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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA RECTORADO

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN ABIERTA Y A DISTANCIA

FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN A DISTANCIA

UNIDAD 4

LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA Y SU IMPACTO EN LA EDUCACIÓN Y EN


LOS ESTUDIOS DE POSTGRADO

Reflexión

Facilitador: Prof. Elizabeth Nuez

Alumna: Lorena Fabiola Aguilar Fajre

Caracas, 04 de Noviembre del 2018


La Investigación y las Instituciones de Educación Superior (IES), son conceptos que hoy en
día se relacionan naturalmente, sin embargo no siempre fue así, la relación contemporánea de la
investigación científica, de las ciencias en general con el mundo universitario data entre 400 a 300
años atrás. Si bien la ciencia hace parte de ese recorrido, por la curiosidad innata que tenemos los
seres humanos sobre nuestro entorno y nuestra propia naturaleza, la educación como proceso
institucionalizado no siempre ha contemplado la compañía de las ciencias desde adentro, pues la
educación, como proceso social, en diferentes edades y tiempos, por varios siglos y hasta hace
relativamente poco, estuvo estrechamente unida a la religión, costumbres y cultura de los pueblos.
Esto desligaba en la práctica a una ciencia que cuestionaba el dogma religioso o que en su propósito
natural lo revisaba. De esta manera, la ciencia fue expulsada de las aulas de formación, en cuanto se
le impugnaba por su carácter de herejía. Por tanto, unir Ciencia y Educación, fue un gran reto que se
logro luego de que en las revoluciones socialistas, basadas en el materialismo histórico como
doctrina del marxismo, fueron las que dieron fundamento y espacio para que Ciencia y Educación
sean hoy, dos factores que hacen parte primordial en las Instituciones de Educación Superior.

Durante los años 50’ y 60’, aparecen los modelos cognitivos que le dan paso a visiones
constructivistas dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, dentro de este nuevo entorno,
pudieron la Ciencia y la Investigación Científica tener un asentamiento práctico y efectivo. Por tal
motivo, vemos que en este momento de la historia, las IES en sus niveles de pregrado y post grado
(especializaciones, maestrías y doctorados), entendieron que su compromiso era generar mentes
críticas, pensamiento científico y transformación humana de la realidad, lo que hoy constituye todo
el andamiaje, toda la estructura y toda la capacidad que las universidades como IES, han adoptan
para desarrollar una dinámica científica, técnica y tecnológica alrededor del conocimiento
científico.

Es más que evidente que las IES se encuentran frente a un replanteamiento en cuanto a la
innovación en su misión y a sus funciones. En la actualidad, se habla en las cátedras de lo que se
conoce como los proyectos de investigación, donde se estimula a los estudiantes de todos los
niveles de educación, en especial a los estudiantes de la educación superior, a que descubran nuevos
conocimientos a través de la investigación, lo cual genera un aprendizaje significativo más
importante y más claro para ellos, y que les permita ser más competitivos.

Toda esta actividad en pro del desarrollo investigativo dentro de la IES, ha permeado el
currículum académico de las mismas, tanto en pregrado como en posgrado, por lo que hoy la
investigación es parte de un currículum más dinámico, que se redefine gracias a los resultados
obtenidos por la misma investigación, y al tiempo que replantea estrategias efectivamente traídas de
los resultados de la misma.

Dentro de la estructura organizacional de las IES y tomando en cuenta todos sus niveles
educativos (licenciaturas, diplomados, especializaciones, maestrías y doctorados o PHD), deben
conformarse grupos de investigación y deben existir semilleros de investigación, alrededor de los
cuales, también corresponde desarrollar proyectos, para darle vigencia al concepto de
investigación. Por otro lado, también deben existir docentes, estudiantes y personal administrativo,
inmersos en relaciones realmente productivas con los sectores externos como son el gobierno, las
fundaciones y las empresas privadas, que puedan así permitir una estructura académico-
administrativa no solo en el papel, sino una verdadera dinámica de la investigación que produzca, y
no solo dé resultados en materia de generación de nuevos conocimientos, sino también genere un
impacto dentro de los diferentes sectores, que demandan el conocimiento científico para su
desarrollo.

