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Convivencia Escolar, diferentes actores en busca del mismo

ideal.

Por: Lessly Silva Martínez

Después del análisis de las conclusiones del seminario “¿Cómo promover una

convivencia escolar sin violencia?” es menester dar una mirada crítica a las

estrategias que se tienen como derrotero en las instituciones educativas,

especialmente en las de carácter oficial, analizar a su vez si realmente se tienen

en cuenta las diferentes instancias y comunidad educativa en general con cada

uno de sus representantes para hacer una labor conjunta en pro de lograr

ambientes escolares formativos que sea espejo de un verdadero ciudadano

ejemplar para la sociedad.

El Ministerio de Educación Nacional en su guía N°49 manifiesta que “La

convivencia escolar se puede entender como la acción de vivir en compañía de

otras personas en el contexto escolar y de manera pacífica y armónica.” Es

precisamente de esta manera como espera el padre de familia que sea el clima

educativo que vive su hijo en los diferentes ambientes escolares, ahora bien, ¿qué

están haciendo las instituciones educativas para lograrlo? Una de las posibles

estrategias para lograr ambientes escolares pacíficos y armónicos va encaminado

hacia la implementación del modelo “Construir la Convivencia” ante la violencia.


La violencia es una construcción social (Vettenburg, 1999) cada realidad de los

estudiantes puede ser un detonante que genere situaciones de matoneo o

violencia en la escuela. La forma de hablar agresiva de los padres, el trato

indiferente del maestro, la falta de compañerismo, el ignorar al otro, son sólo

algunas de las actitudes que influyen en la predisposición del ser hacia la violencia

en el aula tanto verbal como física.

De ahí la importancia de un trabajo conjunto donde cada uno de los miembros de

la Institución. Norberto Ianni (2003) afirma que muchas situaciones conflictivas que

interfieren y afectan el funcionamiento del sistema de convivencia institucional, se

generan o se agravan cuando se interrumpen, alteran o no se cumplen los

procedimientos adecuados; es menester la implementación de un modelo que

permita hacer análisis de los sistemas educativos y sus prácticas; el currículum y

convivencia. Además teniendo en cuenta que la educación es el instrumento

óptimo para construir la convivencia, este modelo necesita un seguimiento

periódico con el fin de garantizar que cada uno de sus participantes cumpla con el

rol de forma asertiva, garantizando de esta manera un resultado eficaz. La escuela

debe generar, facilitar y promover tiempos y espacios para que pueda circular la

palabra y no los silencios, el diálogo y la discusión y no la sumisión y acatamiento,

el análisis y la reflexión sobre las acciones impulsivas y las actuaciones violentas.

(Norberto Daniel Ianni, 2003)

Por otro lado, hay que dejar claro frente a la sociedad que la escuela es

propiamente un escenario de crecimiento, de progreso y no una clínica mental, un

hospital o una cárcel, de esta manera, un modelo que incluya factores


biopsicosociológicos puede dar resultados, hay que asumir que todas las ciencias

son válidas siempre y cuando éstas trabajen para el mismo fin, que permitan

comprender la vulnerabilidad tanto de la víctima como del victimario que hace

vulnerable a la sociedad.

Los programas que se implementan se deben evaluar luego se toman decisiones,

se ejecuta el plan de mejoramiento y se vuelve a evaluar. La perspectiva del

modelo SAVE sugiere tener en cuenta aspectos como lo ecológico, el currículo, lo

comunitario y lo global. “Muchos programas escolares nacen con el objetivo de

reducir la violencia escolar, pero son escasos los que evidencian de forma

empírica su eficacia o proporcionan evaluaciones basadas en la comparación de

los cambios producidos” (Murcia, 2004)

En cuanto al currículo, es necesario re plantear las asignaturas para darle mayor

relevancia al pensamiento crítico y propositivo, cambiando el temor al castigo por

el desarrollo del pensamiento, la formación de estudiantes reflexivos; este tipo de

formación garantiza el mejoramiento de las condiciones cognitivas, sociales y

afectivas. Oscar Erazo (2010) argumenta que no solo se necesita aprender sobre

matemáticas, filosofía e historia, sino también conceptos relacionados con el amor,

la proyección, el triunfo, el deseo, las ideas de un futuro, y la compresión de una

complejidad humana. Esta nueva mirada al currículo y al plan de estudios da una

oportunidad a los niños y jóvenes a contrarrestar los efectos negativos que se

derivan de ambientes como la violencia intrafamiliar, el consumo y venta de

estupefacientes o sustancias psicoactivas, prostitución, inseguridad, mendicidad,

entre otros.
Por otro lado, en el departamento del Atlántico y otras zonas del país el programa

Lion Quest del Club de Leones ha capacitado a un gran número de maestros de

todas las asignaturas de las diferentes instituciones educativas del departamento

en un programa llamado Por un Atlántico competente en ciudadanía, con el fin de

cambiar la mirada de la concepción de convivencia escolar como labor exclusiva

de las coordinaciones de convivencia o de los maestros de ética y valores. El

programa que incluye una maleta con material didáctico, busca el fortalecimiento

de las competencias ciudadanas a la luz de las diferentes asignaturas del

currículo, es así como os maestros de las diferentes disciplinas usan unas

estrategias en las cuales es el mismo estudiante quien crea sus acuerdos de aula

y vela por el cumplimiento de éstos, participa en diferentes juegos de roles en los

trabajos en equipo dándole de esta manera el valor al otro y generando a su vez

un clima de clase agradable.

Dicho programa está diseñado pensando en toda la comunidad educativa pues

además brinda diferentes estrategias para trabajar reuniones de padres de familia,

escuelas de padres y vigorizantes para mantener la atención durante los espacios

de clases.

En conclusión, los maestros del país con las guías 48 y 49 del MEN, programas

como Lion Quest y una organización interna a nivel de contextos propios de cada

localidad tienen las herramientas para implementación de comités de convivencia

escolar y la ejecución de un programa contemplado en el PEI que debe ser

constantemente evaluado, llevar un seguimiento y vinculación de los diferentes

miembros de la comunidad educativa con el objetivo de mitigar la violencia escolar


y propender por el fortalecimiento de climas educativos de calidad. Pero esto

solamente puede alcanzar su objetivo si hay trabajo conjunto, constante y

continuo, donde todos habln el mismo idioma y sigan los mismos parámetros.

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