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Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos

Bulevar Panteón, Puente Trinidad a Tienda Honda,


Edif. Centro Plaza Las Mercedes, PB. Local 6
Teléfonos / fax: (212) 862.10.11, 862.53.33 y 860.66.69
Apartado Postal 5156, Carmelitas 1010-A, Caracas, Venezuela
Correo electrónico: defensaprovea@derechos.org.ve Sitio web: www.provea.org.ve
RIF: J-00309122-7 NIT: 003651517-1

Ciudadanos(as)
MAGISTRADOS(AS) DE LA SALA CONSTITUCIONAL DEL
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
Su Despacho.-

Nosotros, Marino Alvarado Betancourt y Francisco Ernesto


Martínez Montero, abogados en ejercicio, de este domicilio,
inscritos en el Inpreabogado bajo los Nros. 61.381 y 96.435
respectivamente, actuando en representación del Programa
Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos
(Provea), (en lo adelante solo Provea) asociación civil debidamente
protocolizada por ante la Oficina Subalterna del Tercer Circuito de
Registro del Distrito Sucre del Estado Miranda, el 8 de noviembre
de 1988, bajo el Nro. 19, Tomo 8, Protocolo Primero, reformados
sus estatutos mediante Asamblea General la cual se encuentra inserta
a los libros de autenticación llevados por ante la Notaría Pública
Tercera de Caracas, bajo el Nro. 92, Tomo 8, del 1º de febrero de
1996, que anexamos al presente Amparo Constitucional marcado
con la letra “A”; carácter que se desprende de instrumento poder
debidamente autenticado por ante la Notaría Pública Tercera del
Municipio Libertador del Distrito Capital, el 12 de Octubre de 2006,
anotado bajo el Nro. 87, Tomo 76, en los libros de autenticaciones
que lleva dicha Notaría, Anexado al presente Amparo constitucional
marcado con la letra “B”; acudimos ante su competente autoridad a
los fines de interponer AMPARO CONSTITUCIONAL contra el
ciudadano Adán Chávez Frías en su carácter de Ministro del
Poder Popular para la Educación, de acuerdo al Decreto Nº

1
5.105, de fecha 08 de enero de 2007, publicado en la Gaceta
Oficial Nro. 38.599, por haber violado a Provea, el derecho
constitucional de obtener una respuesta oportuna y adecuada a las
peticiones realizadas establecido en el artículo 51 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y de conformidad con lo
establecido en los artículos 26, y 27, de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y los artículos 1, 2, 5, y 7, de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, según la solicitud realizada en fecha 24 de Abril de
2007, recibida en fecha 26 de Abril de 2007 y que anexamos
marcada con la letra “C”, en los términos que exponemos a
continuación:

DE LA COMPETENCIA

Conforme a lo establecido en el artículo 8 de la Ley Orgánica


de Amparo sobre derechos y garantías Constitucionales y el artículo
5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela y la reiterada Jurisprudencia de
esta Sala Constitucional, es esta Sala la competente para conocer la
presente acción en virtud de que el funcionario público que violó el
derecho constitucional de Petición ejerce el cargo de Ministro del
Poder Ejecutivo Nacional.

El presente Amparo constitucional se ejerce contra la omisión


o abstención (falta de oportuna y adecuada respuesta) del Ministro
quien con su conducta como funcionario pùblico violó a Provea el
derecho constitucional de petición establecido en el artículos 51 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y

2
ratificado en los artículos 2 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, y 9 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública,

Por lo tanto, al ser la Sala Constitucional la competente para


conocer de los amparos constitucionales ejercidos contra las
actuaciones u omisiones de funcionarios que obstenten el cargo de
Ministros esta Honorable Sala debe declararse competente del
presente amparo constitucional ejercido contra la omisión del
Ministro del Poder Popular para la Educación

II

DE LA LEGITIMACIÓN PARA INTERPONER EL


PRESENTE AMPARO CONSTITUCIONAL

El artículo 27 de la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela señala que toda persona afectada en sus derechos tiene
la legitimación para interponer el amparo constitucional, cuando
establece que:

“Artículo 27. Toda persona tiene derecho a ser


amparada por los tribunales en el goce y ejercicio
de los derechos y garantías constitucionales, aun de
aquellos inherentes a la persona que no figuren
expresamente en esta Constitución o en los
instrumentos internacionales sobre derechos
humanos.

El procedimiento de la acción de amparo


constitucional será oral, público, breve, gratuito y
no sujeto a formalidad, y la autoridad judicial
competente tendrá potestad para restablecer
inmediatamente la situación jurídica infringida o la
situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo

3
será hábil y el tribunal lo tramitará con preferencia
a cualquier otro asunto.

