ANGIOGRAFIA
CEREBRAL
Segunda edición
Ilustraciones:
Julian Maack, M.F.A., C.M.I.
Director, Department 01 Medical IlIustration
University 01 Utah School 01 Medicine
Salt lake City, Utah
Contenido
v
Sección 1
Anatomía macroscópica
y angiografía normal
de la vascularización
craneocervical
Capítulo 1
Arco aórtico y
grandes vasos
3
.
4· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Arcos aórticos
I Arterias mandibulares Involuciona ±ACE distal
II Arterias hioideas La mayor parte Arterias carotido-
involucionan timpánicas
Arterias estapediales Involución parcial Persistencia de los
segmentos distales
como arteria meníngea
media, maxilar interna,
ramas de la ACE
III Arterias carótidas Persisten ACC, ACI proximales,
(proximal) ACE (aparece de nava)
IV Arcos primitivos Remodelado Derecha ---7 ASC proximal
derecho e izquierdo asimétrico Izquierda ---7 arco aórtico
definitivo
VI Conducto arterioso Remodelado asimétrico Arterias pulmonares derechas
derecho parcial Arterias pulmonares izquierdas
persiste izquierdo Conducto arterioso
ASC, Arteria subclavia; ACE, Arteria carótida externa; ACC, Arteria carótida común; ACI, Arteria carótida interna; C, Arteria cer-
vical intersegmentaria.
Durante el desarrollo fetal temprano, el flujo de sangre nueva fuente de flujo sanguíneo hacia la zona posterior del
intracraneal procede de las arterias carótidas primitivas. La cerebro se desarrolla desde dos plexos vasculares que se si-
zona proximal de estos vasos, las futuras arterias carótidas túan dorsales al tercer y cuarto arcos. Estos vasos plexiíor-
comunes (ACC), derivan de la aorta ventral y del tercer ar- mes, son el par de arterias neurales longitudinales, que al fi-
co. El segmento distal, las futuras arterias carótidas inter- nal se fusionarán en la línea media para formar la definitiva
nas (ACI) representan la continuación cefálica de los pares arteria basilar.
de aortas dorsales. (Fig. 1-1). Las arterias neurales longitudinales son inicialmen-
Cada ACI distal se separa en una división craneal (que te abastecidas desde abajo por las arterias intersegmen-
aumentará dando lugar a la arteria cerebral anterior) y una tarias cervicales. Sin embargo, también se desarrollan
división caudal (precursora de la arteria comunicante pos- cuatro conexiones transitorias entre cada arteria neural
terior) (5,6). longitudinal y su correspondiente arteria carótida. La
más prominente y cefálica de estas anastomosis primiti-
vas es la arteria trigeminal (3,5,6). Otras anastomosis
Quinta semana del desarrollo fetal embrionarias entre la carótida y la circulación de la
Sobre el día 35 el tercer, cuarto, y sexto arcos están porción posterior del cerebro son las arterias auricular
bien desarrollados (Fig. 1-2A). Los segmentos aórticos primitiva, hipoglosa e intersegmentarias proatlantoideas
dorsales entre el tercer y cuarto arco han regresado. Las ar- (Fig. 1-2).
terias carótidas internas son ahora suministradas totalmente El desarrollo de las arterias carótidas externas (ACE) es
por la aorta ventral y el tercer arco aórtico (Fig. 1-2B). Una menos claro y más especulativo (5). Las ACE aparecen
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 5
probablemente de novo desde el saco aórtico o la zona ven- Octava semana del desarrollo fetal
tral final del tercer arco (arterias carótidas comunes). Los
Durante la octava semana del desarrollo el arco aór-
remanentes del primero y segundo arcos pueden contri-
tico y los grandes vasos se acercan a su configuración de-
buir en la formación de algunas ramas dístales de las ACE
finitiva. Las arterias carótidas externas e internas surgen
(véase el Capítulo 2).
ahora de un tronco común que representa el remanente
de la aorta ventral y el tercer arco aórtico (Fig.1- 5). El
Sexta semana del desarrollo fetal conducto arterioso permanece abierto y conecta el tron-
co pulmonar a la zona proximal de la aorta descendente
Las divisiones caudales de las primitivas arterias ea- (Tabla 1-1).
rótidas internas, serán las definitivas arterias comunican-
tes posteriores, que se anastomosarán con los pares de
arterias neurales longitudinales (Fig. 1-3). Cuando se es-
tablecen estas anastomosis craneales, las conexiones Anatomía macroscópica
transitorias entre las arterias neurales longitudinales y
las ACI involucionan. Si fracasa la regresión de estas La aorta torácica tiene cuatro segmentos: (a) la aorta
anastomosis embrionarias, aparecerán las llamadas anas- ascendente, (b) el cayado aórtico, (e) el istmo aórtico, y (d)
tomosis carotidobasilares persistentes resultando como la aorta descendente.
consecuencia una arteria trigeminal primitiva (6,7) (véa-
se el Capítulo 3).
En este periodo, las conexiones entre las séptimas arte- Aorta ascendente
rias intersegmentarias cervicales también comienzan a coa-
lescer y formar las definitivas arterias vertebrales. Las cone- La aorta ascendente tiene unos 5 cm de longitud.
xiones principales entre las primera y sexta arterias Desde su origen en la base del ventrículo izquierdo, la aor-
intersegmentarias cervicales, y la aorta dorsal, regresan. ta asciende en dirección oblicua por detrás del esternón
Las séptimas arterias intersegmentarias aumentan y serán (Fig. 1-37). Las arterias coronarias derecha e izquierda se
las definitivas arterias subclavias. Las arterias pulmonares originan de los senos anterior y posterior.
inicialmente aparecen desde el cuarto arco, pero se reco-
nectarán secundariamente al sexto arco (7) (Fig.1-3).
Cayado aórtico
El cayado aórtico consta primero del arco aórtico. El
Séptima semana del desarrollo fetal arco aórtico se encuentra en el mediastino superior, em-
El cuarto y el sexto arco sufren una remo delación pezando a la altura de la segunda articulación esternocos-
asimétrica, para suministrar sangre a las extremidades tal derecha. La aorta entonces se incurva hacia atrás y ha-
superiores, la aorta dorsal y los pulmones (1). El cuarto cia la izquierda sobre el hilio pulmonar izquierdo
arco aórtico izquierdo y la aorta dorsal llegan a ser el de- (Fig.l-27). El arco aórtico tiene así dos curvaturas: una
finitivo arco aórtico y la mayoría de la porción craneal convexa hacia arriba y atrás y otra convexa hacia delante
de la aorta descendente (Fig.1-4). La aorta dorsal dere- que se in curva a la izquierda. Las mayores ramas que se
cha restante se conecta al cuarto arco aórtico derecho surgen desde el arco aórtico son el tronco braquiocefáli-
pero gra ua TI ;te pierde sus conexiones con la línea co, la arteria carótida común izquierda (ACC!), y la arte-
media de la aorta descendente y el sexto arco aórtico de- ria subclavia izquierda (ASC!).
recho (Figs. 1-3 y 1-4).
Las dos séptimas arterias segmentarias cervicales sur-
gen desde sus respectivos cuartos arcos, aumentando du- Istmo aórtico
rante el desarrollo de los futuros miembros y formando la La aorta fetal se estrecha justo por debajo de la arteria
porción proximal de las arterias subclavias. Entonces el subclavia izquierda (ASC!). Esta área de estrechamiento
segmento del cuarto arco aórtico dorsal derecho distal a la que existe normalmente entre la arteria subclavia izquierda
séptima arteria segmentaria cervical y a la arteria subclavia, (ASC!) y el lugar del conducto arterioso se llama istmo
involuciona. La arteria subclavia derecha definitiva aórtico. La aorta más allá del istmo puede tener un agran-
(ASCD) recibe así su sangre suministrada desde la arteria damiento fusiforme llamado huso aórtico. Estas forma~
braquiocefálica, que es un remanente del tercer y cuarto pueden persistir en el adulto y no deberían confundirse
arcos embrionarios (1, 3, 7,) (Fig.1-4). con enfermedad (7) (véase más adelante).
La arteria basilar se forma cuando el par de arterias
neurales longitudinales se unen en la línea media (Figs.
1-3 y 1-4). En su momento, durante su desarrollo la arte-
Aorta descendente
ria basilar se anastomosa inferiormente con las arterias
vertebrales, que se han formado por la unión de anasto- La aorta torácica descendente comienza a la izquierda
mosis longitudinales entre las arterias intersegmentarias de la cuarta vértebra torácica y se extiende inferiormente
cervicales. hacia el diafragma (7).
6· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 1-1. A: Esquema anatómico oblicuo en tres dimensiones, mostrando la vascularización craneo-
vertebral, aproximadamente en la cuarta semana de gestación (estadio entre 6 mm y 8 mm de desa-
rrollo coronal dorsal). Se muestran las relaciones entre las bolsas faríngeas embrionarias (1-4) y el de-
sarrollo de los arcos aórticos (I-VI). Han aparecido el tercer, cuarto y sexto arcos (líneas continuas). El
primero y segundo arcos plexiformes regresan (líneas de puntos), excepto algunos pequeños rema-
~---'::::":"':"tes (áreas negras), que persisten como parte distal de las futuras arterias carótidas externas. Las
primitivas arterias carótidas internas (ACI), se forman desde la porción cefálica de las arterias dorsa-
les (AD), mientras que las arterias carótidas comunes derivan de la aorta ventral (AV) y del tercer arco.
Los segmentos aórticos dorsales entre el tercer y el cuarto arco, indicados por áreas entrecruzadas
permanecen en esta fase, pero al final regresan completamente.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 7
AD
C1-7
C1-7
Fig. 1-1. Continuación. 8: Este esquema (visión anteroposterior) muestra el desarrollo de los arcos
aórticos (I-VI), y la vascularización cranepcervical aproximadamente en la cuarta semana de gesta-
ción. Los plexos del primer y segundo arcos (líneas de puntos) regresan, excepto unos pequeños re-
manentes (áreas negras), que se unirán d~pués a las futuras carótidas externas (Fig. 2-2). El tercer
y el cuarto arco son prominentes; los sextos arcos comienzan a desarrollarse. Los segmentos de la
aorta dorsal entre el tercer y el cuarto arco (indicados por áreas de líneas entrecruzadas) permane-
cen aún, pero pronto regresarán. La cqntinuación cefálica de los arcos aórticos dorsales derecho e
izquierdo desde su unión con el tercer arco, forman las arterias carótidas internas (ACI) primitivas;
sus segmentos más proximales (las arterias carótidas comunes en el futuro) están formados por la
aorta ventral (AV) y el tercer arco. Las siete arterias cervicales intersegmentarias también se mues-
tran (C 1-7). Sus segmentos mediales comienzan a coalescer y al final formaran las arterias vertebra-
les definitivas. La dirección del flujo sanguíneo se indica por una gran flecha negra.
8· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
~=---- Para simplificar, sólo se muestra una parte de las arterias neurales longitudinales y de las arterias cer-
vicales intersegmentarias. Estos vasos son los precursores de la circulación vertebrobasilar.
nicialmente las arterias neurales longitudinales son abastecidas desde la porción inferior por las arte-
rias cervicales interseqrnentarías. En esta fase varias conexiones temporales se desarrollan entre la
circulación vertebrobasilar y las arterias carótidas. Desde cefálico a caudal, estas arterias son la trige-
minal (T), ótica (O), hipoglosa (H), y las arterias proatlantoideas intersegmentarias (P) (estos vasos se
formaran un poco después). Estas anastomosis transitorias regresan, como las divisiones caudales de
las primitivas arterias carótidas internas (ACI), que se anastomosan con el extremo final craneal de las
arterias neurales longitudinales, y forman en el futuro las arterias comunicantes posteriores (líneas pun-
teadas con flechas curvas). La persistencia de las interconexiones embrionarias transitorias es anormal
y el resultado son las llamadas anastomosis primitivas carotidobasilares (véanse los Capítulos 3 y 4). Se
describe así mismo la aparición de las arterias carótidas externas desde la aparición de la porción pro-
xi mal de las arterias carótidas comunes (ACC). Estos vasos se unirán a los remanentes del primer y se-
gundo arcos (áreas sólidas negras) AV, aorta ventral.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 9
ACI ACI
B
Fig. 1-2. Continua~ B: Esquema que muestra el desarrollo de la vascularización craneocervical del
embrión, aproximadamente a los 35 días de gestación. Los segmentos aórticos dorsales que previa-
mente conectaron con el tercer y cuarto arcos, regresan, se indican con pequeñas áreas de líneas en-
trecruzadas Las arterias carótidas internas primitivas (ACI) reciben ahora la sangre a través de la aor-
ta ventral (AV) y de las carótidas comunes (ACC), los antiguos terceros arcos. Las arterias carótidas
externas (ACE) aparecen a partir de las ACC. Los cuartos arcos son aún prominentes. El sexto arco
derecho ha involucionado, y el sexto arco izquierdo está formando el conducto arterioso y las arterias
pulmonares. Las arterias vertebrales se formaron como anastomosis plexiformes longitudinales entre
las arterias carótidas cervicales intersegmentarias. Los séptimos segmentos cervicales (C?) se están
agrandando, y llegaran a ser las arterias subclavias Las conexiones entre los sextos segmentos cer-
vicales y la aorta dorsal (AD), comienzan a regresar desapareciendo totalmente (Fig. 1-3). Se mues-
tran también las anastomosis transitorias entre los pares de arterias neurales longitudinales. De arriba
abajo, son la trigeminal (T), ótica (O), hipoglosa (H), y arterias segmentarias proatlantoideas (P). La
posición de la futura arteria comunicante posterior se indica por líneas de puntos.
10· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
ACoP ACoP
ACE
---
Fig. 1-3. Esquema de la vascularización fetal craneocervical, aproximadamente a las seis semanas de
gestación. Las arterias carótidas externas (ACE) provienen de las arterias carótidas comunes (ACC)
Las divisiones caudales de las ACI, serán en el futuro las arterias comunicantes posteriores (ACoP;
flechas), ahora se unen a las zonas cefálicas plexiformes de las arterias neurales longitudinales. Las
arterias vertebrales provienen del crecimiento de las séptimas arterias intersegmentarias cervicales
(C7) y proporcionan la porción caudal final de las arterias neurales longitudinales. Las conexiones
temporales entre las arterias carótidas y el plexo arterial longitudinal, regresan, así como las conexio-
nes entre el primero y el sexto segmentos cervicales de los arcos aórticos (líneas de puntos). AD, aor-
ta dorsal. Los números romanos indican los arcos embrionarios.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 11
ACI1
AV I
ASC I
Tronco arterioso
Aorta ventral
IV Arco izquierdo
IV Arco derecho
Arterias intersegmentarias C7
111 Arcos
VI Arco izquierdo
Fig. 1-4. Esquema mostrando la vasculatura craneocervical en la séptima semana de desarrollo. El ar-
co y los grandes vasos se aproximan a su forma definitiva. Los orígenes de estos vasos desde sus
precursores embriogénicos se muestran esquemáticamente. El cuarto y sexto arcos aórticos sufren
una remodelación asimétrica para suministrar la sangre a las extremidades superiores, aorta dorsal y
pulmones. El sexto arco derecho involuciona (dejando sólo una parte para la arteria pulmonar dere-
cha). La aorta distal derecha dorsal al origen de la arteria subclavia (ASe) regresa (línea de puntos),
pero permanece conectada a la porción derecha del cuarto arco. El tercer y cuarto arco están forman-
do el tronco braquiocefálico; el cuarto arco izquierdo llegará a ser el definitivo arco aórtico. La aorta
dorsal izquierda llegará a ser la porción proximal de la aorta descendente. La primera y la sexta arte-
rias intersegmentarias cervicales formaran las definitivas arterias vertebrales (AV); las arterias e7 han
crecido llegando a formar parte en el desarrollo de las arterias subclavias (ASe). Las arterias neurales
longitudinales se formaron en la línea media para formar la definitiva arteria basilar (AB).
12· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Superiores
Los grandes vasos, el tronco braquiocefálico y las arte-
rias carótida común izquierda y subclavia izquierda, son las
estructuras más importantes que se encuentran inmediata-
mente por encima del arco aórtico. El tronco venoso bra-
quiocefálico izquierdo se encuentra también por encima
del arco.
Inferiores
La bifurcación pulmonar, el ligamento arterioso y el
nervio laríngeo recurrente izquierdo se encuentran debajo
del arco.
Ramas
1. Tronco braquiocefálico.
2. Arteria subclavia derecha.
Relaciones 3. Arteria carótida común derecha.
4. Arteria vertebral derecha.
5. Arteria carótida común izquierda.
El arco aórtico se relaciona anatómicamente con un
6. Arteria subclavia izquierda.
importante número de estructuras, las más importantes de 7. Arteria vertebral izquierda.
ellas se discuten a continuación (7).
quiocefálico (también llamado arteria innominada), la arte- Arteria carótida común izquierda
ria carótida común izquierda y la arteria subclavia izquier-
La arteria carótida común izquierda se origina desde el
da (véase el cuadro inferior).
arco aórtico justo distal al origen del tronco braquiocefáli-
co. Inicialmente asciende por delante de la tráquea, y des-
pués se sitúa posterolateral ascendiendo a lo largo de su ca-
Arteria braquiocefálica ra izquierda.
Al alcanzar aproximadamente el borde superior del
El tronco braquiocefálico es la primera y la mayor ra- cartílago tiroides, la ACCI se bifurca en las arterias caróti-
ma que se origina de la convexidad del arco aórtico. La ar- das interna y externa (Fig. 1-8).
teria braquiocefálica asciende posterolateral a la tráquea. A
la altura de la articulación esternoclavicular, el tronco bra-
quiocefálico se bifurca en sus dos ramas terminales, la arte-
ria subclavia derecha y la arteria carótida común derecha
(ACCD) (Fig. 1-7).
Desarrollo normal
Cuarto arco embrionario izquierdo
Relaciones claves
Anterior: NC X (nervio vago)
Posteriores: Tráquea, esófago, nervio laríngeo 7
recurrente izquierdo
Superiores: Grandes vasos y tronco venoso
braquiocefálico.
Inferiores: Tronco pulmonar y bifurcación, nervio
laríngeo recurrente izquierdo.
Ramas
Arteria braquiocefálica
Arteria carótida común izquierda
Arteria subclavia izquierda
Variante comunes
Tronco braquiocefálico y ACCI compartiendo
origen común (25%-30%)
ACCI originándose del tronco braquiocefálico (7%)
ACCI y ASCI formando un tronco braquiocefálico
izquierdo (1%-2%)
Arteria vertebral izquierda (AVI) originándose
directamente desde el arco (0,5%)
Anomalías
Arco izquierdo con arteria subclavia derecha
aberrante (0,4%-2%)
Fig: 1-7. Esquema de la anatomía de la arteria braquiocefá-
Arco derecho con arteria subclavia izquierda lica y sus ramas mayores.
aberrante (tipo más común de arco derecho;
causa frecuente de anillo vascular sintomático) 1. Arteria braquiocefálica (innominada).
Arco derecho con ramificación en espejo 2. Arteria subclavia derecha.
(ocurre sin anillo, pero se asocia 3. Arteria carótida común derecha.
invariablemente con miocardiopatía 4. Arteria vertebral derecha.
congénita cianótica 5. Tronco tirocervical.
Doble arco aórtico (DAA) 6. Arteria torácica interna.
7. Arteria tiroidea inferior.
Ne, par craneal; IV, cuarto arco embrionario vascular; ACCI, arteria 8. Arteria cervical ascendente.
carótida común izquierda; ASCI, arteria subclavia izquierda. 9. Arteria cervical transversa.
10. Vena braquiocefálica.
14· Sección I - Anatomía macroscópica y angiog rafía normal de la vascularización craneocervical
1. Arco aórtico .
2. Arteria braquiocefálica
(innominada).
3. Arteria carótida común izquierda.
4. Arteria subclavia izquierda.
5. Arteria carótida común derecha.
6. Arteria vertebral derecha.
7. Arteria vertebral izquierda.
8. Tronco tirocervical izquierdo.
9. Arterias torácicas internas
derecha e izquierda.
10. Tronco tirocervical derecho.
11. Arteria subclavia derecha.
12. Tronco costocervical derecho.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 15
Fig. 1-10. Angiografía normal del arco aórtico en un paciente de 72 años de edad (fase arterial me-
dia, proyección oblicua anterior izquierda). Se observa alguna tortuosidad y ectasia de los grandes
vasos, pero no existe evidencia angiográfica de arteriosclerosis.
16· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
A
Fig. 1-11. Se muestra una angiografía del arco aórtico (fase arterial media), en un paciente de 60 años
de edad. Proyección estándar oblicua anterior izquierda (A). El origen de los grandes vasos se ve
bien, pero la bifurcación de la arteria braquiocefálica en arterias subclavias derecha y carótida común
derecha (flecha), se ve mal por causa de la superposición de los vasos. En la visión opuesta (B), (pro-
yección oblicua anterior derecha) la bifurcación braquiocefálica (flecha) se ve bien, pero el origen de
los grandes vasos está tapado por la superposición de los vasos.
El orden típico del origen de los grandes vasos (el tron- La AV izquierda se origina directamente del arco aórti-
co braquiocefálico como primera rama, seguida por la AC- co en un 0,5 % de los casos. En estos casos hay cuatro (no
Cl y la ASC!) se encuentra aproximadamente en dos ter- tres) grandes vasos originándose del arco (Fig. 1-6C). En
cios de los casos. Pueden existir muchas variaciones de este esta variante, la AVl es a menudo hipoplásica y suele origi-
narse entre la ACCI y la ASCI (Fig. 1-15). Ocasionalmente
patrón. El número de grandes vasos que se originan desde
el arco aórtico puede ser como mínimo de dos y como má- la AVl se puede originar distal a la ASC (6).
ximo de seis (7,8) (Fig.1-6).
Miscelánea
Origen común del tronco braquiocefálico y La ACCD y la ASCD pueden originarse de forma se-
la arteria carótida común izquierda parada desde el arco aórtico. En raras ocasiones, las arte-
La variante normal más frecuentemente encontrada rias carótidas interna y externa se originan independiente-
del arco aórtico y .sus ramas, es un origen común del mente desde el arco aórtico. Anomalías como el curso
tronco braquiocefálico y la ACCI. Denominada a veces aberrante de la arteria carótida petrosa interna son fre-
disposición bovina, ocurre en un 27% de los casos (Figs. cuentes en estos casos (véase el capítulo 3).
1-6A y 1-13). En un 7% de los casos, la ACCl se origina
desde la porción proximal del tronco braquiocefálico en "Abultamientos" y "tortuosidades"
lugar de hacerla desde el arco aórtico (Figs. 1-6B y 1-14),
En un 1-2% de los casos, la ACCl y la ASCI comparten Estas variantes anatómicas normales pueden imitar
un origen común y forman un tronco braquiocefálico iz- lesiones agudas de los vasos aórticos y braquiocefálicos
quierdo (7). en la aortografía. Estas variantes incluyen el clásico "hu-
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 17
~5
(J
~4
A B
Fig. 1-12. En este caso se muestra el uso de arteriografía selectiva para ver los vasos del arco y sus
ramas. La proyección estándar oblicua anterior izquierda (A) muestra bien los grandes vasos, pero la
arteria vertebral derecha (flecha) queda tapada por la superposición de la arteria carótida común de-
recha. La inyección selectiva en la arteria subclavia derecha (B), muestra sus ramas mayores. Puede
apreciarse un tenue relleno vascular de la glándula tiroides (flechas blancas).
so" aórtico o los divertí culos ductales atípicos, y los in- Anomalías
fundíbulos de las arterias braquiocefálicas y ramas adya-
centes (12). Embriología
Suele existir un segmento estrecho entre la AseI y el
conducto arterioso, el istmo aórtico, en los recién naci- El arco aórtico normal representa la persistencia del
dos, pero normalmente desaparece después de los dos cuarto arco embrionario vascular izquierdo (véase la
meses de edad. En los adultos puede permanecer un Tabla 1-1). La mayoría de los sistemas usados para expli-
abultamiento justo detrás del conducto arterioso. Esta car y clasificar las malformaciones del arco más comunes,
variante se llama huso aórtico. La unión entre el istmo y están basados en el desarrollo anómalo del arco aórtico
el huso está marcada por una impronta inferior en el an- fetal (6,13-15). La persistencia, migración o interrupción
giograma del arco aórtico, y se considera una variante de estos arcos embrionarios en localizaciones anómalas,
normal (Fig. 1-16). explican el consiguiente desarrollo de varias anomalías
El divertí culo del conducto es un abultamiento focal a congénitas.
lo largo de la cara anteromedial del istmo aórtico. Se pre- La mayoría de las anomalías del arco consisten en erro-
senta en un 33 % de los niños y en un 9% de los adultos, res de posición (p.ej., arco aórtico derecho [AADJ) y/o
siendo una variante normal. El clásico divertículo del con- errores en el nivel de interrupción en el arco contralateral,
ducto tiene los márgenes lisos e ininterrumpidos y unos lo cual determina la presencia o ausencia de grandes vasos
hombros simétricos inclinados suavemente (12). aberrantes (14).
18· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Posición de la aorta
Características transversales (en el plano axial)
Posición del arco
Arco aórtico izquierdo (AAI)
Arco aórtico derecho (AAD)
Doble arco aórtico (DAA)
Posición de la aorta descendente (en relación
con el arco)
Ipsilateral
Fig. 1-13. Angiografíadel arco aórtico(en fase arterial,vista OAI), En la línea media
mostrandoun origencomún del troncobraquiocefálicoy la arteria Contralateral
carótida común izquierda (flecha). Esta variante normal ocurre Lugar de interrupción/segmento implicado
aproximadamenteen un 25% de los casos (Fig. 1-6A). Distal a la arteria subclavia
Entre las arterias carótida común y subclavia
Proximal a la arteria carótida común
Características verticales (nivel del arco en el
plano coronal)
Detrás del manubrio (normal)
Manubrial
Encima del manubrio
Calibre de la aorta
Tamaño
Normal
Anormal
Estenosis (coartación)
Atresia (interrupción)
Ectasia
Lugar de la anormalidad
Aorta ascendente
Arco
Aorta descendente
Grandes vasos
Número de anomalías
Solitaria
Múltiple
Posición
Calibre
Asociación miscelánea de anormalidades
Fig. 1-14. Angiografía del arco aórtico (en fase arterial, vista (p.ej. divertículo)
OAI), mostrando la arteria carótida común izquierda (fle-
chas pequeñas) originándose desde el tronco braquiocetá- Los datos de este cuadro han sido adaptados y modificados de los
lico (flecha grande). En esta variante normal hay sólo dos conceptos en la rel. 14.
grandes vasos que surgen del arco aórtico.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 19
A B
Fig. 1-15. A: Angiografía del arco aórtico (en fase arterial precoz, vista OAI), mostrando una gran arte-
ria vertebral izquierda originándose directamente desde el arco aórtico. B: Angiografía del arco aórti-
co en otro paciente, mostrando una arteria vertebral izquierda que se origina directamente del arco
aórtico (flechas grandes). Sólo el tronco tirocervical y la arteria torácica interna (mamaria) se originan
desde la arteria subclavia. La arteria vertebral derecha (flechas pequeñas) es hipoplásica.
Una descripción detallada de las complejas cardiopatí- tre un 0,4% y un 2% (6,16). Esta malformación es conse-
as congénitas con todas las posibles anormalidades del ar- cuencia de la persistencia de la aorta dorsal derecha ern-
co aórtico está fuera del alcance de este texto. Nosotros só- brionaria, combinada con la involución del segmento del
lo detallamos aqui la mayoría de las anomalías más arco entre la ACCD y la ASCD.
frecuentes, y las raras pero importantes, que se pueden en- En esta anomalía, la primera rama que se origina del
contrar cuando realizamos una angiografía cerebral. arco es la ACCD, seguida por orden de la ACCI y la
ASCD. La ASCDA se origina como última rama del arco y
cruza el mediastino de izquierda a derecha detrás del esó-
Arco aórtico izquierdo con ramas aberrantes
fago (Figs. 1-6D y 1-17) (15).
Un arco aórtico izquierdo con una arteria subclavia de- Ocasionalmente la ASCDA puede originarse desde un
recha aberrante (ASCDA) es la anomalía congénita del arco tronco común con la ASCI. Esta situación llamada a veces
más frecuente, con un rango de prevalencia que oscila en- arco bitroncal, forma un relativo e infrecuente tipo de ani-
20· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 1-16. Angiografía del arco aórtico (en fase arterial, pro- Fig. 1-17. Angiografía del arco aórtico (en fase arterial, pro-
yección OAI), mostrando una escotadura (flechas) a lo lar- yección OAI), mostrando un arco izquierdo con una arteria
go de la curvadura inferior del arco aórtico. Esto es una va- subclavia derecha aberrante (ASCOA). Esta es la anomalía
riante normal relativamente frecuente y no debe confundirse congénita del arco más frecuente, se ve de un 0,4% a un
con una disección. 2% de los casos (véase también la Fig. 1-60).
3 2
1
A B, e
Fig. 1-20. Angiografía del arco aórtico, proyección anteroposterior, que muestra un arco aórtico dere-
cho con una arteria subclavia izquierda aberrante. Esta circunstancia representa una forma frecuente
de anillo vascular. En la fase precoz (A) y en la fase media arterial (B), se muestra que la arteria caró-
tida común izquierda (1) es la primera rama que se origina desde la parte derecha del arco aórtico.
Las arterias carótida común y subclavia derechas se pueden observar también (C). En la fase arterial
tardía la imagen muestra la opacificación de la arteria subclavia izquierda (4), el último vaso que se
el tronco arterioso, y (menos comúnmente) la atresia tri- De cada arco se originan una arteria carótida común y
cuspídea (15,17,20,23). una arteria subclavia (Fig.1-22, 1-23, Y 1-24) (15,17,
20).
Doble arco aórtico anómalo El arco aórtico doble con atresia del arco izquierdo es
menos frecuente. En esta anomalía el arco izquierdo es
El arco aórtico doble anómalo (AAD) es una de las atrésico, persistiendo como un cordón fibroso. Los subti-
causas más frecuentes de un anillo vascular sintomático pos de esta malformación se basan en el lugar preciso de la
o cabestrillo (15,17,20,23-25). Embriológicamente, el atresia del arco izquierdo (15,17,20).
AAD representa la persistencia de los cuartos arcos
aórticos fetales. El doble arco aórtico con ambos arcos
presentes es la forma más frecuente. La aorta ascenden- Otras anomalías del arco aórtico
te se divide en dos partes, arco aórtico derecho e iz-
quierdo. El derecho es mayor que el izquierdo en apro- Otras formas raras de anomalías del arco y los grandes
ximadamente de un 50% a un 75% de los casos. Los vasos que pueden producir un anillo vascular sintomático
dos arcos rodean al esófago y la tráquea, uniéndose incluyen el arco aórtico izquierdo con aorta descendente de-
posteriormente para formar la aorta descendente (la recha (llamada aorta circunfleja) (Fig. 1-25), el arco aórtico
cual generalmente se encuentra en el lado izquierdo). derecho con ramificación en espejo y el ligamento arterioso
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 23
A B
Fig. 1-21. A: Esquema anatómico que muestra el tipo más frecuente de arco aórtico derecho (AAD),
AAD con arteria subclavia izquierda aberrante (ASCIA) El arco aórtico distal es retroesofágico y el
conducto arterioso se origina de un divertículo aórtico. La ASCIA forma un verdadero anillo vascular,
pero generalmente no causa estridor (modificado y adaptado con permiso de la ref.15).
1. Aorta.
2. Tronco pulmonar.
3. Arteria subclavia derecha.
4. Arteria carótida común derecha.
5. Arteria carótida común izquierda.
6. Arteria subclavia izquierda aberrante.
7. Divertículo aórtico.
8. Ligamento arterioso.
B: Esquema anatómico que muestra el tipo más frecuente de arco aórtico derecho (AAD) con imagen
de ramificación en espejo. La aorta descendente se sitúa en la parte derecha. La arteria innominada
izquierda es la primera rama que se origina del arco. No forma un anillo vascular, pero este tipo de
AAD se asocia casi siempre con una cardiopatía congénita cianótica (modificado y adaptado con per-
miso de la ref.15)
1. Aorta.
2. Tronco pulmonar.
3. Arteria subclavia izquierda.
4. Arteria carótida común izquierda.
5. Arteria carótida común derecha.
6. Arteria subclavia derecha.
7. Arteria innominada izquierda.
8. Ligamento arterioso.
24· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
9 7
A B
Fig. 1-22. A: Esquema anatómico anteroposterior que muestra un arco aórtico doble, funcionante
(AAD), con arcos derechos e izquierdos patentes. La aorta descendente se encuentra a la izquierda.
Cada arco da lugar a sus respectivas arterias braquiocefálicas, las arterias carótida común y subcla-
via. Nótese que en esta configuración la porción izquierda del arco tiende a ser el arco anterior, mien-
tras que el arco derecho es el posterior (modificado y adaptado con permiso de la ref.15).
1. Aorta ascendente.
2. Arco derecho.
3. Arco izquierdo.
4. Arteria carótida común derecha.
5. Arteria subclavia derecha.
6. Tronco pulmonar.
7. Arteria carótida común izquierda.
8. Arteria subclavia izquierda.
B: Diagrama anatómico anteroposterior que representa un arco aórtico doble (AAD) con atresia del ar-
co izquierdo. En el tipo más común, el arco izquierdo queda atrésico distalmente al origen de la arteria
subclavia. La aorta desciende por la derecha.
1. Aorta ascendente.
2. Arco derecho.
3. Parte patente del arco izquierdo.
4. Parte atrésica del arco izquierdo (conectada a un divertículo aórtico).
5. Divertículo aórtico.
6. Conducto izquierdo.
7. Arteria carótida común izquierda.
8. Arteria subclavia izquierda.
9. Arteria carótida común derecha.
10. Arteria subclavia izquierda.
11. Tronco pulmonar.
Capítulo 1 - Arco aórtico y grandes vasos • 25
A 8
Fig. 1-24. Una resonancia magnética (no se muestra), en este niño de tres años de edad. evidenció un
doble arco aórtico que rodea la tráquea y el esófago. Se realizó una angiografía del arco aórtico. Las
imágenes de las fases precoz (A) y media (8) arteriales, muestran que las arterias carótida común (1)
Y subclavia derechas (2) se originan del arco aórtico derecho (R). Las arterias carótida común (3) y
subclavia (4) izquierdas se originan de la porción posterior del arco izquierdo (1). Los dos arcos se
unen para formar en la línea media la aorta descendente. Aparece un divertículo (O) en la porción pro-
ximal de la aorta descendente (caso cortesía de Ina Tonkin, M.o.).
26· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
~4
A '-- __ --'
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I
Fig. 1-25. Se muestra un arco aórtic:
derecho con una aorta descendente iz
desdela arteria pulmonar izquierda hasta un divertí culo aór- GRANDES VASOS Y SUS RAMAS
tico, y un origen común de las carótidas (llamado tronco bi-
carotídeo) con arteria subclavia derecha aberrante (17, 20, Tronco braquiocefálico
26,27).
Las dos mayores ramas del tronco braquiocefálico son
El arco aórtico cervical puede presentarse como una
las arterias subclavia derecha y la carótida común derecha
masa pulsátil en el cuello. En esta infrecuente anomalía el
(Figs. 1-7 y 1-27).
arco aórtico se encuentra encima del manubrio (Fig. 1-26).
El arco aórtico cervical derecho es más frecuente que el ar-
co aórtico cervical izquierdo. En ambos, la ramificación de Arteria subdavia derecha
los vasos del arco es variable y puede ser aberrante. Desde su origen en el tronco braquiocefálico, la arte-
ria subclavia derecha (ASCD) discurre superolateral-
mente, asciende aproximadamente 2 cm por encima de
la clavícula y pasa por detrás del músculo escaleno ante-
rior. Las mayores ramas que se originan de la ASCD son
las arterias vertebral derecha y torácica interna, y los
troncos tirocervical y costovertebral (Figs. 1-7,1-12B, y
1-27).
La arteria vertebral derecha (AVD) se origina de la por-
ción posterosuperior de la ASCD y discurre superiormen-
te. Después se introduce por el agujero transverso de la
apófisis transversa de C6.
La arteria torácica interna (mamaria) se origina infe-
riormente de la primera parte de la arteria subclavia, en-
frente del tronco tiro cervical. Después ésta desciende por
detrás de los cartílagos costales.
El tronco tiro cervical se origina desde la porción ante-
rior de la arteria subclavia derecha, cerca del músculo esca-
leno anterior y se divide casi inmediatamente en las ramas
tiroideas, supraescapulares y cervicales superficiales. La ar-
teria tiroidea inferior da lugar a una pequeña, pero impor-
tante rama, la arteria cervical ascendente, la cual se anasto-
mosa con las arterias vertebrales, faríngeas ascendentes,
occipitales y cervicales profundas (Fig. 17).
El tronco costocervical surge de la ASCD distal al
tronco tirocervical y las arterias vertebrales. Tiene las ra-
mas intercostal superior y cervical profunda.
~5
Las arterias carótidas comunes (ACC) terminan divi- ARTERIA CARÓTIDA EXTERNA:
diéndose en las arterias carótida externa e interna. La ar- TRONCO PRINCIPAL
teria carótida externa (ACE) es la más pequeña de las dos
ramas terminales de la ACC. La ACE irriga la mayoría de Desarrollo normal
las estructuras de la cabeza y el cuello (excluyendo el ce-
rebro y el ojo). También contribuye de manera significati- Introducción y principios generales
va en la irrigación arterial de un amplio espectro de lesio-
Los vasos craneocerebrales se desarrollan dentro del
nes intracraneales como malformaciones vasculares y
modelo inducido hemodinámicamente y por remodelado de
neoplasias.
numerosos precursores vasculares primitivos (Capítulo 1).
Las ACE tienen numerosas anastomosis importantes
La embriología de la arteria carótida externa (ACE) no se
con las arterias carótidas internas (ACI) y el sistema verte-
comprende por completo (1,2). Como la mayoría de los va-
brobasilar. Con el aumento de la cateterización selectiva de
sos cerebrales, la ACE se desarrolla mediante una combina-
la ACE en procedimientos intervencionistas, la compren-
ción de evaginaciones de algunos vasos, involución de otros
sión de la anatomía normal de la ACE y el reconocimiento
y asimilación de canales preexistentes que crecen de diferen-
de las anastomosis potencialmente peligrosas se han con-
tes vasos precursores indiferenciados (3).
vertido en una necesidad.
En este capítulo primero se considera brevemente la
Tronco principal de la ACE
embriología de la ACE. Comprender cómo la ACE se
desarrolla desde los precursores primitivos, ayuda a ex- La primera bolsa faríngea aparece a las tres o cuatro se-
plicar el espectro de variantes anatómicas y anomalías manas de gestación. Una red de vasos plexiformes que rodea
que se pueden encontrar cuando se cateteriza este vaso. estas bolsas coalesce para formar unos canales anastomóti-
Seguidamente, se comenta la anatomía normal macroscó- cos en forma de arco que conectan la aorta dorsal y ventral.
pica y en imagen. Comenzando por el tronco de la ACE Estos canales fenestrados son el primer y segundo arcos aórti-
y sus ramas principales, se examinan con más detalle las cos embrológicos (Fig. 2-1; véase también la Fig. 1-lA).
ramas profundas de la ACE. El capítulo concluye con Alrededor de la cuarta semana de gestación el primer y
una breve explicación de la neuroangiografía funcional segundo arcos aórticos comienzan a regresar. Otros canales
básica y su aplicación al sistema carotídeo externo. transitorios llamados arterias faríngeas ventrales (AFV)
31
A
crecen simultáneamente desde la aorta ventral para regar Ramas distales de la ACE
lasbolsas faríngeas (Fig. 2-2). Las arterias hioidoestapedia-
El primer arco aórtico funciona hasta que el tubo neural
lesprimitivas, que se desarrollan a partir de los remanentes
se cierra y la faringe se diferencia en bolsas. Entonces el
del primer y segundo arco, establecen luego anastomosis
primer arco regresa, aunque algunos remanentes persisten
con las AFV en sus terminaciones craneales.
y son anexionados después mediante evaginaciones del se-
El tronco definitivo de la carótida externa surge como
gundo arco aórtico.
una evaginación (brote) de nava del tercer arco aórtico em-
Mientras la segunda bolsa faríngea se desarrolla, un
briológico (4,5). Las AFV regresan al tiempo que las ACE
plexo de vasos entre la primera y la segunda bolsa de cada
se desarrollan y asimilan su tallo proximal (Fig. 2-3; véase
lado forma el segundo arco aórtico (Fig. 2-1B). Sus zonas
también la Fig. 1-3) (1,6).
proximales coalescen y establecen unos canales primitivos
AE AE llamados arterias hioideas. Las arterias bioideas, unidas con
o,JCi!r ~IE,
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I
I
O Extensión craneal de
la aorta dorsal
_ Hioidea (segundo arco)
n ~
W
Crecimiento de la ACE (del tercer arco)
~máslaAFV
Tercer arco aórtico
Fig. 2-5. Diagrama anatómico rotado de anteroposterior a posición oblicua anterior izquierda (OAI)
que representa la arteria carótida común izquierda definitiva, así como las arterias carótidas externa e
interna. También se muestra el origen embrionario de estos vasos. ACT, arteria carotidotimpánica; fle-
cha pequeña, estribo; punta de flecha, agujero redondo menor; flechas dobles, canal óptico; flechas
abiertas, canal carotídeo. Se indican con líneas discontinuas las ramificaciones distales de la AMI,
AMM Y ramas orbitarias de la AO. Existen muchas anastomosis potenciales entre estos vasos.
También son frecuentes las variaciones en sus territorios vasculares.
Posterior Medial
La ACE discurre inicialmente delante y medial a la ar- Inicialmente la pared faríngea, el nervio laríngeo supe-
teria carótida interna (ACI). Al tiempo que la ACE ascien- rior (una rama del NC X) y la arteria faríngea ascendente
de, gradualmente discurre posterolateralmente, dando ra- (AFA) , discurren mediales a la ACE. A un nivel alto, la
mas que irrigan las estructuras faciales. La vena yugular ACI se cruza por detrás del tronco de la ACE y, entonces,
interna discurre posterolateralmente a la ACI y a la ACE discurre medial a él. Estos dos vasos están separados por la
(Fig. 2-7). El pequeño cuerpo carotídeo (glomus caroti- apófisis estiloides, los músculos estiloglosos y estilofarínge-
curnl descansa en la bifurcación carotídea, entre la ACI y os, y el nervio glosofaríngeo (NC IX) (8).
la ACE. El nervio vago (NC X) cursa inferiormente en la
vaina carotídea entre la ACI y la vena yugular interna y me- Resumen
dial a la ACE (Figs. 1-8 y 3-3). Así, la ACE:
1. Se origina en la bifurcación de la ACC aproximadamen-
Lateral
te a la altura de C4.
Los ganglios linfáticos cervicales profundos superiores 2. Inicialmente, discurre anterior y medial a la ACI, enton-
y el lóbulo profundo de la glándula parótida son laterales y ces se dirige posterolateralmente para ascender en la vai-
ligeramente posteriores a los segmentos proximal y distal na carotídea.
de la ACE, respectivamente. 3. Se encuentra delante de la vena yugular interna.
Fig. 2-7. Dibujo anatómico anteroposterior que muestra la ar-
teria carótida común izquierda y las estructuras relaciona-
das. El músculo esternocleidomastoideo se ha quitado par-
cialmente para mostrar la arteria carótida y la vena yugular
interna. La glándula submandibular está indicada por el área
Fig. 2-6. Se representan en este diagrama anatómico obli- de puntos. La bifurcación carotídea y las ramas proximales
cuo la arteria carótida común derecha, la bifurcación carotí- de la ACE se representan en detalle. Se indica por puntas de
dea, y algunas ramas de la arteria carótida principal exter- flecha una anastomosis potencial entre ramas, representan-
na (ACE) La glándula parótida está indicada por el área do los pedículos arteria les faciales, oftálmicos, maxilares in-
punteada. ternos y faciales transversos (véase también la Fig. 2-29).
1. Arteria carótida común izquierda.
1. Tronco braquiocefálico.
2. Vena yugular interna izquierda.
2. Arteria carótida común derecha.
3. Arteria carótida externa izquierda.
3. Arteria carótida externa derecha (tronco principal).
4. Arteria carótida interna izquierda.
4. Arteria carótida interna derecha.
5. Arteria tiroidea superior.
5. Arteria facial (las arterias lingual y tiroidea superior
nacen más proximales en la ACE y están cortadas).
6. Arteria faríngea ascendente.
7. Arteria lingual.
6. Arteria temporal superficial.
8. Arteria facial.
7. Arteria maxilar interna.
9. Rama inferior labial de la arteria facial.
8. Arteria vertebral derecha.
10. Arteria angular y ramas nasales de la arteria facial
(anastomosis con ramas de la arteria oftálmica.
11. Ramas orbitarias de la arteria oftálmica (una rama
de la arteria carotida interna).
12. Arteria infraorbitaria (anastomosis entre esta rama
de la arteria maxilar y la arteria facial).
13. Arteria temporal superficial.
14. Arteria facial transversa (anastomosis con
las ramas de la arteria facial).
15. Rama labial superior de la arteria facial.
Capítulo 2 - Arteria carótida externa • 37
Desarrollo normal
Tronco proximal desde
Arteria faríngea ventral
"Crecimiento" de nava (desde el tercer arco
aórtico embrionario)
Ramas distales desde
Arteria hioidea primitiva (segundo arco)
Arteria estapedial primitiva (primer arco)
Relaciones
Anteromedial, después posterolateral a la ACI
Anterior a la VYI
Anterolateral al NC X (nervio vago)
Termina medial a (o en) la glándula parótida
Fig. 2-8. Diagrama anatómico lateral que representa la arte-
riacarótidaexterna y sus ramas principales: Ramas
Arteria tiroidea superior
1. Arteriatiroidea superior. Arteria taríngea ascendente
2. Arteriafaríngea ascendente. Arteria lingual (AL)
3. Arterialingual. Arteria facial (AF)
4. Arteriafacial. Arteria occipital (AOcc)
5. Arteriaoccipital.
Arteria auricular posterior (AAP)
6. Arteriaauricular posterior.
Arteria temporal superficial
7. Arteriatemporal superficial.
8. Arteriamaxilar interna (cortada). Arteria maxilar
9. Arteriafacial transversa (una rama de la arteria Territorio vascular
temporalsuperficial.
La mayor parte de la cabeza y el cuello (excepto
órbitas, cerebro)
Variantes comunes
Orígenes, patrones de ramificación y territorios
normalmente son bastante variables
4. Está cubierta por el músculo esternocleidomastoideo y es
cruzadapor el nervio hipogloso. Anomalías
5. Discurre anterolateral al nervio vago. Arteria carótida "no bifurcada" (las ramas de
la ACE nacen de forma separada de la ACC
Ramas que no está bifurcada)
Origen aberrante de las ramas de la ACE desde la
ACI y la AV
La ACE tiene ocho ramas principales (Fig. 2-8; véase el
cuadro). El tronco principal de la ACE rápidamente dismi- ACE, arteria carótida externa; ACI, arteria carótida interna; ACC, ar-
nuye su tamaño al dar ramas a la lengua y ramas profundas teria carótida común; AV. arteria vertebral; VYI, vena yugular inter-
na; NC X nervio vago.
a la cara y el cuello. Termina medial (o en) la glándula pa-
38· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vasculanzaclón craneocervical
rotídea. De forma menos frecuente, el origen de este vaso La AFA asciende por detrás de la ACI y anteromedial a la
está en la arteria carótida común (10%) y en la arteria lin- vena yugular interna. La AFA tiene unas ramas faringeas diri-
gual (2%) (12-13). gidas anteriormente que irrigan la faringe y la trompa de eus-
La arteria tiroidea superior irriga la laringe y la ma- taquio. Las ramas dirigidas posteriormente, ramas muscular y
yoría de la parte superior de la glándula tiroides (Tabla timpánica inferior, irrigan la cavidad timpánica y los músculos
2-1). Este vaso tiene muchas anastomosis con su homólo- prevertebrales. Un vaso importante, la rama neuromeníngea,
go de la ACE contralateral y con la arteria tiroidea infe- irriga la dura y los nervios craneales inferiores (8,13-17).
rior, una rama del tronco tiro cervical que irriga el itsmo y La AFA se anastomosa con muchas otras ramas de la
el polo inferior de la glándula tiroides. Ambas arterias ti- ACE como la arteria meníngea media, la meníngea acceso-
roideas se pueden anastomosar con una arteria tiroidea ria, la faríngea dorsal y la arteria palatina ascendente. La
más inferior: la arteria tiroidea ima. Este vaso es una ra- arteria timpánica inferior, rama de la AFA, se anastomosa
ma inconstante que nace del tronco braquiocefálico o del con la arteria carotidotimpánica, una rama de la arteria ea-
arco aórtico. rótida interna petrosa (Figs. 2-4 y 2-5). La AFA también
tiene numerosas anastomosis con otras ramas importantes
Arteria faríngea ascendente de la ACI como la arteria vidiana y el tronco inferolateral
La arteria faríngea ascendente (AFA) es la más peque- (Tabla 2-1).
ña y la primera rama posterior de la ACE. Normalmente se La AFA puede anastomosarse con ramas meníngeas o
origina en la bifurcación carotídea o en la ACE proximal cervicales de la arteria vertebral a nivel C3 (15-17). El rico
(Figs. 1-8 y 2-8); de forma ocasional la AFA nace de un sistema anastomótico entre la AFA y las arterias carótidas y
tronco común con la arteria occipital (Fig. 2-14). vertebrales, puede servir como un aporte importante de
Se muestran únicamente las anastomosis principales; la mayoría de las ramas de la ACE también se anastomosan con sus
homólogos de la ACE contralateral.
ACI, arteria carótida interna; ACE, arteria carótida externa.
Capítulo 2 - Arteria carótida externa • 39
flujocolateral. También plantea un riesgo potencial en la ta con, la arteria vertebral a nivel C1 o C2 (Figs. 2-16, 2-20
embolización terapéutica de lesiones vasculares extracra- y 17-14) (17,20).
neales(Fig. 17-15).
Arteria auricular posterior
Arteria lingual
La arteria auricular posterior (AAP) es una pequeña
La arteria lingual es la segunda rama anterior de la rama que nace en la región posterior de la ACE, justo por
ACE.Inicialmente se dirige superiormente, medial a los encima del origen de la arteria occipital. La AAP también
músculosfaríngeos e hioglosos. Después da la vuelta y se puede nacer de la AO. La AAP se dirige posterosuperior-
dirigehacia delante antes de incurvarse hacia arriba en mente para irrigar el cuero cabelludo, el pabellón auditivo
dirección a la lengua (Figs. 2-7 y 1-8). La AL proporciona y el conducto auditivo externo (Fig. 2-8). La AAP puede
lamayoría de la irrigación vascular a la lengua y la cavi- ser el origen de la arteria estilomastoidea, una rama peque-
dadoral (Tabla 2-1). Entre el 10% y el 20% de los casos, ña pero importante que irriga la cuerda del tímpano. La
la AL comparte un tronco común con la arteria facial arteria estilomastoidea también puede surgir de la AO
(8,14,18). (Fig. 2-17). Se anastomosa con ramas petrosas de la arteria
meníngea media (17).
Arteria facial
Arteria temporal superficial
La arteria facial, también llamada arteria maxilar ex-
terna, es la tercera rama directa anterior de la ACE. Se La ACE se divide en las arterias maxilar y temporal su-
originaen la región anterior de la ACE, justo por encima perficial inmediatamente por debajo del cóndilo mandibu-
dela arteria lingual. Aproximadamente en un 10% de los lar. La arteria temporal superficial (ATS) es la menor de las
casosla AF comparte un tronco común con la arteria lin- dos ramas terminales de la ACE. Desde su origen, la ATS
gual(18). discurre detrás del cóndilo, pasando de profunda a super-
Desde su origen la AF primero asciende, después se ficial mientras discurre hacia arriba y hacia delante (Figs.
incurva inferolateralmente sobre la glándula submandi- 2-8 y 2-9) (21).
bular y rodea la mandíbula. Entonces pasa anterior y La ATS es esencialmente una arteria cutánea que irriga
superiormente cruzando la mejilla (Figs. 1-8,2-7 Y2-8). Ios dos tercios anteriores del cuero cabelludo, parte del pa-
La arteria facial termina cerca del borde medial del ojo bellón auricular y de la glándula parótida (Tabla 2-1). La
y se convierte en la arteria angular. Aquí la AF se anasto- arteria transversa facial nace cerca (o en) el origen de la
masacon ramas de la arteria oftálmica, una rama de la ACI ATS y se dirige hacia delante de forma horizontal. Las ra-
(Fig.2-7). La anastomosis entre las ramas orbitarias de la mas de la arteria facial transversa se anastomosan con ra-
ACIy la ACE es una vía potencial de flujo sanguíneo cola- mas de las arterias facial y maxilar que irrigan la parte pro-
teralimportante en caso de una oclusión de la ACI (Tabla funda de la cara y la mejilla (Fig. 2-7).
2-1;vertambién Capítulo 17).
En la arteria facial existe un balance hemodinámico Arteria maxilar
conotras ramas arteriales de la ACE, como son la arteria La arteria maxilar, alguna vez llamada arteria maxilar
maxilar interna y la arteria facial transversa (Fig. 2-29) interna (AMI), es la rama terminal mayor de la ACE. La
00,17-19). La distribución terminal de la AF es bastante AMI nace en la glándula parótida detrás del cuello de la
variable aunque normalmente irriga la mayoría de la ca- mandíbula (Fig. 2-6). Discurre oblicua hacia delante y me-
ra, el paladar, los labios y la mejilla. Las ramas principa- dial en el espacio masticador. La AMI termina en la fosa
lesde la AF incluyen la arteria pala tina ascendente, la ar- pterigopalatina, dividiéndose en ramas que irrigan la parte
teriasubmentoniana, las ramas bucales y masetéricas, la profunda de la cara y la nariz (Fig. 2-9). La AMI está en ba-
arterialabial superior e inferior y la arteria nasal lateral lance hemodinámico con la arteria facial (Fig. 2-29) y es
(Fig.2-7). una fuente principal de flujo sanguíneo potencial colateral
desde el sistema externo al interno (véase el cuadro ante-
Arteria occipital rior y también el Capítulo 17).
10
'4
6"
A B
Capítulo 2·- Arteria carótida externa· 41
A __ ~ _
8
Fig 2-11. Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía de la carótida común izquier-
da que muestra la arteria tiroidea superficial y sus numerosas ramas (flechas negras pequeñas). La arte-
ria lingual, con su curva característica en forma de U está señalada por flechas blancas grandes .
••
Fig. 2-10. Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía de la carótida común iz-
quierda que muestra la ACE y sus ramas principales:
ria carótida común (Fig. 2-11; véanse también las Figs. 1-8 y
2-7). La arteria tiroidea superior se divide casi inmediata-
mente en ramificaciones finas que se dirigen hacia el ápex
tiroideo. Algunas veces se ve un teñido vascular prominente
en la glándula tiroidea.
Arteria lingual
La arteria lingual, la segunda rama que nace de la re-
gión anterior de la ACE, tiene una apariencia distintiva en
forma de U, tanto en las angiografías anteroposteriores
(AP) como laterales (Fig. 2-10). Sus ramas distales irrigan
la lengua en forma de abanico (Figs. 2-7 y 2-15). Se puede
Fig. 2-12. Proyección lateral de una angiografía de la caróti- ver alguna vez un teñido vascular denso de la lengua y de la
da común izquierda. Se observa la arteria faríngea ascen- mucosa oral adyacente en proyecciones en fase arterial tar-
dente particularmente bien (flechas). día de angiografías de la carótida externa (Fig. 2-16D).
Fig. 2-14. Inyección selectiva en la ar-
teria faríngea ascendente, proyección
lateral, que muestra algunas de sus ra-
mas faríngeas dirigidas anteriormente
(flecha blanca) así como las ramas
neuromeníngeas dirigidas posterior-
mente (puntas de flecha). Como en es-
te caso, la arteria occipital (flechas ne-
gras grandes) nace con frecuencia de
un tronco común con la arteria faríngea
ascendente.
e
o
Capítulo 2 - Arteria carótida externa • 45
•••
Fig. 2-16. Angiografía de la carótida común izquierda en fase arterial precoz (A) y fase arterial media
(8) (proyección lateral) y fase arterial precoz (C) y tardía (D) (proyección anteroposterior). La arteria
carótida interna está ocluida en la bifurcación, por eso las ramas de la ACE se ven especialmente
bien. Nótese el teñido vascular normal de la musculatura cervical (A, flechas negras grandes) y la len-
gua (D, flechas). De especial importancia es la opacificación transitoria de la arteria vertebral (8, fle-
cha blanca) por las colaterales musculares (puntas de flecha) desde la arteria occipital. También se
opacifica la arteria del agujero redondo mayor (A, flecha blanca grande), indicando otro lugar poten-
cial de flujo sanguíneo de extra a intracraneal.
..----3
4~
7
\
t.
2
A 8
Fig. 2-17. Radiografías en fase arterial precoz (A) y tardía (8), proyección lateral, de una angiografía
selectiva de la arteria occipital.
1. Arteria occipital.
2. Ramas musculares.
3. Ramas del cuero cabelludo.
4. Rama transósea.
5. Arteria meníngea posterior.
6. Ramas musculares.
7. Ramas estilomastoideas.
46· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
meníngeas prominentes que se anastomosan con la arteria El teñido vascular curvo que representa el pabellón auditivo
vertebral (Figs. 2-16B y 17-14 YTabla 2-1). Algunas ramas pe- puede ser muy prominente en la fase arterial tardía de la an-
queñas pero importantes de la AOcc que se ven en inyeccio- giografía de la ACE (Fig. 2-18B).
nes selectivas de este vaso incluyen la arteria estilomastoidea
(Fig. 2-17A) y la arteria meníngea posterior (Fig. 2-17B). Arteria temporal superficial
La opacificación de la AOcc durante una inyección se-
La arteria temporal superficial (ATS) es la menor de las
lectiva o de la ACE causa frecuentemente un teñido vascu-
dos ramas terminales de la ACE (Fig. 2-18A). Con frecuen-
lar en la musculatura cervical (Fig. 2-17B). Esta apariencia
cia forma una horquilla prominente anterior que gira en un
no debería confundirse con una lesión nodular.
bucle sobre el arco cigomático (Figs. 2-7, 2-9 y 2-19). Las
ramas distales de la ATS se ramifican sobre el cuero cabe-
Arteria auricular posterior
lludo y tienen una apariencia de sacacorchos en la angio-
La arteria auricular posterior (AAP) es normalmente grafía en proyección lateral (Figs. 2-18 y 2-19).
una rama pequeña, algo tortuosa, que nace cerca de la bifur- La arteria facial transversa (AFT) , una rama principal
cación de la ACE. La AAP se dirige superiormente y des- horizontal de la ATS, sigue un curso paralelo al arco cigo-
pués posteriormente hacia el pabellón auditivo (Fig. 2-18A). mático (Figs. 2-7 y 2-8). La AFT no debería confundirse
con otra rama directa horizontal de la ACE, la arteria ma- y reclutamiento que ocurrió durante el desarrollo em-
xilarinterna (AMI). La AFT tiene una apariencia tortuosa brionario (10).
en forma de sacacorchos y sigue un curso casi horizontal
(Fig. 2-16A,B; también Fig. 2-24). En contraposición la Anomalías
AMI se muestra más recta y se dirige algo anterosuperior-
mente (Fig. 2-16). Son frecuentes las variaciones en la ACE, mientras que
son raras las verdaderas anomalías. Sólo se consideran aquí
Arteria maxilar las formas más importantes.
La arteria maxilar (interna) es la mayor de las ramas
terminales de la ACE. La AMI se origina detrás del cuello Origen anómalo de la ACE
de la mandíbula en la bifurcación distal de la ACE, des-
En pocos casos la ACE nace directamente del arco
pués gira anteromedialmente hacia la parte profunda de la
aórtico. En otros casos está presente una llamada arteria
cara (Figs. 2-9 y 2-19). La AMI termina en la fosa pterigo-
carótida no bifurcado (Capítulo 3). Cuando esto ocurre,
palatina, donde se divide en numerosas ramas que irrigan
la arteria carótida común no tiene una verdadera bifur-
la parte profunda de la cara.
cación y las ramas de la ACE surgen directamente del
tronco carotídeo común (Figs. 3 -12 y 3 -23). Esta anoma-
Variantes normales lía se ve asociada frecuentemente con otras alteraciones
significativas, tales como una arteria carótida interna
El origen, los territorios vasculares, las ramas y el aberrante.
balance hemodinámico de los vasos de la carótida ex-
terna son bastante variables. Las numerosas arterias
que irrigan la cara, la órbita y las meninges están en un
Orígenes anómalos de las ramas de la ACE
balance funcional hemodinámico. Cada ramificación Aquí las ramas nacen de otros vasos diferentes de la
principal, con su correspondiente territorio vascular, ACE. Las variantes incluyen el origen de la arteria occipital
puede estar irrigado por uno o varios troncos arteriales. en la carótida interna cervical o la arteria vertebral (Fig. 2-
El origen, el trayecto y el tamaño de cada tronco aferen- 20; también 13-13) y el origen de la arteria meníngea media
te, está determinado por el patrón de regresión vascular en la arteria oftálmica (Fig. 2-21).
A B
Fig. 2-20. Proyección lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía vertebral izquierda que
muestra opacificación de la arteria occipital (flechas). Tiene un origen anómalo en la arteria vertebral
extracraneal.
~
8
~
•••
-,
9/" ~
3--..
A 8
Fig. 2-23. Proyección lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía selectiva de la carótida exter-
na que muestra la arteria maxilar con sus tres segmentos y sus ramas principales.
1. Arteria meníngea media (la flecha blanca indica una angulación abrupta cuando la AMM pasa
a través del agujero redondo menor).
2. Arteria meníngea accesoria.
3. Arteria alveolar inferior (dental).
4. Arteria temporal profunda media.
5. Ramas bucales.
6. Arteria alveolar superior posterior (dental).
7. Arteria palatina mayor (descendente).
8. Arteria infraorbitaria.
9. Arteria esfenopalatina con ramas nasales (8, puntas de flecha).
10. Arteria temporal profunda anterior.
11. Arteria temporal superficial.
\ 2. Arteria
principal).
maxilar interna (tronco
5~ 3. Arteria masetérica.
4. Arterias bucales.
5. Arteria alveolar inferior.
6. Arteria temporal superficial.
7. Arteria facial transversa.
52· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 2-25. Diagrama anatómico que representa la arteria maxilar interna terminal ramificándose en la
fosa pterigopalatina (FPTP). El cigoma ha sido cortado para exponer la FPTP.
1. Arteria esfenopalatina (discurre medialmente a la nariz, pasando a través del agujero esfenopa-
latino)
2. Ganglio esfenopalatino.
3. Nervio maxilar (NC V2) pasando desde el ganglio del trigémino (mostrado con líneas discontinuas
largas) a través del agujero redondo mayor acompañado por la arteria del agujero redondo mayor
(una rama de la arteria carótida interna cavernosa).
4. Arteria vidiana.
5. Arteria pterigovaginal (faríngea).
6. Arteria palatina descendente.
7. Arteria alveolar posterosuperior.
8. Arteria infraorbitaria.
ra los pedículos principales incluyen el mandibular, el la- desarrollo fetal (6,10). Por ejemplo, si la arteria facial es hi-
bial, el yugal (mejilla), el nasal, el infraorbitario y el territo- poplásica gran parte de su territorio será irrigado por el sis-
rio oftálmico (6,10,17). Se ilustra en la Fig. 2-29 un diagra- tema masetérico/bucal (de la AMI), el sistema facial infra-
ma simplificado de estos pedículos faciales principales. orbitario/transverso (de la AMI y la ATS), y ramas
oftálmicas de la ACI.
