Anda di halaman 1dari 3

DIFERENCIAS ENTRE NULIDAD E IMPUGNACIÓN.

Por un lado, la impugnación de acuerdos tomados por la junta general, se halla según AGUINIS
& BURDERSKY, (1983) en:

El abuso de poder de la mayoría se presenta a través de resoluciones en asamblea,


porque es precisamente la asamblea quien tiene la función de sustituir las voluntades
particulares, formándolas, transformándolas, y reduciéndolas a una síntesis, la cual es
la voluntad del ente. De esta manera, impugnando esas resoluciones, se abre la vía para
revisar la coherencia de la actuación asamblearia en lo que incumbe a los fines sociales
y no al de los accionistas individualmente considerado, así sea mayoría1

Así la impugnación se configuraría como un medio o vía para revisar la coherencia de las
resoluciones o acuerdos que se dan en la asamblea de la junta general de accionistas. Hallando
la minoría en el ejercicio de la acción de impugnación instrumento para su defensa contra el
abuso arbitrario por parte de las mayorías. Esta función que se le da al derecho de impugnación
HUNDSKOPF, (1995) menciona que “consiste en impedir que la mayoría excedan los límites de
sus facultades, obligándolas a que desenvuelvan su acción dentro del marco de la ley, del
Estatuto Social o que no lesione los intereses de la sociedad”2

No obstante, se debe precisar que el accionista minoritario debe estar sujeto a la obligación de
no salir de sus propios límites, debido a que este pase de sus límites sería algo perjudicial para
la sociedad anónima ya que el poder absoluto de quienes respetan la junta de la mayoría del
capital, peligrarían debido al ejercicio abusivo y caprichoso de las acciones de impugnación de
la minoría irresponsable, ya que la función o papel que cumple la minoría es de orden interno,
siendo sencillamente de control.

Siendo así el derecho de impugnación como uno de los principales mecanismos existentes de
control que la ley societaria reconoce en favor de todos los socios. Dicho mecanismo MURO,
(1998) menciona que:

Tiene como fin de que cualquiera de ellos pueda cuestionar la validez de los acuerdos
adoptados en la junta general de una sociedad, haya asistido o no a aquella, y se ejerce
ante los órganos jurisdiccionales del Estado a fin de que el Juez declare la nulidad del
acuerdo que contraviene la ley, los estatutos o el interés social.3

Dándose esto la impugnación de los acuerdos tomados por la junta general de accionistas se
configuraría como un remedio, órgano de defensa social que reparara o curara las deficiencias
que tienen la presenta junta, configurándose como un derecho potestativo que los socios de la
junta general de accionistas tiene como una facultad o no de ejercitarlo según este crea
conveniente, donde tal carácter potestativo le da la categoría de derecho subjetivo y derecho
personal por ser inherente de la misma condición del accionista, tal condición la cual el
accionista debe sostener a momento de darse el acuerdo materia de impugnación, como
también en todo el transcurso y fin del proceso.

1
Aguinis, A. & Burdersky, A. (1983). El abuso de poder de la mayoría. Temas de Derecho Comercial,
Conflictos Societarios. Buenos Aires: Editorial Ábaco de Rodolfo de Palma. p. 166 - 167
2
Hundskopf Exebio, O. (1995). Impugnación de Acuerdos de Juntas Generales de Accionistas. En: Diario
Oficial "El Peruano". p.6-7
3
Muro Rojo, M. (1998). Impugnación y Nulidad de Acuerdos Societarios. En: Diario Gestión. p. 101
Por otro lado, la nulidad de acuerdos societarios tomados por la junta general de accionistas
según nuestra ley mercantil se presenta para sancionar con nulidad a una serie de supuesto
facticos que, de forma general descritos en la ley, tal defecto o vicio que afecta a estos acuerdos
societarios es de tal intensidad y gravedad que el ordenamiento ha tomado como conveniente
eliminar todo tipo de posibilidad de que surtan efectos jurídicos en la realidad.

Por tal razón se menciona que los acuerdos societarios que son nulos, es decir son afectados
con la nulidad en inicio estos acuerdos societarios no tendrían la posibilidad de subsanación, a
diferencia de la impugnación, esto significa que se prohíbe todo tipo de posibilidad de que la
voluntad de la propia sociedad, por medio de su máximo órgano pueda llevar un proceso de
convalidación del vicio al que se ha incurrido, ya que tal vicio atentaría contra un interés ajeno
al interés de quien eventualmente dente la calidad de accionista de la sociedad mercantil.

En tal orden de ideas, es necesario precisar que la norma imperativa es aquella cuyo contenido
es de ineludible cumplimiento. En ese contexto, normas imperativas son las que imponen
obligaciones o deberes, asignando atribuciones a funcionarios, los cuales deben cumplirlas
forzosamente, o si no se imponen sus sanciones. Por lo expuesto precedentemente, el concepto
de norma imperativa se contrapondría al de norma dispositiva, pues en ese último sus
contenidos están supeditadas al principio de la autonomía de la voluntad, y su aplicación está
limitada a los supuestos en los que los sujetos no regulen sus relaciones en sentido distinto al
dicado por la norma dispositiva.

Siendo así, se sostiene por parte de GALGANO, (1992) que:

Para que un acuerdo societario sea nulo, no resulta necesario que la sanción de nulidad
esté prevista por ley como consecuencia de la violación de una norma imperativa,
puesto que es suficiente que una norma imperativa, puesto que es suficiente que una
norma imperativa sea violada a los efectos de considerar a dicho acto como invalido por
razón de nulidad4

Ya finalizando el apartado de la diferencia de nulidad e impugnación de acuerdos societarios, un


aspecto que merece ser analizado es aquel supuesto que se le confiere a la sanción de nulidad
de aquellos acuerdos societarios que incurran en causales de nulidad previstas en la ley; al
parecer la sanción acotada derivaría en el artículo 150º de la ley referida para aquellos supuestos
contemplados en el artículo 38º de la Ley General de Sociedades.

Siendo así esta confusión de causales, respecto a esto resulta interesante resaltar lo expresado
acerca de la diferencia que existe entre estos dos temimos por GONZALES, (2001) el cual
menciona que:

No existe ninguna antinomia entre los artículos 139º y 150º, siempre que leamos con
cuidado los textos y entendamos la ratio legis que subyace en ellos. Así, luego de escribir
que la distinción es clara desde la literalidad de la norma, expresa que la única hipótesis
susceptible de confusión, el artículo 139º, dice que el acto es impugnable cuando el
contenido sea contrario a la ley. Lo cual se refiere a la justicia o injusticia del contenido
del acuerdo valorado según los cañones expresados por la ley de sociedades y los
principios configuradores de esta; por tanto, en ningún caso se refiere a los siguientes
temas: a) requisitos de validez del negocio jurídico; b) proceso de formación de la

4
Galgano, F. (1992). El Negocio Jurídico. Valencia. p.251
p.382
voluntad social, cuya falta de requisitos esenciales impida que nazca una voluntad
mínimamente recognoscible como tal; c) contenido del acuerdo cuando se encuentren
en juego las normas imperativas o principios-base que tutelan el ordenamiento jurídico
en su conjunto (y no solo las que contravengan las normas imperativas especificas del
ámbito del Derecho de sociedades, en cuyo caso si le aplica el artículo 139º) citado por
salguero calle yessica5

5
salguero calle, y. (2015) PROBLEMÁTICA DE LA IMPUGNACIÓN Y DE LA NULIDAD DE LOS ACUERDO
SOCIETARIOS. p.135-136

Anda mungkin juga menyukai