¡Aviva el Fuego!

“12 Y el fuego encendido sobre el altar no se

apagará, sino que el sacerdote pondrá en él
leña cada mañana, y acomodará el
holocausto sobre él, y quemará sobre él las
grosuras de los sacrificios de paz.
13 El fuego arderá continuamente en el altar;

no se apagará.” (Levíticos 6:12-13)

¡Aviva el Fuego!
INTRODUCCIÓN:

El fuego del altar debía estar permanentemente encendido, no debía

debilitarse, mucho menos apagarse, debía ser continuo y constante. El
fuego sobre el altar representa para nosotros la presencia de Dios. En
Mateo 24:12 Jesús habla acerca de los últimos días, y dice: “y por
haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.”
¿Quizás esta mañana muchos de nosotros tuvieron corazones
encendidos con una pasión por Jesucristo, pero que ahora se han
enfriado?
¡Aviva el fuego en ti! ¡Que no se apague!
¡Aviva el Fuego!
Considera Esto

En el cap. 1:6 de 2ª. Timoteo ., Pablo escribe: “Por lo cual te

aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti
por la imposición de mis manos.”

Si tu corazón ha comenzado a enfriarse, aviva el fuego.

Sopla los carbones sobre el altar de tu corazón.

5 cosas que te ayudarán a permanecer con un corazón

encendido.
 ¡Aviva el Fuego!
1.- No olvides la gracia de Dios en tu vida

En Efesios 2:1 Pablo escribe a los cristianos de Efeso y les

ofrece un cuadro de cómo era su vida antes de conocer a
Cristo. “Y él os dio vida a vosotros cuando estabais muertos
en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en
otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire...” Pero en el v. 4, Pablo
dice, “pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, nos dio vida juntamente con Cristo”.
 ¡Aviva el Fuego!
2.- Vive con los recursos de Dios.

La mayoría de las cosas que Dios me ha enseñado, las he

aprendido por medio del fracaso. ¿He tratado de vivir la vida
cristiana por sus propio esfuerzos, con sus propios recursos?
Lo he hecho y he encontrado es frustración y derrota.

Jesús nos dice: “Separados de mí, nada podéis hacer.” Sus

recursos son más que suficientes.

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 ¡Aviva el Fuego!
3.- No aceptes sustitutos.

En Ap. 2 Jesús confronta a la iglesia de Efeso. Era una buena

iglesia; a ustedes les hubiera gustado la iglesia de Efeso.
Eran activos, no toleraban el mal; habían resistido las
pruebas, habían trabajado duro. Pero Jesús les dice en 2:4-5
“pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y
haz las primeras obras.”
Ellos habían caído en la trampa de reemplazar activismo por
intimidad.
 ¡Aviva el Fuego!
4.- Mantén tu testimonio.

En 2 Cor. 3:3 Pablo escribe: “...sois carta de Cristo expedida

por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios
vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón.” Qué pensamiento tan impresionante.

Tu eres una carta leída por todos los hombres. Cuando te

encuentras en lugares públicos, cuando la gente te ve en el
trabajo , en la universidad, en el colegio, en el barrio, ¿qué
dice la carta de tu vida?
 ¡Aviva el Fuego!
5.- Ejercítate en la disciplina espiritual.

La idea de la palabra “disciplina” es negativa para mucha

gente en el día de hoy. Pero permítanme recordarles que
Hebreos 12 dice que la disciplina produce temple en el
cristiano.
¿Qué valor tiene el pasar diariamente tiempo en la presencia
del Señor?
¿Qué valor hay en seguir una disciplina espiritual en nuestra
vida?
¡Aviva el Fuego!

¡Aviva el fuego, sopla los

carbones sobre el altar de
tu corazón!