pensamiento feminista
al pensamiento social
Alba Carosio
i+c
Resumen Abstract
Año III
El feminismo es un movimiento so- Feminism is a social and political Nº 5
cial y político –cuya organización movement whose organization Julio
Diciembre
puede situarse a fines del siglo XIX– can be at the end of the nineteenth 2016
que ha producido una teoría crítica, century has produced, that have
un cuerpo de pensamiento con una expanded the horizons of tradi-
ética y perspectivas propias, que han tional social science critical the-
ampliado los horizontes tradiciona- ory, a body of thought with an
les de las ciencias sociales. La teoría ethical and perspectives. Feminist
feminista constituye un paradigma, theory is a paradigm, a conceptu-
un marco conceptual que amplía al framework that expands and
y diversifica la visibilidad, pone la diversifies visibility, attention and
atención y resignifica como relevan- puts new meaning as relevant re-
tes realidades que no son compren- alities that are not understood as
didas como cardinales desde otras cardinal from other orientations
orientaciones de la atención. Pone of care. It exposes all the ideolog-
al descubierto todas aquellas es- ical structures and mechanisms
tructuras y mecanismos ideológicos that reproduce discrimination or
que reproducen la discriminación o exclusion of women from different
exclusión de las mujeres de los dife- areas of society, which illuminates
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i+c rentes ámbitos de la sociedad, con lo the very foundations of domina-
Año III cual ilumina las bases mismas de la tion / oppression. The gender con-
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Julio dominación/opresión. El concepto cept is not allowed to understand
Diciembre género permitió entender que no es la the anatomy what positions wom-
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anatomía lo que posiciona a mujeres en and men in different areas and
y hombres en ámbitos y jerarquías hierarchies, but the symbolization
distintos, sino la simbolización que that societies make it. In addition,
las sociedades hacen de ella. Además, feminist epistemology claims the
la epistemología feminista reivindica voice of women and proposes a
la voz de las mujeres y propone una critique of the standard episteme
crítica a la episteme de la ciencia nor- of science as well as his explana-
malizada, así como a su explicación/ tion / understanding of the vari-
comprensión de los diversos fenóme- ous phenomena of reality.
Contribuciones del pensamiento feminista al pensamiento social
nos de la realidad.
Alba Carosio
Doctora en Ciencias Sociales, con Doctor in Social Sciences, with Master
Maestría en Filosofía. Profesora Titular in Philosophy. Titular teacher Of
de la Universidad Central de Venezuela. the Central University of Venezuela.
Coordinadora de Investigación del Centro Research Center Coordinator Of Latin
de Estudios Latinoamericanos Rómulo American Studies Rómulo Gallegos.
Gallegos. Directora de la Revista Venezolana Director of the Venezuelan Magazine
de Estudios de la Mujer. Investigadora en Of Women’s Studies. Researcher at
Género y Políticas Públicas. Ha publicado Gender and Public Policy. Has published
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recientemente: Perspectivas feministas Recently: Feminist Perspectives
para ampliar horizontes del pensamiento To broaden horizons of thought
crítico latinoamericano; Feminismos Latin American critic; Feminisms
Latinoamericanos: luchas y propuestas para Latinoamericanos: struggles and
un cambio civilizatorio; La cultura como proposals for A civilizing change; Culture
fortaleza para la integración de Abya Yala y as Strength for the integration of Abya
el Caribe. Yala and Caribbean.
Palabras clave
1| Feminismo 2| género 3| epistemología 4| pensamiento social
Keywords
1| Feminism 2| gender 3| epistemology 4| social thought
puede situarse a fines del siglo XIX- que ha producido una teoría crí-
tica, un cuerpo de pensamiento con una ética y perspectivas propias,
que han ampliado los horizontes tradicionales de las ciencias socia-
les. Por este impulso han entrado en las ciencias sociales temas tales
como derechos sexuales y reproductivos, violencia de género, justicia
de género, la corporeidad y sus determinaciones, discriminación se-
xual, estereotipos y exclusión, identidades y diversidad, economía y
sostenibilidad de la vida, etc. Es a partir del movimiento feminista de
las mujeres organizadas que comienza a desvelarse la participación
femenina en la historia, y se hacen visibles las determinaciones de
las opresiones y desigualdades de género que dan moldean subjeti-
vidades y sociabilidades. Hubo un esfuerzo militante de las feminis-
tas organizadas para mostrar y demostrar cómo la diferencia sexual
convertida en desigualdad y opresión es producto de la historia y no
de la naturaleza.
