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Introducción

En el presente trabajo hace referencia a la célula, la cual es la unidad anatómica y


funcional del organismo animal, la estructura más pequeña capaz de desempeñar todas
las funciones vitales. Ésta forma parte de la organización del cuerpo, ya que las células
forman tejidos, los tejidos forman órganos; los órganos forman sistemas y el conjunto de
sistemas forman un organismo.
Hablar de célula, es hablar de vida. Esto puede parecer intrascendente, pero en su
aparente simplicidad se condensan casi todos los rasgos que dan grandeza a esta
pequeña unidad fundamental y que la sitúan en un puesto de honor frente a las restantes
partes del organismo humano.
En efecto abordar el tema de la célula equivale a dar un paso gigante en nuestra
comprensión del mundo; destilar la esencia de las cosas.
Pero la célula da paso a un nuevo concepto del individuo, como algo enteramente
irrepetible y original; en la entraña de cada ser viviente encontraremos esta referencia a sí
mismo que, en cierto modo, lo aísla del resto de la naturaleza y le enfrenta a ella como
finalidad concreta.
El aspecto funcional de los seres vivos es el objeto de estudio de la célula, cuando se
investiga la estructura de la célula, cabe distinguir muchas características esenciales para
el ser vivo, así como para las plantas, los componentes celulares de los organismos y sus
peculiares formas de asociación en tejidos; y una anatomía general u organografía, que
se ocupa de la estructura macroscópica de los organismos y de la de los órganos que la
integran.
Desarrollo

LA CELULA

La palabra célula proviene del latín cellula = pequeña estancia, unidad constitutiva
del protoplasma o materia viva. La célula es una unidad mínima de un organismo
capaz de actuar de manera autónoma. Todos los organismos vivos están
formados por células, y en general se acepta que ningún organismo es un ser vivo
si no consta al menos de una célula. Algunos organismos microscópicos, como
bacterias y protozoos, son células únicas, mientras que los animales y plantas
están formados por muchos millones de células organizadas en tejidos y órganos.
Aunque los virus y los extractos a celulares realizan muchas de las funciones
propias de la célula viva, carecen de vida independiente, capacidad de crecimiento
y reproducción propias de las células y, por tanto, no se consideran seres vivos.
La biología estudia las células en función de su constitución molecular y la forma
en que cooperan entre sí para constituir organismos muy complejos, como el ser
humano. Para poder comprender cómo funciona el cuerpo humano sano, cómo se
desarrolla y envejece y qué falla en caso de enfermedad, es imprescindible
conocer las células que lo constituyen.
La célula se compone de tres partes fundamentales:
 membrana plasmática o celular
 citoplasma
 núcleo
Membrana plasmática: Es una capa viva y semipermeable con propiedades
físicas y químicas especiales y es a la vez una cubierta elástica y finísima.
Funciona regulando el paso de materiales hacia el interior o el exterior de la célula,
es decir selecciona ciertas sustancias que son necesarias para el metabolismo
(glucosa, aminoácidos, y ácidos grasos) y también controla la salida de sustancias
que pueden ser producto de excreción (agua, Urea, CO2) o de secreción (enzimas
y hormonas).

Citoplasma: Es la parte del protoplasma, que se encuentra entre la membrana


plasmática y el núcleo. Es el medio interno complejo y heterogéneo más
importante de la célula y donde se producen la mayoría de las funciones
metabólicas y de biosíntesis. El citoplasma está constituido por las partes:
inclusiones y la matriz citoplasmática.

Núcleo: Es un corpúsculo en medio del citoplasma, bien visible y perfectamente


limitado. El núcleo es el “centro de información” de la célula y desempeña
funciones muy importantes en el metabolismo y reproducción celular.
Hay células de formas y tamaños muy variados. Algunas de las células
bacterianas más pequeñas tienen forma cilíndrica de menos de una micra o µm (1
µm es igual a una millonésima de metro) de longitud. En el extremo opuesto se
encuentran las células nerviosas, corpúsculos de forma compleja con numerosas
prolongaciones delgadas que pueden alcanzar varios metros de longitud (las del
cuello de la jirafa constituyen un ejemplo espectacular). Casi todas las células
vegetales tienen entre 20 y 30 µm de longitud, forma poligonal y pared celular
rígida.

