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LA RECUPERACIÓN DE UNA TERAPIA

ESPERANZADORA EN LOS CONFLICTOS DE


IDENTIDAD SEXUAL

Belén Vendrell. Dtra. C.O.F Segorbe-Castellón

1) La diferencia entre las personas con orientación homosexual y las que viven
la cultura gay.

2) La manipulación de la ciencia y la sexualidad humana: La revolución sexual, un


Itinerario hacia la cultura homosexual.

3) Causas de la crisis de identidad sexual

4) Notas Generales sobre la conducta humana. La pérdida de la esperanza.

5) Qué motiva la Orientación Homosexual en la persona.

6) Prevención y Educación.

7) La restauración de la identidad en la persona homosexual: hacia un terapia intergral.

8) Los centros de orientación familiar: punto de partida para un terapia integral.

Deseo agradecer a los organizadores de la Jornada, la posibilidad de compartir


estas reflexiones con ustedes, en mi muy querido Instituto Juan Pablo II, y con
los ponentes que me han precedido. Sus intervenciones, fruto de largos años de
experiencia profesional, han recogido desde diversos aspectos la problemática
de la homosexualidad.

Es importante aclarar, que no voy a hablarles como terapeuta, puesto que no lo


soy, sino como alguien que se dedica a coordinar la orientación y la ayuda a
personas y familias con conflictos desde un Centro de Orientación Familiar
interdisciplinar, reconociendo la importancia de poner la ciencia, iluminada por la
fei [1] , al servicio del hombre.

Es posible que entre los presentes me esté escuchando alguna persona con
inclinación homosexual. A ellas les dedico especialmente este trabajo, porque
sé de sus sufrimientos y su soledad. A ellas todo mi respeto y mi deseo de que
recuperen la esperanza y la confianza en lo que son desde su concepción: un
varón o una mujer, con la trascendencia existencial que ello conlleva.

1) LA DIFERENCIA ENTRE LAS PERSONAS CON ORIENTACIÓN HOMOSEXUAL Y


LAS QUE VIVEN LA CULTURA GAY
No se puede hablar de homosexualidad en general. No se puede hablar de las
personas homosexuales como si esa condición revistiera en todas ellas el
mismo grado de intensidad, tuviera las mismas manifestaciones e implicara la
misma irreversibilidad. Cada persona con tendencia homosexual, como
cualquier otra persona es única e irrepetible. Cada una de ellas, tiene una
historia concreta que les ha conducido a la realidad en la que viven. Es
necesario partir del supuesto de que existen diversos tipos de homosexualidad.
Además, puede suceder que la tendencia homosexual se dé sola o también
que se den añadidas otras alteraciones.

“ Según Ovesey, podemos distinguir tres categorías diversas de motivación


implicadas en las relaciones o tendencias homosexuales. La dependencia
afectiva, el poder o dominio, y finalmente la gratificación sexual en sentido
estricto. Por eso suele hablarse de «homosexualidad imaginaria» o temida,
«pseudo-homosexualidad» y «homosexualidad manifiesta» En la homose-
xualidad imaginaria la atracción que se da es pasajera, puede tener lugar sin
haber sido seguida de ningún tipo de experiencias homosexuales y afecta
sobre todo a los varones adolescentes en periodos de inseguridad o depresión.
La pseudo-homosexualidades se da en aquellos en los que la tendencia
homosexual tiene como motivación principal la dependencia afectiva o el
dominio, y sólo secundariamente la gratificación sexual. Con el nombre
homosexualidad manifiesta se designa aquella en la que la gratificación sexual
es la motivación principal. Tanto la homosexualidad imaginaria como la
pseudo-homosexualidad son relativamente fáciles de superar. (Siempre que se
pueda superar la parte no sexual del problema). Mucho más difícil de orientar
es la homosexualidad manifiesta, sobre todo si la han desarrollado desde la
pubertad” ii [2] .

Con todo, existe una diferencia sustancial entre la problemática de la persona


con inclinación homosexual, que vive su situación desde una manera privada y
la llamada cultura “ gay” , promovida por intereses económicos y políticos, que
tendría unas connotaciones muy distintas.

Según un informe difundido en el mes de julio por el diario El País, y no existiendo


una cifra que tenga un carácter oficial, los estudios demoscópicos aceptan que
entre un 6% y un 8% de la población española es de tendencia homosexual.
Mundialmente, ha sido difundido el término como se reconoce el estilo de vida
pública de una persona que se declara homosexual: Son los llamados DINK:
(Doble Income, No Kids, Doble sueldo sin Hijos. Una persona con orientación
homosexual de nivel económico medio, gasta unas 50.000 pesetas mensuales
en ocio, casi el doble que el español tipo, y un 300% más que las personas
heterosexuales en su cuidado personal. Esta realidad contribuye a que el
colectivo homosexual, esté promocionado por la sociedad capitalista, siendo
susceptible a todo tipo de manipulaciones y ofertas económicas que reportan
grandes beneficios a negocios y empresas. Los intereses económicos han
movido a los políticos a defender la cultura gay. Unas 500 empresas están
dedicadas al colectivo gay, que dispone de sus propias revistas, empresas de
servicios, editoriales, librerías o agencias de viajes. Esta irrupción del colectivo
gay como fuente de negocio es también una forma de enviar un mensaje: Dinero
es poder. Esta realidad es semejante, aunque mucho más desarrollada en otros
países, especialmente en EE.UUiii [3] . Este es la causa de que últimamente
hayamos observado en anuncios televisivos y diversos medios de comunicación
una profusión de imágenes y signos representado al prototipo de persona con
orientación homosexual con su pareja, liberada, feliz y sin complejos.

Por otro lado, es imposible desligar el problema de las personas con inclinación
homosexual de su atención pastoral desde la Iglesia, no sólo, porque la Iglesia
tenga la obligación de velar por todos sus hijos, sino porque cada vez más, y
desde hace ya varios años, comprobamos como grupos de personas que se
declaran homosexuales abiertamente, defienden públicamente que la
homosexualidad es un don de Dios, a través de la llamada teología gayiv [4] .
Sin ir más lejos, hace un mes y medio se celebró en Valencia un congreso de
cristianos que se declaraban homosexuales, y que difundieron sus conclusiones
a todos los obispados de España. Solicitaban por parte de la Iglesia no sólo que
confirmara que su inclinación psicosexual no es contraria a la doctrina católica,
sino a considerarla como un don de Dios.

Con referencia al movimiento homosexual la Congregación para la Doctrina de


la Fe afirmó: Una de las tácticas utilizadas es la de afirmar en tono de protesta,
“ que cualquier crítica, o reserva en relación con las personas homosexuales,
constituye simplemente una forma de injusta discriminación"v [5] .

No voy a dedicarme en esta ocasión a reflexionar sobre un tema que nos llevaría
todo el tiempo disponible, pero si me van a permitir entrar de lleno en una realidad
a veces olvidada: al hombre, que es un ser ético, sea de la condición que sea le
sigue preocupando, si lo que hace está bien o esta mal, porque si no le
preocupara, no lo intentaría justificar, ni defender, incluso amparándose en la
Ley de Dios. Esta es una buena noticia para el hombre de esta sociedad que
vive sumergido en la tibieza moral y en la tristeza del ser. El hombre no se puede
sustraer a su conciencia y busca razones para reafirmarla. Presente en el
corazón de la persona, la conciencia moral le ordena en el momento oportuno,
practicar el bien y evitar el mal. “ Quiso Dios dejar al hombre en manos de su
propia decisión” (Si 15, 14), “ de modo que busque a su Creador sin coacciones
y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección” (GS 17)
Nosotros somos pues, la conciencia del universo. Sin embargo, existe un
reduccionismo biológico que no sabiendo explicar lo que hay de inmaterial y de
trascendente en el hombre, prefiere negarlovi [6] .

¿Cuáles han sido los engaños que han oscurecido la conciencia en el hombre?

2) LA MANIPULACIÓN DE LA CIENCIA Y LA SEXUALIDAD HUMANA: LA


REVOLUCIÓN SEXUAL, un Itinerario hacia la cultura homosexual

La confusión que hoy está vigente en el ámbito de la sexualidad humana, tiene


unos factores determinantes muy precisos: el cientifismo empirista y la bioética
laicista, han reducido a la persona humana a un mero ente biológico sin
referencia trascendente alguna. Se defiende la autonomía moral, desvinculada
de la verdad sobre el hombre y se pierde el reconocimiento de la dignidad
humana.
La sexualidad humana, es una facultad constitutiva de la persona que atraviesa
todo el ser, abrazando todos sus dinamismos. “ La sexualidad, concierne
particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y de procrear y de
manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con el
otrovii [7] ” La sexualidad caracteriza al hombre y a la mujer no sólo en el plano
físico, sino también en el psicológico y en el espiritual, con su impronta
consiguiente en todas sus manifestaciones” viii [8]

La manipulación de la sexualidad humana desde la llamada revolución sexual,


está siendo causa directa de la destrucción del hombre, de la destrucción de los
matrimonios y de la desintegración de la familia y de la sociedad. Con diferentes
sofismas, se ha llegado al corazón del hombre, porque la sexualidad atraviesa el
corazón del hombre, y se le ha robado la posibilidad del don, de donarse al otro
haciéndole justicia en su dignidad, confundiéndose genitalidad con sexualidad.
Veamos cuales fueron las causas de esta llamada “ revolución sexual”

* El Informe Kinseyix [9] : palabra de un dios

En 1948, el zoólogo norteamericano Alfred C. Kinsey conmovió al mundo con la


publicación de su tratado "El comportamiento sexual en hombres varones",
(Sexual behavior in the Human Male), la más completa encuesta sexual llevada
a cabo en hombres norteamericanos. En 1953, publicó su segundo volumen "El
Comportamiento Sexual en las Mujeres" (Behavior in the Human Female)
Kinsey, que había sido educado en la religión metodista, compartió la visión
sobre el hecho de que los cristianos habían heredado la aproximación casi
paranoide del comportamiento sexual de los judíos. Estos dos libros, sirvieron de
base para la revolución sexual y toda la educación sexual que se imparte hoy en
las escuelas públicas en Estados Unidos y también en gran parte del mundo. La
tesis de Kinsey colocó a todos los actos sexuales al mismo nivel moral, social y
biológico, ya sea dentro o fuera del matrimonio, entre parejas del mismo sexo u
opuesto, e incluso cuando el sexo involucra a niños y animales. Al declarar que
la "ciencia" no ha encontrado ningún valor en la moral sexual tradicional, el
informe de Kinsey, como se conoce, proporcionó el fundamento "científico" de la
revolución sexual americanax [10] .

La Dra. Judith Reisman, judía de nacimiento, vivía en EE.UU. En 1966, su hija


de 10 años sufrió un abuso sexual por un niño de 13 años, que era muy querido
para ella. A raíz de esto llamó a un familiar en quien confiaba mucho, para oír
decir “ que quizás lo había buscado ella, puesto que los niños tienen actividad
sexual desde el nacimiento” Después llamó a una buena amiga y le dio la misma
contestación. En ese momento sin saberlo dijo “ entré en el mundo de Kinsey” xi
[11] . A través de numerosos años de estudios e investigaciones, en 1981, la
Dra. Judith Reisman descubrió públicamente el papel del abuso sexual en los
estudios de Kinsey, en una ponencia presentada al V Congreso de Sexología de
Jerusalén. En 1990 la Dra. Reisman y Edward W. Eichel escribieron el libro
esclarecedor "Kinsey, Sexo y Fraude", que revela la evidencia de cómo los niños
sufrieron abusos sexuales por adultos en nombre de la "ciencia". Ella documentó,
en los trabajos de Kinsey, más de 300 niños desde los dos meses de edad hasta
los 15 años de edad.

