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EUGENIA ARIANO DEHO

Profesora de Derecho Procesal Civil en la


Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad de Lima

PROBLEMAS DEL
PROCESO CNIL

2003

JURISTA
ErÍftrlrÉr+
UN CODIGO DE FIN DE SIGLO:
PROCESAL CIVIL PERUANO DE I993
(-)
EL CÓDIGO

Il ritorno all'antico é sempre apparente, e


quel che rinasce é cid che non muore mai...
Snlv¡ronr S¡rr¡

(Gli orientamenti pubblicistici della.scienza del


processo, en Riaista di diritto processuale ciaile,
1937, l, p. 44).

Señala el profesor húngaro LÁszLó GAspenov que (resulta Probado por


la historia que los códigos nuevos, al menos aquellos de gran relieve, nacen
o para cerrar una fase que llega a su término o_bi9n para iniciar otraol,.Y
bién podemos afirmar que el Código Procesal Civil p€ruano terminado de
elaborar al inicio del añó 1992, y vigente desde el 28 de julio de L993, nació
para cerrar trna fase histórica en declive: la de la visión publicística del
proceso civil.
Contrariamente a los que algunos sostienen el Código procesal civil
peruano no es un modelo de Código para el Siglo XXI, sino un típico Có-
digo ali¡ncntac.lo por aqucllos ¡rrinci¡'rios slo.qans qtrc cl Sigl<r XX clcvó n
dogmns indiscutibles. En realidad el Código se nutre de princ-ipios
coñstastantes y esos contrastes se evidencian en su Título Preliminar -facha-
cla en apariencia hermosa* que parte de la solemne declaración eminente-
mente garantista de que:
oToda persona tiene derecho a Ia tutela jurisdiccional efectiaa para el eiercicio
tt defensn de sus derachos o intereses, cln sujeción n m debido procesorr.

Publici'¡clo cn l)irr'cfll¡. Ilcvist¿r clr' l¡ F¡rcult¿rd c{c l)crcclto y Cicrrcia Políti¡:a cic la Uni-
vcrsidacl Nac¡ott¿rl licrlt'rictl Villarrcal, No l, agrlsto 2(XX), ¡r' 40 y ss.
l,As¿r.ir (iAsr'¡Hr N, Il t,t't't'ltirr ¡lr/ir'r' li rilo ili tttttt ttuoptt l(tttot't'rtiitt, t'rt Iti oisl¡l lrilllcsll'¡l/¿' ¡ll
dirilltt c l,tu{'r'rlllrrt .'1¡'¡/¡', l()()'}, 1t. 2')7,
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"l I lttt'.'tlt'ltt'ltt ttlt'tttlt't tt rlttt'lrt ltttrtltrltttl tt¡ttttt'ltt tlt'l 1,,,,,t".(t t';, tt";ttl¡t('t tttt ,lr.l , rr,rl ,,1 l ,l,r,l,r (()n(t,,lt' ,r 1,,r, l,,rrticr¡l.ut,r, l,r olrortrrrricl¿rcl cle resolver srr
cottJlit:to d( iltttt't'scs tt t'luttitl(tt nntt nttt'tlttltnttlttt', tttttlttt:; ton tt'lt'(¡tutt't(r luntltt'tt,
hncit'ndo t:,fa.ctiucts los dt:recllos .st/s/rtlrr'lrrlr's',. r.ttlltr lrr tlt'uttt'tt':;t':,. I'or t':;t,l r..rzrr¡¡, ('()tn() t'l l:st¡cltl cstá ¿r disposición de los
l',tttit t¡l,ttt',,, t'l ¡rrr)(('r;(), (lr.ro ('s vchícrrlo tlc scrvicio, está bajo el control de
Declaracjones éstas principistas qtrc verí¿ur cl proccs() conr() iuslt'ttntt'tt (lui('n(':, lo rt't'll)('n, ('s clccir, dc lcls particul.rres. Sin embargcl, la misma pre-
to-gnrnntín de protección de los clerechos sustanciales. Sin cnrlr¿lrgo, cl nris- ¡',trltta Ir[¡t'rlt'tclter ull.l rcspL¡est¿r distinta. La trascendencia social del proceso,
mo arLículo lil en la parte final de su primer párrafo nrr.nciona que cl pro- ('xl-)r'es.r(l(t ctr l.t prcsenci¿r exclusiva y hegemónica del Estado, determinó que
ceso tiene Lrna finalidad <<abstracta": se acivirtiera cl carácter público de aquel. Pero no solo eso. Muy pronto se
ctlnst¿itti cltre lo más irnportante en el proceso no es que los particr-rlares resol-
"logrnr la ¡tnz slcinl en justicin>. vieran str conflicto sincl que, a través de é1, el clerecho objetivo -creado prlr el
'l'nl rlt:cl.rt'¡cititr sc cnnl¿rr('.'r ('n cl rtrito,.klt'iniilntl".l1' 1,1'¡'(lu('('l l)r'o- Propio Estado- se tornara eficaz y respetado, y asimismo, a través cle la
ceso es Lln ferlónlcno social de rn¿rsas y que cletre ser regulaclo ctral instituto exigencia jr-rclicial del cumplimiento del derecho objetivo, se lograra la paz
de bienestar, bajo la prenlisa de que las controversias soll (nlales sociales social en justicia. Como se advierte, tanto lo eficacia del dereiho objetivo
(sozinle Llltd) relacioriados con pérclicla de tiempo, clispendio de dinero, como el fin de la paz social en justicia son extraparticulares, y de aigrna
indisponibilidad infrtrctuosa de biencs patrimoniales, fomento del odio y cle manera extraprocesales, por así decirlo. Es así como empieza a afirmarse la
la ira entre las partes litigantes y de otras pasiones fatales para la conviven- concepción del Proceso como un fenómeno púrblico y se le considera sujeto a
normas previstas por el Estado con anticipación al conflicto, normas que tam-
cia de la sociedad,r2, por lo cual <(la sociedacl tiene un gran interés en sanar
bién son de naturaleza pública, entre otras razones por sll vocación imp-rs¡¡-
lo más rápido posible tales heridas sobre str propio cuerpo))3. En tal línea de
tiva. Con lo dicho la pregunta: ¿quiétt sirue n qtúén?,la respuesta empióza a
pensamiento el proceso como <<instituto de derecho púrblico,' debe asegrlrar variar. Así resulta que las partes al enfrentarse en un conflicto de intereses
qtle sear-r satisfechos no sólo los intereses privados de las prartes, sino pri- brinclan al Estado la oportunidad de reafirmar la eficacia del derecho objetivo
mordialmente .,los r¡ás altos valores sociales,'4. Tal fue la inspiración del
legislador peruano. Es así que Junr.r MoNnov GÁlvaz el principal autor del ¡-rara lograr la paz social en jursticia. En consecuencia, el proceso pasa a ser
('<ir1ir'.o scñ;rlrr';r (.n r.l (-r¡lr{lt'so lttlct'ttnt'iottnl rlt I)trrclto Prot't'snl (-it,il, t-<'le- actividad ptlblica, sujeta a normas de dc'recho púrblico>o.
[tt';ttlo ('n l.r IJrrirrcr'¡;irl.rrl tlt' l,ir)l,l ('rr l()(),1 cltrr.: Si tai fr,ie la inspiración del legislador procesal perr.rano, dado qlre el
<El punto de partida ideológico de la gestación del nLrevo Código Procesal proceso no sirve a las partes, sino al Estado, la finalidád pieclo-
Civil es que el derecho es un instrumento de cambio. Asimismo, se parte de tnina sobre la .,ss¡6¡eta>), pues esta úrltima es secundaria"¿5s¡.acta>>,
frente a la princi-
' ('olr(t('lrir r'l l)r'oc(,s() jtrtlicill trolno cl ltr¡¡nt'itlt'irl ('n <lonrlc t'l tlt'l't'clro y ln pal. Los particulares que creen qtre acuden al proceso para obtener tutela de
sr,ts sitLtaciones jurídicas de ventaja, se engañan, en realidad están cumplien-
realidad se interceptan. Con estc¡s presupllestos de análisis, se ha asumido
como clbjetivo pretender qtre las decisiones se conviertan en orientadoras del cio ttna misión social: permitir que el Estádo reafirme .<la eficacia del clere-
pensamier"rto de la sociedad sobre temas o problemas que la atañen a ésta, cho objetivo para lograr la paz social en justiciar. Pero, felizmente nuestro
aquí y ahora (hic et nurtc). El nuevo ordenamiento procesal parte de la premi- artíctrlo III no dice ,.hacer efectivo el derecho objetivo,, sino ,,hacer efectivos
sa que el jtrez no debe optar entre t1orn1as, sino regularmente errtre los aalort's los clerechos sustanciales)), y quiérase o no, esa es la razón de ser del pro_
discutidos en el conflicto... Ilsta concepción del derecho exige otro sistema ceso/ en razón de la prohibición de autottrtela. Estos razonamieñtos
procesal, uno donde sea el Estado, a través de su representante en erl proceso "ptrblicísticos" :,,tgraban _nruy bicn cn cl Inr¡rcrio Atrstro-I{tingaro, quc
quien tenga un rol determinante y protagónico en é1. Este sistema recibe el conro bic¡-r señala lrr<nNccl C¡r,runNr, ((no ha ciertlrmcntc pasaclo a ñ historia
nombre de sistentn publicístico"s. conlo tln Inodelcl dc liber.rlisrno y garantisrnorT, f t:n las clictad¡r¿ls totali-
tarias de derecha y de izquierda qlre hemos padecído en este siglo en donde
Ltrego en slr obra lntroducción ril prlcesl ciail, de 7996, tratando de los ..individuos" (o sea todos nosótros) no eran sino instrlrmenñs al servicio
establecer las diferencias entre lo que éi llama <rsistenn priantístico, y ,rsiste- de supremos y superiores intereses del Estados, pero de ninguna manera
ma publicísticor,, señaia que hay que preguntarse ¿quién sirrte n quién?:

Mcrrulrc,rv GÁt.vt,z, Introdttct:iótt ul dcrtclrc ¡troccsul , Tcrnis, llogrltá, lc)9(r, ¡r¡r. 7(,.1-Zl.
Así SpRu¡-c, Lc bnsi dcl diritto ¡trocessunlc ciuile mtstrinco, en Riuista di diritto processttale,
Clrr<tnNl, Autaritnristrro t'gnrlntisnro nel prlc(sso ciuile, en Rlzrista
1979, p. 38. di diritti procesntnle, Ig()4,
p. 60.
Ibid., p. 38. Nacla ¡ll¿is ¡;r;i[ictl clt: lo rltrc ('s tur¡ visirin totalitaria r¡trc la tlecl¡¡raciri¡ corrtt'¡ri¡¡r
Ibid., p. 36. 9¡ l¡
.('¿tlt.t tlt'l L.rvtrro,,¡tproIr.rtl.r lx)t'('l *(lr.¡¡ (.'6¡siqlitl 1|eI li¡scis.rtt, r,l ?[ tlc.r[rr.il tlc
N,lcrrunov GÁl-r,rz, L.n ldrclogío en cl Código ¡trocesnl cit,il ptrttntul, cn la Ilcvist¿l Irrs t'l lrrn-ris, l())7 t¡rrt'l)()tlll)()s,llllr'ttlt'st't\.tlrtlr.l ,. 1,.r N.rr'irirr il,rli.ur.r (,s ulr or'q.rrrisrrr. t¡rrr.'tit'rtt, lirtes,
No 24, p. 199. vicla, nrcrlios ele ¿rcciirn srrpcriores por ¡rqr[¡¡¡11¡ia y clrrración a k;s de aqtrellos cle los
I ttr','trt.r ,\t t,tlr,' I l''lt,'
I ¡,, ',,1¡¡,,,,1,. 1rrr,1,. ,r1'1,, l l ( ,,,1t¡,,, 1,¡r,{ ¡..,ll t rr,tl ¡,,.rr¡,¡l¡ (lr. l,l,) l

( tt,l(ll,tll ( ()tl ('l (':,1)tl Ittt ¡rr't:,()lt,rlr',1,r ,lr' l,t:, l',t,utrl,':, ,1,'r l,tt,t( l()nr':, \ ( ()tl\ r,tr
t'ittltt:s rlt'rlt'lt'r'lttl:, lrunl,ln():,, (lt'l,r:, l,, l,ln(lr':, ( olr:,trllt( l()lr,':,,lr, l,r :;r'l,,lul(l.t i ',' l¡, ¡ ri,il l,' ,rl{'rr{ r,rrrl.'l,l,,,rul,r.':,,lr.l ( ,rltt,t, rl() (,.) sitto urra rcs¡rctablc
, i,¡,rrrrr lr ,1,1,,',,rrl,r ¡rlt\,,rrl,ln(,trtr,¡,u(,:, tro lr.ty l,.r¡rrlSiCi<in cle MCIIiVOS Ofi_
p()stgt¡ct'r.t (t:ottto l¿r it.rlr,rn,r tlt'l 1lt'l y I.r .llt'nl.uril rlr'l ,l')'' ), \, rlt' llll(':,tr,l
Constittrción dc 1993 qrrc cst¡l)lc:c'c cn su .rrtícrrlo lrrirnt'r'r) (lu(': ',,1t ' rr.r,l.r ¡rr.r',, (ltt('l)ol r'¡r'rt() r'('sult,r in('()r)l¡latiblt: cotr etl derecho a la
!i¡l¡ Ir liltr','1r,,l()tr,rl (t'lt't'lrv.r) t¡trc s(' ¡nrtrrcia con-lo meta del proCeSo gn gl
"Ln tlefensa de ln ¡tersonn humnnn t/ el rL'speto d( t¡¡ i¡,¡tridtd sott tl litt ¡¡ r¡ rrl,' I ,lr.l l rlrrlo l'rt'lirlrirr¡u- rlcl ( lr(- pcruarlo.

sltpremo de In sociednd y del Estndorl1. l'.r',r'n,{.,.r l(,.\ verLl¿cleros principios del proceso civil. El Código pe-
El proceso civil es garantía de protección de los ..derechos e interescs,, ,, rr', , ,,tn(, ¡to lrtlclí¿l scr cie <ttra forma/ aunqLrg tal vez con esa visión
que el propio ordenamiento jurídico reconoce; el proceso cs instrumento de i iil Ir, r lr, ,r lrttl,rlr..l cleseado no incluirlo, consagra la regla base del proceso
ttitela de concretas situaciones jurídicas de ventaja; el proceso civil es ins- , rl , I ¡'r r!!t tlttt, tli:;l¡r¡sitizro con todos sus corolarios: el principio de rogación
trtttlento al servicit-l rle qtricn tienc la razíln. Qtre cl ltroccso sca ur-lA irrsti- l, ,,¡'r,rlrrrt,l,r,l, cl_principio de aportación, el principio de la cargi de la
l"trcitirr clc.,dt'r'cclro Pqi[rlico", lo clrrc t:s intliscr¡ti[rlc tl,rtl.¡ l,r 1r¡'¡5,1'¡¡ci¡ tlcl ¡ , ,,, l' r , l ¡'r rn( rl)io de congruencia, el principio de la impugnación privada
órgano jurisdiccional, no es instrumento al servicio de interescs públicos, i, I r ¡ ,r r rl ¡¡l ,rt'i(lr de la reformntio in peius.
sociales, colcctivísticos, es instrumer"lto al servicio dc concretos intereses Lr ,r (luc el primer párrafo del artículo IV del Título Preliminar esta-
privados, de aquellos intereses que el ordenamiento jurídico tutela en abs- 1,1,, 1¡¡¡1'
''
tracto. Por ello decía Sarln, er"r su polémica prolusión paduana cle 1937 que
<La tutela de los intereses de parte es el solo elemento esencial del proceso, " lI ¡t¡¡7¡'¡'5o se pronlueae só10 n inicintian de pnrte, ln que inaocnró interés y
ptrnto de partida y ptrnto de llegada. Todo el rcsto es dcsde el punto de l,' ;,i i I i t rrttt: ión pnrn obrnr>>.
vista estrictamente técnico, accesorio y secundario. Invertidas las posicio- t'rrrr ello nos reencontramos con las viejas y liberales máximas nemo
nes, haciendo del interés colectivo el fin del proceso, el ir-rterés de parte no
ttttlt'\ :;ittt'ttctor¿ (n9 h1Y juez sin actor) y también-iudex ex officiononprocedit
encuentra ya dónde colocarse, y sois constreñidos a hacer también de él un (r'l ¡tr('z lro Procede de oficio).La iniciativa del proceso ób.respon'de a la
interés colectivo, o sea prácticamente a abolirlo"ll .
l'.rrlt'irrtcresada, no siendo posible el inicio del proceso civil de oficio por
Sin dttd¿r alct¡tra, la visitirr ptrblicística dcl proccs(), (-ual instittr<-i<'l¡r clr: ,'l ¡ttcz- llstamos en el terreno de los derechos (o en general de las situaéio-
lrit:trcstnr',cuill instituciírrr tclcol(r¡¡itr¿ulrcrrtc clirigirll;r r'()irfirrrrrr l¡ cfic¿rci¿t r,'", ltrrítlicas de ventaja) privados, y siendo privadoi, sóIo al interesado le
c1c'l derecho objetivo y lograr l;r paz social en justicia, rcsnlta incomp;rtible r,rrt's1,)orlderá el derecho (que a su vez es una carga) de iniciar el proceso
con el artícuio B" de la Convención Americana de los Derechos Humanos l'.rr,t obtener la protección de su derecho. Lo contrário implicaría d'escono-
qlle consagró con lneridiana claridad el derecho de todos los seres humanos r.i l,r natnraleza privada de los derechos de las partes.
a ser oídos, con todas las garantías, por un juez competente, independiente
I'cro, son las partes, y en primer
c inrl'rarcial "¡tnrn ln drtaunittnciótt r/r'srs rlerctltos 1l oliligncio,r('s ri(' ordnt cii¡il,
los hechos en relación a los cuales lrguf, Ia parte demandante, las que
lnbornl, fisc:nl o de cunlquier otrn indole". Felizmentc, las intenciones del legis- 'r I )( )r t¿l11 el j¡ez -en s¡1 momento- c-leberá
lador dejaron hace tiempo de ser canon hermenéutico del dcrecho positivo, '"'t.rlrlccer stls conseclterlcias jtrrídicas y plonulciarse sobre el petittrrn plan-
lr'.ttlo. lri juez, señala el artículo VII dei titulo Prelimi no p'ede i,f.,.,-
'l.tt stl decisión en hechos diversor g" los que han sido alegados por las
l),rrtes>..Las partes tienen el monopolio sobré los hechos, y én.o.-
individuos divididos o agrupados que la componen. Es una uniclacl moral, ¡rolítica y :'t't'tttltlci¿t, Atit-l ctt¿tlrt'lo ltttr¡¿l corrdcirlicllto clc olros hcclrirr,"i¡.,"r,
,i., ¡l'ir.r¡ar.l.,s
económica/ que se realiza integralmente en cl Estado fascista". l)()r'.|¿ls.P;rrtes, pero relacionados con el objeto del proceso, l1o podrá fundar
Como lo evidencia Nrcoló Tnocrnn "la introducción, a nivel constitucional, de una :;tr clecisión en aquellos. El saber privado'del juez^(en cuanto a los hechos)
garantía general de acción, entendida como derecho de acceder a los órganos jtrrisdic- t¡ttccla- proscrito en el sistema prócesal civilisÍico peruano, como
debe ser.
cionales para la tutela de las propias situaciones subjetivas cle ventaja, ha sido dictacla t'trando ello no ocltrra, cuando el juez base su deóisión en otros hechos no
históricamente, tanto en Alemania como en Italia, por la preocupación de impedir para 'rlcgados, no afirmados por las partes, pues estaremos ante una decisión
el futuro abusos y desviaciones como aquellas que se verificaron en el período totalita- rrr(ronftrt]ente/ ptles la cnusn decidendi no se basará en la calrcn petendi,
rio, y está dirigida a al objctivo "político" de restatrlecer la confianza de los ciudadanos y como
t.rl csa decisión será ntrla, viciada, afectada por trn vicio g"rréti.o.
en la adrrrinistración cle la justiciarr'. Processo ciaile e Costituzione. Problemi di tliritto tedesco
e itnlinrLo, Giuffré, Milano, 1974, pp. 687-688, cit. por Prco y ]uxov, Lns Garantías Consti- Si son las partes las cllle, en cabal contradictorio, fijan el objeto del
tttcionnles dt:I Proceso, J.M.Bosch Editor, Barcelona, 1,997, p. 18, nota 4.
l)r'oceso con sLrs alegaciones fácticas y slrs.petitorior, p,.reó entre pétitrr* y
El Código procesal civil peruano se redactó durante Ia vigencia de la Corrstitución de tl''t isunt debe haber una perfecta corre-spondlncia. La .órr"rpo¡deÁcia
1979 qtrc el'\ slr artíctrlo l" cstalrlecía cltrc "La persona htrmana cs el iin strprcmo clc la entrL
Io.rltte -se pide y lo qtre se resuelva, ionstituye la rnáximn u*pr"rión clel
sociedad y del Estaclo. Todos tienen la obligación de respetarla y protegerla".
SntlR, Oricntantenti, cit., p. 49. Itrirrci¡ritl dis¡rtlsitivtl, t'l llr¿ixittto corol¿rrio cntró cl ¡.rrirrci¡.rie ctc li clc'rarrcla,
l'trr¡ r"..rl r lt.rl ¡,,,rrr
tlC 0¡)()tlllltlrl,ttl 0 l()t',,r( l()lr I I ¡ilr',' ¡r()r r'\( (",() {,lt()t rlr'lrr l(), ttl( ltt r('r'tl \ t( lr)
rlc ittt'ottliru('n('l(r ( u,urrlo :i(' l)r()nun( l,r :,olrrr' lt) (lu(' nlnllr¡rr,r .lt' l,r:- l',u lr':, rur'n,lrrr,tr{ ilr'lll,r olto,, 1t,., ltr,., \,ollo llt,tl,.tf,f l ¡,lol,,llollrl ll().ll)t.(,(,1,1
le pidió, o no sc pronunci;r s()[)rt' totlo lo (¡r(' s(: lt' ¡ritlio, ¡,or lo t u.rl, :;lr r I rt rllirt
resolución es tltlla. Y así lo est.rblccc l¿urto cl ¿rtículo Vll rlcl 'l'ítrrlo l'rclirrri- ,¡!rr i 'r' \ ('. ('ll (':,1o.' .¡.'ttt't to:, f ultrl,rn('rrt.rlt's t'l ('ticl igtl civil
nar clrando establece qLte el jtrr:z no (pLrcde ir rnás all¿i clcl pc'titrlrio',, c()¡no ¡lrclces¿il
el artículo 50 inc. 6" qtre al imponer el cleber de motivaciórr cle las rcsolu- '"'t¡ll.t ',('l tlll ( tl('l l)() ll()r'rtt.rtivo ¡rlt'rr.urrcnte .clpaitt,oso cie los
, l,r'.r,,,,, ,lc Io..; t¡trt' tlcs¡rt,t:tiv¡rrren[c sr:
ciones, bajo sanción de nr-rlidad de las mismas, señala qr-re clcbc rcspct.rr cl
suelc clenóminar sistema
lr, r, , I'r¡t':, t'l olrjcto clcl es clefinitivamente (<cosa de par_
principio de ,,congrllencia)>. De igual forma, el artículo 122 al establecer cl l)r'occso
rlnrr'lr rrr,rs Poclría scr?).
contenido de las .,resoluciones jr.rdiciales>', señala qrle éstas delren colrtencr
la expresión clara y precisa de 1ó que se decide y ord".,n, (respecto de todos l" ¡" otro ln:lq, cltle se mLleven las tendencias.,publicísticas,r. Si
los ptrntos controvertidos", expresión ésta írltima equívoca, pues no son los 'I¡r"'' I¡ '"'l','¡
r'rrr¡(l(l .r ¡lcdidodepa.rte_,yculminaentrelosextremosporellas
ptrntos controvcrticlos cl objcto clcl [allcl si¡ro los ¡"rctitorios conclctos [ornru-
i'!'¡'¡'|¡rtt'ilr',rl()llLlclsealojalavisión,,publicísticar?.Pueseltel^itodela
lados por las partes. Su incumplimiento es sancionado con la ntrlidacl, por
r'¡'
" irrrr rrrr'rlt'ti,ll) del Proceso por el juez. Durante muchos años hernos
el segundo párrafo del artículo en mención. ' ' l" r , rrrr,r (ltlitlre.ra: la gran soh-rción a los males de rrtrestros procesos es
!"i' 'rl'' l') ¡rr.rs posible poderes directivos materiales al juez. El proceso r,Á
Prres, así como el proceso se inicia a pedido de la parte (legítima e tl(' l).t|tes>', el proceso, como instituto de clereého pr,rbiico, es clel
interesada), es posible la renovación de la .,instancia,,, a través dcl rcctrrso del l'"t
I Ir'li' 'l rr rtttestra opinión -señala MoNnoy GÁlvlz-, el pri.rcipio de di-
apelación, cuya promoción queda a cargo de la parte perjudicada (que por ¡ ri ' r'| )rr
I r( lrt i.tl cs la expresión que. mejor caracteriza al sisterna p.ibli.írti.o.
cierto, la ley procesal penlana ha extendido también a los terceros "lcgitima- l ¡r ''l ( ()rrro slbc'ntos, se privilegia ei análisis e importancia
dos,,, artículo 364) por la sentencia. Sin embargo, nuestro Código ha mante-
b"t p.o.*
'l' "'l', l'' t't'r'sFrcctiva de su función pública, es decir,.o*o medio uiilizado
nido la ,rconsulta" para algunos supuestos en donde estaría involucrado tm l':'t.rtlo para hacer efectivo el derecho
1" " ''l
interés que trasciende el de las partes (interdicción, nombramiento de tntor o Ir l',r.' :;ot'i¿ll e1 jusliciar,l3. En el logro de objetivo y concretar finalmente
tai..siste-ma> se empernaría el
curador, en aquel proceso en donde la parte perdedora estuvo representada ( .'lr1',().r)r'ocrcsal civil, de allí que
en éu artículo II se senale qrre ,,La direc-
por un cttrador procesal, cuando el juez ha preferido una norma constitncional ¡,,,r ,lr'l l)roces.o cargo del Juez, quien la ejerce J.'u.,-r.rdo a lo
ír u11¿1 lc¡',;tl, r'rr rnnlcri;r cle clisolr¡ción del vínculo nratrimonial, artíctrlo408). Sin TJ1.a
,lr'.¡,rrr':'to cn este Código,',-y,- como¡rimei corolario, le corresponde darle
ernbargo, lar rcglar cs clLrc la car¡;a rlc la rcrrov¿rcirirr clc l¡ inst,rrrr:iir, ¿ll igu.ll Llu(: t r r rl rrrl:;. (segundo-párrafo
del artículo II Título Preliminui). SL, embar-
la promoción misma del proceso, recaiga en la propia parte perjudicada. !'ir l)(':i('¿l esto úitimo, cosa curiosa, sedel ha mantenido la institución del
rl'.rr,rl,,rro (la caducidad de la instancia)
Pero, al igual que son las partcs las que detcrminan el objeto del pro- del pro."roluc se imp'r_
ceso, son igualmente las ir-npugnantes las qr.re deterrnirran el objeto del re-
I 'r,l'(''litlo de parte-: ttCttando el proc"rb -propia
pér^a.,eica pri.r"r"ra instan-
¡ I'i rltrr'rrrtecuatromeses sinqrrcserinl.icenctiqtreloirtpulsi,"ii;.rcleclarará
"r',
curso, que en definitiva, condicionará lo que podrá decidir el órgano juris-
tt 'rl''rtttlorlo tlc oficio o a solicituc-l clc o
diccional nd quem. Nnestro legislador, en efecto, ha consagrado un recurso ¡rartc clc tcr.,"r,r t.iiti,-,",n.to),r.r.
de apelación con efecto devoiutivo limitado a lo qlle efectivamente se ha lit' Proclamó, en sll l'nomento, qlte con la nueva normativa j¡cz
imptrgnado (tnntum deaolutum qu.nntum nppellntwn), con la consiguiente pro- el llallí¿t
rlr'r,rrl, tle scr cl,pcrsrrrajc,.scc'.ci¿rrio,,, o rnás
aú'r el .arp"atuaor, de las
lribiciórr de la reformatio in peius (así el artículo 370 dispone qtte "el juez ,r, lrr,rt'iones de las.partes,.y se convertía
en <principal piotagonista,, del
superior no puede modificar la resolución impugnada en perjuicio del ape- llr()(('s() (¿serán entonces lás partes los persoriaje, ,"a.rr-r.larios, cle mer.¡
lante, salvo que la otra parte también haya apelado o se haya adherido), con "r('l),tt'1o,,?). Frr:¡ltt'irl sistcnr.r.ipl.ivtrtísliqri,, t,¡r tlg¡l.lt,
r rtrtlr,l y dirección clel
l,,r 1rr,,:i.o.,,,*r,rrrt:¡r r:l
lo cual, curiosamente en este sistema "publicístico" que animaría al Código, Proceso ,.yil.,,,se consagro trn sistdrna en el cgal por
se afirma <vigorosamente la ideoiogía individualística con el tritrnfo del r¡rtt't Ittcdio del representante del Estado
en el fro.uro <la activiaud p.ocáro1
principio de la demanda y del consiguiente de la personalidad de la apela-
ción"12. FIay qtre tener en cuenta, además, qtre es posible introducir hechos
nrlevos y nuevos medios de prueba, limitado sólo a los procesos qtre el
Código denomina de ,,conocimiento> y ,.abreviado"; con lo ctral el juez de l\1()N¡i()\, GÁr.vr,z, Itttroduttiótr, cit., ¡r.
segundo grado, se encontraría ante la posibilidad, no de una mera <renova- I(t'strlta ilrteresante anotar Llna norlna pcligrosísima
92.

