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CIENCIA

Nombre femenino
1. Rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos
objetivos y verificables sobre una materia determinada que son
obtenidos mediante la observación y la experimentación, la explicación
de sus principios y causas y la formulación y verificación de hipótesis y
se caracteriza, además, por la utilización de una metodología
adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los
conocimientos.
"ciencia médica"

Ciencias sociales
Ciencias que estudian el comportamiento del hombre en la sociedad y
sus formas de organización.
"la antropología y la sociología son ciencias sociales"

Las ciencias sociales son las ramas de la ciencia relacionadas con


la sociedad y el comportamiento humano. Se las distingue de
las ciencias naturales y de las ciencias formales. Además es una
denominación genérica para las disciplinas o campos del saber, que
analizan y tratan distintos aspectos de las relaciones sociales y
los grupos
de personas que componen la sociedad. Estas se ocupan tanto de sus
manifestaciones materiales como de las inmateriales. Otras
denominaciones confluyentes o diferenciadas, según la intención de
quien las utiliza, son las de ciencias humanas, humanidades o letras.1
También se utilizan distintas combinaciones de esos términos, como la
de ciencias humanas y sociales.
Las ciencias sociales estudian el origen del comportamiento individual
y colectivo, buscando comprender y explicar regularidades y
particularidades que se expresan en el conjunto de las instituciones
humanas.
INSTRUCCIONES DE ENTREGA 3 – Semana 7

Entrega 3 – “¿Qué significa conocer en las ciencias sociales?”


Producto: Texto

Instrucción

Para la realización de la entrega final vamos a imaginarnos la


siguiente situación:

En una importante universidad del país se celebra un Congreso sobre


Investigación Científica. Ustedes, los estudiantes del módulo de
Introducción a la Epistemología de las Ciencias Sociales, han sido
invitados a participar con sus intervenciones en un debate sobre la
siguiente afirmación:

Las ciencias sociales deben regirse por los mismos criterios y


métodos científicos que orientan la investigación en las ciencias
naturales. De lo contrario no podrían ser consideradas como ciencias.

El Congreso en cuestión ha abierto un espacio para que cada uno de


los grupos de este módulo participe con una intervención de máximo
1200 palabras en la que se presenten argumentos a favor y en contra
de esta afirmación, para finalizar ofreciendo su propia posición
argumentada frente a la afirmación propuesta.

Para la escritura de sus textos tengan en cuenta las siguientes


orientaciones:

 Los argumentos a favor y en contra deben basarse en distintas


perspectivas y corrientes epistemológicas estudiadas en el
módulo (no necesariamente en todas), haciendo referencia
explícita a ellas.

 La posición propia debe argumentarse y tener una extensión


entre 350 y 400 palabras.
 El texto debe entregarse en archivo WORD, márgenes superior e
inferior de 2,5 cm, y derecho e izquierdo de 3 cm. Letra Arial 12
puntos, interlineado de 1,5. Debe indicar en el encabezado el
nombre completo de todos los miembros del grupo. Sólo debe
subirlo a la plataforma uno de los integrantes.
 Tener en cuenta los criterios de evaluación del proyecto.

CORRIENTES EPISTEMOLOGICAS

CORRIENTE CARTILLA
RELATIVISMO C1-S2
REALISMO C1-S2
IDEALISMO C1-S2 C1-S4
ESCEPTICISMO C1-S3 C1-S4
POSITIVISMO C1-S4
MATERIALISMO C1-S5 C1-S6 C2-S8
EMPIRISMO C1-S6 C2-S6
RACIONALISMO C1-S8
DOGMATISMO C2-S6 C1-S7
EXISTENCIALISMO NA
IDEALISMO

Las ciencias sociales deben regirse por los mismos criterios y


métodos científicos que orientan la investigación en las ciencias
naturales. De lo contrario no podrían ser consideradas como ciencias.

La primera parte de este ensayo consistirá en describir en general como


operan los métodos en las ciencias naturales y como operan en las ciencias
sociales, se verá en primer término que no hay una ciencia natural y una
ciencia social sino que hay ciencias en plural y cada una presenta su
especificidad. El siguiente subtema mostrará la complejidad del problema y
como este no admite respuesta simples. Y en tercer lugar daremos nuestra
visión de esta problemática. Finalmente sacaremos las conclusiones
correspondientes.

