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Sangre y Paz

Por Enrique Parejo Mayo de 2004

¡La sangre derramada con las motosierras no puede llevar al camino del perdón! Los crímenes
abominables de los paramilitares deberían ser sancionados con la mayor severidad posible. No
hacerlo, constituye un acto de tremenda injusticia, que debe ser sancionado por la Historia, si no
puede serlo por las leyes nacionales o internacionales. Nos encontramos ante la grave
circunstancia de que, no obstante las atrocidades sin nombre cometidas por los paramilitares, el
presidente Uribe, que al parecer, llegó al poder con la consigna de asegurar la impunidad de sus
crímenes, hizo aprobar en el Congreso, con ese fin, la mal llamada Ley de Justicia y Paz. Pero el
presidente quiere ir más allá de procurar la impunidad de esos gravísimos delitos, sin
antecedentes, por su gravedad, en la historia nacional. Quiere que sus autores pasen a ser los
protagonistas del proceso político venidero. Ya no en la clandestinidad, como lo han venido
haciendo desde los tiempos en que Uribe era el gobernador de Antioquia, sino públicamente, con
la bendición presidencial. Peor aún, el Presidente ha persuadido a la mayoría de los colombianos,
con la capacidad de encantador de serpientes que heredó de sus mayores, de que la sociedad toda
debe apoyarlo a él y a sus amigos, los paramilitares, en ese empeño.

APÉNDICE 5 ESTUDIO PSIQUIÁTRICO DE ÁLVARO URIBE Autor: Nombre reservado, por seguridad
personal Julio de 2006 Como psiquiatra especializado en trastornos de personalidad y autor de
varios libros sobre las personalidades "borderline" y las narcisistas, me encuentro ampliamente
calificado para hacer un perfil psicológico del presidente Álvaro Uribe. Por motivos de seguridad
no doy mi nombre, pero me parece muy importante descubrir la real naturaleza síquica de este
personaje. En base a su conducta y manifestaciones públicas y notorias, es posible ubicarlo en el
nivel mas bajo de las personalidades primitivas, llamadas así por un funcionamiento muy primario
y una estructuración muy desorganizada. Más específicamente, sus características encajan dentro
del trastorno Narcisista de personalidad, cuyos rasgos más importantes son: 1. Grandiosidad: un
ego anormalmente hipertrofiado, un concepto absolutamente inflado de sí mismo y fuertes
tendencias egocéntricas. (Por ejemplo: se creen los más bellos, inteligentes, predestinados,
mesiánicos, seductores). 2. Exhibicionismo: necesidad de atención y admiración constantes.
Tendencia al lucimiento en base a la apariencia física, la vestimenta típica de su etnia, dotes
intelectuales o peculiaridades de la personalidad. 3. Omnipotencia: se plantean metas y proyectos
mucho más allá de sus capacidades reales y de las posibilidades que brinda el ambiente. (Por
ejemplo, Refundar a Colombia, salvador del país.). 4. Fragilidad de la autoestima: la inflación
egocéntrica determina una necesidad de suministros narcisistas prácticamente insaciable. Se
establece una "hambre de estimulo" y una "adicción" a los homenajes y gratificaciones. Mientras
fluyan abundantes gratificaciones, hay una exaltación de la autoestima. 259 Tan pronto ocurre una
frustración, a veces por detalles nimios, la personalidad se hunde. Estas debacles han sido
llamadas pseudodepresiones, por cuanto no involucran añoranza o pérdida de amor como en las
verdaderas depresiones. Y apenas duran horas o pocos días, restableciéndose la autoestima tan
pronto ocurre una nueva excitación. 5. Incapacidad de amar: como toda la carga afectiva está
concentrada en el propio ego, no hay disponibilidad afectiva para las demás personas. A pesar de
las exuberancias emotivas y seductoras que suelen desplegar los narcisistas para cautivar a las
personas, no son capaces de amar genuinamente, sino que las utilizan para el logro de sus
propósitos o necesidades. Los narcisistas carecen de escrúpulos y podría decirse que "caminan
sobre cadáveres". Manifiestan una necesidad continua de protagonismo y centran todo su actuar
en el culto a su imagen personal. 6. Juicio de realidad: al no ser capaces de ver más allá de su
propio ego, ellos tienden a falsear y a negar aspectos obvios de la realidad que no concuerdan o
favorecen sus propósitos. Por eso los narcisistas suelen fracasar en sus proyectos, porque sólo ven
lo que les conviene y proyectan la culpa sobre los demás cuando algo no sale bien. Ejemplo, el
fracaso en las negociaciones con el TLC, por su miopía en comprender la realidad del juego político
en EEUU. 7. Rabia narcisista: las frustraciones, la crítica en su entorno y los aspectos desplacientes
de la realidad, pueden provocar reacciones llamadas de "rabia narcisista", por lo
desproporcionadas y violentas. Dichas rabias pueden obnubilar la conciencia y a veces crear
reacciones francamente psicóticas transitorias con características paranoicas. Todo el que le
cuestione, es un guerrillero, un apátrida, un terrorista. 8. La envidia: es el afecto predominante
inconscientemente. Fuera del ego grandioso, no puede haber nada valioso. Son personajes
altamente destructivos. Se destruye todo lo bueno y valioso que exista, para que no haya nada
que envidiar. 260 Como conclusión podemos agregar lo siguiente: cuando el narcisista es una
persona común, los daños no van más allá de sí mismo o de su entorno. Pero cuando se trata de
un jefe de estado, que posee altas capacidades de seducción y manipulación de las masas, que
logra rodearse de colaboradores perniciosos y destructivos, que consigue conquistar adeptos
intelectuales que propagan su mensaje y hasta otros jefes de estado o grupos políticos y
económicos que se aprovechan de su pseudo ideología con fines lucrativos, entonces las
repercusiones pueden llegar a ser catastróficas…