ción de la instancia" sino a tener que juzgar sobre los extremos de 1o impug- cor-rtcnicla cn cl artículo 351
t'r.¿rda dcl artículc¡ 346 dcl Cócligo Ccrl,,rr-,irio',o- q.e
prescribe qtre .,El aba^clono
¡'rrrrc fin al proceso sin afectar la pietensión. Sin intpide nl dennndnlte inicittr
t¡lro Proceso con In misntn pretensión tlttrnnte trn "-burgo,
nño, contadc] a partir cle la notific¿rción clel
l2 Así LrEavnN, Manunl de Derecho Proccsnl Cir¡il, Ejea, Bs.Aires, 1980, p. 480, en referencia 'tttto tltte lo declare"' si por segttnda vez, erltre las mismas parrtes y en ejercicio cle la
rrrisrrrir ¡rrct..siir., sc t-rcclara cl arl.rlcl...,.st,c.r-rirrtlrc
a la práctica de las curias francesas. r,/ dtrtirut rrt.tt,,tttritrtt't1 st ortrettrt ru
t trtt(ltt(!otr i/.' /os rlllllos dtl ,lrtttttttlrrrrh,,
si ¡ cllo hrrtricr¡ ltrgar,.
| .'\tt,¡t'¡ | lr,llr,
,1,, l'l', i

lr.t, t,t l,r ttt,lt',¡,,'tr',.r1'1,' r", rlr'r il .,'l,',,,,,',1.,1,.r, t.t illt,t llllt( t(,lt lllll
"t'rrll('ltl,t
y lt',rvr't lto',,t l,r,lu t nttr r,rlr,'rr,l,,l,' ,rl ltI,, ,rrrlr¡tl¡l,rrl \ tn(,,1t,,,, l,tlr'r,,,,rlt',, ' ttlt'lr' \ ('ll ( ()ll',t'r llrll( l,r, l¡r'nr'n nl( r)rrlr,:,l,tl,lr.rttt,¡tlr,tlr,tt't lt9 rlt,st,l lrrt¡s-
l.r'. , rrn r,r.'()n,rl'1,. r,,¡rrrlrl'rl(! (,rr r,l nlr:,nro
ttltlltt't):,,:,('l)ltt'tlr'l)tor'()(,¡ ¡ ( (r,t(11'rrr',tt ,r l,r ¡l,li,¡r tri¡ ,1,,,1,.( t,,t()¡r,:, l¡:,1,t:,, ¡rl,trro ,lr,l ¡trt,z,,r/.
ol'ltclr(l ititttltlst'llot tl:;l,t:;.t(lttt'llo:, l)r()nun( l,unr(,rrlo,, ¡rrrr.,rlrt ( r()n,rlr.:; r.tt tlotr I l.lrItlt'', ,l(':'l)('lt,tt tlt' l.t r¡uinrt'r'.r .<¡rLrlrlicÍstico-arrtoritaria)), y recono-
de la ctlota de ccrte'z¿l y ccl('r'itl,ltl st' l)lt'l;r'n1,r (.¡r ( ()rrllrurlo r,ulrt'icr'¡tt,,..;i trrl ,, r rlilt'lo:; r,t'rt,l,,rtlt'r'os ¡rr.irrtti_¡rios ¡,r,,<'.cs,iles,;rclucllgs
ins¡primibiós
plenorrl-s. Las partes solt liLrrcs dt: inici¡r'('l l)r'()(('.ri(), l)t,rr) un,l \/('z init'i¡tlo, ¡'lrt"'_(ltl('.1(ltlt'llo:; t¡ttt: t'l artícttlt) ti" tlc l¿r Convención AmLricana no SOn
cle Dere-
ya nos les pertenece, y proseguirá str curso lro s(il() [)()r't'l irlrl-lirlso (oficial) ' lrrtr' llttrtt.lrto.s fl.()s ¿lscgttra como gar;rntías: la intlependencia e imparciali-
del jtrez, sino totalmente bajo su control. El jucz ya r1o scría más atltrcl 'l'rrl t.lt:l jrrcz.y cl principio cle'l contraclictorio (en suma la..paridad de ar-
(elemento decorativo y simplemente protocolizador de lo que las partes trr'ts"), acltrellos que con[orlnar] lo que con huicliza fórmr,rla sL
conoce como
hacen en el proceso>16 (¿será acaso el sentenciar, o sea el jdzgar, uñ acto ,1,'l,itlo Pt'oL:t'so,>, que cn el Código pe.ttano para nada
se reflejan -más allá
<(protocolizador',?). Sería el ((timonel" de la ,,nave de jirsticia)), el ((collduc- '1"'tt rllera nrención en el artículo i det Título Prelimin .r-r r.., arquitec-
tor,'clcll proccso, cl ((rcpfcscnt¿lntt'cn cl [)r"occso tlcl llicrr t'orrr¡¡¡1>,, ¡r.lr.lol rlrrt' lrrr't / cstrttcIrtra' .,lLoy cl proceso civil -scñala FrrnN]cg CtpRlANr-
deÉe ser-
lograría qlre los procesos lleguen a su meta lo más rápidarrnente posible, rr ('senciaimente a hacer justicia l3r partes qtre la piden,
l de tal forma q,.ie
para extirpar aquel (mal social> y iograr ' l ltrt''z', al menos. elr línea de principio i de máximu, .,o ptiede sino tener los
rall o no las partes. "la paz social en justici¿',, lo quie-
l'{)(lcl'es necesarios para responcler^, erltiempos ruro.robles, a las demandas
r t'rcepciones de las partes: lo qr.re obviamente no significa que a d.irigir el
Durante años la doctrina procesal ha considerado que sólo dotando al
l r oceso deban ser las partes, ni mucho menos qr,u io, podáres
)
juez de amplias facultades, incltrsive er1 desmedro de aquellas de las partes, ,liscrecionales cleban o p-uedan ser abolidos, sino *a,
directivos
se podría lograr ttn trrejor y r-n;is rápiclo dcsarrollo dcl proccso. Si :t ello le Ui"i qul, rnientras los
sumalnos <<oraliclad, inmeciiación y conccntración',, tendríamos el proceso 'lt:rechos de las partes deban ser.disciplinados asegrlranAo ta'concreta po-
:;ibilidad de ejercicio, el equilibrio gl recíproco respeto, los
técnicamente perfecto para asegurar su eficiencia y utilidad. No importa si jtrez deben serlo reconduciéndo al mínirno I poderes del
para lograr esta eficiencia y utilidad las partes veall severamente debilita- la discrecionalidad y garantizan-
tlt¡ al máximo la controlabilidad"ls.
das stts facultades procesales, en especial las probatorias, colocándolas en
trn plano inferior a aquel del jrrez. De allí que no sorprende que mientras el El Código perLlano de 1993, como decíamos al inicio, bien
puede con-
tlt,ttt'¡'i¿ll ¡lt'tlltirlol'io ¡tt.tt'tlrt sct't)[r'r't'itlo ¡r<lr l;rs ¡rlrt(.s^." ¡-rr',..:lrr:;ivar¡rr.rtle*-* siderarse -y es-o esperamos sinceramente- como el úrltimo Código aet sigto
sólo en la etapa postLtlatoria, erntes de que se sepa ctrál scrá cl tcrna dc t'strttctttrado desde.g.l. gunto de vista.del juez. Es el momento
áe de¡ar"cle
prueba, el juez goza del incontrolado poder de disponer la actuación de l¡r'1o las visiones ptlbliCístico-autoritarias,
cualqtrier medio probatorio <en decisiór'r motivada e inimpugnable> (artícu- tlel proceso, concibiéndolo i aur paso a Lrna visión garJntisti
1o194),lo qtrc cquivalc a dccir indt:fcnsitírt para las partcs (al rlrcrros para una -con reflejos
cfectivo instrltme.,nto d-e realización
Ln toda su estructura- como Lrn
de los derechos sustanciales de la par-
dc ellas), y posibilidad de pér:dida de int¡tnrcinlitlnd para cl juez. tes, y no un instrumento al servicio de otros (sqpremos
y sqperiores> inte_
reses.
Pero la realidad ha desmentido al mito. I)esde que el Código Procesal
Civil peruano ha entrado en vigencia no se puede ol'rservar una mejora
cunlitntia,fl en términos de resultados (el ,.hacer efectivos los derechos sus-
tanciales") .li mttcho menos en simple términos de tienrpo de duración del
proceso. ¿Culpa del Código? Sería injusto e ingenuo atribuirle a un cuerpo
normativo la responsabiiidad por la endémica inoperancia del sisterna judi-
cial, pero el Código tiene también sll parte de responsabilidad, por habernos
hecho creer que el verdadero problema de la justicia civil estaba en el com-
portamiento de las partes, por lo que era preciso (cortarles las alas,', y darle
todo el poder al juez. Construir el proceso desde el <<ángulo del juez", trae
el riesgo cle convertirlo en incontrolable y, como tal, arbitrario. <Las partes
recuerda Ctnolauo Mo¡¡rruoNE- no son la mera <ocasión" dei pro-
-nos
ceso, sino qtre son los sujetos y los protagonistas a pleno título en todos los

lvIorur'nt'r:cl¡ll:, No/¿: srti rn¡t¡torti


trn girtristlizione t
rs Morunov GÁlvez, Ln ideologín, cit., p. 200. Iegge nello Stnto tli diritto, en Rruisfn
16
lritnrslrnlt ili dirillo ( proc(lrtri cit,ilc, 1987, p. lg.
Así Morunoy GRLvez, Ln ldeologín, clt , p. 197. (1il'ttt,r¡ll, AtttortltrtnrL) (: g(rrünlisttto
tttl l)roL.(sso t:iuilt:, cit., ¡r. (r0.

10
11
¿EMPRESA.JUSTICIA?
(Reflexiones sobre los denominodos meconismos
olternotivos de resolución de los conflictos) t.t

Sur.lnnro: L. El movimiento por el acceso a la justicia y los .<mecanis-


mos alternatives para la resolución de los conflictos" (MARC)'- 2. La
crisis del Estado benefactor y la "desjurisdiccionalización" de la reso-
lución de los conflictos.- 3. Sigue: Ios reflejos domésticos.- 4. El sen-
tido de la "conciliación previa obligatoriao en el contexto de la
sus posibles consecuencias.
"desjuridiccionalización>,

1.- La Ley 26872, introductoria de la conciliación previa, señala en su


,rrtículo 1" que la conciliación constituye un <mecanismo alternativo de
:,olución de ionflictos',. Tal expresión constituye la literal traducción de la
t'xpresión anglosajona .<Alfa'nfitiue Dispute [lesolutiovlrr,la cual hace alusión
.rl conjunto de formas de resolución de las controversias distintas al proceso
judicial, y qlle en la literatura anglosajona se suele indicar simplemente con
tas siglas ADRl, por lo cual, siempre por imitación, se está haciendo común
clue también en nuestra lengua para referirnos a los <mecanismos alterna-
tivcls dc rcsolución de los corrflictos)) sc ttscn las si¡;las MARC, por cllcl
.,clisciplinadamente)), ¿l lo largo de este trabajo Ltsarerlos c{ichas siglas. l'ero,
¡rodemos legítimamente preguntarnos ¿Por qué idear e impulsar ,.mecanis-
mos alternativos,, al proceso jtrdicial para resolver los conflictos que se

Ptrblicado en Vo-r lrris. Rcvista de la Facultad de Derecho de la Universidad de San


Martrn de Porres, No 10, 7999, p. I77 y ss.
Scñala Cslnnr.c)Nr qtre, sobrc toclo en los Estados Uniclcls, ,.Nace en estos úrltimos años un
imponente movirnicnto/ c()n strs revistas/ y slls órganos, nu[Ierosos institutos y funda-
ciones mtry bien financiaclas para eI estudio y actuación de programas experimentales,
la propensión a propagandear el verbo en lujosos y concurridos congresos i¡rternaciona-
lcs c, irrclusivc, cl pro¡rio acróninxr: (Alternntizrc Dispute Resohrfion)r,: I nttoui
-ADIt
nndtlli f)r'0cr'.ssrrrl/i, rru Jii¿,lsIr tli diritlo ciuilc, l9()5, p. 279.