La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá


ser interpuesta por cualquier persona, y el detenido
o detenida será puesto o puesta bajo la custodia del
tribunal de manera inmediata, sin dilación alguna.

El ejercicio de este derecho no puede ser afectado,


en modo alguno, por la declaración del estado de
excepción o de la restricción de garantías
constitucionales.” (Subrayado y negrillas nuestras)

De igual manera, el artículo 1º de la Ley Orgánica de Amparo


sobre Derechos y Garantías Constitucionales, establece que:

“Artículo 1.- Toda persona natural habitante de la


República, o persona jurídica domiciliada en ésta,
podrá solicitar ante los Tribunales competentes el
amparo previsto en el artículo 49 de la Constitución,
para el goce y el ejercicio de los derechos y
garantías constitucionales, aún de aquellos derechos
fundamentales de la persona humana que no figuren
expresamente en la Constitución, con el propósito de
que se restablezca inmediatamente la situación
jurídica infringida o la situación que más se asemeje
a ella.

La garantía de la libertad personal que regula el


habeas corpus constitucional, se regirá por esta
Ley.” (Subrayado y negrillas nuestras)

Por lo tanto, Provea como persona jurídica domiciliada en


Venezuela ve violado su derecho a obtener una respuesta oportuna y
adecuada a las peticiones realizadas a la Administración Pública,
previsto en el artículo 51 de la Constitución; al no recibir respuesta
alguna de las peticiones que dirigió al Ministerio del Poder

4
Popular para la Educación, por lo que tiene a su vez el derecho de
ser amparada por los tribunales en el goce y ejercicio de su derecho,
y está legitimada para ejercer el amparo constitucional como
proceso judicial previsto tanto en la Constitución, como en la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales.

Provea, como organización de derechos humanos, tiene una


motivación especial en la presentación del presente Amparo
constitucional, en tanto se busca hacer valer el derecho de Petición
como mecanismo que tienen las personas y comunidades para
solicitar información ante los entes del Estado quienes están
obligados a dar respuestas oficiales oportunas y adecuadas ante las
solicitudes realizadas

La no respuesta oportuna y adecuada del Ministro a nuestro


derecho de petición afecta los intereses de Provea como
organización que trabaja en la promoción y defensa de los derechos
humanos. En este caso particular dificulta nuestra labor de defender
los derechos e intereses del Ciudadano José Urbano, puesto que en
el derecho de petición solicitado al Ministro como bien puede leerse
en el anexo “C””,solicitamos una serie de informaciones que se
relacionan con el ciudadano Josè Urbano, informaciones que
requerimos como organización para poder brindar un apoyo màs
efectivo a este humilde ciudadano venezolano quien no posee
recursos económicos para costear un abogado privado.

Como Asociación Civil realizamos una labor en pro de los


sectores màs excluidos y desfavorecidos de la población.

Asi lo establece la cláusula tercera de los estatutos sociales de


Provea, los cuales se encuentran anexos al presente Amparo
constitucional marcados con la letra “A”,:

5
“La Asociación civil ‘PROGRAMA
VENEZOLANO DE EDUCACIÓN-ACCIÓN EN
DERECHOS HUMANOS’ se define como una
Asociación Civil sin fines de lucro, de carácter
asistencial y educativo, y tendrá por objeto la
asistencia jurídica gratuita a personas o
instituciones que así lo soliciten, y que por su
imposibilidad económica requieran este servicio,
la capacitación técnica y la educación en el campo
de los derechos humanos, tanto a nivel de
educación escolar como de la no formal y de
adultos, teniendo como marco de acción la
Declaración Universal de los Derechos Humanos
de la Organización de las Naciones Unidas, las
disposiciones relacionadas con dicha Declaración,
contenidas en la Constitución de la República de
Venezuela y en otras leyes y normas nacionales
sobre esta materia, así como los instrumentos
internacionales y regionales de protección y
promoción de los derechos humanos suscritos por
el Estado Venezolano.” (Subrayado y negrillas
nuestras)

Esta actuación de Provea ha sido reconocida por la Sala


Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia del
26 de mayo de 2005, (Caso: ASOCIACIÓN DE VECINOS
URBANIZACIÓN YULESCA I), en la cual estableció lo siguiente:

“A los efectos de determinar la legitimidad para


accionar en el presente caso, es preciso realizar
previamente algunas aclaratorias, y al respecto
observa:
En primer lugar, debe esta Sala indicar que el
Programa Venezolano de Educación Acción en
Derechos Humanos (PROVEA), es reconocido como
una organización no gubernamental, independiente
y autónoma, que tiene como tarea primordial la
promoción y defensa de los derechos humanos, en

