1) La diferencia entre las personas con orientación homosexual y las que viven
la cultura gay.
6) Prevención y Educación.
Es posible que entre los presentes me esté escuchando alguna persona con
inclinación homosexual. A ellas les dedico especialmente este trabajo, porque
sé de sus sufrimientos y su soledad. A ellas todo mi respeto y mi deseo de que
recuperen la esperanza y la confianza en lo que son desde su concepción: un
varón o una mujer, con la trascendencia existencial que ello conlleva.
Por otro lado, es imposible desligar el problema de las personas con inclinación
homosexual de su atención pastoral desde la Iglesia, no sólo, porque la Iglesia
tenga la obligación de velar por todos sus hijos, sino porque cada vez más, y
desde hace ya varios años, comprobamos como grupos de personas que se
declaran homosexuales abiertamente, defienden públicamente que la
homosexualidad es un don de Dios, a través de la llamada teología gayiv [4] .
Sin ir más lejos, hace un mes y medio se celebró en Valencia un congreso de
cristianos que se declaraban homosexuales, y que difundieron sus conclusiones
a todos los obispados de España. Solicitaban por parte de la Iglesia no sólo que
confirmara que su inclinación psicosexual no es contraria a la doctrina católica,
sino a considerarla como un don de Dios.
No voy a dedicarme en esta ocasión a reflexionar sobre un tema que nos llevaría
todo el tiempo disponible, pero si me van a permitir entrar de lleno en una realidad
a veces olvidada: al hombre, que es un ser ético, sea de la condición que sea le
sigue preocupando, si lo que hace está bien o esta mal, porque si no le
preocupara, no lo intentaría justificar, ni defender, incluso amparándose en la
Ley de Dios. Esta es una buena noticia para el hombre de esta sociedad que
vive sumergido en la tibieza moral y en la tristeza del ser. El hombre no se puede
sustraer a su conciencia y busca razones para reafirmarla. Presente en el
corazón de la persona, la conciencia moral le ordena en el momento oportuno,
practicar el bien y evitar el mal. “ Quiso Dios dejar al hombre en manos de su
propia decisión” (Si 15, 14), “ de modo que busque a su Creador sin coacciones
y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección” (GS 17)
Nosotros somos pues, la conciencia del universo. Sin embargo, existe un
reduccionismo biológico que no sabiendo explicar lo que hay de inmaterial y de
trascendente en el hombre, prefiere negarlovi [6] .
¿Cuáles han sido los engaños que han oscurecido la conciencia en el hombre?
1) El mito del 10%xiii [13] . Durante años se ha estimado que el 10% o más de
la población es de orientación homosexual. Pero desde hace tiempo existen
muchas evidencias de que el índice del 10% es un porcentaje demasiado alto.
Las encuestas hechas con grandes cantidades de personas en EE.UU., Canadá,
Gran Bretaña, Francia, Noruega, Dinamarca y otras naciones, muestran un
cuadro de experiencias homosexuales de un 6% o menos, y de una incidencia
exclusivamente homosexual de un 1% o menos.
2) La influencia de sus teorías alcanzaron a la sociedad y a la ciencia,
contribuyendo decisivamente en 1973 a la desaparición en el catálogo de
enfermedades mentales (APA)xiv [14] de la homosexualidad como patología, a
menos que fuese egodistónica, es decir, (que la persona con inclinación
homosexual no se encuentre cómoda con dicha inclinación)
7) Crisis de la identidad sexual (teoría del género). En estos últimos años dentro
de un proceso que podría denominarse, de gradual desestructuración cultural y
humana de la institución matrimonial se separa la identidad sexual y el género.
Ser varón o mujer no estaría determinado fundamentalmente por el sexo, sino
por la cultura. La sociedad ideal debería conducir a una indiferenciación sexual,
en la que el feminismo y las personas con inclinación homosexual encontrarían
la estabilidad jurídico-legal y social que propugnan sus relaciones sexuales.
