MÓDULO 1
¿Qué políticas públicas en todos y cada uno de los niveles educativos deberían llevar a cabo los Gobiernos
Latinoamericanos para disminuir las brechas en recursos educativos, logros educativos, preparación
docente, atención al abandono escolar, entre otras cuestiones, para garantizar que la educación sea un
verdadero motor de desarrollo humano y social?
Es evidente que desde hace algún tiempo hay tendencia hacia el mejoramiento en los sistemas
educativos, sin embargo esto se ha visto frenado o lentificado por diferentes aspectos y/o factores
que influyen negativamente en la evolución del proceso, como la deserción escolar, la falta de
accesibilidad, condiciones de discapacidad, desinterés por la preparación por parte de los
docentes, las condiciones salariales de los maestros, y la poca inversión en cuestiones de tipo
infraestructural y de sostenimiento institucional, haciendo evidente la abismal diferencia entre las
instituciones de carácter público con las de carácter privado.
Actualmente es difícil encontrar un plantel educativo en el que se adopten medidas que den la
posibilidad a los estudiantes de adquirir aprendizajes de manera efectiva, o a los docentes de
implementar metodologías que garanticen el desarrollo educativo de los estudiantes. Debe
tenerse en cuenta que la diversidad es el motor de la inclusión, pero la inclusión no es sólo la
atención a grupos categorizados; es la búsqueda permanente y dedicada para comprender y
responder a la diversidad de expectativas, perfiles, condiciones y capacidades de los niños, las
niñas y los adolescentes. Esta perspectiva más amplia reconoce la diversidad en todas las aulas y
compromete a los maestros a trabajar de manera creativa, usando estrategias diversificadas. Esto
nos lleva a entrar también en un amplio y debatido tema como es la Inclusión y a entenderla como
algo que beneficia a todos los estudiantes, pues es el punto de partida en una sociedad
constructora de paz.
Discapacidad.
Pertenencia étnica.
Género y diversidad sexual.
Esto debe impactar socialmente de manera positiva e incidir en la corresponsabilidad del Estado,
la sociedad y la familia, para la garantía efectiva de los derechos de la infancia, la niñez y la
adolescencia.
Mediante esto se forjan caminos que posibiliten el disfrute de la diversidad desde la primera
infancia, así como superar la discriminación y la segregación en los estudiantes, desde su atención
integral; implica definir orientaciones que permitan a los distintos agentes educativos y culturales
asumir el enfoque diferencial como un imperativo ético y práctica política, que ponga en el centro
de la atención, la diversidad como condición inherente a los seres humanos, cuestionando las
relaciones de poder y dominación marcadas en nuestro país, y buscando constantemente la
equiparación de oportunidades.
Entender que una cosa conlleva a la otra facilitaría el desarrollo de procesos en cuanto a la
educación de calidad; invertir en la preparación de los docentes facilita el proceso de aprendizaje
de los estudiantes; estudiantes con una mejor educación tienen menos probabilidad de desertar;
con menos deserción escolar aumentan las posibilidades de tener en el futuro grandes
profesionales. Pero, también es importante tener en cuenta que la educación no es algo que le
compete a un solo sector, pues también es importante invertir en otras esferas, reorientar los
esfuerzos gubernamentales impulsando el desarrollo de una sociedad integral, con bases sólidas
en cuestión de equidad, accesibilidad e inclusión.
Referencias: