“Conociendo la pubertad”
El objetivo de este taller es que los alumnos conozcan la etapa de la pubertad, que comprendan
los cambios que están viviendo, como también los desafíos y experiencias personales que están
por vivir.
RECURSOS EDUCATIVOS
DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD
1. Presentación
Presente el objetivo de esta actividad y reparta el anexo 1 “Qué nos pasa durante la
pubertad?” (uno por alumno). Lea en voz alta la reseña que aparece en relación a la
pubertad. Luego dé tiempo suficiente para que cada alumno conteste la encuesta de
manera individual.
2. Ejecución
3. Finalización
Cada grupo presenta sus conclusiones respecto a los cambios que hay en la pubertad.
Escriba los aportes de cada grupo en la pizarra e indique al alumnado que completen sus
respuestas con la información aportada, asimismo, vaya complementando sus respuestas
con las que indicamos a continuación. Finalmente, recolecte las hojas de cada grupo
(completadas) y péguelas en el mural de la clase (o en cualquier pared), para que quede a
la vista de todos.
Respuestas esperadas:
Ajustarse a su nueva capacidad mental: La escuela cada día se añade nuevas destrezas
intelectuales que van perfeccionándose por la influencia del ambiente y el acceso al mundo del
adulto, es esta la primera generación rodeada de medios digitales que traen consigo entre
muchas otras cosas, información. En esta edad, su desarrollo cognitivo le permite al adolescente,
analizar los hechos de una manera más abstracta y más madura.
Hacer frente a las crecientes exigencias académicas: los planes de estudio introducen conceptos
cada vez más complejos, partiendo del supuesto de que el adolescente está ya preparado para
asimilarlos. Además, los profesores esperan del adolescente mayor profundidad y madurez en el
análisis y exposición de las materias, en otras palabras, el reto del adolescente académicamente,
es demostrarse a sí mismo y a los demás que está aprovechando el tiempo en la escuela.
Aumentar su discurso verbal: la madurez intelectual no siempre va acompañado de un buen
nivel de expresión. El adolescente tiene que adquirir un léxico personalmente elaborado para
traducir su pensamiento más maduro en lenguaje. Una realidad no menos importante es el
hecho de que el adolescente lucha cotidianamente con este desafío y con la necesidad de utilizar
un código de comunicación propio de adolescentes, o sea, comunicarse de una manera con los
adultos y de otra con sus iguales.
Adquirir una identidad personal: el adolescente no está satisfecho con una identidad fusionada
a la familia, ahora necesita afirmar su individualidad. Ser él mismo es la tarea en este desafío, es
el momento en que tendrá que decir sobre “quién soy” y “qué camino voy a tomar” en el futuro.
El establecimiento de la identidad es uno de los eventos más importantes del desarrollo
humano, y este se da en la adolescencia, etapa por demás influenciada positiva y negativamente
por quienes lo rodean.
CIERRE
Conceptos A TRANSMITIR
SOBRE LA PUBERTAD
PENSAMIENTO
EMOCIONES
IDENTIDAD
CUERPO
En cuanto al desarrollo corporal las niñas crecen con mayor rapidez. Se redondean las formas,
crecen las caderas y el pecho. Luego aparecen vellos en el pubis, se ensancha la pelvis y aumenta
el tejido adiposo dando las formas femeninas y tienen el estirón. A los 12 crecen con rapidez en
peso y altura, se rellenan los pechos, aparece vellos en las axilas y puede producirse la menarquia
(aparición de la primera regla), la cual genera diferentes reacciones (rechazo, orgullo, asco,
temor, etc.). Posteriormente disminuye el ritmo de crecimiento y se va configurando mejor las
formas femeninas. En el hombre el físico de hace más sólido, aumenta el tamaño de los genitales,
aparece vello público, crece la estructura ósea y tienen su primera eyaculación. Posteriormente,
puede venir el estirón y el aumento de la fuerza, la voz se hace más profunda y aumenta el vello
por todo el cuerpo.
