Anda di halaman 1dari 40

EL LENGUAJE EN ‘SOBRE SENTIDO Y REFERENCIA’ // GOTTLOB FREGE

Martín Ahualli

Introducción sobre sentido y referencia

Año: 1892

Tema: contienen hipótesis muy influyentes tanto en el área de lógica y filosofía de las ma-

temáticas, de metafísica u ontología, de teoría del conocimiento o epistemología, y de se-

mántica y pragmática.

Análisis del texto:

(1) la relevancia que el análisis de los enunciados de identidad tiene para reemplazar

la noción de contenido conceptual de las expresiones por otras dos, su sentido y su

referencia.

(2) el modo en que Frege caracteriza y aplica estas nociones en el análisis del conte-

nido de los nombres propios y de los enunciados declarativos, tanto de los enuncia-

dos principales como de los enunciados subordinados

(3) la caracterización de las nociones de pensamiento, juicio y verdad,

(4) las herramientas conceptuales introducidas para analizar posibles objeciones, en-

tre ellas: la distinción entre referencia directa e indirecta, referencia indeterminada,

contenido presupuesto, enunciados dobles y pensamientos secundarios

(5) las observaciones acerca del funcionamiento del lenguaje natural en contraste

con el diseño y características de un lenguaje simbólico.

CONTEXTO HISTÓRICO:

Frege procura destacar su intención de diseñar un sistema de notación en el cual tanto la

estructura del contenido conceptual de una proposición como la estructura inferencial que

la articula con otras proposiciones, quedara expuesta a simple vista y, al mostrarse, posibi-

litaran una evaluación del contenido depurada de los enredos y opacidades del lenguaje

natural. Este contraste entre el lenguaje natural y un lenguaje ideal, cuyo diseño garantice

un uso eficiente para un fin determinado, que no es otro que la expresión y transmisión de

conocimiento, es objeto constante del primer período de la obra de Frege.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 1 de 40


En efecto, el desarrollo del sistema lógico, tarea que Frege aborda en su primera

obra importante, responde tanto a una exigencia para desplegar su proyecto de fundamen-

tar la matemática derivándola de la lógica, como al intento de diseñar una plataforma en la

cual expresar la arquitectura y codificar el contenido de la ciencia.

Relación con Kant:

En el plano estrictamente filosófico, el proyecto de Frege dialoga con la tradición kantiana

mediante su oposición a un caso paradigmático de aplicación de uno de sus diseños

teóricos más ambiciosos, la idea de juicios sintéticos a priori, que Kant ilustraba habitual-

mente con ejemplos de la aritmética y la geometría. Recuerden que Kant consideraba que

enunciados como ‘7 +5 = 12’ eran sintéticos a priori. Una de las hipótesis que Frege trata

de probar en la Conceptografía es que las proposiciones de la aritmética, a diferencia de lo

que postulaba Kant, no eran sintéticas a priori, sino analíticas a priori. El modo en que

pretendía probar esto era derivándolas de la lógica. Dado que las proposiciones de la lógica

eran consideradas analíticas por Kant -esto es, verdaderas en virtud de su significado-, si

las proposiciones de la matemática podían derivarse de las proposiciones de la lógica, de-

bían considerarse analíticas.

Para poder avanzar con la fundamentación de la aritmética, primero debía presentar

los principios lógicos con los cuales construir la derivación.

Elementos de la Conceptografia para la articulación del sistema de lógica

a) FUNCIÓN y ARGUMENTO: análisis de oraciones.

b) CÁLCULO PROPOSICIONAL VERITATIVO-FUNCIONAL

c) LA TEORÍA DE LA CUANTIFICACIÓN, que abrió el camino a la lógica de

predicados.

a) FUNCIÓN y ARGUMENTO: análisis de oraciones.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 2 de 40


El análisis en términos de función y argumento permitió, entre otras cosas, unificar

el análisis de las oraciones declarativas y de la ecuaciones. En el caso más simple, la ora-

ción ‘Sócrates es mortal’ se analiza del siguiente modo: la función ‘(x) es mortal’ se aplica

al argumento ‘Sócrates’, del mismo modo que en la ecuación ‘1 + 1 = 2’ puede distinguirse

la función ‘(x) + 1 = 2’ aplicada al argumento ‘1’.

FUNCIÓN ARGUMENTO VALOR

(x) + 1 3 4

(x) + 1 7 8

Autor de (x) Crítica de la Razón Pura Kant

Autor de (x) Discurso del método Descartes

(x) = 3 + 3 6 Verdad

(x) = 3 + 3 5 Falsedad

(x) es autor del Discurso del método Descartes Verdad

(x) es autor del Discurso del método Kant Falsedad

b) CÁLCULO PROPOSICIONAL VERITATIVO-FUNCIONAL

Éste permite computar el valor de verdad de un enunciado complejo a partir del valor de

verdad de los enunciados que lo componen. Dichos enunciados componentes pueden estar

articulados según distintas funciones lógicas, como la conjunción, la disyunción, la negación

y el condicional. Es importante visualizar que aquí también tenemos un análisis funcional,

excepto que a diferencia de lo anterior, donde los argumentos eran objetos o números y los

valores podían ser objetos o números, en el cálculo proposicional la función toma valores

de verdad como argumentos y ofrece valores de verdad como valores. Imaginemos que

tenemos dos enunciados cualesquiera. Pueden ser verdaderos o falsos. Las conectivas

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 3 de 40


lógicas toman esos valores veritativos como argumento y ofrecen otro valor veritativo como

valor.

FUNCIÓN ARGUMENTO ARGUMENTO VALOR

conjunción verdad verdad verdad

conjunción verdad falsedad falsedad

disyunción falsedad verdad verdad

disyunción falsedad falsedad Falsedad

condicional verdad falsedad Falsedad

condicional falsedad Falsedad Verdad

Negación verdad Falsedad

Negación falsedad verdad

Frege utiliza el análisis funcional tanto para analizar y modelar la estructura interna del juicio

como para analizar la estructura inferencial entre juicios.

c) LA TEORÍA DE LA CUANTIFICACIÓN,

A través de la introducción de su notación para representar justamente la cuantificación

universal y existencial. Ilustremos brevemente cómo trabajan en conjunto los tres elemen-

tos señalados en el análisis de oraciones como ‘todos los humanos son mortales’. Frege

aplica el análisis FUNCIÓN-ARGUMENTO y distingue dos funciones ‘(x) es humano’ y ‘(x)

es mortal’. Luego aplica la LÓGICA PROPOSICIONAL y señala que estas dos funciones

están unidas por la conectiva proposicional del condicional, y aplica también la TEORÍA DE

LA CUANTIFICACIÓN para señalar que las variables de las dos funciones están ligadas

por un cuantificador universal, de modo tal que cualquier objeto que satisfaga la primera

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 4 de 40


satisface también la segunda. Si la representamos como ‘para todo x, si x es humano en-

tonces x es mortal’ podemos ver aquí funcionando en conjunto el análisis función-argu-

mento, la lógica proposicional y la notación para la teoría de la cuantificación.

Algunos años después de la Conceptografía, en el año 1884, Frege presentó en su

obra Fundamentos de la Aritmética su posición acerca de los enunciados de la aritmética,

sosteniendo que no se trataba, como creía Kant, de enunciados sintéticos a priori, ni de

sintéticos a posteriori, como creía Mill, sino de enunciados analíticos a priori, como había

sostenido Leibniz. La tesis central de este trabajo es que los enunciados numéricos, en los

cuales se dice que hay una tal cantidad de algo, contienen una afirmación acerca de un

concepto. Decir que hay tres dioses, por ejemplo, equivale a decir que el concepto dios

tiene únicamente tres instancias. La importancia de esta hipótesis es que permite formalizar

los enunciados numéricos mediante nociones lógicas. Frege utiliza nociones lógicas, entre

ellas la noción de extensión de un concepto, para definir el concepto de número, la relación

de sucesor y los números individuales. En la obra Frege asumía que la noción de extensión

de un concepto no era problemática y consideraba que había mostrado que probablemente

fuera posible derivar la aritmética de la lógica.

Aproximadamente 10 años después de haber publicado esta demostración informal

de su proyecto, en 1893 publica el primer volumen de sus Leyes Fundamentales de la Arit-

mética con la demostración técnica que había prometido, en la cual las leyes fundamentales

de la aritmética se derivan efectivamente de su sistema lógico. Lamentablemente como

algunos saben el sistema alojaba la conocida paradoja de Russell.

