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“Adolescencia y Climaterio”

Introducción.

“¿A qué se considera una adolescencia normal?”

Anna Freud dice que es muy difícil señalar el límite entre lo normal y lo patológico
en la adolescencia, y considera en realidad a toda conmoción de este período de la
vida como normal, señalando además que sería anormal la presencia de un
equilibrio estable durante el proceso adolescente.
La adolescencia más que una etapa estabilizada es proceso y desarrollo.
A lo largo de este trabajo desarrollaremos las principales características de esta
etapa; los cambios físicos que sufre el adolescente con el surgimiento de los
caracteres sexuales secundarios, influenciado por el aumento de producción
hormonal; y cómo este proceso repercute en el plano de la psíquico, teniendo en
cuenta principalmente los cambios conductuales, y qué función cumple en estos el
pensamiento, el lenguaje, la relación con padres y pares, y los duelos infantiles.
También trataremos la cuestión de la maduración sexual y la nueva capacidad
reproductiva que brinda la adolescencia, así como también el cese de esta función
genital denominada climaterio.
Consideramos como principal objetivo el informarnos y tener un mayor
conocimiento sobre el tema ya que es algo que nos toca muy de cerca, no solo
como personas que atravesamos esta etapa, sino también como futuros
psicólogos.

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Desarrollo.

 ¿Qué es la adolescencia?

El origen de la palabra adolescencia se asocia con el verbo “adolecer” que


etimológicamente deriva de carecer y faltar. Sin embargo, algunos especialistas
sostienen que ha habido una cierta manipulación lingüística y que el vocablo
proviene del latín “adolescentía”, que habría significado crecer y desarrollarse con
ardor y pasión; el crepitar de los fuegos sagrados.
Así, se asocia esta etapa de la vida con la idea evolutiva de crecimiento y
desarrollo, pero también con el componente ideatorio del dolor y aflicción.
Este período de la vida comienza cuando hacen su aparición los caracteres
sexuales secundarios y termina cuando cesa el crecimiento y aparece la madurez
emocional.
Tradicionalmente la adolescencia ha sido considerada como un período critico del
desarrollo, un tránsito desde la niñez a la adultez, considerando al adulto como
quien ha completado su desarrollo genital, hormonal y somático; estructuró una
identidad sexual, que le permitirá formar pareja y crear su propio núcleo familiar;
logró independizarse de sus mayores; y consiguió concretar una actividad o
profesión satisfactoria que tenga en cuenta su vocación y le permita
autoabastecerse económicamente.
La Adolescencia se apuntala en el emergente somático que indica un cambio: el
crecimiento del cuerpo, el desarrollo de los caracteres secundarios, la aparición de
la capacidad reproductiva. Este desarrollo bio - lógico, como marca real de la
pubertad, obliga al niño a re- situarse, no sin conflictos y perturbaciones profundas.
La adolescencia es una gran etapa que podría dividirse en tres categorías o sub-
etapas, cada una con sus cambios:

• Una pre-adolescencia que va aproximadamente desde los 8 a los 11/12


años, con un crecimiento desigual de sus huesos, órganos y músculos, lo
cual le da una apariencia algo torpe. Su pensamiento es lógico concreto,
muy influido aún por su familia primaria, sus profesores y sus pares.
Comienza a participar más de las decisiones que lo afectan, así como de
sus intereses singulares.
• Una segunda etapa que va de los 12 a los 15/16 aproximadamente, con el
estallido puberal a pleno. Comienza a desarrollarse la capacidad para ver
las cosas desde otras perspectivas, ya no aferrado a los adultos mayores
como portadores del saber y la verdad. Inicio de la capacidad de abstracción
del pensamiento, a pensar en conceptos. Todo esto lo aleja de sus padres,
de lo endogámico y se considera a ésta como la etapa de mayores conflictos
con los padres y / superiores. Rebeldía. Cambios de humor, formación de
criterios, despertar del deseo sexual.
• Tercera etapa, va desde los 15 a los 21 aproximadamente. Mayor capacidad
para pensar en forma abstracta e hipotética sobre su presente y su futuro,
posición subjetiva ya más calma. Comienzo de la conciencia social, menos
egocentrismo. Suele haber menos conflictos con el entorno que ya no se
vuelve tan amenazante.