JOSEPH CONTRERAS Magna Cum Laude por la Universidad de Harvard, y Master of Science for la
London School of Economics, lleva 22 años como corresponsal de Newsweek en mas de 40 países.
Ha sido Bureau Chiefen México, Buenos Aires, Johannesburg, Jerusalem y Miami. Actualmente es
el director responsable para América Latina, desde la redacción de Miami. “El ascenso vertiginoso
de Álvaro Uribe Vélez, refleja el hartazgo y la desesperación que millones de colombianos sienten
hacia dos temas importantes: la cínica explotación del fracasado proceso de paz por parte de las
FARC, y la politiquería corrupta e ineficaz de los dos partidos tradicionales de Colombia, liberales y
conservadores. Paradójicamente, Álvaro Uribe Vélez podría ser un aliado idóneo para la
Administración Bush durante los próximos cuatro años. Uribe ha hecho un llamamiento pidiendo a
Washington más asistencia militar, para ayudar a Colombia en su batalla frontal contra la guerrilla
y el narcotráfico. No obstante, Uribe podría ser manipulado y manejado a su antojo por los
norteamericanos, por las mismas razones que debilitaron a Ernesto Samper frente a Washington
durante su gestión como presidente en 1994-1998: la CIA, tendría a Uribe totalmente controlado,
porque el servicio de inteligencia conoce muchos de los secretos más oscuros y nefastos del
próximo presidente de Colombia. Para ellos, un Uribe Presidente tendrá que portarse muy bien, a
juicio de la administración Bush. La hora del caballero del Apocalipsis ha llegado"

EPILOGO De viaje FERNANDO GARAVITO - COAUTOR DE ESTE LIBRO. COLUMNISTA DE «EL


ESPECTADOR». ESCRITOR.
“El señor de las sombras”.

Análisis:

Epilogo, apéndice, capítulo, proceso 8.000, presidencia de la república de


Colombia, Medellín, narcotráfico son

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