Por otro lado, en los currículos universitarios y dentro de los planes de estudio, sobre todo
los de postgrado, deben contener elementos de la investigación, relacionados con la metodología y
el pensamiento científico contemporáneo. Hoy en día ninguna universidad puede estar ajena a
elementos tan importantes como los créditos académicos, que desde un principio y desde los niveles
más básicos de formación hasta los niveles académicos más altos, tengan dentro de sus
compromisos, el incentivo y la formación de la cultura científica de los estudiantes, a esto se deben
sumar la vinculación a proyectos que permeen transversalmente los currículos, por lo que los
estudiantes, docentes y administrativos de las instituciones de educación superior, advertirán un
currículo inmerso dentro de una dinámica científica, y que en la acción o la operación de estos
elementos, encuentren asignaturas, créditos académicos y la existencia de grupos (proyectos de
aula) y demás elementos, aportando a la generación de conocimiento científico. Todo lo anterior
hace referencia lo que podría denominarse los actores de la investigación dentro de las
universidades. Cuando hablo de actores, me refiero a esas personas y/o grupos que dentro de esa
dinámica, operan y hacen posible el desarrollo de la ciencia y la investigación científica dentro de
las IES, que hacen de la ciencia algo vivo dentro de las universidades.

En torno a lo anteriormente expuesto, me parece importante hacer referencia al “sentido de


pertinencia social” de las IES, ya que en opinión de L. Colina (2007), este debe ser entendido desde
una visión que trascienda su papel utilitarista, según el cual le corresponde enfocarse en las
respuestas que deben dar a las exigencias de la economía o de los sectores productivos del país. Es
propio que las IES tienen que atender las demandas de estos sectores, ya que de estos provienen las
principales fuentes de financiamiento de sus proyectos de investigación, lo que de alguna manera
induce a las IES y a los investigadores a dedicarse a la investigación aplicada en menoscabo de la
investigación básica (Akyeampong, 1998). Es necesario entender que estas instituciones están
precisadas a satisfacer las exigencias de las demás entidades que forman parte del contexto socio-
cultural al cual pertenecen y se deben, por su carácter netamente social; por lo que no debemos
olvidar que las IES también están llamadas a complacer los intereses de la humanidad en todas sus
expresiones, y trabajar en función de “programas de educación humanística”, con el fin de
prepararse en los principales cimientos del conocimiento, procurando así mejorar y cambiar
paradigmas, teorías, leyes científicas formuladas en otrora circunstancias históricas.

Finalmente para concluir sobre este tema me referiré a nuestro país, Venezuela. La
investigación universitaria en Venezuela ha pasado por dos etapas. La primera etapa se desarrollo
entre las décadas de los 60’ y 70’ y se caracterizo por observar un pronunciado proceso expansión,
impulsado fundamentalmente por financiamiento que provenía mayoritariamente por parte del
estado. La segunda fue a partir de los años 80’, la estuvo enmarcada en un deterioro en cuanto a
productividad y financiamiento, pero a pesar de ello, el gobierno venezolano se preocupo en
incentivar la innovación y la creación de nuevas tecnologías para estimular un resurgimiento de la
industria nacional. Es por eso, que en esa época se le consideró a la investigación universitaria
venezolana, más enfocada en el carácter utilitario y rentable, que en el carácter socio-cultural.

En 1990, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT)


crea el Programa de Promoción del Investigador (PPI). Este programa responde al reconocimiento
social de la actividad investigativa y estimula a los investigadores, dos exigencias importantes de
los sectores académicos nacionales. Para 1995 el 73,5% de los acreditados en el PPI eran docentes
ubicados en universidades nacionales. Este porcentaje fue incrementándose de tal manera que para
el año 2008, el número de acreditados en el mismo rubro era de 85,38% .Este desarrollo hace ver
que el PPI tuvo una influencia importante en la comunidad de investigadores establecidos y en
aquellos que incursionaron en sus registros, particularmente en el ámbito universitario oficial. Entre
1986 y 1991, se estima se publicaron alrededor de dos mil artículos científicos en importantes
revistas científicas y académicas, lo cual para la época, colocó a Venezuela en el quinto lugar entre
los productores de conocimiento científico y tecnológico de Latinoamérica.