Troncos arteriales
Anastomosis arteriales
Cada pedículo arterial es irrigado por un vaso proxi-
mal llamado tronco. La fuente, el tamaño y la dirección de Los pedículos adyacentes pueden interconectarse
cada tronco arterial es muy variable. Están determinados con otros territorios vasculares por redes colaterales
por el patrón de regresión vascular embrionario, el recluta- (Tabla 2-1 y cuadro en p. 397). Puede existir un flujo
miento y la asimilación (27 -28). sanguíneo colateral potencialmente peligroso al tejido
El tamaño, así como la estructura precisa de cada tron- neural normal (Fig. 17 -15). Estos patrones arteriales re-
co arterial definitivo, depende de qué territorios arteriales gionales y sus posibles rutas colaterales determinan el
(pedículos) fueron anexionados por ese tronco durante el riesgo potencial y la eficacia en la embolización (lO).
/
/
/
Capítulo 2 - Arteria carótida externa • 53
---~----~;.....-:::..-~
Fig. 2-26. Diagramas anatómicos anteroposterior y lateral que muestran el seno maxilar, la órbita y el
tercer segmento (pterigopalatino) de la arteria maxilar.
8
~
Fig. 2-27. Proyección lateral de una an-
giografía de la carótida externa que
muestra las ramas de la arteria maxilar.
La flecha negra grande indica la fosa
pterigopalatina.
1
J
4""
¡
A 8
Fig. 2-28. Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía superselectiva de la arteria
maxilar dista!. La terminación de la arteria maxilar en la fosa pterigopalatina está indicada por la flecha
grande. El seno maxilar y la nariz están especialmente bien delimitados por sus vasos, que lo rodean.
Una anastomosis entre la rama incisiva de la arteria palatina descendente (puntas de flecha) y ramas
de la arteria infraorbitaria muestra cómo diferentes pedículos vasculares pueden comunicar con cada
una de las vías colaterales entre sus ramas distales.
1. Arteria infraorbitaria.
2. Arteria alveolar posterosuperior.
3. Arteria palatina descendente (mayor).
4. Arterias esfenopalatinas
Capítulo 2 - Arteria carótida externa • 55
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Fig. 2-29. Se ilustra el concepto de balance hemodinámico 15. Lasjaunias P. Moret J. The ascending pharyngeal artery: normal and
pathological radioanatorny. Neuroradiologv 1996; 11:77-82.
entre los pedículos vasculares. El diagrama esquemático
16. Lasjaunias P. Doyon D. The ascending pharyngeal artery and the blood
describe la anatomía funcional de la arteria facial (AF). La supply of the lower cranial nerves. J Neuroradio!1978;5:287-301.
arteria facial puede reclutar territorios vasculares (pedícu- 17. Lasjaunias 1', Berenstein A. SlIIgica!neuroan¡;iographl'. Vol. l. Func-
los) en varios puntos (1-6). Si la arteria facial es hipoplásica, tional anatomy of craniofacial arteries. Berlin: Springer- Verlag, 1987.
la mayor parte de su territorio será irrigado por el sistema 18. Midy D. Mauruc B. Vergnes P, Caliot P.A contribution 10 the study of thc
masetérico/bucal (de la arteria maxilar interna, AMI), el sis- facial artery, its branches and anastomoses: appl ication to the anatomie
tema facial infraorbitario/transverso (de la AMI y la arteria vascular bases of facial flaps. Surg Radio! Anat 1986:8:99-107.
temporal superficial, ATS) o el sistema oftálmico (de la arte- 19. Lasjaunias P. Berenstein A. Doyon D. Normal functional anatomy of
ria carótida interna, ACI). Para comparar, véase el diagrama the facial artery. Radiologv 1979: 133 :631-639
20. Lasjaunias P. Theron J. Moret J. The occipital artery. Neuroradiologv
anatómico con las anatomosis entre las ramas de diferentes
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pedículos (Fig. 2-3) 21 Crabbe Jp. Brooks SL. Lillie JH. Gradient-echo MR imaging of the
temporomandibular joint: diagnostic pitfall caused by the superficial
1. Punto mandibular. temporal artery. AJNR 1995:164:451--454.
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27. Pretterkieber ML. Krammer EB. Mayr R. A bilateral maxillofacial
Con anterioridad al procedimiento intervencionista, trunk in man: an extraordinary anomaly of the carotid systern of arter-
debe dibujarse un mapa angiográfico funcional completo, ies. Acta Anat 1991: 141 :206-21 1.
28. Bold EL. Wanamaker HH. Hughes GB. et al. Magnetic resonance
realizando y evaluando de forma minuciosa todos los pedí-
angiography of vascular anomalies of the middle ear. Larvngoscope
culos arteriales de la ACE que irrigan el territorio en cues- 1994:104:1404-1411.
üón mediante inyecciones supraselecdvas individuales (10).
Capítulo 3
Arteria carótida
•
Interna
Segmentos cervical, petroso y rasgado
anterior
Las dos arterias carótidas internas (ACI), dos de las En este capítulo discutiremos los tres primeros seg-
cuatro arterias principales que irrigan el cerebro, pro- mentos de la ACI. Los segmentos cavernoso, clinoideo, of-
porcionan la mayoría del flujo sanguíneo a los hemisfe- tálmico y comunicante se considerarán en el capítulo 4.
rios cerebrales. Se han propuesto varios sistemas de cla-
sificación de los segmentos de la ACI. Aunque no existe ARTERIA CARÓTIDA INTERNA C I (CERVICAL)
consenso acerca de la nomenclatura y el número de estos
segmentos, la clasificación propuesta por Bouthillier y Desarrollo normal
colaboradores es práctica, abarca nueva información
anatómica y consideraciones clínicas, y utiliza una escala El primer segmento de la ACI o segmento C1 (cervi-
numérica lógica en la dirección del flujo sanguíneo nor- cal) deriva primariamente del tercer arco aórtico fetal (véa-
mal (1). se el cuadro en la página 58). Los otros segmentos, las por-
La clasificación nueva identifica los segmentos de la ciones llamadas de C2 a C7 (de petroso a comunicante),
ACI de acuerdo a sus estructuras adyacentes y a los com- representan las extensiones craneales de la aorta dorsal em-
partimentos que atraviesa. Se describen siete segmentos brionaria (Fig. 2-5) (2).
anatómicos distintos (Fig. 3-1):
Anatomía macroscópica
C1 = cervical
C2 = petroso La ACI normalmente se origina desde la arteria caróti-
C3 = lacerum (rasgado anterior) da común (ACC) a la altura de 0-C4 o C4-C5 (Figs. 1-8 y
C4 = cavernoso 2-7). Normalmente es la mayor de las dos ramas terminales
C5 = clinoideo de la ACC. El primer segmento de la ACI tiene dos partes:
C6 = oftálmico (a) el bulbo carotídeo y (b) el segmento cervical ascendente
C7 = comunicante (Fig.3-1).
57
58· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Desarrollo normal
Del tercer arco aórtico embriológico
Anatomía macroscópica
También conocida como C1 o segmento de la ACI
Lig. extracraneal
petrolingual Dos componentes
Bulbo carotídeo
ACI cervical ascendente
Relaciones
Canal Contenida en el espacio carotídeo (EC)
carotídeo Posterolateral, luego medial a la arteria carótida
externa (ACE) en su ascenso
Anteromedial a la vena yugular interna (VYI)
Separada de la VYI por los nervios craneales (NC)
del IX al XII
~C1
Ramas
Ninguna
Variantes normales
La bifurcación (normalmente a nivel vertebral C4)
C·1 puede estar más alta (por encima de C1) o
anormal mente baja (por debajo de 02)
Origen medial de la arteria carótida común (ACC)
(en lugar de lateral) entre el 10% y el 15%
Anomalías
Ausencia, hipoplasia, duplicación, fenestración (rara)
Arteria carótida "no bifurcada" (no hay bulbo; las
Fig. 3-1. Diagrama anatómico lateral que representa los sie-
te segmentos de la arteria carótida interna. ramas de la ACE nacen separadamente)
Anastomosis carótido-basilar (ver cuadro en página 65)
Cl. Segmento cervical (el bulbo se muestra con punti- Arteria hipoglosa persistente (AHP)
tos, y el segmento ascendente se indica con líneas Arteria intersegmentaria proatlantoidea (AIP)
horizontales).
C2. Segmento petraso. ACC, arteria carótida común; ACI, arteria carótida in-
C3. Segmento lacerum o rasgado anterior. terna; ACE, arteria carótida externa; VYI, vena yugu-
C4. Segmento cavernoso. lar interna; NC, nervio craneal
CS. Segmento clinoideo.
C6. Segmento oftálmico.
C7. Segmento comunicante (terminal).
A B
Fig. 3-2. A: Diagrama que representa la dinámica del flujo en una arteria carótida humana normal. El
torrente sanguíneo de la arteria carótida común diverge en la bifurcación. Nótese la recirculación en el
bulbo carotídeo (flechas curvas) y el patrón helicoidal del flujo por encima del bulbo (modificado y
adaptado de la referencia 3). B: Angiografía de la carótida común en una fase arterial tardía, proyec-
ción lateral, que muestra el patrón de flujo intravascular descrito por Kerber. El torrente sanguíneo cen-
tral (puntas de flecha) topa con la carina de la bifurcación de la ACC (flecha grande), entonces manda
la mayoría de su flujo (flecha abierta) a la parte anterior de la ACI proximal. El flujo restante (flechas
dobles) pasa a la ACE. El flujo relativamente estancado en el bulbo carotídeo (flechas pequeñas) em-
puja hacia delante al torrente posterior (flechas triples). El flujo laminar normal se restablece distal-
mente en el segmento ascendente de la ACI (flecha curva) (reproducido con permiso de Osborn A.
Diagnostic Neuroradiology. San Luis: Mosby, 1994).
Relaciones
Medial
La ACI cervical está relacionada anatómicamente con La ACI inicialmente discurre posterolateral a la ACE
varias estructuras importantes (Fig. 3-3; también Figs. 1-8 . (Fig. 2-6). Al ascender, normalmente se dirige medial al
Y2-7) (5). tronco principal de la ACE. Los espacios mucosos farín-
60· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
geo y parafaríngeo también son anteromediales a la ACI de la glándula parótida y la vena yugular interna también
(Fig. 3-3) (4). son laterales a la ACI cuando se aproximan a la base del
cráneo (5).
lateral
Excepto cerca de la base del cráneo, la vena yugular in-
terna y el nervio vago (NC X) son laterales y ligeramente
Resumen
posteriores a la ACI. Por debajo del nivel del músculo di- Así, la ACI cervical:
gástrico, el nervio hipogloso (NC XII), parte del asa cervi- 1. Discurre inicialmente posterolateral a la ACE, pero
cal y las venas lingual y facial también son laterales a la después se dirige medial a la ACE en su ascenso a la
ACI. Más superiormente, la ACI es cruzada por las ramas base del cráneo.
occipítal y auricular posterior de la ACE. La apófisis esti- 2. Se encuentra delante de la vena yugular interna y li-
loides, el nervio glosofaríngeo (NC IX), el lóbulo profundo geramente medial a ella.
ERF
EC
Fig. 3-3. Diagrama anatómico axial cervical alto (aproximadamente a la altura de C1) que muestra el
espacio carotídeo (EC), sus contenidos, y la relación con los espacios adyacentes. A: Esquema que
ilustra las tres capas de la fascia cervical profunda y que contribuyen a la vaina carotídea. Nótese que
el espacio parotídeo es lateral al EC. El espacio parafaríngeo (EPF), es anterior al EC. El espacio retro-
faríngeo (ERF) es anterior y medial al EC. B: Proyección magnificada del EC distal que muestra la arte-
ria carótida interna (ACI) La arteria carótida externa (ACE) ha dado ya la mayoría de sus ramas yapa-
rece relativamente pequeña. En la parte superior del cuello, la ACI es medial a la ACE y discurre
anteromedial a la vena yugular interna (VYI).A este nivel, están contenidos en el EC los nervios glosofa-
ríngeo (NC IX),vago (NC X), espinal accesorio (NC XI) e hipogloso (NC XII) En la parte inferior del cue-
llo, a la altura de paladar blando, todos, salvo el nervio vago, han salido del EC. El plexo simpático se
muestra aquí como una serie de puntos pequeños anteromediales a la ACI. Están presentes a este ni-
vel, pero no se muestran, unos pocosganglios linfáticos de la cadena cervical profunda superior.
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 61
3. Está separada de la VYI por los nervios craneales IX Anatomía angiográfica normal
al XII.
Excepto en el bulbo carotídeo, la ACI cervical mantie-
ne un diámetro relativamente constante en su recorrido. La
Ramas porción proximal de la ACI discurre posterolateral a la
ACE, después la ACI se dirige medial a la ACE mientras
No surgen ramas desde el bulbo carotídeo o el seg- asciende hacia la base del cráneo (Fig. 3 -4).
mento cervical. Sin embargo, se pueden originar un gran La ACI cervical no tiene ramas normales identificables
número de vasos anómalos desde la ACI extracraneal. angiográficamente.
A 8
Fig. 3-4. Angiografía de la carótida común en proyección lateral (A) y anteroposterior (8) que muestra
la arteria carótida interna (ACI) extracraneal normal. El bulbo carotídeo se indica con flechas negras
grandes. La ACI inicialmente discurre por detrás y lateral a la arteria carótida externa (ACE). En su as-
censo cervical (flechas negras pequeñas), la. ACI cruza por detrás y entonces se dirige anteromedial
al tronco principal de la ACE (flechas blancas).
62· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
A E
Fig. 3-5. Angiografía de la carótida común en proyección lateral (A) y anteroposterior ligeramente obli-
cua (B) que muestra una bifurcación (flecha) de la arteria carótida común anormal mente baja. Se indican
los cuerpos vertebrales inferiores (C5-7). La bifurcación de la ACC se encuentra a la altura de C6-7.
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 63
8 e
Fig. 3-6. Se ilustra el origen medial de la ACI en la bifurcación de la ACC. A: Nótese que en la proyec-
ción lateral estándar, las arterias carótidas externa (ACE) e interna (ACI) están superpuestas y no pue-
de distinguirse la una de la otra. 8 y C: La bifurcación carotídea (flecha negra grande) asi como el ori-
gen y trayecto de la ACE (flechas bancas) y de la ACI (flechas negras pequeñas) se perfilan usando
proyecciones anteroposterior (8) y oblicua (C).
Fig. 3-7. Proyección anteroposterior de una angiografía de Fig. 3-8. Proyección anteroposterior de una angiografía de la
la carótida común derecha que muestra el origen medial de carótida común derecha que muestra una ACI inusualmente
la ACI desde la bifurcación de la ACC (flecha negra gran- tortuosa (flechas), una variante llamativa pero normal.
de). Esta proyección de la ACI medial y tortuosa (flechas
blancas) se presentó clínicamente como una masa pulsátil
retrofaríngea.
A B
Fig. 3-10. Angiografía de la carótida común en proyección lateral (A) y anteroposterior (B), que mues-
tra un bucle completo de la ACI cervical de 360 grados (flechas).
La arteria bipoglosa persistente (AHP) es la segunda persistente. El tipo más común de AIP (también llamado
anastomosis carótido-vertebral en frecuencia (la arteria AIP tipo I) discurre hacia arriba y dorsolateralmente, as-
trigeminal es la más frecuente), apareciendo con una pre- cendiendo al espacio occipitoatlantoideo (el primero cervi-
valencia estimada del 0,027% al 0,26% (15). En esta cal o proatlantoideo) sin pasar a través del agujero trans-
anomalía los vasos embrionarios persistentes nacen de la verso de ninguna vertebra cervical (19). La AIP tipo 1 se
ACI cervical, normalmente a la altura de C1-C2, y se in- dirige horizontalmente por encima del atlas para entrar en
curva posteromedialmente hacia un canal condíleo ante- el cráneo a través del agujero magno, uniéndose a la arteria
rior (hipogloso) aumentado de calibre (Fig. 3-15) (16). vertebral ipsilateral (Figs. 3-17 y 3-18).
La AHP penetra en el canal y se une entonces con la ar- La AIP tipo II es menos común. Esta variante con fre-
teria basilar sin pasar por el agujero magno (Fig. 3 -15) cuencia nace de la ACE y se une a la arteria vertebral por
(17). Están ausentes las arterias comunicantes posterio- debajo de Cl. Entonces gira dorsalmente para pasar a tra-
res (18). vés la apófisis transversa del atlas.
La arteria intersegmentaria proatlantoidea (AIP) se ori- La mayoría de los ejemplos descritos de AIP se en-
gina en la región dorsal de la ACI a la altura de C2~C3, li- cuentran de forma incidental en la angiografía, aunque se
geramente por debajo del origen de la arteria hipoglosa ha descrito un caso de "síndrome distal de la basilar" (19).
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 67
-
e
Fig. 3-11. Se ilustra una hipoplasia congénita de la ACI. A: Proyección lateral de una angiografía de
la carótida común derecha que muestra una ACI muy pequeña (flechas). B: Corte axial de RM po-
tenciado en T1 y con supresión de la grasa que muestra el vacío de flujo normal en la ACI izquierda
(flecha blanca grande). Compárese la ausencia de vacío de flujo en la ACI derecha (flecha blanca
pequeña). C: TC de alta resolución a través de la base del cráneo que muestra un canal carotídeo
derecho muy pequeño (flecha blanca). Compárese con el tamaño normal del canal carotídeo izquier-
do (flechas negras pequeñas).
68· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
\ \
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I
.
Fig. 3-12. Angiografía de la carótida común en proyección Fig. 3-13. Angiografía de la carótida común en proyección
lateral que muestra una arteria carotídea no bifurcada. No lateral que muestra una arteria occipital (flechas peque-
hay bulbo carotídeo o bifurcación identificable. Las ramas ñas) que nace directamente de la ACI cervical. La ACI pe-
de la carótida externa (flechas negras pequeñas) se origi- trosa tiene un trayecto inusual y probablemente aberrante
nan directamente y por separado de la arteria carótida. (flechas grandes).
Nótese el trayecto aberrante del segmento petroso de la
ACI (flecha negra grande). La posición normal del segmen-
to C2 está marcada por líneas punteadas.
5
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ACI
A B
Fig. 3-15. Esquema anatómico lateral (A) y anteroposterior (B) que representa una arteria hipoglosa per-
sistente primitiva (AHP). La AHP es un vaso robusto que surge de la parte posterior de la arteria carótida
interna cervical (ACI), normalmente a la altura de C1-C2. La AHP pasa a través del agujero condíleo ante-
rior ensanchado (canal hipogloso, CH) y no atraviesa el agujero magno (AM). La AHP irriga la arteria basi-
lar (AB). La arteria comunicante posterior está ausente y la arteria vertebral (AV) ipsilateral es hipoplásica.
70· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 3-16. Angiografía de la arteria carótida común izquierda, proyección lateral, que muestra una ar-
teria hipoglosa persistente típica (flechas) que nace de la ACI cervical (punta de flecha) e irriga la vas-
cularización de la fosa posterior. Nótese el punto en el que la AHP se origina de la ACI (flecha curva)
(de los archivos de Armed Forces Institute of Pathology).
,
,,
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Al P ---t--+-'
A
Fig. 3-17. Esquemas anatómicos lateral (A) y anteroposterior (B) que representan el tipo más frecuente
de arteria intersegmentaria proatlantoidea persistente (AIP). La AIP tipo 1,llamada así de forma consen-
suada, nace de la arteria carótida interna (ACI) a la altura de C2-C3 y se dirige posterosuperiormente en
el primer espacio cervical (occipitoatlantoideo). La AIP no pasa a través de la apófisis transversa de nin-
guna vértebra. Se une a la arteria vertebral distal (AV) por encima del atlas y se dirige a través del agu-
jero magno (AM) a irrigar la arteria basilar (AB). La AIP suele ser el origen de la arteria occipital (AO).
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 71
Anatomía macroscópica unión entre los dos segmentos forma una rodilla o "genu"
que se identifica con facilidad en la arteriografía.
El segmento C2 de la ACI entra en la base del cráneo
en el conducto carotídeo rodeado. de periostio y está conte- Segmento vertical
nido por éste durante todo su trayecto por el hueso tempo-
La ACI asciende en el segmento vertical, después se ha-
ral (Fig. 3-19). En el canal óseo la ACI está rodeada por un
ce anteromedial a la altura de su rodilla. El segmento verti-
plexo venoso que representa la extensión lateral del seno
cal tiene una longitud de 10 mm por término medio (21).
cavernoso (21). También rodean a la ACI algunas raíces del
plexo autónomo carotídeo, derivadas de la rama carotídea
Segmento horizontal
interna del ganglio cervical superior (5).
La ACI petrosa tiene dos segmentos distintos: un seg- Desde la rodilla, la ACI se hace anteromedial a través
mento vertical o ascendente y un segmento horizontal. La de la punta del peñasco del hueso temporal. El segmento
Fig. 3-19. Esquema que representa la arteria carótida interna (ACI) petrosa (C2), así como sus ramas
y sus estructuras adyacentes. En su entrada al canal carotídeo óseo, la ACI discurre anterior a la vena
yugular interna. La trompa de eustaquio (TE) es lateral y anterior. Nótese que la ACI C2 tiene un seg-
mento ascendente, una rodilla posterolateral y un segmento horizontal mayor. La rodilla posterior de la
ACI intrapetrosa discurre justo enfrente y por debajo de la cóclea. Las dos ramas de la ACI C2 signifi-
cativas son la arteria carotidotimpánica (ACT) y la arteria vidiana (AV) El segmento de la ACI C3 (Iace-
rum, rasgado anterior) es un segmento corto que se extiende desde la abertura endocraneal del canal
carotídeo hasta el ligamento petrolingual (LP). Típicamente cursa inmediatamente por encima del agu-
jero rasgado anterior (FL), el cual está lleno de fibrocartílago. FPTP, fosa pterigopalatina; AMI, arteria
maxilar interna (rama de la ACE); FOS, fisura orbitaria superior; CO, canal óptico; GEP, ganglio esfeno-
palatino; NPSM, nervio petroso superficial mayor; CT, cuerda del tímpano; TE, trompa de eustaquio. El
FL se indica mediante el área punteada. Los nervios craneales se indican mediante números romanos.
Los segmentos carotídeos se indican con números arábigos.
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 73
A B
Fig. 3-20. Angiografía selectiva de la arteria carótida interna lateral (A) y anteroposterior (B) que
muestra la configuración en L ascendente y descendente de la ACI intrapetrosa (flechas negras). Las
aberturas endo y exocraneales del canal carotídeo se indican mediante círculos. La localización apro-
ximada del ligamento petrolingual se muestra mediante líneas paralelas negras. El segmento de la
ACI C3 (Iacerum) se indica con la flecha blanca.
posterior al meato auditivo externo, ascendiendo entre el ríngea ascendente. Esto produce un trayecto aberrante
canal del facial y el bulbo yugular. Cuando entra en la ca- de la arteria carótida interna en el oído medio en su pa-
vidad media auditiva, la ACla se angula lateral y anterior- so por el canalículo timpánico inferior (Figs. 3-22 y 3-
mente (Fig. 3-22). 23) (27).
Algunos investigadores han postulado que la ACla El diagnóstico no invasivo de una ACla puede estable-
representa un pobre desarrollo o una regresión anor- cerse con resonancia magnética (RM) (Fig. 3-24) o tomo-
mal de la ACI intrapetrosa durante la embriogénesis grafía com.putarizada (TC) de alta resolución. La TC des-
(26). En muchos casos se desarrolla una circulación co- cubre la ausencia de un conducto carotídeo vertical normal
lateral entre la arteria carotidotimpánica y una arteria y la presencia de una masa de tejidos blandos en la cavidad
timpánica inferior dilatada, una rama de la arteria fa- timpánica que rodea la cóclea (Fig. 3-25).
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 75
A B
Fig. 3-22. Diagrama anatómico, proyección lateral, que compara el trayecto normal y aberrante de la arteria
carótida interna (ACI) a través del peñasco del hueso temporal. A: El canal carotídeo normal (CC) tiene forma
de L con un segmento ascendente (vertical) y uno horizontal. La arteria carotidotimpánica (ACT) nace de la
rodilla y da ramas superomedialmente al oído medio. La ATC también da una rama inferalateralmente que se
anastomosa con la arteria timpánica inferior (ATI), una rama pequeña de la arteria faríngea ascendente (AFA)
que pasa a través del canalículo timpánico inferior (flecha curva). 8: Cuando la ACI petrasa sigue un trayec-
to aberrante a través del oído medio (ACla), el segmento vertical del canal carotídeo está ausente. La ACI se
dirige más posterior y lateral de lo habitual, después en su rodilla (flecha abierta) la ACla se angula hacia
abajo para pasar a través de un canalículo timpánico inferior ensanchado (flecha curva). La ACla con fre-
cuencia está estrechada en este punto (compárese con la angiografía mostrada en la Fig. 3-23). El canal ca-
rotídeo normal y el trayecto habitual de la ACI están indicados por la línea de puntos y el área sombreada.
También se ilustra aquí una arteria carótida cervical no bifurcada con el origen individual de las ramas de la
arteria carótida externa directamente del tronco caratídeo (compárese con la Fig. 3-23).
76· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularlzaclón craneocervical
A B
Fig. 3-23. Inyección selectiva de una arteria carótida no bifurcada que muestra el trayecto aberrante
de la ACI intrapetrosa (el mismo caso de la Fig. 3-12). Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (B)
que muestra la posición anormal posterolateral de la rodilla (flecha grande). Nótese el estrechamiento
de la ACI intrapetrosa en este punto (flecha blanca). El trayecto habitual y normal de la ACI se indica
mediante líneas punteadas. En esta anomalía las ramas de la arteria carótida externa (flechas peque-
ñas) nacen directa y separadamente de la ACI.
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 77
8
Fig. 3-24. Proyección submentovértex (A) y anteroposterior (8) de superposición múltiple de angio-
grafía por RM (MOTSA) que muestra una ACI derecha aberrante (flecha blanca curva). Compárese el
tamaño anormal y la posición de la ACla con la ACI normal de la izquierda (flechas blancas peque-
ñas). Nótese el estrechamiento de la rodilla de la ACla (flecha blanca recta) cuando la ACla pasa a
través del canalículo timpánico inferior (compárese con la Fig. 3-228)
Un fallo en el reconocimiento de una ACIa puede cau- Las arterias estapediales persistentes normalmente no
sarcomplicaciones serias si esta anomalía se confunde con se ven en la angiografía. En la TC se pueden identificar co-
una neoplasia vascular del oído medio (tumor del glomus mo una dilatación en forma de Y de la fosa geniculada con
timpánico) y es remitido para biopsia (29). una deformidad acompañante del receso epitimpánico
(Fig. 3-26). Cuando está presente una AEP, el agujero re-
Arteria estapedial persistente dondo menor es pequeño o está ausente.
Una arteria estapedial persistente (AEP) es una altera-
Arteria ótica persistente
ciónrara. Si la arteria estapedial embrionaria no involucio-
na,la AEP se dirige desde el segmento vertical de la ACI a La arteria ótica primitiva es la primera de las cuatro
travésdel agujero obturador del estribo (30). La AEP sale anastomosis transitorias carótido-basilares en desapare-
por un canal óseo en el promontorio codear y cruza la base cer, de ahí su extrema rareza. Unicamente han sido des-
del estribo (31). Dilata el canal del nervio facial timpánico critos en la bibliografía unos pocos casos de arteria ótica
que se dirige a la fosa craneal media, donde termina como persistente (AOP), con una única demostración angio-
la arteriameníngea media (32). gráfica (33).
78· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
C
Fig. 3-25. Se ilustra otra ACla. TC del hueso temporal axial (A) y coronal (8) que muestra una masa de
tejidos blandos en el oído medio (flechas) causado por la ACla. C: Angiografía por RM que muestra la
ACI izquierda aberrante (flecha blanca curva). Nótese que la estenosis está donde la ACla pasa a tra-
vés del canalículo timpánico inferior (flecha blanca grande). Compárese con la ACI derecha normal
(flechas blancas pequeñas).
Capítulo 3 - Arteria carótida interna • 79
B
Fig. 3-26. Esta TC muestra los hallazgos de una arteria estapedial persistente. Los cortes inferiores
(no mostrados) mostraban ausencia del agujero redondo menor. Un corte axial a través del canal ca-
rotídeo muestra un vaso (A, flecha) que se dirige de la ACI intrapetrosa, a lo largo del promontorio ca-
rotídeo, pasando superiormente al canal del nervio facial ensanchado en forma de Y (B, flechas pe-
queñas). El vaso, la AEP, desemboca en la arteria meníngea media.
80· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Arteria carótida
•
Interna
Segmentos cavernoso, clinoideo,
oftálmico y comunicante
En este capítulo se estudian los segmentos C4-C7 de la llas anterior y posterior. El segmento C4 sale del seno ca-
arteria carótida interna (ACI). Los segmentos cervical vernoso a través de un anillo dural en su pared superior (2,
(Cl), petroso (C2) y horizontal (C3) ya han sido estudiados 2 a) (véase el cuadro de la página 84).
en el Capítulo 3.
83
84· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de a vascularización craneocervical
Desarrollo normal
Extensión craneal de la aorta dorsal embrionaria
Anatomía macroscópica
También conocida como ACI C4
Subsegmentos
Segmento ascendente posterior
Segmento horizontal
Segmento vertical anterior
Dos rodillas
Canal Rodilla posterior (más medial)
carotídeo
Rodilla anterior (más lateral)
Relaciones principales
Cubierta por el ganglio de Gasser
El nervio abducens (VI par) es inferolateral
Medial a los nervios craneales 111, IV,V1 y V2
(pared dural lateral)
Ramas
Tronco posterior (meningohipofisario)
Tronco inferolateral
Arterias capsulares (pequeñas, inconstantes)
Variantes normales
Curso paramedial (dentro de la silla turca)
Tortuosidad exagerada
Anomalías
Arteria trigeminal persistente (una anastomosis
Fig. 4-1. Esquema anatómico que representa los segmen- carotidobasilar embrionaria)
tos cavernoso y supraclinoideo de la ACI. C4, Segmento
cavernoso (nótense los segmentos vertical y horizontal y las
rodillas anterior y posterior); CS, segmento clinoideo (área
sin rayar); C6, segmento oftálmico; Cl, segmento comuni-
cante (área cuadriculada).
por sinusoides endoteliales alineados y por uénulas de pa-
red fina. La ACI avanza anteriormente por un surco poco
profundo a lo largo de la base del esfenoides llamado sur-
co carotídeo. El seno esfenoidal está medial a la ACI caver-
nosa. Cerca de dos tercios de las piezas anatómicas tienen
menos de 1 mm de grosor en el hueso que separa la ACI y
el seno esfenoidal; el 4 % de los especímenes están recu-
mina dural bien definida que forma el techo del cavum de biertos sólo por periostio (en la pared externa de la dura-
Meckel (1). Más anteriormente, los nervios craneales terce- madre) (3,4).
ro (oculomotor), cuarto (troclear) y sexto (abducens), dis-
curren laterales al la ACI cavernosa. Los nervios III y IV Superior
están contenidos dentro de la pared dural; sólo el VI par
El borde del tentorio discurre sobre la ACI caverno-
tiene su curso dentro del propio seno cavernoso.
sa. Anteriormente, la reflexión de la dura del seno caver-
El segmento C4 sale del seno cavernoso medial a la
noso y el tentorio se divide en un anillo proximal y otro
apófisis clinoides anterior. La apófisis dinoides anterior,
distal que rodean la apófisis dinoides anterior y parcial-
una corta proyección ósea del ala menor del esfenoides, es
mente a la ACI en su salida del seno cavernoso (Fig. 4-
el lugar de inserción de la continuación anterior del tento-
2A). Estos anillos durales marcan la transición entre los
rio y de la duramadre de la pared del seno cavernoso.
segmentos C4 (cavernoso) y C5 (clinoideo) (Fig. 4-13)
(1).
La silla turca y la hipófisis son superomediales al seg-
Medial
mento C4, y están separadas de él por una lámina ósea y
La propia arteria carótida es la estructura más medial por la delgada pared dural medial del seno cavernoso
en el interior del seno cavernoso (Fig. 4-2B). Está rodeada (Fig.4-2B).
ACoP
.•. ,
\
NPSM I
I
t I
+
AV
Inferior Resumen
Bajo la ACI se encuentra el suelo óseo del surco carotí- El segmento C4 de la ACI:
deo, parte de la base del esfenoides. Las dos primeras divi- 1. Se encuentra dentro del seno cavernoso, rodeado
siones del nervio trigémino (oftálmica, VI y maxilar, V2) por los canales venosos.
avanzan dentro de la pared lateral del seno cavernoso y son 2. Es medial al nervio abducens (VI par craneal).
inferolaterales a la ACI (Fig. 4-2B). 3. Está cubierto lateralmente por el ganglio trigeminal
o de Gasser (V par craneal).
Anterior Ramas
El grupo óptico y la apófisis clinoides se encuentran en Del segmento C4 de la ACI surgen pocas ramas pero
frente y ligeramente superolaterales a la rodilla anterior de gran importancia (Fig. 4-2A). Estas ramas se denomi-
(Figs. 3-19 y 4-2A). nan según su origen topográfico en la arteria; sin embar-
Fig. 4-3. Dibujo anatómico que representa las anastomosis entre las ramas de los segmentos petroso
y cavernoso de la ACI con la arteria carótida externa. El origen usual de cada vaso viene indicado de-
bajo (entre paréntesis) Nótese que la arteria vidiana puede terminar en la orofaringe o continuar ante-
riormente como la arteria del conducto pterigoideo (o vidiano) (flechas pequeñas).
1. Arteria carotidotimpánica (ACI petrosa).
2. Ramas periósticas (ACI petrosa).
3. Arteria vidiana (ACI petrosa)
4. Arteria faríngea ascendente (ACE).
5. Arteria meníngea accesoria (arteria maxilar interna).
6. Arteria palatina descendente (arteria maxilar interna).
7. Arteria palatina ascendente (arteria facial).
Capítulo 4 - Arteria carótida interna • 87
go, sus divisiones toman el nombre del territorio al que Anteroinferiormente, el TIL tiene una importante anas-
vascularizan (5). tomosis directa con la arteria maxilar, a través de la arteria
del agujero redondo mayor (Figs. 4-2A y 4-3). Una rama pos-
Tronco posterior terior vasculariza parte de la pared del seno cavernoso y del
tentorío (rama tentorial), así como al ganglio de Gasser. Se
El tronco posterior, también denominado arteria me-
anastomosa con ramas de la arteria meníngea media (a tra-
ningobipofisaria, puede encontrarse en la mayoría de los
vés del agujero redondo menor) y de la arteria maxilar (a tra-
especímenes anatómicos. Se origina en la parte superior
vés de la arteria del agujero oval) (Fig 4-2) (9, 10).
delprimer recodo (rodilla posterior) del segmento C4 (Fig.
4-2A). Aporta ramas a la hipófisis (arteria bipofisaria infe-
Ramas mediales
rior), al tentorío (arteria marginal del tentorioi y al clivus
(ramas clivales) (5,6). Las pequeñas e inconstantes ramas mediales se deno-
minan arterias capsulares de McConnell; se encuentran sólo
Tronco lateral en el 28% de los especímenes anatómicos (8). Vascularizan
El tronco lateral, también llamado tronco inferolateral la hipófisis.
(T1L) o arteria del seno cavernoso inferior, puede encon-
trarse en el 66-84 % de las disecciones anatómicas (5-9). El Anatomía angiográfica normal
TIL se origina en el margen lateral del segmento horizon-
ACI cavernosa (C4)
tal, y usualmente cruza el VI par dentro del seno cavernoso
(Fig.4-2A) (2). En una visión lateral del segmento C4 de la ACI, éste
El TIL aporta dos o tres ramas pequeñas pero impor- tiene un segmento horizontal y dos curvaturas: la rodilla
tantes. Estas ramas vascularizan los nervios craneales III, posterior (formada por la unión entre el comparativamente
IV Y V, el ganglio de Gasser y la dura del seno cavernoso pequeño segmento vertical y el largo segmento horizontal)
(6,7). y la rodilla anterior (Fig. 4-4A).
e
Fig. 4-4. Dibujos anatómicos esquemáticos de la ACI intracraneal. A: Visión lateral. B: Visión antero-
posterior (AP). C: Proyección submentovértex (SMV). La rodilla posterior de la ACI cavernosa (segmen-
to C4) está indicada por las flechas negras grandes; las flechas negras pequeñas señalan la rodilla an-
terior. Nótese que en las proyecciones AP y SMV, la parte posterior de la ACI cavernosa se encuentra
medial a la rodilla anterior. La rodilla entre los segmentos vertical y horizontal de la ACI petrosa (C2) es-
tá indicada por las flechas curvas. Las flechas abiertas señalan el punto en el que el segmento C3 de la
ACI gira hacia arriba y finaliza cerca del ligamento petrolingual (compárese con la Fig. 4-2A).
88· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
La ACI horizontal sigue un curso hacia delante y algo la hipófisis posterior (Fig. 4-7), y no debe ser confundido
lateralmente. Por ello, en las proyecciones angiográficas con una neoplasia (compárese con la Fig. 4-6B).
anteroposteriores y submentovértex, la curva formada El TIL no siempre puede ser identificado, incluso con
por la rodilla posterior queda más medial que la rodilla angiografías de sustracción digital de alta resolución.
anterior (Figs. 4-4B y C y 4-5). Las proyecciones submen-
tovértex son adecuadas para mostrar el segmento C4 Variantes normales
(Fig.4-5C).
Tortuosidad exagerada
Ramas La ACI cavernosa puede ser muy tortuosa, con curvas
exageradas en las rodillas anterior y posterior y con un seg-
Los troncos posterior e inferolateral son pequeños nor-
mento horizontal muy inclinado (Fig. 4-8).
malmente. El tronco posterior (arteria meningohipofisaria)
sueleverse como un vaso pequeño que surge desde la parte
Arterias carótidas internas paramedianas ("que se besan")
superior de la rodilla posterior (Fig. 4-6A). En la fase arte-
rialtardía de las angiografías selectivas de la carótida inter- En esta variante anatómica normal, las ACI cavernosas
na es frecuente observar un teñido vascular prominente de avanzan medialmente dentro de la silla turca en vez de ha-
A~ ~
cedolateralmente a lo largo del surco carotídeo. Esta acti- anastomosándose con la arteria basilar en la línea media
tudde las arterias carótidas internas constituye un riesgo (Fig. 4-9) (13).
potencialdurante la hipofisectomía transesfenoidal. Existen algunas variantes anatómicas de la ATP. En la
variante denominada Saltzman tipo I, la ATP vasculariza to-
Anomalías do el sistema vertebrobasilar distal a la anastomosis. La arte-
ria basilar proximal a la anastomosis suele ser hipoplásica, y
Arteria trigeminal persistente las arterias comunicantes posteriores (ACoP) suelen estar
ausentes (Fig. 4-10). En la variante Saltzman tipo Il, la ATP
Las arterias trigeminales son las más cefálicas de las llena las arterias cerebelosas superiores, pero las arterias ce-
anastomosis embrionarias transitorias que conectan las rebrales posteriores se nutren de las ACoP. La prevalencia
arterias carótidas fetales con las dos arterias neurales relativa de ambos tipos es aproximadamente igual (14). Han
dorsales longitudinales, precursoras del sistema verte- sido descritas numerosas variaciones en estos patrones (15).
brobasilar (Fig. 1-2B) (11, 12). La arteria trigeminal per- La RM convencional, la angiografía por RM y la angio-
sistente(ATP) es la más frecuente de las cuatro anasto- grafía por TC con reconstrucciones multiplanares desde
mosis carotidovertebrales, y puede encontrarse en secciones axiales finas, pueden proporcionar una observa-
aproximadamente el 0,02% al 0,6% de las angiografías ción excelente de estos vasos anómalos (Fig. 4-11).
cerebrales(Fig. 3-14). Las ATP se asocian con un incremento en la prevalen-
La ATP surge de la ACl cavernosa junto a la rodilla cia de otras anomalías vasculares, como por ejemplo, aneu-
posterior,y puede tener un curso paraselar o intraselar. La rismas (véase el Capítulo 12). La incidencia de anomalías
ATP paraselar gira lateral y posteriormente alrededor del vasculares asociadas con ATP se aproxima al 25%; los
dorsoselar, siguiendo al nervio trigémino. La ATP intrase- aneurismas se encuentran en cerca del 14 % de todos los
larpasa directamente posterior, penetrando el dorso selar y casos (Fig. 4-12) (16).
Fig. 4-9. Dibujos anatómicos de una arteria trigeminal persistente (ATP). A: Visión lateral mostrando la
típica configuración "en tridente" formada por la ATP (flecha) surgiendo de la ACI cavernosa. B y C:
Dibujos axiales (submentovértex) representando los dos posibles caminos de la ATP. La ATP puede
ser paralela al curso del nervio trigémino (V par) y pasar posterolateralrnente alrededor del dorso selar
(C, flecha). En la otra variante, la ATP pasa posteromedialmente (B, flecha), atravesando el dorso selar
y anastomosándose con la arteria basilar.
92· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
A B
e D
Fig. 4-10. A: Paciente mujer de 47 años de edad con cefaleas severas a la que se realiza un estudio están-
dar con RM y angiografía. A: Secuencia sagital potenciada en T1 que muestra el típico aspecto en tridente
de la arteria trigeminal persistente (ATP) surgiendo de la ACI cavernosa (flecha blanca). B: Proyección late-
ral de una angiografía convencional en la que se aprecia la ATP (flecha negra). e y D: Angiografías por RM
submentovértex y lateral de otro paciente que muestran una ATP (flecha blanca grande) que cursa postero-
lateralmente alrededor del dorso selar y desemboca en la arteria basilar. La arteria basilar proximal a la
anastomosis embrionaria persistente es hipoplásica (flechas blancas pequeñas), y las arterias comunican-
tes posteriores no existen. Se trata de una ATP Saltzman tipo l.
·
Capítulo 4 - Arteria carótida interna • 93
Relaciones Ramas
Arteria oftálmica (su origen es intradural en más
Lateral
del 90% de los casos)
Lateral al segmento C6 de la ACI se encuentra el anillo
dura! dista!' Variantes normales! Anomalías
Arteria meníngea media originada en la arteria
Medial oftálmica
Arteria oftálmica originada en la arteria meníngea
Está rodeada por líquido cefalorraquídeo dentro del media
espaciosubaracnoideo supraselar.
96· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
..-4
}I
3
Acr, junto a la unión entre los segmentos C5 y C6. Elori- Una rama importante de la AO, la arteria anterior de la
gen de la AO es intradural en aproximadamente el 90% de hoz, surge de las arterias etmoidales anteriores y vasculari-
lasdisecciones anatómicas (22). za parte de la hoz cerebral.
Desde su origen, la AO entra en la órbita recorriendo
anteriormente el canal óptico. Inicialmente, la AO es infe- Arterias hipofisarias superiores
rolateral al nervio óptico y medial al oculomotor (III par)
Una de las arterias hipofisarias más superiores surge de
y abducens (IV par). Cruza entre el nervio óptico y el
la región posteromedial del segmento C6 de la ACI. En
músculo recto superior, recorriendo la pared medial de la
cerca de la mitad de los casos, una rama única dominante
órbita entre los músculos recto medial y oblicuo superior
vasculariza el lóbulo anterior de la hipófisis, el tallo hipofi-
(23,24).
sario, el nervio óptico y el quiasma (Fig. 4-13). En ausencia
La AO tiene tres tipos de ramas, (a) oculares, (b) orbi-
de una rama única dominante, dos o tres vasos más peque-
tarias y (e) extraorbitarias. Las ramas oculares incluyen la
ños vascularizan estas áreas (6,25,26).
arteriacentral de la retina y las arterias ciliares. Las ramas
oculares vascularizan la retina y la coroides, así como algu-
nas ramas colaterales del nervio óptico. Anatomía angiográfica normal
Las mayores ramas orbitarias de la AO son la arteria
lacrimal y las arterias musculares, que vascularizan la ACI intradural
musculatura extraocular y el periostio orbitario. La arte- El segmento C6 de la ACI se ve mejor en proyecciones
ria lacrimal es una rama prominente que abandona la cerebrales laterales. Desde su unión con el segmento C5
AO cerca de su salida del canal óptico. Cursa a lo largo (clinoideo), la ACI distal gira hacia arriba y hacia atrás para
del borde superior del músculo recto lateral y vasculari- completar el denominado sifón carotídeo, una curva con
za la glándula lacrimal y la conjuntiva. Una rama impor- forma de S formada por los segmentos cavernoso y supra-
tante de la arteria lacrimal, la arteria meníngea recurren- clinoideo de la ACI (Figs. 4-14 y 4-15). En proyecciones
te, va hacia atrás a través de la fisura orbitaria superior y AP, los segmentos intracavernoso distal e intradural proxi-
se anastomosa con ramas de la arteria meníngea media mal suelen superponerse uno sobre el otro (Fig. 4-14B).
(23). La ausencia de un punto angiográfico fiable de la en-
De la AO surgen varias arterias extraorbitarias: las trada de la ACI en el espacio subaracnoideo, hace difícil de
arterias supraorbitaria, etmoidal anterior y posterior, nasal distinguir entre el final del segmento C5 (interdural) y el
dorsal, palpebral, frontal medial y supratroclear (22, 24). inicio del segmento C6 (intradural) (27). Hablando de for-
Las ramas extraorbitarias de la AO tienen múltiples ma práctica, las lesiones y los aneurismas que se encuen-
anastomosis con las ramas faciales y etmoidales de la ar- tran a la altura del origen de la AO o por encima, suelen
teria carótida externa. Estas anastomosis pueden conver- ser parcialmente intradurales. Kobayashi y colaboradores
tirse en una importante fuente de flujo colateral a la ACI han denominado a los aneurismas en esta localización
intracraneal en el caso de una oclusión proximal (véase aneurismas de la cavidad carotídea. Estas lesiones pueden
el Capítulo 17). romperse hacia el interior del espacio subaracnoideo (21).
•,
3
2
A
1. Arteria oftálmica.
2. Arteria lacrimal.
3. Arteria meníngea recurrente (cur-
sa hacia atrás a través de la fisura
, orbitaria superior).
4. Arteria meníngea media (las pun-
tas de flecha indican sus ramas
~ distales).
7 5. Arteria comunicante posterior.
6. Arteria coroidea anterior.
7. Rama tentorial del tronco menin-
C gohipofisario.
Capítulo 4 ..:.Arteria carótida interna • 99
Arteria oftálmica
Arteria carótida interna comunicante:
La Aa puede verse en casi todos los casos, y queda bien anatomía normal y variantes
delineada en las proyecciones laterales (Figs. 4-15 y 4-16).
Desarrollo normal
Desdesu origen, la Aa se dirige hacia arriba 1-2 rnm, enton-
cesgira y avanza directamente hacia delante. Cerca del punto Extensión craneal de la aorta dorsal embrionaria
medioentre su origen y el globo ocular, la Aa suele angular- Anatomía macroscópica
seabruptamente a su paso sobre el nervio óptico (Fig. 4-15). También conocida como ACI C7
Así como la arteria central de la retina no suele verse en
losestudios de alta resolución, el plexo vascular de la coroi- Relaciones principales
des puede ser siempre identificado como un teñido vascu- Pasa entre los nervios óptico y oculomotor
lar con forma de media luna en la fase media arterial en las Termina debajo de la sustancia perforada anterior
angiografías de la ACI (Fig 4-14A). Se bifurca en las arterias cerebrales anterior y media
La arteria anterior de la hoz surge de las arterias etmoi- Ramas
dales anteriores y sigue un curso relativamente recto, cur- Arteria comunicante posterior (ACoP)
vándose superiormente a lo largo de la hoz cerebral (Fig. 4- Arteria coroidea anterior (ACdA)
14). Las ramas nasal y etmoidal anterior de la Aa también
Variantes normales
pueden causar distintos teñidos vasculares en la fase arte-
rialtardía de las angiografías de la ACI (Fig. 4-14B). Origen fetal de la arteria cerebral posterior en la ACI
Dilatación infundibular en el origen de la ACoP
Aunque las arterias bipofisarias superiores raramente
pueden visualizarse en los estudios de alta resolución con Anomalías
sustracción digital, pueden ser un lugar de formación de ACdA originada proximalmente a la ACoP
aneurismas (18).
/",..- .... -
,/
/
/
I
I
I
\
\
',.•.• _--_ ... -- - ...
A B
e o
Fig. 4-18. Angiografías de la ACI izquierda en fases arteriales precoz (A), media (B) y tardía (e), yen
fase venosa (O). A-e: La arteria coroidea anterior (ACdA) está indicada por flechas negras pequeñas.
El punto de plexo donde la ACdA entra en el asta temporal del ventrículo lateral está señalado en A
por una flecha negra grande. O: Durante la fase ven osa del estudio puede distinguirse un teñido vas-
cular del plexo coroideo (flechas negras pequeñas). Las flechas blancas señalan venas de la sustan-
cia blanca prominentes pero normales.
Capítulo 4 - Arteria carótida interna • 103
Fig. 4-19. A-O: Las zonas con rayado vertical indican el territorio habitual de la arteria coroidea anterior.
104· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
la ACoP (en vez de hacerlo de la ACI distal a la misma). primitive trigeminal artery-An autopsy case. Neurosurgerv 1993;32:
Un error en la apreciación de esta rara anomalía en un pre- 144-148.
16. Ahrnad 1,Tominaga T, Suzuki M, et al. Primitive trigeminal artery associ-
operatorio puede resultar en un infarto devastador si la ated with cavernous aneurysm: case reporto Surg Neurol 1994;41:75-79.
ACdA es confundida con la ACoP y es ocluida durante el 17. Midkiff RB, Boykin MW, McFarland DR, Bauman JA. Agenesis ofthe
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Capítulo 5
Polígono de Willis
El gran anillo anastomótico que conecta las circulacio- termina en las arterias olfatorias primitivas, yeventualmen-
nes anteriores de ambos lados con el sistema vertebrobasi- te da origen a las arterias cerebrales anteriores (ACA) defi-
lar se denomina círculo o polígono de Willis. Al proporcio- nitivas, así como a las arterias coroidea anterior y cerebral
nar éste la mayor fuente potencial de flujo colateral en las media. La arteria comunicante anterior (ACoA) se forma de
enfermedades vasculares oclusivas, el conocimiento de su la red vascular plexiforme, que se une en la línea media y
anatomía normal, así como de sus variantes y anomalías, es conecta el desarrollo de las dos arterias cerebrales anterio-
esencial. Su evaluación angiográfica detallada forma parte res (Fig. 5-1).
integral de la planificación preoperatoria de la base del crá-
neo y sus estructuras limítrofes. Circulación posterior
En primer lugar, se considerarán las arterias que com-
La división caudal de la ACI se anastomosa con las ar-
ponen el polígono de Willis. En la segunda sección se per-
terias neurales longitudinales dorsales (Figs. 1-2 y 1-3). La
filarán las pequeñas pero importantes ramas perforantes
división caudal normalmente regresa y da lugar a las arte-
que surgen del polígono de Willis para vascularizar estruc-
rias comunicantes posteriores (ACoP). Esta división tam-
turas fundamentales, como el tallo y la glándula hipofisa-
bién vasculariza los segmentos precomunicantes de las ar-
ria, tálamo e hipotálamo, quiasma óptico, nervios, ganglios
terias cerebrales posteriores (ACP).
basales y mesencéfalo.
Las dos arterias neurales longitudinales dorsales se
unen en la línea media y forman la arteria basilar (Figs.
1-3 y 1-4) (1). Cuando la circulación vertebrobasilar de-
COMPONENTES DEL POLíGONO DE WILLlS
finitiva madura, se anexiona las ACP y sus conexiones
proximales a la circulación anterior parcialmente invo-
Desarrollo normal
lucionadas.
Circulación anterior
Las arterias carótidas internas (ACI) se desarrollan des- Anatomía macroscópica
de el tercer arco aórtico, la aorta dorsal y la red vascular
primordial plexiforme que rodea el cerebro anterior (pro- El círculo de Willis no es realmente un círculo, sino
sencéfalo) y medio (mesencéfalo) (Fig. 2-1). un polígono arterial (específicarnente, un nonágono, o
Las ACI primitivas tienen una división craneal y otra estructura de nueve lados) (2). El polígono de Willis
caudal (Figs. 5-1 y 1-3). La división craneal inicialmente completo (en el que ninguna parte es hipoplásica o au-
105
106· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
sente) tiene 10 componentes (Fig. 5-2; véase el cuadro y Arteria comunicante anterior
la Fig. 5-11A).
La arteria comunicante anterior (ACoA) es un vaso pe-
queño que se encuentra en el límite anterior de la cisura in-
Arterias carótidas internas
terhemisférica o longitudinal. La ACoA conecta ambos
Las dos arterias carótidas internas (ACI) se bifurcan en segmentos Al.
sus dos ramas terminales, las arterias cerebrales anterior y
media. Ambas ACI terminales y las arterias cerebrales an- Arterias comunicantes posteriores
teriores forman parte del polígono de Willis; las arterias ce-
Las dos arterias comunicantes posteriores (ACoP) sur-
rebrales medias, no.
gen del segmento C7 de la ACI como sus ramas posteriores
directas. Las dos ACoP proporcionan la principal cone-
Arterias cerebrales anteriores
xión anastomótica entre las circulaciones anterior (carotí-
Las arterias cerebrales anteriores (ACA) son las dea) y posterior (vertebrobasilar). Desde su origen en la
terminaciones directas y mediales de las ACI. El seg- parte posterior de las ACI supraclinoideas, las ACoP se di-
mento proximal (horizontal) de la ACA también se de- rigen hacia atrás por encima de los nervios oculomotores
nomina precomunicante o segmento Al (véase el (III par). Cada ACoP se une al segmento horizontal (PO
Capítulo 6). de la arteria cerebral posterior homolateral (Fig. 5-2).
Desarrollo normal
Cranealmente, las divisiones terminales de las arterias carótidas internas primitivas.
Fusión de las dos arterias neurales longitudinales dorsales formando la arteria basilar.
Regresión de las divisiones caudales, formándose las ACoP con el desarrollo de la AS.
Anatomía macroscópica
Nonágono arterial.
Diez componentes:
Arterias carótidas internas (ACI) (n=2)
Arteria comunicante anterior (ACoA) (n=1)
Segmentos horizontales (A 1) de las arterias cerebrales anteriores (ACA) (n=2)
Arterias comunicantes posteriores (ACoP) (n=2)
Segmentos horizontales (P1) de las arterias cerebrales posteriores (ACP) (n=2)
Arteria basilar (AS) (n= 1)
Relaciones principales
Los segmentos A 1 de las ACA cursan sobre los nervios ópticos.
Las ACoP cursan bajo los tractos ópticos.
Ramas
Arterias lenticuloestriadas mediales (desde ACA A 1)
Arteria recurrente de Heubner (generalmente desde A2)
Arterias talamoperforantes y talamogeniculadas (desde ACoP, AS y P1)
Variantes normales
Existen variantes en la mayoría de los casos, especialmente en la región posterior.
Las ACoP son el asiento más frecuente de estas variantes:
Ausencia, hipoplasia
ACoP infundibular
Origen fetal de la ACP (con hipoplasia de P1)
ACI aislada (ACP fetal, ausencia de A 1 homolateral, restricción potencial al flujo colateral)
Anomalías
Las verdaderas anomalías son raras.
Origen infraóptico de la ACA (asociación común con aneurismas)
ACA ácigos (ACoA ausente; asociación a holoprosencefalia)
Persistencia de anastomosis carótido-basilares (p. ej. arteria trigeminal persistente)
Capítulo.5 - Polígono de Willis • 107
ACP~
Fig. 5-1. Dibujo anatómico lateral que esquematiza las arterias intracraneales embrionarias entre las
cinco y las seis semanas de gestación. Las arterias carótidas internas primitivas (ACI) tienen una divi-
sión craneal y otra caudal. La divisiones craneales dan lugar a las arterias olfatorias primitivas (AOP) así
como a las arterias cerebrales anteriores (ACA), arterias coroideas anteriores (ACdA) y arterias cere-
brales medias (ACM). La arteria comunicante anterior (ACoA) se forma de la unión de la red plexiforme
en la línea media. Las divisiones caudales dan lugar a las arterias comunicantes posteriores (ACoP) y
vasculariza el origen de las arterias cerebrales posteriores (ACP). La arteria basilar (AB) se forma de la
unión de las dos arterias neurales longitudinales dorsales (ANLD).
Arteria basilar nervios y los tractos ópticos, así como a otras muchas es-
tructuras importantes (Fig. 5-2) (3,4).
La arteria basilar (AB) normalmente termina cerca
de la unión pontomesencefálica al dividirse en sus dos
Superior
ramas terminales, las arterias cerebrales posteriores
(ACP) derecha e izquierda. Las ACP son ramas latera- El polígono de Willis se encuentra por debajo y a los la-
les directas de la AB. Sus segmentos proximales tam- dos del hipotálamo y el receso anterior del tercer ventrículo.
bién se denominan precomunicantes o segmentos Pl Los tractos ópticos cursan sobre las ACoP. Desde su origen,
(véase el Capítulo 8). Estos segmentos cursan lateral- cada ACA horizontal (segmentos Al), cursa medialmente ba-
mente frente a la protuberancia superior y el mesencé- jo la sustancia perforada anterior y la circunvolución recta.
falo inferior. A una distancia variable de su origen, cada
ACP se una a la ACoP homolateral para cerrar el polí- Inferior
gono de Willis. . La hipófisis, el diafragma selar y la base del esfenoides
El polígono de Willis completo consta de: dos ACI, dos se encuentran bajo el polígono de Willis. Los nervios ocu-
ACA, la ACoA, dos ACop, la AB y las dos ACP. lomotores (III par) cursan oblicuamente por delante y por
debajo de las ACoP.
Relaciones Desde su origen, los dos segmentos Al pasan medialmen-
te sobre los nervios ópticos hacia la cisura interhemisférica
El polígono de Willis se encuentra sobre la silla turca, (longitudinal). La unión de la ACoA con los dos segmentos
dentro de las cisternas supraselar e interpeduncular. Rodea Al se encuentra bien por encima del quiasma óptico (70% de
la superficie ventral del diencéfalo, y está adyacente a los los casos), bien por encima de los nervios ópticos (30%) (5).
108· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 5-3. Angiografía por RM de alta resolución en proyec- Fig. 5-4. Angiografía de la arteria carótida interna derecha
ción submentovértex, mostrando el polígono de Willis. en proyección oblicua, se aprecia una opacificación transi-
Puede visualizarse una fina arteria comunicante posterior iz- toria del polígono de Willis (flechas).
quierda (4). Su homóloga derecha está ausente.
Fig. 5-6. Angiografía de la arteria carótida interna derecha Fig. 5-7. Angiografía de la arteria carótida interna derecha
en proyección oblicua, realizada con compresión momentá- en proyección submentovértex. Arteria comunicante ante-
nea de la arteria carótida izquierda común. Se opacifican rior, flecha grande. Nótese el llenado transitorio de la arteria
ambos segmentos horizontales (A 1) de las ACA (flechas comunicante posterior derecha y de las arterias cerebrales
grandes). También se observa una pequeña arteria comuni- posteriores (flechas pequeñas).
cante anterior (flecha pequeña).
Fig. 5-8. Angiografía de la arteria carótida interna izquierda Fig. 5-9. Angiografía de la arteria vertebral izquierda en pro-
en proyección lateral. Nótese el llenado de la arteria comu- yección lateral. Nótese el llenado de ambas arterias comu-
nicante posterior (flechas pequeñas). También se identifica nicantes posteriores (flechas).
la arteria cerebral posterior de este lado (flecha grande).
Arterias comunicantes posteriores ACF. Las proyecciones que mejor estudian la anatomía de
la ACP son la lateral y la submentovértex (Fig. 5-10).
Es frecuente el reflujo de contraste dentro de las ACP
durante la inyección en alguna de las ACI (Fig. 5-8) o en
Arteria basilar y arterias cerebrales posteriores
las arterias vertebrales (Fig. 5-9). La compresión temporal
de la carótida común homolateral durante la inyección de La anatomía angiográfica de la AB y las ACP se estudia
contraste en la arteria vertebral suele provocar reflujo ala en detalle en los Capítulos 8 y 9. La bifurcación de la AB y
Capítulo 5 - Polígono de Wmis • 111
Variantes de la ACoA
La ACoA única está presente aproximadamente en el
60% de los casos. Los canales vasculares múltiples (ACoA
plexiforme) aparecen en el 10-33 % de las disecciones ana-
tómicas (Fig. 5-11G) (5, 11). La duplicación de la ACoA
(Fig. 5-11F) sucede en el 18% de los casos, mientras que la
ACoAfenestrada lo hace en el 12-21 % (Figs. 5-5 y 5-11G)
(5, 11, 12). La ausencia de ACoA sólo ocurre en el5% de
los casos (Fig. 5-11H) (13).
AB
estas variaciones tienen poca significación. Una excepción lar oclusiva. Un ejemplo es la ACI aislada, que ocurre
la constituye la ausencia o hipoplasia (menos de 1 mrn de cuando coexisten una ACP fetal con ausencia del seg-
diámetro) de la ACoP, que representa un factor de riesgo mento Al de la ACA en el mismo lado (Figs. 5-11E y 5·
independiente para el infarto isquérnico cerebral en los pa- 16); en este caso la ACI del otro lado vasculariza única-
cientes con oclusión de la ACI (19). mente su ACM y su ACP sin recibir flujo sanguíneo
Otras variaciones también pueden restringir o elimi- colateral desde la otra ACI o desde la circulación verte-
nar el flujo sanguíneo colateral en la enfermedad vascu- brobasilar.
capttutos - Polígono de Willis • 113
Fig. 5-11. Diagramas anatómicos del polígono de Willis (A) y sus variaciones más comunes (B-H). A:
Polígono de Willis completo. Todos los componentes están presente y ninguno es hipoplásico. Esta
configuración se encuentra en menos de la mitad de los casos. B: La hipoplasia (derecha) o la ausen-
cia (izquierda) de una o ambas ACoP es la variante más frecuente, presentándose en un 25-33% de
los casos. C: La hipoplasia o la ausencia del segmento horizontal (A 1) de la ACA se encuentra aproxi-
madamente en el 10-20% de los casos. En este ejemplo está ausente el segmento A 1 derecho. O:
Origen fetal de la ACP derecha con hipoplasia del segmento precomunicante (P1), visto en el 15-25%
de los casos. E: Si coexiste un origen fetal de la ACP con ausencia del segmento A 1 homolateral, que-
da una arteria carótida anatómicamente aislada, con una severa restricción potencial del flujo colate-
ral. En este caso, la ACI derecha termina en una ACM y una ACP fetal. F: Se puede encontrar una
ACoA multicanalizada (dos o más) en un 10-15% de los casos. En este caso la ACoA está duplicada y
ambos canales son completos. G: En la ACoA fenestrada, el vaso tiene una apariencia plexiforme. H:
Ausencia de ACoA. ACA, arteria cerebral anterior; A 1, segmento horizontal de la ACA; P1, segmento
horizontal (precomunicante) de la ACP.
RAMASPERFORANTES DEL POLíGONO ficie anterior del quiasma óptico y el hipotálamo anterior
DE WILLlS (5,26). Estas ramas pueden tener un territorio vascular sig-
nificativo, que incluya parte del cuerpo calloso, los pilares
Surgenimportantes ramas perforantes desde todas las par- del fórnix, las áreas paraolfatorias, la lámina terminal y el
tesdelpolígono de Willis sin excepción (Fig. 5-2). En este apar- hipotálamo (27,28).
tadoseráncomentadas brevemente; su análisis detallado se rea-
lizaen sus arterias de origen respectivas (Capítulos 6, 8 Y 9). Arterias comunicantes posteriores
Cierto número de pequeñas pero importantes ramas
Arterias de la ACA perforantes, las arterias talamoperforantes anteriores nacen
Pequeñas ramas perforantes de la ACA, las arterias len- en la ACoP para vascularizar parte del tálamo, el brazo in-
ticuloestriadasmediales, y la arteria recurrente de Heubner fralenticular de la cápsula interna y los tractos ópticos (14).
vascularizanla cabeza del núcleo caudado, el brazo anterior
de la cápsula interna y parte de los ganglios basales (25). Arterias de la AB y la ACP
La AB distal y las ACP proximales aportan numerosas
Arterias de la ACoA y pequeñas arterias perforantes. Estas ramas, las arterias ta-
Algunas ramas perforantes pequeñas pero de gran im- lamoperforantes posteriores y las arterias talamogeniculadas,
portancia surgen desde la ACoA para vascularizar la super- vascularizan el mesencéfalo y el tálamo (30).
116· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
A B
Fig. 5-16. Angiografías de la arteria carótida interna derecha en proyecciones AP (A) Y lateral (B) mos-
trando una ACI anatómicamente aislada. No se visual iza la ACA por ausencia del segmento A 1 en es-
te lado, lo que hace que ambas ACA se llenen desde el lado izquierdo. Las flechas indican una arteria
cerebral posterior (ACP) fetal, por falta de involución durante el desarrollo de la ACP proximal. En esta
situación, la ACP se origina directamente de la ACI, y el segmento P1, precomunicante, es hipoplásico
o está ausente. Cuando tanto A 1 como P1 están ausentes en el mismo lado, la ACI queda funcional y
anatómicamente aislada. Con el potencial flujo colateral desde otras partes del polígono de Willis se-
veramente limitado, la oclusión de esta ACI aislada producirá un déficit neurológico mayor.
~l
El complejo vascular formado por la arteria cerebral ARTERIA CEREBRAL ANTERIOR: SEGMENTOS
anterior (ACA), la arteria comunicante anterior (ACoA) PROXIMAlES (Al y A2)
y la arteria recurrente de Heubner es una localización
frecuente de formación de aneurismas. Las ramas perfo-
Desarrollo normal
rantes de estos vasos vascularizan importantes estructu-
ras de la base cerebral, como el núcleo lenticular y la A las cinco semanas de gestación, la arteria cerebral ante-
cápsula interna. Es muy importante estar familiarizados rior (ACA) aparece como una rama secundaria de la arteria
con la anatomía normal, las variantes, las anomalías y los olfatoria primitiva, la cual deriva a su vez de la arteria carótida
territorios vasculares de este complejo ante la planifica- interna primitiva. A las seis semanas, cada ACA avanza hacia
ción de procedimientos de microcirugía de la base del la línea media, donde se une con su homóloga por la interpo-
cerebro. sición de una anastomosis plexiforme que formará la futura
La ACA ha sido subdividida de diferentes formas por arteria comunicante anterior (ACoA) (Fig. 5-1) (4-5).
distintos investigadores. Se describen entre tres y cinco Una pequeña rama embrionaria conocida como arteria
segmentos anatómicos (1-3). Los dos primeros segmentos media del cuerpo calloso surge de la ACoA y se extiende hacia
(Al y A2) representan la ACA proximal, mientras que el la lámina terminal. Este vaso normalmente involuciona cuan-
resto (numerados de forma variable desde A3 hasta A5) re- do se desarrollan los segmentos de la ACA distales a la ACoA
presentan la ACA dista!. (6). A las siete semanas de gestación, la ACA definitiva se ex-
La clasificación más sencilla y más común describe tres tiende superiormente entre los hemisferios cerebrales.
segmentos en la ACA: Las arterias perforantes basales que surgen de la ACA,
como por ejemplo las arterias estriadas mediales y la arteria
Al e.Segmento horizontal o precomunicante recurrente de Heubner, están formadas desde las arterias 01-
A2=Segmento vertical o poscomunicante fatorias primitivas o desde los componentes de la anstomosis
A3=Ramas distales y corticales entre esta arteria y su rama cerebral anterior colateral (S).
117
118· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
brales anterior y media. La ACA es la más pequeña de es- 2. La unión ACA-ACoA está situada dentro o justo debajo
tas dos ramas terminales (Fig. 6-1; véase el cuadro). de la cisura longitudína! (interhemisférica) (Fig. 6-2).
3. El segmento A2 se in curva hacia arriba dentro de la
Segmento Al cisura interhemisférica, anterior a la lámina terminal
y al rostrum del cuerpo calloso (Fig. 6-2).
El segmento Al también se denomina segmento preco-
municante. Se extiende horizontalmente desde el origen de
la ACA hasta su unión con la ACoA. Ramas
Proyección anteroposterior
La bifurcación de la ACI en las arterias cerebrales an-
terior y media forma una T en la proyección AP de las an-
giografías carotídeas. La ACA horizontal es el brazo más
pequeño y medial de la T (Fig. 6-1). El segmento Al varía
en apariencia angiográfica. Suele seguir un curso casi hori-
zontal cuando avanza medialmente hacia la cisura interhe-
Fig. 6-3. Dibujo anatómico lateral de la superficie medial del
misférica (Fig. 6-6A), pero también puede ascender, des-
hemisferio cerebral derecho mostrando la arteria cerebral cender, o describir un curso sinusoidal (Figs. 6-6B-D). Los
anterior (ACA) y sus ramas corticales mayores. dos segmentos Al pueden ser asimétricos tanto en tamaño
1. Segmento A2 (vertical o poscomunicante) de la ACA como en posición (Fig. 6-7).
2. Arteria orbitofrontal. En la proyección AP, la ACA suele localizarse en la
3. Arteria frontopolar. cisura interhernisférica, en el punto medio de una línea
4. Arteria pericallosa.
teórica dibujada entre los rebordes orbitarios (Fig. 6-8).
5. Arteria callosomarginal.
6. Rama esplenia. Son frecuentes las ondulaciones poco profundas de un
(Impreso con permiso de Osborn AG, Tong KA Handbook lado a otro de los segmentos A2. Las ondulaciones nor-
of neuroradiology, 2ª ed. San Luis: Mosby-Year Book, males son suaves y cortas, y regresan hacia la línea media
1996.) e incluso la cruzan (Fig. 6-9A). En muchos casos en los
--- -
- --
Capítulo 6 - Arleria cerebral anterior • 121
~~
/ :Id '
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I •
Fig. 6-4. Dibujos anatómicos axiales que repre tan los terri .
tes que surgen desde la arteria cerebral anteri~~n, an os territorios vasculares de las ramas perforan-
les, las ramas perforantes callosas y la arteria . Estas Indcluyen las arterias lenticuloestriadas media-
recurren te e Heubner (cuando está presente).
122· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
~ Máximo
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~ Mínimo
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e D
Fig. 6-5. Territorios vasculares de las ramas corticales (hemisféricas) de la ACA con su distribución
habitual, máxima y mínima descritos por Van der Zwan (16). A: Visión lateral. B: Visión medial. C:
Visión superior. O: Visión basal. (Reimpreso con oerrniso de Osbom AG. Oiagnostic neuroradiology.
San Luis: Mosby, 1994.)
Capítulo 6 -.Arteria cerebral anterior • 123
A B
Fig. 6-7. A: Angiografía de la ACI izquierda en proyección AP que ilustra la asimetría en tamaño y po-
sición de ambos segmentos A 1 (horizontales o precomunicantes) (flechas pequeñas). B: La fase arte-
rial tardía muestra claramente la zona vascular limítrofe (flechas pequeñas) entre la ACA y otras arte-
rias cerebrales. La cisura interhemisférica está indicada por flechas grandes. Nótese la posición en la
línea media de las ACA distales en ambas proyecciones. (Compárese con la Fig. 6-8).
que la ACA aparece tortuosa, el teñido vascular cerebral Suele seguir una curva convexa y suave (Fig. 6-11A).
de la fase arterial tardía de las angiografías con sustrac- También puede adoptar un curso "en joroba" o cónca-
ción digital demuestra la localización del hemisferio me- vo hacia abajo, o presentar una angulación aguda (Figs.
dial en la línea media (Fig. 6-9B). El desplazamiento per- 6-11B y C). Ocasionalmente puede tener un extremo
sistente de la ACA cruzando la línea media es anormal anterior romo o cuadrangular. Cuando la ACA termina
(Capítulo 14). sim plemente en el inicio de la arteria callosomarginal,
el segmento A2 toma una forma "en hocico de toro"
Proyección oblicua (Fig.6-11D).
La proyección transorbitaria oblicua de 30° a 45° suele
ser la óptima para ver el segmento Al y su unión con la
ACoA (Fig. 6-10) (19). Variantes normales
- --
- -----
-
Capítulo 6 Arteria cerebral anterior • 127
A B
e o
Fig. 6-11. A-O: Angiografías de la ACI en proyecciones laterales en cuatro pacientes distintos que ilus-
tran la gran variabilidad en el segmento A2 (horizontal o poscomunicante) de la ACA (flechas). En O, la
ACA se continúa esencialmente con la arteria callosomarginal.
128· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularlzaclón craneocervical
A B
Fig. 6-12. A: Angiografía de la ACI derecha en proyección oblicua y fase arterial, mostrando un segmen-
to A 1 (horizontal o precomunicante) de la ACA muy hipoplásico. B: Se muestra para su comparación la
angiografía de la arteria carótida común izquierda en proyección AP de otro paciente. El segmento A 1
está ausente. La ACI supraclinoidea se continúa con la arteria cerebral media. En este caso, la ACI dere-
cha vasculariza ambas ACA a través de ambos segmentos A 1 Y la arteria comunicante anterior.
bihemisférica puede ser difícil de distinguir angiográficamen- única ACA surge como un tronco solitario en la línea me-
te de una ACA ácigos verdadera a menos que se identifique dia para vascularizar ambos territorios de las ACA. La pre-
el segmento A2 contralateral hipoplásico (Fig. 6-13B). valencia publicada de la ACA ácigos es del 0,2-4 % (25).
Puede observarse una ACA ácigos de forma incidental
ACA ácigos y con muy poca significación clínica. También ha sido co-
municada en asociación con holoprosencefalia, anomalías
Si persiste la arteria media embrionaria del cuerpo ca- en la migración neuronal, y con riesgo aumentado de for-
lloso, se formará una ACA ácigos. En esta anomalía, una mación de aneurismas (Fig. 6-14) (6).
A B
Fig. 6-13. Angiografía de la ACI derecha en proyecciones AP (A) y oblicua (B), mostrando una ACA
única en la línea media (flecha en A, flecha grande en B). Nótese que en el estudio oblicuo (B), reali-
zado con compresión manual momentánea de la arteria carótida común izquierda, existe un segmen-
to A2 izquierdo muy pequeño (flecha pequeña).
Capítulo 6 - Arteria cerebral anterior • 129
Fig. 6-15. Dibujo anatómico que esquematiza el trayecto distal de la arteria cerebral anterior (ACA) y sus
relaciones con la hoz cerebral y el cuerpo calloso. Nótese que la distancia entre la arteria pericallosa y el
borde libre de la hoz disminuye hacia atrás. Cuando existe una masa, la hoz, que es relativamente rígida,
previene un desplazamiento significativo de la línea media o del cerebro y los vasos hacia atrás. Sin em-
bargo, anteriormente, la altura de la hoz es comparativamente menor; esto permite unos considerables
desplazamientos del cerebro y los vasos bajo su borde libre junto a la rodilla del cuerpo calloso.
y la convexidad adyacente, así como la superficie medial neralmente en esta proyección. La arteria callosomargi-
del hemisferio bajo el cuerpo calloso (14). nal cursa sobre la circunvolución cingular, mientras que
la arteria pericallosa avanza dentro del surco calloso,
Territorio vascular y anastomosis justo sobre el cuerpo del cuerpo calloso (Figs. 6-2, 6-3 y
6-16) (27).
La ACA vasculariza típicamente los dos tercios ante- Las ramas de la ACA distal se encuentran generalmen-
riores de la superficie cerebral medial y una pequeña re- te tapadas por las ramas de la ACM en esta proyección, ha-
gión de la corteza que se extiende una distancia variable ciendo difícil la identificación de sus pequeñas divisiones
sobre la convexidad (Fig. 6-5). Por medio de pequeñas ra- corticales. Además, las divisiones distales de las arterias ea-
mas piales, las ramas corticales de la ACA se anastomosan llosomarginal y pericallosa son muy variables. Las ramas de
con otras arterias cerebrales en las denominadas zonas li- la ACA reciben el nombre de su área terminal de distribu-
mítrofes. Las zonas limítrofes representan la confluencia de ción en vez de hacerlo de su origen (p. ej. orbitofrontal, ra-
los territorios de las arterias cerebrales anterior, media y mas frontales o parietales).
posterior (14,16-18,27-30) (Figs. 6-lOB y 7-12).
Proyección AP
Anatomía angiográfica normal Las arterias pericallosa y callosomarginal pueden ser
difíciles de distinguir una de otra en esta proyección. La ar-
Proyección lateral teria callosomarzinal suele tener un asnecto más sernenre-
5~ •...4
~1
Fig. 6-16. Angiografía vertebral izquier-
'\ da en fase arterial y proyección lateral.
3 El reflujo de contraste a través de una
4--.
A B
Fig. 6-17. Angiografía de la ACI izquierda en fases arteriales precoz (A) y tardía (B), en proyección AP,
para mostrar el segmento distal de la ACA y sus ramas.
1. Segmento A2 de la ACA.
2. Arteria pericallosa (apréciese la "sonrisa" en la fase arterial tardía (B, flecha grande).
3. Arteria callosomarginal (nótese el "bigote" en la fase arterial tardía (B, flechas pequeñas).
4. Ramas corticales.
l,;apltUlO -t> - Arteria ceranrat anterior • 1jj
El plexo vascular pial que cubre la región dorsal del 10. Serizawa T, Saeki N, Yamaura A. Microsurgical anatomy and c1inical
cuerpo calloso surge desde la arteria pericallosa. En la fase significance of the anterior communicating artery and its perforating
branches. Neurosurgerv 1997;40: 121 1-1218.
arterial tardía de las angiografías cerebrales, este plexo pial 11. Ture U, Yasargil G, Krisht AF. The arteries of the corpus callosum: a
puede tener un teñido vascular llamativo que recuerda a microsurgical anatomic srudy. Neurosurgerv 1996;39: 1075- 1085.
una sonrisa; formando las ramas callosomarginales algo si- 12. Mercier Ph, Fournier O, Brassier G, et al. The perforating arteries ofthe
anterior part of the circle of Willis. Riv Neuroradiol 1944;7(Suppl):
milar a un bigote (Fig. 6-17B).
79-83.
13. Williams PL, ed. Internal carotid artery. In: Gravs anatomv: 38th ed.
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rior cerebral artery. Neuroradiologv 1995:36: I 73- I 80.
Variantes normales 15. Ghika JA, Bogousslavsky J, Regli F. Deep perforators frorn the carotid
system: template of the vascular territories. Arch Neurol 1990:47:
Las variantes de la ACA distal son frecuentes, y se de- 1097-1100.
tectan en un cuarto a dos tercios de los especímenes anató- 16. van der Zwan A. Hillen B, Tulieken CAF. el al. variability ofthe major
micos (2). En la variante más común, una de las ACA dista- cerebral arteries. J Neurosurg 1992:77:927-940.
17. Hayman LA, Taber KH, Hurley RA. Naidich TP An imaging guide to
les envía algunas ramas a una pequeña área de la superficie
the lobar and arterial vascular divisions of the brain. Pan 1: Secrional
medial del hemisferio contralateral. Este hallazgo se apre- anatomy.IJNR 1997:3:175-179.
cia en el 64% de las disecciones cerebrales (2). 18. Hayrnan LA, Taber KH. Hurley RA. Naidich TP An imaging guidc to
the lobar and arterial vascular divisions of the brain. Pan I/: Surfacc
brain anatorny. IJNR 1997:3:256-261.
Anomalías 19. Graves VB. Advancing loop technique for endovascular' access io thc
anterior cerebral artery. .VNR 1998: 19:778-780.
Las verdaderas anomalías de la ACA distal son infre- 20. Bollar A, Martinez R. Gelabert M. Garcia A. Anomalous origin 01' the
cuentes. Ha sido descrita una rara comunicación entre las anterior cerebral artery associated with aneurysm =cmbryological con-
siderations. Neuroradiologv 1988:30:86.
dos ACA distales junto al cuerpo calloso. Esta anomalía, la
21. Mancuso P. Chiaramonte 1. Alessandrello R. et al. lntraopuc coursc 01'
arteria comunicante anterosuperior, ha sido asociada con un the anterior cerebral artery. Riv Nruroradiol 1996:9:329-332.
riesgo incrementado de aneurismas cerebrales (31). 22. Mercier PH. Velut S. Fournier D. el al. A rare embryologic variation:
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Capítulo 7
teria cerebral
media
La arteria cerebral media (ACM) es la mayor de las dos ARTERIA CEREBRAL MEDIA: SEGMENTOS
ramasterminales de la arteria carótida interna. La ACM PROXIMALES (M I Y M2)
nutre a la mayor parte de la superficie lateral de los hemis-
ferioscerebrales; por ello la isquemia y el infarto ocurren
Desarrollo normal
másfrecuentemente en este territorio vascular. Es frecuen-
te además la presencia de aneurismas y de malformaciones
El desarrollo normal de la ACM se encuentra íntima-
vascularesen la ACM. Por todo ello, es fundamental cono-
mente relacionado con el desarrollo de la cisura silviana
cerla anatomía normal de la ACM con vistas a una correc-
(cerebral lateral) y la ínsula (2).
tainterpretación de las angiografías cerebrales.
La ACM se divide anatómicamente en cuatro segmen-
Cisura silviana e ínsula
tos(Fig. 7-1) (1):
Entre la octava y la duodécima semana de gestación
MI = segmento horizontal aparece en la parte lateral de cada hemisferio cerebral en
M2 = segmentos insulares desarrollo una depresión dé morfología triangular (Fig. 7-
M3 = segmentos operculares 2A) cuya posterior invaginación dará lugar a la Ínsula de
M4 = ramas corticales, también denominadas segmen- Reil. A medida que progresa la invaginación, los lóbulos
tosM4 frontal y parietal comienzan a cubrir la Ínsula en su porción
más superior mientras que el lóbulo temporal lo hace infe-
En este capítulo trataremos inicialmente el segmento riormente (Fig. 7-2B). Por último, la aposición de los opér-
proximal (MI) de la ACM con sus ramas perforantes. Se culos frontoparietales superiormente y de los temporales in-
estudiarán también los troncos de la ACM (segmentos M2) feriormente termina por rodear completamente la ínsula y
próximos a la cisura lateral (silviana). En la segunda parte da lugar a la cisura cerebral lateral (Fig. 7-2C y D). La cisu-
se estudiarán los segmentos operculares (M3). Por último, ra silviana así desarrollada presenta dos componentes, su-
terminaremos con una breve discusión acerca de las ramas perficial y profundo. Mientras que la porción superficial es
corticales (M4) de la ACM y sus territorios vasculares. visible desde la superficie cerebral, la profunda, a veces de-
135
136· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
e.
o Cisura de Silvio
~ M1 (segmento prebifurcación)
• M1 (segmento posbifurcación)
§ Segmentos M2
ITIIJJ Segmentos M3
D Segmentos M4
(ramas corticales)
Fig. 7.1. Dibujo anatómico en proyección anteroposterior que muestra la arteria cerebral media
(ACM) y sus cuatro segmentos principales. Con objeto de simplificar, sólo se representan una o dos
ramas y la cisura de Silvio se encuentra magnificada. El tronco principal de la ACM (también denomi-
nado segmento horizontal o M1) se extiende desde la bifurcación de la arteria carótida interna hasta
la cisura de Silvio e incluye ambos segmentos, pre y posbifurcación. La rodilla o genu de la ACM se
localiza en el punto en que la ACM comienza a curvarse posterosuperiormente por encima de la ínsu-
la. Los segmentos M2 van desde la rodilla hasta el punto más alto de la cisura silviana y del surco cir-
cular; desde aquí se dirigen lateralmente a través de la cisura de Silvio. Los segmentos M4 represen-
tan las ramas corticales de la ACM que abandonan la cisura de Silvio y se disponen por encima de
los opérculos frontal, temporal y parietal. OFP, opérculos frontoparietales; OT, opérculo temporal; 1, ín-
sula.
nominada cisterna silviana, queda sepultada y escondida de La progresiva invaginación del córtex insular y de las
la superficie por los opérculos que la rodean (1). ramas de la ACM hace que dichos vasos inicialmente se
curven en la cisura de Silvio y discurran sobre la ínsula pa-
Arteria cerebral media ra desde allí disponerse lateralmente en los márgenes de la
aposición de los opérculos frontal, parietal y temporal y ra-
Antes de la formación de la ínsula y de la cisura de
mificarse por encima de la superficie lateral de los hemisfe-
Silvio, las ramas corticales de la ACM se ramifican por en-
rios cerebrales. Puede decirse que al nacimiento, la ACM
cima de las superficies laterales de los hemisferios cerebra-
presenta esencialmente una configuración adulta (Fig. 7-
les. En este momento del desarrollo estas ramas parecen
2C y D).
discurrir casi verticalmente desde su origen en la bifurca-
ción terminal de la arteria carótida cerebral interna (ACI)
(Fig. 7-2A). A medida que se forman los lóbulos frontal, Anatomía
parietal y temporal y que la cisura lateral comienza a desa-
rrollarse, las ramas de la ACM van adaptándose a la depre- La ACM es la mayor de las dos ramas terminales de la
sión que más tarde constituid. la ínsula (Fig. 7-2B). arteria carótida interna (Fig. 7-3). En su origen, la ACM
Capítulo 7 - Arteria cerebral media • 137
Fig. 7-4. Dibujo anatómico que representa la relación de las ramas de la ACM con la ínsula, la cisura
de Silvio y las superficies corticales de los hemisferios. No se ha representado parte de los opérculos
con objeto de mostrar la ACM. A: Vista superior. B: Vista lateral.
En casi la mitad de las disecciones anatómicas una o de sus ramas se describe en la última sección de este capí-
más de las grandes arterias perforantes nace de la ACM tulo (Figs. 7-13 y 7-14).
después de su bifurcación (4).
Anatomía angiográfica normal
Ramas corticales
Las ramas corticales nacen tanto del segmento princi- Proyección anteroposterior
pal de la ACM (MI) como de dos o más troncos originados El segmento proximal (M1) de la ACM y su bifurca-
a partir de su bifurcación, trifurcación o división en múlti- ción o trifurcación se estudia mejor en la proyección ante-
ples troncos (Fig. 7-1). roposterior (AP) o vértice-submentoniana. El segmento
La arteria temporal anterior es una rama de tamaño va- M1 sigue normalmente un curso relativamente recto y ho-
riable que nace normalmente del segmento M1 antes de su rizontal desde su origen en la ACI hasta la entrada en la ci-
bifurcación (Figs. 7-1 y 7-12). La arteria temporal anterior sura cerebral lateral (silviana) (Fig. 7 -5A). Sin embargo, en
se origina aproximadamente al mismo nivel que las arterias neonatos o pacientes muy jóvenes el segmento M1 puede
lenticuloestriadas en el tronco principal de la ACM. Desde tener una localización bastante alta (Fig. 7 -5B) mientras
allí, se dirige anterior e inferiormente no introduciéndose que en pacientes mayores puede describir una pronuncia-
por lo general en la cisura de Silvio. da curva sinusoidal u oblicua inferior (Fig. 7 -5C).
Las arterias lenticuloestriadas se estudian bien tanto en
Territorio vascular la proyección AP como en la levemente oblicua. Durante
un corto recorrido, conforme atraviesan la sustancia perfo-
El territorio vascular de cada segmento de la ACM y rada anterior, estas arterias se dirigen superomedialmente
140· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularlzaclón craneocervical
4~
A B
e D
Fig. 7-5. Serie de angiografías carotídeas obtenidas en proyección anteroposterior (AP) que muestran
la amplia y normal variabilidad de la arteria cerebral media proximal (ACM). A: Habitualmente el pri-
mer segmento (horizontal o M 1) de la ACM sigue un curso relativamente recto hacia la cisura de
Silvio. B: El segmento proximal M1 presenta una angulación superior en este paciente de 19 años de
edad (la glándula pituitaria representada por la flecha abierta, presenta un intenso realce, hallazgo
normal). C: En este paciente de edad avanzada, los segmentos horizontales de las arterias cerebral
anterior y media son muy tortuosos. O: Se denomina bifurcación precoz de la ACM cuando ésta se bi-
furca en los primeros 10 mm de su origen en la carótida interna. Es ésta una variante normal.
para después tomar una dirección superolateral a través de rumbo para dirigirse inferolateralmente y abandonar la ci-
los ganglios basales y la cápsula externa y adoptar lateral- sura de Silvio se denomina punto angiográfico silviano. Este
mente una curva convexa (Fig. 7-6). punto se encuentra próximo al ápex de la ínsula y represen-
Al presentar la ACM una morfología curva superior- ta el límite posterior del surco cerebral lateral (Fig. 7 -7B).
mente en el limen se forma la rodilla o genu (Figs. 7-1 y 7- En la proyección anteroposterior, los puntos silvianos
3), aparecen los segmentos M2 que presentan medialmente de cada ACM deben tener una posición similar (Fig. 7-8).
una configuración convexa al dirigirse hacia arriba y por Una asimetría significativa indica pérdida de volumen o la
encima de la ínsula (Figs. 7-5 y 7-6). Las ramas M2 se diri- presencia de una masa (véase el Capítulo 14). En la angio-
gen entonces inferolateralmente al alcanzar el ápex del sur- grafía cerebral lateral, el triángulo angiográfico silviano está
co circular (la cisterna cerebroespinal que rodea a la ínsula) delimitado por la línea insular superior (una línea tangente
donde aparecen los segmentos M3. a ambos techos insulares), el tronco principal de la ACM
(límite posteroinferior del triángulo) y la rama más anterior
Proyección lateral del complejo frontal ascendente (límite anterior del trián-
gulo) (Fig. 7-7B). La existencia de desplazamientos en el
No es fácil visualizar el segmento MI en la proyección punto o triángulo silvianos debe orientar a la presencia de
lateral. Sin embargo, pueden verse las ramas insulares (M2) masas intracraneales (véase el Capítulo 14).
a medida que se dirigen posterosuperiormente a través de
la ínsula para alcanzar la parte más alta de la cisura de Teñido cerebral
Silvio (Fig. 7-7A).
La presencia de una prominente mancha o teñido vas-
cular visible en los ganglios de la base y el córtex durante la
Punto silviano y triángulo de Silvio
fase arterial tardía en las angiografías carotídeas (véase la
El punto más alto y medial donde la última rama corti- Fig. 7 -12) es un hallazgo normal que no debe interpretarse
cal de la ACM (normalmente la arteria angular) cambia el como neoplasia.
1. Segmento A 1, ACA
2. Segmento M1 prebifurcación, ACM
3. Segmento M1 posbifurcación, ACM
4. Rodilla de la ACM
5. Segmentos M2 de la ACM
6. Arterias lenticuloestriadas mediales
7. Arterias lenticuloestriadas laterales
8. Arteria recurrente de Heubner (es-
te vaso nace normalmente del seg-
mento A2 de la ACA, como puede
verse en el caso que se ilustra)
142· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
..
Variantes normales y anomalías (7). La duplicación de la ACM ocurre cuando una gran ra-
ma de la ACM nace de la ACI antes de su bifurcación ter-
Mientras que los patrones de ramificación de la arteria minal. El vaso duplicado discurre en paralelo con el seg-
cerebral media son muy variables, puede decirse que las mento MI principal y se localiza inmediatamente por
anomalías reales son infrecuentes, observándose sólo en el debajo de aquél (Fig. 7 -lOA) (8). Esta anomalía se presenta
1% a 3% de las disecciones anatómicas (1,5) y en menos en aproximadamente el 1% al 3 % de las disecciones ana-
de un 1% de las angiografías cerebrales (6). tómicas. La ACM duplicada típicamente nutre el lóbulo
temporal anterior y no debe confundirse con la ramifica-
ción precoz de la ACM (6). En este último caso, considera-
Variantes normales
da variante normal, la ACM se bifurca cerca de su origen
En la mayoría de los pacientes la ACM se bifurca (50% en la ACI (Fig. 7-10B). La ACM accesoria es una rama de
delos casos) o trifurca (25 % de los casos) cerca de la ínsula la ACM que nace de la ACA y transcurre paralela al seg-
(Fig.5-12B). Tampoco es infrecuente la denominada divi- mento MI. La ACM accesoria nutre el lóbulo frontal en su
sión precoz del segmento MI (Fig. 7-5D). Es posible ver porción anteroinferior y puede verse en el 2,7% de los ca-
también una gran arteria cerebral anterior naciendo del seg- sos (9). Debe diferenciarse la ACM accesoria de una gran
mento MI proximal (Fig. 7 -9). Esta variante normal no de- arteria recurrente de Heubner (lO). Se han asociado las
be confundirse con una ACM accesoria (anomalía asociada anomalías de la ACM como la ACM accesoria con la for-
a un elevado riesgo de formación aneurismática). mación de aneurismas (7, 10, 12).
Otras anomalías infrecuentes de la ACM incluyen la
duplicación parcial o la ACM/enestrada (Fig. 7-lla), el ori-
Anomalías
gen anómalo de las ramas de la ACM (Fig. 7-llB) y un
La bipoplasia o aplasia son anomalías raras de la ACM tronco único no bifurcante de la ACM (5).
A
Fig. 7-11. A: Angiografía de la arteria carótida interna izquierda en proyección AP que muestra una
arteria cerebral media fenestrada (flechas) (cortesía de J. Rees). B: Angiografía de la arteria carótida
interna derecha en proyección oblicua de otro paciente donde se observan algunos vasos de peque-
ño tamaño (flechas) que parten de la arteria carótida interna cavernosa. Estos vasos son ramas anó-
malas de la arteria cerebral media que nutren el polo temporal.
ARTERIA CEREBRAL MEDIA: SEGMENTOS parietal hace que los segmentos M3 hagan un
OPERCULARES (M3) bucle en la parte más alta de la cisura silviana y
se dirijan después lateralmente para abandonar
Anatomía normal la cisura y colocarse por encima de los hemisferios
La parte más alta de dichos bucles forma el triángu-
lo angiográfico silviano
Los segmentos M3 (operculares) comienzan en la parte
más alta del surco circular al disponerse lateralmente los Ramas
segmentos M2 en la cisura de Silvio. Los segmentos M3 Ramas corticales anteriores
acaban superficialmente en la cisura cerebral lateral (véase Arteria orbitofrontal
la Fig. 7-1 Y el cuadro). Arterias pretrontales
Ramas corticales intermedias (centrales)
Arteria precentral del surco
Segmentos distales de la arteria cerebral media:
Arteria central del surco (rolándica)
anatomía normal y variantes
Arteria poscentral del surco (parietal anterior)
Ramas corticales posteriores
Desarrollo normal
Arteria parietal posterior
Las ramas corticales de la ACM nacen de las arte-
Arteria angular
rias carótidas internas primitivas
Arteria temporooccipital
La invaginación de la cisura de Silvio hace que la
Arterias temporales (posterior, medial, temporal
ACM se pliegue por encima de la ínsula
anterior, temporopolar)
Anatomía
Territorio vascular
ACM opercular (segmento M3; desde la parte más Mayor parte de la superficie lateral del encéfalo
alta de la ínsula hasta el extremo lateral de la ci- Lóbulo temporal anterior (variable)
sura de Silvio)
Ramas corticales de la ACM (segmentos M4) Variantes, anomalías
Las variaciones en la ramificación o en los territorios
Relaciones anatómicas son frecuentes
La proyección de los opérculos frontal, temporal y Las anomalías verdaderas son raras
Capítulo 7 - Arteria cerebral media • 145
Apariencia angiográfica normal constituye el límite superior del triángulo angiográfico sil-
viano (Fig. 7 -7). La segunda curva aparece al torcer de nue-
Proyección anteroposterior vo las ramas de la ACM para abandonar la cisura de Silvio y
convertirse en ramas M4 (corticales) (Fig. 7-1).
En las proyecciones AP los segmentos M3 se superpo-
nenunos con otros pudiendo ser identificados en grupo por
sucursolateral desde la ínsula y a través de la cisura de Silvio ARTERIA CEREBRAL MEDIA: RAMAS CORTICALES
endirección a la superficie de los hemisferios (Fig. 7 -5). (SEGMENTOS M4)
Proyección lateral Anatomía normal
Como puede verse en las angiografías cerebrales latera-
les,los segmentos M3 frecuentemente presentan una carac- Los segmentos corticales o M4 nacen en la superficie de
terística doble curva (compárense las figuras 7-12 y 7-16). la cisura silviana al disponerse las ramas distales de la ACM
La primera curva tiene lugar alli donde los vasos M2, que por encima de la superficie cortical del hemisferio (Fig. 7-12).
discurren por encima de la superficie insular, cambian su Al abandonar las cisura lateral, las ramas más anteriores se di-
dirección 180 grados para dirigirse inferiormente por deba- rigen hacia arriba o hacia abajo mientras que las ramas inter-
jo de los opérculos frontoparietales (Fig. 7-12). Esta curva medias se alejan de la cisura con una inclinación posterior; las
ramas posteriores se dirigen hacia atrás en prácticamente la
misma dirección que el eje mayor de la cisura silviana (1).
La ACM proximal (segmento MI) se divide habitual-
mente en seis a ocho arterias principales mayores por he-
misferio. De hecho, cada arteria principal individual (seg-
mento M2 o M3) da lugar típicamente a una a cinco ramas
corticales (M4) (Fig. 7-12) (1). Estas ramas pueden clasifi-
carse en tres grupos: anterior, medio y posterior.
Ramas
Ramas anteriores
La arteria orbitofrontal (frontobasal lateral) vasculariza
la superficie inferior del lóbulo frontal (Fig. 7-12, flecha 2).
Las arterias prefrontales se ramifican con una morfología
"en candelabro" alrededor del opérculo frontal antes de
dirigirse a la convexidad del lóbulo frontal (Fig. 7-12, fle-
cha 3). Las arterias principales nutren gran parte de la re-
gión lateral del lóbulo frontal anterior al triángulo silviano.
Frecuentemente los territorios prefrontal y orbitofrontal se
superponen (Fig. 7-13) (12).
Fig. 7-12. Dibujo anatómico que representa el hemisferio Ramas intermedias (centrales)
cerebral izquierdo desde una perspectiva lateral. El surco
central y la cisura de Silvio vienen indicados por una gran La arteria precentral del surco (precentral, prerroldndica)
flecha abierta y una flecha sólida respectivamente. Los seg- se sitúa en la región posterior del lóbulo frontal o en el ex-
mentos M4 de la ACM salen de la cisura de Silvio y se rami- tremo anterior del opérculo parietal. Esta arteria se dirige
fican por encima de la superficie lateral del hemisferio. superiormente dando lugar a una o dos ramas principales
Normalmente existen de 8 a 10 ramas corticales de la ACM.
entre los surcos precentral y central (Fig. 7 -12, flecha 4) (13).
La línea discontinua delimita la zona a nutrir, el límite entre el
territorio vascular de la ACM y el de las arterias cerebrales La arteria central del surco (central, rolándica) está forma-
anterior y posterior. da por una o dos ramas que se localizan en la convexidad y
que discurren posterosuperiormente entre los surcos pre y
1. Arterias temporal anterior y temporopolar poscentral hacia el margen superior del hemisferio (Fig. 7-12,
2. Arteria orbitofrontal flecha 5). La arteria parietal anterior (poscentral del surco) se
3. Arterias prefrontales
sitúa inicialmente en el surco poscentral y posteriormente lo
4. Arteria precentral del surco
5. Arteria central del surco
hace en el surco intraparietal (Fig. 7-12, flecha 6) (13).
6. Arteria parietal anterior (poscentral del surco)
7. Arteria parietal posterior Ramas posteriores
8. Arteria angular
9. Arteria temporooccipital Las ramas posteriores de la ACM nutren gran parte del
10. Arterias temporales posteriores lóbulo frontal así como parte de los lóbulos temporal y oc-
11. Arteria temporal intermedia cipital (Fig. 7 -13).
146· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
PR
PP
GA
PF
¡
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l -: ins
k
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4-~ TP
OF ~\,••" // /'----:z¡?""------
~"I
\ "~', ••,:;;w ...-+------ ™ prot. occ .
•7---~~------~----------------------~----~
Tub. sel.~ ~ TA int.
~TPOI
Fig. 7-13. Diagrama que representa las ramas corticales (M4) de la arteria cerebral media con sus te-
rritorios vasculares. Tub sel : tubérculo de la silla; prot occ int: protuberancia occipital interna; OF: ar-
teria orbitofrontal; PF: arteria prefrontal ; PR: arteria precentral o prerrolándica; R: arteria central o ro-
lándica; PA: arteria parietal anterior; PP: arteria parietal posterior; GA: arteria angular; TO: arteria
temporooccipital; TP: arteria temporal posterior; TM: arteria temporal media; TA: arteria temporal ante-
rior; Tpol: arteria temporopolar; Sfi: surco frontal inferior; SC: surco central; INS: ínsula; si: surco late-
ral; sts: surco temporal superior. (Reimpreso con permiso de Michoty P, Mosco NP, Salamon G.
Anatomy of the cortical branches of the MCA En: Newton TH, Potts DG, eds. Radiology of the sku/l
and brain. Vol 2. S. Luis: Mosby, 19741476)
La arteria parietal posterior cruza la convexidad en la media para terminar en el surco temporal inferior (Fig. 7-
región posterior del surco lateral (cisura silviana). Desde allí 12, flecha 11). La arteria temporal anterior, normalmente
se dirige posterosuperiormente delimitando anteriormente rama del segmento MI, cruza el lóbulo temporal para nu-
las circunvoluciones supramarginales (Fig. 7-12, flecha 7). trir las porciones anterolaterales de las circunvoluciones
La arteria angular es la mayor de las ramas terminales de la temporales superior, media e inferior (Figs. 7-1 y 7-12, fle-
ACM. Dicha arteria abandona el surco lateral en su porción cha 1) (13). La arteria temporopolar vasculariza el polo
más posterosuperior y atraviesa la circunvolución de temporal y puede nacer de forma aislada o como rama de
Heschl (temporal transversal (Fig. 7-12, flecha 8) (13). la arteria temporal anterior (Fig. 7 -13).
La arteria temporooccipital tiene una localización pos-
terior en el surco temporal superior y nutre la circunvolu-
ción correspondiente. Desde allí se ramifica en la región Territorio vascular y anastomosis
occipital para nutrir también la superficie lateraldellóbulo
occipital (Fig. 7-12, flecha 9). Antes de situarse en el surco Ramas centrales (perforantes)
temporal superior, la arteria temporal posterior adquiere
una morfología en horquilla al atravesar la circunvolución Las ramas lenticuloestriadas de la ACM nutren la sus-
temporal superior. Esta rama cruza la circunvolución tem- tancia innominada, la región lateral de la comisura ante-
poral media para alcanzar el surco temporal inferior y nu- rior, la mayoría del putamen y el globo pálido lateral, la mi-
trir la porción posterior del lóbulo temporal (Fig. 7 -12, fle- tad superior de la cápsula interna y la corona radiada
cha 10) (13). adyacente y el cuerpo y cabeza (excepto la porción ante-
La arteria temporal intermedia (temporal medial) cruza roinferior) del núcleo caudado. Estas arterias también vas-
la circunvolución temporal superior hacia el surco corres- cularizan parte de las radiaciones ópticas y de los fascículos
pondiente y atraviesa entonces la circunvolución temporal arqueados (Fig. 7 -14).
Capítulo 7 - Arteria cerebral media • 147
Fig. 7-14. Dibujos anatómicos axiales que muestran el territorio vascular de las ramas perforantes de la
ACM (funtamentalmente las arterias lenticulestriadas laterales).
148· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
~Máximo
~ Habitual
lJ1 Mínimo
MCA
/~'--_.<
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e o
Fig. 7-15. Territorio vascular de las ramas hemisféricas de la ACM con las distribuciones máxima, habi-
tual y mínima según van der Zwan (15). A: Proyección lateral. B: Proyección medial. C: Proyección su-
perior. O: Proyección basal. (Reimpreso con permiso de Osborn AG. Oiagnostic neuroradiology S. Luis:
Mosby, 1994:138).
Capítulo 7 - Arteria cerebral media • 149
A B
Fig. 7-16. Angiografía de la arteria carótida interna izquierda en fase arterial precoz (A) y tardía (B) y
proyección anteroposterior que muestra la ausencia del segmento anterior A 1 de la arteria cerebral an-
terior. Por tanto, la arteria carótida interna prácticamente termina con la arteria cerebral media (ACM). Se
ven particularmente bien las arterias lenticuloestriadas (A, flechas). Obsérvese el relleno vascular promi-
nente en los ganglios basales (B, flechas), hallazgo normal que no debe ser confundido con la existen-
cia de isquemia o neoplasia.
(Continúa)
150· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
E
Capítulo 7 - Arteria cerebral media • 151
Fig. 7-16. Continúa. En las proyecciones en fase arterial precoz (C), media (D) y tardía (E) puede verse
la distribución vascular de toda la ACM. C: Los segmentos M2 y M3 de la ACM forman el triángulo silvia-
no angiográfico, indicado por la líneas discontinuas. Se visualiza especialmente bien el segmento M4
(ramas corticales de la ACM) (flechas) ya que no están rellenas las ramas de la ACA. D: En una fase
más tardía, se observan las ramas corticales al ramificarse por encima del hemisferio para terminar a
aproximadamente 1 cm de la convexidad cerebral (flechas). E: La fase arterial tardía muestra un enroje-
cimiento normal que corresponde al territorio vascular de la ACM (compárese con las Figs. 7-12 Y 7-14).
El margen del área vascularizada delimita la zona vascular crítica entre la ACM y las ramas corticales de
las arterias cerebral anterior y posterior.
Las dos arterias cerebrales posteriores (ACP) son las ra- vascularizan el mesencéfalo, el diencéfalo y los plexos co-
mas terminales principales de la arteria basilar. Más que roideos y que surgen de un tronco común en el límite cau-
ningún otro vaso craneal, son ellas las que mantienen las dal de la arteria comunicante posterior (ACoP) (Fig. 6-1),
funciones principales de la visión y la mirada (1). se fusionan para formar el segmento proximal de la futura
Además de vascularizar la corteza visual, las ACP tam- ACP (Fig. 8-2) (1).
bién contribuyen a otras funciones visuales, incluyendo En el estadio fetal de 40 mm, la ACP puede ser identi-
reflejos oculares, movimientos del ojo y la transmisión e ficada como una continuación posterior de la ACoP (divi-
integración de la información visual y la memoria (2). La sión caudal de la arteria carótida interna, ACI). La ACoP
ACP vasculariza además la mayor parte del sistema lim- normalmente disminuye de calibre al desarrollarse el siste-
bico y muchas de las estructuras vitales de la base del ce- ma vertebrobasilar (Capítulos 1 y 5).
rebro (3).
La ACP se divide anatómicamente en cuatro segmen-
tos (Fig. 8-1) (4): Anatomía macroscópica
153
154· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vasc.ularización craneocervical
Segmentos proximales de la
arteria cerebral posterior:
anatomía normal y variantes
Desarrollo normal
Se desarrolla algo después de hacerlo las arterias
cerebrales anterior y media
Las ramas proximales de la ACP nacen inicialmente
desde la división caudal de la ACI embrionaria
La ACoP regresa al formarse las arterias vertebrales
y basilar desde las arterias neurales longitudinales
dorsales y al establecerse anastomosis con los
troncos de la ACP
Anatomía macroscópica
/,"''''·-7
ACP horizontal (mesencefálica o
precomunicante) = segmento P1 (desde la
bifurcación basilar hasta la unión con la ACoP)
ACP ambiens = sgmento P2 (desde la ACoP hasta ~ Segmento P1
el mesencéfalo posterior)
LB Segmento P2
Relaciones principales
_ Segmento P3
La ACP se extiende alrededor y detrás del
y
mesencéfalo
Pasa por encima de los nervios oculomotor y troclear D Segmento
ramas corticales
P4
Territorio vascular
Segmento P2
Ramas perforantes
Tálamo posterior, hipotálamo El segmento P2 (ambiens) se extiende desde la unión
Brazo posterior de la cápsula interna entre la ACoP y la ACP por el margen lateral del mesencé-
Mesencéfalo falo (véase el cuadro). El segmento P2 discurre alrededor
Núcleos oculomotor y troclear del pedúnculo cerebral justo por encima del tentorio (Fig.
Ramas coroideas (relación recíproca con la arteria 8-1). Este segmento de la ACP cursa hacia atrás dentro de
coroidea anterior) la cisterna ambiens, de forma paralela al tracto óptico y a la
Ramas corticales vena basal de Rosenthal. El segmento P2 tiene ramas per-
Superficie inferolateral del lóbulo temporal forantes, ventriculares y corticales.
Variantes normales
El segmento P1 suele variar en tamaño y posición Relaciones
Segmento P1 hipoplásico con origen fetal de la ACP
Resumen
Anomalías
La ACP:
Anastomosis carótido-basilares (arterias trigeminal
1. Comienza en la cisterna interpeduncular anterior al
persistente, hipoglosa, proatlantoidea
mesencéfalo, luego se extiende alrededor y por de-
intersegmentaria)
trás del mismo.
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 155
A B
2. Se encuentra por encima del nervio oculomotor (III los p1exos coroídeos: y ic) ramas cortica1es (6). La ACP
par) y, más lateralmente, del nervio troclear (N par). también aporta ramas para el esplenio del cuerpo calloso.
3. Cursa medial a la incisura del tentorio y al tracto óptico,
después se dirige hacía atrás por encima del tentorio. Ramas centrales (perforantes)
4. Termina por debajo de los lóbulos occipital y tem- La ACP da lugar a tres grupos principales de ramas
poral posterior. perforantes: (a) arterias talamoperforantes; (b) arterias ta-
lamogeniculadas; y (e) arterias perforantes pedunculares.
Ramas \ El primer grupo de arterias perforantes surge desde
\a región posterior o superior del segmento Pl , Estos
La ACP da lugar a tres tipos de ramas principales: (a) vasos son conocidos como arterias talamoperforantes
ramas centrales o perforantes; (b) ramas ventriculares y de posteriores (ATPP) (6). Las ATPP inicialmente cursan
156· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vasc~larización craneocervical
1. Cuerpo calloso .
2. Fórnix .
3. Pulvin~r talámico.
4. Plexo coroideo d '
5. Glándula pine I el ventnculo lateral.
6. Col~culo superf~r
7. Coltculo inferior.
8. ACP (inicio del se
9. Arteria coroidea gmento P3).
10. Arteria coroid posteromedial.
ea posterolateral.
158· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
..--6
#,,5
4~
3~
j
2
A
Fig. 8-8. Fases arteriales precoz (A) y tardía (B) de una angiografía vertebral en proyección lateral que
muestran la presencia de una arteria coroidea posteromedial (ACPM) prominente pero normal. La
ACPM recuerda al número "3" (A, flechas pequeñas). Nótese el brusco giro "en horquilla" que describe
la ACPM en su paso a través del agujero de Monro (A, flecha blanca; B, flecha curva). Se aprecia un
teñido vascular prominente en los plexos coroideos de los ventrículos laterales (B, flechas pequeñas).
de la arteria basilar, y se incurvan hacia abajo en la fosa cra- un prominente teñido vascular curvilíneo (Fig. 8-lOB), que
neal media (Fig. 8-7 A). La arteria temporal posterior cursa corresponde al plexo coroideo en su disposición dentro del
hacia atrás y hacia abajo caudalmente a las arterias calcari- asta temporal posterior, atrio y cuerpo del ventrículo lateral.
na y parietooccipital (Fig. 8-9A). Ocasionalmente se aprecia un pequeño teñido vascular
en la línea media, justo por encima de la bifurcación basi-
Proyección anteroposterior lar, en las proyecciones AP. Este hallazgo normal está cau-
sado por las ramas perforantes pedunculares (Fig. 8-l0A).
Los segmentos Pl se delinean con más claridad en la
Algunas ramas corticales pueden verse mejor en las pro-
proyección Towne AP (Fig. 8-l0A) o en la submentovértex
yecciones AP. La arteria temporal posterior se ve especialmen-
(Fig. 8-11) de las angiografías vertebrales. Es frecuente que
te bien en su extensión lateral desde su origen en la cisterna
exista una considerable asimetría entre los segmentos Pl
ambiens. Esta arteria se dirige hacia atrás siendo la más lateral
de ambos lados. Los dos segmentos P2 primero se incur-
de todas las ramas corticales de la ACP (Fig. 8-lOA) (l O).
van lateralmente alrededor del mesencéfalo y después gi-
ran medialmente. Los segmentos P3 se inician en el mesen-
céfalo dorsal, cuando las ACP se aproximan una a la otra
Variantes normales, anomalías y entidades
dentro de la cisterna cuadrigémina (Fig. 8-l0A; compárese asociadas
con la Fig. 8-1).
Variantes normales
De todas las ramas penetrantes de la ACP, sólo las
ACPL se ven claramente en la proyección AP. Las ACPL No es raro encontrar una considerable asimetría entre
cursan primero lateralmente p~ntrar en la fisura coroi- ambos lados, así como variaciones en el curso de los seg-
dea del asta temporal. En ese momento giran hacia arriba y mentos Pl y P2 de la ACP (Fig. 8-12).
medialmente alrededor del pulvinar talámico. En la fase aro En la configuración típica, el segmento Pl (precornuni-
terial tardía de las angiografías vertebrales suele observarse cante) de la ACP tiene un diámetro mayor que la ACoP de
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 161
,
8
,6
A~--------------
1. Segmentos P1 de la ACP.
2. Segmentos P2 de la ACP.
3. Arteria temporal anterior.
4. Arteria temporal posterior.
5. Ramas perforantes.
6. Arteria coroidea posteromedial.
7. Arterias coroideas posterolaterales.
8. Ramas esplenias (arteria pericallosa
posterior).
9. Arteria parietooccipital.
B ~_ ••••• ....JI 10. Arteria calcarina.
162· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la va~cularización craneocervical
6"-'
5
¡
A
Fig. 8-10. Fases arteriales precoz (A) y tardía (B) de una angiografía vertebral en proyección AP mos-
trando las arterias coroideas y algunas de las ramas corticales de la ACP. Nótese el teñido vascular
coroideo prominente en la fase arterial tardía (B, flechas) El pequeño teñido vascular de la línea me-
dia en A (flecha 1) está causado por las arterias talamoperforantes y es de características normales.
1. Arterias talamoperforantes.
2. Segmento P1 de la ACP.
3. Segmento P2 de la ACP.
4. Arterias temporales inferiores.
5. Arteria parietooccipital.
6. Arteria calcarina.
A B
e D
Fig. 8-13. Paciente varón de 56 años de edad que se presenta con hemianopsia homónima izquierda.
Angiografías vertebrales en proyecciones AP (A) Y lateral (B) mostrando falta de opacificación de la
arteria cerebral posterior (ACP) distal. El segmento P1 derecho puede ser identificado, pero el seg-
mento P2 aparece ocluido (flecha). El segmento P1 izquierdo es muy pequeño, y no se observan sus
ramas distales. Las angiografías carotídeas izquierdas AP (C) Y lateral (D) del mismo paciente indican
la presencia de un origen fetal de la ACP (flechas), una frecuente variante anatómica normal.
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 165
Desarrollo normal
Las ACP distales surgen desde los troncos proxi-
males con el desarrollo cerebral
Anatomía macroscópica
ACP cuadrigémina = segmento P3 (desde el
mesencéfalo posterior hasta el surco calcarino)
ACP calcarina (cortical) = segmento P4
Relaciones principales
La división distal de la ACP suele estar por encima
de la incisura del tentorio y por debajo del cuerpo
geniculado lateral
La división terminal de la ACP suele encontrarse en
el interior del surco calcarino
Ramas
Rama medial (arteria occipital medial)
Arteria parietooccipital
Arteria calcarina
Rama lateral (arteria occipitallateral)
Arterias temporales anterior, media y posterior
inferior
Territorio vascular
Fig. 8·13. Continuación. E: La angiografía carotídea dere- La división medial vasculariza el tercio posterior
cha en proyección AP no muestra opacificación de la ACP del cerebro a lo largo de la fisura interhemisférica,
dstal.El vaso "desaparecido", la ACP derecha, está por lo parte del lóbulo parietal y la mayor parte del lóbulo
tantoocluida. occipital
La división lateral vasculariza la mayor parte del
lóbulo temporal
Variantes y anomalías
Los patrones de ramificación varían, pero las
verdaderas anomalías son raras
Relaciones
Anatomía macroscópica
Resumen
~egmento P3
La ACP distal suele dividirse por encima de la incisura
Este segmento, relativamente corto, representa la con- tentorial y por debajo del cuerpo geniculado lateral.
tinuación de la ACP en la cisterna perimesencefálica (véase
el cuadro). Se extiende desde la altura de la lámina cuadri-
gémina hasta el surco calcarino (Figs. 8-1 y 8-4). Cada seg- Ramas
mento P3 se incurva medíalmente dentro de la cisterna pe-
rimesencefálica, aproximándose uno al otro a una distancia La ACP distal se divide en dos troncos terminales al
variable por detrás de los colículos (6). La ACP suele divi- llegar al surco calcarino o justo antes de hacerlo. Estos va-
dirse en sus ramas terminales principales antes de alcanzar sos nutren un grupo lateral y otro medial de ramas termi-
ellímite anterior del surco calcarino. nales (Fig. 8-14).
166· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularlzacíón craneocervical
~ Segmento P1
Ramas laterales
Gjl·ISegmento P2 y
LJJ I sus ramas La rama distallateral de la ACP, denominada arteria
occipitallateral (Fig. 8-14; flecha 3), da lugar a varias arte-
• Segmento P3
rias que vascularizan la superficie inferior del lóbulo tem-
D sus
Segmento P4 y
ramas
poral. Estas ramas son las arterias temporales inferiores (an-
terior, media y posterior) (Fig. 8-14; flechas 4-6) (14).
Ramas mediales
Ramas coroideas y ventriculares
La rama distal medial de la ACP, denominada arteria
occipital medial (Fig. 8-14; flecha 8) se divide en dos arte- Las arterias coroideas posteromediales vascularizan el
rias principales: la parietooccipital y la calcarina (14). plexo coroideo del tercer ventrículo así como parte del tá-
La arteria parietoocipital (APO) (Fig. 8-14; flecha 9) lamo ventromedial. Además de vascularizar los plexos eo-
está presente en casi la totalidad de las disecciones anató- roideos, las arterias coroideas posterolaterales pueden en-
micas. En el 95% de los casos surge como una rama única, viar cierto número de pequeñas ramas a los pedúnculos
originándose a la vez que la arteria calcarina o haciéndolo cerebrales, la comisura posterior, y a parte del fórnix, de
independientemente desde la ACP en la cisterna ambiens los tálamos y del cuerpo de los núcleos caudados (6).
(10). La APO cursa hacia atrás en el surco parietooccipital
a lo largo de la superficie medial del lóbulo occipital, luego
Ramas esplenias
se incurva lateralmente para vascularizar el cerebro adya-
cente al surco parietoocipital. Proporciona además un Estas ramas vascularizan la región posterior del cuerpo
aporte sanguíneo accesorio a la corteza visual en el35% de y el esplenio del cuerpo calloso. Se anastomosan con sus
los especímenes anatómicos (10). homólogas de la arteria cerebral anterior.
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 167
FIG. 8-15. A-O: Dibujos anatómicos axiales que muestran el territorio vascular de las ramas perforan-
tes de la arteria cerebral posterior. Parte de este territorio también recibe vascularización de ramas
perforantes que surgen de las arterias comunicantes posteriores y de las coroideas.
168· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Ramas corticales anastomosis piales con sus homólogas de las arterias cere-
brales anterior y media. El área donde coinciden las tres áre-
En general, las arterias parietooccipital y calcarina vas-
as de distribución es una de las regiones más vulnerables en
cularizan el tercio posterior del cerebro a lo largo de la ci-
los síndromes de hipoperfusión cerebral (Fig. 7-12).
sura interhemisférica, parte del lóbulo parietal y la mayor
parte del lóbulo occipital (16). A excepción del polo ante-
rior, la mayor parte de la superficie inferior del lóbulo tem- Aspecto angiográfico normal
poral está vascularizada por ramas temporales de la ACP
(17, 18). Los territorios vasculares habituales, máximo y Proyección anteroposterior
mínimo se muestran en la Fig. 8-16 (16).
El segmento P3 se extiende sólo unos milímetros des-
de la altura del dorso del mesencéfalo hasta la parte ante-
Anastomosis
rior del surco calcarino. El segmento P3 se identifica mejor
Las ramas corticales de la ACP terminan en la denomi- en una proyección de Towne marcada (Fig. 8-17) o en una
nada "zona limítrofe" o "fronteriza", donde tienen pequeñas submentovértex (Fig. 8-11).
~ Máximo
~ Habitual
mIl Mínimo
e D
FIG. 8-16. Distribución vascular de las ramas corticales de la ACP con sus territorios habitual, máximo
y mínimo según Van der Zwan. A: Visión lateral. B: Visión medial. C: Visión superior. D: Visión inferior.
(Reimpreso con permiso de Osborn AG. Diagnostic neuroradiology. San Luis: Mosby, 1994.)
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 169
3
t
FIG. 8-17. Angiografía vertebral izquier-
Proyección lateral
Todas las ramas corticales terminales de la ACP así co-
JO la arteria pericallosa posterior (esplenia) suelen ser ob-
ervadas con facilidad en esta proyección (Fig. 8-20). La
.PO cursa hacia atrás y hacia arriba y es la más alta de las
'esramas corticales posteriores de la ACF. La AC se iden-
fieacon facilidad en las proyecciones laterales por su cur- FIG. 8-18. Angiografía vertebral izquierda en proyección AP
) relativamente recto entre la APO por encima y la arteria mostrando la bifurcación distal de la ACP en un tronco me-
rnporal posterior por debajo. dial (flecha grande) y otro lateral (flechas pequeñas).
170· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
4
+
1. Ramas pertorantes.
2. Arteria temporal anterior.
3. Arteria coroidea posteromedial.
4. Arteria coroidea posterolateral.
5. Ramas esplenias (arteria pericalio-
sa posterior),
6. Arteria temporal inferior posterior,
7. Arteria calcarina.
8. Arteria parietooccipital.
Capítulo 8 - Arteria cerebral posterior • 171
Con algunas excepciones menores, toda la vasculariza- en desarrollo. También se desarrollan anastomosis transi-
cióndel bulbo, la protuberancia, el mesencéfalo y el cere- torias entre estos vasos y las arterias carótidas primitivas.
belo proviene del sistema vertebrobasilar (1). Para com- La más cefálica de estas anastomosis, denominadas anas-
prender los procesos patológicos que afectan a la tomosis carótido-basilares, es la arteria trigeminal. Las ar-
circulación posterior, es un requisito indispensable estar terias neurales longitudinales reciben inicialmente el
familiarizado con su desarrollo, anatomía, aspecto angio- aporte sanguíneo desde arriba por las arterias trigemina-
gráficoy territorio vascular. les, y desde abajo por las arterias segmentarias cervicales
El desarrollo normal, la anatomía y el aspecto angio- (Fig. 1-2) (3).
gráficode las arterias vertebrales y de sus ramas se resu-
menen la primera parte del capítulo. La arteria basilar y Sexta semana del desarrollo fetal
sus ramas cerebelosas y perforantes se estudian en la se-
Las divisiones caudales de las arterias carótidas inter-
gundasección. Las dos ramas terminales de la arteria basi-
nas (ACI), las futuras arterias comunicantes posteriores
lar,las arterias cerebrales posteriores (ACP) han sido dis-
(ACoP), conectan las ACI con los límites craneales de las
cutidascon detalle en el Capítulo 8.
arterias neurales longitudinales plexiformes (Fig. 1-3).
Los séptimos segmentos cervicales (C7) se desarro-
llan y forman las definitivas arterias subclavias. Las arte-
ARTERIASVERTEBRALES
rias vertebrales surgen desde las séptimas arterias in ter-
segmentarias (C7) en desarrollo, y vascularizan el límite
Desarrollo normal caudal de las arterias neurales longitudinales. Las cone-
xiones entre las seis primeras arterias intersegmentarias y
Cuarta semana del desarrollo fetal la aorta dorsal suelen regresar completamente. También
En el estadio de 4 mm (28 días), ya están presentes las lo hacen las anastomosis carótido-basilares primitivas
divisionescraneal y caudal de la ACI primitiva. Las dos arte- (Figs. 1-4 y 1-5).
riasneuraleslongitudinales, dos arcadas arteriales plexifor-
mesparalelas de localización dorsal, aparecen sobre el día
29 (Fig. 1-2). Anatomía macroscópica
Cada arteria vertebral (AV) puede ser dividida en cua-
Quinta semana del desarrollo fetal
tro segmentos (véase el cuadro de la página 174) (4):
Las arterias vertebrales se desarrollan desde anastomo-
sisplexiformes entre las siete arterias intersegmentarias cer- 1. Segmento VI (extraóseo)
vicalesembrionarias (Fig. 1-2) (2). 2. Segmento V2 (forarninal)
En este estadio, las arterias neurales longitudinales 3. Segmento V3 (extraespinal)
empiezan a unirse a lo largo de las caras del rombencéfalo 4. Segmento V4 (intradural)
173
174· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Segmento VI
Las AV surgen desde la parte superior (47%), o desde Ramas
la ventral, caudal o dorsal (53 %) de las arterias subclavias
(5,6). Los segmentos VI (extraóseos) se dirigen hacia atrás Cada AV tiene ramas cervicales, meníngeas e intracra-
y hacia arriba para entrar en los agujeros transversos de la neales (7).
sexta vértebra cervical (Fig. 9-lA).
Ramas cervicales
Segmento V2
La vascularización del cuello tiene una organización
Los segmentos V2 (foraminales) ascienden casi verti- segmentaria, y está numerada de acuerdo con el nivel inter-
calmente y pasan a través de los agujeros de las apófisis vertebral (8). Los espacios principales son:
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 175
Fig. 9-1. Dibujos anatómicos que representan los segmentos de la arteria vertebral. A: Visión lateral.
B: visión anteroposterior. C: Visión submentovértex. La AV asciende a través de los agujeros transver-
sos de las vértebras C6-C3. A la altura de C2 gira lateralmente en una curva con forma de L invertida.
Al salir de C2 asciende otra vez atravesando el agujero transverso de C1. Al salir de C1, la AV gira
posteromedialmente alrededor de la articulación atlantooccipital, cursando inicialmente a lo largo del
arco de C1. Entonces gira bruscamente hacia arriba y hacia delante para entrar en el cráneo a través
del agujero magno. Esta serie de curvas y giros de la AV explica su apariencia en las angiografías en
proyecciones AP, lateral y submentovértex y en las angiografías por RM.
1.Primer espacio: atlantooccipital de las carótidas externas. Las AV dan lugar a dos tipos de
2. Segundo espacio: atlantoaxoideo ramas cervicales: musculares y espinales.
3. Tercer espacio: entre C2 y C3 Durante su ascenso a través de los agujeros transversos,
4. Cuarto espacio: entre C3 y C4 cada segmento V2 da lugar a múltiples ramas musculares inno-
minadas que vascularizan la musculatura cervical profunda.
Cada espacio cervical superior está vascularizado por Las ramas espinales segmentarias vascularizan la médu-
ramasque surgen desde las arterias vertebrales (AV) y des- la espinal y sus cubiertas, anastomosándose con arterias es-
176· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
oinales que proceden de otros vasos, como la arteria farín- un curso superomedial relativamente recto y vasculariza la
¡ea ascendente y el tronco tirocervical. Algunas ramas de hoz del cerebelo y la duramadre a lo largo de la cara medial
as arterias segmentarias espinales vascularizan el periostio del hueso occipital (Fig. 9-2).
I los cuerpos vertebrales (4). Existen pequeñas ramas de
:ada AV que también se comunican con sus homólogas del Ramas intracraneales
xro lado.
Las ramas intracraneales de la AV incluyen varias arte-
rias meníngeas de pequeño tamaño, las arterias espinales
Ramas meníngeas
anterior y posterior, arterias perforantes y la arteria cerebe-
Desde la región distal de las AV extracraneales surgen losa posteroinferior.
'amas meníngeas anteriores y posteriores que vascularizan La arteria espinal posterior (AEP) surge de la parte
iarte de la duramadre de la fosa posterior. La arteria me- distal de la AV o de la arteria cerebelosa posteroinferior,
tingea anterior nace de la porción distal del segmento V2. y desciende a lo largo de la superficie dorsal del bulbo y
~ste vaso suele ser pequeño y sólo vasculariza la durama- la médula espinal. Junto con numerosas ramas radicula-
lre que rodea al agujero magno. La arteria meníngea poste- res espinales, la AEP forma una red vascular que se con-
ior, de mayor tamaño, nace de la AV justo a la altura del tinúa inferiormente a lo largo de la médula hasta la cola
igujero magno o ligeramente por debajo del mismo. Sigue de caballo.