Pero entre la publicación informal de los Fundamentos de la Aritmética en 1884 y la

presentación técnica de 1893 en las Leyes Fundamentales de la Aritmética,

Frege desarrolla importantes cambios en su visión, y vuelca estos resultados en los ensa-

yos ‘Función y Concepto’, ‘Sobre sentido y referencia’ y ‘Concepto y objeto’. Estos ensayos

permitían simplificar la ontología necesaria para desarrollar su proyecto de derivar la arit-

mética de la lógica, pues incluían a los valores de verdad -la verdad y la falsedad- entre los

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 5 de 40


objetos, lo cual permitía, entre otras cosas, construir los conceptos como funciones que

toman como argumento a los objetos y ofrecen como valor a uno de los dos valores de

verdad.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 6 de 40


ANÁLISIS

SOBRE EL SENTIDO Y LA REFERENCIA

En efecto, si bien los ensayos pueden leerse de manera independiente, Frege los

concibió como herramientas para desarrollar su proyecto lógico-matemático. Y es que en

algunos pasajes la Conceptografía requería de una clarificación del uso y referencia de

algunas de sus expresiones, especialmente del signo de identidad

ENUNCIADOS DE IDENTIDAD

Identidad: relación entre nombres de objetos (Conceptografía). Nos dice en la página 51 de

la traducción de Ulises Moulines:

La igualdad induce a la reflexión a través de preguntas relacionadas

con ella y que no son fáciles de contestar. ¿Es la igualdad una rela-

ción?, ¿es una relación entre objetos?, ¿o bien entre nombres o sig-

nos de objetos? Esto último es lo que supuse en mi Ideografía. Las

razones que parecen hablar en favor de ello son las siguientes: a = a

y a = b son evidentemente enunciados de diferente valor cognoscitivo:

a = a vale a priori y, siguiendo a Kant, puede denominarse analítico,

mientras que enunciados de la forma a = b contienen frecuentemente

ampliaciones muy valiosas de nuestro conocimiento y no siempre

pueden justificarse a priori.

En este primer pasaje Frege nos remite a la distinción kantiana entre juicios sintéti-

cos y juicios analíticos. Para Kant, en los juicios analíticos el contenido del concepto que

ocupa el lugar del predicado está incluido en el concepto que ocupa el lugar del sujeto, con

lo cual el juicio que expresa la predicación no amplía nuestro conocimiento del objeto en

cuestión. Frege en este caso observa que los enunciados de identidad que tienen dos nom-

bres distintos a los lados del signo de identidad, amplían nuestro conocimiento, y por lo

tanto no pueden considerarse como enunciados analíticos.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 7 de 40


A continuación nos explica por qué pensó en la Conceptografía que la identidad era

una relación entre nombres de objetos. Dice:

Ahora bien, si en la igualdad quisiéramos ver una relación entre aque-

llo a lo que los nombres ‘a’ y ‘b’ se refieren, no parecería que a = b

pudiera ser distinto de a = a, siempre que a = b fuera cierto. Se habría

expresado, en tal caso, una relación de una cosa consigo misma, y

además una relación tal, que se da en cada cosa respecto de sí

misma, pero que ninguna cosa tiene respecto de cualquier otra. Pa-

rece que lo que se quiere decir con a = b es que los signos o nombres

‘a’ y ‘b’ se refieren a lo mismo y por lo tanto en la igualdad se trataría

precisamente de estos signos; se afirmaría una relación entre ellos. p.

51-2.

Pero prontamente advierte los problemas de esa suposición, y aproximadamente

una década después, en el ensayo que estudiamos, ofrece la razón por la cual esa hipó-

tesis ya no le resulta satisfactoria. Dice:

Pero esta relación existiría entre los nombres o signos únicamente en

la medida en que éstos denominan o designan algo. Sería una rela-

ción inducida por la conexión de cada uno de los dos signos con la

misma cosa designada. Esta conexión es arbitraria. No se le puede

prohibir a nadie tomar cualquier suceso u objeto producido

arbitrariamente, como signo para algo. Con ello, el enunciado a = b

no se referiría entonces ya a la cosa misma, sino tan sólo a nuestro

modo de designación; con ella no expresaríamos ningún verdadero

conocimiento. Pero esto es justamente lo que queremos en muchos

casos. Si el signo "a" sólo se diferencia del signo "b" como objeto (en

este caso por su forma), y no como signo (es decir, no por el modo

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 8 de 40


como designa algo), entonces el valor cognoscitivo de a = a sería

esencialmente el mismo que el de a = b, caso de que a = b fuera

verdadero. Una distinción puede darse únicamente en el caso de que

la diferencia de signos corresponda a una diferencia en el modo de

darse lo designado. p. 52.

E ilustra con un ejemplo de la geometría que dichos enunciados no son analíticos sino que

incrementan el conocimiento. Dice:

Sean a, b, c las rectas que unen los ángulos de un triángulo con el

punto medio de los lados opuestos. El punto de intersección de a y b

es entonces el mismo que el punto de intersección de b y c. Tenemos,

pues, designaciones distintas para el mismo punto, y estos nombres

("intersección de a y b", "intersección de b y c") indican al mismo

tiempo el modo de darse el punto, y de ahí que en el enunciado esté

contenido auténtico conocimiento. p. 52-3.

Por último, concluye que en el contenido de un signo deben distinguirse dos elementos, el

sentido y la referencia. Dice:

Es natural considerar entonces que a un signo (nombre, unión de pa-

labras, signo escrito), además de lo designado, que podría llamarse

la referencia del signo, va unido lo que yo quisiera denominar el sen-

tido del signo, en el cual se halla contenido el modo de darse. Según

esto, en nuestro ejemplo, la referencia de las expresiones "el punto

de intersección de a y b" y "el punto de intersección de b y c" sería

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 9 de 40


ciertamente la misma, pero no sería el mismo su sentido. La referen-

cia de "lucero vespertino" y de "lucero matutino" sería la misma, pero

el sentido no sería el mismo. p. 53ren

SENTIDO Y REFERENCIA DE LOS SIGNOS: NOMBRES PROPIOS

Hipótesis Frege: Propone reemplazar la noción de contenido conceptual por las nociones

de sentido y referencia. Esta es la hipótesis principal del ensayo. Comienza por aplicarla a

los nombres propios pero más adelante veremos que también la aplica a los enunciados

declarativos o aserciones.

Conceptografía: la noción de contenido conceptual

Se caracteriza de la siguiente manera. Frege indica que hay dos maneras en que dos juicios

A y B pueden diferir en cuanto a su contenido

a) Según la primera, toda consecuencia derivable de A junto con otros juicios, también

es derivable de B junto con esos juicios, y viceversa –no importa aquí por qué difieren

a pesar de esta coincidencia.

b) Otra manera en que el contenido de dos juicios puede diferir es cuando lo anterior

no se cumple, esto es, cuando no todas las consecuencias derivables de A junto con

otros juicios también son derivables de B junto con esos juicios, o viceversa. Frege

introduce la noción de mismo contenido conceptual como aquello que tienen en co-

mún dos juicios cuando difieren del primer modo. Esto es, cuando dos juicios A y B

son tales que coinciden en cuanto a las consecuencias que se siguen de cada uno

de ellos junto con cualquier otro conjunto de juicios, A y B poseen el mismo contenido

conceptual. El caso paradigmático que ofrece es aquel en el que reemplazamos A y

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 10 de 40


B por ‘los griegos derrotaron a los persas en Platea’ y ‘los persas fueron derrotados

por los griegos en Platea’. Como pueden ver, aquí el contenido esta determinado por

el rol inferencial del enunciado. Esta noción de contenido se reemplaza por las no-

ciones de sentido y referencia.

Ustedes deben detenerse en estas nociones para alcanzar una cierta pre-compren-

sión con la cual luego enfrentarse al texto. La noción de referencia no supone demasiados

desafíos, pues en su aplicación –excepto por algunos casos excéntricos que veremos más

adelante- Frege no se aleja demasiado del uso habitual que le damos a este término. La

referencia de un término es el objeto referido. Con la noción de sentido, Frege postula

una categoría ontológica y gnoseológica técnica, un tipo de entidad podemos decir, que va

a generar apoyos y rechazos en la investigación subsiguiente.

Al avanzar su hipótesis sobre del sentido y la referencia de los nombre propios, Frege

ofrece indicaciones fundamentales acerca de las categorías principales que admite en

su ontología, esto es, de los tipos de cosas bajo los cuales podemos clasificar las cosas

que existen. Al respecto nos dice:

Del presente contexto se desprende que con "signo” y "nombre" he entendido cual-

quier designación que presente un nombre propio, cuya referencia sea, pues, un

objeto determinado (tomada esta palabra en su tensión más amplia), pero no un

concepto ni una relación, sobre los cuales se tratará con más detenimiento en otro

ensayo. La designación de un único objeto puede estar compuesta de varias pala-

bras u otro tipo de signos. Para abreviar, llamaremos nombre propio a cada una de

tales designaciones. p. 53.

