces tle llegar á los zan- l¿erá con gusto, porque el vertladero cristiano repasa
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cos de los Récamier, Laénnec, Gruveiller, Dupuy- :¡n arclor las pruebas de su fe, que son títulos de su
f
¡ tren, y totla esa fuerte generación méilica de 1830, ¿r¿ntleza.
I tanto más religiosa cuanto más sabia ! -flientras tanto, puetle V. des¿fiar al médico más
I
uDispense, señora, la extensión de mi carta, que ::truiilo, más reputaclo y más experimentado á que
i biene por causa la indignación casi invencible contra *rplique la curación de la enfermedad de la señorita
I estos espíritus fuertes que' con su incapacidad y sus ,-"hartrón (enfermedarl que llegó al último períorlo de
i doctrinas, acabarán por trastornar á nuestra pobre ¡arálisis, de flebre y de marasmo, con supuración de
{
i X'rancia y hacerla desaparecer de entre las naciones. s'is vértebras) en algunos segundos con la medicación
{ uLa historia, créalo V., llamará á nuestro tiempo ;ne quiera, y que cite un solo ejemplo semejante saca-
il el de los necios. i'-, de la ciencia méilica.
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DE NUEsTRA sEñoRA DE rrouRDES 4rr
+4 CIENTO CINCÜENTA MILAGBOS
ninguna operación sin gran peligro de Ia vida de esta
pobre mujer, pero que cuidándose potlría vivir algunos
años.
durante l¿ novena me hicieron beber algunas gotas de .,Apenas había yo hecho la Santa Comunión y darlo
agua de la fuente milagrosa, y yo llevaba en el ctte- :racias, según mi flaqueza, en el fondo d.e mi corazón,
llo con grande clevoción la medalla qtle se sirvió V. ril Señor que acababa de darse á mí con tanta bonrlad
darme. rn este Sacramento llamado justamente Sacramento
naala intlicaba ¿itn el fin próxirno de
',Sin embargo, ,ie su amor, cuando en el mismo instante y súbita-
mi enfermedail. Durante los nueve días de la novena nente ya no sentí ningún dolor, ni siquiera ese pe-
ni estaclo fué e1 mismo, señalánclose el irltimo por un iueño malestar que es la consecuencia de alguna li-
acrecentamiento de debilidad y de dolores. L¿ noche zera indisposición; al contrario, sentí nacer en mí
tle este día inspiraba yo los más vivos temores á las una fuerza nueva. En seguicla pedí levantarme.
personas que me acompañaban2 ptles temían, según ,,La Hermana enfermera se sorprentlió de esta pro-
parece, qüe acaso sería la irllirna nocire de mis sufri- ¡,osición. Al principio no quiso consentir, y no cerlió
mientos y de mi vida. .ino en presencia rle mi decidida resolución, pensando
,,Si en este momento hubiesen rlicho á las Religio- 1ue ésta no tendría consecuencias )'que me faltarían
sas que estaban á mi cabecera plodigándone esos cui- rllerzas para ponerla en ejecución.
tlatlos (cuyo secreto sólo posee Ia c¿ridatl religiosa.), r¡Cuál no fué su adnliración cuando me vió vestir
que aI ilía siguiente estaría completamente curatla, sin su ayutla ! Todavía me parece verla abriendo cuan-
estoy segura de la respuesta que cada una de ellas no t,) Podía los ojos cuando yo salté cle la cama. Pero á
hubiera clejado de dar ¡ *Esto no podrá hacerse sin mi- l¿ admiración sucedió una vertlailera estupefacción
r,l¿g¡e, r habrían conlestaclo unánimemente. Pues bien, ,:uando esta buena Helman¿r rne vió abrir la puerta,
reverenrlo Padre, eI milagro se ha cumplido. trsta no- ¿travesar la teruaza, subir veinte graclas de una es-
che, que debía ser para mí la iritima, fué por el con- ,j¿lera muy rápida, y tlirigirme á totla prisa hacia el
trario muy tranquila; gusté por espacio de varias ho- ilposento de nuestra Marlre Superiora, que aquel día
ras las dulzuras de un sueño reparatlor de que no había :e hallaba indispuesta.
gozado hacía mucho tiempo. r¿Cómo describir ahora la escena que pasó cuando
uAl tlía siguiente aprovecharon est¿ calnta para nie presenté así inopinadamente delante c1e esta buena
traerme el Santo Viático. Bste fué el momento solem- llarlre? Esta no quería d¿r crédito á sus ojos. La sor-
ne que la Santa Virgen había escogido para hacer á presa n0 le permitía hablar, y sólo pudo recibirme en
su pobre sierva Ia más insigne de las gracias' una de stts brazos. Mientras ella me abrazaba. sentí que sus
,esas gracias que n0 se olvidan y que transforman una lágrimas humeclecían mi frente.
, l,''
I
Curacién instantáne¿ de ün Filiberto lrombaril,
aldalile ile Baigneur-les-Juifs, iliécesis ile Dijón,
el24 ile Mayo tle 1870.
(,Entre sus libros de piedad tenía ella una obra es- cho: :Vas á morir c0m0 un perro.', Hoy me explico
crita por }fr. Lasserre sobre Nuestra Señora de Lour- mejor esta clureza d.e corazón. En esta época, señores,
des. y los milagros obrados por intercesión de la San- yo no creÍa en el podel dado al sacerilote, y ne decía:
tísima Virgen. IIn día me lo presentó. Lo cogí ma- uConfesarse con el cura ó confesarse con el vecino, es
cluinalmente, leí algunas páginas y lo dejé rlicienilo: ula misma cosa; ¿para qué hacerlo g¡¡snss5!,: Esba
,,Esto me cansa.-Pero si te cansa conclusión me parecía autorizar mi clureza.
¿quieres que y0
,,lea? No tendrás más que escuchar.-Como quieras.,, *IIe hallaba en estas disposiciones rleespíritu cuando
Y ella leyó bastante tiempo. Al cabo cle una hora me recibí Ia visita de mi cura. Al verle exclamé dicienilo:
u Ya sé para que viene \r.; da V. ult paso i11i¡li|.;: Por
preguntíl si estaba cansado. ,,N0, continíra,rr ls ¿¡;..
,, Cuando cerró el libro yo me d.ecía interiormente: mas qre él ciijera que y0 interpretaba mal sus inten-
,,Mr. Lasserre es un hombre mucho más instruído que ciones, que había venido ¡rara hablalme de negocios y
(,y0, J ha escrito todo esto. cree en todo lo que ha traerme á firmar algunos documentos relativos á ia
J
*sg¿¡if 6. Esta lectura me impresionó profundamente, oficina tle beneficencia, yo no era cándido; y aI despe-
' dirse le tlije: r, Todavía no ; tal vez pronto.,r
me preocupaba á pesar mí0. y probablemente me ins-
piró. *Había llegado eI mes de lIayo, y yo me sentía m0-
,, Pocos días rlespués descubr'í por casualidacl un ro- vido interiormente á hacer la confesión. Y me decía:
salio en el cajón tl.e mi mesa d.e noche. Digo ltor ca- ,,Este es eI mes de María; no tiene que pasarse sin
sualitlctd,, aunque sé que en esas cosas no la hay, v rQue !o me haya confesado., Pero los días se sucedían
más cuando se tiene una mujer como Ia mía. Lo cogí, sin ningirn carnbio en mi espíritu ui en mi voluntad;
lo oculté debajo rle mi almohaclón, y todas las noches cuando una noche (el 22 cle Ma5.o tle 1870), como m0-
pasaba las cuentas en secreto pidiendo á la Santísima vitlo por una inspiración repentina, llamo á mi mujer.
Yirgen me ablandala y obtuviera Ia fe. Eran las nueve. .,Ye á buscar aI señor cura, quiero
rrfT¡¡ p6ss más tarcle, la misma casuu,lid,o,d hizo rconfesarme." ElIa ne objetó s0bre la hora, y lne su-
venir á mis manos un pequeño libro conteniendo las plicó agnardase al clía siguiente. Yo insistí, casi me
oraciones que se rezan ilurante Ia novena en honor de enfadé; y ternienclo la insconstancia tle mi voluntatl,
Nuestra Señora de Lourdes. Me aporleré cle él igual- exclamé: ¡Hoy no quieres tír; mañana quizás no querré
mente. y, siempre en secleNo, hice mi novena pidiendo ryo tampoco; no me confesaré, y tú serás la respon-
á la Santísima Virgen que me iluminara y me obtuviera sable., Y guardé silencio.
La volnntad de confesarme.
*El siguiente clía, apenas se había levantado, rei-
,, Nis oraciones palecían estériles; yo seguía siem- teré mis instancias, y ella renovó sus dificultades di-
pre el mismo; descontento de mí, me decía con despe-. ciendo : * fré á Misa, y euando se acabe traeré aI se-
62 CIENTO CINCUENTA MII]AGBOS DD NLTESTRA snñon¡. DE rroü-RDES
(.ñ0r cura.': Consentí en ello, y á la hora dicha estaba ., pues, me dije, es pt'eciso creer ó no
el ministro de Dios á mi cabecera. Le dirigí estas pa- -Yatnos,
:.creer;': y en seguicla me senté, vacié mi frasco en una
labras: c,fs[6 granti.es f¿vores á los P¿dres Domini- taza, tomé mi pañnelo, lo puse en cuatro dobleces, Io
ú(cos; les estoy muy agradecido; si no lo toma Y. á enpapé, lo ilené d.e agua, mq lo apliqué luego en el
cmal: deseo que vayan á bnscarme un confesor de entre costado, y en lugar de un clolor sentí un bienestar ex-
,,ellos.-¿Cuál?-Poco importir... Si \r. prefiere me tlaordinario...
"dirigiré á Y., pues estoy preparado.'; ,,lle acosté respilando profunda y fácilmente. \¡olví
,, Pronto nos pusimos de acuerdo. IIn mensajero par- á hacer lo mismo, y obtuve idéntico resultado. P¿sé
tió á la carrera para l-lavigny, y voh'ió muy pronto. así cerca de un cuarto tle hora haciendo largas y pro,
,,Al clía siguiente, 24 de Mayo, mi conciencia esta- fundas aspiraciones. Ni la menor molestia; el juego tle
l-ra lrurifieada. los pulmones se ejecutaba regularmente.
r,lIe trajeron la Santa Comunión. lle hallaba exte- En este momento estaba sólo; rne let'anté, me ves-
,,
ttuaclo, casi completanente aniquilado. Pude, sin em- tí, me puse de rodillas y di gracias á la Santísima Yir-
bargo, comulgar; pero asustado el señor cura de mi gen. Entró mi rnqjer.
palidez, apresuró la írltima ceremonia y se retiró en
- Qué irnprudencia
* ¡ !
ga á rlarle palte del insigne favor que ha recibido por t1a Josefina. ¡ Oh virtud admirable del agua milagrosa !
intercesión tle Nu'estra Señora de l-.,ourdes, lo cual ser- llientras que la neltor closis de otra agua habría bas-
virá para proclamar áLa vez el poder de María y alen- tado para ahogar á mi niira, algunos momentos des-
tar la devoción á su ConcepciÓn Inmaculacla. pués de haber bebiclo abre los ojos, respira fácilmente
En Septiembre ítltimo mi pequeña Josefina, que ape- -r' traga sin dificultacl: ¡mi
hija estaba sah'ada !
nas conlaba seis meses de edad, fué atacada de repen- La mejoría hizo rápidos progresos; desde el siguien-
te de viruela, enfermerlatl que hacía grandes estragos te día, con grande gozo mí0, mi niña Joseflna estaba
en el país. IIi lernura maternal se alarmÓ vivamente. en plena convalecencia, y al c¿rbo de algunos días pude
En vane prodigué los cuidados más asiclttos á mi ange- conducirla á la procesión que hicieron para pedir que
lito; en vano emplearon los más hábiles métlicos todos cesase la epidemia.
Ios recursos de su arte para curar á mi niña; nada pu- ¡ Puede \r. considerar, mi reverendo Padre, cuál se-
clo detener los progresos del mal, y al cabo de algunos rá mi feliciclad, y cuáI será también mi reconocimiento
días mi pobre niña estaba en el último extremo. Los hacia María, hacia Nuestra Señora de Lourdes !...
mttchos gr¿lnos que tenía en la garganta le impedían Por confesión misma cle los médicos, esta curación
tragar eI menor líquido, y la respiraciÓn era tan mo- es mirada c0m0 un milaglo; por lo cual mi marido y
72 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NUESTRA SENOR,A DE IJOURDES ¡D
,, Señor Retlactor :
i
74 crENTo crNcuENTA MrrJacnos DE NUDSTRA s¡Ñonl DE rJounDEs 75
Berne. En Ia imposibilidacl absoluta de hacer el me- quienes aI verla aparecer daban griios de sorpresa y
nor esfuerzo ascensional, obliga<la á cambiar de habi- casi de espanto.
tación en 1841, 1855 y 1864, sintió al ser trasladada ,,tr'inalmente, tlesde hace más de un mes esta se-
sobre una cama portátil intolerables rlolores que pu- riola, á quien todos cuantos conocen consitleran como
sieron su vida en peligro. No esperando ningún alivio agraciada de una curación milagrosa, continúa reco-
en su estado, la pobre enferma se limitaba á desli- lriendo con verdadero embelesamiento las calles de
zarse sobre el entarimado, irnico movimiento que Ie fu6 nuestra ciudad, que le ofrecen un espectáculo comple-
posible. El menor choque ó movimieuto brusco que se tamente nuevo, y sólo el rigor de la estación le ha
hacía sentir en torno suyo Ie er¿ absolutamente inso- inpedido hasta este día ceder á su deseo de llevar ¿i
portable. \uestra Señora de X'ourviéres la expresión de su vivo
,, Un amigo de la mencionada señora .le habló del li- reconocimiento.
b1o publicarlo por llr. Lasserre sobre la historia mi- *'Iengo verdadera satisfacción en poder galanlizar
lagrosa de Nuestra Señora de Lourtlos, y con este con mi frrma Ia vertlad exacta de todos estos hechos,
motivo su f'e se excitó vivamente en vista de las cu- que conozco personalmente.
raciones refericlas en é1, y resolvió reiterar de una
maner'¿ especial las artiientes sírplicas que descle ha- ,,Aric. BoNJouR. r:
I
Una Beligiose en el artículo ile la muerte curail&
súbitamente en Chatellux, iliéoesis tle Sens, el 11
ile üarzo ile 1871.
L.
DE NUESTRA snñon¡, DE rJotrBDES 85
84 crENTo crNcuENTA MrrraGR,os
b.
90 CIENTO CINCIIENTA UIIJAGROS DE NUESTRA SENoRA DE rrouBDns 9l
queña estatua Ce la Virgen, l¿ cubre de besos y de l', hacemos nada. Siempre tengo que decir á V. la
lágrimas, y le habla á gritos toda transportada de r"rsrna cosa. Es inútil que venga V., y puede retirar-
alegría. Repuesta un poco de su agradecimiento y de - . rri seguida.- Con todo, señor doctor, no quisiera
su emoción, se viste á la carrera y sube la colina li "r irrne así, y le ruego se sirva examinarme est¿ vez.
geramente, sin apercibirse apenas de la rapidez de la qué? demasiado sé lo que lleva V. en su pe-
-,.Para
subicla. ¡Quién dirá los sentimientos que la llenaron ::.. Es inútil.-Señor tloctor, hágame V. el favor por
durante la Santa trIisa, en la Comunión y á los pies de ::i3 Y€2... Se lO rü€go.:r
esta rlulce Maclre, delante tle la cual había llor¿tlo -\ccedió al fin por complacerla, y puso manos á la
tanto su alma sencilla, pura, que se encontraba bajo :ra. Pero sus dedos no encontraban los tumores. Ex-
la primera impresión de la operación misteriosa que -inó muy vivamente¡ ,r¿I\Iar,ía, ¿qué es esto? ¿ qué
había obrado en ella Ia Yirgen lfaría!... r hecho V.? ¿Ha ido V. á ver otros médicos? ¡IIa-
Hasta Ia mañana de que hablamos, la bajaila de la :-t \'.!-¡Oh! no, señor tloctor, tlijo tranquilamente
colina era para ella un largo suplicio; cacla paso ma- - ,:r'iadÍ[r á natlie más que V.-Pero esto no se expli-
gullaba su pecho conmoviéndolo, y se veía obligada, r¡... \'. está curada, amiga mía, absolutamente cu-
para rlisminuir la intensidail del dolor, á apretarse con ::,1a. Dígame lo que ha pasado.- Vamos, señor doc-
sus rlos manos eI seno y eI costado. Descendió serena :"1'. ¿me asegura \¡. que yo estoy curacla, y confiesa
y gozosa en su alma, sana y ligera de cuerpo2 libre en ..'le ilo lo tlebo á sus remedios?- Sí, ciertamente.-
sus nrovinrientos, sin el menor Iatido penoso en supe- -'les bien, voy á decir á V. mi médico y mi remedio.
cho, y satisfecha cle esta nueva prueba de stt comple- -..'n Nuestra Señora de l-.,ourdes y el agua de Ia Gru-
ta curación. ;. Y he sanaclo durante un sueño de tres horas.-
Algunos días después, cuando había gozado bastan- 'th ){uestra Señora de Lourdes! dijo con un acento
te d,e su milagroso bienestar, cuando se acostumbró := fe y ile profhntlo amor el doctor enternecido. I[¿-
un poco á las delicias de su vida nueva, y después de :ia. lo que V. me dice no me espanta. Yo mismo he
pasar así varios días, se vió segura de qre su dicha no ::bido mucho en mi últina enfermedad á esta agua
era un largo sueñ0, escribió á su buen amo, quien no -ilagrosa. Es V. rlichosa, hija mía; está V. comple-
putlienclo creer en la curación, se figuró no haber com- :.1mente curada.-¡Y quería V. hacerme tajadas ! aña-
prendido la carta y pidió con urgencia explicaciones. :¿ rientlo María; la Santísima Virgen no lo ha permi-
La afortunada sirvienta fué luego á ver al doctor. :l'lo.
',
'r¿Otr¿ vez, María? dijo con bondatl al verla; ¿vie- El excelente doctor
se hizo contar los pormenores
ne V. cono siempre á importunarme? \r. no quiere It la novena.
hacer lo que es preciso; pues bien, sin la operación El accidente que ocasionó el cáncer tuvo lugar á
92 CIENTO CINCUENTA MIITAGBOS DE NUEST.RA SENOBA DE I,OIIBDES 93
principios ile 1870. La curación se obró el 30 de -a los hechos referidos como tedtigo ile ellos, y cree
Abril de 1871. tn el milagro como en la evidencia. El doctor ha dado
I{emos visto á María Fanget un año tlespués del :u testimonio, reservailo, pero significativo. Los he-
suceso. Estaba vigorosa y lista, y ella sola bastaba :hos son ciertos, nosotros lo sabemos; nosotros Io
para el gobierno muy laborioso de la casa. Ningún ¿irmamos altamente y con totla seguritlad; toca al
síntoma d.e su horroroso mal había reaparecitlo, y ja- i.uen sentido y á la buena fe sacar las consecuencias
¡nás había vuelto á sentir dolor. ,jue se deducen tle ellos en la esfera de liberiad que
La narración tle esta humikle hija tlel pueblo, he- r,,'s deja la fglesia.
cha con una perfecta frescura de memoria, nos dejó
una profunrla y dulce impresión de respeto y tle reli-
gión. La verdad brillaba en el acento, en todas sus
sílabas. Sus ojos se humedecían. Se veía obligada á
detenerse. *¡Oh ! tlecía. sólo el pensar en lo que me
ha pasado, me penetra... me obliga á llorar... ¡Dios
mío! cuando yo me digo: ¡Es á mí á quien la Virgen
ha mirado, á mí que n0 soy nada! ¡Oh María!!"
Por último añadió: ,,Algunos momentos no puedo
creerlo, y estoy bajo esta impresión destle los prime-
ros días: me parece un sueño." Yolvitlándosedenues-
tra presencia exclamó: u¡Oh Ia Inmaculatla Concep-'
ción... esta Inmaculada Concepción!! clecía, fljos los
ojos en el cielo. ¡Oh qué buena es la Virgen María!
¿Cómo no quieren creer en Ella? ¡ Dichosa Gruta, á
tlonde voy con el pensamiento muchas veces y á clon'
de quisiera ir con mucho gusto para tlat' gracias á la
Santísima \¡irgen ! Se lo he prometitlo; soy pobre;
Lourdes está muy lejos, pero iré si no es enteramen-
te imposible. ',
abate ***, hombte grave y acostumbratlo á las
EI
grandes responsabilidades, de espíritu muy cultivatlo,
con la fecunda y brillante mad.urez de su talento, afir-
'!
1
I
_q
I
l.ü,
94 CIENTO CINCLTENTA MII/AGBOS DN NUESTBA SENORA DE I]OURDES 95
uLa vísper¿ de Pentecostés empezamos una novena
uniénalonos á la llisa que se rlecía con esta intención
todos los días delante tle una imagen de la Virgen mi-
lagrosa. Ese dí¿ la enferma, sostenida por dos per-
IV
sonas, no p0día mantenerse un segund0 s0bre sus
Curación milagrosa de una joven polaca ol p8 tle piernas y mucho menos dar un paso. El primer tlía tle
Mayo tle l8?1, en Ia ffesta tle Pentecostés la novena por la noche nuestra hija tomó el agua de
Lourtles. Al clía siguiente trató de levantarse, pero
Nucstr¿r Señora de Lourdes es conocida ¡. amada en polonia. sintienclo rna grande debilidari en los riñones. se vol-
'Con bastante frecuencia piden agua de la Gruta para este lejano
vió á acostar; y después de decir las oraciones de la
é infortunado país; y ri pc-sar de todo-s los obstáculos, los pere-
grinos v enfermo,q polacos vienen al venerado Santuario de la novena nos pidiÓ el frasquito del agua milagrosa, be-
Virgen Inmaculada. lln 1871 tos diarios de Galitzia publicaron bió algunas gotas, humedeció con ella sus dedos, y ha-
la curación de una joven que todo-s, incluso los médicos, han cienclo l¿ señal de la cruz sobre la espina tlorsal con
con-"iderado como milagrosa. Una ReligiosLr dominicu, que co-
noce particularmente á la f¿milia, nos dice que la joven polaca, una fe y confianza que sólo Dios puede clar, se levan-
de unos diecisiete año-q, entre otros male_q quc teni& estabil tó enseguirla y atravesó totla la habitación sin ayuda
atacada de epilep,.ia; que sus padres habían hecho venir de Ro- tle nadie.
r¡a á un célebre ntédico, ¡'que todos los remedios no bacian
¡¡ils que uumcnl¡r el m¡rl. ,,La curación er& evialente, nadie pudo negarlo; los
He aquÍ la caria que la noble.r. ¡riadosa nradre de Ia joven médicos, tanto alópatas c0m0 homeópatas, que habían
curada escribió entonces al párroco de Lourdes: €stado asistiendo durante tantos meses á nuestra hiia'
están conformes en decir que esta curación de ningún
úrSeñor Cura:
m0al0 puede atribuírse á sus remedios, que nada ha-
,, P0r una casualidad provitlencial oímos hablar cían, sino ciertamenbe á una gracia espeoial de Dios.
hace meses de la célebre Gruta cle Lourdes y rle los ,,El mismo tlía de esta brillante manifestación del
estupendos milagros que allí se habían obraclo por in- poder de la Santísima Yirgen, nuestra hija se pasea-
tercesión de la Madre de Dios. Un sacerclote, víctima ba con n0s0tr0s por eI jardín. siendo así que la víspera
de la opresión rusa y desterrado á Siberia. nos reco- era conilucitl¿ en ün cochecito, no sentacla sino acos-
mendó con instancia que recurriésemos al agua mila- tada como en la cama y sobre almohadas.
grosa para nuestra hija María, enferma desde hace ,,Al principio de la lto\'ena habíamos prometido que
dieciocho meses de un sufi.imiento ner.vioso, compli- si la Madre de Dios nos obtenía la curación cle la en-
cad.o con una enfermedad de riñones que le había com- ferma, haríamos insertar en los Annctlr:s de Lotudes
pletamente quitado el uso de las piernas. esta gracia tan peclida; ¡. á fin de cumplir con este tle-
96 crENTo crNcuENTA urrJaenos NE NUESTRA SEÑORA DE I,OU.RDNS 97
ber tan dulce y consolador para nosotros, comunica- i,:np€r antes de nucho tiempo el hilo de esta frágil
mos á V. la noticia de la gracia que hemos obtenido
':xistencia.
por la protección de la Santísima Virgen. Los médicos ernplearon todos sus l.enedios para
,,,..Dígnese aceptar, señor Cnra, etc. ,:onbatir el mal; las ventosas y la electricidail,
todos
1,,,s medios suministr.atlos por Ia
,,Eulr,rA Srnzyx'sx.a., condeso ile,Ictbton homeopatía y la alo_
otus/¿a" patía fueron impotentes. L-n médico homeópata,
mon_
<Kros'cienko (Gali'.zia austriaca), l8 de Julio de 187t.> sieur Held, yenido de Roma á Cr.acovia, iogró
clespués
r,lr un largo tratalniento calm¿rlos paro,risiros uer.vio-
,ios, pero la meclula espinal no se curó.
Seis años de,ep¡d.-., en el mes tle Abril de 1877, la Srla. IIaria
I)os sacer.dotes polil.cos, uno d.e ellos confesor.
de la
Skrzyn'ska ha venido á Lourdes con su piaclosa maclre y la se- Ie, el c¿rónigo Ignacio Domegalski, desterrado
du_
ñorita Lucía trlicroszorvslia, una rle sus amigas, para dar gra- iante cinco años en Siberia, pr.r_rpusieron que se
cias á la Santísima Virgen Inmaculacla, clejando en el Santnario ¿cu_
,liera á la intercesión ile l{uestr.a Señora
ttn e&:oalo en acción de gracias, Debemos ú los pormenores áe Lourcles,
más circunstanciaclos que estas señoras dieron entonces á los rmpleanclo el agua de l¿ Grut¿. Se buscó clicha
aguá
Padres Nfisioneros, la relación siguieute cluc -ce publicó en los cn Cracovi¿ sin poderla encontrar, hasta que
Annales del mes de Junio cle e-cte mismo arlo de 1877: al fin
una Religiosa dominic¿ pudo facilitar un peqneño
fras_
co diciendo:
La Srt¿. flaría Skrzyniska, joven polaca cle die- "He aqní el agua preciosa; que sirva para
gloria de i{uestra Serjora de Lourdes y que
hagan
cisiete airos, t'ivía en l{ros'cienko, cerca cle Krosso, ulla ltovella e[ su ltonor.,,
en Ia Galitzia austriaca. El 14 tle Noviembre de 1869 Era el 27 de }Iayo de 1871. Este mismo dí¿ á
las
fué atacada de una enfermedad grave de la medula ,1oce, los pailres de ]Iaría
habían eusayad.o inútilmell_
espinal. Después de seis semanas de sufrimientos que- :c por seis veces hacerla estar en pie, y el mismo
es_
iló irnposibilitatla de analar, y pasó más ile un año sin :¿clo de la enferma se comprobó á las
nireve de la no_
poder estar en pie. Tomábanla en su lecho c0m0 á un :he. Es de aclvertir que destle h¿rcía seis
semanas n0
niñ0, y la llevaban en los brazos para colocarla en una .e aplicaba ningirn remeclio.
silla tle manos ó en un sillón de ruedas. Durante año En este momento comenzó la novena. Siete pttter
y medio no ha vivido más que de frutas y de algunas 1; "l'oc se I'ezaron en familia. Mientras que la madre
legumbres, n0 pudiendo comer carne ni ningírn otro ,ie llaría continnaba arroclill¿da
suplicanclo á la Vir_
alimento substancial; y sn cuerpo, reducido en poco :en Inmaculacia que cllrar¿ á su hija, uu¿ tle sus
tiempo á la piel y á los huesos, sólo era un esqueleto. rrlrigas, la Srta. Lucía Mieroszowska, iomó
el agua
Algunos paroxismos neryioso-c amenazabalr acabar de :rilagrosa, clió de beber algunas gotas á la
enfernñ y
98 crENTo crNcuENTA Mrrracnos D¡ NUDSTR,A snñonrr DE r,ouRDES gg
echó una poquita sobre la espina dorsal. fln instante
después, María se dormía tranquilamente sin desper-
t¿rr hasta el día siguiente por Ia mañana, que era clía
tle Pentecostés. María entonces hubiera deseado viva-
nielite levantarse, y quiso hacer un ensayo' pero las \¡
fuerzas Ie f¿rltaron. Piclió c1e nuevo ei agua de Nues-
tra Señola de Lourcles, hizo la señal tle la cruz, bebió üal de ojos curatlo repentinamente. (León Col-
y la apticó también á sus liitones'.. De repente se le- longues, tle la tliócesis de Tarbes, p tle Julio
vanta, echa á andar y llena de alegría da gracias á la de r8?l).
Virgen Inmaculada. Acudieron los padres, y locos de
g0zo n0 hicieron más que t-ezaÍ ! Ilorar. Después sir- Perdido en el fondo de montañas salvajes. el pinto-
vieron el almuerzo, y llaría se puso en la mesa con resco valle de tr'erriéres, en la diócesis cle Tarbes,
su famili¿ comiendo de totlo con buen apetito. está habitado pol familias de carboneros. En lg70 eI
La noticia de este prodigio se extendió en Craco- tiía del Cotyus, uno de estos pobres obr,eros, apelliila-
via, y contribuyó á establecer Ia devociÓn ¿i Nuestra tlo Collongues, excelente sujeto 5. buen cristiano, ha_
Señor¿r de Lourd.es en est¿r ciudad y en todo el país. bía sido curado repentinamente en la Gruta de Lour_
Descle este momento se han contatlo en toda Polonia des de una larga ¡. cruel enfermedad de estómago, y
ulr grarl número de curaciones consideratlas como mi- había conservado, así como su familia. nna confianza
lagrosas. grande en Nuestra Señora de Lourdes.
En el mes de Junio de 1871 su hijo León, bueno
-v
jovial niño rle once años, fué atacado de una infla-
mación grave á los ojos que hizo rápidos progresos,
hasta que á los quince días tle sufrimientos perdió en-
teramente l¿ vista. Sus afligidos padres, al tiempo de
levantar la venda que le cubría los ojos, abriénclole
los párpados no veí¿n más que sangre. El pobre niño,
cruelmente atormentado por el dolor, y habiendo pa-
.ratlo d.os noches sin sueñ0, repetía llorando: ,J¿ no
teré más. "
El 2 de Julio, flesta de la \¡isitación rle Nuestra
Señora, á eso de las tres de la tarile. León decía á su
100 crENTo crNCUENra r[rLAGBos DE NUESTRA spñon¿. DE rrouRDES 101
madre: ulladrer ¿es de noche?-r\0, hijo mí0, des- Después de la olación María fué á dar parte al se-
cansa.-¡Ah! si me llevase V. á Nuestra Señora de ñor Cura, el cual se apresuró á venir.
Lourdes yo curaría.-Te llevaremos allá; tranquilí- dias, señor Cura, estoy curado.
'¿ale.t, -Buenos
bien, hijo mí0. Es menester dar gracias á
Se abrió la puerta; la Srta. lfarÍa Suzac y la her- la -Está
\¡irgen. Tú la amarás mucho ¿no es verdad?
mana tlel señor Cura entr¿ban en la pobre choza. El
niño no cesaba de repetir: *Si yo estuviera en Lour- -SÍ, señor Cura, quiero amarla mucho: Ella
ha curado; ya no sufro, y veo.
me
y metlio, el 28 tle Julio ile 1871. to para tomar la colación que V. nos ofreció bondado-
samente. Apenas había empezado eI niño á comer, lne
Nluuricio Lagorsse, de Tourtoirac, cliócesis de Périgueux, tlijo con viyeza: uPapá, oigo... papá, oigo.-Bien
tuvo ¿i la edad cle siete riios en la oreja izquierda un absceso
sé que oyes, quericlo hijo, le contesté; pero es del
(especie cle tumor) que le plivó enteramente tlel oido de este Ia-
do, para cuya curación fué conducido en 1870 á las aguas de oíclo bueno.-Papá, le tligo á Y. que oigo rlel oído en-
llarége-s. Uno de los médicos clel lugar, el Dr. Vergez, después fermo; y por l0 demás siento un hormigueo extraordi-
de haber examinado atent¿tmente el conclucto auditivo, cre-vó nario en est¿ oreja desde ctrue salimos tle la piscina."
que la membrana ciel timpano habia sido rota por el mal'
En el mes de Julio cle 1871, la evacuación purulenta y la sor-
,,Vivamente conmovido me levanto entonces, me
dera completa persistían airn, y -se resolvió que el joven X{auri- acerco á Mauricio, tapo herméticamente la oreja bue-
cio hiciera una nue\ia temporada de agutr-c termales. Al pasar na, y le dirijo en voz baja varias preguntas. IIe res-
por Lourclc-. el niño fué curado I'epentinamente en la Gruta.
He aqui la interesante relación que t'l padre del niño dirigia
pondió con perfecta facilid.ad y sir la menor dificul-
al Superior rle Ios lnisioneros. t¿tl. Yo estaba maravill¿do. Debo decir á V., mi re-
verendo Padre, que desde hace dos años y medio este
'I'ourloirac, por Excicleuil (Dordogne),20 Enero de 1872" niño no había oído un sonido por esta oreja que los
nédicos no me daban ninguna esperanza rle la cura-
,,lli reverentlo Padre :
tión de este 0íd0, y que al dirigirme á Baréges yo
,,En Julio tle 1871 había yo pal'tido para Baréges tampoco la tenía de que recobrase el uso de é1, sino
á procurar la salud tle mi hijo }fauricio, ctlando al pa- ,.irnplemente de la curación del absceso. 'Ienía, pues,
s¿r por Lourdes tttve el pensamiento de ir á la Gruta mil buenas razones para estar maravillado.
para recomentlar á la Rienaventurada Virgen }faría .,En este momento fué cuantlo hice llamar á V. á
la estación de aguas que íbamos á hacer, y pedirle le tin de participarle mi alegría y mi feliciilacl.
fuera verdacleramente saludable. .,El mismo día fuí á Baréges. IIi primera visita fué
uEra el 28 de Julio: después de oir ia lllisa en la al f)r. Vergez, que había asistido al niño el eñ0 pa-
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110 ., crENTo cTNCUENTA MrrrAGRos DE NLTESTR,a srñonr DE r,ounDrs 111
pués de algunos clías se enplease el cloroformo para .. no había podido soportar el vendaje almiilonado clel
aplicar un venclaje almidonado ó en¡'ss¿¿. que reem- .. rnaltes, empezó á mejorar; yo tenía nucha esperan_
plazaría á Ia almohadilla que sostenía la pierna. Pero .. za y mucha conflanza. Haci¿ medio día puse nna nue_
nos opusimos al empleo del cloroformo, y pasó todo .. ya conpresa sin aclvertir cambio en el volumen cle la
el mes de Septiernbre sin que se pudiera aplicar el ..rodilla; ¡' toda la tarile, lejos tle estar mejor, sufría
.. nás. En fin, á las cuatro y á las nneve
venilaje ¡' sin que la enferma putliese soportar el más de la no-
pequeño movimiento. Durante este mes de Septiembre .. che tomé cle nue\ro el agua milagrosa.
