Anda di halaman 1dari 6

la envidia

1. Los celos y la envidia están muy ligados al orgullo, la vanidad y el egoísmo

Eclesiastés 4:4
He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su
prójimo. […] Esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Gálatas 5:26
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

1 Timoteo 6:4
Está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen
envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas.

2. Los celos y la envidia son una expresión de disconformidad o disgusto

Génesis 37:4
Al darse cuenta [los] hermanos [de José] de que su padre lo quería más que a todos ellos, llegaron a odiarlo
y ni siquiera lo saludaban.

Números 16:3
[El rebelde Coré y sus seguidores envidiaron el puesto de dirigente de Moisés y formularon acusaciones
falsas contra él:] Todos ellos se reunieron, se enfrentaron con Moisés y Aarón, y les dijeron: «¡Basta ya de
privilegios! Todo el pueblo ha sido consagrado por Dios, y el Señor está con todos nosotros. ¿Por qué se
levantan ustedes como autoridad suprema sobre el pueblo del Señor?» (V. Salmo 106:16–18.)

1 Samuel 18:7–9
Las mujeres cantaban mientras tocaban, y decían: «Saúl ha matado a sus miles, y David a sus diez miles». 8
Entonces Saúl se enfureció, pues este dicho le desagradó, y dijo: «Han atribuido a David diez miles, pero a
mí me han atribuido miles. ¿Y qué más le falta sino el reino?» 9 De aquel día en adelante Saúl miró a David
con recelo. (V. también los versículos 27,28; 20:30,31.)

Mateo 20:8–15
[El dueño de una viña contrató a jornaleros a diversas horas del día.] Cuando se hizo de noche, el dueño le
dijo al jefe de los trabajadores: «Llama a cada uno y págales, comenzando por los últimos que vinieron, y
terminando por los que vinieron primero». 9 Entonces se acercaron los trabajadores que llegaron a las cinco
de la tarde y recibieron el salario de un día completo. 10 Después, cuando pasaron los que habían llegado
primero, muy de mañana, pensaron que a ellos les pagarían mucho más. Pero cada uno de ellos recibió
también el salario de un día completo. 11 Cuando ya tenían el dinero, esos trabajadores comenzaron a hablar
mal del dueño de la viña 12 y le dijeron: «Los que llegaron a las cinco de la tarde solo trabajaron una hora.
Usted les pagó a ellos igual que a nosotros, que trabajamos todo el día aguantando el calor. Eso no es justo».
13
Pero el dueño le contestó a uno de ellos: «¡Mira, amigo! Yo no he hecho nada malo contra ti. Recuerda
que los dos acordamos que tú trabajarías por el salario de un día completo. 14 Toma el dinero que te ganaste
y vete. […] 15 Yo puedo hacer con mi dinero lo que me parezca. ¿Por qué te da envidia que yo sea bueno
con los demás?»

3. Los celos y la envidia son consecuencia de nuestra naturaleza pecaminosa, y debemos


procurar superarlos mediante el poder del amoroso Espíritu de Dios

Jeremías 17:9
Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. (V. también Mateo 15:19.)

Mateo 20:20–28
Se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y postrándose ante Él, le pidió algo. 21
Jesús le preguntó: «¿Qué deseas?» Ella le dijo: «Ordena que en Tu reino estos dos hijos míos se sienten uno
a Tu derecha y el otro a Tu izquierda». 22 Pero Jesús dijo: «No saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa
que Yo voy a beber?» Ellos respondieron: «Podemos». 23 Él les dijo: «Mi copa ciertamente beberán, pero el
sentarse a Mi derecha y a Mi izquierda no es Mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado
por Mi Padre». 24 Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. 25 Pero Jesús,
llamándolos junto a Él, dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y
que los grandes ejercen autoridad sobre ellos. 26 No ha de ser así entre ustedes, sino que el que entre ustedes
quiera llegar a ser grande, será su servidor, 27 y el que entre ustedes quiera ser el primero, será su siervo; 28
así como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar Su vida en rescate por
muchos».

1 Corintios 3:3
Todavía son carnales. Pues habiendo celos y discusiones entre ustedes, ¿no son carnales y andan como
hombres del mundo?