6
particular los derechos económicos, sociales y
culturales de grupos sociales organizados.
En tal sentido, dicha organización busca promover,
mantener y desarrollar programas en defensa,
enseñanza y expansión de los derechos humanos,
para orientar a los individuos en sectores
organizados a clamar -dado el caso-, el respeto o
restablecimiento de los derechos inherentes a la
persona humana cuando consideren que le están
siendo vulnerados.
Ello así, debe esta Sala reconocer la función
esencial de este tipo de instituciones, ya que con su
actuación –de ser correctamente ejercida-, cumple
un rol social fundamental en resguardo de los
ciudadanos, y en definitiva sembrando la cultura del
respeto a los derechos humanos(…)En dicho poder,
los referidos ciudadanos facultaron al Programa
Venezolano de Educación Acción en Derechos
Humanos (PROVEA), entre otras cosas, para que
‘(…) a través de los apoderados judiciales que a
bien considere nombrar, o mediante cualquier otro
representante facultado, suscriba documentos en
nuestro nombre, nos represente en cualquier tipo de
reunión relacionada con la denuncia, ante todas las
instancias administrativas y judiciales, interponga
acciones y recursos ante todos los niveles de la
Administración Pública, Tribunales de Justicia, e
incluso, ante instancias internacionales (…)’.

Por lo tanto, Provea en el presente caso ostenta la legitimación


para interponer el presente amparo constitucional, no sólo porque
fue violado su derecho a obtener una oportuna y adecuada respuesta
a las peticiones a la Administración Pública, encontrándose entonces
afectada en sus propios derechos e intereses, debido a que el
Ministerio del Poder Popular para la Educación, no contestó las
solicitudes realizadas por ella en la comunicación antes señalada,
sino porque en cuanto al derecho de petición solicitado también
representa los derechos e intereses de José Urbano

7
III

DE LA ADMISIBILIDAD DEL PRESENTE AMPARO


CONSTITUCIONAL

El artículo 18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y


Garantías Constitucionales, establece cuales son los requisitos que
debe expresar la solicitud de forma, cuando señala que:

“Artículo 18.- En la solicitud de amparo se deberá


expresar:
1) Los datos concernientes a la identificación de la
persona agraviada y de la persona que actúe en su
nombre, y en este caso con la suficiente
identificación del poder conferido;
2) Residencia, lugar y domicilio, tanto del agraviado
como del agraviante;
3) Suficiente señalamiento e identificación del
agraviante, si fuere posible, e indicación de la
circunstancia de localización;
4) Señalamiento del derecho o de la garantía
constitucional violado o amenazados de violación;
5) Descripción narrativa del hecho, acto, omisión y
demás circunstancias que motiven la solicitud de
amparo;
6) Y, cualquiera explicación complementaria
relacionada con la situación jurídica infringida, a
fin de ilustrar el criterio jurisdiccional.
En caso de instancia verbal, se exigirán, en lo
posible, los mismos requisitos.”

De una lectura del presente amparo constitucional, se


evidencia que el mismo contiene todos los requisitos formales arriba
señalados, por lo que cumple con lo exigido en dicha Ley.

A su vez, el artículo 6 eiusdem establece cuales son los


requisitos de admisibilidad del amparo constitucional, cuando
señala que:

8
“Artículo 6.- No se admitirá la acción de amparo:
1) Cuando hayan cesado la violación o amenaza de
algún derecho o garantía constitucionales, que
hubiesen podido causarla;
2) Cuando la amenaza contra el derecho o la
garantía constitucionales, no sea inmediata, posible
y realizable por el imputado;
3) Cuando la violación del derecho o la garantía
constitucionales, constituya una evidente situación
irreparable, no siendo posible el restablecimiento de
la situación jurídica infringida.
Se entenderá que son irreparables los actos que,
mediante el amparo, no puedan volver las cosas al
estado que tenían antes de la violación;
4) Cuando la acción u omisión, el acto o la
resolución que violen el derecho o la garantía
constitucionales hayan sido consentidos expresa o
tácitamente, por el agraviado, a menos que se trate
de violaciones que infrinjan el orden público o las
buenas costumbres.
Se entenderá que hay consentimiento expreso,
cuando hubieren transcurrido los lapsos de
prescripción establecidos en leyes especiales o en su
defecto seis (6) meses después de la violación o la
amenaza al derecho protegido.
El consentimiento tácito es aquel que entraña signos
inequívocos de aceptación.
5) Cuando el agraviado haya optado por recurrir a
las vías judiciales ordinarias o hecho uso de los
medios judiciales preexistentes. En tal caso, al
alegarse la violación o amenaza de violación de un
derecho o garantía constitucionales, el Juez deberá
acogerse al procedimiento y a los lapsos
establecidos en los artículos 23, 24 y 26 de la
presente Ley, a fin de ordenar la suspensión
provisional de los efectos del acto cuestionado;
6) Cuando se trate de decisiones emanadas de la
Corte Suprema de Justicia;
7) En caso de suspensión de derechos y garantías
constitucionales conforme al artículo 241 de la
Constitución, salvo que el acto que se impugne no
tenga relación con la especificación del decreto de
suspensión de los mismos;

9
8) Cuando esté pendiente de decisión una acción de
amparo ejercida ante un Tribunal en relación con los
mismos hechos en que se hubiese fundamentado la
acción propuesta.”

