APORTE S
.i::-1"
A LA DI]CENCIA
I t'
.t.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES
H ISTO RICAS, ANTROPO LOG ICAS
Y AROUEOLOGICAS
ESCUELA DE HISTORIA
PRESENTAC ION
CONTEN I DO
LA ArcUEOL&IA Y LA RE@NSTRTIC:CNN
HISTARICA B
Gianfrana Cassiano y
Fernando López Aguílar
AKIUEOLffiS E H|STORLATDRES: UNA EM4RESA @túUN
MARIA TERESA BOSCHINI
I Instíiuto l.lacional
de /rntroocloqía - CONICET
5
2En un artículo relativamente reciente, Lorandi y Bodríguez Molas (1986:56) tratan sobre la relación enlre historia y
antropología y señalan con acierlo que luego de'...una convérgencia inicial, la arqueología, la etnología y la historia, pasan
a faúés Je ún lento proceso a un aislam-ienlo acentuado". Eslos autores advierten sobre lcs peligros de los enfoques
atomizadores y desta'can que en los últimos tiempos se puede ohservar una lendencia opuesta, es decir un enfoque
integrador de iás ciencias sociales. Sin embargo, pdse a quá el problema se sitúa adecuadamente, se busca la supelación
de É segmentación disciplinaria desde el rescáte y refueno de lá etnohistoria. Se insiste en su autonomía, su especificidad
v sus alcances.
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todo cuando parxería que hemos ingresado en una et4Oa del desarrollo de las
ciencias sociáles que apbyándose en-los avances logrados durante este siglo de
diferenciacíón y'espéc¡álizacíón, puede caracterizarse por la búsqueda de la
integracíón ], la sínfesis.
LA ARCIUEOLOGIA Y LA RE@¡,ISTRUrcrcAI HISTffiICA
B
historia de la hu.manidad se puede estudiar desde dos enfogues: @mo desarrollode
toda la hunanida.d en la interdependencia de sus estructnras, facetas o eleménloi,
o @mo desarrotlo de una o varías de las facetas estructurales, extrafdas de sú
i.n.t9r-cgnexión general. Señalan que en el prímer caso nos encontranoscon ta ciencia
histÓríca, en un sentido estricto de la palabra. En el seguiáó- áso con tas
subdisciplinas de la historia.
La palabra historia también ha estado cargada de ambigüedades y suele
expresar varías idus dístíntas, una de ella se réf¡ere a la duálídad acontecer-
conocimiento y otra cono ciencia, a la duatidad proceso-producto" En efecto, lo
aantecido, se refiere al hecho histórico como oOjeto de conocimiento, que existe
independientemente de que tenga de ét nuestra capacidad de conocerlo o de la
rep resentación del suj eto cog noscen te.
La historia como proceso se refiere al "hacer ciencia", a los procedimientos
metodológicos necesarios para obtener el conocimiento h¡stóríco nudner tgrs:
27-25), mientras que como producto y conocimiento censiste eiaci. un conjunto de
planteamíentos generallzados y sístemátizadosde acuerdaa príncipiós t*í¡¿¡¡i quá
expl ican un determinado aspecto de la real idad.
La historia amo producto, tíene por objeto et estudio del " hombre y sus
relaciones (con p naturaleza y entre si¡ en tás mrdenadas tiempo-espac¡ó"
Montero 1984:38), que es precisamente el objetívo del estudio de'la ar'quwlogía. éf
Desde esta perspectiva querenos distinguir á la hístoria como ciencia general,-con
las características antedichas y tas dTferentes ciencías particutaie"s en que se
divide, entre las que se encuentra la arqunlogía. Tod'as ellas comparten las
preguntas ontológicas, epistemológicas y metodolégicas a las que debe responder
la historia, así como la definicíón de tos Tipos y caladerísticaide las unidades de
las que hablan su-s tqrías, la forma en'que áe ubican en torno al problema del
conocimienlo y en la que se conciben la naturaleza y objetívos ¿b ta práctica
cíentífia. (cf Gándara tgBO:9).