“Jamás hubo semejante posibilidad de conocimiento y semejante posibilidad de


oscurantismo”
Boris Ryback
Hemos escuchado decir en más alguna ocasión que el conocimiento científico es
aquel que se obtiene mediante el método científico, esto sin duda pone de relieve
la importancia del método en la ciencia.
De las múltiples problemáticas en torno al método científico hemos escogido la
de la diferencia de métodos entre las ciencias naturales y las ciencias sociales y
nuestro objetivo es describir y analizar dicha diferencia.
Hay corrientes que piensan que esa diferencia no existe, el positivismo es una de
ellas, incluso más, hay dentro de esta corriente quienes piensan que la
cientificidad de las ciencias sociales está dada por la utilización del método de
alguna ciencia natural o la inclusión de la formalización matemática.
Desde luego hay quienes desde otros paradigmas discrepan rotundamente de tales
criterios y buscan establecer un método propio y específico para ciencias
sociales. Estas por tanto no deben buscar su estatuto de cientificidad en las
ciencias físicas o naturales sino en sí mismas, es decir, en sus propios métodos.
La primera parte de este ensayo consistirá en describir en general como operan
los métodos en las ciencias naturales y como operan en las ciencias sociales, se
verá en primer término que no hay una ciencia natural y una ciencia social sino
que hay ciencias en plural y cada una presenta su especificidad. El siguiente
subtema mostrará la complejidad del problema y como este no admite respuesta
simples. Y en tercer lugar daremos nuestra visión de esta problemática.
Finalmente sacaremos las conclusiones correspondientes.
Es indudable que el método no se puede aislar de la teoría y de las técnicas. De
entrada no se puede confundir métodos con técnicas, explicaremos las
diferencias, el método se deriva y está encadenado a la teoría o paradigma por el
cual se ha optado en general y al marco teórico conceptual de la investigación en
particular, de tal manera que solo en términos analíticos podemos hablar del
método como separado de su contexto.
La importancia que esto tiene está dada porque a través de estas tres cuestiones:
teoría método y técnicas, aunque ahora se utiliza también las denominaciones de
tecnología, metodología y epistemología (Galindo 1998) y en ese orden para
resaltar el papel que juega la tecnología en las investigaciones actuales. No son
estas denominaciones exactamente lo mismo, pero pueden considerarse como
equivalentes. Sea como fuere la cuestión es que en esas dimensiones expuestas se
juega de alguna manera la validez, la cientificidad y la eficacia de las
investigaciones, de tal manera que el problema planteado se sitúa en el centro de
una discusión epistemológica que ya tiene algunos antecedentes.
Aquí no vale aquel aforismo no importa cómo, sino los resultados. La
explicación de cómo se han obtenido tales conocimientos es fundamental, sobre
todo para las ciencias sociales, porque recae sobre ellas ciertas sombras sobre la
cientificidad de su quehacer, incluso en algunas de ellas se pone en duda su
carácter de ciencias.
Existen elementos nuevos en relación con el problema dada la crisis
epistemológica que la posmodernidad nos trajo, al preguntarse sobre el
conocimiento mismo y sobre la crítica aguda y profunda a los fundamentos,
incluso la crítica a la razón misma como fundamento de la ciencia (Morin 1998),
esto sin duda afecta al método también en términos particulares no solo es una
crisis general de los paradigmas. La misma Esther Díaz (Díaz 1992) habla de una
Posciencia lo que revela que la ciencia moderna ha sido impugnada seriamente,
tanto las humanas como las físicas.
Los descubrimientos de la física cuántica, el desarrollo de la informática y la
cibernética, aportes como el de Maturana y Varela (1994) repercuten sin duda
también en las cuestiones del método y se hace necesario analizarlas.
Mi punto de vista que no quiere ser ecléctico, sino parte de la observación
concreta de la historia de la ciencia que trataremos de demostrar, será tratar de
establecer que no es posible una diferenciación radical y que hay ciertos
elementos que comparten las ciencias en general y otros que requieren una
diferenciación específica. Esto debido a una influencia recíproca, aunque
históricamente la influencia de las ciencias naturales sobre las ciencias sociales
ha sido dominante. Las razones de esta aproximación radican en buscar una
cierta claridad en un aspecto que a veces se omite, con lo cual no se hace otra
cosa evadir de mala forma el problema.
Para la formulación del problema hemos tomado en cuenta algunos conceptos
como la cuestión de la objetividad en ambas ciencias, pero sobre todo en las
ciencias sociales, la persistencia del positivismo en sus variadas formas, la
cuestión del lenguaje, como en algunos casos el instrumento, se ha transformado
en fin, perdiendo su finalidad ontológica, es decir, su vínculo de explicación de la
realidad, es decir, qué pasa con la antigua relación entre la teoría y la praxis. Se
trata como alrededor de estas cuestiones poder establecer los elementos de
diferencia y los elementos comunes entre los ámbitos de ciencias.

