NOVENA ARQUIDIOCESANA
“Con Jesús nos MIRARNOS como hermanos”
Acercamos aquí un esquema para celebrar las novenas patronales en cada comunidad.
Ha sido valorado el esfuerzo de estos años al disponer de un texto común que nos ayudará
a profundizar en la espiritualidad del camino pastoral.
Nos invita el Papa Francisco “Toda la evangelización está fundada sobre ella (la Palabra de
Dios), escuchada, meditada, vivida, celebrada y testimoniada. Las Sagradas Escrituras son fuente
de la evangelización. Por lo tanto, hace falta formarse continuamente en la escucha de la Palabra.
La Iglesia no evangeliza si no se deja continuamente evangelizar. Es indispensable que la Palabra
de Dios «sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial».” (EG 174)
La propuesta de este año es que la Novena pueda ser celebrada en familia, ofreciendo para
ello un material que permita en cada hogar encontrase en torno a la Palabra de Dios.
También podrá asumirse en las celebraciones litúrgicas de cada comunidad, para lo cual
ofrecemos un anexo con algunas sugerencias.
El esquema de cada día será el mismo, comenzando con una oración inicial que nos
disponga a escuchar la Palabra, un texto motivador del Papa Francisco, un texto evangélico y
preguntas propias del esquema de lectio divina.
Los textos elegidos intentan animarnos a renovar nuestras miradas, ahondando en una
espiritualidad de la sintonía y no de la distancia, ayudándonos a crecer en fraternidad. Ellos son:
Queridos hermanos y hermanas, como Iglesia que peregrina en Córdoba queremos acercarles el
presente material para ser rezado y meditado en nuestros hogares, comunidades y espacios de vida.
La propuesta nos invita a hacer lugar en nuestras vidas a la Palabra de Dios de una manera especial,
dejando que el Señor nos hable al corazón y guie nuestro caminar.
Por ello los invitamos a encontrar un horario en que toda la familia o grupo se pueda reunir, y
disponer un lugar adecuado para este momento. Podemos disponer el espacio colocando un mantel, con
una vela y cruz (o imagen que tengamos), la biblia o nuevo testamento, flores, etc.
La propuesta de oración tiene el mismo esquema cada día, pudiendo ser enriquecido de muchas
maneras. Lo fundamental es que hagamos la experiencia de oración compartida, de un Dios que nos habla
de muchas maneras, y en su Palabra nos muestra nuevos horizontes.
Será una oportunidad para que los miembros de la familia (adultos, jóvenes, niños) podamos
participar, seguros de que Dios nos haba al corazón y se revela en cada uno de manera particular.
Esquema para todos los días:
1. Preparamos el lugar.
2. Nos ponemos en la presencia del Señor: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
3. Rezamos la Oración Inicial (es la misma para todos los días).
4. Leemos las palabras del Papa Francisco. (hacemos un momento de silencio dejando que resuene
en nosotros).
5. Proclamamos el texto de la Palabra de Dios (leído de manera pausada y si consideramos
oportuno lo podemos proclamar más de una vez).
6. Nos preguntamos y compartimos ¿Qué dice el texto de la Palabra de Dios?
En este momento es importante releer el pasaje del evangelio, situarnos en la escena, en los personajes
que aparecen, las actitudes que surgen, los verbos empleados. Mirar los detalles y compartir lo que cada
uno va descubriendo. Nos situamos en una actitud contemplativa, reconociendo los rasgos y detalles de
la escena, sin juicios o pareceres a lo que allí se nos presenta. Somos espectadores. Nos tomamos unos
minutos para ello.
“Cuando salieron de Jericó, mucha gente siguió a Jesús. Había dos ciegos sentados al borde
del camino y, al enterarse de que pasaba Jesús, comenzaron a gritar: «¡Señor, Hijo de
David, ten piedad de nosotros!». La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos
gritaban más: «¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!». Jesús se detuvo, los llamó y
les preguntó: «¿Qué quieren que haga por ustedes?». Ellos le respondieron: «Señor, que se
abran nuestros ojos». Jesús se compadeció de ellos y tocó sus ojos. Inmediatamente,
recobraron la vista y lo siguieron.”
Palabra del Señor
“No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los
juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes. ¿Por qué te fijas en la paja que
está en el ojo de tu hermano y no adviertes la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes
decirle a tu hermano: «Deja que te saque la paja de tu ojo», si hay una viga en el tuyo?
Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de
tu hermano.”
Palabra del Señor
Con atención escuchamos lo que Dios va suscitando en cada uno, sin interrumpir ni querer llegar a un
consenso de lo compartido…
“Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de
recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El se levantó y lo siguió.
Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se
sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos:
«¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús, que había oído, respondió:
«No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan
qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores».”
Palabra del Señor
“Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo,
que era el jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la
multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder
verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo:
«Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Zaqueo bajó rápidamente y
lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Se ha ido a alojar en casa de
un pecador». Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: «Señor, voy a dar la mitad de mis
bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más». Y Jesús le dijo:
«Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombres es un hijo de Abraham,
porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido».”
Palabra del Señor
Con atención escuchamos lo que Dios va suscitando en cada uno, sin interrumpir ni querer llegar a un
consenso de lo compartido…
“Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban
afuera, trataban de hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera
y quieren hablarte». Jesús le respondió: «¿Quién es mí madre y quiénes son mis
hermanos?».Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis
hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi
hermano, mi hermana y mi madre».” (Mt 12,46-50)
Palabra del Señor
Con atención escuchamos lo que Dios va suscitando en cada uno, sin interrumpir ni querer llegar a un
consenso de lo compartido…
ANEXO:
Sugerencias al asumir la novena en celebraciones litúrgicas.
- Contar con impresiones de textos bíblicos para ayudar a la participación activa de los
presentes en la celebración.
1º día: un cartel con la cita bíblica que acompaña el año: “Señor que se abran
nuestros ojos”
3º día: invitar antes de rezar el Padrenuestro a mirar a la cara – a los ojos a quienes
están al lado. Tomarse de las manos para rezar la oración.
4º día: invitar a traer una ofrenda par por los más necesitados según la realidad de
cada comunidad.
5º día: Motivar para que el saludo de la paz tenga un sentido especial, dándola no
sólo a quien está a nuestro lado sino a otros, especialmente a quienes me cuesta.
6º día: Tener un gesto especial con los niños de la catequesis, o con los novios que se
disponen a celebrar matrimonio, o con familias que piden el bautismo de sus hijos;
invitándolos especialmente a la celebración.
7º día: Realizar un gesto especial, o una colecta particular, para alguna realidad de la
comunidad barrial o civil que necesite el apoyo de la comunidad.
8º día: tener presente y rezar por las distintas comunidades religiosas presentes en el
ámbito de la comunidad, reconociendo que todos somos hermanos.
9º día: colocar al santo patrono, y nombre de otros testigos de la Buena Nueva, con
una vela encendida.