Gálatas 5:14–16
Toda la Ley se resume en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». 15 Tengan cuidado,
porque si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos. 16 Por lo
tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos.

Gálatas 5:19–23
Manifiestas son las obras de la carne, que son: […] 20 enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas,
disensiones, […] 21 envidias, homicidios […] y cosas semejantes a estas. 22 Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay
ley.

Gálatas 5:24–26
Los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25 Si vivimos por el Espíritu,
andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros.

Tito 3:3–5
Antes también nosotros éramos insensatos y rebeldes; andábamos perdidos y éramos esclavos de toda clase
de deseos y placeres. Vivíamos en maldad y envidia, odiados y odiándonos unos a otros. 4 Pero Dios nuestro
Salvador mostró Su bondad y Su amor por la humanidad, 5 y, sin que nosotros hubiéramos hecho nada
bueno, por pura misericordia nos salvó lavándonos y regenerándonos, y dándonos nueva vida por el Espíritu
Santo.

Santiago 3:15–17
No es esta la sabiduría que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica, 16 pues donde hay
celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa. 17 Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin
incertidumbre ni hipocresía.

Santiago 4:6,7
[Al Diablo le encanta aprovecharse de nuestra envidia y orgullo. Por eso debemos combatirlos con la
Palabra de Dios y la oración.] «Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes». 7 Por tanto,
sométanse a Dios. Resistan, pues, al diablo y huirá de ustedes.

4. Los celos y la envidia son trampas del diablo que solo dan mal fruto

Proverbios 6:34,35
Los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza. 35 No aceptará ningún rescate, ni se
dará por satisfecho aunque le des muchos presentes.
Proverbios 14:30
La mente tranquila es vida para el cuerpo, pero la envidia corroe hasta los huesos.

Proverbios 27:4
Cruel es la ira e impetuoso el furor, pero ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?

Cantares 8:6
Fuerte es como la muerte el amor; duros como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.

5. No envidiemos a los malos

Salmo 37:1
No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. (V. también el
versículo 7.)

Salmo 73:3,12,14,16–18,21,22
Tuve envidia al ver cómo prosperan los orgullosos y malvados. 12 ¡Miren a estos malvados! Con toda
tranquilidad aumentan sus riquezas. 14 Pues a todas horas recibo golpes, y soy castigado todas las mañanas.
16
Traté de comprender esto, pero me fue muy difícil. 17 Solo cuando entré en el santuario de Dios
comprendí a dónde van ellos a parar: 18 Los has puesto en lugar resbaladizo y los empujas a la ruina. 21 Yo
estuve lleno de amargura y en mi corazón sentía dolor, 22 porque era un necio que no entendía; ¡era ante ti
igual que una bestia! (V. también Job 21:7–30.)

Proverbios 3:31
No envidies al hombre injusto, ni escojas ninguno de sus caminos.

Proverbios 23:17
No envidie tu corazón a los pecadores, antes vive siempre en el temor del Señor.

Proverbios 24:1
No tengas envidia de los malvados ni ambiciones estar en su compañía.

6. Los celos y la envidia estimulan a obrar mal

Génesis 16:5,6
Sarai le dijo a Abram: «¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora
que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo». 6 Y Abram le
contestó: «Mira, tu esclava está en tus manos; haz con ella lo que mejor te parezca». Entonces Sarai
comenzó a maltratarla tanto, que Agar huyó. (V. también Génesis 21:9,10.)

1 Samuel 18:6–9
[Saúl tuvo envidia de David e intentó varias veces matarlo.]

Ester 5:11,13,14
Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos, y todas las ocasiones en que el rey lo había
engrandecido, y cómo lo había exaltado sobre los príncipes y siervos del rey. 13 «Sin embargo, nada de esto
me satisface mientras vea al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey». 14 Su mujer Zeres y todos sus
amigos le dijeron: «Haz que se prepare una horca de 50 codos de alto, y por la mañana pide al rey que
ahorquen a Mardoqueo en ella […]». Y el consejo agradó a Amán, y mandó preparar la horca.