11
t
Fig. 9-2. Diagrama anatómico del sistema vertebrobasilar y sus ramas principales (visión lateral)
La arteria espinal anterior (AEA) también nace de la La arteria cerebelosa posteroinferior (ACPI) es la ra-
AV dista!. La AEA da lugar a cierto número de peque- ma mayor, más importante y de más variabilidad de to-
ñas ramas perforantes que vascularizan la superficie an- das las arterias cerebelosas. La ACPI nace de la AV junto
terior del bulbo, en concreto las pirámides. En aproxi- a la región anterolateral del tronco cerebral, alIado de la
madamente el 50% de los casos, la AEA cursa oliva inferior, y pasa rostral a las raíces de los nervios glo-
inferomedialmente para unirse con su homóloga de la sofarÍngeo, vago y espinal (accesorio), o bien lo hace en-
AV contralateral, y como un solo vaso, seguir una direc- tre las mismas. El tronco principal de la ACPI se divide
ción caudal en la fisura media anterior de la médula es- anatómicamente en cuatro segmentos y dos bucles (Fig.
pinal (Fig. 9-3). 9-4). El primer segmento, o bulbar anterior, cursa poste-
Desde la AV surgen directamente varias arterias perfo- rolateralmente en la cisterna bulbar rodeando el límite
rantes de pequeño tamaño que vascularizan las olivas bul- inferior de la oliva. El segundo segmento, o bulbar late-
bares y los pedúnculos cerebelosos inferiores. Estas ramas ral, continúa hacia atrás en la fisura bulbocerebelosa.
se anastomosan extensamente con ramas perforantes de la Este segmento hace un bucle caudal, de tamaño variable,
arteria basilar así como de las arterias cerebelosas poste- en la superficie lateral del bulbo. El tercer segmento, o
roinferior y anteroinferior (9). bulbar posterior, se forma cuando la ACPI alcanza el
Fig. 9-3. Diagrama anatómico del sistema vertebrobasilar y sus ramas principales (visión AP)
B _
borde posterior del bulbo y asciende por detrás del velo Proyección lateral
medular posterior. El cuarto segmento, o supratonsilar,
En las proyecciones laterales de las angiografías cere-
representa el segundo bucle, craneal, de la ACPI en su
brales, el segmento V2 asciende hasta alcanzar C2. Su cur-
curso sobre las amígdalas cerebelosas. La ACPI gira en-
va lateral a través de esta vértebra queda solapada por el
tonces hacia abajo en la fisura retroamigdalina y termina
segmento distal de V2. Una leve angulación posterior suele
cerca del punto más alto del bucle craneal dividiéndose
demarcar su curso a través del agujero transverso de e2
'en ramas amigdalino-hemisféricas (laterales) y vermianas
(Fig.9-6B).
(rnediales) (10).
Desde C2, la AV gira bruscamente hacia arriba para
La ACPI da lugar a arterias coroideas y corticales,
atravesar el agujero transverso de Cl , En su salida de el, el
así como a numerosas ramas perforantes de pequeño ta-
segmento V3 se in curva hacia atrás, pasando posterolate-
maño que vascularizan la superficie lateral del bulbo.
ralmente y alrededor de la articulación atlantooccipital. La
En el techo de su bucle craneal, la ACPI también envía
AV sigue entonces hacia atrás en un surco horizontal a lo
pequeñas ramas para los plexos coroideos del cuarto
largo del arco posterior de Cl . Cerca del límite posterior
ventrículo y para la amígdala cerebelosa. La ACPI ter-
del arco del atlas, la AV gira bruscamente hacia arriba y ha-
mina dividiéndose en las arterias bulbar inferior y cere-
cia delante, formando una imagen en "horquilla". La arte-
belosa hemisférica.
ria se aproxima a la línea media y entra en el cráneo por el
agujero magno (Fig. 9-6B).
La ACPI sigue un curso característico que se aprecia
Territorio vascular generalmente mejor en las proyecciones laterales de las an-
giografías vertebrales. Los bucles caudal y cefálico quedan
El territorio vascular de la AV y sus ramas se expone en
particularmente bien delineados en esta proyección (Fig.
conjunto con el de la arteria basilar (véase más adelante).
9-7), así como las arterias espinal anterior y meníngea pos-
terior (Fig. 9-8).
Anatomía angiográfica normal
La evaluación del segmento proximal de las AV y de su Variantes normales, anomalías y
origen puede ser difícil. En algo más de la mitad de los ca- entidades asociadas
sos, las AV se originan desde la cara ventral, dorsal o cau-
dal de las arterias subclavias en lugar de hacerlo de su bor- Variantes normales
de superior. Como consecuencia, la región proximal de VI
suele estar superpuesta a la arteria subclavia en las angio- Existe una variabilidad significativa en el tamaño
grafías del arco aórtico (Fig. 1-12). relativo de ambas AV. La AV izquierda es la dominante
La tortuosidad del segmento VI también puede pro- en la mayoría de los casos (véase el Capítulo 1). En el
ducir que la AV y la arteria subclavia se solapen en las pro- 25% de los individuos, la AV derecha es mayor que la
yecciones angiográficas oblicuas estándar. Para separar las izquierda.
imágenes de estos vasos, pueden ser necesarias múltiples La existencia de un tronco común de la ACPI y la
proyecciones o la realización de angiografías selectivas en ACAI es una variante normal frecuente. Ocasionalmente
la arteria subclavia (Fig. 9-5). Las lesiones del ostium arte- puede verse un tronco común para ambas ACPI. En el
rial, así como las estenosis y las tortuosidades de la AV 0,2% de los casos, la AV termina en la ACPI (Fig. 9-9);
proximal pueden pasar desapercibidas si el origen de la en esta disposición la AVes pequeña, y la contralateral
AV no se fotografía adecuadamente (5). proporciona la mayoría del flujo sanguíneo de la fosa
posterior (7).
En el 5-18% de los casos existe un origen extradural
Proyección anteroposterior de la ACPI (7, 7a); en este caso, la ACPI se origina en la
El segmento V2 sigue típicamente un curso cefálico AV intracraneal en vez de hacerlo en el segmento extra-
relativamente recto atravesando los agujeros transversos craneal (Fig. 9-10). La ACPI cursa en este caso hacia arri-
de C3-C6. A lo largo de su curso, da lugar a ramas seg- ba a través del agujero magno para vascularizar la amíg-
mentarias para la musculatura cervical y la médula espinal dala y los segmentos inferiores de los hemisferos
(Fig.9-6A). cerebelosos. En casos muy raros, la ACPI puede originar-
El trayecto de la AV a través de C2 y C1 tiene la apa- se en niveles tan bajos como C1-C2 (Fig. 9-10B). En
riencia de medio cuadrado. Cuando la AV alcanza la apófi- aproximadamente un tercio de los casos la ACPI se origi-
sis transversa de C2, gira lateralmente y forma el primer na con normalidad en la AV intradural, pero su bucle
ángulo o margen inferior del medio cuadrado. Al girar ha- caudal se extiende a una distacia variable por debajo del
cia arriba a través del agujero del atlas, forma el segundo agujero magno (Fig. 9-11).
ángulo y el margen lateral. Al girar medialmente 90 grados, Se identifica una ACPI duplicada en el2% de las disec-
quedan formados el tercer ángulo y el margen superior. El ciones anatómicas. En este caso la ACPI surge como dos o
segmento V3 se dirige ligeramente hacia arriba para pasar más vasos en vez de hacerlo como un único tronco domi-
a través del agujero magno (Fig. 9-6A). nante (7).
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 181
('
,
---
A B
Fig. 9-6. Angiografías vertebrales izquierdas en dos pacientes mostrando los segmentos V2 (forami-
nal) y V3 (extraespinal). A: Visión AP en la que se aprecia el curso casi vertical de la AV en su paso as-
cendente a través de los agujeros transversos de las vértebras C6 a C3. El canal de C2 queda indica-
do por los dos círculos blancos inferiores. La AV asciende y gira lateralmente a la altura de C2,
adoptando la forma de una L invertida (compárese con la Fig. 9-1 B). Tras salir de C2, la AV gira cau-
dalmente para pasar a través de los agujeros transversos del atlas (círculo blanco superior). Tras salir
de dicho agujero, se dirige bruscamente hacia atrás a lo largo del arco posterior, completando un as-
pecto de medio cuadrado. La AV gira entonces anterosuperiormente y pasa por el agujero magno (cír-
culo negro discontinuo). Nótense las numerosas ramas espinales segmentarias (flechas negras) y
musculares (flechas blancas) que surgen del segmento V2. B: La proyección lateral también muestra
las ramas espinales segmentarias (flechas negras pequeñas) vascularizando la médula espinal (pun-
tas de flecha). La AV se angula bruscamente en el canal vertebral de C2 (flecha grande), luego gira
otra vez hacia arriba para pasar a través del agujero transverso de C1 (círculo blanco superior). Se in-
curva hacia atrás y medialmente alrededor de la articulación atlantooccipital, recorriendo el borde su-
perior del arco de C1 (compárese con la Fig. 9~1C) La AV gira entonces hacia atrás en forma de hor-
quilla (flecha curva) para atravesar después la duramadre en su paso a través del agujero magno
(círculo negro discontinuo) (compárese con la Fig. 9-1 A).
182· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
4
~
1 Fig. 9-7. Angiografía vertebral izquierda
en proyección lateral mostrando la arte-
\ .-3 ria cerebelosa posteroinferior (ACPI) y
algunas de sus ramas
t \ lateral
2. Bucle caudal
5 3. Segmento bulbar posterior
2 4. Segmento supratonsilar o
supraamigdalino
5. Ramas hemisféricas
A B
Fig. 9-10. Angiografías vertebrales en dos pacientes distintos mostrando el origen extracraneal de la
ACPI (flechas grandes). A: Proyección lateral. B: Proyección AP. El origen habitual de la ACPI está in-
dicado en A por una flecha pequeña.
184· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
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Fig. 9-11. Angiografía vertebral derecha en proyección late- ..•.
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ral. Ambas ACPI están opacificadas y tienen orígenes nor- ..•.
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Anomalías Fig. 9-12. Cateterización selectiva de una AV izquierda du-
La AV tiene un origen anómalo en el5-6% de los casos plicada. En esta proyección AP, el contraste llena la peque-
(6). El origen en el arco aórtico de la AVes la anomalía más ña AV (flechas pequeñas) y refluye a la AV homolateral más
grande (flechas grandes) (caso cortesía de J. Rees).
común, estando presente aproximadamente en el 5% de
las angiografías (véase el Capítulo 1). El origen anómalo de 1. Tronco braquiocefálico.
la ACPI es infrecuente. La ACPI puede nacer en la arteria 2. Arteria carótida común izquierda.
meníngea posterior o en la carótida interna (11). También 3. Arteria vertebral izquierda (originada en el arco aórtico).
ha sido comunicado el origen de la arteria meníngea poste- 4. Arteria subclavia izquierda.
rior en la ACPI (en vez de hacerlo en la AV) (12). S. Duplicación de la arteria vertebral izquierda.
El origen bífido o duplicado y la fenestraaon de la AV
también han sido publicados (2). La duplicación implica
que un vaso tenga dos orígenes que siguen un curso más o
menos paralelo durante una distancia variable (Fig. 9-12).
Entidades asociadas
La fenestración (referida erróneamente en ocasiones como
duplicación segmentaria) tiene lugar cuando un vaso tiene La AV fenestrada se asocia frecuentemente a otras
un origen y una posición normales pero incluye una doble anomalías cerebrales, medulares y de la columna verte-
luz en parte de su trayecto (Fig. 9-13) (13). bral, que incluyen fusiones vertebrales, otras anomalías
Tanto las AV duplicadas como las fenestradas son ano- vasculares e incremento en la prevalencia de aneurismas y
malías raras, encontrándose en menos del 1% de las disec- malformaciones vasculares (14). También ha sido comuni-
ciones anatómicas (14). Probablemente representen una cado un aumento en la prevalencia de aneurismas intra-
persistencia parcial de los conductos embrionarios plexi- craneales en el origen aberrante de la ACPI desde la ACI
formes desde los que se desarrollan estos vasos. (15,16).
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 185
Desarrollo normal
Fusión craneocaudal de las arterias neurales
longitudinales dorsales
Anatomía macroscópica
Fig. 9-13. Angiografíavertebral izquierda en proyección AP
mostrando unaarteriavertebral izquierda fenestrada (flechas). Desde la confluencia de las arterias vertebrales
hasta la división en las arterias cerebrales
posteriores
Relaciones principales
Anterior a la protuberancia y posterior al c1ivus
Cursa entre los nervios abducens (VI par craneal)
ARTERIA BASILAR a la altura de la protuberancia inferior y entre los
nervios oculomotores (111par craneal) a la altura
üesarrollo normal de la protuberancia superior
Ramas
Quinta semana del desarrollo fetal Ramas perforantes pontinas
Las dos arterias neurales longitudinales primitivas que Arterias cerebelosas anteroinferiores
seencuentran a ambos lados del rombencéfalo en desarro- Arterias cerebelosas superiores
llose van acercando lentamente hasta que se fusionan en la Arterias cerebrales posteriores (ACP)
líneamedia (Figs. 1-3, 1-4 Y 1-5) (3). La arteria basilar (AB) Territorio vascular
definitivaes pues el resultado de la fusión craneocaudal de La mayor parte del tronco cerebral
lasdos arterias neurales longitudinales dorsales. Este hecho La mayor parte del cerebelo medio y superior y el
ocurre típicamente entre la altura de las arterias trigeminal vermis
primitivae hipoglosa (17). El límite caudal de la arteria ba- Lóbulos temporales y occipitales (con las ACP)
sal definitiva es plexiforme un considerable periodo de Mesencéfalo, parte de los tálamos y brazo posterior
tiempo,probablemente como consecuencia de la presencia de la cápsula interna (perforantes de las ACP)
de fenestraciones en esa localización.
Variantes
Variaciones considerables en la ramificación
Sexta semana del desarrollo fetal
Puede ser muy tortuosa y ectásica
Durante las etapas tempranas del desarrollo fetal, la Puede tener segmentos hipoplásicos
ACI aporta el flujo sanguíneo para las circulaciones ante- Anomalías
rior y posterior. Las comunicaciones embrionarias que in-
Duplicación y fenestración (asociación con
terconectan estas dos circulaciones regresan gradualmente
aneurismas)
al formarse la AB. Pueden persistir como arterias comuni-
Anastomosis carótido-basilares embrionarias (arteria
cantesposteriores. El sistema vertebrobasilar en desarrollo trigeminal persistente, arteria hipoglosa)
asume entonces el flujo dominante hacia la fosa posterior.
186· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
de la AB está localizada en la cisterna interpeduncular adya- rias cerebelosas superior (25%) o anteroinferior (45%)
cente al dorso selar, o bien en la cisterna supraselar por deba- Acompañan a los nervios facial (VII par craneal) y vestibu
jo del nivel del suelo del tercer ventrículo (19). La AB normal lococlear (VIII par craneal) en el conducto auditivo inter
mide 3-4 mm de diámetro y 32 mm de longitud (19-21). no y se distribuyen por el oído interno (22).
Las arterias cerebelosas anteroinferiores (ACA!) son las niente dividir la discusión de sus territorios vasculares en
máspequeñas de las tres arterias cerebelosas. Cada ACAI regiones anatómicas.
nace como un vaso único (72%), doble (26%) o triple
(2%) desde la AB proximal (25). Las ACAI cursan hacia
Tronco del encéfalo
abajo,hacia atrás y lateralmente cruzando la protuberancia
(Figs.9-2 y 9-3). En el ángulo de la cisterna cerebeloponti- Existen variaciones significativas en la extensión de
na,cada ACAI queda ventral y medial a los nervios facial la vascularización por arterias perforantes del bulbo, la
(VII par craneal) y vestibulococlear (VIII par craneal) ho- protuberancia y el tegmento mesencefálico. Los seg-
molaterales(22, 26). mentos V4 de las AV y sus ramas vascularizan la región
En dos tercios de los casos, la ACAI hace un bucle en lateral del bulbo, y las ramas perforantes de la AB vas-
el conducto auditivo interno o se proyecta en el propio cularizan su región central (Fig. 9-14A). La protube-
conducto; por ello, los bucles y las elongaciones de la rancia recibe el aporte sanguíneo desde las arterias
ACAI se consideran normales (22). La ACAI es el origen perforantes paramedianas y circunferenciales de la AB
másfrecuente de las arterias laberínticas (auditivas inter- (Figs. 9-14A y B). La región superior de la protuberan-
nas)(25). La ACAI termina avanzando sobre el cerebelo cia también está perfundida por pequeñas ramas de la
para vascularizar la superficie petrosa (anterolateral) del ACS (1).
mismo(27). Esta arteria también puede aportar algunas ra- En su patrón más típico, el tegmento está vasculari-
masperforantes que vascularizan las regiones inferolatera- zado principalmente por ramas de las ACP y las ACS,
lesde la protuberancia yel bulbo superior (4). pero también contribuyen las arterias perforantes me-
La ACAI tiene un tamaño variable, que está en rela- dias y laterales que surgen directamente de la AB (Fig.
ciónrecíproca con la ACPI, pudiendo tener incluso un ori- 9-14D).
gen común. Las ramas hemisféricas cerebelosas de estos
dosvasospresentan numerosas anastomosis.
Hemisferios cerebelosos y vermis
Las arterias cerebelosas superiores (ACS) son las ramas
másconstantes y más rostrales de las ramas infratentoriales En el cerebelo se diferencian tres superficies: tentorial
dela AB.Las ACS nacen justo antes de la bifurcación de la o superior (que se relaciona con la tienda del cerebelo), pe-
AB (Figs.9-2 y 9-4). Suelen surgir como un único tronco a trosa (que se relaciona por delante con el peñasco del tem-
cadalado de la AB, aunque han sido identificados vasos poral) y la occipital o posterior (que se relaciona con la es-
duplicadosy hasta triplicados (28). cama del occipital) (26).
Las ACS cursan posterolateralmente por debajo de los En general, la ACS vasculariza la superficie tentorial
nerviosoculomotores (III par craneal), luego giran alrede- del cerebelo y el vermis superior (Figs. 9-15C y D). La AC-
dor de los pedúnculos cerebrales por debajo del nervio PI vasculariza las superficies inferior y posterior del cere-
troclear(IV par craneal) y por encima del nervio trigémino belo y el vermis inferior (Figs. 9-14A-C). La ACAI tiene el
(V par craneal). La ACS contacta directamente con el ner- área de vascularización más pequeña: la superficie petrosa
vio trigémino en la mitad de las disecciones anatómicas (Figs.9-14A-C).
(29).En sus segmentos proximales, quedan separadas de
las ACP por los nervios oculomotores. Distalmente, estos Anastomosis
vasosestán separados por la tienda del cerebelo.
La bifurcación de la ACS suele ocurrir en la región ven- Existen numerosas anastomosis entre las ramas muscu-
trolateral,a un tercio de la distancia alrededor de la protu- lares que surgen de la AV extracraneal y las correspondien-
beranciasuperior (21). Cada ACS tiene dos ramas termina- tes ramas de las arterias occipitales y faríngeas ascendentes.
les principales. La rama lateral vasculariza la superficie Estas anastomosis intersegmentarias pueden proporcionar
superolateral de los hemisferios cerebelosos, el pedúnculo una fuente importante de flujo colateral en la enfermedad
cerebelososuperior, el núcleo dentado y parte del brachium vascular oclusiva (Capítulo 17).
pontis.La rama medial vasculariza la superficie superome- La ACPI se anastomosa con la ACS y la ACAI sobre
dialde los hemisferios cerebelosos y el vermis superior. los hemisferios cerebelosos y el vermis (Fig. 9-19B). La re-
gión central del vermis y de los hemisferios representa un
Arterias cerebrales área limítrofe con contribuciones variables desde los tres
vasos (30).
Dentro de la cisterna interpeduncular, la AB se bifurca
en dos ramas terminales, las arterias cerebrales posteriores,
quehan sido discutidas con detalle en el Capítulo 8. Patrones de flujo
Estudios recientes han demostrado que no existe una
mezcla significativa de los flujos de las AV en el interior de
Territorio vascular, anastomosis y patrones la AB. En el 80% de los casos, la contribución vascular
de flujo vertebral es homolateral, resultando en la AB dos flujos pa-
ralelos. En el restante 20% existe una rotación espiral de
La fosa posterior está completamente vascularizada los flujos de las AV, lo que resulta en una mezcla variable
por ramas de las arterias basilar y vertebrales. Es conve- entre ambos (31).
188· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
•
e D
~ AePI
D Ramas perforantes de las arterias
vertebrales y espinal anterior
W AeAI
~
Ramas perforantes de la arteria basilar
m Aes
11
Ramas perforantes de
las AeS y de
las talamoperforantes
Fig. 9-15. Dibujos anatómicos axiales a través de la región inferior (A) y superior del bulbo (B), protu-
berancia y hemisferios cerebelosos (e) y vermis superior (O) que representan los territorios vasculares
de la circulación vertebrobasilar.
Anatomía angiográfica normal las ACS son casi paralelos al curso de las ACP, de las que es-
tán separadas sólo algunos milímetros (Fig. 9-16A).
Proyección anteroposterior Al extenderse alrededor y detrás del tronco del encéfa-
lo, en las proyecciones AP de Towne las ACS aparecen
En la proyección anteroposterior (AP) la AB normal se
aproximándose la una a la otra en la cisterna cuadrigémina
encuentra en la línea media o en una posición paramedia-
(Fig. 9-16A). Las ramas vermianas superiores de las ACS
na, medial a los márgenes laterales del clivus y el dorso se-
cursan hacia atrás sobre el culmen, siguiendo un curso re-
lar (Fig. 9-16A) (19).
lativamente recto (Fig. 9-16B).
Las ACAI suelen observarse con facilidad en las pro-
Las pequeñas ramas perforantes pontinas y las arterias
yecciones AP están dar y de Towne de las angiografías ver-
laberínticas (auditivas internas) no suelen ser identificadas,
tebrales. Las ACAI nacen de la AB proximal y" cursan di-
ni siquiera en las angiografías de sustracción digital de alta
rectamente laterales hacia las cisternas de los ángulos
resolución.
pontocerebelosos (Fig. 9-16). Al alcanzar el conducto audi-
tivo interno, las ACAI suelen describir un bucle hacia fue-
Proyección lateral
ra que se incurva dentro del conducto (Fig. 9-17).
Las ACS proximales se estudian bien en las angiografías En esta proyección, la AB exhibe típicamente una sua-
vertebrales AP, aunque sus ramas distales son mejor delinea- ve convexidad anterior, encontrándose unos milímetros
das en las proyecciones laterales. Los segmentos iniciales de por detrás del clivus (Fig. 9-18).
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 189
tI
9~
6
+
A 8
Fig. 9-16. Fases arteriales temprana (A) y ligeramente tardía (8) en proyección AP de una angiografía
vertebral izquierda mostrando la arteria basilar y sus ramas. Las puntas de flecha en 8 indican el teñi-
do vascular de los hemisferios cerebelosos.
En las proyecciones laterales las ACAI tienen una Las ramas hemisféricas de la ACS se ramifican sobre la
curvacaracterística, única o doble, que corresponde a su superficie tentorial del cerebelo. Ocasionalmente, algunas
bucle en el poro acústico. Esta doble curva suele recor- ramas marginales prominentes de la ACS cursan en la gran
dar una "N" o una "M" (Fig. 9-18) (26). El aspecto an- fisura horizontal del cerebelo, proporcionando una demar-
giográfico de las ramas distales de la ACAI es muy varia- cación angiográfica de este importante punto de referencia
ble. Pueden terminar cerca de la protuberancia o anatómico (Fig. 9-19A).
continuar lateralmente para vascularizar la superficie pe-
trosa de los hemisferios cerebelosos. Si la ACPI es pe-
queña o está ausente, la ACAI puede dar lugar a una ra- Variantes normales, anomalías y entidades
ma accesoria que vasculariza el territorio habitual de la
asociadas
ACPI (Fig. 9-17).
En las proyecciones laterales de las angiografías verte-
Variantes normales
brales,las arterias vermianas superiores aparecen a la altu-
ra o unos milímetros por encima de las ACP distales (Fig. La ACAI puede compartir un origen común con la
9-19A). Esto sucede porque el culmen y el declive, los ló- ACPI u originarse en un tronco único, formando en este
bulos más superiores del vermis, se encuentran justo bajo caso el tronco ACAI-ACPI (Figs. 9-17A y 9-19). La ACPI
el vértice del tentorio. Las arterias vermianas superiores puede vascularizar todo el territorio de la ACAI, ocurrien-
cursanentonces posteroinferiormente alrededor del vermis do lo contrario también en algunas ocasiones.
para anastomosarse con las ramas vermianas inferiores (ge- Una ACAI accesoria puede suplementar o sustituir par-
neralmente de las ACPD (Fig. 9-19B). te de la distribución normal de la ACAI, un hecho que se
190· Sección 1- Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Anomalías
La AB se forma por la fusión de las arterias neurales
longitudinales primitivas plexiformes. Si falla la unión
completa de estos precursores embrionarios, se produ-
ce una duplicación o [enestracion de la AB. Se encuentra
una AB fenestrada en el 1,33 % de las disecciones ana-
tómicas, pero sólo en el 0,12 % de las angiografías (Fig.
9-23) (7).
Las comunicaciones embrionarias persistentes entre
las arterias carótida y basilar, o anastomosis carótido-basila-
res, se estudian en el Capítulo 3.
Las ramas cerebelosas pueden nacer en vasos distintos
Fig. 9-18. Angiografía vertebral izquierda en proyección la- a la AB. Los orígenes anómalos de las arterias cerebelosas
teral mostrando las dos arterias cerebelosas anteroinferio- publicados incluyen el origen de la ACAI en la AV o en la
res (flechas). Su configuración en esta proyección recuerda ACI cavernosa. También se ha comunicado un origen de la
a la letra "M". ACS en la ACI o en la ACP.
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 191
8
Fig. 9-19. Angiografía vertebral derecha en proyección lateral y en fases arteriales temprana (A) y tardía
(8). A: En su curso por encima del culmen. las arterias vermianas superiores (flechas pequeñas) aparecen
cerca de la arteria cerebral posterior (flecha grande) en esta proyección. Se puede ver una gran ACAI (fle-
cha curva). Las puntas de flecha demarcan la gran fisura horizontal del cerebelo. 8: La fase arterial tardía
de la angiografía muestra una rama hemisférica prominente (flechas pequeñas) que nace de la ACAI proxi-
mal y vasculariza el hemisferio cerebeloso inferior (habitualmente parte del territorio de la ACPI). Nótese la
zona limítrofe (flecha blanca) donde se encuentran las ramas de la ACPI y de la arteria cerebelosa superior.
t
Fig_ 9-22. Angiografía vertebral izquierda
en proyección lateral en un paciente con
origen fetal de ambas arterias cerebrales
posteriores (ACP). En esta situación, las
ACP se llenan primariamente desde las
arterias carótidas internas (no mostra-
das). La arteria basilar parece terminar
bifurcándose en las dos arterias cerebe-
losas superiores (flechas pequeñas).
Puede verse una tenue y fugaz opacifi-
cación de una ACP (flecha blanca).
Capítulo 9 - Sistema vertebrobasilar • 193
fntidades asociadas ofthe anterior surface ofthe rnedulla oblongata and olive. J Neurosurg
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Lapatología que ha sido comunicada con más frecuen- 10. Friedrnan DP. Abnormalities ofthe posterior inferior ccrcbellar artery:
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Capítulo 10
Venas extracraneales
y senos venosos
durales
Las venas extracraneales y los senos venosos durales sutura sagital. Las venas emisarias mastoideas reciben la
pueden participar directa o indirectamente en un conjunto sangre de las venas auricular posterior y occipital, pasan a
de procesos patológicos que afectan al cerebro. Para la in- través de los agujeros mastoideos y drenan en el seno sig-
terpretación correcta de las series angiográficas completas moide. Otras venas del cuero cabelludo se comunican con
es importante estar familiarizado con el desarrollo normal las venas oftálmicas (1,2).
y la anatomía de estas estructuras, así como con sus varian-
tes y anomalías. Venas orbitarias
Este capítulo comienza con el estudio anatomo-radio-
gráfico de las venas extracraneales normales, incluyendo La sangre de la órbita drena habitualmente hacia
las venas del cuero cabelludo y las venas emisarias. Las ve- atrás por la vena oftálmica superior (VOS) y la vena of-
nas diploicas y los senos durales se discuten posteriormen- tálmica inferior (VOl). La VOS es con mucho la más
te. Las venas corticales superficiales y cerebrales profun- grande de las dos. No obstante, la VOl puede identifi-
das, así como el desarrollo normal del sistema venoso carse en el 90% de los especímenes anatómicos como un
craneal serán revisados en el Capítulo 11. vaso muy delgado y muy poco llamativo. La VOS y la
VOl suelen formar una confluencia venosa común que
se vacía directamente en la parte anterior del seno caver-
VENAS EXTRACRANEALES noso (3).
1QJ:¡
196· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
res, las venas faciales comunes y las venas linguales, farín- rodean a la arteria vertebral mientras descienden por los
geas y tiroideas. El conducto torácico desemboca cerca agujeros transversos. La vena vertebral tiene numerosas in-
de la unión de la vena subclavia izquierda y la vena yugu- terconexiones con los plexos venosos epidurales. Conecta
lar interna. con el seno sigmoideo a través de las venas emisarias con-
El plexo venoso vertebral se forma en el área subocci- díleas posteriores. Durante la fase venosa tardía de las an-
pital por la unión de numerosas y pequeñas venas tributa- giografías cerebrales es normal observar prominentes anas-
rias que se originan en los plexos venosos craneovertebra- tomosis con venas emisarias y suboccipitales. Los plexos
les y en la musculatura cervical. Los plexos vertebrales venosos vertebrales terminan en las venas braquiocefálicas.
198· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
Fig. 10-3. Angiografía de la arteria carótida interna derecha en fase venosa, en un paciente con sín-
drome del nevus azul, múltiples angiomas venosos (puntas de flecha) y sinus pericranii. Están señala-
das algunas venas medulares prominentes por flechas blancas. Se opacifican algunas venas que nor-
malmente no se ven en las angiografías (caso cortesía de J. Rees).
1. Sinus pericranii.
2. Venas del cuero cabelludo.
3. Vena oftálmica superior.
4. Vena angular.
5. Vena facial anterior.
6. Vena facial posterior.
7. Bulbo y vena yugular interna.
8. Vena emisaria.
9. Plexo venoso suboccipital.
10. Plexo venoso vertebral.
11. Vena yugular externa.
Capítulo 10 - Venas extracraneales y senos venosos durales • 199
•
! ...---8
7
5
3
~
t
4
8
Fig. 10-4. Estudio de senos petrosos inferiores en un paciente con síndrome de Cushing. Test de in-
yección de contraste en proyecciones lateral (A) y AP (8) que muestra el llenado de los plexos y los
senos venosos basilares. Compárese con la Fig. 10-2.
1. Seno petroso inferior.
2. Plexo venoso del clivus.
3. Seno cavernoso.
4. Seno intercavernoso.
5. Seno petroso superior.
6. Vena oftálmica superior.
7. Seno esfenoparietal.
8. Plexo venoso pterigoideo.
9. Plexos suboccipital y vertebral.
en las venografías orbitarias y de los senos petrosos infe- cuentra en el espacio masticador (Figs. 10-5 y 10-13). Si se
riores (Fig. 10-4). realiza una inyección en la arteria carótida común, puede
identificarse en ocasiones la vena facial anterior en su des-
Venas de la cara y el cuello censo oblicuo y posterior desde la órbita hasta la VYI. Las
Sólo algunas de las venas faciales y sus tributarias pue- venas suboccipitales, tributarias de los plexo s venosos ver-
den observarse en las fases ven osas tardías de los estudios tebrales, pueden aparecer ocasionalmente muy prominen-
angiográficos cerebrales rutinarios. El plexo venoso pteri- tes, lo que no debe confundirse con una malformación vas-
goideo suele verse como una fina red vascular que se en- cular (Fig. 10-6).
200· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascularización craneocervical
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Fig. 10-7. Diagrama anatómico que representa el cuero cabelludo, el cráneo, las meninges, y sus rela-
ciones con los senos durales, las venas corticales y los espacios diploicos. Se muestra la duramadre co-
mo una línea gruesa; la capa externa está elevada por hilos de sutura.
1. Venas diploicas en la bóveda craneal.
2. Duramadre (capas interna y externa).
3. Aracnoides (el espacio entre la duramadre y la aracnoides, el espacio subdural, es únicamente vir-
tual, pero está exagerado por el propósito de la ilustración).
4. Piamadre (la capa más interna de las leptomeninges está en íntima relación con la corteza cerebral).
5. Granulaciones de Pacchioni (nótense las proyecciones de espacio subaracnoideo en el seno sagital superior).
6. Seno sagital superior.
7. Espacio de Virchow-Robin (perivascular) rodeando una arteria cortical perforante.
8. Hoz del cerebro.
9. Venas corticales (mostradas en su curso a través del potencial espacio subdural entrando en el seno
sagital superior).
(Reimpreso con permiso de Osborn AG. Oiagnostic neuroradiology. San Luis: Mosby, 1994.)
202· Sección I - Anatomía macroscópica y angiografía normal de la vascuiarización craneocervical
numerosas venas parasagitales que drenan las convexi- dia, no obstante, en el 15% que resta puede estar duplicado
dades cerebrales. o incluso triplicado (10). El SR tiene aproximadamente 5 cm
El SSS está en la línea media todo su recorrido. Suele de longitud. En dos tercios de los casos, su plano de inclina-
terminar uniéndose con el seno recto y formando la con- ción es tangencial a la región superior del esplenio del cuer-
fluencia de los senos (tórcula de Herófilo) en la protube- po calloso (11). Termina en la protuberancia occipital inter-
rancia occipital interna. na, usualmente al comenzar el seno transverso izquierdo.
El seno sagital inferior (SS!) es un conducto relativa- La confluencia de los senos (tórcula de Herofilo¡ se for-
mente pequeño que cursa hacia atrás por el borde libre de ma por la unión del SSS, el SR y los senos transversos.
la hoz del cerebro (Fig. 10-8). El SSI se inicia en la unión Suele tener dos componentes mayores, los senos transver-
de los tercios anterior y medio de la hoz, descansando so- sos derecho e izquierdo, que se encuentran unidos por al-
bre la cara anterior del cuerpo calloso. Recibe venas tribu- gunos canales de naturaleza variable. La confluencia es asi-
tarias de la hoz, el cuerpo calloso, el cíngulo y la región me- métrica y tiene numerosas variantes. Sus venas tributarias
dial de los hemisferios cerebrales. El SSI termina también son muy variables (12) (Fig. 10-9).
uniéndose con la vena cerebral magna (de Galeno) para El agujero magno está rodeado por un plexo venoso
formar el seno recto. marginal que drena en un seno variable y pequeño denomi-
El seno recto (SR) se forma por la confluencia del SSI y nado seno occipital (SO). EL SO se inicia en el margen pos-
la vena de Galeno (Figs. 10-1 y 10-8). El SR se dirige poste- terior del agujero magno y se dirige hacia arriba hasta la tór-
roinferiormente por la confluencia de la hoz del cerebro y cula (Fig. 10-2A). El SO se comunica con la vena yugular
la tienda del cerebelo. En su descenso hacia la tórcula, el interna, el plexo venoso vertebral y el plexo venoso del cli-
SR recibe varias venas tributarias vermianas y hemisféricas. vus a través de múltiples canales de pequeño tamaño (13).
También recibe algunos canales venosos incostantes y de En aproximadamente el 2% de los casos, el SO forma un
distintas formas que se originan en la tienda del cerebelo. conducto de drenaje principal para el SSS o el SR (12, 14).
En el 85 % de las disecciones anatómicas el SR está re- Los senos transversos (ST), también conocidos como
presentado por un único conducto tentorial en la línea me- senos laterales, están contenidos en las inserciones del ten-
sss
ss
torio a la calota. Los ST se incurvan anterolateralmente brales medias superficiales (silvianas). Este seno sigue la
desde la protuberancia occipital interna hacia los peñascos curva del ala menor del esfenoides y tiene tres típicos pa-
de los huesos temporales (Figs. 10-2 y 10-8). En el margen trones de drenaje: (a) al seno cavernoso, (b) al plexo pteri-
posterior del peñasco, cada ST recibe el seno petroso supe- goideo por vía de las venas emisarias basales y (e) hacia
rior, después giran hacia abajo y medialmente para iniciar atrás a lo largo del suelo de la fosa craneal media al seno
los senos sigmoideos. petroso inferior o al transverso (9). En los dos últimos ca-
Los ST reciben sangre del SSS y del SR. A lo largo de sos, no llega al seno cavernoso.
su curso, los ST también reciben vasos venosos tributarios Los senos cavernosos (SC) se encuentran a los lados del
del cerebelo, las superficies inferolaterales de los lóbulos cuerpo del esfenoides. El verdadero seno cavernoso, es de-
temporales y occipitales y del tentorio. Estos canales, los cir, un gran canal único que rodea totalmente a la arteria
senos ten to riales, pueden ser muy prominentes (15, 15a). carótida interna, existe en menos de un 1% de los casos.
Los ST también reciben la vena anastomótica cortical de La gran mayoría de los SC están formados por numerosas y
Labbé (vena de Labbé) (Capítulo 11). Los ST se comunican pequeñas venas que dan lugar a un espacio con forma irre-
con las venas extracraneales a través de las venas emisarias gular, muy trabeculado y compartimentado, y con múlti-
mastoideas (9). ples interconexiones (21).
En aproximadamente la mitad de los casos, ambos ST Los SC se extienden desde la fisura orbitaria superior
están bien formados pero son algo asimétricos en cuanto al hasta la punta del peñasco (Fig 10-2). El SC contiene el
tamaño (Fig. 10-9). En cerca del 75% de los casos, el ST segmento cavernoso de la arteria carótida interna y el ner-
derecho es mayor que el izquierdo (16). En el 5-20% de los vio abducens (motor ocular externo, VI par craneal). Los
especímenes anatómicos puede observarse un segmento nervios oculomotor (IIl par), troclear (IV par) y la división
estrecho o atrésico en al menos uno de los dos ST (16, 17). oftálmica del nervio trigémino (VI) se encuentran entre las
Los senos sigmoideos representan la continuación ante- capas durales de la pared lateral del SC (Fig. 4-2B).
roinferior de los ST (Figs. 10-2 y 10-8). Los senos sigmoi- Las interconexiones y las venas tributarias de los se
deos comienzan cuando los ST dejan el margen tentorial, son complejas y variables (Figs. 10-2 y 10-8). Por delante,
pasando inferomedialmente en una curva suave con forma el SC recibe las venas oftálmicas superior e inferior y el se-
de S hasta drenar en el bulbo yugular. Los senos sigmoide- no esfenoparietal. Lateralmente, se comunica con el plexo
os terminan donde se inician las venas yugulares internas. pterigoideo a través de venas emisarias que pasan por el
Es frecuente que existan numerosas anastomosis entre los agujero oval. Medialmente, los SC se comunican entre sí a
senos sigmoideos y los plexos vertebrales, venas de la mus- través del seno intercavernoso, formando el denominado
culatura suboccipital y del cuero cabelludo, y con las venas seno circular que rodea a la silla turca (Fig. 10-2A) (9).
emisarias condíleas. Posteriormente, los SC drenan en los senos petrosos
Los senos petrosos superiores (SPS) se extienden desde superior e inferior, que a su vez lo hacen en el seno trans-
los senos cavernosos hasta los senos sigmoideos; y avanzan verso y en el bulbo yugular respectivamente. Los SC tam-
a lo largo de la inserción de la tienda del cerebelo en el bién se comunican con una red venosa que se extiende a lo
borde dorsal de los peñascos temporales (Fig. 10-2). Las largo de la región basioccipital hasta el agujero magno, el
venas tributarias de los SPS incluyen las venas petrosas, plexo venoso del cliuus (Fig. 10-2). El plexo del clivus se co-
que drenan la protuberancia y la región superior del bulbo, munica a su vez con los plexos venosos vertebrales.
la vena mesencefálica lateral, venas cerebelosas y venas del
oído interno (9).
Los senos petrosos inferiores (SP!) yacen en una hendi- Territorio vascular
dura entre la punta del peñasco y el clivus, extendiéndose
posterolateralmente a lo largo de la fisura petrooccipital El drenaje venoso de los senos durales se discute junto
(Fig. 10-2). Los anatomistas han demostrado que los SPI con el de las venas cerebrales en el Capítulo 11.
presentan unas marcadas variantes anatómicas, no sólo en
tamaño y anastomosis, sino también en sus relaciones con
los nervios craneales que salen por el agujero yugular (ras- Anatomía angiográfica normal
gado posterior) y con el propio agujero yugular (18).
Los SPI suelen terminar drenando en el bulbo yugular. Proyección lateral
Existen numerosos canales anastomóticos entre los SPI, el Muchos de los senos durales se identifican claramente
plexo venoso basilar (del clivus), los plexos venosos verte- en la fase venosa de las angiografías cerebrales. En la pro-
brales, el plexo venoso pterigoideo y las venas epidurales yección lateral, el seno sagital superior aparece como una
(Fig. 10-2). Uno o más de éstos serán dominantes en deter- estructura cuvilínea que limita con la tabla interna del crá-
minados pacientes. La anatomía de los SPI es simétrica en neo (Fig. 10-10). Usualmente, el SSS se origina cerca de la
cerca de dos tercios de los pacientes. La ausencia de anas- crista galli e incrementa su tamaño gradualmente al exten-
tomosis entre el SPI y la vena yugular interna ocurre sola- derse hacia atrás y hacia abajo.
mente en el l % de los casos (18-20). El seno sagital inferior se encuentra en el borde libre de
El seno esfenoparietal es la continuación anteroinferior la hoz del cerebro y se ve mejor en las proyecciones latera-
del seno meníngeo y la extensión medial de las venas cere- les (Fig. 10-11). La opacificación del SSI y de sus tributa-
Capítulo 10 - Venas extracraneales y senos venosos durales • 205
rias es muy variable. En ocasiones está presente una ima- angiografías carotídeas. Cuando está presente, el SO puede
gen de abotonadura en la parte anterior del SSI, donde és- ser identificado en su extensión superior desde el plexo ve-
te se forma de las tributarias de la hoz, el cuerpo calloso y noso marginal alrededor del agujero magno hasta la tórcula
la circunvolución cingular. de Herófilo (Fig. 10-16).
Cerca de su origen, el SSI está próximo a la tabla inter- Los senos durales de la base del cráneo (senos petrosos
na del cráneo. Al arquearse hacia atrás, sigue un curso cada superior e inferior, senos cavernosos, senos esfenoparietales
vezmás inferior hasta su unión con las venas cerebrales in- y plexo venoso del clivus) se identifican de forma variable e
ternas. inconstante en las angiografías carotídeas (Fig. 10-14).
El seno recto, formado por la confluencia de la vena de
Galeno y el SSI, se extiende posteroinferiormente hacia la
protuberancia occipital interna, y también se delinea con
Proyección anteroposterior
claridad en las proyecciones angiográficas laterales (Fig. 10- En las proyecciones AP directas, las porciones anterior
12).La tórcula de Herófilo se forma por la confluencia del y media del SSS se superponen (Fig. 10-15). A menos que
SSSy el SR con los senos transversos (Fig. 10-12). En las el estudio sea ligeramente oblicuo (Fig. 10-16), el SR y el
proyecciones laterales, los ST, en su curso anterior, suelen SSI también se superponen con otras estructuras venosas
tener una suave curva convexa hacia arriba (Fig. 10-12). de la línea media como el SSS, lo que hace difícil su identi-
Los senos sigmoideos presentan una pequeña curva ficación (Fig. 10-15).
convexa hacia delante en su curso inferomedial hacia el La tórcula de Herófilo y los senos transversos se iden-
agujero yugular (Fig. 10-13). Su continuación inferior es el tifican con facilidad en las angiografías cerebrales AP, a
bulbo yugular. El bulbo suele tener un agrandamiento pro- pesar de que su configuración es muy variable (Fig. 10-9).
minente que se proyecta ligeramente hacia arriba antes de Estas estructuras suelen formar una T invertida con el SSS
seguir hacia abajo a través del agujero yugular para iniciar (Figs. 1O-9A y 10-15). El SSS puede drenar directamente
la vena yugular interna. La VYI puede ser vista parcial- en el ST derecho. En las proyecciones AP, los ST están in-
mente en su curso inferior por el espacio carotídeo. clinados en ocasiones inicialmente hacia abajo, y luego se
Al ser uno de los senos durales de menor tamaño, el se- incurvan levemente hacia arriba al extenderse hacia su
no occipital (Fig. 10-13) no suele estar bien definido en las continuación con los senos sigmoideos (Fig. 10-20).
proyectan en el suelo y las paredes de estas lagunas, en el SSS ras son raras. La mayoría de las veces se asocian con altera-
y en otros senos durales como el SR y los ST. Estas estructu- ciones vasculares (Fig. 10-3) o malformaciones cerebrales
ras normales pueden ser muy prominentes (se las denomina congénitas (26) (Fig. 10-24).
granulaciones aracnoideas gigantes) y no deben ser confundi- En la malformación de Chiari II la fosa posterior es
das con trombos en las angiografías cerebrales (22-25) (Figs. anormalmente pequeña. Los ST tienen una posición des-
10-13 y 10-23). Los nódulos polipoideos ectópicos de grasa, cendida y el SR es relativamente corto. En la malformación
los hamartomas y otros tejidos pueden también causar defec- de Dandy- Walker y en los quistes aracnoideos de la fosa pos-
tos de repleción en las angiografías cerebrales (25a). terior los ST y el SR se insertan posterosuperiormente. Las
malformaciones de la vena de Galeno probablemente repre-
sentan la persistencia del sinus falcine y de la vena prome-
Anomalías
sencefálica media (Capítulo 11). Ocasionalmente, las persis-
Aunque las variantes congénitas de los senos durales tencia del sinus falcine está presente sin otras alteraciones
son frecuentes, las verdaderas anomalías de estas estructu- asociadas.
Fig. 10-23. Angiografía de la arteria carótida interna izquierda en fase venosa y en proyección oblicua
lateral, en la que pueden verse defectos de repleción redondeados (flechas) en ambos senos trans-
versos. Se trata de granulaciones aracnoideas gigantes, una variante normal.
Capítulo 10 - Venas extracraneales y senos venosos durales • 215
e
Fig. 10-24. Diagramas anatómicos en visión lateral (izquierda) y AP (derecha) que representan la con-
figuración de los senos durales en algunas malformaciones congénitas. A: En la malformación de
Chiari 11,la fosa posterior es pequeña. El seno recto se inclina bruscamente hacia abajo y los senos
transversos son horizontales y ocupan una posición muy baja. B: En la malformación de Dandy-
Walker, la fosa posterior está expandida por un gran quiste lleno de líquido. La tórcula se eleva por en-
cima de la sutura lambdoidea, y los senos transversos se inclinan hacia abajo. C: En la malformación
de la vena de Galeno, esta vena es aneurismática y está muy agrandada, y representa una enorme
vena promesencefálica media primitiva con un sinus falcine grande y persistente. El seno recto suele
ser hipoplásico o estar ausente. Es típica la asociación con una hidrocefalia severa.
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Capítulo 13
Malformaciones
vasculares
Clásicamente, las malformaciones vasculares cerebra- con detalle la angioarquitectura de las malformaciones
les (MVC) han sido divididas en cuatro grupos básicos: a} vasculares y planear un tratamiento adecuado. Este capí-
malformación arteriovenosa (MAV) , b} malformación ve- tulo revisa la naturaleza de las malformaciones intracere-
nasa, e) telangiectasia capilar y d} angioma cavernoso (véa- brales, durales y cutáneas y presenta el espectro de sus ha-
se el cuadro más abajo). llazgos angiográficos.
En este capítulo se exponen las MVC con comuni-
cación arteriovenosa, continuamos después con una
consideración acerca de las malformaciones venosas cu-
Malformaciones vasculares cerebrales: táneas sin comunicación arteriovenosa. También se dis-
Clasificación tradicional
Malformaciones arteriovenosas
Malformaciones vasculares venosas (angiomas
venosos) Malformaciones vasculares cerebrales:
Telangiectasias capilares Nueva clasificación*
Angiomas cavernosos
MVC con comunicación arteriovenosa
Malformación arteriovenosa
Nido plexiforme
Más recientemente, las MVC se han reclasificado de Nido mixto (plexiforme-fistuloso)
Fístula arteriovenosa (FAV)
acuerdo a una combinación de factores anatómicos e histo-
Fístula única o múltiple
patológicos, a la presentación clínica, al comportamiento bio-
Mono o multipediculada
lógico y a las características de imagen (1,2). La presencia o
MVC sin comunicación arteriovenosa
ausencia de comunicación vascular en la MVC es el hecho di-
Malformación capilar (telangiectasias)
ferencial de estas lesiones y constituye la base sobre la cual se
Malformaciones venosas
clasifican en la actualidad (véase el cuadro, a la derecha) (1). Anomalías venosas del desarrollo (AVD)
Aunque los estudios no invasivos, como la tomografía Varices venosas (sin MAV o FAVasociadas)
computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), son Malformación cavernosa (MC)
los estudios iniciales habituales en los pacientes con sospe-
cha de malformación vascular intracraneal, la angiografía 'Modificada y adaptada de las referencias 1 y 2
sigue siendo el procedimiento de elección para delimitar
277
278· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
cuten las fístulas durales y las malformaciones vascula- noso. Estas comunicaciones pueden ser plexiformes
res cutáneas. (MAV) o fistulosas (FAV).
Una malformación arteriovenosa es una colección de
MALFORMACIONES VASCULARES CEREBRALES vasos displásicos plexiformes con una o más arterias afeo
CON COMUNICACiÓN ARTERIOVENOSA: rentes y drenada por una o varias venas (Fig. 13-1A) (3).
CONSIDERACIONES GENERALES Las MAV pueden tener un nido puramente plexiforme o
contener un nido mixto plexiforme-fistuloso (1).
Existe una comunicación arteriovenosa cuando ocurre Una fístula arteriovenosa resulta cuando una arteria
una comunicación directa entre un vaso arterial y otro ve- aferente drena directamente en un canal venoso sin inter-
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 279
venir una red vascular. Las fístulas arteriovenosas pueden Biología molecular
ser únicas o múltiples y pueden estar irrigadas por un vaso
Se desconocen los mecanismos moleculares precisos
aferente (monopediculada) o por más de uno (rnultipedi-
que median en la génesis y en el comportamiento biológico
culada) (1). Ejemplos de FAV incluyen la malformación ne-
de las MAV. Va en aumento el reconocimiento del papel de
onatal de la vena de Galeno (Fig. U-lB) y las FAV piales
los factores angiogénicos humorales y de permeabilidad-
(parenquimatosas] (Fig. U-1C).
inducción. En muchas MAV se expresa un grado elevado
de factor de crecimiento vascular endotelial (FCVE) (6).
MALFORMACIONES ARTERIOVENOSAS
Son frecuentes en estas lesiones el colágeno tipo IV y la ex-
CEREBRALES presión de actina del músculo liso alfa. Algunos investiga-
dores han concluido que se expresan factores de creci-
Etiología, biología molecular y genética miento angiogénico en todos los tipos de MVC (7).
Etiología Genética
En las etapas tempranas del desarrollo fetal no existen Los mecanismos genéticos que contribuyen a la pato-
per se arterias, venas y capilares. Inicialmente, todos los va- génesis y fenotipo de las MAV cerebrales no están claros.
sos cerebrales embrionarios son simplemente tubos endo- La represión local de genes como el gen de la preproendo-
teliales. Cuando se desarrolla la función cardíaca y comien- telina-1 puede causar la ausencia de péptidos vasorregula-
za el flujo sanguíneo intracraneal, algunos de estos canales dores importantes (8).
primitivos vasculares normalmente evolucionan hacia va-
sos aferentes (arteriales), mientras que otros se convierten
Patología
en eferentes o venosos. La persistencia de estas conexiones
primordiales directas entre la futura circulación arterial y
Patología macroscópica
venosa, combinada con agenesia o pobre desarrollo de la
red capilar puede ser el origen de una MAV o una FAV (4). La malformación arteriovenosa es una red compleja de
Los cambios en la hemodinámica cerebral embriológi- canales vasculares anormales que consisten en una o más
ca inducen un proceso continuo de remo delación fetal vas- arterias aferentes, un nidus central y unos canales de drenaje
cular. Se crean nuevos canales constantemente al tiempo venosos aumentados (Fig.U-2). Macroscópicamente, las
que los anteriores regresan o son reabsorbidos (5). MAV aparecen como una masa compacta de canales vascu-
Las malformaciones arteriovenosas también pueden ser lares anormales. Pueden contener cantidades pequeñas de
lesiones congénitas, ya que están causadas por alteraciones en tejido cerebral, calcificaciones distróficas y sangre en dife-
el desarrollo del modelo vascular embrionario. Estas altera- rentes estadios evolutivos (3).
ciones son tanto estructurales como celulares. Probablemente Otras alteraciones macroscópicas asociadas con MAV
afectan el lado venoso de los capilares primitivos y, como re- incluyen aneurismas relacionados con el flujo y remodela-
sultado, producen desde un fallo en las células endoteliales a ción endotelial, con el resultado de angiopatía tanto en ar-
una remodelación de la red vascular embrionaria primitiva terias aferentes como en venas de drenaje (9,10). La hipo-
(4,5a). El desencadenante de las MAV es desconocido . perfusión regional crónica y la hipertensión venosa pueden
•••
Fig. 13-1. Oiagramas anatómicos que describen y comparan varios tipos de malformaciones vasculares
cerebrales. A: Se muestra una malformación arteriovenosa (MAV) con un nido plexiforme (flechas peque-
ñas). Nótense varias arterias aferentes (líneas negras sólidas) y venas de drenaje (líneas punteadas), to-
das ellas dilatadas. También se ilustra una variz venosa (flecha abierta) en una vena de drenaje. B: Se
muestra una malformación de la vena de Galeno (MAVG) con una fístula directa tipo mural desde ramas
coroideas y pericaliosas dilatadas (líneas negras sólidas). La dilatación masiva de la vena de Galeno
(área punteada, flechas grandes), drena mediante un sinus falcine persistente (flechas pequeñas). Las
venas cerebrales internas y el seno recto (líneas discontinuas) son con frecuencia hipoplásicas o no es-
tán. En muchas MAVG es frecuente la estenosis de salida. C: Fístula arteriovenosa cerebral (FAVc) (pial).
Aquí una arteria irregular, dilatada (línea negra sólida), drena directamente en una vena cortical dilatada
(área punteada). La vena cortical puede trombosarse, causando un hematoma parenquimatoso. D: En la
protuberancia se muestra una malformación capilar como un área punteada (flechas). En estos casos,
tanto la fase arterial como la venosa de la angiografía cerebral, son habitualmente normales. E: Se ilustran
malformaciones venosas. Se muestra una alteración venosa del desarrollo (AVO) (o angioma venoso) co-
mo una colección en forma de paraguas, de venas medulares dilatadas (flechas pequeñas) que drenan
en una vena transcortical dilatada (flecha grande). La variz venosa aislada (flecha curva) es otro tipo de
malformación venosa cerebral. F: Las malformaciones cavernosas (Me), son colecciones lobuladas de
espacios sinusoidales con hemorragias intralesionales en diferentes estadios evolutivos, rodeado por un
anillo de tejido cerebral teñido de hemosiderina (flechas). Las arterias aferentes (líneas punteadas), son
muy pequeñas y rara vez se identifican en angiografía. La angiografía en estos casos es habitualmente
normal o muestra sólo un efecto de masa avascular causado por el sangrado agudo. Ocasionalmente se
puede ver una acumulación de contraste en un lago venoso en fases tardías de la angiografía.
280· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Mapeo cortical
Debido a que las MAV son lesiones congerutas que
afectan con frecuencia a estructuras primarias corticales, es
útil un mapa diagnóstico de las funciones cerebrales en el
planteamiento de la terapia apropiada. Las regiones prima-
rias corticales pueden haberse desplazado o traslocado du-
Fig. 13-2. Diagrama anatómico que representa algunos he- rante el desarrollo fetal debido a la inherente plasticidad
chos de una malformación arteriovenosa cerebral típica
cerebral y su capacidad de reorganización. El mapeo se ba-
(MAV). La MAV clásica es una maraña compacta, con forma
de cono o pirámide de arterias aferentes y venas de drena-
sa en RM (RM funcional) y magnetoencefalografía, dos
je dilatadas. técnicas cuyo uso va en aumento y se utilizan en la identifi-
cación real de estructuras primarias corticales, como la
1. Nido de la MAV corteza motora (14).
2. Venas de drenaje corticales dilatadas
3. Variz venosa
4. Aneurisma intranidal Incidencia
5. Aneurisma asociado a bajo flujo (pedículo) en un vaso
aferente
Malformación única arteriovenosa
6. Arterias aferentes dilatadas (arteria cerebral media y
anterior) Las series de autopsias han mostrado una incidencia de
7. Fístula arteriovenosa MAV esporádica en la población general del 0,04 % al
8. Vasculopatía de alto flujo con estenosis focal de las
0,52% (15). La incidencia de MAV en MVC sindrómicas
arterias aferentes
9. Cambios vasculopáticos en las venas de drenaje como la telangiectasia hereditaria hemorrágica (THH) es
mucho mayor (2).
(Reproducido con permiso de Osborn AG. Oiagnostic neu-
roradiology.San Luis Mosby, 1994). Malformación arteriovenosa múltiple
Unicamente el 2% de las MAV son múltiples. Las
MAV múltiples, fuera de las enfermedades vasculares neu-
rocutáneas como THH (también conocida como enferme-
dad de Osler-Weber-Rendu) y el síndrome de Wyburn-
Mason, son bastante raras y ocurren sólo del 0,002% al
causar un robo cerebrovascular con el resultado de pérdi-
0,003% de todos los casos (16).
da neuronal y atrofia en el tejido cerebral normal lejos de la
MAV (11,12).
Datos clínicos
Patología microscópica
El fenotipo vascular en la MAV es variable. Algunas
Edad y sexo
MAV tienen vasos maduros relativamente bien diferencia- La malformación arteriovenosa es la MCV sintomática
dos, mientras que otros están mal desarrollados, poco dife- más frecuente. Ambos sexos se afectan por igual. El pico
renciados, con paredes gruesas o delgadas (8). La comuni- de edad de presentación inicial ocurre entre los 20 y los 40
cación directa arteriovenosa, junto con un perfil de alto años, aunque aproximadamente un cuarto de las MAV san-
flujo y baja resistencia predispone a un futuro reclutamien- gran en los primeros 15 años de vida. La mayoría de las
to vascular y arterialización de estructuras venosas (7). MAV son sintomáticas a los 50 años (4).
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 281
Angiografía diagnóstica selectiva mia cerebral o neoplasias. Las venas de drenaje son con
frecuencia tortuosas, ectásicas y, a veces, pueden ser
Una angiografía di agnóstica selectiva, técnicamente aneurismáticas (Figs. 13-4 y 13-5). Son frecuentes las lla-
completa, debe proporcionar información detallada de las madas varices venosas, especialmente en MAV superfi-
arterias aferentes y sus territorios vasculares, así como defi- ciales.
nir el drenaje venoso. Deben valorarse la apariencia ma-
croscópica del nido, la identificación de la angiopatía rela-
cionada con el flujo (arterial y venoso) y la presencia de Anomalías asociadas
aneurismas (véase la lista anterior) (1).
Debido a que las MAV son lesiones congénitas que
Las malformaciones arteriovenosas deben estudiarse
reemplazan más que desplazan el parénquima cerebral
usando angiografía de sustracción de alta resolución. Para
normal, tienen poco o ningún efecto de masa. Si se pro-
planificar el tratamiento, la exploración se debe realizar
duce una hemorragia aguda, los vasos adyacentes pue-
con factores de magnificación y marcadores de calibración
den estar estirados y desplazados alrededor del coágulo
(23 ).
avascular.
Es frecuente en las MAV la angiopatía inducida por el
Angiografía supraselectiva flujo secundaria a hiperplasia endotelial. Estos cambios in-
cluyen estenosis arteriales en las arterias aferentes, encon-
La definición de la angioarquitectura interna de una tradas en más del 20% de los casos, así como estenosis y
MAV se combina con frecuencia con el tratamiento endo- ectasias venosas (1).
vascular de estas lesiones y se discute después con más de- En las MAV aparecen dos tipos de aneurismas (23a).
talle (Capítulo 19). En general, la angiografía supraselecti- El primer tipo, un aneurisma asociado al flujo, representa
va con microcatéteres debe proporcionar una información de uno a dos tercios de todos los aneurismas asociados
extensa y detallada de la angioarquitectura de la MAV. con MAV. Estos aneurismas se localizan en el nido (aneu-
Esto incluye la definición de cambios angiopáticos en las rismas intranidales) o en los vasos aferentes (aneurismas
arterias aferentes (como la vasculopatía relacionada con el pediculados) (Fig. 13-6; Fig. 12-lOC). El segundo tipo de
flujo o los aneurismas), la delimitación del nido en detalle y aneurismas ocurre en vasos distantes que no están relacio-
el examen del drenaje en busca de obstrucción y ectasia nados hemodinámicamente con la malformación vascular
(véase la lista anterior) (1). (Fig. 12-9C).
Hallazgos angiográficos
Malformaciones arteriovenosas infrecuentes
Arterias aferentes y nido de la malformación arteriovenosa
Malformaciones arteriovenosas difusas
En una angiografía cerebral selectiva estándar, la MAV
aparece como una masa compacta de arterias aferentes dila- De forma ocasional, una MAV infiltra y afecta un lóbu-
tadas que aportan flujo sanguíneo a un nido central (Fig. lo o hemisferio entero del cerebro. En estos raros casos, la
13-3A y B) (1,3). La angiografía supraselectiva es esencial histopatología muestra innumerables vasos anormales que
para la evaluación de MAV cerebrales y la definición de su se extienden entre neuronas y sustancia blanca de aparien-
angioarquitectúra en detalle. cia relativamente normal (24).
Las arterias aferentes pueden comunicar directamente La MAV aparece en la angiografía cerebral como
con una o varias cavidades vasculares en el nido aneurismá- una colección difusa de múltiples arterias aferentes y ve-
tico. Con más frecuencia forman una red plexiforme de va- nas de drenaje, sin identificar un nido compacto. Estas
sos pequeños que se ramifican alrededor del saco antes de MAV pueden ser muy grandes, tanto que no causan
introducirse en múltiples sitios (Fig. 13-4C) (5). Estas cavi- efecto de masa apreciable (Fig. 13-7). Clínicamente, es-
dades vasculares intranidales pueden ser únicas o múltiples tas lesiones debutan con más frecuencia con convulsio-
y pueden representar aneurismas arteriales intranidales, nes refractarias que con síntomas hemorrágicos. Las
seudoaneurismas posthemorrágicos arteriales o venosos o MAV difusas pueden mostrar una "angiopatía prolifera-
ectasia venosa intranidal (1). tiva" que continúa el reclutamiento adicional de vasos
aferentes (10).
Venas de drenaje
Malformaciones arteriovenosas hemodinámicamente mixtas
Una o más venas dilatadas drenan el nido de la MAV.
La comunicación arteriouenosa (AV) está presente cuan- Si una MAV pial (parenquimatosa) alcanza un tamaño
do el contraste aparece en las venas de drenaje de forma suficiente, puede reclutar un suplemento vascular de los
anormalmente precoz en la secuencia angiográfica (Fig. vasos durales, como la arteria meníngea media o el tronco
13-3). Aunque la comunicación AVes característica de meningohipofisiario (Fig. 13-8). Estas lesiones se llaman
las MAV, puede ocurrir en otras lesiones como la isque- MAV "mixtas" pial-dural.