En el pasado, en Venezuela se pudo observar un significativo desarrollo en diversos


aspectos de la investigación científica y humanística de sus universidades. La mayor parte de esta
producción provenía del Instituto Venezolano de Investigación Científica (IVIC), seguido por La
Universidad Central de Venezuela, la Universidad Simón Bolívar y la Universidad de los Andes. En
ese tiempo el ascenso de los presupuestos universitarios, las reformas curriculares de pregrado y
postgrado, la disponibilidad y profundización de los programas de doctorado, la implementación de
estímulos institucionales-gubernamentales para los investigadores hacían pensar que, que en un
corto a mediano plazo, el país podía llegar a contar con un número importante de investigadores con
capacidad de respuesta para enfrentar las situaciones problemáticas de nuestra sociedad en ese
momento. En la actualidad la situación es otra. Esta refleja una depresión en cuanto a número de
investigadores nacionales se refiere. Cuando realizamos comparaciones numéricas con otros países
del continente, observamos un panorama nacional de desventaja y atraso.

Es significativo resaltar que en Venezuela tenemos la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología


e Innovación (LOCTI) promulgada el 3 de agosto de 2005 y el Reglamento parcial de aportes e
inversiones de la LOCTI, que como tal reglamenta las contribuciones de los organismos públicos y
privados para la ejecución de las actividades contenidas en el Artículo 42 de la referida ley. Es
importante entender que esta Ley, nos da el marco legal para volver a proyectarnos dentro de una
transformación curricular que realmente sea eficiente dentro de nuestros entornos educativos. Esta
ley nos invita a crear, innovar, estimular y nos proporciona una serie de herramientas que realmente
nos pueden llevar a ser parte de este pos-modernidad a la que el mundo nos está invitando y que en
nuestro país tenemos la oportunidad de participar.

En este momento histórico que hoy vive Venezuela , es necesario que repensemos a la
universidad y que realmente seamos capaces de trascender dentro de todo esto que tenemos en
nuestro país. Todos somos capaces de crear e innovar, pero para eso se necesita una actitud
científica por parte de los docentes, para que estimulemos esas mentes creadoras que tenemos en
nuestras aulas.

Muchas son aun nuestras ventajas, por ejemplo, tenemos la posibilidad dentro de nuestras
IES, de promover la transformación curricular y con ello los centros de investigación y el apoyo a
todo aquello que nos sirva para profundizar y realmente impactar de manera positiva nuestra
realidad social, económica e ideológica del país. Es importante resaltar que toda la concepción que
tenemos dentro de Venezuela, nos puede llevar a un desarrollo tecnológico-científico, para que
realmente podamos ser participes de esa posmodernidad y de esa transformación que se está dando
hoy en día en el mundo.
Referencias

Akyeampong, Daniel. La educación superior y la investigación: desafíos y


oportunidades. UNESCO, París. 5-9 de octubre de 1998 Dirección: Consejo Internacional
para la Ciencia (ICSU).Academia de Artes y Ciencias. Accra, Ghana. ED-
98/CONF.202/CLD-7

http://www.unesco.org/education/educprog/wche/principal/her-s.html

Buarque, Crístovam. Universidad Sin Fronteras. Vol.5 No.2, 2005 –Versión Digital
Facultad de Educación- Universidad de Antioquia. Medellín, Col.

http://dip.una.edu.ve/mead/filosofia2007/Lecturas/Unidad4/Universidad%20sin%20fronteras[6].pdf

Colina C, Lesbia (2007) La Investigación en la Educación Superior y su


Aplicabilidad Social. Laurus, vol. 13, núm. 25, septiembre-diciembre, pp. 330-353
Universidad Pedagógica Experimental Libertador Caracas, Venezuela.

http://www.redalyc.org/pdf/761/76111479016.pdf

Arechavala V, Ricardo (2011) Las universidades y el Desarrollo de la


Investigación Científica y Tecnológica en México: una agenda de investigación.
Revista de la Educación Superior issn: 0185-2760. Vol. XL (2), No. 158, Abril - Junio de
2011, pp. 41-57.

http://publicaciones.anuies.mx/revista/158/2/2/es/las-universidades-y-el-desarrollo-de-la-
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Rodríguez Ceballos., Lusberht A. La Investigación Universitaria en Venezuela.


Doctorado UNERG cohorte x sección 6. San Juan de los Morros, Octubre de 2012.
http://doctxs6.blogspot.com/

Peña O, Carlos A. La Importancia de la Investigación en la Universidad: Una


Reivindicación del Sapere Aude Kantiano. Revista amauta • Universidad del Atlántico •
Barranquilla (col.) • issn 1794-5658 • no. 25 • ene-Jun 2015 • 79-85.

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5440965.pdf

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