Las células de los tejidos animales suelen ser compactas, con una membrana
superficial deformable y casi siempre muy plegada.
Pese a las muchas diferencias de aspecto y función, todas las células están
envueltas en una membrana llamada membrana plasmática que encierra una
sustancia rica en agua llamada citoplasma. En el interior de las células tienen
lugar numerosas reacciones químicas que les permiten crecer, producir energía y
eliminar residuos. El conjunto de estas reacciones se llama metabolismo (término
que proviene de una palabra griega que significa cambio). Todas las células
contienen información hereditaria codificada en moléculas de ácido
desoxirribonucleico (ADN); esta información dirige la actividad de la célula y
asegura la reproducción y el paso de los caracteres a la descendencia. Estas y
otras numerosas similitudes (entre ellas muchas moléculas idénticas o casi
idénticas) demuestran que hay una relación evolutiva entre las células actuales y
las primeras que aparecieron sobre la Tierra.
De acuerdo a su estructura, tamaño y funcionalidad, las células se pueden dividir
en dos grandes grupos:

Procariotas no tienen núcleo. Su composición es más simple que la de las


eucariotas, ya que poseen solo ribosomas, elementos químicos y enzimas en el
citoplasma, todos necesarios para su crecimiento y división celular. Se dice que
estas células son la primera clase que hubo en el planeta.

Eucariotas (animales y vegetales): tienen núcleo, son más grandes que las
procariotas y se encuentran en el cuerpo humano. Poseen una disposición interna
más evolucionada y compleja; el material genético está dentro del núcleo, rodeado
del nucleoplasma y protegido por su propia membrana. Pueden realizar funciones
específicas, como coordinar la química celular, es decir, las reacciones internas y
el metabolismo a través del accionar de sus organelos celulares.
Entre las células procarióticas y eucarióticas hay diferencias fundamentales en
cuanto a tamaño y organización interna. Las procarióticas, que comprenden
bacterias y cianobacterias, son células pequeñas, entre 1 y 5 µm de diámetro, y de
estructura sencilla; el material genético (ADN) está concentrado en una región,
pero no hay ninguna membrana que separe esta región del resto de la célula.
Las células eucarióticas, que forman todos los demás organismos vivos, incluidos
protozoos, plantas, hongos y animales, son mucho mayores (entre 10 y 50 µm de
longitud) y tienen el material genético envuelto por una membrana que forma un
órgano esférico conspicuo llamado núcleo. De hecho, el término eucariótico deriva
del griego ‘núcleo verdadero’, mientras que procariótico significa ‘antes del núcleo’
Una célula animal es un tipo de célula eucariota de la que se componen muchos
tejidos en los animales.
Está dividida en:
 membrana celular
 mitocondria
 cromatina
 lisosoma
 aparato de golgi
 citoplasma
 nucleoplasma
 núcleo celular
 nucléolo
 centriolos
 ribosoma
 membrana plasmática.

Una célula vegetal Las células adultas de las plantas se distinguen por algunos
rasgos de otras células eucariotas, como las células típicas de los animales o las
de los hongos, por lo que son descritas a menudo de manera específica. Suele
describirse con los rasgos de una célula del parénquima asimilador de una planta
vascular; pero sus características no pueden generalizarse sin más al resto de las
células, meristemáticas o adultas, de una planta, y menos aún a las de los muy
diversos organismos llamados imprecisamente vegetales.
Lo cierto es que las células adultas de las plantas terrestres, presentan rasgos
comunes, convergentes, con las de otros organismos sésiles, fijos al sustrato, o
pasivos, propios del plancton, de alimentación osmótrofa, por absorción, como es
el caso de los hongos, pseudohongos y de muchas algas. Esos rasgos comunes
se han desarrollado independientemente a partir de protistas unicelulares
fagótrofos desnudos (sin pared celular).
Todos los eucariontes osmótrofos tienden a basar su solidez, sobre todo cuando
alcanzan la pluricelularidad, en la turgencia, que logran gracias al desarrollo de
paredes celulares, resistentes a la tensión, en combinación con la presión
osmótica del proptoplasma, la célula viva. Así las paredes celulares son comunes
a los hongos, y protistas de modo de vida equivalente, que se alimentan por
absorción osmótica de sustancias orgánicas, y a las plantas y algas, que toman
disueltas de las medias sales minerales y realizan la fotosíntesis. Y también cabe
objetar que no tienen centriolos en su interior ya que es solo perteneciente a las
células animales.
El órgano más conspicuo en casi todas las células animales y vegetales es el
núcleo; está rodeado de forma característica por una membrana, es esférico y
mide unas 5 µm de diámetro. Dentro del núcleo, las moléculas de ADN y proteínas
están organizadas en cromosomas que suelen aparecer dispuestos en pares
idénticos. Los cromosomas están muy retorcidos y enmarañados y es difícil
identificarlos por separado. Pero justo antes de que la célula se divida, se
condensan y adquieren grosor suficiente para ser detectables como estructuras
independientes.
El ADN del interior de cada cromosoma es una molécula única muy larga y
arrollada que contiene secuencias lineales de genes. Éstos encierran a su vez
instrucciones codificadas para la construcción de las moléculas de proteínas y
ARN necesarias para producir una copia funcional de la célula.
El núcleo está rodeado por una membrana doble, y la interacción con el resto de la
célula (es decir, con el citoplasma) tiene lugar a través de unos orificios llamados
poros nucleares.
El nucleolo es una región especial en la que se sintetizan partículas que
contienen ARN y proteína que migran al citoplasma a través de los poros
nucleares y a continuación se modifican para transformarse en ribosomas.
El núcleo controla la síntesis de proteínas en el citoplasma enviando mensajeros
moleculares. El ARN mensajero (ARNm) se sintetiza de acuerdo con las
instrucciones contenidas en el ADN y abandona el núcleo a través de los poros.
Una vez en el citoplasma, el ARNm se acopla a los ribosomas y codifica la
estructura primaria de una proteína específica.
El citoplasma comprende todo el volumen de la célula, salvo el núcleo. Engloba
numerosas estructuras especializadas y orgánulos, como se describirá más
adelante.
La solución acuosa concentrada en la que están suspendidos los orgánulos se
llama citosol. Es un gel de base acuosa que contiene gran cantidad de moléculas
grandes y pequeñas, y en la mayor parte de las células es, con diferencia, el
compartimiento más voluminoso (en las bacterias es el único compartimiento
intracelular). En el citosol se producen muchas de las funciones más importantes
de mantenimiento celular, como las primeras etapas de descomposición de
moléculas nutritivas y la síntesis de muchas de las grandes moléculas que
constituyen la célula.

Aunque muchas moléculas del citosol se encuentran en estado de solución


verdadera y se desplazan con rapidez de un lugar a otro por difusión libre, otras
están ordenadas de forma rigurosa.
Estas estructuras ordenadas confieren al citosol una organización interna que
actúa como marco para la fabricación y descomposición de grandes moléculas y
canaliza muchas de las reacciones químicas celulares a lo largo de vías
restringidas
Las mitocondrias son los orgánulos productores de energía. La célula necesita
energía para crecer y multiplicarse, y las mitocondrias aportan casi toda esta
energía realizando las últimas etapas de la descomposición de las moléculas de
los alimentos. Estas etapas finales consisten en el consumo de oxígeno y la
producción de dióxido de carbono, proceso llamado respiración, por su similitud
con la respiración pulmonar. Sin mitocondrias, los animales y hongos no serían
capaces de utilizar oxígeno para extraer toda la energía de los alimentos y
mantener con ella el crecimiento y la capacidad de reproducirse. Los organismos
llamados anaerobios viven en medios sin oxígeno, y todos ellos carecen de
mitocondrias.
Los cloroplastos son orgánulos aún mayores y se encuentran en las células de
plantas y algas, pero no en las de animales y hongos. Su estructura es aún más
compleja que la mitocondrial: además de las dos membranas de la envoltura,
tienen numerosos sacos internos formados por membrana que encierran el
pigmento verde llamado clorofila. Desde el punto de vista de la vida terrestre, los
cloroplastos desempeñan una función aún más esencial que la de las
mitocondrias: en ellos ocurre la fotosíntesis; esta función consiste en utilizar la
energía de la luz solar para activar la síntesis de moléculas de carbono pequeñas
y ricas en energía, y va acompañado de liberación de oxígeno. Los cloroplastos
producen tanto las moléculas nutritivas como el oxígeno que utilizan las
mitocondrias.
Tanto la célula vegetal como la animal poseen membrana celular, pero la célula
vegetal cuenta, además, con una pared celular de celulosa, que le da rigidez.
La célula vegetal contiene cloroplastos: organelos capaces de sintetizar azúcares
a partir de dióxido de carbono, agua y luz solar (fotosínteis) lo cual los hace
autótrofos (producen su propio alimento) y la célula animal no los posee por lo
tanto no puede realizar el proceso de fotosíntesis.
Pared celular: la célula vegetal presenta esta pared que está formada por celulosa
rígida, en cambio la célula animal no la posee, sólo tiene la membrana
citoplasmática que la separa del medio.
Una vacuola única llena de líquido que ocupa casi todo el interior de la célula
vegetal, en cambio, la célula animal, tiene varias vacuolas y son más pequeñas.
Las células vegetales pueden reproducirse mediante un proceso que da por
resultado células iguales a las progenitoras, este tipo de reproducción se llama
reproducción asexual.
Las células animales pueden realizar un tipo de reproducción llamado
reproducción sexual, en el cual, los descendientes presentan características de los
progenitores pero no son idénticos a él. La célula animal se diferencia de otras
eucariotas, principalmente de las células vegetales, en que carece de pared
celular y cloroplastos, y que posee vacuolas más pequeñas. Debido a la ausencia
de una pared celular rígida, las células animales pueden adoptar una gran
variedad de formas, e incluso una célula fagocitaria puede de hecho rodear y
engullir otras estructuras.
FUNCIONES DE LA CÉLULA