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Se ha instalado el concepto de adolescencia tardía. En donde jóvenes de hasta
pasados los 30 años siguen conservando aspectos propios de esta etapa. Se sabe
cuando comienza la adolescencia, por sus marcadores fisiológicos y emocionales
pero no sabemos a ciencia cierta cuando termina.

Cambios físicos:
Se considera la pubertad como un período de crecimiento físico rápido y de
maduración sexual. El estallido puberal que se caracteriza por numerosos cambios
corporales y el aumento del interés sexual es provocado por el aumento de la
producción de hormonas.
El hipotálamo segrega la hormona estimulante de las gonadotrofinas (GNRH). Esta
hormona estimula la hipófisis para que segregue las gonadotrofinas luteinizante
(LH) y folículo estimulante (FSH). A su vez estas hormonas actúan sobre las
gónadas: ovario y testículo, estimulándolas para que fabriquen hormonas
femeninas: estrógeno y progesterona, y masculinas: testosterona.
Los estrógenos estimulan el crecimiento de los órganos sexuales de la mujer y son
responsables de muchas características femeninas típicas que se desarrollan en el
momento de la pubertad. Estimulan el crecimiento y desarrollo de trompas, útero y
vagina. Favorecen el desarrollo de mamas por estímulo del crecimiento de los
conductos y del estroma, por acumulación de grasa también. La maduración de los
genitales femeninos externos y depósito de grasa corporal con distribución
femenina son de su gobierno. La progesterona, sirve fundamentalmente para
preparar el útero para el embarazo y la mama para la lactancia, favoreciendo los
cambios secretorios del endometrio y la proliferación lobulillar en las mamas.
La testosterona y otros esteroides androgénicos son esenciales para el desarrollo
de todas las características sexuales secundarias masculinas. En la vida fetal
inducen al crecimiento de los derivados de Wolf como el epidídimo, el conducto
deferente, las vesículas seminales. Son responsables también del desarrollo de la
próstata, la uretra peneana y la función de los labios escrotales. Al nacer y hasta la
pubertad, los niveles de testosterona son bajos, a partir de ésta y hasta edad
bastante avanzada el hombre normal produce cantidades grandes de testosterona.
Este sistema se regula mediante un feed-back negativo.
Dos de los indicadores de la pubertad son la menarca o primera menstruación en la
niña, y la presencia de semen en la orina de los varones, así como también
involuntarias poluciones nocturnas. Otro rasgo característico es el desarrollo de los
caracteres sexuales secundarios.
Las hormonas de crecimiento tienen un papel protagónico, se observa un
crecimiento asincrónico, ya que las regiones del cuerpo se desarrollan con ritmos
diferentes y en momentos distintos. Al principio crecen más los brazos y las
piernas, teniendo el tronco forma infantil, lo que se empareja promediando la
adolescencia. El tronco crece y a medida que se alarga desciende el talle.
El estirón puberal tiene que ver con los huesos, los cuales tienen un cartílago de
crecimiento que actúa desde el lugar que se ha estirado el hueso, por eso es
importante no forzar a los niños con trabajos físicos intensos durante esta etapa
porque el músculo trabajaría en exceso e impediría que el hueso se estire.
Aparecen los vellos, primero el púbico, luego el axilar, con distinta conformación en
el varón y en la mujer. Aumenta el tamaño y la secreción de las glándulas
sebáceas, lo que hace que se llenen de granitos, el famoso acné. Se desarrollan
las glándulas apócrinas, ligadas a las glándulas de atracción sexual, que se ubican

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en el periné y en las axilas, y segregan una sustancia que hace que los
adolescentes comiencen a tener olores muchas veces no muy agradables.
También son fáciles de advertir ciertas diferencias entre varones y niñas.