En cuanto a los requisitos de admisibilidad el presente Amparo


cumple con todos ellos, por cuanto no ha cesado la violación del
derecho de petición, debido a que el Ministerio del Poder Popular
para la Educación, al momento de presentar el presente escrito no le
ha dado respuesta alguna a nuestra representada de la petición
realizada en comunicación de fecha 24 de abril 2007. Cabe señalar
que, la violación contra el derecho de petición es inmediata,
posible y realizable por el Ministerio del Poder Popular para la
Educación.

Igualmente, la violación al derecho de petición realizada por


el Ministerio del Poder Popular para la Educación, es un hecho
reparable, pues la misma se solventaría al momento en que esa
Honorable Sala ordene a dicho Ministerio que dé una respuesta
oportuna y adecuada a nuestras representada, y que dicha orden sea
cumplida, no sólo en cuanto a que se de una respuesta, sino que la
misma sea oportuna y adecuada, tomando en cuenta el carácter y
contenido de las peticiones formuladas.

Esta violación al derecho de petición no ha sido consentida


ni expresa, ni tácitamente por nuestras representadas, por cuanto
al momento de interponer el presente amparo no han transcurrido
seis (6) meses desde la violación del derecho constitucional.

En el presente caso, no existen vías judiciales o recursos


ordinarios preexistentes contra dicha omisión, que reparen el
derecho constitucional violado, previsto en el artículo 3 de la Ley

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Orgánica de Procedimientos Administrativos, ya que actualmente la
jurisprudencia nacional es conteste en que el agotamiento previo de
la vía administrativa no es un requisito para intentar la vía judicial,
tal como lo observamos en la sentencia del 9 de mayo de 2006, de la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la cual señala
que:

“Así, la Sala considera que, por cuanto el recurso de


reconsideración no se pronunció sobre el fondo del
asunto, el quejoso dispondrá de la pretensión
contencioso administrativa para la satisfacción de
su pretensión de tutela de derechos constitucionales;
medio judicial que puede ser interpuesto sin que
deba agotarse, de manera previa y obligatoria, la
vía administrativa, puesto que la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia eliminó el requisito
del agotamiento previo de la vía gubernativa como
un presupuesto necesario para la admisión de la
pretensión contencioso administrativa de nulidad
contra un acto administrativo de efectos
particulares y la jurisprudencia de la Sala Político-
Administrativa de este Supremo Tribunal así ya lo
ha precisado (Ver, entre otras, sentencias nos
786/2004, 944/2004 y 1609/2004); de forma tal que
el justiciable pueda escoger entre acudir
directamente a la jurisdicción contencioso-
administrativa o el ejercicio de los recursos
administrativos.
En este caso, el recurso de reconsideración fue
decidido en los términos que se señaló
precedentemente, por lo que, contra esa decisión o
contra la que resuelva el asunto –o en el caso de que
hubiera operado el silencio administrativo-, el
administrado puede válidamente acudir a la sede
judicial para la protección de su situación jurídica.
La aclaratoria es pertinente, pues es deber de la
Sala, como máxima intérprete y garante de la
Constitución, garantizar el acceso a la justicia.
En efecto, es preciso aclarar que, por cuanto los
actos administrativos inciden en la esfera jurídica
de sus destinatarios desde que son dictados, por su
carácter de ejecutividad y ejecutoriedad el

11
interesado puede dirigirse a la sede judicial sin
necesidad de agotamiento de la vía administrativa,
pues esto último constituiría una interpretación
contraria al principio constitucional pro
actione (artículo 26 constitucional).”. (Subrayado y
negrillas nuestras)

En cuanto al recurso judicial de abstención o carencia


contemplado en el artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, debemos señalar que dicho artículo está
redactado en los términos siguientes:

“Artículo 5
Es de la competencia del Tribunal Supremo de
Justicia como más alto Tribunal de la República.
...omissis...
26. Conocer de la abstención o negativa del
Presidente o Presidenta de la República, del
Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva
de la República y de los Ministros o Ministras del
Ejecutivo Nacional, así como de las máximas
autoridades de los demás organismos de rango
constitucional con autonomía funcional, financiera y
administrativa y del Alcalde del Distrito Capital, a
cumplir específicos y concretos actos a que estén
obligados por las Leyes;
...omissis...” (Subrayado y negrillas nuestras)