También, la Dra. en Bioética Marta Tarascoxii [12] , en su revisión sobre las


consecuencias del informe Kinsey, fue concluyente. Kinsey, defendió que todos
los comportamientos sexuales que se consideraban desviados son normales,
mientras que propuso que el ser exclusivamente heterosexual es anormal y
producto de inhibiciones culturales y de condicionamientos sociales. Después de
40 años, en los cuales se había dado credibilidad absoluta a dichos datos, con
las terribles consecuencias que conllevaron para la sociedad a nivel moral e
intelectual, científicos de varios países junto con el F.B.I. demostraron la falsedad
de tales conclusiones y el poco rigor científico en las mismas. Los datos habían
sido estadísticamente manipulados porque la muestra era manifiestamente
sesgada, con un número importante de presos, exhibicionistas, pedófilos y
vejadores sexuales, incluyendo en la metodología vejaciones y estimulación
sexual de adultos a niños de meses. Kinsey y sus colaboradores, se propusieron
cambiar los valores morales tradicionales, con la siguiente estrategia:

- a) Defender el establecimiento de que la bisexualidad es la


orientación sexual para gente normal y sin inhibiciones.

 Esto alentaría a las personas heterosexuales a tener


prácticas homosexuales, ya que la heterosexualidad sería solo
una opción en un rango de múltiples conductas sexuales.

 Cambiaría la norma de sexualidad heterosexual, con su


estructura familiar tradicional y los valores y roles del
comportamiento sexual convencional.
- b) Propuso un plan para que en la sociedad los niños fueran
educados en la bisexualidad y entrenados por miembros de
generaciones superiores.

* Consecuencias de las divulgaciones científicas del Informe Kinsey

La ideología Kinsey ha sido promovida por la organización de “ Paternidad


Planificada” , la organización que más promueve la anticoncepción y el aborto
en el mundo, y por el "Consejo para la Información y Educación Sexual de los
Estados Unidos" ("Sex Information and Education Council of the United States),
conocida vulgarmente como SIECUS, una influyente organización que aboga por
la temprana educación sexual gráfica de los niños y adolescentes. SIECUS fue
fundado con la ayuda de Pomenroy, coautor del informe Kinsey y ha tenido
enorme importancia en la formación de generaciones de psicólogos y
"sexólogos" de América y del resto del mundo.

1) El mito del 10%xiii [13] . Durante años se ha estimado que el 10% o más de
la población es de orientación homosexual. Pero desde hace tiempo existen
muchas evidencias de que el índice del 10% es un porcentaje demasiado alto.
Las encuestas hechas con grandes cantidades de personas en EE.UU., Canadá,
Gran Bretaña, Francia, Noruega, Dinamarca y otras naciones, muestran un
cuadro de experiencias homosexuales de un 6% o menos, y de una incidencia
exclusivamente homosexual de un 1% o menos.
2) La influencia de sus teorías alcanzaron a la sociedad y a la ciencia,
contribuyendo decisivamente en 1973 a la desaparición en el catálogo de
enfermedades mentales (APA)xiv [14] de la homosexualidad como patología, a
menos que fuese egodistónica, es decir, (que la persona con inclinación
homosexual no se encuentre cómoda con dicha inclinación)

3) Intentar comprobar que la homosexualidad tiene base genética, para


demostrar que es innata en la persona, natural e inmutable. Últimamente se ha
hecho especialmente famosa la teoría que plantea que el hipotálamo de los
homosexuales es diferente al de los heterosexuales (Le Vay), sin repercusiones
significativas. La ciencia no es neutra, y cada estudio que se realiza pretende
una finalidad concreta. El estudio sobre el hipotálamo fue desarrollado por un
investigador homosexual de EE.UU., con la finalidad de conseguir apoyo del
Estado para estas personas. Sin embargo, hay que señalar que, incluso
científicos de la escuela de Kinsey que opinaban claramente que la conducta
homosexual es normal y plenamente aceptable, afirmaron: “ Es de vital
importancia que todos los profesionales en el campo de la salud mental tengan
presente que el hombre o mujer homosexuales son fundamentalmente un
hombre y una mujer por determinación genética y que tienen tendencias
homosexuales por preferencia aprendida” xv [15] .

4) Existe una decisión multinacional de promover el erotismo y la pornografía,


que enriquecen a las personas que dominan ese campo, bajo el señuelo de que
se están ampliando innovadoramente las numerosas formas de satisfacción en
el hombre. (Si alguno de ustedes intenta acudir a la página WEB de la
organización Courage, para la ayuda y terapia de personas con inclinación
homosexual, se llevarán la desagradable sorpresa de que ha sido pirateada y
aparece una completísima página pornográfica con todo tipo de propuestas). Es
triste, pero es así de real.

5) Basados en los datos de Kinsey, los investigadores sexuales formularon una


teoría de la sexualidad infantil que ha influenciado todo, desde las leyes contra
los abusos sexuales hasta cómo y cuándo la educación sexual debe ser
enseñada. Según el punto de vista de Kinsey, los niños son activos sexualmente
desde el nacimiento, y por tanto, son capaces de tener relaciones sexuales a
cualquier edad y merecedores de ellas como los adultos, y la sociedad debería
reflejarlo alterando sus códigos morales.xvi [16] . Con ello se ha favorecido la
difusión de la pedofilia.

6) Kinsey, utilizó, además, el término adicción para referirse a las relaciones


maritales, que preservan la fidelidad de la unión conyugal. Se produce una
exaltación unilateral del sentimiento desligado de la razón y de la voluntad y una
reducción de la sexualidad al hedonismo, idolatrando el placer. Las
consecuencias más directas de tales divulgaciones científicas para la persona
fueron: separar y justificar éticamente la actividad sexual y la procreación (sexo
sin procreación), el ejercicio de la sexualidad fuera del matrimonio (amor libre),
y la separación entre la actividad sexual y el amor.

7) Crisis de la identidad sexual (teoría del género). En estos últimos años dentro
de un proceso que podría denominarse, de gradual desestructuración cultural y
humana de la institución matrimonial se separa la identidad sexual y el género.
Ser varón o mujer no estaría determinado fundamentalmente por el sexo, sino
por la cultura. La sociedad ideal debería conducir a una indiferenciación sexual,
en la que el feminismo y las personas con inclinación homosexual encontrarían
la estabilidad jurídico-legal y social que propugnan sus relaciones sexuales.

8) Aparición de la crisis del varón: actualmente, existe una amenaza real a la


masculinidad del hombre y a su papel en la sociedad. El estrés que produce en
los hombres el no saber quienes son o qué se espera de ellos puede, dar lugar
a un cúmulo de enfermedades. Este ha sido el motivo del Primer Congreso de la
Salud de los Hombres celebrado en Viena, en el que los expertos analizan el
impacto en la salud masculina de la transformación de roles en la sociedad. Los
hombres encuentran difícil comunicar sus miedos. El Profesor Siegfried Meryn,
presidente del Congreso, predice que existe riesgo de que el sexo masculino
llegue a enfermar. ¿Qué implicaciones tiene para la salud del hombre la
redefinición de su papel dentro de la familia, del trabajo y de la sociedad? xvii
[17] Cada vez la sociedad presenta y valoriza más las imágenes de la relación
madre/hijo, olvidando la función fundamental de la figura del padre en la tarea
educativa y de transmisión de valores. El aumento de divorcios, la relación
monoparental y los adelantos técnicos de la procreación asistida, favorecen
también la cultura del hijo sin padre (no eres necesario para engendrar un hijo,
no eres necesario como compañero, no eres necesario porque lo que tu
transmites como varón en tu identidad sexual, no es indispensable para la
realización del hijo) xviii [18] . El padre, en resumen es desposeído de su hijo y
de su propia función.

9) Aparición de una crisis profunda de la paternidad a todos los niveles,


ontológica, biológica, educativa y funcional, que ha llevado a la sociedad a
asumir como algo natural la separación entre procreación y paternidad. Ya no es
necesario el padre para procrear. Los hijos perderían definitivamente la figura
del padre. El padre aparece como inexistente cuando se pretende que el hijo
pueda depender de la elección única e individual de la mujer, a veces incluso de
modo homosexual, en nombre de una biologización solitaria de la filiaciónxix [19]
.

10) Sustitución de las competencias del padre por el Estado. La ausencia de la


figura del padre y de su función educadora está directamente relacionada con la
sustitución de sus competencias por el Estado, que asume la tarea de promover
el llamado Estado de Bienestar Social.

Vamos a desarrollar especialmente el punto que habla sobre la crisis de


la identidad sexual, porque afecta directamente al desorden de la
homosexualidad, como veremos más adelante.

3) CAUSAS DE LA CRISIS DE IDENTIDAD SEXUAL


En la dinámica integrativa de la personalidad humana un factor muy importante
es el de la identidad. La persona adquiere progresivamente durante la infancia
y la adolescencia conciencia de ser «sí mismo», adquiere conciencia de su
identidad. Esta conciencia de la propia identidad se integra en un proceso de
reconocimiento del propio ser y, consiguientemente, de la dimensión sexual del
propio ser. Es por tanto conciencia de identidad y diferenciaxx [20] .

Un biólogo escribió: “ desde el punto de vista físico-químico y de la


termodinámica, los ácidos nucleicos del hombre y del cerdo son iguales. Y, sin
embargo, el hombre es diferente a los cerdos, es más, hay muchos que no son
cerdos. En los genes encontramos grabada la información propia de la especie
que da lugar a las características de este o de aquel otro individuo, pero no
encontramos, sin embargo, la información que origina la subjetividad del ser
humano, su verdadera identidad, es decir, de los actos de amor, de fe y de
esperanza , que son actos de libertad” xxi [21] .

Esta identidad de la persona está constituida por la unidad sustancial cuerpo-


psique-espíritu, identidad que por su propia naturaleza es siempre sexuada
(varón o mujer) conformando la identidad sexual. La crisis de la identidad
sexual aparece fundamentalmente por dos motivos:

1. Crisis ontológica de la identidad

La persona no es algo que existe, sino alguienxxii [22] . La persona humana


responde a una Acción antecedente, amorosa y gratuita que le configura como
una realidad ontológica creada, que le convoca a reconocer y buscar el Rostro
que le ha dado la vida. El hombre es el único ser creado que se interroga por el
sentido de la propia existencia y que busca su propia identidad. La crisis de la
identidad sexual es fruto de la crisis ontológica de la identidad. Una sociedad
que rechaza a su Padre, rechaza su origen y está abocada al suicido. Esto es
un hecho constatado por psicólogos, pedagogos, psiquiatras, orientadores
familiares y sacerdotes que recogen en sus gabinetes y centros las
consecuencias son: depresiones, suicidios, adicciones a las drogas, búsqueda
del riesgo en la vida e incapacidad para ser fiel. Perder la relación con nuestro
origen, nos desdibuja la identidad sexual y nos impide desarrollar nuestra
vocación de donación. Como consecuencia, la persona no se reconoce y
pierde el deseo de ser persona. Solamente el que tiene la experiencia de
sentirse querido y deseado como hijo, en el Hijo, tiene la capacidad de donarse
con un amor fecundo esponsal y paternal.

La crisis ontológica de la identidad, por lo tanto, es la crisis del origen y sentido


de la vida del hombre. Esta crisis ontológica tiene dos vertientes: hacia el
origen de la vida (la crisis del hijo que no reconoce o rechaza al padre: crisis a
nivel filial) y la crisis del hombre que es incapaz de donarse plenamente para
engendrar una nueva vida: crisis de la paternidad; reflejada a nivel esponsal y
finalmente conyugal (biológica, educativa y funcional) El fundamento de la
crisis de la paternidad, según el catedrático de Psicología de la Universidad de
Nueva York, Paul Vitz es por tanto la crisis de la negación de Dios como Padre.
La crisis de fe, es la raíz de la crisis de la figura del padre, la crisis del padre,
raíz de la crisis de la familia y la crisis de la familia, raíz de la crisis social.
Las palabras del Papa Juan Pablo II en la Familiaris Consortio, hace casi 20
años, fueron proféticas “ es necesario esforzarse para que se recupere
socialmente la convicción de que el puesto y la función del padre en y por la
familia son de una importancia única e insustituible” .