Varón: su proceso puberal comienza entre los 9 y 11 años y se completa entre los
13 y 18. Durante el mismo se produce el aumento de tamaño de los testículos, del
pene, de las glándulas paragenitales, próstata y vesículas seminales, y con ello la
frecuencia de las erecciones, se pigmenta el escroto, y cambia la voz por el
arrendamiento de los cartílagos laríngeos.
También aumenta el tejido muscular, disminuye la grasa y se produce el
ensanchamiento de los hombros.
Su capacidad productiva depende de la maduración de los testículos y de la
eficacia espermatogénica relacionada con el número ideal de espermatozoides.

Niña: su proceso puberal comienza entre los 8 y los 15 años y se completa entre
los 12 y 16. Se agrandan los pechos, aumenta el tamaño del útero y los ovarios, se
agrandan y colorean los labios mayores y menores, aumentan los depósitos grasos
en muslos y caderas y se afina la cintura. Su capacidad productiva tiene que ver
con el ciclo menstrual.
Dicho ciclo dura aproximadamente un mes, en su fase menstrual las
gonadotrofinas están bajas. Primero aumenta un poco la folículo estimulante, la
cual hace crecer un solo folículo del ovario por mes y dentro de este folículo se
desarrolla el óvulo. Conjuntamente se empieza a segregar estrógeno, los cuales
hacen un pico en la mitad del ciclo (día 14), lo que estimula la secreción de un pico
de luteinizante. Éste es uno de los pocos ejemplos de feed-back positivo: el pico de
estrógeno, en lugar de inhibir a la hipófisis la estimula, este pico de luteinizante
hace que se rompa la pared del folículo y salga el óvulo hacia la trompa de Falopio,
donde si se encuentra con un espermatozoide será fecundado y si no se perderá
con la menstruación.
Al mismo tiempo se ha ido engrosando la pared interna del útero, llamada
endometrio, preparándose para anidar al óvulo fecundado. Luego que expulsa al
óvulo, el folículo se transforma en el cuerpo luteo y empieza a fabricar
progesterona, ésta hace crecer al endometrio y lo prepara para mantener el
embarazo. Si no hay gestación todas las hormonas descienden en los días finales
del ciclo, dejando sin sostén al endometrio, que se descama y constituye la
menstruación.
Todo este proceso completo no suele estar presente en las primeras
menstruaciones, lo más común es que los primeros ciclos sean anovulatorios, o
sea que la producción hormonal no alcance para hacer salir al óvulo del folículo, y
por lo tanto las chicas no son todavía fértiles.

Cambios psicológicos:
El adolescente atraviesa desequilibrios e inestabilidad extrema ya que no solo debe
enfrentar el mundo de los adultos para lo cual no está del todo preparado, sino que
además debe desprenderse de su mundo infantil en el cual y con el cual vivía
cómoda y placenteramente. Los cambios corporales y la definición del rol femenino
o masculino son el punto de partida de las perturbaciones y crisis durante la
adolescencia y de los cambios psicológicos y de adaptación social. La angustia y
los estados de despersonalización propios de esta etapa tienen el significado