13
I t, 'l r, ,

, l rrr¡ 'tt""¡ lrt"ltt t'l '


yrtorlu('('rl r'rr r'l l,('n() tlt'l,r ,,()( r('(l,r,l' l',u,r ,l,u lur,r rr': l¡ r, ¡ r .rl,'t urr.r tlrl,ul',n,1( r{}n,',r'(lt'lt,rtt olt:,t,1\,,1t ('t(,tt():i l)l'(,('('lltOs f ot't)l.lles,
('()lrstitu)/(: un.l l)r'('nlr:',r lrrrrtl,rnrt'¡rl,rl rtrtl,rr',,rr t'l
c-lLlr'
.¡r ! ,lr. rnl'lt,,r ,rtllrn,r:, un ,ur.lll:,r:, tlt' los ltr'ttt¡ttt:; t't't¡trcriclos p¿-Ir¿-t obtgngr
expresión r-nisnra, rlc cstc nlovinri('nto nrrr¡lrli.rl lr.rr'i,r l.l r I rr '¡ll,r,l, (lut'nrlr,, tlt'lo:; r'or;/r):;.r illrorrt.rr', rlc ltts dificulttdes también
N{AI{C, que tarclía y -vo diría- rlistor-siortrtl(ln'r('ntc llt'ri;r
latinoarnericanas. i rr rl.1',rr.'', l',,r :iul)('r'(lr', rlt: los lrr'llr'licirls obtcnibles, etc. A su vezl el aná-
ii , ,1, I ,1,'rr', lro:,ttst.tttr'iitl rto ¡rucclc ya limitarse a tomar nota, por ejemplo,
Si con una visión retrospectiva quisiérarlos ubic¿rr cl rlrigurr tlt: los ,i, I 1,,', lrr.¡rrt't it'r'[.rs n()r'nl¿ls, ilrclrrsive a nivel constitucional, proclaman la
denominados MARC tenemos necesariamente que pasar revista por :rt¡rrt:l , ¡ tr'rrr r.r tlt'lt'r'lrtitr¿ldos cleberes o derechos, o la protección del ambiente
movimiento cultural y de reforma que se desarrolló dcspués de la st:gtrrrc'la . , i, 1, ,'. , , )n:;u nr irlorcs, o de la salnd, sino que debe extenderse a una visión
guerra mtrrrdial y cllyos años de oro podernos ubicarlos erl el veinterrio 60- ' rrr, , ,1,' l,:; instrtrmentos ofrecidos a los individuos y a los grrlpos para
80. Nos referimos al cappellettiano <<ft'Louinúento por el ncceso n ln justiciri,', que ,, ,, l, ¡.llr trr,,¡ tal protección"3.
según palabras del ¡rropicl Mnuno Cnprnl.t.¡TTl, ((ha represcntado en los últi- I'r'rr,, r'l movimiento por el acceso a la justicia no sólo constituyó un
ntos rlct:t'nio5, t¡tr.l irrrPlr¡[¿lntt', l.ll \¡('z l,t trt¡ili itrr¡,olt,lrrlr', {'\l)rt'siti¡l tlt'urr,l ,,¡irr'rrl, 1'¡11111¡al, en cuanto al método de análisis del dato jurídico, sino
r:adical transforrnación del pcrrsanrieuto juríclico y de las rcfornr¿rs nr-rrnrati- ,1,,,' l,rlo, ur1 movimiento enderezado a Ia reforma de los sistemas jurí-
vas c institucionalcs cn un nrinrcro crecierrtc dc I'aístls,'2. i,,,' ..1 ,r:; p;rlabras "acceso a la justicia" no se definen con faciiidad, pero
Iil rrrovi¡lrictrto ¡rrlr cl a('('('s() fttc t'n ¡rt'itnt'r ltr¡ilr ulr nr()vi¡nit.nto r't¡l- ¡¡ ¡',, l,,rr'¡ enfocar dos propósitos básicos del sistema jurídico por el cual
Itrral rcprcscntativo clc u¡ra rcacci(i11 a la visi(ln nlcrarlcrrlc cltlgrrriilir'a clr'l l, i',¡'rrlr' puede hacer valer sus derechos y/o resoiver sus displltas, bajo los
lntttrclcl jtrrídico: ,.lil tltlvitlliclrttl pttr cl ¿lccttso a ltr jtrstit:ia, si Llit'tr ticncr ,,,'.1,r( r()s generales del Estado. Primero, el sistema debe ser igualmente
como pr.rnto de partida la crítica realística del formalismo y del dognrertisrno .,¡, {",rlrlc para todos; segLlndo, debe dar resultados individual y socialmente
jrrrídico, con su absurda pretensión de una "pvreza" que nada tiene que ver 1' lr,',.. Uste enfoqtte, va mucho más allá que todos los anteriores. Quizá se
con la realidad, se propone objetivos más diferenciados y más fieles a la lr.r\',r originado en la desaparición de la fe tradicional en la solidez de nues-
complejidad de la sociedad humana. El aspecto normativo del derecho no lr.r', institttciones legales y sea inspirado por el deseo cle hacer reales y no
es renegado, pero es visto como uno de los elementos, y tampoco el más ',n,rl)lt'rnente simbólicos los derechos de la gente común, por lo qr.re exige
irrrlro¡¡¡¡te, dado qlre preeminentcs son las p(rsonns (con toclas slrs pccrrlia- r¡ lornlts de gran alcance y una nlleva creatividad'a.
l'irlitrlr's r'ullttrillt's, t't'orrtinrir';rs, sor'iitlt,s), lr:; itt:;l ilttt'ittttt':;,los ¡t¡'111 '1'.;r,:;, l)(trj()* l,trego, el movimiento por el acceso, fue un movirniento tendiente a Ia
uas, institucioncs y procesos ¿r lravés de los cualcs el clerccho vivc, sc f ornra, r.lrnllt, en ei sentido de lendir posible al acceso a la justicia a todos. La
evolnciona y se impone. Además el derecho es visto no va como sistema lrl,r:,oiía política de este movimiento, segúrn palabras de Cnppsr-lerrt, está
separado, autónorno, antosuficiente "auto-poyético", sino corno parte inte- .rnlrcrn&da en ia idea fundamental de ln igunldnd, pero no la tradicional
grante de un más complejo ordenamiento social, en donde no puede ser
artificialrncrrte aislado clc la ccono¡-¡"1ía, dc la moral, ilr: la política: sc a[irrlra 'r',u.rldad formai, sino en la igualdad sustnncisl, en la igualdad efectiac: <Este
,.' t'l criterio que diferencia el tradicional "Estado de derecho" del moderno
así aquella que ha sido llarnada la concepción "contextual" del derecho... En I :;t¿rc1o socinl de derecho". En otras palabras, la idea del "acceso" ha sido
lugar de una concepción uniditnensional, limitada al análisis de la norrna, se ,rlirnrada como esencial criterio de una moderna concepción social-libcral
propone así una concepción tridintensiotml del derecho y de su análisis: una ,lt'l l-stado, ellteltdido como Welfare Stnter,s. Partiendo dó la premisa que el
primera dimensión que investiga las premisas, e/ problemn o necesidnd o ins- ,lt'rccho al acceso a la justicia constituye un derecho social fuñdamentál (.,s1
tancia socinl qrle una determinada intervención juríclica trata de resolver; la "tlct'ccho ltumano" rn¿is It¡rrcla¡-nr:ntal cn ulr sistcma lc'gal igrralitario nrocicr-
segnnda examina ln resltuestn, o solución en el plano norrnativo pero también rr(), q.Lle pretcnda garar-rtizar y no solamente proclamerr los derechos cle to-
institucional y procesal, dirigida a resolver aqr.rel problema o necesi.lad o tlosr6), como todos los derechcls sociales fundamentales requiere de ¡na
instancia social; mientras la telcera está dirigida a examinar críticamente los
renútodos, en el plano lattt sensu social (económico, político, etc.) que de tal
respruesta o solución deriv¿ln concretamente en el ámbito de ia sociedad. El
análisis del jurista se vuelve así extremadamente más complejo, pero tam-
bién más fascinante e infinitamente más rcalista; aquél no se limita ya a C¡ppnrrErlr, op. cit., pp. 269-27I.
del,erminar, por ejemplo, qrle para pronrover el inicio de trn proceso, o para CnPptt.t-cltt-Cr\RI'tJ, El ncccso n ln justit:in. Ln tendencitt en rl ¡noaintiento rnuntlinl pnrn hnccr
t.litlitto:; ltts tlcrrcltt¡:;, I;onrlo tlc ('r¡ltr¡r'¡r Iit:orrtinrir'.t, Mrixico, l()()(r, ¡r.9-10. llstc tr.,rlr.rjrr
t'ottstittrye cl .i¡tlortrtt: ¡iencral' prr'parirclo por los ¡rrofesrtrcs lvlarrrrt Ca¡rpellctti y llryant
Liarth, cle prcscrrtacitin clc lc'¡s c'rratro volúmcncs tlc'l .Proyecto Flt>rcncia para el Acccso
a Il Jrrsticia", 1:trblicacltls ¡-ror l.rs ctlitr'¡ri¡les Sijthoff )'Clir¡ffró t,rr l928-79.
Cnprr.t.t.r-rrt, I.' tlccesso nlln giustizin a In res¡tonsnbilitít dcl giru'isin, cn /os Studi in onorc dt (',rt'l'l,l tli il1, l,'rtr't'r'.s.so l¡/1ll tlil.slj:irt, cit., 273.
1t.
Vittorto Deitti, Vol. I, Cedam, Padova, 1994, p. 264. ( r\l'l)t:l l.[ttt-L'nliil t, olt, ¡i[., p. 13.

14
15
I tr¡','¡tt.l ,'\tt,ltr'r I lrlr, ,l rrr1,t,",,r lrt,lr, r.r'
(l(( l()¡r ,rliltil,ttl\/,r
tl(.l l':,l,l,lt, ¡,,il,t t(,,rlr,',rrl(l 1' r.lr,r llVt¡',trl(l t iltn() l,rr|lltr, |',,",1r rrllllll(),1',1',', tttt'l,lllt. ll(l', llrl('lr",,r li,r¡(t l,r 1rt(.tnt:,.t rlt.tlttt'.tiltt
clc cf (t(ttiviz,tt'iotl
tlt' lor; tl('nl,l:, tlt'rt't lrtl:, :,u:,l,nl( r.rlr,:,, l)u(,:,, ,.un,r rt,lonrr,r ' lt,ltt(1,'',,':,ltl)r'trtt l,t:, l',tltt'l,r:, ('(()n()¡lu(,1:, (lt',ttt't,:,tl y tlt'l,t ttt'gitttizaCi(ill
del dcrcchcl strstaltr'i¿tl t'.s ilusori.r sr lr() (,:il,l ,l(()llll),ln,lrl,r l)()r ,l(lcttr.rtlos ,1,'1,'', ttrllrr':,(':,, ¡'orlrr,r rt':.rrlt,rr t¡rrt'l,r lr,rtlrcrorr.rl soluci(;n [)rocesal no re-
instrttmentos de ejcctrci(tn-actu¡ci<irr rlt: l¿r nrisn'r¿1, lo t¡rr(.n)lplit'.r llr rn¡is tlr. ',rrll,u,r :,1('rr,lo l,t trr.r:; t'lt(,t1, r,('Plt't'is.rIr.l ('\l)(l'llnt:lrtar l]todclos alternativos
las veces tllra garantía cn el plarro jtrristliccional, t:rr rlontlr: l¿r jrrstit'il (,r lo:, tt,ttlictott.tlt':;) r.lt't't'soltrt'itirt rlc los conllictos...Las sociedades occiden-
sc
vtlelve, justamente, justicia garantizacla por rclneclios jrrrlici;rlcs,,'r. l,rlt'; :.;('llill,r ('r\l'l,l:r,t,t)r"n--- lran glorif icaclo la "lLrcha por el derecho", el
l'.ttttr¡t.l tutts lil'd/1, ¡'r¡'¡1¡ nosotros debemos tener la humildad de reconocer
Como movimiento de reforma -encuadrado dentro dc la atirnraciíxr (lu('tcncnlos tocl¿tví¿t nrucho por aprender de otras civilizaciones, en las
del Estado social de derecho (el Welfare Stntc) tres ftrcron los blancos ' u.rlL's la luch¿r juclicial es vista corno el úiltimo camino, mientras son glori-
fundamentales a derrumbar: - Ir, .r11¿ts en canlúio, solLrciones alternativas, conciliativas, "coexistencilles".
I't rr cierto, también en Occidente por siglos el derecho de creación mercantil,
a) La ..barrera,> econóftúca, por la cual muchas personas no están cn grado
tlc acccclcr a las cortcs tlc jtrstici¡ [)or c¿'rLrs;r tlc slr Plllrrczlr, por lo cu.ll srrs
,'l jrts nt(trcnforium, ha dado desarrollo a procedimientos arbitrales,
,'r trajudiciales de gran eficacia. Los mercaderes sabían qLle era de su interés
derechos corren el riesgo de ser Lrrlramcnte aparentes (la prirnera ,,olcacla,,);
lr'ncr una "justicia" prestada informalmente, rápidamente, por sus pares,
b) La ,,barrera,> organizatiua, por la cual ciertos derechos o intereses rrot'mollrlente en el lugar mismo de sns ferias o mercados, y ello también
(colectivos>) o ,,difusos') no serían eficazmentc tutelables si no se operara r ou finálidacl de salvaglrardar la continuidad de sus relaciones. Ahora, Lrna
una proful1da transformación de las reglas e instittrciones tradicionaies del rlc 1as características de las sociedades modernas consiste, justamente, en el
derecho procesal, transformaciórr que debía permitir una coordinación, una ,rLrmento de la importancia y frecnencia de las relaciones "repetitivas" o "de
(organización>> de aqtrellos derechos o intereses (la segurrda ,.olea<la',). tltrración" entre individuos o gmpos de individuos, relaciones que se desa-
n'ollan continuamente en el ámbito de instituciones en las cLrales al igual
c) La ,.barrera,, ytroct;snl, por la cual ciertos tipos tradicionales de pro- (lue los mercaderes en las ferias y en los mercados internacionales, esos
cesos resultaban inadecuadas para el logro cle la tutela deseada (la tercera irrdividuos son llevados repetidamente, tal vez cotidianamente, a encontrar-
"oleada"). se, a convivir y muchas veces a colaborar: fábricas, oficinas, escuelas, hos-
¡ritales, barrios ttrbanos, etc. En estas reiaciones de permanente e inevitable
vecindad, la solttción contenciosa de las controversias puede llevar a la
Sin querer, por cicrto, solo citar al gran profcsor florentino, hc acluí otra cle
cxasPeración de los contrastes y de las pasiones: Llna "justicia conciliativa"
l¿rs brillantes
y vibrantes páginas (¡qué nostalgial) de Mnuno CnppnLLErrr: ,,... la estructura de los
() "cocxistcttcial" puccle scr bastallte más cficarz; ellar puede llevar al
nuevos derechos sociales es radicalmente diversa de la estrt¡cttrra de las libcrtades tra- reacercamiento de las posiciones, a soluciones en las cuales no hay necesa-
<licionalcs; y ln tlifcrcncia t's tal cltrt: sc c.x¡rlicn la cxtrcnr.r tiil'ictrltacl rle ln rcaliza,.:iriu, riamente un p€rdedor y un vencedor, sino más bien una recíproca compren-
por consigrriente dc la nue\¡a democracia político-social caracterizada por ellos. No sión, tlna modificación bilateral (o rnultilateral) de los comportamientós. La
basta, en efecto, a diferencia de lo que ocurre en cuanto a los derechos individuales de búsqueda de estas altern¿ltivas, de sus potencialidades pero también de sus
libertad, la afirmación de los dercchos sociales en una norma corrstitucional para qrre límites, ha representado aqr"rello que he llamado Ia "tercera oleada" ("the
ellos ya automáticamente encuentren r¡n correspondiente reflejo en la realidad jurídica third wave") del rnovimiento por el acceso a la justicia>e.
del Estado: ellos no significan para el Estado, conlo las lilrertades políticas, rrn mcro
deber negatiuo de no hacer, de dejar hacer, sino un deber posiltuo de accionar; un deber, La ideación de mecanismos alternativos parte pues de una considera-
además, que tiene el caráctcr de la permnnencia, tiene la necesidad de ser ctrmplido <-itilr: tr<t totlas las.,r'li¡ll-rulas,, f;('r('slrclv('n do i¡¡tr¿rl [onllr, clt'l<l quc s(,
permanentemente y con vigilante asiduidad, porque no es de aquellos que se cumplen tlcs¡rt'ctttlr: l¡t ittirlt¡rrcirl.trl tlc los trtorlellos ¡rrot:cs.rles llrstr'.rctos y lprioristicos
y se agotan de una vez para siempre. A los derechos sociales de libertad corresponde, para dar cabal soh-rción a la conflictualidad social. De esta constatación
en efecto, "la obligación del Estado de remooer los obstóculos de orden económico y social (además empÍrica) surgió el auge de los MARC. Pero lo que no hay que
que se oponen a la libre expansión moral y política de la persona htrmana. Mientras con
percler de vista es qlre los MARC surgen en Lrn clima de afirmación o de
los derechos tradicionales "se tiende a salvaguardar la libertad del cit¡cladano de la
opresión política", con los nuevos derechos sociales se tiende, en cambio, a salvaguardarla
consagración del Estado sociai de derecho, de encontrar Lrna auténtica y
de la opresión econórnica. E,l fin es el mismo, esto es, la defensa de la libertad indivi- efectiva justicia (social), de logro de la igualdad efectiva, y como consecuen-
dual, pero los, medios son diversos; porque mientras para satisfacer los derechos sociales cia de haccr efectivo el acceso a esa justicia en ftrnción de los diversidad de
el Estado debe emplearse activamente para destruir el privilegio económico y para pL:rsonas o grupos de personas y slrs interesesr0.
aytrdar al necesitado a liberarse de la necesidad, el cometid.¡ del Estado en defensa de
la libertad no se alcanza ya en la cómoda inercia del lnissez y'lirc, sino qtre implica urla
toma de posición en el campo económico y una serie dc prestacioncs activas en la luclr¿r
corrtra la lniseria 1' contra la ignoralrciar: I-o.s dcraclrcs socin/cs dt lil,crlnd ctt In cont'cltt:iótt " C¡t,r'r:r r.r,r-n, Ar:ccsso nllu girtstizin, cit., p¡-r. 283-284.
r" St't'í.t tlt'rlt.rsi¡tlt'r l;rr¡¡ot'l ¡r¡5,¡¡ rt'r,ist.l a torkls kts lvlAIi(l's, rt al lt.r('l\()s l()s nr.is irnIttr-
de Piero Cnlamandrei, en Proceso, ideologíns, sociednd, Ejea, Bs. Aires, 1974, pp. 127-722.
t,ttth's, t'\lrt'¡i¡¡¡1'¡¡1.trlrls lt,tirr r'¡.r itrsIit.tt'iri¡r.r nil'r'l tlr'l rlr'r^t,t'lro (r()nrPrrr',rtltl. So[l¡c t'l
Cnppellerrt, L'accesso alln giustizin, cit., p. 274.