Algunos signos, los nombres propios –hoy los llamaríamos términos singulares-

refieren a objetos mientras que los nombres comunes refieren a conceptos. Conviene en-

tonces en este momento vincular las nociones semánticas que estamos introduciendo, el

sentido y la referencia, con las principales categorías que componen la ontología de Frege.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 11 de 40


ONTOLOGÍA DE FREGELIANA

Ésta se compone básicamente de OBJETOS y CONCEPTOS. Con más detalle po-

dríamos incluir a las relaciones y a las extensiones de los conceptos, pero las dos catego-

rías ontológicas fundamentales son objeto y concepto. A veces llama a los conceptos ‘ob-

jetos insaturados’. Los lugares, los tiempos y las personas también son categorizados como

objetos, sin menoscabo de que además sean sujetos de conocimiento y por ello le corres-

pondan otras descripciones ontológicas. Veremos a lo largo de este curso otros enfoques

filosóficos que parten de una ontología distinta.

Los nombres propios refieren a objetos, los nombres comunes refieren a concep-

tos. Es importante no confundir los conceptos con los sentidos. Tanto los nombres propios

como los nombres comunes expresan un sentido. Pero los primeros refieren a objetos

mientras que los segundos refieren a conceptos.

En una carta de Frege a Husserl en mayo de 1891, Frege subraya que en su análisis

los nombres comunes, como ‘caballo’, expresan un sentido y refieren a un concepto. Este

concepto puede o no tener objetos a los cuales se aplique. La relación entre el objeto y

el concepto es por lo tanto ontológica. Ustedes pueden pensar en la relación entre el

objeto y la propiedad. Husserl en cambio, según Frege lo ha entendido, postula que el nom-

bre común expresa un concepto y refiere a los objetos a los cuales el concepto se aplica.

Este esquema es inadecuado, siempre según Frege, porque si se acepta el principio según

el cual los términos que no tienen referencia no deberían aceptarse en el discurso científico,

la ciencia debería abstenerse de utilizar ningún concepto cuya extensión sea vacía, esto

es, que no se aplique a ningún objeto. Pero esta consecuencia es inaceptable, ya que hay

muchos conceptos legítimos en la ciencia con esta característica. En el análisis de Frege

dichos términos son aceptables porque tienen referencia. Dicha referencia es el concepto,

que es una categoría ontológica distinta a la de objeto. El siguiente cuadro tomado de la

carta referida a Husserl representa la posición de Frege al respecto:

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 12 de 40


SENTIDO Y REFERENCIA DE DISTINTOS TIPOS DE SIGNOS
Carta Frege a Husserl 24/may/1891

FREGE

HUSSERL (según FREGE)

Queda claro entonces que los sentidos no son conceptos. Ni tampoco son meras re-

presentaciones. Dice:

De la referencia y del sentido de un signo hay que distinguir la repre-

sentación a él asociada. Si la referencia de un signo es un objeto sen-

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 13 de 40


siblemente perceptible, la representación que yo tengo de él es en-

tonces una imagen interna formada a partir de recuerdos de impresio-

nes sensibles que he tenido, y de actividades que he practicado, tanto

internas como externas. Esa imagen está frecuentemente impregnada

de sentimientos; la claridad de cada una de sus partes es diversa y

vacilante. No siempre, ni siquiera en la misma persona, está unida la

misma representación al mismo sentido. La representación es sub-

jetiva: la representación de uno no es la del otro. Por ello se dan

múltiples diferencias en las representaciones asociadas al mismo sen-

tido. Un pintor, un jinete y un zoólogo asociarán probablemente repre-

sentaciones muy distintas al nombre "Bucéfalo". Por eso se diferen-

cia la representación esencialmente del sentido de un signo, el

cual puede ser propiedad común de muchos y que, por tanto, no

es parte o modo de la mente individual; pues ciertamente no se

podrá negar que la Humanidad tiene un tesoro común de pensa-

mientos, que transmite de una generación a otra. P. 56.

Los sentidos:

 no son conceptos ni tampoco representaciones, imágenes internas, formadas por

recuerdos de impresiones y actividades, impregnadas de sentimientos, cuyas partes

no son claras y que oscilan incluso en la misma persona

 no son parte de las mentes individuales ni se hallan en ellas.

 se hallan, por decirlo así, aunque esta metáfora espacial no debe confundirnos, ‘en-

tre’ la subjetividad de las representaciones y la objetividad de los objetos materiales

que habitualmente vemos y tocamos en el mundo. Dice:

La referencia de un nombre propio es el objeto mismo que designa-

mos con él; la representación que tenemos entonces es totalmente

subjetiva; entre ambas se halla el sentido, que ciertamente ya no es

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 14 de 40


subjetivo como la representación pero, con todo, tampoco es el objeto

mismo. Quizá sea adecuada la siguiente analogía, para ilustrar estas

relaciones. Alguien observa la Luna a través de un telescopio. Com-

paro la Luna con la referencia; es el objeto de observación, que es

proporcionado por la imagen real que queda dibujada sobre el cristal

del objetivo del interior del telescopio, y por la imagen en la retina del

observador. La primera imagen la comparo con el sentido; la segunda,

con la representación o intuición. P. 57.

De parte idealista o escéptica, a todo esto quizá se habrá objetado

desde hace ya rato lo siguiente: 'Hablas aquí sin más de la Luna como

de un objeto. ¿Pero cómo sabes tú que el nombre «la Luna» tiene

alguna referencia, cómo sabes que hay algo que tenga referencia?"

Respondo que nuestro propósito no es hablar de nuestra representa-

ción de la Luna, y que tampoco nos conformamos con el sentido,

cuando decimos "la Luna", sino que presuponemos una referencia.

Sería perder totalmente el sentido si se quisiera suponer que, en el

enunciado 'la Luna es menor que la Tierra", se está hablando de una

representación de la Luna. Si ésta fuera la intención del que habla,

utilizaría la expresión 'mi representación de la Luna". Desde luego, al

hacer aquella presuposición podemos equivocarnos, y tales equivo-

caciones se dan ciertamente. Pero aquí no tenemos por qué respon-

der a la cuestión de que quizá siempre cometemos tal equivocación;

de momento basta con señalar nuestro propósito al hablar o al pensar,

para justificar el que hablemos de la referencia de un signo, si bien

con la reserva: caso que exista tal. P. 59

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 15 de 40


Con nuestro lenguaje no hablamos acerca de representaciones sino de objetos ex-

ternos. No le interesa profundizar en la cuestión de hasta qué punto dichos objetos exter-

nos son construidos por la mente. Incluso si lo estuvieran, al hablar de ellos no estaríamos

hablando acerca de nuestras representaciones, sino acerca de esos objetos que están allí

fuera. Tampoco le interesa responder al escepticismo.

Rol gnoseológico de los sentidos

Pero la noción de sentido, como se ve, no cumple un rol meramente semántico.

También ocupa un rol destacado en la teoría del conocimiento que se desprende de este

ensayo y otros textos posteriores. Muchos autores, en efecto, interpretan los resultados de

Frege como importantes aportes para renovar un programa neo-kantiano. Porque el cono-

cimiento de un objeto parece estar siempre mediado por el modo en que éste se presenta.

Este modo de presentación del objeto -que no necesariamente debe tener por fuente a la

percepción- es captado por el agente como un contenido compuesto por sentidos estructu-

rados, esto es, como un juicio o pensamiento -vamos a ver más adelante la diferencia entre

estos dos. En referencia a este rol de los sentidos en el conocimiento de objetos Frege

nos dice:

El sentido de un nombre propio lo comprende todo aquel que conoce

el lenguaje o el conjunto de designaciones al que pertenece; pero con

ello, la referencia, caso de que exista, queda sólo parcialmente ilumi-

nada. Un conocimiento completo de la referencia implicaría que, de

cada sentido dado, pudiéramos indicar inmediatamente si le perte-

nece o no. Esto no lo logramos nunca. p. 53-4

En este pasaje Frege hace una observación importante acerca de la comprensión

de los sentidos, y también del conocimiento de la referencia. Para comprender los senti-

dos hace falta por lo general conocer el lenguaje en el cual se formulan. Y esos senti-

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 16 de 40


dos pueden aportar información parcial acerca de un objeto. Pero esa información no siem-

pre es útil para identificar al objeto referido. Incluso nuevos sentidos pueden aportar más

información sin que sea posible identificar al objeto. Nótese que ni siquiera saber cómo se

llama el objeto garantiza que podemos identificarlo.

Los signos entonces expresan un sentido. Dicho sentido no es el objeto ni el

concepto referido por él ni tampoco está compuesto por las imágenes y recuerdos,

por la representación subjetiva de cada agente.

REPRESENTACIONES

Pero si bien las representaciones subjetivas son ajenas al sentido de los signos, ellos sin

duda tienen la capacidad de despertarlas y manipularlas mediante el uso de los matices,

énfasis y alusiones propias del lenguaje natural, que hacen tanto a la esencia de la esfera

poética del lenguaje, pero también son el núcleo de otro uso que se expande hacia fin de

siglo como un reguero de pólvora, la propaganda. El terreno de las representaciones sub-

jetivas sobre el cual operan los signos, aún siendo individuales, esto es aún siendo eventos

mentales propios de cada persona, se estructuran colectivamente en torno a una serie

de imágenes, convenciones y rasgos de estilo que conforman la cultura común de

los pueblos. Esta división entre la referencia, el sentido y la representación unida a un

signo permite que Frege apunte distintos niveles en que pueden diferenciarse las palabras.