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 283
A B
e D
Fig. 13-3. Angiografía de la arteria carótida interna izquierda, proyección lateral. en un paciente con
enfermedad de Osler-Weber-Rendu que muestra la clásica MAV monopediculada solitaria. A: Fase
arterial precoz mostrando el nido (flecha grande) y la arteria aferente (flechas pequeñas). B:
Inmediatamente después, todavía se muestra el nido (flechas grandes). El contraste comienza a opa-
cificar una vena de drenaje dilatada (flechas pequeñas). C: Fase arterial tardía que muestra el nido
(flecha grande) y una opacificación densa de la única vena de drenaje (flechas pequeñas). Debido a
que el estudio aún está en fase arterial, no se ven otras venas corticales. D: Estudio en fase venosa
que muestra cómo el contraste ha desaparecido del nido (flecha grande) y está ahora en las venas
de drenaje (flechas pequeñas). La vena drena directamente en el seno sagital superior. No hay este-
nosis de salida ni ectasia ven osa en este caso.
A
A ~~ ••
8
Fig. 13-5. Angiografía de la arteria carótida interna derecha, proyección lateral con fase arterial pre-
coz (A) y fase capilar (8) que muestran una malformación (A, flechas) que se asocia con varices ve-
nosas enormes (8, flechas)
Malformaciones arteriovenosas anatomopatológicamente mixtas pacientes con MAV completamente trombosadas puede
ser normal, mostrar un efecto de masa avascular o, única-
Son frecuentes las MVC histológicamente mixtas. La mente, mostrar una sutil comunicación arteriovenosa.
combinación más frecuente es una malformación mixta ve- Alguna vez se observan unas venas de drenaje precoz sin
noso-cavernosa. Las MAV rara vez son mixtas (25-27). Sin identificar vasos aferentes o nido. De forma ocasional, es-
embargo, sí se produce a menudo la combinación de una tán presentes arterias de apariencia irregular con flujo len-
MAV con una AVD (o angioma venoso) (25). Estas MAV- to que persiste en fase arterial tardía o capilar. Algunas ve-
AVD mixtas son las llamadas malformaciones venosas arte- ces estos vasos anormales, llamados "arterias estancadas",
rializadas (26). Se ha descrito la MAV mixta-telangiectasia se identifican en la angiografía postoperatoria (Fig. 13-10).
capilar,pero es poco frecuente (27). También se pueden ver en el seguimiento de radio cirugía
estereotáxica (3).
A B
Fig. 13-8. En este caso, se ilustra una MAV mixta hemodinámicamente (pial-dural). La irrigación vas-
cular es tanto de arterias aterentes piales como durales. A: La angiografía de la arteria carótida inter-
na izquierda, fase arterial, proyección lateral, muestra una MAV parenquimatosa grande, irrigada por
varias ramas de la arteria cerebral media dilatada. B: Angiografía de la carótida externa izquierda,
proyección lateral tardía, que muestra que la MAV también está irrigada por vasos durales (ramas de
las arterias meníngea media y temporal superficial).
288· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
C D
Fig. 13-9. Esta mujer de 26 años de edad, embarazada, se presentó con cefalea de comienzo brusco
y alteración visual. A: El TCSC axial muestra un hematoma focal en el lóbulo occipital izquierdo (fle-
chas). B: RM potenciada en T2, axial, que muestra un coágulo agudo con edema rodeándolo. No se
ven vasos anormales. Proyección lateral de una angiografía carotídea en fase arterial precoz (C) y tar-
día (D) que muestra que no hay arterias o venas de drenaje dilatadas. El estudio mostró un efecto de
masa avascular con estiramiento y desplazamiento de las ramas parietooccipitales alrededor de la
masa. Nótese el flujo lento, de apariencia irregular y la oclusión con llenado retrógrado en alguna de
las arterias (D, flechas).
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 289
FíSTULAS ARTERIOVENOSAS CEREBRALES mural y b) una forma coroide (10). La, también llamada, for-
ma coroidea es el tipo más frecuente. Clásicamente, las
Las malformaciones arteriovenosas son el tipo más fre- MAVG coroideas tienen un suplemento arterial bilateral
cuente de MVC con comunicación arteriovenosa. Las fís- importante que proviene de las arterias coroideas, las arte-
tulas arteriovenosas (FAV) son mucho menos habituales. rias pericallosas y las ramas subependimarias de los vasos
Las FAV cerebrales (FAVc) se caracterizan por existir co- talamoperforantes. Estas conexiones vasculares son extra-
municación directa entre arterias piales y canales venosos. cerebrales, subaracnoideas y comunican con la cara ante-
Hay dos formas principales: a) la malformación aneurismá- rior de la vena prosencefálica mediana (véase debajo) (30a).
tica de la vena de Galeno (MAVG), que aparece en neona- Las MAVG tipo mural representan aproximadamente
tos y lactantes y b) la FAV pial o subependimaria (1). un tercio del total. Reciben un suplemento arterial unilate-
ralo bilateral desde los vasos coliculares y coroideo poste-
rior y drenan en una vena prosencefálica media persistente.
Malformación aneurismática de la vena de Es frecuente la oclusión del drenaje (10).
Galeno
Etiología
Clasificación
La malformación aneurismática de la vena de Galeno
Berenstein y Lasjaunias han clasificado las comunica- representa probablemente una fístula arteriovenosa (FAV)
ciones arteriovenosas anómalas que afectan a la vena de en la pared de un canal vascular persistente embriológica-
Galeno en dos grupos: a) malformación aneurismática de la mente, conocido como la vena prosencefálica media
vena de Galeno verdadera (MAVG) y b) dilataciones de la (Capítulo 11) (10,31). Esta vena dorsal se localiza sobre la
vena de Galeno, secundarias a flujo elevado por el drenaje raíz del diencéfalo y drena los plexos coroideos en desarro-
de una MAV parenquimatosa en este vaso (10,29,30). llo (32). De forma alternativa, las venas prosencefálicas me-
Se han identificado recientemente dos subtipos de dianas drenan en un seno accesorio primitivo llamado si-
MAVG basándose en su angioarquitectura: a) una forma nus fa lcine.
A B
Fig. 13-11. Un recién nacido con fallo cardíaco congestivo presenta esta angiografía cerebral.
Angiografía de la arteria carótida interna derecha, con estudio en fase arterial precoz (A) y (B), pro-
yección lateral, que muestra unas arterias coroideas anteriores dilatadas de forma masiva (flechas
pequeñas), con opacificación precoz de una vena de Galeno dilatada (flecha curva) y un canal veno-
so orientado horizontalmente (flechas grandes), que probablemente represente una vena prosencefá-
lica persistente y un sinus falcine. Nótese el llenado de unos senos marginales y occipitales marcada-
mente dilatados (B, flechas blancas). .
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 291
e o
E F
Fig. 13-11. Continuación. El seno recto no se visual iza. Estudio angiográfico vertebral izquierdo con
fase arterial precoz (C) y media (O), proyección lateral, que muestra que unas marcadas ACdP muy
dilatadas llenan un canal venoso (flechas grandes). Proyecciones lateral (E) y anteroposterior (AP) (F)
de una angiografía supraselectiva de la arteria coroidea posteromedial izquierda, que muestra la co-
nexión fistulosa (flechas pequeñas) con la vena de Galeno. Nótese la estenosis entre la vena de
Galeno y el sinus falcine (E, flechas grandes) que se visual iza aquí pero que se solapa en estudios no
selectivos (compare con C y O)
292· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
En la décima semana del desarrollo, las venas prosen- nasa), con o sin estenosis uenosa distal. Es también fre-
cefálicas medias regresan y aparecen las venas cerebrales cuente el drenaje en un sinus falcine accesorio con trombo-
internas definitivas. La vena de Galeno permanece como sis o la ausencia de seno recto, que se ve en la mayoría de los
un remanente caudal (33). Si las venas prosencefálicas me- casos (32). El sinus falcine es un canal primitivo que conec-
dias no regresan normalmente, puede persistir una cone- ta la vena de Galeno con el seno sagital superior y que cur-
xión fistulosa con las arterias primitivas coroideas. El resul- sa, posterosuperiormente, en la hoz cerebral.
tado es una MAVG (34). Con frecuencia está presente en las MAVG la dilata-
ción de las venas corotdeas, que drenan normalmente de
Presentación clínica forma anteroinferior en el seno cavernoso. Las venas cere-
brales internas se ven sólo en el 50% de las MAVG.
Las MAVG neonatales se presentan como fallo cardía-
Cuando están presentes, rara vez forman parte de la mal-
co congestivo con aumento de la vascularización pulrno-
formación (35). Las venas corticales son habitualmente de
nar, distrés respiratorio y cianosis (32).
tamaño normal, a no ser que exista oclusión del seno sig-
moideo o de las venas yugulares (32).
Hallazgos angiográficos
La MAVG típica consiste en una o varias arterias dila- Complicaciones
tadas que drenan directamente en una vena de Galeno di-
Las complicaciones de las MAVG incluyen hidrocefa-
latada de forma masiva (Fig. 13-11).
lia obstructiva, atrofia de estructuras adyacentes debido a
El aporte arterial de una MAVG proviene normalmen-
compresión, trombosis venosa y hemorragia. Son frecuen-
te de todas las arterias coroideas (Fig. 13-12) (lO). Las arte-
tes la leucomalacia periventricular, la necrosis laminar cor-
rias coroideas posteriores, media y lateral (ACdP) son las ar-
tical y la atrofia secundaria a isquemia por fenómeno de ro-
terias que, con más frecuencia, irrigan estas lesiones,
bo o fallo cardíaco (32).
seguidas de las arterias coroideas anteriores. En una serie,
las ACdP estaban involucradas en todos los casos de
Fístula cerebral arteriovenosa
MAVG (32). También irrigaban la lesión ramas de la arte-
ria pericallosa en cerca del 70% de los casos. Con frecuen- Al contrario que las FAV durales, las fístulas arterioveno-
cia, un laberinto arterioarterial se interpone entre las arte- sas cerebrales (FAVc) son raras. Una o más arterias piales dila-
rias aferentes y la vena (35). tadas y, con frecuencia, anómalas, drenan directamente en un
Los patrones de drenaje venoso de las MAVG incluyen canal venoso (Fig. 13-1C). Son frecuentes las estenosis en la
dilatación aneurismática de la vena de Galeno (una variz ve- vena de drenaje con trombosis súbita y sangrado (Fig. 13-13).
B
Fig. 13-12. Lactante de cuatro meses de edad al que se le ha auscultado un soplo craneal. La Te (no
mostrada) describe una malformación vascular de la vena de Galeno. La angiografía de la arteria ea-
rótida interna izquierda (A) y vertebral (B), fase arterial, proyección lateral, muestra una malformación
vascular en la línea media (B, flechas pequeñas), con aporte sanguíneo por arterias coroideas.
Nótese la opacificación de la vena de Galeno (flechas grandes) y un canal orientado superiormente,
el sinus falcine (puntas de flecha). El seno recto (A, flecha curva) está ocluido. La angiografía supra-
selectiva anterior a la embolización (no mostrada) señaló una MAV talámica con, al menos, cuatro
áreas de fístula arteriovenosa directa en el nido.
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 293
A B
Fig. 13-13. Esta mujer de 24 años de edad tiene cefalea severa de comienzo brusco y debilidad en la ex-
tremidad superior derecha. No hay evidencia de abuso de drogas o infección. Los estudios de laborato-
rio fueron normales. En una Te sin contraste (no mostrada) se detectó un hematoma focal en la región
frontal posterior alta. Radiografías en fase arterial media (A) y tardía (B), proyección lateral, de la angio-
grafía de la carótida interna izquierda, que mostraron una dilatación rara y fusiforme de la arteria cerebral
anterior distal (flechas) con estrechamiento y desplazamiento de los vasos adyacentes alrededor de un
efecto de masa avascular. No se identificó una clara comunicación arteriovenosa. La cirugía descubrió
una fístula única arteriovenosa aferente pial (FAVp) con drenaje venoso trombosado y hematoma agudo.
MALFORMACIONES VASCULARES CEREBRALES venosas del sistema nervioso central. Las malformaciones
SIN COMUNICACiÓN ARTERIOVENOSA: cavernosas tienen propensión al crecimiento y a evolucio-
nar mediante hemorragias intralesionales repetidas (2).
CONSIDERACIONES GENERALES
Como la angiografía cerebral en pacientes con telan-
giectasia capilar no complicada y con angiomas cavernosos
Las malformaciones cerebrales vasculares sin evidencia
es habitualmente normal, a estas lesiones alguna vez se les
de comunicación arteriovenosa surgen de canales vascula-
ha llamado malformaciones vasculares crípticas (36). Un
res postarteriolares. Se reconocen tres tipos básicos: capi-
término más exacto es "malformaciones vasculares ocultas
lar, venoso y malformación cavernosa (3). Algunos investi-
angiográficamente" porque la mayoría se identifica nor-
gadores incluyen las malformaciones cavernosas como una
malmente en estudios de RM (37).
subcategoría de las malformaciones venosas, mientras que
otros sugieren que tanto la telangiectasia capilar como la
malformación 'cavernosa forman parte de un único espec- MALFORMACIONES CAPILARES
tro histológico (1,36,36a).
Las malformaciones capilares (telangiectasias) contie- Patología y patogenia
nen colecciones focales de capilares dilatados. Las telan-
giectasias capilares cerebrales típicamente son pequeñas y Patología
normalmente no se ven en la angiografía cerebral (Fig.13-
Las malformaciones capilares o telangiectasias, son
ID). Las malformaciones capilares del cuero cabelludo y
pequeñas redes de capilares dilatados que se extienden en
de la mucosa se ven en la enfermedad de Osler-Weber-
el cerebro normal (Fig. U-lD). Las paredes de las malfor-
Rendu. Estas lesiones se pueden identificar en la angiogra-
maciones capilares son similares histológicamente a las de
fía de la carótida externa.
los capilares normales, ambas sin músculo liso ni fibras
Las malformaciones ven osas comprenden un espectro
elásticas (2).
de malformaciones vasculares. La más frecuente es un de-
sarrollo anómalo venoso (DAV), formalmente llamado an-
Patogenia
gioma venoso. Estas lesiones se consideran actualmente
anomalías del desarrollo no malformativas de las venas me- Se debate si las telangiectasias capilares son lesiones
dulares (sustancia blanca) (Fig. U-lE). Otros tipos de congénitas o adquiridas (38). Las telangiectasias vasculares
MVC venosas incluyen las varices venosas (Fig. U-lE). se parecen a las telangiectasias capilares descritas en las
Las malformaciones cavernosas son morfológica, histo- complicaciones tardías de la terapia con radiación
patológica y clínicamente diferentes de las malformaciones (36a,39).
294· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A 8
Fig. 13-14. Este hombre de 35 años de edad, con cefaleas y examen neurológico normal, tiene un
área "sospechosa" señalada en una RM (no mostrada). Una angiografía de la arteria carótida dere-
cha, en fase venosa, con proyecciones lateral (A) y anteroposterior (8) muestra la clásica cabeza
de medusa de un angioma venoso o anomalía ven osa del desarrollo (flechas). La fase arterial (no
mostrada) fue normal.
C
Fig.,13-15. Un hombre de 31 años de edad con cefalea de comienzo brusco, al que se le realizó una
TCSC (no mostrada) que detectó una alta densidad en el ventrículo lateral izquierdo que fue interpre-
tada como hemorragia. Se realizó una angiografía cerebral. Angiografía de la carótida interna izquier-
da, proyección lateral, con fase arterial media (A) y tardía (B), fase capilar (C) y fase venosa precoz
(O) que muestra una malformación vascular de apariencia abigarrada adyacente al ventrículo lateral.
Un grupo de arterias delgadas y ligeramente dilatadas (A, flechas) drenan en una colección de venas
medulares dilatadas (B, flechas). La opacificación precoz de estas venas en la fase arterial tardía, in-
dica comunicación arteriovenosa. Los estudios en fase capilar (C) y fase venosa (O) muestran la opa-
cificación de una vena colectora subependimaria (flechas). Esto es una forma de transición de mal-
formación arteriovenosa-venosa. Cada arteria aferente actúa como una fístula arteriovenosa en
miniatura. El lado venoso de la malformación es la clásica cabeza de medusa.
cavernosas (Me) son hamartomas benignos que no contie- transición, de grosor variable, de tejido gliótico cerebral te
nen tejido cerebral normal. ñido de hemosiderina (2). Son frecuentes la osificación y L
Microscópicamente, el angioma cavernoso consiste en calcificación (57).
una red en forma de panal de espacios sinusoidales revesti- La malformación cavernosa es, a menudo, histológica
dos por endotelio y separados por septos fibrosos. Las mal- mente heterogénea, coexistiendo con otras malformacio
formaciones cavernosas están rodeadas por una zona de nes vasculares. La combinación más frecuente es una mal
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 297
A B
Fig. 13-17. A: RM axial con realce de contraste, potenciada en T1, que muestra una masa extraaxial
bien definida y con fuerte captación de contraste (flechas). B: Angiografía de la carótida interna iz-
quierda, fase venosa, proyección anteroposterior, que muestra una variz venosa aislada (flechas). La
fase arterial (no mostrada) fue normal y no hay evidencia de anomalía ven osa del desarrollo asociada.
A B
e D
Fig. 13-18. Esta mujer de 42 años de edad, normotensa y previamente sana, tuvo una hemorragia in-
tracraneal espontánea, A: La RM axial, potenciada en T2, muestra una lesión de señal mixta en el tá-
lamo derecho y el mesencéfalo (flechas), La apariencia de palomitas de maíz sugiere angioma caver-
noso, No se identificaron lesiones adicionales en las secuencias de gradiente, B: Imagen axial con
realce de contraste potenciada en T1, que muestra un área bien definida que capta contraste fuerte-
mente en el centro de la lesión (flecha blanca), Se realizó una angiografía cerebral. El estudio de la
carótida interna izquierda (no mostrado) fue normal. C: La fase arterial precoz de la angiografía verte-
brobasilar muestra estrechamiento y estiramiento de las arterias talamoperforantes (flechas), pero no
hay evidencia de comunicación arteriovenosa. D: La fase venosa tardía muestra un estancamiento de
contraste (flechas) en un lago venoso o seudoaneurisrna. El diagnóstico diferencial fué una MAV trorn-
bosada con un saco venoso o una malformación cavernosa con un saco sinusoidal. La cirugía, tres
meses después, confirmó la presencia de angioma cavernoso,
300· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
COMUNICACIONES ARTERIOVENOSAS DURALES Aunque pueden ser laterales, la mayoría de estas lesiones
inusuales afectan al seno sagital superior, produciendo
Las malformaciones arteriovenosas que afectan la dura trombosis, oclusión o hipogenesia de un bulbo yugular.
y el espacio epidural se llaman comunicaciones arteriove- Las comunicaciones durales arteriovenosas se demuestran
nosas durales (CAVD). Estas lesiones son más frecuentes en la pared del lago venoso (10).
que las FAVc pero sólo representan una décima parte de
las MAV cerebrales. Las CAVD pueden ser congénitas y
adquiridas.
Comunicaciones arteriovenosas infantiles
El tipo más común de CAVD también varía en los dife-
Las CAVD son también infrecuentes. En contraste con
rentes grupos de edad. En general, se reconocen tres tipos: a)
las típicas lesiones del adulto, la mayoría de las CAVD in-
malformación del seno dural con comunicación arterioveno-
fantiles tienen tasas altas de flujo y de volumen (60). Las
sa, b) CAVD infantil y e) CAVD tipo-adulto (10,59). El tipo
CAVD infantiles son con frecuencia multifocales.
más frecuente de malformación vascular dural es la CAVD
Típicamente tienen senos grandes con múltiples comunica-
tipo adulto con microfístulas arteriovenosas durales múlti-
ciones arteriovenosas y vasos aferentes grandes (Fig. 13·
ples. La CAVD tipo-adulto también ocurre en niños (10).
19). Son frecuentes las comunicaciones corticopiales indu-
cidas de forma secundaria. La obstrucción de las venas de
Malformación del seno dural con drenaje o la trombosis espontánea pueden aumentar la pre-
comunicación arteriovenosa sión intracraneal, producir hidrocefalia, isquemia venosa
cerebral y síndrome de "cerebro fundido" (10,59).
Estas lesiones poco frecuentes se encuentran en neona-
tos o en lactantes. Normalmente se ven como saculaciones
gigantes o lagos durales que tienen comunicaciones. de bajo Comunicaciones arteriovenosas durales tipo-
flujo con otros senos y venas cerebrales (Fig. 13-19) (59). adulto
Patología
En contraposición a las MAV, no existe un verdadero
nido en las CAVD. Una CAVD consiste en numerosas co-
municaciones directas anormales (también llamadas vasos
en "forma de grieta") entre arterias durales y venas durales
dilatadas sin un lecho capilar interpuesto (61).
Etiología y patogenia
Aunque la etiología precisa de las comunicaciones ar-
teriovenosas durales es un tema de debate, pueden deberse
a lesiones adquiridas precedidas de un compromiso hemo-
dinámico (estenosis, trombosis u oclusión) de un seno ve-
noso dural. Cuando se recanaliza la luz, las comunicacio-
nes microscópicas arteriovenosas, que normalmente están
presentes en la pared del seno, se pueden dilatar y formar
numerosas comunicaciones pequeñas (rnicrofístulas) de la
arteria al seno. El resultado es una CAVD (5, 62).
Debido a que la trombosis del seno no está asociada de
forma invariable a la CAVD, otros investigadores han pro-
puesto que varios agentes pueden iniciar un camino co-
mún, esto es, activar o estimular la angiogénesis en la dura.
La CAVD es el resultado del brote o proliferación de mi-
croarterias o capilares en la dura (2,63) (Fig. 17-8).
Localización
Las comunicaciones durales arteriovenosas están locali-
Fig. 13-19. Diagrama anatómico que representa una comu- zadas en las paredes de la dura de los senos venosos, no en
nicación arteriovenosa dural infantil (CAVO) La parte poste- el mismo seno. El seno sigmoideo y el seno transverso son
rior del seno sagital superior (flechas grandes) está masiva-
los lugares más frecuentes (61,63). El seno cavernoso es
mente dilatado por una comunicación directa arteriovenosa
(flechas curvas) entre múltiples ramas perforantes transóse- también una localización frecuente de CAVD. La mayoría
as y durales (flechas pequeñas). Existe una hidrocefalia obs- de las CAVD son lesiones solitarias. Con excepción de las
tructiva. El seno recto está a menudo ausente en estos ca- CAVD del seno cavernoso bilateral, las lesiones múltiples
sos. Nótense el adelgazamiento y la expansión de la calota. son poco frecuentes y suman sólo el7% de las CAVD (3).
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 301
aBorden JA et al. A proposed classification for spinal and cranial dural arteriovenous fistulous malformations and implications
for treatment. J Neurosurg 1995; 82: 166-179.
'Coqnard C et al. Cerebral dural arteriovenous fistulas clinical and angiographic correlation with a revised classification of ve-
nous drainage. Radiology 1995; 194 671-680.
-Davies MA et al. The validity of classification for the clinical presentation of intracranial dural arteriovenous fistulas. J
Neurosug 1996; 85:830-837.
SVD, seno venoso dural; DVLR, drenaje venoso leptomeníngeo (cortical) retrógrado; SP, seno principal.
302· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
I I
I ,
f '
,, ,'
f '
B e
Fig. 13-20. A: Diagrama anatómico que representa una comunicación arteriovenosa dural (CAVO) de
la unión del seno sigmoideo-transverso. La lesión es alimentada por numerosas ramas durales de la
arteria carótida externa, así como por el tronco meningohipofisiario, una rama de la arteria carótida in-
terna. La CAVO es una colección de numerosas microfístulas en la pared dural del seno, no en el se-
no en sí mismo. B: Angiografía de la carótida izquierda interna, fase arterial, proyección lateral, en un
paciente con tinnitus pulsátil que muestra múltiples ramas dilatadas del tronco menigohipofisiario (fle-
chas pequeñas) que nutren la CAVO (flecha curva) en la unión del seno transverso-sigmoideo. La
CAVO drena en dirección anterógrada en un seno sigmoide permeable (flecha grande). C:
Cateterización supraselectiva de la CAVO vía arteria meníngea media, que se muestra en esta pro-
yección magnificada. Nótese la colección en forma de red de innumerables microfístulas en la dura o
en la pared del seno (flechas) (compárese con la Fig. 13-20A) Esta es una CAVO tipo 1. (Parte A re-
producida con permiso de Osborn AG. Oiagnostic neuroradiology. San Luis: Mosby 1994.)
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 303
A B
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..........
-a
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Fig. 13-21. A: Mujer de 43 años de edad que presenta una historia de tres meses de tinnitus pulsátil
en el lado izquierdo y cefalea occipital. Angiografía de la arteria carótida izquierda interna, fase arte-
rial, proyección lateral, que muestra una rama tentorial dilatada del tronco meningohipofisiario (fle-
chas pequeñas) que ha formado una fístula con la unión del seno transverso-sigmoideo (flecha cur-
va). Señalar el llenado retrógrado del seno transverso proximal (puntas de flecha). B: Fase venosa del
mismo estudio que muestra oclusión en la unión del seno transverso-sigmoide (flecha curva). Nótese
el drenaje venoso colateral vía seno petroso superior (puntas de flecha) y la tenue opacificación del
seno transverso derecho normal (flechas pequeñas). C: Angiografía de la carótida izquierda externa,
fase arterial, proyección lateral, que muestra varias ramas de la arteria meníngea media (flechas pe-
queñas) que irrigan la comunicación arteriovenosa dural. Existe un llenado retrógrado al seno trans-
verso izquierdo (puntas de flecha). Los senos sigmoideo y transverso distal están ocluidos distales a
la fístula (la localización aproximada se muestra por las líneas discontinuas). Está presente un drena-
je venoso colateral a través de las venas emisarias mastoideas a los plexos venosos suboccipitales
(flechas grandes). o: Inyección supraselectiva de la arteria occipital que muestra las ramas perforan-
tes transóseas (flechas pequeñas) irrigando la fístula. El seno sigmoideo distal ocluido se indica por
las líneas discontinuas. Nótese la opacificación de las venas emisarias mastoideas colaterales (flecha
grande). Es una CAVO tipo Ila.
304· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
+
t t
t
A B
Fig. 13-22. A: Angiografía de la arteria carótida izquierda externa, fase arterial, proyección lateral,
que muestra una CAVO (flecha grande) que está irrigada por varias ramas posteriores dilatadas de la
arteria meníngea media (flechas pequeñas). B: Proyección en fase venosa que muestra que la CAVO
drena por numerosas venas corticales ectásicas. Nótense las ectasias aneurismáticas (flechas gran-
des) y las áreas focales de estenosis (flechas pequeñas) en el drenaje venoso.
A B
Fig. 13-23. Se ilustra una CAVO tipo IV. Inyección supraselectiva en la arteria occipital izquierda con
fase arterial precoz (A) y tardía (B), proyección lateral, que muestra innumerables aferencias transó-
seas durales a la CAVO del tentorio cerebeloso (flechas pequeñas). Nótese el drenaje venoso precoz
(puntas de flecha) y una variz ven osa (flecha grande). C: Proyección AP de la fase arterial que mues-
tra la extensión de la CAVO (flechas). D: Proyección AP de la fase ven osa que muestra que el drenaje
es por una vena profunda dilatada (D, flechas pequeñas). La variz venosa se indica por una flecha
grande. E-H: Proyecciones laterales de la angiografía de la arteria carótida interna izquierda realiza-
das después de la embolización de las aferencias arteriales occipitales, que muestran que numero-
sas ramas meningohipofisiarias dilatadas también irrigan la CAVO (flechas pequeñas). Nótese la opa-
cificación precoz de la gran vena de drenaje profunda (flecha grande). Los estudios en fase venosa y
capilar muestran que no hay un llenado de las venas cerebrales internas, la vena de Galeno y el seno
recto.
e D
+ ".
E F
G H
306· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A B
e o
Fig. 13-24. Esta angiografía cerebral de una mujer de mediana edad con proptosis y equimosis
muestra una comunicación arteriovenosa dural del seno cavernoso. A: Angiografía de la arteria caró-
tida izquierda interna, fase arterial preooz, proyección lateral, que muestra ramas prominentes de un
tronco dilatado meningohipofisiario (flechas pequeñas). Nótese la opacificación precoz del seno ca-
vernoso (flecha grande). 8: Estudio en fase arterial tardía que muestra el seno cavernoso dilatado
con inversión del flujo en una vena oftálmica superior dilatada (flechas grandes). C: Angiografía de la
arteria carótida externa, fase arterial, proyección lateral, que muestra una opacificación precoz del
seno cavernoso (flecha grande) por múltiples ramas dilatadas de la arteria maxilar interna y menín-
gea media (flechas pequeñas). D: Inyección supraselectiva de la arteria maxilar distal que muestra
que las arterias dilatadas del agujero redondo mayor y del canal pterigoideo (vidiano) comunican di-
rectamente con el seno cavernoso (flecha grande).
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 307
Malformaciones vasculares
TABLA 13-3. Lesiones cutáneas vasculares.
Hemangiomas " ~. _.: Malformaciones vasculares Las malformaciones vasculares cutáneas son lesiones
congénitas. Son malformaciones vasculares verdaderas que
Neoplasias verdaderas Malformación
contienen células endoteliales no proliferativas (71,75).
Proliferativo Generalmente no proliferativo Estas lesiones se subdividen en malformaciones de flujo al-
Regresan espontáneamente No regresan to y lesiones de flujo bajo (Tabla 13-3) (71). En contraposi-
Lactantes, niños pequeños Cualquier edad ción a los hemangiomas, las malformaciones vasculares cu-
Flujoalto Flujo variable táneas no evolucionan espontáneamente.
Arterial alto
Venoso bajo lesiones de flujo alto
Linfático ninguno Las malformaciones vasculares cutáneas de flujo alto
Ejemplos Ejemplos incluyen malformaciones arteriales, arteriovenosas y arte-
Hemangioma capilar Telangiectasia capilar riolinfovenosas. Las MAVy FAV están incluidas en esta ca-
de la cara (enfermedad de Osler" tegoría. Estas lesiones normalmente se detectan en el naci-
Weber-Rendu) . miento y continúan creciendo de forma proporcional en la
Malformación ven osa infancia. Pueden estar asociadas a frémito o soplo, dolor,
Asociación con MVC Asociación con MVC ulceración y fallo cardíaco congestivo (71). Puede afectar a
intracraneáles intracraneales los huesos faciales y a la mandíbula, causando erosión ósea.
Ninguna (pero está MAV (enfermedad de Angiográficamente, las malformaciones arteriales se
asociado con síndrome Osler-Weber-Rendu) caracterizan por arterias tortuosas y dilatadas con flujo alto
cutáneo complejo AVD (sinus pericranii, nevus
y venas de drenaje dilatadas. Son frecuentes las comunica-
hemangioma-vascular) azul en tetina de goma)
ciones y las fístulas (Fig. 13-25).
308· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
,
A B
,
•
e o
Fig. 13-25. Angiografía diagnóstica anterior a la embolización de un niño de nueve años de edad que
ha perdido los dientes de la mandíbula inferior y tiene una malformación vascular facial. Inyección su-
praselectiva de la arteria facial con radiografías en fase arterial precoz (A) y tardía (B), proyección late-
ral que muestra una malformación arteriovenosa de alto flujo en la mandíbula (A, flechas pequeñas)
con drenaje a la vena alveolar inferior masivamente dilatada (B, flechas grandes). Nótese el llenado re-
trógrado de las venas facial profunda y yugular externa (puntas de flecha). Cateterización supraselec-
tiva de la arteria lingual con radiografías en fase arterial precoz (e) y tardía (O), proyección lateral, que
muestra vasos adicionales aferentes (e, flechas pequeñas) y ectasia ven osa (O, flechas grandes).
Capítulo 13 - Malformaciones vasculares • 309
A B
e o
Fig. 13-26. Niño de 10 años de edad con enfermedad de Osler-Weber-Rendu con una epistaxis inco-
ercible. Angiografía selectiva maxilar interna izquierda con proyecciones en fase arterial precoz (A) y
tardía (B), proyección lateral, que muestra múltiples nidos capilares dilatados con estancamiento vas-
cular prolongado en la mucosa orbitaria, nasofaríngea y oral (flechas). C: Angiografía selectiva tem-
poral superficial izquierda, fase arterial media, proyección lateral, que muestra que la arteria facial
transversa (flecha grande) también opacifica numerosas telangiectasias capilares nasosinusales (fle-
chas pequeñas). O: Angiografía de la carótida interna izquierda, fase arterial tardía, proyección late-
ral, que muestra que las ramas extraoculares de la arteria oftálmica irrigan un nido telangiectásico en
la mucosa orbitaria (flecha)
310· Sección 11 - Patología de la vascularización craneocervlca!
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Capítulo 14
Neoplasias
y efectos de masa
A B
Fig. 14-1. A: Angiografía de la arteria carótida interna, en fase arterial, proyección AP, que muestra
las características de una masa pequeña intracraneal avascular (flechas). Nótese la ligera herniación
subfalcial de derecha a izquierda de la arteria cerebral anterior (flechas pequeñas) con estiramiento
focal y plegamiento de las ramas corticales (cabeza de flechas) alrededor de la masa de aspecto
avascular. B: Arteriografía selectiva de la carótida externaen fase arterial, proyección AP, que mues-
tra que las ramas agrandadas de las arterias meníngea media y temporal superficial aportan vascula-
rización a la masa vascular. En la cirugía se encontró un meningioma típico.
A B
C ~D
Fig. 14-2. A: Esquema anatómico que muestra hematomas subdurales (HSD) bilaterales convexos
que se extienden dentro de la fisura interhemisférica. B: Corte axial de TCSC que muestra un coágu-
lo frontal posterior izquierdo agudo y un HSD interhemisférico adyacente (flechas). Las placas en fase
arterial precoz (C) y tardía (D) de la arteriografía de la carótida interna izquierda, en proyección AP,
muestran el efecto masa que se extiende dentro de la fisura interhemisférica. Nótese el desplaza-
miento lateral de ambas arterias cerebrales anteriores (flechas). Se evacuó un hematoma subdural en
la cirugía.
316· Sección 11 - Patología de la vascularización craneocervical
..................
....... •.............
;.
A B
Fig. 14-3. Esquema anatómico (A) y arteriografía de la arteria carótida interna izquierda, En proyec-
ción AP (B), que muestra un giro proximal de la arteria cerebral anterior que cruza la línea media (B,
flechas). Este aspecto habitualmente está producido por una masa (A, área de puntos) localizada en
los lóbulos frontal anterior o temporal.
•.................
..................
..--.....•..
. :;( .
A B
Fig. 14-4. Esquema anatómico (A) y arteriografía de la carótida interna izquierda, en proyección AP
(B), que muestra un giro distal de la ACA (B, flechas pequeñas). Este aspecto lo causa habitualmen-
te una masa (A, área de puntos) localizada en el lóbulo parietal posterior o temporal. Nótese el ángu-
lo brusco de la ACA cuando regresa a la línea media bajo la hoz del cerebro (flecha grande). El teñi-
do vascular del plexo pial pericalloso está inclinado y desplazado por la herniación de la
circunvolución del cíngulo (B, flecha blanca).
......... "'~'"
B
Fig. 14-5. Esquema anatómico (A) y arteriografía de la carótida interna izquierda, en proyección AP
(B), que muestra un giro "cuadrado" de la ACA (B, flechas pequeñas). Este aspecto habitualmente lo
causa una masa en el lóbulo holotemporal (A, área de puntos). Nótese el ángulo brusco cuando re-
gresa a la línea media por debajo de la hoz (flecha grande).
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 319
A B
Fig. 14-7. Estudios en fase venosa de dos pacientes diferentes que muestran desplazamientos de lado
a lado de la vena cerebral interna (VCI). A: Efecto de masa relativamente pequeño en el lado izquierdo
que desplaza la VCI (flecha) que cruza la línea media (el mismo caso que el que se ve en la Fig. 14-
4B). B: Signo de alfa con una masa mayor. Las venas talamoestriada (VTE) y cerebral interna (flechas
pequeñas) están desplazadas cruzando la línea media. La VCI vuelve a la línea media para unirse al
seno recto (flecha grande). El giro que forman la VTE y la VCI se parece a la letra griega alfa.
A B
Fig. 14-8. Este caso muestra un seudogiro de la ACA causado por atrofia. A: Corte de TCSC que
muestra una encefalomalacia posterior a infarto de los ganglios de la base. B: Arteriografía de la ca-
rótida interna izquierda, en fase arterial, proyección AP, que muestra un desplazamiento subfalcial li-
gero de derecha a izquierda de la ACA (flechas pequeñas) causado por un pérdida de volumen en el
hemisferio derecho en vez de por un efecto de masa en el lado izquierdo.
320· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
dos tipos de herniaciones que cruzan a través del ala esfe- motor ocular común que afecta a la pupila. El nervio oculo-
noidal: herniación transalar descendente y ascendente motor (tercer par craneal) se comprime cuando el uncus se
La herniación transalar descendente es mucho menos hernia medialmente en la incisura.
frecuente que la variedad ascendente. El lóbulo frontal es Conforme la herniación progresa y el tronco cerebral
empujado posteriormente sobre el ala mayor del esfenoi- es empujado contra el lado opuesto del tentorio, las vías
des, causando un desplazamiento posterior de la arteria ce- corticoespinales contralaterales no cruzadas y las vías corti-
rebral media (ACM) y del triángulo silviano (Fig. 14-11). cobulbares se pueden volver isquémicas. Esto produce una
La herniación transalar ascendente está causada por paresia o parálisis que es ipsilateral al efecto masa, un fenó-
masas grandes del lóbulo temporal. La ACM es desplazada meno que a veces se denomina el signo falso de localización
hacia arriba y sobre el reborde esfenoidal. El triángulo de (3). La hendidura visible producida por la compresión del
Silvio está comprimido, rotado y elevado (Fig. 14-12; véase tronco contra el tentorio se conoce como hendidura de
también la Fig. 14-9A para un ejemplo más grave de her- Kernohan.
ni ación transalar ascendente).
Complicaciones de las herniaciones cerebrales
Herniación amigdalina
La hidrocefalia así como el coma y la parada respiratoria
Dos tercios de los pacientes con hernia transtentorial
pueden suceder con herniaciones cerebrales graves. La
ascendente y la mitad de aquellos con descendente tie-
compresión y el estiramiento de las arterias y las venas con
nen una herniación amigdalina concurrente (6). Con los
desplazamientos groseros del cerebro pueden causar alte-
efectos de masa de la fosa posterior de cualquier etiolo-
raciones circulatorias en los hemisferios cerebrales y en el
gía, las amígdalas cerebelosas se desplazan inferiormente
tronco encefálico. Como la posición de las arterias cuando
a través del agujero magno (4). Los signos angiográficos
cruzan los pliegues durales difiere de paciente a paciente,
incluyen un desplazamiento inferior de la arteria cerebe-
la localización precisa de las alteraciones vasculares y los
losa posteroinferior (ACPI) y de sus ramas amigdalinas a
síntomas siguientes de los síndromes de herniación tam-
través del agujero magno (Fig. 14-13 A). Los estudio en
bién son variables de alguna manera (8).
fase ven osa pueden mostrar angulación de las venas ver-
El infarto occipital es la complicación isquémica más
miana inferior y amigdalinas sobre el borde del agujero
común. Sucede cuando la ACP se comprime contra la inci-
magno (Fig. 14-13 E).
sura tentoríal por la herniación del lóbulo temporal (4).
Complicaciones isquémicas menos frecuentes de la hemia-
Síntomas clínicos de las herniaciones cerebrales
ción cerebral incluyen los infartos bemisféricos superomediales
El signo focal más precoz de una herniación transtento- (territorio de la ACA). Aquí la herniación subfalcial de la cir-
rial descendente es a menudo una parálisis del oculomotor o cunvolución del cíngulo comprime la arteria callosomarginal
A
Fig. 14-9. Esquema anatómico (A) y arteriografía cerebral derecha, en proyección lateral (B-O), que
muestran una herniación transtentorial descendente (HTD) y transalar ascendente (HTA) causada por
un gran hematoma en el lóbulo temporal secundario a una MAV parcialmente trombosada. Nótese el
desplazamiento inferior de la arteria cerebral posterior fetal (HTD).
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 321
.-
¡/
)
G Fig. 14-9. Continuación. Placas en fase
arterial media (B) y tardía (e) de la arte-
riografía carotídea, en proyección late-
ral, que muestran un gran efecto de ma-
+•
Fig. 14-10. Herniación transtentorial ascendente secundaria a un efecto masa marcado en la fosa
posterior. A: Angiografía vertebrobasilar, proyección lateral, que muestra un desplazamiento llamativo
de las arterias cerebelosa superior y cerebral posterior (flechas grandes) y un desplazamiento ante-
roinferior de la arteria cerebelosa posteroinferior (ACPI) y de sus ramas (flechas pequeñas). B:
Angiografía de la carótida interna, en proyección lateral, con llenado transitorio de las arterias cere-
belosas posteriores, y que muestra elevación, estiramiento, y plegamiento de estas arterias y de sus
ramas (flechas) por herniación ascendente del cerebelo a través de la incisura tentorial.
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 323
( i r-.....
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I
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B
Fig. 14-11. A: Esquema anatómico que muestra la herniación transalar descendente causada por
una masa frontal grande (área de puntos). Nótese el desplazamiento posterior e inferior del triángulo
silviano. B: Angiografía de la arteria carótida interna, en fase arterial, proyección lateral, que muestra
el desplazamiento posterior del triángulo silviano (línea de puntos) (el mismo caso de la Fig. 14-38).
324· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
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B
Fig. 14-12. A: Esquema antómico que muestra una herniación translar ascendente causada por una
masa grande en el lóbulo temporal posterior (área de puntos), El triángulo silviano, que se muestra
con las líneas continuas, está desplazado anterosuperiormente por encima del ala del esfenoides. B:
Angiografía de la arteria carótida interna izquierda, en fase arterial, proyección lateral, que muestra
una masa avascular en el lóbulo temporal (elipse) con elevación y desplazamiento anterior del trián-
gulo silviano (línea de puntos),
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 325
t
A B
Fig. 14-13. A: Angiografía vertebral, en fase arterial, proyección lateral, en un paciente con HTO y
herniación amigdalina secundaria (el mismo caso que en la Fig. 14-9). El lóbulo temporal se ha her-
niado inferiormente a través de la incisura tentorial (Fig. 14-98-0), desplazando las arterias cerebelo-
sas superiores hacia abajo (flechas). El desplazamiento inferior del bucle medular lateral de la ACPI
(flecha grande) y de sus ramas amigdalinas (punta de flecha) indica herniación amigdalina. B: Fase
venosa de la angiografía que muestra el desplazamiento inferior y el pinzamiento del plexo venoso
pontomedular (flecha grande). Nótese la angulación de las venas vermianas inferiores sobre el borde
del agujero magno (flecha pequeña).
contrael borde inferior (libre) de la hoz del cerebro. Los in- tardía o en la fase capilar precoz de las arteriografías cere-
[artos de los ganglios de la base suceden con herniaciones brales. El teñido angiográfico no es patognomónico de neo-
transtentoriales descendentes graves. Las ramas perforantes plasia. Sucede normalmente en algunas áreas relativamen-
del polígono de Willis se ocluyen cuando se doblan u oclu- te vascularizadas como los ganglios de la base (Fig. 7-16B)
yencontra la base del cráneo (9,10). y simplemente refleja un aumento de la densidad de los
capilares.
NEOPLASIAS INTRACRANEALES Un teñido vascular anormal es un hallazgo angiográfi-
co no específico y puede suceder con traumatismos, infec-
Los tumores intracraneales tienen hallazgos angiográfi- ción, isquemia cerebral y aumento de la actividad metabó-
cos directos e indirectos. Las anomalías directas incluyen lica que acompaña a las convulsiones prolongadas
agrandamiento de las arterias de aporte de las neoplasia s (Capítulo 16).
vascularizadas, visualización de vasos anormales dentro del El teñido tumoral también puede representar aumento
tumor (teñido o rubor tumoral y neovascularización), corto- de la densidad de vasos secundaria a proliferación vascular
circuitos arteriovenosos, seudoaneurismas oncóticos yenca- neoplásica. Gran variedad de neoplasia s intracraneales tanto
jonamiento vascular y oclusión. Las anomalías indirectas son benignas como malignas muestran un teñido vascular pro-
principalmente aquellas del desplazamiento vascular. longado y uniforme en las angiografías cerebrales. Ejemplos
de los tumores en los que se obtienen algunas veces angio-
Anomalías directas grafías previas a la cirugía o procedimientos intervencionis-
tas son el meningioma, el adenoma hipofisario invasivo, el
Agrandamiento arterial papiloma de los plexos coroideos y el hemangioblastoma.
El meningioma es el tumor cerebral primario de estirpe
Los vasos de aporte de las neoplasias vasculares pue-
no glial más común. A grandes rasgos, los meningiomas habi-
den agrandarse, lo que refleja un aumento del flujo sanguí-
tualmente son lesiones nítidamente circunscritas que tienen
neo al tumor (Figs. 14-15 A, 14-18 A y 14-21 A). El aumen-
una interfase nítida entre el tumor y el cerebro. Esto tumores
to de tamaño raramente es tan llamativo como sucede con
a menudo están rodeados por una hendidura de aracnoides
las malformaciones arteriovenosas y las fístulas.
con LCR atrapado y vasos prominentes (Fig. 14-14).
Microscópicamente, los meningiomas son lesiones heterogé-
Teñido
neas histológicamente que se dividen en tres categorías bási-
Algunas veces se observa una acumulación de contras- cas: (a) meningioma (meningioma benigno común), (b) me-
te que se llama rubor, teñido o mancha en la fase arterial ningioma atípico y (e) meningioma anaplásico (maligno).
326· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Fig. 14-14. Esquema anatómico, visión lateral, que muestra un gran meningioma de la convexidad
que se invagina en el cerebro. El cráneo subyacente se ha retirado por los propósitos de la ilustra-
ción, dejando la arteria meníngea media (AMM) intacta. Como se ve aquí, los vasos durales típica-
mente proporcionan aporte sanguíneo al centro del meningioma. Nótese el "sol naciente" de vasos (lí-
neas de puntos pequeños) con radios hacia fuera desde el pedículo vascular central en el espolón
enostótico. Las ramas piales, que se muestran aquí surgiendo desde la arteria cerebral anterior (líne-
as de puntos grandes), proporcionan aporte típicamente a la periferia del meningioma. Están presen-
tes la hendidura característica de líquido cefalorraquídeo (LCR) atrapado y los vasos entre el tumor y
la corteza desplazada.
Angiográficamente, la mayoría de los meningiomas son meningiomas benignos pueden crecer en un seno dural ad-
tumores muy vascularizados que reciben aporte inicial- yacente, y por lo tanto ocluirlo (Fig. 14-17).
mente por unos vasos en forma de sol naciente desde las Los adenomas bipofisarios son neoplasias extraaxiales
arterias meníngeas hipertrofiadas (Fig. 14-15B). Las placas frecuentes. Ahora se realiza la angiografía sólo cuando es-
en fase arterial tardía y capilar muestran a menudo un teñi- tos tumores son invasivos y se planea una cirugía radical de
do vascular homogéneo prolongado (Fig. 14-15 B). La ar- la base del cráneo. Los hallazgos angiográficos de los ade-
teriografía de la carótida interna o de la vertebral pueden nomas hipofisarios incluyen el desplazamiento vascular y
mostrar sólo un efecto de masa avascular (Fig. 14-15C y un teñido vascular prolongado y relativamente uniforme
D). La periferia de los tumores mayores puede recibir el (Fig. 14-18; véase también la Fig. 14-22).
aporte de vasos piales parasitados (Figs. 14-14 y 14-16). Los hemangioblastomas son tumores poco frecuentes
Los patrones angiográficos de meningioma varían am- de origen desconocido. Suponen aproximadamente el 7%
pliamente y no se correlacionan bien con el grado tumoral. los tumores primarios de la fosa posterior en los adultos.
Algunos meningiomas típicos histológicamente muestran Aunque del 10% al 20% se asocian con el síndorme de
neovascularización con cortocircuitos arteriovenosos. Los von Hippel-Lindau (VHU, la mayoría aparecen de forma
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 327
e o
Fig. 14-15. Angiografía de la arteria carótida externa con placas en fase arterial precoz (A) y tardía
(8), en proyección lateral, que muestra ramas agrandadas de la arteria meníngea media (flechas pe-
queñas) que proporcionan aporte a un tumor vascular de base dural (A, flecha grande). Nótese la
acumulación prolongada del contraste (8, puntas de flecha). C: Angiografía de la arteria carótida in-
terna, en fase arterial tardía, proyección lateral, que muestra un efecto masa avascular con estira-
miento focal y plegamiento de las ramas piales distales (flechas). O: Fase venosa que muestra que la
masa comprime ligeramente el seno sagital superior (flechas), que aún es patente. Se extirpó quirúr-
gicamente un meningioma típico.
328· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A
~~.-*- ~~ ~ ~ B
C D
Fig. 14-16. Este meningioma típico muestra aporte vascular dual de las carótidas externa e interna.
La angiografía carotídea externa en fase arterial precoz (A) y tardía (B), en proyección lateral, mues-
tra que las arterias meníngeas medias agrandadas proporcionan aporte vascular al centro de un me-
ningioma de la convexidad (flechas). La angiografía de la carótida interna en placas en fase arterial
(C) y ven osa (O), en proyección lateral, muestran el aporte pial (flechas) del borde del tumor.
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 329
A B
Fig. 14-17. Pequeño meningioma de la hoz con invasión del seno sagital superior (SSS). A:
Proyección axial de una arteriografía por RM de alta resolución realzada con contraste que muestra
que el tumor (flechas pequeñas negras) invade, pero no ocluye, el SSS (flechas grandes blancas). B:
Angiografía de la carótida interna izquierda, en fase venosa, proyección oblicua, que muestra la inva-
sión del SSS (flechas).
esporádica. Pueden aparecer múltiples hemangiomas, lo cos suceden con tumores cerebrales primarios altamente
que es diagnóstico de VHL. Alrededor del 60% de los he- malignos como el glioblastoma multiforme y el oligodendro-
mangioblastomas son masas quísticas con un nódulo mural glioma anaplásico (Figs. 12-12 y 12-13). Se pueden ver ha-
que impronta en la superficie pial; el 40% son sólidos (4). llazgos idénticos en las metástasis de tumores primarios
Los hallazgos angiográficos son los de una masa quísti- vasculares extracraneales (Fig. 14-20).
ca (o sólida) de la fosa posterior con un nódulo mural muy
vascularizado. Es típica la acumulación intensa y prolonga- Cortocirruitos arteriovenosos
da de contraste que persiste en la fase capilar (Fig. 14-19).
Los cortocircuitos arteriovenosos se caracterizan an-
giográficamente por uno llenado venoso precoz (venas de
Neovascularización
drenaje precoz). Aunque a menudo se ven en los astrocito-
La proliferación microvascular en los tumores puede mas de alto grado y en las metástasis (Fig. 14-20), los corto-
estar inducida por factores de crecimiento angiogénicos. circuitos arteriovenosos no son patognomónicos de neo-
Los cambios en la arquitectura vascular por la neoplasia plasia. A menudo suceden en lesiones benignas como las
incluyen la formación de nuevos vasos sanguíneos (neo- malformaciones arteriovenosas y las fístulas. Otras causas
vascularización), desarrollo de microaneurismas, ectasia de las llamadas venas de drenaje precoz incluyen la isque-
venosa y distensión de los vasos. La neovascularización mia cerebral, la contusión y las convulsiones prolongadas
sucede a menudo en conjunto con las discontinuidades (véase el recuadro de más abajo).
fisiológicas o ultraestructurales de la barrera hematoen- Los cortocircuitos arteriovenosos neoplásicos son el
cefálica (l). resultado de dos procesos distintos: (a) desarrollo de cone-
Las manifestaciones angiográficas de neovasculariza- xiones arteriovenosas anormales secundarias a la angiogé-
ción incluyen un aumento en la densidad vascular dentro nesis tumoral y (b) cambios fisiológicos como resultado de
del lecho turnoral, aspecto irregular y grotesco de los vasos, la elaboración por el tumor de varios factores vasoactivos
remanso y acumulación del contraste, seudoaneurismas, y así como de necrosis, hemorragia y efectos locales (p. ej.
cortocircuitos arteriovenosos. Estos hallazgos angiográfi- cambios metabólicos y alteraciones en el pH) (1).
330· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A B
C o
. Fig. 14-18. Adenoma hipofisario invasivo. Placas en fase arterial precoz (A) y venosa (B) de una an-
giografía de la arteria carótida interna derecha, en proyección lateral, que muestra una arteria rnerñn-
gohipofisaria agrandada (A, flechas) que proporciona aporte vascular a una masa que tiene un teñi-
do vascular uniforme que persiste hasta la fase venosa precoz (B, flechas). Placas en fase arterial (C)
y venosa (D), en proyección AP, que muestran la masa vascular (D, flechas pequeñas). Nótese el
desplazamiento lateral (C, flecha grande) e inferior (A, flecha grande) de la arteria carótida interna
por la masa (D, flechas pequeñas). Se resecó un adenoma hipofisario invasivo.
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 331
Desplazamiento vascular, encajonamiento y oclusión ticales e invasión de los senos durales. Son más frecuentes
las estenosis venosas y las oclusiones con los tumores extra-
Los tumores intracraneales a menudo desplazan y en-
axiales como los meningiomas y las metástasis durales (Fig.
cajonan las arterias adyacentes. Son ejemplos clásicos los
14-17).
cambios en las arterias carótida interna y vertebrobasilar
que suceden en los tumores grandes de la base del cráneo
como el adenoma hipofisario, el meningioma y el cordoma NEOPLASIAS EXTRACRANEALES
(Figs. 14-21 y 14-22).
Las oclusiones arteriales francas y los infartos son ma- La angiografía diagnóstica en los pacientes con neopla-
nifestaciones poco frecuentes de las neoplasias intracranea- sias extra craneal es a menudo se obtiene cuando los estu-
les. Por el contrario, sí suceden oclusiones de las venas cor- dios de imagen iniciales muestran que la lesión es altamen-
A 8
C o
Fig. 14-20. Se ilustra la neovascularización, en este caso. de una metástasis en la fosa posterior.
Angiografía vertebral derecha en placas en fase arterial precoz (A) y tardía (B) que muestra cómo
una arteria cerebelosa posteroinferior agrandada (flechas pequeñas) aporta sangre a una masa vas-
cular con vasos de aspecto grotesco con remanso y acumulación de contraste (flechas grandes).
Existe un cortocircuito arteriovenoso (puntas de flecha). Placas en fase arterial precoz (C) y tardía (O),
en proyección AP. que muestran la masa (flechas grandes) con llenado precoz de las venas de dre-
naje (puntas de flecha)
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa > 333
te vascular, puede tener un acceso quirúrgico difícil, invade través de los agujeros y las fisuras naturales hacia la nariz,
la base del cráneo, o está íntimamente relacionada con va- la fosa pterigopalatina, la órbita, el seno esfenoidal y el se-
sos importantes como la arteria carótida (11). La delimita- no cavernoso.
ción del aporte vascular y la identificación de patrones de Los hallazgos angiográficos del ANJ incluyen una arte-
flujo colateral potencialmente peligrosos también es una ria maxilar interna desplazada y agrandada que aporta san-
parte esencial de los procedimientos intervencionistas en gre a una masa vascular lobulada dentro de la fosa pterigo-
estos pacientes. palatina. Es típico un teñido vascular intenso, prolongado,
aunque las venas de drenaje precoz son poco comunes (Fig.
14-23). Los ANJ también pueden recibir aporte sanguíneo
Tumores extracraneales benignos de otros vasos como las arterias faríngea ascendente y la vi-
La angiografía se realiza a menudo para la valoración y diana (Fig. 14-24). A menudo se realiza una embolización
el tratamiento de los angiofibromas nasofaríngeos juveniles previa a la operación de estas lesiones muy vascularizadas
(ANJ), los tumores glómicos y los meningiomas. para disminuir la pérdida sanguínea durante la cirugía (12).
A B
Fig. 14-23. Se ilustra un angiofibroma nasofaríngeo juvenil (ANJ) clásico. Angiografía de la arteria
carótida externa izquierda en placas en fase arterial precoz (A) y tardía (B), en proyección lateral,
que muestra una masa vascular lobulada (flechas). Nótese la acumulación de contraste relativamen-
te uniforme.
••
A,B c
Fig. 14-24. Se muestra un angiofibroma nasofaríngeo juvenil grande que tiene un aporte vascular sig-
nificativo de la arteria vidiana, una rama de la arteria carótida interna petrosa. Angiografía de la caró-
tida interna izquierda en placas en fase arterial precoz (A) y tardía (B), en proyección AP, que mues-
tra una arteria vidiana agrandada (A, flecha grande) que proporciona aporte vascular a la masa
vascular (A y B, flechas pequeñas). C: Proyección lateral que muestra que la arteria vidiana (flecha
grande) proporciona aporte sanguíneo a la masa vascular (flechas pequeñas).
336· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
cretora, con menos de un 5% que demuestren producción Los tumores glómicos tienen hallazgos angiográficos
de catecolaminas o serotonina. Aunque la angiografía pue- llamativos. Los paragangliomas se parecen sin importar su
de precipitar una crisis hipertensiva, el riesgo es relativa- localización. Es típica una masa vascularizada redondeada
mente pequeño (11). o lobulada, bien delimitada, con acumulación densa y pro-
Los paragangliomas se encuentran en muchas localiza- longada del contraste (Fig.14-25). El encajonamiento y e!
ciones y se denominan según el sitio. Los tumores del glo- estrechamiento vascular puede suceder en tumores mayo-
mus timpánico son paragangliomas del oído medio que sur- res (Fig. 14-26). También ocurren cortocircuitos arteriove-
gen del nervio de J acobson. Típicamente -pero no nosos con venas de drenaje precoz (Fig. 14-27). Los tumo-
invariablemente- suceden en el promontorio coclear y res del glomus yugular a menudo ocluyen la vena yugular
pueden causar un tinnitus pulsátil. Los tumores del glomus (Fig. 14-27B).
yugular surgen de la adventicia de la fosa yugular y por tan-
to se presentan a menudo como una neuropatía del IX has-
Meningiomas y schwanomas
ta el XI par craneal. El término glomus yugulotimpanico se
utiliza cuando un tumor del glomus yugular crece hasta el Es frecuente la extensión inferior de un meningioma
oído medio (12 a). de la base del cráneo o intracraneal. Sin embargo, sólo e!
El tumor del cuerpo carotídeo, otra forma de tumor gló- 1% de los meningiomas suceden fuera de la duramadre de!
mico, sucede en la bifurcación carotídea y representa un SNC. El sitio más frecuente extracraneal y extraespinal es
tercio de los paragangliomas de la cabeza y el cuello. Los en los senos paranasales.
tumores del glomus vagal y yuxtavagal suponen el 10%; el Los schwanomas surgen de la vaina nerviosa de los ner-
resto de las localizaciones son raras. Los tumores multifo- vios periféricos, espinales o craneales. Son lesiones relativa-
cales suceden en el 10% de los casos. Se ha descrito una mente poco comunes; la cabeza y el cuello, incluyendo e!
forma familiar que tienen una incidencia aumentada de tu- SNC, son, con gran diferencia, su localización más írecuen-
mores múltiples (30% de casos) (11). te. Casi dos tercios de los schwanomas suceden en el SNC; y
A,B
Fig. 14-25. Angiografía de la arteria carótida común en placas en fase arterial precoz (A), media (B) y
tardía (C), en proyección lateral, que muestra un tumor del cuerpo carotídeo clásico. Nótese la sepa-
ración por la masa de las arterias carótida externa e interna (A, flechas). El contraste se acumula en
el tumor (B y C, flechas pequeñas), como se muestra por el teñido vascular intenso y prolongado.
A B
Fig. 14-26. Proyección lateral (A) y anteroposterior (B) de una angiografía de la arteria carótida co-
mún derecha que muestra un tumor muy vascular con desplazamiento marcado de la arteria carótida
interna (flechas grandes). Nótese el estiramiento, plegamiento y encajonamiento de las ramas de la
arteria carótida externa (flechas pequeñas). Se resecó un paraganglioma. probablemente con origen
en el cuerpo carotídeo.
A,B e
Fig. 14-27. Se muestra un tumor clásico del glomus yugular. Angiografía selectiva de la arteria farín-
gea ascendente (AFA) en placas en fase arterial media (A) y tardía (B), en proyección lateral, que
muestra una AFA agrandada (A, flecha grande) que proporciona aporte sanguíneo a un tumor muy
vascular (A, flechas pequeñas). El seno sigmoideo está ocluido por el tumor, y el contraste aparece
precozmente en la vena yugular interna, el plexo venoso del clivus y el plexo venoso occipital (A,
puntas de flecha). El drenaje venoso colateral es particularmente llamativo en la fase arterial tardía
(B). C: Inyección selectiva de la arteria occipital que muestra que una rama estilomastoidea agranda-
da (flecha grande) también proporciona aporte sanguíneo al tumor (flechas pequeñas).
338· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A,B e
Fig. 14-28. A: Proyección anteroposterior de una angiografía de la arteria carótida común derecha,
en fase arterial precoz, que muestra un desplazamiento anteromedial de la arteria carótida interna y
lateral de la carótida externa alrededor de una masa avascular (flechas). Angiografía de la vertebral
derecha, con placas en fase arterial media (B) y tardía (e), en proyección lateral, que muestra aporte
vascular a la masa (B, flechas) y agrupaciones dispersas de contraste acumulado (e, flechas). Se
encontró un schwanoma vagal en la cirugía.
A B
Fig. 14-29. Proyecciones anteroposteriores de angiografías de la arteria carótida común derecha (A)
e izquierda (B) que muestran focos bilaterales múltiples de acumulación de contraste (flechas).
Adenopatías reactivas no neoplásicas.
Capítulo 14 - Neoplasias y efectos de masa • 339
Imitadores de tumor
Las adenopatías reactivas pueden aparecer vasculares
ocasionalmente en las angiografías carotídeas. La acumula-
ción de contraste en estos casos produce un teñido vascu-
lar tenue y prolongado. Las adenopatías reactivas a menu-
do implican múltiples ganglios y frecuentemente son
+
bilaterales (Fig. 14-29).
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Capítulo 15
Vasculopatía
no ateromatosa
La aterosclerosis es la causa más común de estrecha- lo si está ausente el conducto carotídeo óseo (Capítulo 3).
miento arterial generalizado y de un patrón angiográfico La hipoplasia de la ACI verdadera también es infrecuente.
comouna vasculitis. Sin embargo, un gran número de en- En contraste, la ausencia o hipoplasia de una arteria verte-
fermedades no ateromatosas también afectan a los vasos bral es una variante común normal. La/enestración o dupli-
craneocerebrales. En este capítulo, el objetivo inicial son cación de una gran vaso es una causa poco frecuente de es-
lasenfermedades no ateromatosas que causan una vas culo- trechamiento vascular (Fig. 9-12).
patíaextracraneal, y después se consideran las enfermeda-
desque afectan a los vasos intracraneales. La aterosclerosis Síndromes neurocutáneos
y la estenosis carotídea se consideran en el Capítulo 16.
La mayoría de las facomatosis que tienen una vascu-
lopatía como una parte reconocible del espectro de su
VASCULOPATíA EXTRACRANEAL enfermedad afectan a los vasos intracraneales; la afecta-
La vasculopatía causa tanto estenosis como agranda- ción extracraneal en comparación es rara. La neurofi-
mientoarterial. Las causas no ateromatosas de estrechamien- bromatosis tipo 1 (NF-l) puede tener como complica-
to vascular extra craneal incluyen una gama que comprende ción fístulas arteriovenosas. La tortuosidad y las ectasias
desdelas anomalías congénitas hasta el encajonamiento neo- fusiformes son manifestaciones menos comunes de la
plásico.En consecuencia, el hallazgo angiográfico de un vaso NF-1 (2).
grande pequeño tiene un diagnóstico diferencial extenso
(Fig.15-1y Tabla 15-1) (1). El aspecto opuesto, la ectasia y el Otras enfermedades hereditarias
agrandamiento fusiforme, son manifestaciones menos comu- La mayoría de las enfermedades hereditarias con vas-
nes de la vasculopatía no ateromatosa, pero este hallazgo culopatía craneocervical afectan a los vasos intracranea-
también tiene un diagnóstico diferencial igual de amplio les. Una excepción es el síndrome de Mar/an. La necrosis
(Tabla15-2). quística de la media (NQM) es la lesión arterial caracte-
rística más común del síndrome de Marfan (Fig. 12-5).