17
76
I tt1,,'¡¡¡,¡
' lnt¡'¡r'"'1 ltr''lt' t't'
.' l..r ( il,,t,, rl.l 1V',,./lrrtr. ,,,l¡.¡l¡, rlltr,r.llr¡rr...(r,l (l,l ,,1,,
t'tt l,:','l():, li(), lrr)l,lr,., lt. lr,, lr,rl,,.t l,tnlt{.1..,,.,11,,t.t,, !- i' l', rl ltl't,' lltr')',(' ,1,'l rnrr(,rrlo ,. ll,rl'r,r l,rtrrl'tr'¡r l,r lro:,rIrrlrrl,rtl tlr, un
1,1,,, 1,( i,l(f l,t r,tr¡rlrl, rlr, 1,,,r,,1,r,, l¡\,,t (,tr :!,,, ,,i,, ,1,. Lr ¡rr',lrr r,r' ,l((.1'rr,:,r.rrl,rrr, (.n l(,,rll,l,rrl, lo:; N4AIt( llt)¿t ltr¿ttti-
l't lttltt'itilt tlc l's N4Al(( . l,,r:' lr'r,,1.,1,r( r,r:; .,,¡1l,lr,rlr,:,,, (rr.t, lrlrr,r,rlr,:,) ,r l,r r.
cltrcción clcl t:alttlltl clt'()l)('t',ltrvrrl,r,l tlr,l 1,,:,r.'rrlo ¡, r ,, ,,,r, ,1,' Lr 1'ttr,.tlt./,r( lotr rlr. l,r ¡tt:;ttr t,t,'
(r.l 1,,:;l,rrl',,rrrrrr,,,), r,,rr l.r
consigtliente redtrccirl¡r clcl s(¡t'i.rl, t',rr l.l t'x.rll.r.itj. tlt, l.r,ri.i,rlir,,l l¡, l,unr rl,ro, r¡trt' lor' lv4AIi(' (t'tttt't' ltts Itr¿ts conocidos: corlciliaciones
empresarial privada e. todo.é rrs sectorcs y ¡;ast.
cre ra ribr.r, ,l,r,,,l,,,t,,.tri¿r .. rrr i riir,lr, r,rlr",, nrcrli.tr:iortcs, .u'[ritrajcs), impliquen una tendencial
libre mercadb, con et consigiriente proceso cle ,, ,,,, r rlrr r ror¡,rlrz,tt:itin', cle la rtsolttción de los conflictos, resulta evidente.
privatiz¿rcirin rr. s<il. rlc las
empresas-púrblicas, sino de-servicioi sociales
esenciales --e. los crralcs sc. r, l,r,r',rrrrt,r :;t'rí¡ cn qué razones y principios se funda esa
manifestaba j'stamente el Wetfnre stnte--,
ibu..undo áreas tales c'nro la !. ¡iir¡ ,lrr r r,,rr,rliz¿rc'ión,,. Se'trata sólo de aligerar el trabajo de los órganos
asistencia social y de salttcl, edtícació.,, p.,i.rinr"res, li. ,,,r,.r1,",, (()rr la corlsigLtiente disminución de gasto estatal en este sec-
telefó.ico' bancos públicos, alojamientoi prirrticos, cárceles, servicio ¡ro51¡l y i, , rr, ,)ntr'(lr cl rnejor camino para la tr-rtela de los intereses en juego
nlantenimiclrt. srnrinistro cle lnz y ag.a,
tlr' cal-r-(.1(.r;t., ,,1f.,].,,. r.t,srrll.tr.i.rlifi.r.t,rrlr.¡.r¿¡r..1 (,1 i, ¡ ¡ | ,l ¡,r¡rrt'ipio en el qlre se basaba el movimiento por el acceso).
devenir clel
"servicio c'le justicia,''. si 1,,,.¡-,,,a,1"
touf si Lorlo pr-rcclc ser r l,r'r'l ¡r.rrticular consideramos que resulta ilustrativo 1o que ocurre
"r'p.irntizarblc,
r , ¡' rrrr,r,, tlt' los ADR. ,,,Cnando hablamos de ADR-señala
Juorru Rrsrulr,
partictrlar' al l¡rc'nos cn rclació¡r a los cxperirn,.r.tacl.s
' 'r, ,,, r ,lt'l.r Universidad de Southern California- se hace referencia a
ta, cfr. la sír'rtesis e^ cappelr.nrrr-Gnnrir)Arrrro
hasta .rt-,cliaclos tl. krs ali.s sctt:¡r- ':!!, r'.1,r ¡',,una de procedimientos como el arbitraje contractual, la court-
1r n rn justicia, cit., pp.53 a gB. :.:,i, \',1 tnltilrntion, la rnediación, la med-arb, el mini trial, el summary jury
Resulta interesante leer el listado. cle. confercncias
primera cxposición munclial dcdicacla n lo
programacia p.rra pRIVATEXi999, la ¡',,,i t'l t'tnly tteutrnl eunluntiotl y la judicinl settlment conferences. Todos estos
p.ivntilación a rcalizarsc en Mianri Br,¡ch- I ,,,,,,lurrit'rrtos preveen quc el Estado haga intervenir entre. las partes a un
Florida del 22 al 29 de junio cle este año bajo los
palpitante
lemas :oLn ltriuntizncíótt es el tatnn tnas
definll de sigtó"'" e olcleas pnrn gnnor clinero>.Los r, r, r'',', ll.rrlrado a desarrollar una determinada función>r3.
y la privatización del transporte.masivoiprivatización transcribimos: Los tclcfóricos
espacio pirblico; Privatización del alumbraclo
de almacenes; privatización del l,rr lt¡rrción de la naturaleza de la intervención de esos terceros la pro-
de l;; calres; seguriclarl electrcinica e^ las tr rr¡,r lil,sNlx clasifica los ADR en:
prisio^es; La privatizació. del seguro sr¡cial
en chile; privatizici<in clt,l cstacir.a¡rriento;
P¡'<lt:osarnir.¡rlr¡ rlt,<ir.s¡rertlit:ios; Frivaliz",-;,i,,1l,,friiri,r,.,,.r,;
¡rrilrlito:;; l'¡ir"tliztrt'itiri rlr'¡r¡¡¡'¡l¡r:i; Nr'rrlr',rli,l,r,l,i,,l,r:¡
[)riv¡liz;rr:irilr <lr, l¡1¡,;¡ri1^l¡,q ,r) l'rocectimientos cuasi-jurisdiccionales: el arbitraje contractualla y la
sr-'rvicitls tlrtitl ictls tlc t:ttr.r'¡;crrtria; (-.rrtrat¡citirr ¡,olrir,r¡,r,;; r,rirr.rriz.r.irirr rlr,l.''
rlt: s.rv-ir.i,s tlt,alStra y.*ras rr(,¡jr¡s;
Privatizacitin del sist.ma piistal; [,as .¡r.rlunidaclc,s
cle l¡s ¡rri'atizaci'.cs i.clt¡strialcs;
un nttevo enfoqrte de las'telccomunicaciones; Enfrcntamiento lr,':rrK, Risoluzíone. nlternntittn delle controuersie e processo: uno sgunrdo alln situnzione
infraestructura privada; Privatización en Africa; del ricsgo priblico en la ti,,ttltntlericannt en Riaistn trintestrnle di diritto e procedura ciaile,7997, pp.699-700.
servicios pribiicos y ¡rrivaclos clc exten-
síón a¡;ríttola. Irriv¡tiz,;rr.ir.irr y Itrlrz;r tlc lrrlrajo;'.li.nltsft,r,,rrt.i,l l,r ¡rostura de la jurisprudencia norteamericana frente al arbitraje convencional ha teni-
irrigación en México; Errores y leccio'cs .lél'proc"so tlt, l¡ ¡,irrrirrislracir.rrr tlt, lir ,l,r 1¡¡1¡ evolución interesante. Como lo recuerda H¡NRlr Lr¡.¡osr-ov -profesor de la Uni-
cie ¡rrivatización; I'fo..c solrr.
integración y fusiones; Reinveniando el gobiet*; r.r:;iclad de Uppsala- <Mientras muchos'New Dealers', en los primeros años Treinta,
Ú.ro para clesmantelar las empre-
sas de propicdad del gobierno; Divide _gr,ía rr,, atttaban el arbitraje y en los años Cincuenta las cortes federales habían desarrollado
los"pro,lucio, Jur".t,,n.r.r. y.,"*e.¡.; p.i'ntizaci<in
de aeropuertos en América Lati^a y el baribe; rrrr.r jtrrisprudencia lirnitativa clel derecho de las partes de imponer el arbitraje en sec-
Privatizaciór-r áel colrro de impuestos;
Privatización de ios tratamientos contra la adicción l()r('s tales como el de los derechos civiles, del antitrusf y de los seguros, la Corte
al alcohol y las drogas; Lecciones de
la experiencia (éxitos y errores); ventas a inversionistas lirrprema ha luego rechazado completamente esta tesis; así que las partes son, normal-
estratégicos; p¡i'atización cle la ttrt'rrtc, sometidas a arbitraje, en base a crranto previsto por contratos stnndardrr: Ln
educación; Contrataciones de las operaciones
de servicio cle agrra v aguas ncgras; De_
sarrollo privado de los peajes en áutopistas;
Mercade. cle ugi,n, Éor',-lrnro' derl sector l,ttttttli;',¡t.ttz'it¡ttt tltlltt gitrs/i::irr: o:;:;rruttziotti cirrtt ttlttttti rrrt,ttti st,ilrtllti ttú diritto lrl.r¡r.r,ss1¡¡/r,
privado; l'o que. tie.en que'vender ciudades y tt¡¡tcrtcntrc e st-,cdtst, en ,fiiuisfa trimestrnlc tli diritto e proccduru ciuile, 1995, p. 1400. In
Espacios para estacionamiento t'ft'cto, frente a la postura de la Corte Suprema de los Estados Unidos (adoptada en el
de vehículos subterráneÁs; Privatización del'altrmbraclo "rtuJou;
c-lc calles. Cfr., en la revista t'¡so Wilko a. Suan, 1953) que interpretando una ley federal (la Securities Act de 1933)
Newsweek eu español,21 de abril 1999,
suplement,, u.p".iot de ptrblicidacl. Confieso
algtrnos telnas de las conferencia" *. qre rt'husó el dar ejecución a un acuerdo previo (al conflicto) de sometimiento a arbitraje en
ft"a.,"""- ,li" aguda sensación cle náusea, la
sens;rcitin qt¡e me provoca la leJtura á"i it.,l,,iotintc trna conttoversia sometida a las normas federales en materia de garantía, en razón de:
'risma
ittduslrin tlcl control del ttctito libr. de N¡rc C'nrsrrr:, In l"'- los jueces temía que la desproporción en el poder contractual y la eventual coer-
¿Itt nueaa forma ,tel hirocnusfo?, Editores del p.rerto,
Aires, 1993. Bs. t'itirt cle ttna partc solrre' la otra ptrdieran convertir en sospechosas las cláustrlas arbitrales;
rr N. tleia dc'scr ihclicativo qtle para rcfcrirnos a )o.- qg cot'tsictcraba (luc las clecisiones arbitralcs fuera¡r cclsa distinta y rnenos adhcrentes
la
Ital comencelnos/ casi sin áut^o, ctrenta, a usar ¡rrestacitir-r clc la activiclacl jrrriscliccio- .r la ley rcs¡recto a la scntt'ncia; y 3".- las decisiones pírblicns de los trilrtrnales feclcralcs
la cxprcsión <scn,icio clc jrrsticia,, y a
los "justiciablesr, conlo .,usrrarios,, (que en la stlbre ctrestiones cle hecho eran vistas como mecanismos desc'ables de proyección social.
clefinicirin clcl inc. a) clel D.Leg. 716 son
"las personas naturales o jurídi.u, qr" adquierc-n, utilizan o disfrutan como desti.ata- lrs rccién cn lcls aíios Ochenta qtre la Corte Suprema cambia su orientación hostil hacia
rios finales productos o servicios,; do.áe, los'órganos jtrriscliccionalcs serían.pro- cl arbitrajc, consicleraudo que <la orientación gencral de los Estac-los Unidos era favo-
veedores del servicio justicia" (;l). "r', r,rblt'al nrbitrnic en lrrs corttroversias rcgtrlarlas por las leyr.s fe¡deralers'r, y e.n tal senticlo
:.t'tlr.'jo ttc t:ttttsir[ct'(u'(ti()i\pc(]lltrs.ls,' l.rs cljrrsrrl¡s ¡l'Llitr'¡lcs, la rlr:ciSitilr.rrbitral yil ll0 cS

18
79
,l ttrl't,'',,r f rt',1t, t,t'
r (tlll t tilutt't,t'tl tu lttltttl ttt¡tt'
l, r I'r,,, ,',lnnlrnto', tlr'( (llr',ttll,r, tr)n. ('l
r,l/,,, ttttn tl lutU tt'iul y t:l tttitti tfiillst",
¡ rultl nt'nltttl t'(,ttlutlllt¡ut/, ('ll (lorttlt' t'l Ict'ce rc) no ]nterviene para
! ! 'r¡ 1tr t

vista con colno potcncialrlrcrrtc ilr'¡iirl clr rt'l.r, irirr .l l.l scrrtorrt.i,r, ¡rir ilr,,r ,lr,( rr,tr)lt, 1,ln() l),lr.r irrlOl'nt¡t'tt l¿tS partes SObre el mOdO CómO ttn
t.,lr:,irlr,¡.,irrtl.r,r, ,rl l,r.r, r¡ ¡,r¡¡ r'r,rlrr,l :,u t orrlr()v('r':,i.r y, cvctrtlt¿rlnrente, aquella que Sería SLr deci-
ceso arbitral como un proccditnicnto rla ti¡to jrrrisrlir:c.irlrrirl (Por sr; r,str.rrt,ttrr..r),
l,rrr sillril¡l
al proceso que puede fungir como str c'qtrivalcntr', rcsaltarrcl0
sr¡ cl inanrisrlro, llcxilibilitlarl,
,r r l,'lrrrt.t l('(¡ttt't'itl.r.
rapidez y eficiencia' Es más, y he aquí el
¡;rarr ca¡nbio de cnft>r1trc, cl arlritr¡jc y cl ¡ | l'rorlrlirlrit'rrtos conciliativos a cargo de la propia corte: mediación
proceso son colocados en el.mismo plano: como instrutttt,tttos
tla ta:;oittción dt: los corflictos t r ¡itrlt,t,tl :,t'llltttt'ttt rcttfL,renccs destinada a estimular a las partes a llegar
ittdiaidttales, con lo qtre se deja de lado aquclla visiól-r
clcl proccso cor.nc¡ ¡¡crii g dc rcgtr-
I,y|ón social y de producción nortnntitLa. I-Ie áquí la contraposición
e.tre el .,Espírittt da los
,,,, ,, r,.r,lr) y ¡ l)oncr fin ¿r la litis en la fase de pretrinlLs.
'30s" y el <Espíritu de ros'B}s>, d.e una visión
publicística ;;";;.;;.';,; 0"", ..,.n."r.,. .,, I ,r t.rrrlt'ncia a la desjurisdiccionnlición de la solttción de los conflictos es
una visión meramente privatística. cfr. Rnsrvrx, o¡t.cit.,
p.700-702. un clato *á:.';;;;;i rr rlr t,,,1,'l;r crisis del sisterna procesal formal norteamericano, que pre-
¡rtu<'lr¡ irorrí¡ ¡rrola lr ¡rrofr.s<lr.¡ Itl,:;¡ilr:
l)r.r)r.r.so y nrlritr.ni(,Prr,,, lr,rr ¡rrlr,rrr,irr n:;r,n.rci,rlsc ¡,i r ¡ ,r,rr lt'rísticas tan pecuiiares y tan complejas qlre estas soluciones
l)or str co5[1¡ y tltrr¿rciíl¡t: así 0tr cl rr¡'rso Adt,nttt'rs l!f¡t'¡ir l)r,rrltr.s t¡. Ittltl (ttt.lt., t,l arlritrirjr.,
durti cttatro años y mcciio, co¡1 trn t<¡tal dc 355 tlías cle aucl icncia
y cn cl ct¡;rl las ¡:artcs ',. rl¡ii,'.1(' scrían <(exportables" a los países de ciuíl lnwre y que sin embar-
Pagaron/ cada ttna, más de 100 milloncs cle dólares por gastos lcgales (o¡t.cit.,¡6ta 12).
Por ell<l tricn t1 ice Llrulrnt.t)trt que <('uarl(l' sc
¡rrt'fier".'t n.tritrajc rr' por su supcrioriclacl,
s.irro ¡rorqtrr.cl ¡rroccrlilnir.rrlo civil cs arrticr¡atlrl ()
atr.lclivo, vak,
dccir' cttando la clección entrc la Allt'rttntit,t: Dis¡t¡¡¡¡l)arlicr¡lanlrclttt,¡roco
Rasoltttion y r..l I I ttnntrtn'y jury trial, que consiste en la formación de jurados elegidos entre las listas
civil .rcli.a-
rio se vt¡elvc ttna elccciirn etttrt-' la pcste y cl cíilera, el acceso a ¡rroct.so ¡,,,r',rl('s,tlueofrecenpareceresconsultivos \ndaisoryuerdict), queofrecealaspartesuna
la jrrsticiir se c¡cue.tra
realmente en peligro,, (op. cit., p. t3Vf¡. I'r.,' , (,rrfiable para construir una composición de la litis recíprocamente aceptable; los
I'a court-nnncxed nrbitrnflolr (qtrc cs cn [rtrcna ct¡errta trrr,.artrilr-jt, ',:tt¡t ltirrls constituyen procedimientos privados y consensuales, en donde las posiciones
r,¡d.¡rr.c.sal) t:<r.s-
tituye uno de los experimentos procesales más difur-rcliclos cle las ,l, l,r:, p.rrtes ss¡ "jugadas> en una especig dg "juicio simuladoD/ y un aduisor intenta
cortcs norteamcrica-
nas tanto estatales como fede¡ales. r'a court-nnnercd nrbitrntiott
fue instittrida por pri- l,rrnr('r() conciliarlas, y si no lo logra, en'rite un informc no vinculante sobre el probable
mera vez en 1955 en Pensylvannia, y sólo tnás tarclc ftre , -¡1,, tlt'l juicio verdadero. Existen además procedimientos híbridos, a mitad de camino
adoptacla, cntrc los años
setenta y ochenta, en otros Estados. Con la , rrrrl l¿r rnediación y el arbitraje (el med-nrb y el rent-n-judge). También como respecto aI
lrttticint Im¡troucnrutt nnd Acccss to Jttstica Act
<lc 1988 t'l Corr¡¡rcs. tlt'l.s En.LItJ. ar¡torizri la i.stitr¡ci<irr t ,'tt¡ltutnexed nrbitrntion, según SrvestRt, estas mecanismos son alternativos al trinl, no
tlr. l)r()¡Ir.rr¡l;.!s t1a cottrl-
nttttt't'td nrbilrtlitttt ett vt'itrlt't:ortt's ft'tlcralt's, tlt'Ir'rnrirratl¡s <.,¡tr.v.rsias tlr: .a- .,1 ¡,¡1r¡¡'q6 (op. cit., p. 1050, nota 45).
ttrralcza t'collónrica hasta detcrmitraclo valor ¡rara sr.an corrociclas y resucltas por árl>itros | | r'rtt'lr1 neutrnl eaahrcttion (ENE) es un mecanismo de creación netamente de las cortes,
designados por la propia corte. como bien señala ElrsanErrn
arbitrntion (pese a sr¡ nombre, ticne mr¡y poco err comúlr
sllvgsrnr la cotrt-att,exed. . , , l.r propia corte quien decide, con toda discreción, en un caso concreto, si la causa
co¡ el or(-li.ario nrltitrntic,t 'l, l,t' son1€terse a este procedimiento <alternativor, el cual se desarrolla después del
comercial' Ella constitttyc ttn ntótocio clc rcsolucirin t1c las
controvcrsias qrrc las ¡rartcs r¡rlr'rt'.rrnbio de los actos introductorios del proceso y antes del inicio de la fase prelimi-
no escogen libremente,
implica que le decisión del ¡ino que son sometidas por orden trer jtrez (...) lo que no ,,tr (¡rv¿lvi¡1l), con la finaliciad de favorecer la resolución anticipada de la controversia,
arbitro sea vinculante e incontcstable,,: Ln ,,Court-annercd
arbitrntion": un rnrcao rintedio per un aecchio problenm, en Ri¿risfn ¡,, rrriitietldo a las partes ervitar la gasto de tiempo y dinero característico del pretrinl y
tritnestrale di diritto e ¡ rr
l)irrticulAr en el discouery de las pruebas. El eunlustor neutral es normalmente un
procedura ciaile, 1995, pp. 1036-1037. para la investigacrora
itariana ""i'".rrti.";" lrrrrt:ionario de'la propia corte o un auxiliar del juez (un special master), pero pueden ser
endoprocesal difiere cle la nral'or partc cle las altenlativás
al procc.so por cl hecho clc l.rrnbión abogados o ex-jueces, y lo que hace, tras escuchar a las partes es formular una
ser Col¿rf-nnnexed' Las mociaiidadés de elección del árbitro,
la clisciplina clel procecli- lrr¡rtitesis de decisión, expresando su parecer sobre el posible resultado de la controver-
miento, modelado sobre el esquema de aquel ordinario, la necesidad
de dirigirse al ,,r,r. Corrcsponcle a las ¡rartcs valorar si sca convc¡riente o no accptar la soltrción pro-
juez para obtener la ejecución áe medidas provisionales,lnclusive
posibilidad de rendir ineficaz el laudo a trivés del pecliclo
prescindie¡c-lo cle la I'lr('i'1,¡, o lrit'¡t,rftottt.tt'lrrt, ¡',,rllos y lilr,¡',os rlll ¡rr'1r11,¡,1r. l.rr lrlolrtrt'r¡t,r tlr.l r'(,rlltJrrlrrr rro r.s
cle un ti¡nt ae no?ro, vtttt:ttlatttc, srtlvo, <¡bvi¡ttretttc, (lue sc Ir¿rcluzc¿r en rrrr acr¡errlcl (st:tllnrctú) cstipular.lo
demostrar que la Court-nnnaxed nrbitrntion no F)arecen
*i, que un proctclirniento sim'lifi- ,'rrtrc las partes. Ctranclo no hay acuerdo, Io acaecido ante el eunluator no trasciende con
cado y rápido del ctral la corte se sirve para la definicicin de ". clc.tcrnrinaclas contrrr'er- l.r fhalidad de no influenciar la imparcialidad del juez. Como bien aclara Sr¡-vesrnr ,.la
sias' Más precisamente, la Cottrt-nnnexld nrbitration no constituye t'ttrly neutral eaaluntion constituye un 'servicio' que la corte ofrece gratuitamente a las
rrna alternativa al
Pro.ceso/ sino que se configura como una posible modaliclad cle desarrollo cle la fasc
preliminar- del proceso ntismo, no distinta en la sustancia de ¡r.rrtes. Lo que parece confirma¡ que el procedimiento en cuestión ha sido introducido
otros procedimientos a rro ta¡lto en bcncficio cle las cortes, como alternativa al jtricio ordinario enderezada a una
las cuales Ia corte puecle hacer recurso en la fase cle pre trinl
y cuya conducción puede rt'tltrccititt tle l.t citr¡;it rle Irabirjo, sitto sobre torlo cn bcnc[icio cle l¡s ¡rartes, a las cuales
.confiada Por el juez a un specinl master, o sea a un auxiiiar á.ryo urp""íficamente
ser
ttl.rccc una chrtrlc¿ de evitar los largos tiempos y los costos del proceso>>i op.cit., p. 1,047,
designado" (op. cit., p. 7046), agregando que .,la Cottrt-nnnexed
nrbitrntiorr no es una rrota 5.
alternativa al proceso, en cuyo interior se desa¡rolla, sino que representa
nrás bien una Ittcios, o casi toclos, los ADR's mencionados en el texto son llevados a cabo con una
alternativa al frinl...no constituyendo una manifestación de la voluntad
de discriminar t icrta intervención de los órganos jurisdiccionales. Pero además existen programas <in-
el acceso a la justicia en.razón del objeto de la controversia o cle str valor
económico, tlt'¡rcnc-lientes" ofrecidos por instituciones privadas, con o sin fines de lt¡cro.
sino simplemente una de las soluciones ideaclas para hacer frente a los
problemas I )c hccho cottforme lo señala CritnRt.or.l (coll cxcL-L)ción del arbitraje, que en verdad
catrsados por la strbrecarga de trabajo de las cortcs,, (op. cit., p. 10a9-105frj.
nrclecc tttt sitio lpartr', el tlcsrrrolltt rlc sistcnras ¡/c itt|ornml lustict se prescntir bast¿rnte

20
27
I rt¡,r'ru,r ,'\il.nr' I lr lr,'
,I tt'¡'t,"..t lrt',1t, t,t'

