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Testigo de la fe cristiana.
Para fortalecer vuestra fe, mirando a la Madre de las Mercedes: la
mejor creyente.
Y recordaros con insistencia uno de los mejores títulos dedicados
a la Virgen en todo el Evangelio: “Dichosa tú porque has
creído”.
Se la dirigió Isabel.
Sobre ella vamos a volver en estos días.
Porque, como dice la Encíclica Redemptoris Missio:
“Esta expresión es como la clave que nos abre la realidad
íntima de María” (19).
- Para creer en Alguien, antes ese Alguien se ha tenido que acercar.
o La iniciativa viene del otro.
o Así, tener fe, “no es lo mismo que buscar” (L F 2).
o La fe consiste en un segundo momento, y esta dinámica María la vive del
modo siguiente:
Dios se le aproxima llamándola “llena de gracia”.
A lo que Ella responde, llena de sorpresa: me fío de ti, “hágase
en mí según tu palabra”.
Esto de una forma irreversible y valiente.
Por eso Isabel le dirá: “Dichosa tú porque has creído”.
Fue capaz de decirle a Dios: “en tus manos pongo mi vida”.
Y así comenzó todo un itinerario que nos sirve a nosotros de
referencia. Por eso la llamamos: “Madre”.
- La fe no es fácil. No es evidente porque:
o No se hereda.
o No viene en el ADN.
o Sino que es una opción libre y personal.
o Supone mucha valentía.
- Hoy la fe nos está fallando, de forma general, por eso B XVI propuso este AÑO
DE LA FE. Y en la Porta Fidei constata:
Que la crisis es mayor de lo que a primera vista puede parecer (nº
2).
Y para los que nos mantenemos en ella, conviene revitalizarla:
Pretendiendo una profundización en cuatro dimensiones:
Reanimarla.
Purificarla.
Confirmarla,
Confesarla (P F 4).
- El momento histórico en que vivimos tiene una palabra: “CRISIS”, que
significa: CAMBIO. En nuestro caso, un cambio intenso y extenso:
o cultural.
o económico.
o familia.
o educación.
o valores,
o y también, de FE..
- La fe, hasta ahora, la hemos venido viviendo de forma pacífica ya que consistía
en dejarse llevar por tradiciones, modos y usos. Pero el molde cultural en que
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nos desenvolvíamos ha cambiado, y lo que no estaba sólido, se ha derramado.
Por eso aparece:
o Descenso en el número de matrimonios.
o Cambia el concepto cristiano de familia.
o Y los criterios para bautizar a los hijos.
o La forma de concebir el domingo como el más triste de la semana.
o Las palabras de la I Tim 4, 1: “En los últimos tiempos, algunos se
alejarán de la fe”, son cada día más realidad.
- Es verdad que la gente no encuentra muchas razones para seguir siendo
religiosa:
o No hay necesidad de recurrir a Dios casi para nada.
o Y si queda algo de Dios, se admite como un ser suave, impersonal, sin
corazón y sin nombre. En todo caso, muy alejado.
o La fe en ese Dios, se convierte en credulidad, sin juicio crítico. En ella
caben tradiciones, supersticiones, devociones... cualquier cosa, a modo
de mezcla.
o Y la religión se reduce a la petición en momentos difíciles de la vida.
- Mientras que por otro lado, las tradiciones religiosas populares tienen mayor
auge: romerías, procesiones, fiestas....
- ¿Qué puede significar todo esto?
o Tal vez porque no nos resistimos a vivir encerrados en el materialismo, y
por eso hay que buscar en otra dirección..
o O porque necesitamos la Fiesta como parte fundamental de la vida y de
la convivencia.
o O puede ser una distracción para no llegar al interior de la persona, y
provocar una conversión de verdad. Una especie de adormidera.
- Un Año más, estamos rodeando a la Virgen de las Mercedes un grupo grande de
la “Alcalá creyente”:
o Queremos ser parte de ese pueblo que la viene mirando con fe desde
siglos y que le ha rezado, cantado y llorado en sus penas.
o Queremos participar de esa fe popular que en el romance de los
cigarrones canta:
“Madre mía de las Mercedes,
ampáranos, Madre mía.
bien sabes, Señora,
que siempre en tu día
voy a visitarte
con mucha alegría”.
o Pero hoy nosotros estamos insertos en una cultura laicista, en la que
Dios no encuentra sitio. Nuestra fe está rodeada de aire gélido que no
ayuda en nada a la fe.
- ¿Qué “merced” nos puede dar la Virgen hoy a nosotros?
o Es una “mujer”, en un mundo de hombres (Gal 4,4). Así parte desde la
debilidad.
o Que supo fiarse de Dios:
Con un “hágase” valiente e irreversible que implicó toda su vida.