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defensivo de no aceptar que es en el propio cuerpo en el que se están produciendo
estos cambios. Tanto estas modificaciones corporales incontrolables como los
imperativos del mundo externo son vividos por el adolescente como una invasión
que lo conduce a un refugio en su mundo interno para poder reconocerse con su
pasado y desde allí enfrentar el futuro.
Existe desnivel y disociación entre el crecimiento del cuerpo y la aceptación
psicológica, ya que el adolescente se niega a aceptar estos cambios y siente la
necesidad de mantenerse como niño aunque su cuerpo le muestre que ya no lo es.
Cuanto más crece su cuerpo más infantil se muestra.
Esta crisis puberal determina un autismo defensivo, la frustración frente al mundo
real externo que no quiere aceptar dificulta su salida hacia ese mundo, y lo hace
refugiar en la planificación y en las ideologías defensivas, que si se estabilizan
pueden aislarlo cada vez más del mundo. El adolescente necesita estar solo y
replegarse en su mundo interno seguro y conocido, para desde allí, salir a actuar
en el mundo exterior.
En la adolescencia se puede observar la elaboración de tres duelos fundamentales:
• Duelo por el cuerpo infantil: el adolescente se ve obligado a asistir
modificaciones biológicas que se operan en su estructura, creando un
sentimiento de impotencia que lo lleva a desplazar su rebeldía hacia la
esfera del pensamiento, con tendencia al manejo de las ideas frente al
fracaso en el manejo de la realidad externa. Vive la pérdida de su cuerpo
infantil con una mente aún en la infancia y con un cuerpo que se va
haciendo adulto, produciéndose un fenómeno de despersonalización que
domina el pensamiento. Niega su cuerpo infantil perdido y en fluctuaciones
con la realidad elabora su pérdida y va aceptando su nueva personalidad.
Este duelo obliga a una expresión en la acción motora directa.
• Duelo por la identidad y por el rol infantil: en la infancia existía una relación
de dependencia y en la adolescencia hay una confusión de roles, ya que al
no poder mantener la dependencia infantil y al no poder asumir la
independencia adulta, el sujeto sufre un fracaso de personificación. Se
observan en el adolescente actitudes de irresponsabilidad, falta de carácter,
desconsideración por seres y cosas del mundo real tratándolos como
objetos, inestabilidad afectiva, crisis pasionales y brotes de indiferencia.
Aquí la exclusión del pensamiento lógico, que surge del duelo por el rol
infantil, se convierte en la actuación afectiva desaprensiva, pasional o llena
de indiferencia, sin consideración racional alguna por los objetos. Luego de
continuos cambios y períodos de confusión de identidad el adolescente
madurará, establecerá su identidad, su pensamiento comenzará a funcionar
con características grupales, estableciendo en él mayor estabilidad y
seguridad.
• Duelo por los padres de la infancia: el proceso de negación que afecta al
adolescente se va operando en las figuras y las imágenes de los padres y
en el vínculo con ellos, los cuales también tienen que elaborar la pérdida de
la relación de sometimiento infantil de sus hijos. En la adolescencia se
pretende tener a los padres protectores y controladores, pero a su vez se
busca independencia. Se rompe la comunicación con los padres cuyas
figuras idealizadas deben ser sustituidas. Se observa un desprendimiento de
la familia y un vuelco hacia el afuera, el mundo exterior, la sociedad. El
desasimiento de la autoridad parental es una de las operaciones más
necesarias, pero también más dolorosa del desarrollo. Las amistades se