IIi médico,
los médicos recurrieron aI hierro cantlente para ca[- ..llr. Stroobands, estaba presente. Yiendo que los dolo-
terizar la rodilla en unos cuantos puntos aislados, ..res aumentaban, me pidió dejara aplicar una compre-
.. sión calmante. Lo rehusé, y solamente quise que
cuya oper¿ción se repitió varias veces. Jrero ¡ay! sin exa-
.. minara mi pierna. trl observó la hinchazón, y que con
resultaclo. y el dolol no clisninnyó. Por fin, el 10 de
.; motiyo de la postura liabía una contracción cle un d.e-
Octubre se decidió poner, costare lo que costare, el
.. do á lo menos. Sin dejarme desanimar traté de dor-
vendaje almidonado. Se aplicó: pero los sufrimientos
eran tan vi\'os, que tuvieron que quitarlo. ..rnir, y lo conseguí perfectamente, pues no me des-
u Mi hrja, que toilo lo había soportatlo con valor, .. perté hasta el clía siguiente, lo que no rne sucede ja-
cornenzaba, no sin razón, á desesperar, ¡'tomó la reso- ..rnás. La primera cosa que hice fué mi novena. lIi
.. rodilla se hallaba en el mismo estado de Ia noche an-
lución de hacer una novena á Nuestra Señorrr tle Lour-
.. terior, pero mi confianza se había aumentado. Traté
rles. Aquí clejaré que hable e)la misma, transcribiendo
la carta que dirigió á una de sus amigas al día siguien- .,de levantal'me. mas el dolor era tal que me caí sobre
te de su curación: ,. el sillón colocad.o al pie de mi cama, y como putle
,, Había yo escrito á Bois-l'Evéque para pedir agua .,procüré volverme otra vez á ella. Tomé de nuevo el
,, de Nuestra Señora rle Lourdes, pero no tuve valor ..agr¿ de Lourdes, y fi.oté mi rodilla durante meilia
( pa,r& agü&rdar la que me había sido prometitla, ,.hora poco más ó menos. l{e I'olví ár levantar. y
¡tan ¡olr
cpersnad.ida estaba de que iba á obtener mi curación! ..tticha!!l estaba curada. Di inmedi¿rtamente varias
,, Habiendo sabido que una señorita de Tirlemont tenía :; vueltas por mi cuarto sin sentir clolor ni tilantez:
,, de tlicha agua milagrosa, me apresuré á pedirle; y el .. toilo había desaparecido. lle puse de rodillas
sin l¿
¿, 14 tle Octubre, á eso de las nueve de la mañana, apli- ..menor dificultad. Estaba curacla, y bien curacla, por
r qtté la primera compresa rezando la pequeña oración .. Nuestra Seirora de Lourdes. La emoción que
experi-
¡; que decíamos en Bois I'Evéque en el mes de }fayo: .. menté en aquel momento no la olviilaré nunca;
toda-
-. vía estoy desconcertada.
' en seguida bebí algnnas gotas, diciendo an Ilemot'are ,, Dentro pocos tlías parto para Lourtles.
¿.
)' tres Aue lfaríss. Una hora clespués mi rotlilla, que
I12 crENTo 0TNCII¡NTA lrtrJacnos DE NüEs.rRA sEñoRA DE rrouBDES 113
r,¡Cuánta verdaal es que la Virgen no hace nada á
nmedias! mi mamá, á quien una impresión fuerte pone
smal&r no ha sentido absolutamente nada, y por cierto
{(que la emoción de ayer fué bastante grande.,
,,Cuando vinieron á decirme que mi hija estaba cu-
IX
rad.a, no quise creerlo, y era sin embargo una realidad.
N0 trataré de tlescribir la sorpresa, el estupor cle
toda la familia: todos se preguntaban si era aquello un
Dos curaciones milagrosas en los Estatlos Unitlos
sueño. A estos sentimientos sucedieron la alegría y la ile América, en Octubre de lg?l
feliciclad, pues Ia curación era bien conrpleta y n0 p0-
tlí¿ dudarse; mi hija andab¿ exactamente como si nun- El24 d,e Octubre de l8Tl la H. Alovsia, Religiosa de Nuestra
ca hubiera tenido nacla, y ese mismo día Ia vicron los -Señora en Namur (Bélgica), escribía á los padres misioneros
.ie Lourdes pidiéndoles agua de la Gruta.
médicos y atestiguaron el hecho, no sin grande admi-
ración.
<<La curación se mantiene perfectamente, y hoy la ,,Potlrá V. comprender cuán deseada será esta agua
rodilla ha vuelto á su estado normal. salutlable en los Estatlos Unidos, cuando sepa las cu_
raciones que obra.
J. Blvcr¡.nnts." ,, El sábado pasado recibimos clos cartas,
cada una
de las cuales nos traía la noticia de un prodigio: los
El de Octubrc de 187i, añaden los Annales cle Lot¿rdes
17
transcribo para qüe beniliga \.. á la Santísima yirgen
la Srta. I3.lyckaerts venia á cumplir en la Gruta su peregrina-
ción de acción de gracias. Nada dejaba sospechar en su marcha nuestra Madre fnmaculacla.
la cruel enfermedad que ha sufrido; pero su agradecimienio y ,,En Cincinnati (Estarlos tfnitlos), en la Comuniclarl
su alegria publicaban muy alto el favor quc recibiir de la Virgen
tle Señoras del Buen Pastor, un¿ de las Magclalenas
Inmncul¡da.
sufría hacía tiempo cle úlceras en la pierna. Tenía dos;
tuna encima de la rodilla y otra tlebajo. Estas llagas
eran tan grandes, que el asiento rle un vaso podía en_
trar en ellas, y la infección que esparcían era tal, que
nadie podía estar cerca de la enferma más de dos ó
tres minutos.
u Habiendo oírlo hablar esta persona
rle los milagros
obratlos por Nuestra Señora de l_.¡ourdes, tuvo con_
nt
.y
humiklad.
u En otra ciudad ile -{rnérica, una persor}a joven grá-
{
l
tr
v
{
l
i:
r.
vo tan inmenso favor. lIe atrevo, por tanto, á supli- na eran vanos, y esperábamos ver espirar á la enferma
i
I car á V., mi reverendo Padre, que una sus oraciones tle un momento á otro. Recibió la Extremaunción con
á mis débiles acentos, y empeñe á otras almas carita- fe y resignación. Tantos sufrimientos corporales uni-
tivas á que unan asimismo sus acciones tle gracias á dos á los más amargos pesares le hacían la vida into-
mi profunda gratibud por la protección milagrosa que lerable; no temía la muerte.
me ha conservaclo á mi hija. &
utln digno misionero lazarista acababa tle rezar por
uE. l\[ur,r,nn.,
120 CIENTO CINCUANTA MIIJAGROS DE Nu¡lsrna s-ENoRA DE LoüRDEs 121
la segunrla yez al pie del lecho l¿rs oraciones de los I,r'us oyend0 hablal tle un milagro obrado por la Santí-
agonizantes, cuanilo volviéndose haeia mí me pregun- .ina Virgen. Hubo sin embargo algunos médicos que
tó en voz baja si había yo perseverado en darle eI :n su admiración decían formalmente: rr Es ¡n tnilu-
agua de Lourdes con las oracioues de costumbre. Le -gr0.,r Debo manifestar que no daban á estas palabras
confesé que no habiendo obtenido la novena Ia gracia cl mismo sentido que yo, pues se guardaban de atri-
pedida, lo había dejaclo todo para entregarme á la buir al agua de la Gruta esta curación qne ilesconcer-
sanla voluntail de l)ios. .,Señora, me tlijo, es preciso taba su ciencia.
rperseverar; comience v. otra vez y no se desanime." .,Pero ¿qué importa? Esüas palabras en sü boca
¿no
*Obedecí, y sin tartlanza hice beber á la enferma :r.rr por lo menos un testimonio precioso?
en la poción calmante que le dí algunas gotas de agua ,,Mi amiga ertaba irrevocablemente des¿huciada;,
de la Gruta, y como se quejara frecuenlemenle de Ia su'muerte era cosa de instanües, casi del momento.
cabeza, le mojé Ia fi'enbe cou el agua milagrosa, em- Le doy agua de la Gruta, y dos días después vuelve á
papé en ella mi rnano, y así mojaila la pasé por la es- la vicla. ¿Hay en esta dicha inesperatla una causa que,
pina dorsal. la explique?
',La persona que me ayudaba á cnidar á la enfer- ,,Sí, sí. El agua clara... y la bontladosa y poderosa
m¿ no podía menos en sn incredulidad de sonreir, sin Yirgen Inmaculada. Bsta es mi dulce persuasión.
comprencler rtad¿ de mi ardor en administrar ragü& '¡¿Le
parece á V. cligno de ser relatatlo este hecho
*sl¿¡¿,;: cOmO ella CleCí¿. entre l¿rs marirvillas rle ia Gruta? X,o celebraría.
,,Esta sonrisa debí¿ trocarse en ¿turdimiento.
.,AI día siguiente la enferma rlió de repente un gran r, /. ,t. .gr.r
grito, y cay(r en un sopor tan profundo que la creímos
muerta. Al cabo de una hor¿ abrió los ojos, y sin mo-
verse nos dijo que se encontraba bien. Durante todo
'el
día permaneció en la más completa inmovilidad, y
no pudimos obtenel de ella más que estas palabras:
uMe siento bien."
.,Xfas al día siguiente estaba completamente fuera
tle peligro. La convalecencia fué rápiila.
',Nirguno cie los nédicos qniso creer la noticia, y
vinieron todos para convencerse de la curación.
,,En la Facultad cle lledicira se encogieron tle hom-
At{o DE I a72
La Srta. María.Joly,-tr4aría. Dupuy.- René Becquet.-Rai-
-Marra
mundo Caral.-La Srta. Juana Arson.--Sor María
Casimir.-Sor Teresa José.-La Srta. María Luísa Deloón.
Srta. Mercedes Torres.-Margarita Bobe.-Una'Re-
-La
ligiosa atacada de lepra,-La Srta. María.Tisseau.-Mar-
garita Gehier. Druón.-Filomena Patyn.-Josefina
Renaux.-La -Sofía
Srta. Clara Chauvin.-La Srá. Constancia
Leger.-Filomena Simonnneau. - La Baronesa de Lam-
berterie.-Viuda de Ancelín.-La Srta. Aurelia Bruneau.-
Sor María de la Anunciación.-Sor San Martín,
I
Curación súbita y railical de un rebl¿nilecimiento
de l¿ metlula espinal, en Tours, el I ile Enero
ile 1872.
Nuesl,ro primer milagro del aiio de 1872 ha sido obrado en un
monasterio deTours en favor de una buenayhumildejoven
que hizo voto, si Nuestra Señora de Lourdes se dignaba mirar-
la con misericordia, de entrar en la admirable Congregación de
las Magdalenas.
He aquí la carta que dirigió dos meses después de su cura-
ción al redactor de los Annales.
138 CIENTO CINCUflNTA T{II,AG,8,OS DE NUESTR,A SEÑOBA Dl] IIO TR,DES 139
padre en la rttc Matt'bcuge , n.o 61, en París, fué ata- "Desde aquel rnomento me sentí llena c1e una grande
cacla durante tliez meses de una neurosis general que ,nfianza, asegurando á todos que )o me verí¿ Iibre
se m¿nifestó primeramente por alteraciones en las :: nis horlorosas crisis á lo mÍls tardar dentro de
funciones del movimiento, ngitación y connociones tlías; pel'o yo pensaba sufrir todavía rnucho,
'reve
desord.enatlas; luego por vivos dolores en el epigastrio la curación no la esperaba hasta el írltirno día.
i,ues
y en el corazbn, opresión, y destle el principio por Digo esto para demostrar que la irnaginación no ha
aversión á la comida. La menor alirnentación provo- ,ttervenido para nada en ban feliz acontecimiento.
caba las crisis, las cuales se complicaron coll exalta- .,El viernes 3 de lfayo, rlespués del almuerzo, caí
ci(¡n de I¿s facultatles intelectuales, proflrientlo durante :n eI letargo que precedía siempre á las crisis, pero
horas enteras cantos y gritos. Después tul'o accesos ,1ue este clía fué nucho urás fuerte que cle ordinario,
con afonía, opresión y movimientos desordenados de lues mis manos estaban envaradas y encrespadas
la cabeza, tlel cuelio, etc. hasta el punto de hacer sufi'ir á los que me rodeaban.
Los accesos, que se sttcedían v¿rias veces al día,
,, ,,Ordinariamente y aunque no podía hablal oía lo
eran siempre acompañaclos de enfriamiento, y luego ,lue se decía en rlerredor rní0. y rnoví¿ l¿r c¿rbeza á fin
de sed y tle transpilaciórl, principalmente en las ma- ,le clar á entender que r0 er¿ )ro del toclo extraña á lo
n0s. ,lue se hablaba clelante de mí; pero esta vez ni siquie-
,, Esta enfermed,ad ha resistido á todo medicatleltto. ' r¿.r" pude dar señales exteliores de conocimiento, por lo
Pero esta enfermedad, rlue durante d"iez meses /¿r¿ rirerte de la contracción; también pensé con terror en
rcsistido ú toda cspecie de 'mcilicitt'u, desapareció re- la violencia de la crisis que iba á seguir.
pentinamente de una m¿nera tan inesperaila como ,, Habiendo dicho entonces mis padres que iban á
Juana llaría Arsón no ha senticlo clesJrués de este ner secreta la curación milagrosa de que he sitlo obje-
tiempo ni una sol¿ crisis nerviosa, y está hoy bastan- trr, pero Ia obediencia me obliga hoy á vencer toda la
te fnerbe para hacer á Nuestra Señora de Lourtles la repugnancia que siento en publicarla. Para gloria ile
peregrinación que le ha ofrecido. ni querida Bienhechora me resigno; n0 quisiera ser
' J. C., Ctn'a dc Nuest' a Seiiorrt, r[,c los Ccunytos. ingrata.
Yo, sor Marí¿ Casimir, religiosa hace nueve anos
Paris,30 de Mayo de 1872.
en la Congregación de San José, de Estaing (Avey-
' EI 3 ,1" Junio del niismo año, después de ptrsar veintiuna rón), fuí enviada á Niza (Alpes Marítirnos) y pasé cin-
horas en f'enocarril,la Srta. JuanLi NIaría Arsón vino á la Gruta co años en este clima favorable á mi temperamento
acompañada de su padre Mr. Arsón, ingeniero,jefe del servicio ,lelicado.
de las fábricas de la Compañia parisiense del alumbrado, quien
,,Al acabarse el invierno tle 1872, en los primeros
tiene la dicha de añadir su grave testimonio al del señor Cura
de Nuestra Scñora de los Campos. Además la Srta. Arsón tes- t1ías rle Maruo fuí atacada de una tos seca y tenaz
tiffca suficientemente su completa curación por su presencia y ilue el médico calificó de bronquitis: pero eI 4 rle Junio
consuelo en el Santuario de Nuestra Señora de Lourde-o.
se obró un cambio tan súbrlito en mi estado, que eI mé.
tlico se asustó, concibiendo temores bien fundados de
runa afección de la medula espinal. Desrle este momento
!t
,]
l
DE NUESTBA spñonl DE rroüRDES 14S
t4s CIENTO CINCUENTA MIhAGBOS
varios síntomas que hacían temer congestiones san- *Más tartle los derlos se contrajeron en la palma
guíneas, ya en el coraz()L, ya en el cerebro. Se con- ,le las manos, y reconocimos que la ceguera era tlebi-
juraron estas diferentes tempestailes con aplicaciones ila á contracción de los músculos del globo tlel ojo, que
de sanguijuelas y de ungüento napolitano en grandes no estando en el centro de la órbita no recibía los ra-
tlosis, sin hablar de varios vejigatorios en distintas -vos luminosos.
regiones y hasta sobre la piel de la cabeza; pero el ,,Sobrevino, en fin, la parálisis tle las extremidades
estado general tle la enferma continuó dándonos vi- inferiores, y los dias cle la enferma se veían cada vez
vas inquietucles. Sn alimeutaciÓn era' etr efecto, muy más comprometidos.
tlifícil, y las rarezas de carácter inquietantes, porque ,,Pidió ir á Nuestra Señora de Lourdes. En vano le
después de querer estar primero en el convento en objetamos las dificultades del viaje; y el 4 de Julio
donde había caíclo enferma. exigió Iuego imperiosa- tuí llamado para hacérselas compreniler, tenienclo la
mente que la transportaran á casa tle sus patlres, lo dicha de que consintiera en dejarse llevar á la capilla
cual no pudo efectuarse sino cor ay¡¡[l¿ de un sillón cle Nuestra Señora del Peyrou, á dos kilómetros de
provisto de cortinas y llevatlo en brazos por cuatro Clermont, haciéndole presente que la Santísima \¡ir-
hombres. gen la oiría allí tan bien como en Lourtles.
c,Bl 19 de }Iayo me telegrafiaron que fuese en segui- ,,lln efecto, el mismo día por la noche la madre de
da á Clelmont con un segundo consultor. IIe acom- la enferma me escribió que llegada á Nuestra Señora
pairó el Dr. Yaille, y al reconocer la gravedatl tlel tle Peyrou, su hija había suplicado que le mojaran los
caso lo atribuyó en gran parte á la amenorrea rtrue ojos con agua de Lourdes ile que iban provistas, y
hahía sobrevenido. rlue al punto había recobrado la vista. Introducitla en
,,Convinimos, por consiguiente, los tres en que se la capilla. la enferma se hizo locionar las piernas con
aplicaran vejigatorios en los muslos, y que se pro- la misma agua, y repentinamente las piernas pudie-
c[rara mantener las fuerzas de la enferma con cal- ron moverse. Oyó la Misa que dijo por ella un sacer-
clos, gelatinas y otros medios nutritivos ya puestos dote venirlo expresamente de Clermont, ¡ con gran
en uso. sorpresa suya la vió venir á la Santa Mesa para reci-
*Pero el cerebro se agravó más y más. aunque la bir la Sagrada Comunión.
inteligencia se mantení¿ sana: la cabeza, en efecto, ,,Inútil será decir que en vez de volver'á Clermont
no podía levantarse sin ayuda tle otra persona; Ios tendida sobre los cogines del ómnibus en que había ve-
párpados, siempre caíilos, no bastaban para que la niilo, pudo sentarse en ellos como l&s riemás personas
luz no le incomodase, y la enferma se hizo poner una que la habían acornpañado.
ventla tle lienzo fino sobre los ojos. ,,Llegada que hubo á su casa fué al encuentro cle
r52 CIENTO CINCUENTA MILAGBOS DE NUESTBA SENORA;DE I,OURDES 153
su padre, ei que habiéndome contlucido al ferrocarril ragón de segunda clase, para probar que tlo tenía ne-
por la mañana no había potlitlo ser testigo de la pere- cesidatl de que la gobernaran; llegó el 25 en el tren
grinación á Nuestra Señola de Peyrou. ile las cuatro de la tarde, siendo objeto de la atLnira-
á parte de haber recobratlo iión de totlos los que la habían visto partir tan tlolien-
"Desgraciailamente,
tlefinitivamente la vista, las otras mejorías no fueron te y tan enferma.
más que provisionales. Agregóse á esto un nuevo *¿Por qué no he de atestiguar yo esta curación mi-
síntoma de afección cerebral, pues la boca se le tor- Iagrosa, ilespreciando las bufonadas de ciertos espíri-
ció tle una manera progresiva y notable, las iileas se tus fuertes ó débiles?
le debilitaron cada vez más, y fueron reemplazadas por
uHaz lo que debes,
una idea fija formulad¿ ¿si; íQuiero ir á l',,ourtles''
,,Venga lo que viniere.
*Apesar de toclas las dificultades que presentaba
este viaje para una joven de catorce á quince años *Cunnsrrnx
que era preciso llevar en brazos, se emprendil el 23 <Profesor agregud,o Aélo ?dculta¿I d,e m¿il,icina
de Julio.
aApenas liegó la enferma á Lourdes quiso ser lle- <lVIont,peller, 3 cle Agosto de [872.>
de Bressuit'e
-A.p.no, fué anunciada la peregrinación lnanas.
y Niort (diócesis cle Poitiers), en la religiosa comarca Atacada de una enfermedad de estómago hacía tres
conocida'bajo eI nombre de \rendée militar, cuando años, no podía retener ningún alimento ni siquiera
un ímpetu irresistibte se apotleró de nuestras
piatlo- las bebidas más ligeras. Totlo cuanto tomaba lo devol-
sas poblaciones y las contlujo ¿l santuario veneraclo vía al instante; así es que á pesar ile los cuiilados
de la Virgen Inmaculacla, Nuestra Señora de Lourdes' más asiduos d.e sus padres y de los médicos. á seme-
La parroquia de San Peclro de los Echaubrognes janza cle una tierna planta atacada por un gusano en
reavivó su antigua fe, y comisionÓ á más de veinte su raí2, se la veía languidecer ¡, bajar insensiblemen-
hijos suyos para ir en sn nombre y en el de la parro- te á la tumba. En tal estado, ponía su confianza en
,toiu .niuru á tributar sus homenajes á la Reina del Dios sin omitir ninguna de sus prácticas religiosas. y
cielo, y á rogal por ellos, sus familias, por Francia y la Santa Eucaristía era la única cosa que potlía con-
por la lglesia. Los I'otos tle t0d0s nos acompañaban, seryar en el estómago.
y potlía esperarse que si no el'an totalmente escu- La semana que precedió á nuestra particla estaba
chados, por lo menos lo serían bastantemente para en la cama moribuncla. )' ensa)'aron apartarla tle su
que la benevolencia de nuestra lladre Santísim¿ se piadoso designio cliciéndole que ciertamente rnor,irí¿
DE NUESTn.A ssñon.l Dn rJounDlls 167
166 CIENTO CINOUANTA MILAEROE
en el camino. r,¿Qué me imporla, contestaba, morir nuestra Matlre por la salud que de su bontlad había
aquÍ ó en ei vagón? He prometitlo ir á Lourtles, é iré recibitlo. ¡Gloria á Dios y agraclecimiento á María!
yiva ó muerta; pero tengo confianza que María fnma- Tengo el honor de ser de V., reverendísimo Patlre,
culada me curará y que volveré con salud.,r Ante se- af'ectísimo y humiltle servidor,
mejante voluntatl, era preciso detenerse y resignarse; S. Rrvmnn,
el cura no podía dejar tle tomar en cuenta las preo- Cura d,e Los nchcLubrog'n6
.(-t).
cupaciones de un viaje fatigoso de cerca de cuatro-
cientas leguas entre ida y vuelta, y de prevenirse (1) Véanse lo-s comprobantrg-s, n.o 5.
A los cuatro años de alternativas á mejor y á peor I Luego que llegó á la Gruta llamada de la Aparicién
salió de mi casa y fué á la tle su hermana, donde tles- el 27 de Agosto, se puso en seguitla en oración y per-
pués cle permanecer en cama largo tiempo, quedó im- maneci(r durante tliez minutos hincada tle rodillas sin
posiblitada de andar si no era con muletas, y aun asÍ la menor dificultad, sin la menor molestia; se levan-
lo hacía con trabajo y muy despacio. tó, y sentía que podía anilar apoyándose en sus dos
A consecuencia tle tumores en la rodilla, acompaña- piernas sin el auxilio cle las muletas. Ilacía tres años
dos frecuentemente de atroces tlolores, le sobrevino llevaba una rodillera tle goma para comprimir la ar-
una anquilosis casi completa de la articulaciÓn, con ticulación crónicamente afectada, y en el trayecto de
imposibliclad para arrodillarse desde hacía cuatro la capilla á la población de Lourdes dicha rorlillera
años. llenía continuos dolores en la regiíln iliaca de- se Ie aflojó y cayó á la garganta del pie, y no sién-
recha, que le proclucían un insomnio casi absoluto dtt- dole ya necesaria la dejó en Lourdes.
rante lapsos de tiempo más ó menos largos, y eI sueño El 29 de Agosto partió de Lourdes con sus compa-
regularmente muY Penoso. ñeros de viaje. Llegó á Pau, y como el tren se cletu-
En Abril de 1872 resultáronle de nuevo muy fuer- viera en la estación dos horas y media, á pesar de la
tes dolores en la cadera, y ün hidartrosis más acen- prohibición de sus parientes, sintiendo que podía antlar
tuado que nunca se manifestÓ con sufrimientos intole- fácilmente, lo hizo en compañía d.e los suyos sin apoyo
rables. Algunos vejigatorios y unturas de yoduro de y sin socorro tle nadie, subiendo al castilio de Enri-
potasa y cie opio calmaron los d.olores y disminuyeron que I\r; y para regresar á su casa, después de ba-
la hinchazón. Pero la rodilla estaba mucho más voitt- jarse en la estación tle la Poissonniére, anduvo tres
minosa; la anquilosis era más completa' kilómetros á pie sin cansarse.
Continuando en este mismo estado, el 25 de Agosto Destle su vuelta á Rochefort, que tuvo lugar el 30
de 1872 partió la enferma para Lourdes en compañía tle Agosto, no siente, según dice, ningún clolor en l¿
tle algunos parientes y amigos. trIuchas personas le cadera, ni en la roclilla, ni en la regióniliaca derecha,
aconsejaban que n0 emprentliera un viaje tan penoso' la cual destle mucho tiempo ofrecía al examen un¿ di*
que podía ser fatal y agravar su triste situaciíin- latación considerable y hacía temer la palpitación, in-
Aunque ya había hecho esta pobre mujer varias fhrtos y tumores tle mala naturaleza.
noyenas en Rochefr.rrt para obtener su curación, Ó por La parte inferior tlerecha del abdomen ha vuelto de
lcr menos un alivio á su mal por la inbervención de repente á su estaclo normal. La flexibilidad y la agi-
Nuestra Seilora cle Lourdes, en quien había trluesto litlad tle la articulación fémuro-tibial derecha son igua-
L72 CIDNTO CINCUENTA MITJAGEOS DE NUESTBA spñon¡, DE rrorrRDES 173
les á las ile la izquiercla I y el 30 ile Agosto el estatlo
general de Margarita á su llegada cle Lourtles era lo
que es hoy.
Para mí esta mujer, á quien he seguitlo como mé-
dico descle hace cuarenta y tres años, era incurable XIV
con el auxilio tle los metlios naturales durante el resto
de su días. Curación instantánea ile un raquitismo incurable
Puetlo, pues, afi"rmar con conocimiento de causa ¡¡ ile quince eños, en Lila, el 8 tle Septiembre
en Ia sincerirlarl de mi conciencia, que la instantanei- ile 18?2.
ilad de la completa mejoría del rnal crónico y conipli-
cailo descrito anteriormente me pone en la obligación La cliócesi-q de Cambrai brilla enile todas por el esplendor de
viva y- de su ardiente devoción hacia Nuestra Señora de
-.u fe
d,e creer en una intcrt¡encion sobrenaturrtl. Lourdes. Como verdadera Madre y Reina de misericordia, la
Después de aguard.ar cinco meses para ver tsi los Santisima Virgen ha querido recompensar con varios milagros
felices resultados de este hecho maravilloso se mante- estupendos la piedad de estas poblaciones. Sólo en el me-s de
Septiembre de este mismo año se dignó obrar cinco curaciones
nían, me he decitlido á hacer esta narraciÓn que se me asombrosas. La primera data de la ffesta de su bendita Nativi-
ha pedido y reclaman mi fe plenamente ilustrada y el dad, y su narración la tomamos de la Semaine relí.gieuse de
interés de la verdad. Cambrai y de los Annala-".
ó acostacla; los brazos 5 las piernas, sin fuerza y sin andaL, á Io menos con muletas, y evitar asíá sus com-
calor. se habían torcido en forma de arco; la pierna I)añeras la molestia que les ocasionaba, lo que serviría
derecha la tenía entrelazada alredeclor de la izquier- también para aumentar su d.evoción. Muchas tle las
tla; las rodillas tenían enormes tumores: cuando una Hijas rle la Caridad de la casa J unas cuarenta huér-
de sus compañeras la llevaba se veían balancearse fanas hijas de llaría, se asociaron á su piadoso pen-
estos miembros muertos como débil v¿ra de que se rsamiento; y á fin de juntar la penitencia á la oración,
,-qirve el labrador para batir el grano. La pierna de- Sofia Druón ayunó durante los nueve días sin que lo
recha estaba más corta que la otra unos diez centíme- .:upieran sus naestras, que no se lo habrían permiti-
tros. Hace sobre quince años. cuando esta parálisis do por el estado delicado de su salucl.
que atacó la metlula de los huesos se proilujo. la Su- La novena debía concluirse el domingo 8 de Sep.
periora de la Casa de huérfanos consultó al Dr. Pa- tiembre, fiesta de la l{atividarl tle la S¿ntísima Vir"
rise. el cual contesüó que no había remedio posible y gen, á las tres de la tartle; y en la mañana de este
que esta joven estaría enfelma totla su vida. ilía Solia Druón fué llevada á la capilla, en rlonile co-
Desde entonces, en efecto, ninguna nrejoría se ha- mulgó, al refectorio, á, la sala de estutlios, y última-
bía obrado en el estado cle Sofia Druón. Un gran mente á la sala de recreo.
número de personas la, han visto acompañanrlo á l¿s A eso de las nueve se encontraba en esta sala con
huérfanas eü strs salitlas sobre un cochecito propor- unas veinte huérfanas, cuanclo, confiantlo siempre en
cionado por varias personas caritativas en Julio el potler de Aquella cuya intervención imploraba, pi-
de 1868; la conocían bajo el nombre dela rtt,fern,i,tn. rlió un poco tle agua de l¿ fuente de Louriles. La be-
Sus compañelas la llevaban de sala en sala. J" nos= bió. y suplicó á una tle sus compañeras que rezara con
otros l¿ hemos visto llevar muchas veces á la capilla ella el Auc nfa¡'ía. Apenas había acabado esta ora-
en brazos de otra huérfana. ción. sintió un fuerte estremecimiento en todos sus
La confianza en Dios y la esperanza de su curación miembros; sus piernas se enclerezaron, se levantó y
no la habían abandonarlo nunca. Había hecho ya diez .se dejó caer. Mas agarrándola por Ia mano su compa-
novenas para obtener la gracia tle andar, pero todas ñera, se levantó de nuevo y echó á andar. Luego se
-sin éxito, y sin embargo no desconfiaba. Como iba cre- oyó resonar en totla la sala, y pronto en torla Ia casa,
ciendo en edad, se iba haciendo más pesada y más este grito de atlmiración y de alegría. ,,¡Sofía anda!
dificil para sus compañeras la carga de transportarla ¡Sofía ancla!"
de una sala á otra; por lo que resolvió á fines de Agos- Andaba, en efecto, por la primeta yez después tle
to irltimo hacer una novena en honor de Nuestra quince años. Sus piernas, que en un instante se pu"
Señora rle Lourdes para otrtener el favor de poder sieron rectas, rígidas y fnertes, podíanmoverse y lle-
I" 76 CIENTO CINCUENTA MIIJAGR,OS DE NUESTRA SENORA DE rrounnEs l7l
varla. Atravesó el patio, subió sin dificultatt la esca- agua de la fuente de Lourdes y de rezar tn Auc lfa_
lera y luego la que conduce á la capilla, á fin de dar clyo hecho tuvo por testigos á unas veinte huér-
"i4,
l'anas que se encontraban en la sala donde se realizó,
gracias á la Virgen que le había obtenitlo un favor tan
grantle del Todopoderoso. 1l'oclas sus maestras y com- y á todas las huérfanas y sus maestras que acudieron
pañeras la habían seguitlo; y transportadas de recono- al grito de: ,,¡Sofía anda! ¡Sofía ancla!,, Tiene por
cimiento y cle tlicha entonaron el nfognificaf, danclo testigos á un número consiilerable de personas de la
gracias á Aquel que había mirado la humildarl de sn parroquia de Santa Catalina, que vinieron á verla ttn-
sierva y hecho en ella grandes cosas. dar, á ver entr¿r y salir de la llisa parroquial á la
Cuando una hora después se dirigió Sofia Druón á que hacía quince años oÍan llamar la ut,fe rm,ito,; tíe_
la iglesia de Santa Catalina, para asistir á IaMisa pa- ne por testigos á una porción de eclesiásiicos y de
rroquial, totlos se sorprendieron aI verla andar: á la personas de toda conclición, que hace ocho días han irlo
salida de la iglesia una muchetlumbre compacta se á visitar á la huérfana y oírla contar las circunstan-
colosó á su tr)aso para contemplar á la que acababa cias que han concurrido en su curación; tiene por tes-
de ser objeto de lo que no vacilaban en llamar un mi- rigo aI médico de la casa, que después de haber visto é
lagro. interrogado á Sofí¿i Druón ha declaraclo que el dedo
Descle entonces hemos visto valias ver:es á Sofia cie Dios estaba allí. Todos clicen que ha habido mila-
Druón, que anda fácilmente y sin esfuerzos: los hue- gro; nosotros lo decimos también, añatliendo sin em-
sos de las piernas han recobrado el calot', la fuerza y bargo que sólo á la Iglesia pertenece fallar con auto-
la forma recta r¡ue habían perdido. La pierna derecha ritiad de cosa juzgatla en una cuestión de esta natu-
se ha alargatlo unos ocho centímetros; las rodillas raleza.
tienen eI grueso natural. Una mejoría notable ha ex_ Al terminar quisiéramos hacer notar lo que hay de
pelimentado en el brazo derecho; y, lo que antes Ie providencial en el hecho que acabamos de refelir. Los
era imposible, ahora puede hacer fácilmente la señal periódicos irreligiosos y los incrédulos se tomaron la
tle la cruz. tarea hacía algunas semanas tle atacar de un mod.o es-
He aquí la relación exactísima tlel hecho que acaba pecial las peregrinaciones'á Nuestra Señora de la Sa-
ile pasar en Lila. L¿ huérfana que ha sitlo objeto de leta y á Nuestra Señora de Lourd'es: una hoja de Lila
esta curación no podía anclar ni moverse hacía quince tuvo la desfachatez de riclicLrlizar los milagros, inter-
años; los médicos la habían reputado pol incurable; pretando eu sentido irrisorio la devoción á Nnestra Se-
ha sido curada instantáneamente el últirno día de una ñora de Louriles; y he aquí que á pocos pasos de la ofi-
novena que hacía en honor de l{uestra Señora de Lour- cina de esta hoja se efectuó un hecho prodigioso por
cles, en el momento que acababa de beber un poco r1e intercesión de la Santa Virgen, invocacla bajo la advo-
178 CIENTO CINCUE¡íTA MILAC}iiOS
DE NrrnsrR,a snñon¿. DE LortRDEs I79
cación de lluestra Señora de Lourdes; y este hecho es
tan evidente que eI tal periótlico no se ha atrevido toila-
yía á at¿carlo. La parroquia de Santa Catalina, cerca
de la cual está situatla la Casa tle huérfanos, setlispone
á rlevolver pronto laestatua venerada de l{uestra Seño- XY
ra de la Treille á la iglesia que se construyó bajo esta
advocación; y de aquí que digan muchas personas de Cura súbita de un tumor en la rorlilla, en Tour-
esta parroquia que la Santísima Virgen ha indicado con coing, el l? tle Septiembre de Ig?P
un protligio bajo qué advocación quiere ser invocada en
el altar que dejará vacío la estatua de l{uestra Seño- Este segundo milaero rglerido por la Superiora
tiel Hospicio gcneru l"de Tourcoing,
l::_^h^-q_=1d."
re.rigo ocuiur:
ra de Ia Treille.
En medio de las tristez¿s que nos afligen, es conso-
oing' 28 rle octubre de {872'
Iador ver cómo se manifiesta el poder de Dios por su-
cesos brillantes que reducen á la impiedad aI silencio, ,,señor orr.arL
fuerzan á la intliferencia á la admir¿ción, excitan la ,,'Iengo el honor de transmitir á y. la
tlevoción de los fieles y dan á todos los que sufren la relación de
un hecho, por lo menos extraordinario, que ha
€Sps¡¿nru cle la curación y de la salvación (1)' tenido
lugar en el Hospicio rle Tourcoing (Xorte¡ el 17
de
Septiembre último. En este momento en que Nuestra
(1) Véanse los comyrrobantes, n.u 6.