2. Desvinculación de la identidad genérica y la identidad sexual (teoría


del género)

Los expertos suelen distinguir entre identidad sexual (es decir, conciencia de
identidad psico-biológica del propio sexo, y de diferencia respecto al otro sexo)
e identidad genérica (es decir, conciencia de identidad psico-social y cultural
del papel que las personas de un determinado sexo desempeñan en la
sociedad). En un correcto y armónico proceso de integración, la identidad
sexual y genérica se complementan, puesto que las personas viven en
sociedad de acuerdo con los aspectos culturales correspondientes a su propio
sexo. La categoría de identidad genérica sexual («gender») es, por tanto, de
orden psico-social y cultural. Ahora bien, a partir de la década 1960-1970,
ciertas teorías (que hoy suelen ser calificadas por los expertos como
«construccionistas»), sostienen no sólo que la identidad genérica sexual
(«gender») sea el producto de una interacción entre la comunidad y el
individuo, sino incluso que dicha identidad genérica sería independiente de la
identidad sexual personal, es decir, que los géneros masculino y femenino de
la sociedad serían el producto exclusivo de factores sociales, sin relación con
verdad ninguna de la dimensión sexual de la persona. De este modo, cualquier
actitud sexual resultaría justificable, incluida la homosexualidad, y es la
sociedad la que debería cambiar para incluir, junto al masculino y el femenino,
otros géneros, en el modo de configurar la vida social. La ideología de
«gender» ha encontrado en la antropología individualista del neo-liberalismo
radical un ambiente favorable.” xxiii [23]

Todo ello ha provocado una debilitación progresiva en la sociedad de la


figura del varón especialmente y también de la mujer, desdibujándose su
identidad masculina y femenina respectivamente, favoreciendo una cultura
unisex que ha promovido la ambigüedad de la orientación sexual, dando lugar a
una “ ecología” homosexual y feminista.

ES NECESARIO RECUPERAR UNA ANTROPOLOGÍA


ADECUADA

Para hacer una reflexión adecuada y fecunda sobre la homosexualidad, es


preciso mantenerla dentro de un contexto antropológicoxxiv [24] adecuado.
“ Como cualquier problema que afecta al hombre en profundidad, también el de
la homosexualidad resulta complejo: son numerosos, diversos y difíciles los
aspectos que implica. En esta complejidad se manifiesta la singularísima riqueza
propia de la persona humana, a menudo definida con razón como misterio” xxv
[25]
El Santo Padre afrontó en su discurso al Instituto Juan Pablo II para
Estudios sobre Matrimonio y Familia el tema de la “ exigencia de elaborar una
antropología adecuada que trate de comprender y de interpretar al hombre en
lo que es esencialmente humano” xxvi [26] . Desde la antropología adecuada
podemos afirmar que la libertad brota y se orienta al amor y a la comuniónxxvii
[27] . Esta antropología refleja la verdad sobre el hombre como un ser espiritual
encarnado a imagen de Dios, y abarca en la persona no solo dinamismos
corporales (biológicos o físicos y psicológicos), sino también dinamismos
espirituales, (memoria, inteligencia y voluntad), intrínsecamente inseparables
de los otros. Esta libertad encarnada adquiere una expresión peculiar en el
ejercicio de la sexualidad.

COMO CONSECUENCIA

Una persona sin desorden en la unidad cuerpo-psique-espíritu, es decir, sin


problemas de identidad (sexual), reconoce y aprecia su identidad y es siempre
heterosexual.

«La homosexualidad —se lee en el Catecismo de la Iglesia Católica nº


2357—designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una
atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo».
Hay que distinguir, en la homosexualidad, entre la tendencia o inclinación
homosexual, y el comportamiento homosexual. Que la tendencia homosexual
es objetivamente desordenada quiere decir que, aunque en sí y de suyo no es
pecado, no es una tendencia neutra o indiferente o, menos todavía, buena. Es
un desorden porque conduce a un ejercicio de la sexualidad que va en contra
del bien de la persona, «hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde
el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser con-
siderada como objetivamente desordenada».

Es importante actuar con conciencia formada y con recta intención para dilucidar
el problema de la homosexualidad.

La homosexualidad, contradice la verdad sobre la antropología adecuada


porque, la diferenciación sexual es indicador de la recíproca complementariedad
entre el hombre y la mujer y está orientada a la comunicación interpersonal, es
decir, a sentir, expresar y vivir el amor humano. La alteridad nos conduce al
deseo de ser más a través del otro. La relación homosexual, en cambio, es una
forma de narcisismo: la persona del otro se concibe como objeto que se usa. Se
puede decir de alguna manera que la incomunicabilidad es la regla de la
homosexualidad. La antropología adecuada afirma el carácter esponsal del
cuerpoxxviii [28] . Es necesario recuperar una antropología adecuada que
restaure el ser del varón y de la mujer

Para llegar hasta las motivaciones que conducen a la orientación homosexual,


hablaremos algo antes sobre la conducta humana.
4) NOTAS GENERALES SOBRE LA CONDUCTA HUMANA

1. La conducta sexual humana (puede ser objeto de decisión)

La conducta sexual humana es mucho más compleja que la animal; aunque


ésta nos puede instruir acerca de algunos aspectos presentes en el hombre, en
éste hay elementos propios, inexistentes en los animales. El principal es que la
conducta sexual humana (al igual que cualquier otra conducta humana) puede
ser objeto de decisión, puede ponerse o no por obra. Una decisión así no está
dentro de las capacidades del animal: éste obra llevado por sus pulsiones
instintivas y las circunstancias ambientales. Por esta razón, la conducta
humana está en una permanente tensión entre las tendencias y las decisiones.
Por otro lado, la educación humana no es, como en los animales,
domesticación (creación de condicionamientos que se apoyan sobre los
instintos), sino cultivo de la inteligencia y de la afectividad que permite al
hombre decidir libremente, de modo que pueda resistir sus inclinaciones
cuando le dificulten obrar bien, o fomentarlas cuando le ayuden (piénsese en el
control de la ira para permitir la convivencia social o en el fomento del afecto
maternal para permitir la educación de los hijosxxix [29] )

El moldeamiento de la conducta sexual, el modo en que esta se configura, no


depende solo de factores biológicos, sino también de factores psicológicos y
socioculturales. La grandeza y el drama de la libertad, afecta profundamente al
hombre en el ámbito del desarrollo de la sexualidad. Precisamente por ello, es
conveniente admitir la necesidad de la educación sexual que hagan posible el
recto y libre uso de esa función.

2. La acción es teleológica (tiende a un fin en si misma)

Según el saber filosófico, (Cfr., Ricoeur, 1981), la acción es teleológica, se dirige


siempre a un fin. La motivación es la que nos impulsa a actuar para conseguir
ese fin. Luchamos y nos esforzamos en la medida que tenemos esperanzas de
conseguir lo que deseamos. Normalmente, no luchamos por aquello que
juzgamos imposible, aunque nuestro juicio sobre los recursos pueda ser falso y
de hecho podamos alcanzar el objetivo con facilidad. Sin esperanza, sin
expectativas, no existen razones para esforzarse ni para persistir en los intentos;
no hay motivación. El estudio de la presencia o ausencia de expectativas, y de
las consecuencias en uno u otro caso, constituye una de las áreas de
investigación piscológica más importantes de los últimos años y se relaciona
íntimamente con la educación y formación de la personaxxx [30] .

3. La motivación y la esperanza en el obrar

La motivación es un concepto que utilizamos para describir la actuación de


fuerzas desde dentro del propio organismo o sobre este desde el exterior, que
tienen como consecuencia el iniciar y dirigir el comportamiento. Motivo en su
primera acepción es un adjetivo que refiere “ que mueve o que tiene eficacia o
virtud para mover” .
Los determinantes que actúan sobre la motivación son de diversos tipos: los
debidos a la herencia (disposiciones idiosincrásicas de la persona que
permanecen estables en el tiempo), los aprendidos (conductas desarrolladas y
mantenidas por el aprendizaje, los que surgen de la interacción social (por
efectos de presión o autoridad), los hedónicos (moverse hacia el placer) y los
cognitivos (aquellos que la persona selecciona y procesaxxxi [31] )

La fenomenología conceptualiza la motivación enfatizando la importancia de los


mecanismos internos y subjetivos de la motivación, resaltando los aspectos
relacionados con la necesidad, el deseo, la volición y la elección. Factores que
tienen que ver con fenómenos conscientes. El concepto de motivación, además
se utiliza para explicar las diferencias en la intensidad de comportamiento. La
intensidad de la motivación está directamente relacionada con la esperanza de
cambioxxxii [32] .

¿Qué es lo qué nos mantiene expectantes, incluso cuando las cosas no salen
como las hubiésemos deseado?: la esperanza. La virtud de la esperanza,
corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo
hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres;
protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento. El impulso de la
esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridadxxxiii [33] .

Las causas del abandono de toda esperanza son: la idolatríaxxxiv [34]


(enfermedad del espíritu que le quita el poder a Dios y se lo concede a los
hombres y a los falsos ídolos) y la pérdida del sentido del sufrimiento, relacionado
muchas veces con trastornos psicosomáticos, que generan angustia y sensación
de fracaso xxxv [35] . Las consecuencias de la pérdida de esperanza son la
presunción y la desesperaciónxxxvi [36] .

4. La pérdida de esperanza y la teoría de la ‘ indefensión aprendida’ o


‘ desamparo aprendido’

Según los principios del condicionamiento, el aprendizaje ocurre por la


asociación que se establece entre una conducta y sus resultados. Se aprende
la relación causa o efecto entre dos variables viendo el resultado de la acción.
Pero si no se descubre la relación entre la acción y los efectos que siguen de
ella, se puede llegar a pensar que esa acción no conduce a los efectos
deseados.

La teoría de la indefensión aprendida (Seligman, 1975) es en esencia la falta


de fe, de la eficacia de la propia acción para cambiar el rumbo de los
acontecimientos o para alcanzar los objetivos que se desean. Esta conclusión,
sin embargo, puede basarse en un error de apreciación, o en que las
estrategias de aprendizaje son ineficaces. Si esto fuera así, sería errónea la
conclusión de que es inútil continuar con la acción. A la sensación de
indefensión le acompaña la infravaloración personal con las frases típicas de:
“ no tengo remedio, nunca cambiaré, etc.” Muchas veces, decimos “ no
puedo” tras haber intentado insuficientemente o de manera equivocada
cambiar en diferentes aspectos e incurrimos en el síntoma de la indefensión. El
autor subraya, la palabra aprendida, para hacer constar que esta capacidad o
indefensión es real solo porque se ha aprendido, no porque esté
biológicamente determinada, y por tanto también se puede desaprenderxxxvii
[37] .

La tendencia homosexual aparece en el hombre como consecuencia de un


estado de indefensión ante situaciones psicobiográficas que no puede controlar,
y que afectan directamente a su identidad sexual.

La persona con inclinación homosexual, no ha podido asumir injusticias,


experiencias traumáticas, humillaciones, sentimientos de inferioridad
desarrollados en la infancia y en la adolescencia por diversos motivos. Esto le
conduce a un desorden interno afectivo-sexual de carácter neurótico que intenta
compensar dirigiendo su atracción sexual hacia personas del mismo sexo.
Cuando la persona ha intentado muchas veces reconducir esa tendencia y ha
fracasado en el intento, puede desarrollar la llamada indefensión aprendida.

Las consecuencias del fracaso en el intento de conseguir los objetivos, provocan


una distorsión cognitiva, creando una predisposición negativa a encontrar
nuevas estrategias de ayuda, junto a una falta de motivación. Al estado de
desesperanza, sigue la depresión. Según Seligeman, la depresión es el estado
de ánimo que se deriva de la comprobación subjetiva de que una situación
traumática es incontrolable o se cree que no la va a poder controlarxxxviii [38] .
La persona pierde sus expectativas de cambio, cae en la abulia y la persona
deja de luchar. Es el momento oportuno de intentar buscar ayuda terapéutica o
de recibir el consejo de alguien que ya ha dejado de luchar hace mucho tiempo,
y que sin resolver su conflicto, busca con quien identificarse, para ganar adeptos.

