1. Introducción
Desempleo, paro forzoso o desocupación de los asalariados que pueden y
quieren trabajar pero no encuentran un puesto de trabajo. En las sociedades en
las que la mayoría de la población vive de trabajar para los demás, el
no poder encontrar un trabajo es un grave problema. Debido a los costes
humanos derivados de la privación y del sentimiento de rechazo y de
fracaso personal, la cuantía del desempleo se utiliza habitualmente como una
medida del bienestar de los trabajadores.
La proporción de trabajadores desempleados también muestra si se están
aprovechando adecuadamente los recursos humanos del país y sirve como
índice de la actividad económica. (Jumbo, 2016)
2. Causas del desempleo
Baja cualificación del trabajador: puede existir empleo para determinados
puestos de trabajo que el trabajador está buscando, aunque el individuo no
posee formación adecuada para ejercer la función. Sustitución de mano de
obra por máquinas: en las últimas décadas, muchos puestos vacantes fueron
cerrados pues las industrias introdujeron el uso de máquinas en la línea de
producción. En el sector bancario, por ejemplo, el uso de cajeros electrónicos y
el desarrollo de la banca online también generó la pérdida de miles de
empleos. (Mena, 2017)
Coste elevado (impuestos y otros cargos) para las empresas contratar de
manera oficial: dado el elevado coste de contratación (por ejemplo, impuestos
de seguridad social, retenciones de trabajadores, contingencias comunes)
muchas empresas optan por aumentar las horas extraordinarias de sus
empleados a contratar más mano de obra. Factores climáticos: excesiva
lluvias, sequías, heladas y otros factores de tiempo pueden generar grandes
pérdidas económicas en el campo. Muchos empresarios en el sector agrícola
tienden a despedir a los trabajadores rurales para hacer frente a tales
situaciones. (Macias, 2017)
Crisis económica: cuando un país atraviesa una crisis económica, el consumo
de bienes y servicios tiende a disminuir. Muchas empresas, con problemas de
liquidez, despiden a empleados como manera de disminuir los costes para
afrontar la crisis.