Los expertos suelen distinguir entre identidad sexual (es decir, conciencia de
identidad psico-biológica del propio sexo, y de diferencia respecto al otro sexo)
e identidad genérica (es decir, conciencia de identidad psico-social y cultural
del papel que las personas de un determinado sexo desempeñan en la
sociedad). En un correcto y armónico proceso de integración, la identidad
sexual y genérica se complementan, puesto que las personas viven en
sociedad de acuerdo con los aspectos culturales correspondientes a su propio
sexo. La categoría de identidad genérica sexual («gender») es, por tanto, de
orden psico-social y cultural. Ahora bien, a partir de la década 1960-1970,
ciertas teorías (que hoy suelen ser calificadas por los expertos como
«construccionistas»), sostienen no sólo que la identidad genérica sexual
(«gender») sea el producto de una interacción entre la comunidad y el
individuo, sino incluso que dicha identidad genérica sería independiente de la
identidad sexual personal, es decir, que los géneros masculino y femenino de
la sociedad serían el producto exclusivo de factores sociales, sin relación con
verdad ninguna de la dimensión sexual de la persona. De este modo, cualquier
actitud sexual resultaría justificable, incluida la homosexualidad, y es la
sociedad la que debería cambiar para incluir, junto al masculino y el femenino,
otros géneros, en el modo de configurar la vida social. La ideología de
«gender» ha encontrado en la antropología individualista del neo-liberalismo
radical un ambiente favorable.” xxiii [23]
COMO CONSECUENCIA
Es importante actuar con conciencia formada y con recta intención para dilucidar
el problema de la homosexualidad.
¿Qué es lo qué nos mantiene expectantes, incluso cuando las cosas no salen
como las hubiésemos deseado?: la esperanza. La virtud de la esperanza,
corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo
hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres;
protege del desaliento; sostiene en todo desfallecimiento. El impulso de la
esperanza preserva del egoísmo y conduce a la dicha de la caridadxxxiii [33] .
Vamos a poner un ejemplo real que ilustre el tema en dos personas con serias
tendencias homosexuales. En función de los factores que motiven sus
expectativas (formación moral, experiencia de fe, recursos terapéuticos, buenas
amistades, ayuda espiritual, etc.), sus decisiones se moverán hacia la
desesperanza o hacia la esperanza del cambio hacia la heterosexualidad: Los
dos son varones, cristianos, casados y con familia. Ambos querían reconducir su
tendencia homosexual y pensaron que el casarse sería una buena solución.
Ambos tenían la ayuda espiritual que les proporcionaba la Iglesia, pero a lo largo
de su matrimonio, sentían un sentimiento de frustración, ya que no se habían
podido desligar de su tendencia homosexual, con el consiguiente sufrimiento
moral. En un momento de su historia cada uno recibe dos consejos distintos: La
primera persona lleva una vida aparentemente normal con su familia, auque tiene
altibajos, pero recuperándose de las caídas a través del sacramento de la
penitencia. Poco a poco, empieza a deprimirse y alguien muy cercano y con
autoridad sobre él, le descubre que tiene un problema similar al suyo
identificándose con él: “ Deja de luchar, no hay solución para ti, yo hace tiempo
que he dejado de hacerlo, llevo una doble vida y no se entera nadie” . La
segunda persona vive una situación familiar parecida desde hace años, pero
además su insatisfacción le conduce al alcoholismo. Este hombre recibe otro
consejo opuesto totalmente: “ Mira, tienes un problema que te está destruyendo
la vida, estás sumido en el alcohol y en una depresión. Conozco un terapeuta
que te puede ayudar, porque la bebida y la depresión, son síntomas de la
insatisfacción tan profunda que tienes” . Ambas personas hicieron caso a sendos
consejos: La primera persona creyó que la Iglesia lo había engañado y se alejó
de ella. Cayó en una crisis y estuvo a punto de dejar su trabajo y su familia. Su
aspecto físico cambió totalmente, se volvió huraño y solitario. La segunda
persona sigue en la Iglesia y hace un año que ha dejado de beber, ha roto con
su pareja homosexual y está luchando por reconstruir su persona y su familia.