Vamos a poner un ejemplo real que ilustre el tema en dos personas con serias
tendencias homosexuales. En función de los factores que motiven sus
expectativas (formación moral, experiencia de fe, recursos terapéuticos, buenas
amistades, ayuda espiritual, etc.), sus decisiones se moverán hacia la
desesperanza o hacia la esperanza del cambio hacia la heterosexualidad: Los
dos son varones, cristianos, casados y con familia. Ambos querían reconducir su
tendencia homosexual y pensaron que el casarse sería una buena solución.
Ambos tenían la ayuda espiritual que les proporcionaba la Iglesia, pero a lo largo
de su matrimonio, sentían un sentimiento de frustración, ya que no se habían
podido desligar de su tendencia homosexual, con el consiguiente sufrimiento
moral. En un momento de su historia cada uno recibe dos consejos distintos: La
primera persona lleva una vida aparentemente normal con su familia, auque tiene
altibajos, pero recuperándose de las caídas a través del sacramento de la
penitencia. Poco a poco, empieza a deprimirse y alguien muy cercano y con
autoridad sobre él, le descubre que tiene un problema similar al suyo
identificándose con él: “ Deja de luchar, no hay solución para ti, yo hace tiempo
que he dejado de hacerlo, llevo una doble vida y no se entera nadie” . La
segunda persona vive una situación familiar parecida desde hace años, pero
además su insatisfacción le conduce al alcoholismo. Este hombre recibe otro
consejo opuesto totalmente: “ Mira, tienes un problema que te está destruyendo
la vida, estás sumido en el alcohol y en una depresión. Conozco un terapeuta
que te puede ayudar, porque la bebida y la depresión, son síntomas de la
insatisfacción tan profunda que tienes” . Ambas personas hicieron caso a sendos
consejos: La primera persona creyó que la Iglesia lo había engañado y se alejó
de ella. Cayó en una crisis y estuvo a punto de dejar su trabajo y su familia. Su
aspecto físico cambió totalmente, se volvió huraño y solitario. La segunda
persona sigue en la Iglesia y hace un año que ha dejado de beber, ha roto con
su pareja homosexual y está luchando por reconstruir su persona y su familia.

¿Qué podemos deducir de estos dos casos? : A primera vista, parece que la
ayuda espiritual no sea efectiva, pero esto no es así en realidad. La gracia, la
oración y la vida de fe sostienen al hombre en su tribulación, y le regeneran por
dentro a través de los sacramentos, iluminando su propio bien, e instruyéndole
en el discernimiento. Gracias a la fe, estos hombres se habían mantenido firmes
durante muchos años, en medio de su debilidad. Pero el hombre es libre para
decidir y las acciones nos transforman para bien o para mal.

El primero de ellos, al aceptar el mal consejo recibido, ha perdido la esperanza


de poder cambiar. Al resistirse a la acción de la gracia, su tendencia ha emergido
con más fuerza que nunca y le ha confirmado que “ nunca iba a poder cambiar” .
Ha caído en la desesperación y en la presunción. El otro, en cambio al admitir
una ayuda terapéutica para poder ser ayudado, ha mantenido las expectativas
de cambio.

5. ¿Cómo puede la persona recuperar la esperanza?

¿Por qué unas personas son capaces de no desesperarse en unas situaciones


y otros sí? Cada persona da una respuesta a los acontecimientos adversos que
le ocurren, atribuyéndolo a una causa distinta. Esto influirá en que puedan
deprimirse más o menos. Esto nos remite al conocido tema de encontrarle
sentido al sufrimiento. La atribución causal o explicación que damos a nuestros
actos, los de otras personas o los de la sociedad, determinan nuestras
expectativas y estas son la savia de la motivación. Uno de los postulados básicos
de la logoterapia estriba en que el interés principal del hombre, no es encontrar
placer, o evitar el dolor, sino encontrar un sentido a la vida, razón por el cual el
hombre está dispuesto a sufrir a condición de que el sufrimiento tenga un
sentidoxxxix [39]

El hombre necesita conocer por qué le suceden las cosas. Reinterpretar la


historia adecuadamente ilumina el sentido del sufrimiento en el hombre y hace
recobrar la esperanza para seguir obrando en la dirección acertada. El cristiano
sabe por experiencia que la mejor manera de iluminar el sufrimiento es a través
de la gracia, que le devuelve al hombre la alegría y el ánimo que fortalece su
voluntad. La palabra es también un instrumento para llegar al corazón del
hombre, conmover y desear el bien.

5) ¿QUÉ MOTIVA LA ORIENTACIÓN HOMOSEXUAL EN LA PERSONA?

Según el Dr. Polaino, hay un hecho irrebatible: sociológicamente se han


multiplicado el número y las consultas de terapeutas de la sexualidad. La
estimación para este tipo de profesionales en EE.UU. es de alrededor de 5000.
Por esto es una incongruencia afirmar por un lado que no existe sexualidad
patológica (cualquier conducta sexual sería válida, con tal de que satisfaga al
que la practica) y de otro que aumente el número de terapeutas en sexualidad.
Por otra parte, siendo la sexualidad humana una función psicobiológica más, tan
natural como las restantes, resultaría extraño que la persona pudiera padecer
alteraciones psicopatológicas en todas y en cada una de sus restantes funciones
(inteligencia, memoria, afectividad), y que el desarrollo de la sexualidad, jamás
pudiera alterarsexl [40] .

Gerard J. M. van den Aardweg, un acreditado psicólogo holandés, catedrático


desde hace más de treinta años, afirma que no existe ninguna fundamentación
científico suficientemente demostrada que avale que la homosexualidad tiene un
origen genético. No existe “ per se” la persona homosexual. La persona humana
es heterosexual, y si no puede sentirse así existe un problema que distorsiona la
imagen de su yoxli [41] . Según diversos autores (Fitzgibbons, Bieber, Friedman,
Aardweg...) las causas más comunes que predisponen a las personas hacia la
homosexualidad son causas psicobiográficas. Un complejo de incomprensión,
de fracaso, de no ser querido, provoca una imagen de inferioridad acompañada
de autocompasión. Es un sentimiento de inferioridad en su identidad sexual que
da lugar al complejo de inferioridad homosexual, que describe rasgos de una
personalidad neurótica, afectando la dimensión afectivo-sexual de la persona.
Según el Dr. Aardewg, la homosexualidad corresponde a la categoría de las
neurosisxlii [42] .

“ Existe un amplio consenso entre los actuales estudiosos de la psicogénesis


de la homosexualidad, en que es inherente al desarrollo homosexual una auto-
actitud de masculinidad/feminidad frustrada, es decir, un complejo de inferioridad
en cuanto a la propia masculidad/feminidad, una identidad sexual deficiente. En
segundo lugar, existe amplio consenso en que el impulso homosexual se originó
como compensación ante esta escasa identificación masculina, femenina. Es
fundamentalmente un ansia de afecto y reconociendo por parte de aquellas
personas del mismo sexo a quienes se admira e idolatra. De ahí que todos los
hombres homosexuales busquen ante todo modelos de masculinidad y que, en
sus contactos deseen obtener el amor varonil que no encontraron,
fundamentalmente de la figura paterna. La teoría más en boga es que la
homosexualidad se basa en una perturbación del llamado «sentido de identidad
sexual». La realidad demuestra que las personas homosexuales están
afectadas no sólo en su faceta sexual, sino en todo su mundo emotivo. Su vida
emotiva coincide mucho, por ejemplo, con la de tipo ansioso, compulsivo o
depresivo, caracterizada por depresiones, nerviosismo, problemas relacionales
y psicosomáticos. No son capaces, en determinados aspectos de su vida
emotiva, de madurar y de ser adultos y, pese a querer aparentar jovialidad y
alegría no son felices interiormente. La causa no está en la discriminación de la
que se quiere acusar a la sociedad que les haría «víctimas» de ella, sino en
fuerzas que actúan en el interior mismo de los interesados” xliii [43] . “ En suma,
la homosexualidad resultaría según el biólogo Vincent "de un déficit de la función
de alteridad. En el reconocimiento del otro, función primordial del amor, el
homosexual elegiría lo mismo, sin querer afrontar la diferencia".xliv [44]
Por ello, aunque en la actualidad la homosexualidad no esté definida como un
trastorno de identidad sexualxlv [45] , sino de orientación sexual, parece claro
que en toda persona con inclinación homosexual subyace un trastorno de
identidad sexual más o menos consciente. Un trastorno de identidad sexual,
puede dar lugar o no a una orientación homosexual, pero toda orientación
homosexual, conlleva un conflicto de identidad sexual. El trastorno de identidad
sexual emerge desde el lo más íntimo del ser como un doloroso conflicto que
desintegra poco a poco a la persona, disociándola entre lo que es como un don
y lo que desea ser como negación a ese don. El no reconocimiento del “ yo” , al
identificase con el sexo contrario, sumerge a la persona en la inseguridad del
desconocimiento de uno mismo y en la soledad originaria del hombre.

Los conflictos más comunes que predisponen a las personas hacia la


homosexualidad son 1- la soledad y la tristeza, 2- profundos sentimientos de ser
inadecuado y la falta de auto aceptación, 3- la desconfianza y el miedo, 4- el
narcisismo, 5- el excesivo sentido de responsabilidad, 6- el maltrato sexual en la
niñez y 7- el enfado excesivo consigo mismo. Durante los períodos de tensión,
estas dificultades internas se activan. Entonces pueden surgir fuertes
tentaciones homosexuales en un intento por encontrar alivio o un escape al dolor
emocional inconsciente.

Esta dinámica de dolor emocional que puede llevar a la homosexualidad rara vez
se manifiesta durante la infancia, pero normalmente se revela al principio de la
adolescencia” xlvi [46] .

De todos estos factores, solamente vamos a resaltar los que predisponen a la


persona a una falta de identificación con el progenitor de su propio sexo, y los
que predisponen a la falta de identificación con sus iguales del mismo sexo.

1. Soledad y tristeza

El Dr. Richard Fitzgibbons, observa en sus investigaciones que el pasado, la


causa que con más frecuencia se veía de la tristeza que puede conducir a la
homosexualidad en los muchachos era el rechazo, durante la infancia y la
adolescencia, por parte de sus compañeros, con motivo de sus limitadas
aptitudes atléticas. Más recientemente, el fracaso matrimonial y familiar, con casi
un 45% de niños y adolescentes que viven separados de sus padres, ha
producido serios problemas de tristeza y soledad en la juventud. El Papa Juan
Pablo II, en su Carta a las familias de 1994, ha descrito la trágica suerte de estos
jóvenes, caracterizando a muchos de ellos como "huérfanos con padres vivos".

Cuando no se satisface la necesidad de cariño, aprobación, afecto físico y ánimo


de un padre, se desarrolla un vacío interior comúnmente llamado "hambre de
padre". En un intento por superar este dolor, algunos adolescentes y jóvenes
adultos buscan el confort de ser abrazados por otro hombre. En su experiencia
clínica ha observado que mientras más temprano es el abandono paterno, mayor
es la posibilidad de que se desarrollen tentaciones homosexuales. Mientras que
muchos hombres no han recibido el ánimo y afecto físico de sus padres, y nunca
han desarrollado inclinaciones homosexuales, los particularmente vulnerables
son aquellos que, a causa de limitadas actitudes atléticas, tampoco fueron
aceptados por sus compañeros. También, en algunos chicos especialmente
sensibles, un continuo maltrato por parte de sus hermanos mayores produce una
soledad interior que puede llevarlos a sentir inclinaciones homosexuales.