Dio acogida al Dios que se le acercaba dispuesto a trastocarle
todos sus planes.
Y así comenzó una aventura difícil, pero que la llenó de Alegría.
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Por eso cantó el Magníficat.
- La Virgen sabe que creer en Dios significa:
Pasar del “Yo” al “Tú” como centro de la propia
existencia:
De “ser en sí” y ”para sí”.
A “ser en otro” y “para otro”.
Y esto por amor, nunca por miedo.
- Esta experiencia le supuso un salto, una ruptura radical:
o Como la vivió Abrahán, quien tuvo que romper con el politeísmo.
o Alternando: ruptura con apertura.
- Vivió la fe NO como algo superficial.
- Dios no fue para ella una carga, ni una angustia, ni un problema, sino una
liberación:
o Por ello llega a ser la mujer libre de todo y de todos,
o Y esclava sólo del Señor.
o Lo cual le aportó una gran alegría.
- Y canta al Dios de los pobres, de los humildes, que es el Dios que la mira desde
la misericordia.
- El mismo Dios que cumplió fielmente las esperanzas dadas a Abrahán.
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o Y así la fe pasa a ser insignificante en la vida cotidiana, una “herejía
emocional”, como definen algunos sociólogos.
o No es el suelo vital donde se va edificando toda una vida.
o No se vive de forma pacífica, sino en tensión, o en irrelevancia que es
peor.
o No tiene la energía para configurar la vida en el futuro.
- Ante este panorama, os pregunto, me pregunto: ¿Es posible vivir hoy la fe como
la vivió la Virgen?
- Pero, ¿cómo la vivió?
o Era hija de un pueblo creyente que había orado por siglos el salmo 40, 7-
9: “Aquí estoy para hacer tu voluntad”.
o Dejó entrar a Dios en su vida, aún sabiendo que Dios es incomprensible
porque es un misterio.
o Y comenzó la aventura de un camino de espadas (Lc 2, 35) para asimilar
a un hijo difícil (su familia creían que estaba loco), “guardando todas
estas cosas en su corazón” (Lc 2, 19 y 2, 51).
- Esta es la Virgen que se nos presenta como Modelo de Fe (“typus de la Iglesia”,
la llama en el siglo IV San Ambrosio - Cat 144 -).
o Los creyentes y amantes de la Virgen de las Mercedes sabemos es
posible vivir la fe con un paradigma distinto a la mayoría de la gente:
Asumiendo el ser minoría.
En medio de una gran ignorancia y confusión religiosa.
Como confianza en un Dios amigo y estimulante.
Una fe acompañada por otros que la comparten.
Una fe en el Dios de la cruz, consecuencia del amor, cuando por
amor se entiende el “interesarse por el bien que existe fuera de
nosotros, desearlo, buscarlo, llamarlo, abrirse a su presencia”.
Una fe en diálogo con Dios cercano, no impersonal, ni encerrado
sólo en algunos “momentos religiosos”. El Dios del miedo y de la
tristeza.
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A la que el gran Dragón no pudo eliminar, porque en sus labios
son una realidad las palabras de san Pablo: “Cuando soy débil,
entonces soy fuerte” (2 Cor 12,10).
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ciego del resplandor se asoma al tajo
de la sombra transida, enamorada?
PLAN DE LA NOVENA:
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Saber.
Sino saborear.
o Lo cual conllevará en consecuencias morales, porque creer es algo
RADICAL, que implica toda la vida:
“No se puede ser creyente a media jornada”, afirmaba el papa
Francisco hace solo unas fechas.
Asumir el estilo del Dios que nos ha mostrado Cristo.
- Resumiendo: Podríamos decir que la Fe es la manera de comportarse Jesús
con su Padre Dios.
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E instalarse en la duda, en la comodidad. Es lo que definía
Nietzsche en su obra Ecce Homo: Dionisio contra el crucificado.
Hoy muchos no creyentes no lo son por razones, sino por
voluntades y deseos.
Muchos ateos no han ajustado cuentas con Dios; o no quieren
saber ciertas cosas.
Mientras que desgraciadamente a otros no les llegó la posibilidad
de un diálogo vivo con el Dios amor. Tal vez por falta de nuestro
testimonio.
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y lo mantuvo hasta el final.
- Por encima de los vínculos de la sangre, están los vínculos de la fe. El ir
comprendiendo esto consiste el mérito verdadero de la Virgen.
- Le pedimos a la Virgen que:
o Aumente nuestra espiritualidad, nuestra oración.
o Que sepamos interpretar lo que pasa a nuestro alrededor con los ojos de
la fe, que son unos ojos nuevos (L F 4), que son los ojos de Cristo,
No con los ojos de la prensa, ni de los medios de comunicación.