Desarrollo
La idea central que vamos a desarrollar es que existe una cierta área
metodológica común entre las ciencias naturales y las ciencias sociales y otra de
separación. Es decir, se dan ciertas oposiciones y ciertas complementariedades.
En esto recurriremos como fundamento al concepto que plantea Edgar Morin en
su texto el método, de un “antagonismo en el seno de la complementariedad”
(Morín, 1986)
Ahora existe también un tráfico, un intercambio constante entre ambos campos,
desde ambas áreas, es decir, tanto de las ciencias naturales como de las ciencias
sociales, se observan atentamente sus quehaceres y si bien históricamente están
primero las ciencias naturales, estas han ejercido una influencia dominante sobre
las ciencias sociales, pero también existen varios intentos de independencia de
parte de las ciencias sociales. No es casual que primero se hayan constituido la
ciencias naturales, a veces lo que está más próximo, cercano cuesta más
visibilizarlo, precisamente por su cercanía, también hay una cuestión de
complejidad en las ciencias sociales que de cierto modo significa, mirarse a sí
mismo, aumenta por esta razón la dificultad de la objetividad, es decir, era más
evidente lo exterior, el mundo físico, en la historia de la filosofía vemos que
primero vino la reflexión sobre el mundo, la primera interrogación fue sobre el
cosmos (Giannini, 2005).
Derivado de lo anterior tenemos que establecer que si existen diferencias
fundamentales entre ambos campos, el objeto de estudio es una de las más
importantes, los objetos de estudio exteriores plantean una relación distinta entre
el sujeto y el objeto. En el caso de las ciencias naturales hay una evidente
diferencia entre el que conoce y lo que se quiere conocer, en cambio en las
ciencias sociales existe una especie de identidad entre el sujeto y el objeto. El
hombre, la sociedad se estudia a sí misma y esto ya plantea una serie de
problemas epistemológicos particulares, entre ellos el de la objetividad. No es
que el problema de la objetividad no exista en relación con las ciencias naturales
también estas requieren de una serie de precauciones solo bastaría recordar las
“idolas” de Bacon. (Dynnik, 1958) Lo que ocurre es que en las ciencias sociales
este problema de la subjetividad se acentúa aún más.
El método en las ciencias naturales
Se considera a Francis Bacon (1561 - 1626) el padre del método experimental, de
acuerdo a su doctrina, los sentidos son infalibles y la fuente de todos los
conocimientos. La ciencia es la ciencia de la experiencia, y consiste en aplicar un
método racional a lo que nos ofrecen los sentidos. La inducción, el análisis, la
comparación, la observación y la experimentación son las principales
condiciones del “método racional” (Dynnik, 1958). De aquí surge la famosa
sentencia: “Conocer es poder y poder es conocer, que como sabemos
posteriormente sale del ámbito científico natural y se empieza a realizar una
lectura política, que bien podría resumir gran parte de la obra de Foucault.
El “Novum Organon” vio la luz en 1620, allí Bacon en el primer aforismo señala
lo siguiente:
“El hombre, servidor e intérprete de la naturaleza, ni obra ni comprende más que
en proporción de sus descubrimientos experimentales y racionales sobre leyes de
esta naturaleza; fuera de ahí, nada sabe ni nada puede”. (Bacon, 1984).
Como puede apreciarse el ímpetu, la fuerza, el carácter apodíctico con que
empieza a nacer la ciencia experimental es avasallante. Era la actitud psicológica
que preparaba la emergencia del sujeto social hegemónico de la modernidad.
Posteriormente fueron agregándose al método científico las características de
sistematicidad y verificabilidad, la cuestión del lenguaje y la lógica comienza a
adquirir importancia, se busca un lenguaje propio e inequívoco, surge con el
círculo de Viena el positivismo lógico, se pretende unificar a las ciencias por
medio de un lenguaje lógico y universal.
La cuestión experimental es una cuestión básica en las ciencias naturales, pero
tiene sus límites, en la geología y en la astronomía, por ejemplo, esto puede
hacerse solo parcialmente, nunca en gran escala, como para superar estos límites
surge la deducción matemática como elemento privilegiado, se dice que la
matemática es el lenguaje de la naturaleza.
En general el conocimiento científico en tanto conocimiento fiable y verdadero lo