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tornan mas influyentes durante la adolescencia, las relaciones con los pares
son vitales para la transición de la infancia a la adultez, ayudan a abandonar
los modos de conducta infantil. Hoy se habla de las nuevas formaciones o
grupos de adolescentes, y se los conoce como tribus urbanas, pero siempre
existieron grupos que se identificaron con algún emblema y que a partir de
ese se aglutinan.
Se une a estos duelos el duelo por la bisexualidad infantil también perdida al
definirse el rol masculino-femenino. El joven debe pasar a soportar sobre si la
definición de su posición sexual, sea masculino o femenino. Con esto debe también
sostener todos los roles y las conductas que la sociedad le asigna a cada sexo.
Esta triple situación trae consigo también la confusión sexual y de temporalidad. El
adolescente se va modificando lentamente, como toda elaboración de duelo exige
tiempo para hacer una verdadera elaboración y no tomar las características de una
negación maníaca.
El proceso de adolescencia implica un cierto grado de conducta psicopática
inherente a la evolución normal de esa etapa. La exageración en la intensidad o la
persistencia de estos fenómenos configura la psicopatía.
Lo que Aberastury define como adolescencia normal depende de la correcta
elaboración de los tres duelos mencionados.
El desarrollo del adolescente cuenta con un proceso de crecimiento, crisis y
maduración. La maduración como síntesis de este proceso va a empujar al joven a
abrir un nuevo sistema de intereses, apareciendo nuevas necesidades e impulsos
y el paso a una nueva forma superior de actividad intelectual, a un nuevo desarrollo
del contenido del pensamiento. El adolescente asimila por primera vez el proceso
de formación de conceptos, y su paso a una nueva y superior forma de actividad
intelectual, el pensamiento en conceptos. La formación de conceptos constituye un
proceso de cambios tanto en el contenido como en la forma. El concepto no es tan
solo un grupo enriquecido de asociaciones internamente relacionadas, se trata de
una formación cualitativamente nueva. El pensamiento en conceptos es una nueva
forma de actividad intelectual, un nuevo modo de conducta, un nuevo mecanismo
intelectual, todo el contenido del pensamiento adolescente se renueva y
reestructura debido a la formación de conceptos, cuyo contenido y la forma se
hallan vinculados, se condicionan recíprocamente.
Los años de la adolescencia son años de formación de la concepción del mundo,
son años en donde se van formando cosmovisiones, la vida, la sociedad, la gente,
el amor, años donde el adolescente medita intensamente sobre los problemas de la
existencia. En el sistema de las funciones intelectuales surge una nueva función
que se diferencia de las anteriores tanto por su composición y estructura como por
el modo de su actividad. La formación de conceptos abre ante el adolescente el
mundo de la conciencia social e impulsa inevitablemente al intenso desarrollo de su
criterio propio, su singular forma de ver el mundo, nace su espíritu de contradicción
que se manifiesta también en el contenido del su pensamiento.
Al hablar de los cambios en el contenido del pensamiento del adolescente, no
debemos olvidar el conocimiento de la propia realidad interna. El adolescente, en el
proceso de maduración descubre por primera vez el mundo de lo psíquico, el
mundo de las vivencias internas, desconocido para el niño de edad temprana. La
palabra ahora ya no es sólo el medio para conocer a los demás sino también a si
mismo, con la formación de conceptos se llega al desarrollo intenso de la
autopercepción, de la autoobservación, al conocimiento profundo de la realidad
interna, el mundo de las propias vivencias, el joven comienza a entenderse a si

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mismo, a comprender su mundo interno, gracias al pensamiento en conceptos
llegamos a comprender la realidad, a los otros, y a nosotros mismos. Esta es la
revolución que se produce en la conciencia adolescente.
El lenguaje no es el medio para expresar una idea ya formada sino para crearla.
El contenido de pensamiento se comienza a convertir en convicción interna del
sujeto, se orienta hacia sus intereses, a la norma de su conducta, a sus deseos y
propósitos.
La adolescencia constituye un lugar de interrogantes e incertidumbre respecto de
la representación de sí mismo y de la relación con los demás. Surge la necesidad
de una búsqueda de la identidad, necesidad de diferenciación, y mientras este
proceso se desarrolla, un adolescente puede experimentar más de una identidad, o
puede presentar una moratoria de la identidad, es decir una especie de receso
durante el cual experimentan con identidades alternativas sin intención de decidirse
por ninguna. Es un esfuerzo de los adolescentes por encontrarse a sí mismos y
determinar su destino.
En una cultura donde casi todos sostienen los mismos valores morales, políticos,
religiosos y sexuales, y donde los cambios sociales son lentos, la identidad se
adquiere fácilmente. En cambio en las sociedades modernas, globalizadas, nada
de esto ocurre, todo esta abierto al cuestionamiento de todos, los cambios son
veloces, hay una cultura fragmentada, todo atenta contra una identidad unificada,
es por esto que surge la ambivalencia y la ambigüedad, dos cuestiones que no
contribuyen para nada en la búsqueda del joven.
El logro de la identidad y la independencia conduce al adolescente a integrarse en
el mundo adulto y a actuar con una ideología coherente con sus actos.
Solo cuando el adolescente es capaz de aceptar simultáneamente el aspecto de
niño y de adulto puede empezar a aceptar en forma fluctuante los cambios de su
cuerpo, y comienza a surgir su nueva identidad. Ese largo proceso de búsqueda de
identidad ocupa gran parte de su energía y es la consecuencia de la pérdida de la
identidad infantil que se produce cuando comienzan los cambios corporales.

 ¿A qué se denomina Climaterio?