Señora cle Lourdes se complace en clerramar en el
mundo y particularmente sobre tr'rancia los tesoros
inefables ile sus gracias y de sus bendiciones,
es qui_
zás más oportuno que nunca recoger hasta las rniga-
jas rle su maternal liberalidad. Con este
objeto roga_
mos á V. reserye un rinconcito de sus Annales
ála
narr¿ción siguiente, que será una modesta flor añadi_
da..al enorme ¡' magnífico ramillete de milagros que
brilla en este momento en manos de Nuestra Señora
de Lourdes.
..Filomena Patyn es una huérfana de dieciocho
años, que entró en el Hospicio algunos meses
antes
de su primera Comunión. y se hizo notar allí
siempre
180 crENTo crNcuENTA MTLAGRoS DE NUEsraa'srñon¡. DE r,ouRDES 181
por la tlulzura de su carácter y eI candor de su pie- dirla con tantas instancias y oraciones no venía, y ya
clad. Aunque de complexión bastante delicarla exterior- la pobre joven, como ella misma escribía, c¿no sabía á
mente, había gozado siempre tle buena salud. ..qué Santo clamar.'.
*Pero á fines de Xlayo de este año comenzó á sen- uMas sucedió que en los primeros días de Septiem-
tir en la rodilla derecha un fuerte dolor sin saber de bre oyó de boca de nuestros capellanes que acababan
qué procedía. Durante largo tiempo sufrió en siielcio de hacer la peregrinación de Lourd.es, la lelación de
el mal agurlo que la atormentaba. "No me atrevía á las mar¿villas que Nuestra Señora obraba allí. Bastó
r,hablar tle é1, nos dijo rnás tarde, por temor de tener esto para re¿nimar su confianza y
su esperanza.
rque dejar los talleres é ir'á la enfermería." Vencida Resolvió. pues, llamar nuevamente á la puerta del
al fin por eI dolor y ciescubierta por la dificultad que Uorazón de la Santísima \¡irgen haciéndola una cualta
tenía aI anclar, conf'esíl su mal. El médico tlel est¿- lov€na¡ Nos manifestó su piadoso proyecto, y todas
blecimiento visitó á la imprudente joven y la prescri- nuestras Hermanas y un gran número de sus com-
bió el descanso más completo con los remedios de cos- pañeras prometielon unirse á ella. Filomena estaba
tumbre. En efecto, el accidente de que sufría Filome- llena de gozo: todavía me parece verla recibiendo de
ua poclía ser grave' tanto más cuanto que larodillase rlis manos cou el mayol' respeto el librito de las
hinchaba por intervalos' y se cubría cle manchas amo- letanías de Nuestra Señora de Lourcles y una botella
ratadas; io que nos causaba alguna inquietnd sobre el tle agna milagrosa.
d.esenlace del mal, y lo mismo al médico que' ¿unqüe ,,La noyena debí¿ comenzal el 16 de Septiembre. Co-
muy reservado por temperamento, participaba algo' m0 preparación, obtuvo áfa.erza de instancias permi-
de nuestros tristes presentimientos. s0 par¿ asistir á Ia Santa Misa el dorningo lb, desile la
uA principios ile Agosto el dolor fué en aumento;la parte alta de la tribuna. \rolvió á la enfermería muy
hinchazón tie la roclilla se acentuó más. La pobre jo- fatigada y doliente. ¡ ie ordenaron estuviera en la
ven, que hasta entonces había poclido estar sobre un cama el resto del día. Al siguiente, primero ile sn no-
sillón con la roclilla puesta encima de una silla, se viÓ vena, tuvo necesiclacl para ir á la tribLrna contigua ti la
en necesitlad de guarilar casi siempre Ia cama'
la enfermería d.e apoyarse en el brazo de un¿r huérf¿na
Resignóse á ello sin quejarse, soportando con una que la sostenía en su marcha. Cuando acabó de rezar
paciencia admirable las molestias tle la más completa (Dios sabe con cuánto fervor) las or¿ciones que Ie ha-
inmovilidacl. Hizo varias novetlas á la Santísima Vir- bían señalado para la novena, se püso á beber con
gen, Madre de Ios eufermos y de los huérfanos; inte- pierlail sencilla algunas gotas del frasquito que llevaba
resó asimismo en su curación la protección de San consigo, humedeciendo también con la misma agua
José y iie Santa l'ilomena; pero ¡ay ! la curaciÓn pe- milagrosa el trapo de la rodilla.
182 CIENTO CINCUENTA MIIJAGBOS DE NUESTRA ssñon.a DE rrounDns 183
"Después de media hora, la huérfan¿ encargada de ,, dor, pero el corazón palpitando cle esperanza. En fin,
conducirla fué á buscarla, y Filomena volvió con su .. después tle nuevos esfuerzos llego cerca del cor ;
ayucla á la enf'elmería más extenuatla que la víspera. la balaustracla, no pensando en manera
- entreabro
,,Riñéronla por su persistencia tle querer hacer la .. alguna que la entrada del santuario me estuviera
novena en la capilla, y abrumaila de dolor tuvo toda prohibida, y heme aquí tle rodillas, sin saberlo á los
"
la tarde fija la miraila en una imagen de tr[aría que se .pies de la Virgen. Empiezo de nuevo mis oraciones;
halla en l¿ sala de l¿s enfermas, exhalando su cora- .. tligo con toclo mi eorazbn tres veces : Dios tc saloc,
zón una oración silenciosa, pero ardiente y resignatla ..)laria, aspiranilo algunas gotas de mi botellita y
á la vez. r. echanclo, no obstante el respeto por el lugar sagra-
uEl martes 17 cedieron de nuevo á sus lágrimas y
"clo, un poco cle agua sobre el trapo de mi rodilla.
á los deseos tle su pietlad. Sostenida de un laclo con * Entonces me vino la itlea de mirar por última vez á
la muleta de obr¿ enferma, y clel otro con el brazo ca- ,.la Virgen, diciéndole sencillamente: ¡Oh Maria,
ritativo de su conpañera, puilo dirigirse otra vez á la ,tencrl pi,eclacl rlc una lobre nina huirfana! Derc-
tribuna. ¿Qué pasó entonces ? Sólo Dios y la Santísi- ,,pente el trapo que cubría mi rodilla se cae al suelo;
ma Virgen lo saben, pues la capilla estaba desierta, y ,, hago un movimiento para recogerlo y colocarlo otra
la huérf¿na tlue la acompañaba había vuelto á su tra- ,¡ vez sobre la herida. Entonces siento en mí una espe-
bajo. Pero he aquÍ en toda su simplicirlad la relación .. cie de estremecimiento y como una certidumbre de
que Filomena nos hizo más tarde: .¡ que estaba curada. Y en efecto, mis ojos bañailos tle
"Cuando me vi sola en presencia de Dios y de XIa- ..Iágrimas no veían en mi rodilla ninguna señal tlel
,, ría recé mis or¿ciones acostumbradas y me parecía .. mal que me hacía sufrir hacía cuatro meses. Me le-
( que mis sufrimientos disminuían á medida que pasa- ;, vanté en seguicla sin dolor y sin molestia, y dejando
,, b¿ Ias cuentas del ros¿rio. Movid¿ entonces por una ., á los pies de María mi pequeña cadena cle plata y la
u inspiración repentina, resolví bajar al coro de Ia
.,muletita en testimonio de agradecimiento, echo á
¿, capilla; pero
¿cómo bajar, en el estado en que me ha- ,. correr por toda la casa para anunciar á las Herma-
u llaba, la rápida y peligrosa escalera que á eIIa con-
.. nas y á mis compañeras que la Virgen me había cu-
r duce? ¿Cómo hacerlo para atravesar la capilla en totla ,. raclo. ,
',su Iongitud? No irnporta; me levanto, y agalrándo- ,,He aquír señor Director, la relación, un poco lar-
,r me á la barandilla con una mano y apoyada en ni ga quizás, de Ia protección de l{uestra Señora de
l mul€t&, me aventuro en Ia escalera; y en medio tie Louriles para con nuestra huerfanita. En los detalles
(.penas sin cuento y paradas frecuentes, me encuen-
que contiene, y cuya autenticitlad garantizo, hay por
a tro en la capilla con eI cuerpo toilo empapatlo en su-
lo menos una coincidencia notable que le da el valor
184 CIENTO CINCUONTA MI'IJAGR,OS DE NTTESTRA snñon¿. Dn rrouRDES 185
de un hecho extr¿orrlinario. uHija mía, dice el doctor
u llamatlo á certificar la inexplicable curación de Fi-
(( gen. r:
'p-
186 crENTo crNcuENTA lrrrJaGRos DE NUESTRA snñona DE r,ounDES l8z
gre n0 circulaba Jror ella; parecía en cierto modo corno tica bebió un p0c0 d.e agua, y (copiamos aquí su pro_
i pia relación) movida por una secreta inspiración, qui_
desecaila, y rehusaba todo servicio. I
Durante los dos primeros años la joven había teni- + so levantarse, pero volvió á caer en el sillón; estuvo
do que guardar cama, y después tenían que llevarla rezando algunos momentos más, y bebió otra vez agua
tle la cama enun sillóu, en eI que pasaba todo el día. rle la Gruta. ,,Yo sentíar ha dicho rlespués, que iba á
Tres médicos, Carette, i\lartín y Bayart, la asistie- ¿ndar.,' Sintió entonces una fuerte sacudida seguida
ron sucesivamente; pero desde hace dos años este úl- tle un dolor violento en todo el rniembro enfer"mo, se
timo parecía clesesperar de la curación, y ya no orde- levantó sin diflcultad, y por la primera vez en seis
naba remedios ni medicamentos. años fué á arrodillarse cerca del banco de la Comu_
Josefina Renaux quiso obiener de Dios Io que ios nión.
hombres no poclían darle, y comenzó por Pentecos- Vitamente impresionada, la enfermera se apresuró
tés una serie de novenas que prosiguió sin interru¡r- á comunicarlo á la Superiora, la cual vino al instante
ción. seguida cle las Religiosas, de las huérfanas y de las
Hace algírn tiempo leyó la lelación de la Srta. So- otras pensionistas del Hospicio; y delante ile totlas
fía l)ruón, de Lila, y resolvió hacer nna novena á estas personas, que la habían conocido paralÍtica por
Nuestra Señora tle Lourdes. Comunicó sn pensamien- espacio de seis airos, Joseflna Renaux and.uyo y atra-
to á la Superiora, quien prometió se asociaría, así co- vesó la capilla en toda su extensión. Estaba cnracla,
rno todas Ias huérfanas tle Ia Casa, á esbe piadoso ac- completamen te curad.a.
to. Procurálonse agua de Lourdes, yempezó la noven¿ La emoción era general. Se entoní¡ el fuoonificut,
ei 28 rle Septiembre. Josefina comulgó ese día y el rlue acabó en medio de lágrimas y sollozos.
siguiente; que er¿ un domingo, y, c0m0 siempre, fuó Dieron parte del suceso á la hermana y al cuñado
necesario llevarla en sillón á Ia Santa Mesa. rle Josefina Renaux, quienes habiéndola visto el do-
A instancias suyas fué llevatla á la ulta de la tarde rningo por la mañana eu el estado erl que la conocían
del domingo á la capilla, cerc¿ del alt¿r de la Santí- tlesde tanto tiem¡lo, no podían creer lo que sus ojos.
sima Virgen; hizo esperar un instante á sus compañe- r-eí¿n.
ras, encargándoles rezaran por ella, y cuando lasjóve- Desde entonces la joven continúa andando su pier-
;
nes se hubieron retirado rogó á la enfermera que se ra se ha enderezado, sus carnes se han puesto sólidas
había quedado que fuera á buscar la botella tle agua
y llenas de vida, la sangre cir.cula con abundancia.
ile Lourdes, iliciéndola que creía estaba á punto tlo Una cojera imperceptible es lo único que le queda de
ser curada. Cuanclo la enfermera volvió, Josefina y ¡u enfermedad.
ella rezaron una tlecena del Rosario; luego la paralí- (Extracto del Jounml rle Roubai,a).
188 CIENTO CINCUENTA I{II¡AGEOS DE NUESTI,a sEñoRA DE r,ounDES 189
EI 6 de Ocbubre, reverendo Padre, día de las gran-
ies manifestaciones ile la Francia católica en Lourdes,
plngo á la fnmaculada Concepción favorecer á mi pa-
XVII :r'lquia y á mi rninisterio con la gracia más insigne
por la curación sirbita, instantánea, de la señorita
Curación maravillosa é instantánea ile una joven r'lar¿ Chauvin, de veintitrés años y medio de ed¿d.
incurable, en Chenac (ttiócesis tle la Bochela), De temperamento excepcionalmente linfático, esta
el 6 ile 0ctubre tle 1872. j,rven ha sido toda su vitla víctima cle manifestaciones
¿scrofulosas, principalmente de infartos glandulares
El señor Cura de Chenao escribiú ¡'enrió ó los Paclres l\'lisio- tn diferentes partes del cuerpo. La forma clel mal er¿
neros de Lourdes la relación de esta ¿rdmirable curación'
á la vez exterior é interior, pues el peritóneo era el
Cheuac (Char,:nta Inferior). 10 cie Diciembre de 1872'
sitio de depósitos tuberculosos, y el tuvo digestivo es-
t¿ba atacado cle ulceraciones. La enferma devolvía
IIuy reverendo Padre: materias purulentas d,e un olor fétirlo, que el mérlico
Tengo la osadía cle esperar que entre tantos ecle- había declarado no poder detener con ningúu medica-
lnento. Las evacuaciones que se producían hasta cua-
siásticos como Y. h¿ visto de dos meses á esta tr)arte'
¡r'o ó cinco veces al día, la caus¿ban vivos dolores.
no habrá oh'idaclo á un sacertlote tie la diócesis tle la
Bajo la acción tle crisis atroces, se habían obraclo en
Rochela que ftté nn clía á conferenciar con V' tocante
sutemperamento desórdenes clel carácter más grave é
á un plano cle capilla depositado por él en la Gruta' 5'
que la Santísima Virgen, decía é1. le h¿bí¿ roltrtdo, íntimo á la vez.
quien no ha olviclacio la respuesta de Y': "Consolaos, Todos estos tlesórdenes orgánicos reunidos ponían
tendréis vuestr'¿ capilla' y hasta una iglesi¿ si es á Clara en la c¿si imposibiiidad rle andar. Desde varios
Este acontecimiento se remonta ya á cinco semanas' ce meses en estas condiciones sin que, á excepción cle
pero n0 he querido precipibar nad,a, sino esperar á que una ó dos vecesT haya podiclo salir para venir hasta la
el milagro fnera tan indiscntible c0m0 era asombroso. iglesia, y eso sosteniéndola su madre (es una tía á
190 crENTo crNcuENTA Mrr,aenos DD NUaSTRA snñon¡. DE rrouBDES 191
quien llama así porque la ha erlucado) bajo nn brazo, ¡,resencia tle la enfermedarl que tiene la sobrina de
y apoyand.o ella el otro con un bastón. \-. no hay más que ct"utarse dc brazos; no hay nada
Aun antes de esta época, cuanilo podía salir y antlar ilue hacer, absolutamente nndct. Yo no vengo sino
un p0c0, le era imposible arroilillarse, tanto que yo la ¡,or complacer á la señora hermana de V. ; pero cuan-
confesaba en la sacristía, sentaila sobre una silla baja. ilo me llaman sé antes de salir de mi casa que no
-{ mi vnelta tle Lourdes eneontré á la pobre joven en tenrlré mas que crrnünue rhe brazos,
uua de sns crisis. No trataré cle describir á V. el ho- *-dY si se la conilujera á los Pirineos?-Sí, ahí
rror de ella, como tampoco Ios gritos que el mal le están los Pirineos, á los que se podrÍa recurrir como
irltimo expediente; algunas veces he pensado en ello,
arrancaba ; sería impotente para hacerlo; pero en
aquellos momentos record¿ba lo que en algnna parte l,ero ante las dificultades del viaje no me he deci-
dice el P. tr'aber: que hay glitos de horror indecibles tlido. Además, ilevándolavarios años á las aguas, ¿se
qüe n0 se oyen sino en cieltos casos de apoplejía ful- curaría? No quisiera prometerlo. En fin, puede mo-
minante, y sobre Ios carnpos de batalla por ciertas rir en una crisis, puede vivir algunos años en este tris-
heritlas. te estado, pero c0m0 curación no hay nacla que ha-
EI Dr. Mauny, cle Montagne-sur-Gironde, que la cer; sería mcncstct uu, utilagro, pero no estanros ya
ha asistido siempre, había declarado varias veces su rrt tir:ntlto dc milagros." Y al retirarse el doctor,
incapacidail aún para aliviarla. l{o se debe, sin em- manifestó el deseo de que no lo volvieran á llamar.
bargo. culpar ni á la ciencia en sí misma, ni á la rlel Efectivamente, no vino más.
Dr. Maun¡-, que es muy apreciada en nuestra Sain- Pues bien, reverendo Patlre, fué en este estado cuan-
tonge, sino á Ia constitución tle Ia enferma. Era, si tlo el 6 de Octubre, á consecuencia de una novena á
puedo enplear este lenguaje, un sujeto ittntcdit:ablc. \uestra Señor¿ de Louriles, en eI momento preciso
No había que hablar rle arlministrarle ningún medica- en que se organizaba la gran procesión en la plaza de
mento interno, pues str estómago no podía recibir ni Lourcles para dirigirse á Ia Gruta, nuestra enferma
letener nada, ni siquiera la más ligera infusión. Por tuvo la feliz tentación de creerse curada. Yo había
otro lad.o, Ia susceptibilidad de los tejidos era tan enviad.o para que nos representara en Lourdes á la
grande,que la aplicación de los remedios externos era presiclenta tle nuestro 0atecismo de Perseverancia con
igualmente ttificil. l¿ bandera cle la Congregación, pero ignorábamos aquí
He aquí Ia declaración que el Doctor llamarlo cle las horas y los momentos de la ceremonia, y más aun
nnevo hizo al tío cle la enferma doce días antes de su las horas y los momentos del pod.er misericordioso de,
curación: la fnmaculatla Concepción.
,.Señor, doloroso es tener que confesarlo, pero en Después de haber vacilarlo media hora en levan-
DE NLTESTBA SENoRA DE rrotrRDES l9B
t92 CIENTO CINCUENTA MIITAGR,OS
tlos más arriba igualmente. Trabaja desde la mañana
tarse, Clara se aprovechó de la ausencia de su madre
hasta Ia noche. y se ocupa ett cosas que no había he-
para ensayar sus fuelzas. se dejÓ tleslizar de sLr ,:ho desile hace tliez años, como por ejemplo, su cana,
lecho al suelo, y sintió que sus pies Ia sostenían'..
J- en una de estas semanas hizo un día hasta tres para
¡Esbaba curada! ¡curacla sin esfuerzos, sin sacudidas! eusayar sus fnerzas. En fin. Padre. sLr salud es per-
En seguida se arrod.illa, r'eza en acción de gracias las f'ecta; come con apetito insaciable toda clase de ali-
Letanías de Nuestra Seitora, se levanta y sube á una
rnentos sin que se altele su digestión. J- hay noches
silla para alcanzar sus vestidos que estaban en el en'que d.uermelhasta diez hor.as. ái'irla tle leparal el
estante superior cle ttn armario, se viste, y cuando
tiempo perdido.
entró su madre se paseaba por el cuarto. Serí¿ la una
He escrito á Mons. tle La Rochelle avisándole que
de la tarde. Algunos instantes después, es tlecir, en
tlirigía esta relación á los -{ lntltle.i dr Arofuc-Do.ntc
el momento en que justamente entraba la procesiÓtr rlrt l6¡¡ ¡'¡¡rr.
en esa Basílica, nuestra afortunacla joven se dirigía á
Estu, cttrac'i,cítt, ctu¡a ,¿¡erd,ad, se testificu, I'eDer;cn'
la iglesia aclamacla por las personas que etrconlraba
rlo Pod,rc, 0s ,Ltno dc las ntris 7rodígiosus que lta
en el camino. qbrado la Ttotlcro.sa intercesiótt d.e Nuestra 9c,ioru,.
Oigo estas aclamaciones; acudo ; ¡ era Clara !'. '
Y ahora comprenderá Y. que la ftmaculada Con-
*¡Esto| curacla, seriol Cttra, estoy curadalrr me dijo-
cepción quiere absolutamente su capilla. El agraileci-
La conduje á la iglesia. IJn joven eclesiástico del miento lo exige. y yo debo eternizar este beneficio.
Seminario de Buriieos que estaba en mi casa corrió al
;
edad, oprimida Jror una eufermedad incur¿ble. Era un viernes. Sentada en ttn rincón tle la chime-
Filomena no ignoraba Io que se decía en secreto de ruea, Filomena tuvo de repente Ia idea de levantarse
su estado cuando Ia encontraban. IIIás de ttna vez ¡- de echar á andar. Se levanta y antla. La inflamación
contestó á los que procuraban alentarla: ,,¡Oh! bien v tres gruesos tumores se habían extinguido, el enor-
sé yo que no puetlo curar: ¡los rnédicos no tienen para lure volumen de Ios tejidos había ligeramente clisminui
mí ninguna esperanza!u tlo, algnnas esquirlas que comenzaban á aparecer no
A los veinte años no es fácil que uno se resigne á se vieron más. Pero la marcha era penosa y peligrosa,
pasar toda la vida estropeado y enfermo. La buena ir-un a)'udaila de un bastÓn. Con no poco trabajo andaba
X'ilomena esperaba tle Dios lo que los hombres no po- sin las dos muletas, temiéndose á cacla instante ttna
dían prometerle. Oraba tlurante el día y oraba duran- caída. Las articulaciones continuaban inflexibles.
te sus largas noches tle tormento. Con frecuencia, La población estaba conmovida. Las personas que
cuando su madre se levantaba aI despuntar eI día, ya trataban á Ia joven se maravillaban y proclamaban el
habí¿ ella rezatlo el Rosario. milagro. Pero eI milagro clefinitivo era preciso irlo á
Desde que conoció á Nuestra Señora de Lourdes no buscar á otra parte.
dejó cle invocalla constanlemente en sus oraciones. El señor cur¿ se había arreglado felizmente con Ia
Bn la parroquia de Chambreteau habí¿ un deseo irre- parroquia de Niort para la peregrinación nacional.
sistible de tomar parte en las peregrinaciones qtle una Partieron quince personas cle Chambreteau, llevando,
tras otra llevaban á los Pirineos, á todas las regiones Í¿ Filomena. En el pueblo se or¿rba por ellos, y ellos;
200 crENTo crNcuENTA urr,acRos DE NU-osrBA s¡;ñona DE, rrounDns 2(11
el sábarlo 5 de Octubre teníán la clicha de orar por ,:irculó mucho tiempo, y decía: uNo estoy fatigpda;
sus f¿milias delante la (iruta, en tlonde tantas lágrimas la pierna que estaba enferma se eucrentta más fuerte
se han derramatlo. ,,Los tres rlías que estuvo en r¡ue la ott'a."
Lourd'es Ia peregrinación, escribe el abate Bottcher, Volvimos en seguida con nuestros perqgrinos á
pasaron como una hora, una hora tlel cielo.u Chambreteau. Los esperaban á la entrada del baruio,.
El domingo había tenido Filomena una recruclescen- cerca cle una gruta dedicada al Angel de la Guarda.
cia en sus dolores, y el lunes á medio clía ningún cam- Por las portezuelas esparcelt la buena ntteva. Los pa-
bio se había obratlo totlavía en eI estado de la pobre ñuelos se agitan, y se oye resonar este grito: ,, ¡Filo-
enferma. Pero el momento esiaba cercano. mena está curada! ¡Irilomena es.tá curada!'r :
Cuando fueron cerca de Ias tres, ayudada l-ilomena Había un pequeño grupo en el Iugar tlonde ellos
por Juana Tremblet, bañaba otra vez su pierna enfer- debían bajar. Apenas se detuvo el coche, oyéronse
ma en el agua milagrosa, y ensayaba el juego de este gritos y sollozos cle alegría... l'ilomena acababa de,
rniembro,.. salt¿r á tierra con ligereza, Estaba de pie, cercada y
Instantáneamenle las tres articulaciones se ellcon- oprimida de gente. Las nujeres juntaban las manos
traron flexibles; el empeine, la rodiila, la parte supe- rliciendo: * ¡Qué milagro ! ¡ qué dicliosa es ! ¡Oh cuánto
r,iol d.el muslo, todo andaba bien...; la pierna torcitla debe amar á la Santísirna \rirgen !.. ., Se vieron rostros
y encogida se había enderezado y extendido... Filo- de hombres bañados de lágrirnas, y alguttos otros que
mena se precipitó h¿cia la Gruta. Los primeros pasos palidecían; tenian el terror cie las g¡andes emociones.
rápidos fueron dolorosos, pero dejó su bastÓn y no leligiosas.
sintió más dolores... ¡Por primera vezl ilespués de El señor cula propuso que se entlase en la iglesia.
cinco años, se arrotlilló!! ,A la iglesia, á la iglesia,,r gritan todos; y mientras
Dos médicos estaban allí. Ignoramos sus nombres, que los peregrinos se ot'denaban, alguien clijo: ,,¿Y
pero una multitucl de testigos los han visto y oído- las campanas?..., Las campanas fueron echatlas á
Examina,ron la pierna poco antes tan estropeada. vuelo. Le pidieron que habiase de la peregrinaciórl,
Enconbraron las cicatrices cenadas y todo en su lugal', que reflriera la milagrosa curación, mas él quiso elto-
y dijeron conmovidos ¡ ;r ¡ES un milagro ! , nar primero el lfagni'frc¿1. Su voz se ahogó entre sus
La joven estaba curada. Sí, bien curada, lo cual se lágrimas. Se continuó el cántico de acción tle gracias,
vió perfectamente en la noche. El señor cura había pero algunos, como el señor crlra,, n0 podían cantal'.
reunido á totlos sus feligreses, y multiplicó sus órde- .,Al oírlo, escribía éste, pensaba y0 en el canto su-
nes á tr'ilomena sin piedatl ni temor. X-ué, vino, subió, blime del domingo por la noche al rededor de la Gruta,
hajó, y aunque llovía nadie pensaba en ello. Filomena canto del cielo sobre la tierra.
202 crENTo crNcuENTA Mtrracnos DE NUESTRA snñon¡. DE rrouBDxs 203
Filonena entró en su casa en medio de dos hileras ¡Ah! es que en su país ellos aman á la Bienaventu_
de gente, seguida de todos los que, habiénclola visto, rada Virgen MarÍa. Es cosa digna de ver por las no_
querian seguirla viendo todavía., ches reunidas las familias rezando el Rosario.
El domingo inmediato la dichosa joven fué recibida Al entrar en la casa de estos campesinos, casi to-
entre las Hdjas d,e Lfaria. lmagine V. con qué satis- rlos nietos de héroes, se ve con frecuencia suspendido
facción le harían cortejo sus compañer¿s. EI pueblo en la chimenea el rosario del labrador en el lugar
no había sitlo prevenitlo, pero lo adivinó, y la muche- clonde en otro tiempo -qe yeían enganchadas las armas
tlumbre se precipitó en seguimiento suyo. Las lágri- rlespués del combate.
mas con'ían como á la llegatla. El abate Boucher nos escribe: r, Iremos destle nues_
Las muletas de Filomena están en Chambleteau, tr¿ parroquia á r'er cle nuevo á Nuestra Señora de
cerca de l¿ estatua de Nueslra Señora de Lourd.es, Lourdes.
rotleatlas tle flores. Su bastón se quetló en la Gruta ,,He leíilo mi carta delante de mis feligreses en la
de Lourdes. Filomena va, viene, trabaja intrépida- plática clel domingo; les he rogado que me clirijan sus
mente como si no hubiera. estado nunca enferma. Ni obselvaciones. He esperado. Ninguna reclamación me
ttn dolor, ni un malestar. ni sentimiento alguno de fa- ha sitlo hecha. Repito á V. que todos están convenci-
tiga la hacen pensar en su pierna. Ha corrido y la han tlos del milagro."
rnandado hacer encargos á dist¿ncias de valios kiló- fln día nos sentamos en el hogar tle la familia Si-
metros, con el objeto de probar su curación. La pierna, luronneau. El candor virginal del rostro de Filomena,
resiste á totlo. el reflejo de piedad que rlaba á su fisonomía algo rle
Ninguna experiencia queda por hacer. angelical, lo que la madre nos clecía rle la paciencia y
La opinión de la parroquia es unánime. lio ha¡r n¿- rlulzura tle esta joven. nos explicaban fácilmente ia
die que no crea en el milagro, y algunos han tlado el predilección de la Yirgen atrayendo á Bernarilita con
mejor testimonio de su convicción. A los ejercicios sus sonrisas. Filomena siente la gracia que ha reci-
espirituales de hombres que han tenido lugar en San bido, y será tligna de ella.
Lorenzo, cerca cle la tumba del venerable Luís de ¡Qué acento de fe en la palabra de la matlre ! ¡Con
Montfort, han asisticio personajes que no los ltabrían qué expresión nos refería los más pequeños detalles
seguido sin la conrnoción recibida trror esta curación. rle esta clulce historia ! Sentíamos no poder escribir
La familia Simonneau no es l¿ única cle Chanbre- ¿i merlida que las pronunciaba las palabras de su len-
teau que tiene que bendecir á Nuestra Señora de gua pintoresca. El padre y los dos hermanos cle Filo-
Lourdes. Otras varias personas refieren favores peI'- mena afirmaban rigurosamente y con reconocirniento
sonales. el milagro de Nuestr¿ Señora ile Lourdes.
DE NUtsBT.RA SNÑON¡. DE IIOURDES
204 CIENTO CINCUENTA MIIJAGR,OS
vez I¿s Letanías, sometieron á la joven á nuevas prue- t e0 que la sorclo-muda oye y habla, y porqxtle oge , tr)oi,
bas, y siempre oía. Al día siguiente por la mañana eso habla., Concluye iliciendo: uEsta curación, obte-
oyó la campana que tocan para despertar, distinguió nida fuera cle los procedimientos ordinarios de la
el soniclo de un reloj, y hacía ensayos para pronunciar naturaleza, y sin el concurso de l¿ ciencia médica, quí-
ó articular algunas sílabas en relación con lo que oía. mica ó quirúrgica, aparece revestida tle carácter so-
Después Ie enseñaron á hablar como á una niña, pues brenatural. "
no habienclo oírlo nunca, tenía el doble trabajo de dis- La piedad cle la joven ya en aumento. Se ve cuánto
tinguir la diferencia rle los sonidos y comprender su goza, y cuán feliz es de oir y rle hablar.
signiflcación. Dios Nuestro Señor podía hacer un se- ¡Gloria á la Virgen Inmaculada! (1).
gundo milagro dándole la ciencia infusa del lenguaje;
pero si lo hubiera hecho, los amigos de hacer objecio- (l) Véanse en los comprobantes, n.n 9, los testimonios de kis
personas notables y clel médico.
nes clirían acaso que n0 era sord.o-muda, puesto que
sabía hablar. ¿En qué lengua debiera Dios haberla
hecho hablar?
Muchas personas han venitlo á verla, Ia han some-
tido á pruebas ilif'erentes, y han reconocido, que oye
perfectamente. Atlvertidos sus padres, llegaron de
Chabris con eI alma conmovida y el corazón lleno de
alegría, y quedaron admirados de ver que su hija que-
ritla, que jamás había oído, oía ahora perfectamente
bien cualquier sonido. Hoy se consideran dichosos al
ver que hace progresos en el lenguaje, pues en efecto
pronuncia con perfección cierto número de palabras, y
22A CIENTO CINCLTENTA MILAGR,OS DE NUESTRA srñonl DD r,ouRDDS 221
0omunidacl. A veces exper,imentaba tlolores tan agu-
ilos, que me hacían tlar gritos; continuamente sufría
mncho; vomitaba inmetliatamente el alimento que to,-
maba, y con frecuencia arrojaba materia mezclada con,
XXIIl sftngle. l
Louriles. y le pidiera solamente eI entero cumpli- estaban enteramente cerradas y cicatrizadas; la carne
miento en mí de los designios de Dios. El buen Pa- Irabía vuelto á tomar su tinte rosado err \ez del mora-
dre se unió á las oraciones de la Comunitlarl para la do que tenía antes, y dos días después había reco-
noyena. que comenzaron el mismo día 18 de Octubre brado totalmente las fuerzas. Continuamos, sin em-
pot'la noche, haciéndome tomar una cucharadita rte bargo, la novena: toclos los días tomaba una cuchara-
agua de Louriles. Como meclia hora después sentí un dita de agua de Nuestra Señora de Lourdes, y mojaba
trastorno extraño en todo mi cuerpo y un poeo de con ell¿ los riñones y los lugares donde había estado
mejoría, la cual desapareció pronto para clejar paso la fístula. Luego que ya tuve fuerzas me entregué á
franco á dolores cruelísimos, especialmente en el co- trabajos tle horticultura muy penosos, sin que por esto
taz6n. Yo me temía una nuev¿ crisis; mas á Ia horaú tle sintiera incomodada. He ayunado toda la Cuares-
hora y media, después de tomar eI agua milagrosa, m¿ del Adviento, que nosotros empezamos en nuestra
los clolores cesaron repentinamente y experimenté un santa Orden el 12 de Noviembre, según lo ordenan
bienestar general muy grande; me sentí curada y nuestras santas Reglas.
como si naciera en aquel instante. Me volvía en mi Desde entonces (hace un año que estoy curada)
cam¿ á mi voluntad, mientras que una hora ¿ntes no gozo de snlud perfecta que no se ha desmentido un
podían moverme, y tenía nna hambre yoraz pero n0 solo instante; los trabajos más grandes no me m0-
dije nada, pues quería guardar la alegría de la sor- le.stan.
presa de mi curación para nuestra buena I'reverentla En reconocimiento de esta curación maravillosa y
Matlre. como cnuoto" nuestra Superiora ha hecho ejecutar en
EI sábatlo por la mañana me encontró ésta clel todo el santuario de nuestra capilla pintulas mnrales que
sana, pero muy clébil y como molitla, no obstante ha- representan la última aparición de Nuestra Señora á
ber dormido toda la noche. Le pedí de comer. y me dió Bernardita. Hace pocos meses qne se acabó este tra-
en segnida. con lo cual los accidentes dichos desapare- bajo, ¡' )¡a contamos varios f¿\'ores y gracias señala-
cieron. A medio día comí carne con excelente apetito, das que la \:irgen ha concedido ár la confiacla oración
¡' trabajé con la aguja una parte de la tarde; pero por de r'¿rrias pelsonas. \rerdader¿mente, mi reverendo
prutlencia no rne permitieron bajar á la capilla. Paclre, la Santísima \¡irgen quiere ser inr.ocada con el
-\l dia siguiente, con gran sorpresa de la Comuni- hermoso título de Tnmaculada Concepción con que se
tlad 1' de las personas que desde hacía tlos años me reveló en Lourtles.
reían tan mala y enferma. bajé sola, sin apoyo nin-
guno. \' seguí sin fatiga torlo el día los Oficios del do- Son M¡.nÍ¡. DE rra Axuxcracróx,
Reli.giosa franciscana, Síerua ile María,
mingo ¡' los ejercicios de la Comunitlarl. l{is llagas
224 CIENTo CINCUENTA MILAGROS DErñUESTRA snñon¡, Dn rrouBDES 225
p. 8. En eI mes ile Agosto de 1871 abantloné en
absoluto todos los remedios, y tlestle entonces hasta
mi curación no volví á tomar ninguno. En la rnisma
época rlejó tarlbién rle asistirme el métlico.
XXIV
v.o B.o
Curacién repentina de uüá R,eligiosa que se noría
Son MenÍl nr Jnsús,
Sup eri o r a G eneraI d'e la s R eli g i o sas Ír dn cí scd n d s. tle una flebre tifrriilea, en Tolón, et Z0 tle Octubre
. Siertas de Múría. rle 1872.