Por lo tanto, como observamos el mismo hace referencia a la


omisión o abstención de realizar actos previstos en leyes, mientras
que en el presente caso la omisión del Ministerio del Poder Popular
para la Educación, consiste en no dar una oportuna y adecuada
respuesta a las peticiones de nuestras representadas, deber que se
desprende del derecho constitucional de petición, previsto en el
artículo 51 de la Constitución. Entonces, frente a la violación de un
derecho constitucional, tanto la propia Constitución, como la Ley

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Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales,
prevén que toda persona natural o jurídica puedan ejercer el amparo
constitucional ante los tribunales competentes, quienes están
obligados a ampararlos en sus derechos.

Por otra parte, los artículos 2, y 5 de la Ley Orgánica de


Amparo sobre los Derechos y Garantías Constitucionales, señalan
que la acción de amparo procede contra las abstenciones u
omisiones que violen un derecho, tal como es el caso de la omisión
del Ministerio del Poder Popular para la Educación, que viola el
derecho a recibir una oportuna y adecuada respuesta a las peticiones
realizadas, previsto en el artículo 51 de la Constitución. Los
artículos de la Ley Orgánica de Amparo sobre los Derechos y
Garantías Constitucionales, señalan expresamente que:

“Artículo 2.- La acción de amparo procede contra


cualquier hecho, acto u omisión provenientes de los
órganos del Poder Público Nacional, Estadal o
Municipal. También procede contra el hecho, acto u
omisión originados por ciudadanos, personas
jurídicas, grupos u organizaciones privadas que
hayan violado, violen o amenacen violar cualquiera
de las garantías o derechos amparados por esta Ley.

Se entenderá como amenaza válida para la


procedencia de la acción de amparo aquella que sea
inminente.” (Subrayado y negrillas nuestras)

“Artículo 5.- La acción de amparo procede contra


todo acto administrativo, actuaciones materiales,
vías de hecho, abstenciones u omisiones que violen
o amenacen violar un derecho o una garantía
constitucionales, cuando no exista un medio
procesal breve, sumario y eficaz acorde con la
protección constitucional.

Cuando la acción de amparo se ejerza contra actos


administrativos de efectos particulares o contra
abstenciones o negativas de la Administración,
podrá formularse ante el Juez Contencioso-

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Administrativo competente, si lo hubiere en la
localidad conjuntamente con el recurso contencioso
administrativo de anulación de actos administrativos
o contra las conductas omisivas, respectivamente,
que se ejerza. En estos casos, el Juez, en forma
breve, sumaria, efectiva y conforme a lo establecido
en el artículo 22, si lo considera procedente para la
protección constitucional, suspenderá los efectos del
acto recurrido como garantía de dicho derecho
constitucional violado, mientras dure el juicio.

PARAGRAFO UNICO: Cuando se ejerza la acción


de amparo contra actos administrativos
conjuntamente con el recurso contencioso
administrativo que se fundamente en la violación de
un derecho constitucional, el ejercicio del recurso
procederá en cualquier tiempo, aún después de
transcurridos los lapsos de caducidad previstos en la
Ley y no será necesario el agotamiento previo de la
vía administrativa.” (Subrayado y negrillas nuestras)

Aunado a que, el recurso de abstención o carencia procede en


el caso de obligaciones previstas en leyes, y no por violaciones de
derechos constitucionales, dicho recurso no es un medio procesal,
breve, sumario y eficaz, para reestablecer el derecho constitucional,
por cuanto el procedimiento del mismo es mucho más complejo que
el previsto para el amparo constitucional, y puede ocurrir que al
momento de dictarse sentencia en el recurso por abstención o
carencia, ya la lesión al derecho de petición sea irreparable, por
cuanto cuando obligue al Ministerio del Poder Popular para la
Educación, a dar una respuesta a las peticiones de nuestra
representada, que no será ni oportuna, ni adecuada, e incluso puede
ser en ese momento totalmente inútil para la salvaguarda de los
derechos e intereses de nuestras representadas. Así mismo, es
importante señalar que el artículo 5 arriba trascrito no establece la
obligación de ejercer el recurso de abstención o carencia con el

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amparo cautelar en el caso de que sea una omisión o abstención la
que viole o amenace violar un derecho la sentencia que se dicte en
dicho proceso judicial, sino que establece la posibilidad de ejercerlo
más no el deber, lo que se desprende claramente de la frase “...podrá
formularse...”.