Nos dice:

Podemos ahora distinguir tres niveles de diferenciación entre pala-

bras, expresiones o frases enteras. O bien la diferencia se refiere a lo

sumo a las representaciones, o bien al sentido pero no a la referencia,

o bien, en fin, también a la referencia. Con respecto al primer nivel,

hay que hacer notar que, debido a la conexión incierta de las repre-

sentaciones con las palabras, para uno puede existir una diferencia

que otro no encuentra. Las diferencias en la traducción de un escrito

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 17 de 40


original no pasarían de este primer nivel. Entre otras diferencias posi-

bles aquí, están los matices y énfasis con que la poesía [y] la elocuen-

cia tratan de revestir el sentido. Estos matices y énfasis no son obje-

tivos, sino que el oyente o el lector debe dejarse llevar por las alusio-

nes del poeta o del orador. Naturalmente, sin cierto parentesco entre

las representaciones humanas, el arte no sería posible; pero nunca

puede averiguarse exactamente en qué medida nuestras representa-

ciones corresponden a los propósitos del poeta. P. 58.

La referencia, el sentido y la representación permiten distinguir tres modos en

que dos signos pueden diferir:

(1) por el objeto al cual refieren

(2) por el sentido que expresan

(3) por las representaciones que despiertan en el oyente. Esta tercera diferencia es tan

inoperante para la ciencia como vital para la poesía. Cómo se posicione al lenguaje filo-

sófico frente a esta oposición entre lenguaje científico y lenguaje poético depende

fundamentalmente, según creo, del modo en que interprete el fenómeno del conoci-

miento y de la verdad. En el caso de Frege el conocimiento se caracteriza como un con-

junto de juicios articulados inferencialmente. Y dichos juicios son pensamientos cuya ver-

dad el sujeto reconoce. Los pensamientos, por su parte, son conjuntos estructurados de

sentidos y dichos sentidos son modos en que las cosas se presentan.

- SENTIDOS  NOMBRES PROPIOS (términos singulares) OBJETOS

- NOMBRES COMUNES CONCEPTOS / ENUNCIADOS DE VERDAD

En el caso de un verdadero nombre propio como "Aristóteles", natu-

ralmente pueden dividirse las opiniones en cuanto a su sentido. Por

ejemplo, se podría suponer que este sentido es: el discípulo de Platón

y maestro de Alejandro Magno. Quien suponga esto, atribuirá al enun-

ciado "Aristóteles era originario de Estagira" un sentido distinto de

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 18 de 40


aquel para quien el sentido de este nombre fuera: el maestro de

Alejandro Magno originario de Estagira. Mientras la referencia siga

siendo la misma, pueden tolerarse estas oscilaciones del sentido, a

pesar de que deben evitarse en el edificio conceptual de una ciencia

demostrativa y de que no deberían aparecer en un lenguaje perfecto.

P. 53-4 (nota al pie).

En este pasaje Frege hace una observación interesante acerca del sentido de los

nombres propios. Nos presenta como uno de los sentidos del nombre ‘Aristóteles’ al mismo

sentido de la descripción definida ‘el maestro de Alejandro oriundo de Estagira’. Esto es

polémico porque para muchos autores posteriores el comportamiento semántico de los

nombres propios y de las descripciones definidas no es el mismo.

Por otra parte, el pasaje señala que las personas puedan asociar legítimamente dis-

tintos sentidos al mismo nombre. Los numerosos ejemplos posteriores del ensayo ilustran

de manera contundente estas oscilaciones del sentido en el lenguaje natural. Ofrecen

análisis de ellas y revelan cuánto depende su interpretación del contexto. Pero la conclusión

de Frege frente a estas oscilaciones de sentido es que no hay modo de desprenderse de

ellas.

Lenguaje natural y lenguaje de la ciencia

Esta característica del lenguaje natural no puede tolerarse en la ciencia. Se identifica

aquí un rasgo propio del lenguaje natural que el lenguaje de la ciencia ha de superar o

eliminar.

Lenguaje natural Lenguaje de la ciencia

La palabra tiene un sentido inestable La palabra tiene un sentido estable

El sentido es relativo al contexto, interprete,

tiempo.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 19 de 40


Nótese que Frege mantiene todavía la hipótesis de que el sentido de los enunciados es

objetivo. Pero esta dependencia del sentido respecto a su contexto no implica que el sen-

tido no sea objetivo. Frege observa más bien que podría no haber un conjunto de reglas

que permita computar automáticamente cuál es el sentido de cada expresión.

Señalemos por último que si bien ese ‘conjunto perfecto de signos’ sin oscilaciones

de sentido al cual la ciencia debería aspirar como herramienta para presentar e incrementar

sus resultados, hoy puede parecernos una suerte de utopismo lingüístico propio de una

época todavía exaltada por la contundencia de su desarrollo, al mismo tiempo nos impacta

como una aspiración / antecedente / motor de un proyecto de codificar nuestra información

acerca del mundo en un lenguaje que por su forma misma permita computar y ofrecer re-

sultados a una velocidad cuyo impacto en la cultura recién en la actualidad empezamos

lentamente a vislumbrar. Ese código luminoso purgado de los enredos del lenguaje natural,

que penetró en primera instancia los artefactos y avanza hacia el mundo natural exterior e

interior, sin embargo, resultó ser opaco para el hombre común, pues él habita un mundo

enhebrado por una ciencia que ya no comprende, encriptado en un lenguaje que le resulta

extraño.

SENTIDO Y REFERENCIA DE LOS SIGNOS: ENUNCIADOS

Al aplicar el análisis sentido-referencia a los enunciados, Frege postula que el sen-

tido de un enunciado es el pensamiento expresado y que su referencia es un valor

de verdad, esto es, la verdad o la falsedad. Ésta es su hipótesis principal aplicada al

ámbito de los enunciados. No se refiere a la actividad subjetiva de pensar, sino al contenido

objetivo, que es apto para ser propiedad común de muchos. Desarrolla esta hipótesis para

los enunciados afirmativos. Comienza el análisis considerando una alternativa que pronta-

mente va a descartar, según la cual el pensamiento sería la referencia del enunciado. Dice:

Un tal enunciado [una aserción] contiene un pensamiento. ¿Debe ser

considerado este pensamiento como su sentido o como su referen-

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 20 de 40


cia? Supongamos que el enunciado tiene una referencia. Si sustitui-

mos en él una palabra por otra de la misma referencia, pero de distinto

sentido, esto no podrá tener ningún efecto sobre la referencia del

enunciado. Sin embargo, vemos que, en tales casos, el pensamiento

cambia; pues, por ejemplo, el pensamiento del enunciado "el lucero

matutino es un cuerpo iluminado por el sol" es distinto del enunciado

"el lucero vespertino es un cuerpo iluminado por el sol". Alguien que

no supiera que el lucero vespertino es el lucero matutino podría tomar

un pensamiento por verdadero y el otro por falso. El pensamiento no

puede, pues, ser la referencia del enunciado; por el contrario, debere-

mos concebirlo como su sentido. P. 60

En este pasaje Frege argumenta que el pensamiento no es la referencia del enun-

ciado. El argumento descansa sobre:

1) El pensamiento es la referencia del enunciado. HIPÓTESIS ABSURDA.

2) La referencia del enunciado queda determinada por la referencia de los términos que lo

componen. PRINCIPIO DE COMPOSICIONALIDAD DE LA REFERENCIA.

3) Si se reemplaza en el enunciado un término por otro de igual referencia, la referencia

del enunciado no cambia. De 2.

4) Si se cambia en el enunciado un término por otro de igual referencia, el pensamiento

contenido en el enunciado no cambia. De 1 y 3.

5) Al cambiar en el enunciado un término por otro de igual referencia cambia el pensa-

miento contenido.

6) El pensamiento no es la referencia del enunciado. RECHAZO HIPÓTESIS ABSURDA.

En el ejemplo de Frege el enunciado ‘el lucero matutino es un cuerpo iluminado por

el sol’ se compone de un término singular ‘el lucero matutino’ del cual se predica un término

general ‘cuerpo iluminado por el sol’. La referencia de estos términos determina la referen-

cia del enunciado. El término singular refiere al objeto Venus. El término general refiere al

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 21 de 40


concepto expresado por ‘cuerpo iluminado por el sol’. No se trata de un término singular

porque no se aplica únicamente a un objeto. Al reemplazar el término singular ‘el lucero

matutino’ por el término singular ‘el lucero vespertino’, ambos con la misma referencia,

Frege sostiene que el pensamiento expresado ha cambiado.

