Hace poco más de una década se inició una contracorriente en las teorías y prácticas
tradicionales publicitarias, que ha propugnado por un uso más integrado de las
herramientas de la comunicación del mercadeo. Esta argumenta que la segmentación de
los mercados y la masificación de los medios, obliga hoy a ser más creativo tanto en la
estrategia como en la selección de instrumentos, medios y mensajes.
Debe hacerse énfasis en que la CIM no busca simplemente una integración de medios y
que por el contrario esta corresponde a “una afinada estrategia de marketing”1 , donde la
coherencia de la oferta, los satisfactores y especialmente el mensaje hacen que el centro
de trabajo sea el cliente. “Esto significa más énfasis en la relación y menos en la
transacción”.2
En esencia todo mensaje planeado, contacto con la empresa o el producto, así como todo
aquello que se dice (mensajes no planeados), se constituyen en un PRODUCTO
INTEGRADO que recibe el cliente y que amalgama o moldea de manera general en su
mente. Por ello se afirma hoy, que el perceptor no diferencia los medios, ya que
1
Comunicaciones de Marketing Integradas. Don Schultz, Stanley Tannenbaun y Robert Lauterborn. Ed.
Granica. 1993. P. 12.
2
Ibid.
3
Publicidad. William F. Arens. McGraw Hill 7ª ed., 2000. 573 p.
2
simplemente recibe miles de estímulos desde decenas de frentes y que forma entonces
una posición de marca que actúa a la hora de emitir un juicio o hacer una elección como
consumidor.
Debemos empezar entonces por reconocer cuatro principios que sustentan el modelo de
planeación de la CIM:
• El enfoque es de afuera hacia adentro.
• Exige máximo conocimiento de clientes actuales y potenciales
• El plan se construye básicamente mediante el conocimiento y uso de los contactos de
la marca.
• Se propugna por un control centralizado del plan de comunicación integrada de
mercadeo.5
En su primer paso y una vez conformada la base de datos que se alimenta de información
demográfica, sicográfica, antecedentes y comportamiento de compra, se establece la
segmentación de clientes actuales y potenciales. En un segundo paso se analiza lo
pertinente a la forma de contactos del cliente con la marca, para determinar el mejor
momento y lugar de comunicación.
4
Ibid p 223..
5
Publicidad. Thomas C. O´Guinn, Chris T. Allen y Richard J. Semenik. Thomson. México, 1999, p. 260.
6
Comunicaciones de Marketing Integradas. Don Schultz, Stanley Tannenbaun y Robert Lauterborn. Ed.
Granica. 1993. P 230.
3
Conviene pues, desde esta concepción que no es nada nueva, confrontar los modernos
conceptos de mercadeo relacional, CRM y otras propuestas, con el propósito de conocer
la realidad de las metodologías, apropiarse de ellas y obtener beneficio para nuestras
empresas y nuestros clientes, siempre con la meta de generar una comunicación clara,
oportuna y que sobre todo que contribuya de forma eficaz con los procesos de mercadeo.
BIBLIOGRAFÍA
Sobre el autor:
Guillermo León Villegas Castaño es Comunicador Social Periodista, Especialista en Mercadeo y
Magíster en Ciencias de la Administración, docente de pre-grado y posgrado. Actualmente se
desempeña como profesor del Depto. de Mercadeo de la Universidad EAFIT.
Puede contactarse en: guiville@eafit.edu.co