El presente Amparo constitucional no se ejerce contra una


sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, sino por la violación
del derecho a petición realizada por la falta de oportuna y adecuada
respuesta a las peticiones formuladas por nuestra representada. De
igual manera, el derecho establecido en el artículo 51 de la
Constitución, no ha sido objeto de la suspensión de derechos y
garantías constitucionales. Tampoco, existe otra acción de
amparo constitucional en relación con los hechos narrados en el
presente caso.

Por esas razones, el presente Amparo constitucional cumple


con todos los requisitos previstos en la ley, y no está inmerso en
alguna causal de inadmisibilidad, por lo que solicitamos sea
admitido por esta Honorable Corte.

IV

DE LOS HECHOS

Provea el día 24 de abril de 2007, envió una comunicación signada


con el Nro. 364, dirigida a Adán Chávez Frías, en su carácter de
Ministro del Poder Popular para la Educación, la cual se encuentra
anexa al presente escrito marcada con la letra “D”, en la cual le
dirige a dicho Ministerio una serie de peticiones en ejercicio del
derecho previsto en el artículo 51 de la Constitución de la República

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Bolivariana de Venezuela. El contenido de dicha comunicación es el
siguiente:

“Por medio de la presente nos dirigimos a Usted con


el objeto de hacer de su conocimiento la presente
denuncia que nos formula el ciudadano JOSE
URBANO, portador de la Cedula de Identidad No.
8.259.123, sobre cobro de matrícula por concepto
de colaboración en la Escuela “Luís Beltrán
Prieto Figueroa”, ubicado en el sector Villa
Olímpica, Parroquia San Cristóbal, Municipio
Simón Bolívar, Barcelona, Estado Anzoátegui.

Según nos informa el Sr. Urbano en el año 2006 la


Sra. Gladis Paraguan esposa del Sr. José Urbano
cuando fue a realizar la inscripción de su hija en la
Escuela “Luís Beltrán Prieto Figueroa” le fue
notificado que debía realizar un deposito bancario
por el monto de Cuarenta (40) Mil Bolívares, los
cuales serian distribuidos en Treinta (30) Mil
Bolívares de inscripción y Diez (10) Mil Bolívares
para una planilla de inscripción, como condición
para la realización de la inscripción. En ese
momento, se le advirtió que de no contar con el
monto completo no podían hacer nada, que la
orden era obligatoria y que, de no realizar el
deposito no podían inscribir a la escolar.

Posteriormente, la Sra. Paraguan se dirigió a la


Defensoría del Pueblo de Anzoátegui para plantear la
situación. Allí fue atendida y remitida a la Zona
Educativa de esa entidad federal. Anexamos copia de
oficio dirigido a la Zona Educativa (anexo 1). En la
Zona Educativa del Estado Anzoátegui el
Coordinador de las Comunidades Educativas,
Profesor Roberto Osorio, emitió comunicación al
respecto (anexo 2), donde se le informó a la
Directora del Plantel educativo en referencia que la
cuota de colaboración no era motivo justificado para
impedir la prosecución escolar en cualquier nivel y
modalidad del Sistema Educativo venezolano.
Aunque la Sra. Paraguan cumplió con entregar a la
Directora estos oficios y le notificaron la posibilidad
de inscribir a su hija, se le acotó que no quedaba

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exonerada del monto total. De manera que, se vio
obligada a cancelar la cantidad de Diez (10) Mil
Bolívares, lo que hacemos constar en el (Anexo 3).
No conforme con ello, se le señaló que por haber
denunciado esta situación no se les iba a olvidar su
cara.

Debemos advertir que según el Sr. Urbano, esta


situación se ha presentado en varias instituciones
educativas del estado Anzoátegui, las cuales han sido
denunciadas por la organización “Asociación Civil
Pro-defensa del Derecho a la Educación” (anexos

En las denuncias realizadas por el Sr. José Urbano se


plantean aspectos importantes sobre la violación de
derecho a la educación. A saber,

 Cobro de matrícula en algunas instituciones


escolares del Estado Anzoátegui, bajo la figura de
colaboración que -como se demuestra en la presente
denuncia- es de carácter de obligatorio. Esta
situación se ha convertido en un factor para la
deserción escolar en la entidad, ya que no todos los
padres y representantes tienen la posibilidad de
asumir dichos montos.