Daniel 6:3–5
Daniel sobresalía entre los funcionarios y sátrapas porque había en él un espíritu extraordinario, de modo
que el rey pensó ponerlo sobre todo el reino. 4 Entonces los funcionarios y sátrapas buscaron un motivo para
acusar a Daniel con respecto a los asuntos del reino. Pero no pudieron encontrar ningún motivo de acusación
ni evidencia alguna de corrupción, por cuanto él era fiel, y ninguna negligencia ni corrupción podía hallarse
en él. 5 Entonces estos hombres dijeron: «No encontraremos ningún motivo de acusación contra este Daniel
a menos que encontremos algo contra él en relación con la ley de su Dios». [Entonces procedieron a
conspirar en contra de él.]

Marcos 11:18
Al oír [Su predicación], los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley comenzaron a buscar la manera
de matar a Jesús, porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba admirada de Su enseñanza.

Hechos 13:44,45
Al sábado siguiente, casi toda la gente de la ciudad se reunió en la sinagoga para oír el mensaje de Dios que
iban a dar Pablo y Bernabé. 45 Pero cuando los judíos vieron reunida a tanta gente, tuvieron envidia.
Entonces comenzaron a decir que Pablo estaba equivocado en todo lo que decía, y también lo insultaron.

7. Pasajes de la Biblia en que se relatan rivalidades entre hermanos provocadas por la


envidia

Génesis 4:3–5,8
Al transcurrir el tiempo, Caín trajo al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. 4 También Abel, por su parte,
trajo de los primogénitos de sus ovejas y de la grasa de los mismos. El Señor miró con agrado a Abel y su
ofrenda, 5 pero no miró con agrado a Caín y su ofrenda. Caín se enojó mucho y su semblante se demudó. 8
Caín dijo a su hermano Abel: «Vayamos al campo». Y aconteció que cuando estaban en el campo, Caín se
levantó contra su hermano Abel y lo mató.

Génesis 37:44,45
[Los hermanos de José tuvieron celos de él y planearon matarlo. Sin embargo, luego cambiaron de opinión,
lo vendieron como esclavo y mintieron a su padre, diciéndole que lo había matado una fiera. Años más
tarde, en Egipto, todos se reconciliaron y fueron perdonados.]

Números 12:1,2,9,10,15
María y Aarón empezaron a hablar mal de Moisés, porque este se había casado con una mujer etíope. 2
Además dijeron: «El Señor no ha hablado solamente con Moisés; también ha hablado con nosotros». Y el
Señor lo oyó. 9 El Señor se enojó mucho con ellos. […] 10 María se puso leprosa, con la piel toda blanca.
Cuando Aarón se volvió para mirar a María […] vio que estaba leprosa. 15María fue echada fuera del
campamento durante siete días [hasta que el Señor tuvo misericordia de ella y la curó].

Lucas 15:25–30
[Cuando el padre recibió en su casa al hijo pródigo con una fiesta:] El hijo mayor estaba trabajando en el
campo. Cuando regresó, se acercó a la casa y oyó la música y el baile. 26 Llamó a uno de los sirvientes y le
preguntó: «¿Qué pasa?» 27 El sirviente le dijo: «Es que tu hermano ha vuelto sano y salvo, y tu papá mandó
matar el ternero más gordo para hacer una fiesta». 28 Entonces el hermano mayor se enojó mucho y no quiso
entrar. Su padre tuvo que salir a rogarle que entrara. 29 Pero él, muy enojado, le dijo: «He trabajado para ti
desde hace muchos años, y nunca te he desobedecido. Pero a mí jamás me has dado siquiera un cabrito para
que haga una fiesta con mis amigos. 30 ¡Y ahora que vuelve ese hijo tuyo, después de malgastar todo tu
dinero con prostitutas, matas para él el ternero más gordo!»

8. El remedio para los celos y la envidia es pedir a Dios que nos dé una dosis mayor de Su
amor y nos haga más semejantes a Jesús

Romanos 13:11–14
Ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. 12 La noche está muy avanzada, y el día
está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. 13 Andemos
decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y
envidias. 14 Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne.
1 Corintios 13:4
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante.

1 Pedro 2:1,2
Despójense de toda clase de maldad, todo engaño, hipocresía y envidia, y toda clase de chismes. 2 Como
niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual pura, para que por medio de ella crezcan y tengan
salvación.