es por el método, la forma en que se obtiene, por sus procedimientos,
contrastaciones y verificaciones empíricas.
Pero a todas estas cuestiones se van sometiendo a la crítica y va demostrándose
su validez relativa, las pruebas estadísticas demuestran, pero no son absolutas,
basta un cisne negro para relativizarlas, para emplear la conocida figura de
Popper. Se llega a la concepción de la ciencia como conocimiento hipotético
deductivo.
La historia de la ciencia llega a ser importante, surge la cuestión de los
paradigmas y las revoluciones científicas, se habla de la revolución copernicana
como un punto de quiebre y a su vez de momento fundante de la ciencia
moderna.
En resumen de acuerdo con Rubén Pardo “la ciencia es un cuerpo de
conocimientos al que le son esenciales las siguientes características:
- Capacidad descriptiva, explicativa y predictivas (mediante leyes);
- Carácter crítico;
- Fundamentación (lógica y empírica);
- Carácter metódico;
- Sistematicidad;
- Comunicabilidad mediante un lenguaje preciso, y
- Pretensión de objetividad.
A estas características Pardo les llama el sentido acotado y restringido de la
ciencia. En un sentido amplio e histórico se puede hablar de tres grandes modelos
epocales paradigmas:
- El paradigma pre moderno
- Paradigma moderno
- El paradigma actual
El paradigma actual también se conoce como tardo moderno o posmoderno, se
comprende la modernidad como un proceso de secularización cuya idea central
es un ambicioso proyecto de racionalidad plena. La posmodernidad en cambio es
un proceso de fragmentación del sentido que se despliega en los siguientes
aspectos:
- Caída de los ideales del conocimiento de la modernidad
- Crítica y rechazo de los ideales éticos y del progreso social inherente a la
modernidad.
Quizás una de las críticas centrales a la ciencia moderna desde las concepciones
posmodernas es su carácter reductor, el tratar de simplificar lo complejo.
Quizás otro hecho decisivo es que los descubrimientos de la física cuántica
disolvieron lo sólido en el aire parafraseando la célebre frase de Marx. Los
sorprendentes descubrimientos en el mundo de lo infinitamente pequeño, el
errático comportamiento de las partículas al interior de los átomos, han llenado
de incertidumbre al mundo y han disuelto en el aire la idea de lo sólido.
En síntesis la ciencia, hoy, se concibe muy hipotética, (en el sentido de
explicación posible) fragmentada, atravesada por el principio de incertidumbre y
en búsqueda de paradigmas no reductores sino holísticos, inter y trans
disciplinarios, asumiendo la complejidad de lo real.
Los métodos clásicos de las ciencias naturales son la inducción, la deducción que
aporta el racionalismo, la comparación y el método experimental.
Ahora cada ciencia en particular crea su propia metodología, sus propios aparatos
conceptuales, etc., pero este es su tronco común.
El método en las ciencias sociales
Cuando Augusto Comte (1798-1857) se propuso crear una “física social” se
encontró con que el matemático belga Adolphe Quételet (1796-1874) ya había
utilizado el término para la mensuración social, lo que lo obligó a buscar otro
nombre para su propuesta positivista y acuñó el término de Sociología. Pero la
anécdota es reveladora de todo un proyecto de hacer una ciencia de la sociedad
que tuviera el mismo rigor científico que la física, esta disciplina debía buscar el
orden y el progreso y constaba de una estática social y una dinámica social,
donde por supuesto se privilegiaba la estática social, en parte de aquí devinieron
las ideas de desarrollo, evolución y progreso, que marcaron por un buen tiempo
el programa de la ciencias sociales, la historia era el registro de esta evolución.
Por tanto las ciencias sociales de algún modo nacieron positivistas y el
componente de este positivismo era principalmente metodológico. Pero también
nacieron conservadoras, buscaban el orden para la sociedad buscaban su armonía,
la manera como resolver los conflictos y el progreso era la consolidación y
desarrollo de ese orden, la Revolución francesa había puesto los pilares de ese
nuevo orden y se trataba de consolidarlo, para lo cual había que estudiar lo social
con mucha seriedad para garantizar intervenciones eficaces.
De alguna manera el estructural funcionalismo en este sentido es un heredero