No con la baremación de las encuestas, ni de la opinión pública.
Ni con los modelos políticamente correctos, a veces tan
manipulados por slóganes o consignas.
Sino con la libertad de los hijos de Dios, porque “para ser libres,
nos liberó Cristo” (Gal 5,1).
Y esto en los triunfos y las derrotas de la vida, siempre con los
ojos de la fe.
- Esta comunidad cristiana ha de acudir a la Virgen:
Para madurar en la fe.
Para ser valiente y alegre en la fe.
Para ser libre desde la fe.
Para ser servicial a la sociedad y a la ciudad desde su fe.
Así la fe cristiana será un “verdadero patrimonio de la
sociedad”, y no un mal a estirpar.
- Aunque todavía tengamos que escuchar aquel reproche que Jesús hizo a sus
discípulos: “¡Gente de poca fe! ¿Hasta cuando tendré que soportaros?” (Mc 9,
14-29).
Dios te salve, Anunciación.
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¿quién podría no quererte?
FEDERICO GARCÍA LORCA.
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o Y cuando pronunció su “fiat” (hágase), apostó sin saber del todo el fondo
de su decisión. Pero con un “hágase” irreversible.
o Tuvo que rezar mil veces el Salmo 40 (v 7-9): “Aquí estoy, Señor, para
hacer tu voluntad”.
o Tuvo que hacer un esfuerzo por compatibilizar su fe y su razón, para no
caer en el fanatismo o en la superstición. No quería que su entrega fuera
irracional, por eso necesitó de la meditación en la oscuridad. Y así nos
abrió un camino novedoso en la forma de creer: preguntarle a Dios,
¿cómo será eso si no conozco varón?” (Lc 1, 34), porque el enemigo de
la fe es una credulidad sin juicio crítico, en la que cabe todo:
supersticiones, fanatismo, visiones, milagrería… Su fe estaba depurada y
era madura.
o Y así supo mantenerse de pie, en libertad, a pesar de las presiones
sociales y las dificultades de todo tipo.
- Hoy nosotros, en medio de la oscuridad de la vida, hemos de leer el mensaje del
Papa Francisco que hacía público hace sólo unos días con la Encíclica Lumen
Fidei: “La característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar
toda la existencia del hombre. Porque una luz tan potente no puede provenir de
nosotros mismos; ha de venir de una fuente más primordial, tiene que venir en
definitiva de Dios” (4).
- Para superar la tentación de seguir a los ídolos elaborados por el hombre. Luces
que cautivan y atrapan, pero no que iluminan.
o El Dios en quien creyó la Virgen no era un dios suave, impersonal,
lejano, intelectualizado, sin corazón y sin nombre.
o Sino el Dios amor, al que se le responde desde el amor.
o Un amor que consiste en interesarse por el bien que existe fuera de
nosotros, desearlo, buscarlo, llamarlo y abrirse a su presencia.
o La Virgen así lo hizo
- Por eso fue valorada en el Concilio Vat II con las siguientes palabras:
“Proclamada como miembro excelentísimo y enteramente singular de la Iglesia
y como tipo y ejemplar acabadísimo de la misma en la fe y en la caridad, y a
quien la Iglesia católica, instruida por el Espíritu Santo, venera, como a madre
amantísima, con afecto de piedad filial” (L G 53).
- Ernesto Sábato escribía: “En tiempos oscuros nos ayudan quienes han sabido
andar en la noche”. Hoy sabemos nosotros que nadie como la Virgen:
o Darnos su mano en el camino del dolor, de la contrariedad, sigue siendo
su mejor merced.
o Para enseñarnos a creer, aunque sea de noche.
- Necesitamos fortalecer la contemplación, como ella supo vivir la vida
ajustándose a las palabras de Jesús: “María ha escogido la mejor parte” Jn
10,42).
- La Virgen María vivió la fe en el silencio:
o Silencio para encontrar luz en la oscuridad.
o Silencio que es oración y no vacío.
o Silencio que no es vacío de palabras.
o Silencio es que humildad.
o Silencio que es donación.
o Silencio que es contemplación.
o Toda su vida fue en silencio:
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Ante la muerte de José.
Ante la vida pública de su Hijo, aplaudido y criticado.
Ante la cruz.
Después de Pentecostés, en respeto al Espíritu Santo.
- Ella nos enseña a vivir el silencio en medio de los ruidos, y encontrar luz en la
oscuridad.
- Como todas las tardes, voy a terminar con unos sencillos versos de Martín
Descalzo que hablan del silencio de la Virgen, un silencio contemplativo dentro
de la oscuridad:
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DÍA 3º: CREER ES TENER A CRISTO COMO EL ÚNICO SALVADOR
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- De modo semejante hemos hecho de nuestra vida cotidiana:
o Hacer muchas cosas, y rápido.
o Pero con poco esfuerzo.