Como capellán de l¿s Religiosas de la Tercera Orden La relación tle este rnilagro se tjebe ú un pirdre marista que
de San Francisco cle Asís, puerlo certificar con satis- vivia en el colegio donde tuvo lugar la curación. He aqui cómr
la referia el Centinelle clu, Mtcli:
facción que el hecho tle la curación súbita y los clemás
iletalles tle la relación qüe precede son expresiÓn de
El más santo y el más grato tle los tlebereg es el
la más exact¿ verdacl. clel agradecimiento, y y0 vengo á cumplirlo hoy clan-
S. A. TounNnslc, do gloria á Dios y nuestras acciones de gracias á Ma_
Canónigo titlúor ¿le la Cateilral ile Btois g capclld* ría fnmaculada, invocada con tanto éxito por Ia cura-
ile lo Tercero Orden (l\,
ción de sor San Martín, Religiosa de San Francisco
de Asís, que ha sitlo enviada á nuestro colegio para
(tj' Veasc en Ios comprobantes, n.u 10, la certificación de]
médico. consagrarse á nuestros niños más jóvenes.
Al escribir estas líneas obedezco ánuest¡o Superior,
que se cree obligatlo á este acto público cle nuestro
reconocimiento, y al mismo tiempo lleno ios deseos de
totlos los Patlres que habitan en nuestro estableci-
miento. Lo hago particularmente en nombre tle la hu-
mikle f¿milia cle San,X'rtncisco, la cu¿l s€ üng €nt€:
ramente á la H, San MartÍn para dar gracias á Ia
Santísima Virgen por el favor insigne que acaba de
concetlerle.
Dejo desde luego la pluma al médico de la casa, el
Dr. Gueit, mérlico principal que fué de la marina,
15
226 crENTo 0TNCUENTA Mrrracnos DE ¡IUESTna SENoRA DE rrouRDEs 227
del
ofrcial de ia LegiÓn ile Honor, quien, á instancias 20 en mi visiba de las ocho de la mañana; y cuand.o
la
reverendo Padre Superior, se ha servido exponer volví por la tarde á las cinco no me sorprentlió que el
de Octu-
enfermed.ad y sus diversas fases desde el 15 Padre Ecónomo me recibiera en la puerta de la casa
l¡re hast¿ el domingo 20. y me dijera: ul,a Hermana ha pasado un día malo;
,,la encontrará V. peor. Pero ¡cuál no fué mi sorpresa
'r
uMi reverendo Padre: cuando al llegar á la celda de la enferma la encontré
medio sentada en la carna, con el rostro tranquilo,
ulle ha significado V' lo convenienbe que sería le sereno é inleligente ! El pulso había recobrado su
diera algunos tletalles sobre la enfermedad y curación estado normal, y un suave suclor había reemplazad.o el
tle l¿ I{. San Martín. de Ia Orden de San Francisco calor ardiente tle la piel. Aquello era, iba á decir
&c-
de Asis, á quien he asistido en esa Casa-colegio' Y maravilloso, pero la palabra milagrosa conviene más.
ced.o con gusto á sus tleseos' *Para mí Ia H. San Martín estaba ya fuera de
,,El 15 cle Octubre fuí llarnado par¿r \¡er á esta Her- peligro. Sin embargo. la fiebre reapareció al día si-
mana, quien me dijo que hacía dos días estab¿
en guiente, y Ia difteritis no tartló en presentarse, como
p*ro que sufría tlesde algúntiempo, expedmen- para rlecirnos que si no hubiéramos creíclo en la gra-
"u*u, viotenios males de cabeza, privada de apetito
tun¿o vedad de la fiebre tifoidea. ella estaba allí para pro-
¡'durmientlo muy poco; y sin gran trabajo d'iagnos- barnos que había sido grave ymuygrave. Esta nuev¿
iiqué eI principiri de una fiebre tifoidea'
-*nesAe complicación n0 puso. sin embargo, trabas á la mar-
este dia hasta el domingo 20, el mal fué cha de ia convalecencia, y \r. sabe que nnestra en-
tal
constantemente en aumento, habiendo adquirido ferma pudo asistir á Misa el dÍa de Todos los Santos.
gravedatl, que aconsejé le dieran inmetliat¿mente los ,,TaI eS, reverendo Padre, la relación exacta de la
io.orro* tiela ReligiÓn, diciendo á un Patlre (que creo enfermeclatl. Yo he comprobado el hecho material: á Y.
es el reverendo Padre Ecónomo y estaba á su
lado) que toca saber y decir si para explicar una curación se-
á excep-
me temía no durara hasta la noche ' Dn efecto, mejante es preciso hacer intervenir lo que n0 es del
y la que n0 habían apa-
ción tle las pintas de sud"amina dorninio de la medicina.
recido, todos los otros síntomas más graves rle Ia flebre ,,Toclo suyo de carazln,
tífoidea estaban reuniclos: inflamación del vientre;ne-
grura de los dientes, cle las encías y rle la lengua; c,,f. Gunrr.
itlolrnecimiento profundo de Ia fi.sonomía, y en fin, <<4 de Novier¡bre de 1872,>
tensión y sobresalto de los tendones'
uTalera el estado de la H. SanMartín el ilomingo
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Siguiendo el consejo del Doctor, eI reverentlo Padre Itacer: ,,Nuestra Señora de Lourdes, que tlijisbeis á
Direitor dió el Santo Viático á la enferma á eso tle las Bernartlita: Belte, u ltioate cn esr, fi,r,cnte; curadme
once de la mañana del domingo 20 de Octubre' El Su- por Ia virturl de esta agua mar¿villosa, si es la volun-
perior de los Pailres del Espíritu Santo que había tad de Dios, para que yo pueda continuar trabajando
asisticlo á sor Rosalía, muerta el 7 de Septiembre
en con mis Hermanas en gloriflcaros y honraros sobre la
la ciuclarl, hizo notal en presencia del Fad're Director tielra.u Sor San Martín contestó penosamente, pero
que sor San l\{artín, atacada tlelamisma enfermedad, bastante alto para ser oícla: ,,Amén." Entonces la
tenía los mismos síutomas que sor Rosalía en sus írl- ofrecí algunas golas, tLe agua milagrosa. que tragó con
timos momentos. bastante dificultad; pero la alegría de su alma se ma-
A la salitla cle Vísperas, el revelendo Padre Supe- nifestó con una inefable sonrisa que fué notarla por sus
rior encomendÓ á nuestras alumnas que hiciesen ora- Hermanas y por mí. Al verla no pude menos de decir
ción por la Hermana gravemente enferma' Yo me di- en alta voz que el consuelo que manifestaba era ya
rigí Á verla á eso de Ias tres y media; me pareciÓ muy una grande gracia que debía mirarse c()mo una re-
g*o., y Ie dije delante de la lladre Superiora: ul{er- compensa de su fe. Salí entonces y no volvíhastades-
mana, puesto que no tenemos espelailza en los hom- pués de la visita del médico, y por invitación suya,
bres, vamos á dirigirnos á Nuestra Señora de Lour- pues me dijo: uYaya Y. á verla; está en plena conva-
dgs., La manifesté entonces los motivos que podíau lecencia; habla sin tlificultad., En aquel momento las
moverla á unirse á nuestras intenciones y á las de sus Hermanas me mandaron llamar, y me dirigí á verla
Hermanas para pedir á Dios su cur¿ción' con el corazón conmovid.o por esta doble invitación, y
Añadí : ul,as Religiosas sus Hermanas llegarán supe de boca tle la misma enferma y de las Hermanas
pronto, y encentlerenos una vela, símbolo de nuestra lo que había pasado.
fe; pondré sobre su cama un rosario bendito por el Después de nuestra oración, la Hermana Superiora
Santo Padre, mojailo en agua rle Lourdes y tocado en se había retirado á Ia ropería, píeza vecina del dor-
la roca de la Gruta de Ia aparición; rezaremos tle ro- mitorio donde estaba la enferma, dejando abierta la
dillas una decena del Rosario, y tlarán á V' un poco de puerta rle comunicación de las dos habitaciones, X 0s-
agua milagrosa.,, tando allí oyó que la enferma la llamaba en álta é in-
me contestÓ con mucho trabajo: pronto teligible voz diciéndola: ,,Ilermana." Espantada y sin
Ella "Lo más
posible.,, No esperaba pasar el día. Algunos minutos poderse explicar este grito dado por una persona que
después. en unión tle las tres Religiosas tle la casa un momento antes apenas se hacía comprend.er, fué
que estaban con ella, rezamoslas oracionesindicadas, allá corriendo, y la enferma la dijo en el mismo tono:
y la presenté el agua, dictándole la petición que debía ul-.¡os dolores de iabeza se yan. puetlo hablar., TJna
230 CIENTO CINCUENTA MTI'AGBOS DE NUESTRA SDNORA ])E ],OUR,DES 231
cesación tan repentina del mal en menos de un cuarto Martín, patrón de la enferma, esta buena Religiosa
de hora tlespués de haber orado y bebido el agua de ha recobr4ilo sus fuerzas, asiste á todos los ejercicios
Lourdes, no podía dejar ninguna duda en el espíritu religiosos que se hacen en la capilla, y celebra en unión
de las Religiosas, que pasaron de la tristeza y de las ile sus Hermanas el ilía de su santo PatrÓn con ora-
lágrimas á la más viva alegría' Cuando vino el Doctor ción, alegría y agradecimiento.
-su
á visita, las hallÓ en esta primera expansiÓn de Por lo que á mí toca, testigo afortunado tle las ma-
felicidatl, y después de liaber examinado ála enferma, ravillas y milagros obrados en los días, para siempre
en un lenguaje lleno de nobleza y de fe confirmó
á la" memorables, 5, 6, 7 y 8 tle Octubre, en que hemos
pequeña Comunidad en su confranza y en su fe'
uCese- visto á la Francia de }Iaría tle rotlillas, representada
no puetlen por cien rnil de sus hijos, acepto esta gracia preciosa,
ro* to. remeclios, dijo; cuando los hombres
nada, la Santísima Virgen lo puetle todo'' cuya califrcación sólo pertenece á los Superiores ecle-
Después d,e recoger estos tletalles nos pusimos do siásticos, como ün signo de salvación, como una prue-
roclillas para empezar cle nuevo la oración que había- ba más de que María oye las oraciones de sus hijos y
mos hecho una hora antes' á fin de rlar gracias á María las despacha favorablemente'
y suplicarla que acabase su obra, y esta vez la enfer- ¡ Gloria á Dios ! ¡Gracias
sean dadas á tr{aría Inma-
ma respondió con una voz más fuerte que todas sus culatla, á Nuestra Señora de Lourdes!
Hermanas. Las Religiosas de los talleres llamatlos de
Montety llegaron un poco después para ver á su en- C. V. M¡ncnlr,ÍN, B. 71.
ferma, y cuáodo supieron la maravillosa curación se
apresuraron á ir al ejercicio de las cinco, que tiene
lugar todos los domingos en la capilla de la adoraciÓn
del Santísimo Sacramento, para dar alli gracias á Dios
y á nuestra buena Madre.
A mi vez fií á dar parte de la fausta nüeva al reve-
rendo P. Isartel, nuestro Superior, y á todos los Pa-
tlres de Iá casa, y á las seis y metlia nos rettníamos en
nuestra capilla para rezar el Rosario en acción tlo
gracias.
No añadiré nada á los detalles datlos por el Doctor
sobre la convalecencia, que nos reveló, como él mismo
dice, toda la gravedad del mal' Hoy, fiesta tle San
AÑo DE 4.a78
tirando hasta eI mes de Septiembre último, que me u Tomé algunas cucharadas por la noche, á las nue-
atacó una ciático agutla que me tuvo en cama todo eI ve, con promesa tle darme friegas en el cuerpo aI día
mes de Octubre. Destle Todos los Santos hasta l{avi- siguiente por la mañana y de no usar tlurante nueve
dad, pude con la ayutla de un bastÓn Ó de un brazo días ningún medicamento, dejantlo á un lado el opio
amigo, y á veces los dos, salir un poco y dar algunos y el éter. Dormí b¿stante bien la noche tlel 22 al 23,
pequeños paseos. á pesar de que el insomnio era mi ordinaria compañia.
de Diciembre todo movimiento me fué ,, EI 23 de Enero á las siete de Ia mañana sentí
',Destle el 29
y
imposible, me tendieron en la cama, en clonde estuve que mis piernas se movían en Ia cama; me hallaba
236 clENTo crNcuENTA Mrr/Aenos DE NUESTRA SDÑoR,A DE I,OUBDES 237
que n0 habían cumplido con el precepto pascual hacía mente postrarla ante Y. I. imploro una bendición pa-
rnás de cuarenta años. ternal, y en los sentimientos de mi profunila miseria
Ela llegada la hora de retirarse tle aquel s¿nto lu- ¡ne atrevo á llamarme humilcle hija de María.
gar. Nuestrajoven amiga había estado hora y cuarto Y tle Y. I. respetuosa serviilora.
tle rodillas. Al salir de la capilla tomó una taza de
caldo, y formando una especie de procesiónnos dirigi- X'irmarlo: Mrnít, J. G.
mos al castillo haciendo resonar los aires con el canto
d.el Ma,gni"ficat. L'uego que llegó al castillo tomó una
Por copia conforme con la información:
traza d,e café con leche sin sentir la menor fatiga, y
JosÉ ENnrqun,
por último, á las doce se puso á la mesa en compañía Obispo d,e lrejws y de Tolón.
de veintitrés personas I almorzó muy bien. Temíase
que tuviera alguna indigestión en vista de que no to- ltl24 de Junio úl[inro la Srta. Ciemencia (iautier, que goza de
maba nada desde hacía tres meses, pero sucedió lo una salud perfecta, cumplía su voto viniendo á Nuestra Seíiora
de Lourdes con la peregrinaoión de Tolón y Fre,ius.
contrario; á las tres tlijo que tenía hambre, y me-
rendó.
Posteriormente el apetito se ha mantenido. Se
acuesta á las diez y se levanta á las seis, y en lo de-
más sigue perfectamente.
AI día siguiente tuvo lugar la }Iisa rle acción de
gracias. Cuarenta y dos pelsonas acompañaban á la
joven á la Santa Mesa; Ias familias tlesunidas se re-
conciliaban; Ios pecadores enilurecidos prometían con-
vertirse.
Como recuerdo de este dichoso día se distribuyeron
medallas de Nuestra Seirora de Lourdes. Sobre dos-
cientas personas, hombres, mujeres, ancianos, niños,
todos querÍan tener un recuerclo de este memora-
l¡le día.
La familia se dispone actualmente á cumplir la pe-
regrinación á liuestra Señora de Lourdes.
Aquí me iletengo. ilustrísirno señor, y hLrmilde-
256 CIENTO CINCUENTA MIIJAGIiOS DE NUESTNA SENORA DE IJOURDES 2i7
niorteses en Lourtles que tuve el honor y la dicha de
presidir.
*La curación que hemos obtenitlo se ha obr¿do con
tales circunstancias, que nos recüerda los hechos evan-
VI gélicos.
ul{uestro Señor dijo al ciego de nacimiento: ¡¡Anda
Curación ailmirable é instantánea rle Carolina Es- r,y lávate en l¿ piscina cle Siloé., EI ciego obecleció y
serteau, tle lYiort, en lrouriles, el 2 Julio ile 18?3 pndo rlecir en seguiila: ,,Fní, me lavé y veo.,,
*De igual mod.o Nuesbro Señor ha dicho á nuestra en-
Entre todos lo-q demás recomendamos á la má-" seria atención
ferma hablando á su coraz6r.; uEazLe lleyar á la piscina
del lector el gran milagro cuya relación damos aqui. El que
tenga la desgracia de no poseer todavia lo que es menester para uile Lourd.es., La enferma obedeció y pudo decir en se-
hacer un acto d¿ fe lal como Dios lo pide, encontrará en éI una guida: uMe han llevado, me ha tocado el agua y &nclo.,:
luz brillante y hará un acto de adoración pidiendo perdón á uCarolina Essertean, de cerca treinta años de eclad
Nuestro Señor Jesucristo de no haberse postrado antes á sus
pies. Si tiene la dicha de ser ya católico, católico fiel y práctico (nació el 24 de Octubre de 1841), hacía once años que
como es preciso serlo, bendecirá c¡¡n nosotros á la lvladre de tenía una mielitis crónica que h¿bía producido en su
Dios que concede á sus hijos fieles el consuelo de tan viva luz
cuelpo los más terribles efect0s.
como coronación y dilatación de la fe.
Este gran milagro tuvo lugar en el mismo Lourdes, en la san- (La c,olumna vertebral estaba del totlo desviada; la
ta piscina, en presencia de una muchedumbre inmensa com- enferma no podía estar sentada; la inflamación de la
pue-sta de las peregrinaciones de Niort, de Amien-q, de Aix, de
metlul¿ espinal había tlebilitado tanto su vista, que no
Narbona, de Carcasona, cle Brionde y de Nlontaubán, y fué ob-
jeto de una inft-¡rmación severa que confirmó la autoridad epis- podía sorportar la luz tlel día, y más que todo había
copal del venerable y docto obi-<po de Poitiers, l{ons. Pie, ele- atasado sus piernas, cuya substancia nerviosa había
vado después á la púrpura cardenalicia.
alteraclo por consiguiente las venas y los muslos, re-
He aqui ahora ia carta que luego que sucedió el milagro es-
cribió al director de la Semaine liturg ique de Poitíers el Arci- iluciéndolos á una debilidad tal y á tan excesiva de-
preste de Niort, que habia organizado y dirigidido la peregrina- macración, que allí no quedaba más que una piel lí-
ción, y que habÍa sido testigo ocular de la curación de su feli-
gresa Carolina Esserteau,
viila y en cierto moalo colgante sobre huesos clescar-
nados. En lo demás, las piernas estaban inertes hasta
el punto de que cuando llevaban á la enferma se m0-
'Señor Director: vÍan en todos sentidos si otra persona n0 las sostenía.
-Ha¡' grantle impaciencia por tener, y yo la tengo La insensibilidad de ellas era tan completa, queno re-
tle ofi'ecer, una relación autorizada del grande favor cibía ninguna sensación ni tle la electricitlad ni de la
que se dignó Dios conceder á la peregrinación ile los hidroüerapia empleada en, su mayor potencia.
258 CIENTO CINCUENTA MIITAGEOS DE NUESTRA srñon¡, DE r,ouEDES 259
las aguas de Baréges y üe Niort,
crl-,.os médicos de pronto en transportes cle alegría. Se cantó el nlattirt-
á donde la llevaron en 1871 y d.os veces en 1872, ha- cat cor un entusiasmo indecible. Carolina, toda absor-
bían dictaminado de consuro que Ia pobre enferma no ta en su ernoción, tenía necesitlad de ser protegida
.contra las oficiosidades de la multitutl, cuyas filas
tenía que persar más en volver á Baréges. Estaba tle-
clarada enteramente incurable. se abrieron al fin, gracias á la energía cle dos intrépi-
uVinor sí, á Lourdes, á través tle grandes tlificulta- dos oflciales cristianos fervorosos cle la peregrinación
des, á costa de grandes esfuerzos. de Amiens, y todos la vieron andar fácilmente.
uluego que llegamos en este venturoso día 2 de ,,La acompañaron á empujones hasta la casa de los
Julio, fiesta de la YisitaciÓn de Ia Santísima Virgen, reverendos Padres Misioneros.
se hizo llevar en coche hasta la cripta y en brazos por *He aquí el hecho en su exacta realidad.
tres personas hasba ei altar más cercano, con ansia ,,Se realizó, como se ha visto, á la primera hora cle
de oir la ltisa y cotlulgar, por'que se sentía desfalle- nuestra llegada, por permisión divina, á fin de que la
cer. En seguida las misnas tres personas la llevaron á prodigiosa curación fuese comprobada por más número
la piscina por eI camino nás corto, y Ia clesnudaron de testigos rlur¿nte dos clías consecuti.yos. Y ¿cómo
por estar ella incapaz de a¡'n¿¿tr. en nada; la acer- no considerarlo así puesto que en esta hora se habían
calon aI agua y la fueron descendienclo con precau- reunitlo á nuestra peregrinación las de Amiens, Aix,
ción. llas apenas le llegÓ el agua á las rodillas' cuan- l{arbona, Carcasona y de Brioncle, y al día siguiente
do experimenlÓ una sensación tal que no hay palabras la de Montauban?
par¿ expresarla. Sus piernas se pusieron llenas, fuer- c,T¿mbién quiso Dios se hallase allí un médico para
tes y sólidas, consolirlata suttt ba,scs eiu's; Ia piel, atestiguar la curación.
sonrosada; Ios pies, derechos y regulares; el talle, na- uPor la tartle llevé á Carolina á Lourdes en coche
tural. con el fin cle sustraerla á los testimonios de simpatía
c,Eslaba culada completamente, y para esto ha bas- que incesantemente se renovaban, con riesgo de opri-
tado un segundo. mirla. y á los cuales ella se prestaba, hacía más de
uEn aquel instante, apartando á las tres personas cinco horas, ,,haciénd.olo. me tlijo, cotr mucho gusto
que querían sostenerla todavía, exclamó: r¡Dejatlme, pol amor á la Santísima Virgen."
;¡estoy curada! Llevatl mis aparatos 5 1¿ 6¡¡f'¿' r: Estos ,,Al clía siguiente vino á pie de Lourdes á la Gruta,
l:
aparatos eran unas botinas bordadas de hierro, que y á eso rle las rliez volvimos á Lourcles también á pie
I
I
sostenían sus piernas tle la rodilla al tobillo. á pesar tlel gran calor. Sabida es la rlistancia que hay
1. ..Se vistió sola y salió de la piscinal corl grilll s0r- que recOrrer.
presa tle los numerosos peregrinos. que prorrumpieron ulXste díar como el precetl.ente, fué asediada de vi
CIENTO CINCUENTA MILAGROS
DE NUEsTBA snñon¡, DE r,ouRDES 261
260
c,Contlújela en seguiila y también en procesión al
sitas que se renovaban á cada instante. Querían saber
Hospicio, en donrle fué recibirla con lágrimas de ale-
su nombre y tener algunas palabras escritas de su
gría por tantos testigos y compañeras de su antigua
mano, y le daban algunos recuerclos, sientlo de admi-
miseria.
rar qne haya poilido soportar la fatiga de estas piado-
uPosteriormente la he visto todos los días, y otros
sas importunitlades.
muchos la visitan continuamente, notando que sü cu-
,,AI empezal sólo quise, señor Director, referir á V"
ración es tan permanente como fué instantánea.
el hecho de la curación en pocas palabras, y por tanto
,,Envió á V., señor Director, estos detalles escritos
me detengo, pucliendo decir por otra parte que no he
á vuelapluma, y la relación de que me creo deutlor á
hecho más que desflorar lo que clará justamente mate-
los peregrinos presentes en Lourtles el 2 y 3 de Julio
ria á una relación comPleta'
(y me atrevo á ilecir á todos los cristianos), no se re-
rDiré, sin embargo, una palabra de nuestra llegada
tardará mucho, así Io espero.
á Niort. A pesar tle Ia hora intempestiva (entrábamos
*Pero siempre ¡gloria á Dios! ¡Viva Mar'ía Inma-
en la estación á las tres y quince minutos), hubo bas-
culacla
tante gente para formar una procesión compuesta de
I
encontraron este día en Ia Gruta con Ia ile Niort, fue- Ilna metlicación de cuarenta y cuatro días en el esta-
ron testigos del prodigio, que confirmaron al mismo blecimiento hiclroterápico de Longchamps' en Burdeos,
tiempo varios médicos. Esta curación hizo gran ruírlo, no dió ningún resultado. Los baños de ArcachÓn pare-
como lo indicamos rápidamente, pero merece más tle- cía que habían mejorado un poco el estado de la en-
talles. ferma, pero pronto se corriÓ la enfermedad al cuello
C¿rolina Esserteau nació en Niort, en la parroquia y brazos, y Ia par'álisis se hizo general. Las articula-
tle San Andrés, el 24 de Octubre rle 1841. Sus patlres, ciones parecían de tal manera descoyuntadas, y los
que eran muy pobres, la enviaron destle temprano de muslos estaban tan atrofiados' que el cuerpo no potlía
externa á Ia escuel¿ del convento del Sagrado Cora- sostenerse. La cabeza se le caía íl un laclo y á otro;
zón. A los nueve años y medio tuvo Ia dicha tle hacer los puños y los pies podían girar en to{los sentidos, y
la primera Comunión. Carolina era viva de carácter, las piernas se bamboleaban como si no tuvieran con-
pero piadosa y buena. Puesta luego en el aprendizaje sistencia. Los cuiclados que le prodigaron las Herma-
para la costura, encontró clurante varios años en su nas de Nuestra Señora de la Caritlad, de Cholet, y
segund.a maestra un modelo de virtud de que se apro- sus tíos de Niort fueron inútiles' Se vieron obligados
vechó; así es que cuando pertlió á su padre tle una á solicitar su ailmisión en eI Hospicio cle esta ciudad,
parálisis del cerebro y se vió doloros¿mente separada en el que fué recibida Carolina el 23 tle Diciembre
de su madre, su carácter, moderación y piedad la pro- tle 1869. El médico ilel T{ospicio escribió en el regis-
curaron prolectores afectuosos. trot ltmasió¡t, dc lct, en]brntcclatl: seis aíios.*Diag-
Hasta Ia edad de veintidós años la joven costurera ttostico: nt'iel'itis. Y después de haber protligado en
había gozaclo de buena salud y nunca le faltó trabajo; vano sus remedios, escribía el 11 de Febrero tle 1870:
pero en Abril de 1864, con motivo cle resfriados mal Pctsctda d lus ittcttt'ablcs.
cuidarlos sintió violentos tlolores en la espalcla. El Sin embargo, Carolina, que n0 pertlía la esperanza
centro de la columna vertebral se le puso tan sensible, cle cnrar, piclió y obtuvo el favor de una tanda termal
que la menor presión le causaba sufrimientos intolera- en las aguas de Baréges para la estación de Septiem-
bles. Las piernas también se Ie pusieron atlormecidas bre de 1871. Itléntico favor se le concedió el año
y dolorosas, y sentía en ellas hormigueos. Luego ya no rle 1872. EI Dr. Grimaucl, inspector del estableci-
pudo estar tle pie, costándole trabajo andar con mule- miento termal, que le prodigÓ en el Hospicio de Santa
tas; y así, reducirla á la mayor extremidatl, habiendo Eugenia un cuiclado casi paternal, tlespués cle haber
experimentad.o una aparente mejoría quiso levantarse, agotado todos los recursos de la ciencia y de las aguas'
pelo uo sintió sus piernas, porque la parálisis era com- se vió obligado á hacer al fin de la temporada la si-
pleta. guiente rleclaración:
26+ crENTo crNcuENTA Mrrracnos rrouRDES
DE NUESTBA snñonr DE 265
,,El tratamiento de Baréges ha sid.o seguido con ilarne; no me abanclonará.' *¡Si yo pudiera ir á
prutlencia y gratlualmente durante seis semanas, sin I-/ourd.es!" repetía sin cesar'.
obtener resultado. Desesperado del ningírn éxito de Pronto se le presentó una ocasión favorable con m0-
estas agnas, tan eflcaces en un gran número tle casos tivo de una peregrinación que se organizaba en Niort.
semejantes, empleé Ia máquina de inducción de Gaiffe, .,Cuanto más sufro, escribía, más siento el deseo tle
sin que la contracción muscnlar se pueda vencer. Para hacer la peregrinación. Todos los médicos me han
mí es evidente que Ia mielitis no cerlerá á los remedios abandonatlo, y no obstante mi confianza es cada vez
terapénticos más apropiados á su estado; ¡. convenci- uás grantle. ¡Oh! ¡cuánto agradecería á \r. me facili
do de que la enfermedad es incurable, doy á Carolina, tara los medios para ir á Louriles!u
Ilien á pesar mí0, el consejo cle no voh'er más á Ba- Una amiga se ofreció á pagarle eI viaje; otra amiga
réges. n piadosa del obrador de Tarbes, Paulina Mercier, le
En la primavera de 1873, no obstante lo que el prometía hacer en l,,ourdes cuanto pudiera en su ser-
mal había progresarlo, acabanilo de paralizar los bra- vicio. La esperanza y la paz hacían ya latir el corazón
zos, la enferma insistía con eI Dr. Fontant, nédico de la pobre incurable, cuando una nueva prueba vino
ilel Hospicio de Niort, para t'olver á Baregés. c,¿Qué sobre ella casi en la víspera de la partida. IIna pleu-
quiere Y., pobre niña, respondió el Doctor. quiere V. resía la puso en el más triste estado, y la tlejó en tal
que se gaste htri,tihnente en V. eI dinero que potlrá debilidad, que sus compañeras del Hospicio se asus-
servir para aliviar á otros enfermos ? IIás Ie valtlría taban de ir con ella, y el capellan se negaba á dar de
á V. ir á Lourdes. pues sólo por milagro potlrá V. una manera positiva el nombre de Carolina Esserteau
CUfaI. T? para la peregrinación. Pero ella hizo tan apremiantes
Estas palabras del Doctor eran eI certificado oficial instancias y estaba aninada de una confianza tan viva,
de la impotencia humana y del porler misericordioso que al fin la dejaron intentar el largo y penoso viaje.
de Aquella á quien los cristianos llaman Salud de los ,,Yo ya no puedo más, d.ecÍa la víspera tle la parti-
enfermos. r, ¡Ir á Lourdes ! dijo Carolina estremecitla, da; no sé si resistiré hasta el fln." Pero Ia confianza
pues si yo he pretenditlo ir á Baréges es precisa- no por esto Ia abandonaba.
mente para ir á Lourd.es, que ya no tengo confianza Al tlía siguiente, martes 1.o de Julio, instalaban
en las aguas de Baréges, siuo sólo en la Santísima penosamente á la enferma casi moribunda, ó más bien
Yirgen que me curará." ya cadtíocr, como decían, en un compartimiento inme-
Y desde entonces Lourdes fué el objeto de sus espe- diato en que iban sus compañeras del Hospicio que le
laDzas y tle sus deseos. ,,N0, escribía á su tío de Poi- prodigaban sus cuitlados. El viaje fué en extremo pe-
tiers. \uestra Señora tle Lourdes no puede abantlo- noso. I-.,0s dolores de riñones eran excesivosr la debi-
T
Ztlt) CIENTO CINCUENTA IIIITAGR,OS DE NUESTRA snñon¡ TJoURDES 26T
DE
lidad horrorosa. Carolina sufrió muchos ilesmayos, y llevarla fuera de la capilla á fin tle conducirla á la
en Burdeos inspiró grandes temores. Bn el cambio de d
piscina para bañarla. Pero ¡ qué grantles fueron las
tren para la línea del l\tediodía la trasladaron dos hom- dificultades y los sufrimientos, á través de las muche-
bres al nuevo compartimiento sin sentido y casi sin dumbres por senderos estrechos y obstruítlos!
vicla, y si volvió un p0c0 en sí fué para sufrir toda La pobre enferma, abrumada de dolores atroces,
un¿ noche de penas y fatigas. La esperanza sola sos- surlaba á chorros, y sintiénilose tlesf¿llecer suplicó á
tenía su alma y parecía conservarle un soplo de vida. su amiga que la llevasen pronto al baño sin detenelse
Carolina suavizaba su martirio con fervientes aspira- delante de la Gnita. *Rogaremos á la Santísima Vir-
ciones. En fin, el 2 cle Julio por la mañana el tren gen en la piscina,', dijo, y se contentó con dirigir de
entraba en la estación de Lourcles. La piadosa amiga paso á la imagen tle lllaría una mirada suplicante y
del obrador cle Tarbes, Paulina l{ercier, estaba allí. una aspiración de tierna confianza.
A petición suya dos empleados bajaron con precaución La piscina se encontró pronto libre. Paulina y sus
á la enferma casi moribuncla, y la instalaron en lln ilos ayudantas pasaron lo indecible para preparar á la
coche en el cual su amiga tomó asiento aI latlo cle ella. enferma á fin de bajarla al b¿ño. Al quitar los apara-
Paulina, dolorosamente afectada de tanta debilidatl y tos que sostenÍan las piernas y los riñones temblaban
de un estaclo tan triste, no cesó dulante eI trayecto del temor de verla expirar en sus brazos. Dejemos á
de animar'á Carolina, implorando á la Santísima Vir- Carolina que ref.era lo que le pasó en esüe momento:
gen con frecuentes aspiraciones. ,,Apenas tocaron mis piernas el agua sentí que me
Llegaron al fin y llevaron á Carolina á la Cripta en volvía la vida y animaba todos mis miembros. Los rlo-
metlio de la compasión de todos los que la veían, y su Iores cesaron en los riñones, pecho y cabeza. En se-
amiga, siempre á su lado, la sostenía las piernas iner- guicla dije: ullaclre mía, siento mis piernas; estoy
tes. El Dr. Peyrusse, métlico de i{arbona, no purlo rcurada; yo n0 merecía esta gracia.,' IIe puse de ro-
menos de ilecir ante este espectácttlo: *He aquí una dillas en Ia piscina para dar gracias á mi Bienhechor¿.
pobre moribuncla. Si la Santísima Virgen no la cura lIi amiga quiso sostenerme. r No me toques, la dije,
llevarán un cadáver." (fá v€S que estoy curada.,' Salí del agua, y conbinué
La colocaron lo mejor posible sobre dos sillas no, rezanclo. P¿ulina y las dos mujeres se quedaron esbu-
lejos tlel altar de Nuestra Señora, y de esta manera pefactas, y yo besé los muros, el suelo y el agua tle
oyó la trIisa y recibió la Santa Comunión. Carolina se la piscina, en la que ne zambullí segunda y tercera
sentía tan sumamente debilitada, que creyó no podría \ez er acción de gracias... Estoy segura y conven-
resistir hasta el fin cle la Nlisa; de suerte que Pau- cida de que durante y después tle mi culación he sen-
lina ¡- dos personas que la ayudaron se apresuraron á tido á la Virgen, he sentido su presencia. IIe parecía
268 crEr[To CTNCITENTA ]rrrraeRos
T DE NUESTRA snñon¡. DE rrouRDES 269
que la piscina estaba toda llena d.e su plesencia, y clue Este día y el siguiente los peregrinos de las nume-
Ella me cubría y me esforzaba." t'osas peregrinaciones vieron en la Basílica, en la ciu-
Carolina salió sola del bañ0. *Yo la veía en pie, datl, en la Gruta y en la Cripta á la que poco antes
escribe Paulina en su relación, y r0 podía creer á mis ü era llevada moribunila, y ahora con paso firme y sa-
ojos., La dichosa proiegitla de María salió, y Pauli- lutl milagrosa tomaba parte en los ejercicios de la
na cargó con los aparatos, que para nada Ie servirán en piedad general.
aclelante. Carolina Esserteau soportó sin molestia las fatigas
Al ver esto estalló el entusiasmo de la multitud, y del regreso. Los habitantes de Niort que acudieron á
el Jllagni,fical se escapó de todos los pechos, preci- la estación para asegurarse del nr,i,lo,gro anunciado
pitántlose todos al rededor de la piscina á fin tle ver' por telegrama, la siguieron ad.mirados y con lágrimtl,s
mejor á la agraciada, que estaba absorta pol la emo- hasta la iglesia y el Hospicio, en donde entraba nue-
ción, representanrlo en su semblante renovad.o una vamente á pie, fnerte y rejuvenecitla.
juventud tle veinte años no obstante que tenía treinta El médico del Hospicio, luego que vió sana á su
y rlos. inc¡trable, Ia dijo: ulfi querida niña, habéis tenido
Era tanto el afan tle la muchedumbre por verla, qtte una fe granile, y por ella habéis sido recompensacla.,
no la dejaban pasar. Para sustraerla al gentío que la Dicho médico pudo atestiguar después la perseveran-
acosaba y oplimía por tod.as partes, lograron después cia de la curación completa y radical, que se conserva
de muchas dificultatles hacerla entrar en la casa de destle hace más de cinco airos.
los Misioneros, que la multitud hubiera querido inva- Esta curación maravillosa fué fecunda en frutos de
dir; pero no se admite aI interrogatorio más que á los salvación. Carolina tuvo la dicha de ver la vuelta á
principales testigos, y ent're ellos estuvo el Dr. Ca- Dios de sus parientes, en cuyo f¿vor había piadosamen-
rayé, de Sigean. EI examen fué minucioso. te invocaclo el auxilio tle Nuestra Señora de Lourdes"
Las piernas, poco antes d.isecadas, estaban robus- Varias veces ha renovado su peregrinación de ac-
tas y fuertes c0m0 las de una persona que goza de ción de gracias, y continúa bendiciendo con una vida
salud. La paralítica, vuelta á la esbeltez, marcha con piadosa y sencilla á la Virgen fnmaculatla, á quien
pie firme. uEs una curación extrametlical." dijo aI tanto rlebe (1).
fin eI Doctor convencirlo.