Que la historia defina como su objeto de estudío a los hombres y sus
relacionesen el espagio.y el tiempo, determina, también que todos tos produbtos y
"huellas" de estas relacíónes puedan generarsecomo datos n¡stOi¡cos, fonstituyei-
do, por lo tanto, "fuentes históricas' .
Fsfas "huellas" se convierten en "fuentes" cuando san interrogadas y
analizadas, cuando san valorízadas xmo tal por el sujetc de rcnocimienio y lis
procesa con una metodología y unas técnicas específicas, que están ligadas á una
cancepción hístórica (cf Montera t9S4:39).
La historia, en uno de sus sentidos partitivos entendíéndola como disciplina
científ ia busca, a través de los documentosescrítos, el entendímíento del desarrollo
social lo que le mnfiere particularídadesa los procedimientos de construccíón de
datos a.sus métodos y técnicas inferenciales, mientras gue fa arquniogíaestudia
los restosmaterialesde las socíedades, por lo que incluye una concepcióiparticutar
sabre ellas que le permite la generación de datos pará la reconstrücción histórica,
y esto tiene cansecuenciasen la netodología y téciicas de obtención de informacíón',
así cono e2 los procediníentos inferenc¡áteé. Sin embargo, tanto ta historia como la
arqueología forman parte de la ciencia de la historia.
La especialidad de cada una de estas disciplinas radia en tener un cuerpo
túrico.particular.que explica su objeto oncieto de estudio, el conjunto'de
materiales del cual genera.n sus datos-, Las tqrías particutares, mn-iu'juego de
leyes que las conforman, adquieren signifícado por la existe'ncia de ias7eyes
generates de la historia, lo que quiere ¿ecir que, en última ínstancia, al efectuar un
estudío dentro de cada una de esfas discip'linas, hay que remitirse al nível
expliativogeneral, como única maneraen que ia investigác¡óniengá unia-coherencia
y un sentído en la perspectiva história, Una consecuencia nebesaria es que la
tnríaarqueológicatiene que ser vista como parte de ta teoría generalde la hiétoria,
9s de9.ír, las leyes generales y particulares que se fortñulen a partir de ta
i nvestígación arq unlógica tiene:n que ser leyes históricas
I
Las inpliaciones de este planteamiento son de diversa índole, pero
todo tienen que ver con ta divíiión sobre
i;;li¡il;i;l;t"s
subdisciplinas y pone en duda,án 6s ca,sosálÉáiqustogíay cíencias históriq sociates en
empieza una y termina la otra"' - de ta historia, dónde
eieygro,,des.de un punto de vista crásico der arquúrogo
^^*,^^l?,'a partir del documento
comtenza ta ,,hístoria,,
escrito, mientrás que las etapas anteriores son
englobadas en una entidad áá mntornos vagos,
connotación y espac.íocronológícodepenae aé"tái'eicueras que
definida amo prehistoria, cuya
En la arquwlogíaamerlcana, su uso coincidecon utilizan estetérmino.
término "palqlítico"á íncluye e1 euá iá itc"'e, Europa del
que en Europa se acuñaran to¿á t¡po ae gripoéácerámicos. Esta distinción hizo
otras conceptos como el ae "pióloinistoria,, para
caracterizar sociedades que se ¿esarrólíaionálntenporanááménie
" h i stó r i
cas ", es dPc i r q ue ai¡.íó n reg í st ros escr í a otras ya
tos.
Hasta aquí tradicionalnente guedaba rcnp,is¡¿¡da-ta
su quehacer llegaba hastael momento que la docunéntaciónescrita historia, se asumía que
la información permitíaobtener
bus&ba. ilñá*aurgo, en fechas
"descubierto" a ta -arqixttogla histórt¡á-áeliilin¿ola como ,,elrecientes se ha
lug^et^1ryuqtoqó
conducta humana a través de-los restos y-atgqiales, para estudio de la
afecta de alguna manera u interpretac¡aÁ'; el cual la historia escrita
arqunlogía histórica- se ha aplicado en ,qméi¡clá @eáían r9B2:1s3). concretamente la
europ@s, desde el momento del "con.tacto" hasta-q regiones 'nlin¡iaaas por los
schuyler r978:2s). irocéso de índustiializacíón (cf.