1'() :;(' lrlt'llltrlc r'\l)otl,rt (,(llno utl lrttrrlrtr lu tn.r., ,l,.rrll,, ,lr,l 1,,,,, r,:,,, ,lt. i rrrilr, ',r' lrrrr'rlr' illr',r'r\',il
<,glttll,tltz,tt'loll), ll(,(llllrr.t,rl'".Il,t\/ (lrtr. lt,nr,t !,lt( ur,rrl,r t¡rrr. l,r l,r r/r",7tut'.tlttt ttttlttlt ttr tt)lt lt.t :,ttl() t 0tts,t¡'rtittl.t
¡)t()l)t,r tlor.tl.ilr,r .,¡, trtrrr r,,rr,rlnu'rrl(, {,n ( olotrr[,1,r, ,rl ¡rt.rrrrrttr l.r ¡rosibiliclacl c1e
llortcillttcri(tan¿t l.t t:x¡l,rrrsiri¡t tlt' lo:; Al)lt r.:, nloltvo rlr, \¡t\,,i .r, lrr,rl
1, ¡trtltt_ r lrrrrrrr',lr,rl¡r r,',1r.. l,r lturr'lr)n ,, jurr:,rlrrt rrlrr,tl',, y ('lt t'l rt:t:otroCilrtier-rtO a IOS
m.lca/ entre aqtlellos -qLle vclt ctt los nlisnr()ri l,r ll(.lr,lnlr(,nl,r
¡i,rril ll¿l¡¡r li-c¡tt'' ¡ irtrr rrl,rrr", tlr' ,,.rtlrnnu:,tr,lr ¡rr:;tit i.l,', ('()ln() iirllitr()S () Coll-lo conciiiadores.
a la casi enclémica litigntion irplosion (luc ¡lt't'tlr .r lir :;o,.r.,,li,l ¡rortcanrcric¿l-
na y aqLlellos detractores qtte, entre otros, v€lr cn t'llos t:l ricsgo clr: consa-
i¡, 'ilr ',,",r1,,u(', (lrrt'torlo t'l ¡)r'()('('so clc sustr¿lcción de materias ai órgano
i .,lr(
rrr¡ orrlrrr,rrrr)
{ rorr,rl (,rrt'orttnr¡'í¿l
n() ya ol)st¿icttlo constitucional y en buena
grar tlna <second clnss systenl of justice"zt en perjuicio rlc lai-partes m¿is
r¡, nt,r l,' ,lro lt'¡',itrnritl.ttl (:onstrtucional al proceso de desjuridiccionalización
débiles.
l, 1,, , rlltr, lt():; (l,r t uCrrt.l Mt)Nlt()Y cnBttn2a.
Pero, la desiurisdiccionsliznción ha llegado a tierras iatinoamericanas.
I rr r'rr,urto rr los lvlAl{(, lra sido Coiombia la primera en Latinoamérica
Probablemente el caso más notable es el colornbiano. Dice al respecto Mnn-
('o CnRAlrlx) M()NRttv (-nltl<n <<[,a It'lrrlrttrt'i¡ nctrritl on nlttcri.l
, ,, l.r ( ()n:;,lllr'¿lt'itirr clc la conciliación previa obligatoria, mediante su ley 23
1-,lr,lcrlsal al)ut-ltil !, l')')l .r l;r cu¿rl lc ha segr-rido Argentina con slr Ley 24.573 de 1996 que
hacia el rechazo clel formalismo, del ritualisnro exageraclo y de ¡¡a i^ter- ,rrir,tlrrt't'l;.r nrccli¿lción obligatoria previa al proceso, excluyendo, sin em-
pretaciórr exegética de las normas jrrrídicas sin tener en crrerita s¡ finaliclacl ,ri',{}, (lt' su alcatrce alglrnas específicas materias2s. En ambos casos late la
social. Para co¡'ttbatir esta posiciótr se ha ¡rro¡'rucsto la rlcsjuriscliccio¡alizacicilr ¡,lr .r tlt' clescongestionar los ..despachos judiciales>), como ..forma de aliviar
dc Ia soltlción de los conflictos, que ha sibo pr-resta en práctica en varios I ,,rlrrr'.uliento del sistema, y además, porque el servicio de justicia que
Estados como, por.ejempio, Coiombia,,22 y 'ugregu ,.Liita desjurisciiccio- ,,¡r,'ll,r ¡rractica (la mediación) está más cerca de la equidad,,26.
nalización comprende la áespenalización de'coñdtñtas crimir1,1íur, la crea-
ciÓn de mecanismos como la conciliación, la medi¿rción, los anrigalrlcs .\.
- Como no podía ser de otra forma la <<moda" de la desjurisdiccio-
componeclores, el.arbitraje. y el traslado de competencias de la justicii ordi- ','tlt ttt'iót1 ha llegado entre nosotros. Una primera manifestación de esta
naria a funcionarios administrativos y a Notarios,,23. Lo notáble del caso l,'¡rrlr'nciíl de promover mecanismos paralelos al proceso jurisdiccional fue
colombiano no es tanto el que la desjurisdiccionalización c1e la solución cle ¡ r ¡rl ('l nrltitrnje. No deja de ser sintomático que en menos de tres años se
los conflictos se manifieste a través de la promulgación cle leyes que sus- lr.r1'.rrr clado dos leyes ,Je nrbitrnje2T.Srn embargo, quiérase o no, el arbitraje,
traen cieterminaclas nratcrias al conocimierito cle li jtrsticia n.ii,-.,r.in o clLre ¡,,r rius altos costos no representa, ciertamente, una seria alternativa al pro-
irtlrotltlcc¡l MAI{(1, sitro srt llr¡llrilcstat:iti¡l crr cl rrivcl n()rnliltivo nlás alt,. [l' ,,'.r' itrrisdiccional, teniendo Lrn campo de operatividad (por no hablar de
cfccto, en l¿r ColrstiLución cle 1993, cn los ptirrafos scguncle y lcrccr6 clc srr rrrt'r'ctdo>') bastante restringido.
artículo 116 se establece:

"Exc.epcionalmente ln ley podrá atribuir fimciórt jttrísdiccionnl en mnterins


t drterminndns ntttoridndrs ndmihísf rntiuns. Sitt rnfunt..qo no /r's .sr,r.rÍ
prac:isns lvlorunoY Cnana, op. cit., p.31 y ss. La desjurisdiccionalización comenzó en Colombia con
permitido rtrlelnntnr la instrucción da surtnrios rri juzgnr dttlitos. l.r Ley 30 de 1987 que otorgó facultades al Ejecutivo para tomar las meclidas necesarias
Ir¡r¡ la elcscongcstió¡r clc los dcspachos jtrclicialcs. F.s así qrre sc clictaro¡1 u¡la scric cic
Los ¡.tnrticulare.s,pueden ser inaestidos trnnsi.toriamettfe dt, ln rlccretos clue traslada¡on Ia competencia a los Notarios para celebrar matrimonios civi-
funciótt de n¿-
ministrnr jtrsticin en la condición de conciliodorcs o en ln de árbitros hnbili- lcs, tramitar proccsos de strcesión de herederos mayores de edad y en los que no existan
tndos por,lns partes proferir fnllos en derechl o en eqridnd, en los tórmi- conflictos c'le' intcrcscs, para tramitar separacioncs dc cuerpc'¡s de rrratrirnonios civiles y
-para católicos siempre que sea de comírn acuerdo y para liquidar sociedades conyugales
nos que determine la ley".
fornrarl¿rs ¡ror los lrrisrnos;, ¡rara ell carlrbio dt'rronrlrro, l)¡rra rccibir tlccl¡¡..rcio¡rcs
cxtratprtlccs() y par¿r l¿ insitu"¡¿rci<jn clc donaciclncs, así ttouur ull¿l lluev¿l rcgtrlación clcl
arbitraje. Pero será con la Ley 23 dc 1991 con la cual se crean los ..mecanismos para la
clescongestión de los Despachos judiciales, e institucionalizó el procedimiento de con-
más lento y restringido a situaciones partictrlares, probablemcnte también porquc los
ciliación en Centros cle Conciliación. En setiembre de 1998 se promulgó el Decreto 1818
procedimientos formales frente a los órganos judiciales clan lugar a menorcs proirlernas
que contiene la codificación de todas las disposiciones legales existentes hasta setiembre
en orden a los costos y a las dificultades técnicas, respecto a lo qrre sucede .r, il ndrrrrory
en materia de conciliación (procesal y extraprocesal, judicial y extrajudicial), arbitra-
system": I nuoui modelli processunli, en Riuisln di tliritto ciuile, 1993, p.287.
20 n'riento y amigablc corn¡rosición, cn todas las áreas.
No deja de ser sintomático que en el Tratado de Libre Comercio 1NÁff'a¡ en su artícul<¡
Así, juicio de separación personal y divorcio, ntrlidad de matrimonio, filiación, patria
2022los tres países que lo suscribieron (EE.UU., Canaclá y México) ," .o*prorneten a
potestad, incapacidad y de rehabilitación, la materia penal, los casos en que el Estado
pronlover t'l arbitraje y los medios alternativos no judiciale.s cle solución de controver-
o sus depcnclencias sean parte, mcdiclas cautr:larcs, juicios srrccsorios y voltrntarios,
sias para la solución de disputas comerciales privadas.
cotlclrrsos/ etc., incltryi'nclosc en ca¡r"rbio en cl sistenra de mecliacirín, las cr.restioncs
¿1
Cfr. ambas posiciones en Resrutx, op. cit., p. 707-774.
2) patrimoniales cierivaclas de rnatrimonio.
MoNnov CnnnR, Medias nlternos de solución cle conflicto.s, en lrrs et pro.xis, Rettista de In
Así, Zttt.litrn D. Wtr.t-rt;-l.uts M.Clnr¡!rlrr()rs, Qrrtí r's !n nrcdinción, Abclcclo l)crrot, lJs. Airc.s,
Fncultad de Derecho y Ciencias Políticas de ln Llniuersidnrl rlc Lintn., Dic. 94, N" 24, p. 30-31. s/f, ¡r. 19.
MoNRr:y CnBRn, op. cit., p. 31.
¡\sí el l)ecrettl l.ey 25935, v la vigcntc [-ey 26572 ciel 5 dc cnero tle 1990.

22 ZJ
' l trl¡'¡t"'¡ lrt"lt' t'l'

l\ l,t ¡)tunlo( l{)n ,lll ,ulrtlt,r¡,, 1,. ,,tl,,ulu ¡ rrtnl r'tr ( ulrrtrrlrt,t. l,t 1,,'1' ,lr' . .'¡ l',¡tl, lttttltt¡tt tttlltlt't,t tt tttlttltrtlr' nlr'rllrlttrttt, trtlll¡l¡¡¡,1()ll rt lllt'(tul¡:;trJ{)s
( tltttIltltt'ttri,t Nol,rtt,tl cn ,r:,unt():, n() (ulrlr,nr r¡r',rr'. 1,,\' .'(,{r(r.), tlr'l ..1.1 tlc , ,i, ,¡, tt .ttlntttttt tlt',1t.,¡'¡,ltt', tt ttlt,,,,tt tlt. lt'ttt'lr):,,,'r.
sgtie¡nbrc dtl l1)()(r, lt'y lrttt't lt't'lt) tn()( u,r \'(lr(' ll. l,urrl,' , ott:,¡tlt't,u:,('(()tt\() I I't't,,',1¡r,ltr,l,r, ll,l :,1(lo torr l,r l,t'y tlt'('orrt'ili¿tciritt, N" 26872, del
consagratoria dt: trtra r/t's7rn'islit't'ittttttlt.'.ttt ttttt ,ll l,r rr",ulr( r()n tlc los t'onf lir'- I lr ¡1rr\ l('nll't,',lt' ltl'l',', (lu('lrrltlt'nr0.s tlt'r'it'(luc sc consagra la más plena
tos, pttesto que en los seis ((Astu'rtos', n() ('()nlcnt lo:,r¡:; lr',rsl,rtl,rtlos ;r l()s ,,r rr! r,r¡r tlr.r/r,.,¡rttttltttitttt¡¡¡,',,, torlo lo rtr.is ¡tosiblc la resolr-rción de los
Notarios simplernente no hay conflicto y clc lr¿rlrt'r'lo, r'onlornrt'(r sr¡ ¿lrtículo , , 'r¡iltr l.',. t¡, l.tttlo,
¡,t,r' l.r t'r¡ltt'ili.rcirirr clr sí, c]uc no es por cierto instiiución
6 .rel notario debe xtspender inmedintnnlente su nctttil(:ititt t¡ t'('tnitit' lo ntttttdo nl ¡ ,r irr,rrl.r nu('\,,1"', iin()l)()r-loslllrltivo.sqtrelainspiranyporlaformacOmO
j uez corr espondien f a >. ' I r , r'll',,1,1', l,trl,t.

Al margen de estas intervenciones tendientes a incentivar el recurso al ',nr.ttlt,u .tl .ttt.tlisis


clc las,,borrdades> de la conciliación como acto
arbitraje o la desviación de algunas cuestiones no contenciosas a los nota- ¡,nrl)():'itivo rlt: los corrflictos
,r1,,1 como resultado-, punto
rios, lo que sc l)uet-lr'obscrv¡r o11 unn tcnrlencia hacia l¡ ntlntittislrnlipiznt:iritt -la conciliación
,,1,r,' r'l t u.rl rro lrerrs¿-urlos polernizar, hay en la Ley tres aspectos que sí
de mttcl'ros ((asulltos', que clebcrían scr clc compctcncia dc la justicia orcli- i,,, ,,,{ ('ll l)ilrtictrl¡r atcnción:
naria derivándose, en gran parte, hacia ese organismo pnrnjurisdiccionnl que
es el II{DECOPI28. 1". '- [,4 tlt:claración contenida en el artículo primero que considera de
, rlr'r('ri tt¿rcional" la institucionalización de la conciliación cbmo mecanismo
Iror lo que respccta a los MARC yo cn la Ley Procesal de Tr.rbajo, Lcy rltr'nr,rtivo cle resolución de los conflictos;
26636, del 21 de junio de 1996, en su Sección Octava bajo el epígrafe "So-
lución extrajtrdicial de las controversias jtrrídicas>) se corncnzó a notar l¡ .1".-- La introducción de ia obligatoriedad del procedimiento previo de
penetración de la idea de implelnentar mecanismos (aiternativos> de solu-
r ,rt rli.rción antes dei inicio del proceso ante los órganos jurisdicciónales del
ción de los conflictos ai establecer en sn artículo 102 que "El Estncll promueae |',LrrIo;
ln concili(rción, como mecnnisnto de solución de los conJlictos jurídicos o que se ']().-
Que el proce'dimiento conciliativo se lleve a cabo ante Centros de
refiere esta Ley>, distinguiendo entre la conciliación privada (artículo 103) y r r,rtt'ili¿'tción (púrblicos o privados) o, alternativamente, ante los
la conciliación administrativa (104), y posibilitando el arlritraje en materia Juzgados de
I ', r.. l,ctrados.
l¡rlrrlr¡l (nrtít'trlo l0'l). llitt;tltncrrlt', crr cl D.l,t'¡¡.807, c'lcl 16 tle abril tlc 1996,
sobre las li¿tcultaclcs, llol'nri,rs y organizaciírn clcl lNl)tjt-()l'1, irl nroclilicar cl Si quisiéramos, a primera vista, tratar de encontrar la ideología que
artículo 38 del D.Leg. 776 (Ley de protección del consumidor), se consagra- rtl'vace a la Ley diríamos que es una curiosa mezcla <totnlitnrio-liberá1";
t,'tttlittt'itt Porque hace prrevalecer un ir-rterés superior
ron explícitamente los MARC al establecer que: nLn Cotnisiótt de Protección nl -el del Eslado- al
rrrtt'rés de las partes en conflicto, o al menos ál ae aquella parte que se
Consuntidor, estrblecerñ, tliractnmente ct medinnfc cottttt:ttios L:otr ittstitttt:iorrt:s ¡tti-
lslicns o priundns, nlccnnisrros nltt,rttntiuos dc rt:scilut:ititr dt: dis¡trttns dt:l ti¡to dt ' ()rrsidere tener Iarazón;Iibernl porque a la par consider^a que ios co.rfli.tos
nrbitrnjc, mediación, conciliación o mecnnisntos mixtls, que metlinnte procedinúen- rrrlt'rsttbjctivos del'ren interlt¿rr ser resueltos por las propiaipartes sin i¡ter-
tos sencillos y rápídos, stiendnn y resuelaan cln cnrácter uhtculante y definitiuo r t'rrciór alguna del Estado. Ilevive con ello el ctásico
l'lico y privado. Y cuál es el interés (público) del Estado "conflicto> entre púr-
pnro onúas partes lns quejas o reclamociones de los consumidores o usunrios, sitt en esta instituiio-
perjtücio de lss competencias ndministratians", 1l €n la parte relativa a procedi-
miento t'rnico de la comisión de Protección al Consumidor y de la Comisión
de Represión de la Competencia Desleal, se señala en sll artícuio 30 que "Err
cu.nlquier estado del procedimiento e incluso antes de ndntitirse n trñntite ln denun- ' l:l prtlccdirrricnto est¿rblccitkr por el D.t-cg. ti07 es aclemás aplicable para las <¿rccio¡es>
por infracciones a los derr:chos de autor (artículo 173 D.Leg. 822) por infracciones a
i
los derechos de propiedad industrial (artículo 240 D.Leg.823), por'lo cual en todos los
procedimientos que tales <acciolles)) den lugar, tanto ante la Oficina de Derecho de
28 Autor, como ante-la Oficina de Signos Distintivos y la de Invenciones y Nuevas Tecno-
Que el INDECOPI (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección logías, será posible derivar la solución a IrvlARC. Que sea posible qr" r" <derive,, la
de la Propiedad Intelectual, creado por Decreto I-ey 25868, de 6 de noviembre 1992) sea
solttcióu a arbitraje, tnt'rliación o ccl¡rciliación, r'tc., porlc e¡l evic{erncia qrte la función clel
un órgano administrativo parajurisdiccional se infiere del hecho que sus diversas Conri-
etrte <¡tlltrilristrativtl,'t's resolver LJSOS colrflictos quc se prcsentan entre particulares o
siones y Oficinas cumplen la función de resolver conflictos de intereses entre pnrticulnres
clrtre p;rrtictllarcs y SrttPOS (constrnridorcs), resolr.rcritin clrrc
(toda la materia referente a la competencia dcsleal, propiedad industrial y, en parte, ¡.rtretlc lo¡¡r.rrsc .,altcrrrativir-
ttletlte> ptlr obra dc terceros (árbitros) () por los
derechos de autor) o donde estén en jrrego i¡rtercses difusos (ttrtcla clel constrmidor), ¡rrt;¡rios <intercsatlos' (cg¡ciliaciti¡).
amén de tener a su cargo el proceso col'rcrrrsal, Io qr.re rcfleja la polífrcn de "' Que la conciliación cotno mótotlo <autocompositivó" cie los conflictos no sea nada nuevo
no debc mcÍcccr lnay()r ¡nencitin por su obvicclacl. Para cl dcrecho hispánic<t históricg,
desjurisdiccionnliznr (en el sentido de excltrir lo máximo posible Ia intervención del de-
c:fr'. Mtrtrl lljlril Atttx:4, lJostlu(Jo ltisttirit'rt dt' !t t:otrcilinciotr husttt lrt ltt¡ lt: Iirtjttit'inttttt,r¡lo
positario ..ordinario,' -segírn nuestra Constitución- de la jurisclicción: el Pocler Judicial) [-l.j/
r/,' /,'i,ri|, r,tr l,:;//tr/lrrr, r/r,/)r'l.r,r'itrr /)trrr (:itll, l,ilrr.1,,.¡,, lkx;t,lr, ll,rtr,r.lurr,r, l.)l{1,
cn todas esas matcrias más sensitrles para el ltlgro de t¡na efectiva econornía de tnercado. ¡l¡r. l,l7-llftt.

24 25
I rt¡','nt,r .,\l,rtl" I'('lrr ,l ttt¡'t,",,¡ llt'lt, t,r'

ll.tllzit('ion. l,o tlttt'tr lo:;,rul()t(':, rlr,l ¡rt91,1,,.¡9 rlt, l,,.),, ,, Al