legítimo del positivismo, tratan de buscar la armonía y el orden, desde luego, no
es un orden abstracto, es el orden histórico concreto de la modernidad.
La influencia del positivismo ha sido enorme y partir del modelo original se han
desarrollado y se desarrollan nuevas partituras hasta hoy. De tal manera que la
reacción posmoderna anti positivista es más que justificada.
Por tanto podemos decir en general que las ciencias naturales y las ciencias del
hombre tuvieron un tronco metodológico común.
Ahora desde algunas de las corrientes de las ciencias sociales surgen proyectos
de independencia no positivistas veremos muy sucintamente tres, el psicoanálisis,
el marxismo, la sociología comprensiva de Weber que actúan en un sentido
distinto de la las “Reglas del método sociológico” de Durkheim que proclama
que hay tratar lo fenómenos sociales como cosas y funda la categoría de “hechos
sociales”. Que son estructuras generadas por la sociedad como el lenguaje por
ejemplo. Esta es una ruptura total contra cualquier consideración psicológica.
En el texto de Eduardo Laso puede apreciarse el recorrido analítico del
psicoanálisis que culmina en Lacan donde se trata de escapar del positivismo
naturalista y se busca construir una concepción y un método que se fundamenta
en lo social mismo. La cuestión es considerar que su objeto de estudio, el
inconsciente, es un producto social, en la medida que se estructura como
lenguaje, con sus significantes y significados y por lo tanto es susceptible de ser
estudiado y comprendido desde las estructuras del lenguaje, en consecuencia
queda en el campo de lo enteramente social.
La otra propuesta anti positivista que proviene desde el marxismo se articula
metodológicamente en base a la dialéctica hegeliana la cual es invertida de su
base idealista y convertida en materialismo dialéctico.
Uno de sus exponentes el marxista belga Ernest (Mandel, 1987) expone el
método de investigación de la siguiente manera:
1. “La apropiación abarcadora del material empírico y un dominio de este material
(apariencias superficiales) en todos sus detalles históricos pertinentes; es decir,
acumulación de toda información necesaria y el manejo de esta.
2. La división analítica de este material en sus elementos abstractos constituyentes
(progresión de los concreto a lo abstracto); lo que implica una clasificación de
esta información de acuerdo a las categorías planteadas.
3. La exploración de las conexiones generales decisivas entre estos elementos, que
explican las leyes abstractas del movimiento del material, en otras palabras, su
esencia. De la revisión analítica surgen las conexiones que son expresadas a
manera de síntesis.
4. El descubrimiento de los vínculos intermedios decisivos que efectúan la
mediación entre la esencia y las apariencias superficiales del material (progresión
de lo abstracto a lo concreto: o reproducción de lo concreto en el pensamiento
como una combinación de múltiples determinaciones). Descubrir no sólo la
forma y el contenido, la apariencia y la esencia sino las mediaciones entre ambas
para desde la esencia explicar lo real.
5. L verificación empírica práctica del análisis (2, 3, 4) en el movimiento en
desarrollo de la historia concreta. Es decir la confrontación con la praxis.
6. Descubrimiento de datos nuevos y pertinentes empíricamente, y de nuevas
conexiones – a menudo incluso de nuevas determinaciones abstractas
elementales-, a través de la aplicación de los resultados del conocimiento y la
práctica basada en el él, en la infinita complejidad de la realidad. Proceso de
realimentación constante que permite enriquecer el conocimiento.
No se trata aquí de etapas estrictamente separadas del proceso cognoscitivo, pues
algunos de estos momentos están intervinculados y existe un tráfico inevitable
entre ellos.”.
Aquí tenemos también una evidencia de propuesta metodológica general que es
aplicada en el campo de lo social.
En la sociología de Weber y su método conocido como “Vertehen” o
“compresión empática” aspira a conocer la voluntad y las motivaciones de los
actores sociales lo que los lleva a emprender las acciones sociales es decir
aquellas actividades racionales que componen el quehacer social, Weber propone
estudiar las acciones conscientes de los hombres. Es de alguna manera lo opuesto
a Durkheim.
Como puede apreciarse las corrientes de pensamiento, como el positivismo, el