Carolina Esserteau se exhibió á la muchetlumbre .(l) Véanse en los justiffcantes, n.o I2, los certilicaclos cle los
iuipaciente, y en pocas palabras refirió su larga é in- médico-q y el testimonio de N{on-.. Pie, obispo de Poitie¡s.
curable enfermedad y Ia curación repentina qne ob-
tuvo en la piscina,.
270 CIENTO CINCUENTA MILAGTiOS DE NUESTRA SDNORA DE IJOURDES 271
prodigados, y
todos declararon que tenía necesidad
de un desc¿nso absoluto y del aire natal.
A mediados de Junio tle 1873, llaría y una cle sus
amigas, enferma como ella, fueron á consultar á uno
de los médicos más reputados de Marsella, en 00m-
vII. pañía de la Srta. Celestina Margaillán. quien ref.ere
como sigue eI resultado tle la consulta:
Curación súbita ile una joven sirvienta enferma del ,,El médico se quedó admirado de su estado de fla-
pecho, en lrourtles, el 22 tle Julio ile 18?3 queza y debilicLacl. Después de auscultarlas con el ma-
yor cuitlado, me dijo en particular que las dos estaban
María Juana, natural de Saint-\¡incent-des-Noyers perdidas; que la mayor se encontraba muy mala y no
(Alpes llarítimos), tiene veintinueve años. Su tem- tardaría en morir, y que la otra la seguiría de cerca.
peramento fué siempre débil ¡ enfermizo. Habiendcr La primera murió efectivamente pasadas algunas se-
perdido á sus patlres, vióse en la necesidad tle co- manas; la segunda volvió algunas veces al gabinete
locarse como sirvienta. Hacía cinco años estaba al del mismo Doctor, el cual no modificó sus tristes pre-
servicio de matlame Bouvald. tle Marsella, rtte 9ai,nt- dicciones (l)."
Sipulcre, n.o 37. Sintiencio la pobre María su posición, dejó á su se-
La salucl tle la pobre criatla fué debilitántlose catla ñora, se retiró á casa de una de sus tías de Marsella,
día. X'elizmente había encontrado en mad¿me Bou- y se preparó á volver al iraís natal.
vard. más bien una madre que una ama. Cada añ0, du- La víspera de su partirla para los Alpes oyó decir
rante uno ó varios meses, la buena señora enviaba á que en Marsella se organizaba rna peregrinación para
María á Saint-Yincent-des-Noyers para descansar y Nuestra Señora tle L,ourdes. Esto hizo renacer la es-
fortiflcarse con eI aire vivificante de las montañas. peranza en el corazón de la pobre enferma. ¡ Nuestra
A pesar de estos cuidados, lfaría languidecía visi- Señora de Lourdes ! Hace tiempo que ella la conoce y
blemente; estaba flaca y pálida, y tenia eI pecho ator- l¿ ama. ¡Cuántas novenas ha hecho en su honor! To-
mentatlo por una tos seca y tenaz. En 1872 su carita- dos los días bebía agua ile la Gruta. uSi voy á Lour-
tiva señora tomó una mujer de gobierno para ayutlar des, decía, seré curada.,' Y no piensa más en los Alpes,
á su criatla, y cuando ya n0 pudo trabajar la tuvo ni en su pueblo; es en Lourdes clonde ella debe curar.
consigo tratándola como hija, hasta el punto de ha- Habla de su proyecto á su confesor el abate Fran-
cerse su criada y enfermera. (1) Certificación de la Srta. Celestina Margaillán, de Marse-
Los cuidados de los médicos la fueron igualmente llu. cl C dc Nlarzu rle 1374.
T
c)7 I
DE NUESTRA SEÑOBA DN I]OUN,DNS 273
CIENTO CINCUENTA MILAGROS
Al día siguiente la cu,racidtt cra colnl)llla, y Ma-
cisco Guignón, vicario de la Catetlral San Martín, de
ría, gozosa y fuerte. siguió los ejercicios y las proce-
Marsella. Este buen sacerclote es gl'an devoto tle
siones que hacían sin descanso los piadosos peregri-
Nuestra Señora de Lourdes, á quien tlebe la curación
nos reunidos de París y rle Marsella. Todo eI mundo
t1e un cloloroso reumatismo. Mas en cuanto á la
pobre
interrogaba y felicitaba á la afortunarla sirvienta. Un
María, ¿cómo ha de ir á Lourdes? Es imposible que
telegrama anunció en Marsella su maravillosa cura-
soportelas fatigas de un viaje tan largo' ProcurÓ, ción.
pues, quitarle esta idea, y pronto se consid'erará feliz
Al regreso, lfaría encantaba á sus companeros de
ile no haberlo conseguiclo, pues será testigo tle su vagón con sus alegres cánticos. \¡olvió á sus trabajos
curación en la Gruta'
jo- en casa de madame Bouvard, y desde entonces hasta
Empeora eI mal; todos tratan de contener á la
hoy, goza de la mejor salutl.
n.n, .ulifl.ándola de imprutlente y de loca; mas elia Algunas semanas después le dijeron convendrí¿ sa-
partió con los peregrinos en 21 de Julio'
ber la opinión tlel médico que la había desahuciatlo, y
Las personas que se hallaban en el misino vagÓtt, fué á verlo con la misma compañera. la Srta. Celes-
testigos tle sus sufrimientos, se compadecían de ella'
tina Margaillan.
El vapor la había llevado á Lourcles, y ia confianza la El médico l¿ examinó con cuidado, manifestó su
arrastró á la Gruta con fatiga y trabajo infinitos' grantle sorpresa, y declaró qne estaba curacla. IIarÍa
AI fin, la tísica, pálida y desfigurada, se hallaba en le suplicó lo declarara por escrito. Contestó (que n0
frente de la Gruta tan tleseada. IJn sacerilote, movido daba esta clase de cer,tificados. llevatlos y traídos en
á compasióu, le hizo ¿brir las puertas de ella' Entró,
seguida en los periódicos; pero que debía contentarse
se puso de rodillas, y orÓ con un fervor cuyo secreto
con dar gracias á la Virgen en su corazón por el farror
conoce Dios. Se acercó luego á la roca santa, y mojó
recibido.,-
su pañuelo en las gotas de agua que brotan de la mis-
La piadosa criada no falta á la recomentlación del
ma roc&, y pasÓ su pañuelo humedecido por su rostro
Doctor; pero al dar gracias en su corazón á la \¡irgen
tlemacrado y por las innumerables y gruesas glándu-
fnmaculada, se considera feliz de proclamar muy alto
las que cubrían su garganta y la hacían sufrir mucho'
'in'stan'te, y las maravillas de su poder y cle su bondad.
¡Oh dulce alegría! todo dolor cesÓ al
al salir de la Gruta dijo al sacerilote que le había fa-
eilitado Ia entrada: ,,Estoy casi curacla'' tr'ué en se-
guirla ír beber en abundancia á la fuente milagrosa,
con lo cual aumentó su bienestar, le vinieron las ftter-
zas y sin trabajo regresó al pueblo.
T DE NUESTRA SNÑORA DE I¡OURDES 276
274 CIENTO CINCUENTA MILAGX'OS
I)octor, declaró el mal incurable, y abandonó á la en-
ferma.
Tenía Lucía treinta y tres años; había creciilo en
la escuela fecunda cle la cruz. Inteligente y recta,
VTtI. buen¿ y cariñosa, era amada de todos los del Hospicio
del Príncipe. En 1878 organizábase una peregrina-
Gruta de ción en París á Nuestra Seirora de Lourdes. Dejemos
Lucía Fraiture, curada súbitamento en la'
una úlcera, tuberculosa, el 23 tle Julio tte 1873 hablar á Lucía abreviando su relación:
"De ningirn moclo pensaba yo ir á Lourdes; n0 te-
perdió nía medios para ello. Ilna contramaestre de la casa
L,a Srta. Lucía Fraibure, cle origen belga,
A la edad de ocho años vino á vernle, y me dijo: *¿Quieres venir á Lourdes
clesde temprano á sus paih'es' (conmigo?-No me faltan deseos, sino dinero.-En
de París' De
fué recogiáa en el Hospicio del Príncipe ((cuanfo á esto, me contestó, yo me encargo; corre tle
enfer-
temperainento iinfático, generalmente e-staba
ami cuenta.,r Por delicadeza rehusé, y mi amiga se fué
mizi, sufriendo con frecuencia de erisipelas-ytumores
qo. i.*o*traban el mal estado de su salud' A los
triste.
gravedad' De- uPronto volvió y me dijo: *Es preciso que vengas;
veinte años el mal apareciÓ en toda su ula Santísima Virgen lo quiere; la Herrnana Superiora
inlla-
bajo del sobaco izquierdo se le desarrollaron
,,lo permite, y nada te queda que decir., En efecto, yo
que cubrieron
maciones y formaron luego apostemas
de Lucía no tenía nada que decir á esta amiga generosa, sino
una parte del pecho. Desde entonces la vida
darle las gracias del fondo clel corazón. Era el 19 de
fué un continuo sufrimiento'
Julio, y debiendo salir el 21, hicimos nuestros prepa-
A los veinticinco años, la llaga que cubría eI
pecho
cancerosa' cuya rativos para la peregrinación.
tomó los caracteres de una úlcera *Nueslro objebo era representar á la Casa cerca d.e
(superficie blanquecina se cubrió de granos carnosos
muy juntos la Santísima Virgen, y pedir por el Santo Padre y por
Oe on rosa pálido, extensos, aplanados,
con- l-rancia. -r\uestras Hermanas y los niños nos daban
los unos cle los otros, y echando sangre al menor
numerosos encargos. Hast¿ entonces no pensaba yo
tacto. (Informe tlel médico)'" Al mismo tiempo
exis-
bajo el sobaco y al rede- en la posibiliclatt de mi curación; pgro suando abracé
tían una porciÓn de tumores
á la Hermana Superiora, me vino la idea de decirle:
tlor del cuello. El médico combatiÓ este mal terrible
re- * ¡ Si quisiera curarme la Santísima Virgen !....,
dnrante más de cinco años, empleando todos los
ayuda- uPor fin partimos, y ¿cómo olvidar este piadoso via-
medios que puede ilar la ciencia más ilustrada
AI fln, vencido el je? Después de una pararla en San llartín rle Tours,
r1a de una abnegaciÓn infatigable'
T
,27t) CIDNTO CINCUENTA XIILAGIIOS DE NUESTRA SEÑORA DE I]OUR,DES 277
llegué á un sendero ilesielto, y resguardada por mis veces la intltosibilidud absolutct, de su curación, te-
compañeras, abrí rni vestido ¡. quité los trapos que nía la desgracia de ser incrédulo, y t'ué derribado por
cubrían la llaga; y ¡0h milagro ! la llaga había des- eI proiligio. Ha tenido la lealtad de ltacer una rela-
apareciilo: n0 quetlaba más que una hermosa cicatriz ción detallada, razonacla y concienzuda sobre la en-
blanca. *¡Estoy curada! ¡estoy curatla!" l{os preci- fermedad y la curación de Lucía X'raiture. Pubiicamos
pitamos todas de rodillas allí nismo para dar gracias este estutiio notable omitiendo solatnente. pala evitar
á la Santísima Yirgen. Todas llorábamos. escrúpulos de delicacleza que se nos han tnanifestado,
,,Un sacerclote acertó á pasar enbonces: c;¿Por qué algunas líneas innesarias á la esencia del suceso.
r,lloráis?" nos dijo. Le referimos el milagro. Me pre-
guntó si la llaga no est¿ba acompañada de tumores nrocn¿¡i¿. l.lror,óerc.q. v cunlcróN ln r,ucí.t
en el cuello y debajo del sobaco. Le responili afirma- FR,AITURE.
tivamente, 5. llevando la mano á esos dos sitios en-
contré que existían toclaví¿. ,,Aún no está \r. comple-. El hecho siguiente, realizado en parte á visba mía,
atamente crlrada, rne rlijo el sacerdole, y hará \r. bien ne ha parecido tan extraordinario en su termina-
,s¡ |¿y¿¡ss otra vez con el agua de la Gruta.'' ción, que he creído de mi deber escribir las obser-
,,Seguí stt consejo; volví por la noche á la Gruta y vaciones que me ha sugerido. No omitiré, en cuanto
tomé un frasco de agua, con el cual empapé un tr¿- me sea posible, ninguna de las circunstancias en pro
pito que puse al acostarme sobre el pecho. Al día ó en contla del snceso que tros ocupa, á fin de preve-
siguiente por Ia mairala las gldudu,los tto c,ristiun, nir las observ¿ciones que putlieran presentarse, y á
y no han vuelto á aparecer: nte ltallaba conTtlcta- este efecto entraré en minuciosos detalles, haciendo
ntcntc curad(t,.,, remontar la historia de nuestra enferma á su primera
C¿da año vuelve I-.,ucía á Lourdes en acción de infancia.
gracias ; goza cle una salutl perfecta. Nos ha parecido La parte tle esta historia de que no he sido testigo,
también que su alma crece cada día en piedad sincera pero cuya descripción me lta hecho la misma enferma
y profunda. La crtz quitada al cuerpo recae á menutlo bajo su entera responsabilidad, se encuentra en esta
sobre el alma para madurarla en la fuerza y la cari- relación indicada entre comillas.
datl. Lucía es un apóstol para los niños del llospicio, I-.,ucía Fraiture es de origen belga, tiene treinta y
en clontle está de segunda maestra. tres años, de temperamento linfático, habitualmente
El médico que dnrante tantos años la había cui- enfermiza, de una inteligencia más que regular, está
tlado con una abnegación admirable, y que no la había ocupada como segunda maestra en la Comunidatl de
abandonaclo hasta que se convenció y declaró varias Hermanas de la Caridaü de Gros-Caillou' en cuya
280 crENTo crNcuENTA Mrrraenos DE NUESTRA snñon¡. DE rrounDns 281
casa entró á la eilatl de ocho años, sin haber salido de tirantez en la región epigástrica, de opresiones, de
nunca. inapetencia, de náuseas, de vómitos, algunas veces
No puede dar ningún dato sobre la saluil de sus continuos clurante varios dias, tle fatiga y debilidail
padres, á quienes perdió pronto, ni sobre su propia general, y en fin, ile una porción tle síntomas que
saluil durante su primera infancia... acompañan generalmente á la gastlalgia. Siete ú ocho
En el ¡rerÍodo de los pocos años que siguieron á su veces en el espacio de los diez primeros años fué pre-
form¿ción, su salud general se conservó bastante sa, sin causa conocida, de expectoraciones, ó mejor de
buena, aunque sufrientlo de una leucorrea casi conti- vórnitos tle sangre, que duraban por lo menos una se-
nua, y atacada de vez en cuando de erisipela en tlife- mana.
rentes partes del cuerpo y de frecuentes abscesos tle- Las dos úrltimas de clichas hemorragias, que tuvie-
bajo de los sobacos. ron lugar enSeptiembre de 1871 y en Octubre de
Hacia los veinte años se le desarrolló un rosario 1872, se prolongaron más ile un mes á pesar de todos
de ganglios encima y debajo de la clavícula izquierdt-r,. los neclicamentos puestos en juego, y redujeron á la
Estos ganglios formaron utt tutnor, y la supuraciÓu, enferma á uu estado de extrema ilebilicl¿cl. Ningirn
después de haber durado mucho biempo, es decir, cer- alimento, ni aun siquiera gotas tle agua, podía tomar
ca de un añ0, disminuyó poco á poco y acabó por su- sin que las arrojase inmecliatamente.
primirse enteramente, tlejando en su lugar cicatrices Hace ocho años le sobrevino una erisipela en el lnus-
deformes. lo izquierilo, debajo de la caclera, que degeneró en una
Descle entoltces Lucía ha es¡atlo sufriendo casi llaga superficial del tamairo de una moneda tle cinco
siempre. francos, que supuraba como un vejigatorio durante
Por esta época fué cuanilo yo empecé á asistir á la innchos meses y que curít siir dejar señales.
Comunidacl cle Hermanas de la Caridad del Gros- Poco tiempo después LucÍa fué atacada de un¿ nne-
Caillou. va erisipela, que se extendía de la cabeza á los dos bra-
Lucía, á quien he visto desde hace cloce años casi zos y aI pecho, y qite, como la precedente, se convir.-
constantemente enferma ó enfermiz¿, no ha padecido tió en una llaga del ta,nairo tle la pahna ile una mano
nunca tle reumas ni de tos; Ios exámenes esteoscópi- pequeña sobre la región external y sobre la parte in-
cos á que la sometí con frecuencia no me hicieron terna cle la región de la tetilla derecha.
tlescubrir jamás la tnenor afección cle los bronquios, La larga persistencia de esta llaga y su modo de
de los pulmones ó tlel corazón. extinguirse forman Ia parte curios¿ de este relato.
La nayor parte de sus sufrimientos los atribuía Esta llaga tomó rápidamente los caracteres de una
ella ¿l estórnago, quejándose á menudo cle dolores y írlcera tnbercnlosa; su srperficie blancuzca se cubrió
CIENTO CINCUENTA MIIAGROS DE NUESTRA snñon¡. DE rrouaDns 283
feligreses en las Vísperas esta curación, y la procla- nes, el abate de Musy volvió al seno rle su familia.
maba como uno de los milagros más grandes y más Todas las mañanas dice la Misa, ¿nda sin fatiga y
probados que se han visbo en Lourtles' puede escribir ó leer largas horas' Su curación es
u Acabadas las Vísperas el abate de Musy hizo su eompleta.
primera visita, yendo á dar las gracias al señor Cura' ,,Er, aB¡.tp ANroNro,
Yo quisiera poder expresal la alegría y los transpor- " Sacerd,ote d,elú d,i.óces* d¿ Autún.>
Lourtles, y cada vez se manifestaba una nreioría real?' 'cual no había yo experimentado hací¿t mucho tiempo.
pero de corta duración. I-.,as fuerzas me volvieron poco á poco, y después de
*Por' fin, la víspera de la Asunción, habiéndose re- la llisa pude atravesar la iglesia siu ayud.a de nadie.
sÍelto instantáneamente una crisis de las mtis violen- Dirigíme á la Gruta para buscar alií el fin de mi cu-
tas por medio tle una ligera fricción hecha con
agua ración, que me parecía comenzad¿. No entré en la pis-
milagrosa, mi madre tomó Ia resoluciÓn irrevocable cina (hago est¿ observación ¡rara los médicos); mi
de pártir; y á pesar tle las instancias reit'eradas ile' rnaclre se contentó con empapar la punta tle un peina-
la
lgs médicos, que no ocult¿ron eI peligro del viaje' clor, ¡ me frotó ligerarnente sobre la medula espinal,
partida .. n;O para el viernes 22 de Agosto' EI médi' sitio de mi mal. Inmedi¿tamente sentí un vivo dolor,
y couro si alguna cosa volviera á su lugar, y desde este
co de uno de nuestros amigos tluiso acompañarnos'
habiendo llegaclo el día esperarlo con tanta impacien- nomento anclo sin experimental el menor sufrimiento.
cia, nos pusimos en tnarcha' Pero ¡qué viaje!"'
,,Al regresar al hotel. mi madre se admiró cle ver
-ltendida en cupé-cama hice el trayecto con mucho el apetito con que nre puse á almorzar. y su admira-
y erall ción fué ¿rírn más grande cuando me vió beber rino,
trabajo. lle encontré mal unas dieciséis veces,
tan vivos los clolores que á no sel por la certez¿ d'e que hacía dos aitos no podía soportar. Por la larde
que sería curada en Lourdes, hubiera creírio que este tlimos en carruaje un paseo cle tres horas; y al día
viaje me conducía al sePulcro' siguiente, sin ninguna fatiga ¡ sin ningún accidente,
-lt Aiu siguiente, sábatlo, á las cuatro de la tar- hice doce horas de ferrocarril. y rlos tlías tlespués seis
en horas en un mal calrnaje.
de, oí pronunciar este nombre bendito' Xlstábamos
Lourdes... Me transportaron sin conocimiento al ho- ,,Desde aquel día no he vuelto ii sentir nada de lo
tel. \ruelta en mí bebí un poco de agua milagrosa, 5' que tanto me había hecho sufrir, y mi salud se ha ido
pronto se obró en mi estado un cambio notable y sor- fortiflcando caila vez más. Yarios médicos, que he
prendenie. tenido ocasión de \.er, han declarado que ni siquiera
uPor la primera vez después de ocho meses pase lne encuenbran el aspecto delicado de las jóvenes pa-
buena no.h.. Al siguiente día me llevaron á la
igle- risienses.
,qia; mienlras me confesaba en la sacristía, el sacerdote *De vuelta á París, mis anigas se nnielou á rní con
hubiera querido decirme que yo iba á ser curacla, pero gusto para tlar glacias ír llaría.
prefirió excitarme á la fe sin comunicarme entonces íJ1r¡¡¿ (l'IIoonP.,
.,, 1,.nsa*iento. Oí la llisa con mucha dificultad, y
poc,t ,1espué'q cle la ComuniÓn sentí extenderse en todo
ini ,uerpl Lrtt ialol stlave que me produjo un bienes|ar
310 CIENTO CINCUENTA MILAGROS il DE NUESTIIa snñon.s, DE r/ouRDEs 311"
ficat para ayutlarme á expresar á la Virgen Inmacu- ' Escrito en la Besse el 22 rle Septiembre tle 1873,
Iada mi gratitud y mi amor. De allí fuí á casa de los en virtud de santa obediencia.
Padres Misioneros, que deseaban oír la relación del Por copia conforme:
beneficio que la Santísima Yirgen acababa d.e con- Cosrns, curt t]e lo Bcssr'.
cetlerme.
uPor Ia tarde bajé otra vez á la Gruta pala orar.
El Vieario general que -cubscribe (hoy obispo de Mencle), cer-
separándome de allí con verdadera pena, por la clicha tifica la exactitud de los hechos contenitlo-s en la relación que
que sentía, para ir á tomar un p0c0 de reposo que mi precede.
Superiora juzgó serme necesario. \¡olví á pie á Lour- tioclez, it de Octubre cte 1873.
cles sin experimentar la menor fatiga; cené con buen Cosres. l. ü. (l;.
apetito, y el alimento que tomé no me ocasionó el más
ligero malestar. Dormí dur¿rnte la noche con un sueño Juzgando conveniente pedir algunas explicaciones dr la Supe-
riora general, recibi de ella el 29 de Enero último los -"iguientes
muy tranquilo, y al día siguiente temprano volví á datos, que interesarán indudablemente l¡ nuestros buenos lec-
pie al Santuario, en rlonde había dejado la víspera mi tores :
enfermedad y mi muleta.
,,Aquel día, y hasta mi partida de Lourcles, que tu- uDios se ha llevado á la buen¿ Sor Dorotea. Su-
vo Iugar el 9 de Septiembre por Ia mairana, putle se- cumbió á una enfermedad de pecho el 1.o cle Enero
guir totlos los ejercicios que se hicieron eI domingo y de 1880.
el lunes en la Gruta, en la iglesia, en Ia Cripta y en ul,a parálisis de su pierna no volvió más á manifes-
la montaña. tarse; pero en 1878, en el mes de Julio, fué atacada
uHe regresado con buena salud á mi Comunidad de súbitamente ile una parálisis de las mandíbulas, qtte
la Besse, soportanrlo las fatigas de la vuelta como lo la tuvo varios meses sin poder h¿blar. Los cuidaitos
hubier¿ podido hacer la persona más robusta. Me han inteligentes y asiduos de cuatro médicos, á quienes
permitido seguir torlos los ejercicios del retiro general consultó sucesivamenle, y cuyas prescripciones eiecutó
y conformarme en todo á los ust-rs de la casa. con toda punbualidatl, no pudieron mejorar su estatlo.
r,
¡Gloria á María ! ¡reconocimiento sin límites á mi Al contrario, áfierua de ensayos la retlujeron á no
augusta y pgderosa Bienhechora! ¡que Ia salud que poder alimentarse más que con algunas gotas de li-
Ella me ha devuelto con tanta generositlad la emplee quidos, que introtlucía en su boea por Ios pequeños
¡'o únicamente en su servicio y en el de su Divino huecos que habia entre los clientes á los iados de sus
Hijo I
Hacía un año que el deseo ardiente de una pere- mos esperar de la Virgel; á vosotras, que os gloriáis
grinación aI Santuario privilegiatlo de llaría, á Ia de llevar sus libreas, Ella no puetle tlejar de seros fa-
Gruta de Lourdes, se había fijado en su mente ó más vorable.,, La misma tarde llegaron á Lourdes; pero
bien en su corazón. Este deseo parecía imposible de Bárbara, extenuada de fatiga, no pudo clirigirse á la
realizarse para la pobre huérfana; así es que no ha- Gruta con los demás peregrinos.
blaba tle é1, limibándose á oral con más felvor y apli- El miércoles por la mañana fué con su compañera á
cándose á reform¿rr en si misma cuanlo pndiela des- recibir la Santa Comunión en la iglesia rle la Apari-
agradar á la mirada tan pura de la Reina de las vír- ción, y oró con fervor; pero el momento de la gracia
genes. En eI mes de Septiembre último oyó hablar n0 era aírn llegatlo. Por la tarde, á las tres y media,
tle una peregrinación cle las diócesis de Cambray y de fué introducida en la Gruta con otras enfermas, en
Arras que se organizaba para Lourcles. Descle enton- donile oró con fervor. Hstaba allí hacía un cuarto de
ces la realización de su deseo parecía posible, y se hi- hora, cuando un sacerclote, después de haber hecho
cieron las diligencias necesarias para que pudierafor- algunas recomendaciones, anunció que se iba á cerral
,la Gruta, pero que antes iba á rezar tres Aoe Ilorías
mar parte de esta peregrinación ú0n una de sus com'
pañeras; y habiendo sido autorizado su viaje por los por los enfermos que estaban en ella, á quienes acaso
administratlores del Hospital, eI 29 de Septiembre de faltab¿ la fe suficiente para obtener milagros.
1,873 partió Bárbala pat'a Lourtles. Estaban delante rie la Gruta cuatro peregrinacio-
Cuán doloroso y aflictivo fué para la pobre enferma nes reunidas (sobre cinco mil personas). Bárbara sin-
este largo viaje, puede suponerse fácilmenbe, puesto tió acrecentarse su fe ante el pensamiento de tantas
que no podíir montar en coche sin la ayuda de dos oraciones dirigiclas por ella. *¡Oh Madre mía! decía,
personas. Pero la esperanza y la fe cltte la coniiucíail, es imposible que permanezcáis sorda á tantas súpli-
le dieron fuerza y valor. I{icieron alto en Nuestra cas; Vos sabéis que soy vuestra; Vos me curaréis, así
Señora de Buglose, s¿rntuario doblemente querido á l0 espero, no quiero salir de aquí con mis muletas.'r
nuesbras niñas por el culto de su Inmaculada }Iadre En el mismo momento su compañera la vió paliclecer;
y pol el recuerilo vivo de San \iicente cle PaúI, á grandes gotas cle sudor cayeron de su rostro; sintió
rlnien llaman justamente su Paclre. Allí nuestras dos un tlolor violento en la pierna izquierda, que se alar-
Hijas de llaría tomaron su cinta y su medalla para gaba y se elevaba sobre sus muletas, las cuales caye-
hacer'la Santa Comunión, ((con el fin, decían sencilla- ron junto á ella, y una fuerza irresistible lit puso tle
nente. tle que Ia Sanlísima Virgen pudiera reconocer- rodillas. Su compañera comprendió que estaba curada
Ia.. " Ln eclesiástico que formaba parte de la peregri- y gritó: r,¡Milagro! ¡milagro!,r La hicieron levantar-
na:i,,ri. lts riijo al verlas: *flij¿s mías, toclo lo pode- se, crrlzaron las dos muletas sobre sus brazos, hicie-
322 CIENTO CINCUENTA MIIJAGROS * DE NITESTRA SENoRA DE rroItRDES 323
ron formar en flla á los peregrinos, y subió sola y sin <<Lourde-., 1.o Octubr,e 1873, ¿i ias ocho ¡.media de la noche.
apoyo al canto tlel fuagtt'í¡fr'cat,la tlistancia escarpada
qo. ..p*tu la Gruta tle la habitaciÓn de los Padres tle r,; Milagro ! milagro ! la S¿ntísima Virger ha hecho
¡
la Inmaculaüa Concepción. Estaba radicalmente cu- brillar su poder; Nuestro Señor ha mostrado la fnerza
rada. de su brazo.
L¿ virtud poderosatie la Santísima \¡irgen habí¿ ,,Esta mañana lla sido curada milagrosarnente una
venido en su socorro, haciendo en un instante lo que persona paralítica, ;'á la uua de la tarcie he oíilo ha-
Ios esfuerzos impotentes de Ia ciencia humana no ha- trlar á una muda de Nantes que n0 había cticho una pa-
bían poclirlo lograr en diecisiete años' labra hacía dos años.
En cuanclo á las muletas, los Padres de Lourtles *Pero todo esto n0 es nada eIr compalación del mi-
han querido guardarlas como testimonio, y están col- lagro palpable, evidente, incontestable, que ha tenido
gatlas en ia Grut¿ atatlas con una ¿ncha cinta azul' lugar á dos ntelros de mí: un¿ persolla de Cambray
que había venido con n0s0tr0s, con qnien IIr. X'x*r. ve-
La peregrinación de Cambray y de Arras, de Ia que formó nía hablando en el ferr,ocarril clesde Douai hasta Lour-
parte Bári.rara Canelet' tuvo tal resonancia con motivo de su cles, con ia cual hemos comido en Buglose, que hacía
especial
inaravillosa curación, que se publicó de ella una acta más rle cli,et o,t¿as no poclía andar sin d,os nr,uletus, y
que no se
nruy extensa, la cual contiene detalles ¡'documentos
e,rcuentron en la relaoión que antecede y que hemos
extraído á quien hemos procurado alojainiento en frente del
Hay en el conjunto de estos hechos
de los An¡.ales cle Lourcles' nuestro: esta persona, que llegó con n0s0tr0s á l¿
con que con\¡encer á los más incrédulos y desafiar á los más Grut¿ aqueila tarde á las tres ¡' meclia, se colocó en
obstinados contradi ctores,
He aquí lo que dice el autor r.lel act'a, testigo ocular: el interior de ella para orar con efusión á la Santísi-
ma Virgen en el momento en que un sacerdote, ocu-
Elisa Bárbara Canelet, que naciÓ eI2 de Diciembre pado de las recomendaciones, hablaba de la fe nece-
de 1838 y ha estado coja desde los tliecisiete años' ha saria para que esta Seirora obre milagros, y ella se
""ido
súbita y rad'icalnlcntc ¡ttada en la Gruta de rlijo: ,,Sí, es preciso qüe y0tenga confianza,lavirgen
frourdes el miércoles 1." de Octubre, á las tres y me- rme curará;n }¡ üna fuerza irresistible la puso de rodi-
tlia rle la tartle. llas, arrojó sus nuletas y arrodillada exclamó: ,, ¡llila-
Damos aquí el extracto de una c¿rta escrita sobre ,,gro! ¡nilagro! ¡estoy curada !" Iln seguida l¿r gente se
este pirrticular por uno de nuestros conciudadanos agrupó cla.manrlo y lloranclo, y Mr. l.***, qne estaba
t:itiso del suceso, cuya carla se ha dignado comuni- conmigo apo¡'ado enlareja, me gritó: ,,Es la unestra,
r'1i'DoS stl fanilia. ((es la nuestra," Ella era, en efecto,
coiitltletarnento
cura,da. Es una persona como de treinta y cinco años,
324 CIENTO CII{CU]]N'IA MILAGR,OS DE NITESTRA snñon¡ DE rrouriDnb 325
llamacla Bárbara Canelet, que vive en Cambray en el El milagro tuvo lugar en la misna Gruta, sin que
Hospicio general á uausa tle su enfertnedacl, l¿ cual la enferma se lavase con el agua de la fuenbe.
prede resumirse así: una pierna mucho más corta que llo pudiendo arrodillarse, estaba de pie apoyada
otra. y una roclilla toda hinchada. Bn un instante, en en sus muletas orantlo con fervor, cuantlo repentina-
un rnomento de sufrimiento y de i'evoluciÓn intleci- mente pasó en ella cierta cosa inconprensible: sin-
bles, su pierna se alargó y su rodilla se puso en el es- tiendo que su pierna se alargaba, ó: irnpelida como p0r
tado nabur¿l: Dios había oblado. nna fuerza invisible, se prso de lodillas.
.,¡Gloría á Dios por'Ilar'íai'.. ;Yiva Nuestla Seño- Nuestra Señora de Lourcles h¿bía hecho ell un se-
ra de Lourdes ! gundr-r lo que en más cle diez a[ros no habían podido
,,Dinjo á V. estas breves palabras, escritas á la ca- hacer las medicinas.
rrera, en eI cuarto tle l¿ ¿rfr-rrtunada Bárbara, qüe se En cuanto á las muletas. los Paclres de Lourdes
encuentra rnuy bien y con quien collversa l{¡. p*'r"i' quisieron conservarlas como testimonio, yBárbaralas
actualmente.,' ofreció en er-aoto á la Santisima Virgen, que acababa
Bárbara Canelet ha vuello ¡'a ti Cambray. ¿le honrarla con tan insigne favor'.
Hemos ido inmediatamente ai Hospicio. La Supe- Esta mujer, que no podía dar un solo paso sin apo-
riora ha tenido la bondad de comunicarnos totlos los yo, que tenían que levantarla en eI aire para subirla
datos sobre eI estado tle la enferma ctntes del milagro; á los ómnibus ó al tren, ha vuelto d.e Lourdes sin nin-
y en cuanto á éste, la misma Bárbara nos ha referitlo guna a¡'uda.
todos los detalles. A frn de informalnos toclo lo posible, hemos supli-
La curación es tontplctcu ha siclo 'insta+t'tcítt'ea. cado á la Superiola rlel Hospicio que nos comunicase
Bárbara tenía la pierna izquierda más corta que Ia las listas qtte hacen tle cuauclo en cuanclo los tnétlicos,
derecha, y la rodilla hinchada ilesmesuradamente, con relativas al estado tle ios incurables.
el color amoratado de los miernbros enfermos. Cuando Nos fueron presentadas cuatro de ellas con las si-
se apoyaba el dedo en ella, quetlaba una marca por guientes fechas: la primera. clel 19 de [Iayo de 1859;
mncho tiempo visible. Los tlolores eran con frecuen- la segunda, del 5 de Abril ile 1866; latercera, del 28
cia muy vivos. de Abril de 1868; la cuarta, del 19 de Agosto tie 1871.