¡tttttt,,,tt ltrrltr r,tl ..ttlt.t l','r,, l', ¡¡¡,r', { ult()',(), t' ,rllr lr'n('ln():, olr,r r l,u,t nt,ttult'st.ttlitilr cl Cl ¡tttO-
st rlebt ll(cnr c:tnttdo ltttt.lrntn:;tttlo lr¡:; t'ttt,tlio:; ll!(nt()s tlt solttt,l,,,,,
no solo dcscarga Ia activiclacl jLrrlicial, sino ciuc logrir l,r:,,,1irrirl¡cl
,1,, 1r,.. r,,,,¡¡,,,,,, , 'il,rrr'.rrr, l.l,rltl,rtl() (1,' l,r lt'\', (':' t¡uc trrtl,r:, ,rrlur'll.rs lrcll¿rs ilttcnciones (lo-
fo 9|e
jurídica indispensable para ia inversién y el clesarrollo roít"niblc t1c ctral- i r.rr un,t ( rrllur,r ,1., l.r l\,tt, n n,l t(lrllt,r l;tlltrt'l()n Cons(:lfSttal a IOS COnfliCtOS
quie¡ país> )/ agre€al1, <Es necesario cróa. la conciencia dc que, antes de ' rrlrr' l',rrlrr rrl,rrr':,"'):'r'lo¡',r'.ul ('()rr l.t itttlrosiciórr: el procedimiento previo de
,,!¡rr rlr,r, rorr t':, (tl:,('r.r ('n ('rrt'r'o tlt'2000) ctbligatorio en relación a todas <las
acudir a los procedimientos judic.iales, las-partes tienen eI debei cle negociar
y buscar una solu.ción que concilie sus diferencias...,, 31 . En tal sentido, la I'r.l¡'n',r()nlr, tlt'lcnr¡irr¿rcl¿rs o clcte rtninables qlte versen sobre derechos dis-
<<concilinción pro.picirt unn cultLffo de ¡,,,1¡¡1r11",,, (,rrlrr'rrlo()) ¿'l)rlr qtré la obligatoriedad? Segúrn los autores del
¡tnz, (artículo 2" de la Ley) qlre <Lrastoque l'¡,¡'r'r'to ,,lit'lr,r prt'visto c¡ue lar conciliaciór-r extraprocesal previa... sea obli-
los efectos de la-violencia y el espírit., litiglouo enr¿rizado en la socieclad ,',,rl.rr,r, I'u:i(,ul(lo rlc csta nt¿rnera que la institución y sus bondades sean
pertlana)'32, siendo .,indisctitible qire una sJlución alternativa de conflictos , , ,n( )( itl,¡s,,, lr¡irt'glnrio .<Existe en el país un espíritu litigioso bien enraizado,
de carácter consenstlal necesarianrente va a ser más e.fit:ierrfc que la acimirris- ',rlrr,rt'ion (lu(' llevarí¿r al fracaso de la institución, si no se les obliga a inten-
Irat:itirl dc jrrsliciil, y¿l tltrtt lit ¡lt'itttt'ut cnlilnil tlt tnl ('r(]u()r'(lo rlt,volrrrrt.lr-lcs l,rr cor\r'ili¿'tr',,'7, valc decir, que la clrltrlra de paz se impone verticalmente,
y la segunda es imPuesta,,33. i)ecía Fnnruz KlrrN q¡e los procesos son rnales l,r r'ulttrr¿r clc p;iz se impone por ley: ¡todos a conciliar! Si las experiencias
sociales.que es preciso erradicar. quien_es toáavía .i"*rl eso. Tal parece .nri('nil11, clebemos decir qlre la conciliación como método arltocompositivo
que^también nuestros legisladores Yoy lo créen. Como irónicamente señala Fn¡rr.¡- .lrr'.rZ ha fracasado en todos los aquellos sistemas qrle lo han querido impo-
co,Cn'nlnrul.t'Qtl.e sea mejor mantenerse lejos de los procesos y ¿" los tribu- rr,'r (o lo han tenido por tradición) como paso previo obligatorio a la inicia-
nales no cabe dtrda. Esto, sin embargo, autoriza a consjdórar el proccso ( r()rr Llel proceso. I'or eso, es que en España, en donde el intento de conci-
como tln "mal social", ftrente (inclusive)¡",b de "heridas al c¡erpo ctc la socic- lr,rcicin previa era Lrn presuplresto obligatorio a la iniciación del proceso
93d", porqtle no es el proceso cl qtre hace litigar a los hombrcis, siuo la vicl¿r. r rvil, constituye hoy, tras la reforma operada por la Ley 34/1984 a la LEC,
El proceso, en cambio, es el instrirn-rento coriel cual se hace justicia en este
"la idea de filtrar las contro-
rrrr¡ ¿rctuación faclrltativa. Bien decía DENrr que
mttndo. Es un mecanistno ideado por el hombre y funclaclo ,ob.., el homlrre, vt'r'sias a través de procedimientos conciiiativos preliminares obligatorios se
como tal. imperfectísimo, tanto que a veces funciorra al revós y procltrce lr.r resuelto en un completo fracaso, dando lugar úrnicamente a retardos en
grandes injusticia-s, pero, mictrtras no seanros capaccs dc inv¡ntar .n corn- l.r irrtroducción de la calrsar,3s.
Ptlt¿ttlt)r t'¡ttt'tlstttlrlt'ztt¿t t¡rtit:tt tit'rrt'l.r rirz.tir, y,i,,it'¡ rr9, tl.lr.rrr.s r,rlrfrll.-
ll"lar¡los: al llr¿ixinto podetrtt)s c'sf'orzanlo.s ,r'-,',','ró;.,,'arrl<t y err Pero, hay algo más grave tras esta obligatoriedad <edtrcativa,. El pro-
lo"'t. Pero, nttestros lcgisladores.optaron no por perfe..'i,rnor',1 ¡rerfeccio¡r¿rr- ('cso es ttn instrumento al servicio de los derechos sustanciales. Es un ins-
rnejorar el
instrumento técnico de tutela de lob derechos, si"ó poner lrna barrera para trumento al servicio de quien tiene (y demuestra) la razón. No es un instru-
acceder a é1, en búsqr"reda de ttna solución consenbual .,asistidar, ,¡ücho nrento de paz social como demagógicarnente se suele decir, (y re ha consa-
más .,aceptable" la "impuest?,)35, pues son las propias partes quienes ¡lrado en el CóCigo procesal civil en el artículo III del T.P.), es un instrumen-
;gue
resuelven su conflicto. Io destinado a quc' aqtrel qr.re tiene y demuestra tener la razón obtenga fodo
ryuello V precisatncntt: nquelll que tiene derecho a clnseguir. Quien afirma tener
la razón, quien afirma ser el titular de una situación jtrrídica de ventaja
Primera y Segunda Conclusión de la Exposición de Motivos clel Pr6yecto clc Ley, 2565-97, reconocida y como tal garantizada por el ordenamiento jr-rrídico tiene dere-
de los Congresistas Jorge Avelrdaño Valdez, Lourcles Flores Nano y cho a obtener del Estado la tutela de aquella. Luego, tiene dcrecho al proceso,
J.-,.g" Mtrñiz Sichcs.
Exposición de Motivos Proyecto 2565-97. Que los procesos civiles clen)rgn. a sittracio- no tiene el deber de intentar conciliar. No dice acaso la Declaración-lJniver-
nes violentas no nos consta. Tampoco nos constá qrre la socicclacl
lrur,in,-,o tcnga un
sitl tlt' ltls I)ct'ttt'lltls I It¡¡nlu'r()s (:n srr ¡rrtícr¡lo 10" tlrrc lorl¡ Pcrsorur lit.nt,
"enraizado espíritu litigioso>. En realiclad aquello dc promovcr ur.la crrltrrra cle paz, el tlL:rrL:lto rt sLt'utlu ¡tor tttt lributtul ittlt¡tt:nilietttt e ittt¡trtrcirrl; no clice occrso ol
que se clestie¡re ell espíritu litigioso, etc. forma parte clel pac¡uetc publicitario cie los Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en slr artículo 14o que
MARC, sin qtre ello tenga tma confirmación erripírica. Ni siqrricra cn los EEULI tal
confirmaciíln existe.
33
Ider¡¡, Conclusión Segtrnda, in finc.
3.1
CrnntnNI, Ncl centannrio del Regolamento di Klcin (ll processo t'it,ttlt,trn liltcrtñ e ntttoritñ), 'o Dice Ctltnlit.t-ltrrl qtrc cl .cuaclro dc trna asaz iclílica jtrsticia "cocxistcncial", probatrlenten-
en
Riuisfn di dirít,to processunle, 1995, p. 977. te aclccrt¡rdo p¿l¡'a algttttas catcgclrías clc colrtrovorsias, por ejem¡rlo acltrellas entre veci-
Qtre la aplicación del derecho al caso concreto sea una soltrcir'rn .imprrcsta' resulta una nos/ o aquellas que nacen del descontento juvenil, no se adapta a todas. Si quisiéramos
afirmació¡r por demás peligrosa. En principio, la solrr<'i<irr clel conflicto por el juez, no utilizar csos disctrrsos a los arbitrajes comerciales o también a los instrtrmentos de ttrtela
es tlna imposición, pttesto que ha hatrido alguierr (luc s(| lo h¡ clcmandadá. Un auténtico de Ios constrmidores, se obtendría un restrltado estridente, con algún aspecto decidida-
iuez, aplica el derecho a los hechos afirmaclos 1'probari()s por las partes, y establece sus mente c'mico,: I nuoui modelli, cit., p. 282.
consecuencias jtrrídicas, dándole Ia razrilr a quicn lt, lra prolra,lil qtre ia ticne. Si no .t1
I*lxposicirir-r dc |vfotivos Proyecto 2565-97.
cre(]mos cn ello, nreior cerramos el Pocler Jrrtli<'ial, rt,t'stablcccrnos la atrtotutela, y bie¡- td
[)l:Ntt, Vnlort r'osiill:lrutrtlt t'cttltttrrr pro('f.s.slr/r/r', cn /i¡zrlslrl dt dtrtlto pr()(L'ssrutlL', 1984,
veniclo el caos. p. 455

76 27
I rr¡','rrt,t ,'\tt.rtl, I l¡ 1,,,
,l ttt¡'¡,",,1 f rt,lr, t,r'
,,lrt1l,¡
l,t't',ttiltl lt'tttlttl tlt,t¡,tlt,t ¡¡ .,,.¡ ,tt,l,t l¡ttl¡lttttntt nlt t/ rrt¡¡ 1,t.. tl¡.l,ttltt,, ,titlltntlttt;,
Irrtl tltl lttl¡ttttttl tt\.ultt'l¡'ttlt., nttlt,l¡¡'1¡ltt,ttlt.t.¡lltt¡tttt!,..,lttltlt.tttltt
i' 1,, ,,'trlltrll', r'¡r Nl,'\lit ltrl('{nr(,r',,llnll,,o(Ll(t()ny(otrtili.tt'itill,etc.,
ltttt l,t i,,tt.
l¡ tlltttttttil(t(t()il r/r':it/:i tlttt,tlttt:; u (tltl t,,i(t(t(t1t,,. tlt,ttt!tttlt.t tt,,tl,,, ¡() (lir.t. ltttttt ,,
',, l,r'. r'lt(,ltl',,t(lrl', ,1r' (':,,1 ln.tt',tt.r l,ttr',t rlr. ,tlil¡tt.tt'itln rlcllt{)cr¿itica y cle
¿tt.,ts9
el ¿rrtíctrltl lJ" tlt' l.t (.clltvcrlt'itirr Anl(,1'i(.ur,r l,olr¡r, l)r,r.r llr,,, llr¡'l.r-l()s (la(l ¡ i, rlr{.ri r{rn',()( r,rl (,r,1,'rrr,r:,,1t'l ,l(¡¡ :,('1',urrtl.rrl jtrr'írl it'a, ¡rrotnover gl clima de
uTodn PerS()tto tit'trc darcclto n s¿r oídil, (-'otr ltrs tlt,ltitltt:;,tiuttttr!t(t:; l, ,r', r',r{,rrr",, \'(ll rlt"',rrrollo sostt'rrilrlt'¿rl País) qLle supLlestamente debe-
tl tlt,ntt.o (l(
plfo rozonnble , por. tm-iLkz o tribunnl compatctttt:, itttli,¡)(,trtlr(,ntt,'t, itrt¡tnr.cinl tt¡ es-
, , , rlrrl,l¡t r",lt' "lvlz\l((',, y logt':tt'l¿t t¿trr cle'se¿rda avenencia entre las partes.
'1

tnblecido con nnterioridnd por ln ley... pnrá ln dcterminttciótt tlt,stts rlarccltos l'r't,l,r l,')'Jtutto tott la i¡rstituciorralización (más bien la "bendición")
y
oblignciorles de orden ciuil, Inbornl) l, 1,,. ( r'nltor,,lr'('orrr'iliación, ha previsto que idéntica ftrnción
fisinl o clt: cr.tnlqttier otrn íntlolc,;no cjice pueda ser
ntrestra Constitución de 7993 q_Lre tenemas derecito n ln ttúelo juristliccionnl , i,!,,l,lr,l,r. ,r clltt irirt tlc las
(artícrrlo 139 inc. 4); no dice la Ley Orgánica del Poder ¡rartes, por los Jrieces de Paz Letrados. La soltr-
Jrrdiciál en su artí- ,,¡,r, {"' trlt'ttltr',t.t l.ttt'ttt)¿1ic1a por"la Ley de Competencia Notarial de Astrn-
cttlo 7" quq en eiercicio y defer.tsn áu sr,í clcrechos, totln pe'rson(t gozn dt: t ,. ll, ( 1¡¡rtt'trt ioso>. LlLu'iosa soltrción para lograr clescongestionar los des-
¡tlcnn
fttl(ln jtt.t'isdicciottill; no rlicc cl artículo I rlcl 'l'itrrlo lrrlt,linrirr¡i.'rlr:l gticli¡;. 1',, lrr)', ltt(liti.llcs. Ijs trn¡r obvi¿r fórnrula de transacción, para iracer frente a
procesal. civil c1r,re !¡ r rtttr'.t:; tlt'privatizaciórr de la <,justicia,,. Y es que ei trasfondo de esta
"'I.odos tenr:tttos derecho n ln tttteln jrrrisdicciotnl e.fectirti'r,.
Ptres sí io dicen. Lo que no dicen.es que tengamou bi.,,/¿l,er rle nrigocinr r¡ ,!,,1'(,',rr'ititt tlt' la conciliación previa ante entes no jurisdiccionales, corrro
buscnr unn solución.qui concilíe lns tliferericins,. ú itoporición cle este debcr
es lrllto ¡r.rr'.r llcgar al proceso, no es otro que el de reducir, a la fuerza, Ia
violatoria de ltn derccho fundamental de toclos, dérccho que dcbc ser ga- rr lrvirllrl jtrrisdiccional del Estado, condnciendo a Lrna forzada
rantizado por el Estado. I'rr\'.rtiz¿lción', cle la solución de los conflictos, y liberando al Estado del
, r¡¡nlrlinricnto de una sus funciones básicas.
¿Cuál cs cl trasfondo? Es nrtrcho nrás sinr¡rlc, nrenos clcvado, nrcnos
rroble, q.ue la búsqueda de ull¿r .,culttrra cle paz,,. Ils desr:ongcstionar los lil argumento qtre el procedimiento previo extrajudicial de conciliación
,.despachos jtrdiciales,. Nada Todo el reito es retórica, pero trna retó- r r ,r rr ltrciría al logro de ..la seguridad jurídica indispensable para la inversión
'rás.
rica con un peligroso trasfondo. 1 ,'l tlesarrollo sostenible de cualquier país> es por demás falazao, como es
Y cómo se descongestionan los d_espachos jucliciales. Pues atribuyéndo- l,rl,rz cl.argtrmen_tos que la conciliación previa obligatoria constituye Lrna
It't'síl ft¡nCi<irr,.p¡t'ifir'¡tl()t'¿l), ',rtt'r'te de,,remedio milagroso)> de todos los males que aquejan a nuestro
¿t los (-r.ritros tló ( oncili;l<:irin <¡rrc ln ',r:,lt'rna jtrdicial4t. Ei principal mai de nuestro sistemáiuaiCiat no es su len-
¡.,r.o¡ri;r
l.,cy lr;t i¡rslittrciolr¿tliz¿ttlrt. Scnll¿r.l¿r cx¡rosicitirr clc nrolivo.s rlt,l i,r,,v,,,,t.,.¡,,,,
lrlttd, el principal mal es que nuestro PoderJudicial no está en condiciones
"la creación de Centros de Conciliación constittrirían un¿r eficaz af¡,J¿ pi.^ ,1,' lrrindar Lrna confiable jtrsticia, plres hoy no está, en su mayoría, compues-
lograr que la justicia se administre pronta y cumplidamente con lo cual se
reftterza la democracia, lapaz y la ionviveÁcia social. El r-rso de los n-reclios
alternos de solución de los conilictos es la mejor fórmtrla para l,char contra
la cr*rltura dc violcncia y- sr.rs sccLtcl¿ts, cl cspíritu litigiolso, cl fclrlrialisrno
'l'oclos sabcnros
excesivo, la lentitud de los procesos judiciales, el aüi,so ciel derecho de tluc los graudos invcrsiouistas sc provcetr clc bien cliscr-raclas clát¡sr¡las
litigar y la falta de acceso a lá justicia,'. Cuantas palabras para indicar algo arbitrales con la finalidad de cvitar cl recurso a los órganos juriscliccionales estatales.
Tal es una práctica comtin y lógica en todo el mundo, inclusive en aquellos países donde
distinto. Los Centros de Conciliación serían los filtros dó los ,,clespachós los sistemas judiciales ftncionan.
jtidiciales". Nada más: <Requerimos un Sistema
Judicial más selecti.,)o, q*e En la exposición de motivos dcl Proyccto No 2581-96 presentaclo por cl Congrcsista
delegue en instancias qtre aáministren vías alternativas al interior del siste- [-)scnr Mcclt'litrs st-'lt'ct'¡.rfi rrrt¡citlrr(:s ('()nI() las si¡irrierrtes: .Atrt¡r.rlrirt'rrlc ¡rtrt'sl¡.9 p.rís
ma o en instancias previas a este, la solución de aquellas controversias c*re sLr ('l'lt¡l¿lrc¡t tlctrtro tlt.'tttt.rtrr¡rlio r'or'¡tcxto irrtcrnacional y cortti¡ria l¿r rcf.rr..t
cc..ti-
por.ser conciliables, no requieren de trn pronunciamiento nrica iniciada a partir clel año 1992. Uno cle los factores imprescinclibles pnrn que éstn
final.del-potencialnrente
Organo Jurisdiccional,,3e. Y quién áecide lo que e! potencialme'te se concrete (o sea la reforma económica) es lograr un buen funcionamiento del sistema
concjliable, pues npriorísticnme.nte tn lby-bajo esa fórmula tan gaseosa qqe judicial. La existencia de un sistema judicial sólido, operativo y transparente es nece-
contiene el artículo 9" de la Ley, y que ól ariículo7, inc.1 a) delileglamento saria para una eficiente interncción económicn nscional e internncionnl y es vital para la
convive¡rcia pacífica, el Estado de Derecho, la seguridad jurídica, para la correcta
ha tratado de darl",:¡., logrario, rrn cierto más concreto contenidoi.E¡tién-
aplicación de la ley y para consolidar la ciemocraciar,... ..La ientitucl en la tramitación
dlt-" por derechos disponibles aquellos que tienen un contenido patrirno- cle los Pl'ocL'jsos, la tlettrora elr cxpedir trna sentencia, los cngorrosos tránrites prcvios
nial"). Estos Centros de Conciliación, cor, i.rs conciliadores evaluadts por el al fallo finirl, así c()rllo los clesaciertos al cxperdir las scnt,:ncias, lraccn qrrc las cor.rtro-
Mirlisterio cle Jtrsticia, tras sus 40 lroras lectivas de preparación, en técnicas vcrsias sottletitlas al I)oclcr Jtrclicill , cn sus r.livers¿rs irrst;rncias, r" ,"rr,.,l,r.a irrrllltlrtlr-
uatrletrte... cn tnateri¡ civil, la cltrr¿rci(rn clc los procesos sigue sicrrclo irrazonable, por
la lcrrtitt¡tl )¡ la tralnit.tcititr dc proccsos intcrnrina[rles, por lrl (luc cs neccsaricr c irrsos-
laynl.rlc cliscit¡r ltirnrttltl; clt.'sirn¡rlil'ic¡citin ¡rroccsal'. lil tlcposit.rb¡ crr l¡
¡rrtiyecto
3e t'tlnt'ili,tt'itill l)f('\'i.l t'¡.t lrrttt'ititr tlr'"sit¡tPlilir'¡t'irirr l)t'()('t,s¡ll,),,j,,,.,,,,,,,,,,i,rt1.r,r los
Exposicirin cle Motivos del Proyecto 2565-92, conclusión 7.
ftrr,-
¡:es tlc Plrt. y tle l'.r2. l,ct¡.aclos.

28
29
I u¡i,,nt,r /\rt,rrrl I h.lrr¡
, l tt'¡ 't'""¡ frt"ltt t'l '
I0 ¡rt)l lu('( r':,, \'('r,1,¡,1..tr):, llt('( r,:, ,,ilrrlr.l*rl(lrr,trlr.,, r, ilil1,.il( r,r1,.,,,,r , (1il(, lr{r,,
ascgtll'cll (ltl('10:, lrlot't'st):j (lu(,.rrrlr,r.ll,,:,.,r.,1r.,,,r,,,,i l,,,r,,r,,lr,t.l(,¡rtr.rl; , l,,l,lrl,,r) rll rrrttr lro', r,tylo:,,ll r':,lttllz.r), l),tt,t t'vit;rr.tl'bitraricc'l¿tcleS
,,debidos proc(.s-os." ljl
l>r-olrli:rrr(r n() (.ri urr ¡rrolrlr.rrr,r llr rut o (lr,rll,rr.t,l rno_ l¡, l,l'. ,11

delo.procesal ideal para qt¡c l¿l .irrstir:i.r.st,.i r,r¡rirl,r l,rlr,t,rlrrl,rtl) si¡() ¡r.r
problema político I L¡rr, 1,,,, t or¡llrt't()s:;(, r't'srrr'lv¿ul rln fornra consertslrada es atrspiciabie,
:lllg no se,qtliere rcsolvcr. S(il() ,',,,,,,,1o lt,nrilnros v(,¡.cla-
deros órganos-jurisdiccionales.corxpuestos ,,i, .,'r.,u,rl,rl,rrl t':; lilrt:rt;.rrl, rto irnpctsición. El proceso es tln i.nstrumen-
por magistr¿rrlos't,lcgitlos corr i, ,'r,rrrt¡,, lr.u.,r los tlcrccl-ros cle los citrdadanos, y el activarlo es un
todo rigor en base a s.u capaciclaci^y moralidad, qii. gn..'n cle'ioc1;rs las
, 1,,, 1,.¡',rr, rl1'[1¡ql1¡s. I)riv¿rr cle ese derecho, aunqlle sea temporalmente,
Sarantías que la Constitución les reconoce, que obien'ibn auténtica inde-
pendencia, estaremos en condiciones de decii que son los mecanismos téc- '',',lJll.ll;¡1;i11;'iJ:"T:l:,li\lilii';:ff,'i:'l%1::#t*"'"ff";:áfi:x:
nicos los que no funcionan y deben ser perfeciionados o simplificados.
, :,1'
r,
( t,rrtros .le Conciiiación se ganen su (mercador', ofreciendo su
¡, 1,,,,
La crisis dcl sistcnra itrdicial tro se soluciona con l¿r cr.c¿rcir''¡¡l t' irlp<l.si- . l¡¡, ti, ,rltt'rnativo sin la ,.ayuda" del Estado, y que sean, pues, los
ción de mecanisnros ,.¿rltcrnativos,) por irlritaciórr cle cxpcr"icncias ajenas. ,, ii,,rr'l.rr's,, libremente los qlle escojan si optan por los tradicionales o
Como bien dice Eusnnrrrn SnvnsrRr (no parece que el úñico remedio a la . i,, ,,rr,\'()\ (<proveedores', de justicia, en esta cada vez más evidente
proclamada ineficiencia de la justicia civil sea el sustraer al proceso el mayor Ir r
' Ir l', I t'y,, 15
.

nútncro 1-rosiblc de catlsas, clerivárrclol¿rs hacia rirganos extr^ajuriscliccionaics


e.ncargados de desarrollar un rol de mediaciórr, c]e una conci-
liación entre las partes. Justamente la experieniia flropiciatorib
^de
los Estados Unidos Lirna, mayo 7999
demttestra qtre la "fuga" de la juriscliccióri y Ia difusiór-r cle las alter^ativas
al.proceso ha terminado por-dár vicla a un sistema de justicia privada ab-
solutamelt..pgtllelo a aqlel de la justicia formal, cle'la ctral arriesga c1e
reproducir defectos y problemas, con además el agravante de no ofrecer
ning.una garantía sobre el hecho que la tutela conóedida a las partes sea
cualitativamente sttperior, o al meños equivalente, a aquella qtré ellos ob-
tcntlrínn cr1 scrlc jrrrisclic-ci<lnal,,'n .