funcionalismo, el marxismo, el posmodernismo atraviesa e influyen sobre el que
hacer de las ciencias particulares y estas a su vez con sus descubrimientos van
influyendo en dichas corrientes de pensamiento.
Si hablamos con rigor en realidad no existe “la ciencia” en singular existen
ciencias particulares. Pedagogía, Arqueología, Historia, Economía, Psicología,
Sociología, Antropología, etc. Lo que de alguna manera las articula son las
corrientes de pensamiento y eso es lo que permite hablar de Ciencia en singular.
No se conoce el caso de una ciencia particular que escape totalmente a las
determinaciones de los paradigmas o corrientes de pensamiento.
El entrelazamiento y diferenciación metodológica
Existen dos tipos de diferencias las unas tienen que ver con las disimilitudes de
objetos de estudio, la otras disparidades son desemejanzas más transversales y
tienen que ver con las distintas concepciones epistemológicas.
Existe una tendencia a naturalizar lo social y una tendencia a socializar lo natural,
la primera tendencia se manifiesta en expresiones como la familia “es la célula
de la sociedad, o el tejido social y etc., etc., y esto tiene su expresión más elevada
en el Darwinismo social. También existe la tendencia contraria y hablamos del
rey de la selva, del socialismo de las hormigas y así por el estilo.
Ambas tendencias no ven las especificidades de sus campos y no generan sus
propias y especificas maneras de expresar y enfocar sus realidades particulares.
Eso que es válido en tanto problema epistemológico no lo es en tanto problema
metodológico, porque de hecho las ciencias tienen un campo común, por ejemplo
en ambas áreas se utilizan los procedimientos inductivos, deductivos y
comparativos, etc., porque responden a formas de razonamiento lógico
universales y sería absurdo prescindir de tales formas metodológicas en nombre
de la independencia de los campos, lo mismo ocurre con los procedimientos de
análisis síntesis y otros. Ahora bien en el otro aspecto de lo que se entiende por
método en el aspecto de la forma de abordar los problemas, que implica una
manera conceptual de lectura de la realidad, y en todos aquellos procedimientos
que se derivan de la diferencia de objeto es lícito diferencias metodológicas entre
las ciencias humanas y las ciencias naturales, porque debemos partir de la
premisa que es diferente estudiar una estrella del firmamento, que seres que
tienen conciencia de sí. Otro aspecto nos indica que la complejidad de los
sistemas sociales es distinta a la complejidad de los sistemas naturales.
Una manera en que Gutiérrez y Brenes defienden la actividad intersujetos en las
ciencia sociales es diciendo que no es lo mismo la subjetividad del observador
que la subjetividad del observado (Gutiérrez y Brenes, 19779). Las etno
metodologías aparecen, por ejemplo, un típico ejemplo de esto. La preparación
ética de los investigadores es otra de las precauciones, pero no garantía absoluta.
Pero al parecer este tipo de métodos sería específico para ciertas ciencias
sociales.
Finalmente la confrontación con la práctica no siempre puede tener
interpretaciones aberrantes, si un cientista social sigue el curso de desarrollo de la
economía y predice una crisis, y la crisis se manifiesta, hay que poner atención al
método que utilizó porque la praxis está validando su predicción.
Para aquellos que ponen en duda y ven un obstáculo insalvable en ciencias
sociales el problema de la subjetividad es conveniente recordar precisamente que
existe una comunidad científica y académica que ejerce la crítica, esto no es
desde luego una garantía absoluta.
Ahora respecto de la relación teoría, método, técnicas que planteaba el paradigma
de la modernidad se ha producido una verdadera inversión en esta época
posmoderna, y la relación es exactamente inversa: tecnología, método,
epistemología. En la modernidad los conocimientos científicos encontraban
aplicaciones tecnológicas, hoy también es a la inversa. Es más se ha abierto por
cuestiones de las necesidades del mercado una verdadera área de conocimiento
tecnológico, que determina métodos y teorías o sencillamente opera
independientemente en tanto conocimiento tecnológico, a una parte de eso se le
ha llamado pos ciencia como lo señala Esther Díaz. (1992).
Las implicaciones de esta cuestión siguen la lógica de la razón instrumental, va