El argumento para sostener que el pensamiento ha cambiado es que ‘alguien que

no supiera que el lucero vespertino es el lucero matutino podría tomar un pensamiento por

verdadero y el otro por falso’. El valor cognoscitivo de los enunciados no es el mismo, ni

tampoco es la misma la actitud del sujeto frente a ellos, pues en un caso afirma el contenido

y en otro lo niega. El principio aplicado por Frege aquí es que dos pensamientos frente a

los cuales una persona mantiene actitudes distintas no pueden ser el mismo pensa-

miento. el mismo principio que presentó al comienzo del ensayo. Se trata de un criterio que

Frege propone para evaluar si dos enunciados pueden tener el mismo significado.

El pensamiento no puede ser la referencia. ¿Cuál es entonces la referencia? An-

tes de avanzar su hipótesis, según la cual la referencia de los enunciados es la verdad o la

falsedad, Frege va a señalar, por un lado, que es posible que los enunciados carezcan

de referencia, y por el otro, que existe una conexión entre búsqueda de la referencia y

búsqueda de la verdad.

A continuación, Frege explica por qué no basta con meros pensamientos. Estas observa-

ciones nos van a proporcionar indicios para comprender su concepción de la verdad y del

conocimiento, y en consecuencia, como señalé antes, para recrear una concepción de la

filosofía. Frege indica que en su búsqueda de la verdad el hombre de ciencia suspende

el goce estético. Existe una suerte de equivalencia entre búsqueda científica y bús-

queda de la verdad. La filosofía también busca la verdad. Dicho procedimiento, entonces,

¿rige también sobre la filosofía? Frege nos dice que cuando nos interrogamos acerca de

la verdad de un enunciado, surge inmediatamente la pregunta acerca de la referencia de

nuestro lenguaje y de las expresiones que lo componen. Para determinar si un enunciado

es verdadero o falso, para determinar su valor veritativo, debemos empezar por co-

nocer a qué refieren los términos que lo componen. En esta simple observación está

esbozado un programa metodológico construido en torno a la máxima según la cual para

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 22 de 40


comprender el valor cognoscitivo de los enunciados se debe interrogar el significado de las

expresiones, junto a otra que delimita en los objetos percibidos y los conceptos postulados,

o sea en los referentes de las expresiones, el territorio contra el cual evaluar la pretensión

del lenguaje de expresar la verdad, o dicho más modestamente, verdades.

Después de haber admitido que algunos enunciados carecen de referencia y enfati-

zado por qué ella es importante, finalmente presenta la hipótesis de que en el caso de

los enunciados la referencia es el valor de verdad. La verdad y la falsedad son los

únicos dos objetos referidos por todas las afirmaciones. Para Frege la verdad y la

falsedad son objetos. En ‘Sobre Sentido y Referencia’ no entra en la caracterización de

estas nociones. Pero ustedes pueden pensar a los objetos como aquellas cosas que pue-

den ser referidas por un nombre propio. Adviertan que si tomamos este camino estamos

utilizando nociones semánticas -nombre propio, referir- para caracterizar nociones ontoló-

gicas, en este caso la de objeto. Sin duda es excéntrico considerar que la verdad y la

falsedad son también objetos. Pero ustedes deben comprender que se trata en gran medida

de un resultado técnico para poder computar las afirmaciones del lenguaje como fórmulas

de un sistema algebraico.

CARACTERIZACIÓN DEL JUICIO

Pasemos ahora a la caracterización de los juicios. Frege ha presentado al pensa-

miento como el sentido del enunciado y al valor de verdad como su referencia. Esto le

permite a su vez caracterizar al juicio como el paso del sentido a la referencia. En otro

pasaje muy bello va a trazar una analogía informal entre el acto de juzgar y el de distinguir

partes de la verdad. Como si ese objeto misterioso que ha postulado, la verdad, no fuese

otro que el mundo o la realidad, al cual a través del acto de juzgar descomponemos en

partes que archivamos y expresamos bajo la forma de pensamientos. Pero ahora vamos a

detenernos en algunos detalles de su caracterización del juicio. Nuevamente encontramos

aquí una simbiosis entre semántica y teoría del conocimiento.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 23 de 40


Nos dice que el juicio es el reconocimiento de la verdad del pensamiento. Esta palabra

-annerkennung- ha sido traducida en algunos casos como ‘tener por verdadero’. Pero esto

podría ser inexacto, si atendemos a la relación con el mundo que debe tener todo genuino

conocimiento o reconocimiento. Parece claro que no puede darse simultáneamente que

alguien conozca o sepa que ‘p’ y que ‘p’ no sea verdadero. Saber algo implica que aquello

es verdad, y si no fuera verdad, no habría sido conocimiento. Claro que con ello parece

quedar excluida la posibilidad de juicios falsos. Para mantener la traducción de ‘reconoci-

miento’ en un sentido fuerte, deberíamos interpretar que un juicio falso es un juicio defec-

tuoso. Pero no vamos a profundizar en esto ahora. Otra alternativa, como decía, es tomar

el ‘paso’ como un mero tener por verdadero.

Esta articulación entre el juicio y la verdad conduce a Frege hacia otra observación

penetrante respecto de la relación entre juzgar y predicar.

1) La primera es que JUZGAR no es PREDICAR de un contenido que ‘es verda-

dero’.

2) La segunda es que si tomamos un enunciado como ‘los griegos derrotaron a los

persas en Platea’ y predicamos verdad, formando el enunciado ‘es verdad que los

griegos derrotaron a los persas en Platea’, no modificamos con ello el contenido

expresado.

3) La tercera es que la relación del sujeto con el contenido no es ni puede ser parte del

contenido. En el caso del acto de habla de la afirmación esa relación consiste en que

el sujeto presenta como verdadero al contenido que expresa, en vez de preguntar

por su verdad, como ocurre en el acto de habla de la interrogación, o de exigir que

se vuelva verdadero, como ocurre en las órdenes. La determinación del tipo de rela-

ción que el sujeto tiene con el contenido que expresa viene dada, sostiene Frege,

por la ‘forma' del enunciado, que en el caso de la afirmación es la forma declarativa,

y seguramente también por diversos elementos del contexto. A partir de aquí queda

establecida una dicotomía entre FUERZA y CONTENIDO, que ustedes van a en-

contrar también en otros autores y se ha vuelto clásica en el análisis del lenguaje.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 24 de 40


En resumen, las palabras ‘la verdad’ y ‘es verdadero’, tanto como otras expresiones,

tienen un sentido y una referencia. Frege conjetura que el sentido de ‘es verdadero’ no

modifica el contenido expresado por el enunciado del cual se dice que es verdadero y tam-

poco obtenemos un juicio, sino que nos mantenemos en el orden del mero pensamiento,

sin determinar la relación que el sujeto mantiene con él. Frege postula también que la ver-

dad es un objeto que al igual que otros como el sol o la luna, no puede ser parte de

un pensamiento, ya que estos están compuestos de sentidos estructurados. Dicho objeto

es la referencia del término singular ‘la verdad’ pero también de todos los enunciados ver-

daderos, como ‘los griegos derrotaron a los persas en Platea’, ‘7 + 5 = 12’ o ‘yo estoy ahora

aquí’.

SENTIDO Y REFERENCIA INDIRECTOS

Hasta aquí el análisis de los enunciados de identidad ha conducido a Frege a pos-

tular dos elementos para explicar el significado. Con ellos ha analizado en primer lugar el

significado de los nombres propios y en segundo lugar aplicó el análisis al caso de los

enunciados de aserción. De aquí en adelante comienza a defender esta hipótesis frente a

numerosos casos que al no adecuarse a ella podrían ponerla en duda. Si bien no es la

única herramienta, destaca en su estrategia de defensa la distinción entre sentido y refe-

rencia directos de los signos y sentido y referencia indirectos. Introduce estas nociones en

el siguiente pasaje:

Si se quiere hablar del sentido de la expresión 'A", basta con usar

sencillamente la locución 'el sentido de la expresión «A»". En el estilo

indirecto se habla del sentido, por ejemplo, del discurso de otro. Se ve

claramente que, incluso en este modo de hablar, las palabras no tie-

nen su referencia usual, sino que se refieren a lo que habitualmente

es su sentido. Para utilizar una expresión breve, vamos a decir: las

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 25 de 40


palabras se usan indirectamente, o tienen su referencia indirecta en

el estilo indirecto. Según esto, distinguimos la referencia habitual de

una palabra de su referencia indirecta, y su sentido habitual de su

sentido indirecto. La referencia indirecta de una palabra es, pues, su

sentido usual. Hay que tener siempre presentes tales excepciones si

se quiere concebir correctamente, en cada caso particular, el modo

de conexión de signo, sentido y referencia. P. 55.