La falta de cariño, afecto y ánimo de una madre también puede producir un vacío
y una terrible tristeza. Algunas chicas intentan llenar ese vacío del amor materno
dulce y consolador por medio del comportamiento homosexual. Esta "soledad
sin madre" no se observa tan a menudo como la "soledad sin padre", porque las
madres generalmente tienen mucha más libertad a la hora de comunicar su amor
y su ánimo a los hijos que la que tienen los padres.

Algunos adultos que se sienten muy frustrados y solos porque todavía no han
encontrado la persona correcta para casarse, caen en un comportamiento
homosexual en su intento de aliviar esa soledad. Algunas personas casadas
comenten actos homosexuales como resultado de la tensión y soledad en su
matrimonio. También, la tristeza y la soledad que se siente después de un serio
fracaso matrimonial puede resultar en una conducta homosexual, porque estas
personas tienen miedo de volverse vulnerables ante alguien del sexo opuesto.
Este tipo de conducta ocurre más frecuentemente en las mujeres.

2. Profundos sentimientos de ser inadecuado y falta de auto aceptación

La homosexualidad también puede ser el resultado de fuertes sentimientos de


inseguridad. La desconfianza en sí mismo se suscita por el rechazo de padres,
compañeros, hermanos u otras personas significativas en las cuales se ha
depositado la confianza. En un intento inconsciente de deshacer una historia de
rechazos, la persona busca reafirmarse y ser aceptado por miembros del
mismo sexo. En la experiencia clínica este doloroso conflicto emocional se
observa mucho más frecuentemente en hombres que en mujeres.

La autoestima se basa principalmente en la aceptación de un modelo de


conducta en la primera infancia, el niño de su padre y la niña de su madre. Todo
niño pequeño añora recibir la aceptación, al apoyo y el ánimo de su padre -- de
esta forma establece un sentido positivo y un grado de bienestar consigo mismo.
Aunque el amor de una madre es esencial para los niños, no es tan importante
como el amor y la afirmación del padre para la formación de una sana identidad
masculina. La falta de reacciones positivas de un padre produce una seria
debilidad en la imagen masculina y una falta de auto aceptación. Muchos de los
que sufren inclinaciones homosexuales crecieron de niños pensando que nunca
podrían agradar a sus padres. Los abusos sexuales suelen desarrollar un
desprecio hacia la propia identidad sexual

Sin embargo, las desilusiones más comunes de la vida infantil que producen
inclinaciones homosexuales son el resultado de los rechazos por parte de
amigos a causa de una deficiente coordinación psicomotriz y atlética. Esta es
una limitación especialmente dura de tener en una cultura obsesionada hasta tal
punto con el éxito deportivo que se llega a considerar ese éxito como el indicador
principal de la masculinidad. Los niños que no son buenos atletas son a menudo
víctimas del rechazo y del ridículo. Frecuentemente les dan apelativos femeninos
y les llegan a decir que corren o juegan como una niña. A medida que estos
rechazos continúan año tras año, estos chicos se sienten cada vez más
inadecuados, confusos, solos y débiles. El maltrato de los compañeros produce
en ellos una imagen muy deficiente de su cuerpo y de su masculinidad.

La necesidad de ser aceptado por otros varones es esencial para el desarrollo


de una positiva identidad masculina y es anterior al nivel de desarrollo
adolescente. Si la auto aceptación no ocurre por medio de la afirmación de otros
compañeros, raramente podrá un muchacho sentirse atraído hacia las
muchachas.

Los conflictos básicos de una baja autoestima se manifiestan de diferentes


maneras en los varones que tienen inclinaciones homosexuales. Entre estos
conflictos se encuentran: una atracción obsesiva hacia hombres atléticos y
musculosos; una necesidad excesiva de actuar de forma agresiva; una
necesidad compulsiva de aumentar la musculatura; y un profundo sentimiento
de no ser amados.

6) PREVENCIÓN

* Prevención por los padres

El Diagnostic and Statistical Manual IV (APA 199450) de la Asociación


Psiquiátrica Americana ha definido la Desordenada Identidad de Género (GID)
(o Trastorno de Identidad Sexual ) en niños como una fuerte y persistente
identificación con el sexo opuesto, insatisfacción con el propio sexo, y
preferencia por papeles del sexo opuesto en juegos o fantasías. Algunos
investigadores (Friedman 1988, Phillips 199251) han identificado otro síndrome
no tan pronunciado en niños – sentimientos crónicos de no ser masculinos,
(unmasculinity). Estos niños, si bien no se envuelven en ningún juego de
sexualidad cruzada, o tales fantasías, se sienten profundamente inadecuados
en su masculinidad y tienen una reacción casi fóbica a los juegos violentos en
la infancia y mucha aversión a deportes de equipos. Varios estudios han
mostrado que niños con Trastorno de identidad sexual y niños con
sentimientos crónicos de no ser masculinos están expuesto al riesgo de
homoerotismo en la adolescencia .(Newman 1976; Zucker 1995; Harry 198952)

“ Si las necesidades emocionales y de desarrollo de cada niño se satisfacen


adecuadamente tanto por la familia como por sus iguales, el desarrollo de
atracción homoerótica es muy poco probable. Los niños necesitan cariño,
alabanzas y aceptación por ambos padres, por sus hermanos y por sus iguales.
Tales situaciones familiares y sociales, sin embargo, no siempre se establecen
con facilidad y las necesidades de los niños pueden no ser fácilmente
reconocibles. Algunos padres pueden estar luchando con sus propios
problemas y ser incapaces de proporcionar la atención y el apoyo que el niño
requiere. Algunas veces los padres hacen esfuerzos grandes, pero la
personalidad del niño hace que el apoyo y la educación sean más difíciles.
Algunos padres reconocieron signos incipientes y buscaron atención y consejo
profesional, y se les dio consejos inadecuados y a veces erróneosxlvii [47] ” .
Para algunos, experiencias negativas en la niñez pueden ser contrarrestadas
por interacciones positivas, reforzando especialmente la relación afectiva con
su propio progenitor del mismo sexo, o favoreciendo el contacto con algún
familiar que el niño admire y pueda ser un modelo de referencia para su
identidad sexual. Es importante favorecer actividades con varones de su edad,
en los que se pueda sentir integrado y su autoestima no sufra. La presencia y
el poder de la gracia de Dios, si bien no puede ser medido en todos los casos,
no puede ser ignorado como factor que puede ayudar a los sujetos al riesgo
para evitar la atracción homoerótica. “ El etiquetar a un adolescente, o peor, a
un niño, como “ homosexual” sin remedio hace un muy flaco servicio a la
persona. Tales adolescentes o niños pueden, dada la intervención positiva
adecuada, recibir consejos adecuados para poder superar el problema de
traumatismos emocionales anteriores” xlviii [48] .

* Prevención por los educadores

Los complejos homosexuales se pueden evitar educando a un muchacho como


muchacho y a una chica como tales. Hay que evitar la ambigüedad sexual en
los modos de vestir y de comportarse. Los sacerdotes y educadores tienen un
papel importantísimo cuando aportan al crecimiento psicológico una
contribución mucho mayor de la que a veces son conscientes.

“ El Dr. Aardweg, expresa desde su experiencia: Hay directores espirituales


que animan correctamente a los homosexuales a vivir la castidad y el dominio
de sí mismos, pero de hecho consideran que es imposible desarraigarla. Es
muy equivocada la actitud de quien, de buena fe, pero víctimas probablemente
de la escasa difusión de las experiencias terapéuticas, consideran que el mejor
modo de ayudar las personas homosexuales es sólo enseñarles la resignación
y la aceptación del sacrificio que supone su situación, renunciando a animarles
y ayudarles a salir de ella, con paciencia y perseverancia. El camino de la
curación de los homosexuales no pasa por una mala entendida compasión y
mucho menos por la aceptación de su situación como «normal. Es
impresionante y doloroso constatar cuántos médicos, terapeutas, sacerdotes,
psicólogos ignoran el deseo de cambiar que tienen muchas personas con
tendencias homosexuales” xlix [49] .

Según el psiquiatra Richard Fitzgibbons, la mayoría de los católicos saben muy


poco o nada acerca de las causas emocionales de la inclinación y conducta
homosexuales. Tampoco conocen el poderoso papel que la espiritualidad
católica puede jugar en la curación de la homosexualidad. Las razones de esta
ignorancia son muchas e incluyen: la escasa difusión de escritos que traten sobre
el valor de la fe católica y de los sacramentos para la curación de la
homosexualidad; el fracaso de la terapia tradicional en lograr el mismo objetivo;
las opiniones en las Asociaciones de Psiquiatría y Psicología de EE.UU de que
homosexualidad no es un desorden; la influencia que poderosos grupos ejercen
sobre los medios de comunicación social y sobre la educación, los servicios
sociales, los servicios de salud y la política.

La falta de conocimiento sobre las causas de la homosexualidad se extiende


también a aquellos que dirigen a adolescentes y adultos. Los terapeutas
frecuentemente dicen a aquellos que buscan ayuda en este sentido, que la
doctrina de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad es insensible hacia los
homosexuales, poco científica y errónea. Les aconsejan que se acepten como
personas creadas homosexuales por Dios.

7) LA RESTAURACIÓN DE LA IDENTIDAD EN LA PERSONA


HOMOSEXUAL: HACIA UNA TERAPIA INTEGRAL

“ Realmente, no existe una definición unívoca de psicoterapia. Comprende, por


tanto, la actividad educativa y la dirección La finalidad de la terapia no consiste
en hacer que el paciente no experimente el sentimiento de culpabilidad, sino en
reeducar sus funciones, poniéndolo de nuevo en condiciones de espíritu
verdaderamente humano. Para los pacientes católicos se plantea la pregunta
de si es lícito evocar a la conciencia experiencias, fantasmas o impulsos
objetivamente desordenados. Pío XII en 1958 dice que no” l [50]

Viktor Frankl, en “ El hombre en busca de sentido” denuncia que cada edad


tiene su propia neurosis colectiva y cada edad precisa su propia psicoterapia
para vencerla. El vacío existencial es la neurosis masiva de nuestro tiempo,
como una forma privada y personal de nihilismo (aseveración de que el ser
carece de significación) Existe un riesgo enorme en la psicoterapia actual de
enseñar la “ teoría de la nada” del hombre. El fatalismo neurótico se ve alentado
y reforzado por una psicoterapia que niega al hombre su libertad.

¿SE PUEDE CURAR LA HOMOSEXUALIDAD?

No es políticamente correcto hablar de ello, pero la mayoría de los psiquiatras y


psicólogos están convencidos de que es inútil dedicar tiempo a curar la
homosexualidad. En esta sociedad subyace el convencimiento moral de que la
homosexualidad o es algo innato o es fruto de una libérrima elección y que no
es ningún mal para la persona que lo manifiesta. Que “ los homosexuales no
pueden cambiar” es una idea común en nuestra cultura, reforzada por mucho
de lo que uno escucha y lee, pero, ¿es verdad?

El tratamiento conductual de los problemas de orientación sexual, estuvo


caracterizado durante muchos años, a partir de los años 70, por un
acercamiento terapéutico unidimensional, centrado en la eliminación de las
conductas problemáticas conceptualizadas y hábitos desadaptativosli [51] . Se
utilizaba la terapia de aversión y posteriormente la de desensibilización
progresiva, pero no se incidía en la parte del conflicto intrapsíquico de la
persona, donde enraizaba el conflicto. Otras terapias incidían más en el
aspecto psicoanalítico. En cuanto al éxito de la psicoterapia en el tratamiento
de la homosexualidad, en 1962, Bieber informó que hubo una tasa de curación
del 27% basada en el psicoanálisis. Una encuesta reciente de 285
psicoanalistas que trataron a 1.215 pacientes homosexuales arrojó que el 23%
cambió hacia la heterosexualidad. Estos enfoques tradicionales de tratamiento
no utilizaron un proceso de perdón para resolver el resentimiento interior ni una
espiritualidad cristiana para la tristeza, la baja autoestima y la desconfianza.