disminuyendo el sentido del conocimiento que tiene la función de explicar la
complejidad de lo real y se vuelve pragmático, perfomativo.
Parte de las diferencias que afectan de conjunto a la teoría, la metodología y las
técnicas también tiene que ver con el énfasis entre lo cualitativo, que implica
hermenéutica, y preponderancia del análisis crítico y la argumentación
sustentada, y los métodos cuantitativos que se basan en mediciones y otras
operaciones de análisis matemáticos que resultan también indispensables, una
adecuada complementariedad entre ambos aparece como la respuesta, con lo cual
no se elimina factores de oposición puesto que hay ámbitos que se resisten a la
formalización matemática vale aquí recordar las palabras de Adorno: “Cuando se
me planteó la exigencia de “medir la cultura”, vi que la cultura debía ser
precisamente aquella condición que excluye una mentalidad capaz de medirla.
(Adorno, 1969).
La parte general y la parte particular del método
En los problemas de metodológicos siempre existe un aspecto general que tiene
que ver: con la teoría, con los otros métodos, con las concepciones
epistemológicas y un aspecto particular que tiene que ver con el objeto específico
de estudio.
Nuestro punto de vista es que no hay como ser categóricos y absolutos la
complejidad epistemológica indica, que las problemáticas metodológicas siempre
hay que resolverlas en las situaciones concretas, pero al interior de los marcos
teóricos generales que son los que preceden y representan el contexto del cual no
hay como librarse. Finalmente llegamos al problema de la interpretación aquí,
como se sabe, puede haber: buenas interpretaciones, regulares, malas, pésimas y
aberrantes, para lo cual se ha desarrollado la hermenéutica que no es garantía
absoluta pero significa un marco de referencia. Es decir ya el conocimiento ha
enfrentado el problema y ha buscado procedimientos críticos que permitan
ciertos niveles de racionalidad y objetividad
El otro problema que se plantea es el de los condicionamientos históricos
culturales del sujeto cognoscente, ya que este es un individuo o un grupo de
individuos que pertenecen a una clase, simpatizan con tal o cual ideología,
pertenecen a tal o cual género, todas cuestiones que de una u otra manera
influyen en su mirada, también hay elementos psicológicos, el inconsciente
también influye. Todas estas cuestiones finalmente se resuelven socialmente,
mediante el ejercicio de la crítica y el conocimiento de la existencia de estas
determinaciones que obligan al investigador a una reflexión meta teórica sobre su
situación en tanto investigador.
Pero aquí nos asalta la duda ¿son realmente distintas y diferentes, las cuestiones
biológicas de las cuestiones sociales? por ejemplo la autopoesis biológica esa
tendencia a la auto organización, también tiene manifestaciones en lo social,
caminaremos hacia allá, o conscientemente podremos dirigirnos hacia ese punto.
¿El sinsentido exterior puede ser reemplazado por un sentido construido
socialmente?
Finalmente es imposible dejar de señalar que junto a la aguda crítica posmoderna
y a sus interesantes búsquedas han crecido los hongos del esoterismo, la divisa
del todo vale, y la trivialidad. La caída de los grandes relatos también ha dejado
en algunos casos el vacío.
Conclusiones
La cuestión del método tiene mucho que ver con la validez de los conocimientos,
con la verdad, el título del texto más importante de Gadamer es ilustrativo.
“Verdad y método”. La verdad depende en gran medida del método.
La ciencias naturales si bien conservan su ethos moderno, hoy en la
posmodernidad se conciben muy hipotéticas huyendo de conclusiones
totalizantes, en un proceso de fragmentación del sentido, atravesadas por el
principio de incertidumbre y en búsqueda de paradigmas no reductores sino
holísticos, inter, trans y multidisciplinarios.
Las ciencias sociales se construyen hoy en contraposición a la marcada
persistencia positivista y neopositivista buscando la especificidad metodológica
en lo social, en los lenguajes, la dialéctica y en la compresión empática.
De la descripción que hemos realizado de las cuestiones generales del método en
las ciencias sociales y en las naturales se desprende que existe un tronco común y
también ramas de diferencias, la parte común metodológica la constituyen esas