La Célula Cumple funciones de:

 Relación,
 Nutrición
 Reproducción.

 FUNCIÓN DE RELACIÓN.- es la que conecta ala célula con el medio que


la rodea. Para esto la célula tiene 2 propiedades: la irritabilidad y
la movilidad.

IRRITABILIDAD O EXCITABILIDAD: Propiedad mediante la cual la célula


responde a la acción constante de los cambios que se producen en el medio
exterior, y que está traducido en forma de estímulos. Estos estímulos pueden ser
mecánicos (golpes contacto) físicos (acción de la luz, gravedad, calor, electricidad)
y químicos (acción de ácidos, sales, oxigeno, CO2 venenos, etc).

La célula responde a la acción de los estímulos:

 Por tropismos o movimientos de orientación.

 Por taxismos o movimientos de traslación.

 Por secreciones en el caso de las células secretoras.


MOVILIDAD.-
Manifestación más importante de la vida, se puede distinguir movimientos
interiores y exteriores. Movimientos interiores o intracelulares: son corrientes
citoplasmáticas que siguen una misma dirección para el movimiento de los
organoides y distribución del contenido celular.
Moviendo exterior o extracelular: si se produce en la parte externa de la célula y
pueden ser: ameboideo (seudópodos, ejemplo ameba), vibrátil (cilios ejm
paramecio),contráctil (fibras musculares)

 FUNCIÓN DE NUTRICIÓN.- comprende la selección, ingestión y digestión


de las sustancias alimenticias,. La característica central de la nutrición
como en todos los procesosvitales, es el metabolismo (conjunto de
reacciones químicas que sufren las sustancias nutritivas dentro de la célula
para liberar energía).
El metabolismo comprende 2 fases: Anabolismo (proceso de síntesis con
formación de proteínas para la renovación del protoplasma y para el
crecimiento) y el catabolismo (proceso por el cual se produce una
degradación de las sustancias organizadas de los seres vivos).

 FUNCIÓN DE REPRODUCIÓN O DIVISIÓN CELULAR: Es la función por


el cual el protoplasma se divide en 2 o mas porciones que conservan la
misma característica. Las celulas Eucarióticas y las procarióticas auque
muy pequeñas son complejas. Estas se dividen y dan origen a otras celulas
exactamente iguales mediante un proceso conocido como división celular o
mitosis
Conclusión

La vida de un ser humano comienza en una única célula, la cual por divisiones
sucesivas origina millones de ellas hasta confirmar todo el organismo La célula en
más compleja de lo que muchos creemos por la carencia de algunas
características en unas y las diferencias que podemos encontrar, que la correcta
preparación de estos es muy importante para su debida observación.

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