Debemos ser mlly cautos, pues, al proponer e imponer estas soluciones


en base a un conocimiento superficial dé lai experiencias ajenas. Bien decían
Cnppru,rrrr y G¡nrn en sus conclusiones del ,,proyecto Fíorencia,, que .,las
reform.as no puede" (y
lg deben) ser transplantaáas, de rnanera simplista,
fuera de sus sistemas jurídicos y políticor. Á.rn cuando se transplanten ,,con
éxito"' de hecho una institución puede operar cle manera muy diferente en
la práctica eu otro_ambiente (...). Él *ryoi peligro es que los píocedimientos
modernizados y eficientes abandonarán lai gaiantías tiviles funclamentales:
esencialmente las de un adjudicador imparúal, y el derecho de ias partes a
ser esctlchadas. Aunque este riesgo se rbduce cúando las cosas se someten
de manera volttntaria a un particüla. mecanismo de resolución de disputas,
antes o después..de.que surja la disputa y los valores que intervienen sean
en cierto grado flexibles, aún debemos reóonocer los próblemas potenciales.
Por muy importante que pueda ser la innovación, .ro debemoi olviclar el
hecho que, después de todo, se han forjado los procedimientos slmamente

La vercladera crisis dcl Poder Judicial está en str B0% cle ,,jtreces provisionales, desig-
nados por quien no es cl órgano constitucionalmente encargado ie selecciollar y nom-
brar a los jueces (el Consejo Nacional de la Magistrattrra). ,,j.r".os' ql¡c no gozan cle las (',\r,l'r,r.r.r;ur-CaRt'li, Acceso a In justicin...., cit., p. 97-99.
garantías que la Constitución establece en el párrafo tcrcero del arlír:ulo 146. l'.tl conrrr l¿r ll.rura alriertan'rente Bnynrrr l G,rnnr, Public ntul Priunte ltstice: /ssl¿es in Ideology
SrlvesrRl, Op. cit., p. 1052. Irtttrtst, nnd Prionte Gouernnnce, cit. por Ih,r.¡Hrx LrNotl.{.rv, Ln¡triuuttzzlztone dclln gtttstizttt..,,
rtt., p.7387.

30
31
CONCILIACIÓN OBLIGATORIA (-)

l.l tlí¡ sábado 13 de enero amaneció con una saludable noticia: por Ley
' ',(' l)rorroga hasta el 1" de marzo de este año la ,.implementaclón,, db
1'.'l11
.'
l'r'lrlr¡l.rloriedad de Ia conciliación previa extrajudicial esüblecida en el art.
r, ,.lr l.r Ley-26872_por. cnanto atañe al
tt .¡ll.trr
.rll,r,, .rit no dudar el más
t'tñrltrrlerpl rn4c imnnrl¡nln "dishíto conciliatorio,,
ippottante ¡ estar
n¡r^- r^-^^:r, r
de Lima y
r r
por su densidad poblacional-1
'l''l l',ris. l'robablemente las razones-ade la piórrosa prórroga sean las mismas
rniqrni¡q nrra
que
iltrrlt\',rr'orl str prórroga el año pasado: insufiiienciide Centros de Conciiia-
t rrrrr Y tlc conciliadores acreditados. Luego, es
un proble-
Itr,r
"{'lrrt'ionable (sería interesante saber for qué -seguramente-
r"T'ru pensado q.r* ü solu-
, l,u ,,(' tcndrá el 1o de marzo).

/\
A r¿1
l¿r par ra
la mencionada
mencronada I,ey,<suspelde"
Ley,(suspende" (en su Tercera Disposició
Disposición
rrr,rl) r:l derecho,.o gptu.r por loé Juecei de paz Letrados en
lugai de los
r'ttll'os de Conciliaciónhasta (qlre-se implementen los medio,,,á..rurios,,,
'..',r (ruc remite la opción a las <calendas griegasrr. Ergo,
el 1o de marzo (de
I rr r ¡¡¡1'lliar una prórroga) todos tos ¡üstiüables di Ll^u y Callao (y i;;
,l¡' I.s "lgYl conciliatorios,,
tlemás <distritos
ltls tlemás <<rliqtritnc nnrr..ili.+^ri^o* cuándo
^,,^- A^ así 1^ a"ciáa
r^-.r- . r
^^! lo er'Mi;*üri'r;;
-r'r.'
lrr"trt'il vía resolución ministerial) no tcnclrán rnás opció¡ qr.re acuclir ¿rl
( r'rrtt'o c'lc Clonciliación..de su prefercncia,,
para dar iilicio a lir..c'ltura c-le
Ir't/t';, r¿tzón de ser y me'ta declarada de la obligatoriedad de la conciliación
l'¡r'vi¿l .

Ijsta nueva breve prórroga (y ras sucesivas que esperamos),


que bene_
lrr r'r a limeños.y chalaios, noé siive para_reflexionu. róbr" las razones por
l'r" t'tt.ales s.e piensa qr,r.e la solución i todos los males judiciales
esté en la
tttt|¡t¡;i¿i¡i¡l de ttn procedimiento previo (al proceso)
de tántativa de concilia-
r riln ('xtrajrrcl iciarl.

l'rrlrlitt.rtltl ctr Lcgrr/ r'.t//,.r'ss, .1\l\o l, N" 2, lcb. 2001, p. 7.

33
I ttt'''tll,l ,\l ¡ ¡¡¡rr I l¡ li'r { r rl¡r lll.t, t,,tt ll rl¡1,,,¡,,, ,,,

lit'lt,r tl¡t lrr) \, lll't'lttlo t¡tlt' l,r t,t.'(rtr ,1,' l.r (1,, r, rllr,urrr',.) uultrr'.¡¡ /r)/l (l(, " il t, r{ r¡1t"," ,l ,lltrltr'¡tt l.r tlr' ( ()tl( tlt,t, totr' \ r'tt,ilttlr) .t( ll(lt,rr ¿llt,¡i.ttt .l
l.i t'tltrtill¿tcitirr l)t('vi.l ('s,,[)r()nr()\'('r un,r ( lrllrrr.r,l,' l.r l,.r ,. rllrr' .,lr,r:,1()(lt¡('
los efectos dc la violcrrci¡ | t'l cs¡rír ilrr lrtr¡',r,),,r) r.rrr.r.',r,l,r ln l,r .,or ir'tl.rrl "' " 1"' , l rl', ,l( tlt'trlo:, :'(' ( ttttt¡rl1'¡l:' 5('r r,l lltrClttl o[ttt:ne r res¡-lttcstas
pertlana)t (aSí Se lee elt la exPosiC¡(ilr tlt'trrotivo:, rlt, 1r,,, rlrvr.r,,r):, l)l-oyt.r'to:; i, ;;,ll l;l;;,,|,1ll,,lll;:i i;1"';J;,,11',"'.'':11,,'l\",*.::l:iJ;i,::J:J"'.::lfil::
de ley qtle luego deser-nbocaran en la L,cy 21r¿72-). l)rrtl,rnrt,:, tlt,(',\tos ..flrrr- , " l'1, tr.r" ltt,l¡, 1.¡lt's. .,1)(:.sr'()n¡l(:stiorr¿rnros' forzadamente el despacho
damento5,'. Qtte ei objeto de los procesos civilcs tlcrr lurl¿r'a sitrracicrrrcs ¡., lr , rl r ¡¡'r lr,, Irt'lo ¿l)()l' Ct¡¿ilttO LiCrnpO?
violentas es sólo una afirmación, máxime si tenemos cn cr¡enta ciLlL- las
<materias conciliables" son todas aquellas que menos ((violencia> provocan: ' rr, l,' rlr'( rr'(lLle lo qtre contiene la Ley de Conciliación es Lln ,.Me-
en efecto, según la cláusula general del lr,'rrr,rtiv. c'le Resolr-rción de las Controversias,, (o sea un MAI{G,
',
"remozado> artículo 9o de la Ley de ¡ r' lt.r,'
l,t sigla irrglesa, un <<{pft"). Ello no es cierto. En lo alterna-
Conciliación estarán sujetas al procedimiento previo de conciliación obtiga-
toria "las ¡-rretensiones determinadas o determinables que verserr sobre ' !, rrrr¡'l¡1 it¡ l¿r libertad de.elegir: o esto o aquello. Lo previsto por la
llratcri¿t.s clis¡roniLlll'5r>, o s(ta los r"rsr.rntos trirrrs¿rlrlcs o ¡r[)itr'¡lrlt's. Nos ntr)r,t'- ' ¡ ",,' rlr.tt'i(it1 sería auténticamente ,,mecanismo alternátivo> si és que
: : ¡ ¡i t "t¡t t(rtr (cotno lo es hasta hoy) y no vna imposíción (como se quiere
tllos, ptles, dentro r-le'l ámbito de a(-luellos asuntos que las partes podrían
perfectamente resolver por sí (transando) o a tr¿rvés de nn tercero imparcial " I rt tttt.t sociedad democrática (como queremos qLre sea la ntr^estra)
(árbitro). La pregunta debería surgir de inmediato: ¿por qué en materias de I r 1.,r,,,s cleben tener opciones libres y estoger cr,rál-les conviene
más.
Iibre disposicit'ln de las partcs sc irttpone qtre intcnten ionciliar? Se ha llegado " '| !rrrr)(¡Lre puede hacer el Estado es promover las de la
a decir que "Es necesario crear la conciencia de que, antes de acudir á los 'l t' ¡,rr, I r-ro ciertamente imponerla como pasg previo"bondades,,al proceso. Bajo
procedimiChtos judiciales, las partes tienen el deber dc negociar y buscar i ' "¡'l¡1 ,v, irttponer el filtro conciliador previo al proceso sería
algo asi
una solttción que concilie strs diferencias',. Frente a ello, sólo nos cabe pre- " rrrrl'()rrcr alos po-tenciale's pacientes de trn irospital púrlrli.o, q,,i-" po.
guntar, si las partes, en materias de libre dísposición, tienen el deber de i' !rrrr',,t,l.ls enfermedades, previamenie recurran a Llna (<rrredicina alier-
buscar una solttción <negociada" a sus diferencias ¿frente a quién tienen ese 'r ., \ ';tiltl frente al fracaso de la misma, recurrir a la.,medicina tradi-
deber? ¿Quién tiene el derecho a qlle las partes busquen uná solución <ne-
,,,,1
gociada>? ¿El Estado acaso? 'r lr,ry.algo sorprendente res-pecto de la conciliación previa
extrajudicial
'l't'tt¡io l,t sos¡rt't:lt;t t¡ttc cl lr'¡;isl,rtlor rro lrlyu ' tr l,rll,r tlc reacción de los Colegios de Abogados del Perúr. Ni uia raya
lrcnsi'¡tlo t¡trc crr rn¡rlt'r"ias
,Je librc disposicicln resulta por dem¿is paradójico cualqtrier imposición. Así ' ' itlt,.t. l-s más. todos parecen felices pues desde la promulgación de la
I ' ' l,' ( 'onciliación se apuraron en organizar cursos de
como no se puede (no se debe poder) imponer
-por
lty- someter ¿r arbi- ' ' r'| tlr,rtlores
prelaración de
traje determinados asuntos, pues debería ser lógico que tarnpoco se debería de paso, a constituir éus Centros de Conciliación- sin
-y,
poder imponer que en esos mismos asuntos se sometan a un intento de li' "i"''.t ttcnta qr,re lo qtre'.está en juego es un derecho fundamental: aquél
Ir() r¡ ser oído ¡tor wt iuez independiente, impnrcinl y competente
conciliación ante los conciliadores de aquellos Centros de Conciliación, su- predeteimi-
pervisados por el Ministerio de Justicia. Cuando se sostiene que las partes ;'1" ¡'1¡v lt ley qr.re instrLlmentos internacionales de llereciros
humanos nos
deben buscar nna solnción negociada, se parte de la premisa equivocáda. Si ' rrn()ccn a todos.
las partes llegan al proceso es porque no han podido llegar a esa <solución I'or último, sería también bueno preguntarnos si realmente existe ¡n
negociada" (o que tal vez llegan al proceso para, estando ya en é1, llegar _* j rrrir('l'o excesivo de procesos que denunció la existencia
privadamente- a una <<solución negociad¿,'). Y si no lo han logrado priva- una s¡erte de,.ex-
I'i. '"¡11¡1 cle litigiosidad)' en nuestra socieclacl, <<litigiosiclacl,, que jrrstifiquc
damente, difícilmente lo lograrán por obra de los (preparadísmos,, concilia-
"'t't irttc¡'vc¡tt-'itilt vcrtic¿ll cstatal c¡trc inr¡rorrga ¿r los l"rotcrrci;rtci titiga^tes el
dores supervisados por el Estado. En nnestra opinión el pretender resolver ¡"r'"rr ¡rreviamente por un filtro "conciliádor,,. Se sostiene que hay áemasia-
el problema (si es que un problema) de la ((excesi-
"litigiosid¡61,, (léase, del ' i' lr1o1e,sos y que éstos son muy lentos.
'.' ¿No será acaso q.," ftuy mlly pocos
vo)) número de procesos) a través de filtros obligatorios no es sino un espe- ¡rrr't't's? No será acaso que el núm-ero de jueces.,o corrérpo.rá. reálmente
jismo, pues lo máximo que puede provocar cs que, estando a la oblig¿ltorie- , ,tt lits necesidades del (servicio de justici¿,,, lo que aunaáo al tratamiento
dad del tránsito previo por un Centro de Conciliación, estadísticamente el lr¡rz.rdo de todas las. causas pendientes (derivaáo del impulso
número de procesos disminuya por rln deternrinaclo (y breve) tiempo. de oficio
' 't'rlrlecido err el CPCI) hace que los jueces cle los ctiversos niveles se enc'en-
trr'rr corl rnais procesos rie los que pr-reclen reahnente conocer.
Hay que recordar qtle por D.S. N"007-2000-JUS ciesde el 2 de noviem-
bre del 2000 se ha implementado un ,,plan ¡riloto', clc olrligatoriedad en los lrll rcrlitlatl, lll¿l:;.tll:t
<distritos conciliatorios,, del Cono Nortc clc [.inra, 'frujillo y Arequipa. Si lll: scl sign () rro l)rornlgarrclo l¿r cntracla en vigc¡-
' ''t tle la obligatoriedacl del filtro conciliatoiio, el problema de fondo consis-
bien, son severamente cttestionables estos crlsilyos L.n Llna materia tan seria l. t'rl pregttntarnos si erl Lln Estado liberal y democráticct q'e c'stá toclo por
como el derecho a acceder al proceso, sr.rí.r lrr¡t'iro que se hagan públicos los "'ttstrtlil" --y qtle hoy tenenros 11ue,r,l,','r*,it* la esperanza cle copsagr¿rr-,
resultados clel ,.plan piioto". ¿Exito o fracrso? ¿[..rs ¡-rartes realmente acuden lr'ry ltrgar p¿rr¿1 irlr¡-rosicioucs autoritarias qtre ciesvíL¡ a los j'sticiablel
-po;
3,1 35
Eugenla Arl¡urn Dehn

tttt. lrlitztl t'tlt'ltl tt l,tt'¡¡tl l)(x'o iltt¡tot'l,r rlt,str jttrr. tttttttt't¡1.l,ps pt,plrlr,rl,r, (l(,
la. jrrsticia civil Ittl sc h¿irl ,csu.,ito t,rl nirrgrr,r,i portt,ctcl ,.,.,,,,,..iu
filtros conciliatorios obligatorios. Los prriblcnias c'lc l¿r justicia civil se co-
¡ tr.irvtis cl*
mienzan a resolver tomando conciencio parte de qtrienes tienen las
solttciones en stls manos- que debe haber'.,., -por núm"ro ,,ifi.iente de jueces
3"9 p:"qan responder un tiempo razonable- a las demandas áe j¡s-
ticia' Todo lo demás es vana ilusión y sería lamentable que de ello se tóme
conciencia sólo frente al fracaso que
-fiacaso
pero que sí tememos- de una institución ^en sinceramente no deseamos
la cnal se ha puesto tanta
esperanzay qlle tengamos, frente a los hechos, que dar *arcña atrás.

NOTAS SOBRE LA CONCILIACIÓN "EDUCATIVA,I-I

La conciliación de las partes es una idca clue tiene nruchos


atractivos, pero no conviene exagerarla y mucho menos for-
zarla. Caso contrario pierde toda virtud y se corre el riesgo de
lograr la finalidad opuesta. Cuando el experimento de con-
ciliación se quiso hacerlo obligatorio como preliminar necesa-
rio al juicio, no correspondió a la expectativa y degeneró en
una vana formalidad.
Giuseppe Pisanelli (1865)

Suunnro: L. Prenúsa.- 2. Las materias conciliables.- 3. El problema


de la identidad de las <pretensioneso.- 4. Los supuestos bajos cos-
tos.- 5. Cambio de mentalidad de los peruanos.- 6. Por último: las
cifras clel Ministerio de Justicia.

1.- Las lrotas quc sigucn rcquicrcn algunas prccisioncs para cvitar
rrr¡lentendidos: qtrien escribe no tiene interés algtrno en ni en el éxito ni en
Ir'.rcaso de la denominada <conciliación previa extrajudicial', pues ni es
r'orrciliadora (acreditada", ni es asociada o dirigente de un centro de conci-
li,rt:ión y, cs mís, corno abogado, por cl mornento y clentro de lo ¡rosilrlc, ha
,lt'cicliclo ¡n¿rntcncrsc lo nr¿is lcjos posiblc dc los pasillos rlel l'nlacio clc Jr.rs-
ticia (o los de un centro de conciliación). Ergo, quien escribe lo hace como
olrservadora imparcial de la primera aplicación de la conciliación previa en
.rrluellos distritos judiciales de la República en donde es ya obligatoria.
2.- Desde qlle se promulgó la Ley No 26872 pudimos intnir que cuan-
tlo entrara en vigencia la obligatoried¿lcl el primer problema se presentaría
lcs¡recto a las dcnominadas <<materias conciliables". El art. 9 de la Ley, como
t's sabido, señitler clLtc son ..conciliirlllcs,, .,li.ts pretcnsitllrcs c{ctcrtnitrad¿rs o

l'trblicaclo cn Lcgrr/ c"\l,ress, Año 1, Nu 5, n'uryo 2001, p. 9.