 Otros aspectos denunciados en el disfrute del


derecho a la educación refieren a la falta de respuesta
institucional ante las necesidades básicas en las
instituciones públicas de educación, tales como es el
tema de la inseguridad ciudadana imperante, la falta
de artículos de limpieza, materiales de papelería y
administración, así como el deterioro de las
edificaciones…

… Por todas estas razones es que acudimos y


solicitamos de Usted inicie una investigación por la
denuncia aquí presentada. De ser el caso, se adopten
las medidas administrativas a que haya lugar.
Asimismo, se adopte otro tipo de medidas necesarias
a fin de solventar las otras situaciones que denuncia
el Sr. Urbano relacionadas con la calidad de la
educación que se está impartiendo en los planteles
educativos en Anzoátegui.

17
Esperando un respuesta a la brevedad posible y de
conformidad con las normas establecidas en los
artículos 51 de la Constitución Bolivariana de
Venezuela, 2 y 5 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos y 9 de la Ley
Orgánica de Administración Pública”. (Subrayado y
negrillas nuestras)

DEL DERECHO

El derecho de petición es un derecho contemplado en la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su
artículo 51, en los términos siguientes:

“Toda persona tiene el derecho de representar o


dirigir peticiones ante cualquier autoridad,
funcionario público o funcionaria pública sobre los
asuntos que sean de la competencia de éstos o éstas
y de obtener oportuna y adecuada respuesta.
Quienes violen este derecho serán sancionados
conforme a la Ley, pudiendo ser destituidos y
destituidas por el cargo respectivo”. (Subrayado y
negrillas nuestras)

Este derecho ha sido ratificado en instrumentos legales, tales


como la Ley orgánica de la Administración Pública, en su artículo 9,
el cual señala que:

“Artículo 9. Los funcionarios y funcionarias de la


Administración Pública tienen la obligación de
recibir y atender, sin excepción, las
representaciones, peticiones o solicitudes que les
formulen los particulares en las materias de su
competencia ya sea vía fax, telefónica, electrónica,
escrita u oral; así como de responder oportuna y
adecuadamente tales solicitudes,

18
independientemente del derecho que tienen los
particulares de ejercer los recursos administrativos o
judiciales correspondientes, de conformidad con la
ley.
En caso de que un funcionario público o funcionaria
pública se abstenga de recibir las representaciones o
peticiones de los particulares o no den adecuada y
oportuna respuesta a las mismas, serán sancionados
de conformidad con la ley.”

Igualmente, en el artículo 2 de la Ley Orgánica de


Procedimientos Administrativos, se establece que:

“Artículo 2. Toda persona interesada podrá, por sí o


por medio de su representante, dirigir instancias o
peticiones a cualquier organismo, entidad o
autoridad administrativa. Estos deberán resolver las
instancias o peticiones que se les dirijan o bien
declarar, en su caso, los motivos que tuvieren para
no hacerlo.”

Este derecho ofrece como garantía un mecanismo de


participación del particular en los asuntos públicos del Estado, al
permitirle a toda persona la posibilidad de dirigir y presentar
cualquier género de escritos, peticiones, solicitudes ante las
autoridades y funcionarios(as) públicos(as) sin ningún tipo de
restricciones, siempre que sean de su competencia.

En este sentido, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo


de Justicia en sentencia Nro. 2073/2001, (Caso: Cruz Elvira Marín),
señaló los siguiente:

“(...) La disposición transcrita, por una parte,


consagra el derecho de petición, cuyo objeto es
permitir a los particulares acceder a los órganos de
la Administración Pública a los fines de ventilar los
asuntos de su interés en sede gubernativa. Asimismo,

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el artículo aludido, contempla el derecho que inviste
a estos particulares de obtener la respuesta
pertinente en un término prudencial. Sin embargo, el
mismo texto constitucional aclara que el derecho de
petición debe guardar relación entre la solicitud
planteada y las competencias que le han sido
conferidas al funcionario público ante el cual es
presentada tal petición. De esta forma, no hay lugar
a dudas, en cuanto a que la exigencia de oportuna y
adecuada respuesta supone que la misma se
encuentre ajustada a derecho.”

De manera que el derecho de petición, comprende por una


parte, la garantía a favor de todo(a) administrado(a) de obtener una
respuesta en tiempo oportuno. Se entiende, que una respuesta es
oportuna, cuando la misma se ajusta al lapso de veinte (20) días
establecido en el artículo 5 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, el cual señala que:

“Artículo 5. A falta de disposición expresa toda


petición, representación o solicitud de naturaleza
administrativa dirigida por los particulares a los
órganos de la administración pública y que no
requiera substanciación, deberá ser resuelta dentro
de los veinte (20) días siguientes a su presentación o
a la fecha posterior en la que el interesado hubiere
cumplido los requisitos legales exigidos. La
administración informará al interesado por escrito,
y dentro de los cinco (5) días siguientes a la fecha
de la presentación de la solicitud, la omisión o
incumplimiento por este de algún requisito.”