¿Qué podemos deducir de estos dos casos? : A primera vista, parece que la
ayuda espiritual no sea efectiva, pero esto no es así en realidad. La gracia, la
oración y la vida de fe sostienen al hombre en su tribulación, y le regeneran por
dentro a través de los sacramentos, iluminando su propio bien, e instruyéndole
en el discernimiento. Gracias a la fe, estos hombres se habían mantenido firmes
durante muchos años, en medio de su debilidad. Pero el hombre es libre para
decidir y las acciones nos transforman para bien o para mal.
Esta dinámica de dolor emocional que puede llevar a la homosexualidad rara vez
se manifiesta durante la infancia, pero normalmente se revela al principio de la
adolescencia” xlvi [46] .
1. Soledad y tristeza
La falta de cariño, afecto y ánimo de una madre también puede producir un vacío
y una terrible tristeza. Algunas chicas intentan llenar ese vacío del amor materno
dulce y consolador por medio del comportamiento homosexual. Esta "soledad
sin madre" no se observa tan a menudo como la "soledad sin padre", porque las
madres generalmente tienen mucha más libertad a la hora de comunicar su amor
y su ánimo a los hijos que la que tienen los padres.
Algunos adultos que se sienten muy frustrados y solos porque todavía no han
encontrado la persona correcta para casarse, caen en un comportamiento
homosexual en su intento de aliviar esa soledad. Algunas personas casadas
comenten actos homosexuales como resultado de la tensión y soledad en su
matrimonio. También, la tristeza y la soledad que se siente después de un serio
fracaso matrimonial puede resultar en una conducta homosexual, porque estas
personas tienen miedo de volverse vulnerables ante alguien del sexo opuesto.
Este tipo de conducta ocurre más frecuentemente en las mujeres.
Sin embargo, las desilusiones más comunes de la vida infantil que producen
inclinaciones homosexuales son el resultado de los rechazos por parte de
amigos a causa de una deficiente coordinación psicomotriz y atlética. Esta es
una limitación especialmente dura de tener en una cultura obsesionada hasta tal
punto con el éxito deportivo que se llega a considerar ese éxito como el indicador
principal de la masculinidad. Los niños que no son buenos atletas son a menudo
víctimas del rechazo y del ridículo. Frecuentemente les dan apelativos femeninos
y les llegan a decir que corren o juegan como una niña. A medida que estos
rechazos continúan año tras año, estos chicos se sienten cada vez más
inadecuados, confusos, solos y débiles. El maltrato de los compañeros produce
en ellos una imagen muy deficiente de su cuerpo y de su masculinidad.
6) PREVENCIÓN
Solamente algunos autores han desarrollado una terapia que reoriente todas
las dimensiones de la persona. El Dr. Richard Fitzgibbons ha tenido la
experiencia de que cuando el perdón y la espiritualidad cristiana son partes
esenciales del tratamiento, la tasa de curación de la homosexualidad es cerca
del 100%lii [52] . Para curar y prevenir la indefensión en las personas con
orientación homosexual hay que cambiar las expectativas de las personas
sobre el sentido de su existencia y sobre su pesimismo ante los
acontecimientos adversos, y dar una instrucción metacognitiva, donde se
reconozca la necesidad de abrir la conciencia a la trascendencia. Numerosos
estudios demuestran cada vez más que el bienestar de una persona está muy
relacionado con el sentido de la trascendencia. El Dr. Herbert Benson,
presidente del Instituto Médico Psicosomático de EE.UU. afirma en sus
investigaciones, que “ la creencia en algo superior está inexorablemente
conectada con el cuerpo, como el cuerpo lo está con la mente” .
Nadie niega que una persona pueda cambiar su conducta, al menos en términos
de decidir estar sexualmente activo o no. También una persona puede escoger
la manera cómo identificarse. Pero ¿qué hay acerca de la atracción y el deseo?
¿Y qué hay de las fantasías? ¿Puede cambiar esto ¿Existe alguna evidencia de
que una persona homosexual pueda llegar a ser exclusivamente heterosexualliii
[53] ?
Para una persona con atracción hacia su mismo sexo, la meta de la terapia
debiera ser la libertad de vivir castamente de acuerdo a su estado en la vida.