Se introduce entonces en este pasaje la diferencia entre referencia directa e indirecta y

sentido directo e indirecto. El término singular ‘el sentido de la palabra ‘caballo’’, no expresa

el sentido caballo, sino que refiere a él, esto es, toma al sentido como objeto del cual se

puede predicar tal o cual cosa. Veremos a continuación que la introducción del recurso del

modo indirecto del sentido y la referencia es la herramienta fundamental para tratar las

excepciones que podrían obstaculizar la aceptación de la hipótesis principal de Frege.

PRINCIPIO DE COMPOSICIONALIDAD DE LA REFERENCIA

Presenta el principio implícitamente en el siguiente pasaje:

Si es correcta nuestra suposición de que la referencia de un enun-

ciado es su valor veritativo, entonces este debe permanecer inmodifi-

cado cuando una parte del enunciado se sustituye por una expresión

de la misma referencia, pero de distinto sentido. P. 64.

Los enunciados verdaderos refieren a la verdad y los falsos a la falsedad. En virtud del

principio de composicionalidad de la referencia, según el cual la referencia del enun-

ciado se determina por la referencia de sus partes constitutivas, concluye de ello que

si en un enunciado se sustituye una parte por otra de igual referencia, el valor veritativo del

enunciado no debe cambiar. Podemos reponer el argumento del siguiente modo:

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 26 de 40


1) La referencia del enunciado se determina por la referencia de sus partes constitutivas.

PRINCIPIO DE COMPOSICIONALIDAD DE LA REFERENCIA.

2) La referencia del enunciado es su valor veritativo. HIPÓTESIS DE FREGE.

3) Si se modifica una parte del enunciado por otra con la misma referencia el valor veritativo

del enunciado no se modifica. DE 1 y 2.

ANÁLISIS DE ENUNCIADOS SUBORDINADOS CUYO SENTIDO NO ES UN PENSA-

MIENTO O CUYA REFERENCIA NO ES UN VALOR DE VERDAD

Pero al aplicar el principio de composicionalidad de la referencia aparecen una can-

tidad de enunciados que parecen resistir la hipótesis de Frege, y para los cuales se deberá

dar un análisis alternativo a través de diversas estrategias, donde prepondera la ya intro-

ducida (1) distinción entre referencia directa y referencia indirecta. Pero también hay otras,

como (2) la distinción entre contenido presupuesto y contenido expresado, (3) el análisis

del contenido indeterminado, (4) la existencia de enunciados dobles o exponibles y (5) la

hipótesis de pensamientos adicionales o secundarios. Frege procura mostrar que los enun-

ciados problemáticos o bien no refieren a un valor de verdad, como en el caso de los enun-

ciados subordinados que refieren a su sentido, de las presuposiciones y de los enunciados

exponibles o dobles, o bien no expresan un pensamiento, como en el caso de los enuncia-

dos con referencia indeterminada y las presuposiciones.

I. Enunciados subordinados con referencia indirecta

Un primer obstáculo que debe sortear aparece con los enunciados que tienen otros

enunciados como partes subordinadas. Al reemplazar uno de estos subordinados por otro

de igual valor veritativo puede cambiar el valor de verdad del enunciado principal que lo

contiene, con lo cual podría inferirse que la hipótesis de Frege según la cual la referencia

es el valor de verdad, es errónea. Frege deberá mostrar por qué esta interpretación es

adecuada. En el caso del estilo indirecto, la referencia de estos enunciados no es un valor

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 27 de 40


veritativo sino un pensamiento. Con lo cual cambiar su valor veritativo no equivale a cambiar

la referencia.

Grupos de enunciados indirectos

i) Enunciados que refieren a su sentido

Tenemos un primer grupo de enunciados que refieren a su sentido y que por lo tanto

no expresan su sentido habitual, sino que expresan el sentido de las palabras ‘el pensa-

miento de que…’. No vamos a entrar ahora en la cuestión del sentido indirecto de los tér-

minos singulares y los enunciados.

Es importante que ustedes entiendan que con sus ejemplos Frege va a evaluar si su hipó-

tesis de que la referencia de los enunciados asertivos es su valor de verdad permite satis-

facer el principio de composicionalidad de la referencia, según el cual, dado que la

referencia del enunciado principal está determinada por la referencia de sus partes,

al cambiar un signo del enunciado por otro de igual referencia, no debería modifi-

carse la referencia del enunciado principal. Frege debe apelar a su distinción entre re-

ferencia directa e indirecta y sostener que los enunciados subordinados refieren a su sen-

tido, ergo para que su reemplazo garantice que el valor de verdad del enunciado principal

no se modifica, deben ser reemplazados por otros con el mismo sentido, no con el mismo

valor de verdad.

El enunciado subordinado, no refiere a un hecho ni a un valor de verdad sino a un pensa-

miento. Dicho contenido puede ser falso, sin por ello afectar la verdad del enunciado com-

pleto que expresa la actitud de la persona frente a él. En definitiva, como el enunciado

subordinado refiere a su sentido, no es posible cambiarlo por otro con igual valor veritativo

pero distinto sentido y esperar que el valor veritativo del enunciado principal no se modifi-

que.

ii) la Referencia indirecta en enunciados que contienen otros enunciados unidos

mediante una referencia

Existe también la Referencia indirecta en enunciados que contienen otros enunciados

unidos mediante una referencia.En este nuevo ejemplo tenemos dos enunciados que

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 28 de 40


refieren a lo que habitualmente es su sentido, unidos por la creencia en un vínculo

inferencial entre ellos. La verdad de ninguno de los dos es relevante para la verdad

del enunciado completo. Si quisiéramos descomponerlo, tendríamos los siguientes tres

enunciados: ‘Colón creía que la tierra es redonda’, ‘Colón creía que podía llegar a India

viajando desde Europa hacia el oeste’ y ‘La razón por la cual Colón creía que podía

llegar a la India viajando hacia el oeste es que creía que la tierra es redonda’. Lo mismo

ocurre con los enunciados que incluyen adverbios de finalidad, tiempo o lugar y con los

enunciados calificativos. Hacia el final del ensayo va a presentar ejemplos que ilustran

todos estos casos.

II. Enunciados subordinados con referencia indeterminada

En un nuevo grupo Frege analiza enunciados donde no puede identificarse un pen-

samiento completo como sentido, lo cual también supone una objeción a su hipótesis

principal. Descarta esta objeción señalando que en ellos hay un signo que sólo refiere in-

determinadamente, como ocurre en aquellos enunciados donde se busca expresar la ge-

neralidad propia de las leyes. Menciono estos casos porque conducen a Frege a formular

otra observación reveladora sobre la relación entre juicios y pensamientos, vinculada a su

desarrollo de la teoría de la cuantificación. Nos dice:

Incluso en los enunciados condicionales puede reconocerse general-

mente, como lo acabamos de ver en el caso de los enunciados nomi-

nales, calificativos y adverbiales, un componente que alude indeter-

minadamente, al que en el enunciado consecuente le corresponde

otro igual. Al aludirse los dos, el uno al otro, se unen ambos enuncia-

dos en una totalidad que, por lo general, expresa solamente un pen-

samiento. En el enunciado:

Encontramos aquí la sutileza del análisis de Frege aplicada a los enunciados condicionales,

que a diferencia de lo que puede creerse, cuando logran la generalidad propia de las leyes

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 29 de 40


no consisten en la relación entre dos juicios o pensamientos. Pues existe un elemento en

ambos que refiere indeterminadamente y por ese motivo impide que asignemos un pensa-

miento y un valor de verdad determinado a cada uno de los enunciados subordinados uni-

dos en la estructura condicional.

III. Enunciados subordinados: presuposiciones

Vamos a pasar ahora a otro conjunto de enunciados que conforman un fenómeno

muy interesante que Frege identifica y analiza en el ensayo, se trata de la relación entre

el contenido expresado y el contenido presupuesto. Tal como los enunciados

subordinados con referencia indeterminada, las presuposiciones no refieren a un valor

de verdad, ni expresan un pensamiento. Insisto en que es importante que ustedes ad-

viertan que si Frege los introduce es porque entiende que podrían representar contra-ejem-

plos contra su hipótesis principal de que el sentido de los enunciados es un pensamiento y

su referencia es un valor de verdad. Nos dice:

Llegamos ahora a otros enunciados subordinados, en los que las pa-

labras tienen ciertamente su referencia usual, pero sin que aparezca

un pensamiento como sentido, ni un valor veritativo como referencia.

Cómo es esto posible, se verá claramente con ejemplos.

'El que descubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias murió en

la miseria.'

Si en este caso el enunciado subordinado tuviera por sentido un pen-

samiento, tendría que ser posible expresarlo también en un enunciado

principal. Pero esto no puede ser, porque el sujeto gramatical 'el que'

no tiene ningún sentido independiente, sino que proporciona las rela-

ciones con el segundo miembro del enunciado, “murió en la miseria".

De ahí también que el sentido del enunciado subordinado no sea un

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 30 de 40


pensamiento completo y que su referencia no sea un valor veritativo,

sino Kepler. P. 70.