- Y sin embargo, la Virgen María nos ayuda a orientar nuestros pasos en otro
sentido:
o El valor fundamental de su vida fue el Hijo, por el que sacrificó todo.
o Lo lleva siendo niño entre sus brazos pero sin oprimirlo.
o No lo quiere en exclusividad.
o Lo muestra con respeto, hasta el punto de no tocarlo directamente, sino a
través de un lienzo a modo de corporal. Así:
o Se vincula a él.
o Manteniendo la distancia para no manipularlo.
- El Papa Francisco en su última Encíclica Lumen Fidei comienza con una
exposición sugerente:
o Los primeros cristianos vivían rodeados de una sociedad pagana que
celebraba al Sol invictus, invocando su salida.
o Pero comprenden que ese Sol no podía irradiar su luz sobre toda la
existencia del hombre.
o Por eso nadie estaba dispuesto a morir por ese Sol invictus.
o Ellos sin embargo experimentan a Cristo como el verdadero Sol, la
verdadera Luz invicta.
o Por Cristo merece la pena hasta morir, porque es capaz de iluminar toda
la vida, hasta el dolor y la muerte.
- Con razón el Apóstol Pedro predicará desde los primeros días con claridad: “no
hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres
otro nombre por el que debamos salvarnos” (Hch 4, 12).
- No merece la pena creer en cualquier Dios, sino sólo en el que Cristo nos ha
marcado:
o Porque el Dios que existe es el Dios de Jesús. Por eso creer en Jesucristo
es el primer paso para creer en Dios.
o Desde Cristo se ve respuesta:
Al futuro, venciendo la inseguridad y el miedo.
A la enfermedad, con la esperanza.
A la convivencia con los otros, con el amor.
A la “Lógica del cálculo”, la “Lógica del mercado”, se
contrarresta con la “Lógica del Don”. Porque “hay mas felicidad
en dar que en recibir” (Hech 20,35).
o Sin Cristo, la gente se agarra a lo que sea, con tal de salir del miedo de
vivir:
Toca madera.
Invoca a la suerte.
Se llena de supersticiones.
Se esclaviza ante lo que sea, sobre todo ante el dinero, el poder, la
eterna juventud…
- La Virgen de las Mercedes, agarrada a su Hijo, a su Salvador, nos enseña a
prescindir de otros destellos pequeños, para asirnos a la verdadera Luz: Cristo,
el único Salvador.
- Cuando ella sale cada año en procesión para visitar las calles de nuestra ciudad,
se pueden escuchar aquellas palabras de san Pablo:
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“Sé de quien me he fiado” (2 Tim 1, 12).
“Para mí, la vida es Cristo” (Fip 1,21).
“Corramos con constancia, en la carrera que nos toca,
renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que
nos asedia, fijos los ojos en el que inició y completa
nuestra fe: Jesús” (Hbr 12,1-2).
- Él es quien sostiene a la persona, por eso es la gran verdad de la Virgen de las
Mercedes: “Dios, mi salvador”.
- Y siguiendo a San Agustín que decía: “La madre lo llevó en el seno, llevémoslo
nosotros en el corazón”, nosotros hemos de aplicarnos el mensaje.
- Ahora pedimos a la Madre que ruegue por nosotros, para que nos agarremos a
Cristo, su Hijo, su Salvador, y no caigamos en la tentación de poner el corazón
en otros “señores”.
- Terminamos con un poema de Bernardo Velado Graña, en forma de plegaria a la
Virgen que encontró en Cristo a su Salvador, para que nos lo siga mostrando:
Con humildad.
Con fidelidad.
Con claridad.
Como todos los años, en estas fiestas.
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DÍA 4º: DINÁMICA MUERTE-VIDA. LA PASCUA.
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o Es una decisión irreversible, porque “nadie que pone la mano en el
arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios” (Lc 9, 62).
- Creer es abrirse a la sorpresa, a la novedad, porque Dios siempre sorprende. Es
la actitud contraria a Tomás, que quería tener todo controlado.
- La Virgen María entendió este mensaje: creer también para ella suponía vivir en
una continua desinstalación:
o De la comodidad que daban aquellos tiempos.
o De hacer su plan de vida personal.
o De controlar a su hijo.
o De apropiarse de él con exclusividad.
o Y todo esto no le fue fácil, por ello “guardaba todo esto en su corazón”:
Con una mirada reflexiva.