!1s úl.timaiadquisicionssoñ t"áir,*rqueologíay laarqueotogía
de lo "viviente". La primera tieite como ampo de est-udio los grupos indígenas
actuales' aprovechando elementos de historia'orilÁ
del grupo o que deia evídénóiÁ-materiates de ra ¡rfor*a"lár"á¡15ói" por parte
responder a problemas de tipo arquarcáico. tá ¡nodir¡cac¡ói de' tá'náíiratera pa*
de la sociedad 1c-tLlat a traiéi de- iágun¿a pretende hacer estudios
restos mateTíales, con la metodolctgía y tas
técnicasarqueotógicas,a fin de obtener "u" ¡nrormatción,iomptenentariaa
Fsfa división de .ta arqueología t¡áiá,- eÁ- principío, unaotras f uentes.
cronológica,aunqueesevidenteáue connotación
¡nótuyemñá¡der"b¡oiá"¿á't¡ló'loi¡u*nómico
y' en consecuencia, está determinada poi una concepcion
de la historia. En el aaso
es patente at ptanteaiáe una arquarosrá preh¡itóri*,-l,iln¡spánica
#,y#,? y
La anbigüedad y la falta de precisión de los términos
histórica, aunadas a la-poca ctariáad eq1it ónl/iló"'y de la periodíficación
,"t.s de
dado lugar a esfas di.visiones qui no nacáñ tíái' qlá'o"ro"trar ta arqueotogía han
arqueología de estudíar a las sociedadis áesaiLibLntu ta apacidad de ta
Esta perspectiva ha hecho oye ta árin@;¡o;k: desde
de vista díacrónim.
vinculado con una yis.ión sus orígenes, se haya
listórica,-buscanaóát-eá"teá¿imiento
allá de la docunentación esci¡iá. Por. ello, siempre ha mante,niáá'- de la humanídad nás
determinadu po, las caracteirsicas rnu base,
estratigráfims, en la gue et conocimientodeaestitosnitáFiat iiátores
de estudio en depósitos
temporales era imwrtlnte y, poi enae, ;; láb"j;;on,
p r o f u n d í zac i Ó n, as pectos en diferentes niveres de
désc'r Ipt ¡ voé á e- i oi bjítl;; r q urcI óg í q¡s, re I ac i o nad
con una visión histéríca, a vecei descriptiva ótlal os
" m1s" expticativa.
Las divisiones.de la arqurclogía'en tis suiAisiiptin"s
responde a diferencias aparénies én ta matertiá ii antes mencionadas
metodología para su.estudio, que-ño corresponden, traoa¡o particular y en ta
cronolÓgicasen se.ntido.estiiciá,-s'iio a to qrie-eias necesariamente, a distinciones
en basea una seriede indicadói'áiárquqlógicostoñLdos ímitian en ,i sént¡áo histórico,
e1!^a¡0yyloeihlstét'ic/ de maneraoperatíva. Así
soDre ta arquqlógica en la "á71*,-t"sia,
en principio, a ta documentación escrita
búsqueai de aat'os l¡ná-¡áarJores-, los cuales, una vez
demostrada su vt1¡áéi,u"üáí"1iái son utitizados para
contextos para los cuales no se iiáren ese tipo de interpretar evídencías de
híbrido en el que no se da una ¡it.sracióñ a n¡váíteorícoLogeneral, registro. gue resulta es un
especificidad' dentro ae otjetiios.cáncretos, aprovechando, sino en la
en su mayor parte, ras
I
1A
I
t
t1
El estud¡o regional se anvierte en una instancia generalizante que a veces
pierde de vista no sólo el objetivo histórico general, sino tambíén et objetivo
antrowlógíco de la rennstrucción de las particularidades de la "vida mtidiana",
por no prof undizarel nivel de sítio. Esta última situaciónse manif iestatambíén como
un rechazo hacia la microhístoría.