formas del pensar, que también son formas procedimentales como: la inducción,
la deducción, y la comparación, pero en las diferencias tenemos que
procedimientos como el psicoanálisis que utilizan sin duda inducción y
deducción también incorporan métodos propios como la asociación libre y la
interpretación de los sueños para los cuales se construye una simbología onírica,
verbigracia. Su objeto de estudio, el inconsciente determina particularidades
específicas. Su validez científica es sometida enteramente a la praxis, a través de
su capacidad terapéutica. Este tipo de métodos para los antiguos positivistas
como para los neopositivistas son absolutamente cuestionables, porque no son
susceptibles de ser matematizados, medidos o reducidos a una lógica formal, he
ahí la discusión. El que los fenómenos del inconsciente no sean medibles no
significa que el psicoanálisis no cuente con un riguroso “aparato” conceptual.
En general podríamos concluir, y subrayo lo de general, porque esto es una
tendencia y no una ley, las ciencias sociales son más proclives al análisis
cualitativo y las naturales al cuantitativo, pero ambas necesitan de una buena
combinación de ambos.
Una cuestión similar al psicoanálisis ocurre con el método dialéctico, por su
origen hegeliano a muchos se les aparece como una mística y no como un
método científico, pero es difícil refutar sus dos premisas generales: la realidad
está en permanentes procesos de cambio y estos obedecen a su vez a
contradicciones, antagonismos. Luego el estudio, las categorías debe adecuarse a
esas dos circunstancias, las cosas son y no son, no hay identidades absolutas.
A=A solo tiene una validez relativa hasta cierto límite, a partir de allí A solo en
cierto sentido es igual a sí misma, en otro es distinta, toda persona tiene alguna
vez 4 años, pero después tiene 30, esa persona en cierto sentido sigue siendo la
misma y en otro sentido no lo es. Entre los 4 y los 30 años hay un proceso de
cambios de contenido y de forma. Con las sociedades ocurre lo mismo, son y no
son lo que han sido en su historia, porque entre el pasado y el presente han
mediado procesos transformadores. El referente que a veces resuelve los
problemas es la capacidad de explicar la realidad, esa explicación es el resultado
de la aplicación de un método, y digo a veces porque no hay un tribunal infalible
en las cuestiones sociales que determine en término absolutos la veracidad y
además porque el conocimiento es histórico y tiene las limitaciones de su tiempo.
A las verdades de las ciencias se les puede aplicar la paráfrasis del principio
jurídico, es válido hasta que se demuestre lo contrario. La discusión de si es
posible aplicar la dialéctica a la naturaleza es ya antigua y sigue abierta y no
resuelta en términos definitivos.
El tronco común, las influencias recíprocas y las diferencias y antagonismo
metodológicos al mismo tiempo, producto de objetos de estudio disímiles
configuran la idea de un antagonismo en el seno de la complementariedad.
Por otra parte, es más o menos evidente que la independencia tecnológica no solo
ha producido más tecnologías, sino también conocimientos y reformulamientos
metodológicos, basta pensar en todo el desarrollo de la informática.
Quizás se impone como para profundizar esta temática una investigación
comparada entre los métodos de una ciencia natural por ejemplo la física y una
ciencia social como la sociología y claro ahí surge la pregunta ¿cuál de las
corrientes sociológicas? Bueno habría que optar por alguna.
La perspectiva de un diálogo permanente entre los estudios sociales y los
naturales que implican actividades distintas puede ser la más productiva. Este
diálogo presentará antagonismos respecto de cómo entender lo científico, pero
eso es precisamente el motor que dinamiza el quehacer científico.
En más de alguna vez se han producido intercambios entre las áreas y han dado
resultados positivos. La inducción que viene de las ciencias naturales ha servido
a la economía, sociología, psicología, etc. (Diseño de encuestas, obtención y
procesamiento de datos). Y a su vez la teoría de la información desde lo social
sirvió a la genética conceptualmente para la explicación del código genético.

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las teorías de la comunicación. Paidos, Barcelona. Pág. 53.
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