Meditando y contemplando el misterio.
o Ella nos enseña a ser peregrinos, que en palabras del Vat II suena así:
“Así avanzó también la Santísima Virgen en la peregrinación de la fe” (L
G 58), y esto hasta la cruz, donde oyó el encargo de Jesús: “Ahí tienes a
tu hijo”, para que le enseñes a peregrinar en la fe.
o ¿No la veis en su imagen como lleva al Niño desnudo? ¿Qué sentido
tiene ese despojamiento?
o ¿No la contempláis caminando? ¿Hacia dónde marcha si no es hacia el
misterio de la desinstalación?
- El cristiano, creyente en el Cristo despojado, ha de marcar un camino contrario
al de la comodidad, como lo hizo la Virgen. Esto significa:
Morir al egoísmo.
Morir a las ideas propias.
Morir al gusto personal sobre el servicio al hermano.
Morir a la propia “ideología”, cuando ello supone un
alejamiento del otro.
Un morir al “yo” para nacer al “tú”. Es la experiencia que
tuvo Pedro:
o Del “Yo no te negaré”.
o Al “Tú sabes que te quiero”.
- Creer es morir al pecado que atrapa nuestra alma de mil maneras.
- El cristiano, hijo de la Virgen creyente, sabe que “no puede servir a Dios y al
dinero” (Mt 6, 24), y que ha de decir “llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús”
(Gal 6,17).
- Creer es abrazar la pobreza, porque ella así lo era:
o Por ser mujer (Gal 4,4) “nacido de mujer”, la expresión más antigua
referida a María de Nazaret.
o Por dar a luz en un establo, porque no tenía sitio en la posada.
o Por ofrecer dos pichones, que era la ofrenda de los pobres.
o Por ser de un pueblo, Nazaret, de donde no podía salir nada bueno (Jn 1,
46).
- Y así se mantuvo pobre:
o Ella estuvo atenta a los pobres novios de Caná, que les faltó el vino.
o Ella aguantó el desprecio que le decían a su hijo:
“¿No es éste el carpintero, al hijo de María?” (Mc 6, 3).
“¿Cómo es este tan instruido si no ha estudiado?” (Jn
7,15).
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o Ella contempló la humildad del Dios que vino a llenarla de vida.
o Ella no paró de sorprenderse.
o Ella cantó a Dios, porque se fijó en su pobreza.
- Creer en confiar en las palabras del Señor: “Bienaventurados los pobres en el
Espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5, 1).
- Palabras actualizadas sólo hace unas fechas por el papa Francisco en Lampedusa
(11-7-2013):
“¿Quién de nosotros ha llorado por la muerte de estos hermanos y
hermanas, de todos aquellos que viajaban sobre las barcas, por las
jóvenes madres que llevaban a sus hijos, por estos hombres que
buscaban cualquier cosa para mantener a sus familias? Somos una
sociedad que ha olvidado la experiencia del llanto... La ilusión por lo
insignificante, por lo provisional, nos lleva hacia la indiferencia hacia
los otros, nos lleva a la globalización de la indiferencia”.
- Como todas las tardes, vamos a terminar con un poema del sacerdote Rafael
Valdivia, sacerdote fallecido recientemente en Jaén, a la Madre que, concebida
sin pecado, supo seguir a Cristo en la cruz, lugar del pecado, porque sabía que
seguirle implicaba morir y resucitar:
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DÍA 5º: LA FE LLEVA A LA CONVERSIÓN.
- Cuando B XVI convocó el Año de la Fe, una de las finalidades principales que
marcó fue la de: “Invitar a una auténtica y renovada conversión al Señor, único
Salvador del mundo”.
- La “conversión”, es la primera consecuencia de la fe, y uno de los principales
temas que recorren toda la Biblia (metanoia):
o Los profetas continuamente aluden a ella, por ejemplo:
Ezequiel con el corazón de piedra por el corazón de carne (Ez
11,19).
Juan el Bautista: “Dad el fruto que pide la conversión”, que luego
iba aclarando con ejemplos concretos, y que no correspondían a
un cambio solo exterior (lifting) (Lc 3 8).
o El mismo Jesús se presenta con un mensaje nítido: ¡Convertíos!. Y más
radical fue cuando dijo: “Si no os convertís, todos pereceréis” (Lc 13,3).
- La conversión en sentido religioso no está de moda. Es una palabra
“descatalogada”.
- Las razones son varias:
El hedonismo que se va imponiendo irresistiblemente.
Los referentes escasean.
Y si el referente soy yo mismo, con mis propios gustos, se hace
inútil cambiar en ninguna dirección.
- La conversión, en sentido religioso, implica una propuesta por parte de Dios que
se acerca. No es algo puntural:
o Así lo vieron los grandes personajes de Israel..
o Así lo hizo a Gedeón.
o La propuesta de Dios siempre es incómoda porque nos pone en actitud
de búsqueda.