Anomalías congénitas Sin embargo, la NQM también se asocia con otras enfer-
medades y se encuentra en el 2% de los casos generales
Aplasia e hipoplasia
de autopsia (3).
La ausencia congénita de la arteria carótida interna La complicación cardiovascular más común del sín-
(ACI)es una anomalía rara que se debería diagnosticar só- drome de Marfan es la disección aórtica. También es la
341
342· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Etiología
Hipoplasia congénita
Reducción adquirida del flujo
•·::·11··
Raro
Frecuente
A ••
Frecuente
Raro
~
Estrechamiento iatrogénico
El uasoespasmo inducido por catéter es una complicación
relativamente frecuente aunque transitoria de la angiografía
cerebral. Los hallazgos varían desde constricciones lisas o
fusiformes hasta áreas alternantes de estenosis y dilatación
que se parecen a la displasia fibromuscular (DFM) (Figs. 15-
4 hasta 15-6). El vasoespasmo inducido por catéter o por la
guía puede ser grave, lo que causa ectasia del contraste en el
vaso afectado que persiste hasta la fase ven osa tardía de la
Fig. 15-1. Angiografía del arco aórtico, en fase arterial, proyec-
secuencia angiográfica (Fig. 15-7). La mayoría de los casos
ción OAL (oblicua anterior izquierda), en un paciente que reci-
be radioterapia por un carcinoma de células escamosas inva- se resuelven rápidamente tan pronto como se quita el caté-
sivo del cuello. La arteria carótida interna izquierda está ter. Son raros la isquemia cerebral o el infarto franco.
ocluida inmediatamente distal al bulbo (flecha grande). Nótese Las ondas arteriales estacionarias, una forma de las lla-
la disminución de calibre de toda la arteria carótida común (fle- madas contracciones espásticas circulares, son constriccio-
chas pequeñas) secundaria a la reducción del flujo distal.
-•..
TABLA 15-2. Vasos grandes agrandados.
diagnóstico diferencial
causa de muerte más frecuente en los adultos. La disección
espontánea que afecta las arterias craneoencefálicas sucede
pero es menos frecuente (Fig. 15-2). También se observa
en algunos casos ectasia y tortuosidad de las arterias caróti-
Etiología
1fIII--··
Relacionada con la edad Frecuente Frecuente
da extracraneal y vertebral (Fig. 12-5 A) (4).
(DVB)
Otras enfermedades hereditarias del tejido conjuntivo Aterosclerosis Frecuente Frecuente
que se asocian con disecciones arteriales espontáneas in- Relacionada con el flujo (MAV/FAV) Frecuente Frecuente
cluyen el síndrome de Ehlers-Danlos tipo IV y la enferme- Seudoaneurisma Frecuente Raro
dad poliquística renal autosómica dominante (2). Los pa- Enfermedad colágeno- Raro Raro
cientes con enfermedad cardíaca congénita también tienen vascular (LES)
Arteritis de Takayasu Raro Raro
un riesgo mayor tanto de disecciones arteriales intracranea-
NF-1 Raro Raro
les como extracraneales (5). Síndrome de Marfan Raro Raro
Enfermedad del pelo Raro Raro
rizado de Menkes
Enfermedades adquiridas Enfermedad mucocutánea Raro Raro
ganglionar (Kawasaki)
Gran número de enfermedades adquiridas pueden cau-
sar estrechamiento de los grandes vasos (Fig. 15-3). Estas va- DVB, dolicoectasia vertebrobasilar
c
Fig. 15-2. Mujer de 34 años de edad que ha sufrido varios días de dolor sordo de cabeza y de cuello. A:
Angiografía de la carótida común derecha, en fase arterial, proyección lateral, que muestra el segmento
medio cervical de la arteria carótida interna (ACI) dilatado, irregular (flechas pequeñas) con un seudoa-
neurisma (flecha grande). B: Angiografía de la carótida común izquierda, en fase arterial, proyección la-
teral, que muestra un estrechamiento marcado de la ACI distal al bulbo carotídeo. Se ve flujo anterógrado
lento con el "signo de la cuerda" (flechas pequeñas). La ACI cavernosa (flecha blanca) parece pequeña
por la reducción del flujo. C: Angiografía de la subclavia izquierda, en fase arterial, proyección AP, que
muestra segmentos largos en los que se alternan constricciones y dilataciones (flechas). El paciente tenía
un síndrome de Marfan con disecciones múltiples y un seudoaneurisma de la carótida derecha .
.,, ,,,
,, ,,
A B e o
Fig. 15-3. Esquemas anatómicos, en proyección lateral, que muestran la bifurcación de la carótida común y la
arteria carótida interna cervical sana y enferma. A: Normal. B: Estrechamiento leve pero largo de un segmen-
to de la ACI que respeta el bulbo y el segmento petroso. Este aspecto no es específico y se puede ver en la
disección aguda espontánea o curada así como en la forma tubular de la displasia fibromuscular. Una dismi-
nución del calibre del vaso secundaria a un reducción simple del flujo también puede producir un aspecto si-
milar en las angiografías cerebrales, pero habitualmente también reduce el calibre de la arteria carótida inter-
na y del bulbo (Fig. 15-15). C: Las ondas arteriales estacionarias son contracciones espásticas circulares
temporales que aparecen de forma simétrica y uniforme, afectan a ambos lados de la pared del vaso igual-
mente y no causan estenosis. Las ondas separadas regularmente están exageradas por el propósito de la
ilustración. D: Displasia fibromuscular con el aspecto típico en cuentas de collar. Nótense las áreas irregulares
de saculaciones alternando con las estenosis. La afectación de la pared del vaso es asimétrica.
344· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Fig. 15-4. Angiografía de la arteria carótida interna derecha, Fig. 15-5. Angiografía de la arteria carótida común derecha,
en fase arterial, proyección AP, que muestra un espasmo en fase arterial, proyección AP. La guía se pasó inadvertida-
por catéter. Nótese el área de constricción (flecha curva) mente hasta la arteria carótida interna (ACI), causando va-
con contracciones distales de la ACI (flechas pequeñas). soespasmo con estenosis y dilataciones temporales que se
asemejan a la displasia fibromuscular (flechas). El resultado
al repetir la angiografía (no mostrada) era normal.
nes regulares, espaciadas a igual distancia, que a veces se afectación de múltiples vasos en el 60% al 75 % de los ca-
observan durante la angiografía cerebral (Figs. 15-3C y 15- sos (1).
8). El diagnóstico diferencial de las ondas estacionarias es La displasia fibromuscular se encuentra más común-
la DFM. A diferencia de las constricciones y dilataciones mente en mujeres de 30 a 50 años. Se pueden descubrir ac-
alternantes que caracterizan la DFM, el calibre del vaso en- cidentalmente casos asintomáticos de DFM, aunque son
tre las constricciones circulares es normal (6). presentaciones comunes los ataques isquémicos transito-
Las complicaciones tardías de la endarterectomía o co- rios, los infartos cerebrales o la hemorragia subaracnoidea
locación de prótesis (stent) intravasculares pueden produ- (HSA) por aneurismas asociados (7).
cir un estrechamiento iatrogénico de la arteria carótida. La displasia fibromuscular se clasifica en tres tipos
La estenosis recurrente sucede a veces de forma histológicos, según qué capa de la pared arterial está
secundaria a una hiperplasia progresiva de la íntima afectada. La DFM de la media con anillos concéntricos
(Capítulo 16). engrosados de proliferación fibrosa e hiperplasia del
músculo liso es el tipo más común, representado del
90% al 95% de los casos. La DFM de la íntima con en-
Displasia fibromuscular
grosamiento de la íntima y fragmentación de la lámina
La displasia fibromuscular (DFM) es una arteriopatía elástica interna representa el 5 % de los casos. El tipo
que afecta las arterias de mediano calibre de muchas loca- menos frecuente es la DFM de la adventicia con fibrosis y
lizaciones. Aunque su origen preciso es desconocido, la engrosamiento de la adventicia y de los tejidos periarte-
DFM se ha comunicado asociada comúnmente con el dé- riales (7).
ficit de o.l-antitripsina (éa). El lugar más común es la arte- Los hallazgos angiográficos de la DFM dependen del
ria renal. La ACI está afectada en casi tres cuartas partes tipo histológico. El hallazgo más frecuente son las estenosis
de todos los casos que afectan los vasos cefalocervicales; la multifocales que alternan con áreas de dilatación mural, el
arteria vertebral está afectada en el 15% al 25%. Hay llamado aspecto en "cuentas de collar" (Figs. 15-3D y 15-9).
Capítulo 15 - Vasculopatía no ateromatosa • 345
Disección
Las disecciones de la ACI extra craneal se están reco-
nociendo cada vez más como causa de infarto, represen-
tando el 20% de los infartos isquémicos en adultos jóve-
Fig. 15-6. Angiografía de la arteria subclavia izquierda, en nes. Histológicamente, las disecciones son el resultado
fase arterial, proyección AP. La punta del catéter (flecha de la penetración de sangre en la pared arterial, con es-
blanca) ha pasado a la arteria vertebral (AV) proximal y en- trechamiento u oclusión de la luz arterial y un diámetro
toncesse retiró hasta su orificio. Nótese el estrechamiento li- externo aumentado del vaso afectado (Figs. 18-1 y 18-2
so de la AV (flecha negra), que representa un vasoespasmo A y B) (9).
temporal.
-oOIIIIIIIIIII 8
Fig. 15-7. Angiografía de la arteria vertebral izquierda, en proyección anteroposterior, con placas en
fase arterial precoz (A) y venosa tardía (8). Vasoespasmo inducido por el catéter en la arteria verte-
bral proximal (no mostrado) que resultó en una ectasia con persistencia del contraste (8, flechas). El
vasoespasmo se resolvió cuando se retiró rápidamente el catéter.
346· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Arteritis
Las dos formas de arteritrs que afectan primaria-
mente a los vasos extracraneales son la arteritis de
Takayasu y la arteritis de la temporal. Ambas son formas
de arteritis de células gigantes y se distinguen por sus
presentaciones clínicas bastante diferentes. La enferme-
dad de Kawasaki, un tercer tipo de arteritis, es una vas-
culitis febril pediátrica que está causada probablemente
por superantígenos.
La arteritis de Takayasu es una panarteritis primaria de
etiología desconocida que afecta habitualmente a mujeres
Fig. 15-8. Angiografía de la arteria carótida común derecha, entre la edad de 15 y 45 años. La arteritis de Takayasu afee-
en fase arterial, proyección oblicua, que muestra una este- ta las arterias de mediano y gran calibre, en particular la
nosis de alto grado (flecha grande) con ondas estaciona-
aorta y sus ramas. La aorta abdominal, las arterias braquio-
rias arteriales separadas regularmente en la arteria carótida
interna (flechas pequeñas). Compárese con la Fig. 15-3C.
cefálicas (especialmente la subclavia) y las arterias renales
son los lugares más comunes.
La angiografía revela estenosis lisas y graduales u
oclusiones que afectan los orígenes de la subclavia, tron-
Las disecciones cefalocervicales pueden ser traumáticas o co braquiocefálico y carótidas comunes (14). Son menos
no traumáticas. Se discute la disección traumática en el frecuentes las dilataciones marcadas y los aneurismas y
Capítulo 18). Las disecciones no traumáticas pueden ser o es- afectan principalmente a la aorta ascendente y las arterias
pontáneas o suceder asociadas a una vasculopatía subyacente braquiocefálicas (15).
como la DFM. Otras entidades que se han comunicado que La arteritis de la temporal afecta las ramas craneales
predisponen a la disección incluyen la hipertensión, las cefaleas medianas y grandes de los grandes vasos. Se afectan típica-
rnigrañosas, la actividad física fuerte, los fármacos simpático- mente las mujeres por encima de los 50 años; el 95% están
mirneticos, las infecciones de la faringe y los anticonceptivos por encima de los 50. La cefalea y el dolor del cuero cabe-
orales (1). El medio, como los factores relacionados con el lludo se pueden asociar con una arteria temporal superfi.
tiempo o las enfermedades infecciosas pueden ser los respon- cial engrosada, nodular. El diagnóstico se hace habitual-
sables de los patrones estacionales peculiares de disección es- mente con la biopsia del vaso. Cuando se realiza una
pontánea de arterias cervicales (el pico sucede en octubre) (9a). angiografía, es normal o muestra segmentos de estenosis li-
La presentación clínica de la disección espontánea de sa, gradual u oclusión franca del vaso (14).
la ACI es altamente variable. Algunos son asintomáticos. La enfermedad de Kawasaki, también conocida como
Otros producen cefalea, dolor cervical o dolor occipital. síndrome mucocutáneo ganglionar febril infantil agudo,
Las disecciones pueden producir isquemia e infartos cere- afecta a los niños pequeños de todas las razas. Produce
brales, por reducción del flujo o por complicaciones trom- los cambios histológicos de una vasculitis sistémica y está
boembólicas. Algunos pacientes desarrollan un síndrome probablemente causado por superantígenos. Hay una
de Horner posganglionar (10). Son manifestaciones menos predilección por las arterias coronarías aunque los gran-
frecuentes de la disección de la ACI las parálisis de pares des vasos pueden estar afectados, especialmente en el
craneales inferiores (IX al XII) (11). segmento axilar de la arteria subclavia. Las anomalías
El aspecto angiográfico de la disección de la ACI ex- principales son estenosis, trombosis y formación de
tracraneal es variable. El hallazgo más frecuente es un es- aneurismas. Suceden complicaciones neurológicas en el
Fig. 15-9. Angiografías de la arteria ea-
rótida común derecha (A) e izquierda
(B), en fase arterial, proyección lateral,
en un paciente con una displasia fibro-
muscular (OFM) bilateral (flechas)
Nótese las áreas alternantes de dilata-
ciones y estenosis separadas irregular-
mente en la arteria carótida interna
(ACI) mediocervical. Este es el aspecto
típico "en cuentas de collar" de la OFM
(compárese con la Fig. 15-30) La pro-
trusión desde la ACI derecha (A, flecha
blanca) representa un seudoaneurisma
pequeño. Los segmentos de la ACI del
A B bulbo carotídeo y petroso son normales.
A B
Fig. 15-10. Hombre de 28 años de edad hipertenso con síndrome de Horner derecho. La RM (no
mostrada) reveló un hematoma paravascular en el espacio carotídeo con sospecha de disección de
la arteria carótida interna (ACI) Las proyecciones lateral (A) y oblicua (B) de la angiografía de la ca-
rótida común derecha en este paciente mostraron estrechamiento e irregularidad de la arteria caróti-
da interna distal (flechas pequeñas) con un seudoaneurisma (flechas grandes). La angiografía renal
(no mostrada) reveló los hallazgos típicos de la enfermedad fibromuscular.
348· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
Fig. 15-11. Este paciente presentó un comienzo súbito de Fig. 15-12. Angiografía de la arteria carótida común izquier-
cefalea grave y dolor en el lado izquierdo del cuello. Una da, en fase arterial, proyección lateral, que muestra una di-
angiografía de la arteria carótida común izquierda, en fase sección de la carótida con disminución irregular (flechas) y
arterial, proyección lateral, mostró un estrechamiento gra- oclusión distal. El bulbo está respetado.
dual de la arteria carótida interna (ACI) (flechas) Nótese
que el bulbo está respetado y que la ACI distal tiene un ca-
libre más normal (flecha grande). Se diagnosticó una disec-
ción espontánea de la carótida.
Fig. 15-13. Angiografía de la arteria carótida común derecha, en fase arterial, pro-
yección oblicua, que muestra un estrechamiento marcado de la arteria carótida
interna (flechas pequeñas) con una saculación elongada y prominente llena de
contraste (flecha grande). El paciente tenía una disección carotídea con seudoa-
neurisma.
focales de estenosis de forma lisa o irregular alternando Se han comunicado un par de casos con hallazgos an-
con segmentos dilatados (Fig. 15-17). giográficos de la PAN o con oclusiones francas o con seg-
mentos alternantes de estrechamiento y ensanchamiento
de las arterias intracraneales de pequeño y mediano tama-
Angiítis primaria del sistema nervioso central
ño. Estos hallazgos son indistinguibles de otras formas de
La angiítis primaria del sistema nervioso central vasculitis intracraneal (30).
(APSNC) se caracteriza histológicamente por inflamación
de la media y de la adventicia de las arterias y venas lepto-
Enfermedades sistémicas que pueden tener una angiítis
meníngeas pequeñas, pero puede estar afectados los vasos
secundaria del SNC
de cualquier calibre. Es variable la presencia de granulo-
mas (28). Aunque la afectación neurológica es común en ellupus
Algunos investigadores han sugerido que el diagnósti- eritematoso sistémico (LES), la vasculitis cerebral verdade-
co de APSNC se debería establecer sólo si (a) el paciente ra es rara (31). El hallazgo angiográfico más común en los
presenta cefalea con una combinación de déficit neurológi- pacientes con LES es una exploración de resultado normal
cos focales y difusos de al menos seis meses de duración (Fig. 15-18), seguido de una oclusión vascular no específi-
(excepto en casos de comienzo devastador); (b) se demues- ca e infarto (Fig. 15-19).
tran varias áreas de estrechamiento arterial segmentario en Las causas de infarto en el LES son numerosas e inclu-
la angiografía cerebral; (e) se ha descartado inflamación o yen la trombosis secundaria a la hipercoagulabilidad por
infección y (d) el resultado de una biopsia de leptomenin- anticuerpos antifosfolípido, émbolos por una endocarditis
ges/parénquima muestra inflamación vascular pero sin sig- de Libman-Sacks, aterosclerosis acelerada (quizás secun-
nos de infección, aterosclerosis o enfermedad neoplásica daria a hipertensión o a tratamiento con corticoides duran-
(29). te largo tiempo), y vasculitis cerebral (o vasculitis lúpica
primaria o secundaria a infección del SNC) (31).
Los anticuerpos antifosfolípido son inmunoglobulinas
Vasculitis sistémica con afectación del SNC
circulantes que están asociadas a un estado de hipercoagula-
Hay varios tipos de vasculitis necrotizantes que pue- bilidad y a enfermedad cerebrovascular isquémica. El síndro-
den afectar los vasos cerebrales. La poliarteritis nodosa me anti/os/olípido (SAF) primario sucede en pacientes con
(PAN) es una arteritis necrotizante diseminada que afecta AAF que no tienen LES u otra enfermedad del tejido con-
las arterias de pequeño y mediano calibre. Es una de las juntivo. Sucede una forma secundaria de SAF en individuos
tres vasculitis necrotizantes sistémicas relacionadas estre- que cumplen los criterios diagnósticos de LES (32).
chamente. La segunda es la angiítis por hipersensibilidad El síndrome antifosfolípido se caracteriza clínicamente
(alérgica) y la granulomatosis (variante de Churg-Strauss). por infartos que suceden a una edad muy temprana poco
La tercera variante es el síndrome de superposición de po- habitual, trombosis arteriales o venosas recurrentes, infer-
liangiítis, una vasculitis que tiene características tanto de la tilidad y pérdida fetal espontánea, y trombocitopenia. Las
PAN como de la angiítis alérgica (30). anomalías arteriales intracraneales más comunes son oclu-
A
Fig. 15-18. Este hombre de 19 años de edad con un lupus eri-
tematoso sistémico (LES) documentado se presentó con una
disminución rápida del estado mental. La RM mostró anomalí-
as múltiples, que indicaron una angiografía para valorar la
vascularización cerebral por una posible vasculitis lúpica. Se
muestra una angiografía de la carótida interna derecha, en fa-
se arterial, proyección lateral. No se identifican anomalías.
8
Fig. 15-20. Mujer de 38 años de edad con un síndrome de
anticuerpos antifosfolípido a la que se realizó una angiogra-
fía cerebral. Proyecciones laterales de las angiografías de
la arteria carótida interna derecha (A) y de la vertebral iz-
quierda (8) que muestran áreas multifocales de estenosis
irregular (flechas)
A B
Fig. 15-21. Esta mujer de 22 años de edad estaba tomando inhibidores de la monoamino oxidasa pe-
ro no estaba siguiendo las restricciones recomendadas de la dieta. Se le realizó una angiografía ce-
rebral cuando presentó una historia de cinco días de cefaleas graves en aumento. Proyecciones late-
ral (A) y anteroposterior (B) de una angiografía de la arteria carótida interna derecha, en fase arterial,
que muestra estenosis vasculares multifocales (flechas). Se diagnosticó una vasculitis por drogas.
munodeficiencia humana y la sífilis meningovascular son 12-12 Y 12-13). La vasculitis puede ser la presentación inicial
otras causas infecciosas de vasculopatía intracraneal (36). de algunas enfermedades linfoproliferativas como ellinfoma
Se han comunicado tanto estenosis como ectasias (28). angiocéntrico de célula grande (39).
Algunas drogas, tanto de prescripción como de "la calle",
pueden causar un patrón de vasculitis en las angiografías ce-
Miscelánea de enfermedades
rebrales (Fig. 15-21). La cocaína, las metanfetaminas y un es-
pectro de drogas simpaticomimeticas se han implicado como La enfermedad de Bebcet es una alteración inflamatoria
causa de hemorragias cerebrales, vasoespasmo y vasculitis multisistémica idiopática que se caracteriza clásicamente por
(Fig. 15-22) (37). Una angiopatía menos relacionada con las una tríada de úlceras orales y genitales recurrentes y uveítis.
drogas es la ectasia arterial multifocal (38). También son comunes la artritis, las tromboflebitis, las ano-
Las neoplasias con émbolos tumorales pueden causar malías neurológicas y las lesiones de la piel. La lesión histo-
seudoaneurismas y estenosis de los vasos intracraneales (Figs. patológica dominante es una vasculitis que afecta los vasos
A 8
Fig. 15-23. A esta mujer de 47 años de edad con una historia de cinco días de cefaleas graves y he-
morragia subaracnoidea en la TCSC se le realizó una angiografía cerebral. Las proyecciones oblicua
(A) y lateral (8) de la angiografía de la arteria carótida interna izquierda muestra múltiples focos de
estrechamiento segmentario de la arteria cerebral anterior (flechas). No se demostró la presencia de
ningún aneurisma. La angiografía de seguimiento a las tres semanas fue normal.
de pequeño y mediano calibre. A menudo se pueden detec- 5. Schievink W[, Modri B, Piepgras DG, Gittenberger-de Grato AC.
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Capítulo 16
Aterosclerosis y
estenosis carotídea
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de rativo que se caracteriza por la acumulación de lípidos
muerte en los Estados Unidos y en muchas otros países in- plasmáticos, fibras de tejido conjuntivo, y células locales y
dustrializados. Casi la mitad de todas las muertes de estos circulantes en la túnica íntima de estos vasos. La ateroscle-
países están causadas por enfermedades del corazón y de los rosis tiene muchas manifestaciones, que incluyen la forma-
vasos sanguíneos. La mayoría de estas enfermedades se pue- ción de placas con estenosis, ulceración con trombosis, ém-
den atribuir a la aterosclerosis y sus complicaciones (1). bolos distales y dilataciones arteriales y aneurismas
El infarto es la principal causa de discapacidad entre fusiformes (3).
los adultos americanos y es la tercera causa de muerte tras
la enfermedad cardiovascular no cerebral y el cáncer. La Etiología y fisiopatología
aterosclerosis es la causa subyacente de más del 90% de las
enfermedades tromboembólicas en los Estados Unidos y Metabolismo lipídico
en Europa; la enfermedad de la arteria carótida es la pri-
mera fuente de estos infartos embólicos (2). Hay una evidencia fuerte epidemiológica y experimental
Este capítulo empieza con una consideración breve de de que el aumento en la cantidad diaria de lípidos de la die-
la aterosclerosis en sí misma, seguido de una discusión de ta, en particular el colesterol y las grasas saturadas, se corre-
las características angiográficas generales de la enfermedad laciona con el desarrollo de lesiones ateroscleróticas. El co-
vascular aterosclerótica (EVA) en la cabeza y el cuello. El lestero! ingerido, los fosfolípidos y los triglicéridos se hacen
asunto importante de la estenosis carotídea, su medida, y solubles por apoproteínas y se liberan en el hígado. Estas li-
las implicaciones de los ensayos multicéntricos recientes poproteínas de muy baja densidad (VLDL) se transforman
para su tratamiento se discuten en la sección final. en lipoproteínas de baja densidad (LDL) que se unen a los
receptores de la íntima arterial y de las células del músculo
liso de las paredes de las arterias cervicales y cerebrales de
ATEROSCLEROSIS gran y mediano calibre (4).
359
360· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
La lesión inicial de la aterosclerosis es el depósito de Se puede formar en la porción más profunda de la pla-
lípidos en la túnica íntima y la reacción celular asociada ca un centro necrótico de materiallipídico, colesterol, de-
con dichos depósitos. Las estrías grasas de la íntima son tritus celulares, células espumosas llenas de lípidos, fibrina
la primera lesión macroscópica visible. Además de las y otras proteínas del plasma (Figs. 16-1 e). Es frecuente la
estrías grasas y de un engrosamiento ligero de la íntima, proliferación de pequeños vasos sanguíneos (la llamada ne-
los cambios histológicos en este estadio son mínimos ovascularización) en la periferia de estas placas. Estos va-
(Fig. 16-1 A) (3). sos anormales se pueden romper, causando una hemorragia
Las placas fibrosas ateromatosas son la lesión básica dentro de la placa y ulceración (Fig. 16-1D). La calcificación
de la aterosclerosis. Las placas fibrosas no complicadas también es una característica prominente de las placas
son lesiones lisas, excéntricas, que están cubiertas de en- complicadas y puede ser extensa, afectando las regiones
dotelio intacto. Estas placas tienen tres componentes superficiales y profundas de la lesión (3).
principales: (a) células, que incluyen las células de múscu- La rotura de la placa carotídea sucede cuando la capa
lo liso, monocitos o macrófagos, y otros leucocitos; (b) te- fibrosa envolvente se debilita y se rompe, liberando tejido
jido conjuntivo, que incluye el colágeno, fibras elásticas y necrótico que puede ocluir los vasos intracraneales distales
proteoglicanos; y (e) depósitos de lípidos intracelulares y vía embolización arterioarterial (Fig. 16-1E). El sitio de ro-
extracelulares (Fig. 16-lB). tura también puede actuar como nido para la agregación
F
Fig. 16-1. Esquema anatómico en el plano axial que muestra el desarrollo de una placa de ateroscle- ,
rosis. A: El vaso parece casi normal. Está presente un ligero engrosamiento excéntrico de la íntima
con unas cuantas estrías grasas (flechas sólidas). Ha ocurrido algo de adhesión plaquetaria (flecha
abierta). B: La proliferación subintimal de macrófagos derivados de los monocitos y de células de
músculo liso causa un engrosamiento fibroso excéntrico liso de la íntima (flechas). Algunas de estas
células se convierten en células espumosas llenas de lípidos. C: Se acumula un centro necrótico (N)
de células espumosas, detritus celulares y colesterol bajo la capa fibrosa (F). La íntima sigue intacta.
Se desarrolla algo de neovascularización alrededor del centro necrótico, que se muestra aquí como
líneas de puntos. D: La hemorragia subintimal (H) de estos vasos nuevos estrecha aún más la luz (L).
E: La ulceración con la rotura de la capa fibrosa y de la íntima libera detritus necróticos y agregados
plaquetarios (flechas) en la luz del vaso. F: Fibrosis subintimal concéntrica sin ulceración. Esta puede
estrachar la luz (L) del vaso y causar una estenosis hemodinámicamente significativa. Los vasos es-
tenóticos como éste también son proclives a la ulceración y la trombosis.
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 361
Etiología
La enfermedad vascular aterosclerótica probablemente
no tiene una causa única, ni un fenómeno universal de ini-
cio, ni tiene un mecanismo patogénico exclusivo (7). Se
han propuesto tres hipótesis principales para explicar el
desarrollo de las lesiones ateroscleróticas en las paredes ar-
teriales. Estas son (a) la hipótesis de los lípidos; (b) la hipó-
tesis de respuesta a la lesión; y (e) la llamada teoría de la
unificación (4).
La hipótesis de los lípidos relaciona la EVA con altos
niveles plasmáticos de LDL que causan depósitos de
colesterol en la íntima arteria!' La hipótesis de la res-
puesta a la lesión sugiere que la EVA se inicia por un
cambio endotelial focal o una lesión sutil de la íntima
que inicia la agregación plaquetaria y la formación de
placas.
Las teoría unificadora combina elementos de las hipó-
tesis de los lípidos y de la respuesta a la lesión, proponien-
Fig. 16-2. Esquema anatómico que muestra la localización
do que la lesión endotelial se acompaña de un aumento en de la aterosclerosis intracraneal. La afectación del sifón ea-
la permeabilidad para las macromoléculas como las LDL rotídeo y de las bifurcaciones de los grandes vasos predo-
(8). Los dos principales mecanismos significativos por los mina. Dibujado y adaptado de 1.175 autopsias consecuti-
cuales crecen las placas parecen ser la formación de trom- vas. (Comunicado originalmente por Baker AB, lannone A.
bas en la superficie de la placa y la trasudación transendo- Neurology 1961; 11: 23-32.)
telial de los lípidos plasmáticos (3).
Localización
El patrón de la formación de placas en los lugares en
los que se bifurcan las arterias sugiere que hay efectos loca- ción y la hemorragia dentro de la placa son características
les hemodinámicos que contribuyen a la formación de pla- histológicas prominentes de las placas carotídeas sintomá-
cas. En el cuello, las placas tienen predilección por el ori- ticas (3). Puede suceder una oclusión de la luz.
gen de los grandes vasos, la bifurcación de la carótida Si la placa causa una estenosis crítica (hemodinámica-
común, y la arteria carótida interna (ACI) proxima!. La mente significativa), se reduce la presión de perfusión dis-
anatomía peculiar del bulbo carotídeo con su separación tal a la estenosis y puede suceder un infarto por flujo bajo
del flujo, estasis del flujo, aumento del tiempo de residen- (9). La estenosis crítica, definida como un estrechamiento
cia de las partículas, y tensión por las oscilaciones de sepa- mayor del 70% del diámetro, también tiene una incidencia
ración supone al menos parte de la prevalencia alta de ate- mayor de ulceración, trombosis e irregularidades de la luz
romas en esta localización (3). cuando se compara con las placas ateroscleróticas no este-
La EVA intracraneal afecta típicamente al segmento nóticas (3).
cavernomatoso de la ACI (szfón carotídeo) (Figs. 16-25, 16-
26b) y a las bifurcaciones principales de los vasos (como la
bifurcación de la arteria basilar) (Fig. 16-2). Los vasos dis- ANGIOGRAFíA DE LA ATEROSCLEROSIS
tales se afectan menos frecuentemente, pero se pueden de-
sarrollar arteriolosclerosis y el patrón como de vasculitis de Las modalidades de imagen no invasivas se utilizan
la ateromatosis de focos alternantes de estenosis y dilata- ampliamente como método de detección de pacientes
ción (Fig. 16-20). con aterosclerosis extracraneal y de sus complicaciones.
Cada técnica tiene sus propias ventajas así como incon-
venientes (10). Se han propuesto la imagen por resonan-
Correlación clínicopatologica
cia magnética (RM) de alta resolución, la angiografía por
Las lesiones ateroscleróticas a menudo son asintomáti- RM, la ecografía (US) duplex carotídea con imagen con
caso Pueden ser sintomáticas de varias maneras. La ulcera- Doppler color y la US intravascular como estudios diag-
362· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
nósticos principales en la sospecha de una EVA craneo- rias braquiocefálica y subclavia para mostrar los orígenes
cervical (2,5,9,11,12). de la arteria vertebral completamente (Fig. 16-3B) (véan-
Aunque la angiografía convencional ya no se utiliza co- se los Capítulos 1 y 9). Ocasionalmente el arco aórtico
mo el procedimiento de detección inicial en estos pacien- puede parecer normal y las arterias carótidas distales es-
tes, sigue siendo el estándar para la valoración de la esteno- tán enfermas (Fig. 16-4).
sis carotídea y para planificar el tratamiento posterior, bien Las bifurcaciones carotídeas se deberían perfilar míni-
sea quirúrgico o intervencionista (13). La angiografía aún mamente en al menos dos proyecciones, habitualmente las
es la técnica más precisa para la valoración del arco aórtico proyecciones lateral y anteroposterior (AP) (Fig. 16-4).
y para la valoración de la circulación intracraneal. El llama- Ambas proyecciones oblicuas a menudo son necesarias pa-
do patrón en tándem de estenosis (Fig. 16-26) con circula- ra mostrar las placas completamente y detectar el área má-
ción colateral (Capítulo 17), y las lesiones no ateromatosas xima de estenosis (Fig. 16-5). Las inyecciones en la caróti-
incidentales (Fig. 16-6) como los aneurismas aún se valo- da común con sustracción digital o en placa habitualmente
ran muy bien con la angiografía convencional. son suficientes.
La demostración sólo de la bifurcación carotídea no es
Consideraciones técnicas suficiente. El sifon carotídeo y la circulación intracraneal
también se deben estudiar en al menos dos planos. La de-
Metas tección de estenosis en tándem no sospechadas o una le-
sión incidental como un aneurisma o una malformación
Las metas más importantes de la angiografía en los pa-
vascular es muy importante para el manejo del paciente
cientes con EVA craneocervical son (8,14):
(Fig. 16-6). Hasta el 20% de las exploraciones que se reali-
1. Determinar el grado de estenosis carotídea de forma zan por enfermedad de la bifurcación carotídea pueden
precisa (la medida de la estenosis carotídea se considera dar estos resultados (16).
detalladamente más tarde en este capítulo). Si está presente una oclusión vascular cervical o intra-
2. Identificar las lesiones en tándem (en el sifón carotídeo craneal o una estenosis hemodinámicamente significativa,
o en la circulación intracraneal). se convierte en muy importante determinar la presencia e
3. Valorar las vías de circulación colateral existentes y po- idoneidad de la circulación colateral para la planificación de
tenciales. un tratamiento adecuada (Capítulo 17).
4. Identificar la patología coexistente (en el arco aórtico y
los grandes vasos, en los vasos intracraneales) que pue-
de ser difícil de detectar en los estudios no invasivos. Hallazgos angiográficos
Las hallazgos angiográficos más frecuentes en la EVA
son las irregularidades de la luz, los grados variables de es-
la exploración angiográfica
tenosis, la oclusión y la trombosis. Son manifestaciones
Como las placas de ateroma en la aorta proximal son menos comunes la elongación y la ectasia, el agrandamien-
un factor de riesgo independiente de isquemia cerebral, to fusiforme y los aneurismas gigantes (en serpentina) (8).
el examen angiográfico de la EVA craneocervical debería
comenzar en el arco aártico (Fig. 16-3) (15,15 a).
Irregularidad
Habitualmente es suficiente una única proyección obli-
cua anterior izquierda (OAI) para la valoración del origen Las irregularidades no estenóticas de la luz son el ha-
de los grandes vasos (Fig. 16-3 A). Pueden ser necesarias llazgo más común en la EVA (Fig. 16-4B y C). Como la de-
otras proyecciones o la cateterización selectiva de las arte- tección de ulceración de las placas de forma precisa en las
Fig. 16-3. Este hombre de 67 años de edad con ataques isquémicos transitorios y enfermedad vascu-
lar aterosclerótica (EVA) difusa tenía un injerto de derivación arterial coronario previo. A: Angiografía
del arco aórtico, proyección OAI, que muestra las suturas esternales (flechas blancas) La arteria caró-
tida común izquierda está ocluida en su origen (flecha recta grande). La aterosclerosis estrecha el ori-
gen de la arteria subclavia izquierda (flecha curva). El origen de ambas arterias vertebrales (AV) tam-
bién parece comprometido (flechas pequeñas). B: Inyección selectiva en la arteria subclavia izquierda
que confirma la estenosis de la AV izquierda en su origen (flecha grande). Nótese la acumulación de
contraste dentro de una placa plana aterosclerótica (flecha pequeña). C: Angiografía de la carótida co-
mún derecha, fase arterial, proyección oblicua, estrechamiento hemodinámicamente significativo de la
arteria carótida interna en su origen (flecha). O: Angiografía de la carótida común derecha, fase arte-
rial, proyección lateral, que muestra EVA coexistente en el sifón carotídeo (flecha). Las estenosis de la
ACI cervical es hemodinámicamente significativa; la estenosis del sifón aún no reduce el flujo. La pro-
gresión mayor de la EVA en la ACI cavernosa resultaría en una estenosis en tándem.
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 363
A •• ~~ ~ __ ~ ~~ B
e D
364· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A B,C
Fig. 16-4. A: Angiografía normal del arco aórtico, fase arterial, proyección OAI, en un hombre de 70
años de edad con ataques isquémicos transitorios. Las proyecciones lateral (B) y anteroposterior (e)
de la angiografía de la carótida común derecha muestra cambios extensos de aterosclerosis que
afectan la bifurcación de la carótida común y la arteria carótida interna (ACI) proximal . Nótense las
irregularidades múltiples a lo largo de la pared del vaso (B, e, flechas pequeñas negras). Se ve una
acumulación de doble densidad de contraste en la proyección AP (e, flecha blanca). Esto correspon-
de con la saculación vista en la proyección lateral (B, flecha blanca) y a veces se denomina nicho ul-
ceroso, pero la correlación entre la angiografía y la observación quirúrgica directa es pobre. Nótese el
defecto de repleción en la luz, probablemente un trombo (e, flecha grande negra).
A,B C,D
Fig. 16-5. Se muestra la utilización de proyecciones múltiples para perfilar una placa aterosclerótica.
Se muestran las proyecciones lateral (A), anteroposterior (B), y ambas oblicuas (C y D). Nótese que
la estenosis hemodinámicamente significativa está solapada en parte en algunas proyecciones pero
se ve bien en otras.
irregularidad de la luz (Fig. 16-9 Y 16-10) (19). Estudios multi- Las estenosis de muy alto grado pueden causar un
céntricos recientes han mostrado inaceptablemente alto los flujo anterógrado muy lento con lavado del contraste re-
resultados falsamente positivos y falsamente negativos (25'9% trasado (Fig. 16-12). El así llamado signo de la cuerda,
y 54'1 %), respectivamente) para la detección angiográfica de también llamado signo de la carótida delgada, seudooclu-
ulceración de la placa comparada con la observación quirúrgi- sión de la carótida, y estenosis del 99% o preoclusión suce-
ca directa (18). Los estudios preliminares sugieren que la ima- de cuando sólo hay un flujo anterógrado mínimo detecta-
gen por. RM de alta resolución y los ultrasonidos intravascula- do por angiografía o con imagen con Doppler color (20).
res pueden proporcionar información importante acerca del En estos casos es necesario examinar las fases tardías de
contenido de la placa y su morfología (2,12). la angiografía para documentar la permeabilidad arterial
sutil (Fig.. 16-13).
Oclusión
La estenosis secundaria a EVA a menudo es progresiva
Trombosis
y eventualmente puede acabar en una oclusión del vaso.
Las diferencias entre una estenosis hemodinámicamente La fisura o rotura de una placa de aterosclerosis se
significativa (mayor del 70% hasta el 90%), la oclusión puede complicar por la adhesión plaquetaria y la trombo-
verdadera, y la seudooclusión carotídea son distinciones sis del vaso (Fig. 16-14). Las oclusiones trombóticas tanto
importantes en el manejo de los pacientes. Sin importar su extra como intracraneales suceden habitualmente en el si-
etiología, una arteria ocluida parece acabar ciegamente en tio de mayor compromiso de la luz o inmediatamente dis-
una bolsa roma, redondeada o puntiaguda (Fig. 16-11). tal a él (21).
366· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
A,B e
Fig. 16-6. Se muestra la respuesta a "¿Por qué molestarse en estudiar la circulación intracraneal en
pacientes con AIT?". A: Angiografía estándar de la carótida común izquierda, fase arterial, proyección
AP, que muestra una placa plana, irregular en el origen de la carótida interna (flecha pequeña). Se en-
contró incidentalmente un aneurisma no roto (flecha grande) en la bifurcación de la arteria cerebral
media izquierda. B: Proyecciones múltiples que incluyen esta angiografía de la carótida común, fase
arterial, proyección AP, que confirmó la presencia de una aneurisma pequeño (flecha). C: Angiografía
tras la cirugía que muestra la oclusión quirúrgica del aneurisma.
Ectasia, tortuosidad y agrandamiento fusiforme ataques isquémicos transitorios (AIT) en el territorio verte-
brobasilar son más variables y complejos que los del siste-
El agrandamiento, la elongacion, la tortuosidad, y de al- ma carotídeo (23,24).
guna manera la ectasia del vaso sin estenosis o irregulari-
dad son parte del proceso de envejecimiento y pueden
Aneurismas
afectar tanto a los vasos extra (Fig. 16-15) como intracra-
neales (Fig. 16-16) (Capítulo 3). El agrandamiento de la luz La mayoría de los aneurismas ateroscleróticos son
con engrosamiento de la pared acompañante también se aneurismas fusiformes. Estas lesiones son ectasias arteriales
asocia con varios factores de riesgo, que incluyen la hiper- exageradas debidas a una forma grave y poco habitual de
tensión y los niveles altos de lípidos (22). aterosclerosis (25). El daño en la media conduce a un estre-
La diferencia entre la ectasia no complicada relaciona- chamiento y elongación arteria!' Los vasos ectásicos pue-
da con la edad y el agrandamiento fusiforme aterosclerotico den desarrollar áreas más focales de agrandamiento fusi-
de estos vasos a veces es difícil de determinar. La presencia forme o incluso sacular (Fig. 16-18).
de EVA en los vasos de pequeño y mediano calibre puede Tanto las circulaciones cervical como intracraneal
ayudar (Fig. 16-17). pueden estar afectadas, aunque los aneurismas extracrane-
Una arteria basilar muy elongada, ectásica [doltcoecta- ales son poco comunes. La mayoría afectan a la ACI y se
sia vertebrobasilar (DVB)] es un hallazgo relativamente co- pueden romper, trombosar o causar embolias distales.
mún en los estudios de RM de pacientes ancianos. El signi- Los síntomas isquémicos y los efectos masa son presenta-
ficado de la DVB en la insuficiencia vertebrobasilar y otros ciones clínicas típicas. Aunque la aterosclerosis es la cau-
síntomas como una parálisis de pares craneales bajos está sa más común de un aneurisma extra craneal de la ACI,
discutido, porque los mecanismos fisiopatológicos de los casi dos tercios de estas lesiones raras están asociadas con
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 367
A,B e
Fig. 16-12. Este caso ilustra una estenosis con flujo anterógrado lento en la arteria carótida interna
(ACI). Las placas en fase arterial precoz (A) y muy tardía (B), en proyección AP, muestran una placa
aterosclerótica con una estenosis de muy alto grado (A, flecha grande). Nótese el lavado tardío del
contraste con un flujo anterógrado muy lento en la ACI cervical (A y B, flechas pequeñas). C:
Proyección lateral de la circulación intracraneal en el mismo paciente que muestra que la ACI distal
(flechas grandes) retiene contraste tardíamente en la secuencia angiográfica y llena algunas ramas
intracraneales muy lentamente (flechas pequeñas).
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 369
A l __~ ~~~ J __
B
e D
Fig. 16-13. Signo angiográfico de la cuerda (también conocido como seudooclusión carotídea). A:
Angiografía de la arteria carótida común izquierda, en fase arterial media, proyección lateral, que
descubre un 99% de estenosis (flecha grande) de la arteria carótida interna proximal (ACI). Se ve un
hilo de contraste en la ACI distal a la estenosis (flechas pequeñas). B: Fase arterial tardía que mues-
tra contraste en la ACI cervical (flechas). C: Proyección lateral de la circulación intracraneal obtenida
en la fase arterial media que muestra que el llenado de la ACI intracraneal es fundamentalmente a
partir de las colaterales desde la arteria carótida externa a través de la arteria oftálmica (flechas). D:
La fase ven osa precoz del estudio muestra un hilo de contraste anterógrado en los segmentos de la
ACI cervical y cavernoso, que demuestra permeabilidad de la arteria (flechas).
Fig. 16-14. Angiografía de la carótida común derecha, fase
arterial, proyección oblicua, en este paciente que comienza
con ataques isquémicos transitorios (AIT) del hemisferio de-
recho que muestra un defecto de repleción intraluminal (fle-
chas blancas) en la arteria carótida interna proximal. La ciru-
gía mostró un tromba intraluminal agudo unido ligeramente a
una placa ulcerada plana.
Fig. 16-16. Angiografía de la carótida común izquierda, fase ar-
terial, proyección AP, en otro caso de vasos intracraneales ectá-
sicos y elongados. Esto es normal para un paciente de 65 años.
Vasculitis aterosderótica
La enfermedad vascular aterosclerótica es con mucho
la causa inás común de estrechamiento arterial intracra-
neal y de oclusión en adultos. La afectación difusa de los
vasos corticales puede conducir a un aspecto angiográfico
que es muy similar al de la vasculitis. Las placas ateroscle-
róticas en las arterias de mediano calibre producen áreas
alternantes de estenosis fusiforme y agrandamiento. La
EVA intracraneal es un proceso dinámico y es común la
progresión de la lesión, en particular en estos vasos de
Fig. 16-18. Corte axial de TC realzado con contraste que mues-
mediano calibre (27 a). Tanto las circulaciones carotídea
tra una arteria vertebral ectásica (flecha grande) con agranda-
miento sacular de la arteria basilar (flechas pequeñas). (Fig. 16-20) como vertebrobasilar (Fig. 16-21) pueden es-
tar afectadas .
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A ~B
Fig. 16-19. Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (B) de una angiografía de la arteria carótida in-
terna izquierda en este hombre de 48 años de edad con ataques isquémicos transitorios que muestra
una aneurisma serpiginoso gigante. Nótese la elongación de aspecto grosero y la irregularidad de la
arteria cerebral media (flechas). Una RM y una angiografía por RM confirmaron la presencia de un
aneurisma gigante aterosclerótico parcialmente trombosado. El diámetro aproximado del aneurisma
como se mostró en la RM está indicado por una línea de puntos.
A
B
Fig. 16-21. Proyecciones lateral (A) y anteroposterior (8) de una angiografía de la arteria vertebral de-
recha que muestra irregularidades multifocales de la arteria basilar distal y de sus ramas (flechas)
Este paciente tenía una enfermedad aterosclerótica multisistémica difusa.
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 373
ECST NASCET CC
A B e
% Estenosis = e-a x 100 % Estenosis = boa x 100 % Estenosis = d-a x 100
e b d
Fig. 16-22. Se ilustran y se comparan tres métodos utilizados comúnmente pero diferentes para calcu-
lar la estenosis carotídea. A: Método del Ensayo Europeo sobre la Cirugía de la Carótida (ECST en in-
glés). B: Método del Ensayo de Norte América sobre la Endarterectomía en la Carótida Sintomática
(NASCET en inglés). C: Método de la carótida común (también llamado índice de estenosis carotídea).
a, Luz mínima residual; b, luz normal de la ACI (distal a la estenosis, donde las paredes se hacen pa-
ralelas); e, diámetro estimado (delimitado subjetivamente) del vaso normal; d, diámetro de la carótida
común.
374· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
b
¡
/
A B
Fig. 16-23. En este caso se ilustra el cálculo manual de la estenosis carotídea. Placas con sustracción
(A) y sin sustracción (B) de una angiografía de la carótida común derecha, fase arterial, proyección
lateral que se realizaron con marcadores de centímetros para corregir la ampliación. El diámetro de 2
mm de la luz residual en el área de mayor estrechamiento (flecha a) se compara con la luz normal de
8 mm por encima de la constricción (flecha b). La estenosis es del 75%, una lesión hemodinámica-
mente significativa por los criterios del NASCET.
Comparaciones
Algunos investigadores sienten que el método de la IEC
es más fiable, menos proclive a un error técnico, y que se co- Hay importantes disparidades principales y clínicas
rrelaciona bien con la patología duplex y carotídea (32). entre los cálculos de estenosis utilizando los diferentes mé-
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 375
todos de medida descritos más arriba (33). Esta diferencia ECST y VACSG/Estudios sintomáticos
es más marcada entre el ECST y los métodos utilizados en
Se ha comunicado un beneficio positivo equivalente de
otros ensayos importantes como el NASCET.
la endarterectomía en los pacientes con estenosis sintornáti-
Los cálculos del Ensayo Europeo sobre la Cirugía
cas en estos estudios a pesar de los diferentes métodos, pun-
Carotídea habitualmente resultan siempre en un porcenta-
tos finales y formatos en comparación con el NASCET (37).
je de estenosis menor en comparación con los resultados
utilizando el método NASCET. Por ejemplo, el50% de es-
tenosis según el estándar del ECST equivale aproximada-
ACAS
mente a un 70% de estenosis calculado por el método El ensayo ACAS, aunque criticado en muchos puntos,
NASCET (13,31,34,35). También hay alguna variabilidad concluyó que la cirugía más el mejor tratamiento médico re-
en la precisión publicada de las técnicas no invasivas como ducía significativamente el riesgo de infarto cuando se compa-
la angiografía por TC así como la dificultad en los artefac- raba sólo con el mejor tratamiento médico en los pacientes
tos inducidos por factores como la excentricidad de la luz con estenosis carotídeas asintomáticas del 60% o mayores
(36,36 a). (29), La endarterectomía carotídea confiere una reducción del
riesgo relativo del 55 % a los cinco años estadísticamente signi-
ficativa para los infartos ipsilaterales y de cualquier infarto en
Significado clínico la cirugía o muerte y una reducción absoluta del5'8% (29,37).
A pesar de las controversias que rodean a este estudio,
Los resultados de algunos de los ensayos rnulticéntri- sus resultados han afectado significativamente a los patro-
cos sobre la estenosis carotídea están ampliamente acepta- nes de tratamiento. Un estudio ha comunicado un drástico
dos, mientras que otros están acaloradamente discutidos. aumento en el número de endarterectomías realizadas tras
la publicación de los datos del estudio ACAS (37).
NASCET Como la angiografía y la cirugía se deben realizar con
menos de un 2'3 % de riesgo de infarto o de muerte, algu-
Los resultados del ASCET indican que las interven- nos cirujanos han recomendado eliminar la angiografía
ciones quirúrgicas con muy beneficiosas para los pacientes convencional en favor de las pruebas no invasivas para me-
sintomáticos con estenosis de la arteria carótida interna de jorar la proporción de riesgo beneficio de la endarterecto-
alto grado (del 70% al 99%) (19) (Fig. 16-25). En este gru- mía carotídea en estos pacientes 838).
po seleccionado, la endarterectomía carotídea (EAC) con-
duce a un 17% de reducción del riesgo absoluto de cual-
quier infarto ipsilateral en comparación con el mejor Opciones de tratamiento e implicaciones de la
tratamiento médico (37).
imagen
Endarterectomía carotídea
La EAC cervical no es eficaz en los pacientes con esteno-
sis del sifón (Fig. 16-25) o en los casos en los que estén pre-
sentes dos lesiones que reducen el flujo (las llamadas lesiones
en tándem) en el mismo vaso (Fig. 16-26). Sin embargo, los
ensayos multicéntricos han demostrado concluyentemente la
eficacia de la EAC en ciertas sub poblaciones seleccionadas
de pacientes que tienen enfermedad carotídea oclusiva cervi-
cal (véase más arriba). El tratamiento de los pacientes asinto-
máticos sigue estando discutido y hasta la fecha no se ha defi-
nido el tratamiento óptimo para los pacientes con estenosis
de leve a moderada (30% al 60% de estenosis).
En manos expertas, las complicaciones de la EAC son
relativamente raras. La hipertensión afecta a más del 80%
de los pacientes a los que se les va a realizar una EAC. La
hipertensión asociada a endarterectomía carotídea sucede
habitualmente entre una y dos horas tras la cirugía y puede
durar hasta 24 horas (39).
En algunos casos, la hipertensión conduce a hiperemia
cerebral y a hemorragia intracerebral, y puede complicarse
con un infarto de miocardio. El llamado síndrome de biper-
Fig_ 16-25. Angiografía de la carótida común derecha, en fa-
perfusión sucede típicamente en los pacientes hipertensos
se arterial, proyección lateral, que muestra una estenosis de con estenosis carotídea de alto grado y larga evolución,
alto grado aislada del sifón carotídeo (flechas). Se ve sólo flujo colateral pobre, y vasodilatación cerebral crónica con
una irregularidad mínima del origen de la ACI (no mostrada). alteración de la reacción vasomotora. La revascularización
Capítulo 16 - Aterosclerosis y estenosis carotídea • 377
en algunos de estos pacientes conduce a un aumento de la vasculares oclusivas. El tratamiento endovascular con éxito
presión de perfusión y a grandes aumentos del flujo san- puede reducir la estenosis con una tasa aceptablemente ba-
guíneo cerebral (FSC) con cambios histológicos similares a ja de complicaciones (Fig. 16-28) (40).
los de la en cefalopatía hipertensiva (39 a).
La hipotensión en el periodo pos quirúrgico habitual-
mente está causada por una descarga exagerada desde el Bibliografía
bulbo carotídeo tras la eliminación de las placas (39). 1. Consigny PM. Pathogenesis of atherosc1erosis. AJR 1995; 164:
El infarto de miocardio es la segunda causa más común 553-558.
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tion of atherosc1erotic plaques at the carotid bifurcation: correlation of
afecta de un 2 % a un 3 % de los pacientes. El infarto de high-resolution MR imaging with histological analysis-preliminary
miocardio también supone hasta un 50% de las muertes study. Radiographics 1997;17: 1117-1123.
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-
Capítulo 17
Ictus
381
382· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
TABLA 17-1. Ictus: etiología y frecuencia mica. El flujo vascular cerebral en la penumbra es de apro-
ximadamente 20% a 40% del normal (6). En el infarto
Tipo Porcentaje
agudo existe un periodo limitado de tiempo durante el
Isquemia cerebral 80-85 cual la zona isquémica de penumbra tiene capacidad de re-
Hemorragia intracraneal primaria 15 cuperarse si se restablece la perfusión (3).
Hemorragia hipertensiva
Angiopatía amiloidea
Malformación vascular
Dependencia temporal
Miscelánea (tumor, fármacos, diátesis Existe una relación curvilínea entre la intensidad y du-
hemorrágica) ración de la disminución del FVC y el daño neuronal. Las
Hemorragia subaracnoidea reducciones importantes del FVC (como por ejemplo, en
no traumática 5 la parada cardíaca) pueden provocar daño neuronal en mi-
Aneurismática nutos mientras que es posible la ausencia de daño neuronal
No aneurismática permanente con periodos más largos de reducción de FVC
Trombosis venosa cerebral en los ictus tromboembólicos que mantienen algo de circu-
Oclusión de senos venosos
lación colateral (6).
Trombosis aislada de venas corticales
Vulnerabilidad selectiva
La sensibilidad al daño isquémico varía para los distin-
tos tipos de células. Existe una jerarquía histológica de sen-
o en determinadas áreas (isquernia regional o fecal) del ce- sibilidad al daño isquémico entre los diferentes tipos celu-
rebro. Las manifestaciones clínicas de la isquemia cerebral lares. Las neuronas son las células más vulnerables
se basan en distintos factores que incluyen la disminución seguidas, en orden descendiente de vulnerabilidad, por los
de flujo, la localización y duración y el volumen de tejido astrocitos, los oligodendrocitos, la microglia y las células
afectado (5). endoteliales.
Existe también una jerarquía geográfica de sensibilidad
Infarto al daño isquémico entre las propias neuronas. Son más
Un infarto es un área de necrosis coagulativa que se de- propensas al daño isquémico las neuronas de! área CAl del
sarrolla como consecuencia de un accidente isquémico. La hipocampo, las capas III, V y VI del neocórtex y e! neo es-
isquemia severa, definida cuando el flujo vascular cerebral triado (7).
se encuentra por debajo de 10ml!100g/min., es el requisito
fisiológico previo para el desarrollo de la necrosis coagula-
tiva o el infarto aunque no todos los accidentes isquémicos Circulación colateral
conducen a infarto (4). El infarto es el proceso por el que Independientemente de la etiología, las consecuen-
tiene lugar la muerte celular. cias que se derivan de la oclusión cerebral arterial varían
al hacerlo los cambios en el flujo vascular cerebral. La
Fisiología: conceptos básicos y patogenia duración de la disminución del FVC y la localización y
del ictus presencia de circulación colateral influyen en la evolu-
ción clínica.
Umbral de flujo vascular cerebral
Simplificando, puede decirse que los principales even-
tos involucrados en la patogenia del daño isquémico cere-
Anatomía patológica
bral tienen que ver con los umbrales críticos de reducción
del flujo cerebral. Una reducción del flujo vascular cere-
bral (FVC) del 30% a135% de los valores normales provo- Anatomía patológica macroscópica
ca supresión funcional (fallo en la transmisión sináptica) Los principales hallazgos tras un "infarto isquémico"
mientras que reducciones mayores (hasta el 15 % a 20% de reciente son una mala diferenciación entre la sustancia gris
los valores normales) dan lugar a un fallo en los mecanis- y blanca, una disminución de surcos, e! ablandamiento de
mos de la bomba iónica que requiere energía en el cerebro los tejidos isquémicos como resultado de la retención de lí-
afectado (6). quidos y e! desplazamiento de estructuras anatómicas veci-
En la mayoría de los infartos isquémicos pueden di- nas (efecto de masa) (4).
ferenciarse dos áreas fisiológicamente diferentes: (a) una Se denomina infarto hemorrágico cuando existen nu-
zona central isquémica o core y (b) una zona menos densa- merosas hemorragias petequiales en el área afectada. Los
mente isquémica o penumbra que se encuentra inmedia- infartos hemorrágicos se localizan normalmente en la sus-
tamente periférica a la anterior. La zona de penumbra es tancia gris. En autopsias, puede identificarse componentes
metabólicamente inestable y electrofisiológicamente diná- hemorrágicos en el 18% al 48% de los infartos cerebrales
Capítulo 17 - Ictus • 383
A B
C D
Fig. 17-1. Ictus agudo con trombo intraluminal: proyecciones seriadas anteroposterior (AP) (A-D) Y
lateral (E-H). A: Proyección AP de angiografía de la arteria carótida común izquierda en fase arterial
precoz que muestra un defecto de repleción (flechas) en el segmento horizontal (M 1) de la arteria ce-
rebral media (ACM). Las fases arterial tardía (B), capilar (C) y venosa (D) muestran un flujo anteró-
grado muy lento con estasis de contraste en la ACM distal (flechas) que persiste en la fase venosa.
Nótese la existencia de una pequeña área desnuda con morfología en cuña de parénquima no per-
fundido (D, puntas de flecha).
Capítulo 17 - Ictus • 385
E F
G ~------------------------~----------~H
Fig. 17-1. Continuación. E-H: Las proyecciones seriadas laterales demuestran un relleno tardío de las
ramas M2 y M3 (flechas) y la presencia de algo de contraste en estos vasos en la fase venosa precoz
de la angiografía.
386· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
.•
Fig. 17-2. Ictus agudo con oclusión embólica completa de
la arteria carótida interna (ACI) supraclinoidea. Las proyec-
ciones anteroposterior (A) y lateral (8) de la arteria carótida
común izquierda muestran la oclusión de la ACI inmediata-
mente distal al origen de la arteria cerebral posterior 'fetal'.
Se observa un menisco de contraste rodeando al coágulo
(flechas) y no hay evidencia de contraste en vasos intracra-
8 neales distales al trombo.
patológicas que explican dicha perfusión de lujo. Se han pro- Hallazgos angiográficos en TCk
puesto mecanismos como el cortocircuito arteriolar-venular,
la dilatación capilar con acortamiento del tiempo de circula- La TC helicoidal trifásica con estudios arterial, de
ción y el aumento de flujo a través de canales vasculares resi- perfusión y tardío tras la administración del bolo de
duales preservados (9). En algunos casos, la perfusión de lujo contraste puede ser útil para el diagnóstico precoz de la
~ acompaña de un cortocircuito arteriovenoso y del relleno oclusión aguda de la ACM proximal y para la evalua-
precoz con contraste de venas que drenan el foco isquémico. ción de la zona de isquemia. Los principales signos de
Aunque el efecto de masa que puede verse en estadios oclusión aguda son un menor realce arterial (fase arte-
precoces de la isquemia cerebral aguda es infrecuente, rial precoz), un segmento arterial sin contraste intralu-
constituye una causa importante de muerte en la primera minal (fase de perfusión) y un realce arterial asimétrico
semana del ictus (10). (fase tardía) (11).
Capítulo 17 - Ictus • 387
--------
..••
..••
,
"
" \
\
\
\
I
I
I
A B
e D
Fig. 17-4. A:. La imagen axial de resonancia magnética potenciada en T2 en este paciente con oclusión de
la arteria cerebral media (ACM) derecha muestra un aumento de la intensidad de señal en los ganglios de
la base (flechas). B: La angiografía en proyección lateral de la carótida interna derecha en fase arterial pre-
coz muestra un área desnuda de ausencia de perfusión en el territorio de la ACM. Únicamente se detecta
contraste en las arterias lentículoestriadas (flechas). C: En la fase arterial media se observa un enrojeci-
miento vascular denso en la región de los ganglios basales. Esta imagen representa hiperemia, también de-
nominada perfusión de lujo. D: La fase arterial tardía muestra la opacificación de las ramas corticales de la
ACM a partir de colaterales piales de la zona crítica (flechas).
Capítulo 17 - Ictus • 389
t
A B,C
Fig. 17-5. Esta paciente de 52 años de edad se presentó con hemiparesia izquierda. A: Angiografía de
la arteria carótida común derecha en fase arterial y proyección lateral que muestra una trombosis agu-
da de arteria carótida interna (ACI) cervical. Obsérvese la presencia de un nivel líquido-líquido entre la
columna de contraste y la sangre en la porción más dependiente del bulbo carotídeo (flecha). B:
Angiografía de carótida interna izquierda en fase arterial y proyección AP que demuestra la oclusión del
segmento horizontal de la arteria cerebral media a consecuencia de la embolización distal del tromba
(flecha). C: La fase capilar muestra la circulación colateral (flechas) a partir de la carótida anterior.
Fig. 17-6. Este paciente de 62 años acudió por historia de dos semanas de evolución de malestar ge-
neral creciente sufriendo una caída de forma brusca. Las imágenes de RM y angio-RM mostraron un
"síndrome de la basilar". Se practicó una angiografía antes de realizar trombolisis arteria!. A:
Angiografía de la arteria vertebral izquierda en fase arterial tardía y proyección lateral que muestra un
tromba extenso en la arteria basilar (flechas). Las únicas ramas que permanecen son una arteria cere-
belar superior y dos pequeñas arterias pontinas perforantes. B: Tras realización de trombolisis se ob-
jetiva relleno de algunas de ramas de la circulación posterior.
390· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
profundo con oclusión del seno cavernoso y (d) trombosis mente catastrófica asociada a distintos procesos patológi-
aislada de venas corticales (véase cuadro). coso El seno cavernoso es el sitio más frecuente de trombo-
sis venosa cerebral séptica, habitualmente complicación de
Patrón superficial de trombosis ven osa cerebral una infección sinunasal piogénica (17).
. Las imágenes de Te o RM con contraste muestran típi-
El sitio más frecuente es el seno sagital superior seguido camente defectos de repleción en un seno cavernoso au-
de los senos transverso, sigmoide y cavernoso. La trombo- mentado de tamaño. Pueden aparecer colaterales a partir
sis del seno dural se acompaña frecuentemente de áreas ex- de ramas tributarias del seno cavernoso como la vena oftál-
tensas de hemorragia cortical y subcortical en el parénqui- mica superior, el seno petroso inferior y el seno esfenopa-
ma adyacente a la oclusión. rietal (18). La hemorragia intraparenquimatosa es infre-
cuente en la trombosis del seno cavernoso.
Patrón central profundo de trombosis ven osa cerebral
La trombosis de la vena cerebral interna se da sólo en el Trombosis aislada de venas corticales
10% de los casos de trombosis venosa cerebral (16).
La trombosis ven osa cortical en ausencia de oclusión
También se trombosan la vena de Galeno y, a veces, el seno
de un seno dural es una causa rara pero conocida de hemo-
recto. La trombosis de la vena cerebral interna provoca
rragia parenquimatosa. Es importante conocer las situacio-
normalmente infartos venosos bilaterales de los ganglio s
nes predisponentes asociadas a esta entidad ya que la iden-
basales y los tálamos. También se afectan habitualmente la
tificación de una trombosis aislada de una vena cortical
sustancia blanca y el parénquima cerebral superior.
puede ser difícil (véase cuadro) (19).