Solamente algunos autores han desarrollado una terapia que reoriente todas
las dimensiones de la persona. El Dr. Richard Fitzgibbons ha tenido la
experiencia de que cuando el perdón y la espiritualidad cristiana son partes
esenciales del tratamiento, la tasa de curación de la homosexualidad es cerca
del 100%lii [52] . Para curar y prevenir la indefensión en las personas con
orientación homosexual hay que cambiar las expectativas de las personas
sobre el sentido de su existencia y sobre su pesimismo ante los
acontecimientos adversos, y dar una instrucción metacognitiva, donde se
reconozca la necesidad de abrir la conciencia a la trascendencia. Numerosos
estudios demuestran cada vez más que el bienestar de una persona está muy
relacionado con el sentido de la trascendencia. El Dr. Herbert Benson,
presidente del Instituto Médico Psicosomático de EE.UU. afirma en sus
investigaciones, que “ la creencia en algo superior está inexorablemente
conectada con el cuerpo, como el cuerpo lo está con la mente” .

En la experiencia clínica de los últimos 20 años, el psiquiatra Richard Fitzgibbons


ha sido testigo de la curación del dolor emocional que causaba la
homosexualidad en varios cientos de hombres y mujeres. Su proceso de
curación ocurrió, primero, a través de una psicoterapia que identificaba los
orígenes de sus conflictos, y luego, por medio del perdón y de una espiritualidad
católica.

Nadie niega que una persona pueda cambiar su conducta, al menos en términos
de decidir estar sexualmente activo o no. También una persona puede escoger
la manera cómo identificarse. Pero ¿qué hay acerca de la atracción y el deseo?
¿Y qué hay de las fantasías? ¿Puede cambiar esto ¿Existe alguna evidencia de
que una persona homosexual pueda llegar a ser exclusivamente heterosexualliii
[53] ?

Otros autores, como el psicoanalista Dr. Aardweg reportó en su trabajo 101


personas (aproximadamente la mitad eran exclusivamente homosexuales y la
mitad eran bisexuales) Sus objetivos eran “ Cambio radical” y “ la restauración
de la completa heterosexualidad” Cincuenta y ocho de esos clientes
permanecieron en tratamiento por más de 8 meses. Cinco hombres que eran
homosexuales exclusivamente experimentaron un “ Cambio radical” y se
volvieron heterosexuales. El periodo de seguimiento fue dos o más años.
Respecto a la metodología del Dr. Aardweg, consta de dos partes: la primera
consiste en hacer adquirir al interesado una visión clara de la propia identidad y
de su propio mundo afectivo; la segunda, en afrontar esa situación. Llevamos a
las personas a reírse de sí mismas (sentido del humor puede ser muy saludable)
y a la adquisición de hábitos positivos: valentía, honestidad consigo mismo,
autodisciplina, capacidad de amar a los demás; así, hasta lograr que el
homosexual pierda sus hábitos neuroinfantiles. Es esencial neutralizar la
autoconmiseración crónica. Es obligado decir que:

- En un treinta por ciento de los casos, la curación es completa:


acaban desarrollando actitudes y hábitos sexuales normales y afectivos y una
vida emotiva adulta. Por supuesto, una curación sólo sexual no sería una
curación completa.

- Otro treinta por ciento de personas cambia más o menos


gradualmente, pierde sus obsesiones homosexuales y asume una actitud
emotiva nueva, aunque no lo suficiente para poder hablar de curación
completa.

- Hay otros que progresan con extremada lentitud por su estado


neurótico grave, pero también éstos, si son ayudados por una asistencia y un
tratamiento constructivos, adquieren fuerza y coraje y poco a poco van
perdiendo sus depresiones, nerviosismos y ansiedadesliv [54] .

Incluso Robert Spitzer, el famoso investigador psiquiátrico de la Universidad de


Columbia, que estuvo envuelto directamente en la decisión de 1973 de retirar la
homosexualidad de la lista de desórdenes mentales de la Asociación
Psiquiátrica Americana, recientemente se ha envuelto en un estudio sobre la
posibilidad del cambio. El Dr. Spitzer afirmó en una entrevista: “ Estoy
convencido de que muchas personas han hecho cambios sustanciales hacia
llegar a ser heterosexuales... Creo que eso hace noticia... Empecé este estudio
escéptico. Ahora afirmo que tales cambios pueden ser mantenidos.” (NARTH
2000)lv [55] .

FINES DE UNA TERAPIA INTEGRAL: ayuda somática, psíquica y espiritual

Psicológicamente, las atracciones y los actos homosexuales vienen de heridas


emocionales muy específicas y de conflictos en la infancia, la adolescencia y la
vida adulta. Estas heridas no han sido plena y claramente identificadas en el
pasado por los profesionales de la salud mental ni han sido curadas en la
mayoría de los casos. Las razones de este fracaso son que el campo de la
salud mental está aún en etapa de desarrollo y no ha entendido ni incorporado
el perdón como remedio al enfado tan significativo en estas personas, ni ha
proporcionado una espiritualidad cristiana para resolver la tristeza, la
desconfianza, la baja autoestima y el comportamiento adictivo. La espiritualidad
católica, combinada con una buena psicoterapia puede lograr la curación
completa de las personas que padecen este desordenlvi [56] .

Haciendo referencia al documento de la Asociación Católica de Médicos,


podemos afirmar “ que todos los terapeutas no trabajan de la misma manera.
Casi sin excepción, aquellos que consideran la terapia de ayuda a las personas
con orientación homosexual como contraria a la ética, también rechazan la
abstinencia de actividad sexual extramatrimonial, como una meta mínima
(Barrett199697) y entre los terapeutas que aceptan los actos homosexuales como
normales, son muchos los que no encuentran nada malo en la infidelidad dentro
de relaciones comprometidas (Nelson 198298), contactos sexuales anónimos,
promiscuidad general, auto-erotismo (Saghir 1973), sadomasoquismo, y varias
parafilias. Algunos llegan a propiciar la reducción de restricciones sobre
relaciones sexuales entre adultos y menores (Mirkin 199999) o niegan el impacto
psicológico negativo del abuso sexual de niños. (Rind 1998, Smith 1988 100).
Debe señalarse que los católicos no pueden apoyar formas de terapia que
fomentan el reemplazo de un desorden sexual con otro. (Schwartz 1984)
Algunos terapeutas, por ejemplo, no consideran a un paciente como ‘ curado’
hasta que pueda envolverse cómodamente en actividades sexuales con el sexo
opuesto, aunque el paciente no esté casado. (Masters 1979) Otros
estimulaban al paciente a masturbarse empleando imaginaciones
heterosexuales. (Blitch 1972; Conrad 1976). Hace poco una sexóloga que
colabora con nosotros, me decía: nada que no sea bueno para mi o para mi
vida de pareja, debe ser bueno para otros, refiriéndose a las técnicas de
masturbación, para desensibilizar al paciente.

Para una persona con atracción hacia su mismo sexo, la meta de la terapia
debiera ser la libertad de vivir castamente de acuerdo a su estado en la vida.
Algunos de los que han sentido atracción por el mismo sexo creen que están
llamados a una vida de celibato. No debiera hacérseles creer que han
fracasado en el intento de adquirir libertad, porque no experimenten deseos
sexuales por el sexo opuesto. Otros pueden querer casarse y tener hijos. Hay
buenas razones para esperar que muchos van a poder alcanzar esta meta a su
debido tiempo. Sin embargo, no debiera estimulárselos a precipitarse a un
matrimonio, ya que hay abundante evidencia de que el matrimonio no es cura
para la atracción por el mismo sexo” .

Todas las personas estamos llamadas a la castidadlvii [57] y las personas con
orientación homosexual también. La virtud de la castidad integra la sexualidad
en todos sus dinamismos y le concede al hombre el autodominio para donarse
al otro. Nadie puede darse, si no se posee antes. La castidad implica un
aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humanalviii
[58] . El dominio de sí es una obra que dura toda la vida. Nunca se la considera
adquirida de una vez para siempre. Supone un esfuerzo reiterado en todas las
edades de la vida. El esfuerzo requerido puede ser más intenso en ciertas
épocas, como cuando se forma la personalidad, durante la infancia y la
adolescencialix [59] .

La virtud de la castidad se desarrolla en la amistad con el prójimo, desarrollada


entre personas del mismo sexo o de sexos distintos y conduce a la comunión
espiritual. La castidad está informada por la caridad que es la forma de todas
las virtudes.

Cuántas veces hemos escuchado en los matrimonios: me gustaría que mi


marido fuera mi amigo. Solo me habla cuando quiere acostarse conmigo. ¿Qué
quiere decir la esposa con esta frase? Que en su relación conyugal falta la
caridad y la comunión espiritual que promueve la confianza mutua y el no
sentirse utilizado en la relación sexual. La mujer necesita sentirse amada y
deseada por el varón en la relación sexual y entregarse a él en su totalidad
(espíritu encarnado), y el varón necesita ser recibido en la relación sexual en
plenitud.

La castidad está informada por caridad y el amor es la única manera de llegar al


corazón del hombre. El amor constituye la única manera de aprehender a otro
ser humano en lo más profundo de su personalidad, ya que nadie puede ser
totalmente conocedor de la esencia de otro ser humano si no le amalx [60] .
¿Cómo llegar al corazón de las personas que sufren, que han perdido el sentido
de su vida? ¿Cómo poder entregarse a aquel que es diferente a ti?. ¿Cómo
poder conocer su esencia y amarla? ¿Cómo poder curar y restaurar tantas y
tantas heridas en el corazón del hombre?.

Sólo el amor de Dios es capaz de superar la dolorosa soledad y tristeza, así


como los miedos y las inseguridades al proporcionar un sentimiento de haber
sido amado profundamente, de ser especial y de haber sido protegido en todas
las etapas de la vida. A medida que las heridas emocionales se curan, las
inclinaciones y conductas homosexuales disminuyen y con el tiempo
desaparecen.

Para admitir la terapia es necesario:

- Conmover el corazón  Devolver la Esperanza

- Convencer a la razón  Entender el conflicto

- Formar y reeducar la conciencia  Reconocer la verdad sobre el hombre


y tener

rectitud de intención

Dentro de la terapia

- Promover la Reconciliación  Restaurar las ofensas e injustitas

- Promover la identificación con el

propio sexo y valoración del sexo  Restaurar la identidad sexual

contrario

- Fortalecer la voluntad  Reconducir el ejercicio de la dimensión


afectivo-

sexual en el ámbito social

Para todo ello, es importante la ayuda de la gracia, los sacramentos,


apoyo de la comunidad y un orientador y terapeuta con experiencia. Los puntos
más importantes a tratar dentro de la terapia son según el psiquiatra Richard
Fitzgibbons:

1. Entender

La identificación y el entendimiento de los conflictos emocionales en las


diferentes etapas de la vida son los primeros pasos en el proceso de
recuperación. Las heridas ocurren en su mayoría durante la infancia y la
primera parte de la adolescencia y surgen de decepciones con padres,
hermanos y compañeros. Este dolor normalmente se niega, pero vuelve a
surgir con la máscara de tentaciones homosexuales. Sin embargo, para
algunos, las atracciones homosexuales puede que no se manifiesten hasta
después de los 20 ó 30 años. En esos casos, algún trauma de la vida adulta
suscita inconscientemente los traumas no resueltos de la infancia y la
adolescencia. Poco a poco van entendiendo el origen de su conflicto. A medida
que el proceso de entendimiento progresa, ocurren una serie de cambios
emocionales. Inicialmente, muchos dicen que sienten alivio, felicidad y
agradecimiento porque por primera vez han sido capaces de identificar alguna
causa de sus actos y tentaciones homosexuales. El dolor emocional puede
intensificarse por un tiempo a medida que la persona recuerda y revive
emocionalmente las heridas del pasado. Algunos pacientes pueden necesitar el
apoyo de medicamentos durante esta fase de la curación.