La acepción climaterio se aplica a las etapas o épocas difíciles de franquear


estableciéndose un vínculo entre el hecho biológico y los factores psicológicos y
sociales.
Menopausia significa cesación de la menstruación y es debido a esto que las
mujeres afrontarán largos períodos de sus existencias con una nueva condición, la
carencia estrogénica.
El embrión femenino alcanza al sexto mes a constituir su capital folicular definitivo,
calculado en 6 a 7 millones. Este capital no se repone y el ovario lo irá gastando
siguiendo las fases de inhibición y desinhibición del eje hipotálamo-hipófiso –
ovárico, ocurriendo esto a lo largo de la vida intrauterina, niñez, pubertad y vida
reproductiva.
Alcanzados los 40 años de edad a la mujer le restan unos 10.000 folículos en el
ovario. Estas características son las responsables de una deficiencia en la calidad
hormonal, de la progesterona primero y el estrógeno después.
La producción defectuosa de progesterona y estrógenos ováricos producirá, por
retroalimentación negativa, un incremento de la secreción hipofisiaria gonadotrófica
tendiente a estimular el ovario para compensar su déficit. El ovario elimina folículos

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agotando sus reservas y tornándose cada vez más insensible a la acción
gonadotropa. Si durante la liberación de óvulos defectuosos se produce
fecundación, se incrementan los riesgos de malformaciones genéticas y abortos
espontáneos, como se observa en madres añosas.
Al establecerse la amenorrea, el estradiol ovárico es reemplazado por un estrógeno
débil, la estrona.
La carencia hormonal repercutirá en diferentes aparatos, además la mujer hasta la
menopausia presenta una glicemia menor con mayor tolerancia a la sobrecarga
glúcida, como también favorecerá la tendencia a la osteoporosis y alteraciones
vasomotoras llamadas sofocos, determinado este fenómeno por un descenso
brusco de la temperatura central que inducirá a modificaciones periféricas con
pérdida de calor a través de vasodilatación periférica, aumento de la frecuencia
cardíaca, sudoración y acciones tendientes a la búsqueda de fresco, sin
modificación de la presión arterial. Para que existan estos sofocos es necesaria la
exposición estrogénica previa y su supresión brusca.
El 20% de las mujeres pasan por una menopausia muda, asintomática, el 40%
padece trastornos. Del 40% restante, un 80% consulta buscando la atenuación de
los sofocos.
Algunas mujeres consideran la menopausia como una pérdida de su condición
femenina.
Por último, cabe aclarar que la edad en que la mujer alcance la pubertad no guarda
relación con la de su menopausia, la edad estadísticamente generalizada es a los
51 años, aunque lo que si puede adelantarla es el tabaquismo pronunciado por
acción de la nicotina sobre los centros hipotalámicos y el hígado y por inducción
enzimática directa sobre el ovario. Por otro lado ni la obesidad ni los
anticonceptivos orales influyen en ella.
A diferencia de la menopausia, el climaterio en el hombre no culmina con la
fertilidad del mismo como sí ocurre en la mujer.
Los hombres en esta etapa denominada andropausia manifiestan algunos cambios
hormonales que alteran la vida física, emocional y sexual.
La andropausia puede provocar diversos conflictos emocionales en los hombres, y
la falta de información los hace pensar a veces que los cambios se deben a la
edad.
Andropausia quiere decir fin de la virilidad. Es un conjunto de síntomas muy
variados, que van desde los orgánicos hasta los psicológicos.
Estos cambios, que se atribuyen a la disminución de los niveles de hormonas
masculina, es decir la testosterona, se hacen evidentes más o menos a los 40
años, pero pueden presentarse progresivamente entre los 40 y los 70 años. Esta
etapa en el hombre abarca un lapso de tiempo mayor que la menopausia en la
mujer. Hay determinados factores que precipitan el inicio de este período entre los
que se destacan la obesidad, estrés físico y psicológico, exceso de alcohol y
tabaco, entre otros.
Dentro de los cambios físicos y psicológicos se destacan: disminución de la libido,
insomnio o fatiga, angustia que puede llevar a la depresión ,ansiedad, nerviosismo
e irritabilidad ,flacidez del pene, disminución de la producción de esperma y
testosterona, pérdida de masa muscular (alrededor de 10 kilogramos), escalofríos,
disminución de la capacidad visual y auditiva , pérdida del cabello, crecimiento de
vello en cejas y fosas nasales, deterioro óseo (osteoporosis), dolores musculares,
arrugas y resequedad en la piel.