A B
e D
Fig. 7-11. Este caso ilustra algunas de las formas más frecuentes de irrigación sanguínea intracraneal co-
lateral. A: La arteriografía de la carótida común izquierda en fase arterial y proyección lateral muestra una
oclusión de la arteria carótida interna (ACI) izquierda inmediatamente distal al bulbo (flecha) B:
Arteriografía de carótida común derecha en fase arterial y proyección AP que muestra el relleno de las ar-
terias cerebrales anterior y media izquierdas (flechas) a partir de la arteria comunicante anterior. e y o
Angiografía de la arteria carótida común izquierda en fase arterial tardía y proyecciones lateral (e) y AP
(O) que muestra el paso de contraste a la porción cavernosa de la ACI (flecha grande) a partir de flujo co-
lateral del sistema carotídeo externo (ramas maxilar profunda y meníngea recurrente) (flechas pequeñas)
Capítulo 17 - Ictus • 397
se dirige a la circulación anterior vía las arterias comuni- tica vascular. En la patología oclusiva intracraneal pueden
cantes posteriores (AcoP) (véase cuadro y Fig. 17-12A) dilatarse y llevar flujo de una rama a otra en la misma dis-
(24). En pacientes con oclusión de la ACI se ha descrito tribución vascular o de una arteria cerebral principal a
como factor de riesgo para el infarto cerebral isquémico otra (Figs. 17-1, 17-3 a 17-5 y 17-12B) (25A).
una AcoP ipsilateral pequeña o ausente (25). Pueden desarrollarse anastomosis durales con los
vasos corticales. Aunque estas colaterales son infre-
Colaterales piales (Ieptomeningeas) y durales
cuentes, pueden verse en las oclusiones de la carótida
Las colaterales piales son pequeñas pero importantes interna lentamente progresivas (26). Pueden nacer de
anastomosis término-terminales que atraviesan la zona crí- ramas durales intracraneales o de ramas perforantes
Anastomosis extracraneales
Robo de la subclavia (AV a la arteria basilar y flujo retrógrado de la AV contralateral a la AS)
Robo de la carótida (oclusión de la arteria carótida común [ACC] con ACE y ACI permeables y
flujo retrógrado en ACE)
Directa vertebral a vertebral (vía ramas segmentarias)
ACE a ACE (vía ramas contralaterales)
latrogénicas (derivación, anastomosis ACS a.ACC)
398· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
que atraviesan el hueso y que nacen de la arteria caróti- la ACM, se ha realizado derivaciones de la temporal superfi-
da externa (ACE). cial a la arteria cerebral media (Fig. 17-13).
A B
A --~----------------------------~------~--------~
1~:1435-1445.
Anastomosis extracraneales
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la ACE más allá de la ACC ocluida. La dirección del flujo istration on cerebral collateral flow. Neurosurgery 1998;43:317-324.
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Capítulo 18
Traumatismo
Los traumatismos pueden afectar a las arterias cervica- traumatica. La rotura arterial condiciona una extravasa-
les y cerebrales así a como los senos durales y las venas cor- ción de contraste en el interior de la pared vascular. La di-
ticales (véase el cuadro). Puede ser directo o indirecto y sección tiene lugar cuando el coágulo se abre paso entre los
primario o secundario y representa un amplio y heterogé- planos de la pared del vaso, habitualmente entre la íntima y
neo espectro de anomalías que van desde alteraciones rela-
tivamente leves de la perfusión local hasta la formación de
aneurismas, fístulas arteriovenosas (FAV), oclusiones veno- Manifestaciones vasculares del traumatismo era-
sas y muerte cerebral. neoencefálico
Aunque los procedimientos de screening iniciales en el
Lesiones visibles angiográficamente
traumatismo de cabeza y cuello son no invasivos, la arterio-
grafía cerebral proporciona un estudio de alta resolución Flap, rotura intimal
Disección
que puede resultar de gran ayuda en el manejo de algunos
Transección
pacientes con daño vascular.
Vasoespasmo
Este capítulo se centra en las manifestaciones directas
Trombo intraluminal
más importantes del daño vascular craneoencefálico, como
Oclusión
son la disección arterial, los aneurismas traumáticos y las Seudoaneurisma
fístulas arteriovenosas (FAV). Al final, se discute breve- Fístula arteriovenosa
mente acerca de la "muerte cerebral". Algunos efectos se- Patología del seno dural
cundarios (como la oclusión vascular producida por los Laceración
síndromes de herniación cerebral) han sido discutidos ya Trombo intraluminal
en capítulos anteriores. Oclusión
Hematoma epidural venoso (HEV)
Efecto de masa
DISECCiÓN ARTERIAL Herniación
Anomalías totales de la perfusión y muerte cerebral
Anatomía patológica y etiología Lesiones angiográficamente ocultas
Anomalías locales de la perfusión
Anatomía patológica Lesión por cizallamiento
Los cambios anatomopatológicos visibles en la disec- Contusión cortical
ción arterial son los mismos, independientemente de que la Edema focal (sin efecto de masa significativo)
disección haya sido espontánea (véase el capítulo 15) o
405
406· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
El traumatismo contuso, especialmente el de la arteria ea- de un segmento largo (Fig. lS-2) o como una oclusión
rótida, es una causa de isquemia cerebral postraumática vascular progresiva (Fig. lS-3). También puede existir
que a menudo pasa desapercibida (3,4). oclusión sin disección aunque es menos frecuente (véase la
Fig. lS-4B).
Consideraciones clínicas Las complicaciones por el daño traumático incluyen
el uasoespasmo, la estenosis, la oclusión, los trombas intra-
La patología vascular secundaria al traumatismo cervi- luminales, la trombosis retrógrada, el aneurisma disecante
cal es clínicamente asintomática en el 20% a 30% de los
y la embolizacián distal con isquemia o infarto cerebral
casos (5). No es infrecuente la aparición de síntomas a los (Figs. lS-4 y lS-5).
pocos días o incluso semanas después del traumatismo
(véase la Fig. lS-S).
Cuando el traumatismo es penetrante, puede dividirse
el cuello en tres zonas anatómicas: r-------------·~-I--------~
1 \
I I
1 1
Zona 1: por debajo del cartílago cricoides. \ I
Zona 2: entre el cricoides y el ángulo de la mandíbula. I I
I I
Zona 3: por encima del ángulo de la mandíbula. t I
I I
I I
Se ha propuesto la ecografía Doppler color como méto- I I
I I
do de screening en pacientes estables con traumatismo en I I
las zonas 2 ó 3 y sin signos clínicos de sangrado agudo (5). I I
localización
Las disecciones carotídeas pueden afectar tanto a los
segmentos extracraneales como a los intracraneales. La ar-
teria carótida interna (ACI) cervical es el lugar más frecuen-
te de todas las disecciones craneocervicales. Las diseccio-
nes de la ACI cervical respetan normalmente el bulbo,
mientras que aproximadamente el 70% afectan a los seg-
mentos cervical y petroso (2). Las disecciones intracranea-
les de la ACI son raras y afectan típicamente al segmento
supraclinoideo distal, extendiéndose más allá de la bifurca-
ción terminal de la ACI hacia la arteria cerebral media
(ACM) horizontal.
Las disecciones de la arteria vertebral (AV) son relati-
vamente infrecuentes, apareciendo en sólo un 20% de los
traumatismos vasculares cervicales (2). La localización más
frecuente se da entre la base del cráneo y la columna cervi-
cal superior (C 1-C2 o atlantooccipital). Menos frecuente-
mente, la AV se daña entre su origen en la arteria subclavia
y el agujero transverso de C6. Los traumatismos de la por-
ción cervical media de la AV pasan a menudo desapercibi-
dos y se dan en aproximadamente el 5 % de los pacientes
con fracturas de los agujeros transversos (7).
Hallazgos angiográficos Fig. 18-3. La RM de este paciente con ictus hemisférico iz-
quierdo realizada tres días después de un accidente de co-
La exploración angiográfica como método de scree- che mostraba un hematoma subintimal con oclusión distal de
ning es muy sensible en la detección de traumatismos pe- la arteria carótida interna (ACI). Angiografía de la arteria ea-
rótida común izquierda en fase arterial y proyección oblicua
netrantes de cuello aunque resulta negativa hasta en el
que muestra una disección traumática. La luz verdadera se
92 % de las puñaladas y en el 73 % de las heridas por arma afila rápidamente y termina en una bolsa ciega (flecha gran-
de fuego (S). El traumatismo penetrante provoca a menu- de). Las líneas discontinuas indican la posición aproximada
do disecciones, con o sin rotura o flap intimales. Las disec- de la ACI; la línea sólida representa el hematoma subintimal
ciones pueden presentarse como estenosis circunferencial (h). La ACI estaba trombosada (t) distalmente a la disección.
Capítulo 18 - Traumatismo • 409
A B
+
e o
Fig. 18-4. El motivo de realización de esta angiografía cerebral fue una herida por arma de fuego. A:
Arteriografía de la carótida común derecha en fase arterial y proyección lateral. Se observan varios
fragmentos de bala (flechas pequeñas) al lado de la arteria carótida interna (ACI). Las ramas de la ea-
rótida externa se encuentran estenosadas y cubren el hematoma paravascular que rodea a la ACI. La
ACI aparece disminuida de calibre secundariamente a vasoespasmo o al efecto de masa provocado
por el hematoma carotídeo; por lo demás se encuentra intacta. B: Angiografía vertebral derecha en fa-
se arterial y proyección oblicua que muestra el estrechamiento proximal de la AV (flechas pequeñas) y
su terminación abrupta a nivel cervical superior (flecha grande). C: Angiografía vertebral izquierda en
fase arterial y proyección AP que muestra el paso de contraste en sentido retrógrado a través de la ar-
teria basilar en la AV derecha distal (flechas pequeñas). O: La fase ven osa muestra la estasis persis-
tente de contraste en la AV (flechas). La cirugía demostró una transección de la AV derecha.
410· Sección 11 - Patología de la vascularización craneocervical
A-e
o
Fig. 18-5. Esta paciente de 38 años de edad comenzó con síntomas neurológicos de instauración
aguda tres semanas después de sufrir un traumatismo contuso del cuello. A: La Te sin contraste in-
travenoso muestra un infarto parcial de la arteria cerebral media izquierda (flechas blancas). Las pro-
yecciones lateral (B) y anteroposterior (C) de la angiografía de la arteria carótida común izquierda
muestran una disección carotídea (flechas pequeñas) con un aneurisma disecante (flechas grandes).
O: La circulación intracraneal en proyección lateral muestra una amplia área desnuda con forma de
cuña de tejido cerebral no perfundido. Existe algo de perfusión de lujo visible como un enrojecimien-
to vascular que rodea al área infartada.
nentes normales de la pared arterial. Cuando la adventicia den nacer en distintos sitios pero normalmente lo hacen
está preservada, el resultado es la formación de un infre- en la fosa supratentorial (13). Son raros los aneurismas
cuente aneurisma verdadero (9). La mayoría .de los aneuris- múltiples.
mas traumáticos son de hecho seudoaneurismas. La ACI petrosa o cavernosa puede lacerarse con las
fracturas de la base del cráneo (Fig. 12-25). Ocasional-
Etiología e incidencia mente puede dañarse la arteria cerebral anterior distal
cuando este vaso se impacta contra la hoz del cerebro. La
El traumatismo es causa de formación de aneurismas
arteria cerebral posterior e incluso la arteria cerebelosa su-
intracraneales en menos de un 1 % de los casos pero supo-
perior pueden también dañarse contra el tentorio durante
ne un 20% de los aneurismas en niños (10,11). Los aneu-
un traumatismo cerrado. Las arterias corticales adyacen-
rismas traumáticos pueden aparecer tanto con traumatis-
tes a las fracturas de cráneo o heridas penetrantes son un
mos contusos o penetrantes como con traumatismos
sitio menos frecuente de formación de seudoaneurismas
cerrados (3,12).
traumáticos.
Presentación y localización
Hallazgos angiográficos
Presentación
En general, los hallazgos angiográficos visibles con los
La sintomatología que acompaña a los aneurismas trau-
seudoaneurismas son similares a los que se ven con los
máticos oscila desde la existencia de una masa cervical asin-
aneurismas verdaderos (13) (véase el Capítulo 12). Las
tomática hasta la rotura con hemorragia masiva y muerte.
anomalías de los seudoaneurismas extracraneales oscilan
Es muy frecuente una aparición tardía de los síntomas.
desde pequeñas lesiones saculares (Fig. 18-5B y C) y dilata-
ciones fusiformes (Fig. 18-6) a colecciones en el interior de
Localización
grandes hematomas cavitados (Fig. 18-7).
Los seudoaneurismas traumáticos extracraneales apa- Los aneurismas traumáticos intracraneales se dan en
recen normalmente en los segmentos medio y superior de localizaciones atípicas. Normalmente aparecen proximal-
la ACI cervical. La AVes un sitio infrecuente de forma- mente o más allá del polígono de Willis y de las principales
ción de seudoaneurismas. Cuando son intracraneales pue- bifurcaciones arteriales (Figs. 18-8 y 18-9).
A B
.
a +-ICa
a
,. ica
/
e D
Fig. 18-7. Este gran seudoaneurisma traumático carotídeo cervical es consecuencia de un traumatis-
mo penetrante de cuello. Angiografía de la arteria carótida común derecha en fase arterial precoz (A) y
media (B) y proyección oblicua que muestra una estenosis de las carótidas interna y externa que se
disponen alrededor de una gran masa. Dicha masa se rellena lentamente de contraste (flechas abier-
tas). Nótese la severa compresión y el desplazamiento de la luz verdadera carotídea (flechas peque-
ñas). C: La Te con contraste muestra el signo de la doble luz. La luz falsa del gran seudoaneurisma (a)
comprime la luz verdadera de la carótida interna (ica). O: La reconstrucción en coronal muestra el
seudoaneurisma (a) y la compresión de la luz de la carótida interna (ica). La cirugía confirmó la exis-
tencia de un seudoaneurisma. El seudoaneurisma estaba contenido por el hematoma organizado y la
fascia adyacente, no identificándose los componentes normales de la pared arterial.
A B
Fig. 18-8. Este paciente de 48 años de edad sufrió un traumatismo craneoencefálico cerrado tres se-
manas antes de la aparición de un hematoma en el cuerpo calloso y la cisura interhemisférica. A: La
TC sin contraste muestra el hematoma (flechas). B: La angiografía de la arteria carótida interna iz-
quierda en fase arterial y proyección oblicua muestra la presencia de un aneurisma lobulado en el
segmento A2 distal de la arteria cerebral anterior (ACA) (flecha grande). Nótese el estrechamiento de
ambas ACA secundario a vasoespasmo (flechas pequeñas). La cirugía confirmó la existencia de un
seudoaneurisma presumiblemente secundario al impacto de la ACA contra la hoz del cerebro.
A B
Fig. 18-9. Angiografía en fase arterial precoz (A) y tardía (B) y proyección anteroposterior que mues-
tra un gran efecto de masa en región temporal con elevación de la arteria cerebral media (ACM) hori-
zontal y herniación subfalcial de la arteria cerebral anterior (A, flechas). La evacuación quirúrgica no
fue capaz de encontrar la causa del gran hematoma. El sangrado persistente provocó la realización
de esta angiografía, que mostró la existencia de un seudoaneurisma de la rama temporal anterior de
la ACM (B, flecha).
414· Sección 11- Patología de la vascularización craneocervical
MUERTE CEREBRAL
Concepto y definiciones
Diagnóstico clínico
La American Academy of Neurology ha estudiado am-
pliamente la muerte cerebral y ha vuelto a definir los crite-
rios clínicos que permiten establecer el diagnóstico de
muerte cerebral proponiendo además distintos tests en pa-
cientes mayores de 18 años (17,18).
Fig. 18-11. Este caso ilustra el uso de la TC helicoidal con
contraste y de la TC-angiografía para documentar la muerte
cerebral. La imagen axial obtenida durante la administra-
Imagen ción rápida de contraste muestra un marcado edema de los
lóbulos temporales con evidente pérdida de la diferencia-
ción entre la sustancia gris y blanca. Se observa también
Aunque la angiografía convencional ha sido considerada herniación transtentorial descendente severa visible por el
la modalidad más válida para confirmar la muerte cerebral, desplazamiento de los lóbulos temporales en la fosa poste-
se han propuesto también otras técnicas como la medicina rior (flechas pequeñas). No se detecta flujo en la arteria ea-
nuclear, la Xenon-TC, la ecografía Doppler transcraneal, la rótida interna (ACI) derecha. Y aunque existe paso de con-
resonancia magnética (RM) con angio-RM y la TC helicoidal traste a la ACI cavernosa izquierda (flecha grande), no
existe flujo intracraneal. No hay contraste tampoco en la ar-
(19,20).
teria basilar. Puede verse algo de realce en la fosa posterior
(puntas de flecha) que representa la presencia de contraste
Hallazgos angiográficos en los segmentos arteriales aracnoideos basales, la deno-
minada "estasis", que no descarta el diagnóstico de muerte
La tomografía computarizada y la angiografía conven- cerebral. Nótese el importante realce de las venas oftálmi-
cional muestran el estancamiento y la detención del con- cas superiores (flecha curva) y de ramas de las arterias
traste en la carótida interna y las arterias vertebrales. Otros temporales superficiales (flechas blancas), un patrón fre-
signos de muerte cerebral incluyen la visualización de real- cuente en casos de muerte cerebral.
Capítulo 18 - Traumatismo • 417
John M.Jacobs
y número de plaquetas. Es importante determinar si el pa- guir el consentimiento. Resulta inapropiado hacer hincapié
ciente está siendo tratado con heparina. En pacientes anti- en exceso sobre los riesgos de forma que atemoricen al pa-
coagulados con heparina, debe disponerse de dosis ade- ciente sobre algo que se realiza por su propio interés.
cuadas de sulfato de protamina que permitan revertir el
efecto de la heparina. Tratamos de evitar la realización de
la prueba en pacientes anticoagulados con warfarina sódi- PREPARACiÓN DEL PACIENTE
ca, ya que la reversión de su efecto anticoagulante con plas-
ma fresco congelado lleva más tiempo. Cuando un pacien-
te en tratamiento con warfarina sódica precise la
Soporte y monitorización del paciente
realización de una angiografía y sea preciso continuar con
Una vez que el paciente se encuentra en la sala de ra-
el tratamiento anticoagulante, debe hospitalizarse al pa-
diología debe colocársele sobre la mesa. Debe cogerse una
ciente y cambiar el tratamiento a heparina antes de realizar
vía intravenosa de tamaño razonable, entre 18 y 20-gauge
la prueba. Cuando sea preciso realizar la angiografía en pa-
(G), que permita administrar los líquidos intravenosos y la
cientes totalmente anticoagulados con warfarina sódica
medicación sedante y analgésica. Esta vía servirá también
pueden usarse distintos aparatos que ayudan a mantener la
en el caso de una emergencia. Nosotros conectamos el pa-
hemostasia una vez que se ha retirado el catéter (VasoSeal,
ciente a un registro electroencefalográfico (ECG) conti-
Bioplex MedicallDatascope Cor., Vaals, Holanda).
nuo, monitorizamos la saturación de oxígeno y la presión
sanguínea de forma automática e intermitente (Fig. 19-1).
Cuando se seda al paciente, debe administrarse oxígeno a
Información al paciente bajo flujo normalmente mediante gafas nasales y ocasional-
mente mediante mascarilla. Debería contarse con un profe-
El método de evaluación previo a la realización de la
sional distinto del radiólogo adecuadamente entrenado pa-
prueba permite además informar al paciente acerca de la
ra vigilar los signos vitales y el estado clínico del paciente a
exploración y del médico que la llevará a cabo. El paciente
lo largo de la exploración. Es importante recoger los datos
informado es un paciente cooperador y relajado.
e instruir a todo el personal acerca de la política y procedi-
Debe explicarse al paciente en qué consiste la prueba
mientos de sedación.
de una forma breve pero pausada. Es importante explicar-
le qué sensaciones puede experimentar al anestesiar la in-
gle, con la punción de la arteria femoral y la manipulación
del catéter y tras la administración de contraste. Normal-
Técnica de obtención de imágenes
mente, el conocimiento de estos eventos los hace más tole-
Cuando vaya a realizarse el estudio con sustracción di-
rables. El paciente debe conocer que el estudio está some-
gital es conveniente obtener una imagen previa (scout) antes
tido a artefactos de movimiento y de que se le pedirá que
de comenzar con la realización de la prueba. Esto permitirá
se mantenga quieto y que mantenga la respiración. Puede
realizar algunos ajustes tanto en la técnica como en la posi-
ser útil que el paciente conozca las órdenes que el radiólo-
ción del paciente antes de la colocación del catéter en la ar-
go suele utilizar antes de la inyección de contraste y practi-
teria. Esto es importante porque las complicaciones de la
car con él una o dos veces antes de la colocación del caté-
angiografía están directamente relacionadas con el tiempo
ter. Es importante utilizar siempre las mismas órdenes en
de permanencia del catéter en la arteria. Cualquier medida
series sucesivas en lo referente a que inspire, espire y coja
que aumente la eficacia de la prueba y que pueda tomarse
un poco de aire y lo mantenga. Estableciendo un estándar
antes de la misma reducirá la tasa de complicaciones.
de órdenes se evita repetir innecesariamente inyecciones
por mala comunicación con el paciente y por artefactos de
movimiento. Ello trae consigo un menor uso de contraste y
tiempo de catéter que repercute directamente en la dismi- Preparación de la bandeja
nución de las complicaciones derivadas de la realización de
la angiografía cerebral. Una vez que el paciente haya sido conectado a los apa-
ratos de monitorización y se encuentre limpia y preparada
la ingle, puede darse comienzo a la prueba. Debe compro-
Consentimiento informado barse que la bandeja esté completa. Existen algunas bande-
jas de angiografía ya preparadas que contienen todo el ma-
El radiólogo debe informar acerca de los riesgos y terial que se utiliza normalmente aunque no para casos
complicaciones posibles de la angiografía y de la probabili- particulares (Fig. 19-2). Nosotros colocamos el material
dad de que se produzcan (L). Siempre que sea posible, es que más se usa en un soporte Mayo que se monta sobre la
importante contar con el consentimiento informado escrito mesa para facilitar el acceso rápido y fácil de material como
por parte del paciente antes de realizar la angiografía. jeringas de suero o contraste (Fig. 19-3). Debido a que pe-
Cuando no sea posible obtener consentimiento por escrito queños errores durante la angiografía cerebral pueden tra-
por parte del paciente o de un miembro responsable de la er consigo consecuencias graves en el paciente e incluso la
familia, debe registrarse en la historia del paciente que se muerte, es necesario llevar a cabo una meticulosa revisión
trataba de una prueba de urgencia y que se trató de cense- de todos los detalles. Es preciso limpiar con suero salino
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 423
heparinizado la vía arterial y/o el catéter antes de su colo- traducción (Fig. 19-4). Estos productos se utilizan de for-
cación para evitar movilizar cualquier detritus que haya ma habitual por muchos radiólogos y presentan una clara
podido quedar dentro durante el proceso de manipula- ventaja sobre los catéteres y guías no recubiertos debido a
ción. Debe comprobarse además que la guía tenga un ta- su menor fricción. Sin embargo, es necesario humedecer su
maño adecuado para la aguja y el catéter. superficie externa antes de su utilización. En la mayoría de
los casos, el material de recubrimiento se adhiere a la pri-
mera sustancia con la que entra en contacto; como resulta-
Preparación de la guía y el catéter do, al introducir el catéter o guía es la sangre la primera
sustancia con la que contacta. El hecho de humedecerlos
Muchos fabricantes han sacado al mercado guías y ea- hace que el material se una al suero salino heparinizado.
téteres recubiertos de material hidrófilo para facilitar su in- Estudios con microscopía electrónica de la superficie ex-
Fig. 19-2. Bandeja de angiografía. Obsérvese que las jeringas con lidocaína y contraste están marca-
das. Cada jeringa presenta además un código de colores: blanca, agua; azul, contraste; roja, lidocaí-
nao El cuenco grande cuenta con un reborde interno para colocar los catéteres y las guías.
424· Sección 111- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
ACCESO VASCULAR
Anestesia local
Punción arterial
de la incisión cutánea, los dedos índice y tercero en direc- frecuentemente se nota el latido transmitido en el pulgar.
ción hacia los pies del paciente quedando la arteria femoral Llegado este punto, puede atravesarse la arteria con la aguja
entre los dos dedos (Fig. 19-9). Cuando se utiliza una aguja con decisión (Fig. 19-10). Si el paciente notara dolor duran-
en estilete, la aguja se sostiene en la mano derecha entre los te la introducción de la aguja, puede administrarse 1 ml a
dedos segundo y tercero con la palma de la mano hacia arri- 2 mI de lidocaína a través de la aguja de punción para anes-
ba. La aguja debe tener una angulación de 45° respecto a la tesiar los tejidos profundos y el periostio. Antes de adminis-
piel. Entonces, colocando el pulgar en el centro, la aguja se trar más anestésico local, es importante de nuevo aspirar con
introduce suavemente a través de la incisión y los tejidos la aguja para confirmar que la punta no se encuentra dentro
subcutáneos. Al acercarse la punta de la aguja a la arteria, de un vaso. Entonces se retira lentamente la aguja hasta que
la punta se encuentre en la luz de la arteria. Cuando esto de la posición de la aguja puede prepararse una jeringa con
ocurre, debe aparecer un gran chorro de sangre, momento contraste hidrosoluble e inyectar una pequeña cantidad bajo
en el cual debe introducirse la guía (Fig. 19-11). Cuando só- control con fluoroscopia para determinar la posición de la
lo exista un débil chorro de sangre, puede ser que la aguja aguja. Como regla general, cuando no se consiga un flujo ar-
esté en la vena o apoyada contra la pared o en la íntima de la terial importante es mejor retirar la aguja y comprimir la ar-
arteria. No debe introducirse la guía hasta no conseguir un teria durante 5 a 10 minutos que asumir el riesgo de provo-
buen chorro de sangre arterial. Cuando existan dudas acerca car un flap intimal en la arteria femoral.
Fig. 19-11. Introducción de la guía. Obsérvese que existe un flujo retrógrado de sangre pulsátil que
confirma que la punta de la aguja tiene una localización intraluminal en la arteria. La mano izquierda
sirve para localizar la arteria mientras la derecha se utiliza para controlar el extremo de la aguja.
Cuando ne se disponga de un ayudante, los dedos índice y pulgar de la mano izquierda pueden
usarse para sujetar la aguja mientras se inserta la guía con la mano derecha.
428· Sección 111- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
Cuando se desee pinchar la pared una sola vez, debe puede hacer que se salga de la arteria femoral durante la
sostenerse la aguja con los dedos pulgar e índice y mante- colocación del catéter o del introductor.
ner el centro descubierto para permitir la salida de sangre Una vez colocada la guía, se saca la aguja sujetando fir-
al entrar en la arteria. La aguja se avanza lentamente con memente la guía con los dedos pulgar e índice de la mano
un ángulo de 45° manteniendo el bisel de la aguja mirando. izquierda. Los otros tres dedos pueden usarse para com-
hacia arriba. Cuando se consiga un flujo arterial vigoroso a primir la arteria femoral y prevenir la hemorragia (Fig. 19-
través de la aguja, se gira el bisel de forma que mire hacia 13). Entonces debe limpiarse la guía de sangre para preve-
atrás y se inserta la guía. nir la trombosis por introducción de trombos en el catéter.
Nosotros preferimos utilizar una esponja humedecida en
suero heparinizado pero pueden usarse otros sistemas dis-
Canalización de la arteria ponibles en el mercado.
Con la guía colocada, se pasa sobre ella un dilatador
Cuando la aguja se encuentre en el interior de la arte- arterial de un tamaño similar. El dilatador debe introducir-
ria, debe meterse la guía hasta por lo menos el nivel de la se con un movimiento rotatorio para facilitar su entrada en
arteria ilíaca proximal. Muchos introductores vienen con el vaso a través de los tejidos subcutáneos y la fascia (Fig.
una guía] de 3 mm y 0,35 pulgadas (Fig. 19-12). Si no se 19-14). A continuación se saca el dilatador de la misma for-
usa el introductor, puede usarse una guía estándar de ma que se hizo con la aguja y se vuelve a limpiar la guía.
0,35 ó 0,38 pulgadas (J 3mm, Benson, LLT, Rosen, etc.). Personalmente prefiero usar un introductor que viene con
La guía debe introducirse suavemente. La fluoroscopia su propio dilatador y guía. Una vez colocado en la arteria
permite ver el avance de la guía. Si se percibe alguna re- debe fijarse con tiras estériles, Tegaderm (3M Health Care,
sistencia debe investigarse la causa antes de introducir Sto Paul, MN) o con sutura.
más la guía. El introductor arterial permite al radiólogo cambiar rá-
Aunque el autor prefiere usar guías con cubierta hidró- pidamente el catéter sin traumatizar repetidamente la arte-
fila, probablemente no deban usarse estas guías a través de ria. Con el uso del introductor también se mejora la trans-
la aguja, ya que puede dañarse o perderse el recubrimiento misión de fuerzas de torsión que sufre el catéter al reducir
hidrófilo. Para algunos también existe mayor tendencia a la fricción que encontraría al atravesar los tejidos que le ro-
disecar inadvertidamente la placa iliofemoral debido a que dean. Además existe menos trauma en el sitio de la arte-
dichas guías se abren paso fácilmente. Por último, la pro- riostomía provocado por los movimientos de entrada y sa-
piedad resbaladiza de la guía adecuadamente hidratada lida del catéter. Cuando se trata de exploraciones largas,
Fig_ 19-12. Introductor arterial con dilatador y guía J de 3 mm con rectificador de la punta.
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 429
Fig. 19-17. Sistema de micropunción con aguja larga de 22 G, guía Cope, dilatador e introductor. El
dilatador y el introductor se adaptan por medio de una llave.
Cuando se elige un catéter de curvatura sencilla para Una vez orientado el catéter en dirección cefálica pue-
realizar una cateterización selectiva de los vasos cerebrales, de tirarse de él hacia atrás, realizando inyecciones de con-
la guía debe avanzar más allá del arco aórtico hasta la aorta traste, hasta que se consiga entrar en el gran vaso deseado
ascendente. Una vez sobrepasado el arco aórtico con el ca- (Fig. 19-21C). Cuando se haya alcanzado el ostium del
téter, se retira la guía (Fig. 19-21A) lavándose a continua- gran vaso, es posible realizar una cateterización más selec-
ción el catéter. Habitualmente la punta del catéter mirará tiva reinsertando la guía y avanzando el catéter. No debe
hacia abajo, hacia la válvula aórtica, por lo que habrá que avanzarse la punta del catéter más allá de la guía.
ejercer sobre ella un movimiento de giro para conseguir Algunos trucos pueden ser útiles cuando existe alguna
que mire hacia el origen de los grandes vasos. La torsión dificultad para alcanzar la arteria carótida común con la
aplicada al catéter se transmite mejor al extremo del catéter guía o para pasar el catéter. Debido a la presencia de tra-
si simultáneamente se tira del catéter hacia atrás (Fig. 19- yectos tortuosos proximales, puede ocurrir que se salga la
21B). Hasta que aprende este concepto, el novato está des- guía de la arteria carótida común. Si esto ocurre de forma
0
tinado a ver la punta del catéter dar vueltas de 360 en el repetida, puede conseguirse elongar y rectificar los grandes
arco aórtico debido a que la fuerza de torsión se aplica fun- vasos proximales mediante la inspiración profunda del pa-
damentalmente en el eje del catéter y después, repentina- ciente, permitiendo así que la guía avance adecuadamente.
mente, en la punta. Otra maniobra de la que se obtiene unos resultados simila-
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 433
Fig. 19-22. A: Para colocar un catéter de curva sencilla, primero se avanza la guía más allá del arco
aórtico para introducir después el catéter (flechas rectas). B: Normalmente el catéter se dirige hacia
abajo. Para conseguir que se dirija hacia arriba y alcance el ostium del gran vaso debe tirarse suave-
mente de él ejerciendo a la vez un movimiento de giro. C: A continuación, para alcanzar el vaso, pue-
de tirarse despacio del catéter mientras se inyecta contraste.
Fig. 19-23. A: Para conseguir formar un bucle en un catéter de curva compleja en la arteria subclavia
izquierda, se coloca el catéter en el ostium de la arteria y se introduce la guía hacia la arteria subcla-
via distal. B: A continuación se introduce el catéter en la arteria subclavia y se tira de la guía (flecha).
C: Se tira de la guía hasta que quede inmediatamente por debajo de la curva secundaria. O:
Mediante un movimiento de empuje (flechas rectas) y rotación suave (flecha curva) del catéter se
consigue que se forme el bucle. E: El bucle mira frecuentemente hacia abajo pero puede colocarse
mirando hacia arriba mediante una maniobra mixta de retracción (flechas hacia abajo) y torsión (fle-
cha curva). F: Ahora puede ya tirarse del catéter (flecha hacia abajo) para alcanzar el vaso a la vez
que se inyecta contraste.
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 435
\
t
Fig. 19-24. A: Para conseguir formar el gancho en un catéter de curva compleja en la aorta, se intro-
duce la guía hasta que ésta tropiece en la válvula aórtica y se dirija hacia la aorta ascendente (fle-
chas). B: Se introduce el catéter siguiendo a la guía en su camino por la aorta ascendente. Al retirar la
guía se consigue formar el gancho.
guía hasta que quede a una altura inmediatamente proxi- por la guía pero la guía tenderá a deshacer el gancho del ca-
mal a la curva secundaria del catéter. Se da forma al catéter téter consiguiendo a veces que pierda totalmente su forma.
al empujado hacia la aorta. De forma similar, pueden usar- Si va a cateterizarse la arteria carótida común izquierda
se otros vasos como la arteria renal para dar forma al caté- después de la derecha, debe introducirse la punta del caté-
ter aunque éste es un abordaje menos deseable. ter más allá del tronco braquiocefálico alejando el catéter
Cuando se elige un catéter de curva compleja para la del origen de los grandes vasos y dirigiendo el gancho ha-
cateterización de la arteria carótida común, existen dife- cia arriba. Una vez pasado el origen del tronco braquioce-
rentes longitudes disponibles. Debe inyectarse contraste en fálico puede tirarse del catéter aplicando un movimiento
el arco aórtico para calcular la longitud entre el origen de de torsión que permita que mire hacia arriba.
la arteria innominada y el origen de la arteria carótida co- Existen dos circunstancias en las que debe modificarse
mún y seleccionar así el catéter apropiado. El radiólogo de- aún más la punta del catéter de curva compleja para conse-
be familiarizarse con las características específicas de los guir la cateterización del vaso deseado. Es preciso dar una
distintos catéteres que se usan en la angiografía cerebral. forma de ocho o lazo invertido al catéter cuando la punta
Una vez reformada la curva compleja, ésta adquiere del mismo se introduzca en la arteria subclavia derecha
una morfología en gancho. Puede utilizarse tanto la arteria proximal y no en la arteria carótida común derecha proxi-
carótida común izquierda como la derecha simplemente in- mal y cuando exista un origen común de la arteria carótida
troduciendo el catéter en el vaso apropiado. La punta del común izquierda y el tronco braquiocefálico (Fig. 19-25).
catéter debe dirigirse cefálicamente hacia el ostium del va- Esto ocurre frecuentemente cuando el origen de la arteria
so. Una vez que la punta se engancha en el vaso, se tira del carótida común derecha o izquierda nace de la porción
catéter con cuidado a medida que se inyecta contraste. Para proximal y medial del tronco braquiocefálico (origen bajo
colocar la punta del catéter en la arteria carótida común de- de la arteria carótida común derecha y origen anómalo de
recha proximal se franquea lel tronco braquiocefálico tiran- la arteria carótida común izquierda, respectivamente). Con
do suavemente un poco más del catéter mediante control el catéter en posición convencional, la curva primaria mira
fluoroscópico mientras se inyectan pequeñas cantidades de hacia el lado opuesto al origen del vaso mientras que cuan-
contraste hasta que la punta esté en posición. Es importante do aquél adopta una forma de ocho la curva primaria se di-
inyectar contraste mientras se coloca el catéter para evitar rige hacia el origen del vaso.
que la punta del catéter puede disecar una placa. También En este caso, el catéter se introduce inicialmente en el
puede conseguirse colocar la punta del catéter pasándolo tronco braquiocefálico o en la arteria subclavia derecha
436· Sección 111- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
Fig. 19-25. A: Para conseguir formar una curva invertida o con forma de ocho, se coloca el catéter en
la arteria subclavia derecha proximal o en el tronco braquiocefálico ejerciéndose sobre él un movi-
miento giratorio (flecha curva) a medida que es introducido lentamente (flecha hacia arriba). B: Una
vez formada la curva invertida, la punta del catéter debe dirigirse medialmente. Al introducir el catéter
(flechas hacia arriba) la punta alcanzará el vaso (flecha hacia abajo). C: Al tirar del catéter (flechas
hacia abajo) y girarlo simultáneamente (flecha curva) en la dirección opuesta a la que se usó para for-
mar el lazo, el catéter se desplegará y alcanzará la porción más distal del vaso.
proximal (Fig. 19-25A). A continuación se aplica un movi- riantes anatómicas que puede resultar dificultosa, si no im-
miento de torsión al catéter hasta que gire 180 grados y posible, con un catéter de curva sencilla. La desventaja del
adopte una forma de ocho (Fig. 19-25B). La curva prima- catéter de curva compleja radica en que si bien permite
ria y la punta del catéter se dirigen ahora medialmente ha- abordar la porción proximal del vaso, puede no permitir el
cia el origen de la arteria carótida común. El radiólogo de- acceso a la porción distal del mismo. Así, aunque el catéter
be recordar la dirección de giro que dio al catéter para de curva compleja puede introducirse en la arteria carótida
darle forma de ocho. Cuando la punta mira hacia el ostium común proximal o en la arteria subclavia e incluso permite
de la arteria carótida común se introduce un poco el caté- pasar la guía hasta la arteria carótida interna (ACI) o la ar-
ter para permitir su entrada en la arteria carótida común. teria vertebral, respectivamente, el catéter no puede seguir
Una vez que el catéter haya entrado en el ostium de la arte- a la guía debido a que la curva secundaria del catéter ten-
ria carótida común, debe tirarse de él girándolo simultáne- derá continuamente a deshacer el gancho. Cuando se nece-
amente en la dirección opuesta en que se formó el ocho site una cateterización más selectiva, debe cambiarse el ca-
(Fig. 19-25C). Esto conseguirá colocar el catéter en la por- téter de curva compleja con una guía larga por un catéter
ción proximal de la arteria carótida común cervical. de curva sencilla.
Estas dos situaciones ocurren con relativa frecuencia
en la anatomía del arco aórtico. Cuando suceden, la morfo-
logía en ocho del catéter puede ser la única vía de conse- Cambio de catéter
guir cateterizar el vaso.
Una vez colocado el catéter, debe inyectarse contraste Una vez colocada la punta de la guía en el ostium del
en la arteria carótida común bajo control fluoroscópico. vaso puede ocurrir que no pueda introducirse el catéter.
Esta maniobra no sólo asegura que la posición del catéter Puede ser preciso cambiar el catéter por un catéter de ma-
sea la adecuada, sino que permite ver la bifurcación de la yor tamaño o distinta morfología, o ambos. En el mercado
arteria carótida común para su adecuado relleno durante la existen múltiples guías con puntas rectas o curvas y longi-
angiografía. tudes que oscilan entre los 180 cm y los 300 cm y que per-
Las ventajas del catéter de curva compleja son su ma- miten llevar a cabo el cambio del catéter. A la hora de se-
yor efectividad en vasos tortuosos y que puede usarse, co- leccionar una guía para el cambio de catéter, debe sumarse
mo se ha descrito previamente, para la canalización de va- la longitud del catéter más largo que vaya a usarse y la lon-
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 437
gitud de guía que va a quedar dentro del paciente. Deben Aunque el cambio de catéter no es una maniobra espe-
añadirse algunos centímetros adicionales al cálculo final de cialmente difícil, la comunicación entre el personal y la
forma que sea posible sujetar, controlar y jugar con la guía atención, especialmente a la localización de la punta de la
en el interior de los vasos. La media de catéter cerebral es- guía, facilitan enormemente su realización. Normalmente
tá en el rango de 90 cm a 120 cm de longitud. La longitud los momentos más críticos son al tirar del catéter original
media de la guía que debe introducirse en el paciente está por debajo del origen del gran vaso, al retirar la punta del
también en el rango de 90 cm a 120 cm. Por tanto, para la catéter del introductor o del lugar de la punción y al tratar
mayoría de pacientes adultos, resulta adecuada una guía de introducir el segundo catéter en el gran vaso. En estos
estándar de 260 cm para efectuar el cambio de catéter. momentos es cuando es más fácil que se mueva la guía.
El cambio de catéter resulta mucho más fácil si trabajan
dos personas. Para cambiar el catéter, se introduce la guía
por el catéter que pretende cambiarse hasta la localización CONTRASTE
deseada. Bajo control fluoroscópico se retira suave y gra-
dualmente del catéter a medida que la segunda persona in- Se dispone de numerosos agentes de contraste para la
troduce la guía al mismo ritmo. Lo más importante de esta inyección de los vasos cerebrales. En la tabla 19-1 se faci-
maniobra consiste en tirar del catéter sin mover la punta de lita una lista de agentes de contraste y algunas de sus ca-
la guía en dirección ascendente o descendente. Una vez reti- racterísticas. Existen dos clases principales de agentes de
rada la totalidad del catéter, debe sujetarse firmemente la contraste: hidrosolubles iónicos e hidrosolubles no ióni-
porción de la guía que se encuentra accesible a las manos del coso Los agentes no iónicos son los de reciente utilización
operador con los dedos pulgar e índice de la mano izquier- y se clasifican en función del contenido en yodo orgánico
da. Se lava la guía y se introduce el catéter nuevo, que ha si- por milílitro. Los agentes de contraste iónicos se definen
do previamente preparado. En este momento, debe tenerse por su peso por porcentaje de volumen de solución salina
cuidado con no introducir o retirar la guía. Una vez que la yodada (3). Como regla general, un contraste no iónico
punta del catéter se encuentra en el lugar de la punción, se designado 300 es equivalente en cuanto a concentración
sujeta con fuerza la porción distal de la guía que sobresale de yodo y relleno vascular a un agente iónico designado
del extremo del catéter con los dedos pulgar e índice. Se li- 60. Estas son las dos concentraciones más frecuentemente
bera el segmento proximal de la guía y se inserta el catéter. usadas en la angiografía cerebral adulta debido a que
Al introducir el catéter, se recomienda control fluoros- ofrecen una excelente relación entre opacificación vascu-
cópico de la porción distal de la guía y el arco aórtico. lar y carga de yodo.
Debe tenerse cuidado para no sacar la guía al introducir el Existe controversia entre los radiólogos acerca de si
catéter. Cuando el catéter se encuentra en la posición de- son los agentes de contraste iónicos o los no iónicos los
seada, se retira la guía y se lava el catéter. que deben utilizarse en la angiografía cerebral. Puesto que
lohexol
Osmolaridad
(mOsmol/kg agua)
480
240
300
350
• 180
Vendedor
Winthop/Nycomed, Princeton, NJ
ambos son seguros y permiten una adecuada opacificación Los distintos laboratorios angiográficos expresan estos
de los vasos, es la cuestión de! mayor coste de los agentes números en distinto orden. Es importante conocer la jerga
no iónicos cuando salieron al mercado, la que dividía a que se utiliza en nuestro lugar de trabajo de forma que to-
ambos grupos. Ahora que disponemos de más agentes en do e! personal conozca exactamente cuánto contraste y a
e! mercado, la competitividad ha hecho disminuir los cos- . qué flujo se está administrando. En este capítulo indicare-
tes aunque continúan siendo más caros los agentes no ió- mos primero e! volumen por segundo y a continuación el
nicos. Existe e! acuerdo de que son preferibles los agentes volumen total. En e! caso descrito previamente, la instruc-
no iónicos en pacientes de alto riesgo y aquellos que van a ción al inyector debe ser a 5 de 10.
ser sometidos a algún procedimiento intervencionista. Puede controlarse la aceleración lineal de la inyección
Aunque parece no haber una diferencia significativa en la de contraste en e! primer intervalo de tiempo, que puede
tasa de complicaciones neurológicas cuando se comparan fijarse en e! inyector. En la angiografía cerebral, el inyector
los dos tipos de agentes, los contrastes no iónicos parecen se programa para segundos, consiguiéndose una acelera-
tener menos efectos sistémicos y una menor tasa de reac- ción progresiva de contraste durante e! primer segundo de
ciones alérgicas. Además, parece que los agentes no ióni- la inyección. Esto es más útil cuando e! catéter está locali-
cos son mejor tolerados por los pacientes en lo referente a zado cerca del origen de un vaso, pudiendo salirse al inyec-
la sensación de quemazón que se experimenta durante la tar de forma repentina e! contraste. En e! ejemplo previo,
inyección (4-13). una inyección de 5 ml/s para un volumen total de 10 mI con
En nuestra institución usamos contraste no iónico en una aceleración durante 0,4 s conseguiría que se introdujera
todas las angiografías cerebrales que realizamos. Muchos la misma cantidad de contraste, pero los primeros 5 mI se in-
de nuestros pacientes a los que se realizó previamente estu- yectarían con una aceleración lineal, alcanzando la veloci-
dios con contraste iónico han referido menos molestias con dad de flujo deseada a los 0,4 s de iniciada la inyección.
los agentes no iónicos. La Tabla 19-2 muestra algunos flujos y volúmenes de
En pacientes con reacción alérgica significativa previa inyección recomendados dependiendo de! vaso y del tipo
al contraste y en los que es preciso realizar una nueva an- de lesión que se esté estudiando. Con la experiencia, el an-
giografía cerebral, es posible adoptar medidas preventivas giografista aprenderá a ajustar los flujos, e! volumen total y
que pueden reducir e! riesgo de que se produzca otra re- la aceleración lineal para sacar e! mayor partido posible a la
acción. Es posible la ausencia de reacción al contraste no inyección de contraste.
iónico en pacientes que han tenido previamente reaccio- El PSI hace referencia a la máxima presión que genera-
nes al contraste iónico. Además las administración de este- rá e! inyector mientras inyecta e! contraste. Cada catéter
roides y antihistamínicos antes de! procedimiento repre-
sentan un papel importante en la prevención de las
reacciones alérgicas (14).
••
be conocer antes de utilizar un inyector automático. En ge- Ritmo Volumen
neral, la administración de contraste mediante un inyector (mI/segundo) total (mi)
automático se define utilizando los criterios que siguen: vo-
lumen de contraste por segundo, volumen total de contras-
te y aceleración lineal, y PSI (pounds per square inch 01 pres-
sure). El volumen de contraste por segundo hace referencia
al volumen de contraste que e! inyector inyectará durante
cada segundo de la inyección, mientras que e! volumen to-
.
ACCO-O,2
ACI 0-0,5
ACE
-
(proximal)
frente a
---.
4-5
3-4
Con SO Sin SO
5-6
4-5
8-10
6-8
••
10-12
8-10
tiene especificaciones en la etiqueta que deben seguirse pa- pero en nuestra experiencia la proyección oblicua anterior
ra evitar que se rompa. En caso de que ocurra, los catéteres izquierda del arco proporciona una excelente visión del ori-
están preparados para romperse en el segmento que se en- gen del tronco braquiocefálico, la carótida común izquierda
cuentra fuera del paciente. y la subclavia izquierda (véase Fig. 1-11). Además, tanto el
ostium como los segmentos cervicales proximales de las ar-
terias vertebrales pueden ser evaluados con esta proyección.
ANGIOGRAFíA DE LOS VASOS CEREBRALES Cuando sea necesario puede obtenerse también una proyec-
ción anteroposterior (AP) y oblicua anterior derecha o reali-
EN DETERMINADOS PROCESOS PATOLÓGICOS
zarse una inyección selectiva de las arterias subclavias para
ver el origen de los vasos (Figs. 1-12 y 9-5).
ada hay mejor que la experiencia y el sentido común
Una vez estudiado el arco aórtico, puede seleccionarse
en la cateterización selectiva de los vasos cerebrales. Así,
el catéter adecuado para la cateterización selectiva de las
cuando estudiamos un paciente con sospecha de aneuris-
arterias carótidas comunes. Como regla general, si los
ma intracraneal, realizamos una angiografía selectiva de la
grandes vasos son relativamente rectos o sólo mínimarnen-
ACI. Por el contrario, en pacientes de edad con vasos tor-
te tortuosos suele ser suficiente con un catéter de curva
tuosos y patológicos puede ser preferible realizar una an-
sencilla. La cateterización selectiva de las arterias carótidas
giografía menos selectiva de la arteria carótida común que
comunes mínimamente tortuosas puede ser realizada con
supondrá un menor riesgo para el paciente. A continua-
relativa sencillez con un catéter de curva sencilla o comple-
ción trataremos de analizar algunos principios básicos de la
ja. Yo utilizo un catéter de curva única siempre que sea po-
cateterización de los vasos cerebrales.
sible ya que ofrece más opciones a la hora de cateterizar los
Las dos indicaciones principales de la angiografía cere-
vasos. Los catéteres de curvatura sencilla son más apropia-
bral en nuestra institución, y probablemente en cualquier
dos para la cateterización selectiva de las arterias carótida
sitio, son la aterosclerosis cerebrovascular y la evaluación
interna, carótida externa y vertebral.
de aneurismas intracraneales. En estos casos, las técnicas
utilizadas en la cateterización de los vasos cerebrales son La estrategia a utilizar en la cateterización de las arte-
idénticas a las usadas para otros procesos patológicos. rias carótidas comunes en pacientes con aterosclerosis con-
Otros capítulos de este libro abordan más directamente la siste en cateterizar y estudiar el vaso patológico inicialmen-
fisiopatología, la historia natural y los hallazgos angiográfi- te. Normalmente la historia clínica del paciente, la
cos normales por lo que nos centraremos en esta sección ecografía duplex y la angio-RM proporcionan datos acerca
únicamente en los aspectos técnicos de la angiografía en del lugar donde asienta la patología. En el caso de ocurrir
procesos patológicos concretos. un problema que requiera finalizar anticipadamente el pro-
cedimiento se habrán obtenido los datos necesarios para
aplicar el tratamiento.
Aterosclerosis cerebrovascular Cuando realizamos una arteriografía de la arteria caró-
tida común, inyectamos 4 ml a 5 ml. De contraste por se-
En la evaluación de la aterosclerosis cerebrovascular, gundo durante 2 segundos, hasta un total de 8 ml a 10 ml.
debe obtenerse primero una aortografía del arco cervicoto- Mediante un sistema de angiografía digital biplanar, pue-
rácico seguida de la cateterización selectiva de ambas caró- den obtenerse cuatro proyecciones de la carótida común
tidas comunes (Figs. 16-3 y 16-4). La aortografía se realiza con dos inyecciones de contraste. Las cuatro proyecciones
normalmente con un catéter pigtai15 French, aunque tam- incluyen AP, lateral, oblicua anterior izquierda a 45 grados
bién puede realizarse de forma segura con un catéter end- y oblicua anterior derecha a 45 grados (Fig. 16-5). Con un
hole. El catéter se introduce bajo control fluoroscópico, sistema uniplanar, es suficiente con las proyecciones AP, la-
previa introducción de la guía, en la aorta ascendente pro- teral y oblicua ipsilateral. Las proyecciones intracraneales
ximal hasta el origen del tronco braquiocefálico. Si se utili- se obtienen también de forma rutinaria en Caldwell AP y
za un catéter end-bole debe llevarse a cabo un test de inyec- lateral (Fig. 17-1).
ción para asegurarse de que la punta del catéter no esté en Nosotros no realizamos cateterismo del sistema verte-
una arteria coronaria. brobasilar cuando los signos y síntomas de aterosclerosis se
El aortograma del arco aórtico permite al angiografista limitan a la circulación anterior; sí lo practicamos cuando
tener un mapa claro de las relaciones de los grandes vasos los síntomas son más probablemente de origen vertebroba-
entre sí, la tortuosidad de las porciones proximales de los silar. Además, si existe oclusión de la arteria carótida inter-
grandes vasos y la presencia de patología en el origen de los na puede ser necesario estudiar el sistema vertebrobasilar
grandes vasos que pueda impedir llevar a cabo una cateteri- para acceder a la circulación colateral del vaso ocluido.
zación más selectiva. Con angiografía digital, la tasa de in- Cuando sea necesario cateterizar el sistema vertebro-
yección normal es de 15 ml/s en dos segundos, hasta un total basilar, es útil obtener un aortograma para seleccionar la
de 30 ml de contraste 300 no iónico. Se angula el tubo 30 a arteria vertebral mayor y más dominante. Cuando ambas
45 grados en proyección oblicua anterior izquierda. Antes arterias vertebrales tengan aproximadamente el mismo ta-
de inyectar contraste, debe aplicarse fluoroscopia mientras maño, suele ser más sencillo cateterizar la arteria vertebral
se angula el tubo para conseguir abrir el arco de la aorta. En izquierda, ya que el curso de la aorta descendente, la arte-
algunas ocasiones pueden necesitarse otras proyecciones, ria subclavia izquierda y el origen de la arteria vertebral iz-
440· Sección 11I- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
quierda es relativamente recto comparado con la de! cami- dir en un buen conocimiento de la circulación colateral
no a la arteria vertebral derecha desde la arteria femoral. de! territorio vascular afecto. Por último, e! vasoespasmo
es una complicación normalmente tardía de la hemorragia
subaracnoidea que en ocasiones puede verse en e! periodo
agudo (Fig. 12-27). La visualización en un primer momen-
Aneurisma cerebral
to de todas las arterias cerebrales no sólo dejará ver e! es-
pasmo agudo sino que también servirá como mapa de
Existen dos tipos de pacientes con aneurisma cerebral comparación en e! caso de que aparezca e! vasoespasmo
e indicación de angiografía cerebral: pacientes que se pre- tardío.
sentan con hemorragia subaracnoidea provocada por al ro-
En comparación con la estenosis aterosclerótica, en el
tura de un aneurisma y pacientes que presentan aneuris-
caso de la evaluación de aneurismas es deseable realizar
mas intactos descubiertos por la presencia de un efecto de
una angiografía más selectiva de los vasos cerebrales. Al se-
masa o por un hallazgo accidental. En ambas situaciones,
leccionar cada ACI, se prescinde de la arteria carótida ex-
e! angiografista cuenta normalmente con pruebas de ima-
terna (ACE) siendo más sencillo interpretar los vasos intra-
gen no invasivas como la TC, la RM o la angio- TC o angio-
craneales,
RM para dirigir e! cateterismo hacia e! lugar donde asienta
la patología. Aunque algunos angiografistas se encuentran más se-
En e! caso de la hemorragia subaracnoidea aguda, la guros realizando un aortograma de! arco aórtico antes de
sintomatología de! paciente puede oscilar desde cefalea a cateterizar los grandes vasos, otros suelen saltarse este paso
coma. Desde e! momento de la presentación de los sínto- ya que consideran que aportan poca información en la eva-
mas hasta la cirugía, existe un riesgo potencial real de des- luación de un paciente cuyos vasos no sean difíciles de ea-
compensación que puede estar provocado por distintos teterizar, aumentando, sin embargo, la cantidad total de
factores. En este caso, probablemente más que en ningún contraste. Depende un poco de! sentido común. Así, mien-
otro caso en neurorradiología, es esencial obtener la infor- tras un paciente de 30 años con hemorragia subaracnoidea
mación necesaria para implantar e! tratamiento adecuado es poco probable que tenga anomalías de los grandes vasos
tan pronto como sea posible. que dificulten la cateterización selectiva siendo probable-
Siempre debe realizarse una TC de cráneo sin contras- mente innecesaria la realización de un aortograma de! arco
te antes de la arteriografía para determinar, basándose en e! aórtico, sí puede estar indicada su realización en un pa-
patrón de la hemorragia subaracnoidea, e! territorio vascu- ciente de 72 años de edad con historia de hipertensión mal
lar donde más probablemente se originó la hemorragia controlada para determinar si existe patología arterial pro-
ximal.
(15,16). Debe inyectarse primero e! vaso donde se sospe-
che que asienta la patología (Fig. 12-4). Por ejemplo, si la En general, se prefiere un catéter de curva sencilla, ya
mayoría de la sangre se encuentra localizada en la cisura que permite la cateterización selectiva de las arterias caróti-
silviana derecha, debe ser la arteria carótida interna dere- da interna y vertebral. Utilizando una guía, se cateterizan la
cha la primera en ser estudiada. Por e! contrario, si la ma- arteria carótida común o la arteria subclavia. Se retira la
yoría de la sangre se localiza en la fosa posterior y e! cuarto guía, se inyecta suero heparinizado en e! catéter y después
ventrículo, deben ser las arterias vertebrales izquierda y de- contraste en e! vaso bajo control fluoroscópico. En este
recha las que se estudien primero, antes de las carótidas. momento, resulta muy útil obtener cuando sea posible, un
De esta forma, en e! caso de que se deteriore e! estado de! mapa en directo de los vasos con sustracción digita! que
paciente, se contará con información suficiente para llevar permita visualizar e! vaso que pretende cateterizarse. Si no
al paciente al quirófano y operar e! aneurisma. existe ninguna patología que afecte a las arterias carótida
Cuando la hemorragia subaracnoidea es difusa y no interna o vertebral como la estenosis aterosclerótica, se re-
ofrezca ninguna pista acerca de la localización de la patolo- aliza una cateterización más selectiva. Se reinserta la guía y
gía en TC, debe llevarse a cabo un estudio completo de to- aplicando un movimiento de giro para mover la punta se
dos los vasos cerebrales intracraneales. introduce en e! vaso a cateterizar, Se introduce e! catéter a
No existe una diferencia sustancial en e! abordaje de continuación con control fluoroscópico en la posición ade-
pacientes en los que se sospecha la existencia de un aneu- cuada. Como ya se ha dicho, la punta de! catéter no debe
risma intacto. Inicialmente se estudia e! vaso sospechoso sobrepasar la porción más distal de la guía.
para luego continuar con e! resto de la vascularización ce- En la cateterización de la arteria carótida interna resul-
rebral. No obstante, en este caso, se cuenta normalmente ta adecuado normalmente e! nivel cervical medio entre C3
con otras pruebas de imagen como la RM o la angio- RM. y C4. En e! caso de la arteria vertebral, puede colocarse el
Una vez localizado y estudiado e! aneurisma, se estu- catéter inmediatamente distal al nivel de C6, donde se cur-
dian también e! resto de vasos cerebrales (Fig. 12-22). En va para dirigirse al agujero transverso, pero proxima! a la
e! 15% a 20% de los pacientes coexisten dos o más aneu- posterior curva a la altura de C2. Estas dos posiciones evitan
rismas (17, 18). Estos aneurismas adicionales pueden tra- que e! catéter se movilice durante la inyección o que refluya
tarse en e! mismo momento de la cirugía. A veces es nece- contraste a los vasos proximales que no pretende rellenarse,
saria la oclusión temporal, y a veces permanente, de la Además, este segmento de los vasos es normalmente más
arteria principal para facilitar e! tratamiento de! aneuris- recto, existiendo por tanto menos probabilidad de que el
ma. La diferencia entre un buen y un mal final puede resi- agujero distal de! catéter se ocluya por apoyarse en la íntima
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 441
de la pared del vaso. Las arterias carótida interna y verte- para determinar el flujo en el vaso y establecer así el volu-
bral son más susceptibles de sufrir vasoespasmo o trau- men y el flujo de contraste.
matismo iatrogénico que otros vasos mayores; por tanto, El objetivo de la angiografía cerebral en la evaluación
debe tenerse cuidado e introducir suavemente la guía y el de los aneurismas intracraneales consiste en estudiar todos
catéter y con la menor manipulación posible. Cuando sea los vasos intra y supratentoriales (19). Debe prestarse una
posible, debe adaptarse la curva primaria del catéter a la atención especial al polígono de Willis y a otras localizacio-
curva natural del segmento cervical del vaso para evitar nes frecuentes de los aneurismas, ya que la mayoría de los
que se obstruya el agujero distal por aposición a la pared aneurismas se producen en zonas de bifurcación arterial
o espasmo. (Fig. 12-2). No basta con diagnosticar un aneurisma, sino
Una vez colocada, debe retirarse la guía. Cuando se re- que deben definirse sus características anatómicas con vis-
tira, puede ser recomendable irrigar de forma continua el tas a planear un tratamiento neuroquirúrgico o endovascu-
catéter con la jeringa que se encuentra unida al angiocaté- lar. Para ello deben realizarse distintas proyecciones (Fig.
ter. Si la punta del catéter se apoya en la pared de un vaso, 12-19). En la Tabla 19-3 se muestran las localizaciones más
se creará una presión negativa al retirar la guía que tenderá frecuentes de los aneurismas y las proyecciones que habi-
a introducir aire en el catéter. Si se introduce suero salino a tualmente permiten su visualización. No obstante, no hay
medida que se tira de la guía sujetando el extremo del caté- que olvidar que cada paciente es diferente y que a menudo
ter hacia arriba, pasará suero salino y no aire al catéter. se necesita realizar cambios sutiles en estas proyecciones
Cuando el catéter se apoya en la pared de un vaso, se debido a la existencia de artefactos o variantes anatómicas.
puede tirar de él suavemente hasta que se restablezca el Nosotros, en pacientes con aneurisma intracraneal o aque-
flujo retrógrado en el extremo del catéter. Antes de utilizar llos en los que se sospecha su existencia, añadimos por lo
el inyector automático, debe realizarse un test de inyección menos una proyección oblicua a las AP y lateral conven-
de contraste para descartar vasoespasmo en la punta del cionales. Al principio, es bueno visitar el quirófano para
catéter, que también requerirá volver a colocar el catéter, y ver los vasos intracraneales a través del microscopio y co-
ACOA: arteria comunicante anterior; ACOP: arteria comunicante posterior; ACS: arteria cerebelosa superior; ACAI: arteria cere-
belosa anteroinferior; ACPI: arteria cerebelosa posteroinferior.
442· Sección 11I- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
nacer la visión que de ellos tiene el neurocirujano. Esto grabación más larga para constatar la opacificación distal
permite al angiografista contar con una visión tridimensio- del vaso.
nal de la compleja relación de los vasos cerebrales intracra-
neales y le ayudará a elegir mejor las proyecciones adecua-
das. .