Frege nos ofrece aquí un ejemplo de un enunciado subordinado que no expresa un

pensamiento ni refiere a un valor de verdad. Debe explicar entonces por qué no representa

una objeción contra su hipótesis. Sostiene que ‘el que descubrió la forma elíptica de las

órbitas planetarias’ no es una afirmación sino una descripción, pues la expresión ‘el que’ no

tiene un sentido independiente, sino que aparece meramente para conectar la descripción

‘descubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias’ con el predicado del enunciado prin-

cipal, o sea con ‘murió en la pobreza’. Siendo una descripción, refiere a un objeto, en este

caso una persona, Kepler.

Pero Frege contempla además una objeción a la solución que ha ofrecido, y abre

con ellos otra problemática vinculada con estos casos. Sigue Frege:

Podría objetarse que el sentido del todo contiene, no obstante, un

pensamiento como parte, a saber, el de que existió uno que descubrió

por primera vez la forma elíptica de las órbitas planetarias; pues quien

tuviera por verdadero el todo no podría negar esta parte. Lo último es

indiscutible; pero únicamente debido a que, en caso contrario, la

subordinada "el que descubrió la forma elíptica de las órbitas planeta-

rias" no tendría ninguna referencia. Cuando se afirma algo, siempre

es evidente la suposición previa de que los nombres propios utiliza-

dos, ya sean simples o compuestos, tienen una referencia. Así pues,

si se afirma 'Kepler murió en la miseria', se presupone con ello que el

nombre 'Kepler" designa algo; pero por esto, sin embargo, en el sen-

tido del enunciado 'Kepler murió en la miseria" no está contenido el

pensamiento de que el nombre 'Kepler" designa algo. Si éste fuera el

caso, la negación no podría ser

“Kepler no murió en la miseria",

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 31 de 40


sino

“Kepler no murió en la miseria, o bien el nombre «Kepler» carece de

referencia.”

Que el nombre 'Kepler' designa algo es, por el contrario, presuposi-

ción tanto de la afirmación

“Kepler murió en la miseria”,

como de la opuesta. P. 70-1.

Frege considera en este pasaje una posible objeción a su interpretación de este tipo de

enunciados subordinados, que contienen una descripción de un objeto del cual en el enun-

ciado principal se predica algo. Resulta que del enunciado subordinado ‘el que descubrió

la forma elíptica de las órbitas planetarias’ se desprende de algún modo un pensamiento

que puede ser verdadero o falso. Se trata del pensamiento de que existe alguien que des-

cubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias. Todos aceptan esta observación.

Ahora bien, para que sea admisible la objeción a la interpretación de Frege de los

enunciados subordinados que expresan una descripción, el pensamiento que se desprende

de algún modo del enunciado subordinado, el pensamiento de que existió alguien que des-

cubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias, debe ser parte de lo expresado por el

enunciado completo. La objeción no es admisible, en cambio, si el contenido simplemente

es evocado por la oración, pero no es parte del contenido expresado por ella.

La filosofía de Frege está impregnada de una extrema sensibilidad a este tipo de

fenómenos. Y el campo de investigación por él abierto irá progresivamente articulando esta

nueva y fecunda obsesión por el contenido semántico de las expresiones de nuestro len-

guaje con aquella otra conocida previamente en la modernidad por las experiencias que

dotan de contenido a nuestras creencias.

La razón para pensar que parte del contenido del enunciado ‘el que descubrió la

forma elíptica de las órbitas planetarias murió en la pobreza' es que existe alguien que

descubrió las formas elíptica de las órbitas planetarias, es que la verdad de la primera su-

pone la verdad de la segunda. Si la última no fuera verdadera la primera no podría serlo.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 32 de 40


Siguiendo este criterio podríamos conjeturar que el enunciado en cuestión es equivalente

a este otro: ‘Existe alguien que descubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias y murió

en la pobreza.

Pero Frege rechaza la hipótesis, señalando que tiene una consecuencia inaceptable

cuando se considera cuál sería la negación del enunciado. Para ilustrar esta consecuencia

indeseada nos propone evaluar cuál sería la negación del enunciado ‘Kepler murió en la

miseria’. Nos dice que bajo la hipótesis sugerida, la negación del enunciado sería ‘Kepler

no murió en la miseria o ‘Kepler’ carece de referencia’.

Frege considera que esto es incorrecto: que el nombre Kepler posea una referencia

no es parte del contenido expresado sino algo presupuesto. Que existe alguien que descu-

brió la forma elíptica de las órbitas planetarias es algo presupuesto por el enunciado, sin

ser parte de lo expresado por él. Esta observación es relevante. Frege nos indica que

algunos pensamientos fuertemente vinculados con un enunciado pueden no ser ex-

presados por él, sino sólo presupuestos. Estamos entrando al terreno de los que Frege

va a llamar pensamientos secundarios, un conjunto de fenómenos que autores

posteriores van a llamar ‘implicaturas’, donde se pone el foco en la relación entre lo dicho

y lo expresado literalmente.

Se trata, por otra parte, del problema acerca de la interpretación correcta del

contenido de las descripciones definidas, uno de los grandes desafíos en torno a los

cuales se va a estructurar el incipiente nuevo estilo filosófico. Ustedes podrían preguntarse

si la sustitución en el ejemplo anterior del nombre ‘Kepler’ por la descripción ‘El que descu-

brió la forma elíptica…’ es relevante para evaluar la respuesta de Frege.

El fenómeno del contenido presupuesto, por otra parte, profundiza la diferen-

cia entre el lenguaje natural y el lenguaje simbólico o lenguaje idealizado de la cien-

cia. Nos dice:

Ahora bien, resulta que las lenguas tienen el defecto de que en ellas

son posibles expresiones que, por su forma gramatical, están destina-

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 33 de 40


das a designar un objeto, pero que, en casos especiales, no consi-

guen este objetivo suyo, porque esto depende de la verdad de un

enunciado. Por eso depende de la verdad del enunciado

“existió uno que descubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias”,

el que la subordinada

“el que descubrió la forma elíptica de las órbitas planetarias”

designe realmente un objeto, o bien que sólo produzca la apariencia

de ello, careciendo de hecho de referencia. Y así es como llega a pa-

recer como si nuestra subordinada contuviera, como parte de su sen-

tido, el pensamiento de que existió uno que descubrió la forma elíptica

de las órbitas planetarias. Si esto fuera correcto, la negación debería

ser:

“el que descubrió por primera vez la forma elíptica de las órbitas pla-

netarias, no murió en la miseria, o bien no hubo nadie que descubriese

la forma elíptica de las órbitas planetarias".

Esto radica, pues, en una imperfección del lenguaje, de la que, por lo

demás, tampoco está completamente libre el lenguaje simbólico del

análisis. P. 71-2.

El contaste entre el lenguaje natural y el lenguaje lógicamente perfecto continúa en el si-

guiente pasaje donde Frege propone como criterio de adecuación para el segundo que

todos los nombres designen algún objeto. Dice:

De un lenguaje lógicamente perfecto (ideografía [conceptografía]) hay

que exigir que cada expresión, que se haya formado como nombre

propio a partir de signos ya introducidos de manera gramaticalmente

correcta, designe realmente también un objeto, y que no se introduzca

ningún signo como nombre propio sin que antes -no se le haya ase-

gurado una referencia. P. 72.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 34 de 40


Esta misma observación se ilustra luego con un ejemplo que de manera imprevista

hasta aquí se dirige abiertamente al campo del discurso político de la época, para ubicar

algunas de sus nociones y enunciados por fuera del territorio demarcado de la ciencia y el

conocimiento. Dice:

En los tratados de Lógica se previene en contra de la multivocidad de

las expresiones como fuente de errores lógicos. Creo que es por lo

menos igualmente oportuna la prevención frente a los nombres pro-

pios aparentes que no tienen ninguna referencia. La historia de las

matemáticas podría narrar todos los errores que han surgido de ahí.

Estos son frecuentes igualmente en el mal uso demagógico, quizá

más todavía que las palabras multívocas. Puede servir de ejemplo "la

voluntad del pueblo", pues es fácil establecer que, por lo menos, no

hay una referencia universalmente aceptada de esta expresión. Por

esto no es en absoluto irrelevante taponar de una vez por todas la

fuente de esos errores, por lo menos para la ciencia. Objeciones como

la antes discutida serán entonces imposibles, porque nunca podrá de-

pender de la verdad de un pensamiento el que un nombre propio

tenga una referencia. P. 72-3.

Entre los criterios de adecuación del lenguaje de la ciencia Frege apunta no solamente que

no debe haber multivocidad sino que tampoco debe haber ausencia de referencia en los

términos utilizados. Ilustra esto con el ejemplo del término singular ‘la voluntad del pueblo’,

del cual señala que carece de una referencia estable, y al hacerlo excluye del campo de la

ciencia a aquellos discursos que hagan uso de esta noción.