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Todos estos cambios orgánicos impactan la esfera emocional o psicológica del
hombre que se encuentra en esta etapa del desarrollo y a fin de compensarlos,
presentará cambios en su conducta y en sus actitudes que podrán ir desde muy
leves y progresivos hasta otros muy drásticos dependiendo de la estabilidad
psicológica de esa persona.
La andropausia es un proceso natural en el transcurso de la vida del hombre.
Los hombres a quienes los síntomas de la andropausia amenazan con afectar su
vida cotidiana podrán buscar apoyo profesional multidisciplinario, que incluya
apoyo psicológico para facilitar el desarrollo de aquellas áreas de su personalidad
cuya falta de crecimiento pudieran estar incidiendo en sus dificultades para
enfrentar los retos característicos de esta etapa.
Cada hombre es diferente, por tal motivo cada caso de andropausia debe tratarse
de forma individual con el propósito de lograr una mejor calidad de vida.
Es importante que el hombre acuda al médico para aminorar los síntomas, pero
será el urólogo quien recomendará un tratamiento dirigido a tratar las disfunciones
sexuales por medio del uso de medicamentos para ayudar al paciente a lograr una
erección al momento de la relación sexual.

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Conclusión.

Tras la realización del trabajo pudimos comprobar el grado de relevancia que tiene
estar informados sobe el tema, y no solo los adolescentes, para saber sobre el
proceso que atraviesan, los cambios que deben enfrentar y las actitudes normales
frente a ellos, sino también para los padres que deben acompañar a sus hijos en
este tan importante proceso, para que tengan conocimiento sobre la manera de
cómo actuar, ya que muchas veces los padres tienen dificultades para aceptar el
crecimiento de sus hijos, a consecuencia del sentimiento de rechazo que
experimentan frente a la genitalidad y a la libre expansión de la personalidad de los
mismos, situación esta que muchas veces dificulta la transición de una
adolescencia normal, tan como la llama Aberastury, cuyo correcto desarrollo
dependerá también del logrado trabajo de los tres duelos mencionados.
La adolescencia es un proceso de cambios, tanto físicos como psicológicos, y
como en todo proceso, lleva tiempo asimilar estos cambios para que el resultado
sea positivo y normal, y no termine en psicopatía.
Durante este período el adolescente presenta una especial vulnerabilidad para
asimilar los impactos proyectivos de quienes lo rodean, es un receptáculo propicio
para hacerse cargo de los conflictos de los demás, y asumir los aspectos más
enfermos del medio en que actúa. Esto es lo que actualmente presenciamos en
nuestra sociedad que proyecta sus propias fallas en los desmanes de la juventud,
a la que responsabiliza de la delincuencia, las adicciones a las drogas, la
prostitución, etc.
Es la sociedad la que recurre a un mecanismo esquizoide haciendo que una de sus
propias partes en conflicto, como lo es la juventud, adquiera las características de
todo lo malo y permita así la agresión del mundo del adulto, con características
sado-masoquistas.
La severidad y la violencia con que a veces se pretende reprimir a los jóvenes sol
engendra un distanciamiento mayor y una agravación de los conflictos, con el
desarrollo de personalidades y grupos sociales más y más anormales, que en
última instancia implican una autodestrucción suicida de la sociedad. Así vemos al
adolescente en conflicto, en lucha, en posición marginal frente a un mundo que
coarta y reprime en vez de servirle de sostén y apoyo.

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Bibliografía.

 “Adolescencia normal” - Aberastuty, A.


 Clases desgravadas - Docentes de la cátedra
 “Acerca de la temática de una etapa decisiva de la vida: La Adolescencia” -
Peirano, L.
 “Aparato reproductor femenino y masculino” - Frenquelli, R.
 “Menopausia” - Bellman, D.

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