2. Perdonar

La resolución de un enojo excesivo es esencial para la curación de varios


desórdenes emocionales y adictivos, así como para la curación de la
homosexualidad. Las dolorosas decepciones durante la infancia y la
adolescencia producen un enfado muy fuerte, así como tristeza, desconfianza y
baja autoestima. No es posible resolver la soledad, el miedo, el
comportamiento compulsivo y la inseguridad sin eliminar primero el pozo de
resentimiento relacionado con estas emociones. Los rechazos de la infancia
por parte de los amigos y los padres llevan primero a la tristeza y después al
enojo. La emoción del enfado actúa entonces a modo de "cápsula" de la
tristeza en las diferentes etapas de la vida. Para desalojar la tristeza, la cápsula
de enojo tiene que romperse. Y esto sólo se logra por medio del perdón,
porque la sola expresión del enfado no libera en realidad a nadie de un
resentimiento o amargura interior.

En el pasado, a los que buscaban terapia para curar la homosexualidad rara vez
se les invitaba a resolver los sentimientos de hostilidad hacia el padre y los
compañeros, ni tampoco se les daba ningún consejo sobre el perdón. El no
enfocar ni recomendar un tratamiento efectivo para el enfado que estaba oculto
es una razón fundamental del por qué la terapia tradicional no producía más
mejorías clínicas significativas. La otra razón era el no darse cuenta del valor de
la espiritualidad en el proceso de recuperación.

Al principio del tratamiento y regularmente durante el mismo, se les informa a los


pacientes que sin la resolución del enfado relacionado con las heridas del pasado
es improbable que terminen sus tentaciones o comportamientos homosexuales.

A los pacientes se les da la opción de perdonar en tres niveles: el cognitivo, en


el cual se toma la decisión de perdonar aunque el individuo no sienta ganas de
hacerlo; el emocional, en el cual se llega a comprender a aquellos que han
causado las heridas y en consecuencia el paciente siente ganas de perdonar; y
el espiritual, cuando la persona ha sido herida tan profundamente que de hecho
no puede perdonar por sí misma, por lo cual le pide a Dios la gracia de perdonar
y de llevarse el enfado.
Al principio del proceso del perdón, la persona intenta imaginarse a sí misma
durante un episodio doloroso del pasado y toma la decisión de abandonar su
enfado hacia quien le causó el dolor. Al mismo tiempo se esfuerza por
comprender los motivos de esa persona que le hirió. Este proceso normalmente
comienza como un ejercicio intelectual o cognitivo, como una decisión de
perdonar para superar el dolor, aunque emocionalmente no se tenga ninguna
inclinación de perdonar. Con frecuencia, se gasta una cantidad considerable de
tiempo y energías en este nivel del perdón antes de que el paciente sienta
verdaderas ganas de perdonar.

Los ejercicios de perdón liberan a aquellos que sufren tentaciones homosexuales


del sutil control que ejercen sobre ellos ciertas personas del pasado, les ayuda
a olvidar las experiencias dolorosas, acelera la resolución de la tristeza y de la
soledad, mejora la autoestima a medida que disminuye el enfado, reduce el
sentimiento de culpabilidad, produce un alivio de la ansiedad cuando desaparece
el enfado, mejora la capacidad para confiar, produce más compasión hacia los
que causaron las heridas y contribuye a una mayor aceptación del pasado.

El proceso de perdonar a un padre, tanto en hombres como en mujeres, se


facilita a medida que estas personas crecen espiritualmente y desarrollan una
relación con Dios Padre como su otro padre atento y amoroso en cada etapa de
la vida. El amor de Dios disminuye los sentimientos de haber sido defraudados
y facilita muchísimo el renunciar al resentimiento que guardan hacia sus
padreslxi [61] ” .

LOS CENTROS DE ORIENTACIÓN FAMILIAR: PUNTO DE PARTIDA PARA UNA


TERAPIA INTEGRAL

1) ¿Qué busca realmente una persona cuando acude a un servicio de


Orientación Familiar a pedir ayuda o consejo?

Los C.O.F. se caracterizan por la globalidad de su intervención, incluyendo en


su acción, diferentes áreas: psicopedagógica, social, jurídica, médico-
ginecológica, bioética, moral, y espiritual. Sus funciones son el asesoramiento,
la orientación, terapia, formación educativo-preventiva y la investigación. En
todo hombre, existen momentos en los que se oscurece el conocimiento de sí
mismo, el motivo por el que suceden las cosas y cual es el sentido de la vida.
Ante la cultura que atenta contra la persona no valen respuestas superficiales
que obvien el drama humano que éste implica.

Respecto al problema de la homosexualidad se debe ofrecer una terapia que


integre pedagógicamente y con discernimiento en su acción la atención
somática, psíquica, moral y espiritual del ser humano, con un lenguaje que hable
de la verdad sobre el hombre y que ayude a restaurar la dimensión erótica,
sentimental y espiritual de la persona hacia la heterosexualidadlxii [62] . Es
necesario recordar que debemos utilizar, todos los medios ordinarios
terapéuticos adecuados que sean oportunos, especialmente en los casos de
tendencias muy arraigadas combinadas con diversas patologías, como
depresiones o adicciones al alcohol entre otras, complementándolas con la
acción de la gracia.

Respecto a los colaboradores de los Centros de Orientación:

a) Es importante que estén formados en el campo de las Ciencias del Matrimonio


y la Familia especialmente en las áreas de Antropología, Bioética y Moral.

b) Es importante, como dicen los obispos en la Instrucción Pastoral sobre la


Familia, Santuario de Esperanza y de Humanidad, que los colaboradores estén
convencidos a través de la experiencia de la fe, que lo que es imposible para el
hombre es posible para Dios.

Además:

2) Los Centros de Orientación Familiar está llamados a desarrollar una labor de


Formación y Orientación:

- En el área Afectivo-Sexual: Recuperando y resituando la figura del Esposo y


Padre en la relación conyugal y filial.

- En el área de Bioética: Formando la conciencia de las personas que acuden,


através de una antropología adecuada.

- En el área de Intervención: Deben estar coordinados con un buen equipo de


psiquiatras y terapeutas que respondan en su actuación con los fines de una
antropología adecuada

- En el área Espiritual: Sabemos que la ofensa es una obra de muerte, que


genera más muerte y que disminuye al otro moral o espiritualmente. En un
Centro de Orientación, llegan muchas personas y a todas se les ha ofendido, se
quejan siempre de que alguien les ha hecho una injusticia. Vienen doloridas y
tristes. A su vez, a lo largo de la entrevista se empieza a entrever que ellas
también han generado ofensas e injusticias y que están destruidas por ello. En
los casos en los que la ofensa hiere la afectividad u ofende la conciencia moral
y espiritual, la ofensa destruye la relación existente y no sometida a un proceso
de reconciliación, invierte la comunión y la transforma en conflictolxiii [63] .

Es necesario, introducir a la persona en el amor misericordioso de Dios para que


no se sienta juzgada utilizando todos los medios disponibles: una acogida
gratuita, la oración de intercesión de la Iglesia contemplativa, los estipendios en
misas por las intenciones de todos los que acuden a él, y la invitación a recuperar
la vida sacramental.

Espero poder alentar a los terapeutas, psicólogos, psiquiatras, sexólogos,


sacerdotes, y orientadores en la tarea de devolver la esperanza a las personas
con conflictos de identidad sexual, especialmente relacionados con la
homosexualidad, denotando la importancia de coordinar una acción terapéutica
global que abarque todos los dinamismos de la persona. Que el Espíritu Santo
nos dé fuerza en nuestra misión pastoral para exclamar todos los días:
¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre Misericordioso y Dios de
todo consuelo!, ¡Él nos alienta en nuestras luchas, hasta el punto de poder nosotros
alentar a los demás en cualquier lucha,

repartiendo con ellos el ánimo que recibimos de Dios!

(II Cor 1, 3-4)

i [1] Juan Pablo II. Fides et Ratio. “ La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el
espíritu humano se eleva a la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del
hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que conociéndolo
y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo” . 1998.

ii [2] Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta sobre la Atención Pastoral a


las personas homosexuales. Pag. 59. Ed. Palabra. 1998.

iii [3] Cfr.“ El poder gay se consolida en España” . El PAÍS, domingo 1 de julio
de 2001.

iv [4] http://www.zapatos-nuevos.org/wwwboard/messages/63.html - 97k Dallas J. Un Fuerte


Engaño: Confrontando al movimiento "Gay Cristiano” . (Harvest House 1996). “ Recuerdo
claramente, y con un pesar inexpresable, el día que me convencí que era aceptable la teología pro-gay,
también la promoví formando parte de la directiva de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana local y
presentaba los argumentos que he citado en esta serie. Han pasado doce años desde que yo entendí mi
error, y durante estos años la teología pro-gay ha ganado ser expuesta en forma inaudita y con aceptación,
tanto en las principales denominaciones como entre cristianos sinceros (aunque engañados) Muchos
cristianos están desprevenidos que existe tal cosa como la teología pro-gay, y mucho menos que se
construye un movimiento alrededor de él. Muchos están conscientes que existe pero no tienen ninguna idea
cómo contestar sus proclamaciones. La teología pro-gay así como el movimiento que representa de los
derechos de los gays crece diariamente en alcance e influencia, se requiere aún de una respuesta. Con el
mismo amor que Cristo mostró mientras lloraba por Jerusalén, y con el enojo que desplegó cuando echaba
los mercaderes del Templo, la Iglesia debe responder” .

v [5] Congregación para la Doctrina de la Fe.Consideraciones sobre la respuesta a propuestas


legislativas sobre la no discriminación a homosexuales. pag. 101. Ed. Palabra.

vi [6] Polaino, A. Manual de Bioética General. “ La conciencia ética es sobre


todo un juicio, un acto de inteligencia por el cual se juzga particularmente un
hecho, conducta o suceso aprobándolo o desaprobándolo” . Pag. 38. Ed. Rialp.

vii [7] C.Ig.C. nº 2322-2323.

viii [8] Orientaciones Educativas sobre el Amor Humano. Pautas de educación


sexual. Congregación para la educación católica, 1 nov. 1983, nn 4-5

ix [9] http://www.geocities.com/Heartland/Flats/1526/formac41b.htm - 31k El gran fraude de


la "educación sexual". Las repercusiones del informe Kinsey. Por Julie Blonigen. El video "Los
niños de la tabla 34" ("The Children of Table 34"), en el que se basó este artículo, revela magistralmente
toda la problemática del Informe Kinsey y la crítica demoledora de la Dra. Judith Reisman. La versión en
lengua inglesa puede solicitarse a: Family Research Council, 700 Thirteenth St., N.W, Suite 500;
Washington, DC 20005. Vida Humana Internacional distribuirá próximamente la versión en español.
x [10] www.vidahumana.org/vidafam/anticon/mental_anticon.html - 26k

Cfr. La mentalidad anticonceptiva y sus efectos en la familia y la sociedad . Por el Padre Patrick
Welch, CSSR, JCD.

“ El Dr. Alfred Kinsey nació en 1894 en Nueva Jersey. Sus padres eran metodistas de la estricta
observancia. Los estudios de Kinsey, publicados durante las décadas de 1940 y 1950, sirvieron de
catalizador para la revolución sexual durante la década de 1960, que incluyó la implementación de la
"educación" sexual en las escuelas, la reducción de las penas para los crímenes sexuales y la
introducción de la cláusula del consentimiento mutuo para el divorcio” 21.

xi [11] Judith A. Reisman. KINSEY: Crimes y Consecuencias. Segunda Ed.


PhD.

xii [12] Cfr.Tarasco, M. Consideraciones sobre la Influencia del Reporte Kinsey.


