La otra agravante es que tanto los reproductores como las hembras generalmente son
de bajo potencial genético y cada pequeño agricultor no puede tener un buen
semental. Una alternativa sería la organización de los agricultores para que en
conjunto adquieran un reproductor de mejor potencial, que pueda atender a un
número ideal de hembras pertenecientes a varios integrantes del grupo; los
agricultores entenderán que les resultará mucho más económico adquirir y alimentar
a un único pero buen semental, que comprar cinco reproductores mediocres y
alimentar cinco de ellos innecesariamente. La segunda alternativa sería constituirse
en grupo para contratar los servicios de inseminación artificial (u organizar su propio
servicio).
De más está decir que de poco servirá que los productores mejoren el potencial
genético de su ganado, si antes de ello no han mejorado y aumentado la producción
de forrajes, si no han producido sus propias raciones, si no han almacenado forraje
para las épocas de escasez, si no han destetado precozmente a los terneros, si no
han mejorado la eficiencia reproductiva (anticipando la edad de reproducción,
reduciendo los intervalos entre partos, aumentando el número de crías por parto y el
número de animales destetados) y si no han vacunado, mineralizado y desparasitado
a sus animales.
Una reflexión sobre los temas incluidos en los puntos 11.5 y 11.6
En estos dos puntos fueron incluidas algunas alternativas que permitirían a los
productores pecuarios aumentar la producción y la productividad de su masa
ganadera, por medio de la adopción de medidas compatibles con los recursos que
normalmente poseen.
a) Si una vaca empieza a parir a los 42 meses pudiendo hacerlo a los 28, si tiene un
parto cada 24 meses pudiendo tenerlo cada 13 meses, y si al novillo le toma cinco
años llegar al mercado pudiendo hacerlo a los dos años y medio, es evidente que el
agricultor verá sus ingresos sensiblemente reducidos; además, necesitará más tierra y
mayor cantidad de alimentos para mantener animales que durante un largo tiempo
consumen, pero virtualmente no producen, o producen por debajo de sus
posibilidades.
b) Si una vaca produce tres litros diarios de leche durante 180 días pudiendo producir
seis litros durante 300 días, los ingresos disminuyen, ya que produjo apenas 540 litros
de leche por lactancia, en circunstancias en que podría haber producido 1.800;
además, hay una capacidad ociosa correspondiente a un factor de producción caro -
como son las vacas- que a los productores pecuarios les cuesta mucho adquirir. Si las
vacas producen poca leche, la prioridad no necesariamente deberá consistir en
comprar más vacas, sino en mejorar el desempeño productivo y reproductivo de
las ya existentes, fundamentalmente con mejor alimentación y cuidados sanitarios.
Es necesario sensibilizar a los agricultores sobre la importancia de la productividad y
demostrarles que aumentar el número de vacas no es la única alternativa (ni la más
importante) para incrementar la producción de leche y mejorar sus ingresos.
c) Si una cerda tiene tres partos en dos años y logra destetar en ese período a apenas
15 lechones pudiendo tener cinco partos y destetar 35; y si éstos demoran 11 meses
en llegar al peso de mercado en vez de hacerlo en seis meses, es evidente que se
producirá desperdicio de animales de producción, tierra, instalaciones, mano de obra
y, muy especialmente, del factor de mayor costo que es la alimentación, porque las
hembras dejaron de producir 20 lechones y los 15 lechones destetados consumieron
recursos por cinco meses adicionales, durante los cuales no produjeron o lo hicieron
por debajo de sus potencialidades.