Hoy las dos pierna,s están absoltttamente iguales; Las tres primeras son copias hechas sobre los ori-
l¿ lrinchazón cle la roclilla ha desaparecido completa- ginales. La letla de una de ellas es de }ft'. \\'ibberb;
t):,'itt(. y no hay traza alguna de enferned.atl. Hemos las otras rlos han siclo flrmadas por llr. Lanorisse.
hech,,, anilar á Bárbara, y anda como cualquiera per- En Ia de 1859 se clice de Bárbar¿ Llaneiet: Mal cn
¡1,¡¿ 11üp nuilca ha esta4o lisiada. l(,s rodillo.s.' en la tle 1866: -[':tdt¿ t'o¡t :¡t.ttleto,s: enla
.t
tiene una importancia especial, porque en esta época completa, que habría excedido los límites de una sim-
la Atlministración de los Ilospicios, deseando hacer ple relación.
economías, ordenó que totlas las personas que no fue- Atlemás, ¿qué necesidatl tenemos de documentos y
ran tleclararlas completamente inválitlas ftreran despe- de pruebas justiflcativas? ¿l{o tenemos Er,inicntas
didas. Los l)rs. Delbarre (padre é hijo) hicieron la vi- personas de esta vasta diócesis de Arras, t¡c/t'ocictt'tus
sita: el hijo examinaba el eslado tle ios enfermos y eI tle la vecina cliócesis cle Cambray y ocllo ntil pere-
padre escribía, y precisarnente esba misma lista es Ia
'
grinos ó habitantes de Lourdes que han oisto y olclo
que hemos tenirlo presente, y que contiene en cuanto lo que dejamos escrito ?
á Bárbara Canelet esta indicación escrita con mucha Aquellos que se obsbinan en negar la evidencia y
claridad: Artritís crrjtticn rle la rodilla. Y Bárbala, n0 creer en los milagros, que se tomen eI trtrbajo de
declarada incurable, pelmaneció en el Hospicio. interrogar á estos ocho mil testigos (bastarían cin-
Cacla cual juzgue ahora y reflexione. Por lo que á cuenta), y que nos digan su opiniÓn fundada y sobre
nosotros toca, no potlemos mellos de tlar gracias á totlo sincera: esperamos tranquilos el resultado cle
Dios, que se complace en clerr¿mar por María los más ella.
señalatlos favores sobre los humildes y los peqnerros.
¡Yiva Nuestra Señora de Lourdes!
B. lB lVfunce.
su director y al cura de la triarroquia que eI domingo delanbe de la verja. IJna persona conocida suya tenía
próximo comulgaría en la iglesiar )' Que el cura porlría ,un paraguas encima de su cabeza. La Srta. de Tin-
predicar eI milagro tle su curación. seau quería bañarse en la piscina, pero ésta se en-
Sus padres, un cura amigo de la familia y un sir- contraba ocupada. La verja estaba cerrad.a totlavía.
viente cle confianza Ia acompañaron. Sus dolores fue- Buscaron al guardián para que la abriese. y así poner
lon continuos; no lo ocultaba y decía: ,,Sufro horri- á la enferma en lugar abrigado bajo la roca. Llegó y
blemente, pero en L,ourdes seré curada." Su estatlo abrió...
inspiraba compasión á todos los peregrinos cada vez En este momettto dos pensamientos cotrtrat'ios como
que tenía que cambiar de vagón. Los empleados de un flujo y reflujo violento llevaron en sentido opuesto
Ias estaciones la prestaban su ayuda, pues ella toclo el alma de la piadosa joven. Quería levantarse y an-
lo que podía era dejarse llevar. Esta angustia tluró dar en segnida, pero n0 se atrevía á hacer la prueba;
todo el viaje, por espacio de dos días y una noche. nna confianza inmensa Ia empujaba, un temor inven-
Mas ¡ay ! la llegada á Lourdes iba á prolongarla. cible la encadenaba.
Eran las diez ile la noche. Numerosos peregrinos cle Abierta la puerta ile la verja. los padres se agacha-
Rennes y de l{imes habían ocuparlo todos los depar- r0rr para coger la silla y let'autarla con Ia enferma;
tamentos cómoclos, ¡'fueron menester dos horas para pero ésta, en cuya alma acababa tle cesar la lucha
hallar nn granero, dontle Ia instalaron con bastante predominanclo la fe, exclamó: r;Dsj¿¿, dejad, que yo
trabajo. entraré sóla.'r Y se levantó, entró, siguió andand.o con
Había pasado el tiernpo de esta lalga espera en el firmeza y se postró mirando hacia el nicho de Ia ima-
interior tle un coche. La esperanza de su curación la gen tle l\Iaría.
sostenía. Tendida por fin en su canlaT aplicó sobre sus Sus padres se aceleraron y postralon igualmente,
niembros unos lienzos empapados en agua de la Gru- y después de un instante ¡'puesta en pie, Ia enferma
ta. l{o viniéndole el sueiro, las horas tle aquella noche exclamó ¡ a ¡Estoj curada ! nfagni/ícat !,,
fueron d.olorosas para st alma. Tuvo que sostener una Sus pailres Ia ¿rbrazaron, Iloraron y la estrecltaron
especie de agonía de tlesconflanza y cle dnda, pero su entre sus brazos.
es¡is¡¿¡2o se afirmó cle nuevo por la mañana cuantlo Los peregrinos que estaban fuera d.e la velja. aper-
[,i1rtió en coche á la Gruta, en unión de las personas cibiénclose de lo que pasaba, se agitaban ¡' r'ebullían
,1ue la acompañaban. para ver Io que acontecía en eI interior. De todos la-
Ela el 8 cle Octubre cle 1873. La lluvia caía en dos llamaban á la ¿fortunacla joven, queriendo contem-
i'.1 '.ru 1,,.n,-.t,.. ¡- el suelo de la Gruta estaba lleno de lo- plarla de cel'ca, ) le clabau la inano. ¡'le hacían tocar
,.1 r, S¡1i¡1¡,-'¡ ¡í. Ia eufertn¿r, y la colocaron en una silla ros¿rios. T,a noticia había llegado hasta la iglesia, y
346 crENTo CTNCUENTA lrrrracnos DE NUESTRA SI]NORA DE ITOUR,DES ,):t I
los peregrinos se amotinaban delante de la Gruta da sintió en seguida que sus miembros recobraban uu
para ver á la Srta. de Tinseau, pero n0 lo lograban poco de vida; al terminar el dÍa estaba curada también.
toclos, y gritaban que se mostrara. Sube al fin sobre La Srta. de Tinseau quiso por úliimo subir á la ca-
una silla. Aquí y allá se oye entonar el nlagnifr,cat; pilla para ir á comulgar, y se fué sin zapatos, porque
pero la emoción, demasiado viva y desordenada, no al salir de su casa no habí¿ pensaclo en tomarlos, pues-
permitía cantar de consuno á los circunstantes. Se to que hacía mucho tiempo le eran inútiles. La mu-
gritaba u¡Viva }faría!,' y la Srta. de Tinseau, que chedumbre le hizo un nolesto cortejo. Se precipitaban
tenía grande yeneración al Papa y había orado ince- para acercalse á ella, tomarle las manos, abrazarla,
santemente por é1, exclamó¡ ,,¡Viva Pío IXlr cuy&s tocarla á lo menos, verla de cerca. Su sombrero se
aclamaciones se repetían y cruzaban. perdió en este barullo, y sus cabellos tlesgreñaclos le
al señor Obispo tle Saint-
Comunicaron la noticia caíart sobre la cara; hasta que al fin se estableció una
Dié (1) que presiclía la peregrinación, rliciéndole: doble hilera para que putliese entrar en la iglesia.
,,Acaba de ser curacla una persoira en la Clruta.-¿Es Comulgó y la entraron en la sacristía, y ocultándola
acaso la Srt¿. de Tinseau?" exclamó conmoviclo, y fué á los extremos ternibles de la multitud, por la Clipta
allá en seguidtr. Bajo la lluvia y atr¿yesanclo eon se clirigió á la casa de los Misioneros, descansanclo
gran clificultad la, mucheitumbre confusa y alborotada allí algunas horas de estas inauclitas emociones.
en la exa,ltaciór en que la había puesto la ¡rresencia Se ciurmiír, y al despertar', Ios recuerclos de Ia ma-
cle lo sobrenatural, fué á reconocer á la Srta. tle Tin- ñana le parecían un sueñ01 pelo y¿ tranquila y serena,
seau, se enterneció, feliciló á sus patlres; y no pu- se dió cuenta de tor1o, obserr'ó sus miembros uno á uno,
dientlo contener la efusión de sn alma, se dirigió á la é ltizo ensayos de ia nuev¿'r virla que se le había tlado,
mulliturl é hizo crecel la emoción pitliendo amor eter- sin encontrar tlolor ningnno en su cuerpo, y sí un bien-
no á l¿ Santísima Yirgen. estar completo. Palpó el lugar de su habitual sufri-
IJna joven proceclente cle la diócesis rle Coutances mieuto, la espina doi'sal, y lo encontró en perfecto es-
acababa de bañarse en la piscina. Hacía siete años tatlo. Al bajar tle l¿1, cain¿ se puso á anclar, subió so-
que 1]o anclaba. La llevaron á lir Grula, y su padre dijc bre las sillas, y segura al fln de una curación cornple-
ii Ia joven t1e Tinsea"u: uSeñorila, tome \'. á mi hija; ta, recouociéndose apenas á sí niism¿r , ententecirla y
al,:áucenos Y. su curación., l¿ Srta. tle Tinseau la dichosa cogió su los¿rrio y dió gracias á la Yirgeu In-
t,,rrii,eu sus brazos,0r¿11'0n juntas, yla joven norrnan- maculad,a.
Apenas salió, Ias felicitaciones la persiguieron de
, I \f r.: rlt,.erot. que después {ue arzobispo de Lyon y car-
nuevo, besaban sus m¿nos, le hacíau firnar estampas,
,i:-i r,. su marcha era un triunfo.
348 crENTo cINCUENTA trrrraGn,os DE NUESTRA spñon¡. IE r,ouRDES 319
Al día siguiente la Srba. cle Tinseau, fuerbe y alegre, Virgen Inmaculacla, alegría de su alma , y á la rez
eniprenclió su viaje de vuelta con los peregrinos tlel médico y segunda }fadre de su cuerpo. Llevaba los
Franco-Condado. En la estación de Cette, Ios emplea- colores de llaría, y bajo estos colores que lo referían
tlos que h¿r,bían ayuclado á cambiarla de vagón se pre- tod.o, una excelente salud y un perfecto bienestar. Lo
que ha pasado en su alma en estrr seguntla peregrina-
sentar'on de nuevo para hacer eI mismo servicio. De-
lante de ellos saltó á tierra con admiracion de los mis- ción sólo lo saben la Virgen María y ella; lo que nos-
m0s.
otros sabemos es qre su dicha fué grantle.
La peregrinación se detuvo en Lyon para visitar á Esta será la última que gozar'á en la santa Gruta.
Nttestra Señor¿ de Fourviéres, y al tiempo tle partir Ya dijimos que sólo deseaba su curación para hacerse
un gentío inmenso había invadido la estación para c0- carmelita. La Virgen le ha daclo Ia salud en Lourrles,
nocerla, felicitarla 1' pedirle sus oraciones. y ella va á d¿rr su virla á la Yirgen en el Carmelo.
En todas partes fué mostraudo el milagro de su cu- Su Írltima visita antes cle clejar el munilo, quiso la
ración, y en particular en la iglesia rlel pueblo el do- Srta. de 'finseau hacerl¿ á Nuestra Señora ile Lour-
des, desde cnya Gr.uta, sin volver á pasar por la casa
mingo siguiente á su vuelta. como lo había anunciailo
de campo de sus paclres, debería dirigirse aI moltas-
á su párroco . La Eentuinr: religiattse dc
^9aint-Claude terio del Monte Carmelo tle Lons-le-Saulnier, con áni-
ha referido su peregrinación de acción de gracias á
mo de no salir jamás de é1.
Nuestra Señora de Mont-Rollancl, á donde sus anti-
guas amigas habían ido á esperarla. Su mailre la acompañaba y hablaba con gozo de la
Todo eI X'ranco-Condatlo ha sabido la maravillosa vocación de su hija y tle su próxima separación, para
Ia cual se mostraba con valor. pensantlo en el terrible
curación. La f¿milia de Tinseau goza allí de una re-
putación muy clistinguida; Itr. de Tinseau había sido día de esta separación que se ib¿-¡ acercando, lloraba
como madre y sonreía como cristiana en presencia ile
en otro tiempo consejero general de su departamento.
su noble hija, que la Virgen le había devuelto un ins-
EI efecto fué inmenso en los ánimos. Los periódicos
tante para volvérsela á tomar para siempre. Compren-
sisternáticamente hostiles no quisieron dat' crédito;
pero la curación repentina y persistente era un suceso día la felicidad de su hija y la gloria que ella como
matlre telrÍa.
l,alpable, y su explicación por motivos natur¿les era
,rontlal'ia á la razón. Los pueblos han creído eI mila- Transcribimos á continuación lo que la Srta. de
Tinseau escribía á Lourcles en el mes de Julio: .,EI
sr','. ,lel cual resultó mayor respeto á las cosas santas
r r'.'.urÉnto cle confi.anza en la San|ísima Yirgen. 25 ilel corriente debo recibir el santo hábito. Solicito
l-l 12 ,le lla¡-o últirno Ia Srta. de Tinseau vino nue- humiklemente con este motivo oraciones á Nuestra
1'-1:..:::: ti L,rurdes á clar gracias á su Bienhechora la Señora de Lourdes que se rlignó el B cle Octubre últi-
350 CIENTO CINCIIENTA MII]AGROS DE NUESTBA srñon¡, DE r,ouRDES 351
m0 darme las gracias fisicas, y eI24 cle Mayo las gra-
cias espirituales de que tenía yo necesitlad para se-
guir mi santa vocación.
,,Deseo igualmente que mi entrada en el Carmelo
sea referida en los Annales,.no por mí, que debo y XVII.
quiero ser olvidada y tlesconocitla, sino para que se
sepa bien que l.{uestro Señor no hace cosas tan gran- Curación súbita rle una joven enferma, referiila por
des por un interés temporal, sino para gloria suya y su métlico. (Lourtles, S tle 0ctubre de lgZB)
bien rle las almas.,,
El mismo dia 8 de Octubre de i873, la Santisima Virgen hacia
brillar en la piscina de Lourdes su poder y misericordia sobre
otra joven llamada María poirier, de Sant_Aubin de.ferregate,
en la diócesis de Coutances. Ei Dr. Cochet, médico de la men_
cionada María, es quien contestando á la súplica de las Autori_
dades eclesiásticas ha hecho, previa_s las más serias investiga_
ciones, la relación del suceso. He aqui como se expresa:
Señor Cura;
Me hace \¡. el honor de pedir en nombre rlel ilus-
trísimo señor Obispo mi opinión bajo el punto de vista
medical y científico acerca de la curación extr¿ordi-
naria acontecida en la persona de María poirier el g
de este mes. Con el objeto rle motivar bien esta apre-
ciación, se hace necesario que y0 entre en algunas ef.
plicaciones sobre las circunstancias que han precetlido
y acompañado este acontecimiento.
En Abril de 1866 María Poirier, que á la sazón con-
taba quince años, de temperamento linfático y cous-
titución muy rlelicada, fué atacada de una angina ton-
silaria seguida de una fiebre tifoidea. En el transcurso
ile la larga duración cle ésta, la enferma tomó la cos-
tumbre de encorvarse, enroscándose sobre sí misrna,
352 CIINTO CINCUENTA MILAGROS DE NUESTna snñonl DE LoURDES 359
de rnanera, que cuanilo después de muchas semanas formadas se había hecho imposible, y no pudiendo no-
vino la convalecencia, reconocieron que los miembros verse la enferma debía ser transportada por otra per-
inferiores estaban fuertemente encorvaclos, las pier'- sona todas las veces que le era necesario cambiar
nas sobre los muslos y éstos sobre Ia parte superior de lugar y aun deposición. La s¿lucl general habÍasu-
del tronco. Tal es ei origen de la enfermedad que sufrido mucho con semejante estado. Incesantes y agu-
acaba de sel curada ile una manel'a sorprend,ente. dos dolores del esternón fatigaban día y noche á la
tina medicación apropiada establecí entonces para enferma, y los vómitos frecnentes comprometíau gr¿t
remediar semejante estado tle cosas. Como no existía venente la nutrición. Así, la clebilidad y la flaqneza
anquilosis, sino simplemente una retracciÓn de los eran extremas, y Ia voz estaba casi apagaila.
tenilones flexores, me limité á aconsejar á la familia En este estado de salud emprendió el 5 de Octubre
eI empleo de algunos medios sencillos, que aplicados' su viaje á Lonrcles, á tlonde llegó el Z ; y la nairana
ilefectuosamente no dieron resultaclo alguno, y el mal siguiente la, enferma fué conducida á la piscina, en
hizo tales progresos, qne ett 1867 no era posible com- la que sufrió tres inmersiones rápitlas y consecutivas,
batirlo eficazmente, á no ser con los medios oltopédi- sumergiénclola en el agua ha,sta el cuello en cacla una
cos inaplicables en el campo, ó mediante operaciones ile ellas, y sin que sintiese, colno ella decía, ninguna
quirÍrrgicas que no fneron aceptarlas. ili cambio de re- sensación de frí0, sino mu¡' al contrario, cierto bien*
sidencia, que tuvo lugat' en 1868, me hizo pertler de estar no acostnrnbrado, que atribuye á la desapa-
vista á la enferma, ile quien ya no había oído h¿blar rición sÍrbita cle sus dolores cle pecho. Llevada á l¿r,
sino hasta estos días. Gruta, estaba allí sentarl¿r hacía cinco ó c'liez minutos
Según el deseo de V., el20 de este mes fttí á ver sobre un asiento, cuyo travesaño anterior sostenía sus
á la joven Poirier, á fln de juzgar por mí mismo su talones, cuanrlo ¿rdvittieron que éstos dejaban su apo-
estado actual y tomar de ella y de su familia todos y0, que bajaban hacia el snelo, y qüe en las pier-
los datos que me son necesarios para funtlar mi opi- nas y muslos se obraba un movimiento cle extensióu.
nión. La joven, que afirma no tener conciencia de lo que
De las declaraciones que se me han proporcionado, pasaba en ella en este nomento, declara, sin embar-
result¿ que después de la asistencia que yo le tli en go, iraber sentido repentinanente un vivo dolor en las
1867, su situación fué cada vez más deplorable. Los dos rodillas, sobre las cnales un movimiento instintir-o
miembros inferiores se hallaban tan encorvados, qtte le hizo llev¿rl las rnanos, c0ln0para ayuilar ¿1 Ia exten-
ias rodillas las tenía sobre el pecho, y los talones en sión que se protlucítr. Cayó de rodillas, y rlespués de
ciert,r nodo inmovilizados sobre las caileras. La sepa- haber queilaclo algnuos instautes en est¿r postura, se
r¿,:ii,u ,ie lo-s ángnlos articulares en las regiones de- levantó tle nuevo y clió sola clos ó tres pasos, hasta el
354 CIEIiTO CINCUENTA MII¡AGR'OS DE NUESTIia snñon¡" DE rrouRDES .ln¡)
m0mentO en que su madre se presentó para sostener- darme cuenta exacta ;r rigurosa del estado de los írr-
la. Totlo esto fué cuestión cle algunos minutos sola- ganos en aquel momento. pero la objeción pierde todo
mente. su valor si se recuerda que desde 1g6Z había yo en_
tina erosión superficial se había producialo en la piel contrado á la enferma ett un estado muy comprome_
de los jarretes en eI momento etr que éstos se entlere- tido, y que, según los informes emanados de ella mis_
zab¿n. Tal es la relaciÓn que me ha sido hecha tle las ma y de los que la rodean, su enfermeclad no había
circunstancias qtre concurlieron en el momento de cesado de agravarse hasta el momento de la curación.
la cur¿ción. Por otra parte, los hechos d.e este género no care_
Para completar esta nalraciÓn airadiré que eI Iu- cen de ejemplo en la ciencia. y puede uno afirmar sin
nes 20 de Octubre, doce días después de los sucesos temeridad, iliscurriendo por analogía, que al cabo de
expuestos más arriba, encontré á Ia joven Poirier en siete años las modificaciones que siguen se habían
el siguiente estado de salud: producido necesariamente en el estatlo anatómico de
Su fisonomía, salvo un p0c0 de palidez, respira sa- los órganos lesionados: retracción y rigidez extrema
lud y apenas acusa algunas señales de sus sufrimien- tle los tendones, de las aponeurosis y otros tejidos
tos pasados; los vómitos han cesado; el apetito es fibrosos; adherencias íntimas de los tenclones con sus
excelente, y las fuerzas rellacen. En los miembros fundas y rle éstas con los tejidos limítrofes; endure_
inferiores se comprueba la curación cornpleta ile las cimiento y retracción del tejido celular y rle la piel;
erosiones de los jarretes, la integridad de los tentlo- atrofla de los múscrlos, sequedad ¡. rigidez de las su_
nes en su conbinuidail, un cierto gracto tle rigitlez en perficies articulares. etc., etc.
los que limitan de catla lado los huecos de las corvas' Y daclos estos antecedentes, ¿es posible explicar por
Los músculos de Ias piernas y de los muslos han su- Ios cálculos ordinarios de la ciencia, la curación de
frido un cierto grado de atrofia; los movimientos ile una enfermedad semejante y de tales lesiones, cuando
extensión y de flexión han recobrad'o tocla su libertatl; esta curación ha sobrevenido instantáneamente y sin
la marcha no es dolorosa' pero sí un poco vacilante é el empleo de ninguna prescripción medical?
incierta. En resumen, esta joven me pal'ece casi com- Es incontestable que semejante estado podía curar_
pletamente curad.a de su larga y dolorosa enfermedad. se, pero á condición de que se hubieran puesto en uso
Antes cle llegar al objeto especi¿l de esta observa- los medios medicamentales usatlos en par.ecido caso.
e ión. debo confesar que existe ttn d,csiclcratunt' impot' Pero aquí no ha habido medicación, pues tal nombre
t¿1Dte en la historia de la observaciÓn medical que no puede darse á la inmersión en la piscina. para ser
preúede. )' es que no habientlo visto yo á la joven en- efi.caz.la hidroterapia exige otras aplicaciones yotras
¡'erma antes cle su partida para Loulrles, no he potlitlo lentiturles. ¿Podría argüírse de no sé qué sobreexci_
356 CiENTO CINCUENTA MIIJAGROS DE NUESTBA spñon¿, DE rrouRDES 3-DT
tación moral? Esto no sería propio, pues por enérgica
que sea la voluntad no podría clevolver en unos cuan-
tos minutos su rectitutl á miembros contraídos tlurante
siete años. De todo lo cual ded.uzco, salva mi incapa-
citlati, que la curación tle María Poirier está comple- XVIII
tamente fuera ilel alcance y tle las reglas de la ciencia,
y que es preciso buscar Ia explicaciún de este hecho Ailmirable curación tle sor Sofía, tle Nimes. (L,our-
extraordinario fuera cle las Ieyes de Ia rnedicina. iles, 12 tle Octubre ile 18?3)
, Ruego á V. acepte, señor cura, la respetuosa se-
guridad de los distinguidos sentimientos con que ten- A principios de 1874 la reverenda Madre Superiora general
go el honor tle ser su afectísim" n"-:::;.r']tu"' de las Religiosas de la Caridad de Besangon, escribió á su Con-
gregación la siguiente circular:
poclido olvicl¿r la triste tarde del 22 d,e Septiembre, nada; y hoy que no cabe ya duüa alguna sobre la per-
en lrr que después tle la instrucción que rlebía poner fecta curación cle nuestra muy amad.a Hermana, tengo
fin á nuestros piadosos ejercicios, sor Sofia fué aco- el gusto tle clue participéis de la satisfacción que yo
metida de aullídos y convulsiones tan horribles, que siento, y deciros que en memoria de una gracia tan
varias Hermanas, con tan fuertes sensaciones, caye- grande hemos agregado al nombre de nuestra queritla
ron enfermas. ¿;No es }Iaría quien quiso fuerais testi- Hermana el cle su Bienhechor¿; y así en aclelante bajo
gos de lo que tenía de aflictivo tan triste enfermedad, el nombre de llaría Sofía desiglaremos á la que ha siclo
á fin tle que nuestro unánime agradecirniento pudiera objeto de los favores clel cielo.
igualar la grandeza clel beneficio que hemos recibitlo ? ,, Ojalá, queridas Hermanas, este ejemplo tle la pro-
¡
No olviclemos tampoco, quericlas Hermanas, que bajo tección de Marí¿ sea para vuestros corazones un p0-
el tíiulo de fnmaculacla Cloncepción es como se invoca deroso estímulo, y aumente de un modo especial vues-
á Nuestra Señora deLourcles, privilegio con que siem- tra conf.anz¿ en esta tierna l{adre ! Y como el agra-
pre ha siclo honrada entre nosotros, puesto que aun decimiento atrae nuevos beneflcios, hagamos subir
antes de la proclamación del tlogma cle Ia Inmaculatla hacia el trono cle nfaría el himno del nnestro, que será
Concepción, nuestra Comuniclacl estaba obligada por para nosotros la prencla tle uueYos favores.
voto á honrar á esba buena M¿rdre bajo este título" *Recibid, queriilas Hertlanas, ia seguridad de mi
Por esto, pues, cleseo que cacla airo, clurante Ia octava afectuosa atlhesión en Nuestro Seiror.
de la Inm¿rcularla Concepción, añadáis á las intencio- ,,YLlestta ¿-Lfectuosa \Iarlre,
nes generales enunciadas en el voto, la de dar gracias
.,Son N¡ncrorrrNn. t1
á MarÍa por el insigne favor que se ha dignatlo otor-
garn0s.
,,Nuestro deseo es ver colrservaclas estas líneas en Sor Sofia, irovicia de las Religiosas de la Caridatl
cada establecimiento, como memorial que repila en lo de Besanqon, establecidas en Nimes' fué atacacla eI
futuro los ecos ile nuestra viva grabitud hacia Aquella 25 de Julio en Ia casa de Rochefort, en donde tenía
que Mons. Cart, nuestro amad.o fuuclador en Nimes, el cargo de seguncla maestra, de una temible enfer'-
nos dió por Maclre y por Patrona. medacl Il¿macla por ltr meclicina dt:lttio da lo.t lrti-¡'tt-
,,TaI vez hallaréis, queridas Hermanas, un poco da'rcs (I').
tartlíos los acentos de nuestro coraz'otl por haberos ya
infblmarlo la voz pírblica lo que yo 0s anuncio; pero en (1) Si se consicleran solamcnte los -qíntomas e\leriores, el de-
lirio los l¿rclradores es unii especie de rabia nerviosa que ha-
cle
un hecho cle esta naturaleza y según la opinión cle los ce dar aulliclos serne.ianie-c á los liri.lridos del perro, cu-vas con-
méi]ic,,,s. heuros creído deber esperar y n0 precipital vul-"iones se palecen ii la: de ulr il.iceso de luror''
360 crnNro crNcunNra rrrr,acnos DE NUESTRA s¡Nona DE rroul,Drs 361
Tres médicos experimentatlos, llamad.os sucesiva- Entre tanto la pobre enferma pedía á grandes gri-
mente para asistir á la enferma, vieron infructuosos tos Ia llevar¿n á Lourdes. Por fin, ante sus reitera-
los esfuerzos del arte: pociones calmantes, remedios das instancias, á pesar de las clificultacles previstas en
enérgicos, fuertes emociones, ruídos súbitos, sangui- el curso del viaje, se accedió á sus deseos, y el 11 de
juelas, baños de agua fría, tluchas, etc., totlo se em- Octubre sor Sofía, acompañada de su antigua Supe-
ltleó y todo fué inútil. El mal, err yez de disminuir, se riora, parbía en eI tren cle las once lrara el Santuario
agravaba diariamente. venerado.
l{os¿biendo Ia Super:iora qué hacer, llevó á Ia no- El viaje firé de lo más penoso; las crisis. casi conti-
vicia á Nirnes el 13 de Agosto. El estado de la enfer- nuas. En Cette se deluvieron para descansar en casa
ma era entonces tau deplorable. que hacía llorar á tle un primo de la enferma, eI Dr. Dumas, quien ha-
cuantos la veían; las crisis eran tan violentas, que va- biéndola reconocido obserr'ó fenómenos de la última
rias veces se creyó iba á expirar. gravetlatl, ¡. declaró que si su pariente sobrevir'ía á
El médico rle Ia Comunidad Mr. Puech, uno de los sus ataques queclaría paralítica.
tloctores más reputados de l¿r ciudad. desplegó en esta Cuando llegaron delan[e tle Ia Gruta cle la Aparición,
circunstancia torlos los recursos cle su habiliclad y de los accesos habían tomado proporciones tan ¿larman-
su abnegación. I)os veces, en el espacio de un mes, tes, que la pobre Hermana parecía tocar á su fin. AI
cesaron las crisis, sin que por esto clesapareciera el verla, un grito cle conpasión se escapó de la boca cle
principio del mal, sienclo cosa digna de notarse que toclos los peregrinos. Cuanrlo se dirigieron hacia Ia
acoutecía esto en el momento en que las Herm¿nas co- piscina, el P¿dre Director no pudo menos de decir,
rnenzaban por la enferma una novena á l{uestra Se- 1r pe-rar de su confl¿nzir en }larí¿. que la enferma eslaba
itora de Lourcles. Esta coincidencia, que se repitió dos demasiado mal para ser bañada en agua fría. ,,1¿ hs
yeces, hacía presumir la intervención divina; sin em- conclucido aquí, contestó la Superiola en un írnpetu
bargo, como se empleaban al mismo tiempo reinedios de fe, par:a que la Santísima \rirgen la cure, ¡' si no
enérgicos, la curación podía ser atribuída á su efi- es esa su voluntad, que se la ller.e. u Pero lf¿irí¿ no
c¿rcia. quería llevilrsela, antes quería con un nuevo prodigio
Repitiéronse tercera vez los accesos, pero en esta utostrar su porler ¡. su l-,ondad; quería curarl¿. Pero
{,casióu cot} un nuevo grado ile intensidad ¡'cle violen- callémoncs ¡. rlejeinos hatrlar á la misna Su¡rer.iora,
r:ia: r- á pesar tle los esfuerzos del doctor, el maltornó testigo tle este milagro. -\1 ¡.[ía siguiente esclibía á la
trl ar'áctet' d.e encarnizamiento caprichoso que fué Superiora Gener¡.l cl-e su Cornuuirl¿tl :
(t) Véase en los comprobantes, n.o 1?, el certificaclo de los En ei indicado dia, laVirgen I¡rmaculada de Lourdes se diguó
médicos. devoh'er milagrosamente la salud á un joven novicio de la tlonl-
pañia de Jesús en el Limburgo holandés, -v el Superior de la casa
quiso por si mismo dirigir la siguiente relaci(rn al Padre Direc-
tor de los Annales de Lourdes:
Mi reverendo Patlre:
Para cumplir con el deber de agradecimiento á que
€stamos obligados con nuestra Madre Inmacttlatla,
J para mayor gloria de Dios, vengo á suplicar á Y.
se tligne publicar en sus Annales la siguiente rela-
ción del señalado f¿vor con que hemos sido favore-
,cidos:
A mediados de Diciembre rlel año pasatlo José
Schmidt, novicio rle la Compañía cle Jesús, fué aco-
metiilo, á consecuencia de una violenla inflamación
en la garganta, de una especie de parálisis que afec-
taba principalmente las piernas, la cabeza y los órga-
nos de la yotz. Le era ya imposible dar un solo paso
374 crENTo crNcurNTA Mrrracnos DE NUESTRA snñonl llE rrounDns 37í'
sin el auxilio cle un brazo fuerte para sostener casí satlos unos pocos días no tenía algún alivio. El cloctor
todo el peso tle su cuerpo; ¡ tan débiles é incapaces de Capellmann le prometía ttna curación completa, perrl
lleyarlo estaban sus pies ! Hasta cuando quería sen- le declaraba al mismo tiempo que ella exigiría dos me-
tarse necesitab¿ auxilio extraño para n0 caer de gol- ses y quizás más; y también le rlaba la seguridad de
pe sobre la silla. Tenía aclemás tan rlebilitarla la ca- que en la primavera haría tlesaparecer, con ayuda tle
beza, que no obstante de estar acostumbrado á una las aguas de Aix-la-Chapelle, los irltimos restos cle
vicla estudiosa no podía sopoltar la menor aplicación su debilidad muscular ó parálisis si para entonces por
de espíritu. Si entraban á verlo muchas personas jun- la electricirlad no se había obtenic'lo todavía un pleno
tas, aunque fuera por pocos instantes, ó si hablaban éxii o.
un p0c0 alto al rederlor suyo, perdía en seguida el Xll viernes 13 tle Febrero el Dr. Oidtmann volviÓ á
conocimiento y caía como tlesmayado encima de su ver al enfermo, y no habiendo notado eI más ligero
sillón. En cuanto á la par'álisis de la laringe, el 15 de cambio en sentido favorable, prescribió el empleo del
Enero se obseryó alguna mejoría, asi es clue ese mis- aparato eléctrico; y se estaban haciendo diligenciao
mo día por la noche y por la vez primera desde trein- para procurarse dicho aparato, cuantlo el 16 de Fe-
ta días, el enfermo pudo prorunciar una paiabra con brero un suceso tan inesperado como feliz hizo inutil
voz ronca, pero inteligible. Sin embargo, el 15 de Fe- su uso.
brero, es decir, la víspera de su curación, su voz ca- El mismo día tle la visita tlel Doctor, nuestro en-
recía completamente de tono y flexibilidad. fermo había recibido agua de Ia fuente milagrosa de
El estado de nuestro enfermo era en lo tlemás cons- Lourdes, y desile el mismo momento se sintiÓ a,nimado
tantemente el mismo. Cada día se Ie veía, sostenido de una gran confianza en el s0c0rr0 de la Santísima
por uno ó dos compañeros, recorrer lentamente los co- Virgen. Al día siguiente, que era sábado, bebió al-
rreilores, ó si eI tiempo era bueno las avenidas del gunas gotas de dicha agua y se lavó con ella los miem-
jardín, con ei semblante abatido, los ojos cerratlos, la bros enfermos, lo cual continuó hacienclo los días su-
aabeza sobre eI pecho y arrastranilo literalmente ios. cesivos, al mismo tiempo que, de actterdo con sus colt-
pies. novicios, solicitaba asiduamente el socorro de la Virgen
Convencitlos del carácter tenaz rle Ia enfermedacl, poderosa. La continuación de estos sttcesos la t,rma-
el 8 fueren ll¿mados en consulta dos mé-
cle ,Febrero mos de la relación que él mismo escribió algunas ho-
tlicos: el Dr. Capellmann, cle Aix-la-Chapelle, y el ras después cle su maravillosa curación.