- En esto, Jesús es muy claro: ¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los
que tienen riquezas! (Lc 10,23), porque:
Tienen atado el corazón.
Y no son libres.
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o El lenguaje utilizado es duro, por eso le preguntan sus discípulos:
“Entonces, ¿quién puede salvarse?”. A lo que responde, que sólo Dios
hace posible lo imposible.
o Pedro comienza a entender, por eso le apostilla: “nosotros lo hemos
dejado todo y te hemos seguido”, que es lo mismo que decir: “hemos
perdido por ti”.
o Y Cristo responde con la promesa del triunfo expresado en “la vida
eterna”.
- San Pablo nos recordará: “todo lo considero pérdida comparado con la
excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y
todo lo considero basura con tal de ganar a Cristo” (Fil 3, 8).
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Oh madre del socorro verdadero,
que al contemplar tu rostro de ternura,
tan sólo sé decirte que te quiero.
MIGUEL COMBARROS.
- La Biblia nos muestra dos textos muy claros en los que se vincula de fe con las
obras:
o “La fe actúa por el amor” (Gal 5,6).
o “La fe sin obras es fe muerta” (Sgo 2,17).
- B XVI enfatizó en la vinculación que existe entre la fe y la caridad: “La fe sin
la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a
merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una
permite a la otra seguir su camino” ( P F 14).
o Porque la fe teórica sin compromiso, no sirve para nada.
- ¿Cómo hemos de vivir la fe hoy los cristianos en una sociedad harta de palabras
y escasa de gestos?
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o Viviendo en la misericordia, como nos enseña la parábola de los
viñadores:
Frente a la Lógica del Cálculo, del Mercado.
La lógica del Don.
o Para ello, hemos de superar la costumbre en la que vivimos de establecer
las bases de la convivencia solamente sobre la ley y la justicia.
Son valores buenos e imprescindibles.
Pero se quedan cortos para el que tiene fe y cree en el amor.
Porque justicia por sí sola, se hace injusta si no se ayuda con la
misericordia. Así enseñaba B XVI:
“La justicia pide que se supere el desequilibrio entre quien
tiene lo superfluo y a quien le falta lo necesario; la caridad
impulsa a estar atento al otro y a salir al encuentro de su
necesidad, en lugar de encontrar justificaciones para
defender los propios intereses” ( 16-12-2012).
“Amar va más allá de la justicia porque amar es dar, ofrecer de
lo mío al otro” (C V 6).
Tener fe es vivir desde otro paradigma.
Y esa Lógica del Don es posible llevarla a cabo no solo en el
campo personal y privado, sino también en las estructuras de la
sociedad, como lo recordaba B XVI en la Encíclica Cáritas in
Veritate:
“En las relaciones mercantiles el principio de gratuidad y la lógica
del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener
espacio en la actividad económica ordinaria” (CV 36).
- A lo largo de la historia han existido personas y grupos empeñados en llevar a
cabo “otra cultura” basada en el compromiso social como fruto del amor
recibido por Dios.
- Para entender todo esto, y para que no se quede en una mera filantropía, que al
final morirá de cansancio, hemos de profundizar en el amor que nos adelanta el
mismo Dios: “como yo os he amado”.
o El amor recibido, se hace la causa del amor entregado.
o El amor comprometido, es consecuencia del amor recibido.
- Vivimos en tiempos de confusión: ¿qué hacer ante tanto cambio?
o Pues hemos de tener clara una cosa: amar, servir, ayudar…
o El cristiano creyente, el Hijo de María, debe:
Acostumbrarse a oír los gemidos de dolor de la gente que le
rodea. “Perdiendo” el tiempo para conocer las miserias.
Hacer que el ser humano lo sea en plenitud, y para ello habrá de
hacer un esfuerzo por sacarlo de las muchas pobrezas, no sólo
económicas.
Debe de empeñarse en renovar las estructuras de la sociedad, y de
la Iglesia, para que el pobre sea realmente el centro de la mirada.
Para adquirir fuerzas en este empeño, tendrá de provocar
encuentros íntimos con Cristo, verdadera fuente del amor.
Y encontrándose con Cristo, el buen samaritano, entenderá que su
vida supone un paso radical:
o Del vivir “en sí” y el “para sí”,
o Al hacerlo “en otro” y “para el otro”.
- Y todo ello con la conciencia de vivir en una alternativa a la mayoría:
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o Con peligros e incomprensiones.
o Pero es aquí, y no en otros sitios, donde nos jugamos la vida.
- Que la Virgen de las Mercedes, “consoladora de los afligidos”, “salud de los
enfermos”, nos coja de su mano y nos adentre en ese misterio de amor.
- Para entender así el misterio de amor se precisa vivir la fe como la Virgen la
vivió.