9. Versículos para invocar cuando se combaten los celos

Salmo 61:2
Clamaré a Ti cuando mi corazón desmaye. Llévame a la roca que es más alta que yo.

Salmo 103:14
Él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.

1 Corintios 10:13
Ustedes no han pasado por ninguna tentación que otros no hayan tenido. Y pueden confiar en Dios, pues Él
no va a permitir que sufran más tentaciones de las que pueden soportar. Además, cuando vengan las
tentaciones, Dios mismo les mostrará cómo vencerlas, y así podrán resistir.

2 Corintios 1:10
Él nos libró y nos libra y esperamos que aún nos librará.

2 Corintios 9:7
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre.

Gálatas 6:9
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

2 Timoteo 2:3
Toma tu parte en los sufrimientos como un buen soldado de Cristo Jesús.

2 Timoteo 4:18
El Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para Su reino celestial: al cual sea gloria por los
siglos de los siglos. Amén.

1 Pedro 5:10
Después de que hayan sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que los llamó a Su gloria eterna en
Cristo, Él mismo los perfeccionará, afirmará, fortalecerá, y establecerá.

10. Con frecuencia, la persecución religiosa es provocada por la envidia

Marcos 15:9–11
[Impulsados por la envidia, los fariseos incitaron a la gente a pedir la muerte de Jesús:] Pilato les contestó:
«¿Quieren ustedes que les ponga en libertad al Rey de los judíos?» 10 Porque se daba cuenta de que los jefes
de los sacerdotes lo habían entregado por envidia. 11 Pero los jefes de los sacerdotes alborotaron a la gente,
para que pidieran que les dejara libre a Barrabás [que era un asesino].

Hechos 13:44,45
El sábado de la semana siguiente, casi toda la ciudad se reunió para oír el mensaje del Señor. 45 Pero cuando
los judíos vieron tanta gente, se llenaron de celos y comenzaron a contradecir a Pablo y a insultarlo.
Hechos 14:1,2
En Iconio, Pablo y Bernabé entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal modo que muchos
creyeron, tanto judíos como no judíos. 2 Pero los judíos que no creían suscitaron la mala voluntad de los no
judíos contra los hermanos.

Hechos 17:5
[Luego de ver el éxito que tenía el apóstol Pablo con la gente, judíos envidiosos provocaron un alboroto
entre los griegos de Tesalónica con el objeto de hacer daño a Pablo y a los hermanos de esa ciudad:] Los
judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una
turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.

11. Dios se siente celoso cuando ponemos nuestros intereses materiales, nuestro amor por
una persona o incluso nuestro servicio a Él por delante del amor que le debemos a Él

Éxodo 20:3,5,6
No tengas otros dioses aparte de Mí. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque Yo soy el
Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos;
6
pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen Mis mandamientos.

Éxodo 34:14
No adoren a ningún otro dios, porque el Señor es celoso. Su nombre es Dios celoso. (V. también Éxodo
20:5.)

Deuteronomio 4:24
El Señor tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso. (V. también Deuteronomio 5:9; 6:14,15.)

Zacarías 8:2
Esto es lo que Yo, el Señor todopoderoso, digo: «Siento por Sion grandes celos, celos furiosos». (V. también
1:14.)

Mateo 10:37
El que ama a padre o madre más que a Mí, no es digno de Mí; y el que ama a hijo o hija más que a Mí, no es
digno de Mí.

1 Juan 2:15
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está
en él.

Apocalipsis 2:1–5
[Habla Jesús:] Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: […] 2 «Yo conozco tus obras, tu fatiga y tu
perseverancia, y que no puedes soportar a los malos, y has sometido a prueba a los que se dicen ser apóstoles
y no lo son, y los has hallado mentirosos. 3 Tienes perseverancia, y has sufrido por Mi nombre y no has
desmayado. 4 Pero tengo esto contra ti: que has dejado tu primer amor. 5Recuerda, por tanto, de dónde has
caído y arrepiéntete, y haz las obras que hiciste al principio. Si no, vendré a ti y quitaré tu candelabro de su
lugar, si no te arrepientes».

Anda mungkin juga menyukai