Dr'. t)ic'ltmann, de l{eersen. Después de un largo y ,,Ayer 15 de Febrero, reflere, á eso de las cinco de
esclupulosa examen, clecidieron estos señores someter la tartle, estando seutado como cle costumbre en mi
al enlérnt,., á uua ltteflicación por la electricirlad si pa- sillón, se apoderó de mí repentinamente un vivo cleseo
376 CIENTO CINCUENTA }IIIIAGBOS DD NUESTF,a SnñoBA DE r,ouRDES 37 t-
de mi curación, acompañado tle una firmÍsima con- mi culación. Entre otras oraciones dije eL Mcrnot'art:,
fianza de obtenerla por intercesión de Ia Yirgen l\ta- tlel ctal hice después una especie de paráfrasis tal
ría. Esta conflanza era tan grantle, que yo tenÍa c¿si como el colazón me la dictaba, y añatlí para concluir
la plena seguridad de que al día siguiente María me ula Aoc lllaría. Habiendo acabailo así cle vestirme,
devolvería la salutl por completo. Así es que cuanrlo traté penosamente de abajarme hasta eI suelo. ¡ Cuál
el Hermano enfermero vino á las siete de la noche no fué mi sorpresa cuan{o sin apoyarme me vi tlere-
á friccionarme las piernas con alcohol, según lo orde- cho sobre mis pies, firme como un roble ! trIe puse en
nado por los médicos, le dije: uHoy, querido Her- novimiento, ¡ aniluve con tanta facilidarl c0m0 antes
a[r&Ir0r le ruego n0 me frote con alcohol, sino con t1e mi enfermedad. tr)mpecé á hablar, y mi voz estaba
¿¿agua c1e Lourdes.u El buen Hermano se sometió sin más fl.exible y más sonora que nunca. Toda rlebilidart
dificultail á mi deseo. Por fin llegó la rnañana rle tan tle Ia cabeza había desaparecido. Con los ojos llenos
desearlo día. l{ingún cambio había habido en mi esta- de iágrimas y conmovido de agratlecimiento y de ale-
clo. Mi confianza, sin embargo, Iejos de disminuir, se gría, me puse de rodillas para dar gracias á María con
aumentó. A cosa ile las siete supliqué al Hermano que un errérgico Magnfficat."
me lavara üna vez más con el agua de Lourdes; lo L,a curación, cuyo relato se acaba de leer, er,a tan
que hizo con mucho gustor mientras que )'0 me enco- completa como había sido instantánea. El mismo á
menclaba con una conf.anza inquebrantable á la divi- quien habíamos visto la víspera reclucido á hacerse
na }Iadre. En este estado se retiró el Hermano; y arlastrar con tanto trabajo, se tlirigía en este momen-
cuando me yí solo, el deseo por una parte y Ia con- to á grandes p¿sos, s0l0 y sin apoyo, hacia la capilla
franza por otra no me tlejaron ya reposo. Tomé otra trrrrra clar aIIí gracias á la Señora que acababa de ha-
yez el frasco de agua milagrosa, que se encontraba cerle un favor tan estupendo. A medio día toda la Co-
cerca de mi cama, y me puse á Iav¿r ampliamente las niunidatl se reunió para cantar solemnemente el Mag-
partes doloridas. uBuena DIadre, d.ecía yo, aquí es nif,cat delante del Santísino Sacramento expuesto (1),
"ilonrle tengo mal, y aquí, y aquí... Yos lo sabéis, yo y durante esta ceremonia eI afortunado novicio serví¿
É{n0 os he invocado jamás en vano. Vos me escucha- tle monaguillo y se unía al canto con totla la fuerza de
,,réis esta vez también, tengo la íntima confianza.' su vOz.
,,Después de estas palabras y otras semejantes que Por la tarile dió conmigo un paseo bastante largo
rute sugería un vivo sentimiento ile confianz¿, me le- sin experimentar ninguna fatiga. En una palabra, José
vanté tle mi cama, y apoyado en la pared empecé con
tratiaj,,r á vestirme, invocando sin ilescanso y cad,avez (t) Se celebraLa en{,onces en nue-stra capilla la devoción
de las Cualenta llora-c cn expiacirln de las loculas del Car-
c0r más insistencia á Aquella rle quien yo esperaba ¡r av al.
378 CIENTO CINCUENTA MUJAG:ROS DE NUESTRA snñon¡. DE IoTTRDES 379
Schmidt está hoy tan bien como acaso no lo haya es-
tatlo jamás en su virla.
Gracias sean tladas á nuestra }fadre fnmaculada, y
¡quiera Dios que este inmenso favor otorgailo á nues-
tra Comuniclarl por su tr{aclre Santísima la haga exal- [\,
tar, bentlecir y amar más y más !
Dígnese acepüar, reverenc.lo Patlre, la expresión de Curación instautánea tle una gastralgia crónica in-
mi profundo respeto. curable. (Paulina Seytlel, tle Belfort. Lourtles,
22 d,e M.amo de 1874).
Gurr,r,nnlro Egnnscr¡swnrr,En,. r5'. ./.
Relfbrt, 29 cle Abril de 1874.
(1) Véanse en los cornprobantes, n.n 18, el cerlificado del Mi reverendo Padre:
médico.
Hoy hace un mes que nuestra hija fué curaila sú-
tita y completamente por Nuestra Señora de Lourdes.
Si yo hubiera seguido eI impulso de mi corazón ha-
Lrría escrito á V. el mismo día para dar gracias á Dios
y á su Santísima Matlre, pero he pensado que sería
mejor' esperar con eI fin cle que fuera á todos evidente
que la curación ltersiste.
I{uestra hija Carnila tiene tlieciséis años y medio.
El 22 de Junio hacía ocho meses que estaba grave-
mente enferma. Los médicos denominaban la enfer-
merlad reblattd,ecinú,cnto de la tnucosa, del estdrnago.
Esta enfermedad se nanifestaba:
1.o Por ana reltulsirin ai,olettta ltara lodtt, cspecie
tl,c alintento, y particularmente para los que le hnbie-
ran sido más provechosos, c0m0 carne, caldo, jalea de
I
I
386 , 'crENTo clNcuENTA Mrr,acl,os ¿ DE NUESTRA snñon¡. DE rrounDns 3g7
La semana que siguiii desde el lunes 15 aI lunes 22 presente, contestó la maclre, que hriy
-¿Tienes
fué una de las más miserables que hemos pasatlo. FÍ- ternina la novena de Misas que se ha dicho en Lour_
sica y moralmente, jamás había estado la enferma tan des por ti?
grave. madre.
-Sí,
Entre tanto, á petición del Sr. Vernay, paclre tle Volvielon á subir al coche, y como no se venden
nuestro yer'ro, el domingo 14 se dió principio en comestibles en el bosque de Verriéres, y nada llevaban
Lourdes á una novena de }Iisas por la curación de en el eoche, porque Camila no tomab¿ nunca uacla eu_
su entenatla, nttestra hija nayor, y d,e nuestra hija tre una y otra de sus pobres comidas, se dirigieron
Camila. hacia la casa de Sceaux.
El lunes 22 de Junio, por la primera vez después La alegría y Ia vida habían vuelto á aparecer, y Ia
de quince días, y cetlierldo á la insistencia de su m¿- joven resucitada decía á su primo el abate cle la per_,
dre, Camila fué á dar un paseo en coche en eI bosque che: "Siento un gran vacÍo en el estómago, y de bue_
de Yerriéres. Era un ejelcicio muy recomendado por na gana lo llenaría con cualquier cosa. No comprendo
el Doctor, pero al cual no se prestaba' c0m0 tampoco la repugnancia que antes tenía á los alimentos.,,
á ninguna especie de movimiento, sino con stlma La madre y la hija habían tenido el mismo pensa_
repugnancia. Bstaba acompañada de su madre, de niento de ir primero á la iglesia á dar gracias á Dios;
su herrnano más joven y de nuestro sobrino el abate pero la necesidacl de alimento era tan violenta, que al
llanuel de la Perche, vicario en S¿n Francisco de Sa- pasar tlelante cie la casa tuvieron que detenerse para
les, de París. comel un bizcocllo.
Camila estaba más triste, más melancÓlica y más Hora y media después, al volver de parís, ne con-
silencios¿ que nunca. taron lo sucedido sentados á la mesa; y yo veía con
A cosa de las cuatro y ntedia bajaron del coche pala grande sorpresa á mi hija comiéndose un plato cle so_
seutarse á la sombra. Camila se había quetlado en el pa, c¿rne v postres.
coche, pero luego bajó también; y extenuada de fati- ¡ Estaba curatla !...
ga se tendió á lo largo debajo de un arbol, á cierta Hace un mes de esto. La inüegritlad de la curación
distancia de los acompañantes' no se ha desmentid.o ul solo clía, un solo momento.
De repente se levantó y se fué hacia su nadre' En lugal cle sentir aversión por la comida, tiene un
-llatlre, creo que tengo hambre, le
dijo. apetito colistante y normal.
Puecle V. pensar cuánto se emocionaría el corazÓn No le quecla la menor fuaza d.e los dolor.es tle estó-
matental ¿l oir estas palabras que hacía cerca cle un mago que antes n0 la dejaban un nomento. y este
¿fl,-, 1ir-r h¿trían oído. estómago, en otlo tiernpo inerte, funciona ahora no
388 CIXNTO CINCUANTA MILAGBOS DE NUESTRA snñona DE rro[JRDES 389
solamente sin causar dolor. pero ni aun la menor mo- que sea el porvenir que Dios nos reserva á unos y á
lesti¿ ó eI menor embarazo. otros, píclale que encuentre siempre en nosotros y et
I-.,0 demás del tttodus riucncli ha cambiado aI misno todas partes fieles y ardientes servidores suyos.
tiempo.
A la mañana del día siguiente recorría tocla la pe- llue. nn M.lnennrr.
queña población de Sceaux para llevar Ia buena nue\¡a
Destle entonces, la salucl de la Srta. cle l{argerie no no ae;oao
rle su curación á éste y aqué1. Iba á ver los niños del de ser excelente, tan excelente que le ha permiticlo realizar un
Patronato de las Hermanas; )' la que tan montaraz se pensamiento santo que el agradecimiento habÍa hecho nacer
mostraba Ia víspera, bajaba á la sala para recibir á en su corazón: ha entraclo en el NIona-qterio de la Visitación de
ParayJe-tr'Ionial, donde gusta, á la luz tlulce y ardiente del Sa-
cuantos la venían á felicitar. Acostarse durante el día grado Corazón de Jesús, las grancles bendiciones prometidas en
ó tenclerse en eI sofá no lo hacía ni una sola vez; y á los irltimos años tlel ,"iglo XVII por Nuestro Ser-ior ii l¿L Btlrta
Ias personas á quienes antes no potlía sufrir en con- Margarita I{aría.
versación, Ias invitaba á courer los días siguientes,
pasanclo con ellas tardes enteras sin fatiga, cuantlo
¿ntes media hora de conversaciÓn la rnolestaba.
En resumen, reverenalo Patlre, sin querer absolu-
tamente clar aI suceso el carácter de tnilagro, cuantlo
consiileramos la instantaneidatl . Ia conpleta curaciÓn
y la coincictencia con la peregrinación á L.,ourtles' so-
bre todo con Ia terminación d,e Ia novena de Misas, es
imposible dejar tle ver ahí la mano de Dios y la mi-
sericordiosa intervención de María Inmaculatla, y no
podemos menos de experimentar por tan gran favor
un reconocimiento sin límites.
Toclos hemos venido en peregrinación tle acciÓn tle
gracias á la Gruta milaglosa. dond.e nuestra alma se
h¡r inundarlo tle la atmósfera piailosa y casi celestial
r1uÉ S€ respira en la Cripta y en Ia Basílica.
Pelo esto no basta. Ayúdenos Y.. revereudo Patlre,
ir¡'u,lt \-. á esta niña que tan señalado favor ha reci-
lri,1,',. v ti,,, Ia olvide nunca en su,s oraciones, Cualquiera
390 crENTo 0TNCUENTA MrrracRos DE NUEST.R,A SNÑON¡, DE ITOUS,DES 391
participó sus temores en Mayo último, y cuando vino
á verme hacia el 20 cle Junio claba á su hija por per-
dida, porque el médico le había dicho que estaba cierto
de la existencia de tubérculos en el pulmón.
VI .El 26 del mismo mes su mujer vino á mí llorando
suplicándome le indicara un remedio para salvar á su
Curación súbita de una tisis tuberculosa llegatla al hija que se moría. El dolor de esta madre me partía
tercer gratlo. (París, 1." tle Julio de 18?4) el corazón, y me recordaba la Cananea clel Evangelio.
Yo no tenía ningún remedio humano que ofrecerle.
La curación de la Sra. Arn¡.rI. como lo hacen lotar los Anr¿a- Pensando más en el alma de l¿ enferma que en su cu-
les de Lourdes. es una de las má-q admirables por su importan- ración, acudí al remed.io que tiene siempre los mejores
cia, instantaneidad -v efectos nlarar.illosos de gracia producidos
resultados, remedio que los enfermos cristianos acep-
en lasalmas. Ha sido referida por una señorita de ParÍs, cu-va
relación conmovedora encantará v edificará al lector. tan con confianza; éste era una noyen¿ de oraciones
acompañacla de Ia Santa Comunión. yo quería comen-
<París, 20 de Ago-sto de 1874. zarla al día siguiente sábado, y no me explicaba por
qué preflrió lo madre aplazarla pala el lunes siguien-
,,Señor Superior: te 29 de Junio. Ahora creo que esta clemora la inspiró
uConsidero c0m0 un deber enviar á Y. la narración Dios para manifestar mejor su pocler cuando el mal
de una curación instantánea que reune todos los ca- hubiera llegado á su último tér'mino.
racteres de prodigiosa. ,,Manrlé á la contrist¿da nadre un poco de agua cle
,,La Sra. Mallet de Arnal, cle veintisiete años de la Gruta, que me habían traído cle Lourcles tlos pobres
edad, vivía en París cor sus padres? su marialo, su alsacianas, una de ellas ciega. ¡' ambas de salud muy
hija de cuatro años y otra niña que criaba con sumo quebrantada. Habían obtenido la peregrinación gra-
trabajo. al cual se añadió una enfermeilad de pecho tuíta á Nuestra Señora de Lourcles; y á pesar de sus
que le sobrevino. La criatura fué tlestetada J. murió deseos; sus oraciones y confianza no habían siclo cura-
algírn tiempo rlespués, y la enfermedad de la madre das, porque Dios deja muchas veces á los suyos el te-
hizo los rnás rápitlos progresos. Desde el mes de Ene- soro de la cruz que los santifica, y sus milagros tienen
r'ú irltino arrojaba sangre. tln rnédico le dijo qüe n0 siempre por fin último la salvación de la.s ¿lmas y su
estal-)¿ tísica, pero que Io estaría después, y la lleva- mayor gloria.
r'r'll al carnpo. ,,En la familia tle la Sra. At'nal habí¿r varias perso-
..Su pa'il'e. ti tluien c0n0zc0 tlescle su juventutl, me nas que vivían alejadas t1e los Sacr'¿mentos. Se mancló
I
I
i
Sor L{aria llernardina estaba en el Hospicio de Niort, -v for- Niort, 7 de Julio de 1874.
maba parte de la peregrinacil-rn que se organizó en esta ciud¿rd
¿i fines de Junio dc 1[J74 en reconocimiento de la maravillosa ,, IIi muy querido Patlre:
curación de Carolina Dsserteau, que había tenido lugar en
f,ourdes el 3 de Julio del año anterior. [,o que hubo de parti- uLa H. Ilaría Bernardina, religiosa de la gagnen_
cular en esta curación tan evidentemente milagrosa fué que la tia, agregad.a al Hospicio de l{iort, sufría cruelmente
agraciada con el milagro no se apercibió de ello hasta su vuelta
<1e Lourdes, oomo se va á r.er. Bn efecto, leemos en los Anno.les
hacía cuatro aitos de una inflamación cancerosa en el
<lel n¡es de Febrero de 1877: seno izquiertlo. La obetliencia sola había podido triln-
far ile las repugnancias de Ia paciente en sufrir la vi_
Niort, 14 de Novientbre de 1876. sita sucesiva de cuatro méilicos clel establecimiento con
varios meses de interv¿lo.
Mi reverendo Pad.re: ¿, Totlos habían rleclarado que
era imposible la ope_
Habiendo\¡. manifestado últimamente á dos de nues- raciíin, porque la enferma era demasiado débil y por_
tras Religiosas que han estado de paso en Lourtles el que había adherencia. La inflamación, del tamaño de
tleseo de tener algunos pormenores sobre la curaciÓn un huevo, estaba en efecto ligada á otra rle menor vo_
cle la H. María Bernardina, cle nuestra Comunidad, lumen que apareció bajo el sobaco por un cordón ex_
para mayor gloria de María Inmaculada me apresüro cesivamente sensible del grosor de la mitad del tiedo;
á satisfacer sus d.eseos clirigiéndole una copia de l¿ así es que no qnedaba á la paciente más tecurso que
relación consignada en nuestra Sentana Littirgi'ca, ofrecer sus sufrimientos á Dios. El médico había he_
tleI 1!r cle Julio de 1874. cho uso de todos los disolventes posibles, cuando hacia
..EI Hospicio de Niort ha vuelto á obtener este añ0 fines tlel mes de I'ta5 o la Hermana resoh,ió no rlirigir_
tuu scnillarlrr favor. favor bien mereciclo si es permitido se ya más que á ltr Santísim¿r \¡irgen para que la li_
396 crENTo crNcuENT,t MrrracR,os J DE iiunsrri.\ snñon¿, DE rrouRDDS 397
brara, no de sus sufrimientos, que aceptaba gene- dula ni del cordón! Sienclo de notar que en el momento
rosamente, sino del mal que le había obligado ya y de la úItima lociírn del viernes por la mañana la en_
podía ponerla todavía en la penosa obligación de re- ferma había sufriclo más que nunca.
currir á los médicos. En semejante disposición se h¿- uHe aquí Lrs hechos tales como nos los ha. referido
llab¿ la enferma cuando la lladre Superiora le anunció ella misma en presencia rie la Madre Superiora y de
que se le permiliría ir á Lourdes, cuya noticia le pa- la Hermana sol.p...
r, Gloria á Maria lnmaculatla
reció providencial, y partió con elltera confianza. ¡ !
,,Ruego á V., reverendo Padre, nos ayutle á pagar Arlmirable curación de la Srta. de Fontenay. (Lour-
á la Santa Madre de Dios nuestro justo tributo de re- des, lb ilo Agosto de lg?4)
éonocimiento, y acepte... etc.
Los archivos de la peregrinación de Lourcles guar<Ian
precro_
,,J. Corrr,r,óN, samente la relación de la curación cle la
Srta. d'e F.ontenay es_
<p,r im er c ap ell drt d'el Ho spit al,>> crita por.ella_ misma, y que por -qer demasiado extensa
no pode-
ntos publicarla textualmente; asi es que el
extracto que ponemos
¡i continuación no es más que un conrpendio
muyieduciclo en
sus dos primeras partes. Este milagro
es una ,le las manifesta_
brillantes y más conmJvecloras del poder .i.".i.or-
:ion"._*Jr-.
diosode Nuestra Señora cle Lourcle_", y como ,ui
ur"i,O un entu-
siasmo universal como se va á ver.
Iebr¿ba entonces Misa el abate Sire, sacerclote rle San veía ni oía nada, y no pensaba más que en llevar rni
Sulpicio, que ha consagrad.o su vitla á Ia glorificación carretilla sola y cou resolución.
de la Santísima Yirgen en su Tnmaculada Concep- uUna vez encerradlos en la santa Grnta, un sacer'-
ción. v estaba en el Credo. Acabada la Misa conti- dote de Autún que se encontraba allí por casualicl¡tl,
nuaba yo de roclillas, tranquila y sin llorar desde el entonó el llfagnificu,t. \o estaba de rodillas, bien de
momento en que había obedecido á la \rirgen; pero rodillas, sin fatiga ninguna y tlispuesta á correr rle
para no conmover á Ia concurrencia, que lloraba y nueY0.
hablaba, y0 me pregunté, sin darme cuenta, si sería ,,4 las diez volvíamos á Lourcles. Yo quería hacer-
prudente subir de nuevo á mi carretilla; pero mirando rne bendecir por monseñor Peyramale, ponerne rnis
á la \rirgen Santísima excl¿mé: ¿,Madre mía, \ios me botinas, porque á cada instante perdía las zapatillas,
hecho abandonarla, no permitáis vuelva á su- y cambiar mis medias de lana por otras de algorlón,
"habéis
ubir á ella; " y atravesé corriendo la Cripta para decir pues n0 sentía frío; rnientras que mis buenas caseras,
á Mr. de Musy: ,,Creo qtte estoy curaila, no quiero acostumbradas á verme tiritar, se apresuraban á pre-
ududar." lf él me contestó: ,,Haga \¡. lo que l¿ San- par¿lrme un calentaclor. A las once l'oh'í á oír otra
utísima \rirgen le inspire." Misa en la Basílica, cu¡as escaleras subía sin trabajo.
Después fuí á clar gracias al abate Sire por los ,ttr:-
¿,I¡os circunstantes decían á media Yoz:
"La carre-
atilla. la carretilla." l\[i madre me tlijo: ,,Si estás cu- nzet¿tos que tuvo la bondacl de hacer por mí. Yo le h¿r,-
..racla, arrástrala tú." Corrí á tomarla, y pitliendo por bía peclido me aplicase la Misa, pero los sábaclos, y
far-or que nadie me ayurlara ni empujara, Ia bajé por el 15 de Agosto sobre toclo, no la dice sino por l¿s in-'
la carretera á la santa Gruta. tenciones de la \rirgen. Después tle haberme dado su
,,IIr. tle Musy, que iba delante, abrió las cade- bendiciótt, dijo: ,,Al (on,fiteor de la Misa sentí una
nas que impiden el paso, y yo pasé al galope como un *conm0ción extraordinaria, y sin saber lo qué pasaba
caballito escapado, pues me sentí llena de salurl y tle acomprendí que Ia Santísima \rirgen acababa de con-
vicla, como que iba á la Gruta, que con ansia deseaba r,ceiler una gracia muy particular."
\¡er. para tlar gracias á la Virgen Santísima' Mi her- r,Por la tarde I'olví á la santa Gruta (con mi vesti-
mauo por su parte corría en busca del gran cirio que tlo blanco) antlanclo, colrienclo, poniéndome de rodi-
habíatnos comprado la antevíspera para el día de mi llas, firmando rle pie libros é imágenes. Y por lir noche
curitciót) ; ¡' mi madre, que descle hacía mucho tiem- tení¿ la clicha de saber la conversión d.e un pecador
l,,r rle servía ile apoyo, quería todavía apartar los que, tocado por la gracia á l¿ vista del milagro, había
¡'I,'stáL'itl(rs é impetlir que me oprimiesen. Durante este pedido un saceldote, y tres días después se acercaba
tieiti¡,,-' sr I't'.tlúo tllt gran movimiento, alnque y0 n0 á l¿ Santa ]Iesa.
Ii
¡
Abril partió para Fumel, en donde rlebía importa, puesto que voy á ser curad.¿.,, pasó tres días
HL 27 de
pasar algrros días al lado de su padre. Llamaron aI en Lourdes, y cuando llegó la hora de partir lloró mu_
cho vientlo frustradas sus esperanzas. Volvió á Mon_
Dr. Briangon, el cual aprobó la medicaciÓn prescrita
pazier más enferma y completamente desalentada.
por su colega, y ordenó friccionar á la enferma todas
las noches con tintura de yotlo, y que por la mañana
EI Dr. Meyrac la vió al día siguiente de su vuelta,
que fué el viernes 17 de Julio. La encontró mucho
la envolvieran en un paño embebitlo en agua fría. Este
peor, y le anunció que era preciso recnrrir á una ope_
régimen era violento; destle el segundo tlía la piel es-
ración dolorosa, pero que algunas veces había dado
taba ennegrecida y quematla en toda la extensión de
felices resultaclos; se tratabade quemar las carnesen
las fricciones, y no pudiendo soportar más este re-
toda la columna vertebral. La enferma se 0pus0 á esto.
medio, hubo que suspenclerlo.
No fué posible triunfar de sus repugnancias sino im-
El médico hizo aplicar un vejigatorio en toda la poniéntlole c0mo un deber de conciencia que se some_
longitutl de la columna vertebral, y luego ordenó ba-
tiera á las prescripciones del médico. Se sometió, en
ños sulfurosos y duchas, pero nada aliviaba á nuestra
efecto. con ediflcante resignación, y la operación tuvo
pobre enferma, que andaba con mucho trabajo, siendo
preciso casi llevarla en peso.
lugar el 22 tle Julio. Se enceudió un brasero y en él
.se enrojeció el instrumento de la operación. La enfer_
En los primeros días de Junio volvió á lfonpazier'
ma tuvo valor para presenciar todos estos preparati_
Hicieron por ella una novena á Nuestra Señora de
vos. Le quemaron las carnes á lo largo de la columna
I-.,ourdes, á la cual se asoció cle eorazón, bebiendo
verteblal. y le aplicaron cuatro botones de fuego en
además agua de la Gruta, con Ia que también se fric-
las extremidades, cuya última operación fné t¿n tlolo_
cionaba. La novena no clió ningún resultado sensible"
rosa que arrancaba á la paciente rugidos dolorosos.
Las piernas las tenía cacla vez más envaradas, los
Cuanclo se acabó la operación, el Doctor conmovido le
brazos comenzaban á perder sus fuerzas; todo trabajo
dijo que parecía un San Lorenzo. c,¡Oh, no, respon_
Ie era imposible. Esta situación ¿larmaba á la joven,
dió ella sonriendo. yo no tengo la virtuil de San Lo_
y la convenció de que la meciicina era impotente para
renzo; no pediré que me vuelvan del otro lado!,,
cur¿rla.
Mr. l\Ieyrac hizo otra visita el 29 de Julio; el mal
El 13 tle Julio hizo Ia peregrinación de Lourdes en
no había sido contenido pol la operación tlel fuego; la
compairía de una persona de su intimidad. Estaba con-
enfelma sufría por el contrario mucho más; ya n0 p0_
vencicla de clue la S¿nbísima Virgen la curaría. l{o po-
día salir ni aún con auxilio de un brazo extraño;
rlían separarla de la capilla y sobre todo de la Gruta,
sus piernas estaban hinchadas ¡' sin ningunafu,erza.
en dontle olaba con un fervor angelical. Cuando le de-
El Doctor hizo entonces una aplicación áe ventosas.
cían rlrie uo se fatigara tanto, respond.ía: r,Poco me
t
j
i
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420 crENTo crNcuENTA Mrr,aenos
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DE NUESTBA sEñoRA DE rrouRDES 42I
bían conmovido profuntlamente, y todos cantábamos Las Hijas de María fueron á buscar á su dichosa
con entusiasmo. Nuestra dicha era inmensa, y la emo- compañera y le hicieron una escolta tle honor; to-
ción sobrenatural de nuestras almas imposible de des- das las miradas se volvieron hacia ella cuando a,tra-
cribir'. No suspendíamos nuestros cantos sino para vesó el umbral de la iglesia vestida con las castas li-
clerlaniar lágrirnas de alegría. tr a procesiÓn se hizo breas de la Virgen. Su blanco vestido, su banda tie
desde la Gruta hasta la estación, y la Srta. Labonne color de cielo, su largo velo con pliegues flotantes, su
la siguió sin experimentar la menor latiga, recibiendo corona virginal, eran como un reflejo tle la alegría y
en eI trayecto los testimonios más vivos de simpa- del cantlor de su alma. Comenzó la l\{isa, ¡' los cantos
tía. Partimos de Lourdes á las nueYe y media, y lle- piadosos no cesaron de resonar todo el tiempo que
gamos á Libos el miércoles por la mañana á eso tle duró eI Santo Sacrificio. ¡Cuán conmovidos estábamos
las cinco. Allí todos itruerían oír contar el suceso de la todos ! ¡Y cuánto más lo estuvimos después cuando el
víspera, y nos era precist.r repetir todos sus detalles. señor Cura, cuya dicha no tenía límites, nos dirigió
La emoción se apotleró de todos los corazones cnando estas palabras: uC0mprendo vuestra solicitud y \¡ües-
vieron precipitarse á nuestra jovett en los brazos de tra emoción, que son muy legítimas. Habéis querido
su padre y de su hermana. En verdad, todos llorába- uniros á nosotros para dar gracias al Señor, de quien
mos, pero nttestras lágrinras eran muy dulces. viene todo dón, v á su Santísima Madre. Ya habíamos
La Srta. Labonne pasó el miércoles con su parlre dado las gracias al Señor Jesírs y á la Sanlísima Yir-
en Fumel, y llegó á l\Ionpazier el jueves á cosa de las gen en aquella misteriosa Gruta de Lo[rtles, pero
tliez. Toda la población estaba en pie para ver andar esto no basta; es preciso que todos juntos repitamos:
y,correr á la que Ia antevíspera no podía dar uu paso" Gracias ti, n[aría, tí ttttcstrrt bu,a,no, lfadra, que se
Se dirigió á la iglesia, y el señol Cura la recibiÓ y ha dignado volver sus ojos hacia una cle nuestras hi-
llevó al altar tle la Santísima Yirgen, eu clontle se jas; sin duda que nuestro agraclecimiento es pobre
cantó el lfagni[ícat. porque nosotros sornos pobres: pero haremos lo que
A las siete de la mañana siguiente tuvo lugar la podamos cantando con todo nnestro corazón, con toila
trIisa de acciótr cle gracias. ¡Qué encantailora y qué nuestra alma. con todas nuestras fuerzas el cántico de
ileliciosa fiesta! nada fhltaba en ella: afluencia de acción de glacias."
gente, cantos piadosos, comtniones numerosas, toclo La ceremonia terminé con la bendición del Santísi-
había. El altar de la Santisima Virgen estaba magní- mu Sacramento y con el canto d,el n:lagni/iu.tt. La jo-
ficamente adornado; un sillón y un reclinatorio con ven protegida de }faría fué cle nuevo conilucida en
flrrl'es blancas habían sido preparados para nuestra triunfo pol sus compaheras y por la rnultitucl.
I-.,a cnración ha siclo instantánea v radical, ¡' cr-rnbi-
;oveil alirlturtatia,
422 MIITAGROS DE N. S. DE ITOUX,DES
Ulr pnnnenrxo.
DOCUMENTOS COMPROBANTE$
N.'1
Este milagro fué referirio por los Anttales cle Lou¡'des en e\
mes de Diciembre cle 1876, es decir, más cle trece años después
de sucedido. La relación de Ia Sra. Anger está fechada en Lava-
can el 10 cle Septiembre tle 1876, yfirmada:<Por copia confbr-
me, H, Emanuel.>> NIas como Lavacan está situaclo cerca de
Agch, en el clepartamento de Gers, al otro extremo de Francia'
no'pucliendo e-rplicarme esta firma y estas fechas en aparien-
cia contratlictorias, he escrito á Ploérmel, y he aqui las expli-
caciones que se ha servido manclarme eL venerado Hermano
Ilmanuel, que habia copiado la relación:
<Monseñor:
<... 'I'engo verdadero gusto ell pocler clar ¡i \¡uestra Grandeza
las explicacioncs que desea.
<rl-aielaeión que \¡uestra Grancleza ha ieido en lo-q A¿nr¿les
tle Notre Dctnte cle Lou'rtLe-" tocantc al milagro obrado en favor
del joven Etlme Remy, tle Plo0rmel, fué redactacla por el abate
FIilúon, entonces profesor en el colegio cle San Estanislao, cle
Ploérmel, hoy obis¡ro cle Cabo Haitiano, teniendo ¿i la vista la
narración que le hizo la Sra. ;\nger, abuela clel jolen'
<I-os clignos y virtuo-"os padres del joven tlel milagro no se
dieron prisa ir ¡rublicar cste l¡cneficio. Se contentaron por el
momento con clar grtrcias /t Dios ¡'ir su lnnlaculacla \{aclre en
424 DOCU}IENTOS COMPR,OBANTES DOCU]\IENTOS COMPROBANTES
t 425
unión de las piadosas Religiosas Ursulinas que contribuyeron I <<Hace algunos dÍas, quince poco más ó menos, me anunció la
tan poderosamente á obtenerles un favor tan precioso. Hermana P... que estaba curada, que no sufría rva I, que el tu-
<En Septiembre de 1876, habiendo tenido la dicha cle acom_ ,mor habie desaprrrecido. IVIe certifiqué en efecto de Ia rerdacl
pañar á nuestro reverendo Hermano Superior general que ibair tle es[a aserción, -v no hallé traza alguna del tumor.
presidir los ejercicios espirituales que hacen todos los años <<La Hermana me refirió entonces que habia sido curada con
nue-stros Hermanos del Mediodia en nuestr¿l casa pror.incial cle el agua de Lourdes, casi instantaneamente. después de dos ó
Lavacan, cerca de Auch, los piatlosos padres del joven Edme
¡
I
tres aplicaciones de dicha agua¡'durante el curso de una novena.
Remy me entregaron la relación del milagro, fielmente conser_
vada en los papeles de familia, rogándome que la hiciera in-ser- .Pons, ? Ilayo de 18?9.
tar en los Annales cle Notre Dctme rle Lourdes. Durante mi <<DR. Anlou¡¡1.,>
permanencia en nuestra Comunidad de Lat¿rcan fué cuando
transcribÍ dicha relación, -v algunos días después al pasar por
Lourdes entregué una copia de ella á uno de los padres guar- N.o 2
dianes del vcnerado Santuario,I esta <<copia conforme,> firmada
por mí, no fué publicada hasta el me_q cle Diciembre siguiente.
<<Los que suscriben, doctores en medicina de la Facultad de
<He aquí, monseñor, la explicación de la-q fecha.e contenidas
Farís, médicos del hospital de Nlussidirn (Dordoña). certifican
en la relación que habéis leído ¡. l¿r r¿rzón de hallarse mi nom-
haber sid,r llamados en Septiembre último para asistir á la,.e-
bre al final de esta conmovedora narración. .ñorita I\Iaría Dupu--v, de Nlussidán, atacada de una fiebre ner-
<Añadiré, monscñor, que para responcler al deseo de los es-
viosa complicada de turbaciones funcionales grar.es,v variadas
posos liemy, modelos acabaclos de paclre-. cristianos, hice colo-
manifest¿indose: del lado de la laringe, por una extinción de voz;
caren la mi-.ma época en la Ba-"ilic¿r de X4arÍa Inmaculatla un
del lado clel corazón, ¡;or palpitaciones más ó menos frecuentes,
elD-ooto de m¿irmol blanco en memoria perpeluü de la fecha dei
seguidas algunas veces de opresión; del lado del estómago, por
ireneficio y de -eu profunda gratitucl haci¿r la N{adre cle Dios la
-v una inapetcncia casi absoluta y vómitos frecuentemente repeti-
Protectora dc su hijo.>
d6-s, sobre todo después de la ingestión cle la menor cantidad de
<Dígnese aceptar, monseñor, ctc.>
alimento, cualquiera que fuera su caliclad. Que los diferentes
t¡edicamentos que los que subscriben han juzgado mejoresy han
.ensayado para combatir este estado ntórltido, lian sido casi
N." 1 Dis
sierrpre mal soportados, J' por consiguiente mal seguidos y sin
ninguna eficacia; v que después de hacer uso del agua deNues-
<Invitado por la Superiora de la Congregación cle señoras Ur- tra Señora de Lourdes.1'á la conclusión de una novena hecha
iulinasdePons¿i decir lo quc sabe sobre laenfermcdad ycura-
¡ror su intcnción,la Srta. Dupul.recobró el i5 cle Enero último
ción de la Sra. D., Justina, en Religión sor p..., el que subscribe la salud de una ma¡rera repentina y completa.
hace la si¡Juiente declaración, limitántlose Ír enunciar 1os hechos
<En fe de lo cual 1os que subscriben extienden el presente cer-
cu,va interpretación no ie corresponde. ,t,ificado.
<<Hace dos ó tres me-qes la Hermana p... me enseñó un tumor
:ituado en el costado izquierdo. Este tumor tenía el volumen de <<G. Ilosv¡s1,, n¿rici,it:o.-8. I),r¡ronrsn. ¿/. ¡r¿
¡ln huevo de paloma, e,qtaba duro, sin adherencia la ocasioner-
¡; .rllussid¿in, 5 Cle Febrero de 18?z
l,r' r'ivos dolores. La enferma atribuia su origen dr un golpe que
Li;,la recibido. Dicho tumor me pareció de naturaleza cirrosa.
r' ¿r'.i i¿é irara curarlo 1os medios ordinarios. que no dieron re-
s'rltado i:lgrtno.