PEDRO CASALDÁLIGA.
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DIA 7º LA FE COMO PEREGRINACIÓN.
Le reconoce.
Le rinde culto.
Le pide su intercesión.
E intenta su imitación.
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La meta de esta mujer fue entrar en el misterio de Dios.
- Otra forma de expresar el pueblo el amor a la Virgen como proceso son las
procesiones, que en el caso de Alcalá se hace mayúscula en la tarde el Día de la
Virgen.
- Lo contrario a la fe sería:
El situarse,
El plantarse.
Geográfica:
Nazaret.
Belén.
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Egipto.
Nazaret.
Calvario.
En el templo.
En la predicación.
o El cristiano tiene que ir buscando una luz para su vida como lo hicieron
los magos que vivieron: buscando la estrella.
- Nuestra Virgen nos sigue mostrando a ese Dios niño desnudo. Y también
nosotros lo encontraremos en sus brazos si como los magos nos podemos en
situación de búsqueda:
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Si llevamos una vida desinstalada.
- Creer como lo hizo la Virgen, no es solo una teoría, ni algo aislado de la vida,
sino que es un movimiento, una peregrinación constante.
- Es la vivencia que expresó san Pablo en la carta a los Filipenses: “No es que ya
lo haya conseguido, o que ya sea perfecto: yo lo persigo a ver si lo alcanzo
como yo he sido alcanzado por Cristo” (Fip 3,12).
o Como modelo para peregrinos que van buscando luz para su angustia, su
dolor, y su oscuridad...
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De hermosas contradicciones
sube hoy la Reina adornada,
muy mujer para divina,
muy celestial para humana.
Colocada en el empíreo
en la celestial morada,
corto solio a su grandeza,
a su humildad muy alcázar.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ.
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o ¿No es necesario hoy en Alcalá una comunidad cristiana verdaderamente
creyente, con una fe seria, alegre, dinámica, y fuerte, referente para el
que busca?
- Jesucristo llegó un día a afirmar: “nadie viene a mí, si no lo atrae el Padre que
me ha enviado” (Jn 6, 44).
o Porque la fe es un don que Dios reparte a quien quiere, y del que hemos
de ser agradecidos.
- Dios entra en nuestra vida para liberarla de esclavitudes. Como entró en la vida
de la Virgen para hacerla “libre y “liberada”.
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o Rut sin embargo le dirá: “Iré a donde tú vayas, viviré a donde tú vivas;
tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios; moriré donde tú
mueras, y allí me enterrarán” (Rut 1, 16).
- Hoy es necesario que exista gente como Rut: con esas convicciones, y con esa
entrega.
- Cuando María responde con el “hágase”, está poniéndose al lado del pueblo
creyente al que pertenecía Rut Al mismo pueblo al que pertenecía el campesino
que acudió a la Virgen de las Mercedes cuando el asunto de los cigarrones (del
que no sabemos ni su nombre).
- Así se entiende la fe como respuesta al Dios que viene a orientar nuestros pasos
para que seamos más libres:
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o Identificándonos con aquella mujer que de entre la gente le dijo:
“dichoso el vientre que te llevo y los pechos que te alimentaron” (Lc
11,27).
o Y poner en nuestros labios aquella alabanza de Isabel: “Bendito el fruto
de tu vientre” (Lc 1,42).
- Y con la voz del pueblo sencillo y creyente proclamar hoy: ¡Virgen de las
Mercedes!
o Causa de nuestra alegría, Ruega por nosotros.
o Consuelo de los afligidos. Ruega por nosotros.
o Refugio de los pecadores. Ruega por nosotros.
- Y declamar el poema: Anunciada
-Llena de gracia,
no me levantes paredes
ni pongas muro en tu casa,
que por entrar en la historia
me salto yo las murallas.
Y se quedó mi palabra
sencilla, sencillamente
en el aire arrodillada.
JOSE LUÍS BLANCO VEGA.
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DÍA 9º CREO EN EL CREEMOS
- Pero hay un dato importante sobre el que B XVI nos hacía caer en la cuenta en
la Porta Fidei: La fe tiene una dimensión comunitaria.
o No podemos creer solos.
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o No podemos caminar en soledad, ni diseñar la hoja de ruta.
o La fe no nos pertenece como algo privado.
o La fe es una respuesta personal, pero necesita un acompañamiento.
o El decir: “creo”, implica el “creemos”.
- La fe viene propuesta por la Iglesia de Jesucristo, y a nosotros queda adherirnos.
No nos corresponde seleccionar, ni filtrar, porque no es de nuestra
propiedad,
Por eso san Pablo recordaba a los cristianos de Éfeso: “Un solo
Señor, una sola fe, un solo bautismo” (Ef 4,5).