LO SOCIAL
Con respecto a la familia, disminuye el interés por compartir con ella y ya a los 13 años comienza
a retirarse. Con los padres aparecen conflictos con su autoridad y opiniones, se rebelan y van
alejando, muchas veces criticándolos o desprestigiándolos. También se va perdiendo la confianza
en ellos. Con los hermanos pasan de las peleas a llevarse mejor con ellos, en especial con los
mayores a los que sigue. Este alejamiento y hostilidad hacia los padres también comienza a
vivirse con los profesores, pero valoran su trabajo y apoyo cuando lo hacen bien.
LO SEXUAL
Las mujeres pasan a interesarse por lo que sucede en su cuerpo y comprender mejor la
reproducción. Hacen chistes de doble sentido y desarrollan fuertes amistades emocionales. Ya a
los 13 aparece un fuerte interés por lo sexual y se van mostrando más seguras en sus relaciones
con el sexo opuesto.
Los varones realizan juegos sexuales y se interesan por el sexo y los estímulos eróticos, teniendo
erecciones con la excitación general. La mayor parte se masturba. Este interés va en aumento
como también la preocupación por los detalles de su anatomía, dándoles vergüenza que los vean
desnudos. Tienen poluciones nocturnas.
SOBRE LA EYACULACIÓN
Al llegar la pubertad, el cerebro indica a los testículos que produzcan testosterona y así comienza
la producción de espermatozoides (entre 100 y 300 millones al día).
Los espermatozoides del testículo derecho atraviesan el epidídimo derecho y los del izquierdo el
epidídimo izquierdo; maduran y se desarrollan, atraviesan el conducto deferente y pasan junto a
las vesículas seminales. Mientras pasan se mezclan con el fluido de las vesículas seminales y la
próstata, esta mezcla es el semen.
Los espermatozoides salen del cuerpo cuando el hombre eyacula. Y en el cuerpo de la mujer
viven de 48 a 72 horas.
El escroto protege los testículos y los mantiene a la temperatura correcta para producir
espermatozoides (si hace demasiado frío, el escroto se eleva y acerca los testículos al cuerpo; si
hace demasiado calor, el escroto cuelga alejado del cuerpo).
El esperma no se agota. Ningún tipo de actividad sexual, por frecuente que sea, es capaz de
agotar la producción de esperma ni de espermatozoides (la producción sólo se agotaría por
algunas enfermedades, lesiones o extirpaciones).
A lo largo de la vida, los hombres producen, como media, dos billones de espermatozoides, a un
ritmo de 1.000 por segundo.
SOBRE LA MENSTRUACIÓN
Al llegar a la pubertad, el cerebro indica a los ovarios que produzcan estrógeno, lo que indica a los
óvulos que maduren. Así, una vez al mes, un óvulo sale del ovario y se lanza de una trompa de
Falopio donde aguarda antes de llegar hasta el útero.
El ciclo menstrual tiene una duración media de 28 días, la primera mitad del ciclo comienza el
primer día de la regla y dura hasta la ovulación (aproximadamente el día 14) y está controlada
por la acción de los estrógenos. La segunda mitad del ciclo comienza con la ovulación y dura
hasta el primer día de la próxima regla y está controlada por la progesterona.
La duración del ciclo oscila entre 24 y 32 días y es muy habitual que hasta los 18 años los ciclos
sean irregulares.
Si no hay espermatozoides en el útero, el endometrio y todos los tejidos que se han preparado
durante el ciclo se expulsan junto con una cantidad de sangre (unos 35 ml por término medio): es
la regla, que suele durar de 3 a 6 días.
Durante la regla se pueden usar tampones o compresas para absorber el flujo menstrual. Por otra
parte, se pueden mantener relaciones sexuales, depende de las preferencias personales de la
pareja y es aconsejable el uso de preservativo.
SOBRE LA MASTURBACIÓN
En los hombres los métodos rápidos de masturbación pueden disminuir su capacidad para
compartir el placer sexual con su pareja, acostumbrándole a una rápida descarga que puede
condicionar una eyaculación precoz. Es importante que los jóvenes se masturben dilatando la
eyaculación.
Esta resistencia es mayor en las mujeres. Aquellas que han evitado la estimulación directa de los
genitales pueden encontrar dificultades para llegar al orgasmo en la relación de pareja. Además,
la ausencia de masturbación en las niñas puede salir a través de fantasías sádicas, temores al
daño corporal, hipocondría, y la sensación de no sentirse merecedora de amor.