Por otra parte, el derecho de petición comprende la garantía del


deber de dar una respuesta adecuada. Ello, acarrea para toda
autoridad o funcionario público una obligación tangible de dar una
respuesta no sólo adecuada a todos los requerimientos elevados a su
conocimiento como autoridad competente, sino también coherente

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con el carácter y contenido de las peticiones realizadas por los(as)
administrados(as).

En consecuencia, la falta de respuesta por parte del Ciudadano


Ministro del Poder Popular para la Educación, vulnera a Provea, el
derecho constitucional de petición en doble dimensión, ante la falta
de respuesta oportuna dentro de los veinte (20) días de presentada la
petición, y ante la falta de respuesta adecuada a los requerimientos
solicitados.

En este orden de ideas, la Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia, en sentencia del 4 de abril de 2001, (Caso:
Sociedad Mercantil Estación de Servicios Los Pinos.), señaló lo
siguiente:

“Tal como lo exige el artículo 51 de la Constitución,


toda persona tiene derecho a obtener una respuesta
‘oportuna’ y ‘adecuada’. Ahora bien, en cuanto a
que la respuesta sea ‘oportuna’, esto se refiere a una
condición de tiempo, es decir, que la respuesta se
produzca en el momento apropiado, evitando así que
se haga inútil el fin de dicha respuesta. En cuanto a
que la respuesta deba ser ‘adecuada’, esto se refiere
a la correlación o adecuación de esa respuesta con
la solicitud planteada. Que la respuesta sea
adecuada en modo alguno se refiere a que ésta deba
ser afirmativa o exenta de errores; lo que quiere
decir la norma es que la respuesta debe tener
relación directa con la solicitud planteada. En este
sentido, lo que intenta proteger la Constitución a
través del artículo 51, es que la autoridad o
funcionario responsable responda oportunamente y
que dicha respuesta se refiera específicamente al
planteamiento realizado por el solicitante.”

En conclusión, la respuesta del funcionario público al cual se le


ha presentado la petición, ha de ser inherente, pertinente, y

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coherente con el objeto de lo peticionado, tal como lo señala el
artículo 2 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

Es decir, el ordenamiento jurídico venezolano no deja a


discrecionalidad de la Administración Pública si responde o no a una
petición y si motiva o no su respuesta. La Administración Pública
tiene no sólo la obligación de resolver las peticiones que se le hagan,
si no también aclarar los motivos que tuviere para negarla si ese
fuera el caso.

VI

DE LAS PRUEBAS DE LOS HECHOS SEÑALADOS EN EL


PRESENTE AMPARO CONSTITUCIONAL

Dando cumplimiento a lo establecido por la jurisprudencia de


la Sala Constitucional, desde la sentencia del 1 de febrero de 2000,
que establece la carga preclusiva para el actor de presentar o
promover las pruebas que considere necesarias para la decisión de la
controversia, promovemos en nombre de nuestra representada, de
acuerdo a lo establecido en el artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia, el artículo 17 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, y el artículo
429 del Código de Procedimiento Civil, como medios probatorios de
los hechos señalados en el presente amparo constitucional las
siguientes documentales:

1. Copia simple con sello húmedo de recibida (en fecha 26 de abril


de 2007), de comunicación identificada con el Nro. 364, del día 24
de Abril 2007, dirigida a Adán Chávez Frías, en su carácter de
Ministro del Poder Popular para la Educación, realizada por el

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Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos
(Provea), la cual se encuentra anexa al presente escrito marcada con
la letra “C”.

El objeto de esta prueba es demostrar que Provea, realizó


peticiones al Ministro del Poder Popular para la Educación,
ejerciendo su derecho a petición previsto en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

VII

PETITORIO

Por las razones de hecho y de derecho expuestas, solicitamos a


esa Honorable Corte en lo Contencioso Administrativo que:

a) Admita y declare CON LUGAR el presente Amparo


Constitucional, y en consecuencia ordene al ciudadano
Ministro del Poder Popular para la Educación,, a dar respuesta
inmediata y adecuada a las peticiones que le hizo Provea, en
fecha 24 de abril de 2007

VIII

DOMICILIO PROCESAL

En cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo


18 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, y el artículo 174 del Código de Procedimiento
Civil, indicamos como domicilio del agraviante: Ministerio del
Poder Popular para la educación, Parroquia Altagracia, Municipio
Libertador, Caracas y como domicilio procesal de la agraviada: De

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Puente Trinidad a Tienda Honda, Bulevar Panteón, Edificio Centro
Plaza Las Mercedes, Planta Baja, Local 6, Parroquia Altagracia,
Municipio Libertador, Caracas.

Es justicia que solicitamos en la ciudad de Caracas, a la fecha


de su presentación.

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