Algunos de los que han sentido atracción por el mismo sexo creen que están
llamados a una vida de celibato. No debiera hacérseles creer que han
fracasado en el intento de adquirir libertad, porque no experimenten deseos
sexuales por el sexo opuesto. Otros pueden querer casarse y tener hijos. Hay
buenas razones para esperar que muchos van a poder alcanzar esta meta a su
debido tiempo. Sin embargo, no debiera estimulárselos a precipitarse a un
matrimonio, ya que hay abundante evidencia de que el matrimonio no es cura
para la atracción por el mismo sexo” .
Todas las personas estamos llamadas a la castidadlvii [57] y las personas con
orientación homosexual también. La virtud de la castidad integra la sexualidad
en todos sus dinamismos y le concede al hombre el autodominio para donarse
al otro. Nadie puede darse, si no se posee antes. La castidad implica un
aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humanalviii
[58] . El dominio de sí es una obra que dura toda la vida. Nunca se la considera
adquirida de una vez para siempre. Supone un esfuerzo reiterado en todas las
edades de la vida. El esfuerzo requerido puede ser más intenso en ciertas
épocas, como cuando se forma la personalidad, durante la infancia y la
adolescencialix [59] .
rectitud de intención
Dentro de la terapia
contrario
1. Entender
2. Perdonar
En el pasado, a los que buscaban terapia para curar la homosexualidad rara vez
se les invitaba a resolver los sentimientos de hostilidad hacia el padre y los
compañeros, ni tampoco se les daba ningún consejo sobre el perdón. El no
enfocar ni recomendar un tratamiento efectivo para el enfado que estaba oculto
es una razón fundamental del por qué la terapia tradicional no producía más
mejorías clínicas significativas. La otra razón era el no darse cuenta del valor de
la espiritualidad en el proceso de recuperación.
Además:
i [1] Juan Pablo II. Fides et Ratio. “ La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el
espíritu humano se eleva a la contemplación de la verdad. Dios ha puesto en el corazón del
hombre el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él para que conociéndolo
y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo” . 1998.
iii [3] Cfr.“ El poder gay se consolida en España” . El PAÍS, domingo 1 de julio
de 2001.
Cfr. La mentalidad anticonceptiva y sus efectos en la familia y la sociedad . Por el Padre Patrick
Welch, CSSR, JCD.
“ El Dr. Alfred Kinsey nació en 1894 en Nueva Jersey. Sus padres eran metodistas de la estricta
observancia. Los estudios de Kinsey, publicados durante las décadas de 1940 y 1950, sirvieron de
catalizador para la revolución sexual durante la década de 1960, que incluyó la implementación de la
"educación" sexual en las escuelas, la reducción de las penas para los crímenes sexuales y la
introducción de la cláusula del consentimiento mutuo para el divorcio” 21.
xiii [13] Cfr."Kinsey Was Secret Homosexual, Masochist," Lambda Report on Homosexuality
(enero-febrero de 1998): 2. J. Gordon Muir, M.D., Wall Street Journal, 31 de marzo de 1993. El
Dr. Muir es doctor en medicina general y ex-investigador médico. También es co-editor del libro Kinsey, Sex
and Fraud (Lafayette, Louisiana: Huntington House Publishers, 1990), que denuncia los experimentos
fraudulentos e inmorales de Kinsey y sus colegas.
xiv [14] Hatterer, L.J. Changing Homosexuality in the Male.“ Los psiquiatras
han llegado por fin a, la conclusión de que los factores genéticos, hereditarios,
constitucionales, glandulares u hormonales no tienen ninguna importancia
como causas de la homosexualidad” . New York: McGraw-Hill, 1970. ( En Van
den Aarweg, G. Homosexualidad y Esperanza. Ed. Eunsa. 1997).