El pensamiento feminista como teoría y campo de estu-
dio es considerado hoy en día como uno de los más potentes aportes
a la indagación y análisis de los ordenamientos sociales, las relaciones
humanas y las ciencias sociales en general. Ha venido conformando
un corpus teórico de reflexiones y desarrollos críticos que enriquecen
la mirada, y aportan a la construcción de marcos conceptuales más
completos y abarcantes. La teoría feminista constituye un paradigma,
un marco conceptual que amplía y diversifica la visibilidad, pone la
atención y resignifica como relevantes realidades que no son compren-
didas como cardinales desde otras orientaciones de la atención. Pone al
descubierto todas aquellas estructuras y mecanismos ideológicos que
reproducen la discriminación o exclusión de las mujeres de los diferen-
tes ámbitos de la sociedad, con lo cual ilumina las bases mismas de la
dominación/opresión.
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Pensar las ciencias como libres de prejuicios es una sim- i+c
plificación y una falsa representación; su objetividad no descansa Año III
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simplemente en los individuos, es resultado de consensos alcanzados Julio
en comunidades científicas que trabajan dentro de un contexto cul- Diciembre
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tural. Fueron las feministas las primeras en mostrar que las comuni-
dades científicas han estado integradas tradicional y principalmente
por hombres de clases privilegiadas, y esto ha tenido un profundo
impacto en cómo se ha desarrollado la práctica y la validación cientí-
fica de la objetividad. Los enunciadores implícitos de las afirmaciones
científicas nunca eran mujeres, sino supuestamente humanos genéri-
cos, lo que significaba hombres, como claramente se expresaba en un
lenguaje que utilizaba el término hombre por persona humana. Lo
masculino se ha solapado con lo genéricamente humano. Desde ese
punto de vista las ciencias, como lo expresó brillantemente Donna
Haraway (1995) debía practicar el “truco de dios”: adoptar una pos-
tura descarnada, hablar con autoridad acerca de todo el mundo des-
de ningún lugar ni perspectiva humana, ostensiblemente desprovista
de cualquier rasgo relativo a sexualidad, clase, raza o nación. Este
pensamiento “objetivo”, no situado, autoidéntico, es un pensamiento
hegemónico, producido desde una posición fija de dominación, con
Alba Carosio
apariencia des-encarnada.
La historia y el acumulado visible de conocimiento hu-
mano, han sido elaborados por hombres y a partir del punto de vista
masculino. El conocimiento androcéntrico constituye un sistema de
ocultación, de generalización abusiva de un punto de vista hegemóni-
co que ha ocultado y menospreciado la contribución de las mujeres a
las diferentes sociedades en el tiempo y en el espacio. No solamente es
ciego a la vida real y cotidiana, a la mitad de la humanidad, sino que
es instrumento privilegiado para perpetuar estereotipos y prejuicios,
y sostener la desigualdad. La voz de la ciencia y la historia tradicional
es masculina.
Boaventura de Sousa Santos afirma que en el contexto del
pensamiento antihegemónico la mejor teoría crítica ha sido la genera-
da por el feminismo, porque si los rostros de la dominación son múlti-
ples, también deben ser diversas las formas y los agentes de resistencia
a ellos. Santos destaca la importancia de la reflexión feminista no sólo
en el campo de la filosofía y las ciencias sociales, sino también en las
ciencias naturales y en la epistemología contemporánea. Insiste en que
el discurso feminista ha venido a formar parte de las nuevas herme-
néuticas que define como diatópicas, es decir, que parten de lenguajes
diferentes y dialogan, en continuos procesos multiformes de análisis,
interpretación y comprensión. Textualmente afirmó
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i+c Y por eso hoy no podemos pensar la epistemología moderna sin
Año III contabilizar todos estos aportes. Para mí han sido muy impor-
Nº 5
Julio tantes, sobre todo porque mucha de esta epistemología fue basa-
Diciembre da en el conocimiento de algunos conflictos sociales que el siglo
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XIX no reconoció. Este siglo reconoció muy bien el conflicto de
clase, pero no reconoció otros tipos de conflictos, por ejemplo,
los étnicos, al contrario fue un siglo muy racista y fue también
un siglo muy sexista; entonces, yo pienso que los aportes del siglo
XX son básicamente en estas otras dos formas de discrimina-
ción: la sexual y la étnica. (1997)
Alba Carosio
inferioridad (biológica y/o psicológica) de las mujeres, por lo tanto, el
patriarcado es también un sistema ideológico. Es decir, un sistema de
valores, creencias y representaciones que se presentan como un orden
natural e inevitable.