Malformaciones arteriovenosas y fístulas
Pueden aplicarse otras mediadas para ver mejor el po-
lígono de Willis. Para observar el paso de contraste por las
arterias comunicantes puede resultar útil introducir un ma- El resto de los procesos patológicos que afectan al
yor volumen o flujo de contraste. También puede ser ade- sistema vascular cerebral pueden estudiarse en general de
cuado inyectar a un flujo de 4 ml/s durante dos segundos, la misma forma que en los casos de aterosclerosis y aneu-
hasta un volumen de 8 ml, para visualizar el territorio distal rismas. Sin embargo, las malformaciones vasculares cere-
de la ACI. Sin embargo, para rellenar la arteria comunican- brales (MAV) , las MAV durales, las fístulas arterioveno-
te anterior o posterior en el mismo paciente, puede reque- sas (FAV) y las fístulas carotidocavernosas merecen una
rirse aumentar la inyección de contraste de 2 ml a 4 ml a 5- atención especial. Aunque estas lesiones difieren en tér-
6 mll s hasta un total de 10-12 ml. minos de etiología, fisiopatología e historia natural, com-
También puede ser necesario aplicar compresión vas- parten una característica común: son todas ellas lesiones
cular (Fig. 12-20). La compresión manual durante la inyec- de alto flujo. Por ello, el angiografista debe modificar la
ción de la arteria carótida del lado contrario al vaso catete- técnica habitual para conseguir estudiar la lesión adecua-
rizado permite el paso de contraste y la visualización de la damente.
arteria comunicante anterior. La arteria comunicante pos-
terior puede verse al comprimir manualmente la arteria ea-
Malformaciones arteriovenosas cerebrales
rótida durante la inyección vertebral (maniobra de Huber),
Hay que tener cuidado en pacientes mayores o en aquellos
Cuando se realiza una angiografía cerebral para estu-
con patología de los vasos cervicales para no comprimir
diar las MAV cerebrales, lo habitual es que se conozca el
demasiado fuerte. Es importante controlar el pulso del pa-
diagnóstico por la realización previa de pruebas no invasi-
ciente durante la compresión manual, ya que la estimula-
vas. Por tanto, el objeto de la angiografía no consiste en es-
ción carotídea puede provocar bradicardia.
tablecer el diagnóstico sino en determinar cuál es la mejor
La búsqueda de aneurismas en la circulación intracra- opción terapéutica (20). Son tres los especialistas interesa-
neal debe incluir la observación de todos los vasos intradu- dos en el resultado de la angiografía, cada uno con distin-
rales. A veces la inyección de una sola arteria vertebral tas prioridades: el neurocirujano en lo referente a resec-
puede dejar ver la circulación de la fosa posterior. Si se in- ción, el neurorradiólogo intervencionista en lo referente a
yecta contraste en la arteria vertebral a un flujo de 5-6 mlls embolización y el radioterapeuta en lo referente a radioci-
hasta un total de 10-12 ml, existe normalmente suficiente rugía estereotáxica. El angiografista debe conocer todos
paso de contraste a la arteria vertebral contraria en el seg- los aspectos de interés para cada uno de estos especialistas
mento cervical alto de forma que se rellena la arteria cere- para estudiar la lesión adecuadamente. Al neurocirujano le
belosa posteroinferior. Se discute sobre la seguridad de re- interesa conocer la localización de la lesión, especialmente
alizar la inyección de la arteria vertebral de esta forma o si afecta a tejido cerebral trascendente, el tamaño de la le-
sobre si existe suficiente contraste que permita estudiar la sión, el número y distribución de vasos nutrientes, el pa-
porción distal de la arteria vertebral contraria y sus ramas. trón de drenaje venoso en cuanto a la presencia o ausencia
Por alguna razón se cree que la evaluación de la arteria ver- de drenaje venoso profundo y la presencia o ausencia de
tebral contraria es insuficiente, por lo que es preciso cate- aneurismas asociados en las arterias nutrientes proximales.
terizar de forma selectiva dicha arteria vertebral. Cada uno de estos factores influye en la evolución y pro-
Independientemente de la experiencia del angiografis- nóstico del paciente cuando se opta por un tratamiento
ta, hay veces en que sencillamente no es posible cateterizar quirúrgico (21).
de forma selectiva un vaso. Esto ocurre normalmente en la Al neurorradiólogo intervencionista le interesa tam-
circulación vertebrobasilar pero también puede suceder en bién la localización de la lesión, las características hemodi-
la circulación carotídea. En estas circunstancias, la única námicas de la misma y el grado de tortuosidad proximal de
solución consiste en inyectar contraste en un vaso más pro- los vasos nutrientes, ya que estos factores influirán en la se-
ximal. No obstante, existen formas de optimar de forma lección del catéter y del material de embolización y en la
temporal el patrón de flujo para mejorar el relleno vascular. viabilidad del procedimiento. Además, cuando se decide
Por ejemplo, cuando no pueda abordarse una arteria verte- llevar a cabo una embolización, es importante conocer si
bral, puede colocarse el catéter en la arteria subclavia pro- existen o no aneurismas o fístulas intranidales, ya que se
ximal cerca del origen de la arteria vertebral. Se coloca un tratarán antes estas lesiones (22).
manguito de presión sanguínea en el brazo y se infla inme- Al radioterapeuta le interesa más el tamaño de la MAV
diatamente por encima de la presión sistólica del paciente. y las características hemodinámicas. Las lesiones menores
Al inyectar el contraste, éste se desvía hacia el vaso en cues- de 2-3 cm de diámetro y aquéllas con flujo más lento res-
tión. Esta técnica requiere normalmente un mayor interva- ponden más favorablemente que las lesiones grandes de al-
lo de inyección, mayores volúmenes y una secuencia de to flujo (22,23).
Capítulo 19 - Neuroangiografía diagnóstica • 443
Debido a que el angiografista no puede conocer de an- cuando esté indicado, las ramas durales de la ACI y la arte-
temano qué tipo de modalidad terapéutica va a aplicarse, ria vertebral (Fig. 13-20).
es necesario llevar a cabo un estudio suficientemente am- Cuando se cateterizan las ramas de la ACE, puede ser
plio como para satisfacer a los tres grupos. útil obtener un mapa con control fluoroscópico y sustrac-
La primera pregunta que surge es ¿qué vasos debe es- ción digital. La cateterización de las ramas de la ACE re-
tudiarse? La respuesta a esta pregunta se encuentra en el .quiere el uso de un catéter de curva sencilla. La misma téc-
conocimiento de la vascularización normal de un determi- nica descrita previamente para la cateterización de la ACI
nado territorio cerebral. Por ejemplo, una pequeña lesión puede aplicarse en la cateterización de distintas ramas de la
central en los ganglios basales puede necesitar estudiar ACE. A veces, sin embargo, es mas sencillo introducir el
únicamente una ACI. Sin embargo, una gran lesión situa- catéter sin usarse de una guía. Si bien en el pasado muchos
da en una zona crítica con afectación cortical importante consideraban una herejía introducir el catéter sin el uso de
puede necesitar el estudio selectivo de ambas ACI, ambas una guía, en la actualidad, puede hacerse de forma segura
carótidas externas y el sistema vertebrobasilar. (Figs.13 -7 y en determinadas circunstancias con catéteres de punta afi-
13-8). En las MAV cerebrales localizadas en el territorio lada y calibre pequeño. Es importante inyectar contraste a
crítico entre la arteria cerebral anterior (ACA) y la arteria medida que se introduce el catéter o girado de forma que
cerebral media (ACM), es a menudo útil estudiar la ACI pueda ser colocado en la posición adecuada sin producir
contralateral. Habitualmente existe una arteria comuni- daño o espasmo en el vaso.
cante anterior permeable que permite el paso de contraste Aunque las FAV durales son lesiones de alto flujo, se
a la ACA afectada y aisla su contribución de la contribu- trata normalmente de múltiples vasos pequeños que coa-
ción de la ACM. Igualmente, en MAV de la región crítica lescen en el lugar de la fístula. Por tanto, cuando se lleva a
de la ACM y la arteria cerebral posterior, la inyección de cabo una cateterización selectiva y sub selectiva, normal-
contraste tanto en la circulación anterior como en la pos- mente pueden inyectarse pequeñas cantidades de contraste
terior conseguirá aislar la contribución de cada vaso res- manualmente mejor que con el uso de un inyector automá-
pectivamente. tico. En condiciones normales, la cateterización selectiva
La siguiente pregunta es ¿cómo debe estudiarse el va- de las ramas de la ACE se realiza con 3-5 ml de contraste.
so? Normalmente está indicado llevar a cabo cambios en el Dependiendo del grado de dilatación y de las característi-
flujo y volumen de contraste debido al alto flujo y a la dila- cas de flujo, las ramas de la ACE que nutren las FAV dura-
tación de los vasos cerebrales. Además se necesita frecuen- les pueden rellenarse normalmente con pequeños a mode-
temente una obtención rápida de imágenes para conocer rados aumentos del volumen de contraste.
las características hemodinámicas de la lesión. Se requiere Cuando se interpreta la angiografía de una fístula du-
en general un bolo de contraste mayor y más rápido, en ral, es muy importante determinar el patrón de drenaje ve-
función de las características de flujo determinadas en el noso debido a que ello determinará la historia natural y el
test de inyección inicial. Debe obtenerse un mínimo de pronóstico. La mayoría de las fístulas durales drenan en un
cuatro imágenes por segundo. gran seno dural. Este tipo de fístula, aunque es frecuente-
mente sintomática, tiene un bajo riesgo de hemorragia. Sin
embargo, la más infrecuente fístula dural que drena en las
venas corticales cerebrales o que presenta aneurismas ve-
MAV y FAV durales
nosos asociados tiene un mayor riesgo de sangrar (Figs. 13-22
y 13-23) (24,25).
Los términos "malformación arteriovenosa dural" y
"fístula arteriovenosa dural" se utilizan de forma intercam-
biable. Debido a que no existe un nido como en las MAV Fístulas directas
cerebrales, resulta más preciso el término de "fístula dural
arteriovenosa". Además, la fístula dural que afecta al seno Las fístula s directas pueden ser postraumáticas, como
cavernoso se conoce a veces como fístula carótido-caverno- en el caso de la fístula carótido-cavernosa (FCC) tras la
sa indirecta. fractura de la base del cráneo, o congénitas, como en el ca-
Las FAV durales son comunicaciones de alto flujo en- so de la fístula de la vena de Galeno. Aunque la fisiopatolo-
tre las arterias que nutren la dura y los senos y/o venas du- gía de estas lesiones es bastante diferente, las característi-
rales. La vascularización arterial de una FAV dural depen- cas hemodinámicas son similares. El flujo en la lesión es
de del área dural afectada. Aunque no es un objetivo de normalmente extremadamente alto haciendo más difícil la
este capítulo revisar la nutrición arterial de la dura en dis- identificación de la conexión fistulosa entre el sistema arte-
tintas localizaciones, es posible repasada en otros textos rial y el sistema venoso (Fig. 18-10). Esto requiere flujos y
(24-26). La evaluación angiográfica de la fístula dural con- volúmenes de contraste mucho mayores. Por ejemplo, en el
siste en catete rizar selectivamente y estudiar con contraste caso de una FCC no es infrecuente inyectar a un ritmo de
todos los vasos que potencialmente puedan estar involu- 10 mlIs en la arteria carótida interna, hasta un total de 10
crados en la vascularización de un determinado territorio ml. El aspecto más importante de la inyección de contraste
(Fig. 13-21). Está indicada la inyección selectiva y a veces consiste en producir un bolo compacto que permita identi-
sub selectiva de cada rama de la ACE que potencialmente ficar el defecto de repleción en el vaso. También se precisa
pueda nutrir la lesión. Además también deben estudiarse, obtener de forma muy rápida las imágenes. Aunque la ob-
444· Sección 111- Aspectos técnicos de la angiografía cerebral
tencion de cuatro imágenes por segundo puede ser sufi- Es mejor considerar la técnica desde el punto de vista de si
ciente en algunas ocasiones, puede ser necesario aumentar se trata de un procedimiento correcto o incorrecto que ha-
el ritmo aún más. Esto, unido al uso de un bolo de contras- cerlo desde la perspectiva de su uso seguro o inseguro.
te compacto de alto volumen aumenta la probabilidad de
detectar el defecto de repleción en la arteria en uno o más
de las imágenes antes de la fase venosa. La localización y el
Bibliografía
número de comunicaciones fistulosas tiene implicaciones
l. Skalpe 10, Lundervold A, Tjostad K. Complications of cerebral angiog-
terapéuticas, especialmente si la embolización es el trata-
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En el caso de fístulas de flujo extremadamente alto es 2. Pinto RS, Robbins E, Seidenwunn D. Thrombogenicity ofTeflon ver-
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noso, puede conseguirse verlo mejor con el flujo retrógra- 6. Pelz D, Fox AJ, Vinuela F. Clinical trials of iohexol vs. Conray 60 for
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se el orificio en la ACI afectada por una FCC al inyectar multicenter c1inical trial. Invest RadioI1985;20(suppll):55-57.
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alto, puede conseguirse con la compresión de la carótida metrizoate in cerebral angiography: a randomized double-blind cross-
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Afortunadamente, la TC, la RM y la angio-RM han Radiol 1993;28(suppl 5):55-59.
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22. Marks Mp, Lane B, Steinberg G, Chang P. Vascular characteristics of
de ser aplicable. El angiografista debe aprender a adaptar
estas pautas estándar a las situaciones concretas para ob-
tener la información necesaria que permita aplicar un tra-
tamiento adecuado.
Es importante conocer la anatomía, la fisiopatología,
los procesos patológicos vasculares cerebrales y sus opcio-
nes terapéuticas. Es importante ir adaptándose a los pro-
gresos técnicos de la angiografía cerebral. Técnicas consi-
deradas inseguras o de mala práctica en el pasado se
consideran en la actualidad perfectamente aceptables debi-
do a avances en los catéteres, los medios de contraste, etc.
"
Indice
Nota: los vasos sanguíneos están clasificados por sus nombres, p. ej., Arteriaís) caróndals); Venaís) cerebralíes). Las letras que siguen a los números de pági-
na indican lo siguiente: f, lámina; t, tabla; b, cuadro.
445
446 • índice
extracraneales, 397b, 40lf-402f, de las arterias vertebrales, 184 riesgo de, 246-247
403 degenerativos, 250 sacular, ver Aneurismas saculares
extra-intracraneales, 397b, 399, del canal carotídeo, 97 serpinginoso gigante, en la arterios-
399f-400f del polígono de Willis, 242, 244f, clerosis, 371, 371f
intracraneales, 395, 396, 397, 259f solitario, prevalencia de, 242
397b, 398f, 399 dinámica de flujo de, 253, 255f, 256 tamaño de, vs. riesgo de rotura, 247
intravenosa, 94 disecantes, 406f, 410-411, 411f traumático, 252, 410-411, 411f-413f
quirúrgicas, 399, 399f edad, 242-243, 244t trombosado, angiografía de, 259,
tronco tirocervical, 403 en arterioesclerosis, 366, 371, 371f 272,272f
Anastomosis carotido-basilar, 8f, 65-66, en las anomalías del polígono de Aneurismas de la depresión carotídea,
65b, 69f-7lf, 173 Willis, 115 97
Anastomosis intravenosas, 94 clasificación de, 241 Aneurismas degenerativos, 250
Anemia de células falciformes en pacientes pediátricos, 242-243, Aneurismas disecantes, 406f, 410-411,
aneurismas en, 248 244t 411f
vasculopatía en, 350 etiología de, 248, 250, 251f-255f, 252 Aneurismas fusiformes, en la arterioscle-
Anestesia, local, para angiografía, 424, familiares, 248 rosis, 366, 371, 371f
424f,425,425f fusiformes, en la arteriosclerosis, 366, Aneurismas gigantes, 259, 272f
Aneurisma(s),241-276 371,371f Aneurismas intracraneales familiares,
angiografía de, 257 -274 gigantes, angiografía de, 259, 272f 248
convencional, 257 -259,259f- hallazgos clínicos en, 243-244 Aneurismas micóticos, 252, 253f
267f,259t hallazgos generales en, 243b Aneurismas oncóticos, 252-253, 254f,
dilemas diagnósticos y, 259, 271f- hemorragia subaracnoidea en, 244- 255f
273f,272-273 246, 244t, 245f, 246f, Aneurismas pediculares, 250
dilemas en el manejo, 259, 271f- 246t Aneurismas saculares, 241-276
273f,272-273 historia natural de, 246-247 angiografía de, 257-274
entidades asociadas con, 259, imitadores de, angiografía de, 272, convencional, 257,258f-270f, 259,
268f-270f 273,273f 259t
evaluación de circulación comple- inicio de, 253 dilemas diagnósticos en, 259,
ta, 257, 259f-264f interna, 245f, 272f 271f-274f,272-274
gigantes, 259, 272f en arteria trigeminal persistente, no invasiva, 257, 258f
imagen detallada en, 257, 265f- 91,94f consideraciones clínicas en, 242-247,
267f traumáticos,411,41lf 244t, 245f, 246f, 246t
intraoperatoria, 274 variantes en el polígono de Willis, etiología de, 248, 250, 251f-255f, 252
múltiples, 259, 27lf 113f flujos dinámicos de, 253, 255f, 256
no invasiva, 257, 258f intranidales, 250 hallazgos generales de, 243b
postoperatoria, 274, 274f localización de, 242, 244f iniciación de, 253
resultados negativos en, 273 media, 242, 244f, 270f localización de, 242, 244f
técnica para, 440-442, 441t micóticos, 252, 253f patogénesis de, 247 -248, 248f-250f
técnicas de sustracción en, 257 morfología de, vs. riesgo de rotura, patología de, 241, 242f
trombosis en, 259, 272, 272f 247 prevalencia de, 242
valoración, de circulación colateral, múltiples rotura de, complicaciones de, 256-
259 angiografía de, 259, 271f 257,256f
consideraciones clínicas en 242-247, prevalencia de, 242 Aneurismografía, selectiva, 257, 267f
244t, 245f, 246f, 246t oncóticos, 252-253, 254f, 255f Angeítis alérgica (por hipersensibilidad),
crecimiento de, 253, 255f, 256 patogenia de, 247 -248, 248f-250f 354
cuello de, delimitación de, 257, 263f patología de, 241-242f Angeítis granulomatosa, 354
de arteria basilar, 265f pedículo, 250 Angeítis por hipersensibilidad, 354
en fenestración, 250f posterior, 266f Angeítis
de arterias carótidas prevalencia de, 242 definición de 351
cavernosa, 267f ramas perforantes de, delimitación por hipersensibilidad, 354
de arterias cerebrales de, 257, 265f, 266f primaria, del sistema nervioso cen-
anterior, 246f, 271f relacionados con el flujo, 250, 251f, tral,354
traumático,413t 252, 252f Angiofibromas nasofaríngeos juveniles,
de la arteria lingual, 255f en las malformaciones arteriove- 334, 335f
de las arterias cerebelosas nosas, 279, 280f, 282, Angiofibromas nasofaríngeos, juveniles,
inferior, posterior, 25lf, 264f 285f 334, 335f
superior, traumático, 411 resangrado de, 257 Angiografía por resonancia magnética
de las arterias comunicantes rotura de de las arterias carótidas, interna, 74,
anterior, 257, 158f, 260f-263f, 269f complicaciones de, 256-257, 256f 77f
posterior, 257 consecuencia de, 246 del arco aórtico, 15
índice·447
transversa (AFT), anatomía de, 36f, ramas de, 89, 89f en arteria trigeminal persistente,
39, 44f-45f, 46-47, 51f- Arteria mesentérica, anatomía de, 39, 91,94f
54f 49, 40f, 50f, 5lf, 54f en variantes del polígono de
Arteria femoral Arteria olfatoria, primitiva, 117 Willis, 113f
canulación de, 428, 429 persistente traumático, 411, 41lf
punción de, 424-428, 426f, 427f Arteria oral, anterior, anatomía de, 169f, aneurisma s de, 245f, 272f
Arteria frontal, medial, anatomía de, 97 170f en la arteria trigeminal persistente,
Arteria frontobasal, lateral (arteria orbi- Arteria orbitofrontal 91,94f
tofrontal) anatomía de, 120, 120f, 132f, 139f, en variantes del polígono de
anatomía de, 120, 120f, 132f, 139f, 145, 145f Willis, 113f
145, 145f territorio vascular de, 146f traumático, 411, 411f
territorio vascular de, 146f Arteria ótica angiografía de
Arteria frontoparietal, anatomía de, 120, desarrollo de, 4, 9f en aneurismas, 441, 44lt
120f,132f Arteria palpebral, anatomía de, 97 segmento cervical, 61, 6lf
Arteria hipofisaria Arteria parietooccipital (APO) segmento comunicante, 101, 102f
inferior, anatomía de, 87 anatomía de, 157f, 16lf, 162f, 166, segmento intracavernoso, 87, 87f-
superior, anatomía de, 95f, 97, 99 166f, 169, 169f, 170f 90f,89
Arteria hipoglosa angiografía de, 169, 169f segmento laceral
desarrollo de, 8f, 10f territorio vascular de, 168 segmento oftálmico, 97, 97f, 98f,
persistente, 65b, 66, 69f, 70f Arteria proatlantoidea intersegmentaria, 99
primitiva, 4 4,8f,ior, 65b, 66, 70f, segmento petroso, 73, 74f, 75f
Arteria infraóptica, origen en la arteria 7lf anomalías de
cerebral anterior, 125 Arteria recurrente de Huebner, 115-116, segmento cervical, 58b, 63-66, 67f-
Arteria infraorbitaria, anatomía de, 36f, 118f, 120, 12lf, 136f, 71f
40f, 49, 5lf-54f 14lf segmento comunicante, 101, 103f
Arteria innominada. Ver Tronco braqui- Arteria submentoniana, anatomía de, 39 segmento intracavernoso, 84b, 91,
cefálico Arteria supraorbitaria, anatomía de, 97 9lf-94f,94
Arteria lacrimal, anatomía de, 96f, 97, Arteria supratroclear, anatomía de, 97 segmento petroso, 71b, 73-74, 75f-
98f Arteria temporooccipital 79f
Arteria lingual anatomía de, 145f, 146 aplasia de, 341
anatomía de, 14f, 36f, 37f, 38t, 39, territorio vascular de, 146f anastomosis intercavernosa en, 94
40f-4lf, 42, 43f, 45f Arteria temporopolar bifurcación de, segmento cervical, 62,
aneurisma de, 255f anatomía de, 146 62f
angiografía de, 42, 43f-45f territorio vascular de, 146f bifurcación de
en la malformación vascular cutá- Arteria tentorial, marginal, anatomía de, anatomía de, 36f
nea,308f 87,98f arteriosclerosis de, 362, 365f
Arteria maxilar, interna (AMI) Arteria tiroidea ima, 38 externa, anatomía de, 40f
anastomosis de, 49, 52, 55, 55f, 399 Arteria torácica, interna, anatomía de, variantes de, 27 -28
anatomía de, 36f, 37f, 38t, 39, 40f- 13f, 14f, 27, 28f clasificación de, 57, 58f
4lf, 44f-45f, 47, 49-55, Arteria trigeminal común
50f-55f,72f desarrollo de, 4, 8f, 9f anatomía de, 14f
angiogránca, 47, 49,52, 55, 55f persistente, 91, 9lf-94f técnica angiográfica para, en arte-
desarrollo de, 34, 34f, 35f primitiva, 5, 65b, 69f riosclerosos,439
desplazamiento de, en el angiofibro- Arteria vidiana (arteria del canal pteri- con bucles, 63, 65f
ma nasofaríngeo, 334, goideo) desarrollo de, 105-107f, 155f
335f anastomosis de, 86f segmento cervical, 57
pedículos arteriales de, 49, 52, 55f anatomía de, 49, 52f, 72f, 73, 75f segmento laceral
ramas de, 39, 40f dilatación de, angiofibroma nasofa- segmento petroso, 71, 71b
segmento distal (pterigopalatino) de, ríngeo juvenil, 334, 335f desarrollo de, 4-5, 4t, 6f-10E, 12f, 31,
anatomía de, 49, 52f-54f Arteriefs) auricularíes) 32f-35f, 34, 37b, 71, 71b
segmento medio (pterigoideo) de, posterior (AAP) desplazamiento de
anatomía de, anatomía de, 37f, 38t, 39, 40f-4lf en el adenoma hipofisario, 330f
49, 50f, 5lf angiografía de, 46, 46f en el schwanoma, 338f
segmento proximal (rnandibular) de, profunda, anatomía de, 50f disección de, traumática, 470f, 408,
anatomía de, 49, 50f, 5lf Arteriaís) carótidaís) 408f,409f
troncos arteriales de, 52 anastomosis carotido-basilar en, 65- duplicación de, 64
Arteria mediana del cuerpo calloso, 117, 66, 65b, 69f-71f elongada, 63, 66f
118f anastomosis de, 86f, 87 embolizada, 63, 66f
Arteria meningohipofisaria aneurismas de, 245f, 272f en comunicación arterio-venosa du-
anatomía de, 85f, 87 cavernosos, 267f ral,301
índice • 449
en el espacio carotídeo, 58, 60f segmento cervical, 57-59, 59f-6lf, desarrollo de, 57
endarterectomía de, en estenosis, 61 duplicación de, 64
376, 377f, 378 segmento clinoideo, 94, 94b, 95f, hipoplasia de, 64, 67f
estrechamiento de, 343f 96f ramas de, 61, 64, 68f
en la disección arterial, 346, 347f- segmento intracavernoso, 83, 84f, relaciones de, 58b, 59-62
349f 84b, 87; 87f-90f, 89 variantes de, 58b, 62-63, 62f-66f
externa segmento laceral segmento clinoideo de, 57, 58f, 85f,
anastomosis de, 40lf-402f, 403 segmento oftálmico, 95, 95b, 97, 94, 94b, 95f, 96f
con la arteria carótida interna, 97f, 98f, 99 segmento comunicante de, 57, 58f,
399,399f segmento petroso, 71b, 72-73, 72f, 85f, 95f, 99, 99b, 100f,
con la arteria vertebral, 399, 74f,75f 101, 102f, 103f
399f,400f izquierda segmento laceral de, 57, 58f, 72f, 80,
anatomía de, 14f anatomía de, 13, 14f, 28, 28f, 36f 80b
angiográfica, 39-47, 40f-47f angiografía de, 43f-45f segmento oftálmico de, 57, 58f, 85f,
grosera, 34, 36f, 37-39, 37b, derecha, anatomía de, 16, 18f 95-99, 95b, 97f, 98f
37f, 38t, 40f origen común con el tronco bra- segmento petroso de, 57, 58f, 71-77
anomalías de, 37b, 47, 48f quiocefálico, 16, 18f aberrante, 73-74, 75f-78f, 77
bifurcación de, anatomía de, 40f origen común derecho e izquierdo anatomía de, 71b, 72-73, 72f, 74f,
carcinoma de células escamosas de,2lf 75f
de,349f izquierda, anatomía de, 13, 14f, 36f angiografíade, 73, 74f, 75f
derecha, anatomía de, 28f, 36f oclusión de, en la embolia, 386f anomalías de, 71b, 73-74, 75f-79f
desarrollo de, 31, 32f,-35f, 34, 37b origen común de (tronco bicarotí- ausencia de bifurcación, 47, 62,
desplazamiento de, en schwano- deo),27 64, 68f, 76f, 47
ma,338f origen de, anómalo, 63 carcinoma de células escamosas
disección de, traumática, 408 ramas de de, 339, 339f
en comunicación arteriovenosa segmento cavernoso, 84b, 85f, 86- colocación de stents, en la esteno-
dural, 301, 302f 87,86f,89,89f,90f sis, 378, 378f
inversión del flujo en, en síndrome segmento cervical, 61, 64, 68f derecha, anatomía de, 28f, 36f
de robo carotídeo, 403 segmento clinoideo, 94, 94b desarrollo de, 71, 71b
izquierda, anatomía de, 13, 14f, segmento comunicante, 99, 99b, estenosis de, 364f, 366f, 367f
36f 100f, 101 accidente isquémico transitorio
orígenes de, 23, 36f, 47, 48f segmento laceral en, 367f, 370f, 37lf
ramas de. Ver también ramas espe- segmento oftálmico, 95b, 96-97 angiografía de, 363f
cíficas segmento petroso, 71b, 73 en la arteriopatía progresiva
anastomosis de, 36f, 38t relación con arteria carótida externa, idiopática de la infancia,
anatomía angiográfica de, 39- 35 351, 352f-353f
47,40f-47f relación con el arco aórtico, 12 importancia clínica de, 376,
anatomía grosera de, 37-39, segmento cavernoso de, 57, 58f, 83- 376f
37b, 37f, 38t, 40f 94 medición de, 373, 374, 373f-
desarrollo de, 33-34, 34f, 35f "kissing", 89, 91 376f,376
orígenes anómalos de, 47 -48f anatomía de, 83, 84f, 84b, 87, 87f- oclusión en, 368f
orígenes de; 47, 48f 90f,89 preoclusión en, 365
profunda (maxilar). Ver Arteria angiografía de, 87, 87f-90f, 89 pseudooclusión en, 365, 369f
maxilar anomalías de, 84b, 91, 9lf-94f, 94 tándem,377f
relaciones de, 34-35, 36f, 37, 37b ramas de, 84b, 85f, 86-87, 86f, 89, tratamiento de 376, 377f, 378
tronco de, anatomía de, 40f-41f 89f,90f ulceración de, 364, 367f
variantes de, 37b, 47 relaciones de, 83-86, 84b, 85f estenosis en, en la arteriopatía pro-
fenestración de, 64 subsegmentos de, 83, 84f gresiva idiopática de la
flujo sanguíneo en, 58-59f tortuosa, 89, 90f infancia, 351, 352f, 353f
hipoplasia de, 64, 67f, 341 variantes de, 84b, 89, 90f, 91 orígenes de, variantes, 12f
interna, 57 -81 segmento cervical de, 57, 58f, 57-71 posición de, 62-63, 63f, 64f
aberrante, 73-74, 75f-78f agenesia de, 63 primitiva, 117
agenesia de, 63 anastomosis carotido-basilar en, primitiva, 4, 4t
anastomosis de, con arteria caróti- 65-66, 65b, 69f-71f pseudoaneurismas de, 412f
da externa, 399, 399f anatomía de, 57-59, 59f-6lf, 61 ramas de, 71b, 73
anatomía de, 14f angiografía de, 61, 6lf relaciones de
anatómicamente aislada, en el po- anomalías de, 58b, 63-66, 67f-71f segmento cavernoso, 83-86,
lígono de Willis, 111, ascendente, 58-59, 60f 84b,85f
112f, 115, 115f bifurcación de, 62, 62f segmento cervical, 58b, 59-62
en el polígono de Willis, 106 bulbo carotídeo, 58, 59f segmento clinoideo, 94, 94b
450· índice
138b, 139f-142f, 141 segmento proxirnal, 154b, 155- anatomía de, 156, 157f, 170f
angiografía de, 139, 140f-142f, 156, 157f, 158 angiografía de, 158, 159f, 160,
141 relaciones de 16lf
anomalías de, 138b, 143, 143f, segmento distal, 165, 165b territorio vascular de, 166
144f segmento proximal, 154-155, medial
desarrollo de, 135-136, 137f, 154b,154f anatomía de, 156, 157f, 160f,
138b segmento ambiente de, 154, 154f, 170f
ramas de, 138-139, 138b 166f angiografía de, 158, 159f, 16lf
relaciones de, 137f, 138, 138b segmento calcarino de, 154f, 165, territorio vascular de, 166
territorio vascular de, 138b, 166f primitiva, 155f, 292
139 segmento cuadrigémino de, 154f, Arreriaís) coronariaís), origen de, 5
variantes de, 143, 143f 165, 166f Arteriaís) lenticuloestriadals)
segmentos de, 135, 136f, 137-138, segmento distal de, 165-170 anatomía de, 149f
137f, 139f, 140f anastomosis de, 168 lateral
territorio vascular de anatomía de, 165, 165b, 166f, anatomía de, 136f, 138, 141, 14lf
ramas corticales, 146, 147f- 168-169, 169f, 170f territorio vascular de, 146, 147f
150f,149 angiografía de, 168-169, 169f, medial
segmento opercular, 144b 170f anatomía de, 115-116, 118f, 119,
segmento proximal, 138b, 139 desarrollo de, 165, 165b 121f, 138, 141, 14lf
trifurcación de, 138 ramas de, 165-166, 165b territorio vascular de, 146
variantes de relaciones de, 165. 165b Arteriaís) meníngeaís), 176, 176f
segmento opercular, 144b territorio vascular de, 165b, accesoria (AMA)
segmento proximal, 143, 143f 166, 167~ 168, 168f anastomosis de, 86f
posterior (ACP), 153-171 segmento precomunicante (me- anatomía de, 49, 50f, 5lf
anastomosis de, segmento distal, sencefálico) de, 153-154, anterior, anatomía de, 176
168 154f,166f desarrollo de, 4t
anatomía de, 176f, 177f segmento proximal de, 153-164 media (AMM)
en el polígono de Willis, 110, anatomía de, 153-154, 156f, anastomosis de, 86f
112f 154b, 158, 158f-163f, 160 anatomía de, 46f, 49, 50f, 5lf, 54f,
segmento distal, 165, 165b, angiografía de, 158, 158f-163f, 98f
166f, 168-169, 169f, 170f 160 desarrollo de, 33f, 34, 34f
segmento proximal de, 153- anomalías de, 154b, 162 en el shunt dural arteriovenoso,
154, 156f, 154b, 158, desarrollo de, 153, 154b, 155f 304f,305f
158f-163f, 160 ramas de, 154b, 155-156, 157f, ensanchamiento de, en el menin-
aneurismas de, 266f 158 gioma, 326, 326f, 328f
traumáticos,411 relaciones de, 154-155, 154b, fístula arteriovenosa de, traumáti-
angiografía de 154f ca,414
en el polígono de Willis, 110, territorio vascular de, 154b origen anómalo de, 47, 48f
112f variantes de, 154b, 160, 162, origen de, en la arteria oftálmica,
segmento distal, 168-169, 169f, 163f, 164f 99
170f segmentos de, 153-154, 154f ramas de, 49, 50f, 5lf
segmento proximal, 158, 158f- territorio vascular de posterior, 180, 182f
163f,160 segmento distal, 165b, 166, anatomía de, 46, 176, 176f, 182f
anomalías de 167f, 168, 168f recurrente, anatomía de, 95 f, 97, 98f
en el polígono de Willis, 115 segmento proxirnal, 154b Arterials) nasalíes)
segmento proxirnal, 154b, 162 variantes de, 154b, 160, 162, 163f, anatomía de, 99
bifurcación de, 169f 164f dorsal, anatomía de, 97
desarrollo de, 105, 107f Arteriaísl coroideals) lateral, anatomía de, 39
segmento distal, 165, 165b anterior Arteriaísl occipitalíes)
segmento proximal, 153, 154b, anatomía de, 96f, 98f, 99, 100f, anatomía de, 14f, 37f, 38t, 39, 40f-
155f 101, 102f, 140f 4lf, 43f-45f, 45-46
desplazamiento de, en la hernia- anomalías de, 101 angiografía de, 45-46, 45f
ción transtentorial, 318, desplazamiento de, en la hernia- compresión de, en la herniación cere-
320f-322f ción transtentorial, 318 bral,320
fetal, 162, 164f, 190, 192f variantes de, 101, 103f en el shunt arteriovenoso dural, 301,
hipoplasia de, 190, 192f en malformación aneurismática de la 304f
oclusión de, 162, 165f vena de Galeno, 292 fístula arteriovenosa de, traumática,
ramas de posterior 414
perforantes, 116 anatomía de, 100f lateral, anatomía de, 166, 166f
segmento distal, 165-166, 165b lateral rnedial, anatomía de, 166, 166f
452· índice
origen anómalo de, 47, 48, 68f anatomía de, 44-45f, 50f, 5lf, 54f, izquierda
Arteriaís) oftálrnicaís) 166,166f anatomía de, 28f, 29, 29f, 177f
anatomía de, 95f, 96-97, 96f-98f territorio vascular de, 146f angiografía de, 182f, 183f
anomalías de, 99 posterior origen de, 16, 19f, 28f, 29, 29f
desarrollo de, 33f, 34, 35f anatomía de, 49, 40f, 51f, 139f, ramas de, 182f
origen de, anómalo, 99 145f, 146, 156, 157f, 158, origen de, 12f, 178f, 179f, 180
origen en la arteria cerebral anterior, 16lf, 166, 166f, 169f, anómalo, 184
130 170f izquierdo, 28f, 29, 29f
ramas de, 95f, 97, 97f, 98f, 99 territorio vascular de, 146f origen duplicado de, 184, 184f
variantes de, 99 superficial (ATS) ramas de, 174b
Arteriafs) palatinaísl anatomía de, 36f, 37f, 38t, 39, 40f- cervical, 174-176
ascendente 4lf, 44f-45f, 5lf intracraneal, 176-177, 177f, 178f,
anastomosis de, 86f angiografía de, 46-47, 47f 180
anatomía de, 39, 40f-4lf fístula arteriovenosa de, 414 meníngea, 176, 176f
descendente (mayor) territorio vascular de, 146f relaciones de, 174, 174b
anastomosis de, 86f Arteriafs) timpánicaís), 38 segmento extraespinal de, 174, 175f,
anatomía de, 40f, 49, 5lf-54f anterior, anatomía de, 50f 18lf
Arterials) parietalíes), 130-131 inferior segmento extraóseo de, 174, 175f
anterior (surco postcentral) anastomosis con la arteria caroti- segmento foraminal de; 174, 175f,
anatomía de, 145, 145f, 146 dotimpánica anterior, 73, 18lf
territorio vascular de, 146f 75f segmento intradural de, 174, 175f
posterior anastomosis de, 38 segmentos de, 173-174, 175f
anatomía de, 139f, 145f, 146 Arteriaís) tiroideafs) terminación en, arteria cerebelosa
territorio vascular de, 146f inferior, anatomía de, 13 f, 14f, 27, posteroinferior, 180, 183f
Arteriais) pericallosaís) 28f, 29, 45f variantes de, 174b, 180, 183f, 184f
anatomía de, 118f, 120f, 130, 131, superficial, anatomía de, 4lf Arterias auditivas, internas (laberinticas)
13lf,132f supenor anatomía de, 186
posterior anatomía de, 14f, 36f, 37-38, 37f, Arterias capsulares de McConell, anato-
anatomía de, 169, 170f 38t,40f-4lf mía de, 87
angiografía de, 169, 170f angiografía de, 39, 4lf, 42 Arterias cervicales intersegmentarias, 4t,
Arteriaís) subclaviats) origen de, 38 5, 8f-11f, 173
anatomía de, 13f, 14f Arteriaís) vertebralíes), 173-184 Arterias cervicales
cambio del catéter en, 433, 434f anastomosis de, 403 anatomía de, 13f, 28f
derecho con la arteria carótida externa, ascendente, anatomía de, 27,29
aberrante, con arco aórtico iz- 399, 399f, 400f Arterias ciliares, anatomía de, 95f, 97
quierdo, 19-20, 20f, 2lf con la arteria faríngea, 38-39 Arterias comunicantes
anatomía de, 27, 28f en el robo de la subclavia, 40lf- anterior
ramas de, 27, 28f 402f,403 anatomía de, 118f
desarrollo de, 4 t, 5, 9f, 173 anatomía de, 13f, 14f en el polígono de Willis, 106,
izquierda angiográfica, 178f-182f, 180 108f, 109, 110f
aberrante, en el arco aórtico dere- grosera, 173-174, 174b, 175f, 176f aneurismas de, 242, 244f, 257,
cho, 20, 22f, 23f aneurismas de, 184 258f, 260f-263f, 269f
anatomía de, 15, 28, 28f angiografía de, 178f-182f, 180 angiografía de, 109, 110f, 41t, 442
orígenes de, 12f en aneurismas, 441, 441t, 442 anomalías de, 111, 112f, 113f, 115
variante, 16 anomalías de, 174b, 184, 184f, 185f ausencia, en el polígono de Willis,
relaciones con el arco aórtico, 12 arteriosclerosis de 111, 112f, 113f
Arteriajs) talamoperforantets), 159f, 162f angiografía de, 363f desarrollo de, 105, 107f
anatomía de, 99 ectasia en, 37lf duplicación de, 111, 112f
anterior, 116, 157f vasculitis en, 372f ramas de, perforantes, 116
posterior, 116, 156, 157f derecha Arterias comunicantes, anterior (conti-
territorio vascular de, 166, 167f anatomía de, 27, 28f, 36f, 177f nuación)
Arrerials) temporalíes) angiografía de, 184f fenestración de, 111, 112f
anatomía de, 162f hipoplasia de, 19f plexiforme, 111, 112f
anatomía de, 40f, 44f-45f, 49, 50f, desarrollo de, 4t, 5, 7f-1lf, 173, 174b superior (comunicación de la arte-
5lf, 54f, 136f, 139, 139f, desplazamiento de, en tumores, 333f ria cerebral anterior), 133
145f, 156, 158, 159f, disección de, 346 posterior
16lf, 166, 166f traumática, 408, 409f anatomía de, 95f, 97f, 98f, 99
anterior fenestración de, 184, 185f en el polígono de Willis, 106,
intermedia, anatomía de 145f fístulas arteriovenosas de, no traumá- 108f, 109-110, 110f, 111f
media tiéas,414 aneurismas de, 242, 244f, 257
índice • 453
angiografía de, 109-110, 110f, l11f Arterias vermianas, anatomía de, 176f, e
anomalías de, 99, 115 178f, 182f, 189f, 190
desarrollo de, 5, 9f, 10f, 65b, 69f, Arterias. Ver nombres de arterias especí- Cabeza de medusa, en anomalías del de-
105, 107f, 173 ficas, p. ej., arteriaís) ea- sarrollo venoso, 294, 295f
desplazamiento de, en la hernia- rótidals) Calcificación, de placas ateromatosas,
ción transtentorial, 318 Arterioloesclerosis,361 360, 360f
fetal, 111, 112f, 114f Arteriopatía progresiva idiopática de la Canal carotídeo, anatomía de, 72, 72f
infundíbulo de, 111, 114f infancia, 350-351, 352f- Canal óptico, anatomía de, 85f
ramas de, 99 353f Canal pterigoideo
perforantes, 116 Arteriosclerosis, 359 -378 anatomía de, 85f
variantes de, 101 angiografía de, 361-373 arteria de. Ver Arteria vidiana
Arterias corticales aneurismas en, 366, 371, 371f Canales de drenaje venoso, de malfor-
anatomía de, 148f, 149 consideraciones técnicas en, 362, maciones arteriovenosas,
aneurismas de, traumáticos, 411 363f-366f,439-440 279, 280f
Arterias diencefálicas, 155f dilatación fusiforme en, 366, 370f Cara, pedículos arteriales en, 49,52, 55f
Arterias espinales ectasia en, 366, 370f, 371f Carcinoma de células escamosas, de las
anterior, anatomía de, 177, 177f, estenosis en, 364, 367f arterias carótidas, 339,
178f, 182f, 183f irregularidad en, 362, 364 339f,349f
posterior, anatomía de, 176, 183f oclusión en, 365, 368f, 369f Cardiopatía s congénitas
Arterias esplenias tortuosidad en, 366, 370f aneurismas en, 248
anatomía de, 120f, 157f, 159f, 16lf, trombosis en, 365, 370f disecciones arteriales en, 342
166, 166f, 170f ulceración en, 364-365, 367f Catéteres
territorio vascular de, 166 correlación clínico-patológica de, con giro en forma de ocho, 435-536,
Arterias estancadas, en la malformación 361 436f
arteriovenosa, 287, 289f de la arteria carótida. Ver Arteria ea- curva compleja, 433-436, 434f-436f
Arterias estapediales, 3, 4t, 33f-35f, 34 rótidaís), de curva simple, 432-433
persistente, 77, 79f estenosis de intercambio de, 436-437
Arterias etmoidales, anatomía de, 96f, definición de, 359 llenado de, 429-430
97,99 etiología de, 361 preparación de, 423-424, 424f
Arterias hioideas, 3, 4t, 33f, 34, 35f fisiopatología de, 359-361, 360f reforma de, 433-436, 434f-436f
Arterias hioidoestapediales, 33, 33f localización de, 361, 36lf selección de, 431-437
Arterias laberínticas, anatomía de, 186 patología de, 359-361, 360f vasoespasmo por, 342, 344f, 345f
Arterias labiales, anatomía de, 39 placa en. Ver Placa, ateromatosa Cerebelo
Arterias longitudinales plexiforrnes, vasculítica, 371, 372f desplazamiento de, en la herniación
10f Arteritis de células gigantes (de la tem- cerebral, 316t, 320, 322f,
Arterias mandibulares, desarrollo de, poral),346 325f
4t Arteritis de la temporal (de células gi- irrigación par la arteria basilar, 187,
Arterias mesencefálicas, 155f gantes),346 188f
Arterias neurales Arteritis de Takayasu, 346 Circulación colateral
Arterias operculofrontales, anatomía de, Arteritis, 346, 348, 351 en aneurismas, evaluación de, 259
139f ATS. Ver Arteria temporal, superficial en el accidente vascular cerebral,
Arterias orbitarias 395-403
anatomía de, 36f, 96f B anastomosis extracraneales en,
desarrollo de, 34f 397b, 40lf-402f, 403
Arterias perforantes pedunculares, ana- Bifurcación pulmonar, relación del arco anastomosis extra-intracraneales
tomía de, 156 aórtico con, 12 en, 397b, 399, 399f-400f
Arterias pontinas Bucles, vasculares vs. aneurismas, 273, anastomosis intracraneales en,
anatomía de, 176f, 177f 273f 395, 396f, 397, 397b,
perforantes, 186, 186f Bulbis cordis 398f,399
Arterias prefrontales Bulbo carotídeo creación quirúrgica de, 399, 399f
anatomía de, 145, 145f anatomía de, 58, 59f, 61f Circulus arteriosus. Ver Polígono de
territorio vascular de, 146f arteriosclerosis de, 361, 36lf Willis
Arterias pulmonares, desarrollo de, 4t, Bulbo yugular Cisura de Silvio, desarrollo de, 135, 137f
5,9f anatomía de, 196, 219f Clasificación de Borden, de las comuni-
Arterias talamogeniculadas angiografía de, 198f caciones arteriovensas
anatomía de, 156, 157f, 159f asimétrico, 210 durales,301t
posterior, 116 divertículos de, 210, 213f Clasificación de Cognard, de las comu-
territorio vascular de, 166 variantes de, 210, 213f nicaciones arteriovenosas
Arterias tonsilares, anatomía de, 178f, Bypass de derivación, para la circulación durales, 30lt
183f colateral, 399, 399f Colaterales piales, 397,399
454 • índice
• .¡.
índice· 455
Hidrocefalia, en la herniación cerebral, consideraciones clínicas en, 383 Lesión por radiación, vasculopatía en,
320 no invasiva, 383 348
Hipertensión patología de, 382, 383 Lesión. Ver Trauma
en la endarterectomía carotídea, 376 tomografía computarizada en, 386 Ligamento petrolingual, anatomía de,
riesgo de rotura de aneurismas y, 247 vulnerabilidad selectiva en, 382 84f, 85f
Hipotálamo tipos de, 381, 382t Ligamentum arteriosum, relación del ar-
aporte sanguíneo, 116 Imagen por resonancia magnética co aórtico con, 12
relaciones con el polígono de Willis, del anillo, vascular, en el arco aórtico, Llenado retrógrado, en el accidente vas-
107 25f cular cerebral, 383, 387f-
Hipotensión, en la endarterectomía ea- en aneurismas, 244, 245f 389f
rotídea, 378 en el accidente vascular cerebral, 391 longitudinal, 4-5, 4t, 8f-lOf, 33f, 173,
Hipótesis de respuesta a la agresión, de en la disección arterial, traumática, 185
la aterogénesis, 361 408f dorsal, 155f
Hipótesis lipídica, de la aterogénesis, en las malformaciones capilares, 294 Lupus eritematoso sistémico, vasculopa-
361 Incisura de Kernohan, en la herniación tía en, 354, 355f
Hoz del cerebro, anatomía de, 314 cerebral,320
Huebner, arteria recurrente de, 115-116, Incisura tentorial, anatomía de, 314 M
118f, 120, 12lf, 136f, Índice de estenosis carotídeas (método
14lf de la carótida común), Malformación de Chiari tipo II, anoma-
Huso aórtico, 5,16-17 para la medición de este- lías de los senos durales
nosis, 373f, 374, 376 en,214,215f
1 Infarto de miocardio, en la endarterec- Malformación de Dandy-Walker, ano-
tomía carotídea, 376, 378 malías de los senos sura-
Ictus, 381-403 Infarto les en, 214, 215f
circulación colateral en, 395-403 definición de, 382 Malformaciones aneurismáticas de la ve-
anastomosis extracraneales en, en aneurismas, 244 na de Galeno tipo mura-
397b, 401f-402f, 403 en la herniación cerebral, 320, 325 les, 290
anastomosis extra-intracraneales hemorrágico, 382-383 Malformaciones arteriovenosas, 279-
en, 397b, 399, 399f-400f isquémico, 382 289
anastomosis intracraneales en, patología de, 382-383 aneurismas en, 250, 25lf, 252, 252f
395, 396f, 397, 397b, venoso, 390 angiografía de, 281-282, 282b, 283f-
398f,399 Infartos hemisféricos superomediales, en 285f
definición de, 381 la herniación cerebral, 320 técnica de, 442-444
en ellupus eritematoso sistémico, Infecciones fúngicas, aneurismas micóti- angiográficamente ocultas, 287
354,355f cos en, 252 biología molecular de, 279
en la rotura de aneurismas, 256-257, Infecciones diagnóstico diferencial de, 287
256f aneurismas en, 252, 253f difusa, 282, 286f
en las oclusiones venosas, 390-395 vasculopatía en, 348, 355-356, 356f distribución cortical de, 180
angiografía en, 391, 392f-395f, 395 Infundíbulo, vs. aneurismas, 272-273, dural,443
etiología de, 390, 390b 273f etiología de, 279
hallazgos clínicos en, 390 Insuficiencia cardíaca congestiva, en la gen ética de 279
imagen en, 391-395 malformación aneurismá- hallazgos clínicos en, 280-281, 281t
imagen no invasiva en, 391 tica de la vena de Galeno, incidencia de, 280
patología de, 390 292 localización de, 280
patrones de, 390-391, 391b Ínsula, desarrollo de, 135, 137f mezcladas hemodinámicamente, 282,
superficial, 391, 391b Inyectores automáticos, 438-439, 438t 287,287f
localización de, 390-391, 391b Isquemia, cerebral. Ver en Ictus mixta pial-dural, 287, 287f
patrón basal profundo en, 391, Istmo aórtico, 5, 17 múltiples, incidencia de, 280
391b patología de, 279-280, 280f
patrón central profundo en, 391, K patológicamente mixtas, 287
391b profundidad, 280, definición de, 278,
patrón cortical aislado en, 391, "Kissing" de las arterias carótidas inter- 278f
391b nas, 89, 91 solitarias, incidencia de, 280
isquemia en, 381-389 superficiales (convexidad), 280
definiciones de, 381-382 L trombosadas, 287, 288f, 289f
fisiología de, 382 Malformaciones capilares, 278f, 293-
flujo sanguíneo en, 382 Labbé, vena de. Ver Vena de Labbé 294
imagen en, 383-389 Laguna vascular, comunicación del seno Malformaciones cavernosas, 278f, 293,
angiográfica, 383, 383b, 383f- longitudinal superior con, 295-296,298,299f
389f,386 21O,214,214f Malformaciones vasculares
arteriovenosas, 278f, 279-287, 280f- N p
289f, 281t, 2 281b
capilares, 278f, 293-294 Necrosis quística de la media, en el sín- Pacientes pediátricos
clasificación de, 277, 277b drome de Marfan, 341- aneurismas en, 242-243, 244t
comunicaciones arteriovenosas dura- 342 arteriopatía progresiva idiopática en,
les, 278f, 300-306, 300f- Neoplasias. Ver Tumores 350-351, 352f-353f
306f,30lt Neovascularización, de tumores, 329 equipamiento angiográfico para, 429
conceptos generales, 278-279, 278f Nervio accesorio, anatomía de, 14f shunts arteriovenosos durales en,
cutáneas, 307, 307t, 308f-31Of, 309, Nervio glosofaríngeo, anatomía de, 14f 300,300f
310 Nervio laríngeo Panarteritis nodosa, 354
fístulas. Ver Fístulas Arteriovenosas recurrente, relación del arco aórtico Parada respiratoria, en la herniación ce-
venosas, 278f, 294-298, 295f-299f con, 12 rebral,320
Malformaciones venosas, 278f, 293- superior, relación de la arteria caróti- Paragangliomas, 334, 336, 336f, 337f
298 da externa con, 35 Parálisis oculomotora, en la herniación
anomalía del desarrollo venoso, 294- Nervio maxilar, anatomía de, 52f cerebral, 320
295, 295f-297f Nervio óptico, relación con el polígono Parálisis, en la herniación cerebral, 320
arterializadas, 287 de Willis, 107 Patrón irregular, en la arteriosclerosis,
cavernosas, 278f, 293, 295-296, 298, Nervio petroso, superficial mayor, ana- 362,364
299f tomía de, 72f, 73, 85f Pedículos, arteriales, en la cara, 49, 52,
cutáneas, 310 Nervio vago 55f
varices, 295, 298f anatomía de, 14f Penumbra, isquémica, en el accidente
Malformaciones, vasculares. Ver relación con el arco aórtico, 12 vascular cerebral, 382
fístula arteriovenosa; relación con la arteria carótida exter- Perfusión de lujo, en el accidente vascu-
malformaciones arteriovenosas; na,35 lar cerebral, 383, 386,
malformaciones vasculares schwannoma de, 338f 388f,389f
Mancha. Ver Tumefacción Nervios craneales persistente, 65b, 69f, 77
Manchas en "vino de Oporto", 309 en el canal carotídeo, 72f PICA. Ver Arterials) cerebelosaís), infe-
Masas extraaxiales, 313-314, 315f en el espacio carotídeo, 59, 60, 60f rior, posterior
Masas intraaxiales, 313, 314f junto a la arteria carótida interna, 84, Piel, malformaciones vasculares de, 307,
McConell, arterias capsulares de, anato- 85f,86 307t, 308f-310f, 309, 310
mía de, 87 neuropatía de Placa, ateromatosa
Medios de contraste, 437-438, 437t en aneurisma, 243 fibrótica, 364, 367f
extra vasación de, en aneurismas, en la disección arterial, 346 formación de, 360, 360f
259 Nervios simpáticos, en el espacio carotí- localizaciones de, 361, 361f
inyectores automáticos para, 437- deo,59,60f rotura de, 360, 361, 360f
438, 437t Neurofibromatosis tipo 1 vasculitis en, 371,3 72f
Meningiomas, 325-326, 326f-329f, 336 aneurismas en, 247 Placas ateromatosas fibrosas, 360, 360f
Metabolismo del colesterol, arterioscle- vasculopatía en, 341, 350 Plexo basilar, anatomía de, 197f
rosis y, 359 Nido, de las malformaciones arterioveno- Plexo cervical, 4t
Metabolismo lipídico, arteriosclerosis y, sas, 279, 280f, 282, 283f Plexo del agujero oval, anatomía de,
359 Nódulos linfoides, en el espacio carotí- 197f
Método de la carórida común, para la deo, 58, 60f Plexo dorsal, 4t
medición de estenosis, Plexo dural, 217
373f, 374, 376 o Plexo tentorial, desarrollo de, 218f
Método de la European Carotid Surgery Plexo venoso clival
Trial para la medición de Oclusiones venosas anatomía de, 202f, 204
estenosis carotídeas, 373, ictus en, 390-391, 390b, 392f-395f, angiografía de, 199f, 207f
373f,376 395 Plexo venoso faríngeo, anatomía de,
Método NASCET (North American traumático, 416, 416f 196f
Symptomatic Carotid Oclusiones Plexo venoso medular, anterior, anato-
Endarterectomy Tríal), en el ictus, 383, 384f-386f, 388f, 389f mía de, 234f
para la medición de estenosis ea- en la arteriosclerosis, 365, 368f, 369f Plexo venoso pontomedular,
rotídeas, 373, 373f, 374f, en tumores, 331 desplazamiento de, en la herniación
376 venosas tonsilar, 325f
Monitorización, en la angiografía, 422, ictus en, 390-391, 390b, 392f-395f, Plexo venoso pterigoideo
423f 395 anatomía de, 196, 196f, 197f
Muerte cerebral, 416, 416f traumáticas, 416, 416f angiografía de, 199, 199f, 200f, 236f
Músculos cervicales, teñido de, en an- Oligodendrogliomas, 329 Plexo venoso suboccipital, angiografía
giografía de la arteria oc- Ondas arteriales estacionarias, 342, 344, de, 198f, 199f
cipital, 45f, 46 346f Plexo venoso vertebral
458· índice
consentimiento informado en, 422 de los aneurismas, 244, 245f, 440 culopatía en, 350
educación del paciente en, 422 del arco aórtico, 15 Truncus arteriosus, 4t, nr
en aneurismas, 440-442, 441t en el accidente vascular cerebral, 386, Tumores del cuerpo carotídeo, 336, 337f
en arteriosclerosis, 439-440 391 Tumores glómicos (paragangliomas),
en la oclusión venosa, 391 en la determinación de la muerte ce- 334,336, 336f, 337f
en malformaciones y fístulas arterio- rebral, 416, 416f Tumores
venosas, 442-444 en la disección aórtica, 408 embolismo tumoral, vasculopatía en,
estructura de la batea en, 422-423, en la trombosis venosa, 391 356
423f,424f Tortuosidad, en arteriosclerosis, 366, extracraneales, 334-339
evaluación del procedimiento en, 370f carcinoma de células escarnosas,
421-422 Tráquea 339, 339f, 349f
examen de laboratorio en, 421-422 compresión de cuerpo carotídeo, 336, 337f
inyectores automáticos en, 438-439, en arco bitruncus, 20, 2lf glomus (paragangliomas), 334,
438t en doble arco aórtico, 25f 336, 336f, 337f
medios de contraste en, 437-438, relación con el arco aórtico, 12 imitadores de, 338f, 339
437t Trastornos neurológicos, en la endarte- malignos, 339, 339f
monitorización en, 422, 423f rectomía carotídea, 378 meningioma, 336
preparación del paciente en, 422-424, Traumatismo, 405-417, 405b paraganglioma, 334, 336, 336f,
423f,424f aneurismas en, 252, 410-411, 411f- 337f
punción arterial en, 424, 428, 424f- 413f schwannoma, 336, 339
427f disección arterial en, 405, 406f-41Of, vasculopatía en, 348, 349f
radiografías en, 422 407-408 vasoformativos (hemangiomas),
seguridad en, 429-431 fístula arteriovenosa en, 414, 415f 307,307t
Telangiectasias capilares, de la piel, 309 muerte cerebral en, 416, 416f intracraneales, 325-334, 329, 331
Telangiectasias, 278f, 293-294 oclusión venosa en, 416, 416f adenoma pituitario, 326, 330f,
capilar, de la piel, 309 Triángulo de Silvio, 141, 142f 333f,334f
Teñido cerebral, en angiografía desplazamiento de, en la herniación aneurismas en, 252-253, 254f, 255f
carótida interna, 150f-15lf transalar, 320, 323f, 324f comunicaciones arteriovenosas en,
cerebral anterior, 124, 126f, 133 Trolard, vena de. Ver Vena de Trolard 329,331
cerebral media, 141 Trombosis crecimiento arterial en, 325, 327f,
Teñido coroideo, en la angiografía caro- de aneurismas, 259, 272, 272f 330f,333f
tídea, 96f, 102, 160f de malformaciones arteriovenosas, glioblastoma multiforme, 329
Teñido de la nariz, en la angiografía es- 287,288f hemangioblastoma, 326, 329, 33lf
fenopalatina, 49 en arteriosclerosis, 365, 370f meningioma, 325-326, 326f-329f
Teñido del pabellón de la oreja, en la an- en el ictus, 383, 384f-385f, 389f, 390- metastásicos, 329, 332f
giografía de la arteria au- 391, 392f-395f, 395 neovascularización de, 329, 332f
ricular posterior, 46, 46f Tronco bicarotídeo, 27 oclusiones en, 331, 333f-334f
Teñido lingual, en la angiografía caro tí- Tronco braquiocefálico oligodendroglioma, 329
dea, 42, 43f-44f a la izquierda, 16 revestimiento por, 331, 333f
Teñido tiroideo, en la angiografía sub- anatomía de, 12f, 13, 13f, 14f, 27 -28, teñido, 325-326, 326f-33lf, 329
clavia, 28f, 29 28f,36f
Teñido, 124, 126f, 133, 150f-15lf desarrollo de, 1lf u
coroideo, 96f, 102f, 160f origen con la arteria carótida común
de la glándula pituitaria, 89, 90f, 140f izquierda, 16, 18f Ulceración, en la arteriosclerosis, 360,
de la glándula tiroidea, 28f, 29 ramas de, anatomía de, 27 -28, 28f 360f, 364-365, 367f, 368f
de la lengua, 42, 43f-44f relación con el arco aórtico, 12 Uncus, desplazamiento de, en la hernia-
de la nariz, 49 Tronco costocervical, anatomía de, 14f, ción transtentorial, 318
de los ganglios basales, 149f 27
de los músculos cervicales, 45f-46 Tronco del encéfalo, aporte de la arteria v
del pabellón auricular, 46, 46f basilar a, 187
en el ictus, 383, 386, 388f, 389f Tronco inferolateral, de la arteria caróti- VA. Ver Arteriaís) vertebraltes)
tumoral, 325-326, 326f-33lf, 329 da interna, anatomía de, Vaina, arterial, en angiografía, 428
Teoría unificadora, de la aterogénesis, 86f,87 Variantes de Saltzman, de la arteria tri-
361 Tronco tirocervical geminal persistente, 91,
Tienda del cerebelo, anatomía de, 314 anastomosis de, 403 92f
Tomografía computarizada anatomía de, 13f, 14f, 27, 28f Varices, venosas, 295, 298f
de la arteria trigeminal persistente, izquierdo, anatomía de, 28f, 29 Vasculitis
91,93f Tronco, arterial, de los pedículos facia- definición de, 351
de las arterias carótidas, interna, 74, les,52 en arteriosclerosis, 371, 372f
78f Esclerosis tuberosa, vas- secundaria, 355-356
462· índice
Venaís). Ver nombres de venas específi- Venas emisarias mastoideas, anatomía Venas septales
cas, p. ej., Venas cerebrales de, 195 anatomía de, 202f, 225, 225f, 226f
Venas atriales Venas emisarias angiografía de, 228f, 229, 230, 230f,
anatomía de, 225f, 226f anatomía de 232f
angiografía de, 228f angiográfica, 1~8 Venas subclavias, anatomía de, 196, 196f
Venas braquiocefálicas grosera, 195, 196f Venas subependimarias
anatomía de, 13f, 196 angiografía de, 198f anatomía de, 225-226, 225f, 226f
relación con el arco aórtico, 12 desarrollo de, 218f angiografía de, 228f, 229-230, 229f-
Venas cerebrales, precentral Venas extracraneales, 195-199, 196f- 233f
anatomía de, 233, 234f, 235, 235f 200f territorios vasculares de, 227 f
angiografía de, 236f Ver también venas especificas Venas suboccipitales, angiografía de,
Venas coroideas Venas faciales, anatomía de 199,200f
anatomía de, 220f angiográfica, 198f, 199 Venas supraorbitarias, primitiva, 218f
desarrollo de, 218f grosera, 195-196, 196f Venas talamoestriadas
superior, angiografía de, 236f Venas galénicas (superiores), de la fosa anatomía de, 202f, 225, 225f, 226f
Venas corticales posterior, anatomía de, angiografía de, 228f, 229, 230f, 232f
anatomía de, 20lf 233, 234f-236f, 235 desplazamiento de, en la herniación
angiografía de, 228f Venas hemisféricas, anatomía de, 234f subfalcial, 318, 319f
aumentadas, en la malformación arte- Venas maxilares, Venas tentoriales (posteriores), de la fo-
riovenosa, 280f anatomía de, 196 sa posterior, anatomía de,
superficial, superior primitiva,218f 234f-237f,235
anatomía de, 220f Venas medulares Venas tonsilares, anatomía de, 234f
angiografía de, 222 agrandamiento de, en la oclusión ve- Venas vermianas
territorios vasculares de, 227f nosa, 395 inferior
trombosis de, 391, 391b anatomía de, 225, 225f anatomía de, 235, 235f, 237f
Venas de drenaje precoz, en tumores, angiografía de, 229-230, 229f-233f desplazamiento de, en la hernia-
329, 331b, 332f territorios vasculares de, 227f ción tonsilar, 325f
Venas de drenaje Venas occipitales, angiografía de, 236f superior, anatomía de, 233, 234f-
en malformaciones arteriovenosas, Venas oftálmicas 236f,235
282, 283f, 285f inferior, anatomía de, 195, 196f, 197f Venas vertebrales
en tumores, 329, 331b, 332f superior, anatomía de, 195, 196f, 198, anatomía de, 196f
Venas del cuello. Ver también Venafs) 198f, 199f desarrollo de, 218f
yugularíes) Venas orbitarias, anatomía de Vesalio, foramen de, 49
anatomía de angiográfica, 198-199
angiográfica, 199 grosera, 195 w
grosera, 196-198 Venas parietales emisarias, anatomía de,
Venas del cuero cabelludo 195 Willis, polígono de. Ver Polígono de Willis
anatomía de, 195, 196f Venas pedunculares, anatomía de, 253f
angiografía de, 198, 198f Venas petrosas (anteriores), anatomía z
Venas diploicas, anatomía de, 201-202, de, 233, 234f, 235, 235f-
20.J.f 237f Zona limítrofe, 118f, 131, 149, 168