Cfr. Otros mitos sobre la homosexualidad. J. Gordon Muir, M.D., Wall Street Journal, 31 de marzo
de 1993. El Dr. Muir es doctor en medicina general e investigador médico. Es autor, editor y co-
publicador del libro Kinsey, Sex and Fraud (Lafayette, Louisiana: Huntington House Publishers,
1990).
xxi [21] Cfr. Grygiel, S. Para mirar al Cielo Vida Humana y persona .En, ¿Qué
es la vida?. Angelo Scola. Ed. Encuentro. 1999.
xxii [22] Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et espes, 17: AAS 58 (1966) 1037-1038.
“ La dignidad del hombre, requiere, en efecto, que actúe según una elección consciente y libre,
es decir movido e inducido personalmente desde dentro y no bajo la presión de un ciego
impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esa dignidad cuando
liberándose de toda esclavitud de las pasiones, persigue su fin en al libre elección del bien y se
procura con eficacia y habilidad los medios adecuados” .
xxvi [26] Discurso del Santo Padre al Instituto Juan Pablo II para Estudios
Matrimonio y Familia. 31-5-2001 2001.
xxix [29] Cfr. Aspectos médicos de la homosexualidad . Dr. Antonio Pardo, Nuestro Tiempo,
VIII.95, pp. 82-89.
xxxix [39] Frankl, V. El hombre en busca de sentido. pag. 158. Ed. Herder.1999.
xl [40] Cfr. Polaino Lorente, A. Sexo y Cultura. Análisis del Comportamiento
Sexual. “ Los trastornos psicopatológicos de la sexualidad son muy diversos. A
la hora de sistematizarlos para su estudio cabría hacer dos grandes bloques:
en el primero se incluirían todos aquellos trastornos vinculados etiológicamente
a lo biológico (cromosomopatías, hermafroditismo, enfermedades
degenerativas del sistema nervioso, disfunciones causadas por trastornos
hormonales, traumatismos, infecciones, etc.), y en el segundo, aquellos
trastornos cuya causalidad asienta principal, aunque no exclusivamente en los
factores psicológicos, comportamentales y ambientales (las así llamadas
desviaciones sexuales: trastornos de identidad y de orientación sexual,
parafilias, y las disfunciones sexuales: impotencia, frigidez, etc.) Instituto de
Ciencias para la Familia. pag. 161. Ed. Rialp. 1998.
xliii [43] Gerard J.M. van den Aardweg. La Homosexualidad, una neurosis
sexual. Cuadernos de Bioética. pag. 1317. n. 4. 1997.
xliv [44] Cfr. Jean Didier Vincent, en su libro, Biología de las pasiones. Editorial Anagrama.
xlv [45] ¿Qué es un transtorno de identidad sexual? Ver alguno de los criterios para el
diagnóstico. Cfr. DMS IV. Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Pag.
550. 2001. Ed. Masson.
“ A. Es la identificación acusada y persistente con el otro sexo, lo cual constituye el deseo de ser, o la
insistencia en que uno es del otro sexo. Esta identificación con el otro sexo no es únicamente el deseo de
obtener las supuestas ventajas relacionadas con las costumbres culturales.
- En los niños el transtorno se manifiesta por cuatro o más de los siguientes rasgos: deseo repetido de ser,
o insistencia en que uno es del otro sexo, preferencia por el travestismo o simular vestimenta femenina en
el varón o insistencia en llevar ropa solamente masculina en la mujer, preferencias marcadas y persistentes
por el papel del otro sexo o fantasías referentes a pertenecer al otro sexo, deseo intenso de participar en
los juegos y pasatiempos propios del otro sexo, preferencia marcada por los compañeros del otro sexo.
B. Debe existir también pruebas de malestar persistente por el sexo asignado o un sentido de inadecuación
en el papel de su sexo (su rol).
El transtorno puede ser con atracción sexual por varones o con atracción sexual por mujeres, por ambos
sexos o por ninguno” .
xlvi [46] Cfr. Factores causantes de la homosexualidad . Los orígenes de las inclinaciones y los
comportamientos homosexuales. Por Richard Fitzgibbons, M.D. Digesto Familiar 223-224.
lxiii [63] Cfr. Laffite, J. Vida Humana: don, vida y perdón. En ¿Qué es la Vida.?.
Angelo Scola. Ed. Encuentro. 1999.