(En Cuadernos de Bioética nº 4) 1997.

xiii [13] Cfr."Kinsey Was Secret Homosexual, Masochist," Lambda Report on Homosexuality
(enero-febrero de 1998): 2. J. Gordon Muir, M.D., Wall Street Journal, 31 de marzo de 1993. El
Dr. Muir es doctor en medicina general y ex-investigador médico. También es co-editor del libro Kinsey, Sex
and Fraud (Lafayette, Louisiana: Huntington House Publishers, 1990), que denuncia los experimentos
fraudulentos e inmorales de Kinsey y sus colegas.

xiv [14] Hatterer, L.J. Changing Homosexuality in the Male.“ Los psiquiatras
han llegado por fin a, la conclusión de que los factores genéticos, hereditarios,
constitucionales, glandulares u hormonales no tienen ninguna importancia
como causas de la homosexualidad” . New York: McGraw-Hill, 1970. ( En Van
den Aarweg, G. Homosexualidad y Esperanza. Ed. Eunsa. 1997).

xv [15] Masters, W.H. - Johnson, V.E. Homosexuality in Perspective. ( En Van


den Aarweg, G. Homosexualidad y Esperanza. pag.48 Ed. Eunsa. 1997)

xvi [16] www.vidahumana.org/vidafam/homosex/homosex_mapa.html

Cfr. Otros mitos sobre la homosexualidad. J. Gordon Muir, M.D., Wall Street Journal, 31 de marzo
de 1993. El Dr. Muir es doctor en medicina general e investigador médico. Es autor, editor y co-
publicador del libro Kinsey, Sex and Fraud (Lafayette, Louisiana: Huntington House Publishers,
1990).

xvii [17] Cfr. La masculinidad amenazada. Levante. Jueves 8 de noviembre de 2001.

xviii [18] Cfr. Anatrella, T. Las consecuencias psicológicas de la disfunción del


sentido de la Paternidad en la Sociedad Actual. En Familia et Vita. Pontifico
Consejo para la Familia. Año IV. Nº2-3. 1999.

xix [19] Cfr. Anatrella, T. Las consecuencias psicológicas de la disfunción del


sentido de la Paternidad en la Sociedad Actual. En Familia et Vita. Pontifico
Consejo para la Familia. Año IV. Nº2-3. 1999.

xx [20] Pontificio Consejo para la Familia. Familia, Matrimonio y Uniones de


Hecho. 26 Julio 2000.

xxi [21] Cfr. Grygiel, S. Para mirar al Cielo Vida Humana y persona .En, ¿Qué
es la vida?. Angelo Scola. Ed. Encuentro. 1999.
xxii [22] Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et espes, 17: AAS 58 (1966) 1037-1038.
“ La dignidad del hombre, requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre,
es decir movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego
impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esa dignidad cuando
liberándose de toda esclavitud de las pasiones, persigue su fin en al libre elección del bien y se
procura con eficacia y habilidad los medios adecuados” .

xxiii [23] Pontificio Consejo para la Familia. Familia, Matrimonio y Uniones de


Hecho. 26 Julio 2000.

xxiv [24] Carta Encíclica Populorum Progresio, nº 87. “ La Iglesia, experta en


humanidad, habla al hombre desde el convencimiento de que sólo en el Verbo
encarnado podemos asomarnos al misterio del ser humano” .

xxv [25] Antropología cristiana y homosexualidad. Mons. Dionigi Tettamanzi.


L’ Osservatore Romano. N. 11, 1997.

xxvi [26] Discurso del Santo Padre al Instituto Juan Pablo II para Estudios
Matrimonio y Familia. 31-5-2001 2001.

xxvii [27] Cfr. VS, 86; EV, 76.

xxviii [28] La Familia, Santuario de la Vida y Esperanza de la Humanidad.


Instrucción Pastoral. CEE. Pag. 156. 2001.

xxix [29] Cfr. Aspectos médicos de la homosexualidad . Dr. Antonio Pardo, Nuestro Tiempo,
VIII.95, pp. 82-89.

xxx [30] Burón, J. Motivación y Aprendizaje. Recursos e instrumentos psico-


pedagógicos. Ed. Mensajero.1994.

xxxi [31] Cfr. Fernández Abascal, E. Manual de Motivación y Emoción.


Colección de Psicología. Ed. Centro de Estudios Ramón Areces.

xxxii [32] Cfr. Fernández Abascal, E. Manual de Motivación y Emoción.


Colección de Psicología. Ed. Centro de Estudios Ramón Areces.

xxxiii [33] C.Ig.C. nº 1818.

xxxiv [34] Cfr. C.Ig.C. nº 844.

xxxv [35] Cfr. C.Ig.C. nº 1501.

xxxvi [36] C.Ig.C. nº 2091.

xxxvii [37] Cfr.Burón, J. Motivación y Aprendizaje. Recursos e instrumentos


psico-pedagógicos. pag 71-72. Ed. Mensajero.1994.

xxxviii [38] Ibidem.

xxxix [39] Frankl, V. El hombre en busca de sentido. pag. 158. Ed. Herder.1999.
xl [40] Cfr. Polaino Lorente, A. Sexo y Cultura. Análisis del Comportamiento
Sexual. “ Los trastornos psicopatológicos de la sexualidad son muy diversos. A
la hora de sistematizarlos para su estudio cabría hacer dos grandes bloques:
en el primero se incluirían todos aquellos trastornos vinculados etiológicamente
a lo biológico (cromosomopatías, hermafroditismo, enfermedades
degenerativas del sistema nervioso, disfunciones causadas por trastornos
hormonales, traumatismos, infecciones, etc.), y en el segundo, aquellos
trastornos cuya causalidad asienta principal, aunque no exclusivamente en los
factores psicológicos, comportamentales y ambientales (las así llamadas
desviaciones sexuales: trastornos de identidad y de orientación sexual,
parafilias, y las disfunciones sexuales: impotencia, frigidez, etc.) Instituto de
Ciencias para la Familia. pag. 161. Ed. Rialp. 1998.

xli [41] www.ive.org/spanish/teologo/homosexual.htm

Cfr. Gerard J. M. Van Den Aardweg. Valoración Médica y Moral de la


Homosexualidad. ¿Se puede curar la homosexualidad?.

xlii [42] Cfr. Gerard J. M. Van Den Aardweg.Homosexualidad y Esperanza. pag.


81-82. Ed. Eunsa.

xliii [43] Gerard J.M. van den Aardweg. La Homosexualidad, una neurosis
sexual. Cuadernos de Bioética. pag. 1317. n. 4. 1997.

xliv [44] Cfr. Jean Didier Vincent, en su libro, Biología de las pasiones. Editorial Anagrama.

xlv [45] ¿Qué es un transtorno de identidad sexual? Ver alguno de los criterios para el
diagnóstico. Cfr. DMS IV. Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Pag.
550. 2001. Ed. Masson.

“ A. Es la identificación acusada y persistente con el otro sexo, lo cual constituye el deseo de ser, o la
insistencia en que uno es del otro sexo. Esta identificación con el otro sexo no es únicamente el deseo de
obtener las supuestas ventajas relacionadas con las costumbres culturales.

- En los niños el transtorno se manifiesta por cuatro o más de los siguientes rasgos: deseo repetido de ser,
o insistencia en que uno es del otro sexo, preferencia por el travestismo o simular vestimenta femenina en
el varón o insistencia en llevar ropa solamente masculina en la mujer, preferencias marcadas y persistentes
por el papel del otro sexo o fantasías referentes a pertenecer al otro sexo, deseo intenso de participar en
los juegos y pasatiempos propios del otro sexo, preferencia marcada por los compañeros del otro sexo.

B. Debe existir también pruebas de malestar persistente por el sexo asignado o un sentido de inadecuación
en el papel de su sexo (su rol).

El transtorno puede ser con atracción sexual por varones o con atracción sexual por mujeres, por ambos
sexos o por ninguno” .

xlvi [46] Cfr. Factores causantes de la homosexualidad . Los orígenes de las inclinaciones y los
comportamientos homosexuales. Por Richard Fitzgibbons, M.D. Digesto Familiar 223-224.

xlvii [47] www.ive.org/spanish/teologo/homosexual.htm

Cfr. Gerard J. M. Van Den Aardweg. Valoración Médica y Moral de la


Homosexualidad. ¿Se pude curar la homosexualidad?.
xlviii [48] HOMOSEXUALIDAD Y ESPERANZA. DECLARACION DE LA ASOCIACION MEDICA
CATOLICA DE E.E.U.U. 2001.

xlix [49] www.ive.org/spanish/teologo/homosexual.htm

Cfr. Gerard J. M. Van Den Aardweg. Valoración Médica y Moral de la


Homosexualidad. ¿Se puede curar la homosexualidad?.

l [50] Cfr. Zuanazzi, F. Vida. Ética y ejercicio de la Psiquiatría. En ¿Qué es la


Vida? Angelo Scola. Ed. Encuentro. pag. 210.

li [51] Cfr. Bataller, S.A. Análisis y Modificación de la Conducta de la


Homosexualidad. Serie Psicología Aplicada. Ed. Promolibro. 1991.

lii [52] www.vidahumana.org/vidafam/homosex/homosex_mapa.html Cfr. La curación de las


atracciones y los comportamientos homosexuales. Por Richard Fitzgibbons, M.D.

liii [53] www.freetobeme.com/en_espanol

Cfr. La Homosexualidad y la Posibilidad del Cambio:Un Resumen de 17 estudios publicados.


Van den Aardweg (1986), Ver On the Origins and Treatment of Homosexuality (Westport, CT:
Praeger Publishers, 1986).

liv [54] www.ive.org/spanish/teologo/homosexual.htm

Cfr. Gerard J. M. Van Den Aardweg. Valoración Médica y Moral de la


Homosexualidad. ¿Se pude curar la homosexualidad?.

lv [55] HOMOSEXUALIDAD Y ESPERANZA. DECLARACION DE LA ASOCIACION MEDICA


CATOLICA DE E.E.U.U. 2001.

lvi [56] www.vidahumana.org/vidafam/homosex/homosex_mapa.html

Fuentes: Richard P. Fitzgibbons, Médico Psiquiatra, "Los orígenes y curación de atracciones y


comportamiento homosexuales," Digesto Familiar 224-226 (1997): 23-24, 44-52, 24-32. La
revista Digesto Familiar es publicada por el Instituto de Ciencias Familiares (CENAPLANF) que
dirige el Padre Pedro Richards, gran defensor de la vida y la familia. Instituto de Ciencias
Familiares, Pablo de María 1362, Montevideo, Uruguay. Tel.: (5982) 40-3251. Fax: (5982) 40-
9049. Estos artículos son traducción del Apéndice I del mismo autor y que forma parte del libro
del Padre John F. Harvey, O.S.F.S., S.T.D., The Truth About Homosexuality (San Francisco,
Ignatius Press, 1996). Este libro se puede conseguir en las oficinas centrales de Human Life
International, 4 Family Life, Front Royal, Virginia, 22630, U.S.A., Tel.: 1-800-549-5433. Fax: (540)
636-7363. E-mail: hli@hli.org. El Padre Harvey dirige la organización Courage ("Coraje"), que se
dedica a la atención pastoral de las personas homosexuales y a ayudarlos a vivir una vida casta
y según la enseñanza de la Iglesia Católica.

lvii [57] C.Ig.C. nº 2341. “ La virtud de la castidad forma parte de la virtud


cardinal de al templanza, que tiende a impregnar de racionalidad las pasiones y
los apetitos de la sensibilidad humana” .

lviii [58] C.Ig.C. nº 2339.

lix [59] C.Ig.C. nº 2342.


lx [60] Frankl V.E. El hombre en busca de sentido. Pag 158. Herder.

lxi [61] www.vidahumana.org/vidafam/homosex/homosex_mapa.html Cfr.La curación de las


atracciones y los comportamientos homosexuales. Por Richard Fitzgibbons, M.D.

lxii [62] “ El mismo dio la ciencia al hombre para se gloriaran en sus


maravillas” (Si,38, 6).

lxiii [63] Cfr. Laffite, J. Vida Humana: don, vida y perdón. En ¿Qué es la Vida.?.
Angelo Scola. Ed. Encuentro. 1999.

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