- Este mensaje de adhesión comunitaria es difícil de asimilar sobretodo en la
cultura en que nos movemos en que todo está “personalizado”,
“individualizado”, “adaptado”, “de diseño”…
o En definitiva una cultura individualista.
o En la que hasta la libertad se concibe como una forma de disimular el
egoísmo.
- Frente a este aire tan “natural” en el que nos desenvolvemos, Pablo VI proclamó
a la Virgen con un título original: “Madre de la Iglesia”.
Recogiendo el sentir del Vat II cuando en la LG 53 afirma:
“Es saludada como miembro sobreeminente y del todo singular de
la Iglesia, su prototipo y modelo destacadísimo en la fe y caridad y
a quien la Iglesia católica, enseñada por el Espíritu Santo, honra
con filial afecto de piedad como a Madre amantísima”.
Siempre dentro del pueblo creyente.
A la vez Madre y hermana mayor de los creyentes.
- A ella acudimos hoy, no a título individual cada uno de nosotros, sino como
Iglesia, como comunidad de los que participan de una misma fe, para que Ella
nos enseñe a vivir esa fe desde una respuesta personal, “creo”, y al mismo
tiempo, comunitaria: “creemos”.
- Y lo hacemos alrededor de la pila del bautismo, como proponía B XVI al
iniciar este Año de la Fe:
Como adhesión a Cristo.
Con carácter de gracia o indulgencia.
Porque esta es la fe que nos salva.
Por eso la Iglesia concede la Indulgencia especial (plenaria).
- Ahora, en este último día de la novena:
o Sintiéndonos Iglesia, hijos de la Iglesia.
o Vamos a proclamar el Credo.
- Y lo hacemos con María de las Mercedes, madre de la fe.
o Toda su vida fue una confesión de fe en Cristo.
o Pero tuvo tres momentos en que esa expresión se hizo más intensa:
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¡Qué lejos la interpretación que Nietzsche cuando
afirmaba con desprecio que “el hombre de fe, el fiel, de
cualquier índole, es necesariamente un hombre
dependiente… abdicando de su propio ser”! En María esa
dependencia está basada en el amor y en la libertad.
Su Fiat se corresponde a nuestra “Amén”.
En el MAGNÍFICAT.
Canta y alaba a Dios por haberse fijado en su pequeñez.
Sabiendo que la alabanza es el lenguaje en el que mejor
se expresa la fe.
Alabanza que es alegría, esperanza y oración, valores
contrarios al del mundo de los poderosos.
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o Siguiendo al papa Francisco: “Cultivemos la dimensión contemplativa,
incluso en la vorágine de las obligaciones más urgentes y penosas” (7-7-
2013).
o Una mirada capaz de llegar hasta el corazón, para mover la voluntad.
o Y cara a cara frente a Ella, preguntarnos:
¿Qué estamos haciendo con nuestras nuevas generaciones?
¿Qué hacemos en esta sociedad de intereses, y enfrentamientos?
¿Qué nos enseñas para este mundo lleno de corrupción y
picaresca?
¿Cómo hemos de vivir tu misma fe, Madre?
¿Cómo mostrar el camino como verdadera alternativa, con
valentía y claridad?
- Llegamos al final de esta novena en el AÑO DE LA FE:
o Al tiempo de agradecer:
A Dios Padre por la fe que nos ha dado, a través de una familia
creyente, como escribía Frédéríc Ozanam, beatificado por Juan
Pablo II en 1997:
“En medio de un siglo de escepticismo, Dios me ha hecho la
gracia de nacer en la fe. Me puso en las rodillas de un padre
católico y de una madre santa. Mas tarde llegaron hasta mí los
rumores de un mundo sin fe. Conocí todo el horror de las dudas
que roían mi corazón durante el día y durante la noche. La
incertidumbre de mi destino eterno no me dejaba reposo”.
Y a la Virgen María, por su intercesión y sus “mercedes”. Porque
nunca nos dejó solos.
o Por eso le proclamamos “¡Dichosa tú porque has creído!”.
o Y alrededor de la pila del bautismo, juntos seguidamente vamos a
proclamar nuestra fe:
- Para finalizar esta novena, yo quiero hacer una oración, como un cristiano más,
en esta ocasión tomada del talento de José Luís Martín Descalzo. Con él
comencé hace diez días, y con él quiero terminar del siguiente modo mirando a
la Virgen::
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la única que nunca fue mediocre,
la única verdaderamente llena de gracia y de vida.
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que te amasaran el pan y te hicieran la comida,
gracias por haber sabido vivir sin milagros ni prodigios,
gracias por haber sabido que estar llena
no era de estarlo de títulos y honores, sino de amor.
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