36
5/
\tr,rt',, lr, lr,, I ',,1.i .,,1 'r, l,r ,,,tr¡ rlr,rr r¡rrr r',lrr,,rlr,..r
tlt'tt''"l,rlrlr':. rlr(,\,('r:,(..:,,lrr.r.tl.rr,, lrr,:, rlr:,¡r,r.rrlrlt,,, tl,, l,r:. ,l 'lr,lr'ltl,"',lr'r l,tt.t( tiltlr",,l,' ,,iln1)l()(('(lr'tt. l,t.,rlr':,t'lltl,ls,. l('llt.l¡ltl AS por
t:is'tlltltl tll 'irlllrilo tlt' ;r¡rlit'¿tr'irirr tlt' l.r l,(,),, sir l{t,gl.¡rrt,¡t,, l),,1r,:,,, \, l,rt,
,,i, ,,1 ¿rr.tit rrl, () : , ¡,,,rrl'.rlr.il',r'r'l ,t. l,r,lr'( ()tr( tlt,rt totl l)r('vr,r (rlt'l)('¡'l,r S('t'rlc in¿cl rlriSiltilidad,
señala qtle cs
"¡lrt:tctlsicill,, r/r'fr't'ttt¡tt(r(10.,..¡i,"tla ,,pror In ,,,,,,1
sc cJesca s¿.ltis- ,,¡ l, rt,r ll r,r',{rr", lo tnt:,tno: l,t rlcllr,trttl.r n() s('.trlntitc), presentadas antg
facer tlll interés'qtre ha sido
¡rcrfectanrent"'r¡o.rn en la solicittrcl c1e concilia-
ción>, mientras que la,,preténsión,, es tleteritinnDle.,q¡¡¿¡1,1o tii,,,", ¡ r\'r1,", tlt'l l)t:;trrtrr f trtltt'i.tl rlt'[ ( orro Norl.e cle Lima, teniendo
¿rtu es suscep_ ; , r rrlr'¡lur'('rr l,rlrlr:;Irrto ¡rrtlit'r.rl lir r'orrcili¡citirr previa es obligatoria descle
tible.de fijarse con-posterioridacl a la presl,-rtacion , | ' i,'rr{r\ r{.r¡rlrrl rlr.l ,rno
Iiación"; de igtral fbrma er art.. dét..4.sl;;..to cle la solicitucl cle co.ci- P.r5¿¡11o. ljs a.sí clLre
, r,r,,,lri tlr'(.1(,nl¡rlo rlt:l lir'¿rvLr ¡troblema ¿rl -sólo
por mencionar aigtrnas
.7 de ra Ley establece qrre cual nos enfrentarnos- se
debe ente'dei:e po,r clerechos disponibl;;-;;q.,.lir;
do patrimonial; ei decir, los que son susceptibles ;,;; ;;á." un conte.i_ .' l¡,{, nnl)t.r'r'tlcrrtc itt litttitte (por ferlta cle interés para obrar), demandas
:, ,,,r,\'r(.rtori.r .r ,rs¿rr'¡rblca (2000-5125-0-0901-JR-CI-O1); ntrlidad de acto
cle ser valoraclos económi-
camente')/ agregando q'e son también deiechos ., lrr r, ( I rl, N .l(XX)-5.1.14-0901-JR-CI-01); interdicto de retener (Exp. N" 2000-
crisponibres ,,aqueilos qtre,
ncc('sarianrcirtc ¡ratrinronialt',s, {ro')0 1 lli ('l-01); rnejor clerecho de propiedad (Exp.N" 2000-5178-0-
l'ructJor.r r"i,rL'¡i'i,, elr. libr.t.clislro-
l,:,:l:,:no I ll': ( I {)l); rt'r'tific¡ci(rn de áreas (Exp.N'2001-00074-0-0907-JR-CI-01) y
Sobre estos <asttntos" gira la obligatoriedad. pero, , l ',rr¡rl1'[1¡¡'¡r., (trxp. N" 2001-00118-0-0901-JI{-CI-01). Los comentarios
sirr ciucla, detern.ri- ,, lr',,rrr. St' inragina cl lector qlre Lrna solicitud de convocatoria judicial a
nar cttándo estamos ante diíponibles, fr" ,iáo, ., y ,".a trno cle
los más difíciles "dtrechos ,,"1'lt',t rlc asociados, de ntrlidad de acto jurídico (que por definición no
.p.roblenras-
jurídicor. u! uriq.," frente a ello la secretaría
Técnica de conciliación del'Ministerio d" l.rr-ti.ia en su folletería <propa- r,n\',rlrrlablc) o par¿r la obtención de título supletorio (que es meramente
gantlístico-informatit'a,, sobre la ('orr<:iliaclái'r qqrre r',l,u,rtivi), corr fines de certeza jurídica) requiera ¡rm intento de concilia-
tanrbií'r,-0" 1r,,,.,i. vr:r"y ,,,, l'¡t'vi¿r! ¡Qr,ré magnífica herramienta para retardar el tan decantado
lccr cn str p;igirrl,Y.lt) cl lcrla.,Antcs de clenlarrclar.rlclro
conciliar"*, decidió precisar -bajo intc.t¿rr. r! , ,',,(, l l¿r justicia" hemos creado!
<algr-rnas,, ,r"lnt"iios conciliaLrles. Irs
encontramos coll una iista bastanLe sorprendente así qre nos
viniendo, ni rnás ni nrenos, I - Comcl es sabido para establecer si una pretensión es idéntica a otra
del Ministerio de Jtrsticia (!): ,..de-salojoi oi"rlr-iento ir,1 r¡rrt'tener en cttenta tres elementos: personae,petitumy caL$apetendi.En
de escrittrra; interclic-
tos; pago de deudas (sores, crólareó, ctc.); Sl,ligacionr:s l', ,' ,r cstos elementos identificadores se determina si hay trna doble
hact'r; c()llvoc¿ltori¿l a Jtrnta o Asarnl'rlca;,1'iuiri,,,-r cre c.rar, haccr, no
y it ¡,r'¡¡,l,',,rin o si hay cosn (ya) juzgndc. Pues bien, otro problema que presen-
stllt¡ciíllr rlt'c'tlltlt'attl; l'cst'isit'rrr rlc conir¡1t,,, i,',,',,rn¡llilllit,.t, rlr: [ticnt:s; rc-
Partic-irirr
' r l.r r'onciliación previa es la determinación de si la (mal) denominada
rectificación de árears; rcivindicac-ión; retractó; rlr. t:'rrtrirt.;
mejor clerecho c-lc propieciacl; i',,'lt'ttsión,> planteada en la solicitud de conciiiación es idéntica a la que se
ofrecimiento de pagg; pago de alquil"i"r;'prárri"t
as vecinates y otras ma- ¡ L'rlt'r cD ia demanda tras el intento (frustrado) de conciliación. Elio impli-
terias disponibles".-Er'.go,f,uru el úinist".io'áá-y.rsticia , r riuc cl juez al calificar la demanda (o después en ia fase de saneamiento)
asuntos ,o contertcio-
sos como la convocatoria á j, l,r't'.i verificar si el procedimiento conciliatorio se ha
Junta de una sociecl¿rd u"o"i*nio,;. sólo p-rretcn- desenvuelto entre
de quc el jtrcz- haga lo qtre los arlrninistracloi"., ,ru t',, l,r'; las que scrátr li-rs jtrcliciat
hicicror\:' .o,,,r.r.rr) o cl ¡rartes (pr:rsonne) clel proceso y si el objeto es
ofrecimiento de pág9 (que es el mecanis"io p.e,rlo , I trttsrno (petitunt y colrca petendi). ¿Qué ocllrre si segtrido un procec'limiento
para que lrn deudor se
libere de su obligación) ion
¡.<materias concilübles,!'D; igi,;l fo.*o lo sería '1,' t orlciliación previa (frr"rstrada, por la causa que fr.rera) .se presenta la
el ejercicio de típicos dereclios potestativos sustanciales ,l''nr,rrrda y algtrno de los elementos identilicadores no es idéntico? Pues la
como la resol'ción
de contrato (poi. incumplimien!g, por excesiva !'",1)tresta es esta interrogante es terribie. Obsérvese lo que resolvió un juez
onerosidad, por imposibili-
dad sobreviniente no imptrtable), io r.r.iriáJ
venta de bien ajeno, eti.), cle retracto (cual q. co'tra!o (for lesió^, por , rr rl tlcl Cono Norte de Lima: ((que la presente demanda contiene una pre-
derecho cle itrstittrción del l,'rt',ttit't.clr.l¡ (lt"tc sc scllicitt lit ¡rr¡lidlt'l dc u¡r actcl jrrrídiccl clc conr¡rrlvclrt¿r
adquircnte).
', trrr.r cleclaración de mejor derecho cle propiedacl y en la qtre también se
Ahora bien, se enliende qre esta rist¿r err¿rbo'acr¿r ,.atóc.icarnc^te>r r,lr it'rte qtle conro litisconsorte necesario de la parte demandada deberá ser
la Secretaría Técnica cle Conciliación tiene por ll,utt.tc-l¿r la Asociación Pro Vivienda SL al haber participado en el acto jurí-
1""g11?jg.simple. dirigido a la ,.gente común,, fior flnalicla,l informar en Lrn ,lrt tr tle cornpravenla que se pretende anuiar, por lo qr-re al no haber parti-
ctráles serían las ,<rnaterias , r¡',¡¡le Asociación Pro Vivienda SL en la respectiva diligencia cle concilia-
conciliablg5" (ello explica q.tu.".áig.a que es co.ciliutrleei Jo"r"
y/ como si fuera otra cosa, de de'da, , ¡..r'r I'crsLllta qr.re ciicha conciliación no ha cumplido con su propósito de que
"obligaóion", de clar, haccr y nó hácer,,) por lo 1,,11,¡q las partes br-rsqr"ren junLas trna solución consensual a su conflic-to"
qrte, siendo esa lista rneramente ,,"informativ¿l,,, a qtricneé
determinar si estaríamos ante Lrna <matcria con.ilrnbl.", les correspondería r I r¡r.lrJ" 2001-00-l4¡t-0-0901-JR-Cll-01). [',r¡qo, c-lc rcgrcso al cc¡rtro
clc concilia-
tida al intento trrevio de conciliación extrajtrtiicjal serío i.;;, tal some_ , r{)rr ¡por no habel participado (segúrn el juez) un litisconsorte necesario!
cle ConciliacióJ al presentorr" ü. solicitrrcl o'cL
n'u.t-p.ropio Clentro lllo cs.Srave plles cad¿r vez que el juez considere que debe integrarse el
¡'rrcz a.rrtc qtricn se le interprr-
siera la demancla. ignorarnos si los cerrtros.lc'.i,r,.cili¿rción ,,,rttt'¿tdictorio cotrforr-lre a lo clis¡rucstr-l en el art.95 CPC, si ese,.litiscólrsorte,,
realizan con- .() l)i)r'ticillti ctt cl ¡rrtlr:crlirlricrrto cJc corrciliaciilrr prcvia cl prttccso juclicial
trol previo de la máterias conciliables, pcr() l,r-.¡..,., sí tcne,,nlos 'n
son m'chas

38 39
I rr¡', rrt.r '\t¡,¡1¡,' I l, l¡,,

ll() l)()(lll,l:.('1,,il11, tlt.lrtr,tr,l,l',r', nilt'\,ilil('rrlr'|,il'.r,rt lr,t'.t,rl "llll,l'.(tlttt ttrll ( (lll 1,, ,1, r,', l¡,, nl,rrlr),, \' r'lr :,u ,ulrt'r¡lo llr lt' illrlltlrte el
SCI]Su¿ll .l Stt ('()llllir't(),, r'rr t'l l)r(l( ('(lrrrrt,'trl(} , ¡rr('\ r(r. 1 ttt,' l),t.,,11,1, ll():' l)l'(' l. I l. ¡ll,l, ('nll)('n() l),n(r (lrrt. lr.rgir v¿rlcr sus dere-
guntamO,s., cn.c¿ts() tltt trctrntttl.rt'ir¡n tlt' ¡rrt'lln:,.1 ()n(':, llrl',nl,rtt,t ),tllrtlt'tlill.l(l.l iii ! tt.rllrlrl :,t'rr,rlt' t¡rrt' ,.tlcLrc sicrrrpre favorecer una
o accesorra, sl sólo se tcrrt(t c()n('ili¿lr t'xtr.r¡rrtlrt r.rlrrrcrrll l,t l)t tttt iP,ll. (Jtrti (lu(' s(' .srrclc herce.r).
ocrtrrirá si el demandado rccoltvicltc. ¿Sc clclrcr¿i.l('ils() r'('t',1'('s¿ll'¿ll (:('t1tro tlc ! ' ' lt ttt,'l,r ,rrrrlrit io:;.r (), y,r dir'í¡ poco realista) de la conciliación es
conciliación?
'¡i¡l'r, t ,l¡' tttt'rtl.rlirl.rtl rlt' los pcruanos)>. Tiene toda la razón Cesar
4.- Uno de los argumentos que se suelen esgrinlir a favor del proce- " lirrr{,. ( l.t,ttttlt.r rlit:c qtrc..Lar ley no cambia las cosas. Son las
per-
dimiento de conciliación previo es su bajo costo en comparación con el que rt¡r¡ r,ttrtlrl,rtl l¡s cosas y para ello es necesario un proceso edtrca-
tendría el proceso judiciai. El día 15 de febrero de este año a pocos días de ' i '¡i'¡r tlr\r'" y,.'lltt clesc-le el colegio. Ello nos parece correcto. Pero lo
la entrada en vigencia de la obligatoriedad en Lima y Callao apareció en el ! r l'''n ('.s (lLrc sc pretenda lograr ese cambio con la imposición de
rlinrio I-,1 C,ontrrr'irr (bl2-) rur ntuy iluslrlti\/o ¡rtíi:trlo sol)rc l¡s lronclrtics clcl 'I ' rr) l)()l'tttl cc.ntro de conciliación. Es decir, mientras los perua-
¡rroccclirnicrrto 11c corrcilincitin prcvia. lil artíctrlo ¡ro lcnía tt¡cl¿r tle lltlcvo, ' l' lr r rrrr.t) van carnbiando, ios demás (los peruanos "tradiciona-
pues reproducía lo que veninros esclrchando desde quc sc pronrulgó la Ley ' ' 1", rlrr('.1-rtreblan estas tierras desde hace siglos y que luchan por
N"26872. Sin cmbargo, bajo el epígrafc ,.Tome nota> sc afirmaba: "Con la !' " ' 1,,, ¡ (,tt l¿rs arrnas que el propio Derecho tei aa) d^eben obligáto-
conciliación sc ahorra. Si Lrien es cierto que se debe pagar al conciliador, el . .,,,,,,r, rr.ur,,rllr ¡-ror un centro de conciliación para,.edncarse)> en licul_
monto es mucho menor al qtre percibe un abogado". Ello es reclrrrente entre I'r'''
los sostenedores de las bondades de la conciliación previa (y de ello es fiel ¡' I rr lo:;.tlí:rs.precedentes a la cntrada vigencia de la obligatorie-
exprcsión la ¡rropia propaganda rlcl lr,'[inisterio de Justicia), como si cl grarr t' t 'l' l.i ,,,rrt'iliiición previa en Lima y Callaoenoímos decir
problema dcl pr:oceso jtrdicial ftrclarr los abogados (y sus altr)s costos). Il Ministro de
i" !r lrrr')',o (l¡rcía Sayán, meritorio y sensible defensor deallos
argumento es falaz pues para poder plantear la solicitud de conciliación, en derechos
'¡¡' i'|ri'' l)()r'LIl'l lado que la obligatoriedad no va
atención a las materias que se considera (conciliables", se recftterirá, por lo ! ' " .t l,r ltrtt'l¡ jtrrisdiccional del ciudadano y por aelafectar el derecho de
menos, la asesoría de un abogado, pues si la conciliación fracasa y se acude otro que la concilia-
al proceso jtrdicial dctre haber la identidad de p(rsonnc, pe.titunt y cnl$ft petttndi.
' " I'r'¡ \ r.r olrligatoria tiene trn relativo éxito,hbaiAo po..".rt.,almente en
Alil'llt;tt:i()r'r(.s c()lll() (lu(-. ((l¿t t:ortcili¡rc'ión t:s llt¿is lr¿trill¿¡,, (t'ottto stt rlit:t'c¡t l¡t
': i1¡'t.'.t,l,trttt'rtte trn 35% de acuerdos logrados. Tenbmos a la vista las
página Web del Mirristerio de Jr.rsticia) lie'nen el sabor clc l¿r prrl"rliciclad " ' ' l''l ,rrr, 2000 (que debieron, pensamos, ser determinantes para decidir
engañosa si el ahorro significa prescindencia de abogado. El abogado será ' "'r¡,r,l,t r'rr vigencia de la obligatoriedad en los distritos;uáiciales más
. ¡ ' 1, ,lr'l l,aís como lo son Lilt y Cailao). De ellas
(hay qlle convencernos) necesario: por ejemplo, no nos imaginamos Llna se desprende que de
solicitud de conciliación qlle se funde en el derecho a la rescisión de un "' ¡"r I (.r rrivel nacional) de 10199 solicitudes de conciliació;, 5905 fleron
rlrrrtr'rrtos (en donde el intento de conciliación previa no es obligatoria);
contrato por lesión (que el Ministerio de Justicia dice que es <materia
conciliable") sin que ello haya implicado la por lo mcnos-_ r' ¡ r ' l()l()9 solicitr"rdes en el mismo año 2000,9b55 procedimienlos con-
asesoría técnica de un abogado. Sería interesante -reitcrarnos
saber qr-ré piensan los rii,i ¡')rr, (lt) los cuales Ltn 35% terminaron con un acuerclo total;0,5yo
con
i' rt' por falta de acuerdo; por inasistencia de una de las
colegios de abogados de la Repírblica sobre estos sttpuestos bajos costos del 'il" ¡r.trcial; B,gu/"
procedimiento conciliatorio cansados por el .,ahorro,' del abogado. r '¡rr"' ll\,lt'Y,¡ por inasistencia de las partes iS'tt y por desconocimiento de
i"¡¡¡¡, tlttt (\,76"/". segúrn esas cifras res¡ltaría rrn .ieiitoso,r 3s,s"/u
err q¡e los
5.- Que los abogados se encuentran en el ojo de la tormenta es evi- i I'" t''l¡tttit'l¡los c'cllrciliatorios ternrin¡ron
l)or itcucrtlo tot¡l ¡ ¡rarciil. lis.
dente. Constituye, desde siempre, un lugar común el echarles culpas a Jos i ' rr' I trl,r¡t' ll() ll()s I)drece tlLlc sc¿l nruy exitosrl si lelrenros t:tl cttcnta qtre
abogados por la existencia de <tantos> procesos. Pero en el artículo arritra L r l'r .l .) tlc rro'u'iembre del año pasado en ningún ltrgar
del Perúr la conci-
medcionado se señala algo realmente alucinar-rte. Cesar Gr-rzmán Barrón del ii r¡ rr rrr l)r'('via era obligatoria. Como las cifras sort totalés, no se ha
tenido en
Centro dc Conciliación de la Universidad Católica clel Perír llega a sosterter ' rr'i'¡tl.r l.r t'¿triable de la obligatoriedad en Trujillo, Arequipu y el Co.o Norte
que "los peruanos se han acostumbrado a una mentalidad de enfrentatnieu- !, I rrrr,r tlt'sdc noviembre pasado.
t-o, incltrso /os nbogndos hnn sido formndos pnra defender n sus clientes, combatir
a la otra parte y ganar. En la conciliación la filosofía es distinta (del actler- I't'to viendo las cifras de diciembre del 2000 tenemos qr.re rJe u^ uni-
do) y los abogados no tienen el papel de enfrentar', sino de orientar a las
I i lc 736 conciliaciones concluidas en ese mes, 257 term*urorl por ac¡er-
'r I t

partes para que logren un acuerdo y éste es viable, realizable". Los aboga- 'i" r,'t,rl (j5,91"/");3 por acllerdo parcial (0,40"/");7g por falta clb actrerdo
áos, tomen nota, ¡no tienen que defender a strs clientes! Pues si así están las
rl'r't",,¡; 169. por inasistencia de una de las partei (22,96%); 21g por
i,l',t('n('i.r cle las partes (29,6r'/r) y 11 por descbnocimiento de
cosas habrá que cambiar el Código de Etica de los Colegios de Abogld"ol domiáho
del Perfi desde su artículo primero que establece qtte deber profesional del I l'1""). I'cro tomemos los datos de los lugares en cloncle la conciliación era
abogado es ..defender, con estricta observ¿lncia de las nortnas jurídicas y ' tri"'t'Irrott'lt'tltt) ya tlbligattlril: Arcquip., y T'rrrjillo. [:n Arcclrri¡ta te¡¡i^a-

40 41
I rt¡i,'ttt,t,,\u,lrl'r | )r'lrrr

t()n ,lr' ¡trtlr r,, llnttr.nto:,: 'u' lr{rt rt( il('trltl trlt,rl (I,l ,¡¡t¡",",); 0 lrr}t ,l( ilr,t,1,, l,,rr. r,rl;
(r ¡r1l¡' f ¿tl1,t tlt' .lt'ttt't'tlo (l'),'/ti)',,); lrr nl,rsisl(.n('rir tlt' rrrr,r tlt' l,r:,
¡rr)r' ¡r,¡¡ ¡1'.,
(31,91'/"); 12 ¡lor irr¿lsistclrci¿r tlr:.unl).ls (25,1;:l'Z') ), I Por rl('sttr)rrocinrit'rrto rlt:
dornicilio (2,13"/").lrn 'l'rtrjillo tcnnirr¿lrorr sólo 7 proccrii¡nit'ntos, c{rn acucr-
do total sólo uno, por lo que no hay mucl-lo clue calcLllar.
Pero Arequipa, Trujillo y el Cono Norte de Lima erarl planes pilotos.
Y lcs planes pilotos en nuestro modesto entender sirven para justamente
verificar en la realidad aplicativa si la institución funciona. Sin enrbargo, sill
haber evalttaclo los resultados en esos lugares se puso en vigencia la obli-
gatoriedad en Lima y Callao en marzo de este año. Si el mayor porcentaje
sc lo llc'v¿r la inasistt-'ncia (dc trnA o clc toclas lns ¡rartes) hay al¡¡o quc no
anda. Y es qtre lo que no arrda es la obligatoricdad .,educ¿rtiva)) en nratcrias
qtre son las menos propicias para lograr esa ,,cultura de pazrr.No es en
materia patrimoniai donde podría funcionar. La <justicia coexistencial> como PREFACIO A "EL OTRO CODIGO
la llamaba Cnpr¡llltrrr, podría funcionar (como de hecho es donde mejor PROCESAL ClVlL,, (')
funciona también entre nosotros) en las relaciones familiares, vecinales o de
constlmo en donde las relacioncs son continuas y se proyectan hacia el
futuro. Es allí donde se debería operar, pero no bajo el signo de la obliga- Sc cclcbran este año diez años de la entrada en vigencia del
toriedad, que por donde se le rnire es sinónimo de irnposición. Si le regre- Código
I'rrt'('s¿ll civil, un texto^q.rg, cgmo es sabido, fue pro*trt"gado
samos a este mecanismo stl nota de (obli- por Decrejo
"alternatividad" y eliminamos la I .rirslativo No 768, del28 de febrero d,e 1992, puró q.r"
el ínterim de su
gatoriedad,' probablemente algún éxito le depare para el futtrro (y tal vez
quien escribe se anime también a transitar por los pasillos de los centros de "tt('tttio /egis ftre sustancialmente modificado poi el Decret "ñ
o Ley 25940, del 10
conciliaciórr).
'l'' tliciembre de 1992, que le aportó sustanciales (y no siemfíerecordadas)
rr r, rrl if icacionesl .

I)ues bien, el cuerpo normaüvo,original se elaboró, sin dud.a,


,rl)r'osllradamente por
muy
_una comisión llamáda <Revisor¿,,'presidida por Jl
"('ilador Javier Arva onreNnrNr q.iltgqada por miembros delegadás a"i
I'.rlcr Legislativo,
l'¡ .'rltonces Federación Il..\,!ivo y Judicial,"colegio-delbogoaor-a. tr*u y d;
Nacional de Abog,ado"s del Perú,lero." realidad su
1'r'rn artífice reconocen todos- fue él profesor y abdgadoJtran Morunoy
-lo
( ,,\r.vrz, vicepresidente
de la comisión y áelegado"del üi.,irt"rio de
( r'r, quien curiosamente en Justi_
ttna entrevisia que"se le hiciera en1997, áa^i-
I rt'trclo la prisa,- ll:S9,u afirmar
que ,.el Códig'o salió porq". J*tir*..,te yo no
Icníír el control de éi,'2

Prefncio al libro de Goruznlo Anvnza Gnloós, El otro


Código procesal Ciuil, Ed. Argos,
Arequipa, 2003.
De hecho son pocos los que advierten- que el 28 de julio de
1993 entró en vigencia el
"Texto Unico ordenado del Código P¡ócesal Civil", autorizado mediante Resolución
Mir-risterial N" 010-93-Jtrs, clcl B dJ encro cle 1993, un <texto>
en el que no es posible
diferenciar el_original de febrero d,e 7992 del modificado
en diciembre d,e 1992.
Así' Mon¡nov GÁt'vY'2, Algunns interrogantes sobre el Código procesnl
Ciuil perttano, entrevis-
ta de Nelson Lozano Alvarado, en Re¿,isfn
Jttrídicn del"perti, Año XLVIII, NoL3, oct.-dic.
1997,p' 30' La afirmación.fue hecha para justificar Ia ausencia
de exposición de motivos,
pues en vista que el código tenía entre 123 o 126 erro¡es ,.no
vald'ría la pena hacer !a
üxposición'' No sé si se advierte la gravedad de la confesión:
vi¡";;;ricle.te (y
cstab¿r ta. "l
tnic'¡nbro ttlcttictl) r'lc la ctlltlisitin.lclmitc (lr.ro cl Cticligo
llc.o.f".,rr,rr", qr,"
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