Los trabajos de sitio, de manera aíslada, difícilmente tienen acceso a
inferencias de tipo general, aunque se excave integralmente, en Ia nedida que la
totalidad de los procesos de una sociedad concreta no se manifiestan en una sola
Iocalidad. No obstante, pueden ayudar a resalver prablemas a una e-scala menar,
basán dose e n desc r i pc i o nes deta I I a das de I os s i t i os o pa rc i a I i za n do I as Ws i b i t i dades
de conocimiento (p.e. desarrollo de la tecnología lítica o de estilos cerámicos).
La diferencia entre los dos enfoques mencionados no se manif iesta tanto a
nivel de la tsría generalo de la formulación de hipótesis, (de hecho pueden partir
de planteamíentossemejantes) sino en los diferentes procesos de obtención det dato
y de la posibílídad real de detectarlo, lo cual implica problemas que no necesaria-
mente han sido resueltos por la arqualogía. Esto es así porque el estudio
argunlógíco busca, en primera instancia, las relacíones entre los materiales para
determinar de qué forma representan relaciones entre los hombres y de qué tipo
son.
Lo que puede parecer sólo un problema de procedimiento
de estructura de investigación, representaen realiciad la díficultad que ha tenido
y tiene la arqunlogía para llegar a la formulacíón de planteamientos íntermedios que
resuelvan la solución de contínuidad entre la teoría general y los materíales de
estudío. En realidad, tales planteamientos han existido y se siguen produciendo,
resultando de marrcs túrias distintos y casi siempre implícítos, la que hace dif ícíl
que el conocimientoque pueden generarse integren a la r*onstrucciónde procesos
históriasgenerales, porque las tnrías particularesque permiten talesconocimíen-
tos no guardan coherenciacpn ellos. Esto no inplica renunciar a la comprensión del
nivel más amplio, pero si la necesidad de reconoceren cadaocasión el planteamiento
intermedio y las formas de obtencíón de datos que derivan de éste, para poder
filtrar la información e intentar objetivizarla. Sin lo anterior son nuy discutibles,
por ejemplo, las rwnstrucciones históricas de la época prehispánicaen méxico, a
partir de datos obtenidos en funcíón de diferentes objetivos y hasta en diferentes
momentos de la arqueologíaen el país.
Desde nuestro punto de vista, las actividades humanas dentro de las regiones
conforman un todo estructuradoorgánicamenl:e, por lo que los materiales dejados
por estos grupos reflejan esa organizacíón. Para ilustrar Io anterior, consideramos
que, en una región y en un tíenpo dado, existen grupos humanos que mantienen
relaciones entre sí y que, en la realización de actividades modificadoras de la
naturaleza, dejan una serie de evidencias materiales que ahora son objetos de
estudío_de la arqualogía y que denoninamos o iea
Tales sifrbs deben lanifestar tanto el nível de íntegración regional como,
evidentemente, el de la especif ieidad de su papel dentro de la estructura global. A
veces, lo primero puede ser captado desde la fase de recorrido de superf ície, lo que
nos aproxima a la rcmprensión de procesos amplios, @nsecr¡entes con la tgría
general pero vaciadas de la especif icidad que da el conocimiento de la hístoria de
las formas de vida de la sociédaa y de toá grupos gue la componen. Esto último
puede ser logrado en la fase de estudio a nível de sitios, pero la amprensión de
esfos no es completasi falta el rxonocimientode los procesos regionales: las partes
de la región, estudiadas aisladamente, difícilmente permiten la consecución de este
obietívo, ya que la comprensión de los sígnificados de los dístintas niveles de
integraciÓn y asociación de los materialesarqunlógiasdebe proceder metodológi-
camente y dentro del proceso concreto de la investigacíón, de lo general a Io
singular.
Los cuestionamientos que hemos señalado aquí no son privativos del
arqueólogo y se aplian en general a cualquier cíentíf ico de la historia, pues existen
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