Los feminismos de la segunda mitad del siglo XX postu-
laron la universalidad e historicidad del patriarcado. En un origen co-
mún a toda civilización los pueblos dejan el nomadismo y se vuelven
agricultores, entonces las mujeres pasan a ser intercambiadas para evi-
tar guerras y reproducir niños que son también mano de obra. Afirma
Gerda Lerner (1990) que “Desde sus inicios en la esclavitud, las muje-
res fueron siempre explotadas como trabajadoras, como prestadoras
de servicios sexuales y como reproductoras”. La división del trabajo
entre mujeres y hombres basado en el cuidado de la prole, y la exogamia
condujeron a sociedades más estructuradas en las que se estableció el
patriarcado que es la institucionalización del dominio.
El patriarcado moderno, tiene como fundamento el con-
trato social que define la ciudadanía, y sus criterios de inclusión-ex-
clusión. Las mujeres son excluidas de la ciudadanía, se las coloca en el
ámbito privado; mientras los hombres son partícipes en el acuerdo que
define lo público, el patriarcado es ahora un pacto entre hermanos, con
consecuencias de solidaridad masculina. El contrato social oculta el
contrato sexual, que le sirve de base, el libre ciudadano debe gran parte
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i+c de su libertad a la posición de privilegio que le da su sexo y le permite
Año III usufructuar el trabajo y la sexualidad de las mujeres.
Nº 5
Julio El patriarcado, en cuanto ejercicio y estructura de poder de
Diciembre un sexo sobre otro, es transversal a distintas sociedades, clases sociales,
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grupos humanos e ideologías; aunque sus manifestaciones concretas
en cada momento histórico y lugar geográfico pueden variar. Conside-
ramos que el patriarcado es un sistema social, con estructuras objetivas
–tales como la división sexual del trabajo- que favorecen la concentra-
ción de prestigio y poder en los individuos masculinos, y también es,
un sistema subjetivo que da forma a la masculinidad dominadora y
la femineidad obediente. Nuestra contemporaneidad es tan completa
que puede fusionar las viejas estructuras de dominación con las nue-
vas aspiraciones y costumbres, la dominación masculina continúa bajo
Contribuciones del pensamiento feminista al pensamiento social
Alba Carosio
lo que es “propio” de los hombres y “propio” de las mujeres y con él
se propuso revisar cómo la determinación de género avala la dico-
tomía en la que se funda la tradición intelectual occidental. Dicha
tradición es, además, androcéntrica, lo cual sesga la producción de
conocimiento y genera ciertos postulados que legitiman mecanismos
de dominación y exclusión.
La participación de las mujeres en el ámbito público, y su
incorporación a situaciones y ocupaciones de poder social durante el
siglo XX y XXI ha producido importantes transformaciones sociales.
Sin embargo, el patriarcado continúa. Aunque luchas feministas que
se han materializado en leyes llevan a condenar el machismo más ex-
plícito, que es el rostro más amargo del patriarcado, continúa una dis-
criminación y explotación más benevolente: la división en roles feme-
ninos y masculinos. Luis Bonino denominó micromachismos (2008) a
prácticas que por lo comunes y naturalizadas resultan invisibles, y se
producen en la vida cotidiana:
Los mM son pequeños y cotidianos ejercicios del poder de do-
minio, comportamientos suaves o de bajísima intensidad con las
mujeres. Formas y modos, larvados y negados, de abuso e impo-
sición de las propias “razones”, en la vida cotidiana que permi-
ten hacer lo que se quiere e impiden que ellas puedan hacerlo de
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ción. Se independizaron como disciplina académica a finales de los
años setenta del siglo XX, y a principio de la década siguiente comen-
zaron a crearse los primeros institutos de investigación feminista en
las universidades latinoamericanas.
Sara Harding (1988) señala que existen tres aportes inno-
vadores del método feminista:
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