426 DOCUMENTOS COMPR,OBANTES DOCUMENTOS COMPBOBANTES 427
<,.Efectivamente, con la curación cle sus males le volvieron tlc
rcpente todas sus fuetzas; v la que unos momentos antes no po-
N.o 3
dia moverse en su lecho cle dolor sin transiciones violentas, en-
contró repentinamente las fuerzas necesarias para levantarse,
CERTI}'ICADO DEI, MÉDICO vestirse y bajarlas escaleras, No es esto todo; con gran sorpre-
sa de sus compañeras fué con ellas á participar de su almuerzo
y comió con el mejor apetito; y en seguida, desde el mismo dia,
)Brujas, 29 de Julio d€ 18?J.
siguió los diferentes eiercicios de la Comunidad, y por último,
(El que subscribe, doctor en medicina, declara haber visto pro- llegada la noche, fué á ocupar de nuevo su celda, que había de'
ducirse el l6 de Juliode {872 un¿r curación completct é ínstctntci' jado hacía dieci-qéis años.
/¿ed en una Religiosa del convento inglés de Brujas, llamadaen <<Con posterioridad á esta época, es decir, pasado más de un
Ileligión sor Teresa José. año, su curación no se ha desmentido; y el convento, en vez de
<<Bsta señora, que tiene actualmente cincuenta y cuatro años, una Hermana enferma y sufriendo, posee actualmente en la
hacia dieciséis que estaba enferma. $u afecc.ión, bastante com- persona de Teresa José una excelente enfermera.
pleja, consist,ia especialmente en accesos de asma complicados <<Tal es, con algunos detalles, el hecho extraordinario de que
de bronquitis crónica con tumefacción pulmonar é hipertroffa he sido testigo, y no vacilo en declarar que una curación seme-
del corazón. jante en las condiciones y c.ircunstancias que acabo de exponer,
<El estado de la enferma presentaba todos los inviernos una ó no puede obtenerse con los socorros clel arte medical ni con los
varias agravaciones ó crisis acompañadas de fiebres y de sudo- recursos de la naturaleza, y que debe atribuirse á la interven-
res abundantes, obligándota á guardar cama; y á consecuencia dión de una causa ó de un poder sobrenaútrlol, únicos capaces
de estas crisis tuvo una gran pérdida de fuerzas, convalecencias de restaurar innteclialanenle las fuerzas corporales en un ot-
largas y penosas, complicadas muchas veces con recaídas, y ja- ganisnro tan consumÍdo.
más seguidas de vuelta completa á la salud de modo que le per- <<E. V¡N-Dnolt*rr., rn, cl. P.>>
mitieran dedicarse de nuevo á sus ocupaciones y volver á su
celda.
<<Pero de todas estüs recrudescencias, la que tuvo lugar á N.o 4
principios de 1872 fué incontestablemente la más violenta; las
tres últimas semanas que precedieron á su repentina curación
la enferma no podía soportar el menor alimento ni podia levan- TNFORTTE DE MB. PTFFON, DOCTOR EN MEDTCTNa
tarse de la cama; los accesos de opresión eran tan fuertes que
no podÍa articular una sóla palabra sin peligro de sofocaci<in;. El que subscribe, cloctor en medicina cle la Facultacl de Paris,
-cus angustias y las palpitaciones habian llegado /r su más alto residente en Lespane, certifica que son exactos y me son cono-
grado; en una palabra, el conjunto de los sintomas era tan cidos los siguientes sucesos.
alarmante, y ta} el agotamiento de fuerzas, que yo esperuba cle Margarita l3obe, de cuarenta años, domiliciada en (.Jue-vrac
dia en dia un clesenlace fatal. (Gironde), ha sido asistida por mi desde hace más de veinte ar-ros
<rEntre tanto, el {6 de Julio de 1872, durante una novena que con motivo de una ancmia acompañada de accidentes mul'gra-
se hacÍa en honor de Nuestra Señora de Lourdes, á eso de l¿Ls ves. FIacia seis años que no abandonaba la cama ó el cuarto, y
oe ho v media cle la mañana, después de una noche y una ma- estaba complet&mente privada dei uso de sus mrembros infe-
ial.iL.L¿ las más agitadas, la enferma sintió que se obraba en riores. Su debilidad era tan grande, que Li principios de este
ejli-r ur. rr¡n cambio, y se encontró -"ubitamente Iibre cle todos airo y por consejo nlio fué transportada al Hospicio de Lespa-
sus r]rle. r'ruracla por completo. rre, sin que su e-etado meiorase. -{pesar tle su ardiente piedad,
428 DOCUMENTOS COMP.ROBANTES DOCUMENTOS COMPB,OBAITNS 429
no podia ni aun ir al oratorio del establecimiento, contiguo á }a
sala donde había estado recogida.
El 4 de Agosto Margarita Bobé me manifestó que tenía inten- N." 6
ción de ir á Lourdes á pedir á Dios su curación, que la ciencia
no podia darle¡ añadiendo que -si no la conseguía se considera- Declaracitjn del Dr. \'f asurei, médico de la casa de Huérihnos,
ría dichosa en morir ¡, ser entenada aI pie de la Gruta. que certifica la naturaleza extraordinaria de la curación.
Hice todos los esfuerzos para disuadirla de este pro.vecto, <El infrascriplo, doctor módico, certifica que .la Srta. Sofia
convencido como estaba de que su estado no le permitiría em- Druon, cle veintiséis años, pens.ionista en la \{isericordia de
prender este viaje, que debia durar dos noches,v un dia. Lila, estaba atacaba de un raquitismo muy pronunciaclo, cu¡'o
Bl 8 de Agosto, con gran sorpresa mia, la vi entrar en mi ga- ef'ecto principal era hacer dificiles y mu,v lirnitados los mor''i-
binete andando y gozando al parecer de la, mejor salud, y me mientos cle los nriembros superiores, .r' dejar completamente
dijo: inertes los mienlLlos inferiores.
<<Dios me ha escuchado... Ando... Fuí á Lourdes, y en cuanto <<Este estado de enfermedad, considerado como incurable, lo
me bañé en las aguas de la fuente milagrosa empecé á andar y conocia yo hace cioce ó trece años; mas el 8 cleSeptienlbre últi'
me sentí revivir.>> mo, á las nueve cle la mañana, esaminando á la citada señorita
Debo añadir que después ha dado largos paseo-*, se ha entre- reconoci: l.o que el enderezamiento v el movimento de los
gado á los trabajos interiores del Hospicio ds le.ep¿rre y goza miembros inl'eriores eran bastante acentuados para permitir
de salud. una marcha iácil; 2." que los miembros superiores habían ail-
De todos estos hechos no puedo menos de deducir que ld cu' cluirido en la e.rtensión de sus movimientos una mejoría notable.
tación de Margaríta. Bobé tiene uft cataqter sobrenatural r1ue <<Este resultado es tanto má-q extraordinar.io, cuant,o que se ha
cíencia no j usti'fican ni ecplicatt, U que
los p r í.ncípíos rl.c L,z ct producido instantáne¿rmente y sin ninguna transiciól) que per-
nti ntodo cle cer, /n17 que afuibuí,r a r:au,sas st¡brel¿urnartcts.
' mita atribuírlo á la .influenr:ia de la medic.ina.
Lesparre" 3 (te Octub¡e ale 18?2. NLc.suqnr,.
.Lila, 12 SeDtiembre de 1872.
Pr¡roN, rh-¡ctot' ntétlico.
N.u 7
l{.o 5
El que subscribe, doctor en medicina cle la Facultad de Paris,
residente en Herbiers (Vendee), certifica lo siguiente:
El que subscribe, doclor médico en Maulevrier, certifica ser
<La joven Filomena Simonneau, de veinte años de edacl, que
en un todo conforme -y verdadera la relación del señor Cura de
vive con sus padres en Chambreteau, cuntón de Mortagne-sur-
los Echaubrognes referente á N4aria Tisseau.
Sbvrc (Vendee), de temperamento escrofuloso, que no es irnico
Drsonltna.ux, doctor médíco, P. en su f'amilia, fué atacada hace más de cinco años c'le una ¡1e-
cro-<is de los hue-sos de la pierna derecha. Yo asi-"tí á e-.1¿¡ eni'er-
Irf¡ulevrier, 24. Mayo de 1873.
ma desde el principio de la afección, en cuya época no oli'ecia
otros caracteres que los de una o.slelfes, cuya naturaleza no tar-
dé en reconocer. Jamás tuve duda en mi diagnó,ctico, el cualha
sido'comprobaclo por otros colegas mios. La marcha y los fenó-
menos ulteriores cle l¿r lesión no cle.jaban tampoco Ia menor duda
sobrc lo-q realidad de la necrosi-. e-"crolulosa.
430 DOCUMENTOS COItrPROBANTES DOCU}TENTOS COMPBOBANTES 431
<Al hacer misprimeras visitas á la joven Simonneau hace más rni encuentro con aire alegre y esbelto, contrarto á Ia diittesjs
de cinco años, había anunciado que la enferma no tenía proba- escrofulo-qa que padecia v á la anquilosis del pie. He ex¡rlorado
biliclades de curación sino después de largos sufrimientos .v de la art,iculación, enferma en otro tiempo, v ias llagas antigua-s
accidente-* gravisimos, y tal vez É. costa de una enfermedad per- que -yo había reconocido, y he podido con\.encerme que uo
manente, 1a anquilo-sis de la articulación peróneo-tibio-tarsiana. existe ninguna traza de anquilosis de la articulación peróneo-
Efectivamente, la joven Simonneau ha estado constantemente tibio-tarsiana. Las llagas que se habian producido en diferentes
c.lavada en -qu lecho desde esta época' Ha tenido abscesos nu- épocas encima del maléolo cxterno, están entera ¡'reciente-
merosos ¡r -<ucesivos, -v fístulas en dif'erentes partes: secuestros mente cicatrizadas: el color ro-qa 1' la apariencia de la super-
múltiples .v voluminosos han acabado por salir peno-camente' ficie del tejido cicatricial dan prueba de ello, como las cicatri-
Los dos huesos de la pierna derecha han estado enfermos en su ces son y serán siemprc testigos indelebles .v característicos
mitad inferior, pero principalmente el peróneo, cu¡'as deformi- de la lesión diatésic¿¡ que he reconocido. No ha,v dolor alguno
dacles .qe pueden apreciar todavía fácilmcnte. Este hueso, que en á la presión ni en el movi¡¡iento. La piel está adheridn al pe-
lo normal e-q reclo -v liso, e-"tá desigual, grtleso ]' tortuoso en su róneo, -v se -qiguen todos los contorno-s rugo-qos de e-cte hueso,
dirección desde su mitad hasta el tobillo. cuya-s desigualdades consiguientes á Ia eliminación de los se-
<<Recuerclo que cuando yo a-sistía ir la enferma, todo el miem- cuestros y al trabajo de reparación -ce aprecian perfectamente.
bro eslaba incapaz de movimiento voluntario ó comunicado;1o <<Existe un volumen considerable en ei cuello del pie ¡' en la
que se explica muy bien por Ia enorme hinchazón que existía, mitacl inferior de la pierna, debido á las concreciones huesosas
por ei dolor, por la tensión y el cambio delosmúsculos -vdesus que han reem¡il¡2¿d6 al hueso normal, y á la elevación consi-
tendones, ¡'por el estado inflamatorio de todos los tejidos' Du- guiente de los tendones v membranas, pero sin hinchazón ede-
rante larios años la joven Simonneau no ha podido hacer el rnatosa ni inflamatoria. En fin, me es.imposible negar que la
menor uso de su pierna derecha; -v recuerdo también perfecta- pierna de la joven Simonneau está curada, y curada más com-
mente que el 11 de Marzo de 1872, habiendo sidollamado á asis- pletamente de lo que podía esperarse después de una enferme-
tirla para una afección aguda de otro género, no pude hacerla dad tan terrible.
sentar sobre el sillón para auscultarla, por estar envarado -v do- <<Al mismo tiempo, el estado general es'muy bueno. Tanto la
loroso el miembro inferior derecho hasta el punto de no pres- enferma como sus padres me han asegurado que las supura-
tarse á ninguna flexión. lin aquel entonces no di importancia ciones habían cesado hacia unas tres semanas, lo cual con-
actual á una enfermedad antigua v crónica cu-vo procedimiento cuerda con eI aspecto de las cicatrices, -v que desde entonces la
racional se había hecho y se hacía siempre regularmente, ¡ cu- libertad del miembro -qe había manifestado. Según me han di-
yo resultado previ-.to é inevitable, según mi opinión, era Ia an- cho, la época de esta curación tuvo 1u¡Jur cn un viaje que la
quilosis -.i las supuraciones llegaban á extinguir-se ¡'' los huesos enferma hizo ti l-ourde-q.
gangrenados á purgarse. <<La cicatrización muv rápida y definiiiva de los tejidos blan-
<<Después de esta época no voli'i á r'er ii la enferma, que con- cios 1' huesosos es va un resultado que me parece admirable y
fieso no podía ffjar especialmeñte mi atención, dado que la que la ciencia r:rplicaríu dificilnlente. Pero la anquilosis verda-
ciencia no tiene armas para combatir estas graves lesiones des- dera ó falsa, completa ó incomplcta, que se cure tan fácil r tan
graciadamente demasiado frecuentes, ni era posible preverun& ptoniamente me parece inexplicable, r' vo afirmo que la anqui-
curación que parecería sorprendente. losis verdadela es absolutamente incurable por los recursos de
<Habiendo tenido ho,v oca-"ión de ver á mi antigua enferma, la naturaleza -v del arte. ¿Ha cxistido esta anquilosis en el caso
que me dijeron se había curado, he examinado con toda la aten- presente? )-o no puedo certiñcarlo, no habiendo tenido ocasión
,rión posible su estado. A primera vista me sorprendió su apa- de comprobarla antes cle la reciente curación. pero estoy mo-
rie¡r¡itr de -.alud, conlrastando singularmente con la fisonomía ralmente convcncido que la irnquilosis debía existir, oerclaclera
líns,,ri,lo que ¡'o 1e había conocido. Me sorprendió r'erla venir á "lalsa. En efecto. si sc admite rluc la anquilo -cis cet'clarJera no
ó
432 DOCI'MENTO S COItrPROBANTES DOCUMENTOS COIIPROBANTES 433
ha sido producida por la larga enfermedad y por la prilación
absoluta cle todo movimiento de la articulación durante más de
N." 7 h,s
cinco airos, y que sólo se trata de una anquilosis/aZ.c¿¿r que €s
m¿is ó menos curable, dejo entonces á ¡lraesttos más hábiles el
cuidado de explicar por los cálculos cle la ciencia cómo una ar- I
ticulación tanto tiempo conclenada á Ia inmor.il.idad, sin haber t
Señora lJaronesa:
-qufr.iclo la anquilosis vercladera, ha podido tan rápida -r' comple-
tamente volver á su juego sin conservar ningún embarazo en su <Acabo de leer con el más vivo interés la memoria que ha
te_
agilidad, ni la menor claudicación en la marcha tle una perso- nido V. la bondacl de enviarme, la cual contiene con una exac_
na que durante cinco ¡ilos no ha porliclo hacer uso de su pierna titud perfecta todos los padecimientos que ha sufrido V. y todas
derecha. las fases de Ia larga y dolorosa enfermeclad quc ha soportado
<rSi mi buena fe puede encontrar escópticos, si nti aiirmación con tanta paciencia como valor.
puede suscilar contradictores, los .invito á todos á exunrinar por <He lenido el honor de ter á V. con frecuencia en su lecho
de
si mismos los hecho-" que he rcfericlo (¡' esto en interés c1e la dolor, y su noble resignación á la voluntad de Dios me ha im_
verdacl que creo servir), y -"i mis a-.erciones y obsert aciones -.e presionado siempre, con tanta más razón cuanto que V. estab¿r
prueban falsas ó erróneas, yo mi,.mo las condenaré. convencida como yo hacía mucho tiempo de la impoiencia de
<rFln re-qumen, mi opinión es que la joven Simonneau, á con- la medicina.
secuencia cle una afección escrofulosa rnuy grave de la pierna <¿Por qué no habia de decirlo el médico cle buena fe? Sí, es
tlerecha que debía provocar una anquilo-sis verdadera ó falsa" verdad: V. tenía una de e_.as enfermedades graves que terminan
aun admitiendo una curación n¿rturai, está en este momento casi siempre de una manera lastimosa; era V. presa de sufri_
perf'ectamente curada, sin ninguna otra señai permanente que mientos atroces; habia V. l.legado á esa edacl tle ia vida en que
las cicatrices huesosas.v cutáneas, v por consiguiente sin a¿- las enfermedades toman un grado más de graveclad; los rerie_
quílosís ni clat¿dicc¿círj¿. Ilsta curación sorprendente, que .vo dios más diversos que había aconsejado la experiencia de tres
certiffco, se ha obrado además con una rapidez que nada tiene médicos afectos á su persona y amigos de su famitia fueron re_
que ver con la lentitud ordinaria cle las curaciones en el género conocidos impotentes; hacia muchos meses que nos vimos re_
que nos ocupa. I)ebo, pues, declarar con toda sinceridad en nli ducidos áno dar á V. más que consuelosy testimonios de sim_
álma y en mi conciencla, que la ciencia meclical no puede dar- patia, cuando me hizo V. saber que su señora hija habia particlo
nos la erplicación absoluta de todos los f'enómenos de esta cu- para Lourdes con intención de pedir á la Saniisima Virgen
la
ración, que es auténtica v cle que yo no he vi-sto jamá-" ejemplo curac.ión que la medicina no podia procurarle. Si no recuerdo
semejante. mal me habló V. de oraciones que se hacian al mismo tiempo,
según su intención, en Brive, Tulle, Lourdes y otros puntos;
"En los Herbiers, 20 de Octubre de 18?2. me alegraba de esta última esperanza que que.lubu "yo
á la tantilia
de V., pero no me atrevia á participar áe s,,i confianza.
*H. trlons,rr','1oclo¡'.
_<Ochodias después 14r. de Lamberterie me escribia: ,Venga
<V. á felicitarnos:.la señora se ha curaclo: clemos por
ello grá_
<<ciasá Nue-qtra Señora de Lourdes.>>
<Luego que llegó la carta partí, y tuve el gu-cto de reconocer
que la timpanitis habia desapareciúo, que e'i volumen
enorme
del higado no eristia, c¡ue los órganos abclominales, tan
-ceria_
mente comprometido-q algunos clia_q antes, habian recobrado
su
estaclo normal.
434 JDOCUMENTOS COMPN,OBANTES DOCU}IENTOS COMPROBANTNS +35
(Sin embargo, nada de extraordinario se había producido, y I necesitan mi testimonio, ![ue para nada les sirve, consiciero
más
Iu , uraeión hubo de verificarse sin nrisis. \
senc-illo, recordando y consultando mi-q notas, redactar
un pe_
<¿Qué pensar de esta curación tan súbdita, realizada en cir- queño resumen que dirijo á V. con mi certificación
I firmaia.
cunstancias tan excepcionales y extraordinarias? I f{abiendo sido obserr.ados estos hechos que recuerdo por
<No titubeo en decirio: la medicina no debe reivindicar el ho-
{ mis
colegas lo mismo que por rrí, podrían someterse tambión
á su
nor de ella. Con mis felicitaciones muy sinceras -r'el deseo de J apreciación; .v me -cería mu-v grato quc mis honorables colegas
v¿r'durar largo tiempo esta curación, rcciba V., señora Baro- se sirr.ieran modificar ó corregir mis observitciones como les
ne:a, ler nuer,a seguridad de mis respetuosos homenajes. pareciera, pues de antemano me _qometo ri su juício
-v á las mo_
<<Ar,Écnn, d. m' P. dificaciones que crean conveniente hacer.
.Allassa,c,21 de Julio ile 18?3.' <<Reciba V., señora Baronesa, nuevamente mis felicitaciones
por los fitvores que se ha dignado concederle la Reina de Lorir_
des; confio que su poderosa Auxiliaclora, cuva intervención me
1I hago un honor y un deber en reconocer, se servirii completar
su obra y darle duració.n; ésta será una recompensa merecida
<<Señola: por su fe bien probada, sus oraciones v las apremiantes instan_
<<No me ¿6¡¡s-sp6nde relatar las diversas fases de la larga y cias de esos ángeles de la familia de V. que han sabido ahrir
grave enfermedad que ha tenido Y., por no haber seguido su las manos de la divina Madre de nuestro Salva.lor.
curso completo v no haber sido llamado al honor de asistir áV. <<Ruego r:r V. acepte, señora llaronesa, el homenaje respetuo-qo
sino en los últimos tiempos de ,.u enfermedad, es decir, hacia de su humildc y afectísimo servidor,
fines de Julio c{e 1872. Pero lo que yo puedo decir es que enton- <<Dn. Ilnux.
ces el estado de V. me pareció de los más gra\¡es, de los más .,Saint-Ceré, 5 de Julio ale 18?9.,
peligrosos, de los que no dejan la menor esperanza de curación.
Este era el lenguaje que -yo usaba con los miembros de su fa-
milia que me preguntaban acerca de su situación, y debo re- <El Dr. Ilrun que subscribe no puede reconocerse ningún ti_
conocer que su restablecimiento ha sido para mÍ de los más tulo á la calificación lison,jera que la señora Baronesa de Lanr_
inespcrados, y para el cual se puede invoc¿rr una iniervención berterie d¿r á Ios médicos quc han tenido el honor de asistirla,
-sobrenatural. pero puede certificar:
<Al dirigir á V., señora, este resumen cle mi apreciación por <Que desde el mes de N{arzo de 186g la señora Baronesa pre_
haber sido felizmente curada, formo los'r'otos más sinceros por sentaba en su salud una grave alteración. En los me_ces de Abril
su duración, y ruego á V. acepte el homenaje de mi profundo -,v
Mayo -"iguientes, independientemente de los desórdenes fun_
respeto y afecto. cionales serios observados en el aparato de las vías digestivas,
<<Polt.tRnl. el infrascripto reconoció'con entera certitucl por la palpación y
,,Brive,12 de Julio ds 18f3., la percusión un aumento con-"iclerable del voiumen aef nigaao,
cuyo órgiino traspasaba por -su borcle inferior tre-q dedos á.las
III costillas falsas, y el límite superior estaba también un poco
elevado.
<<El e,stado de la señora Baronesa sufría alteraciones
<Señora Baronesa: de mejo_
ría ó gravedad; pero la lesión material ,lel hígado persisiía
He leido con mucho cuidado é interés la relación que ha siempre.
qutr: i,, \'. someter ir mi juício, No puedo menos de aprobarla <<Desde Marzo ii Octubre de 1872, una timpanitis desarrollada
t:, i i:,: -us t',¡rtes; m&s como en él se exponen hechos que no en el extremo v que resistía á toctos lo: medicamentos, vino á
436 DOCU]itrENTO S COMPNOBANTES DOCIITIENTOS COMPROBANTES at¡ I
poner á la Ilaronesa en el estado mús lastimoso, inspirando ú y debilitantes á la vez; estaba sujeta á las ffebres terciuua¡: su
los médicos serios temores. constitución se había gastado enteramente. Vivía penosamente,
<Asi las cosas, perdida la e-qperanza en lo humano, la señoro con tanta más razón cuanto que su estado de fortuna no le per-
Baronesa ernpezó á beber á fines de Septiembre el agua de mitia satisfacer á las varias exigencias de su enfermedad.
Lourdes. Desde e.l 7 de Octubre el Doctor que subscribe veía A fuerza de penosas emociones que trabajaban sobre una
con sorptesa y complacencia que los síntomas más graves me- 'constitución nerviosa -ya muy quebrantada, habia llegado al
punto de que la menor impresión la ponÍa enferma la hacía
.ioraban, que el vientre perdÍa progresiva y rápidamente el vo- .r*
lumen que tenia, que las funciones digestivas se restablecian de guardar cama durante semanas y meses.
un modo admirable, miru,m in mocl,u,m. Desde entonces la con- En Abril de 1869 su hermano el Dr. Morillón, médico de pont-
valecencia ha seguido regularmente. Poco tiempo después la Saint-Maxence (Oise), le mandó un medicamento mu) enérgico
señora Baronesa podía emprencler viajes bastante .largos. El que consistia principalmente en purgantes repetidos, nitro
1,di-
Doctor que subscribe no ha tenido ocasión de poder examinar. gital. Pero el mal estaba muy arraigado, ]' ya en Abrii de lB70
con cuidado á su intere-sante enferma hasta el 18 de Octubre; la enferma se apercibía de la hinchazón de las piernas, signo
pero ese día observó el notable alivio que había experimentado, habitual de una lesión orgánica del corazón, hipertrofia del co-
y después la ha vuelto á ver y examinar el 17 de Junio de 1873, razón con insuficiencia de las válvulas. Desde esta época la in-
encontrándola en un estado muy satisfactorio en todos concep- filtración subcutánea no desapareció mdrs, siendo especial-
tos. Al través de las paredes abdominales ya de.einflamadas ha mente muy fuerte durante los grandes calores del verano ¡.en
reconocido y comprobado que el hígado ha vuelto á sus pro- los frios húmedos de la mala estación. La infiltración fué poco
porciones normales. Este órgano no traspasa, por su borde an- á poco siendo general (anasarca). Había cierta cantidad de ce-
tero-inferior, el borde de las costillas falsas; y su limite supe- rosidad en el peritóneo, y la parte alta del vientre estaba muy
rior, apreciado por la percusión, parece normal. €stirada y timpanizada. Los miembros inferiores ..e pusieron
muy dolorosos: la rodilja derecha sobre todo fué por mucho
.Saint-Ceré, ? de Agosto de 18?3. tiempo el lugar de violentos dolores reumáticos con derrame
<Dn. Rnur.>> ceroso en la articulación. La tcndencia á la formación de la ce-
rosidad patológica en toda la economía se mant,enia siempre.
Paso en silencio los diferentes síntomas de esta grave enferme-
Iü.o I dad, tales como la dificultad y escasez de la orina, la pereza
invencible de los intestinos ó las diarreas debilitantes, las he-
INFORME DEIJ MÉDICO morragias de narices y una atonÍa completa. Durante e-.te
tiempo cada seis meses tenÍa yo que darle un certificado de-
"v
Desde el año de 1859 he estedo asistiendo ri la señora Ance- clarando que la enferma se veía en la imposibilidad de presen-
lin, y las principales obsen'aciones qúe conservo tomadas de tarse en persona á la TesorerÍa general para cobrar -qus pobres
las nota,q escritas por mí en cada una de las visitas que la hice, rentas; mi último certiffcado está fechado el 2 de Julio de 1872.
son las siguientes: Desde Enero de 1871 hasta su viaje á Lourdes, su vida ha sido
Siempre la he visto sufrir. Yo no la conocia antes de haber un suplicio: las sofocaciones, las bronquitis catarrales, las he-
empezado á visitarla. Grandes contratiempos habian alterado morragias, los sudores excesivos, Ia fiebre, la timpanitis, la
su salud; casi siempre estaba enfermiza; una pericarditis sin- anas&rca, todo concurría á la vez á sus sufrimientos.
tomirtica de un antiguo reumatismo le causaba frecuentes pal- Et l0 de Abril de 1872, una lechera de San José (carretera de
pitaciones, sofocaciones inquietantes, una ortópnea intensa; el Carquefou), Ia condujo á su casa en su camo; este cambio de
co¡azón luncionando mal; el aparato respiratorio eslaba altc- aire le sentó bien -v le quitci un poco la opresión, pero el ntal
ratio. .\dentris, los -cudores menopúuticos eron muy abundantes volvió alguno-q días después. Dió cinco ó sei-q paseos de este
438 DOCUMENTOS COMPR,OBANTNS COMPROBANTES
DOCUMENTOS 439
género que le procuraron siempre algún alivio. A fines de Junio
Cuandó enfermos como ia Sra. Ancelin curan, lo cual es raro,
de 1872 condujéronla á Santa Ana tle Auray. Este viaje lo hizo la curación se hace lentamente y es siempre precaria; las re-
igualniente bien, tan bien rlue dejó alii su"s muletas;
¡iero la caidas, las reinciclencias son casi siempre ciertas, sobre todo
anasiarca persistió con -cus demás miseria-q. cuando llega la n'rala estación. En el ca-qo presente no ha habido
Por fin, cuando la primera peregrinación cle Nantes á Lour_ esto. Hace ca-qi seis semanos clue est& cur¿rción se ha obrado, y
des fué re-.uelta, se apoderó cle ella un ardiente deseo de tomar la afortunacla peregrina continúa gozando de la salucl miis per-
parte en ella con firme propósito de efectuarl¿r. Todos aquellos t'ecta.
á quienes comunicó su proyecto, entre quienes me contaba yo'
lo calil'ica¡on cle insensato, temerario é irrealizable. Ella, sin Nautes, 18 ale Noviembre de 1872,
embargo, persistió en su resolución, v contra su voluntad no
pudo formar parte del primcr tren; sintiólo mucho, y no tuvo
Firmaclo: Eur;Erto TtIre.rlt-r, 11. riz.
TOS CER,TIFICADOS DEII DR. DE IJA }IARDEITITE. Mí]DIC0 Chabris-sur-Chcr, 6 de Enero de 18?3.
una extinción
l"nru
;;
de ra ranre, poco de-spués
:: il'..;f
r\ticsLra ;::
¡enora
de
::
de
ue
de voz naclA
hacía cua-
cua*
su ia, Ulu
un momento libre. Yo la había dado mis consejos á fin de
que alta é inteligible voz, diciendo:
(No lenso mol
<<No fenr¡n mal, est61-"rr;;;.;
^-r^.. ^.__ "o
conservara sentimientos de humildacl al contact'o de una ova-
ción tan extraordinaria' Debo declr que e'qte milagro ha hecho 3::,t::l:,.$11,"1a1ot. rra¡ía recobrado súbiramenre la sa_
un bien inmenso en las almas, Y que no contribuirá poco á lle- iTjlill,i. ;:til,j: g" ".t. di" I";;;;;i:;;,l:";l,X:::::i: ;::
var ntlmero'qos peregr.inos al Santuario de Lourdes' il:l,,::'lJ
mente. La ::,**:':,i:^ry::l
enferma pudo r -hi;;;;
;;;;,,'#':
al mi-qmo urq'
día,
;::l
_-__-rqruuruu
Jt[:
uu0rplera_
clormir,
Lru'rlrrl levantar-
<Firmado: Cosrns, cura de Ia Be'"se, se,rl
se al dia siguiente é! ir sol¡
,-:li, ¡;^.,:^._.- ,lomer levantar_
á.r_lar gracias á' Dios por
r d'e I a C o munid'a d'. uj.l: i o rr,.1:lu^lqh.tr
su inesperart¡ c,rr¡ni..,-
t".;"";;;.,;
. fund'ü¿lo
;: il;;ri:t:
ra Srra."
Juria rador I
es d e e n-r o n c e,
l{." 16 I N." 1g
Año de ta63
Ealmundo Remy.-Máximo tle Robl¡eau
Año de 1869
La Srta. Leonia OhartróD.-Jua¡a Peyres.-Sor Maria Regis
XXl.-Curación radical de una hidropesía crónica cont- \.-cr.;;l;n'r;^, il,"; ra ASunejún dc 1873.
., r,r u, q u. i ul o,;j
plicada con otras enfermedades declaradas incural¡les, ;;" il::"t, :; jJ "::.;;:ll.il:,
, ;1il _
el 10 de Octubre de 1872. 210 .l 2J de Agost o dc 1873.
. . ,
;Xi$iiüqiii,üil[1;:
loi
: :i:d
II. Bretón.-La Srta. Rosina Oliivier.-La Srta. V. T\r., de Courtrai.-
La Srta. Maria Victorina Acquier.-La Srta. Clemencia Gautier.-
{
. tr$,,-"lg ffi;ij: "
;:
Carolina Esserteau.-Maria Juan.-Lucía ¡'r¿riture.-El abate d.e Mu-
sy.-El abate Guilmin.-Juana O' Iuoore.-Sor Dorotea.-La señorita
Bárbara Canelet.-Irma Dubois.-.Iulin Jaalot.-La Srta. de Tinseau.
-La Srta. l\faría Poirier.-Sor Sofia.-Rosalía Rabot.
t
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.¡paiillr:;i#l*i:,H,: :,:
-ff;:fi*i::;ü.llJjl":,:rs.1eocrubrc'l.
;;;;o;:l';;:.';ril. soria, de N im
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cs. c,,
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rrr
I -,!:,'1u.. "i
/\rA.-t-onnrorcdor0
crtr¡cióu-a" uno^'a;rri"nt, 3;7
I.-Ouración súbita de una neurosis de diciocho airos, de- plr Rcnnes, g i,rufor,,,
clarada incurable, en París, el 23 de Enero de 1873. . nl tlc Djcioml¡re
233
¡ de 1g73.
IL-Curación súbita de una cnf€rmedad crónica del híga- I 3(.L
¿
46+ ínnrcn
Ano de t8?4
Un niño de tr{aalagascar.-Sor Maria Catalina.-José Schmitt.-Pauiina
1 FE DE ERRATAS EN EL TOtvlO PRIlvlERO
Seydel.-La Srta. de Margerie.-La Sra. IlIallet de ArtrbI.-Sor Mari&
Bernardina.-La Srta. de X'ontenay.-La Srta. María Labonne.-L*
Srta. Lesbroussartt.- Teresina Boutlin.-Sor Maria Galriel.-La se-
ñora tr'Iipo van Oosi.-La Sr¡a. Celestina Bon.-Juana Holagray.-T,a Dlcfl LDASE
eÁ g_¡-y_r 1inn,1
Srta. Octavia ¡'abry.-La Srta. de Rothiacob.-Teresa verst¡acte.
366 á mi grito ¿i mi el grito
39 17 torno tono
I.-Curación instanthnea de un niño que se moria, en \'Ia- 45 15 hau estado eirrtiendo estuvieron sintier¡dr,
dagascar, en Enero de 187/r. . 367 7+ 28 Gauset Gauget
85 2r la fuerza de fe la frrerza de su f'e
II.-Curación de sor r\Iaria Catalina, que estaba enlerma 89 19 estado costado
hacia treinta y tres meses, en tsoulogne-sur-\ter, eI 16
141 2t sÍrbalito súbito
164 4 Eeheubro€iues Echaul,rognes
de Febrero de 1874. .
III.-Curación instani¿inea de José Schmilt, novicio cle la
370
! 179
243
257
1
18
20
Cura
sujeto
gorportar
Curación
sujeta
so p ortar
Compañia deJesús, en Flolanda, el 16 tle Febrero de lit74. 373 303 12 pereg rin a ció p eregrina ción
lV.-Curación instantánea dc una gastralgia crónica in- 326 15 cómo lo eómo la
330 19 Tedéum Te Deutru
curable, Paulina Seydel, rie Belfort, cn Lourcles, el 22 ir Lourdes ir á Lourdeg
de Marzo cle 1g74.. 379 391 16 lo madre la madre
134 3 súbdlta súbita
V.-Curacitin súbita de la Srta. de Margerie, en Sceaux, 44t 15 En un hecho Es un hecho
cerca de Paris, el 22 de Junio de 1874 383 453 20 al mismo tlía el mismo di¿
VI.-Curación sirbita cle una ti-qis [uberculosa llegada al
tercer grado, en Paris, el l.u de Julio de 1874.
VII.-Sor Maria Bernardina, Religiosa de la Stlpientia,
390
r
curada de una glándula cancerosa, en Lourrles, cl 3 cle
Julio de 1874. 394
Vlll.-Admirable curación de la Srta. rle Fontenay, en
Lourdes, el 15 de Agosto de 1874. . 399
IX. -Curación radical é instantánea de una terrible ent'er-
medad de la medula espinal, en Lourdes, e] 18 de Agosto
ile 1824. 410
Doculrnxros colrpRoBANl¡s. 423