Poco más adelante Frege ofrece ejemplos de un enunciado que admite más de una

lectura en cuanto al contenido expresado, porque una parte suya podría interpretarse como

contenido presupuesto. Dice en una nota::

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 35 de 40


Por lo demás, respecto de estos enunciados, son posibles concepcio-

nes ligeramente distintas. El sentido del enunciado "después de que

Schleswig-Holstein se hubo separado de Dinamarca, se enemistaron

Prusia y Austria" podemos volver a darlo bajo la forma "después de la

separación de Schleswig-Holstein de Dinamarca, se enemistaron Pru-

sia y Austria". Bajo esta concepción, está suficientemente claro que

no debe ser considerado parte de este sentido el pensamiento de que

Schleswig-Holstein se separó alguna vez de Dinamarca, sino que esto

es la condición necesaria para que la expresión "después de la sepa-

ración de Schleswig-Holstein de Dinamarca" tenga alguna referencia.

Naturalmente, nuestro enunciado puede concebirse de tal manera

que con él se diga que Schleswig-Holstein se separó una vez de Di-

namarca. P. 75 (NOTA).

Es importante advertir que estas observaciones no deben considerarse como meros resul-

tados negativos. Pues la progresión de ejemplos va mostrando cuán complejo es el entra-

mado del lenguaje natural, al punto que la ausencia de un modo único de computar el con-

tenido de los enunciados comienza a vislumbrarse como un rasgo esencial del lenguaje en

su uso ‘natural’ cotidiano, pero también de otros.

En efecto, el análisis de Frege del lenguaje natural revela al mismo tiempo la cons-

trucción de la trama del discurso histórico, otra disciplina que por ese entonces adoptaba

un conjunto de pautas de investigación que la acercan al modo en que hoy se la practica.

A través de su trabajo artesanal sobre los enunciados pone en evidencia la necesidad de

una exégesis de este discurso mucho más detenida y minuciosa de lo que un lector no

precavido podría suponer.

Enunciados subordinados ‘dobles’ o exponibles

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 36 de 40


Encontramos en los enunciados ‘dobles’ o exponibles otro conjunto muy interesante

que tampoco permite reemplazar un subordinado por otro con el mismo valor de verdad sin

modificar el valor de verdad del enunciado general, y presentan por lo tanto un desafío a la

hipótesis principal. Nuevamente Frege ilustra con un ejemplo del ámbito del discurso histó-

rico. Se trata de los enunciados en los cuales la referencia de los signos que componen un

enunciado subordinado tienen al mismo tiempo un uso directo y otro indirecto. Nos dice:

Consideremos ahora algunos casos en los que esto sucede regular-

mente. En el enunciado

“Bebel se imagina que, por medio de la devolución de Alsacia-Lorena,

se podrán acallar los deseos de venganza de Francia",

se expresan dos pensamientos, de los cuales, no obstante, no perte-

nece el uno al enunciado principal y el otro al subordinado, a saber:

1. Bebel cree que, por medio de la devolución de Alsacia-Lorena,

se podrán acallar los deseos de venganza de Francia;

2. por medio de la devolución de Alsacia-Lorena no podrán aca-

llarse los deseos de venganza de Francia.

En la expresión del primer pensamiento, las palabras de la subordi-

nada tienen su referencia indirecta, mientras que esas mismas pala-

bras, en la expresión del segundo pensamiento, tienen su referencia

usual. Vemos, pues, que en nuestra estructura enunciativa originaria,

la subordinada debe tomarse como doble, con distintas referencias,

de las cuales una es un pensamiento y la otra un valor veritativo.

Ahora bien, puesto que el valor veritativo no es toda la referencia del

enunciado subordinado, no podemos sustituir sin más este por otro

del mismo valor veritativo. Análogamente ocurre con expresiones

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 37 de 40


como "saber", "reconocer” (VER TRADUCCIÓN), “es sabido". P. 82-

3.

Pero además, nos dice:

En todo esto, debe tenerse siempre en cuenta que resuenan pensa-

mientos adicionales, que, sin embargo, en realidad no están expresa-

dos y que por esto no deben ser incluidos en el sentido del enunciado,

no interesándonos, por lo tanto, su valor veritativo. P. 79.

Aquí tenemos nuevamente resaltado un rasgo típico del lenguaje natural; al proferir un

enunciado resuenan muchas veces otros pensamientos que, sin ser expresados, pueden

tener un valor comunicativo determinante. Si al encontrarme con alguien me pregunta ‘por

qué estás contento’ y respondo ‘tenía ganas de verte’, comunico que estoy contento debido

al encuentro con esa persona, a pesar de que esto no sea parte de lo expresado. Esta

diferencia entre lo dicho y lo comunicado ha sido objeto de estudio reciente en las últimas

décadas.

PENSAMIENTOS SECUNDARIOS

No todos los enunciados subordinados podrán analizarse fácilmente aplicando el esquema

propuesto, Frege atribuye esta incapacidad a la existencia de otro fenómeno ampliamente

difundido en el lenguaje natural, que es el de los pensamientos secundarios evocados al

proferir un enunciado. Nos dice, nuevamente ilustrando el caso con un ejemplo histórico:

Se trata de un fenómeno casi omnipresente de nuestra comunicación cotidiana. Por un

lado, Frege sugiere que habrían leyes psicológicas que permitirían explicar los vínculos

entre los pensamientos expresados y los pensamientos secundarios que ellos suscitan se-

gún el contexto.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 38 de 40


Por el otro, nos ofrece un criterio para determinar si un pensamiento debe ser considerado

como expresado o meramente como sugerido por la proferencia de un enunciado. Nos dice

que si la falsedad de dicho pensamiento nos lleva a concluir que el enunciado proferido es

falso, entonces lo estamos considerando como parte del contenido expresado, mientras

que si su falsedad no nos conduce a atribuirle falsedad al enunciado proferido, se trataría

de un pensamiento secundario, meramente sugerido pero no expresado por la proferencia.

Este método tan simple será extremadamente importante en el desarrollo del análisis del

lenguaje, ya que nuestras intuiciones respecto del valor de verdad de los enunciados ofi-

ciarán de guía para analizar el significado que poseen.

Cuando finalmente acaba con el análisis de toda la batería de ejemplos que ha con-

templado, procede a resumir los resultados de su investigación de los enunciados subordi-

nados. A diferencia de lo que Frege postula en su hipótesis principal, estos por lo general

no tienen por referencia un valor de verdad y a veces no tienen por sentido un pensamiento.

La explicación de esto es que se trata de casos

(1) en que las palabras tienen una referencia indirecta

(2) en que la subordinada es incompleta debido a que hay en ella un componente que alude

indeterminadamente

(3) la subordinada se refiere ciertamente a un valor veritativo, pero no se limita a esto, al

comprender su sentido, además de un pensamiento, una parte de otro pensamiento, con lo

cual la subordinada deba tomarse como doble.

CONCLUSIÓN DE LA COMPOSICIONALIDAD DE LA REFERENCIA

Con esto Frege cierra su análisis del principio de composicionalidad de la referencia en los

enunciados subordinados, y concluye que de todo eso resulta con suficiente probabilidad

que los casos en que una subordinada no es sustituible por otra del mismo valor veritativo,

no demuestran nada en contra de su idea de que el valor veritativo es la referencia del

enunciado, el sentido del cual es un pensamiento.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 39 de 40


Tras enfrentar todos los obstáculos apelando a consideraciones en torno a la refe-

rencia indirecta, a las descripciones y presuposiciones, a la referencia indeterminada y a

los pensamientos adicionales o secundarios, Frege considera que su hipótesis principal

acerca del sentido y la referencia aplicada no solamente a los nombres propios sino también

a los enunciados, ha salido victoriosa. El sentido de los enunciados es un pensamiento

y su referencia un valor de verdad. Frege considera que ha logrado aplicar el mismo

análisis del significado a dos áreas del lenguaje, los nombres propios y los enunciados.

Hacia el final del ensayo encontramos una nueva reflexión acerca del valor cognos-

citivo de los enunciados. Esto es importante para no perder de vista que las observaciones

acerca del significado, acerca de la semántica del lenguaje, conllevan al mismo tiempo con-

clusiones relevantes para la teoría del conocimiento. Frege nos recuerda que del mismo

modo que el significado de los enunciados está compuesto tanto por la referencia como por

el sentido, nuestros conocimientos también deben analizarse según este doble factor:

el de los atributos o relaciones de las cosas tanto como el modo en que éstas se

presentan. De modo que aún cuando nuestros juicios acerca del mundo atribuyan los mis-

mos conceptos a los mismos objetos, podrán diferir entre sí e incrementar nuestro conoci-

miento según el modo en que los presenten.

Martín Ahualli - F. CONTEMP. teórico Frege 16/08/2018 40 de 40

Anda mungkin juga menyukai