Por supuesto, Jesús sabía muy bien que Pedro tenía sus defectos. Sin
embargo vio que Pedro tenía mucho potencial y quería ayudarle a ir
puliendo sus cualidades. Jesús también se concentra en nuestras
virtudes. Pero ¿y si nos cuesta creer que puedan hallar algo bueno
en nosotros? En tal caso, tenemos que confiar en el modo en que
ellos nos ven y dejarnos enseñar y moldear como lo hizo Pedro.
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